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UNIDAD 26 – CESIÓN DE DERECHOS

CONCEPTO (Art 1614): “Hay contrato de cesión cuando una de las partes transfiere a la otra un derecho. Se aplican a
la cesión de derechos las reglas de la compraventa, de la permuta o de la donación, según que se haya realizado con la
contraprestación de un precio en dinero, de la transmisión de la propiedad de un bien, o sin contraprestación,
respectivamente, en tanto no estén modificadas por las de este Capítulo.”
Hay contrato de cesión de derechos cuando una de las partes transfiere a la otra un derecho. Antes el código
de Vélez solo hablaba de cesión de “créditos” en su definición, lo que hace el nuevo código es establecer que
muchos derechos pueden ser transferidos, y uno de ellos puede ser el de crédito.
Según la naturaleza de la contraprestación pactada en el negocio jurídico, este artículo remite a la aplicación de
las reglas de la compraventa cuando la cesión del derecho es por un precio en dinero; de la permuta cuando la
transferencia del derecho es a cambio de otra cosa u otro derecho; o a las de la donación cuando la transmisión
es hecha gratuitamente.

CARACTERES DEL CONTRATO DE CESIÓN DE DERECHOS: Se puede caracterizar a este contrato


tomando en cuenta la clasificación dispuesta en el art. 966 CCyC y ss. Se trata de un contrato:
a. nominado en tanto está regulado en este Capítulo;
b. formal requiere la forma escrita (sin perjuicio de la transmisión de títulos por endoso o manualmente,
que también lo permite el CCyC), dado que debe ser redactado por escrito e incluso en algunos casos
debe ser redactado en escritura pública (cesión de derechos hereditarios, cesión de derechos litigiosos y
la cesión de derechos derivados de un acto instrumentado por escritura pública);
c. bilateral en los casos en que se pacte una contraprestación —cesión venta o cesión permuta—, o
unilateral en el caso de cesión donación donde la obligación es solo para el cedente. Es un contrato a
título oneroso en los casos de cesión compraventa y cesión permuta y a título gratuito en el caso de la
cesión donación. Al haber desaparecido del Código la categoría de los contratos reales, ya no subsiste la
discusión doctrinaria acerca del momento en el que se produce la transmisión de dominio. La finalidad
típica de este contrato está constituida por la transmisión de la propiedad del crédito.

COMPARACIÓN CON LA NOVACIÓN Y LA SUBROGRACIÓN


 NOVACIÓN: En la cesión de derechos se traspasa el mismo derecho del cedente al cesionario, en
cambio en la novación media la extinción de una obligación y el nacimiento de otra. En la novación
también media el consentimiento del deudor para que pueda realizarse la misma, en cambio en la
cesión de derechos el deudor solo debe ser notificado de la cesión, no es necesario su consentimiento.
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 SUBROGACIÓN: El pago por subrogación es un pago desinteresado, que no produce beneficio o


utilidad a la persona que lo hace, en cambio en la cesión de derechos hay frecuentemente una
especulación de que los derechos se ceden por un precio en valor. La subrogación puede ser
convencional o legal, la cesión de derechos es siempre convencional. El cedente, en la cesión, garantiza
la existencia y legitimidad del derecho que va a ser traspasado, esto no ocurre en la subrogación.

CAPACIDAD: La capacidad: para ceder a título oneroso, es la que se requiere para comprar y vender
(compraventa), y para ceder a título gratuito, se requiere la misma capacidad para donar (donación).
♥ CAPACIDAD DE DERECHO: Toda persona humana goza de la aptitud para ser titular de derechos y
deberes jurídicos. La ley puede privar o limitar esta capacidad respecto de hechos, simples actos, o
actos jurídicos determinados.
♥ CAPACIDAD DE EJERCICIO: Toda persona humana puede ejercer por sí misma sus derechos,
excepto las limitaciones expresamente previstas en este Código y en una sentencia judicial.

OBJETO DE LA CESIÓN. DERECHOS QUE PUEDEN SER CEDIDOS (Art 1616): “Todo derecho puede ser
cedido, excepto que lo contrario resulte de la ley, de la convención que lo origina, o de la naturaleza del derecho.”
Se establece la amplitud del objeto de este contrato, y al decir “que todo derecho puede ser cedido”, se remite a
las normas generales que regulan el objeto de los contratos (arts. 1003 a 1010 CCyC), aclarando que las
excepciones deben estar contenidas en la ley, en la misma convención que origina la transferencia, o surgir de
la misma naturaleza del derecho, como la prohibición emanada del art. 1617 CCyC u otras limitaciones
específicas, como por ejemplo: la prohibición de ceder el derecho a percibir alimentos (art. 539 CCyC) o la
prohibición de ceder el pacto de preferencia, dispuesta en el art. 1165 CCyC.
Con respecto a las restricciones convencionales de transmisibilidad de derechos, hay que destacar que el art.
1972 CCyC establece la nulidad de la cláusula general de inenajenabilidad en los actos a título oneroso. En
cambio, en los negocios jurídicos a título gratuito, se permite la cláusula de insensibilidad por un plazo
máximo de diez años (art. 1972 CCyC).

PROHIBICIÓN (Art 1617): “No pueden cederse los derechos inherentes a la persona humana.”
Cabe considerar que la restricción normativa se refiere a los derechos personalísimos regulados en el Capítulo
3 del Título I del Libro Primero del CCyC, pero cabe considerar también contenidos en el concepto los
derechos cuya acción surge de determinadas condiciones personales del titular, como los determinados por
obligaciones en los que la persona es esencial —intuitu personae— o dependen de la posición del sujeto en una
relación de parentesco.
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CESIÓN EN GARANTÍA (Art 1615): “Si la cesión es en garantía, las normas de la prenda de créditos se aplican a las
relaciones entre cedente y cesionario.”
La cesión en garantía es un negocio indirecto muy utilizado en la práctica comercial. Esta norma remite a la
regulación específica de los arts. 2232 a 2237 CCyC atinentes a la prenda de créditos. En este caso, las partes
celebran el contrato de cesión para garantizar el cumplimiento de otra obligación y, así el acreedor tiene dos
deudores, el deudor cedente y el tercero deudor del crédito cedido.
Como alternativa también puede acudirse a la cesión fiduciaria del crédito prevista en el art. 1666 CCyC, que
regula el contrato de fideicomiso mediante el cual el cedente (fiduciante) transmite la propiedad de bienes al
cesionario (fiduciario) para que este último ejerza el mandato en beneficio del fideicomisario.
En este negocio jurídico el acreedor tiene dos deudores: el deudor cedente y el tercero, deudor del crédito
cedido, y puede cobrar a cualquiera de ellos. Si el deudor cedente cumple, se debe devolver el crédito; pero si
no lo hace, puede cobrarse al tercero. Si el acreedor acciona, tiene derecho a cobrar del tercero hasta el monto
de su acreencia, debiendo restituir el saldo al cedente.

FORMA (Art 1618): “La cesión debe hacerse por escrito, sin perjuicio de los casos en que se admite la transmisión del
título por endoso o por entrega manual. Deben otorgarse por escritura pública:
a. la cesión de derechos hereditarios;
b. la cesión de derechos litigiosos. Si no involucran derechos reales sobre inmuebles, también puede hacerse por acta
judicial, siempre que el sistema informático asegure la inalterabilidad del instrumento;
c. la cesión de derechos derivados de un acto instrumentado por escritura pública.”
El Código establece recaudos formales para la cesión de derechos. Puede ser efectuada por endoso o entrega
material del instrumento en el que consta, cuando se cuenta con uno, o por escrito, en todo supuesto en el que
no se cuenta con un instrumento que pueda ser materialmente entregado y no se trate de uno de los contratos
en los que se impone la escritura pública, máxima exigencia formal, establecida para supuestos enunciados en
la norma.
Se reconoce explícitamente la concepción moderna de documento, por lo que el contrato de cesión o
transferencia de derechos puede hacerse constar en cualquier soporte. Así también, en el caso de la cesión de
derechos litigiosos que no involucren derechos reales sobre inmuebles, se puede hacer constar en acta judicial
siempre que el sistema informá- tico asegure la inalterabilidad del documento.
Cuando se trate de la cesión de derechos reales sobre inmuebles, la cesión de derechos hereditarios y la cesión
de derechos derivados de un acto instrumentado en escritura pública, requieren ser otorgados por escritura
pública, pero ya no se establece que el incumplimiento respecto de la formalidad sea bajo pena de nulidad, por
lo que resultará, en su caso, de aplicación la normativa contenida en el art. 1018 CCyC, que dispone que “el
otorgamiento pendiente de un instrumento previsto constituye una obligación de hacer si el futuro contrato no
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requiere una forma bajo sanción de nulidad. Si la parte condenada a otorgarlo es remisa, el juez lo hace en su
representación…”.
Con respecto a “los casos en que se admite la transmisión del título por endoso o por entrega manual” se hace
referencia a los títulos valores a la orden y al portador reglados en el Capítulo 6 del Título V del Libro Tercero
del CCyC.

EFECTOS DEL CONTRATO DE CESIÓN DE DERECHOS.


OBLIGACIONES DEL CEDENTE (Art 1619): “El cedente debe entregar al cesionario los documentos probatorios del
derecho cedido que se encuentren en su poder. Si la cesión es parcial, el cedente debe entregar al cesionario una copia
certificada de dichos documentos.”
El artículo regula las obligaciones del cedente, imponiéndole entregar los documentos que el cesionario pueda
necesitar para acreditar la titularidad del derecho que se le transmite, según la cesión sea parcial o total.
Este artículo, al igual que en el CC, exige al cedente del derecho que entregue al cesionario los instrumentos
que tenga en su poder y que prueben la existencia del crédito o derecho cedido a su favor. Esta imposición se
deriva del principio de buena fe contractual que se establecía en el art. 1198 CC y art. 9° del CCyC, de
obligatoria interpretación para todo este cuerpo normativo, y por lo tanto, se trata de uno de los deberes
secundarios o accesorios del contrato del que no modifica carácter consensual de este contrato que entre las
partes se perfecciona por el consentimientos de los contratantes.
Se agrega un párrafo que no constaba en el Código anterior ni en el Proyecto de Unificación de 1998, que
especifica que, para el caso de cesión parcial, el cedente debe entregarle al cesionario copia certificada de los
documentos, lo que constituye una solución práctica pues es claro que, en tal supuesto, el cedente habrá de
necesitar conservar el original para poder acreditar su derecho o, con base en él, otorgar nuevas cesiones que
no se superpongan con la ya realizada a favor de quien recibe las copias certificadas.

EFECTOS RESPECTO DE TERCEROS (Art 1620): “La cesión tiene efectos respecto de terceros desde su notificación
al cedido por instrumento público o privado de fecha cierta, sin perjuicio de las reglas especiales relativas a los bienes
registrables.”
Esta norma sigue los lineamientos que establecía el art. 1459 CC, es decir que, respecto los terceros que tengan
algún interés legítimo, el derecho recién se transmite al cesionario una vez notificado el cedido.
El acto de notificación al cedido produce el comienzo de los efectos frente a los terceros y, así el cesionario se
transforma en el titular del crédito con efecto erga omnes. Son terceros interesados el deudor cedido —quien
tiene el derecho a conocer a su acreedor para poder cancelar la obligación con efectos liberatorios—, los
acreedores del cedente y los cesonarios sucesivos, para evitar ser víctimas de un acto fraudulento.
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La norma solo establece la forma de la notificación, que debe ser por instrumento público o privado de fecha
cierta en concordancia con los términos que dispone el art. 317 CCyC. En efecto, este artículo establece que “la
eficacia probatoria de los instrumentos privados reconocidos se extiende a los terceros desde su fecha cierta”,
agrega que “adquieren fecha cierta el día en que acontece un hecho del que resulta como consecuencia
ineludible que el documento ya estaba firmado o no pudo ser firmado después”, y determina que esta prueba
debe ser apreciada rigurosamente por el juez.
Con respecto a la cesión de derechos registrables, ella debe observar los recaudos establecidos para el tipo de
bien del que se trate y su publicidad y oponibilidad a terceros requiere de la pertinente inscripción.

ACTOS ANTERIORES A LA NOTIFICACIÓN DE LA CESIÓN (Art 1621): “Los pagos hechos por el cedido al
cedente antes de serle notificada la cesión, así como las demás causas de extinción de la obligación, tienen efecto liberatorio
para él.”
Como consecuencia del denominado principio de buena fe contractual (art. 9° CCyC), los pagos efectuados al
cedente antes de producirse o conocerse la notificación del contrato de cesión tiene efectos liberatorios. Es que,
en caso de pagar al cedente, por no haber sido notificado de la cesión, el deudor estará pagando bien; no
siendo admisible que su posibilidad de liberación en tiempo y forma quede sujeta a la mayor o menor
diligencia de las partes en el contrato de cesión del crédito correspondiente a la deuda que satisface.

CONCURRENCIA DE CESIONARIOS (Art 1622): “En la concurrencia entre cesionarios sucesivos, la preferencia
corresponde al primero que ha notificado la transferencia al deudor, aunque ésta sea posterior en fecha.”
La norma establece que, en caso de concurrencia de varios cesionarios, tendrá preferencia quien primero haya
notificado al deudor cedido, sin importar la fecha en la que se haya celebrado la cesión.
La norma constituye una disposición de arbitrio del legislador, adoptada ante la necesidad de establecer un
criterio de solución claro para este tipo de casos. Se prescinde de consideraciones respecto de la naturaleza del
negocio, el tipo de instrumento en el que él conste, y otras circunstancias, ajustando la prioridad a un factor
objetivo concreto como es el de la notificación al deudor cedido.

CONCURSO O QUIEBRA DEL CEDENTE (Art 1623): “En caso de concurso o quiebra del cedente, la cesión no
tiene efectos respecto de los acreedores si es notificada después de la presentación en concurso o de la sentencia declarativa
de la quiebra.”
Según lo regulado en el artículo en comentario, en caso de concurso de acreedores o de quiebra del cedente,
para que la cesión de derechos sea eficaz, la notificación al deudor cedido debe haberse producido con
anterioridad a la presentación en concurso o la declaración de quiebra. La disposición es clara y se ajusta a los
criterios imperantes en materia concursal.
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ACTOS CONSERVATORIOS (Art 1624): “Antes de la notificación de la cesión, tanto el cedente como el cesionario
pueden realizar actos conservatorios del derecho.”
Mientras la cesión no fue notificada al deudor cedido, ambas partes, cedente y cesionario, conservan interés en
la conservación del crédito, por lo que cualquiera de ellos se encontrará legitimado para realizar actos
conservatorios del derecho del que se trate.
Cuando el acto conservatorio deba ser ejecutado frente al deudor cedido, y sea el cesionario quien lo concrete,
deberá ir razonablemente acompañado de la notificación de la transmisión para dar cuenta de la legitimación
de quien lo realiza.

CESIÓN DE CRÉDITOS PRENDARIOS (Art 1625): “La cesión de un crédito garantizado con una prenda no
autoriza al cedente o a quien tenga la cosa prendada en su poder a entregarla al cesionario.”
Según lo establecido en el artículo, en el caso de cesión de un crédito garantizado con una prenda, ni el
cedente, ni el depositario ni el propio deudor, quien quiera que tenga la cosa gravada en su poder, deberá
entregarla al cesionario con fundamento en la cesión realizada.

CESIONES REALIZADAS EL MISMO DÍA (Art 1626): “Si se notifican varias cesiones en un mismo día y sin
indicación de la hora, los cesionarios quedan en igual rango.”
La norma es clara y su criterio, sistémico, pues se aplica al problema generado por la concurrencia de una
pluralidad de cesionarios que notifican la cesión en un mismo día, sin indicación horaria, la regla de la
igualdad de los acreedores.
La referencia al horario de notificación permite concluir que el legislador ha establecido preeminencia horaria
para la cesión anoticiada en primer término en un mismo día, de modo tal que, entre varias cesiones
notificadas en la misma fecha, tendrá prioridad la primera en el tiempo. Pero, en esa línea de razonamiento,
corresponde establecer que, de tener una notificación registrada la hora y otra u otras no, debe aplicarse la
regla de la distribución paritaria, por la imposibilidad de saber si, en la que no tiene establecido el tiempo
preciso, la notificación fue perfeccionada antes o después que la de la otra cesión, salvo que algún otro
elemento permita considerar, en forma indubitable, que el acto se produjo en un determinado momento. Hace
a la diligencia de quien practica la notificación el procurar que se asiente en ella la hora en la que se la lleva a
cabo.
De tal modo, todos los cesionarios que notifiquen el mismo día compartirán el rango de preferencia, pero si
puede establecerse el horario de la notificación se debe admitir la preferencia de quien notificara antes.

CESIÓN PARCIAL (Art 1627): “El cesionario parcial de un crédito no goza de ninguna preferencia sobre el cedente, a
no ser que éste se la haya otorgado expresamente.”
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Se prevé la posibilidad de que la transferencia del derecho sea parcial, es decir, que se transmita solo una cuota
parte del crédito conservando el cedente la calidad de acreedor del cedido, pero ello no le da preferencia
respecto del nuevo coacreedor, salvo que se haya pactado expresamente.
Rige también el criterio de la concurrencia paritaria entre coacreedores de una misma fuente negocial. Se prevé
que el cedente pueda conferir al cesionario una preferencia; pero no que pueda establecerla a su favor, en
detrimento de los derechos de este.

GARANTÍA POR EVICCIÓN (Art 1628): “Si la cesión es onerosa, el cedente garantiza la existencia y legitimidad del
derecho al tiempo de la cesión, excepto que se trate de un derecho litigioso o que se lo ceda como dudoso; pero no garantiza
la solvencia del deudor cedido ni de sus fiadores, excepto pacto en contrario o mala fe.”
La norma prevé la aplicación de la garantía de evicción en las cesiones de naturaleza onerosa, esto es, en las
habitualmente denominadas como cesión-venta o cesión-permuta; pero ello no excluye la posibilidad de
aplicar el criterio establecido en el art. 1035 CCyC para el supuesto de transmisión a título gratuito. No
obstante, de acuerdo a lo previsto en la regulación general, esta garantía rige en los casos en los que, sin
mediar tal onerosidad, el donante asumió la garantía o actuó con mala fe o dolo, consistente en el ocultamiento
de los vicios que conocía y sobre los que debía informar al adquirente. En los supuestos de cesión gratuita,
deben considerarse de aplicación los arts. 1556 a 1558 CCyC.

CESIÓN DE DERECHO INEXISTENTE (Art 1629): “Si el derecho no existe al tiempo de la cesión, el cedente debe
restituir al cesionario el precio recibido, con sus intereses. Si es de mala fe, debe además la diferencia entre el valor real del
derecho cedido y el precio de la cesión.”
La norma se refiere al supuesto en el que se hayan cedido derechos como existentes al tiempo de la cesión y no
al caso de cesión de derechos eventuales o futuros, con aclaración de su carácter de tales. Cuando el cedente
transmitió un derecho inexistente al tiempo de la celebración del negocio jurídico, pueden darse dos hipótesis:
a. que haya realizado esa cesión ignorando la inexistencia del derecho, supuesto en el que el acto será
inválido, por lo que el cedente deberá restituir al cesionario el precio recibido con más los intereses
devengados desde la fecha de la percepción de la suma siempre que la cesión haya sido onerosa;
b. que supiera que el crédito no existía y ocultara tal circunstancia al cesionario, desplegando con ello una
conducta dolosa, idónea también para configurar un supuesto de defraudación en materia penal. En
este último supuesto, el cedente deberá pagar al cesionario la diferencia entre el precio de la cesión y el
valor asignado al derecho cedido, teniendo en cuenta que este tipo de operaciones suele realizarse por
un valor menor al del bien en el mercado ello teniendo en consideración el riesgo de cobro o
satisfacción del derecho que toda cesión entraña. La expresión “además” indica que lo que deberá
pagar el cedente al cesionario es la suma resultante de adicionar el monto percibido, los intereses
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devengados, y la suma que corresponda a la diferencia entre el valor de la cesión y el asignado por las
partes o por el mercado al derecho cedido.

GARANTÍA DE LA SOLVENCIA DEL DEUDOR (Art 1630): “Si el cedente garantiza la solvencia del deudor
cedido, se aplican las reglas de la fianza, con sujeción a lo que las partes hayan convenido. El cesionario sólo puede
recurrir contra el cedente después de haber excluido los bienes del deudor, excepto que éste se halle concursado o
quebrado.”
La norma regula el supuesto de asunción del riesgo de incobrabilidad por el cedente, lo que se da cuando este
garantiza al cesionario la solvencia del deudor. Ello importa establecer que, en caso de no resultar solvente el
cedido, el cedente pagará al cesionario el monto del crédito que este debería haber percibido del deudor.
Según lo establecido aquí, se aplican a tal supuesto las reglas del contrato de fianza, regulado en los arts. 1574
a 1598 CCyC, lo que impone que el cesionario deba excutir los bienes del deudor cedido antes de dirigir su
acción contra el cedente. Lo que no será necesario en caso de encontrarse aquel concursado o quebrado (en
consonancia con lo establecido en el art. 1584, inc. a, CCyC), y entendemos que tampoco de darse los restantes
supuestos previstos en el art. 1584 CCyC o de mediar constitución de fianza solidaria (art. 1590 CCyC).

REGLAS SUBSIDIARIAS (Art 1631): “En lo no previsto expresamente en este Capítulo, la garantía por evicción se
rige por las normas establecidas en los artículos 1033 y siguientes.”

CESIÓN DE DEUDAS (Art 1632): “Hay cesión de deuda si el acreedor, el deudor y un tercero, acuerdan que éste debe
pagar la deuda, sin que haya novación. Si el acreedor no presta conformidad para la liberación del deudor, el tercero queda
como codeudor subsidiario.”
El Código, también en este caso, define el contrato, estableciendo que “Hay cesión de deuda si el acreedor, el
deudor y un tercero, acuerdan que este debe pagar la deuda, sin que haya novación”, aspecto, este último, que
caracteriza a este negocio jurídico, en el que hay continuidad del vínculo con sustitución subjetiva.
En la cesión de deuda se transmite el carácter de deudor a un sujeto distinto de las partes, quien toma a su
cargo el deber de realizar el pago de la prestación de la que se trate, quedando intacta la estructura de la
obligación.
Aparece aquí, como elemento necesario, la intervención del acreedor cedido. Dicha intervención debe ser
requerida y de la actitud que asuma el acreedor cedido se pueden derivar dos situaciones diversas: si presta su
conformidad, se libera al deudor original, quedando obligado solo el cesionario de deuda; si la rehúsa, el
cesionario se convertirá en un codeudor solidario, quien deberá responder junto con el obligado original.
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ASUNCIÓN DE DEUDA (Art 1633): “Hay asunción de deuda si un tercero acuerda con el acreedor pagar la deuda de
su deudor, sin que haya novación. Si el acreedor no presta conformidad para la liberación del deudor, la asunción se tiene
por rechazada.”
En este caso, el tercero contrata directamente con el acreedor en una relación obligacional preexistente y asume
el pago debido por el deudor en ese vínculo. Tampoco aquí media novación, sino simple sustitución subjetiva
con continuidad del negocio jurídico anterior. En este caso, se requiere la conformidad del acreedor y, de no
contarse con ella, la asunción se tendrá por rechazada.

CONFORMIDAD PARA LA LIBERACIÓN DEL DEUDOR (Art 1634): “En los casos de los dos artículos
anteriores el deudor sólo queda liberado si el acreedor lo admite expresamente. Esta conformidad puede ser anterior,
simultánea, o posterior a la cesión; pero es ineficaz si ha sido prestada en un contrato celebrado por adhesión.”
La liberación del deudor solo se produce en caso de así declararlo expresamente el acreedor. No es necesario
que se establezca esa conformidad en el acto mismo de la cesión, pues la norma establece que ella puede darse
con antelación, ser simultánea o aún posterior, siempre y cuando no haya sido establecida como cláusula en un
contrato por adhesión a cláusulas predispuestas, en cuyo caso se verá privada de todo efecto, ello siguiendo
con el esquema de interpretación general del nuevo paradigma contractual del CCyC.

PROMESA DE LIBERACIÓN (Art 1635): “Hay promesa de liberación si el tercero se obliga frente al deudor a
cumplir la deuda en su lugar. Esta promesa sólo vincula al tercero con el deudor, excepto que haya sido pactada como
estipulación a favor de tercero.”
Según lo establecido en la norma, hay promesa de liberación si un tercero se obliga frente al deudor a cumplir
la deuda en su lugar. Se trata de un negocio jurídico entre ellos, pero del que puede prevalerse el acreedor en
caso de haber sido pactado como estipulación a favor de tercero, en los términos del art. 1027 CCyC, a cuyo
comentario remitimos.

CESIÓN DE POSICIÓN CONTRACTUAL.


TRANSMISIÓN (Art 1636): “En los contratos con prestaciones pendientes cualquiera de las partes puede transmitir a
un tercero su posición contractual, si las demás partes lo consienten antes, simultáneamente o después de la cesión. Si la
conformidad es previa a la cesión, ésta sólo tiene efectos una vez notificada a las otras partes, en la forma establecida para
la notificación al deudor cedido.”
De acuerdo a lo establecido en el artículo en comentario, la cesión de posición contractual procede en caso de
reunirse los siguientes requisitos:
a. que exista un contrato con prestaciones pendientes;
b. que al menos una de las partes en ese contrato quiera transmitir su calidad de tal a un tercero; y
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c. que las restantes partes consientan esa transmisión, antes, simultáneamente o después de celebrado el
acto que da cuenta de ella.
La autorización previa a la cesión puede ser establecida en el contrato que vincula a las distintas partes,
enunciando allí el procedimiento a observar para el caso que alguna de ellas quiera ceder su posición
contractual. En tal caso, de acuerdo a lo previsto en la norma, la cesión solo tendrá efectos una vez notificada a
las restantes partes en la forma establecida para la notificación al deudor cedido por instrumento público o
privado de fecha cierta (art. 1620 CCyC).
Pero aun cuando ello no haya sido así establecido, o la cesión se encuentre expresamente prohibida por el
contrato —el contrato puede limitarla por considerar esencial la persona de la parte, puede excluir de los
posibles cesionarios a determinados sujetos, como empresas de la competencia, o bien puede establecer un
pacto de preferencia a favor de las restantes partes (art. 997 CCyC)—, ella puede tener lugar si es consentida
por las distintas partes del contrato, en una suerte de modificación sobreviniente de las estipulaciones
originales.

EFECTOS (Art 1637): “Desde la cesión o, en su caso, desde la notificación a las otras partes, el cedente se aparta de sus
derechos y obligaciones, los que son asumidos por el cesionario. Sin embargo, los cocontratantes cedidos conservan sus
acciones contra el cedente si han pactado con éste el mantenimiento de sus derechos para el caso de incumplimiento del
cesionario. En tal caso, el cedido o los cedidos deben notificar el incumplimiento al cedente dentro de los treinta días de
producido; de no hacerlo, el cedente queda libre de responsabilidad.”

DEFENSAS (Art 1638): “Los contratantes pueden oponer al cesionario todas las excepciones derivadas del contrato, pero
no las fundadas en otras relaciones con el cedente, excepto que hayan hecho expresa reserva al consentir la cesión.”

GARANTÍA (Art 1639): “El cedente garantiza al cesionario la existencia y validez del contrato. El pacto por el cual el
cedente no garantiza la existencia y validez se tiene por no escrito si la nulidad o la inexistencia se debe a un hecho
imputable al cedente. Si el cedente garantiza el cumplimiento de las obligaciones de los otros contratantes, responde como
fiador. Se aplican las normas sobre evicción en la cesión de derechos en general.”

GARANTÍA DE TERCEROS (Art 1640): “Las garantías constituidas por terceras personas no pasan al cesionario sin
autorización expresa de aquéllas.”

CESIÓN DE HERENCIA: Antes en el CC no se encontraba regulado, aunque si nombrado. En el CCyC si está


estipulado en la parte de “sucesiones”. En materia de cesion de herencia, el CCyC sigue los principios y
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normas del Proyecto de 1998 pero se aparta de su sistematización y la ubica en el Libro Quinto, Transmisión de
los derechos por causa de muerte; Título III, Cesión de herencia.
La cesión de herencia (o de derechos hereditarios) ha sido definida como el contrato mediante el cual el
heredero, cedente, transmite a un coheredero o a un tercero, cesionario, la universalidad jurídica —herencia—
o una cuota de ella, sin consideración especial de los elementos singulares que la componen.
Hay cesión de herencia cuando se transmiten los derechos provenientes de una herencia a un cesionario, que
pasa a ocupar el lugar del heredero cedente, con todos sus derechos, salvo el de participar en la licitación de
los bienes sucesorios, derecho considerado personalísimo e intransferible. Si la cesión es onerosa, el cedente
garantiza al cesionario su calidad de heredero y la parte indivisa que le corresponde en la herencia, excepto
que sus derechos hayan sido cedidos como litigiosos o dudosos, sin dolo de su parte, no responde por evicción
ni vicios ocultos de los bienes de la herencia, salvo pacto en contrario. El cesionario debe reembolsar al cedente
lo que éste pague por su parte en las deudas y cargas de la sucesión hasta la concurrencia del valor de la
porción de la herencia recibida. Las cargas particulares del cedente y los tributos que gravan la transmisión
hereditaria están a cargo del cesionario si están impagos al momento de la cesión.

MOMENTO A PARTIR DEL CUAL PRODUCE EFECTOS (Art 2302): “La cesión del derecho a una herencia ya
deferida o a una parte indivisa de ella tiene efectos:
a. entre los contratantes, desde su celebración;
b. respecto de otros herederos, legatarios y acreedores del cedente, desde que la escritura pública se incorpora al
expediente sucesorio;
c. respecto al deudor de un crédito de la herencia, desde que se le notifica la cesión.”
Solo pueden cederse los derechos sobre una herencia ya deferida (a partir de la muerte del causante) y en tanto
y en cuanto los bienes hereditarios se encuentren indivisos, esto es, hasta el momento de la partición.
El art. 2302 CCyC alude a la “cesión del derecho a una herencia ya deferida o a una parte indivisa de ella”, en
concordancia con el nuevo art. 2286 CCyC, que establece que “las herencias futuras no pueden ser aceptadas ni
renunciadas”.
A su vez, el CCyC ratifica esta tesitura cuando establece que “la indivisión hereditaria solo cesa con la
partición” (art. 2363, CCyC). Es dentro de este lapso de tiempo acotado pertinentemente en el ordenamiento,
que se puede ceder la herencia, y no en otro.
No se puede ceder la herencia, o una parte indivisa de ella, antes de la muerte —arts. 2302, 2286 CCyC—, ni
después de la partición —art. 2363 CCyC—.
FORMA: Entre ellas, la cesión de derechos hereditarios debe implementarse por escritura pública (art. 1618,
inc. a): la cesión de herencia es un contrato formal. El CCyC exige la escritura pública como requisito formal
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para la cesión de herencia. Es importante tener en cuenta los supuestos de los efectos de la cesión de herencia
entre partes, respecto a terceros y frente al deudor cedido.
En este sentido, el CCyC toma una clara decisión: no acepta como forma de la cesión el acta judicial, y exige la
escritura pública agregada al expediente, para operar efectos frente a otros herederos, legatarios y acreedores
del cedente. A su vez, entre cedente y cesionario produce efectos desde la celebración del acto jurí- dico y, en
relación al deudor cedido, desde la notificación a aquel de la cesión efectuada (art. 2302 CCyC).

MOMENTO A PARTIR DEL CUAL PRODUCE EFECTOS


a. entre contratantes desde la celebración: Al ser la cesión de herencia un contrato consensual, produce
efectos entre las contratantes, desde su celebración, en escritura pública (art. 2302, inc. a, y art. 1618, inc.
a, CCyC);
b. respecto de otros herederos, legatarios y acreedores del cedente, desde que la escritura pública se
incorpora al expediente sucesorio: Ponemos de relieve que respecto de los terceros, un sector relevante
de la jurisprudencia interpretaba en el derecho anterior, que la cesión de herencia producía efectos
desde la agregación del testimonio de escritura al juicio sucesorio, quedando a salvo los derechos
transmitidos a título oneroso sobre bienes singulares a terceros de buena fe.
Puede interpretarse que el art. 2302, inc. b, CCyC, recoge esta inteligencia preconsignada, de modo más
amplio y diverso: exige la escritura pública para la cesión sin distinguir bienes o derechos muebles o
inmuebles, sin prever en su letra que esté inscripta tal escritura en el registro pertinente.
La cesión de derechos hereditarios, entonces, tiene efectos contra los otros herederos, legatarios y
acreedores del cedente, desde el momento de la presentación de la escritura pertinente al expediente
sucesorio, que se agrega.
Este sistema contenido en el art. 2302 CCyC es el más adecuado, simple y eficaz que brinda seguridad
al tráfico jurídico: el proceso sucesorio concentra todo lo relativo a la apertura de la sucesión, define el
acervo hereditario y la extensión del derecho hereditario del cedente;
c. Respecto al deudor de un crédito de la herencia: La cesión produce efectos desde que se le notifica la
cesión de derechos hereditarios (art. 2302, inc. c, CCyC). Sobre este punto, debe tenerse en cuenta lo
establecido por el art. 1620 CCyC —en general— que determina que “la cesión de derechos tiene
efectos respecto de terceros desde la notificación al cedido por instrumento público o privado de fecha
cierta, sin perjuicio de las reglas especiales relativas a los bienes registrables”

EXTENSIÓN Y EXCLUSIONES (Art 2303): “La cesión de herencia comprende las ventajas que pueden resultar
ulteriormente por colación, por la renuncia a disposiciones particulares del testamento, o por la caducidad de éstas. No
comprende, excepto pacto en contrario:
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a. lo acrecido con posterioridad en razón de una causa diversa de las expresadas, como la renuncia o la exclusión de
un coheredero;
b. lo acrecido anteriormente por una causa desconocida al tiempo de la cesión;
c. los derechos sobre los sepulcros, los documentos privados del causante, distinciones honoríficas, retratos y
recuerdos de familia.”

EXTENSIÓN: El CyCC se ocupa de aclarar la extensión y exclusiones en la cesión, aunque omite mencionar
expresamente que la cesión no comprende el título o condición de heredero. Sí resulta claro que el art. 2303
CCyC consigna —en forma genérica— lo que incluye y lo que excluye la cesión de derechos hereditarios.

INCLUSIÓN: Corresponde incluir o comprender en la cesión de herencia a aquellas ventajas que pueden
resultar ulteriormente por efectos de la colación (art. 2385 CCyC y ss.), por la renuncia a disposiciones
particulares del testamento (art. 2462, 2298 CCyC y ss.), o por la caducidad de las disposiciones testamentarias
(art. 2511 CCyC y ss.).
Los efectos de la colación, de la renuncia o caducidad de disposiciones testamentarias, no previstos por el
cedente al momento de suscribir o celebrar la cesión de derechos hereditarios, pueden importar un
acrecentamiento de la herencia cedida, decidiendo la norma que corresponde el beneficio al cesionario.
Así, por una acción de colación triunfante para los legitimados activos, se incorpora un valor a la masa partible
—cómputo e imputación— que favorecerá al cesionario en cuanto a la proporción que le hubiere
correspondido al cedente.
Lo mismo acaece con las disposiciones testamentarias. Un legado de cosa cierta que ha caducado por
premoriencia del beneficiario, o porque el instituido legatario renunció al beneficio otorgado en el testamento,
beneficiará al cesionario.
Tales bienes o valores permanecen en la masa partible y benefician al cesionario por ocupar la posición
patrimonial del cedente.
EXCLUSIÓN: Conforme a la norma, no quedan comprendidos en la cesión de derechos hereditarios, lo
acrecido después de la celebración del contrato, por causas diversas a la colación, a la renuncia de una
disposición testamentaria o a la caducidad de la misma, ya aclaradas en el primer párrafo del art. 2303 CCyC.
La norma, en su segunda parte, solo ejemplifica los supuestos de exclusión de la cesión, derivados de los
acrecimientos posteriores; no quedan comprendidos en la cesión los acrecimientos derivados de la renuncia a
la herencia por un heredero, o la exclusión de un coheredero, que beneficia al cedente.
Tampoco queda comprendido en la cesión de derechos hereditarios, lo acrecido anteriormente a la cesión por
una causa desconocida al tiempo del contrato de cesión.
El art. 2303 CCyC, en su segunda parte, se complementa con el art. 2304 CCyC.
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Finalmente, corresponde excluir del contenido de la cesión aquellos objetos que tienen valor afectivo pero
carecen de interés pecuniario (títulos honoríficos, retratos de familia, etc.), a tenor del inc. c, del art. 2303
CCyC.

DERECHOS DEL CESIONARIO (Art 2304): “El cesionario adquiere los mismos derechos que le correspondían al
cedente en la herencia. Asimismo, tiene derecho de participar en el valor íntegro de los bienes que se gravaron después de
la apertura de la sucesión y antes de la cesión, y en el de los que en el mismo período se consumieron o enajenaron, con
excepción de los frutos percibidos.”

GARANTÍA DE EVICCIÓN (Art 2305): “Si la cesión es onerosa, el cedente garantiza al cesionario su calidad de
heredero y la parte indivisa que le corresponde en la herencia, excepto que sus derechos hayan sido cedidos como litigiosos
o dudosos, sin dolo de su parte. No responde por la evicción ni por los vicios de los bienes de la herencia, excepto pacto en
contrario. En lo demás, su responsabilidad se rige por las normas relativas a la cesión de derechos.
Si la cesión es gratuita, el cedente sólo responde en los casos en que el donante es responsable. Su responsabilidad se limita
al daño causado de mala fe.”

CONSIDERACIÓN GENERAL: El Código regula la responsabilidad por evicción —en general— en los arts.
1044 a 1050 CCyC. La responsabilidad por evicción asegura la existencia y legitimidad del derecho transmitido
en la extensión fijada por la ley. El art. 2305 CCyC distingue el alcance de la garantía de evicción según que la
cesión sea a título oneroso (párr. 1) o gratuito (párr. 2)

EN LA CESIÓN ONEROSA: Si la cesión es onerosa, el cedente garantiza al cesionario su calidad de heredero


y la parte indivisa que le corresponde en la herencia (por ejemplo, si en lugar de un medio, recibe un tercio),
excepto que sus derechos hayan sido cedidos como litigiosos o dudosos, sin dolo de su parte. No transmite la
calidad de heredero pero la garantiza.
No responde por la evicción ni por los vicios de los bienes de la herencia, excepto pacto en contrario. En lo
demás, su responsabilidad se rige por las normas relativas a la cesión de derechos.
El cedente debe entregar al cesionario los bienes que componen la herencia, en la medida del derecho cedido.
El cedente debe responder por la evicción que excluye su calidad de heredero y no por la de los bienes de que
la herencia se compone. Por ende, si resulta vencido en una acción de petición de herencia, el cedente debe
resarcir los daños y perjuicios ocasionados al cesionario
En cambio, si el cedente cede su derecho como “litigioso o dudoso” en ese caso no responde por evicción.
Si se pacta excluir la garantía de evicción y el cedente es de buena fe, este no respondería por daños y
perjuicios pero debería restituir el precio que recibió del cesionario.
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CESIÓN GRATUITA: Si la cesión es gratuita, el cedente solo responde en los casos en que el donante es
responsable. Su responsabilidad se limita al daño causado de mala fe.

EFECTOS SOBRE LA CONFUSIÓN (Art 2306): “La cesión no produce efecto alguno sobre la extinción de las
obligaciones causada por confusión.”
La norma contempla las relaciones entre cedente y cesionario: las obligaciones extinguidas por la confusión
subsisten entre las partes del contrato. Es un caso excepcional: la confusión no opera frente al contrato de
cesión de herencia.

OBLIGACIONES DEL CESIONARIO (Art 2307): “El cesionario debe reembolsar al cedente lo que éste pague por su
parte en las deudas y cargas de la sucesión hasta la concurrencia del valor de la porción de la herencia recibida.
Las cargas particulares del cedente y los tributos que gravan la transmisión hereditaria están a cargo del cesionario si
están impagos al tiempo de la cesión.”
La norma alude a dos clases de obligaciones: a) las deudas y cargas de la sucesión; y b) las cargas particulares
del cedente y tributos que gravan la transmisión hereditaria.
La norma limita la responsabilidad del cesionario a las deudas y cargas de la sucesión, siempre que no excedan
del valor de la porción de la herencia recibida.
Respecto a las cargas particulares del cedente y los tributos que gravan la transmisión hereditaria, están a
cargo del cesionario, en caso de no estar satisfechas al tiempo de la cesión.

INDIVISIÓN POSTCOMUNITARIA (Art 2308): “Las disposiciones de este título se aplican a la cesión de los
derechos que corresponden a un cónyuge en la indivisión postcomunitaria que acaece por muerte del otro cónyuge.”
La norma contempla la situación en que el cónyuge supérstite cede los derechos de los que es titular en la
indivisión postcomunitaria, acaecida por muerte del otro.

SUPUESTOS COMPRENDIDOS: Si el causante era una persona casada, bajo el régimen de comunidad de
ganancias, presente el orden hereditario de los descendientes y/o de los ascendientes, la apertura de la
sucesión da inicio a un estado de indivisión hereditaria.
También puede originar la indivisión postcomunitaria, dada la disolución de la comunidad de ganancias, que
se produce por el hecho de la muerte (art. 481 CCyC y ss.), si ese fuera el régimen patrimonial vigente entre los
cónyuges.
Podrían presentarse diferentes supuestos en los que siempre se ha debatido el alcance de los derechos cedidos,
distinguiéndose si el cónyuge actualiza solo su vocación hereditaria o si el cónyuge concurre con
descendientes o con ascendientes.
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a. El cónyuge solo: Es una situación en la que no opera la indivisión hereditaria (art. 2323 CCyC). El
cónyuge puede celebrar los contratos que estime pertinentes.
b. El cónyuge concurre con el orden hereditario de los descendientes: El cónyuge supérstite ostenta un
derecho indiviso a la extinción de la comunidad de ganancias según los arts. 475, inc. a, 481 (con
remisión al art. 2323 CCyC y ss.), 498 y conc., 2433 CCyC, que puede ceder. La mitad de gananciales
que correspondan al supérstite pueden cederse, y ese contrato se rige por la cesión de herencia,
conforme al art. 2308 CCyC.
c. El cónyuge concurre con el orden hereditario de los ascendientes: El cónyuge supérstite ostenta un
derecho indiviso a la extinción de la comunidad de ganancias según los arts. 475 inc. a, 481 (con
remisión al art. 2323 CCyC y ss.), 498 y concs., 2434 CCyC que puede ceder. La mitad de gananciales
que correspondan al supérstite pueden cederse, y comprenden la indivisión postcomuntaria del
régimen de comunidad. El contrato por el que cede estos derechos se rige por la cesión de herencia,
conforme al art. 2308 CCyC. Quede claro que de la porción de gananciales del causante, recibe a título
hereditario la mitad (art. 2434), que comparte con el orden de los ascendientes, al igual que los bienes
propios. Estos escapan a la previsión del art. 2308 CCyC, en caso de ser cedidos.

CESIÓN DE HERENCIA E INDIVISIÓN POSTCOMUNITARIA: El art. 2308 CCyC solo establece que las
disposiciones referidas a la cesión de herencia se aplican a la cesión de los derechos que correspondan a un
cónyuge en la indivisión postcomunitaria que acaece por muerte del otro cónyuge.
Sin embargo, se ha observado que la norma no zanja la cuestión referida a cómo debe interpretarse la cesión de
derechos hereditarios por el cónyuge, lo que exigirá una tarea de interpretación relevante, dirigida a distinguir
lo que configuran “derechos hereditarios” de “derechos a la indivisión postcomunitaria”: los derechos
indivisos del cónyuge supérstite, postcomunitarios, previstos en el art. 2308 CCyC, no son derechos
hereditarios.
En todo caso creemos que la expresión de la cesión debe ser clara y expresar que es lo que realmente se cede.

CESIÓN DE BIENES DETERMINADOS (Art 2309): “La cesión de derechos sobre bienes determinados que forman
parte de una herencia no se rige por las reglas de este Título, sino por las del contrato que corresponde, y su eficacia está
sujeta a que el bien sea atribuido al cedente en la partición.”
Concordante con el principio de que en la transmisión sucesoria se transmite una “universalidad”, no puede
implementarse la cesión de derechos hereditarios para transmitir bienes particulares que componen la
herencia.
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Si así se hiciera la cesión, la eficacia de este tipo de transmisiones está sujeta a que el bien sea atribuido al
cedente en la partición. Es decir, si se cede el derecho a un bien determinado a cambio de un precio, se tratará
de una venta; si es gratuitamente, será una donación.

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