La violencia doméstica

A través de este breve ensayo se argumentará sobre el problema de la

violencia doméstica, especialmente en Puerto Rico. Éste es un problema que está

afectando todas las áreas de la vida humana hoy día. Ya no se puede hablar de que

este problema tiene que ver con las mujeres, sino que el mismo se extiende a los

hijos, el otro cónyuge y otros familiares que vivan en el mismo hogar. Por otro

lado, la problemática creada por la violencia doméstica influye en la prestación de

servicios de salud, la protección, la paz y el orden, el presupuesto económico y

perjudica a las demás instituciones que conforman la sociedad de un país. En

Puerto Rico, la violencia doméstica es de tal magnitud que está creando inquietud a

las autoridades y al gobierno. La criminalidad, la deserción escolar, los problemas

de salud mental y muchas otras situaciones negativas pueden ocurrir como

consecuencia de este problema. Un promedio de una mujer asesinada

semanalmente, es una estadística preocupante para el gobierno y para el pueblo en

general. Se están haciendo muchos esfuerzos para minimizar la incidencia de

violencia doméstica, pero aparentemente ésta tiene raíces muy profundas y difíciles

de eliminar.

Con el propósito de que el lector pueda entender mejor la problemática de la

violencia doméstica se ofrecerá la definición para este concepto. En el inciso k de

la Ley # 54, se define la violencia doméstica como:

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Un patrón de conducta constante de empleo de fuerza física o violencia

psicológica, intimidación o persecución contra una persona por parte de su

cónyuge, ex cónyuge, una persona con quien cohabita o haya cohabitado,

con quien sostiene o haya sostenido una relación consensual o una persona

con quien se haya procreado una hija o un hijo, para causarle daño físico a

su persona, sus bienes o a la persona de otro o para causarle grave daño

emocional (Cita textual, Ley 54).

Otra definición más simple sobre lo que es la violencia doméstica, la

ofrece la Ocean- Manmouth Legal Services de New Jersey. En la misma se

utiliza vocabulario que es más conocido por las mujeres o personas

afectadas. Según esta organización existe violencia doméstica cuando hay

una conducta negativa constante, hay explotación económica, o cuando la

persona violentada recibe patadas y puños. También se puede dar el caso en

que el abusador/a, tenga por costumbre dejar encerrado a su compañero/a. Se

incluye dentro de la violencia doméstica aquellas conductas que encierran

abuso sexual, el cual se da cuando el abusador obliga a su pareja a sostener

relaciones sexuales sin su consentimiento. Es abusivo cuando una de las

partes quiere obligar a la otra a realizar actos sexuales no consentidos, ya sea

por costumbres culturales, sociales o religiosas. El sexo obligado es una

manifestación de violencia doméstica. Cuando la violencia se acelera y se

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hace más constante puede culminar en estrangulación o asesinato. Las cifras

por asesinato han aumentado notablemente en Puerto Rico.

Por otro lado, se indica que la violencia doméstica no solamente se

manifiesta por acciones físicas. También existe el maltrato psicológico. Este

tipo de violencia consiste en hacer sentir mal y agredir a otras personas, pero

sin dejar huellas físicas. La misma se refleja de diferentes maneras, pero es

muy difícil de detectar. En el caso de la violencia doméstica se puede dar por

abandono sentimental, amenaza o hacerle pensar a la otra persona que es

culpable de la situación de violencia. Otra forma en que se puede causar

violencia psicológica es mediante la intimidación utilizando a los hijos. La

mayoría de las veces, se amenaza la pareja (padre o madre) con no dejarle

ver a los hijos. De otra parte, se le niega el sostén económico, lo que

conduce a un proceso de inseguridad, sufrimiento y carencia que afecta a la

persona emocionalmente. Esta conducta equivale a violencia o maltrato

psicológico.

Otro de los elementos que se deben tener en mente al hablar de la

violencia doméstica es que la misma, no tiene que referirse únicamente a las

mujeres y tampoco tiene que ser esposa o esposo. Los hombres también son

víctimas de violencia doméstica por parte de las mujeres. Se pueden

considerar varios factores para la inclinación que existe a creer que

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solamente las mujeres son las víctimas. Por un lado, la fortaleza física de los

hombres hace pensar que la mujer no puede medirse con ellos. El machismo

contribuye a que los hombres no presenten querellas. Finalmente, la forma

en que está redactada la Ley Núm. 54 del año 1989 (Ley Violencia

Doméstica), hace pensar que solamente protege a las mujeres (Vélez, Vega,

Torres, Martínez, Sánchez, Fumero, et al. (2000). Sin embargo, las

estadísticas indican que los hombres también son víctimas

(tendencias.pr.com). Tampoco tiene que referirse al esposo/a, ya que la

misma Ley # 54 indica que la violencia doméstica se produce entre personas

que tengan o hayan tenido una relación de pareja. No necesariamente tienen

que estar casados o vivir juntos, pueden ser novios, amantes o estar

separados. Aunque la ley no lo especifica, la violencia doméstica ocurre

también entre parejas de lesbianas y homosexuales.

La violencia doméstica se manifiesta en ciclos, lo cual causa que a las

mujeres se les haga difícil buscar una salida del problema. Las primeras

manifestaciones de violencia vienen acompañadas de un período de

“arrepentimiento fingido” por parte del abusador. La persona maltratada se

deja convencer por su maltratante de que todo fue un error y de que actuó en

un momento sin pensar. Se desarrolla un proceso en el que el maltratante se

convierte en la persona mejor del mundo, la más comprensiva, amorosa y

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complaciente. Este proceso continúa por el tiempo que sea necesario para

que la persona maltratada caiga en las garras del maltratante nuevamente.

Es posible que le quite los cargos por Ley 54 o que le retire la orden de

protección. Después que la víctima regresa a su hogar y a su relación, pasa

algún tiempo de armonía y paz. Sin embargo, como todo es fingido, no pasa

mucho tiempo sin que regresen las agresiones. También es aquí donde se da

un período de violencia psicológica más fuerte que antes. A partir de este

comienzo, a la víctima se le hace muy difícil salir del atolladero. Las

consecuencias pueden llegar hasta el asesinato o a que la persona abusada

quede discapacitada a causa de los golpes y el maltrato (Salud y Salud

Mental y Dra. Carolina, 2008).

El problema de la violencia doméstica es un mal social a nivel mundial. La

UNICEF, atiende problemas de violencia doméstica desde los países más pobres del

mundo, hasta los más ricos. La UNICEF fue creada en 1946 como el fondo de las

Naciones Unidas para la Infancia. Su propósito es proteger a los niños y promover su

protección. Un estudio realizado por esta agencia a nivel internacional, puso de relieve el

devastador y duradero impacto de la violencia doméstica en los niños y las niñas. Los

gobiernos del mundo entero tienen gran preocupación por la violencia doméstica, ya que

ésta afecta a todos los habitantes de un país. Sus efectos pueden afectar el trabajo, la

economía, la salud y todas las demás áreas de la vida humana (Ver

http://www.isis.cl/temas/vi/dicenque.htm). En Puerto Rico, se creó la Ley para proteger a

las víctimas de violencia doméstica en el año 2006. Esta misma acción se ha puesto en
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vigor en otros estados, entre ellos: California, Miami, Illinois, Colorado, Connecticut,

Hawaii y Nueva Cork. Así también, en Puerto Rico se creó la Ley Núm. 329 del año

2000, la cual tiene como propósito establecer el Comité Interagencial para el Estudio de

la Violencia Doméstica en Puerto Rico.

Otra de las gestiones a nivel local contra el maltrato a la mujer fue la creación de

la Casa Protegida Julia de Burgos para mujeres maltratadas en 1979. En el mes de

octubre esta casa fue cerrada por falta de fondos para funcionar. Un grupo de artistas

comenzó la labor de reabrirla. Luego de múltiples gestiones, la Casa Julia de Burgos

recibió en diciembre el 75% de una asignación legislativa de $130,000 que se supone que

obtuviera al inicio del año fiscal. Los fondos de la asignación son irrestrictos y se utilizan

para gastos operacionales. En el momento del cierre varios legisladores alegaron que no

se había emitido el pago porque les faltaban unos documentos. El personal de la Casa

pasó varios meses solicitando ayuda a compañías, organizaciones y personas en su

calidad individual, quienes ayudaron en forma desinteresada. La Casa Julia de Burgos

puede acomodar a 17 mujeres con sus hijos. En este albergue se les presta ayuda

económica, médica, psicológica, medicamentos, alimentos y educación. El miércoles 19

de marzo se abrieron nuevamente las puertas de la Casa Julia de Burgos. Esta La

institución no pertenece al gobierno, pero recibe fondos para operar. Ofrece servicios de

vivienda transitoria (Shokooh, 2008).

Una ligera revisión sobre las estadísticas de violencia doméstica en Puerto Rico,

revelan múltiples aspectos de esta problemática. En primer lugar, para el año 2005,

2, 020,126, eran mujeres. De esta cifra; 20,965 se vieron afectadas por problemas de

violencia doméstica. Durante los años 2002-2003, se presentaron en los tribunales 5,423
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casos criminales por Ley 54. De estos casos, en 3,106 los acusados fueron convictos.

Otras estadísticas significativas informan que el 84% de las víctimas son mujeres. El

59% de estas mujeres están entre los 20 a 34 años de edad. El 9% son menores de 20

años. En cuanto al área masculina, las últimas estadísticas indican que solamente el 15%

de los hombres procesa querellas de violencia doméstica, mientras que el 85% de las

mujeres hacen lo propio. La mayoría de los casos de violencia doméstica ocurren en la

residencia de las víctimas. El 84% de los abusadores son hombres.

En forma breve se puede concluir que todos los argumentos que se puedan aportar

sobre el tema de la violencia doméstica, son pocos. El problema no respeta clases

sociales, raza, colores ni religión. Tampoco excluye de sus garras a los niños, ancianos,

ricos, pobres y discapacitados. O sea, que esta situación atropella a las clases en

desventaja de la misma manera que descarga su furia sobre los ricos y de alta sociedad.

Antes se hablaba de la violencia contra la mujer al referirse a la violencia doméstica. Hoy

día se sabe que todos somos víctimas de este atropello. En un hogar en el que hay

violencia doméstica, todos los miembros se afectan. Por otro lado, las personas abusadas

pierden sus empleos o días de trabajo porque su condición física y emocional es

deplorable. Tal vez no se atreven llegar al lugar de trabajo con un ojo morado o con el

rostro demacrado por no haber podido dormir la noche anterior. Aunque en Puerto Rico y

otros estados hay leyes que protegen a las víctimas para que puedan mantener sus

empleos, no siempre son efectivas. Si bien, el problema se extiende porque el 4 de abril,

murió la novena víctima de violencia doméstica, esto en su lugar de trabajo EFE, 8 de

abril de 2008.
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En mi opinión, en las situaciones de violencia doméstica los niños son los más

afectados. Hay que tener en mente que ellos todavía no han creado conciencia de la

magnitud de la maldad. No obstante, ellos se dan cuenta de que algo anda mal y sufren.

Tan vez un día los padres se preguntan por qué mi hijo es un delincuente, por qué

abandonó la escuela, por qué esta deprimido, por qué está usando sustancias; la respuesta

tal vez la tengan los padres. Deben buscarla y aceptar su participación en todo este

proceso. Como cierre para este trabajo, ofrezco este dibujo. Es un tema amplio para

meditar y buscar alternativas a una mejor vida para nuestras familias. Si queremos

familias felices debemos comenzar por decir “No a la violencia doméstica”.

Esta es una escena de violencia doméstica, en la cual la mujer es maltratada por su

compañero, mientras el niño echa a volar sus sentimientos...

Servido por Castillo

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Bibliografía
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www.isis.cl/temas/vi/reflex5.htm