2018-05-21 Rostros y Lugares: Observar lo bello de lo cotidiano El film Rostros y Lugares de Agnes Varda y JR exponen una mirada hacia la imagen, la memoria y el cotidiano. Ambos artistas recorren un camino lleno de historias, personas, paisajes y recuerdos. Durante su trayecto JR trata de capturar la mayor cantidad de retratos de gente junto con Varda que tiene un problema en sus ojos; ya no puede ver correctamente. Agnes de igual forma quiere capturar a la gente y sus historias a su forma, intenta volver a su pasado visitando lugares, personas, además de vez en cuando intenta convencer a JR que se quite sus gafas de sol haciendo alusión a los recuerdos que tiene de su amigo Jean-Luc Godard. A mí parecer la intención de los directores es que el espectador observe más allá de lo que está en la pantalla y lo aprecie. Los planos generales de espaldas hacia la cámara nos hacen cómplices de lo que hablan los dos, nos introduce en este viaje, sus reflexiones, sus vidas. Los planos en movimiento cuando viajan nos invitan a apreciar los paisajes que normalmente olvidamos cuando uno llega a casa. Los planos cerrados a los rostros que provocan un leitmotiv cuando observamos las impresiones de las fotografías de la gente. Al observar el documental me di cuenta que el trabajo de JR es efímero ya que su arte es frágil, pero es en ese detalle en donde reluce su belleza. Varda encuentra en el trabajo de JR una forma de plasmar los retratos de la gente común como un cartero, un agricultor, granjeros, trabajadores de una fábrica, las esposas de otros trabajadores, cabras, incluso los peces que uno observa en un mercado, de esta forma plasma sus historias y sus memorias. La fragilidad de la memoria también es abordada como en la secuencia cuando JR y su equipo realizaron un homenaje en el barrio minero, pegando en las paredes imágenes de la gente que trabajaba y vivía ahí. De igual forma homenajeo a la última persona que vive allí poniendo su rostro en toda su casa, en el documental la retratan como la protectora del barrio, pero a mí parecer es la viva esencia de la memoria de un lugar que ha sido olvidado por la gente. Varda se adentra en su memoria retratando a personas que conoce o conoció como el cartero o Guy Bourdin, también le cuenta a JR las anécdotas que tenía con estos o con su esposo Jaques, Godard y Anna Karina. Varda se aferra a los recuerdos, intenta mantenerlos vivos, pero al final del film se lleva una desilusión grande cuando Godard la deja plantada en su casa con una nota que la lastima; su más intimo amigo ya no está para ella. A pesar de que ambos trabajan con la imagen, JR en el film es un joven que solo quiere cambiar el mundo a su forma y retratar en las paredes, la memoria de la gente, mientras Agnes es una anciana que quiere conservar su memoria con la ayuda de él. JR desde el principio del film habla de la fascinación que tiene por el trabajo de Varda y como influyó en su forma de hacer arte. JR a manera de preservar la memoria, y su amistad realiza una obra en un tren con los ojos y los pies de ella, inmortalizando la memoria de Agnes y que a pesar de que tenga que irse algún día, todavía seguirá viendo paisajes y viajando a lugares que ella todavía no conoce. Después del fallido encuentro con Jean-Luc los dos se encuentran sentados frente al río ambos hablan de lo que pudo ser, pero no fue, y en un intento por hacerla sentir bien, JR se quita sus gafas al igual que lo hizo Godard cuando poso para ella, agradece el gesto, pero no puede ver sus ojos, lo ve borroso y como espectador tampoco lo podemos observar bien. A pesar de ser una puesta en escena, el momento se enmarca ante el plano general del río, nuevamente recalco que nos introduce a ser una persona más allí que está sufriendo ese momento, de observar el horizonte que se dibuja con el río. El juego de contraste que tienen los dos como luz y sombras, la una por su ceguera el otro por sus lentes de sol, a pesar de que ambos no miran claramente como es el cotidiano van más allá, observan la luz y los colores de la gente, de los lugares. El film termina siendo como su nombre lo dice: rostros y lugares. Lo efímero y el pasado terminan envolviendo la aventura de Varda y JR que al final del documental termina fortaleciendo su reciente amistad. A mí parecer toda la construcción narrativa fue bien hecha, pese a que a veces se tornaba un poco lenta, pero al final la vida no es solo velocidad, también tiene sus pausas. Y luego de haber observado el film, me ha cuestionado la forma de ver las cosas y, sobre todo: apreciar lo bello de lo cotidiano.