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C A PÍTULO V
T A FONOMI A FOR ENSE
∗
Texto revisado y ampliado de: Polo Cerdá, M. y Villalaín Blanco, J.D. (2000): Tafonomía forense y
policial. En: Identificación Antropológica Policial y Forense. J.D. Villalaín Blanco y F.J. Puchalt Fortea
(directores)) Editorial
(directores Editorial Tirant lo Blanch, Valencia, pp. 305-340.
305-340. España.
España. ISBN 84-8442-158
84-8442-158-9.
-9.
1
Médico especialista en Antropología Forense - e-mail: Manuel.Polo@uv.es
e-mail: Manuel.Polo@uv.es
2
Catedrático de Medicina Legal. Especialista en Medicinal Legal y Forense
3
Arqueóloga especialista en Arqueología Funeraria
2
Cada autor define desde su área de conocimiento esta disciplina, que no olvidemos,
constituye por sí misma una ciencia interdisciplinaria que interesa a paleontólogos,
arqueólogos, antropólogos, geólogos, químicos, biólogos, edafólogos, botánicos,
especialistas en medicina legal y forense, médicos forenses, etc. Sirvan de ejemplo,
las definiciones de Gaycor (cit. Villalaín, 1992), ciencia que se ocupa de las
circunstancias y procesos que sufre un organismo desde su muerte al enterramiento,
así como de los avatares por los que pasa hasta la fosilización o hasta que se
todo lo que acontece a los organismos después de su muerte hasta que afloran a la
superficie como fósiles ).
3
químicas que afectan a los restos humanos. Excluiría, por tanto, los fenómenos que
se originan en el cadáver en otros medios que no sean propiamente un
enterramiento. Estudiaría los restos humanos, incluso sus huellas, sean restos
aislados o conservaciones completas o incompletas, originadas por uno u otro
fenómeno transformativo, moldes o impresiones corporales, de manos o pies, huellas
de actividad humana (fenómenos antrópicos), coprolitos, restos a
alimenticios
limenticios y
rastros químicos de origen humano.
4
5
5.3.1 EDAFOGÉNESIS
6
7
Así pues, se deduce que Tafonomía y Edafología, son ciencias afines de especial
importancia en el contexto de toda investigación antropológica y arqueológica
forenses, y que van ayudar a conocer los procesos y relaciones que se establecen
entre el cadáver y el lugar de enterramiento, todo ello analizado desde una
concepción dinámico-reconstructiva de unos hechos (la evolución postmortem) tan
variables según cada caso.
1. FASE CADAVÉRICA
8
2. FASE MEDIÁTICA
tomando como modelo la especie humana que, desde un punto de vista biológico,
vendría a corresponder a un mamífero de un tamaño mediano.
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a) Inmediatos, esto es, los signos que aparecen en los períodos más cercanos y nos
permiten afirmar la muerte como entidad.
b) Consecutivos, los que aparecen poco después y que se utilizan
fundamentalmente para determinar la cronología de la muerte (enfriamiento, rigidez,
hipóstasis cadavérica y signos de deshidratación cadavérica).
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1. Autodigestión y autólisis.
2. Microorganismos (bacterias, hongos, etc.)
3. Actividad
Acti vidad vegetal, especialmente de las raíces.
4. Actividad de la fauna necrófaga, inferior y superior.
5. Acción integradora del suelo.
11
12
13
En los suelos, por otra parte, se han identificado otra serie de sustancias simples,
secundarias a la propia putrefacción.
La propia putrefacción colabora a la resistencia ósea. Es posible que sea Tirelli quien
haya estudiado primero el proceso putrefactivo en los huesos, en 1910, y las
modificaciones que experimenta con el tiempo la médula ósea (1911), aunque antes,
Carnot, en 1906, había descrito las variaciones que experimenta el hueso en cuanto
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a su peso. Los primeros trabajos sobre la evolución del hueso, si bien de carácter
parcial fueron realizados por Mende, Reinhard, Kratter, Toldt, Neckermann, Muller y
Dervieux, Bayle, Amy y Rodeau du Noyes, Beuman y otros. Estos trabajos
plantearon el problema dinámico evolutivo que demostraba el empobrecimiento
progresivo en la materia orgánica y mineral, cuantitativa y cualitativamente. La
primera revisión y estudio de conjunto fue desarrollada por Walcher y luego por Berg
y Specht, realizada para fijar estos cambios en el tiempo.
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a. En medios ácidos
16
c. Otros modelos
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Desde el punto d
dee vista medico-forense hay que tener en cuenta también que
huesos y dientes presentan cambios de coloración por precipitación de calcita
o sílice (SiO2), haciéndose duros y resistentes al mineralizarse con el paso del
tiempo.
Por todo lo expuesto, el análisis de huesos humanos desde el punto de vista policial
y forense exige considerar, previo al análisis lesional vital propiamente dicho, las
posibles acciones por los agentes naturales de alteración y fragmentación:
b. Factores modificadores:
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Las mismas fracturas de los huesos son indicativas de traumatismos en vida, pero
también hay que tener en cuenta la acción m
mecánica
ecánica de los animales, de los
arrastres y transportes postmortem, fenómenos de reasentamiento de masas o
aposición de láminas de sedimentación.
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Antes de comentar cuales van a ser los principales agentes tafonómicos y edáficos
que pueden incidir sobre los restos óseos, tiene que quedar claro que, cualquier
Con el fin de poder desarrollar este epígrafe de una forma lo más didáctica posible,
se hace necesario exponer una clasificación de las variables o fenómenos tafo-
edáficos. Entre las clasificaciones propuestas por otros autores citamos la de
Etxeberria (1996), que distingue tres grupos de fenómenos:
del mecanismo de acción, los efectos que nos vamos a encontrar sobre la superficie
de los huesos van a ser mixtos por acción física, química, mecánica y biológica, con
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5.4.1 ACCI
ACCIÓN
ÓN DE LOS ELEMENTOS
EFECTOS DE LA TIERRA
COMPOSICIÓN DE LA TIERRA
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La tierra de caverna, con frecuencia se trata de piedra caliza cementada con arcilla y
carbonato cálcico que precipita sobre los huesos formando láminas estalagmíticas
que mineralizan y petrifican el hueso.
La tierra arcillosa suele producir una corrosión ósea por la acidez del suelo.
PRESIÓN DE LA TIERRA
La deformación que produce la presión del suelo sobre los restos óseos puede variar
considerablemente dependiendo de la composición así como del tipo de clima
existente en la zona. El cráneo ofrece una posibilidad de deformación mucho mayor
que el resto de los huesos, los cuales, a excepción del peroné, no suelen deformarse
de forma perceptible.
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FRACTURAS
PREMORTEM FRACTURAS PERIMORTEM FRACTURAS
POSTMORTEM
(TAFONÓMICAS)
DESPLAZAMIENTO +++ ++ +
(observación in situ)
CICATRIZACIÓN +++ - -
Signos de osteolísis +++ - -
Formación de hueso perióstico +++ - -
ASPECTO MACROSCÓPICO
Oblicuidad
Transversalidad +++ ++ +
Borde redondeado + ++ +++
Borde cortante +++ --- ---
Superficie ondulante +++ +++ +
Superficie rugosa +++ - -
Tabla Nº 3. Estudio +
3. Estudio macroscópico de las- fracturas premortem, perimortem y postmortem+++
de etiología
tafonómica. Diagnóstico diferencial. (Tomado de Etxeberria y Carnicero, 1998)
Entre sus acciones destaca la decalcificación del hueso, que se produce en primer
lugar, por la acidez de las aguas (también de la tierra) que interacciona con el
carbonato cálcico óseo, que pasa a bicarbonato, el cual es hidrosoluble, por lo que
tenderá progresivamente a desaparecer el hueso.
Por otra parte, la acción física del agua sobre los restos produce una serie de
estriaciones, fisuras y ondulaciones de tipo paralelo, semejantes a las ocasionadas
en patologías óseas inflamatorias y traumáticas.
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La forma en que se fragmentan los huesos con partes blandas adheridas por efecto
del calor es un proceso siempre constante que sigue las líneas de fuerza que les
ofrecen las trabéculas óseas, las cuales tienen siempre una dirección y disposición
constante. Estas líneas de fractura constantes se producen en los puntos de menos
resistencia.
Sin embargo, no ocurre lo mismo si los huesos han sido quemados accidental o
criminalmente sin partes blandas, secos. Se establecen diferencias notables en el
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Fotografía Nº 3 >600º
3 >600º C
Fotografías Nº 1, 2 y 3. Cambios externos de coloración y textura producidos por la exposición
de tejidos óseos a diferentes temperaturas (Imágenes del Dr. Francisco Etxeberria Gabilondo, MD.
Universidad del País Vasco)
semejantes. Los huesos frescos sometidos a la acción del fuego se fragmentan más
y con predominio de las formas transversales, mientras que los huesos secos lo
hacen longitudinalmente (Fotografía Nº 4).
A B
25
26
donde v es la velo
velocidad
cidad de reacción; C temperatura; a, coeficiente próximo a
la unidad y t, el coeficiente de elevación de lla
a temperatura.
27
Las combinaciones
combinaciones de tem
temperatura
peratura y humedad tam
también
bién influyen sobre los restos
óseos. Los resultados de las experiencias realizadas por Kostichev, Wollny,
Waksman y Guerretsen, permiten concretar:
mismo.
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LA RADIOACTIVIDAD
La acción humana
humana se manifiesta, directa o indirectamente por el cultivo y su acción
sobre la vegetación, abonado, riegos, drenaje, etc. que debe valorarse
cuidadosamente. Son característicos los fragmentos óseos abandonados como
restos de comida, utilización de huesos como materia prima para la fabricación de
utensilios (Guilda y cols, 1962; Potts y Shipan, 1981; COOK, 1988). Debe
considerarse también, la misma acción directa por pisoteado o debido a una mala
extracción de los restos.
Los huesos en contacto con objetos de hierro, mediante la acción del óxido de hierro,
se tiñen de un color rojizo y además se endurecen. Por otra parte, la acción corrosiva
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de las sales ferrosas pueden producir verdaderos orificios circulares, que se pueden
confundir con trepanaciones.
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masa porosa m
movediza.
ovediza. Forman sustancias humíficas en el propio intestino animal,
así la m
mezcla
ezcla de restos orgánicos con elementos minerales en el intestino de los
animales con sustancias mucilaginosas permite form
formar
ar agregados estructurales que
tienen una solidez excepcional, hidro-resistentes, incluso la formación de nuevas
formaciones, como ocurre con
c on la calcita en el intestino de las lombrices de tierra.
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Los insectos y artrópodos tienen una acción osteolítica que da lugar a orificios
•
Las raíces son otro elemento muy activo en la dinámica de los suelos. La
exploración radicular varía mucho según las especies vegetales, su naturaleza,
profundidad de los suelos y condiciones del mismo ( ).
Fotografías Nº 5, 6, 7 y 8
Las raíces absorben iones y los iones que alcanzan estas raíces ponen en juego, a
su vez, los caracteres de los suelos, los de las especies iónicas, según su grado
de absorción y ccoeficiente
oeficiente de difusión y, como los m
movimientos
ovimientos de los iones se
efectúan en fase líquida, los parámetros hídricos, estado de humedad
humedad y m
movimiento
ovimiento
del agua.
La absorción
a bsorción rápida del agua y de los iones nutritivos establece gradientes en
estos contenidos en torno a las raíces. La difusión de los iones se m
manifiesta
anifiesta en
función del coeficiente de difusión de la especie iónica. En general, los cationes
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aminas y otros).
Fotografía Nº 5 Fotografía Nº 6
Fotografía Nº 5. Raíz vegetal que ha invadido un arco costal
Fotografía Nº 6. Musgo y pequeñas plantas cubriendo la articulación de epífisis próximal de cúbito
(Fotografías del Dr. César Sanabria Medina)
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Fotografía Nº 7. Fotografía Nº 8.
8.
Fotografías Nº 7 y 8 respectiv
Fotografías respectivamente
amente.. Órbita y apertura piriforme de un cráneo encontrado a campo
abierto, se puede observar la invasión de líquenes, musgo y pequeñas plantas (Fotografías del Dr.
César Sanabria Medina)
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Por otro lado, las bacterias ambientales incorporan al hueso carbonatos exógenos
que modifican las dataciones mediante radiocarbono (Hassan, Termine y Hayes) e
interfieren otras valoraciones en relación a la posible dieta alimenticia del sujeto
(Schoeninger y Deniro), enriquecen el hueso en uranio, que se acumula en las zonas
porosas bacterianas (Baud, Durif y Morgenthaler, Shumate, Strandberg y Parrot), lo
mismo que en torio (Brierley y Bierley).
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Por otra parte, el hecho de encontrar bacterias fosilizadas en los restos es bastante
común, como consecuencia de los fenómenos putrefactivos. Estas pueden producir
una serie de alteraciones, como tunelizaciones paralelas semejantes a las que
existen en las periostitis.
ciclo del hierro, azufre, calcio, silicio, fósforo y otros elementos es esencial. En
las complejas condiciones de la acción bioquímica de los organismos y e ell agua con
el oxígeno, ácido carbónico y sustancias
sustancias orgánicas, se produce la descom
descomposición
posición
de los silicatos y alumosilicatos, la liberación de hidróxidos de hierro de los
compuestos ricos en protóxido de hierro, la form
formación
ación de sales carbónicas alcal
alcalinas
inas
y alcalino-térreas, en su mayor parte ssolubles
olubles en agua, la precipitación de coloides
de sílice, arcillas caolínicas y la destrucción de la unión de la sílice y alúmina con
los metales.
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Contribuyen a este proceso, no solo las bacterias sino también las algas, los
líquenes, capaces de erosionar rocas cristalinas y los minerales aislados que las
constituyen.
Entre estos posibles efectos, intervienen las sustancias húmicas propiamente dichas.
Sprengel señal la capacidad de descomposición de los silicatos por el ácido
húmico, con formación de ácido silícico; la acción destructora de los ácidos
crénico y apocrénico fueron dem
demostradas
ostradas por Berzelius, etc. Parece que el papel
más activo en la descom
descomposición
posición mineral pertenece a los fulvoácidos.
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Los fenómenos tafonómicos, como ya hemos visto, influyen sobre los restos óseos
originando procesos pseudopatológicos. En la Tabla Nº 5 se recoge el diagnóstico
diferencial de las lesiones más frecuentes verdaderamente patológicas y las
pseudopatológicas de origen tafonómico.
FENÓMENOS
PATOLOGÍA ÓSEA PSEUDOPATOLOGÍA
TAFONÓMICOS
M:
M: evolucionan
evolucionan como tumoración o R: a
R: auuse
sen
ncia
cia de
de rre
eacció
ción óse
ósea
a. Tierra, ffu
uego, cal
calor,
FRACTURAS Y callosidad. hombre, carnívoros,
TRAUMATISMOS R: marcada
R: marcada reacción ósea herbívoros, aves y
(aumenta la densidad). cangrejos.
M:
M: únicos
únicos o pocos. M:
M: numerosas
numerosas por toda la superficie Tierra, agua, fuego,
R: discreta
R: discreta reacción ósea. ósea. calor, clima, hombre,
FISURAS Y GRIETAS
R: ausencia
R: ausencia de reacción ósea. carnívoros y
vegetales.
M:
M: bordes
bordes regulares y lisos de M:
M: generalmente
generalmente bordes irregulares y Insectos, artrópodos,
SURCOS, etiología fistulosa; trayecto abierto o rugosos. carnívoros, vegetales,
TUNELIZACIONES, cerrado. R: ausencia
R: ausencia de reacción ósea. bacterias y hongos.
CAVERNAS Y R: reacción
R: reacción ósea en la zona H: posible
H: posible presencia de bacterias y
ORIFICIOS periférica del orificio, surco o levaduras fosilizadas.
tunelización.
M:
M: neoformación
neoformación ósea con M:
M: adelgazamiento
adelgazamiento del periostio y Agua.
engrosamiento del periostio y formación de surcos paralelos.
OSTEÍTIS
surcos corticales. R: disminución
R: disminución de la densidad calcio.
R: aumento
R: aumento de la densidad hueso.
M:
M: imágenes
imágenes osteolíticas de bordes M:
M: igual
igual a la patología. Tierra, metales,
irregulares. H: posible
H: posible presencia de levaduras y vegetales, bacterias,
OSTEOLISIS
bacterias fosilizadas. hongos y levaduras.
OSTEOPOROSIS Y R: mayor
R: mayor afectación del tejido óseo R: mayor
R: mayor afectación del hueso Tierra y agua.
DESCALCIFICACIÓN esponjoso con disminución de la cortical.
densidad hueso.
M:
M: deformidades
deformidades y alteraciones
ALTERACIONES
MORFOLÓGICAS M:
M: imágenes
imágenes típicas
características y entidad
de cada morfológicas que no guardan relación Tierra y hombre.
con la supuesta patología.
Y DEFORMACIONES
DEFORMACIONES nosológica:
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M:
M: visión
visión macroscópica R: imagen
R: imagen radiológica H: visión
H: visión microscópica
Tabla Nº 5. Diagnóstico
5. Diagnóstico diferencial: patología y pseudopatología tafonómica
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EL LUG
LUG AR
AR D
DE
E LA E
EXC
XCAV
AVAC
ACIÓ
IÓN
N DE
ELI
LIMI
MITTAC
ACIÓ
IÓN
N DE
ELL ÁR
ÁR E
EA
A
LA EXCAVACIÓN
CONSOLIDACIÓN RESTOS
DOCUMENTACIÓN
ficha arqueológica
ficha antropológica
FOTOGRAFÍA
PLANIMETRÍA: general y detalle
Tabla Nº 6.
6. Pautas generales en el registro antropológico de campo
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41
Al igual que las sepulturas colectivas o fosas comunes se encuentran los osarios,
sin embargo en estos casos la complejidad del trabajo dependerá sobre todo del
tamaño del osario. En este caso y al igual que en las tumbas colectivas se actuará de
la misma forma haciendo especial hincapié en la determinación del NMI (Número
Mínimo de Individuos) en el laboratorio.
Por efecto de la gravedad los signos más evidentes son visibles en: dislocación del
cráneo, caída de la mandíbula generalmente sobre el tórax, dislocación de la
articulación del húmero, apertura de coxales, caída de ambas rótulas o al menos
ar ticulación cúbito-radio, etc (Fotografía Nº 9)
alguna de ellas, dislocación de la articulación
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Estos signos son patentes cuando el esqueleto está en posición de decúbito supino,
en cambio cuando está de decúbito
decúbito lateral es posible al menos observar la caída de
la escápula y un coxal pudiéndose ocultar detrás del tronco (Mallegni y Rubini, 1994).
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Por otro lado cuando nos encontramos con esqueletos en posiciones muy contraídas
y de máxima flexión no necesariamente significa que el individuo hubiese estado
amortajado con fuerza aprisionándole los miembros, o encerrado en un saco. En
ocasiones estas posiciones se deben a fenómenos de compresión transversal que se
dan cuando el cuerpo yace en decúbito supino en un contenedor estrecho (sudario,
fosa o receptáculo demasiado ajustado) (Fotografías Nº 10 y 11)
Fotografía Nº 10
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Fotografía Nº 11
Al iniciar este apartado conviene matizar algunas diferencias entre posición y
deposición, en ocasiones no muy claras debido al uso-abuso de dichos términos
empleados casi siempre para explicar aspectos idénticos.
45
Por último, para describir la posición de la cabeza se emplean los términos mirando
u orientado a la derecha, a la izquierda, y de frente (Sprague,
(Spr ague, 1968).
46
5.11 CONCLUSIONES
2. El análisis
análisis de huesos hum
humanos
anos desde el punto de vista fforense
orense exige considerar,
previa al análisis lesional vital propiamente dicho, las posibles acciones por los
agentes naturales de alteración y fragmentación. Por lo que, además de las normas
habituales para la recogida de restos se exige que al patólogo o antropólogo forense
que van a analizar el cadáver en la sala de necropsias se le envíe como mínimo la
siguiente información:
47
NOTA: La literatura
literatura referida en este capítu
capítulo
lo se cita de manera independ
independiente
iente en el
capítulo Nº 16, Referencias Bibliográficas de este texto.
te xto.
48