Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Una vez un hombre llamado David escribió “¡Ojalá fuesen ordenados mis caminos,
para guardar tus estatutos! (Salmo 119:5.)
Muchas veces creemos que debemos estar bien para buscarle o entregar nuestra vida
completamente al Él, por temor a ser rechazados o avergonzados, por el estado de
nuestra vida. Luchamos todos los días, por arreglar algo de nuestro interior, y lo que
logramos es coleccionar fracasos día tras día; pero cada vez con menos fuerza,
porque ya no la tenemos…
¿Cuando traes a un zapatero un zapato, cuando está sin estrenar o cuando está roto,
sin tapas, y deforme?. ¿Que harías tu si fueras un zapatero y te traen un zapato
nuevo?, no tendrías que hacer nada, no tendrías trabajo. Pero si te traen un zapato
que da lastima, tendrías trabajo, y sería un honor ver ese zapato tomando forma
nuevamente. No te importaría lo roto, mal oliente, ni usado que esté, solamente que
necesita ser reparado.
Así es con el Señor, a Él no le importa tu condición, Él ve el trabajo que tiene que
hacer en tí. No importa el estado en que te encuentres, HOY hay oportunidad para ti,
solo trae ante su Presencia tu Corazón, y permite que Él lo repare como debe ser; no
como tu quieres y en la forma que tu decides; sino como Él ya lo determinó. ¿Cómo
hacer esto? A SOLAS CON ÉL, búscale aunque no tengas nada que decir, escoge tu
el momento y se sincero con Él.
“¿Con qué limpiará el joven su camino? CON GUARDAR SU PALABRA” Salmo:119:9
Ahora bien, listo! Fuimos limpiados del pecado de nuestras vidas por que recibimos el
perdón y así lo creemos, y ahora?
Como mantendremos limpio nuestro camino, nuestra vida? Ya que no podemos olvidar
que las tentaciones, y los ataques del enemigo seguirán, más aun ahora que sabe que
nos decidimos cambiar el rumbo de nuestras vidas.
De ese amor único que nos regala, que nos lleva indudablemente a actuar en
consecuencia, que nos lleva a amarlo más cada día y solo querer agradarle…