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EN MEDIO DE LA ESCASEZ Y DE LA ABUNDANCIA

Serie: Abre mis ojos


Enfrentar tanto la escasez como la abundancia con gratitud nos permite apreciar
las bendiciones presentes en nuestra vida, cultivando la satisfacción y la plenitud
en cada circunstancia.

Escasez: la carencia o falta de algo deseado o necesario.


Abundancia: tener suficiente o incluso más de lo necesario, dándonos un estado
de plenitud y satisfacción por tener en abundancia lo que se necesita o se desea.

Versículo a memorizar
Filipenses 4:12-13
Sé bien lo que es vivir en la pobreza, y también lo que es tener de todo. He
aprendido a vivir en toda clase de circunstancias, ya sea que tenga mucho para
comer, o que pase hambre; ya sea que tenga de todo o que no tenga nada. Pues
todo lo puedo hacer por medio de Cristo, quien me da las fuerzas.

ACTITUD ANTE LA ESCASEZ. FILIPENSES 4:12


El Apóstol Pablo sin lugar a duda antes de encontrarse con el Señor Jesús,
camino a Damasco, era un hombre prudente (Que piensa acerca de los riesgos
posibles que conllevan ciertos acontecimientos o actividades, y adecua o
modifica la conducta para no recibir o producir perjuicios innecesarios.), bien
sabemos que de perseguidor pasó a ser perseguido y por lo tanto quedó sin los
recursos económicos que antes tenía.

El Apóstol Pablo comparte su experiencia de haber pasado por escasez y


dificultades después de su encuentro con Jesús. A pesar de las circunstancias
adversas, Pablo aprendió a vivir con contentamiento y confiar en la provisión de
Dios. Su mensaje es que debemos aprender a encontrar satisfacción y confiar en
la provisión divina, reconociendo que la gloria de Dios se manifiesta incluso en
medio de la escasez. Esta enseñanza nos invita a cambiar nuestra actitud y
confiar en que Dios proveerá en todas las circunstancias

Dios permite que enfrentemos situaciones de escasez por diversas razones.


Algunas posibles razones incluyen:
● Enseñanza y crecimiento: A través de la escasez, Dios puede enseñarnos
lecciones de dependencia, humildad, confianza y perseverancia. Estas
experiencias nos ayudan a crecer en nuestra fe y a confiar más en Él.
● Prueba de nuestra fidelidad: La escasez puede ser una prueba de nuestra
fidelidad y obediencia a Dios. Dios busca ver si confiamos en Él y en sus
promesas incluso en momentos difíciles.
● Redirección y prioridades: En ocasiones, Dios permite la escasez para
redirigir nuestras prioridades y recordarnos que nuestro enfoque debe
estar en las cosas eternas y no en las temporales. La escasez nos ayuda a
valorar lo que realmente importa y a buscar a Dios por encima de las
riquezas materiales.

DILIGENTE: Es el compromiso, la disciplina y la dedicación en el cumplimiento de


nuestras responsabilidades y metas.

ACTITUD ANTE LA ABUNDANCIA PROVERBIOS 30:8-9


“Porque si llego a ser rico tal vez me olvide de ti y hasta me atreva a decir que no
te conozco. Y si vivo en la pobreza, puedo llegar a robar y así ponerte en
vergüenza.”

ADVERTENCIA: sobre el riesgo de perder nuestra conexión con Dios en medio de


la prosperidad.

La administración diligente de los recursos que Dios nos provee implica ser
responsables y sabios en su uso. Es importante tener en cuenta los principios
bíblicos de mayordomía (responsabilidad de administrar o atender las
asignaciones que uno recibe en un llamamiento) y ser buenos administradores
de lo que se nos ha confiado. Al hacerlo, honramos a Dios y utilizamos
sabiamente los recursos que Él nos ha dado.

● Busca a Dios en oración: Pídele a Dios sabiduría y dirección en tus


decisiones financieras y en cómo administrar los recursos que Él te ha
dado.
● Sé responsable y diligente: Trabaja con diligencia en tu empleo o en tus
labores para proveer para ti mismo y para tu familia. Administra tus
finanzas con sabiduría, buscando vivir dentro de tus posibilidades y evitar
el endeudamiento excesivo.
● Confía en la provisión de Dios: Reconoce que Dios es tu proveedor y confía
en su fidelidad para suplir tus necesidades. Busca su guía en cómo
administrar sabiamente lo que tienes y confía en que Él proveerá en su
tiempo y de acuerdo con su voluntad.
● Practica la generosidad: Aunque puedas estar enfrentando escasez, no
olvides la importancia de compartir y ayudar a otros en necesidad. Dios
bendice a aquellos que son generosos y dan con un corazón generoso.
● Mantén una perspectiva eterna: Recuerda que la verdadera riqueza y
provisión provienen de una relación con Dios. No te obsesiones con las
cosas materiales, sino busca primero el reino de Dios y su justicia,
confiando en que todo lo demás te será añadido.

FIELES AL SEÑOR EN CUALQUIER CIRCUNSTANCIA JUAN 16:33


“Les he dicho todo lo anterior para que en mí tengan paz. Aquí en el mundo
tendrán muchas pruebas y tristezas; pero anímense, porque yo he vencido al
mundo.”

Jesús nos advirtió sobre las aflicciones que enfrentaremos en este mundo, ya sea
en tiempos de abundancia o escasez. El secreto que el Apóstol Pablo aprendió y
comparte con nosotros es encontrar contentamiento en todas las circunstancias,
confiando en la fortaleza que recibimos de Cristo. Aunque Pablo escribió este
versículo mientras estaba encarcelado, la lección se aplica a nuestras vidas
también. Debemos permitir que Dios sea nuestro proveedor, nuestra fortaleza y
nuestro sustentador, y permanecer fieles en medio de cualquier situación, ya sea
de abundancia o escasez.

CONCLUSIÓN
Nuestra vida cristiana implica esfuerzo y perseverancia, manteniendo nuestra
mirada puesta en Jesús como autor y consumador de nuestra fe. Para vivir de
manera eficiente, debemos apartar todo lo que nos aleje de nuestra relación con
Dios y confiar en el poder del Espíritu Santo para enfrentar los desafíos.
Necesitamos pedir a Dios que abra nuestros ojos para verlo en todas las
circunstancias y llenarnos de Su Espíritu para alabarlo, sin importar nuestra
situación.

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