OSVALDO LAMBORGHINI

Las preguntas
completas
de Osvaldo

LAS PREGUNTAS COMPLETAS

Lamborghini

DANI ZELKO

MANIFESTOS SERIES FORRO 16.5 3.indd 7 29/08/16 20:15

¿De quién son estas manos?
 Las preguntas
completas
de Osvaldo
Lamborghini

Dani Zelko

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 Para Osvaldo Lamborghini

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 ¿De quién son estas manos?
¿Cegarme?
¿Pero es que estamos en Grecia,
acaso en la Inglaterra Isabelina, acaso
con todos los ecos, las resonancias
melo melodías de la poesía de
Shakespeare y de Donne,
o es que acaso éramos tiernos
niños de pecho?
¿Qué fecha es hoy?
¿Estás contento?
¿Con qué me hueles?
¿La nariz el culo o la boca?
¿No he entrado, acaso?
¿Así que el tipo había conseguido
ayuda y nada menos que prenderse

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 con la gente de Ughi?
¿Cómo es? ¿Cómo se dice eso?
¿Quién es?
¿De dónde vinieron, o cómo
aparecieron, esos criados de
chaquetilla verde y pantalón negro,
tan pulcros como complicados
en toda la trama de la intriga?
¿Por qué era importante con
sus barreras bandeadas, ese campo
de concentración al que todavía
era deseable entrar?
¿Y ese viejo que no tenía el animalito
requerido para la admisión, y tomaba
entonces por el atajo de entregar una
media sucia, a costa de meter su pie,
desnudo hasta las heces, en el limo y
en el barro: en el barro y en el limo?
¿Y desde cuándo la repetición fútil
ineficaz de golpear la cuchara contra
la escudilla de estaño para pedir,
por añadidura, más?
¿Por qué miento?
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¿Caminaría yo por esas arenas
de ardor?
¿Caminaría yo?
¿Caminaría yo por un Cesar
que me descabezara?
¿Adivinar las estatuas,
los erigidos monumentos?
¿PRIMERA INTRODUCCIÓN A LOS TADEOS?
¿No existe acaso lugarcito en la
vastedad llana del imperio para
escena crujida de arte irónico pura
befa y perfecta perfectamente
masoquista hasta los dientes chirriar?
¿Qué ramillete entonces
se abre en el discurso?
¿Qué miro?
¿ROZAMIENTOS MÚLTIPLES?
¿PRUEBA DE REALIDAD?
¿LETANÍA O CANCIÓN MASOQUISTA?
¿Dónde está la herida?
¿Por qué no somos sencillos por qué
no somos transparentes por qué no
somos puros y buenos como el pueblo
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 como las buenas gentes?
¿No habremos perdido para siempre
al Jesús al Cristo?
¿Pero qué es un cuerpo ahíto aunque
más no fuere de la pócima aquella?
¿Cómo nacen los malos poemas?
¿Cambio las almohadas?
¿A dónde va, padre?
¿Hasta tenemos una vida
cotidiana conque ahora?
¿Qué puede hacerse conmigo
sino amarme?
¿Qué si te quiero?
¿Por qué —me gustaría que me lo
dijeran, aunque me nieguen un beso,
con los labios— por qué no someterse
a este miedo, pánico y verdadero?
¿O prefiero de nuevo ir al hospital?
¿Por qué no hay cuestión?
¿Dónde estás, paradisiaca?
¿Qué tengo?
¿Qué querrá decir ser homosexual?
¿Otra alternativa?
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¿Quién no la sabe,
quién no sabe —estoy hablando—
si hasta yo sé?
¿Otra vez entonces?
¿Qué es un canutillo?
¿Por qué no abren?
¿Esta boca es mía?
¿Un pájaro, para empezar o una flor?
¿Pero no demasiado actuales acaso?
¿No somos hombres?
¿Por qué?
¿Por qué extremar?
¿Y griega?
¿Si es que comienzo, sigo, empiezo?
¿De qué?
¿Pero por qué regalar
mi mayor deseo?
¿A cambio de qué,
de qué esquirla de cualquier
otra mierda que me apetezca?
¿Cuándo aprenderán?
¿Ah, cuándo aprenderán?
¿Otra vez?
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 ¿Qué pienso? ¿Cómo puede ser algo Grave, serio
¿Un carajo? Si yo estoy en un juego?
¿Un “delirio”? ¿Para qué habré leído a
¿Quién? Thomas Mann, a Virgilio, a Genet?
¿Es así como se dice? ¿Grave?
¿Cambiarán los tiempos? ¿Leve?
¿Cómo se escribe la historia? ¿Ni grave ni leve?
¿Es un texto? ¿Ñañas de marica vieja?
¿Cómo se escribe el poema ¿Ganas insatisfechas
Esta Boca es Mía? de tragarme el sable?
¿Ameba ameba? ¿Dónde andarás, Juana Blanco?
¿No? ¿Vos también, acaso, cerca?
¿Casados y solteros ¿Where are you, Ahab?
de ambos sexos? ¿Where are you, Moby?
¿Fútbol? ¿Muero de sed al borde de la fuente?
¿Sé lo que digo? ¿Dónde estarás mi Madre Hoghart?
¿Es feliz? ¿Lo que no se dibuja ni escribe?
¿Por qué no enredarnos? ¿Cuándo murió Cámpora?
¿Dónde andarás, Juana Blanco? ¿Cuándo murió Cámpora?
¿Vos también, acaso, cerca? ¿O está muy lejos?
¿Ven? ¿A mí?
¿Así querido? ¿Cómo hay que robar?
¿Así querida? ¿Por qué partir si

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 la ilusión se sobrelleva? ¿Me volví fa?
¿No? ¿Pero de dónde fu?
¿Qué? ¿Voy para atrás?
¿Qué tanto lío con la muerte? ¿Para anhelante?
¿Con qué elemento? ¿Qué pensar?
¿Y ahora qué vendrá? ¿Oporto marca Gueus?
¿Qué vergüenza? ¿Es Ladilla?
¿Acaso no facilité las cosas? ¿Pero era?
¿Acaso (oprobio) no permití humilde, ¿La i?
soberanamente que coman tadeos ¿Laicas balas?
hasta –hasta qué?–, bueno: hartarse? ¿Balas, paica?
¿Vos? ¿La Culta Madre
¿Cómo? Esposa del Cul Padre?
¿Cómo era eso? ¿Impaciencia?
¿Cómo se acentúa? ¿Sam ti hago o es tero?
¿Dónde se ha visto una peste ¿Adivinanzas?
sin los colorcitos ordenados en ¿A mí?
el placard ornados por tu mano ¿No hay testigos?
honrados por mi palabra? ¿Maricones batidores o amigos?
¿Aló? ¿Obispo Garnett? ¿Pero pagué mi precio?
¿Escribí? ¿A dónde ir? ¿A ir France?
¿Qué decía sin decir? ¿Pero del ir ante?
¿Quieren que la cante? ¿Y que yo

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 Yo la cante?
¿Para qué?
¿Y los caranchos?
¿Y la punta de los pelos?
¿Y los campitos donde ponen
(y nada que ver el tero) la guliguli
pic pic en los huevos?
¿Y la divertida canción del diantre?
¿Es lo más acre?
¿Qué poema?
¿Estoy escribiendo
o estoy despierto?
¿De qué color, coliflor,
amada mía, será tu corazón?
¿Mejor?
¿Y?
¿A él qué le importa?
¿Por qué no la deja
Tranquila? / Con su torta?
¿Para qué esperar otra mañana
como sorete que se ufana en la
igualmente helada y lanza mañana
helada en la punta aguda y desnuda
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de una alianza como sorete, dicen,
pero eres tú, tú la que sabe,como
sorete en pala?
¿Por qué?
¿Por qué no matar por qué
no dejar al que vive en el infierno
que escribe con la pluma de cagar
fuego, ya que insiste?
¿Qué tanto admirarse?
¿Qué se puede esperar
(una sílaba nada) de quienes
ensartan una perla negra e insisten
y prosiguen y no retroceden?
¿Para qué negarlo?
¿Cómo no desear eso?
¿Dispuesto?
¿“hacerse el vivo”?
¿Pero, cómo?
¿En qué andará el editor?
¿Qué puede valer un mundo
donde sólo los locos tenemos
algo que decir?
¿Mucho?
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 ¿Seguro?
¿Ya empezamos?
¿Son artesanos?
¿Argentinos artesanos?
¿Qué tendrá que ver, digo el culo?
¿En serio ellos quieren saber
sobre Eva Perón?
¿Se lee?
¿Qué espera usted, general Mansilla?
¿Abandonamos?
¿De qué habla el panda el oso
demonium ante el espejo, eh?
¿Está mal?
¿Está en el mal?
¿Quién?
¿Y va, ya en vena?
¿Y va? ¿Y se pica?
¿Qué clase es esta (de antena)?
¿Qué?
¿Lo cuelo?
¿Algún chongo
habrá en la puerta?
¿La boca interna?
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¿Me amas?
¿Qué puedo yo, hacerle,
si estoy acá, clavado como un
céntimo?
¿Debo irme entonces ya al lecho?
¿Me tirará el fideo?
¿Acaso yo te deseo?
¿Querés, querido, que me pinte
la jeta y me infle las tetas?
¿Así te gusta, mi rey?
¿De dónde faltaba el cuchillo?
¿Y qué más, más que decir más?
¿Relativamente por qué ud. es tonto?
¿Sin más que hablar?
¿Por qué esa agonía horrible
de dos a la vez?
¿Tendremos que atarte?
¿O lamberte el culo?
¿Cómo quedamos?
¿Y ahora qué querés con el televisor?
¿Apechugarla como un cornudo?
¿O nueva burla tenemos?
¿Encomiable?
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 ¿A más de qué?
¿Sereis la cereza?
¿Caritativamente eses como intento,
liger(o), de evitar la caricatura?
¿La hez ese del rengo (cojo puto)
nazi de Goebbels gol hay?
¿Decirlo?
¿Así?
¿Que, qué? ¿Que eh?
¿Cómo quién?
¿Supo darse su lugar?
¿Por qué qué? de la Muerte si Muerte confunde
¿Es ser puto?
¿Será esto
un texto?
¿Verte…? ¿O es que se apareció la Madre?
¿Prosa o verso?
¿Por qué no decir
cofrades o cófrades?
¿Todo dicho Almas Muertas y Gogol?
¿Hay gallinas?
¿Qué es lo que no se nota?
¿Por qué habrá palabras
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que exigen un cuerpo a cambio?
¿O la red teórica es retórica?
¿Por qué, eh, por qué?
¿Cómo dice el corazón?
¿Esto dicho en Val, Valverde?
¿Ostras?
¿Vosotras?
¿Vos, ostras?
¿Y yo qué pienso qué
es lo que aquí yo hago?
¿Qué puede saber España
con muertos muchos y con
chulerías cadavéricas?
¿Trancat?
¿El país vasco?
¿Pero qué profundidad sería
ésta sin la belleza (estúpida,
sentimental)?
¿Qué es el falo?
¿Qué será lo que no nos
entra en la cabeza?
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 ¿Se tratará de una mano
bien por mal?
¿Pero qué habrá en un tema,
en un “mate” teniente general?
¿Pero cuándo, mi alma, cuándo?
¿Qué será lo que no nos entra
en la cabeza?
¿La “muerte”?
¿Dónde paran los argentinos paran?
¿Cómo enseñarles que la historia
(fantasma de humor negro) cava
túneles, erige bunkers, vaca (yendo
gente) sol, sol, layando, los proyectos
de vida coherentes, las existenciales
positions, el…?
¿Y por qué enseñarles?
¿Qué tal?
¿Cómo la están pasando?
¿Tomar un tren hacia la vigía casa
paterna (hay bar en el tren), o
prescindiendo del omni coger, a la
española, un bus? ¿Acaso no he sido
actor hipócrita consumado y plagiario
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de los grandes para volverme
tortuosamente más pequeño?
¿Qué hacés?
¿O Lamborghini?
¿Y de qué
ibas a escribir, caramelo?
¿Por qué?
¿Y para qué hablar más en una
lengua femenina y bífida —en torno—
al trono? ¿Pero entonces?
¿…diga?
¿Por qué mañana
me lo quitás mariquita?
¿Me explico?
¿Un alfanje, un islam?
¿1984?
¿Paga usted?
¿Qué se yo?
¿Comprenderá el bilioso anciano
que ahora todo va a ser diferente
que en cuanto Adolf tenga bigote vivir
con el culo a cuatro manos es la carta
que le espera, sin sello ni pegotes?
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 ¿Me discutiría usted a mi,
cómo no sumarse a mis encantos?
¿Qué le pongo?
¿O acaso en tu mente de paje,
orgulloso estás de tu carne
y de tu hueso?
¿Ya que la reforma es tu declive?
¿Sabe?
¿La vida sabe?
¿La comisaría “sencilla”,
“de menudo candor”?
¿Habrán encontrado
la puerta tornada?
¿Novio o vio?
¿Queda?
¿Veinticuatro horas?
¿Qué?
¿Qué querés?
¿Eh?
¿También vos la petaca
esa que no huele a menta te
desfondó el amigo Cloaca?
¿Pero por qué?
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¿Cómo me llamo?
¿Qué sé?
¿Qué censura la posterga?
¿Entonces qué?
¿Ara?
¿Qué?
¿Dónde?
¿Ya empezamos?
¿Mal signo?
¿Morderlos?
¿Más cabra?
¿A fuerza de rima tajar la tapia?
¿Acaso no existen los degenerados?
¿Para qué escuchar, lo convenció
en Piscis, si a tiro de escopeta se
cernía el inmediato Apocalipsis y
cortaba, el propio Dios, la mortadela?
¿Quién se atrevería o se atreve?
¿-qué he hecho de mi vida
y de mi amor del sometido interior de
mi paz si según mi deseo sobre
el majestuoso Never more de Poe,
me cago y me meo, para que no
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 se salve tampoco el Nunca más de
Sábato, el hipócrita de oficio?
¿Hay que ser fiel a sí mismo
o seguir alado?
¿Y si el mundo estalla?
¿Y si se pierden los buenos empleos?
¿Pero qué importa que sea?
¿Pero qué importa que ya no lo vea?
¿Solo?
¿Ves tía?
¿Venga o Vaya que no haya ya
amado?
¿Te creés que los traidores
tienen premio?
¿Besas?
¿Eh?
¿Besas?
¿Besas?
¿No me dirás mamona
de mierda luego?
¿Pero por qué, por qué sosasi?
¿Y ahora?
26
26
¿Y por qué, si a fin de cuentas la
criatura resultó tan miserable —en lo
que hace al tamaño, entendámonos—
ella profería semejantes alaridos,
arrancándose los pelos a manotazos
y abalanzando ferozmente las nalgas
contra el atigrado colchón?
¿Y era acaso para menos?
¿No es cierto?
¿Ves?
¿Ves?
¿Cómo te llamas?
¿Y si se lo daba?
¿Y si al agonizante le propusiera
un frente, un Pacto Programático
sobre la base de…? ¿Por qué no?
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 ¿Quién puede evitar
que se contesten?
¿Ah, sí?
¿A quién le importa?
¿A quién le importa?
¿En el espejo?
¿Quién?
¿Ramón?
¿Cuis?
¿Qué le hace pensar
que está des-garrado?
¿Por qué siente la necesidad
de estar des-garrado?
¿Dificultades expresivas?
¿Por qué le gustaría ser una guillette?
¿Cómo son las nalgas de su mujer?
¿Cómo son las?
¿Qué está?
¿Alguna pregunta inteligente?
¿Dificultades expresivas?
¿Pero cuándo?
¿Y cómo?
¿Eh?
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28
¿Por qué cantas o enmudeces
todavía en este coro?
¿De qué mente están enfermos?
¿Pero por qué parar?
¿En qué consistía la médula
del asunto?
¿No te gusta mi riego?
¿Querías que reventara eh?
¿Por qué has hecho nupcias
tan costosas si tu hijo no puede
permanecer erguido frente a ti?
¿«y dios es éste. Este pendejo que.
Por haberse metido en el liceo militar·
va a salvarse de la colimba?
¿De qué has de reirte?
¿De lo que ahora tengo
por bueno y sagrado?
¿Duele?
¿Qué estás diciendo, cómo?
¿Cómo era eso, grillito,
bolsillo azul de la primera infancia…
cómo, cómo, cómo?
¿Pero por qué cuando se abre
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 la tumba paterna la música se
reinicia?
¿Ven?
¿Por qué seremos tomados?
¿A qué hueco aspirás?
¿De qué se asombran?
¿O creían en serio que el tren
lo iba a respetar?
¿Pero cómo volverse loco?
¿Cómo es un poni australiano?
¿Tiene la crin llena de moñitos,
como ésos del circo?
¿Qué me dijeron?
¿Sabe que es linda la tarde,
que no susurra nada?
¿Y?
¿Seré leído?
¿O es que no lo veis, turbulentas
margaritas de las colinas?
¿Pero quién es ella sino el arco
(iris, tonto) que se dispara en cada
uno de los merismas del mí?
¿Pero por qué esto tiene que seguir?
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30
¿Qué había prometido?
¿Tu, acaso?
¿La que canta?
¿De dónde proviene el mal aliento
de algunas frases?
¿Y la mala letra?
¿Cuáles son sus causas?
¿Y si produjéramos
una semiótica del Fi?
¿Y si produjéramos
un psicoanálisis del Fi?
¿Ah?
¿Si?
¿Qué son morlacos?
¿A una yiranta?
¿Tiradores elásticos?
¿Así que morlacos quiere decir
tiradores elásticos?
¿Y qué?
¿Qué tienen que ver todos esos
pavoneos de esteta chismoso
con el significado de mistonga?
¿Será eso el cuerpo?
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 ¿Pero es posible escribir tan,
subrayo, tan mal?
¿Tan difícil es no gustarle a nadie?
¿Y nuestro hijo?
¿Por qué soy inferior?
¿Y qué otra cosa podía ser?
¿Pero?
¿Puede que me tome en serio,
pue, pie, puede que?
¿Usted se graduó en Yale, no?
¿Cómo se dice?
¿Verdad?
¿El culo?
¿Fue Gardel?
¿Qué dios mío?
¿Qué tienen los grandes que a mí me
sobra? ¿Me sobre (y se me escapa y)
pasa?
¿Pero cómo volver en la materia?
¿Serán trolos, ’toso?
¿Por qué no te vas un poco al carajo?
¿No acabás de decirmelo
vos mismo, acaso?
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¿Pero?
¿Pero, otra vez pero?
¿Que yo “tengo” —tengo— la culpa?
¿Acaso yo la culpa tengo?
¿Cuándo?
¿Quién vomitó hoy sobre
la alfombra scotch?
¿Por qué José Hernández
se convirtió en un fanático de Hegel,
por qué “el arte es cosa del pasado”
(tubo, tuvo) que decir?
¿Estoy escribiendo o estoy despierto?
¿Ser un croto imbécil
o un lampiño de dintel?
¿A quién no le gusta el pan?
¿O quién desdeña (navegar en)
una cáscara de nuez?
¿Y —Qué valer —¡repito!— qué valer
puede /una vida tener/ si a nadie
le hace el inconsciente?
¿Y a vos, a éste, te banqué litros
de guasca con la lengua. Con la
lengua soberana, nada menos
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 (descarto lo que pasó por la chacón.
Y de la cuenta borro el ojete),
a un cobarde de neceser le he
mamado la verga?
¿Pero será posible
que debamos repetirlo?
¿Podía acaso pedir
un momento mejor?
¿Será posible?
¿Que no me lo pueda arrancar
al tal Hernández (por cual) de mi
pantanoso cerebro?
¿Por qué no, por qué no?
¿Por qué no?
¿A ustedes les gusta la guerra?
¿La política?
¿A ustedes les gustan las putas?
¿Estuvieron presos alguna vez?
¿Qué hacés, rengo boludo?
¿Te volviste loco?
¿Quién no la tiene?
¿Pero en una se hunde el todo,
se vuelve al caos?
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34
¿Cómo decirlo?
¿Qué valor podía tener la opinión
de un tipejo así, que al periodismo
serio jamás, encima, podría acceder?
¿Soy un wagneriano post?
¿Un expresionista abstracto?
¿Un hegeliano conciencia desdichada
por mi amo(r)esclavo al Martín Fierro,
mi carta magna. Mi constitución
nacional?
¿Wagneriano?
¿Expresionista abstracto?
¿Marxleninista-freudiano?
¿Qué niños ni niños muertos?
¿Por qué solamente violadas?
¿Cómo decirlo?
¿Cómo decirlo?
¿Cómo desperdiciar las
oportunidades que estos desiertos
brindaban en bandeja?
¿Qué hacer?
¿Qué hacer además de leer. En el
original. A Tácito y Lord Byron?
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 ¿El aburrimiento. El fastidio ¿Algunas todavía se
de la vida de hotel? o lo desenvuelven?
¿A quién no se le va a perdonar ¿Está con su mina?
una pequeña mentira? ¿Encender con un cigarrillo a un otro?
¿Y a ver? ¿Lectrificar?
¿Y a vér? ¿El señor Maradona?
¿A quién carajo le importa ¿Por qué no Lamborghini?
lo que importa? ¿Cayó?
¿Flor? ¿Cayó sobre la tierra?
¿Por qué no?. ¿Derramándose?
¿Por qué no?. ¿O no dije acaso
¿Arroz con leche? “las orillas se pringan”?
¿Muere acaso por la boca ¿Quién?
lo que nace por la oreja? ¿Y cuántos?
¿Cómo, Moh, molestar ¿Y quién introdujo
a una pareja de enamorados? aquí el zafarrancho?
¿Tocar el pezón de ella ¿Qué?
o tocárselo a él? ¿Cómo?
¿Cansado, eh? ¿Con qué “parte” te quedaste
¿Por qué no? de mi “parte”?
¿Más que que que? ¿Lo hiciste por amor al, al arte?
¿Mundo es este? ¿A que no sabés quién se hizo
¿Y? puto en la soledad del desierto?

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 ¿Estás loco o te pica el culo?
¿Acaso no alambramos los campos
y empalamos a los indios?
¿Qué?
¿Quién sabe, Carlos, si tu Eduardo,
si tu pobre amigo Eduardo, Eduardo
Wilde…?
¿Tu pobre amigo tiene miedo
de que su cul, su put, su percance sea
—su librito— constitucional?
¿Qué tengo (yo) (de mujer)?
¿Unt o Diost?
¿Los riñámolos?
¿Dog?
¿Quién?
¿Quién?
¿Y el gato, y la rata?
¿Por qué?
¿Y Pretty ano pueril según al,
al la caga?
¿Y?
¿Se tratará, acaso del “puro malo”
peninsular, digo ibérico?
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38
¿Había dejado de existir?
¿Quién mató a Rosendo?
¿Qué hacer?
¿Cuál será, en efecto, el avo
aritmético, el tiempo (pasado)
que resucita del que resucita?
¿Habría?
¿Torturélo o no torturélo a ese
fulano?
¿Bailamos?
¿Qué le vamos a hacer
con una Bolivia antioceánica,
contra la Mafia que cobra cash?
¿Y si te gusta la pierna?
¿Qué me va a copar un logi?
¿Es antes el Deseo y después
el Sueño, o es primero el Sueño
y después el Deseo?
¿Tendré el valor de callarme
dentro de un par de líneas?
¿Pero en serio no tienen otro
lugar donde poner los ojos?
¿Por qué llamarle hedor?
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 ¿Por qué evitar la rima?
¿Amenazaba con la añagaza
amenazante de su silencio indefinido,
me creía indefenso?
¿Cómo decirlo?
¿Sería un harén particular?
¿A la amante del comisario?
¿Quería tomarlas por idiotas?
¿Convencerlas?
¿A esas dos cabreras?
¿Tampoco asistirían al bautismo
del primogénito de los Hote, que
nacería dentro de dos meses?
¿Y quién cuidaría de Yamán,
el perro ciego y moribundo, que
alarmaría a los habitantes de la casa
sembrando de vómitos la escalera
e impidiéndoles dormir con su tos
continua y —grande era la tentación
de afirmarlo— deliberada?
¿Te acordabas cómo llorabas?
¿Por qué vas a castigarme, y no sólo
a mí, sino también a la madre?
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40
¿Pero por qué el castigo,
el verdugeo infame?
¿Cómo explicar por ejemplo
(aunque nada que ver con el tema)
que en imprevisibles épocas del año,
los Tadeos, en grandes manadas, se
conviertan en anfibios feroces y su
piel se lo sirva para nada, y aparte,
ataquen a la población, la asedien,
hasta que las tropas especializadas
los exterminan con sus métodos
especiales?
¿Loco de atar o de atacar?
¿O de la afasia?
¿Llegaré a tenerla muy grande?
¿Pero qué importaba?
¿Habría recordado allí que
cuando niño inventó coplas infames
contra el que ahora tenía su
destino en sus manos?
¿Es usted el tendero?
¿Quiere que le cuente a mi hermano
que usted menosprecia las jerarquías
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 sociales hacia el punto de intentar
asesinarme con un martillo por una
inocente broma?
¿Vende usted cigarrillos y fósforos?
¿Y cómo no tener miedo,
si se estaba poniendo gagá?
¿Cómo, otra vez, un chiste
de jardín de infantes?
¿Qué tremenda si no había
pasado nada?
¿Qué te cuesta?
¿Qué puedo querer que
vos me hagas a mí?
¿Tendero?
¿De qué me hablás?
¿Y a vos qué te importa,
si lo único que te interesa es
encamarte, gil estéreo?
¿No te das cuenta que me muero?
¿No?
¿Por qué no intentaste rajar?
¿Tadeys?
¿Puede un padre probar sin dudas
42
42
su paternidad?
¿Recién lo comprendés?
¿Quién iba a pensarlo?
¿Sí, doctor?
¿Necesita algo más la señorita?
¿Vulgares putos?
¿Cada individuo un Estado?
¿Por qué a los dos, comandante?
¿Por qué a los dos todavía pregunta?
¿Qué le pasa a usted esta tarde?
¿Todavía no aprendiste a tratar
a una mujer?
¿Intentar un nuevo tratamiento?
¿Quién es?
¿Recuerda?
¿Cómo fue incapaz de advertirlo
desde el principio?
¿Sería el balde plástico femenino?
¿Pero por qué, en ese momento,
pensaba en los Tadeys?
¿Por qué Royte se la chupaba
a un mendigo revoloteado de piojos,
ayudándolo a inflarse —parecía
43
 mentira— de vanidad, ayuda que
empezaba soportando el maltrato,
acompañado de la entrega de su
cuerpo cuando el “señor”, “su Rey”
lo ordenara, para golpearlo o llenarlo
de guasca en el momento que tuviera
ganas su harapienta “majestad”?
¿Por qué no podía dejar de pensar?
¿Pero por qué?
¿Por qué pensaba tanto
en los Tadeys?
¿Qué te pasa, chiquita,
te da vergüenza?
¿Andás con muchas?
¿Te creés que me voy a casar
con vos porque me diste unos
mangos de más?
¿Qué querés, que te la presente?
¿Se habría casado?
¿Esa escena ya había pasado
o empezaba a ocurrir?
¿Por qué lo nombró?
¿Podemos?
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44
¿Para qué chupás si no sabés?
¿Usted fue el que me robó
el cráneo de Tadey?
¿Acaso no te divertiste bastante,
todavía?
¿Qué te creíste, gil, que te iba
a ratonear la sopera como
en la pieza de al lado?
¿Que ahora a vos te iba a tocar
la escena de amor como en la
habitación de al lado…?
¿Quién es este judío?
¿Quién te dice?
¿No le parece extraño?
¿De verdad es tan dulce?
¿Te parece que serías feliz
si lo que en este momento te
propones lo obtuvieras?
¿Quién puede negar ahora la bondad
de sus sentimientos?
¿Y qué le pasa a esta vaca?
¿Qué iba a hacer la pobre,
la pobre bestia?
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 ¿Tan terrible fue su pecado?
¿Qué o quién era eso?
¿Visión?
¿Y él aún permitía hablar
de sacrilegio?
¿Y por la versión gluteos?
¿Además se creía autorizado
para adjetivar inmundo?
¿Por qué estará triste la princesa?
¿Le impediría la azotaina que se
propinaría levantarse por la mañana
para elegir una Cruz y rezar?
¿A qué viene este invocar
su Nombre en vano?
¿Treinta fornidos Tadeys?
¿Qué importaba ya?
¿Todavía quedaría algo
del asado atlas?
¿Llegaría a Suecia muerto
de hambre?
¿Un lago?
¿No tenía el hábito?
¿Pero podía aquello tener algún final?
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¿De qué color era la piedra
del pecado?
¿Ano tenían o no tenían?
¿A no?
¿Tendrán vulva las mujeres?
¿Por el cul infanticidio?
¿Qué hacer?
¿Despenarlo, tal vez?
¿Sabes una cosa?
¿Qué pasó con el cura?
¿Y Maker?
¿Será cierto eso, me quieres,
a una descocada que se fuga
a Rumania?
¿Tan poco te respetas, mi monarca?
¿Qué tiene de malo ser una niña
que adora a su rey?
¿Verdad Danzel, verdad Obitur?
¿No tendrían algo de perro?
¿Nunca aprendería, tarado?
¿Más vanidad?
¿Desenterraría maker alguna vez?
¿Lo ayudaría alguien
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 (a des-enterrar, la papal maker)?
¿O justificándose también
por una simple cuestión
de diferencia de tamaños?
¿Precisamente él, el Padre Tamaño?
¿Tan complicado todo?
¿Porque era un niño o ya desde niño?
¿En la mañana de su vida
ya un “Buenas noches, culo”?
¿Qué hacés?
¿Pero cuándo y dónde?
¿Y dónde, dónde va a ser,
Cabeza maker de Gato?
¿Por qué?
¿No me entregaría
a cualquiera acaso?
¿Acaso no me convertiría en un
vulgar “Buenas noches, culo”
con tal de que me penetraran?
¿A qué jinete se le perdió el látigo?
¿El Gran Tadey no había muerto,
justamente por querer tragarse
una doble maker?
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¿Pero eso ahora importaba?
¿Entonces qué, es un milagro?
¿Por dónde cago?
¿Conocían ellas a la gente?
¿Habían comprendido?
¿Comprenden?
¿Pero qué?
¿Y si volviera puto?
¿Te das cuenta si vuelvo puto?
¿Sabes que el Rey de LacOmar
es puto?
¿Qué esperan?
¿Querés enterarte, Puro Culo?
¿Quién?
¿Para qué puede querer un vidrio
tamaño un Tadey y a cambio me diste
las piedras mitad y mitad que siempre
se necesitan para el frote tadear?
¿Al “ducaz” o al miembro viril?
¿No hay ningún lugar
para visitar hoy?
¿Qué crimen actual habrá
cometido el presente?
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 ¿Nada les evocaba Vietnam?
¿Fobia al cine?
¿Pero aquí el presente?
¿Aquí el presente?
¿Aquí el presente?
¿Nadie se atrevería a reírse?
¿Dónde. Entonces?
¿Aquí el presente?
¿Se graduó tu hijo, Nal?
¿Qué otra cosa era Nal que un
impotente nalgudo?
¿Puedo preguntarle, señor Nal,
qué es eso de nalguear?
¿Carterista invertido?
¿Para qué habré nacido?
¿Por qué el sabio loco
lo programó tan pacifico?
¿Amor mío?
¿O al final te creés que soy puto
en serio?
¿Qué marca de corpiño usás?
¿Y por qué?
¿Pero en qué lo hemos
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ofendido, hombre?
¿Eh?
¿Miento señor gerente general?
¿En serio iban a volverse putos?
¿Está borracho, drogado?
¿Es loco o le pica el culo?
¿Se había convertido
incomprensiblemente
en un enemigo?
¿Por qué, complicadísimo,
te aliaste a los criminales?
¿Qué pasa, tenés miedo
de que la mina no te espere?
¿Cómo no se le había ocurrido antes?
¿Quién, quién es el culpable
de esta catástrofe?
¿No me diga?
¿Pero acaso es lo mismo culón?
¿Deseaba algo el señor
gerente general?
¿pero por qué yo, con todo respeto,
Señor gerente general?
¿Y todavía tiene el descaro de
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 preguntarlo, como si a mis oídos
no hubiera llegado —y ahora me
obliga a expresarme de una manera
degradante para mi investidura—
que todos lo llaman en su propia
cara “culón” y “gordo puto” sin que
usted reaccione?
¿Usted cree, señor gerente?
¿Cómo, iba a preguntar,
también boxeador?
¿Qué mejor?
¿Actor?
¿Hacer teatro?
¿O ser criminales?
¿Otro “chiste”?
¿Policía sordo?
¿Sería también comisario?
¿No le queda familia en Japón?
¿Había estado enamorado de Jansky?
¿Qué se habrían dicho durante esas
discusiones rabiosas, uno en japonés,
otro en polaco?
¿También ahora era ridículo?
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¿Había amado a Jansky?
¿Acaso no me estás gastando
por el culo, ah, papito, papito, mame
mame dame dame? ¿Qué carajo me
importa mami?
¿No te dio guita?
¿O toxinas?
¿Se graduó tu hijo, nal?
¿O al final te creés en serio
que soy puto?
¿Era imbécil además de culón?
¿Sería culón?
¿O tarado y culón?
¿A vos te gustaría ser un gordo puto?
¿O un idiota?
¿No te gustaría éste?
¿En quién va a pensar sino
en esas nalgas de manteca?
¿Che, “pibe barulo”, te volviste sordo?
¿Ya estás en condiciones de atender?
¿Por quién me tomaste?
¿A tu propio hermano?
¿De qué me hablás, idiota?
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 ¿Qué olla popular?
¿No sabés que me estoy entrenando
para jugar en la sexta de Racing?
¿Y esto era la vida?
¿Esto era la vida?
¿Quéres jugar?
¿Quería hacerse a su propio primo?
¿Por qué?
¿Qué le vas a hacer gordo puto?
¿No me estarás acusando
de volverlo puto al culón?
¿Ahora querés que tu propio hijo
sea el “gordo lagrimita”?
¿Qué hacés gil?
¿Querés que te crezca más todavía?
¿Qué me decís del “gordo sonrisa”?
¿El “gordo sonrisa”?
¿Hasta cuándo recordaba,
recordaba como un estúpido?
¿Qué hacés aquí?
¿No fuiste a la panadería?
¿Por qué no te vas a jugar
con tus amigos?
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¿Cuál será la diferencia de la pija en
el culo del hombre
y en el de la mujer?
¿Es que no la iba a dejar
un minuto tranquila, nunca?
¿Por qué un gordo no acepta
el acoplamiento gordo/puto?
¿No te das cuenta que es una gilada
ensayar un penal contra un arco
vacío?
¿Cómo le decían a ese niño?
¿Sabés qué mina?
¿Por qué este relato no pudo concluir
con la expresión de éxtasis de pibe
Barulo r. A. cuando logró el milagro,
de atajar el venenoso penal
de su hermano?
¿Qué tiene que ver la concha
de cualquier madre —porque la
expresión vale para cualquier persona
minuciosa— con este rasgo de
carácter o con alguna particularidad
del genital femenino?
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 ¿Pero qué está pasando?
¿Me la querés dar. Querido?
¿Y cómo dejan trabajar a un puto
que levanta por la calle en la
embajada alemana?
¿Sabés?
¿Tenés mucha guita vos?
¿Sabés que sos un puto de mierda?
¿Te volviste loco pibe?
¿Sabés cuál es el único amor?
¿Pero cómo, pero cómo?
¿Te das cuenta?
¿En qué ferrocarril
te la vas a morfar vos?
¿Qué querés decir jugar
al teto, barto?
¿Cómo no te quedás a almorzar?
¿Qué era aquella casa?
¿Es que no te das cuenta?
¿Qué querés decir con
“cosas de hombre”?
¿Quién, gordo puto?
¿No traicionarás mi amor?
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¿Fue barto?
¿Sabés?
¿Qué pasó?
¿Te garchó o no te garchó?
¿Y quieres saber también inquisidor
sin alma todo lo que pasó
carnalmente?
¿Te das cuenta?
¿Por qué no relacionar la tendencia
a dramatizar, con la muerte en pocas
horas, Acelerada, de un padre. Donde
la cara-máscara de crema de Barulo y
sus cejas depiladas, incidían más que
él, que Noel y su violencia, en el
derrumbe final del viejo?
¿O no sos absolutamente
moderno, corazón mío?
¿Sabe?
¿Acaso usted no cuida
de que a sus hijos no se los cojan?
¿Así que vos te cojiste al pibe?
¿Pero estaba lindo el guacho, no?
¿Te lo hubieras jodido?
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 ¿Sabés?
¿No comisario?
¿Qué les costaba?
¿Vos también?
¿Querés?
¿Sos loco o te pica el culo?
¿Es loco o le pica el culo?
¿Cree que soy boludo?
¿Sos loco o te pica el culo?
¿Era loco o le picaba el culo?
¿Sos loco o te pica el culo?
¿Cómo lo hacía el hijo de puta?
¿Pero cómo lo hacía (la comedia
de escribir mal, de “ocupar el lugar”
de su personaje, el hijo de puta, de
fingir que conocía las costumbres
populares y de hablar como desde
adentro suyo, para peor luego de
un capítulo como el que lo precedía?
¿Acaso para crear un contraste y
repetir el estúpido chiste de culón?
¿Acaso, o tal vez, para decir que
el miedo, si bien pánico sería más
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exacto, a la historia que cuenta
lo lleva de las riendas hacia un
deliberado fracaso?
¿Y ahora, este párrafo?
¿No?
¿Qué gracia sabés hacer?
¿Cuántos soretes se comió Noel?
¿Qué les parece?
¿Meti-culoso?
¿Cómo uno va a tener vagina?
¿Hasta dónde estaría dispuesto
a tranzar con golde, el editor?
¿Me hacía entonces el desesperado?
¿Crees que voy a poder
comérmela toda?
¿Pero toda-toda, hasta la raíz
de tus globos terráqueos?
¿Qué será?
¿O su propia oferta?
¿Demanda u oferta a Carlos Cohen?
¿Qué hacer, si no, con ellos?
¿Sos?
¿Qué decir?
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 ¿Dónde estás, mi lindo Julián?
¿Nombres sin apellidos?
¿Ir al pie, entonces,
de la madre fálica?
¿De la rosa que engalana
y del clavel del aire?
¿Y qué pasa si me niego?
¿Cómo podemos conocer el infinito?
¿Quién sería el puto paciente?
¿Podría pasar 50 minutos
seguidos sin beber?
¿Qué pasa?
¿La vanguardia volvió por sus fueros,
en el caso que se diga fueros
y no Dos de Cafonia?
¿A qué negarlo?
¿Cae la noche?
¿Mentí (pero mentí tanto?) Cuando
quise abrir con unos amigos las
puertas del salón literario?
¿La euforia de la verdad?
¿Qué es complicado?
¿Qué te explico, yegua
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asquerosa, pura carnasa?
¿Losque?
¿Habrá, yo me pregunto,
alguna cosa que entiendan… bien?
¿El 4to b o el 6to c?
¿No saben lo que se pierden?
¿Me cago en el facho mola, en?
¿La radio de Sevilla, en?
¿La iglesia disoluta, en?
¿Los mil hijos de puta que apoyaron
al golpe –de estado– estado traidor?
¿Porque a qué temblar
y temblar tanto, sinó?
¿Es (un juego de palabras)?
¿Creen que la nada brotó
de la caloría hueca, huera, vacua,
de eso que contienen las botellas,
altamente llenas de graduación?
¿Pero cómo van las cosas?
¿Qué?
¿Pero qué menos?
¿Cómo vivir la propia vida
sin vivir la que nos haría felices?
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 ¿Por qué a ellos se los obliga ¿Dónde ah?
a hacer de parados? ¿Eso, eso era un hombre, no?
¿También esto? ¿Cuál es su hombre ideal?
¿Qué pasó? ¿Por no qué?
¿Por qué demoran tanto en llegar
los otros cuerpos?
¿Es mi vida?
¿Hay algo acaso mejor que el relato,
no subsiste acaso y vence a pesar
del Eliot camboyano y del negro
—tabaco rubio— río Congo?
¿Y cómo será escribir?
¿Ser o no ser?
¿Con la misma brutalidad conque?
¿Me pongo vaselina
o grasa de chancho?
¿Bebía mucho también en Europa?
¿Crees que podré comérmela toda?
¿Pero toda toda hasta el mar
de tus magníficas pelotas?
¿Qué afuera?
¿No?
¿No te lo dije, manusardo?

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 ¿Qué?

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 OSVALDO LAMBORGHINI
Las preguntas
completas
de Osvaldo

LAS PREGUNTAS COMPLETAS

Lamborghini

DANI ZELKO

MANIFESTOS SERIES FORRO 16.5 3.indd 7 29/08/16 20:15