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OBRAS DEL MISMO AUTOR

Cancionero Popular de Catamarca - i926.


Nuestra Poesía Popular - Apuntes para su estudio.
Publicado por la revista Humanidades de la Universidad de
La Plata. T. XV (Letras) * 1927, página 24l a 342. Bs. Aires.

Algunos aspectos de la Poesía Popular de


Catamarca, Salta y Jujuy - En Humanidades
T. XXI (Letras), páginas 195 a 232 - Bs. Aires, 1930.

Cancionero Popular de Jujuy - (En prensa)


Cancionero Popular de la Puma de Atacama
(En preparación)

Cancionero Popular de Tucumán - (En preparación)


UNIVERSIDAD NACIONAL
DE

TUCUMAN

Cancionero Popular
de Salta
RECOGIDO Y ANOTADO

POR

JUAN ALFONSO CARRIZO

BUENOS AIRES
X. BAIOCCO y Cía. - Editores
CENTENERA 4»9
MCMXXXIII
De esta obra se han impreso mil
ejemplares numerados de 1 a 1000.

m 0233

Es propiedad del autor y queda


hecho el depósito legal.
A LA M E M O R I A
DE MI ESPOSA INOLVIDABLE

ALICIA AURORA MÓNICO


ÍNDICE

Discurso Preliminar IX
Romances 1
Romancillos, rondas y rimas infantiles 15
Canciones históricas 27
Canciones religiosas 57
Declaraciones, finezas y juramentos 67
Penas, dolor, tristezas y amarguras 109
Celos, quejas y desavenencias 147
Desdén, desprecio y olvido 175
Despedidas 181
Ausencias, recuerdos y cartas 197
Sentenciosas y morales 215
Descriptivas y costumbres locales 241
Jocosas y festivas 251
Payadorescas 281
Adivinanzas 293
Matonescas 301
Cariño y penas filiales 311

COPLAS

Cariño y penas filiales 317


Piropos, declaraciones, juramentos y constancia 321
Penas, dolor, tristeza y amargura 367
Celos, quejas, desaveniencias y reconvenciones 407
Despedidas, ausencias, recuerdos y esperanzas 435
Desdén, desprecio, odio y olvido 445
Teoría y consejos amatorios 459
Fiestas, bailes, carnaval, nocherniegos y divertidos 469
De jugadores, guapos, camperos, soldados y presos 543
Payadorescas 563
Jocosas, satíricas y picarescas 577
Descriptivas y locales, de costumbres y de viajeros 625
Religiosas 647
Sentenciosas y morales 651
Históricas, patrióticas, políticas y tradicionales 665
Pareados 671
Vidalitas 683
Adivinanzas 685
Coplas quichuas de los Valles Calchaquíes 697
Coplas quichuas de las costas del Pasaje 701
Versos para cantar "chilenas" y "gatos" 703
CANCIONfrpr» POPULAR DE SALTA

DISCURSO PRELIMINAR

CAPITULO PRIMERO

Itinerario. — Descri^{¿n ¡biográfica y antecedentes históricos de los lugares


recorridos, a) l,a Capital y Valle de herma, b) Los Valles Cakhaquies.
c) La Frontera.

a) La capital y ei T«¡J<, d* Lorma. - La provincia de Salta está situada al


norte del país, ocupa una superficie de 126.577 kilómetros cuadrados y está poblada
por 177.924 habitantes ( 1 ) .
El suelo de Salta ofrece tres regiones bien definidas desde el punto de vista
étnico y geográfico: el Valle de Lerma al centro, los Valles Calchaquíes al Oeste
y la zona de los bosques, al naciente.
El valle de Salta, dicho comúnmente de Lerma, estuvo poblado sucesivamente
por distintas razas de indios, según Boman; primeramente por hombres de raza
tupí-guaraní, venidos de las selvas orientales, quizás del Brasil; después por dia-
guitas y por último, poco antes de la conquista, por lules sedentarios, pertenecien-
tes a la misma familia de los lules nómades y belicosos ( 2 ) .
La ciudad de Salta fué fundada por el gobernador del Tucumán, Hernando de
Lerma, el 16 de Abril de 1582, con el nombre de Ciudad de Lerma, en el valle de
Salta, Provincia del Tucumán.
La actual capital de Salta era en sus comienzos un fuerte defendido por al-
gunos soldados, pero como en su jurisdicción entraban tierras fértiles y estaba rela-
tivamente próxima a las ciudades del Alto y Bajo Perú, que necesitaban sus produc-
tos, su prosperidad era segura. Antes de la fundación de San Salvador de Jujuy,
realizada en 1593, Salta contaba con un solo camino a Lima, el del despoblado,
por los salares de Casavindo, señalado por el oidor de la Audiencia de Charcas, li-
cenciado Juan de Matienzo, en Enero de 1566, pero al fundarse aquella disponía
de dos rutas seguras ( 3 ) .
La fundación de Salta marca el principio de la colonización española del Valle
de Lerma. De entonces datan las primeras mercedes y encomiendas de indios otor-
gadas a los fundadores, los cuales en el curso de los siglos XVII y XVIII consa-
graron a la agricultura y a la ganadería estas fértiles tierras.
Las villas de Rosario, Chicoana, La Viña, Guachipas y Cerrillos, deben haber

(1) Datos tomados de la Reviéta Económica N? de Agosto de 1932.


(2) Eric Boman: Antiquités de la región Andine ( T . 1, P á g . 318).
(3) Víde: ''Carta a S. M. del Oidor de los Charcas, licenciado Juan de Matienzo", en Relaciones
Geográficas de India8, Publicadas por Marcos Jiménez de la Espada. T. 29 apéndice III, pág. XLI,
ejemplar de la Biblioteca de la Facultad de Filosofía y Letras de Buenos Aires. Al mismo itinerario
lo trae Matienzo en su libro Gobierno del Perú, Segunda parte. Capítulo 159. Reimpresión hecha por la
Sección de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras. 1910.
X

sido en su origen, haciendas de encomenderos o propietarios enriquecidos con el en-


gorde y venta de muías al Alto y Bajo Perú, de que habla Concolorcorvo en su
libro de 1773.
El comercio de muías y en general el intercambio mercantil entre el Perú y
las colonias del Tucumán, no es ajeno al tema de este libro porque señala una gran
vía de introducción de poesías populares españolas, bolivianas, peruanas y ecuato-
rianas a esta provincia de Salta y muy en especial a la ciudad y Valle de Lerma.
Aunque este tráfico se había iniciado ya según afirma Levillier, en 1559, con
la fundación de Córdoba de Calchaquí (1), Salta no llegó a su enriquecimiento sino
en el siglo XVIII, por eso nos vaiuos a referir con mayor detenimiento al comercio
de esta centuria.
'El principal comercio de esta ciudad y su jurisdicción — escribe Concolor-
corvo — consiste en las utilidades que reportan en la invernada de las muías, por
lo que toca a los dueños de potreros, y respecto de los comerciantes, en las compras
particulares que cada uno hace y habitación de su salida para el Perú en la Gran
Feria que se abre por el mes de Febrero y dura todo Marzo, y esta es la asamblea
mayor de muías que hay en todo el mundo, porque en el valle de Lerma pegado a la
ciudad se juntan en número de sesenta mil y más de cuatro mil caballos" (2).
El siglo XVIII fué el del florecimiento de Salta; fuertes compañías mercanti-
les tenían asiento en la ciudad, que rivalizaba en sociabilidad, habitantes, cultura
y adelantos edilicios con Córdoba y hasta con Buenos Aires (3).
El salteño de esta época fué a la vez estanciero, criador de ganado mayor, hom-
bre de ciudad y comerciante. Hoy estaba apartando ganado, mañana en una ter-
tulia en la ciudad comentando los sucesos de Lima o de la corte española y pa-
sado, en viaje por las planicies de la Puna o por la Quebrada de Humahuaca, con
miles de mulares, para regresar a los cuatro o seis meses con productos de Castilla.
La ciudad vivía más al tanto de los sucesos del Perú que de los ocurridos en
el puerto de Buenos Aires, las costumbres de la sociedad salteña eran las de Lima
y las noticias del mundo europeo le llegaban por allí.
Los trajes, las telas finas, la platería, las porcelanas, el moblaje de los sáltenos
linajudos y su abolengo eran de Castilla, de Trujillo y de Lima, traídos desde esta
última a lomo de muía (4).
Las casas de la ciudad eran de arquitectura colonial, tenían fachadas de estilo
barroco y grandes comodidades, algunas lucían escudos de armas nobiliarios; las
de campo, según se ve todavía en las villas, eran mansiones señoriales, hechas a
todo costo. He visto en las capillas privadas de algunas salas, donde se oficiaba
misa y se doctrinaba a la servidumbre, artísticos retablos construidos en madera
tallada. Los templos eran suntuosos y lucían obras de arte; por las calles empedra-
das a fines del siglo XVIII, veíanse coches de sopanda y lujosas literas.
Salta era una ciudad europea y tenía los refinamientos de Lima. Las biblio-
tecas privadas eran ricas, poseían obras de literatura, historia y jurisprudencia de
la época, no solamente en español sino en latín, inglés y francés (5).
Después de este ligero vistazo dado a la historia de la capital salteña se com-
prenderá fácilmente que esta ciudad y el Valle de Lerma, estrechamente vinculado
a ella, pudieron prohijar la poesía lírica popular de la España del siglo XVI.
Cuando recorrí la ciudad de Salta y parte del Valle de Lerma en la segunda
mitad del año 1928, recogí mil quinientos cantares populares; después, en 1930,
hice la búsqueda en Guachipas y reuní un total de dos mil piezas para la Capital
y Valle de Lerma.

(1) Roberto Levillier: Nueva Crónica de la conquista del Tucumán, T. 11 pág. 215 (edición
Madrid 1926).
(2) Concolorcorvo; El Lazarillo de Ciegos Caminantes, publicado por la Junta de Historia y
Numismática Americana (1908) Pag. 89.
(3) Dr. Afcerto Alvares Tomayo: Salta en el siglo XVIII, folleto publicado en Salta, en 1921.
Dr. Bernardo Frías: Historia del General Dn. Martin Güemes y de la Provincia de Salta, de
1810 a 1832.. T. lv capítulo 2?.
(4) Frías: Historia de Güemes. T. 19 pág. 68.
(6) Ver Frías: Historia de Güemes. T. 1» Pégs. 121 y 122.
XI

Los cantos populares de esta región y en especial las coplas que citan nombres
geográficos, revelan el conocimiento que los sáltenos tenían de las ciudades y pue-
blos de Bolivia y Perú, como consecuencia del comercio con aquellos países, que
finalizó en el último tercio del siglo XIX cuando los ferrocarriles reemplazaron a
los históricos medios de transporte, he aquí algunos de ellos:

Cuando me fui a Guanchaca He robado a una cholita,


Compré un zorrino, De su pecho el corazón.
Con espuelas de plata,
Poncho merino. Si mis brazos fueran largos
Como timón de navio,
De Lima más adelante, Cafayate sería nada,
Donde le llaman tristeza, Todo Lima sería mío.
De ahí t' hi mandar una caria
Pa que veas mi firmeza. Mañana me voy pa Lima,
Y a la ciudad de La Paz,
De Lima más adelante¡ Con un mosquito de arriero
Al pie de una serranía, Y un sapo de capataz.
Me hallé de penas rodgado
Donde consuelo no había. Una gallina clueca
Se fué pa Lima,
De Lima más para arriba, Con veinticinco pollos
Donde llaman Ecuador, De mi gallina.
Allí me dicen que viví;
La prenda del corazón. ¡Vamos pa Lima!
Allá es mejor,
Desde Lima traigo faina No hay Juez de Letras
De buenmozo y buen Indrón, Ni Corregidor.

De Lima, como he dicho, vinieron a Salta desde los primeros días de la Colonia
juntamente con las mercaderías generales, gran parte de los cantos españoles que
hallé en esta ciudad y en el Valle de Lerma; en cambio, la corriente de influencia
hispánica venida del puerto de Buenos Aires a Salta, fué posterior a la peruana.
No he hallado en Salta ningún relato que nos pudiera dar luces de cómo lle-
garon los cantos españoles a esta región de América, es decir si fué una introduc-
ción puramente oral o si llegaron por tradición escrita. Yo supongo que los cantos
populares fueron introducidos por vía oral, excepción hecha de aquellas glosas de
poesía ascética y conventual que debieron ser traídas por los misioneros en libros
o en pliegos sueltos.
Esta poesía popular española venida en alas del canto o en cuadernillos im-
presos o manuscritos u en otras formas, se ha conservado en la ciudad y en el
Valle de Lerma conjuntamente con la poesía de origen local casi sin variantes o
con modificaciones que no la desvirtúan, según se verá en las notas respectivas.
En los cantares de esta región se tratan los mismos temas de la poesía po-
pular española y los que parecen de origen local no desmerecen de aquélla. En los
casos en que el pueblo ha modificado los versos, cambiando palabras, no ha alte-
rado, como dije, el sentido, tal se ve en estas tres coplas que tomo al azar.

Formas salteñas:
Ejemplo 1.° ¡Qué pena, Señor, qué pena!
Todo es pena para mí;
Forma española: Ayer penaba por verte,
Hoy peno porque te vi.
La pena y la que no es pena,
Todas las penas se acaban,
Todo es pena para mí,
Las mías no tienen fin;
Ayer penaba por verte, Ayer penaba por verte,
Hoy peno porque te vi. — R. M. 5097. Hoy peno porque te vi.
XII

Ejemplo 2.° Ejemplo 3.°

Formas españolas: Forma española:


¡Ven, muerte, tan escondida, Nada de esta vida dura,
Que no te sienta conmigo! Fenecen bienes y males,
Porque el gozo de contigo
No me torne a dar la vida (1). Y a todos nos hace iguales
Una triste sepultura (3).
¡Ven, muerte, tan escondida
Que no te sienta venir!
Porque el placer del morir Forma salteña:
No me vuelva a dar la vida (2).
Nada de esta vida dura,
Forma salteña: Fallecen bienes y males,
¡Ven, muerte, tan escondida Una triste sepultura
Que no te sienta venir! A todos nos cubre iguales.
Porque el placer de morir
No me torne a dar la vida.

No me fué posible determinar con precisión de fecha la antigüedad de los can-


tos populares hallados en la ciudad y en el Valle. Los más viejos parecen ser de
origen español, pero éstos pueden haber venido a Salta en este siglo o en la se-
gunda mitad del anterior. Entre los de probable origen americano los más anti-
guos son los hallados en un cuadernillo manuscrito, de Don Miguel Otero, que se
remonta a principios de la centuria pasada.
En el grupo de las canciones históricas, la más vieja es la que lleva el N* 47,
data de 1814.
En esta región no hay cantares indígenas, porque el aborigen ha desaparecido
por completo; sin embargo, siempre es posible hallar algún cantar quichua, traído
por los bolivianos que se establecen en la ciudad y las villas cercanas. En casi
todas las villas del Valle de Lerma hay guitarreros de profesión; el repertorio de
ellos consiste principalmente en coplas para acompañar los bailes favoritos: "ga-
tos", "chacareras" y "chilenas"; son contados los que saben décimas para dar sere-
natas o gallos. El uso de los grafófonos y victrolas que traen tonadas y letras nue-
vas del gusto de Buenos Aires, va haciendo desaparecer en el Valle de Lerma y
en especial en la ciudad de Salta, los cantos populares antiguos que enriquecían el
acervo tradicional; hoy es difícil hallar guitarreros que canten las glosas y déci-
mas de esta antología.
Los romances, la mayoría de las glosas y décimas de esta parte de Salta, las
oí a viejos guitarreros que ya habían hecho dejación del canto. Don Tristán Pérez,
de Cerrillos, hombre de 62 años, a quien debo diez composiciones de éstas, fué gui-
tarrero en su mocedad; Don Simeón Soto, de La Viña, que me dictó veinte glosas,
también fué guitarrero; tenía 91 años y hacía cuarenta que no tocaba la guitarra.
En las notas a los romances, glosas o décimas van citadas las personas que
me dictaron cada pieza y allí se verá cuan pocas se deben a los actuales guita-
rreros. Muchas personas de la sociedad salteña me dictaron de memoria canciones
históricas, sentenciosas y amatorias; recuerdo que Don José Antonio Aráoz y Don
C. Arias Ceballos, ya fallecidos, fueron los primeros colaboradores de esta obra.
Probablemente los cantos que sabía el pueblo bajo fueron enseñados por señores
de la ciudad para divertirse en los bailes que organizaban en las villas cercanas,

(1) Comendador Escrivá: Antología de Poeta» Úricos castellanos, de M. Menéndez y Pelayo. T.


IX. Pág. 61.
(2) Está glosada por Lope de Vega: Cancionero v Romancero Sagrados, (Biblioteca de Kiva-
daneira). T. 35 N» 848. Cervantes la trae en el capítulo XXXVIII de la segunda parte del Quijote.
(3) Romancero i/ Cancionero Sagrados, Pág. 392.
XIII

pues no he hallado entic i» 6 ™ u Uc i» campaña ningún versificador y ni siquiera


memorias de que hubiese existido alguno.
Como la ciudad de Salta y el Valle de Lerma han sido teatro de las luchas
por la libertad del país, entre los criollos y los españoles, en la segunda década
del siglo pasado, el pueblo que las presenció hizo trovas alusivas que se han perdido
con el correr de los tiempos. El Dr. Bernardo Frías, que felizmente vivió los pri-
meros años de su vida en medio de una sociedad salteña heredera inmediata de
aquella otra que presenció la guerra de la independencia, nos da noticias de la
vitalidad de la poesía en medio de ese ambiente de intranquilidad y zozobra: "La
poesía anónima reemplazó a la prensa y en forma de décimas o redondillas solas
unas veces; formando cadenas de estrofas otras; en endecasílabos muchas veces y en
sonetos que tocaron la corrección clásica, que componían las plumas ilustradas, con-
densaba el poeta en ella el crimen, el error, los desbarros, la inmoralidad, del go-
bierno; o ya hacía resonar en expresión enérgica y varonil, el aplauso a la vícti-
ma que caía bajo el hacha de la injusticia o a la acción noble y liberal del ma-
gistrado honrado. Expresada la crítica o el apostrofe en esa forma medida, gráfica,
de tan fácil impresión en la memoria, la audaz idea corría de lengua en lengua,
de secreto en secreto, hasta hacerse popular y convertirse en pensamiento público
conocido de todos y por todos repetido, formando, así, el criterio de la opinión pú-
blica, de manera parecida a lo que según es fama, los pueblos del antiguo oriente,
los pueblos griegos, recibieron, relataron y transmitieron en sus rapsodias los poe-
mas de Homero, que constituían la historia de" famosos acontecimientos. Los poetas
han sido siempre y a su modo, útiles y provechosos a los pueblos.

Este original e ingeniosísimo sistema, se conservó y se practicó por muchísimo


tiempo. La revolución inspiró los versos, como los denominaban entonces, en co-
piosidad igual a la lluvia del cielo; con ellos levantaron el ánimo y el entusiasmo
de los guerreros; los cantaban los gauchos y los soldados en sus campamentos; las
mujeres y las niñas aristocráticas en sus fiestas o como la música de sus labores
y las damas exaltadas lo recitaban en la reuniones y los componían hasta los sacer-
dotes más virtuosos y graves. Tristán, Pezuela por los patriotas; Güemes, Gorriti,
Arenales, Alvarado por sus adversarios locales; Lavalle por los unitarios persegui-
dos; Rosas como tirano cruel y sanguinario, fueron los blancos más famosos de sus
dardo satíricos, de sus entusiasmos cívicos o de sus patrióticas imprecaciones.
El numen poético fué generoso así en la ribera del Plata como en los valles
y montañas de Salta, cuyo cielo claro y alegre, pintado por el sol y las nubes,
tanta semejanza lleva con el cielo griego. La carencia de elementos, como la im-
prenta, alejaron de su suelo toda empresa de mérito poético; pero algunas raras
piezas conservadas y el estilo tan elegante y tan correcto y bello que se descubre
a cada paso en los escritos sueltos de sus hijos de entonces, prueban la pureza y
la altura de perfección a que había llegado su buen gusto literario. Las musas to-
maron el arpa del amor y de la sátira: el sentimiento y la gracia campearon res-
pectivamente en ellas, y la música y el canto a que era tan inclinada la población,
aún en la clase rústica, hermanaron hasta la vulgaridad ambas artes. La vidalita,
cantada de a caballo o al calor del vivac del campamento en las horas calladas de
la noche; la letra también compuesta en metro menor, y consagrada entonces con
predilección al amor y más tarde a la patria, tañendo la guitarra, completaban la
fisonomía moral del hombre de aquellos días, más singularmente del gaucho del
Norte, decente o plebeyo, que representaba, más que ninguno, el tipo de un espí-
ritu guerrero, heroico, generoso y amante" (1).
Salta fué la primera ciudad argentina que cantó a la patria naciente; el 16
de Octubre de 1810 cuando llegó a esta capital el Dr. Juan José Castelli, miembro

(1) Fría»: Hittoria de Giieme». T. 19 Pág. 181.


XIV

de la Junta de Mayo, encabezando al ejército libertador, las damas de la sociedad


salteña lo saludaron con esta letrilla:
En festivos ecos
Resuena la voz:
Que viva la patria,
Muera el que es traidor.

Cese ya el influjo A nosotros toca


Del hado feroz, La dominación,
Que cubrió al patricio: De cuanto en sí encierra
De luto y horror: La indiana nación.
Y con un esfuerzo Y sólo ella cause
Que inspire el honor, La dulce emoción,
Diga embravecido Con que siempre clame
Con marcial ardor: Vuestro corazón:
Que viva la patria, Que viva la patria,
Muera el que es traidor. Muera el que es traidor.

Fieles compatriotas Y todos unidos


Dilatad la acción De igual sensación,
De aumentar los timbres Hagamos se explique
A vuestro valor: Nuestro corazón;
Belona os ayuda, Haciendo que suene
Marte os da valor: La etérea región,
Y os infunde aliento Con el suave acento
Numen superior. De la aclamación:
Que viva la patria, Que viva la patria,
Muera el que es traidor. Muera el que es traidor (1).
Buenos Aires cantó a la patria con posterioridad; el 25 de Octubre aparecieron
(en "La Gaceta") los versos patrióticos de Eusebio Valdenegro y Leal, y el 15 de
Noviembre, la letrilla del inspirado poeta Esteban de Luca, que empieza así:
Sudamericanos, Y a sus caros hijos
Mirad ya lucir Convoca a la lid;
De la dulce patria
La aurora feliz. A la lid tremenda
Que va a destruir
La América toda A cuantos tiranos
Se conmueve al fin, La osan oprimir (2).
A Buenos Aires le siguió Chuquisaca, hoy Sucre (Bolivia), que recibió al Dr.
Castelli el 27 de Diciembre de 1810 con otra letrilla, una de cuyas cuartetas fué
esta:
Conseguir la libertad,
Es gran fortuna en lo humano,
Pero, por ser de tu mano,
Es mayor felicidad (3).
Las coplas estaban en boga en aquellos años. En la batalla de Tucumán, el 24
de Septiembre de 1812, el oficial de nuestro ejército, Dn. Juan Ramón Balcarce, que

(1) Esta letrilla apareció publicada en "La Gaceta" de Buenos Aires, el 15 de Noviembre de
1810. El estribillo: "Que viva la patria, muera el Que es traidor" se refiere al General José Manuel
Goyeneche, natural de Arequipa ( P e r ú ) , nacido en 1775 y muerto en 1846. Fué traidor, porque
luchó contra los americanos. El Dr. Vicente López y Planes lo trata de vil, pues a Goyeneche y a
Tristán se refiere el verso del Himno NacionaU que dice:
A vosotros se atreve argentinos
El orgullo del vü invasor.
(2) También apareció en "La Gaceta" de Buenos Aires el 15 de Noviembre de 1810.
(S) El Dr. F r i a s : Historia de Güemes. T. 29. P i e . 178; la tomó de Noticias Históricas de Nú-
ñez (Págr. 275).
XV

persiguió algún trecho a i 0 s realistas, mostró al General Belgrano como trofeo de su


batida, un puñal del jefe enemigo, Dn. José Mariano Peralta, que tenía esta ins-
cripción :
De Peralta el regimiento,
Y este bien templado acero,
Sostuvo el Desaguadero,
Y dio la Amiraya escarmiento (1).
Vencido Tristán en Tucumán, se replegó a Salta con su ejército y aunque hizo
todo lo posible por ocultar su derrota, los patriotas llegaron a saberla y entonces
corría de boca en boca, en la ciudad, esta coplita:
Es tan valiente Tristán,
Que anda sumiendo la cola,
Se volvió de Tucumán,
Rodando como la bola (2).

Cuando Belgrano hizo jurar a la tropa que defenderían, la bandera celeste y


blanca, en la margen izquierda del río Pasaje (desde entonces Juramento), el 13 de
Febrero de 1813, una coplita grabada en un árbol, perpetuó por algún tiempo tan
memorable acontecimiento. En efecto, cuenta el Coronel Lorenzo Lugones, que "A
distancia de cien pasos del paso del río, sobre la ribera que gira al oeste, a la altu-
ra de un notable barranco, había un árbol que por su magnitud se distinguía sobre
todos los de sus cercanías; limpiando una parte de su corteza, hacia media altura
de un hombre, en medio de un círculo de palma y laurel, dibujado en el tronco del
árbol se grabó una inscripción que decía: Río del Juramento, y más abajo la si-
guiente estrofa:
Triunfaréis de los tiranos,
Y a la patria daréis gloria,
Si, fieles americanos,
Juráis obtener victoria (3).

Llegó Belgrano a Salta, obtuvo el triunfo del 20 de Febrero y el enemigo, des-


pués de jurar que no tomaría las armas contra los defensores de la libertad, em-
prendió la retirada. En esa oportunidad, los patriotas, descubrieron una carta en-
viada a Tristán por su primo hermano, Goyeneche, en la cual le pedía hiciera
cambiar la vaina a un sable que le mandaba. "Con este motivo, — dice el Dr. Ángel
Justiniano Carranza, citado por el Dr. Zeballos", —los patriotas compusieron los
chispeantes versos que siguen:

Ahí, te mando, primo, el sable Cada jefe testimonio,


No va como yo quisiera; Dio de ser un adalid,
Del Tucumán es la vaina, Díaz Vélez, más que el Cid;
Y de Salta la contera. Rodríguez como un demonio;
Aráoz por patrimonio,
Cercado de desventuras, Tiene la índole guerrera;
Desdichas y desaciertos, De Figueroa a carrera,
No distingo sino muertos; Me libré sino me mata.
No veo sino amarguras. Estoy ya de mala data;
Los hijos de estas llanuras, No va como yo quisiera.
Tienen valor admirable;
Belgrano, grande y afable; Forest, Superi y Dorrego,
A mí me ha juramentado; Pedriel, Alvarez y Pico,
Y, pues todo está acabado, Zelaya en laureles rico,
Ahí te mando, primo, el sable. Y Balcarce brotan fuego;

(1) Memorias Postumas del General Paz. T. 1». Pág. 82.


(2) Frías: Historia de Güemes. T. 2», Pág. 690.
(8) Recuerdos Históricos, del coronel Lorenzo Lugones. (2* edición, Buenos Aires 1888) pág. 46.
XVI

Arévalo de ira ciego, Que es de Tucumán la vaina,


En sus ardores no amaina; ¥ de Salta la contera.
Me han cebado una polaina
Los tales oficialitos; Post-Data
Y cantan estos malditos:
Del Tucumán es la vaina. Aseguran por muy cierto,
Que a Goyeneche, Tristán,
Por fin ese regimiento, Con un soldado alemán,
Llamado número Uno, Esto escribió medio muerto;
Con un valor importuno, Que aquel tuvo a desacierto,
Me ha dado duro escarmiento; Haberse juramentado,
Y es tanto mi sentimiento, Por lo cual, desesperado,
Que yo existir no quisiera, Dijo al verse sin arrimo;
Pues la fama vocinglera, Maldito sea mi primo,
Publicará hasta Lovaina, Y el padre que lo ha engendrado (1).
Perdonará el lector que en mi afán de historiar las coplas de aquellos tiempos,
salga de Salta y acompañe a Belgrano al Alto Perú, porque así como andaban las
mamitas tras de los ejércitos para hacer el rancho a sus esposos o parientes, así de-
bemos andar los buscadores de tradiciones para hacer nuestro acopio y salvar del
olvido lo que sabe el pueblo, y ya que de comida hablamos, de comida y de la más
criolla de todas, del charqui, tratará la copla. Después del desastre de Vilcapugio,
cuando nuestro ejército se replegó a Macha, tras de su jefe, a quien le juraron
aún en el infortunio: morir a su lado, recuerda el Coronel Lugones: "Entre las re-
mesas de abastos que nos hicieron en Potosí y Chuquisaca, se encontró una porción
considerable de chalonas y charques podridos, que los rancheros no podían hacer uso
sino a costa de mucho trabajo, entresacando lo mejor y despreciando la mayor par-
t e ; sin embargo, el general mandaba repartir esos charques, un día sí, y otro no,
hasta que se acabase la mala provisión. Los soldados del ejército que habían dado
tantas muestras de subordinación y disciplina, no eran capaces de molestar a su
general con ningún reclamo, tan sólo por haber pasado un día o dos sin comer. Los
discípulos de Belgrano eran soldados a toda prueba y seguían su ejemplo con he-
roica emulación.
El día que se recibía en el rancho esas raciones intomables, pasaba por chiste,
y los soldados de la Patria, tan contentos con el charque podrido, como con la carne
fresca, le cantaban a Belgrano la siguiente coplilla:
Cielito, cielo que sí,
Cielito del puente Márquez;
No andes pintando... /chupa 1,
Que están podridos tus charpe3 (2).
Pasadas las guerras de la Independencia o "guerras por la libertad", como di-
cen aún los viejos paisanos de Salta, se olvidaron los cantares patrióticos en la tra-
(1) Cancionero Popular, del Dr Estanislao S. Zeballos. Pág. 154.
El Sr. Leopoldo Lugones en su libro: "La Guerra Gaucha" (Edic. Buenos Aires, 1906. Pág. 109)
también trae esta glosa, pero trunca, le falta la Post-Data.
(2) El coronel Lugones: (Obr. Cit. Pág. 70), cita la copla a s i :
''Cielito, cielo que si,
Cielito del puente de Márquez;
No andes pintando chupa,
Que están podridos tus charques.
Yo he suprimido la de del segundo verso y he puesto los puntos suspensivos en el tercero porque
creo que así debe haber sido en su origen esta copla. La de aumenta una sílaba y los cantores popu-
lares miden bien sus versos.
Probablemente el autor de esta coplita fué del Litoral, quizás de Buenos Aires, porque en esta
provincia hay un lugar con el nombre de Puente de Márquez, adonde Rozas venció a Lavalle el 26
de Abril de 1829. Chupa o "chupa verde" era uno de los tantos apodos que tenía Belgrano; veamos
lo que dice el coronel Lugones a este respecto:
"Ya he dicho que los soldados del ejército tenían el gusto de (como por demostración de afecto)
llamarle al general Belgrano por los renombres que ellos sabían aplicarle a su capricho; cuando el
ejército marchaba de Potosí a Vilcapugio, eli general llevaba un uniforme de campaña todo verde,
pantalón y pelliza con guarniciones de piel de mono, tan luego que los soldados le vieron en ese
traje, se les ocurrió llamarle chupa verde. En la derrota de Vilcapugio el General había quedado en-
teramente desequipado, sin más que lo encapellado y su capotón a la g r u p a ; de Chuquisaca se le
mandó un vestido todo azul, pantalón y casaca de faldones cortos, con solapas coloradas; la vez
primera que el General se dejó ver con este uniforme, los soldados le pusieron el nombre de "Blan-
dengue viejo de la guardia de Chascomúé".
Chupa, quiere decir cola, rabo, en Quichua (Grimm).
XVII

dición oral, a tal punto que hoy solamente he hallado dos, uno con que seguramente
se estimulaban los soldados en las largas noches de vela en los campamentos (N» 47)
y otro que refleja la filosofía gaucha sobre los sinsabores que trajo la guerra para
la clases populares ( N ' 48).
De Güemes, el pueblo no recuerda nada y ninguna poesía popular sobre él ha
hallado en las crónicas de la época, a no ser aquellos dos versitos que trae Dña.
Juana Manuela Gorriti, en Páginas Literarias:
¿Dónde estás, astro del cielo?
¿Quién tu carrera cortó? (1).
En la tradición oral salteña y muy en especial en la ciudad y valle de Lerma
hay una pieza literaria que el pueblo conserva con mucho respeto, es la oración a la
Virgen del Milagro, que se venera en la catedral.
El autor de la Novena del Señor y de la Virgen del Milagro, a la que pertenece
esta composición, fué el Dr. Francisco Javier Fernández, quien, la hizo en 1760,
esto es, a los sesenta y ocho años de acaecidos los temblores que pusieron en peligro
la ciudad de Salta y destruyeron algunos edificios de Esteco (2).
La poesía corre impresa en la Novena, pero por tratarse de una composición que
se ha popularizado como ninguna otra, la reproduzco:

Dios te salve, Madre, Ya el castigo estaba


Reina de los Cielos, Sobre nuestros yerros.
Esperanza nuestra, Mas lo detuvieron,
Refugio y consuelo. Tus piadosos ruegos.

Coro 5
Virgen del Milagro, Al pié del sagrario,
Gloria de este pueblo, Allí intercediendo,
En quien siempre hallan, El perdón pediste,
Todos su remedio. De nuestros excesos.

3 6
Si son nuestras culpas, Mudando colores,
Muchas en extremo, Tu semblante bello,
Tus misericordias, A entender nos dio,
Son más con exceso. Tu pena y consuelo.
(1) Juana M. Gorriti. P á t . 1S6.
Confieso que me ha causado extrañeza no hallar en el pueblo de Salta ningún canto que recordara
a Güemes, habiendo sido este hombre, el alma de la defensa del país contra los avances de los españoles
por el norte y sobre todo habiendo militado tanto entre la gente del pueblo.
Su biógrafo, el Dr. Frías, que tan minucioso se muestra en relatarnos la vida de la sociedad en
cuyo seno vivió el héroe, no nos da noticias de canto alguno en su loor, o en su contra.
Es cierto que el temor que inspira un gobernante puede influir en el ánimo de los cantores para
hacer callar su lira, pero el caso de Güemes no es ese, él no fué un tirano ni un déspota a la ma-
nera de Facundo, a quien no obstante le cantaron versos en su contra, fué un gobernante enérgico,
un militar exigente, es cierto, pero fué también un hombre a quien el pueblo de Salta, más de una
vez, lo ha aclamado frenético y a quien sus soldados querían hasta la abnegación.
El tiempo que cambia a las sociedades, que lleva la mira de los hombres hacia nuevos horizon-
tes es, indudablemente, el que ha hecho olvidar los cantares populares a Güemes.
El Dr. Joaquín Carrillo, en s u : Historia Civil de Jujity, trae un soneto satírico a Güemes, com-
puesto por a&ún mal poeta culto jujeño o salteño, afectado quizás por las medidas militares tomadas
por el jefe de la defensa del norte:
"He aquí una de tantas satíricas, que describe, en cierto modo, el carácter del héroe; que se
ha conservado con otras, entre papeles de esa época":
SONETO contar la historia con acento grave,
A LAS PROEZAS MILITARES DE GÜEMES ^ T S g'ran ' p o r n ^ y o T " & ' - v S n t °
, - . , . , - . . Cartajinés Aníbal? ¿O es el brabo
¿Que singular guerrero fremebundo desfacedor de entuertos ? Cabalmente;
Es este, cuya fama ya no cabe e l m i s m í s i m o &t de p u n t a a cabo
En todo el globo, ni hai quien no le alabe, , va full mentiroso,
Por el primero i UBICO en el mundo? todo ^ - u n t o ¡ ainda . Gangoso.
iEs aquel gran Alejandro, aquel profundo »»••».
político i soldado, de quien sabe Carrillo: Obra cit. Pág. 218 - Nota 2.
(2) P. Julián Toscano: Historia de las imágenes del Señor del Milagro y N. Señora la Virgen
del Milagro, Que se venera en la catedral de Salta. Buenos Aires, 1901. Pág. 312
XVIII

7 10
Empeñada estabas, Confundirte quiso
Y echasteis el resto, El dragón soberbio,
Para que el castigo, Pero con tu planta,
No tuviese efecto. Le quebraste el cuello.

8 11
Perdona, decías, Haz, madre y señora,
Mi Dios, a este pueblo, Que todos logremos,
Sino la corona El fruto después
De Reina aquí os dejo. De aqueste destierro.

9 12
Yo por fiadora, En esta novena,
Salgo en este empeño, Que humildes hacemos,
Y de mi cuenta corre, Nuestra petición,
No más ofenderos. Por tu amor logremos (1).

6) Los Valles Ccdchaquíes. — En Junio de 1930, después de haber recorrido por


segunda vez la Capital con sus alrededores y los departamentos que se extienden
al sud de ésta, en el Valle de Lerma, me dirigí a los Valles Calchaquíes; atravesé
para ello la quebrada de Escoipe y las cumbres de la Apacheta, cuyos cerros re-
cuerda esta copla lugareña:
Mama se llama Apacheta,
Y mi padre Cerro Negro,
Yo me llamo Cachipampa,
Mi apellido es Hervidero.

Al enfrentar el Maleante, el paisano que me acompañaba, me refirió la leyenda de


la sirena que relato en la nota a la copla N 9 243.
En la Quebrada de Escoipe, recogí doscientas coplas, a los obreros que traba-
jaban en la construcción del nuevo trazado de la Cuesta del Obispo.
Los Valles Calchaquíes corren al oeste de Salta y son así nombrados desde la
época de la conquista, porque en sus actuales departamentos de Cafayate y San Car-
los, vivía en los tiempos prehispánicos, una tribu diaguita, llamada calchaquí y aun-
que también poblaban estos valles los pulares en la Poma; los chicuanas, en Cachi y
Molinos; los luracataos en la quebrada de este nombre y los tolombones al sud de
Cafayate, los conquistadores generalizaron la denominación y la extendieron a todos
los Valles y a los indios que los poblaban (2).
La lengua de los calchaquíes fué en tiempos prehistóricos, el Cacan, idioma ge-
neral de toda la región diaguita, pero hoy nos es casi desconocida, por haberse per-
dido el libro del padre Barzana: "Gramática y vocabulario cacan" (3).
"Lo que queda actualmente del cacan — dice Boman — consiste en algunos
nombres de lugares pero es necesario notar que la toponimia de la región de los
diaguitas, está en casi su totalidad en quichua y que los nombres que no pertene-
cen a esta lengua son raros" (4) .
El idioma, hablado actualmente en los Valles, es el Castellano, con ciertos vi-

(1) Novena del Señor y de la Virgen del Milagro, Que se venera en la Ciudad de Salta. Salta 1924.
(2) P . Pedro Lozano S. J . Historia de la conquista del Paraguay, Río de la Plata y Tucumán.
T. 59 Págs. 61, 160 y 213.
(3) "Las lenguas más generales que tienen los indios destas tierras son la Caca, tonocote, 88/-
navirosa; la caca usan todos los diaguitas y todo el valle de Calchaquí, y el valle de Catamarca y
gran parte de la conquista de la Nueva Rioja y los pueblos casi todos que sirven a San Tiago, así
los poblados en el río del Estero, como otros muchos que están en la sierra. Esta lengua está espe-
rando la diligencia de nuestros obreros, porque tiene muchos millares de infieles sin haberse podido
acudir a ellos. Hay hecho arte y vocabulario de esta lengua. (Carta del P. Bárzana al P . provincial
de su Compañía). Relaciones Geográficas de Indias. Ti II. Apéndice III.
(4) Eric Boman. Obr. Cit. T. 19 Pág. 19.
XIX

sos de arcaísmo. No hact .,. u ai U O «nuo, una vecina de Molinos preguntaba a un ami-
go mío que se cayó del caballo: ¿Está mal ferido caballero? Es común oir decir:
¿Cuyo hijo es Vd.? Al lado de estas expresiones coexisten otras del idioma quichua,
que iremos viendo, en los cantos populares, sacados de esta región.
La Jasimana, lugarejo situado quince leguas al sudoeste de Molinos, se conser-
van todavía algunas coplas quichuas ya influenciadas por la civilización cristiana.
Los restos del léxico indio conservados en la actualidad y las pocas leyendas aborí-
genes que quedan aún vinculan la literatura calchaquí a la antigua peruana. Un
quichuista o éusquero, como se les llama a los que hablan esta lengua, venido del
Perú o Bolivia, comprenderá fácilmente el quichua de los Valles Calchaquíes.
La configuración geográfica, de esta región precordillerana, ofrece a, Calchaquí
salidas naturales a los cuatro vientos: al norte, por las faldas del Acay, corre el
camino al Perú; al sud, por el valle de Yocavil, hoy Santa María el camino a Cata-
marca, Tucumán y Chile; por el Luracatao, al oeste, serpentea el que va a Atacama
y al este las quebradas de Escoipe y de las Conchas, vinculan los Valles con el
resto de Salta.
Por estos caminos llegaron a los Valles Calchaquíes los cantos populares espa-
ñoles, pues por ahí entraron los conquistadores, portavoces de ellos.
El primer español que recorrió los Valles Calchaquíes, fué el Cap. Diego de Al-
magro, natural de la ciudad de este nombre, de Castilla la Nueva; entró en 1536.
El segundo fué Diego de Rojas, llegado en 1540, era natural de Burgos y de entre
los que vinieron con él, Felipe Gutiérrez era de Madrid, Diego de Torres, de Alcalá
de Henares; Gabriel Bermúdez, de Cuellar (Segovia) y Saavedra natural de Lo-
groño (1).
Estos dos jefes expedicionarios venidos del Perú no se quedaron en Calchaquí,
pues siguieron sus viajes, rumbo a Chile el primero, y al Río de la Plata el segundo.
La conquista del Tucumán, la fundación de ciudades y el tráfico por calchaquí,
empezó con la entrada del capitán Juan Núñez del Prado, natural de Bajadoz, lle-
gado en 1550. Vino del Perú y trajo entre otros, a: Alfonso de Villagómez, Juan
Gregorio Bazán y Luis Gómez, naturales de Talavera de la Reina; a Bartolomé
Mansilla y Lorenzo A. de Maldonado, naturales de Extremadura; a Pedro Centeno,
natural del Puerto de Santa María; a Rodrigo de Sosa, de Villa de Lepe; a Hernán
Mexía de Miraval, natural de Sevilla; a Sebastián de Ruedas, de Castilla la Vieja
y muchos otros cuyo origen me fué imposible averiguar (2).
Estos españoles que vinieron con Núñez del Prado, fueron los primeros en es-
tablecerse con encomiendas de indios, no precisamente en los Valles Calchaquíes,
puesto que sólo permanecieron pocos días en Chicoana (¿Molinos?), pero sí en sus
cercanías y fueron los primeros que de un modo u otro, ya en las acometidas contra
los belicosos calchaquíes, ya en sus idas y venidas al Perú, se vieron precisados
a recorrer los Valles durante la segunda mitad del siglo XVI.
El primer asiento de españoles en esta región fué la ciudad de Córdoba de Cal-
chaquí, fundada por el gobernador Juan Pérez de Zorita (o Zurita), en las cerca-
nías de la actual villa de San Carlos, en 1559. De esta época data la primer repar-
tición de tierras de estos valles. Fueron apenas veinte soldados y duró seis años
la ciudad, pero según Levillier, ya hizo sentir la influencia española.
Destruida Córdoba de Calchaquí, el 22 de Noviembre de 1562 (3), los espa-
ñoles insistieron en conquistar Calchaquí, y así, Gonzalo de Abreu fundó en 1577,
San Clemente de la Nueva Sevilla (4) y en 1631, Felipe de Albornoz, Nuestra Se-

(1) Datos tomados del P . Lozano (Obr. Cit. T. 49. Cap. 1»).
(2) Datos tomados del P. Lozano (Obr. Cit. T. 4» cap. 29).
(3) Levillier. Nueva Crónica de la Conquista del Tucumán. T. 19 Pág. 242.
(4) Hubo tres fundaciones con el nombre de San Clemente, la primera fué en San Carlos, en
los Valles, duró menos de un mes, estuvo ubicada en el corazón de Calchaquí y como partieron J u a n
de Garay (el fundador de Buenos Aires) y Pedro de Zarate (el fundador de San Francisco de Álava)
que vinieron con Abreu, éste se halló con poca gente para resistir a los indios de Dn. J u a n de
Calchaquí ensoberbecidos por haber incendiado a Córdoba, en 1562, y partió por Escoipe. A las cin-
co jornadas (20 leguas) fué a fundar la segunda San Clemente en lo que es hoy la finca Peñaflor,
no lejos de la desembocadura de la quebrada de Escoipe. Esta fundación de la 2» San Clemente fué
hecha probablemente a últimos de Mayo o a principios de Abril de 1577.
Cuando Abreu levantaba los cimientos de la 2? San Clemente, en el valle de Salta, se vio preci-
XX

ñora de Guadalupe, en San Carlos, donde había estado Córdoba; pero estas funda-
ciones no alcanzaron a durar un año, porque fueron destruidas las viviendas y per-
seguidos los españoles, quienes se vieron precisados a abandonar los Valles.
La colonización formal de Calchaquí se operó después de 1666, cuando las fuer-
zas unidas de los españoles de Tucumán, Santiago, Esteco, Salta, Valle de Catamar-
ca y la Rioja dominaron a los quilines, del Valle de Yocavil y extrañaron a sus
naturales (1).
Del último tercio del siglo XVII o de principios del XVIII deben datar las
actuales villas de Payogasta, Cachi, San José, Seclantás, Molinos, Angastaco, San
Carlos, Cafayate y Tolombón. Muchos de los actuales propietarios vecinos de las
villas mencionadas, son herederos de los encomenderos españoles de la época colo-
nial y conservan con orgullo las tradiciones españolas (2).
Los Valles Calchaquíes constituyen una especie de república, pues tienen, suelo,
clima y producciones análogas en toda su extensión, la propiedad está más o menos
bien repartida y en el relativo aislamiento en que viven, puesto que están separa-
dos del resto de Salta por altas cumbres, han formado un ambiente que les es ca-
racterístico.
Yo recorrí los Valles Calchaquíes en 1930 y hallé en ellos más de mil cantares
populares, lo cual es mucho si se considera que su población no ha de llegar a
veinte mil almas, y que solamente consigno las coplas no registradas en Catamarca,
Jujuy y Valle de Lerma.
Los cantos populares de los Valles calchaquíes trasuntan el género de vida

sado ir a Santiago del Estero a impedir el avance de los españoles del Paraguay, quienes según noti-
cias recibidas, desembarcarían en Santa Fe. Abandonó así a San Clemente, pero de regreso de San-
tiago, ese mismo año, pobló de nuevo a San Clemente en el sitio de la 2?. Este asiento corrió igual
suerte que los dos anteriores, los indios se confederaron y dieron en el Fuerte con tal ímpetu y en
tan gran número que Abreu se vio precisado a huir con los suyos a Santiago del Estero.
Se debe el conocimiento de la ubicación de la 2? y 3? San Clemente a una investigación practica-
da en documentos privados por el erudito historiador de Salta, Dr. Atilio Cornejo.
Cuatro años después el gobernador Felipe de Albornoz quiso escarmentar a los calchaquíes y con
doscientos españoles bien armados e indios auxiliares, entró a Calchaquí, castigó severamente a los
revoltosos y fundó en el mismo sitio donde estuvo Córdoba (de Zurita y la 1? San Clemente de Abreu)
un fuerte que puso el nombre de Nuestra Señora de Guadalupe, entre el 2 y el 7 de Marzo de 1631.
reintegró las tierras a los antiguos encomenderos, e hizo nuevos repartimientos de solares e indios y se
marchó después de haber fortificado la ciudad, dejando cincuenta soldados bien armados. Los indios
de los valles que habían aceptado un aparente sometimiento por la fuerza, sóío esperaban un momen-
to oportuno para alzarse y este llegó a los dos meses de la fundación. Cuando un grupo de 22 soldados
salió del Fuerte en dirección al valle de Yocavil, los indios que vigilaban todos los movimientos car-
garon con tal/ furia sobre éstos que mataron a todos, incluso un padre franciscano. Los pobladores del
fuerte resolvieron abandonarlo dejando en manos de los calchaquíes las viviendas, un molino, la igle-
sia y los campos cultivados, a fines de Enero de 1632. P. A. Larrouy, Historia de Nuestra Señora del
Valle, Pág. 59.

(1) Si bien es cierto que la pacificación total de Calchaquí la obtuvo el gobernador Alonso de
Mercado y Vijlacorta en 1666, después de la desnaturalización de los quUm.es y acallarles, del valle de
Yocavil, puede decirse, que la parte salteña de los Valles, de Tolombón al norte hasta la Poma, se pa-
cificó en 1659 con la rendición y extrañamiento de los hualfines. Refiere el P . Lozano que el gober-
nador Villacorta después de vencer a los hualfines el 14 de Octubre de 1659, reunió a los tolombones,
pacciosas, hualfines, ambos, taQuvngastas, luracataos y putares, en Pompona ( Molinos?) y allí los
repartió como botín de guerra entre los soldados españoles, de los tercios de: La Rio ja, Londres, Cór-
doba y Catamarca. Parece ser que como resultado de este reparto, los chicuanas y putares se estable-
cieron en los lugares del Valle de Lerma que hoy llevan estos nombres. Los luracataos, repartidos en-
tre los españoles venidos de Jujuy formaron una población con asiento en el actual departamento del
Carmen, en el lugarejo dicho Luracatao (Lozano, T. 5? Pág. 213). Al producirse la salida de los
haulfines y otras parcialidades de sus valles cuenta el P. Lozano esta escena conmovedora: "Dispues-
ta, pues la salida de estas parcialidades del Valle, prosiguió el gobernador su retirada desde Hualfín,
donde causaba lastima las demostraciones, en que al abandonar aquella su patria prorrumpían los in-
dios viejos, llenando de tristísimos suspiros el aire, y abrazándose con la tierra, sin podérseles reducir
a caminar. Eran ya tan avanzados en edad, que para nada podían ser de provecho, e intercediendo
los padres misioneros concedió el Gobernador que no se les forzase a salir, ni ellos quisieron de BUS
errores, por más que los predicaron haciéndose sordos a las voces de Dios, y perseverando obstinados
en su ciega idolatría". Respecto al triunfo español sobre los hualfines del 14 de Octubre de 1659, pue-
de verse la interesante carta del Psdre Hernando de Torreblanca, que asistió a la campaña, publicada
Por el P . Antonio Larrouy en Documentos del Archivo de Indias para la Historia del Tucumán. T. 1»
Pág. 232.
(2) En los Valles Calchaquíes, observé en 1930, que los propietarios de tierras conservaban la
costumbre colonial de obligar a sus puesteros a servir personalmente al patrón cuando éste los necesitaba.
A simple vista parecería esta costumbre un servilismo irritante, pero no es así, los paisanos
aunque recibían un salario miserable de 0.30 ó 0.50 centavos diarios, trabajaban conformes, porque go-
zaban de ciertas franquicias que les compensaba aquel sacrificio, pues el patrón les daba tierra p a r a
cultivar y les prestaba animales para la labranza.
XXI

de sus habitantes, éstos han sido arrieros que conducían muías al Perú y Bolivia,
toros a Chile y vinos a Tucumán, por eso las coplas rememoran sus viajes:
Cuando vine del Perú, Llevé un mosquito de arriero,
Traje mi caballo bayo, Y un champí de capataz.
Como era largo el viaje,
Lo cambié por un zapallo. Cuando me fui para Chile,
Me enterraba la nevada,
Cuando me fui para arriba, Mis pobres ojos lloraban,
A donde llaman la Paz, Y mi corazón se helaba (1).

Los vallistas son conservadores de la tradición española, y en lo que a la


poesía se refiere, hay en ellos un espíritu francamente castizo, manifestado en el lé-
xico, en la fraseología y sobre todo en los temas de los cantos. En Amaicha, lugar
internado en las sierras, a tres leguas de Molinos, hallé el romance de Blanca Flor
y F:'¡imcna, y en Jasimana, que está a quince leguas más adelante, hallé coplas de
sabor arcaico como ésta:
En mis tiempos, cuando mozo,
No sabía ser como agora,
Yo andaba de cantorcito,
Mi mujer de bailadora.
y españolas, como esta otra:
Tres, cuatro, son las Marías,
Cinco, seis, los elementos,
Siete, ocho, son las cabrillas,
Nueve, diez, los mandamientos (2).
Hay en los Valles Calchaquíes, mucho espíritu religioso exteriorizado no sola-
mente en las canciones consagradas a este tema, que son numerosas, sino aún en las
capias jocosas:
Amarillas son las liendres,
Del cuello de tu cotón,
Pobrecitos de tus piojos,
Que mueren sin confesión.
Y también en las coplas amatorias, como ésta, que nos recuerda a Calderón en
su Alcalde de Zalamea. (Jorn. I — Esc. última).
Amor fiel, yo te prometo,
Hasta mi última agonía;
Bolo el alma no te ofrezco,
Porque esa prenda no es mía.
También hallé coplas geográficas, de carácter lugareño, bien definido, como
estas.
San Carlos, yerba y azúcar, Divisando buenas tierras:
Animaná, almidón; Corral de Piedra y Anjuana.
Cafayate y Tolombón,
Sangre de mi corazón. Ayer canté en Pucarilla,
Hoy canto en el Corralito;
Amalhayas quién se viera, Así me gusta cantar,
En el alto i Pampayana; En cada pago un poquito.
(1) Una vez pregunté a un remesero que había hecho muchos viajes a Chile con hacienda, si
durante la travesía (14 días se tarda para ir desde los Valles a Antofagasta, a lomo de muía), can-
taban y él me dijo: "¡Cómo para, cantar vamos! Es tal el frío que sentimos que no teñimos alientos
ni para hablar, cuantimás para cantar. Durante el viaje no decimos más que3 "/torooo! ¡toroool...
igüellal ¡güella! El pasaje por los sotares y por la cordillera es amargo; cuando regresamos, alga-
nos muchachos cantan al divisar los Valles, pero en los viajes nunca, señor'7.
En el precioso libro "El Viento Blanco" del poeta D. Juan Carlos Dávalos, se pinta con crudo
realismo !as peripecias, en los viajes a Chile, de nuestros remeseros.
(2) Ver nota a la canción número 73.
XXII

Coplas de esta misma laya, abundan en España, tal se vé en el Diccionario


Geográfico, de Gabriel Vergara Martín.
Hay coplas que mencionan las industrias y los quehaceres comunes de los va-
llistas :

De tejedores: De remeseros:
Arriba, tejen las telas, Ya se viene la nevada,
Abajo, las pisaderas, Tapando lo desparejo,
A las mantas de vicuña, ¡Apuren, compañeritos!
No las tejen cualesquiera. ¡A la huella, toro viejo!

De agricultores: De queseros:
El conejo es regador, En la falda de aquel cerro,
El quirquincho es arador, Tengo una vaca bragada,
La gallina semillera, Apretó quesos de a peso,
Y el añasco ramiador. Toavía me sobra cuajada.

De pastores: De comerciantes:
Echen vacas al corral, Miren qué laya i mosquito,
Y terneros al chiquero; Meterse de comerciante,
A mí echemén para el medio, Cuando el piojo va de arriero,
Que soy churo pa lechero. La pulga va de ayudante.

Todas las coplas recogidas en los Valles, las hallé en la tradición oral; hay
sin embargo, en algunas familias de Cachi, Molinos y Angastaco, cuadernos en los
que manos femeninas cuidadosas, han escrito canciones, pero éstas son en su ma-
yoría cultas y muy poco me sirvieron.
La tradición poética es uniforme, los mismos temas cantan en Cachi, al norte
y en Tolombón al sur. He notado que entre los cantos de los Valles, hay algunos
de procedencia chilena, como la canción N* 55, que trata de la vida de los emigra-
dos argentinos a aquel país en 1841, y traídos cuando no por chilenos, por reme-
seros argentinos encargados de llevar ganado en pié a Antofagasta, como éstas:

En "La Julia" están pagando,


En "La Chile", dando letras,
En Atacama, jugando,
Y en "El 18", la cueca (1).

Alude a las oficinas de los establecimientos de explotación del salitre chileno.


Del mismo origen y llegada por iguales vehículos, debe ser esta otra copla:

De Caracoles pa arriba,
Caminando treinta leguas,
Ahí se separan las guellas:
Mejillones y Las Cuevas.

Cantos peruanos y bolivianos deben haber indudablemente en la tradición cal-


chaqui, puesto que los vallistas han viajado mucho por esas regiones, pero es difícil
identificarlos cuando no son geográficos o citan lugares con sus nombres propios.
En los Valles Calchaquíes no he hallado coplas viejas de origen local. En el
grupo de las históricas a más de la ya citada, que tiene el N« 55 y que se remonta

(1) El cuarto verso: En ''El 18" la cueca", quiere decir que en la oficina denominada 18, en
homenaje a la fecha histórica, 18 de Setiembre de 1810 (día en que se reunió en Santiago de Chile
el primer cabildo abierto de carácter libertario), se está bailando la cueca, esto es, una danza popular,
en Chile y en nuestro país.
XXIII

a 1841, hay otra que a i u ( j e a j a e n t r a d a de Felipe Várela a estos Valles en 1867 y


que dice:
El pobrecito i Várela,
Sube y baja su galera, ,
No quiere gastar sus armas, ,
Ni morir en su carrera.
No he encontrad 0 s j n o foez 0 <j0ce cantores reputados como tales, en los Valles,
el repertorio de ellos consistía únicamente en coplas; dos o tres sabían algunas dé-
cimas amatorias. El instrumento favorito de estos cantores es la guitarra, el resto
del pueblo canta al son de la caja.
Los italianos avecinados en Calchaquí cantan acompañados con acordeón, los
españoles siguen la tradición del pueblo y los sirios que también han llegado en
buen número, no cantan las tonadas populares y no influyen en lo más mínimo en
la tradición poética.

c) La Frontera. — Después que hube terminado la búsqueda en los Valles,


tomé el camino que por Cachi, Payogasta y Tintín va a Cachipampa y a la Cuesta
del Obispo, ,en Escoipe; por allí regresé a Salta, con ánimo de entrar a La Fron-
tera, pero hube de dejar esta exploración contra mi voluntad, para regresar a Bue-
nos Aires.
En el segundo semestre de 1931, realicé la búsqueda de los cantos populares de
las poblaciones vecinas al río Pasaje, desde Metan hasta El Vencido.
La región explorada cae dentro de la jurisdicción de los departamentos de Anta,
Metan y Rosario de la Frontera, según se vé en la lámina VII.
Los sáltenos llaman "La Frontera" a esta parte de la provincia, porque el ca-
mino seguido por los colonizadores pasaba por la Candelaria, Rosario y Metan, y
dividía el territorio salteño en dos partes: la región sometida al oeste de las cum-
bres de Metan y la infestada por indios al naciente. Como se vé, la tradición ha ge-
neralizado la expresión. La frontera estuvo poblada en la época de la entrada de
los españoles, por indios de raza tonocoté, más o menos mansos, según dice Boman,
y por lules belicosos y bárbaros, según el sentir de los cronistas: Bárzana, Techo,
Narváez y Machoni (1).
Del idioma de los naturales (2), no quedan rastros en el habla de los fron-
terizos, su lengua es el castellano y si se exceptúan las cuatro coplas quichuas que
probablemente vinieron de Santiago del Estero, todos los cantos populares hallados
aquí, están en español. La primer ciudad española fundada en la Frontera fué Es-
teco, pero no el que estuvo situado sobre el Pasaje a una legua del río Piedras,
sino Esteco, el viejo, aquel cuyas ruinas semejantes a un inmenso vizcacheral, se ven
ocho leguas al sud de El Quebrachal y legua y media o dos sobre la margen izquier-
da del Pasaje, en el lugarejo dicho El Vencido.
Allí en 1565, fundaron los usurpadores del gobierno de Francisco de Aguirre,
una ciudad con el nombre de Esteco, según urios y de Cáceres según otros. Dos años
después, el 15 de Agosto de 1567, Diego Pacheco, que reemplazó a Aguirre en el

(1) Boman (Obr. Cit. T. 19 Pág. 44).


(2) "La lengua tonocoté hablan todos los pueblos que sirven a San Miguel de Tucumán y
los que sirven a Esteco, del n o Salado y cinco o se¡3 del río del Estero.
En esta lengua tiene ya la compañía tres Padres ol>reros y confesores y es la primera de quien
se hizo arte y vocabulario, y por cuyo medio ha reducido a Nuestro Señor muchos millares de infieles,
no sólo en todos los pueblos de Esteco y Tucumán, pero también en el río Bermejo del cual diré des-
pués ; porque con esta lengua no sólo ha traído a la fe toda la nación tonocoté, pero también gran
parte de la nación que llaman lules esparcida por diversas regiones como alárabes, sin casa ni here-
dades, pero tantos y tan guerreros, que si ios españoles al principio de la conquista de la provincia
de Tucumán no vinieran, esta nación sola iba conquistando y comiendo unos y rindiendo otros, y así
hubiera acabado a los tonocotes. Saben muchos de ellos la lengua tonocoté y por ella han sido cate-
quizados todos. La suya sola no se ha reducido a preceptos, porque con ser una misma gente toda,
tiene diversas lenguas, porque no todos residen en una misma tierra. La tercera lengua que es la
aanavirona, ninguno de nosotros la entiende ni es menester, porque los 80/navironas e inda-mas son po-
ca gente y tan hábil que todos han aprendido la lengua del Cuzco. Como todos los indios
que sirven a Santiago y a San Miguel Córdoba y Salta y la mayor parte de los indios de Esteco, y
por medio de esta lengua, que todos aprendimos, casi todos antes de venir a esta tierra, se ha hecho
todo el fruto en bautizmos, confesiones, sermones de dsccrina cristiana que se ha hecho y hace en
todas las ciudades de esta provincia. — Carta del P. Barzana. — {Relaciones Geogrdfiiaa de India*. T.
21. Apéndice I I I ) .
XXIV

gobierno del Tucumán, cambió de nombre, llamándola: Nuestra Señora de Talavera,


en la provincia de Esteco (1).
Yo visité las ruinas el año pasado y hallé que este asiento de españoles había
sido edificado en un alto, en medio de un terreno húmedo y salitroso, tal como dice
Fray R. de Lizárraga.
La fundación de Nuestra Señora de Talavera, marca el principio de la influen-
cia española en estas regiones, no interrumpida hasta nuestros días.
Con el cbjeto de favorecer el tránsito comercial de las colonias del Tucumán
con el Perú, el gobernador Juan Ramírez de Velazco, encomendó a Gerónimo Ro-
dríguez de Mancedo, la fundación de otra ciudad en donde se juntan los ríos Pie-
ras y Pasaje y los caminos que iban al Perú desde Talavera y San Miguel. Esta
fué Nueva Madrid de las Juntas, que estuvo ubicada tres leguas al naciente de la
desembocadura del río Piedras, más o menos donde hoy están las ruinas de la Re-
ducción de Miraflores. Fué fundada el 2 de Febrero de 1593 (Ver lámina IV) (2).
Los documentos de la época informan que este asiento español cumplió el pro-
pósito de su fundador, porque aseguró contra los indios, el tránsito de las carava-
nas que iban y venían del Perú. La villa de Madrid, duró apenas diez y seis años,
porque en 1609, el gobernador Alonso de la Ribera, resolvió reunir los vecinos de
las ciudades citadas, para levantar otra con el nombre de las dos, a la cual llamó
Talavera de Madrid. Fué fundada por el propio gobernador, el 8 de Noviembre
de 1609 (3).
El padre Lozano asegura que la villa de Madrid, situada a dos leguas hacia
el este, a la otra banda del Pasaje, se extinguió porque todos sus habitantes pasaron

(1) Pedro Lozano (Obr. Cit. T. 49 Página 233, y Roberto Levillier: Nueva Crónica de la Con-
quista del Tucumán. T. 29 Pág. 123.
Pedro Sotelo Narvaez, que fué uno de los conquistadores del Tucumán, trae esta reseña de la ciu-
dad de Nuestra Señora de Talavera: "Esta ciudad está cincuenta leguas de Santiago del Estero, el
río Salado que hemos dicho, arriba, camino que se acostumbra ahora para el Pirú. Terna cuarenta ve-
cinos encomenderos de indios; está en los llanos; tiene el temple y temporales que Santiago, y dase
en ella lo que en Santiago.
Servirán a estos vecinos desta ciudad seis o siete mil indios tonocotés y lules; los hiles están
riberas deste río y algunos tonocotés, y los otros la tierra adentro en xagüeyes y aguadas que ellos
hacen. Es gente labradora; viven y vivían como los de Santiago aunque siembran de temporal. Vís-
tense todos por la orden que los deli Pirú, de algodón y lana que sus encomenderos les dan y ellos
siembran cogón, miel, cera, grana, pez y lo demás que en Santiago. Tienen los españoles sacada una
acequia, donde tienen sus sementeras con que se sustentan ellos y los naturales, porque cogen gran
suma de trigo, maíz y cebada y otras legumbres, y tienen muchas viñas, algodonales y arboledas de
Castilla de gran recreación. Habrá que se pobló quince años, poco más, y tienen y crían todo género
de ganado de Castilla y mucha caza, como en Santiago.*'
Esta descripción de Nuestra Señora de Ta\ivera, pertenece a la Relación de la» provincias del Tu-
cumán, que dio Pedro Sorelo Narvaez, vecino de aquellas provincias, al muy ilustre señor licenciado
Cepeda, Presidente desta Real Audiencia de La Plata.
Este documento figura en Relaciones Geográficas de Indias. T. 2? P á g s . : 143 a 153. No tiene fe-
cha pero se infiere que será del año 1583, pues dice al hablar de la ciudad de Lerma: Hará ocho me-
ses que se fundó, y en efecto, Salta fué fundada el 19 de Abril de 1583. También confirma esta fecha
el hecho de contar quince años, poco más, de la fundación de Nuestra Señora de Talavera que, como
se ha dicho, se realizó en 1567. ES señor Levillier supone que la carta data de 1582. Nueva Crónica de
los Gobernadores del Tucumán. T. 39. Pág. 324.
El Padre Fray Reginaldo de Lizárraga, hace esta otra relación de Esteco: "Del valle de Salta
dista la ciudad de Esteco, así llamada la tercera en orden de Tucumán, cincuenta leguas de buen ca-
mino carretero; es abundante de mantenimientos y de fructas de las nuestras; en especial las grandes
son de las buenas del mundo; edificada a la ribera de un río grande que en verano sólo se vadea.
Los vecinos estaban descontentos del asiento, porque la madre del río es arenisca y no pueden hacer
molinos en él, y tractaban mudarse, como dicen se han mudado 25 leguas más hacia Salta, á un asien-
to mucho mejor, del mismo temple y más fresco, llamado Palca Tucumán, donde el río Grande, como
de un arroyo que tienen a la falda de un cerro, se pueden sacar acequias y hacer molinos, y para
acabar de pacificar unos indios de aquella provincia, beMcosos, llamados Lules, es asiento mucho más
cómodo; si a este asiento se han mudado, será pueblo muy regalado, fresco y muy sano, donde para
el edificio de las casas tienen mucha madera, y el suelo no salitroso, piedra para hacer cal y buena
tierra p a r a teja.
El un suelo y el otro es abundante de pastos, y este secundo mucho más y para ganados mejor
qu'el de Esteco, y está veinticinco leguas más cerca del Perú.'*
Esta visita de Lizárraga a Esteco (Nuestra Señora de Talavera), parece ser de 1600, pues dice
en el capítulo LXII (T. 29 Pág. 211), refiriéndose a la fundación de J u j u y : Habrá siete años quel
mismo Gobernador Juan Ramírez de Velazco pobló un pueblo de españoles... Jujuy se fundó en 1593.
El trasplante de la población de Esteco que anuncia o da como cosa hecha, indica que la relación
de esta visita fué escrita después de 1609, año en que el gobernador Alonso de la Ribera fundó Talavera
de Madrid, en el mismo paraje nombrado por Lizárraga Palca Tucumán. Lizárraga, que falleció en
1615 en Asunción del Paraguay, pudo muy bien tener noticias del traslado.
(2) Probanzas de los Gobernadores del Tucumán. T. 29 Págs. 448 y 459. Lozano (Obr. Cit. T.
49. Pág. 403. Levillier: Plano de Esteco (Talavera de Madrid) 1609 (Obr. Cit. T. 29. Pág. 136. Torres
Lanzas: Mapas y Planos del Virreynato de Buenos Aires. 2* Edición, Buenos Aires, lámina 2í. Levi-
llier: Nueva Crónica. T. 39. Pág. 216.
(3) Lozano: (Obr. Cit. T. 49. Pág. 403. LevilMer: plano de Esteco (Talavera de Madrid) 1609
(Obr. Cit. T. 29 P á g . 136. Torres Lanzas (Obra Cit.).
XXV

a la nueva fundación y también afirma que algunos pobladores de Nuestra Señora


de Talavera, se avecindaron en Talavera de Madrid, a la que llamaban en un prin-
cipio Esteco el Nuevo y después Estoco, únicamente (1).
La ciudad de Esteco o Talavera de Madrid, fué fundada en un paraje inme-
jorable para su crecimiento y como estaba sobre el camino al Perú, progresó en poco
tiempo, tanto que según la leyenda y el padre Lozano, los estequeños usaban para
sus muías herraduras de plata y tal vez de oro (2). Es tal la fama de la riqueza,
orgullo y fausto de los vecinos de Esteco, que se cuenta, tiraban las hornadas de pan
cuando algún panecillo se les quemaba y ningún estequeño alzaba del suelo un pa-
ñuelo, por fino que fuera si se le caía de las manos (3).
La leyenda tejida sobre el orgullo y la falta de fe de los estequeños está confir-
mada en este pasaje del obispo Maldonado, de 1634: "Esta ciudad tendrá treinta
casas y en todo su distrito casi dos mil ánimas, muy pocos indios; cáense cada día
muertos de repente, todos macilentos; las cofradías y cosas sagradas tan si (¿sin?)
respecto (¿respeto?) que es menester andar a palos para que tienen (¿tengan?)
las varas del Santísimo Sacramento cuando salí el templo es muy bueno, más (¿mal?)
prevenida la sacristía. Bien muestra Dios el enojo que tiene con esta ciudad y en
sus castigos la gravedad de las culpas, peste continua, sapos, culebras, tigres, un
monte toda la ciudad y los mayores temblores que yo he visto en las Indias. No la
he acabado de visitar" (4).
La vida de Esteco, está íntimamente ligada a la historia de "La Frontera" del
siglo XVII. A los vecinos de esta ciudad estaban encomendadas las tribus: isistinés,
toquistinés y oristinés (5). De su época datan probablemente las reparticiones de
tierra de: Candelaria, Rosario de la Frontera y Metan, las cuales serían a más de
centros ganaderos de mucha importancia, los orígenes de las villas actuales.
Según el P. Lozano, que escribió su historia en 1745, la ciudad de Esteco empezó
a despoblarse a mediados del siglo XVII y fué completamente abandonada después
de los temblores de Setiembre de 1692 (6).
El P. Machoni, que estuvo en Miraflores desde 1711 a 1720, dice que en 1716
sólo subsistía el rollo de la ciudad desaparecida (7). Según la leyenda, cumplióse
con Esteco esta profesía, mal atribuida a San Francisco Solano, quien murió en
1610, sin haber conocido a Esteco: Salta saltará, San Miguel florecerá y Esteco
perecerá.

(1) Lozano (Obr. Cit. T. 49. Pág. 404).


(2) Lozano (Obr. Cit. T. 41 Pág. 235). Aquí el historiador confunde Nuestra Señora de Talavera
de ,1565 o 67 con Talavera de Madrid de 1609. La explicación de las riquezas y el orgullo debe refe-
rirse a la segunda ciudad nombrada y no a la primera. El mismo relato del fausto y vanidad de los
estequeños lo trae el P . Lozano en el T. 1?, Pág. 182 (Obr. Cit.).
(3) F r í a s : Tradiciones Históricas. Primera tradición. Pág. 72.
(4) Carta del Obispo del Tucumán dando cuenta de la Visita de la Diócesis, fechada en Es-
teco, el 29 de Diciembre de 1634.
Respecto a la existencia de tigres en la región, daré esta noticia. El Sr. Marcelino Sierra, her-
mano de la actual poseedora de Esteco, me mostró, en la margen derecha del río Piedras, cerca de
la desembocadura en el Pasaje, las huellas claras del rastro de las pezuñas de un anta y de las patas
de un tigre bien marcadas en una roca, al parecer calcárea.
Los rastros del tigre son cinco y los del anta son cuatro, todos están perfectamente visibles en
una roca que asoma sobre el borde del río.
(5) P . Antonio Machoni: Arte y Vocabulario. Pág. 32.
(6) Lozano (Obr. Cit. T. 19, Pág. 183).
(7) "Los Lules. Ysistinés, Toquistinés y Oristinés, a los cuales alumbraron con la luz del
Santo Evangelio, el año de mil quinientos y ochenta y nueve, los Apostólicos Misioneros, el dicho
P . Alonso de Bárzena, P . Hernando Monroy y el P . Juan de Viana, vivían reducidos a la Fé cristiana
en Pueblos muy numerosos y formados, a donde solía ir a predicarles San Francisco Solano, situados
en las cercanías de la ciudad de Talavera de Madrid, por otro nombre Esteco, que primero se fundó
sobre el río Salado abajo, como sesenta leguas distante del sitio en que tercera vez Río Salado arriba
se pobló, y el año de mil seiscientos y noventa y dos, por Setiembre, arruinó del todo un
espantoso terremoto, sin que quedasen vestigios de ella que los hoyos en que fueron sepultados sus
soberbios edificios, que hasta los cimentos se tragó la tierra, quedando sólo en pié el rollo, hasta el año
de setecientos y diez y seis, instrumento de la divina y humana justicia, y una elevada palma, perdo-
nando a estos dos el fuego que todos los años se emprendía en el espeso y crecido heno, que en aquellos
campos de tierra muy fértil se produce, consumiendo y abrasando todos los otros árboles, aún frutales,
de los huertos y jardines de aquella infeliz ciudad". P. Antonio Machoni: Arte y Vocabulario. Pág. 32.
xxvi
Tres coplas populares fronterizas rememoran la desaparición de Esteco en esta
forma:
Por acá me vua a largar, Como me dejes la manta,
Como a deshilar un ñeco; Aunque te lleves el fleco.
No te vayas a perder,
No sigas ese camino,
Como la ciudad de Esteco,
No seas orgulloso y terco,
Andando te has de perder, No te vayas a perder,
Como la ciudad de Esteco; Como la ciudad de Esteco.

Antes de fenecer el siglo XVII, en 1693 más o menos, se fundó el fuerte de Co-
bos para contener el avance de las tribus bárbaras del Chaco (1)- Durante el si-
glo XVIII, cuando ya había desaparecido Esteco, los misioneros jesuítas establecie-
ron reducciones de indios en ambas márgenes del río Pasaje. Citaré aquellas cuyos
restos he visitado (2).
San Esteban de Miraflores: Fundada por el P. A. Machoni, en 1711, bajo el go-
bierno de D. Esteban Urizar de Arepacochega, fué primeramente abandonada y res-
tablecida después en 1752. Aún se ven sus ruinas a 1 K. de la banda izquierda
del río, en el paraje que conserva el nombre primitivo de Miraflores (3).
Nuestra Señora del Buen Consejo de Ortega: Fundada en 1563, sobre la mar-
gen derecha del Pasaje, en el lugarejo dicho Población de Ottega, a pocos kilóme-
tros al norte de la estación Galpón del F. C. C. N. A. (4).

(1) Concolorcorvo (Obr. Cit. Pág. 86 > nos suministra estos datos de Cobos en BU Interesante
libro de 1773:
"El fuerte de Cobos se erigió hace 80 años p a r a antemural de los indios del Chaco. Está al pie
de una ladera, nueve leguas distante de Salta, hoy es casa de la hacinda de Dna. Rosalía Martínez,
que posee varias tierras y un potrero en su circunferencia. Esta señora salteña es casada con D.
Francisco Xavier de Olivares, nacido en la -ciudad de Santiago de Chile, la casa está tan arruinada
que me costó algún cuidado subir la escalera que conduce a los altos, en donde tienen BU habitación
de donde no podía salir el marido por estar medio baldado a pesar de las prodigiosas aguas que bebía.
La madama no manifestaba robustez en su semblante y delicado cuerpo, que es de regular estatura
pero me causó admiración ver su cabello tan dilatado que llegaba a dos varas y una ochava, y me
aseguró que una prima suya, que residía en Salta la tenía de igual tamaño. Ño tenía esta señora
otra gala de que hacer ostentación, y aún esta no pasaba de los límites de lo largo de sus hebras.
(2) Las fechas de las fundaciones las tomé de Boman (Obr. Cit. T. 1?. Pág. 45), quien a su
vez transcribe los datos del Catálogo de las Lenguas de las naciones conocidas y numeración, división
y clase de éstos según la diversidad de sus idiomas y dialectos (Madrid, 1800-1805), del P . Lorenzo
Hervas.
(3) Cuando los jesuítas fueron expulsados del país, esta importante casa pasó al poder de
los franciscanos, quienes según se ve en la Pastoral del Obispo Monseñor Moscoso, descuidaron un tanto
a esta misión, En 1816 pasó a ser propiedad del' Dr. Juan Ignacio Gorriti; años más tarde Güemes
hizo de esta fábrica cuartel para sus tropas. En 1821, año de la muerte de Güemes, la casa con
su templo y su torre estaba aún en pie, según se lee en aquellas páginas escritas por Doña J u a n a
Manuela Gorriti, tituladas: Güemes, Recuerdos "de la infancia, qu figuran en sus Páginas Literarias*
(4) "Es el paraje de Ortega una llanada sobre el río del Pasaje o Salado, entre los dos
pueblos de Miraflores y Valbuena, distante de la ciudad de Salta cuarenta leguas. Su latitud es de
veinte y cinco grados y cincuenta minutos, y su longitud trescientos diez y seis. Al poniente tiene
un Cerro alto llamado de Miraflores, por la inmediación del paraje, que corre de Norte a Sur,
y media entre las reducciones y la ciudad de Salta, estando esta de la banda de allá de dicho Cerro
y aquéllos de la banda de acá. A) Oriente tiene otro Cerro, llamado Colorado, de su mismo color.
Este último es muy pelado y estéril sin árboles, ni agua que beber, y aunque entre el Vulgo ha
tenido gran fama de tener minas de oro, hasta ahora no han parecido en cuanto corre de Norte
a Sur. Por el contrario, el de Miraflores, aunque no tiene minas de oro (como lo experimentaron
pocos años ha unos mineros que fueron a registrarlo), puede sin embargo todo él llamarse de oro por
las conveniencias que ofrece a quien sabe aprovecharse de él. Es fértil, abundante de buenas maderas
para edificios, etc., como son Cedros, Nogales, Lapachos, Quina, Laurel, Palo de Lanza, Naranjos,
Cevil, del cual se sirven para curtir suelas, el palo de donde sale la sangre de drago, etc., de él
salen varios arroyos de agua fresca y buena, y uno de ellos siendo de agua muy cristalina, es tan
salada, que no la puede beber el más sediento; hay en él buenos parajes para potreros, y buenos
pastales para ganado vacuno; hay en sus faldas tierra admirable para sementeras y no tenemos
experiencia que algún año se perdiesen los sembrados, por ser aquella tierra de suyo húmeda y
llover a sus tiempos, cuando por el contrario en aquellas vecindades se pierden muchos años por
la seca: hay la planta de que se hace el añil, y no dudo que si hubiese allí algún Botánico, encon-
traría en él muchas hierbas medicinales.
"El paraje de Ortega inclina más a ardiente que a templado, sus campos de muy buenos pas-
tales, en donde engorda y multiplica mucho el ganado vacuno y caballar. El río del Pasaje, Bobre
cuya margen está situado eli Pueblo, es abundante de pescado, como son Sábalos, Bogas, Bagres y
Dorados de buen t a m a ñ o ; pues algunos de ellos llegan a pesar más de arroba: La vega de este rio
es muy alegre. Además de esto, junto al Pueblo corre un arroyo, de buen caudal de agua rica y tan
cristalina que se ve cruzar el pescado, que abunda mucho, de las especies ya dichas: de suerte que
parece el arroyo un vivar artificial: y para que no falte nada para el recreo, está de uno y otro
lado poblado de ciertos árboles llamados Ceibos, que le hacen sombra. Se forma este arroyo dos
leguas más arriba del Pueblo de varios ojos de agua, de los cuales uno es de agua más tibia, siendo
los otros que están juntos a él, de agua fresca. Tiene además de éste, otros dos arroyos, también
caudalosos y abundantes de pescado, no muy distantes del pueblo, el uno de ellos está poblado en
sus oril'as de saucería y el otro de retazos grandes de cañaverales. Todas estas cosas y la vista de
XXVII

San Juan Bautista de Valbuena: Fué fundada en 1751 y abandonada en 1765.


Todavía se ven los cuuicmus ue esta «educción y .presidio, en la banda izquierda
del río, sobre la línea del ferrocarril, a poca distancia de la ribera
El Fuerte de Pitos: Fundado en 1750 y la Reducción de Nuestra Señora del Pi-
lar, de Macapillo, en 1763, estuvieron situados sobre la margen izquierda del Pasaje
en los lugares llamados actualmente Pitos y Macapillo Viejo.
Más al sud y en jurisdicción de Santiago del Estero, se ven las ruinas de la
Eeducción de San José de Petacas, fundada en 1735, y abandonada en 1761. Los je-
suítas dejaron las Reducciones al ser expulsados en 1767, y los otros misioneros que
continuaron la tarea iniciada por ellos, no pusieron el celo necesario y vino a menos
la obra civilizadora de los hijos de San Ignacio. Así se desprende de una pastoral
dirigida a los misioneros de la región, por el obispo Dr. Ángel Mariano Moscoso,
desde Miraflores, el 5 de Julio de 1792 (1).
La última fundación que se llevó a cabo en este siglo, aunque no precisamente
en "La Frontera", fué la de San Ramón Nonato de la Nueva Oran, hecha por el
gobernador intendente de Salta, don Ramón García Pizarro, el 31 de Agosto de
1794 (2). Actualmente es conocida con el nombre de Oran y fué durante el siglo
pasado centro de influencia española en esa zona indígena de Salta.
La colonización de "La Frontera", y en especial de las márgenes del Pasaje,
se operó, como se ha visto, sin interrupción, desde la segunda mitad del siglo XVI
y fué debido a ello que el indio cedió el dominio de las selvas al blanco. Actualmen-
te viven en esta región salteña hombres de ascendencia española.
Mi búsqueda en las costas del Pasaje, duró seis meses, hallé siete romances, nu-
merosas glosas y décimas y mil coplas. Si agregamos al acervo tradicional de "La
Frontera" las glosas, décimas y otras trovas contenidas en el cuaderno del Sr. Ro-
dolfo Matorras, quien al parecer, recogió los versos en esta parte de Salta, tendre-
mos que "La Frontera" es la región salteña más rica en cantos populares.
La industria principal en "La Frontera", fué la ganadería. Concolorcorvo cuenta

los dos Cerros, hacen el paraje divertido, ameno y delicioso. La tierra por lo común es buena para
sembrar trigo, y demás granos, y tiene pedazos muy grandes de# regadío. E\ Alprodón prueba muy
bien y finalmente no hay cosa de que se haya hecho experiencia que no produzca el paraje. Es
verdad que hay trechos grandes de tierra de salitrales, y ciertos meses del año brota sobre la haz
de la tierra con tanta abundancia que parece una nevada, y suele ponerse del grosor de una cascara
de nuez, y aun más. Las isletas de bosque que tiene, se componen de los arboles mas comunes a la
provincia, Algarrobos, Chañar, Mistol, Quebracho colorado y blanco, Brea, Guaiacán, etc. Hay otros
pedazos de vidriera o barrilla, se cría también la grana.
"Los animales silvestres y fieras son: Tigres en abundancia, Leopardos, Osos Hormigueros,
Aguarás, Ciervos, Coresuelas, Antas, por otro nombre la Gran Bestia, Jabalíes de tres castas, a los
cuales los indios dan diferentes nombres, Zorros, Quirquinchos, etc. Insectos, Culebras, Vívoras de
muchas especies, que no pocas veces se meten dentro de los aposentos y ranchos; Alacranes, ciertas
arañitas coloradas venenosas, que cuando pican causan extraordinario dolor, cuyo antídoto es el
reboque de barro, que tienen allá los hornos de pan por adentro; molido aquel barro y amasado con
vinagre es remedio eficaz, de que hicimos varias experiencias, A dos muchachos, a quienes picaron
las vívoras, curamos con ajos majados, aplicados sobre la mordedura, y si se abre con la lanceta
o cuchillo tiene más eficacia el remedio. Las aves más ordinarias son Avestruces, Charatas, Chuñas,
Perdices de dos especies, Loros, Patos de muchas raleas, Palomas, Tórtolas y otras innumerables. Hay
asimismo diversidad de Abejas en las selvas y cada especie labra miel diferente.
"Los indios a los principios se mantenían de las copiosas cosechas de maíz (que en España
llaman trigo de Indias o de Turquía), que con su trabajo recogían los Omoampas, y algunos socorros
de ganado que enviaban los pueblos de Miraflores y Valbuena. El Gobernador dio de parte del
Rey N. S. 1.000 pesos a dicho Pueblo. El Padre Provincial Pedro Juan Andreu, con su buena
diligencia en j u n t a r limosnas puso dos años después un rodeo de 7.000 cabezas de ganado vacuno,
con la caballada competente para ayudarlo, con la mira de que no sólo a la manutención de dicho
Pueblo, sino también con el multiplico a socorrer otras reducciones recién fundadas y las que se
esperaban fundar en aquellas fronteras: Con este socorro y las sementeras tenían actualmente lo
necesario p a r a comer y vestir. En el tiempo de sembrar va la mitad del pueblo a la falda del Cerro
de Miraflores a la labranza, haciendo una sementera común p a r a todo el' pueblo, y acabada ésta,
siembra cada uno p a r a sí en particular lo que quiere: y suelen tardarse mes y medio; lo mismo
suelen tardarse en la recogida: no se siembra en el Pueblo, aunque hay tierras buenas para ello;
porque siendo los soles muy ardientes y faltar las aguas al mejor tiempo, no son las cosechas
tan seguras. Mientras unos recogen el maíz, otros con carretas lo acarrean al Pueblo, que no dis-
tando más de cinco leguas todo viene a acabarse en un tiempo. La llave de la sementera común
tiene el Misionero; porque si estuviera en su poder el Maíz, que basta y sobre para el gasto de
todo el año, no les alcanzara para cuatro meses. Se les reparte ración de Maíz dos o tres veces
a la semana, y dos veces ración de carne, todo en bastante cantidad. La bebida que más apetecen
es la Aloja, que hacen de Algarroba, dejándola fermentar y dándole punto tan fuerte que, en su
infidelidad, tenía virtud de emborracharlos, y después de reducidos tuviera la misma, sino la im-
pidiera el miedo que le tienen al castigo. En fin, la vida es común en todo". (Relato del Padre
Antonio Moxí, jesuíta expulso, redactado en Ravena (Italia), el 13 de Agosto de 1769 y recientemente
publicado por el P . Furlong Cardiff en Solar, 1931, Págs. 307 a 312.
(1) P. J . Toscano: "El Primitivo Obispado de Salta" (Bs. As. 1907. Pág. 97).
(2) Antonio Zinny: Historia de los Gobernadores. T. S«. Págs. 12 a 24.
XXVIII

en su libro de 1773, que la sola hacienda de Ayatasto, es decir, Y ^ t a s t 0 ) t e n í a 4 0 0 0


cabezas de ganado vacuno, 500 yeguas y 100 caballos (1).
La vida pastoril modeló el carácter de los pobladores de estos bosques, hacién-
dolos altivos, valientes, generosos, hospitalarios y cantores. Los naturales de esta
región son los gauchos, hombres formados en el culto al coraje y tanto o más con-
servadores de la tradición que los vallistas (2).
El poeta y escritor salteño, don Juan Carlos Dávalos, ha reseñado admirable-
mente la vida íntima de estos hombres; a él remito al lector que quiera conocer a
fondo la idiosincrasia del gaucho (3).
Las tradiciones, las leyendas y las poesías de "La Frontera", revelan la ascen-
dencia española de sus habitantes. Solamente he hallado una copla en donde alude
a la tradición indígena, y es esta:
Oyendo toriar los perros,
Salí diciendo ¡a topar!
Había sido Juan Valor,
Que había salido a chanchar.
Juan Valor, Juan del Campo o Juan del Monte, es un personaje mítico, que
cuida los animales silvestres. (Véase la nota a la canción N* 407). Esta vez aparece
cazando jabalíes o cerdos del campo.
Una copla, también fronteriza, nos recuerda las luchas contra el indio, por el
dominio de las selvas.
En la huella muere el buey,
Bajo la tierra el gusano,
Dentro '1 agua muere el peje,
Dentro el hereje el cristiano.
La actual tradición poética de "La Frontera", no parece remontarse más atrás
del siglo XIX. Las trovas más antiguas deben ser las de asunto religioso, pues su-
pongo que datan de la evangelización colonial, porque en el siglo XIX no se han
establecido misiones nuevas ni rehabilitado las antiguas, antes por el contrario, la
Reducción de Miraflores, por ejemplo, que aún estaba en buen pié en 1821, fué
destruida por las soldadescas y los buscadores de tesoros, años después.
Las canciones Nos. 71, 73, 74, 75, 76, 78, 79 y 80; tomadas del cuadreno del Sr.
Matorras, deben haber sido enseñadas a los fronterizos por los misioneros, quizá
por los jesuítas antes de su expulsión en 1767:
En la tradición escrita se ha conservado una cuarteta del siglo XVI, que según
parece fué compuesta en esta región de La Frontera, en efecto, dice el Sr. Mariano
Zorreguieta, en sus Apuntes Históricos de la Provincia de Salta (Salta 1872), al ha-
blar de la evangelización de las tribus indígenas, que servían a Esteco (no dice qué

(1) Concolorcorvo (Obr. CIt. Pág. 83).


(2) El general español e historiador del ejército realista y testigo ocular de las campañas
militares que se llevaron a cabo en Salta y Jujuy Dn. Andrea García Camba, cuenta en sus "Memo-
rías": "Los gauchos eran hombres de campo, bien montados y armados todos de machete o sable,
fusil o rifle, de Tos que se servían alternativamente sobre sus caballos con sorprendente habilidad,
acercándose a las tropas con tal confianza, soltura y sangre fría, que admiraban a los militares
europeos que por primera vez observaban aquellos hombres extraordinarios a caballo, y cuyas exce-
lentes disposiciones para la guerra de guerrillas y de sorpresa tuvieron repetidas ocasiones de com-
probar. La incansable perseverancia de los gauchos eran un justificativo más del estado de hosti-
lidad en que se hallaba el país bien distinto a la verdad de lo que había sido en épocas anteriores;
pero el denuedo con que las tropas españolas se lanzaban sobre esa clase de jinetes, individual-
mente valientes, les valió un crédito de grande importancia para el resto de esta campaña". " E n t r e -
tanto los gauchos individualmente valientes, tan diestros a caballo, que igualan, si no exceden, a
cuanto se dice de los célebres mamelucos y de los famosos cosacos, tuvieron en continua alarma al
cuartel general y sus puestos avanzados, sosteniendo diarios combates más o menos empeñados que,
sobre el cansancio que producían estas frecuentes y poco importantes refiregas, causaban la pérdida
de muy bravos oficiales y soldados, sin conseguir nunca los españoles poder dar un golpe deci-
sivo, porque una de las armas de estos enemigos consistía precisamente en su facilidad para dis-
persarse y volver de nuevo al ataque, manteniendo a veces desde sus caballos y otras echando pie
a tierra y cubriéndose con ellos, un fuego semejante al de una buena i n f a n t e r í a . . . " "Algunos ca-
ballos (soldados de caballería), ocultos en el bosque, cayeron repentinamente sobre dichos tiradores,
y no sólo los mataron, sino que los despojaron con una celeridad que sólo comprenderán bien los
que sepan que aquellos jinetes no necesitan apear para desnudar un muerto ni p a r a recoger del
suelo un real) de plata". (Camba, Memorias. T. 1». Págs. 816, 326 y 838).

(8) Juan Carlos Dávalos: Los Gauchos (Ba. As. Edit. Juan Roldan, 1930).
XXIX

Esteco será, pero por la fecha de la relación, supongo que debe tratarse del 1* Es-
teco, es, decir, Nuestra Señora de Talayera) :
"De acuerdo el P. Bárzana con el Superior Ángulo y Sr. Obispo de volver a
Esteco, a continuar la obra que había comenzado, partió de Santiago, en Marzo de
1588, con el P. Juan de Villegas y un clérigo nombrado Vicario Eclesiástico.
Entraron a Esteco la víspera del Domingo de Ramos, que aquel año cayó a 2
de Abril, y en los 15 días que permanecieron, ejercieron su ministerio con gran pro-
vecho. Y siendo su principal objeto doctrinar a los indios, que existían en los 50
Pueblos que rodeaban a Esteco, se fueron allí.
Un religioso franciscano asistía esa numerosa indiada, que en parte había pe-
recido por pestes, hambres, y por servicios tan penosos; dignos de mejor suerte, por
su carácter dócil e industrioso. Por lo que el P. Juan de Viana, refiriéndose a estos
naturales, decía:
No como y doy de comer,
No visto y doy de vestir,
Soy libre y he de servir,
¿Esto, cómo puede ser?
Los cantos populares de origen español hallados en las costas del Pasaje, se
han conservado en su mayoría sin alternaciones importantes, sin embargo, es posi-
ble hallar la influencia lugareña en algunas composiciones. Este romance religioso
de San Antonio, muestra la influencia del medio gaucho en los versos subrayados.

FORMA SALTERA FORMA ESPAÑOLA


Todos los peces del agua,
Que todo el mundo habitaban,
Se pusieron a escuchar,
Lo que un santo predicaba.
El santo predica en Roma,
Es su lengua el portugués;
Dos mil naciones le aclaman,
El papa, el obispo, el rey.
Cuando el santo predicaba
Un mensaje le llegó,
Que su padre estaba preso,
Por un hombre que mató. Fuera a librar a su padre,
Terminó el santo el sermón, Sin hacer falta al sermón,
Muy apenado y confuso, El cuerpo se quedó en Roma,
Y a la casa del alcalde El espíritu partió.
En un instante llegó. Llegó a la justicia luego,
Peguntó: ¿Por qué está preso Y al mismo juez preguntó:
Mi padre que me crió? —¿Por qué ahorcan a ese hombre?
Contra las leyes del reino, ¿Qué delitos cometió?
¿Qué delito cometió? Y la justicia responde,
Contestó el señor alcalde Con una respuesta leve:
Con mucha moderación: —A ese hombre se le mata,
—Está preso entre cadenas Por una vida que debe.
Porque a un hombre asesinó, —Vamos, dónde está el difunto,
Y condenado está a muerte, En la misma sepultura,
Por la Santa Inquisición. Y él nos dirá de verdad
Saltó el santo a la parada, Y nos sacará de dudas.
Y con muy templada voz, Fuéronse para la iglesia,
Le dijo al alcalde; Vea, Donde el muerto está enterrado,
Mi padre no lo mató. Con la señal de la cruz,
Yo probaré su inocencia, La losa se ha levantado.
Con la voluntad de Dios. Ya se levanta el difunto,
El santo le dijo al muerto: Y le dice a San Antonio:
—¡Vuelve a esta vida, por Dios; —Ese hombre no me ha muerto,
XXX

Alzó el muerto la cabeza, Que es un falso testimonio.


Y a San Antonio miró. Todos preguntan al santo,
El alcalde dijo, entonces: Que diga quién le mató,
—¿Quién la vida te quitó? Y San Antonio responde:
Dime si es aqueste hombre, —¡Eso no lo diré yo! (1).
Que está preso en la prisión:
Movió la cabeza el muerto,
—No es este, le contestó.
Aquí se acabó este verso,
De San Antonio glorioso,
A los muertos hace hablar,
¡Qué santo tan milagroso!
Saltar a la parada. — Es modismo usado en "La Frontera" p a r a expresar que
uno corre a aceptar el desafío.
En la actualidad, la población de "La Frontera", no es puramente salteña, por-
que desde principios del siglo han acudido catamarqueños, riojanos, tucumanos y
principalmente santiagueños, a los establecimientos de explotación de los bosques
de la región y cada uno de estos paisanos ha sido vehículo de cantares lugareños.
En casi todos los campamentos instalados en las selvas, para cortar árboles, he visto
guitarras y he oído cantar tonadas y versos extraños al medio. Por esta razón es que
en la tradición actual no hay unidad en lo que a la poesía popular se refiere.
Las coplas originarias del lugar son las que describen los quehaceres habituales
y el género de vida de los gauchos, como estas:
De camperos: De meleros:
¡Águila, que vas volando! ¡ Madrecita, lachiguana,
Por la ceja de aquel monte, Pariente del "moro-moro",
¿Qué no te raspan las ramas, Sobrinita de la "bala",
Que no ponís guardamonte? Primera hermana del "guancoiro"!

Ayer tarde, en medio el monte, De rastreadores:


Topé un carancho volando, Por el cerro voy güellando,
Traía una vieja en las garras, Una prenda qu' hi perdió,
Que se pelaba gritando. La güella ya está borrada,
Por el tiempo que ha corrió.
De corredores en el monte: De gaucho pendenciero:
Abracé un campo por medio, Tigre, soy en la fijeza,
Y le pegué un alarido, Halcón soy al agarrar,
Y se descolgó del cielo, Cuervo me llamo al caer,
Tras de un trueno, un refucilo. Y águila soy al volar.

Pa traer un toro malo, De puestero:


Y echarlo en las invernadas, Ya viene el tiempo lloviendo,
Lo ato en la cincha el caballo, Las vaquitas van pariendo,
Con la cabeza tapada. Los terneritos muriendo,
Y los caranchos comiendo.
De pastores:
De carretero:
La cabrilla voltia el pelo, Yo soy como buey tropero,
La oveja voltia la lana. Que marcha en güella profunda,
El peje dentro del agua, Cuando me sacan el yugo,
Al año voltia la escama. Vuelvo a lamer la coyunda.
(1) A este fragmento de ro
Pag. 163. Biblioteca de Tradiciones
XXXI

La tradición pa^aduicova, ya extinguida al parecer entre los paisanos argen-


;inos, en el resto del país, subsiste aún en "La Frontera". En Agosto de 1931 oí pa-
irar al son de una caja a un rico estanciero de Gualiama, (Rosario de la Frontera),
:on un guitarrero afamado. Los primeros versos del contrapunto fueron estos:
El guitarrero: El estanciero (1):
Disculpará, mi patrón! ¡Canta nomás, jiuguerito!
'{ apreté sus cuatro sotas, Canta nomás, tu canción,
Hire que le va a cantar, Despedite de tus cantos,
J n militar de su escolta. Que ya te llega el halcón.
He oído hablar a viejos de Las Costas del Pasaje, de payadores que entretenían
al auditorio con contrapuntos sostenidos durante una noche de claro a claro. En
esta región he hallado más de un centenar de cantares que aluden a la tradición
payadoresca de los gauchos. La canción N 9 463 trata de dos gauchos que viven
puramente de la guitarra y del juego.
Los instrumentos musicales usados en Las Costas del Pasaje, son: la guitarra,
la caja, el bombo y el violín. Este último es hecho por artífices de la región, quie-
nes lo fabrican con maderas livianas, tipa o lapacho, a semejanza de los violines
comunes.
El instrumento más generalizado es la caja; esta copla da la razón del por qué.
De todos los instrumentos,
A mí me gusta la caja,
Porque esa es la diversión
De toda la gente baja.
Hay guitarreros y cantores profesionales de mayor fama que los del valle de
Lerma, suelen llegar espontáneamente a los bailes y son mirados con respeto por los
demás paisanos.
La música de estas regiones es triste y cadenciosa, pero no es quejumbrosa como
la de las punas de Jujuy. Los hombres y las mujeres fronterizas hacen oir sus cantos
en los bailes que organizan anualmente cuando madura la algarroba. La madurez
coincide casi siempre con Carnaval, al cual lo celebran con aloja, chicha y gua-
rapo (hidromiel).
Los bailes favoritos en las fiestas de los fronterizos son: "el gato", "la chaca-
rera", "la chilena", "la firmeza" y "el escondido".
En la zona de los bosques de Salta, también visité Anta y Oran. En el primer
departamento hice mi entrada por El Sauzal, pasé por Cabeza de Anta, La Cruz y
salí por El Acheral a Lumbreras. No he tenido tiempo de recoger cantares en este
yiaje, pero sí, la suerte de hallar a Don Ventura Sarmiento, en Cabeza de Anta,
quien me proporcionó un cuaderno de versos populares en esta parte de Salta, hace
treinta o cuarenta años.
Confieso que he sentido hondamente no poder hacer mi búsqueda en Anta, por-
jue este es un departamento habitado por gauchos, sin mayor contaminación extran-
jera. El poeta Dávalos, que lo ha visitado en gran parte, ha descrito la vida de es-
tos hombres con mucho realismo y ha hallado ser Anta el departamento más típi-
:amente salteño. Sus hombres son de raza blanca, tienen inteligencia clara y viven
iferrados a la tradición. He notado al pasar, que estos paisanos de Anta llaman ba-
gualas a las coplas y las cantan en la soledad de sus bosques al son de una tonada
sentida, quizás doliente, llamada también baguala.
Según Don Ventura Sarmiento, que es hombre de sesenta años y conocedor del
lepartamento, la tradición poética de Anta, es rica en décimas y glosas. Hay canta-
res a lo divino y a lo humano, los primeros son los que hablan de Dios o de asun-
t a religiosos, y los segundos, los que cantan los otros sentimientos humanos.
Parece ser, según me dijo Don Ventura, que la mayoría de los cantares compi-
ados por Don Rodolfo Matorras son de Anta. Si es efectivamente así este depar-
amento sería tanto o más interesante que las costas del Pasaje.
(1) El señor que así replicaba al guitarrero era Don Abe! Mónico, actual Senador por el
pto. de Rosario de la Frontera, a la Legislatura de Salta.
XXXII

La otra región que también he visitado solamente, sin practicar búsquedas ha si-
do Oran. Su capital fué y es actualmente una villa muy importante, se ha enrique-
cido con el comercio de muías y caballos con Bolivia y sobre todo con los productos
de su tierra, sumamente fértil. Su población, en su mayoría es de ascendencia es-
pañola. El tráfico comercial que ha sido grande desde su fundación, la ha vinculado
no solamente con Bolivia y el Perú, sino con Salta y Tucumán, por lo cual su
acervo poético debe ser rico en reminiscencias españolas.
No he recogido los cantares de Oran ni los de Anta, por falta de tiempo, pero
no he abandonado la idea de hacerlo cuando las circunstancias me lo permitan.

CAPITULO SEGUNDO

La búsqueda. — a) Procedimiento seguido para recoger los cantos populares.


b) Ayuda prestada por los estancieros, c) Entre los paisanos, á) En las
fiestas, e) Casos sorprendentes de memoria, f) Casos de incomprensión de
los cantos, g) Coplas disparaladas, h) La tradición culta en el pueblo.
i) Los cuadernos de versos.

a) La búsqueda. — Procedimiento seguido para recoger loa cantos populares.


Los cantos populares de la provincia de Salta, publicados en esta antología,
son 4867 sin contar las variantes, agregando éstas, pasan de seis mil. De todos ellos
solamente trescientos han sido sacados de cuadernos, los demás fueron recogidos por
mí, de boca del pueblo.
Desde mi llegada a Salta, en Julio de 1928, me puse al habla con la gente del
pueblo; pregunté a hombres y mujeres de todas las edades y de las distintas con-
diciones sociales, no se han escapado a mi interrogatorio ni el gobernador de la
provincia con los ministros, ni los eclesiásticos, militares, artesanos, agricultores,
mendigos y presos; a todos les he preguntado por los cantos populares que supieran
y tal como me ocurrió en Catamarca y Jujuy, me pasó en Salta, algunos sabían tro-
vas populares muy interesantes, otros nada; a veces se burlaban de mi misión;
un profesor del Colegio Nacional y un capataz de hachadores de quebracho, me
llamaron vago y mal entretenido, pero no me he dejado correr por estas caricias
ni por las incomodidades que trae el andar con cuatro o cinco chiquillos a la cola,
que no se explicaban para qué juntaba los cantos.
Siempre he preferido recoger personalmente los versos, aunque para ello tu-
viera que viajar muchas leguas como lo he hecho, por regiones inhospitalarias.
En la ciudad y en las villas importantes, la tarea fué relativamente fácil, por-
que la gente comprendía mi misión y me ayudaba, pero en los lugares serranos tuve
que acompañarme con los compradores de cueros y los comerciantes ambulantes pa-
r a hacer mi cosecha de coplas. A estos paisanos les decía que antes fui comprador
de cueros, pero como el negocio iba mal, me dediqué a la compra de cantos para
venderlos a las fábricas de caramelos ( 1 ) ; les pagaba diez centavos por copla que
(1) Efectivamente, hasta hace diez años en Catamarca, Tucumán, Salta y Jujuy se vendía
en los almacenes de las ciudades y en las pulperías de la campaña unos caramelos en forma de
ajíes que tenían a manera de pedúnculos un papelito arrollado, en el cual había escrita una copla.
Parece ser que estos versitos iban de las fábricas de caramelos de Buenos Aires, pues una de las
coplitas decía:
Al alto cielo subí
En un globo, por más señas ;
Y lo que allá arriba vi
Fué uruguayas y porteñas.
Casi todas eran coplas por demás sencillas; he aquí otros ejemplos que recuerdo:
La naranja es naranjada, Tanta naranja madura.
El limón color de c a ñ a ; Tanto limón por el suelo,
I Cómo quieres que te quiera. Tanta niñita bonita,
Si tu corazón me engaña 1 Ninguna me da consuelo.
Los fabricantes de estos caramelos y los cómicos de los circos ambulantes han contribuido mu-
cho en la dispersión de cantares populares del Sur en las provincias del Norte del país.
XXXIII

yo no supiera y venían al rancho donde me hospedaba, hombres, mujeres y chicos


a dictarme sus coplas.

b) Ayuda prestada por los estancieros. — Los estancieros de Salta fueron mis
mejores colaboradores, porque me dejaban hablar con sus peones.
En la Pampa Grande, el Sr. Jaime Gómez, no solamente me brindó todo género de
facilidades sino que me franqueó el trato con los obreros en sus horas de trabajo
y puedo asegurar que en los días que estuve allí, aquéllos no trabajaban nada, pues
yo me sentaba al lado de las parvas de pasto seco y los peones no se movían de
mi lado, hasta no dictarme la última copla que recordaban.
En Cafayate, con los obreros de los Sres. Michel Torino; en La Banda Grande,
con los de Don Ricardo Dávalos; en El Churcal, con los de Don Balvín Díaz; en
El Cóndor (Rosario de la Frontera), con los de Don Abel Mónico, pasó igual cosa;
los paisanos, llevados por la curiosidad y el interés, dejaban sus trabajos y se ve-
nían a mí. A los señores citados y a otros damnificados en igual forma, les ruego
que me perdonen.

c) Entre los paisanos. — En procura de cantos, hice ladrar los perros en casi
toda la campaña salteña, ellos eran los primeros en recibirme y los últimos en des-
pedirse de mí. Cuando llegaba a una población rural y preguntaba por primera vez
a los vecinos por sus cantos, nadie sabía nada; para ganarme la confianza era yo
quien recitaba, decíales todos aquellos versos que suponía los conociesen y no fal-
taba algún circunstante que me decía: "no, señor, ese canto no es así" y me lo dictaba
a su manera, entonces me mostraba interesado, alababa su memoria, exaltaba las
virtudes del canto, aunque no valiera nada, y el aludido o aludida se desataba con
todo su repertorio; después, contagiados por su espontaneidad, dictaban los otros;
la noticia se corría y al cabo de una semana o dos, no quedaba viejo, vieja, ni chico
que no dictara lo que sabía. Una vez viajaba a la siesta, bajo un sol abrasador, en
los bosques de Metan, por el puesto de Agua Blanca y oí los gritos de un chico
como de ocho años que me llamaba; acudí a ver lo que le pasaba y me dijo que me
gritaba para venderme una copla, era esta:

Esa niña que baila,


Vestido i luto,
Cabeza i lagartija,
Garrón de ututo.

Como no la tenía en mi colección, anoté la copla, pagué los diez centavos al chi-
co y éste, sin esperar a dictarme más, dio la media vuelta con la moneda en la mano
y dando saltos de contento, fué a internarse en la espesura, donde estaba su casa.
En Quilmes y en El Churcal oficié de monaguillo para captarme la simpatía
de los feligreses, en la capital, Molinos y El Galpón, di conferencias para allegarme
la confianza. Por donde andaba, en los trenes, a caballo o a pié, hablaba con los
paisanos para infundirles familiaridad y sacarles cantos; no perdía baile ni reu-
nión donde se cantara, tanto que llegaron a creerme inspector de parrandas.

d) En las fiestas. — Cuando entraba a los bailes pedía a los organizadores y


guitarreros, que hicieran bailar "gatos con relaciones" para copiar los versos que se
decían en esa oportunidad, yo mismo bailaba y echaba mis relaciones; recuerdo
que una vez, en Cafayate, me tocó bailar un "gato" con una ñata muy bonita y
se me ocurrió para mi daño, decirle:

Debajo de su nariz,
Se acuesta a dormir la boca,
No puede agarrar el sueño,
Porque la sombra es muy poca.
XXXIV

Causó hilaridad mi ocurrencia, pero la muchacha no. gra lerda y se vengó


muy bien, pues me replicó:
Do Tolombón hi venío,
En un caballo lobuno,
Hi visto animales gordos,
Pero como Vd. ninguno.

Yo pesaba entonces ciento treinta kilos, lo que era una monstruosidad, y opté
por callarme.
Siempre he preferido ir en busca de los paisanos y no que éstos vengan a mí.
La razón está en que una vez, desplazados de su medio ambiente lugareño, no se
sienten bier, sino cohibidos; a los paisanos como a las aves hay que oirías cantar en
el lugar donde nacen, ahí son espontáneos, francos y cicharacheros. Llevados a la
ciudad o a la pieza de un hotel, aunque sea de las villas frecuentadas por ellos,
tienen recelo para dictar, temen al ridículo y se olvidan los cantos que les son fa-
miliares, pues no ven los cerros, los árboles, las casas, la acequia, la majada, la
mujer o la cosa o persona que le sugerirá el canto; bien es cierto que no todos
son así, hay paisanos que en todo tiempo y lugar son espontáneos, pero éstos cons-
tituyen la excepción.
Don Simón Soto de la Viña, que como he dicho tenía en 1928 noventa y un año
no sabía nada, no recordaba ningún canto cuando lo hablé por primera vez, pero
cuando fui a su casa con un amigo suyo y lo invité a comer un asadito, aquel hom-
bre, a pesar de sus años, refrescó la memoria y me dictó veinte cantos, entre glo-
sas y décimas, populares cincuenta años atrás.
Los paisanos de Salta y todos los hombres del mundo hacen oir sus cantos
cuando se divierten y tienen a mano algún excitante, ya sea chicha, aloja, guara-
po, vino o cerveza. Los sáltenos como los españoles cantan también cuando trabajan
sobre todo si la tarea es liviana.
Las fiestas que los sáltenos, catamarqueños y jujeños celebran con bailes y
por consiguiente con cantos, se dividen en dos clases: las fijas y las movibles, como
ocurre en el calendario litúrgico. Las fiestas fijas son las de carnaval y la del santo
patrono del pueblo, las movibles son las de casamientos, velorios de los angelitos,
las reuniones en los comités políticos y las que organizan los señores de lá ciudad
cuando salen a divertirse en la campaña, lejos de los ojos de las esposas y de las
novias celosas.
En estas oportunidades los guitarreros profesionales y los hombres y mujeres
del pueblo echan a volar los cantos tradicionales y los sacados de su cabeza, como
dicen a los que ellos componen.
En San Lorenzo, villa veraniega, situada a dos leguas al poniente de Salta,
oí cantar toda una noche a varios paisanos, celebrando a un angelito, esto es, a
un niño de meses que había fallecido. Esta costumbre de celebrar con danzas, liba-
ciones y cantos a los niños muertos, estuvo muy generalizada en Hispano-américa
(1), y ha dado tema a algunos cantares populares; dos de éstos son los que llevan
los números 364 y 495, un tercero sería este otro que me fué dictado por Don Simeón
Soto, en 1930:
¡Angelito de mi vida! Angelito de mi vida,
No lloris gotas de sangre, Con una flor en la frente,
En el tribunal divino, En el tribunal divino,
Rogarís por pagre y magre. Rogarís por tus parientes.

Angelito de mi vida, Angelito de mi vida,


No lloris gotas de vino, Con una flor en la mano,
En el tribunal divino, En el tribunal divino,
Rogarís por tu padrino. Rogarís por tus hermanos.

(1) Véase a este respecto la interesante descripción que hace Alfred Ebelot «n »u libro
'•La Pampa" (París, 1890. Pás. 9 ) .
XXXV

Angelito de mi vid¡ Angelito de mi vida,


Con una flor en la' pata, Con una flor y una vela,
En el tribunal divi. En el tribunal divino,
Has de rogar por t uno,t a t a Has de rogar por tu agüela.
El casamiento u „ ,,„,,„ ,.—>,;-„ „ : 6 „ a décimas y glosas que se cantan para
celebrarlo, tales son los que llevan los números 365, 396 y 400.
El carnaval es celebrado con todo género de cantos, pero tiene coplas espe-
ciales. Yo he hallado en Salta más de 90 coplas de este tema, en su mayoría son
así:
Carnaval alegre,
Triste para mí,
Bien haiga la tierra,
Donde yo nací.
i Te acuerdas, vidita mía, Allá viene Carnaval,
Del martes de Carnaval, Por la costa i Talapamapa,
Cuando yo andaba a caballo, Se viene haciendo la fiesta,
Y vos me querías besar? Por Guachipa y Coripampa.
¡Ahijuna, pucha n'El e na, ¡ Ahijujuay p . . . Carnaval,
Pollera y nagua ajenas, ¡Qué mucho siento dejarte!
Como salga a Carnaval, Si al otro mundo te fueras,
De nada se le da pen a ! Allá me fuera a adorarte.
Cuando llega Carnaval, ¡Ahijujuay p . . . Carnaval,
No almuerzo ni ceno liada, T' hi cantar y t' hi bailar,
Me mantengo con las coplas, Y el miércoles de ceniza,
Me duermo con las tonadas. También t'hi cacharpallar.
Las fiestas religiosas del santo patrono de las distintas parroquias de Salta,
¡ongregan mucha gente y en esa oportunidad los bolicheros organizan bailes con el
übjeto de vender bebidas a los feligreses venidos de todos los rincones.
Los arrabales de la ciudad de Salta, el Puente de Palo, el barrio de Los La-
jos y el de la Estación se pueblan de forasteros en los ocho días que dura la fes-
;ividad del Señor del Milagro, en el mes de Septiembre, en las pulperías, en las
:asas de comida y en algunos domicilios particulares se oye cantar y bailar a to-
las horas del día. De noche se organizan verdaderas bacanales.

e) Casos sorprendentes de memoria. — El acervo poético salteño está muy


>ien distribuido en el pueblo, porque no hay paisano o paisana que no sepa algún
:anto, pero en esto como en todo, hay sus diferencias, mientras unos sólo recuerdan
los o tres, otros en cambio me ditaron numerosos cantares. Recuerdo que una mu-
ercita ciega de Cachi me dictó setenta coplas nuevas para mi colección en menos
le una hora, yo tenía entonces anotados ocho mil cantos populares, y para copiar
os setenta, fué preciso que la recitadora me dictara por lo menos doscientos can-
ares. En Gualiama (Rosario de la Frontera), un paisano de treinta y seis años
ne dictó ciento veinte coplas y en el Cóndor, a otro de treinta, le copié ciento diez
n algunas horas; pero el hombre de más memoria para los cantos, fué Don Simeón
joto, a él le copié en las circunstancias apuntadas más arriba, veinte glosas, las
.ue hacen un total de setecientos versos; Soto tenía 91 años y no sabía leer.
Cada uno de estos paisanos que saben muchos cantos son, podríamos decir, can-
ioneros más o menos distintos, pues los hay que solamente recuerdan coplas reli-
giosas, otros que únicamente han conservado picarescas, y así, según el tempera-
aento de cada uno, son los cantos que recuerdan. Hay personas que saben romances
r
décimas y no coplas, otras en que ocurre al revés.

/ ) Casos de incomprensión de los cantos. — Sobre el grado de compresión de


)s cantos por parte del pueblo, cabe hacer también algunas consideraciones. He no-
ado que ciertas personas cantan sus versos sin entenderlos mayormente. Don Si-
XXXVI

meón Soto, por ejemplo, al diotarme la glosa N° 100, no me supo decir quién era
San Agustín ni Carlos Quinto, tenía muy vagas noticias del Rey David, solamente
sabía algo de Salomón, porque éste es el personaje bíblico más conocido por el pue-
blo. En la glosa N 9 259 (no me dictó sino composiciones serias, como él llamaba
a las décimas), no sabía dónde estaba Venecia ni qué importancia tenía el vidrio
de esta ciudad.
Otro caso de incomprensión lo noté en Pampa Grande por una casualidad. Un
muchacho, peón de los Sres. Gómez, trajo una libreta en la cual había anotado los
principios de sus versos para no olvidarlos y después de haberme dictado le tome
la libreta y hallé la palabra terciopelo, de esta copla:
De terciopelo negro,
Traigo cortinas,
Para enlutar mi casa,
Si tú me olvidas. (1).
escrita así: tercio-pelo, lo cual me indicaba que el muchacho solamente sabía lo que
era tercio, pues a veces los dueños de majadas dan a sus pastores (los puesteros),
el tercio de la parición para pagar sus cuidados; sabía también lo qué era pelo, pero
no entendía el sentido de terciopelo, sin embargo al dictarme las coplas no había
reparado en su ignorancia. Desde ese día miré los papeles, libretas y cuadernos en
que los paisanos anotan sus versos favoritos.
Otro caso me ocurrió con un hombre de más o menos cuarenta años, que me
recitó esta copla:
A Cupido lo han muerto,
En Corralitos,
Quién lo mete a Cupido,
Andar sólito.

me causó extrañeza ver figurar al dios del amor en esta tragedia, y le pregunté
quién era Cupido, entonces el paisano me dijo: No sé, señor, tal vez será el diablo.
Los casos citados son de personas que no entienden alguna palabra del verso,
pero hay otros en que se nota la incomprensión total, tal fué el de un muchacho
que me dictó esta copla en la Cuesta del Obispo:

¿Cómo no gritan donsana,


Pulsan los estradivarios,
Y entregan el alma ufana?

Debo notar que el muchacho no era tonto, al contrario, era bastante listo, no
se quería reir de mí tampoco, porque me recitó la copla ante el Sr. Director de
Puentes y Caminos, a quien los obreros miran con sumo respeto, ni lo dictaba por
interés, puesto que no quiso recibir la paga como sus compañeros de trabajo, de
modo que lo hacía espontáneamente. La copla no tiene sentido y sin embargo estaba
en el repertorio del muchacho juntamente con otras interesantes (véase la nota a
esta copla N ' 3851).

g) • Coplas disparatadas. — Los paisanos de Salta, Catamarca y Jujuy, cui-


dan mucho de la rima del verso, podrán descuidar el fondo esencial pero nunca la
consonancia, por eso dice la copla:
Si quieren saber, señorea,
Cómo cantan en mi tierra,
Concertando bien las coplas,
La tonada como quiera.

(1) Esta copla es española, la tiene Rodríguez Marín en su obra: Cantos Populares Espa-
ñolan N? 2656, y fué comentada como argentina por Ricardo Rojas: La Literatura Argentina (Ed.
La Facultad, Bs. As. 1924. T. 19. Pág. 268-15, y por Leopoldo Lugones: El Payador (B«. As. 1916,
Pág. 90).
XXXVII

A veces se me ocurrió decirles versos de rima disparatada para ver el efecto


que producía y en seguida notaban la falta de musicalidad y me replicaban: Ese no
pega ni con cola. Conservan versos sin rima para reírse, como estos:
Toma niña, este clavel,
Que te lo dá un albañil,
No te vayas a creer,
Que en balde de cascotes.
Águila que vas volando, De la falda de aquel cerro,
Por arriba el chañaral, Viene una piedra rodando,
Como no te ha i dar catarro, Hacete a lao de la güella,
Si no ponís guardamonte. Que no te pegue en la frente.

h) La tradigfón culta en el pueblo. — Los cantos que sabe el pueblo no son


todos de origen popular, algunos reconocen procedencia culta, como éstos, oídos en
distintas partes q e i a provincia:
Volverán las oscv, rag golondrinas. En una noche clara, de majestuosa luna,
De tu balcón los nidos a colgar. Yo vi en un cementerio un ciprés descollar.
(A. Becquer). (G. Ezeiza).
Pues bien, yo necesito
Decirte que te quiero. Tu imagen vino a visitarme en sueño.
(M. Acuña). (M. Flores).
Yo soy un eco que hora tras hora, Nací en un bosque de cocoteros,
Nace en las ruinas de la pasión. Una mañana del mes de Abril.
(¿Plácido?)
(A. Quiroga). María, mi dulce amiga,
Hijo del trueno me apellidaron; Astro de paz en la t i e r r a . . .
Qué noche horrible vine a nacer. (M. Acuña).
(Del "Mártir del Gólgota,") Olas que al llegar,
Bésame con el beso de tu boca, Plañideras muriendo a mis pies.
Cariñosa mitad del alma mía. Si en noche silenciosa,
(M. Flores). Te encuentras meditando, etc.
El pueblo de Salta recuerda también aquella canción del malogrado hombre pú-
blico, Dr. Lucio V. López, que empieza:
Si al caer la tarde,
Ves una estrella,
Que lanza pálida,
Su resplandor...
Pero sobre todo los versos:
Te quiero tanto, tesoro mío,
Que nadie puede mi amor sondar;
Es tan inmenso como el vacío,
Y es tan profundo como es el mar.
A más de estos versos románticos, hay otros de origen culto, popularizados
como la trova a la entrada de Felipe Várela, compuesta por el Dr. Arturo L.
Dávalos, que va en la nota a la canción N ' 63, dos coplas del poeta catamarqueño
Luis L. Franco, una del salteño Nicolás López Isasmendi y otra de Carlos Guido
Spano.

i) Los cuadernos de versos. — Al principio de este capítiulo dije que tomé


trescientas composiciones de la tradición escrita, efectivamente, en muchas casas
me han proporcionado cuadernos en los que manos prolijas habían copiado versos
con esmerada caligrafía.
He tenido en mis manos alrededor de un centenar de estos cuadernos, en
su mayoría son mosaicos de todo género de versos, los hay de poetas cultos centro
XXXVIII

americanos, colombianos, argentinos y anónimos populares^ junto c Q n c u e n t a s ¿e


pastaje o de almacén, con borradores de cartas y otras menudencias.
Los más valiosos son tres, uno el conservado por la familia del Ing. Nolazco
Cornejo, perteneciente a Don Rodolfo Matorras; otro de Don Ventura Sarmiento,
de Anta, quien tuvo la gentileza de prestármelo y el tercero de un Sr. Pedro P.
Padilla de "La Selva", Metan, conservado por sus familiares.
De los tres es el cuaderno de Don Rodolfo Matorras, el que mayor número de
cantos tiene. Este señor, descendiente de la ilustre familia salteña de este apellido
era rico estanciero de "La Frontera", hombre culto, comprendió el mérito de la
poesía popular y ya fuera para divertirse cantando o para 'leerlas en sus horas
de ocio, juntó más de dos centenares de cantos tradicionales entre los guitarreros
conocidos.
Nadie supo decirme si Matorras, tenía intención de publicar su libro, pero es
el caso que en la primera página del cuaderno (Libro diario de comercio), hay es-
ta leyenda:

PATAENQUINCHA EL PAYADOR SALTEÑO

(Rapsodias populares)

"Décimas y cuartetas para cantar en guitarra estilos criollos, gauchitos tris-


tes y alegres; vidalitas y contrapuntos por cifra al estilo Carollano, Golondrina,
Panlargo, Ripitipe, Santibafies, Torres, Esteban Borques y varios otros.
Recopilación hecha por Rodolfo Matorras Navarro".
Hay en el cuaderno numerosas composiciones dictadas por Don Ventura Sar-
miento o tomadas de sus apuntes.
Si el Sr. Matorras puso mucha diligencia en la búsqueda, se descuidó algún
tanto en la escritura, pues tiene versos sin sentido; esto felizmente se ha salvado
en algunos cantos, debido a que en la tradición oral aún se conservan con fidelidad.
Tanto el cuaderno del Sr. Matorras, como el de Don Ventura Sarmiento y el
de D. Pedro P. Padilla, viene a probarnos cuan rica fué la tradición poética de Salta,
a fines del siglo pasado. Si hoy el pueblo recuerda coplas, ha olvidado en cambio
las composiciones largas, las décimas y los romances. Verdad es que he recogido
más de trescientas canciones en la tradición oral, pero se hubieran perdido más, a
no ser la prolijidad de estas personas.
Aparte de estas fuentes de tradición escrita he hallado otra de autor anónimo.
Me refiero a un cuadernillo hecho a la ligera con pliegos doblados en dos, de papel
de hilo filigramado. Me fué obsequiado por el historiador y cronista de Salta, D r .
Bernardo Frías, en 1930; consta de veinticinco páginas, de las cuales diez y seis
están escritas a doble columna y las ocho restantes, dos al principio y seis al fin,
en blanco.
Está amarillento y manchado, a pesar de ello, se lee fácilmente, contiene trein-
ta y siete composiciones; todas ellas del mismo estilo popular de las otras cancio-
nes de Salta. En su mayoría son glosas, algunas populares aún, como se explica
en las notas respectivas.
El Dr. Frías, lo sacó de entre los papeles viejos pertenecientes al gobernador
Don Miguel Otero, que se conservaban en poder de los descendientes de la Sra.
Candelaria Viola de Ortiz, sobrina del Sr. Otero.
El hecho de haber pertenecido a Otero, me induce a creer que el cuaderno, o
por lo menos los cantos, vendrían del Perú, porque este señor vivía en Lima, y re-
gresó a su provincia natal en 1840, de edad de cincuenta años, después de haber
permanecido 23, entregado a los negocios, a la política y a la vida militar en
ese país.
La canción décima novena del cuadernillo que figura en este Cancionero en
el N» 254, es del Perú, la hallé en Armonías Peruanas, cuaderno 2, Pág. 80.
Por la caligrafía y la filigrama de los pliegos, comunes en los documentos
de principios del siglo pasado, supongo que el cuadernillo es de la primera década.
XXXIX

El señor Juan de la C. Puig, autor de la Antología de Poetas Argentinos, apa-


recida en 1910, en oportunidad del centenario de la Revolución de Mayo, transcri-
be en el tomo 4, Pág. 35, esta copla:
¡Ay, suspiro, sólo vos,
Como que del alma sales,
Sabes los acerbos males,
Que padecemos los dos!
Fué copiada, dice el Sr. Puig, del manuscrito de don Juan María Gutiérrez,
Núm. 58, del catálogo de sus obras existentes en la Biblioteca Nacional. La atribu-
ye a Fray Cayetano Rodríguez, poeta de la Revolución de Mayo de 1810.
Esa misma cuarteta está glosada en el cuadernillo, es la canción décima sexta
y tiene el número 164 de este Cancionero. Esta cita nos probaría la popularidad de
la copla a principios del siglo y por consiguiente, la probable data del cuadernillo
manuscrito. El erudito historiador Dr. Rómulo D. Carbia que examinó este cuadernillo,
que llamaremos Cancionero Manuscrito Anónimo, supone también que es de la prime-
ra década del siglo XIX.

CAPITULO TERCERO

Factores que influyeron en la formación de la tradición poética salleña. a) Espa-


ñolizarían de Salla. b) Noticias sobre la tradición poética indígena.
c) Proceso histórico de la penetración de la tradición poética española.
d) Dificultades para establecer la filiación hispánica de los cantos recogidos.
e) Concomitancias entre la tradición poética popular de Hispanoamérica y la
de Salta. í) Iufluencias recíprocas entre Salla y las demás provincias
argentinas.

Hemos hablado en los capítulos anteriores del aspecto físico e histórico de las
distintas regiones geográficas de Salta, como así también de la forma en que hemos
llevado a cabo esta compilación de cantares; ahora vamos a tratar de estudiar el
proceso histórico de la formación de este rico acervo de poesía popular.
a) Españolizarían de Salta. — Ya hemos visto al hablar en particular de cada
zona, que los conquistadores y colonizadores levantaron sus ciudades en los mismos
centros donde los indígenas tenían sus viviendas y que este proceso duró desde me-
diados del siglo XVI hasta la segunda mitad el siglo XVIII, cuando el gobernador
Dn. Gerónimo Matorras hizo su entrada al Chaco Gualamba (1), y el gobernador
intendente, Dn. Ramón García Pizarro, fundó Oran (2).
En este espacio de dos siglos, la obra lenta y constructiva de los colonizadores
se hizo sentir en todas partes; no importa que el primer asiento de españoles sea sa-
queado e incendiado por el nativo, no importa que huya el poblero (3) ante el

(1) Vide; Zinny: Historia de los Gobernadores (T. 1«, Pág. 213). — Torres Lanzas: Mapas, Pla-
nes, etc.: Plano de las tropas en marcha de la expedición al Gran Chaco Gualamba, dirigida por el
Gobernador del Tucumán, D. Gerónimo Matorras (Lámina XXXV). Plano dsl campamento de la tropa
que Uevó D. Gerónimo Matorras, en su expedición al Gran Chaco Gualamba. (Lámina XXXVI).
Mapa sacado con ocasión de la entrada que hizo a su costa a los fértiles y dilatados paites del
Gran Chaco Gualamba, el Governador de la Provincia del Tucumán, D. Gerónimo Matorras, en virtud
del Real Contrata. Año de 1774 (Reproducción fotográfica, hecha para el archivo histórico de Tucu-
mán. del mapa original existente en el Archivo de Indias de Sevilla).
(2) Zinny: Historia de los Gobernadores. (T. 5?, P á g . 812).
(3) Uso la voz poblero en lugar de colono, porque así so llamaban a ¡ios agricultores, o ga-
naderos, dueños de campos en los siglos de la colonización, tal se ve en este pasaje, que tomo de la
Descripción de 18 curatos del Tucumán, documento de 1692, publicado en el capítulo 39 del Tomo
H. P á g . 366, de Documentos del Archivo de Indias para ¡a Historia del Tucumán, del P . Antonio La-
rrouy: "Quiere el cura, como padre, acudir a la aflicción de sus hijos; opónese el podíero, enseñan-
do a Sos indios y mandándoles que no hagan lo que el Padre les dice, y llega a tanto esto, que si
el cura les dice que es día de fiesta, les dice el poblero que no lo es, que vayan los unos a la car-
pintería, y los otros a recoger los buyes, caballos y muías".
El visitador Dn. Francisco de Alfaro también dice poblero en el mismo sentido. Obr. cit., Pág. 34.
XL

cuadro pavoroso de su encomienda devastada, ya volverá con nuevos bríos a soguzgar


al calchaquí, al lule hasta dominarlos, hasta hacerlos aceptar la cultura española. A
Córdoba, de Zurita, le sucede la primera San Clemente, de Abreu, a ésta Ntra. Sra.
de Guadalupe, de Albornoz; a Ntra. Sra. de Talavera, le sigue Nueva Madrid; con
los restos de ambas se funda Talavera de Madrid, y cuando esta última cae, se levan-
tan las reducciones de las costas del Pasaje. La conquista y colonización no se inte-
rrumpió; el blanco por ley natural venció y se adueñó de Salta.
El encomendero de Salta necesitaba del indio para sembrar alfalfa en sus cam-
pos, para el cuidado de su numeroso ganado y aguzó su ingenio para amoldarlo a
sus costumbres, para enseñarle a serle útil en las artes manuales desconocidas por él;
igual procedimiento deben haber seguido en las otras regiones del Tucumán, pues
en 1603, cuando aún no habían pasado cincuenta años de la fundación de Córdoba
de Calchaquí, y de Ntra. Sra. de Talavera, el Tucumán proveía telas por valor de pe-
sos 100.000 a la Villa Imperial de Potosí; Y es de tanto aumento el ayuda del lienzo
que de Tucumán entra cada año en esta Villa, que lo pasara mal el servicio de negros
e indios y gente de trabajo, si no fuera por ello; y así desto como de otras cosas que
de Tucumán vienen, se gastan cada año cien mil pesos (1).
Referente a este mismo comercio, podemos también agregar esta nota de Zinny:
"El 29 de enero de 1606, el Rey Felipe III expidió una cédula prohibiendo a la
provincia de Tucumán llevar a Buenos Aires harina, cecina (charqui), ni bizcochos,
ni otros bastimentos o frutas" (2).
6) Noticias sobre la tradición poética indígena. — Como el objeto de este estu-
dio no es desentrañar las normas éticas del conquistador sino averiguar cuáles fue-
ron los comienzos de la tradición poética actual, dejemos de lado el tema de la ideolo-
gía de los conquistadores empeñosamente estudiada y documentada por el Dr. Juan
B. Terán (3), y busquemos alguna noticia sobre el origen de la tradición poética
salteña. Un misionero nos da la reseña histórica más antigua. El padre Alonso de
Bárzana, aquel santo apóstol que evangelizó Calchaquí y las costas del Pasaje, es-
cribía en su carta de fecha 8 de septiembre de 1594, al Provincial de la Compañía:
"Todas estas naciones — tules de La Frontera y de Tucumán — son muy dadas a
bailar y cantar, y tan porfiadamente, que algunos pueblos velan la noche cantando,
bailando y bebiendo. Los lules entre todos son los mayores músicos desde niños y
con más graciosos sones y cantares; y no sólo todas sus fiestas son cantar, pero
también sus muertes todas las noches las cantan todos los del pueblo, cantando jun-
tamente, llorando y bebiendo. Y así, la Compañía, para ganarlos con su modo, a ra-
tos los iba catequizando en la fé, a ratos predicando, a ratos haciéndoles cantar en
sus corros y dándoles nuevos cantares a graciosos tonos; y así se sujetan como cor-
deros, dejando arcos y flechas" (4).
Cuáles fueron los cantares de los indios y cuáles los que los misioneros enseña-
ron a sus neófitos, resulta imposible averiguar. Es de suponer que estos últimos se-
rían sencillas coplas místicas y profanas, acomodadas al alcance intelectual de aquel
pueblo niño.
Estos cantares, cualesquiera que hayan sido sus temas, fueron los primeros bal-
buceos líricos, en lengua española, de los "fronterizos", quienes con el correr de los
años, poblaron los bosques de armonías, al son de la caja y de los "guitarrillos". En
1773, cuando pasó Concolorcorvo, los "gauderios" de esta región poseían una rica
tradición poética, como veremos más adelante.
El P. Bárzana nos habla, además, en el pasaje citado, (dándoles nuevos cantares)
de la existencia de una poesía popular lule indígena; cual fuera ella no se sabe y ni
es posible siquiera, conjeturar nada, dado que los idiomas lule y tonocoté han des-

(1) Relaciones Geográficas de Indias. (Descripción de la Villa y Minas de Potosí, año 1603.
T. 2?, Pág. 180.
(2) Zinny: (Obr. Cit., T. 1?, Pág. 172 ( N o t a ) .
(3) Dr. Juan B. T e r á n : El Nacimiento de la América Española. (Tucumán, 1927).
(4) Carta del P. Alonso de Bárzana, de la Compañía de Jesús, al P. Juan Sebastián, BU Pro-
vincia!, Fecha en la Asunción del Paraguay, a 8 de Setiembre de 1594. — Apéndice III del Tomo 2»
de Relaciones Geográficas de Indias.
XLI

aparecido al e s ^ , a ñ o i i z a r s e ] a r a z a nativa, porque la evangelización de estos natura-


les fué tan enérgica, que aetermlnü en el Indio un cambio radical. No podía ocurrir
de otro modo, dado el régimen de trabajo de estos laboriosos catequistas y poble-
ros. A este respecto, dice el P. Antonio Moxi, que estuvo al frente de las reducciones
de indios Chunuples y Omoampaa en Miraflores y Ortega, entre 1752 y 1767: "Al
salir el sol se tocaba a misa, a que acudía todo el pueblo, antes de empezarse la
misa rezaban todas las oraciones y catecismo, media hora después de la misa salían
todos al trabajo, cada cual al que se le señalaba hasta las diez del día. A las dos de
la tarde a campana tañida acudían todos los solteros y solteras al rezo de oraciones,
etc., y acabado éste a su trabajo hasta las cinco o las seis. No se cantaba la misa
los Sábados y Domingos, como en los otros pueblos antiguos por no haber todavía
músicos ni cantores. Los Domingos y demás días de fiesta, a más de lo dicho, se les
platicaba y explicaba la doctrina cristiana. El rosario se rezaba todos los días con
la junta de todo el pueblo. Acabadas las funciones los Domingos y demás días de
fiesta, por la mañana quedaba casi todo el pueblo sin gente; porque los hombres co-
gían sus lanzas, arcos y flechas, y con sus perros (que el que menos tendría doce),
se iban al bosque a cazar hasta la noche, y las mujeres, o ya a recoger grana para
teñir su ropa, o pita para tejer sus redes, o ya a recoger frutos del monte si era
tiempo de ellos, a que son muy aficionados; y era para oír a los hombres cuando se
juntaban al anochecer a rezar el rosario contar sus hazañas. Quien había muerto un
tigre, quien un leopardo, quien un oso, quien un ciervo, quien un jabalí etc." (1).
Igual tesón evidenciaron los primeros misioneros de Calchaquí. La evangeliza-
ción no paraba en el bautismo de los nativos; los misioneros seguían observando la
vida de los neófitos hasta hacerlos olvidar sus creencias idólatras, sus mitos y supers-
ticiones, así se desprende de la interesante carta de los P P . Juan Romero y Gaspar
de Monroy, hecha en Santiago del Estero el 23 de Junio de 1601. (Levillier. N. C. de
la C. del T., T. 3', Pág. 365).
Yo he encontrado en El Quebrachal cantares en quichua, pero estos versos no
son la expresión poética de las razas autóctonas, que como se ha visto, hablaban
lule y tonocote; son versos santiagueños, venidos de las costas del Salado y su anti-
güedad no es remota, pues uno de ellos, N ' 4329, trata un tema de nuestros días:
el Comisario de Policía que hace venir al ciudadano para quitarle la libreta de en-
rolamiento y privarlo del derecho del voto.
En los valles Calchaquíes, la búsqueda de la poesía nativa me preocupó sobre
manera, porque estos indios han revelado en sus tejidos, en la pintura de sus vasos
y en la fabricación de objetos de lujo, un arte nada común entre las razas nativas
que poblaron nuestro país. Como el cacan desapareció para ser sustituido por el qui-
chua (2), busqué en este idioma alguna manifestación de la poesía autóctona; me
obsesionaba la idea de hallar una expresión lírica o religiosa en la lengua del Cuzco,

(1) Jatos sobre los indios Chunupies y Omoampas, reunidos por el P. A. Moxi, en 1763. Publi
cado con una introducción por Guillermo Furlong Cardiff, S'. J., en "Solar", 1931. Órgano de divul-
gación del Muaeo Antropológico y Etnográfico de la Facultad de Filosofía y Letras de Buenos Aires,
Dirigido por Félix F . Outes.
En la introducción el P . Furlong trae esta reseña biográfica de Moxi: "El padre Antonio Moxi
era catalán. Había nacido en Berga, el día 22 de Diciembre de 1722, y en 1744, poco después de su
ingreso en la Compañía de Jesús, vino al Río de la Plata. Estuvo algunos años entre los lules del
Tucumán, pero desde 1752 hasta 1767 estaba de cura en el pueblo de San Esteban de Miraflores. Lle-
gado a Italia, se estableció primero en Faenza y después en Ravena, donde terminó sus días a 12 de
Octubre de 1791".
(2) P. A. Larrouy: Los Indios del Valle de Catamarca. (Cacan y Quichua). "Son clásicas las
citas relativas a las lenguas de los indios del Tucumán, de Pedro Sotelo de Narváez, P . Barcena y P.
Techo; huelga, pues, reproducirlas. Sólo es de advertir que el'.as nada dicen de quichuizantes entre los
diaguitas en la época de la conquista, ni en general, entre los indios del Tucumán. Que algunos de
estos hablaran quichua, es posible; pero no lo dicen esos autores, únicos que por ahora se conocen.
En resumen: no se hablaba quichua entre los diaguitas a fines del siglo X V I ; se habló en mu-
chas partes después de la conquista. El quichua se ha vulgarizado, por consiguiente, durante el colo-
niaje, en tiempo de los españoles. Por extraño que parezca, explicable o no, es un hecho positivo.
Pero la substitución de las demás lenguas por el quichua es bastante obvia. Los conquistadores
del Tucumán eran viejos conquistadores del P e r ú ; trajeron su acostumbrado séquito de gente de ser-
vicio ; todos, pues, eran quichuizantes. Este primer núcleo introdujo el quichua por de pronto en San-
tiago del Estero, y luego por todas las regiones que se iban ocupando. Contribuyeron a acelerar ese
cambio el instinto de sumisión y adulación, por lo menos aparente, de los vencidos para con los con-
quistadores, los frecuentes viajes al Alto Perú que hacían los indios para llevar ganados de sus amos,
y los esfuerzos de los misioneros y curas, cuyos trabajos de evangelización eran casi imposibles con la
multiplicidad de sus idiomas". Boman, sostiene que el quichua se hablaba en Calchaquí antes de la ve-
nida de los españoles. Reseignements Historiques. (Obr. Cit., Pág. 197, T. 19).
XLII

porque sabía que Sir Clémeñts Máflcliám había encontrado a mediados del siglo pa-
sado, al norte del lago Titicaca y en las sierras de Carabaya, cierto número de can-
tares quichuas y que poseía también copias de veinte cantares de la colección del Dr.
Justiniani y de otras varias que les fueron enviadas por quichuistas de Ayacucho,
Cuzco y Puno, "casi todos cantos de amor, alegres, entusiastas los menos; los más
elegiacos, preñados de tristeza y desesperación." Tenía noticias por el mismo erudito
historiador del Perú, que el cronista indio, Felipe Huaman Poma de Ayala, en su:
Nueva Crónica y Buen Gobierno, hecha en el Perú en 1613, después de treinta años
de viajes, por distintas regiones del imperio, tenía un capítulo ilustrado sobre las
Vírgenes del Sol, con cantares quichuas de cosechas, caza, baile y amor; y por úl-
timo que "valiéndose de instrumentos literarios, (himnos y dramas), lograron con-
servar los Incas, de generación en generación, las genealogías y los sucesos de sus
reinados" (1).
Todas estas interesantes noticias me hacían abrigar la esperanza de hallar al-
guna pieza calchaquí que fuera indicio de expresión lírica aborigen, de data preco-
lombiana, pero sea que llegué tarde o que no tuve la suerte de dar con personas que
hubieran podido suministrarme datos, el hecho es que muy poco pude hallar de tan pre-
ciada tradición.
El Sr. Juan B. Ambrosetti, que anduvo por los valles en 1895, sólo encontró tres
coplas qaíchuas; dos oraciones, una de ellas bilingüe a La Pacha Mama y una in-
vocación a esta misma divinidad (2).
Ante la carencia de cantares populares calchaquíes anteriores a la conquista que
nos dieran luces sobre las manifestaciones líricas de esta importante familia indígena
que tantas y tan buenas reliquias nos ha dejado de su arte pictórico en vasos, urnas
y piedras, no queda al investigador actual más que inferir con las escasas poesías ha-
lladas, cuáles fueron sus expresiones literarias. Más, ante esto surge un interrogante,
¿Hasta qué punto serán representativas de la poesía indígena las coplas y oraciones
halladas? ¿Es posible que desde 1559, año que marca el principio de la ocupación
española más o menos permanente, en esta región, puedan subsistir incontaminados
una decena de cantares quichuas en este pueblo que ha olvidado la lengua del Cuzco?
Quizás una corta digresión nos ayude a encarar mejor el problema. Recuérdese
que El velorio del Angelito fué tenido por algunos como costumbre indígena, que para
Ambrosetti el arte de las medicas o curanderas es de origen diaguita por el mero
hecho de hallarlo entre las usanzas viejas de Calchaquí (3), y que el mito de la
Salamanca fué considerado también indígena. Pues bien, el Velorio del Angelito,
que no solamente sorprendió a Lafone Quevedo (4), sino que llenó de asombro a
Alfred Ebelot (5) es de origen europeo, pertenece al caudal de prácticas religiosas
de los pueblos cristianos del mediodía de Europa. Boman halló referencias de él en
Francia y en Italia (6), yo las encuentro en España; dice Don Luis Montoto en, sus
Costumbres populares andaluzas: "En algunos pueblos la muerte de un niño es
más que ocasión de duelo, motivo de fiesta. Los mismos padres que lloran inconso-
lables la pérdida del hijo de sus entrañas la solemnizan devorando sus lágrimas" (7).
El arte de las medicas es también europeo, véase lo que dice el mismo investi-
gador español citado: "Mujeres hay que se creen asistidas de gracia particular para
curar determinadas enfermedades; estas tales tienen punto de semejanza con el
zahori, y ponen toda su virtud en sus manos o en su saliva. Aplícanse muy particu-

(1) Sir Clements R. Markham: Loe /«cas del Perú. Versión castellana de Manuel Beltroy. —
Lima, 1920. Paga. 14, 15 y 185.
(2) J u a n B. Ambrosetti: Supersticiones y Leyendas. Págs. 159, 178 y 168.
(3) Ambrosetti: Obr. Cit., Pág. 156.
(4) Samuel Lafone Quevedo: Londres y Catamarca. Bs. As., 1888. Pág. 211. Adán Quiroga:
Folklore Calchaquí. Pág. 106.
(5) Alfred Ebelot: La Pampa, {Moeurs sud-americainee), París, 1890. Pág. 9.
(6) Boman. (Obr. Cit., T. 1». Pág. 167).
(7) Luis Montoto: Costumbres Populares Andaluzas (B. de las Tradiciones Populares Españo-
l a s ) . T. 1', Pág. 94. — Es curioso observar el parecido de loa nombrea del mal curado por estas médi-
cas, padrejón en España y padrón en los Valles; según !o apunta Ambrosetti.
XLIII

larmente a curar los males a que llaman de entuerto o padrejón; y suelen prestar
gratis sus servicios" (1).
En cuanto al mito de la Salamanca tampoco cabe duda de su origen español;
Daniel Granada (2) ha tratado entre nosotros con detenimiento esta superstición
de antiquísimo origen europeo, como su nombre lo indica, a él, el sabio folklorista
portugués Coelho y al P. Feijóo, remito al lector que desee estudiar su área de dis-
persión y su origen. Ya que tratamos aunque accidentalmente de este tema conviene
advertir que si bien el mito de la Salamanca es de origen europeo, nuestros indios
tenían también oráculos y sus prácticas mágicas con hechiceros en el fondo de sus
quebradas. El P. Lozano cuenta al referirse al extrañamiento de los acalianes, indios
de los Valles, vecinos a los quilmes, que: "El día antes de la partida — en 1666 —
se retiraron los más ancianos de esta parcialidad con un hechicero ministro de
Satanás a una quebrada, para ofrecerle sacrificio con sus gentílicas ceremonias, a
la hora del medio día. Los indios amigos, que pasaron por allí y acertaron a verlos,
les preguntaron la causa de aquella junta en dicho paraje. Respondieron hacían el
último sacrificio, despidiéndose de su deidad, para no volverla a ver más. ¡Cosa
prodigiosa!, que a lo mejor de aquella función, estando el cielo muy sereno, sin
descubrirse nube alguna por todo el horizonte, se oyó allí un espantoso trueno, que
los dejó a todos lleno de asombro, y se tomó por demostración de sentimiento que
hacía el príncipe de las tinieblas, por dejar la asistencia de aquel lugar, y ver el
fin de los cultos supersticiosos, que hasta allí le habían consagrado en él, aquellos
obstinados idólatras" (3).
Volviendo al tema interrumpido diremos que estos tres ejemplos de prácticas
comunes a Calchaquí y Europa nos obliga a pensar que no todo lo que el pueblo cal-
chaqui sabe sea realmente indígena, hay que confesar que si nosotros conocemos
mucho las costumbres de la España culta, ignoramos mucho también las costumbres,
supersticiones, leyendas y poesías del pueblo español que se volcó a Hispanoamérica
en el siglo XVI; pueblo éste que tenía en su sangre el rico acervo legendario de
la Europa medioeval.
Frente a los cantares populares quichuas hallados en calchaquí, cabe hacer aná-
logas reflexiones, porque no basta que un cantar esté compuesto en lengua india
para creerlo autóctono, es menester que su contenida ideológico también lo sea y
esto es lo difícil. Cuatrocientos años de convivencia con el blanco deben necesaria-
mente haber determinado alguna modificación en el modo de sentir de los nativos.
Lástima grande que no poseamos los cantares incaicos recogidos por los cro-
nistas de los primeros tiempos de la dominación española, esos que cantaban los.
agricultores en las siembras, en las cosechas y aquellos otros que entonaban los pas-
tores con sus pincullos (4), o pingollos como dice Lozano (5). De tenerlos a la
vista podríamos cotejarlos con las halladas en Calchaquí y nos darían algunas luces.
Sin embargo todo no ha de ser desilusión y pesimismo, algo se ha salvado, el
culto a la Pacha Mama nos da un hilo para llegar a demostrar que las oraciones a
esta divinidad son de origen indio; lo último que pierde un pueblo es su tradición
religiosa. La Pacha Mama fué deidad venerada por los agricultores y pastores del
imperio incaico y nuestros nativos montañeses de Salta y Jujuy le rinden culto
todavía, con ceremonias religiosas y oraciones, como se vé en las referencias que
hicieron de sus excursiones científicas Samuel Lafone, Adán Quiroga, Ambrosetti y
Boman que nos precedieron en mejores tiempos en la búsqueda de este importante
material filológico (6).
Obsérvese que en las oraciones propiciatorias a la Pacha Mama ya sean de
agricultores, tejedores o pastores, hay una idea simple que es la súplica, la rogativa,

(1) Luis Montoto. (Obr. Cit., Pág. 91).


(2) Daniel Granada: Supersticiones del Río de la Plata. Montevideo, 1896. Capitulo» VIII y IV.
(3) P. Lozano. (Obr. Cit., T. 5?, Pág. 245).
(4) Markham. (Obr. Cit., Pág. 144).
(6) P. Lozano. (Obr. Cit.. T. 4?, Pág. 455).
(6) Ya vimos las oraciones recogidas por Ambrosetti en la nota N? 69. El Dr. Quiroga consigna
otras en su Folklore: Págs. 133, 134, 135 y 306. Boman, (Obr. Cit., T. 2v, Pág. 438). Folklore de la
Puna.
XLIV

expresada en verso sin rima; pues bien, esta simplicidad y esta falta de rima pa-
rece que fueron dos de las características de la poesía incaica; así las vemos en
este himno al ser supremo Uira-cocha, atribuido al Inca Rocca, que ha llegado a
nosotros traducido al español, por Lafone Quevedo de la versión quichua consignada
por el Yanqui-Pachacuti (1) :
HIMNO
Texto enmendado. Traducción.
Hamuyrac. Ven pues,
Hananchicca. Grande como el cielo,
Urinchicca, Apo. Como la tierra, Señor.
Hinantinri. También de todo
Llútac Creador
Ticci Kjapac Noble Principio
Runahuallpacllay Creador de los hombres mío;
Chuñe muchhaycuscayqui Diez veces yo te adoro
Allco Desfallecidos
Ñauiyhuan Con mis ojos
Chipicnispa Pestañando.
Ullpuycuscayqui Te estoy rebuscando
Ricullahuay Mírame pues,
Mayucuna Como a los ríos,
Paccahacunari Si, como a las fuentes,
Callapallaca Boqueando de sed.
Tichihuay Confórtame
Hinantarac También
Capari Aclama
Usihuay Ayúdame
Llapan Con toda
Concayquiquihuanrac Mi voz misma,
Munallayquihuanpas Y con tu querer.
Yuyacuspalla Pensando en ello.
Cochocollasun Nos alegraremos,
Cusiculasun Y recocijaremos
Ancha hinalla Mucho, y así
Tacca No más
Nispa nicusun Diciendo diremos (2).

Respecto a la falta de rima de nuestros cantares a la Pacha Mama véase lo que


dice el Inca Garcilaso que en relatar las usanzas y costumbres del imperio incaico
en los primeros años de la conquista del Perú es fidedigno Supieron los amautas ha-
cer versos cortos y largos con medida de sílabas... No usaron de consonante en los
versos, todos eran sueltos (3).
Fundamenta la creencia de que los versos a la Pacha Mama sean quizás la única
expresión lejana de la poesía incaica, el hecho de que solamente ellos no tienen rima,
como se puede ver en los cantos hallados por Lafone, Ambrosetti, Quiroga, en el
cantar N* 4320 de este Cancionero y en el capítulo de las oraciones a la Pacha Mama
del Cancionero de Jujuy; en cambio las poesías amatorias y sentenciosas ya tienen
la rima de las coplas populares españolas.
Respecto a los cantares amatorios, sentenciosos y descriptivos el problema es
otro, en ellos r.o solamente se manifiesta la técnica española sino que no es difícil
descubrir las semejanzas de su contenido ideológico con los cantares de origen espa-

(1) Ensayo MHrJógico. El evito de Tonapa. Los Himnos sagrados de los reyes del Cuzco, según
el Yamqui - Pachacuti, por Samuel Lafone Quevedo. Revista del Museo de La Plata. T. 3*. Pág. 351.
(2) El texto quichua ha sido enmendado por el insigne filológico P. Miguel Mossi, porque tal
como estaba en !a versión de Pachacuti era incomprensible. La traducción ha sido hecha con la ayuda
de Mossi. por el S'r. Lafone Quevedo. y aunque mucho respeto me merece este sabio americanista,
hubiera sido de desear que transcribiera la traducción literal o libre de Mossi.
En Diez veces te adoro, me parece ver una alusión al número cabalístico 10 y las cabalas Bon de
origen europeo.
Con todas las dudas que pudiera sugerir esta traducción, me parece más aceptable que la consiga
nada por Markham. (Obr. Cit., Pág. 90), pues en ella se traduce por Gran Causa Primera, lo que en
esta es Creador, Noble Principio y Gran Causa Primera suena a filosofía aristotélica y no a cosmogomía
incaica. Lo que aquí es: Con mis ojos pestañando, allá es "Con los ojos siempre. Vueltos a la tierra.
Y ocultos por las pestañas. Te busco agora", lo cual expersa la concentración espiritual del místico,
del asceta, propia de un San Juan de la Cruz, y no de un Inca guerrero.
(3) Pasajes del Inca Garcilaso, citados por Markham. (Obr. Cit., Pág. 127).
XLV

ñol; el hecho se explica, la evolución natural de las ideas que provocó en el indio su
trato con el blanco lo llevó a adaptarse a los tiempos. El idilio del Calchaquí preco-
lombiano que sólo barruntaba el amor cuando había pasado la pubertad y era hombre
a quién ya no enervaban su espíritu guerrero las relaciones amorosas (1), debió ser
muy distinto en sensibilidad del idilio de los siglos posteriores cuando el español
abatió su fiereza y lo afeminó con quehaceres domésticos.
Los cantares amatorios compuestos en quichua que hallé en Calchaquí son, en
su fondo y forma del estilo de los hallados en lengua española; no se descubre en ellos,
aparte del habla, indicio alguno que nos transporte a épocas prehistóricas.
No encontré en Salta el caso de la copla española puesta en quichua, como ocurre
con la que lleva el número 4019 de Jujuy, pero mucho desconfío que la copla 4324
del Cancionero sea española porque el tema del ave mensajera es hispánico, lo tra-
taron los poetas de los siglos XV y XVI como se vé en la nota de la canción N 9 164.
-• Gerard de Nerval en el capítulo titulado Chansons et légendes du Valois de su no-
velita "Sylvie", trae una copla hallada entre los campesinos, muy parecida a la cal-
chaquí que comentamos.
Copla calchaquí
Si parinachu caimán
Patata pahuaiman,
Adonde esté mi dueña
Pucaya chayaiman.

La parina es un hermoso flamenco de plumas rosadas, que vive en las lagunas


de la Cordillera y de las punas.
Su traducción sería: Copla francesa.
Si yo fuera parina Si j'étais hirondelle!
Arriba volara Que je puisse voler,
Adonde esté mi dueña Sur votre sein, la belle
Rosada llegara. J'irais me reposer! (2).
Digo que sospecho y no afirmo la procedencia europea de este cantar porque nada
quimérico sería suponer en el indio la idea por demás sencilla de enviar un mensaje
de amor con un ave que después de revolotear sobre su cabeza volara por las cum-
bres a tierras lejanas a donde está el objeto de su cariño. Por otra parte no es ésta
la única copla de este tema, el mismo asunto comentan las coplas 4317 de este Can-
cionero y la 3972 del de Jujuy.
He hablado, aunque superficialmente, de la poesía de tradición indígena de los
Valles Calchaquíes y de la Frontera de Salta, veamos ahora siquiera rápidamente
el proceso histórico de penetración y aclimatación de la poesía popular española en
esta provincia.

e) Proceso histórico de la penetración de la tradición poética española. — No es


posible en la actualidad hacer la historia de la introducción de la poesía popular
española en Salta, porque ni en España ni en América se ha recogido antes del siglo
pasado los cantares del pueblo.
Desde la fundación de Córdoba de Calchaquí (1559), época que según Levillier
marca el principio del intercambio comercial de productos de Castilla con los de las
incipientes colonias' del Tucumán (3) y por consiguiente de la influencia civilizado-
ra española, hasta fines del siglo pasado, en que D. Rodolfo Matorras recogió a los

(1) El P . Bárzana, en su carta de 1594, a que hice referencia en otro lugar, dice a este respecto:
"Pero una cosa hallé en esta gente tan fiera, buena y loable: que se casan muy hombres y muy tarde
venen a conocer mujer; no por temor a Dios, a quien no conocen, sino porque dicen que el darse a
ese vicio y el comer carne envejecen presto; y así ellos tienen grandes fuerzas: Relaciones Geográficas
de Indias. T. 29. Apéndice III. Pág. LVII.
(2) G. de Nerval: Sylvie. Payot y Cié. París.
(3) "De esa época data la iniciación del intercambio comercial de las provincias con Chile y Po-
tosí. Recibía el Tucumán ropas, caballos, vacaB, cabras, ovejas, plantas y semillas, y llevaba miel,
cera, ropas de algodón, grana y cochinilla". Levillier: Nueva Crónica del Tucumán. T. 1?, Pág. 215.
XLVI

gauchos fronterizos los cantares contenidos en su cuaderno, ño ié na hecho en Salta


ninguna recopilación científica de cantos populares (1).
Trataremos sin embargo de recoger aquí y allá del vasto territorio americano,
en el transcurso de los cuatro siglos que nos separan de la entrada de los españoles
a esta provincia, algunos datos que nos puedan orientar sobre el proceso histórico de
penetración de la poesía española en Salta.
Los conquistadores que trajeron a Salta, desde la segunda mitad del siglo XVI
ovejas, caballos, vacas y semillas, introdujeron con el idioma indudablemente los
cantos tradicionales de las ciudades y villas españolas de donde ellos eran naturales.
Como en su mayoría estos hombres eran iletrados la trasmisión de cantos se haría
en esa época tal como ocurre ahora entre las analfabetos, pasaría de unos a otros
por vía oral.
Que los conquistadores y con mayor razón los colonizadores fueron el vehículo
de los cantos españoles, nos lo dice la anécdota de Hernán Cortés, contada por su
biógrafo Bernal Díaz del Castillo: "Acuerdóme que entonces le dijo un soldado que se
decía bachiller Alonso Pérez: Señor Capitán, no esté vuestra merced tan triste que
en las guerras estas cosas suelen acaecer, y no se dirá por vuestra merced ( 2 ) :
Mira, Ñero de Tarpeya
A Roma como se ardía (3).
Así como llegó este romance sobre el incendio de Roma; llegarían otros y si sólo
han quedado en la tradición de América los líricos novelescos, ello es debido a que los
descendientes de aquellos primeros españoles no entendían los de asunto histórico.
Refiere también Bernal Díaz del Castillo que gente de Cortés compuso en honor
de su jefe, después de los reveses de Junio de 1520:
En Tacuba está Cortés
Con su escuadrón esforzado,
Triste estaba y muy penoso
Triste y con gran cuidado
La una mano en la mejilla,
Y al otra en el costado (4).
A más de romances, también se traerían coplas, no he hallado noticias de espa-
ñolas pero sí de dos hechas por peninsulares: una se cantaba en el Perú, en 1537,
con motivo de las guerras entre los dos jefes de la conquista: Diego de Almagro y
Francisco Pizarro.
Almagro pide la paz,
Los Pizarro guerra, guerra,
Ellos todos morirán
Y otro mandará la tierra (5).
La otra está escrita en la orla que circunda el escudo de la ciudad de La Paz

(1) No existen noticias que algún investigador se haya ocupado de averiguar al pueblo de Calta
los cantos populares, pero sí, parece, a estar a las noticias del Dr. Estanislao S. Zeballos (Cancionero
Popular. Pág. 116. N o t a ) , que el Dr. Ángel Justiniano Carranza hizo un interesante acopio de can-
ciones nacionales desde 1810 adelante. "En 1891 — agrega el Dr. Zeballos — me obsequió con los
pliegos impresos hasta mediados de dicho año, o sea 312 páginas, en folio, edición lujosa, con elegan-
tes ornamentaciones y variados tipos capitales, en un papel de mérito". Como esta obra del Dr. Ca-
rranza no se publicó nunca, no sabemos si su búsqueda la practicó en el pueblo de las provincias o si
la realizó en los impresos de la época. Yo supongo que Carranza tomó sus cantares de los diarios,
revistas y libros, porque en las piezas (cantares, glosas y letrillas), publicadas por el Dr. Zeballos,
como pertenecientes a la co'Jección de Carranza, todas revelan ese origen.
(2) Bernal Díaz del Castillo: Hazañas y Aventuras de Hernán Cortés. (Madrid, 1920, T. 1»,
Pág. 30).
(3) Estos versos del romance figuran a manera de copla en La Celestina (Acto Primero), cuya
primera edición, como se sabe, apareció en 1499, esto es, veintiún años antes de esta escena descrita
por B. Díaz del Castillo:
Mira Ñero de Tarpeya
A Roma cómo se ardía.
Gritos dan niños y viejos,
Y él de nada se dolía.
(4) Bernal Díaz del Castillo: (Obr. Cit., T. 1», Pág. 30).
(6) Marcelino Menéndez y Pelayo: Historia de la Poesía Hiepano-americana. (Madrid, 1913,
T. 2?, Pág. 139).
XLVII

andada el sábauv so a= o>.uWc a c íe-to, con motivo de haberse terminado las güe-
ras suscitadas por los jefes mencionados:

Los discordes en concordia


En paz y amor se juntaron,
Y el pueblo de Paz fundaron
Para perpetua memoria (1).

En los registros de las naos españolas que partían de Cádiz para el Nuevo Mundo,
i 1600, halló D. Francisco Rodríguez Marín, la noticia de que juntamente con al-
unos ejemplares de El Picaro Guzmán de Alfarache y de otras obras, se despacha-
>n a América seis resmas de coplas, en una nao y veintidós manos en otra, (2).
sta noticia nos prueba el interés de los españoles residentes en América por este
ínero de poesía popular, y la antigüedad de su introducción.
Los primeros cantares traídos por los españoles a Salta, se perdieron indudable-
ente de la memoria con el correr de los años, pero los nuevos contingentes de colo-
¡zadores que llegaban a instalarse en sus fértiles tierras durante el siglo XVIII,
aerían otras nuevas. Al parecer ya en esta centuria algunos criollos empezaron a
imponer sus trovas a imitación de las importadas. Así se desprende de este pasaje,
le tomo del libro Lazarillo de Ciegos Caminantes, de Goncolorcorvo:
"Allí — entre los algarrobales — tienen sus bacanales, dándose cuenta unos
auderios a otros, como a sus campestres cortejos, que al son de la mal encordada y
estemplada guitarrilla cantan y se echan unos a otros sus coplas, que más parecen
ullas. Si lo permitiera la honestidad, copiaría algunas muy extravagantes sobre
mores, todas de su propio numen, y después de calentarse con la aloja y recalen-
irse con la post-aloja, aunque este postre no es común entre la gente moza.
Los principios de sus cantos son regularmente concertados, respecto de su modo
árbaro y grosero, porque llevan sus coplas estudiadas y fabricadas en la cabeza de
lgún tunante chusco. Cierta tarde que el visitador quiso pasearse a caballo, nos guió
)n su baqueano a uno de estos montes espesos, a donde estaba una numerosa cua-
rilla de gauderios de ambos sexos, y nos advirtió que nos riyéramos con ellos sin to-
lar partido, por las resultas de algunos bolazos. El visitador, como más baqueano,
i acercó él primero a la asamblea, que saludó a su modo, y pidió licencia para des-
ansar un rato a la sombra de aquellos coposos árboles, juntamente con sus compa-
eros, que venían fatigados del sol. A todos nos recibieron con agrado y con el mate
e aloja en la mano. Bebió el visitador de aquella zupia y todos hicimos lo mismo,
ajo de su buena fe y crédito. Desocuparon cuatro jayanes un tronco en que estaban
mtados, y nos lo cedieron con bizarría. Dos mozas rollizas se estaban columpiando
)bre dos lazos fuertemente amarrados a dos gruesos árboles. Otras, hasta comple-
•,r doce, se entretenían en exprimir la aloja y proveer los mates y rebanar sandías,
os o tres hombres se aplicaron a calentar en las brasas unos trozos de carne entre
esca y seca, con algunos caracúes, y finalmente otros procuraban aderezar sus gui-
rrillas, empalmando las rosadas cuerdas. Un viejo, que parecía de sesenta años y
e gozaba de vida 104, estaba recostado al pie de una coposa haya, desde donde
,ba sus órdenes y pareciéndole que ya era tiempo de la merienda, se sentó y dijo a
3 mujeres que para cuando esperaban darla a sus huéspedes; y las mozas respon-
dón que estaban esperando de sus casas algunos quesillos y miel para postres. El
jjo dijo que le parecía muy bien.
El visitador, que no se acomoda a calentar mucho su asiento, dijo al viejo con
ontitud que aquella expresión le parecía muy mal, "y así, señor Gorgonio, sírvase
I. mandar a las muchachas y mancebos que canten algunas coplas de gusto, al son
e sus acordados instrumentos".
"Sea enhorabuena, dijo del honrado viejo, y salga en primer lugar a cantar
nobia y Saturnina, con Espiridión y Horno de Babilonia". Se presentaron muy

(1) Zinny: Historia de los Gobernadores. (T. X'i, Pág. 113).


(2) Francisco Rodríguez Marín: El "Quijote" en América. (Conferencia leída en el Centro de
tura Hispano-americana, el 10 de Marzo de 1911, Madrid, 1911, Pág. 29.
XLVIII

gallardos y preguntaron al buen viejo si repetirían las coplas que habían cantado en
el día o cantarían otras de su cabeza. Aquí el visitador dijo:
"Estas últimas son las que me gustan, que desde luego serán muy saladas".
Cantaron hasta veinte horrorosas coplas, como las llamaba el buen viejo y habiendo
entrado en el instante la madre Nazaria con sus hijas Capracia y Clotilde, recibie-
ron mucho gusto Pantaleón y Torcuato, que corrían con la chamuscada carne. Ya
el visitador había sacado su reloj dos veces, por lo que conocimos todos que se quería
ausentar, pero el viejo que lo conoció, mandó a Rudesinda y a Nemesio que cantasen
tres o cuatro coplitas de las que había hecho el fraile que había pasado por allí la
otra semana. El visitador nos previno que estuviésemos con atención y que cada
uno tomásemos de memoria una copla que fuese más de nuestro agrado. Las prime-
ras que cantaron, en la realidad, no contenían cosa que de contar fuese. Las cuatro
últimas me parece que son dignas de imprimirse, por ser extravagantes y así las
voy a copiar para perpetua memoria.
Dama: Dama:
Ya conozco tu ruin trato Eres una grande porra,
Y tus muchas trafacías, Sólo la aloja te mueve,
Comes las buenas sandías Y al trago sesenta y nueve
Y nos das liebre por gato. Da principio la camorra.
Galán: Galán:
Déjate de pataratas, Salga a plaza esa tropilla,
Con ellas nadie me obliga, Salga también ese bravo,
Porque tengo la barriga Y salgan los que quisieren
Pelada de andar a gatas. Para que me limpie el r . . .
"Ya escampa, dijo el visitador, y antes que llueven bolazos, ya que no hay gui-
jarros, vamonos a la tropa, con que nos despedimos con bastante dolor, porque
los muchachos deseábamos la conclusión de la fiesta, aunque velásemos toda la noche:
pero el visitador no lo tuvo por conveniente, por las resultas del trago sesenta y
nueve. El chiste de liebre por gato nos pareció invención del fraile, pero el visitador
nos dijo que, aunque no era muy usado en el Tucumán, era frase corriente en el
Paraguay y pampas de Buenos Aires, y que los versos de su propio numen eran tan
buenos como los que cantaron los antiguos pastores de la Arcadia a pesar de las
ponderaciones de Garcilaso y Lope de Vega" (1).
No especifica el autor, el lugar preciso del Tucumán donde tuvo lugar la escena
que describe, pero por el hecho de hablar de ríos con pescados, de montes poblados
de doce clases de abejas y de algarrobales extensos, infiero que debe tratarse de
"La Frontera".
De este pasaje de Concolorcorvo se desprende entre otras noticias que en el
siglo XVIII ya había tradición poética en el pueblo salteño y que España por boca
de sus hijos (el cura del caso) seguía influenciando en la poesía popular que había
hecho nacer. Aparte de los españoles que del Perú, Río de la Plata y Chile llegaban
a Salta, fueron también los comerciantes, los arrieros y los viajeros criollos que
iban y venían de Lima, ciudad de costumbres españolas, los vehículos de introducción
indirecta de los cantos de la Madre Patria, hasta 1880 más o menos, año en que cesó
el comercio con el Perú, por haberse reemplazado con ferrocarriles los históricos
transportes a lomo de muía.
La ruta peruana no fué la única vía de introducción de los cantos españoles a
Salta porque esta provincia desde los primeros días de la colonia estuvo vinculada
al puerto de Buenos Aires, pero en cambio, fué la que más influyó en la españoli-
zación de Salta. Así lo prueban los antecedentes históricos y el comercio salteño y
lo corrobora la tradición poética, pues mientras abundan las coplas con referencias
a las ciudades del Alto y Bajo Perú, son r a r a s las que mencionan las ciudades del
Litoral y esto que yo recogí las coplas a los sesenta años de haber cesado por com-
pleto el intercambio de productos entre Salta y el Perú.
Por las razones apuntadas divido en dos períodos la influencia española en Salta,

(1) Concolorcorvo. (Obr. Cit., Págs. 134 a 137).


LÁMINA I

VCIONERO POPULAR DE SALTA JUAN ALFONSO CARRIZO

Véase Discurso Preliminar. Pág. XLVIII.


XLIX

el antiguo que llega hasta la apertura del puerto de Buenos Aires, en 1776, y el
moderno, que arranca de 1776 hasta nuestros días, sin que esto signifique trazar una
línea de separación absoluta, pues Salta se vinculó con Buenos Aires desde su fun-
dación y el comercio con el Perú se mantuvo hasta 1880, como he dicho.
En 1831, un cordobés mulero, le replicó en verso a un fraile en Lima y en 1840,
Don Miguel Otero que fué gobernador de Salta, trajo el cuadernillo de cantares a
que hice referencia.

d) Dificultades para establecer la filiación hispánica de los cantos recogidos. —


La inmensa mayoría de los cantares de Salta revelan la influencia española en la
forma externa, en el léxico, en la fraseología y en los temas que encaran, pero de
genuino origen hispánico solamente he hallado 260, vale decir el cinco por ciento.
Esta cifra de 260 que resulta de sumar: romances, romancillos, coplas y glosas ha-
lladas en Salta y que figuran en los cancioneros españoles, no representa probable-
mente el total de los cantos españoles populares en Salta porque no es posible co-
tejar las trovas salteñas con las hispánicas, desde el descubrimiento de América hasta
nuestros días, pues en la Madre Patria no hay compilaciones de cantares populares de
los siglos XVI, XVII y XVIII, a más, no es posible determinar con precisión la filia-
ción hispánica de los cantares sáltenos porque en España no se han recogido las trovas
populares de las distintas regiones en que se divide la península.
Hay trabajos valiosos de carácter científico que constituyen el orgullo de las
letras españolas sobre el romance y la copla, pero mientras del primero de estos gé-
neros populares se ha agotado probablemente la cosecha, en lo referente a la copla
se está todavía en los comienzos.
El sabio literato español Don Francisco Rodríguez Marín, refiriéndose a los
catálogos publicados por la Sección del Folklore, del Instituto de Literatura Argentina
de nuestra Facultad de Filosofía y Letras, exclama: "¡Qué riquísima colección fol-
klórica! y que vergüenza para España, que nunca emprendió tarea tan culta y pa-
triótica, y deja perder miserablemente los insustituibles tesoros de sus tradiciones
populares" (1).
El Sr. Rodríguez Marín ha publicado en su libro Cantos populares españoles,
3174 cantares, y los que se han consagrado a estas búsquedas después de él, como
Melchor de Palau, Aurelio de Llano, Vergara Martín y Alberto Sevilla, para no re-
ferirme sino a los más diligentes, muy poco han agregado a esa obra trascendental
>ublicada por el eminente cervantófilo en 1883. En su totalidad, contando las coplas
10 repetidas, apenas si llegan a 10.000 piezas. Esta cantidad, no es, según mi criterio,
ino una ínfima parte del acervo poético popular español, pues no es dable suponer
[ue en España país de 20 mllones de habitantes, existan solamente diez mil coplas,
uando en Catamarca, Salta, Jujuy y Gobernación de Los Andes, con una población
otal de cuatrocientas mil almas he hallado más de doce mil coplas, sin contar los
omances, las décimas, las rimas infantiles y los cantares en quichua.
No hay pues suficiente material para cotejar y establecer la dependencia española
ue naturalmente deben tener por lo menos el veinte o treinta por ciento de nuestros
antos populares. La mejor prueba de ello es que hallé la filiación hispánica del
ien por ciento de los romances y de las coplas, sólo el cinco.
He tratado en lo posible de averiguar qué región española ha dado mayor nú-
íero de cantos a Salta y he tropezado con la misma dificultad que tuve al pretender
idagar qué provincia española ha suministrado mayor número de colonos a Salta.
lo hay datos que prueben de una manera fehaciente el lugar del nacimiento de las
rovas populares. Las coplas como los romances líricos son como aves que, después
e haber revoloteado por todos los ámbitos de España aún por las regiones de habla
iversa como Cataluña y Galicia, han venido a América con las alitas de las tonadas
copulares a revolotear también por sierras y por llanuras como si fuera su destino
ermanar los pueblos de la misma raza.

(1) Francisco Rodríguez Marín: Varios Juegos Infantüet del Sialo XVI. (Madrid, 1932. Páe. 28.
L

Los señores Alberto Sevilla, Aurelio de Llano y José Pérez Ballestero^ q u g h a n


recogido los cantares de Murcia, Asturias y Galicia respectivamente, tienen en sus
colecciones coplas, comunes no solamente entre sí, sino con las recogidas en Andalucía
y otras regiones de España por Don Francisco R. Marín, de ahí que no sea posible
decir de donde serán originarias las coplas ni qué provincia española las ha produ-
cido en mayor cantidad.
De las 260 trovas españolas halladas en Salta, 228 son coplas y de éstas, 154
son comunes en casi toda España. Las otras 74 están repartidas así:
Andalucía 40 Murcia 11
Asturias 13 Galicia 10
La influencia española en la poesía de Salta, fué tan grande, y tan hondas raíces
echó en la tradición del pueblo, que, como he dicho al describir mi itinerario no es
raro hallar, aún en los más escondidos caseríos montañeses, los cantares de la Madre
Patra. En Amaicha (de Salta), Gualfín y Jasimana que son lugarejos sin mayores
vinculaciones con el resto de Salta, y cuyos habitantes llevan una vida por demás
solitaria recuerdan, como hemos visto, el romance de Blanca Flor y Filomena, y mu-
chas coplas españolas. La misma antigüedad de la tradición poética española nos
la revelan los romances del Milagro de San Antonio (N« 13) y el de la Dama y el
rústico pastor que han sido conservados en su integridad, lo cual no ocurre en España,
pese a las diligencias hechas por los grandes maestros Menéndez y Pelayo y R. Me-
néndez Pidal.
e) Concomitancias entre la tradición poética popular de Hispanoamérica y la
de Salpa. — He hablado de la influencia de la poesía española en Salta, vamos a ver
ahora qué relación tienen con el de esta provincia los cancioneros publicados en los
países de Hispanoamérica.
Las naciones americanas de habla española son hijas de una misma madre y
por consiguiente tienen sus semejanzas, de ahí que haya cantos comunes aún en países
que no han tenido mayores contactos de pueblo a pueblo como Méjico y las provincias
del norte argentino.
San José de Costa Rica y Salta nunca han mantenido relaciones comerciales ni
otro género de vinculaciones que pudiera servir de vehículo para referirse mutua-
mente sus cuentos; y sin embargo conserva el pueblo de una y otra ciudad la leyenda
de la Flor del Ilolay y los versos de la misma como si se tratara de dos viejas ve-
cinas que viven pared de por medio (1).
Cada vez que he hallado estos casos de tradiciones iguales en pueblos no vincu-
lados entre sí, he sospechado que la leyenda o el verso eran españoles y a veces he
tenido la suerte de constatar la veracidad de mi sospecha, pero no siempre ha sido
posible tal probanza, porque como he dicho, faltan en España los estudios de todo
su acervo tradicional.
Los países que tienen cantos comunes con Salta, son en orden decreciente: el
Perú, Bolivia, Chile, Ecuador y Venezuela. No se han recogido los cantares populares
del Perú o al menos no han aparecido libros de esta materia. Las trovas publicadas
en las crónicas de Ricardo Palma (2) y en el cuaderno N ' 2 de Armonías Peruanas
(3), revelan una inequívoca hermandad con la poesía popular de Salta. Aparte de
estas noticias me han hablado de esta comunidad de tradición los viejos sáltenos que
han viajado al Perú y los residentes peruanos en Salta (4).
(1) Los dos cuentos son populares en Salta y Jujuy y también en San José de Costa Rica, véase
a este respecto: Carmen L i r a : Los Cuentos de mi tía Panchita. (San José, 1920. Págs. 33 y 40. P .
Henríquez Ureña y B. D. Wolfe: Romance» tradicionales en Méjico. Pág. 385).
(2) Ricardo Palma: Tradiciones Peruanas. (6 tomos. Calpe, Madrid).
(3) Armonías peruanas. (Canciones populares), cuadernillo editado por C. A. Castañeda, Iqui-
eiue, 1910.
(4) El Dr. Bernardo Frías, al habZar de los viajes de los sáltenos al Perú, se refiere a Ja de-
voción que los tales tenían a Ntra. Señora de Copacabana, imagen milagrosa que se veneraba en el
pueblo de este nombre, en las orillas del lago Titicaca y cuenta esta relación: "La Virgen de Copaca-
bana había merecido se consignara la historia de sus prodigios en una interminable cadena de verbos,
versos que los hemos conocidos como a la novena en que estaban incrustados, y que, copiados pacien
temente a fuerza de mano, formaban un librejo bastante gordo. ¿Qué fué de él?, lo que fué de tantas
obras de su t i e m p o . . .
Lástima ahora de que se halle perdido.
Esta era una novedad con que daban al pasar, y con ella también consolaban a las llorosas au-
sentes". Frías. Trad. 2», Pág. 75.
LI

La falta de investigación de cantos populares en Bolivia, es la causa que no se


pueda establecer el número de cantos comunes de Salta con ese país. Sin embargo,
como ocurre con el Perú, los viajeros y residentes bolivianos en Salta, dan testimonio
de la afinidad de la tradición poétca, y es natural que esto suceda, toda vez que los
sáltenos han vajado durante siglos por ciudades bolivianas. Recuerdo de tales viajes
es, quizás, este verso hallado en 1930 en Payogasta:
María Coca de Yungas,
Con Pedro Yista de Estarca,
Quieren contraer matrimonio,
Si hay algún empedimento,
Se avisará con tiempo (1).

Chile y Salta tienen romances, rimas infantiles y coplas comunes, tal se verá
en las notas. En los Valles Calchaquíes he hallado coplas de origen chileno traídas
por remeseros que hasta el año pasado conducían ganado vacuno a Antofagasta.
En el Cancionero Ecuatoriano del Académico Don Juan León Mera, he hallado
20 coplas que también son populares en Salta; de estas veinte, trece son españolas
y siete no tienen antecedentes hispánicos. No encontré en los cronistas españoles ni
en Concolorcorvo, que tan minuciosamente describe la extensión del comercio de mu-
las, la noticia de que vecinos de Salta, hubieran ido al Ecuador, pero he oído alguna
vez al Dr. Ernesto E. Padilla, que tucumanos y sáltenos llegaron a Quito en sus co-
mercios de muías. Dos ministros ecuatorianos acreditados ante nuestro gobierno le
dijeron que en su país eran muy estimadas las mülas llamadas migueleñas o tucu-
manas. En algunas casas de Salta y Tucumán había muebles finos, perlas y otros
objetos de lujo, procedentes de Quito.
Venezuela también tiene cantos comunes con Salta, tal lo demuestran 14 coplas
tradicionales en ésta que hallé en el Cancionero popular venezolano, de Don José E.
Machado, publicado en Caracas en 1919. De estas catorce, diez son españolas. Los
países más separados tienen de común solamente como se ve, los cantares de origen
español.
f) Influencias recíprocas entre Salta y las demás provincias. — En la R. Argen-
tina, la tradición poética salteña ha recibido la influencia del litoral y también,
indudablemente de las otras regiones del país, aunque en distinto grado, porque más
vinculada estaba Salta a Tucumán, Catamarca, Córdoba, La Rioja y Cuyo que a
Entre Ríos y Corrientes.
El comercio de muías que puso a Salta en contacto con los países vecinos trajo
también los cantares de los tucumanos, catamarqueños, jujeños, riojanos y rayanos,
porque estos paisanos acudían todos los años a las ferias de Sumalao, en el Valle
le Lerma, donde se hacía la gran concentración de las muías que se vendían al Perú.
Dice el Dr. Bernardo Frías refiriéndose a este importante centro mercantil: "El carn-
eo era abierto; el frío y los hielos de Junio eran, por aquella edad, acerbamente fa-
mosos; pero la feria de Sumalao alcanzó tal renombre entre los pueblos, que for-
naban su clientela, no solamente los del contorno sino los de las más apartadas
.•egiones; como que acudían de Santiago, de Tucumán, Catamarca, La Rioja y San

Hubo en la Rioja, no Bé si subsistirá aún, la costumbre de cantar, en wna procesión religiosa que
¡e hacía el primero de Enero de todos los años, una oración que empieza a s í :
ifio Nuevo pacari, Coronita y encunqui,
Tino Jesús canchari. Corona y que llillipia
•urtillalli llailincho, Mamay Virgen Copacd,
orollalli llallincho, Mamay Virgen Copacd.
leí quita quechares,
k>neha pallo cinche, ,
Yo supongo por el estribillo que subrayo, que debe tratarse de algunos de esos cantares venidos
leí santuario de Copacabana: Mamay Virgen Copacá, creo que debe ser quizas una forma usada entre
98 indios para decir: Mamay, Virgen de Copacabana.
Los versos riojanoa fueron tomados de la tradición oral, pero están muy mal escritos, por lo visto,
1 copista no sabia quichua. La versión más completa que es de donde yo he tomado el fragmento,
•tá en el libro de D. Perfecto P . Bustamante, titulado: Girón de Historia. Bs. As., 1922. Pág. 71.
(1) El Sr. Ambrosetti, e n : Supersticiones y Leyendas. Pág. 140, trae una versión de esta
omposición.
LII

Juan de Cuyo los criadores de muías y los fabricantes de tejidos finísimos, de vinos,
de pasas, de pastas, y mil otros objetos de consumo.
Era allí donde principalmente se realizaban las grandes compras y ventas de
muías, con destino a los invernaderos para trasladarlas al Perú, de los ricos caballos,
y de la grande, fuerte y apreciadísima muía de silla de San Juan y también era allí
donde los jugadores a las cartas, y al dado, y a las carreras levantaban y perdían
fortunas; donde las onzas de oro, traídas desde el Perú por los troperos se desparra-
maban copiosamente y en donde el baile vulgar y el baile aristocrático y demás
diversiones cultas tomaron también su plaza, bajo la carpa portátil o el cómodo
rancho mandado levantar especialmente por las familias de la mejor sociedad que,
sobre lucidos caballos, acudían, así mismo, por devoción, por votos que cumplir y en
busca de placer también" (1).
El Dr. Federico Espeche en su libro La provincia de Catamarca, dice: "Las mu-
las de ls departamentos del Oriente y, en pequeña escala, de los del Oeste se com-
pran en los criaderos por 20 ó 30 pesos, para venderlas en Bolivia y Perú por 100 pe-
sos, menos o más según el estado del mercado". (Estas arrias pasaban por Salta).
"De los departamentos del Oeste se llevan los buenos aguardientes de uva a
Bolivia en barriles de siete arrobas, despachándose por 80 a 90 pesos la carga de dos
barriles, 14 arrobas" (2).
Catamarca estuvo, como se vé, estrechamente vinculada a Salta y es por eso
que existen tantos cantares comunes en estas dos provincias. Salta debe haber
sido el centro de donde irradiaban los cantares hacia las regiones relacionadas con
ella; en Catamarca, por ejemplo, hallé muchas glosas truncas que en la tradición
salteña las encontré completas.
La Rioja, San Juan y Mendoza, también vincularon su tradición a Salta por in-
termedio de sus arrieros y troperos; una copla salteña parece rememorar aquel
comercio.
Pa tabletas Mendoza,
San Juan pal vino,
Para puntiar el gato,
Los correntinos.
Así como a Lima se le recuerda en el refrán salteño: "Lima, quien no te conoce,
no te estima", así a San Juan se la evoca con este otro: "Dá posada al peregrino,
menos al sanjuanino". También a los cordobeses se les recuerda en otra frase popu-
larísima: "Cordobés bueno y burro parejero en la p . . . vida he visto".
Salta fué la gran capital del Norte, allá iban anualmente, el catamarqueño
industrioso, labrador incansable de sus secadales con sus cientos de muías cargadas,
marchando al dulce arrullo de sus tonadas, por el campo del Arenal, por el Valle de
Yocavil, con rumbo a las ferias de Sumalao para ofrecer las finas mantas de vicuña,
los ponchos de impecable fabricación, las ricas pasas de higo, los orejones, las huahuas
de duraznos, los delicados dulces, los arropes de uva, chañar, tuna y otras frutas, los
alfajores de siete tapas, el aguardiente de moscatel, el vino genuino, etc. Por el mismo
camino del Fuerte de Andalgalá y el Arenal pasaban a la misma feria los riojanos,
hábiles vineros con sus muías cargadas con dos barriles de cinco cuartillas y otro
barrilito de soborno de una, ulpiando harina de tres ramales. Los sanjuaninos, fanta-
seadores como los cordobeses pasaban alzando nubes de tierra por los polvorientos
caminos de Pdmán, Andalgalá y Santa María, con cientos de muías rumbo a Salta
también.
Por el naciente de Salta entraban los santiagueños (santiagarras), fabricantes
de frazadas y sobrecamas tejidas bajo sus algarrobos, con la guitarra terciada a
la espalda, tarareando vidalas y chacareras. En Sumalao sentaban plaza de baila-

Kn el Cancionero de Catamarca. Pág. 94, puede verse otra que yo hallé en Catamarca.
(1) F r í a a : Historia de Güemes. T. 11, Pág. 75.
(2) Dr. Federico Espeche: La Provincia de Catamarca. Bs. Aires, 1875. Págs. 180 y 181.
Lili

•mes, nadie como pl1nR „av,far, hacer sesenta o cien zapateos distintos para bailar
:1 "gato".
Los hijos de la docta Córdoba arriaban por el camino de Trancas y el Rosario,
;us muías grandes, gordas y chucaras. Los tucumanos enriquecidos con sus planta-
ciones de caña y con los mil productos de su tierra fértil, llegaban también con sus
corpulentas muías "migueleñas" a Salta.
Sumalao y la ciudad de Salta fueron para las provincias norteñas lo que Santia-
;o de Compostela fué para el Mediodía de Francia y el norte de España, centro de
confluencia y de dispersión a un mismo tiempo.
Allí los catamarqueños fervientes devotos de la Virgen del Valle, los riojanos
[ue llevan en su corazón y en la punta de sus labios a San Nicolás, los santiagueños
[doradores del Señor de Mailín, de la Virgen de Sumampa y los tucumanos, de la
Hrgen de las Mercedes, se unían en un fraterno abrazo al pie de la imagen del Señor
leí Milagro, venida como vino la fe cristiana, de España al Callao, del Callao al
^ucumán.
Las ferias-de Sumalao, las de la Tablada de Jujuy reunían a los comerciantes
irgentinos; las ferias de Huari y Chuquisaca vinculaban a argentinos y bolivianos,
lero el comercio no paraba ahí, de Huari pasaban los troperos a las ferias del Cuzco,
le allí a las de Tucle y por último a Lima.
Salta era el centro comercial para los argentinos del Norte; Lima era para todos,
irgentinos, bolivianos y peruanos.
El puerto de Buenos Aires, estuvo en contacto con Salta por medio de las
¡arretas que transportaban las mercaderías y por galeras o mensajerías que con-
lucían a los viajeros, desde el siglo XVIII. En el siglo XIX se agregaron a estos
vehículos de introducción de cantares, los ejércitos d^ la independencia, durante la
¡egunda década y los de la tiranía desde el año treinta y cinco al cincuenta y dos.
Posteriormente a esa fecha fueron los carros, las mensajerías y por último el
ierrocarril, los que llevaron las tonadas y los cantares porteños a la ciudad y pro-
vincia de Salta.
Probablemente los cantares históricos que comentan hechos acaecidos en Buenos
¡Vires, como el fusilamiento de Dorrego, ocurrido en Navarro (Prov. de Buenos Aires),
n 1828 y el de Camila O'Gorman en Santos Lugares, en 1848, fueron llevados a
Salta, por los soldados que militaban en las filas de los ejércitos federales y unitarios.
La larga, canción a la muerte de Quiroga, debe haber venido también a Salta
n boca de los carreteros, troperos o soldados cuando no en algún cuadernillo im-
ireso, como han llegado los versos gauchescos.
En la tradición salteña he hallado doce coplas tomadas de Martín Fierro, de
osé Hernández, dos de El Fausto de Estanislao del Campo y una que alude a Juan
toreira.
El Cancionero bonaerense de Ventura R. Lynch ( 1 ) ; El Cancionero popular,
el Dr. Estanislao S. Zeballos ( 2 ) ; El romancerillo del Plata de Ciro Bayo (3) y
l Cancionero popular rioplatense del Sr. Jorge M. F u r t (4), que traen cantares
scogidos en la provincia de Buenos Aires, consignan numerosas trovas también po-
ulares en Salta. De ellas solamente cito en las notas los romances y las canciones,
o así las coplas porque aumentaría considerablemente el número de notas y con
!lo no demostraría sino la comunidad de la tradición popular argentina, de lo cual
le he de ocupar cuando termine la publicación de los cancioneros de las provincias
ue antiguamente integraban el Tucumán.
Desde los últimos años del siglo pasado en que aparecieron publicadas las tro-
is y payadas de Gabino Ezeiza y Pablo, J. Vázquez (5), ciertas casas editoras de
uenos Aires y Rosario de Santa Fe vendían cuadernillos de versos de estilo gau-
lesco hechos por versificadores chabacanos, sin conocimiento del alma popular aunque
ieran en llamarse cantores de la tradición argentina. Estos cuadernillos han in-
(1) Ventura R. Lynch: Cancionero Bonaerense. Edición hecha por el Instituto de Literatura
rgentina (Sección de Folklore). T. 1, N9 1, Ba. Aires, 1925..
(2) Estanislao S. Zeballos: Cancionero Popular. (De la Revista de Derecho, Historia y Le-
as, T. 1», Buenos Aires, 1905).
(3) Ciro Bayo: Romancerillo del Plata. Madrid, 1913.
(4) Jorge M. F u r t : Cancionero Popular R¡aplátense, 2 tomos, Bs. Aires, 1923.
(5) Biblioteca Rosarina: Contrapunto entre loe famosos payadores Gabino Ézevca y Pablo Váz-
tez. (Tomado de la versión taquijrráfica). Rosario de Santa Fe, 1894.
LIV

festado los cuarteles, las cárceles, y los obrajes del Norte del país. Muchos de estos
cantores han celebrado en décimas la vida de bandidos como Juan Moreira, Juan
Cuello, Pastor Luna, El tigre de Quequén, El gaucho Calandria u Hormiga Negra,
otros han cantado escenas campestres y los más se han consagrado a cantar milon-
gas festivas y décimas amatorias.
Naturalmente ha habido entre estos versificadores, alguno de talento e inspi-
ración, que compuso trovas interesantes como el celebrado Gabino Ezeiza o Don Se-
bastián Berón, cuyos versos bien pudieron haber sido prohijados por la tradición
salteña, especialmente los de Berón, que ha interpretado como ninguno el sentir
del pueblo.
Las canciones salteñas que yo reputo provenientes del Litoral son aquellas
décimas que no están hechas en forma de glosas. He reunido alrededor de cuarenta
cuadernillos de los publicados por las casas editoras de este género de versos y no he
hallado en ellos glosas, ni en cuartetas, ni en décimas.
Al terminar las citas de las influencias extrañas en la poesía salteña, diré en
honor a este pueblo, que en su tradición oral no se ha desvirtuado ninguna trova
venida de afuera así sea española, peruana o porteña.

CAPITULO CUARTO
Ideología de los cantos. — Los temas de los cantares de Salta son muy variados
porque el salteño no solamente canta sus emociones, sino que relata los hechos que
ha presenciado, describe la naturaleza ambiente, nos cuenta sus costumbres, y nos
pinta sus vicios. Todos sus versos han sido hechos para ser cantados y si hoy sola-
mente se entonan las coplas, es porque asistimos a la decadencia de su vieja poesía
popular; dentro de diez años más no quedarán sino los rastros de lo que he tenido
la suerte de recoger en la tradición oral. Ya casi no hay guitarreros y muy pocas
son las guitarras que se venden en el comercio, con ellas va a pasar lo que con
las arpas, hasta hace treinta años había arpistas en Salta y hoy solamente quedan
sus noticias.
Don José Antonio Aráoz, recordaba las tonadas de algunas glosas amatorias que
se cantaban con guitarra hasta hace veinte años, yo no he tenido la oportunidad
de oir la música sino de una sola en El Galpón.
La vieja costumbre salteña de dar gallos, esto es de cantar serenatas a des-
hora de la noche en las puertas de las casas, también va desapareciendo.
Al son de la música los sáltenos han cantado su vida con versos expresivos,
llenos de gracia. Su poesía es lírica, muy rica en matices, en cada uno de sus
cantos se revela una emoción, una idea y un deseo de decir algo sentido.
En los versos amatorios, que son los más, se t r a t a con mucha altura a la
mujer, a ella le rinde el cantor sus mejores palabras, sus más delicadas imágenes
y no solamente en los versos en que. le abre su corazón para mostrarle su amor,
sino aún en aquellos enderezados a recriminar alguna mala acción, quiere decirle
inconstante y le canta:
• bien:
Las aves ' ~. nido DUM el i k a qae te di,
En árbci i. .. . ..s cargado, Que pedirla no es ofensa,
Lo miran desconocido Porque no quiero que esté
Cuando lo ven deshojado. Donde no hay correspondencia.
Aún los paisanos más torpes que no pueden expresarse en versos bonitos, por-
que no los saben hacer o porque no los han oído nunca, dicen sus querellas con
delicadeza, suavizando el tono de las palabras groseras de su léxico:
¡Putita, jardín de flores!
Conmigo son las caricias,
Con otro son los amores.
La poesía salteña revela un ambiente de cultura y de sana moral. En los
versos picarescos que es en donde el pueblo suele caer en la más rastrera obse-
r.idad, el salteño levanta su espíritu y apenas si se entrevé en forma indirecta
un doble sentido que pueda sonrosar las mejillas de una niña.
LV

Hay en la poe s ía de Salta mucha alma y mucho concepto, a veces en una


copla expresan sentencias que pesan un mundo, como decía Nuñez de Arce. Cierta
vez en "La Frontera" se llegó a un baile un gaucho que negaba la paternidad a
un hijo natural suyo por no entregarle un rodeo de cien vacas. No había juez que
reivindicara el patrimonio del menor porque como dice el paisano:
Como gavilán pa'l pollo
Es el juez pa'l hombre honrao.
Llegó como digo, se sentó y se mezcló en la conversación con los otros, pero
ana viejita que lo había visto entrar pensó hacer lo que la justicia no podía, pensó
;n el chico, en las miserias que pasaba por culpa de aquel hombre y en seguida
;e le vino a la mente una copla; nadie podía decirle nada, era una baguala la que
ba a cantar y todo el mundo es dueño de hacerlo. Tomó la caja, se paró en medio
le la rueda que formaban los paisanos y entonando la copla con emoción cantó:
Un padre que niega a un hijo
Por una deuda de herencia,
Jamás descansará su alma
Sin descargar la conciencia.
Todo el mundo quedó suspenso, nadie vio auando el hombre salió del rancho,
>ero algunos vieron después que un día un muchacho de diez y ocho años, arriaba
lor los polvorientos caminos de Anta un rodeo de cien vacas. La copla había he-
:ho su efecto.
Hay en los paisanos sáltenos un profundo respeto a lo religioso, domina en
líos el temor a Dios, la idea de la brevedad de la vida y el convencimiento de que
os hombres vivimos suspensos a la voluntad divina:
ín la mar está tronando Porque me sabrá librar
f en la Cordillera llueve, Santa Bárbara doncella,
iin la voluntad de Dios o- i~>- i. i -J
íinguna paja se mueve. & S'^Tn^taVcaírtel,
fo no le temo a la muerte Voy a buscar a Lavalle
Ji al rayo, ni a la centella, P a r a juntarme con él.
Es idea inveterada de que la palabra justicia es mofa entre los hombres:
r
o nunca espero justicia Como campanas de palo
'orque no tengo ni un cobre, Son las razones de un pobre.
Hay en los paisanos una cristiana resignación a soportar la vida tal cual la
levan, no se revelan contra su suerte:
íinguno por infeliz Dios nos da salud y vida
lebe perder la esperanza, Teñimos lo que pedimos,
¡on la paciencia se gana TT _,, ,
,o que la dicha no alcanza. S?y,,dlaS,1qUe teng° P ? " a
Ni llorando me consuelo,
Madre, no llore pobreza Nada se me da del mundo
orque riqueza teñimos! Cuando del cielo me acuerdo.
P a r a resumir lo expuesto en este discurso preliminar sobre la poesía popular
alteña, diré que ella se caracteriza por la claridad en la expresión de las ideas,
or la variedad de los temas, por la sana moral, la profundidad filosófica que se
svela en el conjunto y por la forma castiza de sus versos.

CAPITULO QUINTO
Clasificación y observaciones necesarias. — Dos clasificaciones he adoptado,
na formal y otra esencial.
Según la primera, divido los cantos así:
r I Romances
Primera Parte ^Romancillos [Décimas
ICanciones -i Glosas
Clasificación, IComposiciones en cuartetas
formal: Coplas

Í Pareados
Adivinanzas
Cantos en quichua
LVI

La clasificación esencial la he hecho según él sentido de los cantares; la nomen-


clatura adoptada es la del eximio maestro Don Francisco Rodríguez Marín; sola-
mente he agregado yo el orden alfabético porque lo he creído necesario para faci-
litar la búsqueda de los cantares.
Los cantares de esta compilación están escritos con fidelidad; he tratado de fo-
tografiar el sonido, conservando en lo posible los restos de las palabras escasamente
pronunciadas. Así, escribo: Yo no hi sio, Yo no l' hi dicho, Yo no mi K i achicar,
Palo i chalchal, por: Yo no he sido, Yo no le he dicho, Yo no me he de achicar.
Preferí escribir así para que el lector entienda claramente el sentido de la frase,
pues de hacerlo de otra forma, quizás más sencilla, podría dar lugar a dudas, y
en efecto: Yo noi sio, Yo no li dicho, Yo no -mi achicar, Paloi chalchal, no sola-
mente carecen de sentido sino que sería difícil, para en un futuro remoto, recons-
construir la frase en su forma correcta, dando a cada palabra su función grama-
tical. En otra edición, trataré de adoptar la notación fonética necesaria en este
género de estudios.
El lector notará que ciertas composiciones, especialmente las décimas dictadas
por Don Simeón Soto, carecen de sentido; ello es imputable, parte a la ignorancia
y parte a la vejez del guitarrero. Con frecuencia tuve que hacerle repetir cuatro
veces un cantar para hallarle sentido.
En las transcripciones de los cantares recogidos por don Francisco R. Marín,
he respetado la ortografía adoptada por el eximio maestro, la cual a su vez, repro-
duce la fonética del habla popular de los andaluces.
A veces el lector verá que no hay uniformidad en la ortografía de los canta-
res, por ejemplo a veces escribo admiro y otras almiro, ello es debido a la pronun-
ciación del recitador o de la recitadora.
En la transcripción de cantares de tradición escrita he respetado la ortografía
de las fuentes.
Faltan en este Cancionero más de quinientas composiciones entre coplas, décimas
y glosas, las he omitido porque son obscenas. Estas y las de su misma clase recogidas
en Catamarca, Jujuy y Territorio de los Andes irán en una obra aparte con el título
de Cancionero Tabernario.
Al entregar al pueblo de Salta su Cancionero Popular, lo hago bajo los auspicios
de la Universidad N. de Tucumán, que puesta allí, en la floreciente ciudad del Ancon-
quija, une a los pueblos del Noroeste en un fraterno abrazo, mostrando que con
los ojos fijos en el porvenir, anhela como madre espiritual, salvar para la ciencia,
para la historia y para las letras patrias el viejo acervo común sobre el que se asienta
la tradición ya cuatro veces secular de las provincias que constituían el antiguo
Tucumán.
A su rector, Dr. Julio Prebisch, espíritu selecto que tales orientaciones da a la
gran casa de estudios, rindo mi sincero homenaje de gratitud.
Agradezco al Consejo N. de Educación, a los dignísimos presidentes Dres. Juan
B. Terán, Ramón J. Cárcano e Ing. Octavio S. Pico, quienes me han brindado facili-
dades para llevar a cabo este estudio; a los vocales Prof. Eleuterio F . Tiscornia, Ing.
Manuel Gallardo, Dres. Pedro T. Rueda, Arturo J. Medina, Guillermo Correa, Profs.:
Segundo J. Tieghi y Avelino Herrera.
Expreso mi gratitud al ex-gobernador de Salta, Dr. Julio Cornejo, y a su Mi-
nistro Ing. Rafael P. Sosa, a los sabios profesores Arturo Marasso y Rómulo D.
Carbia, al Ing. Abel Cornejo, Sres. Juan y Abel Mónico, hermanos David, Julio, Abel
y Martín Michel Torino, Jaime I. Gómez, José María Leguizamón, Ricardo Dávalos
Uriburu, Balvín Díaz y Pedro Peretti.
Para terminar la enumeración de las personas que me han ayudado en mi tarea,
cábeme el honor de citar al Dr. Ernesto E. Padilla, alma grande, espíritu nobilí-
simo que en todo momento me ha favorecido eficazmente, y a mi querido amigo el
eminente hijo de Salta, poeta Don Juan Carlos Dávalos, quien fué mi maestro, mi
norte y mi guía en la difícil tarea de descubrir las diversas manifestaciones del
alma del gran pueblo de Salta.
JUAN ALFONSO CARRIZO.
ROMANCES
1 2
CAMINA LA VIRGEN SANTA ¿DONDE VAS ALFONSO XII?
Uamina la Virgen santa, ¿Dónde vas Alfonso X I I ?
üamina p a r a Belén, ¿Dónde vas t a n t r i s t e así?
E n t r e medio del camino Voy en busca de Mercedes
Pide el niño de beber; Que ayer t a r d e la perdí.
La. Virgen le dijo al n i ñ o : Merceditas ya está m u e r t a
—No tomes agua, mi bien, Muerta, m u e r t a yo la v i ;
3ue esas aguas corren t u r b i a s Cuatro duques la llevaban
if no son p a r a beber. P o r las calles de Madrid;
Daminan p a r a San Pedro, El cajón que la llevaba
e n c u e n t r a n un naranjero, E r a de oro y de marfil
31 dueño de las naranjas Y el velo que la cubría
3ra ciego y nada v é ; E r a de hojas de jazmín.
ja Virgen le dijo al ciego: Ya murió la Merceditas,
—Dale u n a n a r a n j a al niño, Ya murió la flor de Abril,
)ale una naranja al niño, Ya murió tu fiel esposa
3
ara que apague la sed. Que se viene a despedir.
Contesta el ciego y le dice:
—Corte lo que es menester,
Jorfe nomás mi señora
SE ME HA PERDIDO UNA NIÑA
¿o que le parezca bien.
Mientras la Virgen cortaba Se me ha perdido una niña,
das volvía a florecer, Se me ha perdido una niña,
¿a Virgen le dijo al ciego: Que Catalina se llama, sí, si
- A b r e los ojos y vé. Que Catalina se llama.
Lbrió el cieguito los ojos Todos los días de fiesta,
ion júbilo y con placer. Todos los días de fiesta
Quién será esa señora Su padre la castigaba, sí, sí
•ue me hizo tanto bien? Su padre la castigaba,
in duda será María Porque no quería hacer,
!ue pasa p a r a Belén. Porque no quería hacer

(1) Me fué dictada esta versión del romance de La fé del ciego, en "Molinos"
a Junio de 1930, por la profesora Sra. Luisa D. de Feises, quien la sabía por tra-
ición oral del mismo pueblo de "Molinos", en los "Valles Calchaquíes".
Para el estudio de este romance en sus distintas versiones, puede verse:
En España: Marcelino Menéndez y Pelayo — Antología de los Poetas Líricos
asteüanos: Tomo X, Nros. 59 y 60. — (En adelante Ant. de los P. L. Cast.)
Julio Cejador y Frauca: La Verdadera Poesía Castellana (Floresta de la An-
gua Lírica Popular), Madrid, 1921. Tomo III, Pág. 95. (En adelante L. V. P. Cast.).
Fernán Caballero: Cuentos y Poesías Populares Andaluces. — Madrid, 1907.
ág. 367 (En adelante C. y P. P. And.).
Francisco Rodríguez Marín: Cantos Populares Españoles — Madrid, 1882. N»
505. (En adelante C. P. E.).
Alberto Sevilla: Cancionero Popular Murciano. — Murcia, 1921. (En adelante
. P. M.).
En Chile: — Julio Vicuña Cifuentes: Romances Populares y Vulgares; San-
ago de Chile, 1912. (Recogidos de la tradición oral chilena). (En adelante R. P. y
.). Tiene cinco versiones: Nros. del 75 al 79.
Ramón A. Laval: Contribución al Folklore de Carahue (Chile). Madrid, 1916.
En adelante F. de C ) . Pág. 26 N* 6.
En la R. Argentina: — Juan Alfonso Carrizo: Antiguos Cantos Populares
rgentinos. (Cancionero de Catamarca). (En adelante C. de Cat.). Buenos Aires,
io 1926. — Romance N? 1.
(2) Me fué dictado en "Miraflores" Anta, por mi esposa, en Febrero de 1932.
Es una vanante del romance de "La Aparición".

«toftftti.iáf^^^kSssr'General (Biblioteca de Autore8 Es-


Para su estudio puede verse:
4 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

Lo que su padre mandaba, sí, sí De cuchillos y navajas, ay sí, sí


Lo que su padre mandaba. De cuchillos y navajas,
Mandan hacer una rueda La rueda ya estaba hecha
Mandan hacer una rueda Catalina arrodillada, ay sí, sí
De cuchillos y navajas, sí, sí Catalina arrodillada,
De cuchillos y navajas. Bajó un ángel del cielo,
La rueda ya estaba hecha, Con coronas de diamantes, ay, sí, sí
La rueda ya estaba hecha, Con coronas de diamante,
Catalina arrodillada.sí, sí Subí, subí Catalina
Catalina arrodillada. Que el rey del cielo te llama, ay sí, sí
Bajó un ángel del cielo, Que el rey del cielo te llama.
Bajó un ángel del cielo,
Con coronas y guirnaldas, sí, sí
Con coronas y guirnaldas.
—Sube, sube Catalina, ESTABA LA CATALINITA
Sube, sube Catalina, E s t a b a la Catalinita
Que Jesucristo te llama, sí, sí Sentada bajo un laurel,
Que Jesucristo t e llama. Con los pies en la frescura,
Viendo las aguas c o r r e r ;
Entonces pasó un soldado
Y lo hizo detener.
EN GALICIA HAY UNA NIÑA
—Deténgase Ud. soldado
E n Galicia hay una niña Que una p r e g u n t a le h a r é :
E n Galicia hay una niña — ¿ N o lo ha visto a mi marido
Que Catalina se llama, ay sí, sí E n la g u e r r a alguna vez?
Que Catalina se llama, —Si lo he visto no me acuerdo
Todos los días de fiesta Demé Ud. las señas de él:
Todos los días de fiesta —Mi marido es alto y rubio,
Su padre la castigaba, ay sí , sí Elegante y muy cortés
Su padre la castigaba, Y en el mango de la espada
Mándale hacer una rueda Lleva escrito: "Soy marqués".

M. Menéndez y Pelayo: (Ant. de P. L. Cast.). Tomo IX, Pág. 220 y Tomo X.,
Pág. 132. — N ' 53.
Aurelio de Llano Roza de Ampudia: Esfoyaza de Cantares Asturianos. (En
adelante A. de Llano. Es. de C. Asturianos). Oviedo 1924. — N 9 1149.
Alberto Sevilla: C. P Murciano. — N* 93.
En Tánger: — R. M. Pidal, "El Romancero". (Biblioteca de Ensayos) N» 3. —
Madrid. Pág. 148. — N ? 56.
En Cuba: — José María Chacón y Calvo: Ensayos de Literatura Cubana. (En
adelante E. de L. Cubana). — Madrid 1922. Pág. 152.
En la R. Argentina: — J. A. Carrizo, C. de Catamarca, Romance N ' 2 y Can-
cionero de Jujuy, N? 2.
(3) Me fué dictada esta versión del romance El Martirio de Santa Catalina
en "La Banda Grande", Molinos, por la Srta. Alicia Corbalán, en 1931.
( 3 - a ) Me fué dictada por mi esposa, en "Miraflores" (Anta), en febrero
de 1932.
Para su estudio puede verse:
En España: — M. Menéndez y Pelayo: Ant. de P. L. Cast. Tomo X, Pág. 198.
Nros. 30 y 31
Biblioteca de las Tradiciones Populares Españolas. (En adelante B. de las T.
P. Españolas). Tomo II, Pág. 63.
Aurelio de Llano R. de A.: E. de C. Asturianos, N. 1151.
Milá y Fontanals: "Romancero", N* 24. (Ant. P. L. Castellanos). Tomo X,
Pág. 255.
En Chile: — J. V. Cifuentes: R. P. y Vulgares. N» 88.
Ramón A. Laval: F. de Carahue. Pág. 88.
En Cuba: — J. M. Chacón y Calvo. Literatura Cubana, Pág. 146.
En la R. Argentina: — J. A. Carrizo: C. de Cat., N* 3.
(4) Esta versión del romance "Las señas del esposo" o de "La viuda fiel" me fué
dictada en "La Banda Grande". Molinos, por la Srta. Alicia Corbalán, en 1930.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 5

—Por las señas que me ha dado, De pronto pasó un soldado


3u esposo ha muerto ayer, Y lo hizo detener.
if me ha dejado encargado Deténgase Ud. soldado
3ue me case con Ud. Que una pregunta le haré:
—Eso sí que no lo he hecho, —¿No lo ha visto a mi marido
Sso sí que no lo haré; En la guerra alguna vez?
Siete años lo he esperado, —Si lo he visto no recuerdo
Dtros siete esperaré, Demé Ud. las señas de él:
5i a los catorce no viene, —Mi marido es alto y rubio
N un convento me entraré, Alto y rubio y muy cortés
\. mis tres hijas mujeres Y en el puño de su espada
Conmigo las llevaré, Lleva escrito que es marqués.
\ mis tres hijos varones —Por las señas que me ha dado
V la patria los daré, Su marido muerto es,
Jue sirvan como su padre Por encargo me ha dejado
( que mueran por su rey. Que me case con Ud.
—¡Calla, calla Catalina! —Siete años he esperado,
Cállate infeliz mujer! Otros siete esperaré,
íablando con tu marido Si a los catorce no viene,
Sin poderlo conocer. A un convento me entraré.
A mis dos hijas mujeres
Conmigo las llevaré
4-a Y a mis dos hijos varones
A mi rey se los daré,
ESTABA LA NIÑA LINDA Para que sirvan su patria
Como la ha servido él.
ístaba la niña linda Aquí termina la historia,
ientada al pie de un laurel, De esta infeliz mujer,
!on los pies a la frescura, Que hablando con su marido
hiendo las aguas correr; No lo supo conocer.

En España: — Agustín Duran: Romancero General, Tomo I, N' 318 "La


sposa Fiel".
Fernando J. Wolf: "Primavera y Flor de Romances". Antología de P. L. Cas-
ianos, Tomo VIII, N» 156.
M. Menéndez y Pelayo: Apéndice a la Primavera y Flor de Romances", de Wolf.
.nt. de P. L. Castellanos, Tomo IX, Pág. 238, N« 44. Tomo X, Nros.: 27, 28 y 56.
Julio Cejador y Frauca: La V. P. Castellana. Tomo II, N' 1283.
Biblioteca de las Tradiciones Populares Españolas: (En adelante B. T. P. E.)
orno III, Pág. 89.
Aurelio de Llano :Es. de C. Asturianos, N» 1152.
Alberto Sevilla: C. P. Murciano, No 91.
En Tánger: — R. Menéndez Pidal: "El Romancero", Pág. 160. N* 59.
En Chile: — J. V. Cifuentes: R. P. V. de Chüe, Nros. del 15 al 23.
Ramón A. Laval: F. de Carahue, Pág. 147, N» 1.
En Perú (Lima): — R. Menéndez Pidal: "El Romancero", Pág. 191.
,E-,nJ?°}iVa: ~ c i r o Ba y°- - Romancerillo del Plata. Madrid 1913. (En adelante
. del Plata). Pág. 25.
En Méjico: — P. Henriquez Ureña y Bertram D. Wolfe: Romances Tradicio-
ales en Méjico, Pág. 382.
En Cuba: — J. M. Chacón y Calvo: L. Cubana, Pág. 105.
En la R. Argentina: — J. A. Carrizo: C. de Catamarca, N« 4 y C. de Jujwy, N« 3.
araíen Prieto^nígs!?* 1 " 1 * ** 8m Lorenz0
' Dto> d e l a C a
P i t a l P°r la Srta. María del
6 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

Caballo en el corralón?
— N a d a mi señor marido
UN JUEVES FUE POR TAN CIERTO
Que te hi jugado traición.
Un jueves fué por tan cierto, Y de allá salió en mancebo
Víspera de la Asunción, Con Don Carlos se encontró,
Hallé mi casa enramada Se t i r a b a n puñaladas
Con r a m a s de admiración. Que causaba compasión.
No me la enramó tu padre, Sobre tarde murió Alberto
Ni el hijo del labrador Carlos al dentrarse el sol,
Enramómela Don Carlos Y mi señora Felipa,
Hijo del Emperador. Al golpe de la oración.
¡Qué señora linda aquella! Aquí termina esta letra,
Más linda que el mismo sol,
Quisiera dormir con ella, Ai contorno de este pueblo,
Una noche y otras dos. Ninguna mujer casada
—Mi marido ya no está, Debe j u g a r este juego.
Se fué p a r a el campo y yo
Quiero que se baje Ud.
5 • a
Y nos gocemos los dos.
Cuando volvió Don Alberto ESTABA LA NIÑA LINDA
Oyó t r a s del mostrador,
Pasos que le demostraban Estaba la 'niña linda,
Que le han usado traición. E s t a b a la blanca flor,
—¿Qué es esto Doña Felipa Sentada en su ventanita,
Que me habla con turbación? Bordando en su bastidor.
—Nada, mi señor marido, Entonces pasó Carlitos,
La llave se me perdió. Hijo del emperador,
—Si por si fueran de plata Tocando su g u i t a r r i t a
De oro las mando hacer y o ; Cantando versos de amor.
¿Qué es eso doña Felipa

(5) Esta versión del romance La esposa infiel o La Mala Mujer, me fué
dictada en Yatasto, Bto. de Metan, por un viejo obrero de la casa de los Sres. Gó-
mez Rincón, en 1928.
Para su estudio puede verse:
En España: — Agustín Duran: R. General. Tomo I, Pág. 161, Nros 298 y 299.
Fernando J. Wolf: P. y F. de Romances. Ant. P. L. Castellanos, Tomo VIII,
N* 136 y 136 a.
M. Menéndez y Pelayo. Suplemento a la "Primavera" de Wolf. Ant. de P. L.
Castellanos. (Romances Tradicionales en Asturias). Tomo X, N 9 29 y R. Tradicio-
nales en Andalucía y Extremadura. Tomo X, Nros. 14, 15 y 16.
Milá y Fontanals: Ant. de P. L. Castellanos. Tomo X, Pág. 278, N? 20.
Rodolfo Gil: Romancero Judeo - Español. Madrid 1911, Pág. 86.
Julio Cejador y Frauca: L. V. P. Castellana, Tomo II, pág. 178 y Nros. 1281
y 1282.
En Tánger: — R. M. Pidal: El Romancero, Pág. 159, No 78.
En Chile: — J. V. Cifuentes: R. P. y Vulgares, Nros. 35 al 40. — Ramón A.
Laval: F. de Carahue, Pág. 148, N» 2
En Cuba: — J. M. Chacón y Calvo: L. Cubana, Pág1. 116. — Carolina de Poncet:
El Romance en Cuba. (Del Romancero Criollo). (Biblioteca Universal, Madrid, T.
178). Pág. 25.
En Méjico: — Romances Trad. en Méjico, Pág. 380.
En la R. Argentina: — J. A. Carrizo: C. de Catamarca. R. 5.
(5 - a) Probablemente este comienzo de romance pertenece al de La Esposa
Infiel. Nada es de extrañar que las personas mayores prohibieran a sus hijos el
recitado o el canto de todo el romance, pues éste no es nada edificante.
Me fué dictado por una criada de la casa del poeta Don Juan Carlos Dávalos,
en San Lorenzo, llamada María del Carmen Prieto, de 18 años de edad, en 1928. Al
romance entero lo oí como se ha visto, a un hombre de edad y no a los niños como
generalmente ocurre.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 7

Saliendo de Barcelona
Cayó un marinero al agua,
ENTRE SAN PEDRO Y SAN JUAN Lucifer que nunca duerme,
Entre San Pedro y San Juan, Le contestó a la otra banda:
Hicieron un barco nuevo; ¿Marinero qué me das
El barco era de oro, Si yo te saco del agua?
Los remos eran de acero, —Te daría mi navio
San Pedro era piloto, Cargado con oro y plata.
San Juan era marinero, —Te pido que cuando mueras
Y el capitán general A mi me entregues el alma.
Era Jesús Nazareno. —Yo el alma la entrego a Dios,
En una noche oscurita Mi cuerpo al agua salada,
Cayó un marinero al agua, Y el corazón que me queda
Lucifer, que nunca duerme, A la Virgen soberana.
Contestó de la otra banda
Diciéndole estas palabras:
—Marinero ¿qué me das
Si yo te saco del agua? UN REY TENIA TRES HIJAS
—Te doy todos mis navios
Cargados con oro y plata. Un rey tenía tres hijas
—Yo no quiero tus navios, Y las tres eran doradas,
Ni tu oro, ni tu plata, Y la más linda de ellas
Yo quiero que cuando mueras Delgadina se llamaba.
A mi me entregues el alma. Estando un día en la mesa
—Yo el alma la entrego a Dios Su rey padre la miraba.
i" el cuerpo al agua salada, —¿Qué me miras padre mío
Y los restos que me quedan Que me miras en la cara?
A los pescados del agua. —Yo te miro hija mía
Ye te miro en la cara
6 -a Que si tu madre muriera,
Serías tú mi enamorada.
ENTRE SAN PEDRO Y SAN PABLO —No permitas Dios del cielo
Entre San Pedro y San Pablo Ni la Virgen soberana,
Hicieron un barco nuevo, Que sea mujer de mi padre
El barco era de bronce, Madrasta de mis hermanas.
Y los remuebles de acero. —¡Criadas y mis criados,

(6) Esta versión del romance El Marinerito, me fué dictada en "San Lorenzo',
Departamento de la Capital, por la Srta. María Mercedes Ramos, en 1928.
Para su estudio puede verse:
En España: — M. Menéndez y Pelayo: Suplemento a la 'Primavera y F. de
R--nances", de Wolf. Antología de P. L. Castellanos, Tomo X. (Romanees Tradu
c\--«ttUs en Asturias). N° 57. „
Milá y Fontanals: El Romancero, N» 34. (Ant. de P. L. Castellanos), Tomo X,
Pág 258. N* 4.
L. Giner Arivau: Folklore de Proaza. B. de T. P. Españolas, Tomo VIII, Pág. 161.
E» Cuba: — J. M. Chacón y Calvo: Literatura Cubana, Pág. 146. Lo trae como
Darte integrante del romance de "El Martirio de Santa Catalina".
En Méjico: — Romances Trad. en Méjico, Pág. 384.
En la R. Argentina: — J. A. Carrizo: C de Catamarca, N* 3.
6 - a) Me fué dictada en Molinos, por la Sra. Luisa D. de Feises, en 1930.
(7) Esta versión del romance de Delgadina fué recogida por mi esposa en Anta.
Para su estudio puede verse:
En España: — M. Menéndez y Pelayo: Romances Tradicionales en Asturias,
líros. 50, 51 y 52. — R. Tradicionales en Andalucía y Extremadura, Nros. 6, 7, 8,
), 10 y 11. — Ant. de P. L. Castellanos, Tomo X.
Milá y Fontanals: El Romancero, N9 29. Ant. de P. L. Castellanos de M. y
Pelayo, Tomo X, Pág. 256. Menéndez y Pelayo agrega otra versión catalana a la de
Milá y una recogida en Alguier, Cerdeña. Ob. cit. Tomo X, Pág. 257, N» 3.
8 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

Encierren a Delgadina! Pidiendo en nombre de Dios.


Cuando pida de beber —En nombre de Dios te pido
Delen agua apostemada De los muchos que tenéis,
Cuando pida de comer Un traje para vestirme,
Delen agua con cebada. Que vengo como me veis.
Cumplido los siete días, Alzó el rico la cabeza
Delgadina se asomaba, Y furioso respondió:
Y viendo a su rica madre —¿Por qué no aprende un oficio,
Peinando sus blancas canas, Que le sería mejor?
¡Madre, si tú eres mi madre, —Carpintero fué mi padre
Jarro de agua me alcanzaras, Ese oficio lo he tenido,
Que tengo la boca seca Hoy por mis grandes desgracias
Las entrañas traspasadas! A sus puertas he venido.
Cumpliendo otros siete días —No hay dudas que tú serás,
Delgadina se asomaba, De ladrones capitán,
Viendo a sus ricas hermanas, Y venís aquí, a mis puertas,
Bordando en oro y en plata: Tan sólo para robar.
¡Hermanas si son hermanas El pobre le dio las gracias
Jarro de agua me alcanzaran, Y al retirarse mostró,
Que tengo la boca seca, La llaga de su costado,
Las entrañas traspasadas! Y el rico se arrodilló.
Cumplidos otros siete días, —¡Perdón, mi Señor, perdón!
Delgadina se asomaba, ¡No haber conocido a Dios!
Y vio a su rico padre
Jugando al juego de damas:
¡Padrecito eres mi padre, Pero hoy las puertas del cielo
Jarro de agua me alcanzaras, Abiertas son para vos.
Que se me seca la vida,
Y el corazón se me acaba! 8 - a
—¡Corran criadas y criados,
Delen agua a Delgadina, SALIÓ UN POBRE UNA MAÑANA
Unos en jarro de oro, C:

Otros en jarro de plata, Salió un pobre una mañana,


A casa un rico llegó,
Pero antes que llegue el agua
Delgadina ya expiraba. —Rico, dame una limosna,
Por amor de Dios, pidió.
El rico alzó la cabeza
8 Y lo comenzó a mirar:
SALIÓ UN POBRE UNA MAÑANA —¿Cómo no aprendes oficio
Y te vas a trabajar?
Salió un pobre una mañana, Responde el pobre y le dice:
A ricas puertas llegó, —Carpintero fué mi padre
Con labios enternecidos Y ese oficio no he tenido,

Rodolfo Gil: Romancero Judeo - Español, Pág. 107.


En Tánger: R. Menéndez Pidal: El Romancero, Pág. 166, Nros. 89 y 99
En Méjico: — Romances Tra., Pág. 376.
En Chile: — Julio Vicuña Cifuentes: R. P. y Vulgares, Nros. del 8 al 14
En Cuba: — J. M. Chacón y Calvo: L. Cubana, Pág. 130. — Carolina Poncet:
Romancenllo Criollo, Pag. 28.
En Bolivia: — Ciro Bayo: Romancerillo del Plata, Pág. 28.
En la R. Argentina: — J. A. Carrizo: C. de Catamarca, N" 6.
(8) Esta versión del romance de El Mendigo, me fué dictada por
v Don Tristán
Pérez. (Cerrillos), en 1928.
En España: ~ Menéndez y Pelayo en el Suplemento a la Primavera y F. de
Romancea, de Wolf. trae una versión de este romance piadoso. Ant. de P. L. Coste-
llanos, Tomo X, Pag. 200, N* 32.
dictad p o r el cieg0 mendi de
Montona^n^MS^ ° S° la Ciudad de Salta, Don Juan
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 9

Y hoy por mis grandes desdichas, 9 - a


A tus puertas m'hi venido.
Repite el pobre y le dice: EN LA PUNTA DE AQUEL CERRO
—Aquí estoy como me veis,
Dame un trapo pa ponerme, En la punta de aquel cerro,
De los muchos que tenéis. Hay una casa muy linda,
Responde el rico y le dice: No es hecha por carpintero
—Sin duda que vos serás Ni por la carpintería.
De ladrones capitán, Que l'hecho Nuestro Señor
Y te has venido a mis puertas, Para la Virgen María.
A ver si puedes robar. Las ventanas son de oro,
Responde el pobre y le dice: Las puertas de pedrería.
—No es ese mi proceder, Por una ventana abierta
Capitán soy de la Gloria, Está la Virgen María
Y es muy grande mi poder. Con el niñito en los brazos
El rico se levantó Y llorando lo mecía:
Dejó caer el bastón Pasó San José y le dijo:
Con el sombrero en las manos, —¿Por qué llora mi señora?
Como pidiendo perdón. ¿Por pañales, por mantillas?
Responde el pobre y le dice: —Lloro por una señora,
—Dejarás pronto tu casa Que reza todos los días,
Y se güiras tu camino Un rosario a la mañana
Llevando tu real y medio Y un rosario al medio día.
Mientras andes pelegrino.
10
EN LA PUNTA DE AQUEL CERRO SEÑORA YO HE VISTO UN NIÑO >C
En la punta de aquel cerro ¡Señora, yo he visto un niño,
Hay una casa muy linda, Más hermoso que el sol bello!
No la hizo el carpintero, Le diré que tiene frío
Ninguna carpintería, Porque el pobre anda en cuerpo.
La hizo Nuestro Señor, —Dile que pase,
Para la Virgen María, Se calentará,
ja Virgen 'stá en la ventana, Porque en esta tierra,
31 niño Dios en los brazos. Ya no hay caridad.
—¿Por qué lloraste señora Pasó el niño y se sentó,
Por mantillas o pañales? La señora le preguntó:
—Yo no lloro por pañales, —Dime niño ¿cuyo hijo eres
*íi tampoco por mantillas, De qué tierra y de qué padres?
liloro por una señora, El niño responde:
}ue reza todos los días, —Soy de lejas tierras,
Jn rosario a la mañana, Mi padre en el cielo
3tro reza a medio día, Yo bajé a la tierra.
)tro a las doce la noche
3ue es devoción que tenía. Pobrecito el niño,
¡Qué hambre tendrá!

(9) Este romance piadoso me fué dictado en Salta, (San Lorenzo), por la Srta.
Haría Eugenia Dávalos Helena, de 10 años, en 1928.
(9 a) Dictado por una criada de la casa del Sr. Pedro Peretti, en Cerrillos
m el año 1928.
(10) Me fué dictada esta versión del romance El niño perdido, en Molinos, por
a Sra. Luisa D. de Feises, en 1930.
En España: — Fernán Caballero: C. y P. P. Andaluces, Pág. 364.
En Cuba: — J. M. Chacón y Calvo: L. Cubana, Pág. 182.
10 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

Le ofrezco alimento, Y murió por Filomena.


De migas de pan; Después de haberse casado
Para que se abrigue La llevó a tierras extrañas,
También l'hi de dar, Cumplidos los nueve meses,
Una frazadita, A lo de su suegra vuelve.
No la tengo acá, —¡Buenas noches tenga madre!
Corriendo a mi casa, —¡Buenas noches tengas hijo!
La voy a buscar, ¡Al cabo habrís venido!
La cuna, la almohada, ¿Cómo ha quedao Blanca Flor
Le voy a mandar. Hija mía, mujer vuestra?
—Buena ha quedado, mi madre,
11 En días de parto queda,
AQUÍ ME PONGO A CANTAR
Y ha mandado a suplicar,
Que la mande a Filomena.
Aquí me pongo a cantar —¿Cómo la has de llevar hijo
Debajo de este membrillo, Filomena es niña tierna?
A ver si puedo alcanzar, —En ancas la llevaré
Las astas de aquel novillo. Como prenda suya y mía.
Si este novillo me mata, Al otro día de mañana
No me entierren en calvario, —Levántate Filomena
Entierrenmé en campo libre, Mira que te hace llamar
Donde me pise el ganado, Tu hermana Blanca Flor.
Y en mi cabeza me pongan De allá se viste la niña
Un letrero colorado, Se la ponen en las ancas,
Para que sepa la gente, En el medio del camino,
Que aquí murió un desgraciado. A fuerza la acometió.
No murió de tabardillo Después de haberla forzado
Estaba bastante sano, La lengua le había cortado.
Se murió de mal de amor De allá salió un pastorcito
Que es un mal desesperado. Con la seña lo llamó,
Con la sangre de su lengua,
12 A su madre le escribió.
ESTABA LA LIONA ESTABA Y dio parte a la Justicia
Y a la Inquisición Mayor.
Estaba la Liona, estaba, Que prendan a Don Leonardo
Entre la paz y la guerra, Por alevoso y traidor.
Con sus dos hijas doncellas, Lo sacaron por la calle
Blanca Flor y Filomena. Cargado de mil prisiones,
De allá sale Don Leonardo Grillos, cadenas y esposas
Se enamoró de una de ellas. Que quebraban corazones.
Se casó con Blanca Flor Lo sentaron al banquillo,

(11) Dictado por la Sra. Elisa G. de Ebber, en la Ciudad, en 1928.


En España: — M. Menéndez y Pelayo: Suplemento a la "Primavera y Flor de
Romances", de Wolf. Ant. de P. L. Castellanos, Tomo X, N* 54. El mal de amor.
En Chile: — J. V. Cifuentes: Romances P. y V., N« 63.
En Cuba: — J. M. Chacón y Calvo: L. Cubana, Pág. 160. — Carolina Poncet:
Romancero Criollo (B. U.), Pág. 30.
En Venezuela: — José E. Machado: Cancionero Popular Venezolano, Pág. 219.
En la R. Argentina: — Ciro Bayo: Romancerillo del Plata, Pág. 84.
(12) Esta versión del Romance Blanda Flor y Filomena, me fué dictada en
Agua Blanca, Dto. de Metan, en 1931, por Don Justo Pastor Alemán, hombre de una
admirable memoria, a pesar de sus setenta y tantos años.
En España: — Menéndez y Pelayo: Ant. de P. L. Castellanos, Tomo X, Pág. 68.
Nros. 21 y 22, Pág. 184. Nros. 17 y 18. — Milá y Fontanals: El Romancero, N» 270.
De la Ant. de P. L. Castellanos, de M. Menéndez y Pelayo, Tomo X, Pág. 286.
En Tánger: — R. Menéndez Pidal: El Romancero, Pág. 167, N* 100.
En Chile: — J. V. Cifuentes: Romance P. y V., Nros. del 24 al 34.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 11

Ya lo iban a fusilar, Con la sangre de su lengua


Don León bajó la cabeza A su madre le escribió;
Y dijo: ¿cómo ha de ser? Y dio parte a la Justicia
¿Me van a quitar la vida? Y a la Inquisición Mayor,
¡Dejaré de padecer! Que prendan a Don Leonardo
Por alevoso y traidor.
12 - a Un jueves era por cierto
Cayó León a la prisión,
ESTABA LA LIONA ESTABA Y cuando estuvo seguro
Estaba la Liona, estaba, Se oyó campanas doblar,
Entre la paz y la guerra, Y entre los presos decían:
Con sus dos hijas doncellas ¿Cuál será, cuál no será?
Blanca Flor y Filomena. De allá levanta León,
De allá sale Don Leonardo, Con mucha capacidad
Se enamoró de una de ellas, Ya me han leído la sentencia
Se casó con Blanca Flor, Ya me van a fusilar.
Y murió por Filomena. —Aguarde señor verdugo
Después de haberse casado, Un favor l'hi merecer!
La llevó a tierras extrañas, Que lo traigan a mi hijito
Cumplidos los nueve meses La bendición Techaré
A lo de su suegra vuelve. De mi mujer no hago acuerdo,
—¡Buenas noches tenga madre! Diré que nunca he tenido,
—¡Buenas noches tengas hijo! Catorce años pa los quince
¡AI cabo habrís venido! A verme nunca ha venido.
¿Cómo ha quedao Blanca Flor
Hija mía, mujer vuestra? 12 - b
—Buena, ha quedado, mi madre; ESTABA LA LIONA ESTABA
En días de parto queda,
Y ha mandado a suplicar Estaba la Liona, estaba,
Que la mande a Filomena. ínter que pase la guerra,
—¿Cómo la has de llevar hijo Con sus dos hijas doncellas,
Filomena es nifia tierna? * Blanca Flor y Filomena.
—En ancas la llevaré Bajó un pastor y la mira
Como prenda suy a y mía. Se apasionó de una de ellas,
Al otro día de inañana Casarse ha con Blanca Flor,
—Levántate Filomena, * Morirse por Filomena.
Mira que te hac e llamar
Tu hermana Blanca Flor.
De allá se viste la niña. 12-c
3e la ponen en las ancas,
En el medio del camino YA BAJO UN PASTOR DE VELLA
k fuerza la acometió. Ya bajó un pastor de vella
Después de haberla forzado Se apasionó de una de ellas,
'..a lengua le había cortado. Se bajó por Filomena
>e allá salió un pastorcito, Se casó con Blanca Flor.
on la seña lo llamó, El año que se casó,

(12 a) Esta fué la primer versión del romance de Blanca Flor y Filomena
ctada por Don Justo P. Alemán. Por lo visto, no se acordaba bien y dio comTt«:
macion del romance la parte final de una canción carcelaria que figura en el
mcionero de Catamarca, Pág. 116, N< 128. Días después me dictó la parte con
le termina la versión 12. *
(12 b) Me fué dictado en Amaicha, Dto. de Molinos, por un viejito de más de
0 anos, en casa de Don Francisco Gutiérrez, en 1930.
VerSÍÓn> S Carl S P
coso/ue 74 a S s / e n w t "* ** " ° ' °r °°n Crisós
^ o Tron-
12 J U A N A L F O N S O C A R R / Z O

Se ausentó pa lejas t i e r r a s , Terminó el santo el sermón


A los diez años completos Muy apenado y confuso,
Volvió a la casa la suegra. Y a la casa del alcalde
¡Hijo serís bien llegado! E n un instante llegó. •
Agora me has de avisar, P r e g u n t ó : ¿ P o r qué está preso
¿Cómo quedó Blanca Flor? Mi padre que me crió?
— P a r a servirla, muy bien. Contra las leyes del reino
Sólo de su p a r t e espera, ¿Qué delito cometió?
Y le manda a suplicar, Contestó el señor alcalde,
Que le preste a Filomena. Con mucha moderación:
¿ C ó m a l a has de llevar hijo — E s t á preso e n t r e cadenas
Siendo sola, hija querida? Porque a un hombre asesinó,
¿Cómo la hi de dejar madre Y condenado está a muerte
P r e n d a de mi estimación? Por la Santa Inquisición.
Saltó el santo a la p a r a d a
Y con m u y templada voz,
13 Le dijo al alcalde: Vea
Mi padre no lo mató.
TODOS LOS PECES DEL AGUA Yo probaré su inocencia,
Todos los peces del agua, Con la voluntad de Dios.
Que todo el mundo habitaban, El santo le dijo al m u e r t o :
Se pusieron a escuchar —¡Vuelve a esta vida, por Dios!,
Lo que un santo predicaba. Alzó el muerto la cabeza
El santo predica en Roma Y a San Antonio miró.
E n su lengua el p o r t u g u é s ; El alcalde dijo entonces:
Dos mil naciones le aclaman —¿Quién la vida t e quitó?
El papa, el obispo, el rey. Dime si es aqueste hombre
Cuando el santo predicaba, Que está preso en la prisión?
Un mensaje le llegó, Movió la cabeza el muerto,
Que su padre estaba preso —No es éste, le contestó.
P o r un hombre que mató. Aquí se acabó este verso

(13) Este romance de La Predicación de San Antonio, me fué dado por un


niñito de Metan. Vicente Saavedra, en 1931.
Interesante es este hallazgo, puesto que en la mayoría de las versiones que co-
nozco no está completo el asunto tratado, como está aquí.
Hay una canción muy antigua a San Antonio, que corre, en boca de la gente y
según es creencia general, se la dice para conseguir lo perdido. En esa oración se
alude al hecho de que un ángel o un mensajero le avisa, mientras predica, que a su
padre, lo van a ajusticiar; pero al romance de la entrevista de San Antonio con el
juez y el muerto, no lo he visto tan completo como acá. El Sr. L. Giner Arivau en
su Folklore de Proaza. B. de T. P. Españolas, Tomo VIII, Pág. 163, trae el romance
en esta forma:
y él nos dirá la verdad
fuera á librar a su padre y nos sacará de dudas.
sin hacer falta al sermón, Fuéronse para la iglesia
el cuerpo se quedó en Roma, donde el muerto está enterrado,
el espíritu partió. con la señal de la cruz
Llegó a la justicia luego la losa se ha levantado.
y al mismo juez preguntó: Ya se levanta el difunto
—;,Por aué ahorcan a ese hombre? y le dice a San Antonio:
¿Qué delitos cometió? —Ese hombre no me ha muerto,
Y la justicia responde que es un falso testimonio.
Con una respuesta leve:
—A ese hombre se le mata Todos preguntan al santo
Por una vida que debe. que diga quien le mató,
—Vamos donde está el difunto, y San Antonio responde:
En la misma sepultura, —'¡Eso no lo diré yo!
Saltar a la parada: es expresión popular en el Norte; quiere decir: aceptar gusto-
sa jactansiosamente el reto, el desafío, que precede al duelo criollo, a la pelea a puñal.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 13

De San Antonio glorioso, —¡Mira estas piernas pastor,


A los muertos hace hablar, Mira este jazmín dorado
¡Qué santo tan milagroso! Todito esto será tuyo
Si ambos los dos nos gozamos!
14 Responde el pastor y dice:
—Es cosa que no he pensado.
ESTABA EL PASTOR UN DÍA —¡Mucho te quiero pastor
Estaba el pastor un día Y te ofrezco anillo y mil,
Deleitado en su ganado, Mucho más t'hi de querer,
Sale una dama y le dice: Si te quedas a dormir!
—Yo de tí m'hi enamorado. Responde el pastor y dice:
Responde el pastor y dice: —Ahora mismo me voy ir.
—A mi no me da cuidado. —Eres gran pavo pastor,
—¡Mucho te quiero pastor Te alabo tu proceder,
Y la verdad te confieso, Tanto que t'hi perseguido
Mucho más t'hi de querer Sin que te pueda vencer.
Si fueras algo travieso! Responde el pastor y dice:
Responde el pastor y dice: —En mi pueden aprender.
—"Dale a otro perro ese hueso". —¡Pastorcito, de mi vida,
¿Dónde has andado pastor El favor que yo te pido
Que no ha habido quien te coma Que no le cuentes a nadie
Que te has puesto a despreciar El desprecio qu'hi sufrido!
Esta gallarda paloma? Responde el pastor y dice:
Responde el pastor y dice: —Eso es lo que habéis querido.
—"Bien está San Pedro en Roma". —¡Pastorcito, de mi vida,
—¡Permita el cielo pastor, Te lo digo con dolor
Que mi maldición te alcance No sabes corresponder
A un amante corazón!
Que al dar agua a tu ganado,
Responde el pastor y dice:
Todo se te despártame!
—¿Para qué quiero el amor?
Responde el pastor y dice:
—"El buey solo bien se lame".
—¡Pastorcito, de mi vida, 14-a
Corazón de roca fuerte, ESTABA UN PASTOR UN DÍA
Que al encerrar tu ganado,
Allí te pille la muerte! Estaba pastor un día
Responde el pastor y dice: Deleitado en su ganado,
—Moriré de cualquier suerte. Sale una dama y le dice
(14) Esta versión del romance deLa Dama y el Rústico Pastor, está tomada del
cuaderno de Don Rodolfo Matorras, quien la recogió en Anta, le fué dictada por Don
Ventura Sarmiento, que vive en Cabeza de Anta.
En España: — Fernando J. Wolf: P. y F. de Romances. Ant. de P. L. Castella-
^os de M. Menéndez y Pelayo, Tomo VIII, N» 145. — M. Menéndez y Pelayo: Ant.
le P. L. Castellanos. R. Tradicionales en Andalucía y Extramadura, Tomo X, N» 25.
Julio Cejador: L. V. P. Castellana, Tomo II, N» 1302. — Aurelio de Llano: E. de
Cantares Asturianos, Nros. 548 y 9.
En Francia: — (La Provenza). Damasse Arbaud: Chants Populaires de la Pro-
ence, Aix. 1862, Tomo I, Pág. 153. La traducción castellana del romance recogido
or D. Arbaud, sería:
a dama: El pastor:
ú, que estás acostumbrado Yo no quiero tu pan blanco
comer pan de centeno Responde el villano vil
i te casaras conmigo Tengo el ganado en la sierra
•o comieras blanco y bueno. ¡Adiós, que me quiero ir!
Del libro ¡Pobre Dolores!, de Fernán Caballero. Sevilla 1852. Pág. 95. Según J.
'. Cifuentes: Romances P. y V., Pág. 124.
En Chile: — J. V. Cifuentes -.Romances P. y V., Nros. 51 al 54.
(14 a) Me fué dictado por Don Justo P. Alemán, quien a su vez lo oyó a un
lego arpista Matías, de Tucumán.
14 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

Yo de ti m'hi enamorado. —De eso no tengo cuidado.


Y el pastor le contestó: —¡Mucho te quiero pastor
—De eso no tengo cuidado. Y te ofrezco anillo y mil
—¡Mucho te quiero pastor, Y mil más yo te ofreciera,
Y la verdad te confieso, Si te quedas a dormir!
Más mucho te había i querer Responde el pastor y dice:
Si fueras algo travieso! —Ahora es cuando m'hi d'ir.
Y el pastor le contestó: —¡Pastorcito de mi vida!
—"Dale a otro pecho ese güeso". ¡Pastorcito mi querer!
—¡Mira estas piernas pastor, Tanto que t'hi perseguido,
Mira este jazmín dorado, No t'hi podido vencer!
Todo ha de ser para vos Responde el pastor y dice:
Si ambos los dos nos gozamos! —Eso es lo que no has de ver.
Y el pastor le contestó: —¡Caramba con el pastor,
—Es cosa que no he pensado. Corazón de peña fuerte,
—¡Mucho te quiero pastor Que al dar agua a tu ganao
Y te ofrezco anillo y mil, Te has de encontrar con la muerte!
Más mucho te habría i querer, Responde el pastor y dice:
Si te quedas a dormir! —De eso no me da cuidao,
Y el pastor le contestó: Moriré en cualquier suerte.
—Ahora es cuando m'hi d'ir.
—¿Ponde has andado pastor 14-c
Que no has hallao quien te coma
Y te has puesto a despreciar ESTABA UN PASTOR UN DÍA
Esta gallarda paloma? Estaba un pastor un día
El pastor le contestó: Deleitado en su rebaño,
—"Bien está San Pedro en Roma". Salió una dama y le dice:
—¡ Permita mi Dios, pastor, —Pastor, de tí m'hi prendado,
Que mi maldición te alcance, Responde el pastor y dice:
Que al dar vuelta a tu ganado —De eso no tengo cuidado.
Todo se te desparrame! —Mira !qué piernas pastor!
El pastor le contestó: Mira ¡qué jazmín dorado
—"El buey solo bien se lame". Y más te había de querer,
—¡Por Dios, te pido pastor, Pastor si ya nos gozamos!
Pastor, por Dios te lo pido, Responde el pastor y dice:
Que no le cuentes a nadie —De eso no tengo cuidado.
El desaire qu'hi tenido. —¡Anda, pastor de mi vida,
El pastor le contestó: Corazón de peña fuerte,
—Eso es lo que habis querido. Al dar vuelta tu rebaño
Quizás te pille la muerte!
14- b Responde el pastor y dice:
ESTABA UN PASTOR UN DÍA —Moriré de cualquier suerte.
—Lo que te encargo pastor
Estaba un pastor un día, Y es favor que te he pedido,
Deleitado en su ganado; Que no publiques a nadie,
Salió una dama y le dice: El desprecio que he tenido.
—De tí vivo enamorado. Responde el pastor y dice:
Responde el pastor y dice: —Eso es lo que habrís querido.

(14 b) Me fué dictado en Cerrillos, por Don Tristán Pérez, en 1928.


(14 c) Me fué dictado en la ciudad, por el ciego mendigo, Don Juan Montolla,
en el año 1928.
ROMANCILLOS, RONDAS
Y RIMAS INFANTILES
15 ¿Quién compra seda?
, . „.orri^„^TTT«-,» —¿De qué color es la seda?
¿A DONDE V>S PASTORCILLO? _ ^ * ^ ^
¿A dónde vas paátorcillo? —¿A cómo vende la seda?
Chiruflín, chiruflán. —A tres cincuenta.
—A recoger violetas Mi padre es un pobre viejo
Chi i No tiene nada,
—¿Para qué son é s a s violetas? De tres hermanas mías,
Chi La mejor de ellas,
—Para adornar las cabezas. Se la llevaron lejos
~hi De prisionera.
-¡Ay!, ¿y si te pilla el rey?
Chi 17
- L e haremos la cortesía. A LA RUEDA LA BATATA
^hi
A
- ¡ A y ! ¿si te pilla la reina? la rueda la batata,
*hi Comeremos ensalada,
Con
- L e haremos la reverencia. io comen los señores,
^hi Naranjitas y limones,
- ¡ A y ! ¿si te pillara el negro? Arropé, arropé,
^hi Sentaditos tomando café.
—Le daremos cuatro palos
'uatro palos tras l'oreja 18
Jhiruflín, chiruflán. AL PASAR LA BARCA
1§ Al pasar la barca
Me dii
A LA ORILLA DE UN RIO r °.í1 ^S°''
—Las ninas bonitas
l la orilla de un río, No pagan dinero.
Ina doncella, —Yo no soy bonita
¡ordaba pañitos de oro Ni lo quiero ser,
'ara la reina. Porque las bonitas
¡n lo mejor del bordado Suelen padecer.
•e faltó seda. ¡Arriba, abajo
'asó un vendedor de sedas La barca de San José!
(15) Este romancillo me fué dictado por la Srta. Amelia López, en Molinos,
n el año 1930.
En España: — A. de Llano: Es. de C. Asturianos, N9 1121.
(16) Dictada por M. del C. Prieto, de 18 años, en San Lorenzo, en 1928.
En Cataluña: — Milá y Fontanals: Observaciones sobre la Poesía Popular. Bar-
dona 1853. ("El marinero", Pág. 101-3).
El Marinero.
A la bora de la mar — n'hi ha una doncella
Que broda d'un mocador — la flor mes bella.
Quant ne fou á mitx brodat — li falta seda
Veu vení un bergantí y din — "¡oh de la vela!
¿Mariner bon mariner — qu' en portau seda?"
—"¿De quin color la voleu — blanca ó vermella?"
—"Vermelleta la vuy yo — qu' es mes fineta,
Vermelleta la vuy yo — qu' es per la reyna".

(17) Dictada por M. del C. Prieto, en San Lorenzo, 1928.


En España: — Sergio Hernández de Soto: Juegos Infantiles de Extremadura.
de T. P. Españolas, Tomo II, Pág. 172.
(18) Dictada por mi esposa, en Miraflores, (Anta).
En España: — Eugenio de Olavarría y Huarte: El Folk-Lore de Madrid. B.
T. P. Españolas, Tomo II, Pág. 23.
18 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

19 ¿Para qué tantas flores


ARROZ CON LECHE Si no son para mí?
Yo me muero de amores
Arroz con leche, Yo me muero por tí.
Me quiero casar,
Con una señorita, 22
De San Nicolás.
Que sepa tejer, , CAPITÁN DE BUQUE
Que sepa bordar, Capitán de buque
Que sepa abrir la puerta Me mandó un papel
Para ir a jugar. A ver si quería
Casarme con él.
20. Yo le contesté
lAY! MI PADRE PLANTO UN En otro papel,
PERAL Que hombre sin dinero
No era menester.
¡Ay! mi padre plantó un peral, Y tanto embromar
¡Ay! cubierto de perlas finas, Con tanto papel,
¡Ay! en el pimpollo más alto, Mi buena mamita
¡Ay! se asentó una golondrina; Lo vino a saber.
¡Ay! por el pico echaba sangre, Me llamó a su lado
¡Ay! con las alas la batía, Y me preguntó:
¡Ay! bien haiga del escribano —Decime mi hijita,
¡Ay con la pluma que escribía! Decí la verdad,
Si con ese hombre
21 Te querís casar.
—No, no mi mamita
BAJO UN ÁNGEL DEL CIELO No m'hi de casar,
Bajó un ángel del cielo, Porque soy chiquita,
Que del cielo bajó, Me quiere engañar.
Con sus alas abiertas
En la mano una flor. 22-a
En la flor una rosa, CAPITÁN DE BUQUE
De la rosa un clavel,
Del clavel una niña Capitán de buque
Que se llama Isabel. Me mandó un papel,
¡Isabel, de mi vida! A ver si quería
Isabel será Casarme con él.
La mujer más linda Yo le contesté
Que en el mundo habrá. En otro papel:

(19) Me fué dictada en "El Tabacal" ( Oran), por la Srta. Elena Bartoletti,
en el año 1930.
En España: — S. Hernández de Soto: J. /. de Extremadura, B. de T. P. Espa-
ñolas, Tomo III, Pág. 94, N1? 8
(20) Dictado por la Srta. María Eugenia Davalo» Helena, en San Lorenzo,
en el año 1928.
En España: — Eugenio de Olavarría y Huarte: El Folk - Lore de Madrid. B.
de T. P. Españolas, Tomo II, Pág. 69. — A. de Llano: Es. de C. P. Asturianos, N» 1134.
En Chile: — R. A. Laval: F. de Carahue, Pág. 63.
(21) Me fué dictado en Molinos, por la niñita Amelia López, de 11 años, en 1930.
(22) Dictada por María del C. Prieto, en San Lorenzo, 1928.
En España: — A. de Llano: Es. de Cantares Asturianos, Pág. 239, N' 1106.
En Chile: — R. A. Laval: F. de Carahue, Pág. 66, N' 8.
(22 a) Dictada por la Srta. Dina Peralta, en El Galpón, (Metan), en 1931.
CANCIONERO POP V LAR DE SALTA 19

-Hombre sin dinero Vestido de raso blanco


ío es de menester. Para echar la bendición;
)e tanto andar el joven Vestido de raso negro,
3on ese papel, Tara morir en la cruz.
iasta mi mamita, Cuando llueve y hace frío
¿o llegó a saber. Sale el arco del judío,
-Ven acá mi hijita Cuando llueve y hace sol
)ime la verdad, Sale el arco del Señor.
i con ese joven
'e piensas casar,
lo, no, mi mamita 25
ío lo piense Ud. EN EL JARDÍN DE L'ERA
)ue con ese joven
"o me casaré, En el jardín de l'era
i Ud. me regaña, Tres maravillas son
ío me casaré. Una que está en el medio
Hija del capitán
Sobrina de Mercedes
23 Hija del coronel.
—Soldados a caballo,
COMADRITA COMADRITA Retírate al cuartel.
^omadrita, comadrita! —Ya me voy retirando,
résteme la mitad del cedazo. Ya me retiraré,
Para qué es la mitad del cedazo? Me voy a ver mi madre
-Pa cernir este poco de harina. Que está en el cuartel.
5
ara qué es este poco de harina? H. I. J. K. L. L. L. A.
-Para hacer una rica tortilla. Si tú no me quieres
¿Para quién es la rica tortilla? Otro amigo me quedrá.
•Pa esperar a mi rico marido.
lué te ha traído tu rico marido? 26
Un rico vestido.
¿De qué color? EN EL MES DE ABRIL
De verde limón. En el mes de Abril
íes bailemos el quiquiricón. Encontré a mamita
Regando el jardín.
Le dije ¡oh mamita!
24 Deje su clavel,
DEL TRONCO NACIÓ LA RAMA Vamos a la tienda,
Del señor Manuel,
>1 tronco nació la rama, Que quiero unas botas
i la rama nació la flor Que me anden muy bien.
i la flor nació María No soy buenamoza
i María el Redentor, Ni lo quiero ser
legría, alegría, mira hacia arriba! Que las buenasmozas
verás al Niño Dios, Se echan a perder.

(23) Dictado en San Lorenzo, por María del C. Prieto.


(24) Dictado por M. del C. Prieto.
(25) Dictado en Molinos, por la niñita Amelia López.
En España: — A. de Llano: Es. de C. Asturianos, N» 1127. — A. Sevilla: C. P.
rciano, N» 69. — S. Hernández de Soto: J. I. de Extremadura. B. T. P. Españo-
Tomo III, Pág. 96, N* 10.
(26) Dictado por M. del C. Prieto.
En España: — A. de Llano: Es. de C. Asturianos, Pág. 249, N? 1126.
20 J U A N A L F O N S O C Á B R I Z O

27 Al t o m a r el té
E n una tazuela,
ES LA MELINDROSA Porque estaba tibia
Se cayó una muía.
E s la melindrosa
De tal condición 28
Que le dio un insulto
Al ver un ratón. GALLINITA CIEGA
Gallinita ciega
Al estar cosiendo —¿Qué has perdido?
E n el pasadizo, —Una aguja y un dedal
Con el aire el hilo, En el campo el totoral.
Le dio el romadizo. —Yo te la tengo
Y no te la hi de e n t r e g a r .
Busque, si la puede hallar.
Al t o m a r un libro
Se le cayó una hoja 29
Le pegó en el pie
Y la dejó coja. HILO DE ORO, HILO I PLATA
Hilo de oro, hilo i plata
Ella está en la cama Vino el ángel San Gabriel;
Muy de gravedad, Y me dijo una m u j e r :
P o r haberse puesto —¡Qué lindas hijas tenéis!
Medias sin sahumar. Que las tenga o no las tenga
Yo las sabré mantener,
Con el pan que Dios me da,
E s t á muy enferma
Todas comen y yo también.
De mucho cuidado,
—Yo me voy muy agraviado
P o r haberse puesto
A los palacios del rey,
Un botín helado.
A avisarle a la reina,
Y al hijo del rey también.
Ella sigue enferma —¡Vuelve, vuelve pastorcillo.
Y de muchos días, No seas tan descortés!
P o r haberse puesto De las t r e s hijas que tengo,
La sortija fría. La mejor te la daré.

(27) Dictado por Don Justo P. Alemán en Agua Blanca, Dto. de Metan.
Raras veces el pueblo dice: con el aire del hilo siempre suprime la preposición de de
la contracción.
(28) Dictada por M. del C. Prieto.
En España: — A. Sevilla: C. P. Murciano, N 9 63.
En Chile: — R. A. Laval: F. de Carahue, Pág. 85, N 9 8.
En Bolivia: — Ciro Bayo: Vocabulario Criollo - Español. — Voz Ratoncito.
En la R. Argentina: — Ciro Bayo: Romancerillo del Plata, Pág. 93. — J. A. Ca-
rrizo: C. de Catamarca, N 9 1466.
(29) Me fué dictada por la Srta. María Eugenia Dávalos Helena, en San
Lorenzo.
En España: — A. Sevilla: C. P. Murciano, N* 96. — S. Hernández de Soto: J.
I. de Extremadura. B. de T. Españolas, Tomo III, Pág. 108, N 9 20. (Trae dos va-
riantes), Tomo IV, Pág. 136. — F. Rodríguez Marín: C. P. Españoles, Tomo I, Pág.
160 y Tomo V., Pág. 40.
En Chile: — J. V. Cifuentes: Romances P. y V., Nros. del 71 al 74.
En Cuba: — J. M. Chacón y Calvo: L. Cubana, Pág. 169.
En Bolivia: — Ciro Bayo: Romancerillo del Plata, Págs. 26 y 27.
En la ''. Argentina: — J. A. Carrizo: C. de Catamarca, N 9 1473.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 21

—Esta llevo y esta traigo ¡San Sinforcso!


Por esposa y gran mujer, De encortrar esposo.
Que su madre es una rosa, ¡Sáü Miguel!
Y su padre es un clavel. Que me sea fiel.
Carnerito carnerón ¡San Bonifacio!
Tan chiquito y tan ladrón, Que tenga palacio.
Manda el Rey del Portugal ¡San Gabino!
Que nos vamos a c^g¿r Que no beba vino.
"ada uno a su lu^ ar . ¡San Julián!
Que no sea haragán.
>-9-a
30-a
HILO DE OR0, HILO I PLATA
Hilo de oro, hilo ¡ plata Kirie, yo quisiera,
Hilito de San Gabriel, Kirie, ser casado.
Una señora me dijo: Yo ruego a los santos,
—;Qué lindas h i j \ s tenéis! Que sea mañana.
Si las tengo, no l^s tengo, ¡Santa Isabel!
Yo las sabré man^ner, Que me sea fiel,
Con el pan que D¡ o s níe da i Santa Enriqueta!
Ellas comen y yo también. Que no sea coqueta,
- P u e s me voy m u y enojado ¡Santa Estrella!
y palacio de mi rey, Que sea muy bella,
A avisarle a la r^jna, ¡Santa Pascuala!
T al hijo del rey también. Que no sea mala.
-¡Vuelve, vuelve pastorcillo
ío seas tan descortés! 31
)e las tres hijas q u e tengo LA CASA DE DON VICENTE
az. mejor te la daré.
—Esta llevo y esta escojo La casa de Don Vicente
*or esposa y gran mujer, Con tanta gente.
)ue su madre es una rosa /.Qué hará? ¿qué hará?
l su padre es un clavel. Si todos serán soldados,
-Yo le encargo pastorcillo Lorito se quedará.
íue me la cuide muy bien, ¡A bordar, a bordar pañales!
(entadita entre cortinas De lienzo fino,
Jordando paños pa'l rey. Para Pepito,
Que está malito,
De sarampión.
30 El torero le dice:
KYRIE, YO QUISIERA —Cállate tonto,
[i ríe, yo quisiera ¡Qué va a sanar!
[irie, ser casada,
'o ruego a los santos 32
!ue sea mañana. LA FAROLERA TROMPEZÓ
Santa María!
La farolera trompezó,
>ue me llegue el día,
Al pasar por un cuartel,
(29 - a) Dictada por las niñitas Panny y Elena Bartoletti en "El Tabacal", en
año 1931.
( y
ecue
ecuerao, auV„ame
rd°oquien £ l - f u que
2,P ]decía eron d c t a d a s
í era en
esta unalaletrilla
ciudad,muy
por una señora cuyo nombre no
antigua.
i San 1 Lo£nz t o! d en P ?92l Iaría Mercedes Ramos
< c r i a d a d e I a « s a del poeta Dávalos),
áa V a e laS i ñ i a s d e l Sr P e d r o P e r e t t i
EnE™**a
an fspana. —A. °A !f
de T?Llano: J?
Es. de í C. Asturianos,
" N» 1098. > e n Cerrillos.
fi la R Ar e
" - a ^na: - J. A . Carrizo: C. Catama^ca, N» 1474.
22 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

Se enamoró de un coronel. 34
Alcen las barreras,
Para que pase la farolera LORI VILORI
Que se ha puesto el sol, Lori, vilori,
Alzo mi escalera Vicente colori,
Y enciendo el farol. Lori virín,
A la media noche Contra virín
Me puse a contar, Picaro choti
Y todas las cuentas, ¡ Fuera chicoti!
Me salieron mal:
Dos y dos son cuatro,
Cuatro y dos son seis, 35
Seis y dos son ocho MAMBRUN SE FUE A LA GUERRA
Y ocho diez y seis,
Y ocho veinticuatro, Mambrún se fué a la guerra,
Y ocho treinta y dos, ¡Qué dolor, qué dolor, qué pena!
Anima bendita Mambrún se fué a la guerra,
Me arrodillo en vos. No sé cuando vendrá.
No sé cuando vendrá.
Vendrá para la Pascua
33 ¡Qué dolor, qué dolor, qué pena!
LA VIRGEN FUE COSTURERA O por la Trinidad
La Trinidad se pasa
La Virgen fué costurera, ¡Qué dolor, qué dolor, qué pena!
Y San José carpintero Mambrún no vuelve más.
El Niño cargó la cruz Mambrún no vuelve más.
Que ha i morir en un madero. Por allí viene un paje
Tres palomitas ¡Qué dolor, qué dolor, qué pena!
En su palomar, Que noticias traerá.
Se suben y bajan Que noticias traerá.
Al pie del altar. Las noticias que traigo,
¡Qué linda es la rosa ¡Qué dolor, qué dolor, qué pena!
Que está en el rosal! Las noticias que traigo,
Más lindo es el Niño, Dan ganas de llorar.
Que está en el altar. Ah, ah, dan ganas de llorar.
i Qué linda es la palma Mambrún ha muerto en guerra.
Que está en el palmar! ¡Qué dolor, qué dolor, qué pena!
Más lindo es el Niño, Mambrún ha muerto en guerra
Que está en el altar. Y yo le fui a enterrar.
¡Qué linda es la uva Ah, ah, y yo le fui a enterrar.
Que está en el parral! Ah, ah, y yo le fui a enterrar.
Más lindo es el Niño Con cuatro oficiales
Que está en el altar. ¡Qué dolor, qué dolor, qué pena!

(33) Dictada por la Srta. María Eugenia Dávalos Helena, en San Lorenzo, en
el año 1928.
(34) A este juego de niño lo oí en la ciudad, en una rueda de chicuelos.
(35) Recogido por mi esposa en "Miraflores", (Anta).
En España: — A. de Llano: Es. de C. Asturianos, N' 1114. — A. Sevilla: C. P.
Murciano, N* 94. — S. H. de Soto: J. I. de Extremadura. B. det T. P. Españolas, To-
mo III, Pág. 89.
En Francia: — Pierre Vrignault: Anthologie de la Chan&on Franccaise (París
1919), Pág. 102.
En Méjico: — Romances Tra., Pág. 386.
En Chile: — J. V. Cifuentes: Romances P. y V., Nros. 68, 69 y 70.
En la R. Argentina: — J. A. Carrizo: C. ele Catamarca, N* 1471.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 23

Con cuatro oficiales 37


Y un cura sacristán,
Ah, ah y un cura sacristán. NIÑAS BONITAS
Encima de la tumba ¡Niñas bonitas!
¡Qué dolor, qué dolor, qué pena! ¿Para dónde van?
Encima de la tumba —Gran zapatero
Los pajaritos van, ah, ah, Vamos a pasiar,
Cantando el pío, pío, carabin —¡Niñas bonitas
Cantando el pío pío, Los zapatos romperán!
Carabin run rin —Gran zapatero
Carabin run rá. Usted los compondrá.
—¡Niñas bonitas!
¿Cuánto me pagarán?
86 —Gran zapatero
MUY BUEN DÍA SU SEÑORÍA Un beso y nada más.

—¡Muy buen día su señoría! 38


Mantantero lerolá.
TENGO UNA MUÑECA
—¿Qué quería su señoría?
Mantantero lerolá. Tengo una muñeca
—Yo quería una de sus hijas Vestida de azul,
Mantantero lerolá. Zapatito blanco
—¿A cuál de ellas quiere usted? Con su canesú.
Mantantero lerolá, La saqué a paseo
—Yo quería a Miguelito Y se costipó;
Mantantero lerolá. La puse en la cama
—¿Qué oficio le pondremos? Con mucho dolor.
Mantantero lerolá, Dos y dos son cuatro
—Lo pondremos de carpintero Cuatro y dos son seis
Mantantero lerolá, Seis y dos son ocho
—Ese oficio no le agrada Y ocho diez y seis.
Mantantero lerolá, Ocho veinticuatro
—Lo pondremos de albañil Y ocho treinta y dos.
Mantantero lerolá, ¡Anima bendita!
—Ese oficio sí le agrada Me arrodillo en vos.
Mantantero lerolá.
-Pues haremos la fiesta juntos 39
lantantero lerolá.
TRES PALOMITAS
'amerito, carnerón
'an chiquito y tan ladrón, Tres palomitas
toba plata del cajón, Sin su palomar,
in permiso del patrón. Suben y bajan

(36) Dictado por las niñitas Fanny y Elena Bartoletti en "El Tabacal".
(37) Dictada por la Srta. Alicia Corbalán, en "La Banda Grande", Molinos.
(38) Oi a varios chicos en la Ciudad en 1931.
En España: — A. de Llano: Es. de C. Asturianos, N« 1148. — A. Sevilla: C.
. Murcianos, N» 72. — F. R. Marín: Cantos P. Españoles, Tomo I, Pág. 16 y To-
lo V, Pág. 40.
En Chile: — R A. Laval: F. de Carahue, Pág. 66, N' 9.
En la R. Argentina: — J. A. Carrizo: C. de Catamarca, N« 1460.
(39) Dictada por María Mercedes Ramos, en San Lorenzo, en 1928.
En España: — A. De Llano: Es. de C. Asturianos: N« 1187. Trae solamente la
rimera parte, como adivinanza, que quiere decir: Los tres sacerdotes cuando cele-
ran la misa cantada. Véase N* 33.
24 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

A', pie del altar. 42


Empieza la misa
Levantan la flor, VAMOS AL BAILE
Besan y besan
La mano de Dios. —Vamos al baile,
Por aquel postigo abierto Dijo un fraile,
Se pasean tres doncellas, —No tengo ganas
Vestidas de azul y blanco, Dijo la rana.
Reduciendo las estrellas. —Invitaremos al león,
A la Virgen la han envuelto Dijo el ratón.
Llorando gotas de sangre, —Pero es muy lejos,
Pasó San José y le dijo: Dijo el conejo.
—¿Por qué llera esposa mía? —De aquí hay cien leguas,
—Lloro por los pecadores Dijo la yegua.
Que mueren todos los días, —¿Por qué camino?
El Infierno ya está lleno Dijo el zorrino.
Y la Gloria está vacía. —No por el cerro,
Les dijo el perro.
—Ha i ser un rancho
40 Dijo el carancho.
UNA NOCHE A MEDIA NOCHE —No tiene alero,
Dijo el jilguero.
Una noche a media noche —No ha i tener luz,
Un gallo me despertó, Dijo avestruz.
Con su canto tan alegre —Si hay un candil,
Diciendo: ¡Cristo nació! Dijo el aguacil.
¡Vamos, vamos pastorcillos! — Ganaremos la delantera,
¡Vamos, vamos a Belén! —Dijo la pantera.
A adorar al Niño Dios —¿Y si me aburro?
Que ha nacido en nuestro bien. Les dijo el burro.
Sacaremos vino dulce —Si hay muchachas
De las viñas del Señor. Dijo la vizcacha.
¡Pisa, pisa, pisa, pisa, —Todas son viejas,
Pisa, pisa, con valor! Dijo la comadreja.
—Dejemos de lata,
41 Dijo la cata.
UNA SEÑORA EN SU PASEO —A qué me enojo,
Les dijo el piojo.
Una señora en su paseo —Voy por la loma,
Ha roto un farol. Dijo la paloma.
Con su sombrero, —Me duele el cogote,
Salió el gobernador Dijo el chilicote.
A ver quien ha sido —Tengo sarampión,
Quien rompió el farol. Dijo el gorrión.
•—Yo no hi sido, yo no hi sido —Me duele un callo,
Quien rompió el farol, Dijo el caballo.
No quiero sombrero, —Me han roto l'uña
Ni quiero faroles, Dijo la chuña.
Que quiero un vestido —Y a mí, un diente.
De siete galones. Dijo la serpiente.

(40) Me fué dictado por M. Del C. Prieto.


(41) Dictado por M. del C. Prieto.
En España: — A. de Llano: Es. de C. Asturianos, N» 1129.
(42) La oi cantar a unas chicas, en Rosario de Lerma, en 1928.
Chilicote. El grillo. Voz usada en todo el norte del país, de origen quichua.
Cata. Voz quichua; con este nombre se designa a la cotorra, en el norte del país.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 25

Se me caen las gafas, 44


Gritó la jirafa. YO ME QUERÍA CASAR
—No vienen mis hijas, Yo me quería casar
Dijo la lagartija. Con un mocito barbero,
—Ay, ¡qué bochinche! Y mi padre me quería
Dijo la chinche. Monjita del monasterio.
—Ay, ¡qué macana! Una tarde de verano,
Dijo la iguana. Me sacaron a paseo,
A! dar vuelta en una esquina,
42 - a Encontré un convento abierto.
De allí salieron monjitas
VAMOS AL BAILE Vestidas de negro y blanco,
Con una vela en la mano,
Veamos al baile, Que parecían diablitos.
Dijo el fraile. Me tomaron de la mano,
—Está muy lejos, Me metieron para dentro
Dijo el cangrejo. Me cortaron los cabellos,
—No, si é en la loma, ¡Cabellitos de mi vida!
Dijo la paloma. ¡Cabellitos de mi amor!
—¡Ah, son puras viejas! Me quitaron los anillos,
Dijo la comadreja- ¡Aníllitos de mi vida!
—Miremos por la rendija, ¡Anillitos de mi amor!
Dijo la lagartija. Me quitaron mis zapatos,
—Eh, si hay muchachas, Me quitaron mis pañuelos,
Dijo la vizcacha. Y me pusieron el velo,
—Me pongo los guantes, Velo de la Concepción;
Dijo el elefante. Y me apartaron por siempre
De mi mocito barbero.
—Y yo la garrafa
Dijo la jirafa.
45
43 YO SOY LA VIUDITA
Yo soy la viudita,
VENGO DE LA CASA Del barrio del rey,
Me quiero casar,
Vengo de la casa, Y no sé con quién.
De misia Raquel, —Pues siendo tan bella
VTe gusta roer, No encuentra con quién
El pan, el queso, Elija a su gusto,
Tocino y pastel. Que aquí tiene cien.
En una cuevita —Con esta, sí,
VTe arreglo muy bien. Con esta, no,
Hago una camita Con esta señorita
De trapo y papel. Me caso yo.
(42 a) La oi cantar a unos chicos, en Chicoana, en 1928.
(43) Dictada por M. del C. Prieto.
(44) Recogida ñor mi esposa, en un colegio de Tncnmán a sus compañeras.
En Envaña: — A. de Llano: En. d" C. Asturiano a. N9 1113. — Eugenio de Ola-
rarría y Huarte: El Folk - Lore de Madrid, Tomo II, Páer. 61. B. de T. P. Españoles.
En Chile: — J. V. Cifuentes: Romances P. y V., N° 82.
En la R. Argentina: — Ciro Bayo: Romancerillo del Plata, Pág. 36.
(45) Dictado por las niñitas Bartoletti.
En España: — A. Sevilla: C. P. Murciano, N» 74. —S. Hernández de Soto: J. I.
le Extremadura. B. de T. P. Españolas, Tomo III, Pág. 91, N» 6. — A. de Llano,
E. de C. P. Asturianos. N» 1146.
En Chile: — R. A. Laval: F. de Carahue. Pág. 86, N» 9.
En la R. Argentina: — J. A. Carrizo: C. de Catamarca, Ñ° 1476.
CANCIONES HISTÓRICAS
46 Tu lujo que a Dios i r r i t a ?
^ . ^ T-,.WX-»T^ ¿Dónde está que no hallo escrita
NO SIGAS ESE CAMINO ^ ^ ^ ¿ ^ dest¡nQ ,
Vo sigas ese camino, Sólo sé de un peregrino
Vo seas orgulloso y terco, Que te decía a t u s p u e r t a s :
Vo te vayas a perder, —¡ Despierta ciudad, despierta
Jomo la ciudad de Esteco. No sigas ese camino!

; Dónde está, ciudad maldita, Y orgullosa, envanecida,


Cu orgullo y tu vanidad, E n los placeres pensando,
Tu soberbia y ceguedad E n las riquezas nadando,

(46) En la margen izquierda del río Pasaje, ocho leguas al sud de El Que-
jrachal, en el departamento de Anta (Salta), a legua y media o dos del río se vé en
ía selva, a manera de un inmenso vizcacheral, las ruinas de una ciudad; hay tejas, la-
drillos, restos de murallas, fragmentos de lozas y no es raro hallar al pie de aígún
quebracho centenario, monedas de plata de cuño español. Esos montones de tierra
son los restos de Esteco, de Esteco el Viejo, fundado unos meses después de San Miguel
de Tucumán por Diego de Heredia, usurpador del gobierno del capitán Francisco
de Aguirre .
Los conquistadores españoles, eran gente que sabían escudriñar el horizonte sel-
vático, para fundar estratégicamente sus ciudades. Con esas miras se levantó este
asiento de españoles en la provincia indígena de Esteco.
Como la ciudad quedaba en el camino de Santiago del Estero al Perú, en la
parte más poblada de indios su fundación no podía ser más acertada. Y tan fué así
que al venir Diego Pacheco, gobernador nombi'ado por la Audiencia de Charcas para
arreglar el conflicto de Aguirre, pasó necesariamente por allí y como en su ánimo
estaba no dejar rastros de la obra de los usurpadores, resolvió cambiarle de nombre
y no de ubicación, llamándola Nuestra Señora de Talavera, el 15 de Agosto de 1567.
Diego Pacheco era un capitán español, natural de Talavera de la Ruina.
Siguió el gobernador a Santiago del Estero, capital del Tucumán, distante 40
leguas al sud y ahí nombró al capitán Juan Gregorio Bazán, Justicia Mayor y Lu-
garteniente de Gobernador, de Nuestra Señora de Talavera.
Bazán, hizo florecer a Esteco, tanto, que llegó a hacerla un centro de comercio
con el Perú, Paraguay y Brazil, pues pacificó a los indios y abrió caminos a los
cuatro vientos, después de temerarias excursiones por el Chaco, infestado de tribus
salvajes.
Bazán fué una de las figuras de mayor relieve de la conquista y murió en 1570,
en manos de los indios, cumpliéndose en él como en otros de sus compañeros la verdad
encerrada en esta copla recogida en "La Frontera", teatro de la guerra con los
indios hasta mediados del siglo XVIII:
En la güella muere el güey Dentro Tagua muere el peje,
Bajo la tierra el gusano, Dentro el hereje, el cristiano.
El Gobernador abrió un canal de regadío y los estequeños cultivaron trigo y
algodón; vendían lienzos, ganado, cueros y tintes vegetales.
Si la ubicación de la ciudad era inmejorable, el terreno, en cambio, era malo, bajo
y salitroso; las casas duraban poco y las sementeras estaban expuestas, cuando no
a las incursiones de los indios, a las inundaciones del Pasaje, de modo que a los este-
queños les resultaba trabajosa la vida, pero así y todo este asiento de españoles ad-
quirió los contornos de una ciudad próspera en poco tiempo y llegó a ser el semillero
de donde salieron los pobladores de Córdoba, Salta, Jujuy y otras ciudades.
El problema principal de los conquistadores y colonizadores era asegurar el trán-
sito con el Perú. Con esas miras se fundó en 1582 la ciudad de Lerma en el Valle de
Salta y San Salvador de Jujuy, en la desembocadura de la quebrada de Humahuaca.
Las fundaciones de San Miguel y de Esteco respondían también a ese mismo propósito.
El único camino conocido que unía a Santiago del Estero con el Perú era hasta
la fundación de Salta, el que pasaba por Esteco, pero cuando la ciudad de Lerma
estuvo poblada, los vecinos de San Miguel que viajaban a aquella o al Perú, descu-
brieron otro más directo que encontraba al de Esteco en el paraje denominado "Las
Juntas", en el sitio donde también el río Las Piedras se une con El Pasaje.
Como Esteco o Nuestra Señora del Talavera quedaba a gran distancia de Salta,
San Miguel o Santiago, el gobernador del Tucumán, don Juan Ramírez de Velazco,
creyó oportuno fundar en el paraje de las juntas de los caminos y de los ríos, una
30 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

Y en el pecado s u m i d a ; Y nada quisiste oír,


A Dios no diste cabida Nada quisiste escuchar,
Dentro de t u duro pecho, Y el plazo te iba a llegar,
Pero en t u s puertas un eco, La hora se iba a cumplir,
Noche y día resonaba, E n que debías morir,
Que suplicándote e s t a b a : En el lecho del placer
No seas orgulloso y terco. Sin que puedas merecer,

ciudad, para poner al cubierto del pillaje de los indios, las caravanas que iban y ve-
nían de Santiago, por Esteco o por San Miguel y así siempre con criterio estratégico,
fué que fundó en ese lugar el capitán Gerónimo Rodríguez de Mancedo, por mandato
de Ramírez de Velazco, la ciudad de Nueva Madrid de las Juntas, el 2 de Febrero
del año 1593.
Este nuevo asiento no estuvo en el lugar preciso de la confluencia del Pasaje
con el río Piedras, como se ha creído siempre en atención al nombre de la ciudad, sino
tres leguas al naciente de ese punto, sobre la margen izquierda del Pasaje, en donde
en 1711, el Padre Antonio Machoni estableció la Reducción de Miraflores, cuyos res-
tos aún se ven, así lo exigía la topografía del terreno y así el comercio con Esteco si-
tuado a veinticinco leguas aguas abajo, sobre la misma banda del río. Este emplaza-
miento de Nueva Madrid de las Juntas, está claramente fijado en los planos del
asiento de Esteco el Nuevo, publicados por Levillier, quien los tomó del Archivo de
Indias.
Solamente diez y seis años de vida tuvo la villa de Madrid, porque en 1609 el
gobernador del Tucumán, Alonso de la Ribera, deseoso de fundar una ciudad que es-
tuviese situada sobre el camino de San Miguel y no sobre el de Esteco, trasladó a los
vecinos de Nueva Madrid y citó a los de Nuestra Señora de Talavera para levantar
una otra ciudad con el nombre de las dos sacrificadas. Así, con todos los pobladores
de Nueva Madrid, que quedó desierta y con la mayoría de los vecinos de Nuestra
Señora de Talavera que sufrió una sangría mortal, puesto que solamente le queda-
ron los viejos para ser testigos de su ruina, fundó el gobernador Alonso de la Ribera,
el nuevo asiento, sobre el camino de San Miguel, con el nombre de Talavera de Madird,
el 8 de Agosto de 1609.
Como todos los pobladores de Talavera de Madrid eran estequeños, puesto que
de Nuestra Señora de Talavera salieron también los pobladores de Nueva Madrid, los
vecinos no tuvieron en cuenta el nombre oficial y le llamaron siempre Esteco el Nuevo
o simplemente Esteco, al flamante asiento.
Esta confusión de nombres es la que ha traído la desorientación de los historia-
dores, quienes atribuyen a Esteco el Nuevo la antigüedad del viejo.
A la fundación de Talavera de Madrid (Esteco el Nuevo), la hizo personalmen-
te el gobernador De la Ribera siguiendo las normas de estilo: plantó el rollo u Árbol
de la Justicia, delineó las calles, fijó el emplazamiento de los edificios públicos .adjudicó
los mejores solares por orden de mérito a los fundadores, distribuyó las tierras adya-
centes y repartió los numerosos indios que las poblaban, en encomiendas.
La ciudad estuvo emplazada en un lugar privilegiado por la naturaleza (lo lla-
maban los naturales Palca Tucumán), la tierra era plana, había agua abundante
porque no solamente tenía a cuatro cuadras al río Pasaje y distaba una legua del
río Piedras, sino que poseía un manantial de agua clara a mano. ¡
Los bosques riquísimos que la rodeaban por todas partes y la tierra inmejorable
para hacer tejas, le ofrecían excelentes materiales de construcción y si a estas fa-
cilidades agregamos la ventaja de estar situada sobre el camino de San Miguel al
Perú que empezaba a ser la gran vía del intercambio comercial entre el Tucumán y
las ciudades del Alto y Bajo Perú, tendremos que Esteco estaba llamada a ser una
ciudad próspera en pocos años.
Así fué efectivamente, no había pasado una década cuando Esteco tenía edificios
públicos de importancia, una iglesia parroquial, un cabildo donde se reunían las
autoridades, un hospital, conventos de jesuítas, franciscanos y mercedarios, dos o tres
molinos harineros y hasta un horno de fundición de metales,
La ubicación que doy a estos edificios en la reconstrucción gráfica, es la misma
que han tenido sobre el terreno, porque he tomado los datos de las fotografías de los
planos del asiento de Esteco publicadas por el historiador Sr. Roberto Levillier en
el tomo segundo de la Nueva Crónica del Tucumán.
Esteco fué en el siglo XVII el centro de un activo comercio, sus habitantes se
enriquecieron bien pronto y su población aumentó considerablemente, tanto que dio
soldados en diversas oportunidades a los gobernadores para hacer ia conquista de
los indomables calchaquíes.
En el reparto de indios quilmes, que hizo Mercado de Villacorta, cuando sometió
7 AN CI ON E k O POPULAR DE SALTA 31

)l santo perdón de Dios, Y santo poder de Dios,


'ues nadie escuchó la voz: E n polvo se convirtió,
lo te vayas a perder. Cumplióse el alto decreto,
Y se reveló el secreto
i& t i e r r a se conmovió, Que Dios tuvo en sus arcanos,
r
aquel pueblo libertino ¡No viváis pueblos cristianos
lúe no creyó en el divino, Como la ciudad de Esteco!

extrañó a éstos en 1666 le tocó a Esteco alrededor de 150 familias, en pago de sus
ervicios.
La riqueza de Esteco se hizo proverbial, cuenta el P- Lozano que las bestias lle-
aban herraduras de ¡¡IMO, y tai vez de oro. Ese lujo y otro más podían tener los
stequeños porque estaban a su servicio las tribus toquistinés, isistenes y oristenés.
Jstos indios repartidos en mitayos y yanacones criaban el ganado mayor c:¡ las prade-
as, cultivaban el algodón con el cual fabricaban ellos mismos, homl.n- y mujeres,
.húndante cantidad de lienzo; cosechaban trigo, extraían grana y ot: • s vegetá-
is; sacaban miel y cera de las colmenas silvestres, quemaban cal, '.ejas, la-
raban árboles y en fin cuanto necesitaban los estequeños se lo p r j aban los
íansos tonocotes y las tribus nombradas.
Esta fácil adquisición de riquezas enervó el ánimo de aquellos primeros casfcella-
tos y cuando las tribus pacíficas que los servían empezaron a ganar la selva para
efenderse de los feroces lules que invadían a Esteco a sangre y fuego, para robar
añado, trigo y otros menesteres, se vieron sin brazos para sustentar sus tierras
cundió el desaliento.
Dice el P. Lozano al hablar de Esteco: "En este estado (de prosperidad) perseveró
orno cincuenta años (sic) hasta que faltando los indios de las encomiendas por di-
ersas causas, fueron insensiblemente disminuyéndose los caudales, y enseñoreándose
or todas partes tal miseria que sólo se advertían los efectos de unáT común pobreza,
aún por no poderse sustentar los jesuítas se hubo de disolver, por los años de 1635,
uestro colegio.
En este miserabilísimo estado perseveró, con muy poca vecindad y muy acosado
e infieles, hasta que el grande temblor del año 1692 la arruinó tan del todo, que ape-
as quedaron vestigios de los edificios, porque los más se los tragó la tierra, bien que
o peligró la gente, que previniendo el riesgo inminente, abandonaron con tiempo la
•iste ciudad".
LA LEYENDA
Hasta aquí la historia; la leyenda cuenta muchos pormenores de los estequeños.
tanto había llegado el orgullo que si a una persona se le caía un pañuelo de seda
la seda era producto de Castilla y por consiguiente muy cara), no se molestaba
alzarlo del suelo y si en una hornada de pan se llegaba a quemar alguno, toda la
ornada se tiraba.
E r a tal el culto a la riqueza que nadie se acordaba de Dios; los templos siempre
icios llenaban de terror a los misioneros que veían en la pérdida de la fé un presagio
3 desgracias. Es fama que un día llegó a Esteco un peregrino a llamar a las puer-
is de estos ricos orgullosos y en todas partes no recibía sino denuestos e insultos,
ezaba a gritos por las calles y decía profetizando: ¡Se pierde Esteco! ¡Se pierde
stecol Salta saltará, San Miguel florecerá y Esteco se hundirá! Pero era tomado
ar loco y apedreado.
Un día salió el peregrino de la casa de una mujercita pobre que 1<> hospedaba, a
redicar la humildad, la caridad y la templanza, pero nadie le escuchó tampoco y
iendo que ni chicos ni grandes, ni mujeres ni ancianos veían el cas: tro <le Dios que
» aproximaba, regresó a la casa de la buena mujer y le dijo que tonara a su hijo
e meses y saliera tras él sin volver la cara al pueblo pervertido. A<\ hizo la este-
ueña y cuando hubieron vadeado el río Pasaje se sintió un sacudim • -.t » le tierra y
a estrépito, la mujer volvió la cabeza movida por la curiosidad, y vio a Esteco en-
aelto en llamas y convertido en escombros. E r a el día trece de Setiembre de 1692, a
,s diez y media de le mañana.
La mujer quedó hecho piedra y la ciudad pavesas, víctima de su orgullo y va-
¡dad.
Han pasado doscientos treinta y nueve años y pocos escombros quedan ya de lo
ue fué la ciudad. Cuesta trabajo, entre los montones de tierra, poder definir esto fué
¡mplo, aquello cabildo, aquí estuvo un molino y allá un horno de fundición.
Arboles añosos han invadido el recinto de la ciudad maldita.
La Sodoma americana está ahí, cerca de la confluencia del río de Las Piedras con
. Pasaje, algunos han desenterrado objetos de plata, otros efigies de santos y los
tas ladrillos, tejas, clavos y cerraduras. Yo he visto piedras de molino, acequias bo-
32 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

47 Casi han acabado toda


La hacienda de Don Martín.
ATIENDAN SEÑORES MÍOS
¡Atiendan, señores míos Ya no hallando reses gordas
Ya que creer no es mucho gasto, Se llevan vacas de leche,
Lo que le pasó una vez Todo p a r a mantener
A Don Domiciano Castro! La gente de Goyeneche.

El no h a seguido a la patria A fin de esta correría


Y por causa del amor, Fué a dormir con su mujer
So lo llevaron los "cuícos" Mientras Pacheco hace gente
Al puesto de "Proveedor". P a r a poderlo prender.

P a r a proveer a las tropas Hacen fusiles de palo


Echa un soldado de guía, Que no les cabe una bala,
Y le señala la hacienda Y se van a consultar
De este Don José María. A lo Don Pedro Zavala.

A la "sala" i Carbajal Dice Don Pedro Zavala:


No le ha quedado ni perros, — Qué ocasión mejor sería
Pues criados y señores, Si estuvieran, les mandaba
Todos ganaron los cerros. Tres porteños que tenía.

No digo de la "Isla Grande" Lo citan a Lucho Burgos


Porque esto no lleva fin, —Soy tuerto y no veo g r a n cosa,

rradas y es creencia general que la estatua de piedra de la mujer con el niño en los
brazos, se hace visible de tiempo en tiempo entre la hojarasca del monte, en la otra
banda del río, al pie del cerro Lumbreras.
Si el tiempo con su ley eterna de destrucción está acabando de borrar las huellas
materiales de Esteco, ha respetado en cambio esta glosa que canta la destrucción de la
ciudad. La encontré en "La Selva" (Metan), en 1931, en una hoja manuscrita de
un cuaderno viejo y ruinoso, sin fecha ni autor.
(47) Esta trova me fué dictada en la Ciudad, por el R. P. Primitivo Puenteseca,
quien la sabía por tradición oral. En su familia se conservaba con el título "La en-
trada de los CUÍCOS".
Para la inteligencia de esta trova conviene remontarnos al año 1814, época en
que vencido el ejército argentino en Vilcapugio y Ayouma (1* de Octubre y 14 de
Noviembre de 1813), ocupó Pezuela las actuales provincias de Salta y Jujuy. Mien-
tras el Gral. San Martín reorganizaba en "La Ciudadela", (Tucumán), el ejército
del Norte, la línea de avanzadas al mando del coronel Dorrego, destacada por Belgra-
no al sur del Valle de Lerma y en las costas del Pasaje, ganaba en popularidad y
eficacia día a día con su sistema de guerra de recursos. El jefe de resistencia en
Guachipas, era el coronel salteño Don Pedro José Saravia.
Cuando llegó Güemes (del Sitio de Montevideo), este caudillo que luego fué el
jefe de la heroica defensa del norte del país, fué encargado por San Martín de la
avanzada del río Pasaje, bajo las órdenes de Dorrego.
El jefe militar de la plaza salteña era Pezuela que, convencido de la impopula-
ridad de la causa realista, organizaba, con el objeto de allegar caballada y bastimen-
tos, expediciones al sur del Valle de Lerma y a "La Frontera". Los criollos, en tanto,
dueños de la campaña, hostilizaban a las patrullas de "cuícos" como llamaban, despec-
tivamente a los soldados del rey, pues casi todos eran collas del altiplano Perú-Boli-
viano y a estos se les llamaba CUÍCOS.
El Gral. Mitre en su Historia de San Martín, describe el momento histórico en
estos términos, (Tomo I, Pág. 240 y 241) :
"Hechos más determinados y característicos darán idea de la espontaneidad y
vigor de este movimiento insurreccional. Posesionada de Salta la vanguardia realista,
destacó al frente de una partida de 30 hombres armados de tercerolas y sables, a
un teniente llamado Ezenarro, natural del Cuzco, con el fin de ocupar el distrito de
Chicoana, a 52 kilómetros al Sur de la ciudad de Salta, en el valle de Lerma, el cual,
como americano renegado, exageraba la crueldad contra los de su raza.
Sus exacciones exasperaban al paisanaje, predispuesto a la rebelión. En el pri-
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 33

Pero llevo en mi compaña —Espérense, pues señores


Al teniente Peñaloza. Que se ponga los calzones.
Ya se juntan en "El Bajo" El pobre Don Domiciano
Ai lado de Eloy Zeballos, Nunca se sabía acordar
Este Don Pedro Castillo Que las cosas con el tiempo
Les cuidaba los caballos. Se llegaban a acabar.
Ya se juntan en "El Bajo"
Ya se acabarán sus robos
Se ponen a consultar:
Ya se acabará su afán
Pasadita media noche,
Pues ya lo llevan atado,
Vamos todos a avanzar.
En ancas de mi tío Juan.
Ya le tocaron la puerta,
Velas fueron a encender; Aquí se acaban los versos
No hallaba Don Domiciano De este mozo uñas de gato,
Donde poderse esconder. El pobre Juancho Serrano
Por toditos pagó el pato.
Ya le tocaron la puerta,
Y quedaron sin consuelo, Lamento,
—¡Abra, señora, la puerta
Ya llega la triste noche
Antes que Techen al suelo!
Para mí que estoy penando,
Callaba Don Domiciano Duerman los que sueño tengan
Y ella clamó con razones: Yo los velaré llorando.

mer domingo de su llegada, después de oir misa los del pueblo, dijo uno de ellos:
"¡No hay más que alzarnos contra esa canalla!" — "¿Y con qué armas?", preguntó
uno. — Con las que les quitemos, repuso otro. Un propietario de la localidad llamado
Luis Burela, se puso al frente de sus paisanos, sorprendió la guardia, desarmó a
Ezenarro y su partida, y los remitió prisioneros a Tucumán. Armado con las armas
del rey, salió a campaña y se aproximó a los Cerrillos a 15 kilómetros de Salta. Los
españoles desprendieron contra él una compañía de línea, la que atacada inmedita-
mente por los insurrectos fué tomada en su mayor parte prisionera, junto con su
jefe y remitido como trofeo popular a Tucumán. Otro propietario, llamado don Pedro
Zabala, hombre de edad madura, imitando el ejemplo de Burela, formó en los mis-
mos días otra partida con sus peones y algunos voluntarios, y se puso también en
campaña entre San Agustín y los Cerrillos. Estas dos partidas iniciaron la resis-
tencia y mantuvieron el terreno en que se alzaron inermes al frente del enemigo".
No sé quién sería el Domiciano Castro, ni los otros que figuran en la canción con
nombres propios, pero ya se vé que el hecho que relata es del año 14, cuando actuaba
Don Pedro Zabala y que pinta un momento histórico muy interesante de la vida
>alteña. La copla final es española:
Ya viene la noche triste
Para mi que estoy penando;
Duerma quién tuviere sueño,
Que yo lo paso velando.
E. M. 5354.
También es popular en el Ecuador.
Ya llega la noche triste
Para mí que estoy penando;
Goce quien vive contento,
Yo la pasaré llorando.
L. M. 173 -6.
La sala de Carubajal, a que alude, es la casa de la propiedad rural de ese
íomore, ubicada en Rosario de Lerma, a legua y media o dos al sud-oeste de la villa
iel Rosario, sobre el arroyo dicho la Viña.
Lucho: — Es común nombrar así al que se llama Luis.
Juancho: — Llámase así a las personas que tienen por nombre Juan.
34 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

48 Marcha el hombre a padecer


Y lo llevan sin saber
NUESTRA VIDA Y NUESTROS A qué fin lo obligan tanto,
BIENES Mientras lloran su quebranto
Los hijos y la mujer.
N u e s t r a vida y nuestros bienes
Las g u e r r a s van p a r a largo
No los contamos seguros,
~ , , . „„ Y todos buscan el cargo
Porque en trabajos y apuros „• -,• .• • , • ••
. H, . . . J V Sin distinguir la opinión.
r
A cada instante nos tienen,
Las comisiones que vienen
Todas con crueldad nos t r a t a n ; 49
Vacas, caballos y plata, FUSILAN A UN BIENHECHOR
Todo nos quieren q u i t a r
No nos dejan t r a b a j a r Fusilan a un bienhechor
Y vienen gritando, ¡ p a t r i a ! Las leyes han derogado
Una hora de plazo han dado
Nada queda garantido A Dorrego ¡Ay qué dolor!
Desde que p a t r i a se dijo, Todavía ese traidor
Ni cuenta el padre con su hijo Que lo hizo sacrificar
Ni la mujer con marido. Le dice: — ¡ V a s a p a g a r
Las leyes han abolido, La sangre que has d e r r a m a d o !

(48) Estas décimas me fueron dictadas en Guachipas, por Don Esteban Gimé-
nez, el 29 de Abril de 1930. Giménez, es hombre de 45 años y había oído esta trova
en Ledesma (Jujuy), en 1902, a un viejito cuyo nombre no recordaba, pero que de-
cía, era la trova "De las guerras por la libertad".
Yo también creo que son de las guerras por la libertad, y que datan del año 11,
pues dice ¿as leyes se han abolido, como aludiendo al hecho reciente de la caducidad
del régimen español imperante hasta Mayo de 1810 y a que vienen gritando patria,
como una novedad. Para que esto sea así, es necesario ubicar la trova en 1811 y
1812, cuando pasó el ejército revolucionario, al Alto Perú, al mando de Antonio Gon-
zález Balcarce y Castelli.
A estar a lo que dice el Gral Belgrano en sus comunicaciones al Gobierno, en el
año 12, cuando se hizo cargo de las tropas en Yatasto, las poblaciones estaban muy
mal impresionadas del ejército, parte por las exacciones a que se las obligaba, como
por el espíritu abiertamente liberal y revolucionario de los oficiales porteños con
Castelli a la cabeza.
Es necesario — decía — mantener y sostener el ejército para cuanto gasto
cause, porque de otro modo acabaríamos de perder el crédito que felizmente ha tratado
de recuperar D. Juan Martín Pueyrredón". Y después de recibido del mando, escri-
bía: "Para llevar adelante mis miras y mantener el ejército como debe ser, vestido,
alimentado y pagado, recobrando el crédito perdido en el interior, se necesita dinero,
y es indispensable que V. E. me provea de él "Para atender a estas exigencias, el go-
bierno le remitió 40.000 pesos fuertes. Con esta cantidad, sujetándose a la más severa
economía, pudo atender al ejército sin hacerlo pesar sobre las poblaciones". (Mitre:
Hist. de Belgrano. (Ed. La Nación) Tomo II Pág. 48.
El tema de las injusticias y de las calamidades que acarrea una guerra, en espe-
cial para las clases trabajadoras, no es nuevo. Véase esta copla de protesta, popular
en el Ecuador:
De tantas revoluciones
El pueblo nada aprovecha;
El sólo siembra su sangre
Y otros hacen la cosecha.
L. M. 303 -2.
(49) Estas décimas a la muerte de Dorrego, me fueron dictadas por Dn. Edel-
miro Avellaneda, en la Ciudad, en Agosto de 1928. El las había oído cantar en 1890,
a un viejo guitarrero tucumano, en un rancho de "El Puente de Palo". Eran más, me
decía — pero no recuerdo las otras décimas.
Relata, como se vé, el cuadro y la escena de Navarro, del 13 de Diciembre de 1828.
El Gral. Gregorio Aráoz de Lamadrid que estuvo presente, como muy bien lo dice la
segunda décima, refiere este triste y desgraciado episodio en estos términos:
"Bájeme conmovido, y pasé con repugnancia a ver al General (a Lavalle). Ape-
nas me vio entrar, díjome: —"Ya se le ha pasado la orden p a r a que se disponga a
morir, pues dentro de dos horas será fusilado; no me venga usted con muchas peti-
lANClONtitiü f ü f UL A R DE SA L TA 35

tespués de tenerle hincado Todos a un tiempo han llorado


'ara hacerlo fusilar. Sin poderlo remediar.
¡ T i r a d ! les dice ¡Tirad!
11 paso más doloroso Con grande resolución
¡ue traspasa el corazón Que estoy pidiendo perdón
s ver a Dorrego hincado P o r vosotros, inocentes,
idiéndole a Dios perdón, A Dios pido buena m u e r t e
a memoria y t i r a d o r E n e s t a última ocasión.
ue del cuerpo se gg c ó
tintamente la c h a q U e t a 49 - a
Lamadrid le enira^A FUSILAN A UN BIENHECHOR
a su familia encomienda
ara mayor confusión. Fusilan a un bienhechor
L a s leyes se han derogado,
a t r o p a que iba a t i r a r U n a hora de plazo han dado
ejecutar Jo mandado A un Dorrego ¡ A y ! qué dolor.

ones de su parte." ¡Me quedé frío! General le dije: "¿Por qué no le oye un momento,
un que le fusile después?" — ¡No lo quiero!" díjome, y me salí en estremo desagra-
ido; y sin ánimo de volver a verme con mi buen compadre, me retiré a mi campo;
íro en el momento se me presenta un soldado a llamarme de parte de Dorrego, pi-
éndome que fuera en el momento.
¡No había remedio, era preciso complacerlo en sus últimos momentos! Estaba yo
nmovido, y marché al instante. Al momento de subir al birlocho se paró con entere-
t y me dijo: —"Compadre, se me acaba de dar la orden de prepararme a morir den-
o de dos horas! A un desertor al frente del enemigo, a un bandido se le dá más tér-
ino y no se le condena sin oírle y sin permitirle su defensa. ¿Dónde estamos? ¿Quién
» dado esa facultad a un General sublevado? Proporcióneme usted, compadre, papel
tintero y hágase de mí lo que se quiera. Pero cuidado con las consecuencias."
Salí corriendo y volví al instante con lo preciso para que escribiera. Tomólo y
iso a su señora la carta que ha ido ya litografiada y es del conocimiento del pueblo;
al entregármela se quitó una chaqueta bordada con trencilla y muletillas de seda y
i la entregó diciendo: "¡Esta chaqueta se la presentará con la carta a mi Angela,
mi parte, para que la conserve en memoria de su desgraciado esposo!" — despren-
endo enseguida unos suspensores bordados de seda y sacándose un anillo de oro de
mano, me los entregó con la misma recomendación previniéndome que los suspensores
los diera a su hija mayor pues eran bordados por ella, y el anillo a la menor, pero
recuerdo sus nombres.
Habiéndome entregado todo esto agregó: —"¿Tiene Ud. compadre una chaqueta
ra morir con ella?" — Traspasado yo de oírle, le dije: —. "Compadre no tengo otra
aqueta que la puesta, pero voy a traerla corriendo" y me bajé llevando la carta y
i referidas prendas.
Llegado a mi alojamiento me quité la chaqueta, púseme la casaca que tenía guar-
da, acomodé los presentes de mi compadre y su carta en mi valija, y volví al carro,
¡taba ya con el cura o no recuerdo que eclesiástico, y al entregarle mi chaqueta den-
) del carro me reconvino porque no me había puesto la suya, y habiendoV yo res-
ndido que tenía esa casaca guardada, me hizo las más fuertes instancia? para que
ese a ponerme su chaqueta y regresara con ella, me fué preciso obedecer y regresé al
stante vestido con ella y después de haberle dado un rato de tiempo para que se
conciliara subí al carro a su llamado.
Fué entonces que me pidió le hiciera el gusto de acompañarle cuando lo fucaran al
tíbulo. Me quedé cortado a esta insinuación, y hube de vacilar, contéstele todo con-
vido denegándome pues no tenía corazón para acompañarle en ese lance. —"¿Por
3 compadre? — me dijo con entereza. — ¿Tiene usted a menos el salir conmigo?
ágame este favor, que quiero darle un abrazo al morir!".
"No compadre, le dije, con voz ahogada por el sentimiento; de ninguna manera
idría yo a menos el salir con usted. Pero el valor me falta y no tengo corazón
ra verle en ese trance. ¡Abracémonos aquí y Dios le dé resignación!" Nos abra-
nos, y bajé corriendo con los ojos anegados por las lágrimas.
Marché derecho a mi alojamiento, dejando ya el cuadro formado. Nada vi de lo
3 pasó después, ni podía aún creer lo que había visto. ¡La descarga me estremeció
maldije la hora en que me había prestado a salir de Buenos Aires.
Memorias del General Gregorio Araoz de La. Madrid. Tomo I, Pág. 389.
(49- a) Del cuaderno de Dn. Rodolfo Matorras.
36 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

Lavalle, ese traidor Dentro de cortos instantes


Que lo mandó fusilar De allí desapareció.
No supo nunca apreciar
De aquel héroe su valor. Y la sangre con ardor
Que del pecho le ha saltado
Después de tenerlo hincado A su familia ha enlutado
Para hacerlo fusilar Para mayor confusión.
Le dice: ¡Vas a pagar
La sangre que has derramado! ¡Tú Lavalle, te has manchado
Cuando tomaste la pluma
El paso más doloroso Porque sin culpa ninguna
Que traspasa el corazón Tú, la vida le has quitado!
Es ver a un Dorrego hincado
Pidiéndole a Dios perdón. 50
DESDE QUE PERDIÓ QUIROGA
Munición y tirador
Que del cuerpo se sacó Desde que perdió Quiroga
Juntamente la chaqueta Esa acción de "La Tablada"
A Lamadrid le entregó. Vivo tan atribulada
Que no encuentro diversión.
La tropa que iba a tirar Toda mi conversación
Y ejecutar lo mandado Es insulsa y desabrida;
Todos a un tiempo han llorado Si bailo estoy aburrida
Sin poderlo remediar. Sin saber lo que he de hacer
Para tanto padecer
El dijo entonces: ¡tirad! ¡ Caramba que ya no hay vida!
Con grande resolución;
Por vosotros, inocentes, 51
Estoy pidiendo perdón. EN BOLIVIA HAY REUNIDOS
La fatalidad me ha puesto En Bolivia hay reunidos
En manos de este matón De gauchos muchas manadas
Y a Dios pido buena muerte De reses y malacaras,
En esta última ocasión. De cebrunos y morcillos;
Hay castaños, hay tordillos,
Aquel héroe que asombró Lobunos y pangarés,
Que tuvistes por delante Sólo lo que no se vé

(60) Me decía Dn. José María Leguizamón, distinguido vecino de la Ciudad, y


conocedor como pocos del alma popular, que oyó esta décima a una vieja "empanadera"
llamada Jacoba, hará treinta años.
Parece ser que esta trova se refería a la batalla de "La Tablada" (Córdoba), ga-
nada por el Gral. José María Paz, al célebre caudillo federal, Dn. Juan Facundo Qui-
roga, el 22 de Junio de 1830.
(61) Esta trova me fué dictada por Dn. Tristán Pérez, en Cerrillos, en 1928.
Se refiere a la emigración de unitarios a Bolivia, como consecuencia del triunfo
de Quiroga, en "La Ciudadela" (Tucumán), 4 de Nov. de 1831, contra las tropas di-
rigidas por Lamadrid y el ex gobernador de Tucumán, D. Francisco Javier López.
Vencido el partido unitario, Quiroga, estipuló con el Gral. Dn. Rudecindo Alva-
rado, gobernador de Salta, un tratado en el que entre otras cosas establecía: El des-
tierro del territorio argentino de todos los jefes y oficiales que combatieron contra la
causa de los pueblos. (2 de Diciembre de 1831).
Digo que se refiere a los emigrados de 1831 y no a los de 1841, que huyeron z
Bolivia como consecuencia del triunfo de Oribe, sobre el ejército de la Coalición del Nor-
te, mandado por Lavalle, porque habla de "el capataz de los Llanos", Facundo Quiro-
ga, quién fué asesinado en 1835.
En esta emigración del año 31, fueron a Bolivia, distinguidas personas de Tucu-
ANCIONERO POPULAR DE SALTA 37

ln tanto gaucho bagual De cebrunos y morcillos,


¡s si unos de ellos sabrá Hay castaños, hay tordillos,
uantos medios tiene un real. Lobunos y pangarés,
Sólo lo que no se vé
ios overos tucumanos Es la casta de mezclados.
' cebrunos del Estero Y aquí quieren ostentar
'ertenecen al potrero Mucha nobleza y caudal
)e los jujeños ruanos; Pero hablando en viva voce,
ios de Mendoza alazanos En su país no se conoce
ios de Santa Fe, tordillos, Cuantos medios tiene un real.
-os de Salta son rosillos
' zainos los cordobeses Los overos tucumanos
¡ue a sistema de reveses Y cebrunos del Estero,
Educan a sus potrillos. Pertenecen al potrero
De los jujeños ruanos.
Je Catamarca los bayos Los de Mendoza alazanes,
l de San Juan los castaños, Los de Santa Fe tordillos,
De la Rioja y de sus Llanos Los de Salta son rosillos,
Jalen todos los gateaos. Y zainos los cordobeses
3
icazos son los púntanos Que a sistema de reveses
3
ero hablando la verdad Educan a sus potrillos.
Todos son de una hermandad
Je casta de entrepeaos, De Catamarca los bayos;
}ue con nombre de emigraos De San Juan son los castaños
ian venido a pelechar. De La Rioja y de sus Llanos
Salen todos los gateaos.
5sta infernal bagualada Picazos son los púntanos
'sta banda de villanos Pero hablando la verdad
)el "Capataz de los Llanos" Todos son de una hermandad,
luyeron de disparada, De casta de entrepelados
J
orque con la guasca alzada Que con nombre de emigrados
f en la otra mano el bozal Han venido a pelechar.
JOS quiso a todos domar
'ara meterlos de paso, Esta infernal bagualada
J
ero largos de espinazo Este grupo de holazanes
"Jo sabían más que trotar. Del "Capataz de los Llanos"
Huyeron de disparada;
51 - a Porque con la guasca alzada
EN BOLIVIA HAY REUNIDOS Y en la otra mano el bozal
Los quizo a todos domar
5n Bolivia hay reunidos Para meterlos en paso,
Je gauchos muchas manadas Pero largos de espinazo
Je reses y malacaras No sabían más que trotar.

man, Salta y Jujiiy. Viene a aclarar el punto este dato que saco de Los recuerdos de
Francisco Burdett O'Connor. Tarija 1895, Pág. 228.
"Estando en La Paz, el general argentino, Gregorio Araoz de La Madrid, venía
a mi alojamiento todas las noches a tomar una taza de té conmigo. Habla venido a
Bolivia a fines del año 1831, derrotado por el General Quiroga, de resulta de cuya
Jerrota se llenó todo el sud de Bolivia de emigrados, entre ellos el general Rudecindo
Alvarado que vivía en Chuquisaca, en donde el Congreso la había decretado una asig-
nación de dos mil pesos."
Res — Animal vacuno para carne. — También se dice así al vacuno ya desollado.
Malacara: Dícese del caballo que tiene una mancha blanca en la frente.
Ruano: Por roano del Diccionario de la Academia.
Pangaré: Dícese del caballo color leonado.
(51. a) Tomada del cuaderno de Don Rodolfo Matorras.
38 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

52
DON JUAN FACUNDO QUIROGA Llevaba por compañero
1». P A R T E A su secretario Ortíz
1 Y apuraba la galera
E n aquel viaje infeliz.
Don J u a n Facundo Quiroga,
General de mucho bando, 8
Que tuvo t r o p a s de líneas, A pocas horas de a n d a r
Muchos pueblos a su mando. E n un arroyo fangoso,
Se le a g a r r ó la galera,
2
Y allí se puso penoso.
H o m b r e fuiesto y terrible
Que fué el terror de Los Llanos 9
E r a feroz, sanguinario, Acude el maestro de posta,
Bárbaro, cuel e inhumano. Más no pudiendo salir,
Al maistro mismo, Quiroga,
3
A las v a r a s lo hizo uñir.
Tenía porpodo " E l T i g r e " ,
P o r su ala tan alevosa, 10
P o r su p r i e n d a terrible Al fin pudieron zafar,
Y su cruelad espantosa. Y como una exhalación
4 Cruzaba el coche la pampa,
Salta, Tucimán, Santiago, Sin hallar interrupción.
Se hallaban desavenidos, 11
Marchó Quiroga a arreglarlos E n cada posta que llega,
P a r a dejarlos unidos. P r e g u n t a muy afligido;
La h o r a que h a pasado un chasqui
5
De Buenos Aires venido.
Al p a r t i r le dice al pueblo
Como algo que ya presiente: 12
Si salgo bien, volveré, Le contestan que h a r á una hora,
Si no ¡Adiós, p a r a siempre! Entonces, con duro acento,
6 ¡Caballos! les pega el grito,
Al ausentarse Quiroga ¡Sin pérdida de momento!
Ya le anunciaba el destino, 13
Que había de perder la vida, Y su marcha continúa,
E n ese largo camino. Más quiso también el cielo,

(52) .Esta trova sobre la muerte de Quiroga, está tomada del cuaderno del Sr.
Matorras. Supongo que él la debe haber copiado de algún cuaderno impreso, de esos
que suelen vender ciertas casas editoras de Buenos Aires y Rosario de Santa Fe.
Si se coteja la trova con el capítulo noveno del Facundo, de Sarmiento, que t r a t a
de Barranca Yaco, especialmente en la parte que se refiere a la partida de Quiroga,
de Buenos Aires (el 18 de Diciembre de 1834), se vé que los versos están tomados li-
teralmente de Sarmiento.
Esta copia servil revela que el autor de la trova no fué un poeta popular, sino
uno de tantos versificadores que hacían versos por contrata con las casas editoras.
El poeta popular canta lo que vé, muy rara vez lo que oye y nunca lo que lee, como
en este caso.
Confirma mi hipótesis del origen libresco de esta trova, el hecho de estar dividi-
da en partes, el poeta popular no hace versos para que los lean sino para que los es-
cuchen; él los canta y su tradición es puramente oral. El "Martín Fierro y "El Faus-
to" que fueron escritos por cultos están divididos en partes, pero en ningún cantar
popular se vé esto.
Poseo varias decenas de cuadernillos con versos de poetas popularizantes y no he
hallado en ellos esta trova, pero no dudo dar con ella en otras colecciones que busco.
En Salta no se ha popularizado esta canción y si se exeptúan los pocos versos de
ella, contenidos en la canción N? 53, no he hallado ninguna otra referencia.
Publico esta composición porque estimo que es un deber revelar a las generacio-
nes que vengan que también entre nosotros se ha seguido la costumbre que estuvo de
moda en Europa en el siglo XVI, de versificar las crónicas antiguas.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 39

Molestar a ese bandido 24


Que había ensangrentado el suelo. Muy amable Reinafé
14 Lo invitaba atentamente:
Durante tres días seguidos —Pase en la ciudad la noche
Le hace llover permanente; Lo atenderé dignamente.
Se pone el camino horrible 25
Convertido en un torrente. Pero el salvaje Quiroga,
15 Sin ninguna educación,
Al entrar en Santa Fe, Dice: ¡Caballos preciso!
Se le aumenta su inquietud Para mejor atención.
Y en desesperada angustia, 26
Se pone con prontitud. Viéndose así Reinafé
16 Por este hombre, despreciado,
Le avisan que no hay caballos Se regresó a la ciudad
En la "Posta de Pavón" Enteramente humillado.
Y que el marstro estaba ausente, 27
Para mayor confusión. Le llevaron ios caballos
17 A las doce de la noche,
Sufre una horrible agonía Hora en que siguió su viaje
Al preveer una parada, Con Ortíz dentro del coche.
Y grita ¡Traigan caballos! 28
Con una voz angustiada. Al fin Quiroga llegó,
18 A Tucumán y Santiago,
Causaba asombro de ver Arregló todas las cosas
En este hombre tan terrible, Y emprende su viaje aciago.
Ese extraño sobresalto 29
Donde el miedo era visible. ¡A Córdoba! pega el grito,
19 Y los postillones tiran,
Después que logran marchar Resuenan los latigazos
Dice, viendo para atrás: Y los caballos se estiran.
—"Si salgo de Santa Fe 30
No temo por lo demás". Quiroga lo sabe todo,
20 Hasta el peligro salvado,
Al pasar el río Tercero Sabe el grande que le espera
Todos los gauchos acuden, Del enemigo burlado.
A ver a ese hombre famoso,
Tal vez que en algo le ayuden. 2». P A R T E
21 31
De allí lo hicieron pasar Mientras tanto Reinafé
Casi alzando la galera, Le prepara los puñales,
Por último, llega a Córdoba, Que habían de acabar con él
Donde Reinafé lo espera. En desiertas soledades.
22 32
Estando en la posta ya, Proponen los Reinafé,
Pidiendo a gritos, caballos, Como hombres muy advertidos,
Ha llegado Reinafé, Llamar a un tal Santos Pérez
Solícito a saludarlo. Y a otros gauchos pervertidos.
23 33
Quiroga a las nueve y media Santos Pérez se presenta,
Había a este punto llegado, Como mozo de obediencia
No encontró caballo pronto Y santas noches, le dice,
Por su arribo inesperado. ¿Cómo se halla Vuecelencia?
40 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

34 44
Allí mismo le proponen Quiroga asomó primero
E! matar a Don Facundo, Preguntando: ¿qué se ofrece?
Haciéndole ver el bien —"Señor, quiero hablar a Ortíz,
Que hará a la patria y al mundo. Si inconveniente no hubiese".
35 45
Y le dice Santos Pérez: Baja Ortíz de adentro el coche
— "Yo he de rendir obediencia Para saber lo siguiente:
Pero si lleva la firma "Deben matarlos a ustedes
De manos de Vuecelencia." "Santos Pérez con su gente.
36 46
Al escritorio se entraron, "Se hallan en Barranco Yaco
Estos hombres ya entendidos, "Aguardando a la galera,
A trabajar este plan, "Del camino a los dos lados
Sin que puedan ser sentidos. "Se han colocado de espera.
37
47
Y le dice Santos Pérez:
AI acabar de firmar, "Tienen orden de matar
Preciso en este momento "De postillones ariba,
Un chasqui para mandar. "Ninguno debe salvar
"Ni los caballos con vida.
38
48
Y manda al Totoral Grande
Que vuelvan por El Chiquito, "Aquí tiene este caballo
Que le llamen a su gente, "Que le traigo para usted,
Yaques, Juncos y Benito. "Con el deseo de salvarlo
"A casa lo llevaré."
39
Yaques, Juncos y Benito, 49
Estos eran los bomberos, Era un joven Sandivaras
Que marchaban adelante Con un caballo ensillado
Señalando el derrotero. Que quiere salvar a Ortíz,
40 Por un servicio prestado.
Hacia al sud de "El Ojo de Agua" 50
Al correo habían topado
Con semejante noticia
Le preguntaron del coche Ortíz se puso a temblar
Que a dónde lo había dejado. Y manifestó a Quiroga:
41 No debían de continuar.
Y les responde el correo, 51
Hablando por sus cabales:
En la posta "El Ojo de Agua" Entonces dijo Quiroga:
Quedan mudando animales. —No tenga ningún cuidado,
Mañana mismo esos hombres,
Estarán a mí mandado.
3». PARTE
42 52
Quiroga seguía su viaje Facundo agradece al joven,
Sin mayor inconveniente, Y de nuevo lo interroga,
Fía en el terror de su nombre Más le dice: —¡No ha nacido
Y su orgullo de valiente. Quién lo matará a Quiroga!
43 53
Un poco antes de llegar, A un grito mío la partida,
A la posta "El Ojo de Agua" A mi orden se ha de poner,
Un joven salió del monte, Y hasta Córdoba hemos de ir
Pidiendo que se pararan. Mañana usted lo ha de ver.
CANCIONERO POP U L AR DE SALTA 41

64 64
Llegaron al "Ojo de Agua" Ya miran venir el coche,
Y allí saben igual cosa, Ródano P°r el camino,
Pasando el pobre de Ortíz, ¡ A ia carga! dice Pérez,
La noche más angustiosa. Matemos a ese asesino.
55 65
Esa noche sin dormir ¡Bendito Dios poderoso!
Pasó en amarga congoi>> En aquel terrible asalto,
Todas las horas pens ando > Un loro que allí venía,
En sus hijos y en su esposa. Les gritaba que hagan alto.
56 66
Le manifiesta a Qui*°8a "Hagan alto, decía el loro,
Su intención de no peguir, "Con su lengüita parlera,
A lo que éste le contesta: "Haga alto mi general,
—Es peor, amigo, nP i r - "Que le asaltan la galera."
57 67
Tuvo Ortíz que som£ ter se
Y se asomó el General
Sufriendo el mayor (Suplicio, Con sus armas apuntando
Y como humilde cor4ero, Y pega el grito: A esa gente:
Marchaba a su sacrificio.
¿Quién la viene gobernando?
58
Quiroga llamó a su negro, 68
Que le servía de asistente Le responde Santos Pérez
En él ponía su confianza, Y de este modo lo trata:
Porque era hombre muy valiente. "La hora te llegó Quiroga
"Pierdes la vida y la plata."
59
Le ordenó limpiar las armas 69
Y tenerlas bien cargadas, —¡No me mates Santos Pérez!
Por si llega la ocasión, Le gritaba el General...
De ser bien aprovechadas. Dame tregua de minutos
60 Siquiera para rezar.
Y alzando nubes de tierra 70
Se alejaron de estos puntos, Le responde Santos Pérez:
El polvo íbalos cubriendo —Yo, tregua no te he de dar
Porque iban a ser difuntos. Yo no te daré más tregua
61 Que al golpe de un pedernal.
En la "Posta de Intiguasi" 71
No fueron pronto auxiliados,
Dándoles tiempo a los gauchos Y le dio un tiro en el ojo
Que estuvieran preparados. Sin dejarlo respirar
Y le dice: ¡Oiga el Quiroga!
Se acabó ese General.
4». PARTE
62 72
AI pie de "Barranca Yaco" También mataron a Ortíz
Treinta hombres había apostados, A pesar de sus clamores.
Para asaltar la galera Allí sí que la pagaron
En cuanto hubiera llegado. Los justos por pecadores.
63 73
Ya sienten los latigazos Diez muertes son las que hicieron
De los pobres postillones, Con unos dos postillones,
Y el andar de la galera Que al ver morir a uno de ellos
Que viene a los sacudones. Se partían los corazones.
42 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

74 84
"¡No me mate, señor Santos! . ¡Buenas noches, le dice ella!
"Le decía el postillón, ¿Cómo has podido venir?
"Señor, \ líbreme la vida Está la cama tendida
"Téngame usted compasión!" Ven, acostate a dormir.
75 85
Le respondió el gaucho Pérez: El gaucho estaba borracho
—Yo no te puedo salvar Y ella con gran aflicción,
Porque si te dejo vida Lo invitaba a que se acueste
Tu mismo me has de juzgar. Con su traidora intención.
76 86
Entonces dice uno de ellos: Este gaucho era temido,
De favor le pediré, Por su valor temerario,
Señor, líbrele la vida, Por muchos hechos de sangre
Yo con él me ausentaré. En "La Sierra" y "El Eosario".
77 87
Por respuesta Santos Pérez La policía lo buscaba
Le voló todos los sesos, Temerosa de encontrarlo,
En seguida al postillón Porque temblaba de miedo
Le cortó libre el pescuezo. Al sólo pensar hallarlo.
78 88
Pegó un grito el postillón Ella se acostó con él
Cuando el cuchillo le entró, Y al sentir que se ha dormido,
Este grito, decía Pérez, Se levantó de la cama
Que siempre lo atormentó. Procurando no hacer ruido.
79 89
Se le grabó en el oído Cuando ya se hubo vestido,
Aquel grito lastimero, A la calle se salió,
Y en todas partes oía Y en marcha a la policía
Del. niño, aquel ¡ ay! postrero. Corriendo se presentó.
80 90
Después de hacer estas muertes ¡Albricias! le dice al jefe,
A ese gaucho le pesó, Y él dice: Las puede dar.
Y desfilando de a cuatro, A Santos lo tengo en casa
A Sinsacate marchó. Si lo quiere asegurar.
81 91
Tomó por refugio el monte A esto le contestó el jefe
A causa de su delito, ¡De dónde vas a saber
Y allá oyó continuamente Si Santos no ha de vsnir
De aquél postillón el grito. Ni aún lo has de conocer!
82 92
Al fin lo empuja el destino, Y le responde la dama
O de sus muertos las almas, ¡Cómo no lo hi conocer
A volver a la ciudad Si ahora noches pasadas
A la casa de su dama. Yo supe dormir con él!
83 93
Hacían unas cuantas noches Entonces le dice el jefe:
A que Pérez disgustado, Cuatro onzas te voy a dar
Dio una paliza a su dama Y te voy a premiar bien
Y luego se había ausentado. Si lo haces asegurar.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 43

94 102
Y le responde la dama: Al fin pudieron entrar
Sin nada de eso, señor, Y le rodiaron el lecho,
Mande la escolta conmigo Poniendo todas las armas
Y ya vendrá el malhechor. Apuntadas a su pecho.
95 103
El jefe le dio los hombres1 [Bien haya el valor de Santos
Y a sus órdenes los puso, Y la leche que mamó!
Vivo o muerto lo lun de traer Después de estar apretado
En seguida, les respuso. A sus armas manotió.
96 104
Ya se levanta la dama
Cuando ya estuvieron cerca
Haciéndose que llorar
Un poco antes de llegar ¡Lo llevan a mí querido
Les dice: esperen aquí No me podré consolar!
Que lo voy a desarmar.
105
97
Y le dice Santos Pérez:
Allí quedaron los hombres ¡Qué te hacís la que llorar
Esperando que volviera, Con esos llantos fingidos
Y prepararon las armas A mi no me has de engañar!
Por lo que tal vez pudiera. 106
98 Ya lo llevan a la cárcel
Ya asomó por la ventana A que sufra allí su pena,
Haciendo señas por cierto, Para más seguridad
De arrimarse sin cuidado, Le ponen una cadena.
Que el gaucho parecía muerto. 107
99 Después pasó a Buenos Aires
Sin embargo no llegaban A donde fué procesado
Creyendo en esa ocasión, Y ante un gentío numeroso
Que aquella mujer pudiera En la plaza fusilado.
Hacerles una tnaición. 108
100 ¡Amigos, aquí presentes!
Que les sirva de ejemplar
¡Qué diablos de cordobeses, La vida de Santos Pérez
Les dice aquella mujer, Y cómo vino a acabar.
Si ustedes no habían servido
Ni para sapos prender! 53
101 MADRE MÍA DEL ROSARIO
A.1 fin llegan a la puerta ¡Madre mía del Rosario!
Y empiezan a tiritar Con su licencia, Señora,
Ni aún oyendo los ronquidos Voy a referir la muerte
No se quieren arrimar. De Dn. Facundo Quiroga.

(53) Este fragmento de una trova sobre la muerte de Quiroga me fué dictado
por D. Justo Pastor Alemán, en Agua Blanca (Metan), 1931.
Dada la forma trunca en que la recuerda el Sr. Alemán, no es posible decir si
estos versos son de una canción distinta a la anterior (N* 52) o si es la misma ya
modificada por la tradición oral.
El principio como se vé, es otro que el de la canción anterior pero los versos: Ya
le anunciaba el destino; Que iba a perder la vida; Ellos fueron tos bomberos y Ya
tteron rodar el coche, son también de la trova N' 52.
44 J V A N A L F O N S O C A R R I Z O

Dispuso ir para Santiago 54


A pasiar, a su familia.
Desde el día que salió LA PEOR GENTE QUE TENEMOS
Ya le anunciaba el destino Le peor gente que tenemos
Que iba a perder la vida. Son los collas de Bolivia,
En ese largo camino. Pues son te mayor polilla
Que invaden nuestros terrenos.
Pedro Junque y Roque Junque
Ellos fueron los bomberos Son muchos los extranjeros
Le llevaron a la vista, Que vienen a la Argentina,
Llegaron junto con ellos. Los collas nos traen la ruina
Ya vieron rodar el coche, Dándolas de caballeros,
Rodaba por el camino Y son viles, traicioneros,
Y Santos Pérez le dijo: De borrachos son enfermos
Y flojos ya lo sabemos;
—Quiero yo antes de morir Son la mayor indecencia,
Pocas palabras hablar. Ellos son por experiencia
—¡Por Dios, Santos, te lo pido! La peor gente que tenemos.
¿Qué no me libra la vida
Por la leche que mamó? De su país vienen desnudos,
Y Santos le contestó: Hambrientos y desgreñados,
—En este Barranco Yaco Perseguidos y ultrajados,
No conozco que haiga Dios. Coqueros y cabelludos.
Y allí le quita la vida Así se vienen peludos
A quien la vida quitó. A ver si su mal se alivia
General Quiroga En esta tierra más tibia
Con su correntino Que "La Puna" en que han vivido,
En Barranca Yaco, Como zorros que han huido
Ahí fué su destino. Son los collas de Bolivia.

La cuarteta final parece ser una modificación de esta copla hallada por la distin-
guida folklorista Sra. Berta E. Vidal de Battini como letra de un gato correntino (1).
El general Lavalle
Y el correntino
En el Quebracho Herrado
Fueron vencidos
Fueron vencidos.
En la forma en que dictó la cuarteta el Sr. Alemán no tiene sentido, puesto que el
Dr. José Santos Ortíz que murió con Quiroga en Barranca Yaco no era correntino
sino puntano, era oriundo de San Luis; en cambio en la forma hallada por la señora de
Battini tiene su explicación porque en el combate de Quebracho Herrado (Córdoba),
ocurrido el 28 de Noviembre de 1840, el general Lavalle fué vencido por Oribe y el co-
rrentino pudo haber sido el apodo de algunos de sus oficiales a sus órdenes, quizás el
del oficial Rufino Várela muerto después de la batalla.
(54) Está tomada del cuaderno de Don Rodolfo Matorras y según ol decir a
vecinos de Anta y de Rosario de la Frontera, estas décimas son contestación a la trova
anterior de los bolivianos.
Por los dos últimos versos de la cuarta décima, creo que debe ubicarse esta trova
allá por el año 1837, cuando el General O'Connor y el Prefecto de Tarija por manda-
to del General Santa Cruz, invadieron el territorio argentino, y ocuparon Yavi, Iru-
ya y La Puna de Jujuy, con tropas bolivianas; pero también puede ser de fines del si-
glo pasado cuando se inició en mayor escala la inmigración boliviana al norte del país.
Coquero: Dícese así a la persona que tiene el vicio de la coca.

(1) El Folklore en la Escuela, artículo publicado en la revista: El Monitor de


la Educación Común, órgano del Consejo N. de Educación. Número de Julio de 1932.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 45

Salta es el pueblo que paga Cantando todo el verano.


Con la maldad de esta gente Por la noche bien temprano
Y ella desgraciadamente Preparan el esquinazo
Es la que sufre esta plaga, Y aseguran el bolsazo
Y no hay poder que los haga Que es su objeto principal
Abandonar la gavilla, Y se cierran a brindar
Se prenden como ladilla Hasta secarse los vasos.
Chupando sangres ajenas ,
Sin dejar nada en las venas, ¡Desgraciada la mujer
Pues son la mayor polilla. Que da con un emigrado!
No obstante quererlo al fiado
Cobardes por excelencia, Lo tiene que mantener
Generalmente ellos son, Y darle bien de comer,
No tienen ni corazón Vestirlo con elegancia
Y mucho menos conciencia. Y se da tanta importancia
Dicen que tienen la ciencia Que parece pavo real.
Para robar los dineros, Y haciéndose de rogar
Porque ellos como los vemos Todo lo cuenta por gracia.
Son doctores y escribanos, Desde que pisó esta flota
Siendo estos los más villanos El territorio chileno,
Que invaden nuestros terrenos. Ni el trigo se ha dado bueno
Con esta plaga i langosta.
55 Si se fueran a la costa
NO HAY VIDA MAS REGALADA A aprender a mariscar,
Allí lo podrían pasar
No hay vida más regalada Pellizcando cualquier cosa,
Que la de los mendocinos, Donde no los podrá hallar
Porque viven de continuo Ni el fraile Aldao ni Eozas.
Ensayando su tonada.
Ellos jamás hacen nada, Recibirán, caballeros...
Todo lo hace la mujer, La historia de sus paisanos,
Ella tiene que tejer Dios los lleve de la mano
Y manejar el arado, Donde no los pueda ver.
Mientras él está ocupado Ellos no respetan ley,
En barajar y beber. Patria ni Constitución,
Desgraciada la nación
No les falta de la mano Que los almite gustosa,
La inseparable guitarra, Por eso es que le gaucho Rozas
Pasan como la chicharra Les ha meneado cañón.

(55) Esta trova me fué dictada en la Ciudad, por Dn. José Antonio Araoz, hom-
bre de ilustración y muy afecto a los cantos del pueblo, como que recordaba muchos
otros que iremos viendo.
En poco se diferencia de la versión de Don Rodolfo Matorras, tiene sin em-
bargo algo que conviene consignar y es que la versión de Matorras dice es el segun-
do verso de la primer décima: que la de los argentinos, en lugar de, que la de los men-
docinos.
Creo que lo más exacto sería mendocinos, puesto que fueron tales o al menos en
su mayoría, los argentinos que con Lamadrid a la cabeza, cruzaron los Andes por Us-
pallata, huyendo a Chile, después de la batalla de Rodeo del Medio, en Mendoza, el
24 de Setiembre de 1841. Lamadrid en sus Memorias, relata las peripecias que pasó
en esta oportunidad en Chile.
Mendocinos y no argentinos, decían los paisanos que sabían esta trova y que por
por no diferenciarse en nada de esta versión no las he agregado.
Estas décimas fueron escritas por lo visto, por algún chileno afectado quizás por
los nuestros.
Esquinazo: es lo que nosotros llamamos, serenatas y gallos, son canciones amato-
rias a las damas, cantadas por los pretendientes, en las ventanas o puertas de las ca-
sas, de noche, por lo común al alba.
Bolsazo: es la ganancia de los tahúres.
z
46 J V ¿ iV *¿ J- -F tf N S O C A R * I °

55 - a Que parece un pavo real,


Y haciéndose de rogar
NO HAY VIDA MAS REGALADA Todo lo cuenta por gracia.
No hay vida más regalada
Que la de los argentinos, Recibirán, caballeros,
Ellos viven de continuo La historia de sus paisanos,
Ensayando sus tonadas. Dios los lleve de la mano
Ellos jamás hacen nada, Donde no los puedan ver.
Todo lo hace la mujer, Ellos no respetan ley,
Ella tiene que tejer Patria ni Constitución,
Y manejar el arado, Si los admiten gustosos
Mientras él vive ocupado Desgraciada es la nación,
En barajar y beber. Por esto es que el gaucho Rozas
Les ha meneado cañón.
No les falta de la mano
La inseparable guitarra, 56
Pasan como la chicharra AL SANTIAGUEÑAZO IBARRA
Cantando todo el verano;
Por la noche bien temprano Al santiagueñazo Ibarra,
Preparan el esquinazo De Rozas gran adulón,
Y aseguran el bolsazo, Diga Ud. que si, si él dice que no.
Que es objeto principal, Lo van a llevar los diablos
Y ee cierran en brindar Para taco de cañón.
Hasta secarse los vasos.
Una espada al gaucho Rosas
Desde que pisó esta flota Le ha llegado del Japón,
El territorio chileno, Diga Ud. que sí, si él dice 'que no,
Ni el trigo se ha dado bueno Para defender con ella
Con tal plaga de langosta, Su santa federación.
Si se fueran a la costa
Aprender a mariscar, Montado en un elefante
Allí lo podrían pasar Viene "el fraile renegón,
Pellizcando cualquier cosa, Diga Ud. que sí, si él dice que no,
Donde no los podrá hallar Dio una feroz costalada
Aquel fraile Aldao ni Rozas. Y se le rompió el cordón.

¡Desgraciada la mujer 57
Que da con un emigrado! EN LA MAS FLORIDA EDAD
No obstante quererlo al fiado
Lo tiene que mantener, En la más florida edad
Darle muy bien de comer, Mi vida se va cansando,
Vestirlo con elegancia, Y en este abismo de penas
Y él se da tanta importancia Conozco que voy pagando.

(55- a) Del cuaderno de Dn. R. Matorras.


(56) Estas estrofas se cantaban en Salta en 1840; me fueron dictadas por el
Ingeniero Dn. Alfonso Peralta, en la Ciudad, en 1930. El la oyó a una señora ancia-
na de su familia, que las recordaba.
El Ybarra del primer verso es Felipe Ybarra, gobernador y caudillo bárbaro de
Santiago del Estero que ya figura en la trova N* 16 del Cancionero de Catwmarca,
en la triste misión de torturador en El Brocho (Santiago del Estero).
Rozas, es Dn. Juan Manuel, el tirano Rozas y el fraile es Félix Aldao, célebre tam-
bién por sus atrocidades en Cuyo. Es el mismo Aldao que figura en la última décima
de la canción anterior.
(57) Me decía Don José María Leguizamón al dictarme esta canción, que según
era tradición en su familia, las estrofas estas fueron cantadas por el capitán Gregorio
Sandoval cuando iba a ser fusilado, el 21 de Octubre de 1841, en la ciudad de Salta, por
ANCIONERO POPULAR DE SALTA 4?

er me miraba ufano 59
mil delicias gozando
i saber qué era delito, ¡OH! MADRE TAN DESGRACIADA
IOZCO que voy pagando. ¡Oh! madre tan desgraciada,
¿Para qué habrás dado fruto,
cadena se quebranta Causando el mayor disgusto
'. que ciego vive amando, A una familia ilustrada?
en un abismo de penas Siendo la justicia airada
QOZCO que voy pagando. El crimen no se olvidó,
Contra mí se declaró
58 Un fallo en el tribunal,
Y a mí me van a juzgar
VOY A CANTAR LA AGONÍA Sin haber nacido yo.
y a cantar la agonía
una víctima inocente ¡Ay! mundo, aunque no te he visto
e mató inhumanamente Debo al presente llorar,
zas con eu ley impía, Sin nacer voy a pagar
mila O'Gorman se llama Con tan diforme delito
trtir de todo tormento, Ante un tribunal escrito
íy linda y preciosa dama, De un gran poderoso Dios,
rteña de nacimiento, Dándole un vuelo veloz
batallón forma el cuadro Sin llegar a ser profundo,
los banquillos enfilan. Mi muerte ha sido en el mundo
el uno está Camila Sin haber nacido yo.
jn el otro está su amante,
anzan cuatro soldados ¡Oh! madre, en tan triste estado
mados de carabina, Hoy me despido sin verte,
s, se oye una voz divina Hoy me ha privado la muerte
. aquel supremo instante. De que yo te haya mirado,
a que hablaba el infante Yo soy fruto desgraciado
sde el vientre de Camila: Del mundo al que no llegué,
Oh, Rozas, tirano cruel! Pero a tan poco alcancé
3r qué me quitas la vida? En mi infausta formación
Dr qué del mundo me privas Que al principiar mi creación
leí bautismo de Dios? Sin ver la luz acabé.
al mundo yo no he venido,
n qué te pude ofender? Un Dios supremo, el divino,
historia de Buenos Aires Ofendido en sus decretos,
cuenta un caso mas cruel. Sin ignorar los secretos

en del Gobernador Otero, en castigo de las atrocidades cometidas por este traidor
la causa unitaria.
Sandoval fué soldado de la escolta del General Lavalle, y desertó de sus filas,
indo perdió la batalla de Famaillá. En el camino de su deserción encontró al Go-
•nador Don Marco Avellaneda, jefe de la insurrección unitaria del norte y cometió
felonía de prenderlo para conquistarse la simpatía de Oribe, el vencedor. Sandoval
entregó a Avellaneda quién fué bárbaramente degollado en las orillas del río Metan.
(58) Esta trova me fué dictada en la Ciudad por Don Edelmiro Avellaneda en
¡8.
Como se vé, se refiere a la muerte de Camila O'Gorman, ocurrida en forma trá-
a el Viernes 18 de Agosto de 1848, en Santos Lugares (Buenos Aires).
El Dr. Saldías en su Historia de la Confederación Argentina, trata este tema con
ios los detalles.
Hilario Ascasubi, en su libro, "Aniceto el Gallo" 1872. Pág. 373 - 392, trata el mis-
i tema en versos gauchescos.
(59) A estas décimas, del mismo tema de la trova anterior, las saqué del cua-
no de Don R. Matorras.
48 3 U A N A L F O N S O C A R R I Z O

Me ha fijado mi destino Por la libertad querida


Y ahora muero en mi camino El día 15 de Febrero.
Con mi madre en un suplicio,
Cumpliéndose el alto juicio Al grito del centinela
De morir afusilado, Recorre el Jefe su línea,
Estando ella embarazada Vé su vanguardia perdida
Muero sin haber nacido. Y casi la tropa entera;
Con 50 hombres que quedan
60 Manda un escuadrón formar:
—Vamos — les dijo; — a pelear
EL SOL QUE AL MUNDO ILUMINA Al enemigo formado
Porque nos han traicionado
El sol que al mundo ilumina En la orilla, "el Manantial".
Se estaba para perder;
Confiamos en un papel Cargó la caballería
En el campo de Arenillas; Y con la espada señala
Al cantar las avecillas, Al enemigo, que en alas
Marchamos con mucho ardor, Daba fuego con porfía;
De nuestra patria al clamor, Entonces, con bizarría,
Por la culpa de un tirano, Mandó a su tropa cargar,
Que vende a un patriota hermano. No pudieron soportar
Kecordemos con dolor. La bravura del valiente,
Que con esa poca gente
A la infantería fué a dar.
Llegó la noche y el cielo
Armado con su poder,
Con un costado en derrota,
A sus hijos hacía ver
Avergonzados huyeron,
Que perecían sin remedio,
Mas, los infantes que vieron
Mas, del patriota, el denuedo
Que nuestra tropa era poca,
Nada llegó a embarazar;
Nos tiran a quemarropa.
Rayos se veían cruzar
Nosotros, entreverados,
Por detener al valiente
¡Sable a las manos, soldados!
Que le iban a dar la muerte
Por no tener munición. .
En su cuna, Tucumán.
¡Oh, qué terrible traición!
De tan pérfidos malvados.
Al amanacer el día,
Cuando las aves trinaban, Salimos del entrevero,
Luto y dolor anunciaban. Nos volvimos a formar,
—¿Quién vive? — dijo un espía. Nueva carga fuimos a dar
Era el velo que cubría Con más terrible denuedo.
El alma de un traicionero, Era superior el fuego
Ya se descubre el guerrero, Para tan pocas espadas,
Mira su tropa perdida Que ayer fueron respetadas

(60) Estas décimas del fusilamiento del Coronel Don Juan Crisóstomo Alvarez,
ocurrido en Tucumán el 17 de Febrero de 1852, están tomadas del cuaderno del Sr.
Matorras. En forma fraccionada he encontrado esta canción en la tradición salteña,
pero como no diferían con respecto a la versión del Sr. Matorras no las consigno.
En el Post - Escriptum del Cancionero de Catamarca, figura otra versión de esta
misma trova con algunas variantes.
La canción se ajusta a la verdad histórica, en todo, hasta en el texto de la carta
que Alvarez dirigió a su esposa.
El vencedor de Alvarez en la batalla del Manantial, y el que ordenó su fusila-
miento, fué el Gobernador de Tucumán, Don Celedonio Gutiérrez, a quien pocos meses
después, y por haber cambiado de color político, se le cantaba esta coplita.
El peludo Gutiérrez
Se hizo urquicista,
Señal de que al tirano,
No lo precisa.
ANCIONERO POPULAR DE SALTA 49

I hoy lo serían con razón. Seas virtuosa como has sido


Por una feroz traición Hasta este instante postrero,
.Vuestra fuerza es derrotada. Y a mis amigos que espero
De que me han de perdonar
Los cielos fueron testigos Si en algo les hice mal.
Cuando ya con tierna voz Perdón, mil veces les pido,
Todos decíamos: ¡Adiós! Perdono al que me ha ofendido,
Adiós, queridos amigos! Con un perdón general.
Todos estamos perdidos!
Vamos al Jefe a salvar! Yo muero sin más delito
5u sangre se ha de vengar, Que haber venido a pelear,
iu vida es interesante, Por buscar la libertad
Cs un patriota constante Del suelo donde he nacido,
Jue nos vino a libertar. Pero tengan entendido,
De que la posteridad
Jficiales y soldados, Mi muerte sabrá vengar
Todos, juntos, reunidos, Si hay justicia en lo que digo.
Decíamos afligidos: Tu desgraciado marido,
—A Alvarez ya lo han tomado Que en la tumba te ha de amar.
'( lo tienen desarmado
Sn medio del enemigo.
Vosotros fuimos testigos 61
De tan infame maldad,
je mandaron remachar VARIOS CARGOS DE CONCIENCIA
Pesadas barras de grillos. Varios cargos de conciencia.
la, lo llevan custodiado Ahora vamos pagando
imcima de una carreta, Sin tener apelación,
Jn gran concurso se apresta Sólo Dios sabe hasta cuándo.
Para ver al desgraciado
Jue el día y la noche ha pasado Antes con menos trabajo
Del "Manantial" a la orilla. Pasaba la triste vida,
Tarde ya el sol se perdía, Hoy una ley excesiva
i. una choza lo llevaron Nos tiene cabeza abajo,
r
allí le notificaron Noche y día yo trabajo
|ue al amanecer moría. Con la ciencia y la experiencia,
Y he venido a contemplar
Atención, pueblo, que llega Que aquí vamos a pagar
II momento de escuchar, Varios cargos de conciencia.
JO que Alvarez supo hablar
'ara que sigan sus huellas! Antes se pagaba el diezmo
?oma la pluma y con ella Que justamente alcanzaba,
escribe como valiente, Puntualmente se pagaba
L su mujer, que doliente, Sin agraviarnos por eso.
ion dos hijos, llora y gime, Hoy nos recargan un censo
espidiéndose le escribe Que nos va sacrificando
C le dice lo siguiente: Y anualmente va aumentando
Aunque no haiga capital,
—Yo en este momento muero Que el grito de libertad
f solamente te pido Ahora vamos pagando.

D
(61) Esta glosa me fué dictada en Cerrillos, por Don Tristán Pérez, en 1928.
arece referirse al estado anárquico e inseguro de Salta por los años de 1853 a 1860,
raes el autor de la trova evoca como reciente los recuerdos de Rozas y la promulga-
ión de la Constitución Nacional.
La alusión al pago de los diezmos como una contribución poco onerosa y los ver-
os: El Grito de Libertad, Ahora vamos pagando, me hacen creer que la glosa fué
techa por gente de la campaña, quizás por un cura de las parroquias departamentales.
50 J U A N A L F O N S O C A R tí I Z O

Antes al General Rozas Mañana a cien leguas,


Llamaban tigre sangriento, Vidalita,
Mas no fué tan avariento De ti me verás.
En ésta ni en otras cosas. ¡No llores, mi negra!
La Constitución famosa Vidalita,
Hoy nos trata con rigor, Me voy a luchar.
Y al pobre con más razón,
Que no entiende la malicia, Si un plomo maldito,
Lo despide la justicia Vidalita,
Sin tener apelación. Da en mi corazón.
Matará mí cuerpo,
Una viuda fué a apelar Vidalita,
Al señor Gobernador, Pero mi alma no.
Y él dijo: —Tenis razón,
Mas no puedo remediar; Cuando la metralla,
Volvete luego a pagar, Vidalita,
Que ya te están aguardando Suene y el cañón.
Y yo estoy necesitando Vos serás escudo,
Rentas para trabajar. Vidalita,
Que así nos van a robar De mi salvación.
Sólo Dios sabe hasta cuándo.
63
62
AY ASO SESENTA Y SIETE
ME VOY A LA GUERRA
¡Ay, año sesenta y siete!
Me voy a la guerra, Los pueblos se han desolado,
Vidalita, Muchas madres han llorado
Si vuelvo no sé. De ver tantos contingentes.
Pues allá me manda,
Vidalita, Ya no se vé compasión
La voz del deber. Ni por ser hombre de bien,

(62) Estas vidalitas son muy viejas en el norte del país. El tema es también
viejo en la poesía popular de todos los pueblos de la tierra. No hay cancionero que no
consigne alguna poesía sobre la partida del soldado a los campos de batalla.
Se las atribuye a la guerra del Paraguay, 1865-1870.
Me fueron dictadas por la Directora de la escuela de Miraflores (Anta), Sra. F.
S. de Serra, en 1931.
(63) Esta glosa está tomada del cuaderno de Don Rodolfo Matorras.
Se refiere a la entrada a Salta del montonero Felipe Várela, 9 de Octubre de 1867.
Muchas trovas comentaron las calamidades de orden político ocurridas en el país
desde el año sesenta al setenta y muchas también se refieren en particular a la perso-
na de este bandido disfrazado de Jefe expedicionario del norte.
Esta glosa pinta lo uno y lo otro, pero sin echar la mirada sobre el momento his-
tórico, el autor culpa a Mitre de los excesos de la época. Gran error, siempre le he-
mos de culpar a los que mandan o gobiernan el país, los errores, cometidos a sus es-
paldas. Eran estos los años difíciles de la organización nacional; los hombres más
prestigiosos de las provincias anhelaban con Mitre, la pacificación del país, el impe-
rio de la Constitución y el respeto a las nacientes instituciones, precisamente contra
estos montoneros levantiscos.
El Dr. Arturo León Dávalos, respetable hombre público y hacendado de Salta, re-
lató también la entrada de Felipe Várela a Salta pero en muy distinta forma del
autor de la glosa precedente.
El Dr. Dávalos, poeta y escritor, ha dejado dos libros, uno de poesías, "Recrecio-
rtes Poéticas", Valparaíso, 1876, y otro de historia, titulado: Noticias históricas sobre
el descubrimiento y conquista de la antigua provincia del Tucumán. Buenos Aires, 1896.
La trova del Dr. Dávalos es un relato en estilo gauchesco, de un paisano de "La
Frontera" que asistió como soldado a la defensa de "Los Valles Calchaquíes" contra
Felipe Várela, organizado por el Coronel Pedro José Frías (Don Peque Frías), en el
gobierno de Don Sixto Ovejero, en 1867.
El coronel Frías esperó a Várela en la cuesta de Tacuil (Molinos), con una divi-
CANCIONERO POPULAR DE SALTA SI

Y nos t r a t a n con desdén A todos nos ha ido mal.


Y nos cargan de prisión. ¡Ay, año sesenta y siete!
La garantía, el honor
Se ha acabado p a r a siempre, Los imperios soberanos
Así el pobre y el pudiente Tendrán severos castigos,
E s cosa tan desigual, Tantos hombres resentidos

don de 600 hombres, pero apenas asomó una avanzada de 40 soldados de Várela huyó
Don Peque (29 de Agosto de 1867).
Desmoralizadas las tropas salteñas abandonaron todo intento de hostilidad. En la
:apital se organizó una resistencia, pero apesar del heroísmo de sus defensores cedió
la plaza al invasor, el 10 de Octubre de 1867, desde entonces se canta en Salta esta
'Chilena":
5n las calles de Salta Porque Don Peque Frías
ie oyen los ayes, Vendió los Valles.
Según noticias, la composición del Dr. Davales relataba punto por punto los dis-
tintos episodios de la entrada a Salta de Várela, pero los originales se han perdido y
ao me fué posible hallar más que estas pocas décimas conservadas en un pliego, en
poder de Don Belisario Dávalos, con este epígrafe:
"Kelación que hace el gaucho fronterizo M. Zalazar sobre la invasión de las mon-
toneras de Felipe Várela a los Valles Calchaquíes. Poema escrito en 1881 por el p r .
Arturo L. Dávalos y del que se conservan estos fragmentos".
De junto de aquel potrero, Por Humanao me pasiaba
íampo hermoso y en mensada, Hasta casi medio día
le la más chura manada En seguida me volvía
laque mi pingo el overo, A lo Don Bachí el pansaco,
lancarrón de lo ligero, Echaba al pecho un buen taco,
)e atropellar a la gente, Desensillaba y dormía.
ira el overo valiente,
íordazo y de pelo entero. Un jefe en un buen platiao
De allí para acá venía,
Ay, juna y en la invasión Y sus galones lucía,
)e ese Várela mentao, Con un sable medio usao,
ledio molido y fregao Dijeron que era mentao,
Salí con mi mancarrón, Pa defender una plaza,
aura miro la ocasión Y aunque la gente era escasa
>e referir los trabajos Y municiones no había,
ue esos Varólas ¡barajo! Juró que no dentraría
Le hicieron pasar a mí, Várela como en su casa.
uando con mi jefe fui Un don Calisto Linares
chando puntas y tajos. Que era oficial de pa su uso,
Las cosas tan bien dispuso
unca me puedo olvidar Y arregló la formación,
^e esas campañas, amigo, Que amigo, aquel pelotón
i de ese narices de higo De cajetillas reclutas,
ue nos hizo redotar Salieron echando putas
uando sin querer peliar
ejó la cuesta, i Tacuil Por peliar a discreción.
in disparar una bala,
amo soldado de sala ¡Eh pucha la gente loca!
(ue nunca ha visto un jusil. Cuando lo vieron a Plaza
Como si fuera saraza
i de aquel otro jullero Se les despintó la boca.
[amado Vicente Plaza, Mascando apenas la coca
ue sin figura ni traza Salieron pa tuitos laos
a echó de gaucho guerrero Y entre esos cerros pelaos
uando entre chuzas de acero Los vide de uno por uno
Como ganado cabruno,
n busca de protección, Amarillar de asustaos.
onde halló la división
:ue estaba haciendo parada. Sobre el overo subí,
Amigo al ver la derrota,
Y aunque con la lanza rota,
or la mañana ensillaba Al enemigo me juí.
n caballo colorado, Al chileno Cruz lo vi
ue mi jefe había ordenado Montao en su pingo bayo
ver si se lo domaba Y con la juerza de un rayo
52 J U A N A L F O N S O C A R R

E n t r e los pueblos hermanos, Jujuy, Salta y Tucumán


El r e m a r entre s u s manos Son los pueblos que han sufrido,
De pechos tan desgraciados. T a n t a s viudas sin marido
Nos llevan acollarados Que han perdido el bienestar.
Y eso nos causa t e r n u r a . La g u e r r a vino a enlutar
De ver t a n t a s a m a r g u r a s Al hogar más encumbrado,
Los pueblos se han desolado. No había derecho sagrado,

Hasta su lao me ladié Con mi mesmito yesquero


Y tan lindo lo topé Prendimos una fogata
Que lo saqué del caballo. Se calentamos las patas
Charqui y harina cenamos,
Si hubiera visto mi amigo Y luego que descansamos,
Aquella chura lanzada, Caimos pa lo i Zapata.
Tan lindamente acertada,
En la mitad del ombligo, Ansina anduve amigaso,
Tan solamente le digo En esa mesma ocasión,
Si si el tal Cruz no murió Libre de todo patrón
Fué porque al punto llegó Y más bravo que un torazo,
El comandante Aguilar Extrañando sólo el lazo,
Con tanta gente a peliar De esa mentada Frontera
Que hasta por fin lo libró. Y de la gente aparcera
Que se juntaba en montón
A don le hicimos A chuparse de un tirón
Pedir perdón de rodillas, La plata de una carrera.
Le quitamos las chinchillas,
Que tenía amontonadas En los campos de Pulares
Y rompimos las espadas Topamos una avanzada,
Sobre sus mesmas costillas. Por un mulato mandada,
Llamado José Pomares,
Los milicos dos a pares
Ya cerca del otro día Marchaban medio apiñaos
Tocó el jefe retirada, Temblequiando de asustaos,
Y con su gente fogiada, Con sus jusiles rabones,
Apenas se defendía, Chaqueta, kepí y calzones
Medio peliaba y huyía, De piel mezclilla rayaos.
Cuando al llegar a Humanao
Recibió un expreso enviao Un tal Don José Manuel
Por don Cornelio Ybarbán Más atrasito venía,
Diciendo que güelva atrás, Con tuita su polecía
Que el Jefe me había entregao. Al galope y en tropel.
Ligero leyó un papel
Que un milico le alcanzó
En esto el gaucho Salcedo, Y cuando de leer acabó
Como mi bien compañero, Nos dijo: [güelvan hermanos
Me regaló el parejero Chicotiemos a dos manos
Que le quitó a Miguel Boedo. Que don Peque nos vendió!
Me dijo: sólo yo puedo
Librarlo de esa polilla Comenzaron los barullos,
Chupemos una cuartilla El susto y el alboroto
Y cuando estemos mamaos, Y hasta un petisito coto
Nos iremos resertaos Que andaba liao en sus puyos,
Pal pago "La Lagunilla". Después de darle dos grullos
A cada saldao, se jué,
Arriesgada era la empresa, Y a un sargento pregunté:
Pero al fin me concerté, ¿De ande sale ese aparcero?
Y mi facón afilé Es su ecelencia, Ovejero,
Pal caso de una sorpresa, Me contestó, y caliese.
Y una noche, con presteza,
Salimos Salcedo y yo, En Cerrillos recalamos
Sin que el guardia que durmió Poblando las pulperías,
Con el jusil en el brazo, Donde al tuerto ño Cruz Díaz
Sintiera nada amigaso, Veinte gauchos lo topamos,
Hasta que el sol apuntó. Salcedo y yo le contamos
Tuitas nuestras aventuras,
Cuando punteaba el lucero Nos hizo cambiar monturas,
Llegamos a "La Apacheta" Nos preguntó ¿qué les falta?
Ahí abrimos la maleta Y entramos de noche a Salta
Que traiba mi compañero, Entre trincheras y a oscuras.
'ANCIONLJRO POPULAR DE SALTA 53

is vidas no respetaban, Que aunque a caballo formados


or los hijos que marchaban Tiritan tanto sufrir
r
uchas madres han llorado. De miedo al verlos venir
Con los rifles preparados.
ólo Mitre fué el culpado
'e tanta calamidad, Temblemos los argentinos,
or él se ve en la horfandad Pobres gauchos inservibles,
. tanto ser desgraciado. De miedo de esos fusiles
arela vino mandado En manos de esos cochinos,
desolar finalmente Que apuntan con todo tino,
dejar eternamente Que quedaremos ahogados.
i huella de sus horrores, Y estando así sofocados
or él se oyeron clamores Se nos vendrán a corneta,
e ver tantos contingentes. Calando la bayoneta
Y los cañones cargados.
64
Muy horrible será aquello,
YA SE NOS VIENEN LOS ROTOS Me horrorizo de pensarlo,
Y de sólo imaginarlo
a se nos vienen los rotos Se me suspende el resuello,
on los rifles preparados Y estiro bien largo el cuello
los cañones cargados Y elevo al cielo mis voto»
'on metrallas de porotos. Como lo hacen los devotos,
luyamos como perdices Con fe me pongo a implorar
)e temor a esos cañones, Que no nos deje matar
lúe apuntan a los talones Con metrallas de porotos.
r
pegan en las narices.
on artilleros felices 64-a
'or ser de Korner devotos ; YA SE NOS VIENEN LOS ROTOS
üon sus cañones tan cortos
*ío hacen muy mucho consumo, Ya se nos vienen "los rotos"
Jaciendo tiros sin humo Con los rifles preparados
7a se nos vienen los rotos. Y los fusiles cargados
Con metrallas de porotos.
)igan sonar los clarines
í redoblar los tambores, Oigan sonar los clarines,
Y& se ven los resplandores Y redoblar los tambores,
)e pulidos espadines, Ya se ven los resplandores
\.quí al ruido de espolines De pulidos espadines,
)e nuestros pobres soldados, Aquí al ruido de espolines

(64)^ Esta glosa está tomada del cuaderno de Dn. Rodolfo Matorras y ea de la
ultima década del siglo pasado, cuando Chile y la Argentina estuvieron a punto de tra-
barse en guerra por cuestión de límites. Como ocurre siempre en estos casos la musa
copular alienta a los soldados en la lucha. Ya vimos en Catamarca una trova hecha
:on idéntico fin. (Cancionero de Cat. N» 22).
Roto: Llámase así al paisano chileno, a quien se atribuye una excesiva predi-
ección por los porotos. Oí decir en Catamarca, que los chilenos, para alimentar a un
>erro le echaban en una cacerola llena de agua algunos granos de porotos cocidos.
Lsí los perros se bebían el agua para comerse los porotos, y de esta manera llenos
e agua no precisaban mayor alimentación.
Los cuatro versos iniciales de la décima primera figuran en una adivinanza es-
>añoIa:
Un cazador
y no de perdices,
Que apunta a las corvas
Y da en las narices.
El p . . .
R. M. 334.
(64 - a) Esta glosa me fué dictada en la Ciudad, por el ciego mendigo,
uan Montolla.
54 3 U A N A L F O N S O C A R R I Z O

De nuestros pobres soldados Nos deben la libertad,


Aunque a caballo formados, Rotos desagradecidos,
Tiritan tanto sufrir, Pero de puros bandidos,
De miedo al verlos venir Desconocen la verdad,
Con los rifles preparados. Y hacen la barbaridad
De creerse muy valerosos,
Temblemos los argentinos, Pensando los muy rotosos
Pobres gauchos inservibles, Corrernos con su maldad,
Delante de esos fusiles Siendo sólo, en realidad,
En manos de esos cochinos, Palanganas bulliciosos.
Que apuntan con tanto tino
Que quedaremos ahugados, Para robar son audaces;
Estando allí sofocados, Para bandidos, feroces;
Se nos vendrán a corneta Degüellan dando de voces
Calando la3 bayonetas Como lobos de voraces,
Y los fusiles cargados. Para el bien son incapaces
Y para el mal son furiosos.
¡Oh, qué horrible será aquello! Son salvajes espantosos,
Que me horroriza pensarlo Que nada los satisface,
Y de sólo imaginarlo Todos ellos son rapaces,
Se me suspende el resuello, Asesinos alevosos.
Se me estira largo el cuello,
Y al cielo mando mis votos, Si en un combate por suerte
Y como hacen los devotos, Llegan ellos a triunfar,
A Dios me pongo a implorar Se entusiasman en robar
Que no nos deje matar Porque es su intento más fuerte.
Con metrallas de porotos. Le dan al herido muerte
Con un placer muy ameno,
65 Se entregan con desenfreno
Al saqueo más indecente,
OIGA EL ROTAJE CHILENO Por la espalda son valientes
¡Oiga el rotaje chileno!, Como el reptil con veneno.
Palanganas, bulliciosos,
Asesinos alevosos 66
Como el reptil con veneno. TRECE DE AGOSTO SIN PAR
Presumen de muy valientes ¡Trece de agosto sin par!,
Por descender de araucanos A las cinco de la tarde,
Y han sacado lo villano Parece que el globo se abre.
De esa raza solamente, El mundo se iba a acabar.
Por eso son insolentes
Y ambiciosos de lo ajeno, Brama el océano agitado,
Queriendo tomar terreno, Sangrando espumosas olas,
Con su bravura impotente, Huyen las criaturas todas
Se van a pelar la frente. Y el cielo se halla irritado,
Oiga el rotaje chileno. Corre el hombre apresurado,

(65) Solamente la exaltación del odio, en los prolegómenos de una guerra es


capaz de inspirar unas décimas como estas, que los paisanos sáltenos cantaron allá
por 1898, en los campamentos, cuando se esperaba por horas el estallido de la guerra
con Chile. Están tomadas del cuaderno del Sr. Matorras.
(66) No todo es odio y rencor en la poesía popular, también llora la desgra-
cia ajena. Esta trova es un ejemplo de ello como la N» 24 del Cancionero de Cata-
marca. Ambas cantan los maremotos ocurridos en Chile en los días 11, 12, 13 y 14
de Aposto de 1899.
^ Desconocedores del Sud de Chile, los sáltenos sólo cantaron lo que habían visto
u oído de lo ocurrido en el norte de la república hermana, siendo así que los estragos
fueron pqr igual en toda la costa.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 55

Lleno de angustia y pesar. Y después lo desnudó,


Terremoto, incendio y mar Robándolo con encanto
Contra el pueblo se conjura, A ese pobre varón santo
Vengar la ofensa procura, Que fué de Salta en mal hora.
Trece de agosto, sin par. Por eso se encuentra ahora
Anta con terror y espanto.
Los montes más elevados
Y las rocas más distantes Averrategui hizo el mal
Se extremecen por instantes Por ser bandido famoso,
Y quedan desmoronados. Pues dio para calabozo
Caen pedrones rodados A la casa parroquial
Y el fuego parece que arde. Y allí fué el crimen fatal.
¡Si habrá entonces quien nos guarde ¡Oh! ¡Caso terrible y fuerte!
De la justicia divina! Dormido, al hombre, la muerte,
¡Qué confusión nos domina! Lo llevó a la sepultura,
A las cinco de la tarde. Anta por causa de un cura
Llora abatida su suerte.
Iquique con Mejillones;
Junín, Pisagua y Arica, Un tal Máximo Saravia,
Nuestras desgracias se explican El ladrón más acabado,
En todos los corazones, Que hasta a su hermana ha arañado
Sólo escombros a montones Con la más bárbara rabia,
El contemplar nos es dable, Dio aquella sentencia sabia
Tantas huérfanas sin padre, De dejar al preso inerte
Tantos maridos y esposas, Para hacerse el inocente
Triste llorando quejosas Yéndose a un punto apartado,
Parece que el mundo se abre. De donde se hubo alejado
Al ver que le dieron muerte.
Brillando razón ardiente
El astro hermoso del día, El otro, Pedro Rufino,
Parece se despedía Criminal desvergonzado,
Con dolor, de los vivientes. Que debía estar enjaulado
Señales veo evidentes, En un presidio argentino,
Dice: Me voy a ocultar, Hoy anda como el zorrino
Volveré sólo a alumbrar Con su crimen apestando,
Cadáveres insepultos, Se anda en la calle paseando
Decretos de Dios ocultos, Esa asquerosa morralla.
El mundo se iba o, acabar. Llora Anta por tal canalla
Al hombre que quiso tanto.
67 Despedida,
ANTA CON TERROR Y ESPANTO
En Pocitos se juntaron
Anta con terror y espanto Los cobardes asesinos
Llora abatida su suerte, Aldazábal y Rufino;
Al ver que le dieron muerte Ensangrentados llegaron
Al hombre que 'quiso tanto. Con todo lo que robaron
Al finao, y muy ligeros
Jesús Matorras murió, Se llevaron el apero
Hombre honrado y generoso; Que de almohada le servía
Aldazábal alevoso Y todo cuanto tenía,
En dormido lo mató. Sin dejarle ni el sombrero.

(67) Esta glosa está tomada del cuaderno de Dn. Rodolfo Matorras, hermano
de Dn. Jesús cuya muerte trágica, ocurrida en El Piquete (Anta) en 1886, relata
la trova.
Es canción muy conocida en Anta, Metan y Rosario de la Frontera.
Terneraje: Llámase así en Catamarca, Salta y Jujuy y parece que en las pro-
vincias del sud también, puesto que Segovia tiene comentada esta voz, a los terneros
en su conjunto y en especial a las crías vacunas de una hacienda.
56 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

68 69
YA SE ACABO RAMÓN ROSA YA LA PAGO EL CRIMINAL
Ya se acabó Ramón Rosa, Ya la pagó el criminal,
El héroe de "Las Cañadas", Feliz año ochenta y siete,
Ya cesaron las gauchadas En la villa de "El Piquete",
Y las muertes horrorosas. El martes de Carnaval.

¿Quién sentirá más por él? Ya murió Pedro Rufino,


¿Quién será ese buen cristiano Nadie le rece siquiera,
Que se le demuestre hermano Alégrense en "La Frontera"
Por un recuerdo tan cruel? Que se acabó el asesino.
Perjudicial supo ser Ya se le cumplió el destino
Por su conducta espantosa, A ese malvado infernal.
Y sus manos impiadosas Ya no saldrá a hacer el mal,
Que no cesaban de herir, Hoy estará en el infierno,
A todos se oía decir: No lo salvará el gobierno.
¡Ya se acabó Ramón Rosa! Ya la pagó el criminal.

Su nombre resonará. De ochenta y seis tristemente,


Salta, Tucumán, Santiago La gente estaba enlutada
Y hasta San Luis que lo ha amado Por la muerte desgraciada
Con más calma vivirá, De Matorras el valiente.
Anta ya respirará Pero al año casualmente
Con el alma descansada, Todo el pueblo se divierte,
No tendrá temor de nada. Al ver que le han dado muerte
¡Ya se fué ese malhechor, Al miserable bandido
Al cabo murió el ladrón! Que un fin tan cruel ha tenido.
El héroe de "Las Cañadas". ¡Feliz año ochenta y siete!

A gritos podrán llorar Mientras lloraban en masa,


A los que les haga falta. De Matorras los parientes,
También sentirán en Salta Los de aquéi con aguardiente
Por lo que supo robar, Se divertían en su casa.
El no ha dejado lugar Hoy al contrario les pasa,
Sin que pegue sus salteadas. Que en todo el diablo se mete,
La justicia coaligada Lloran el ochenta y siete
De ladrones en compaña, La muerte de aquel malvado
Acabando esta cizaña, Que murió apuñaleado
Ya cesarán las gauchadas. En la villa de "El Piquete".

Antes se veían los caminos Algunos tendrán coraje


Llenos de estos malhechores, De llorar a aquel bribón,
Porque los gobernadores Porque apañaba al ladrón
Apañan al asesino. Que robaba terneraje.
Ramón Rosa su destino Ya se fué ese gran salvaje,
Lloró con voz lastimosa, Le llegó su hora fatal,
Porque su suerte engañosa No volverá ese animal
La despidió a una inclemencia A dárselas de gran cosa.
Por sus cargos de conciencia Acabó su vida odiosa,
Y sus muertes horrorosas. El martes de Carnaval.

(68) Refiérese esta trova tomada del cuaderno de Dn. R. Matorras, a la muerte
del bandido Ramón Rosa Ruíz, en 1887. El historiador Dr. Bernardo Frías me dictó
esta misma canción, en 1928.
(69) Tomada del cuaderno de Dn. R. Matorras. Refiérese a la muerte de uno
de los asesinos de Dn. Jeús Matorras.
CANCIONES RELIGIOSAS
70 Leyendo está de corrida
Todo lo que había pecado.
ATENCIÓN AÑORES PIDO
atención, señores, pido, Pero San Miguel decía:
3ste caso es muy brofundo. —Quítate, perro ladrón.
Voy a decirles cantando Es pedido de mi Madre
Lo que somos en el mimJo. Que esta alma alcance perdón.

íCn este mundo traidor Aquí termina la historia


Todo nos parece nada, De un caso que sucedió,
Sólo sabemos que hay Dios Por respetar el domingo
Cuando estamos en la cama. Esta alma fué y se salvó.

Cuando estamos en la cama 71


Clorando la poca suerte, AY DE MI QUE NO PENSABA
Por ir a dar cuenta a Dios
Acompañao de la muerte. ¡Ay de mí, que no pensaba
Que al cabo había de llegar
El alma le dice al cuerpo: El día en que, había de llorar
—Mira, te voy a dejar, Todas mis glorias pasadas!
Es tiempo que Dios me llama
A su santo tribunal. Así decía un condenado
En un infierno metido,
El alma le dice al cuerpo: Lloraba el tiempo perdido,
—Ya pronto voy a dejarte. El no haber aprovechado,
¡Adiós, compañera, hgfmana! Y de tormentos rodeado,
¡ Quién pudiera acompañarte! Ardiendo en tan vivas llamas,
Lo que más le atormentaba
El cuerpo le dice a i alma: El ver su mal sin remedio,
—Rogale a mi paü r e Dios Y decía con llanto tierno:
Que nos perdone las culpas Ay de mí, que no pensaba.
Que hemos hecho entre los dos.
Allí maldecía a su padre
Nuestro Señor le decía: La enseñanza que le dio,
—¡Qué tarde que, habéis venido! Y la leche que mamó
¿Por qué no te has enmendado De los pechos de la madre.
Todo el tiempo que has vivido? ¡Ay de mí! — decía — qué, tarde,
He conocido mi mal.
De allá salió el maldito ¿De qué me sirve el llorar
Con un papel en la mano, Aunque conozca mi error,

(70) Esta canción del tema de Las disputas del alma con el cuerpo, me fué
dictado en "El Galpón", Metan, por el Sr. Ruperto Ríos, quien la aprendió a su pa-
dre cuando éste residía en Metan. Su padre a su vez la había aprendido en Córdoba,
de donde era natural.
El tema de Las disputas del alma con el cuerpo fué tratado por los poetas de la
Edad Media en España. En esta canción se nota la influencia de las poesías de mi-
lagros de los siglos XVI y XVII, vale decir de la época de la conquista y coloniza-
ción de América.
En Chile el Sr. Vicuña Cifuentes ha encontrado un romance algo parecido.
Romances P. y V. N« 136.
(71) Tomada del cuaderno de Dn. Rodolfo Matorras. Esta glosa debe haber
sido escrita por los misioneros a principio del siglo XVIII pues en esa época se
dio impuso a la evangelización en las costas del Pasaje desde las ruinas de Esteco,
cerca del Río Piedras, hasta la misión de Petacas, en Santiago del Estero.
Esta época es también la del florecimiento de la poesía conventual en España,
donde al sentir de Dn. Adolfo de Castro comentarista de la poesía lírica de este
siglo, los poetas parece que escribieron en presencia de una calavera, sobre la muer-
te y el juicio de Dios.
60 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

Si nunca lo pensé yo
Que al cabo habla de llegar? Los Reyes vienen, vamos a ver
Cómo lo adoran allá en Belén
Llega el trance de mi muerte. Y los pastores le dan un don
¡Qué confusión para mí! Al ver nacer al Niño Dios.
Donde rodeado me vi
De enemigos solamente. 3
¡Ay! de mí — decía — qué fuerte Ha nacido en un portal
Es así el bien descuidar, Llenito de telaraña
Y sin poder remediar Entre la muía y el buey
Este mi pecho afligido, El Redentor de las almas.
Pero ahora lo veo conmigo
El día en que había de llorar. ¡Pastorcillo! ¿Vos has visto
Alguna estrella alumbrar?
Quien me vio ayer triunfar —Sí, señora, sí he visto
En este mundo engañoso, Antes del gallo cantar.
Me miraba victorioso
Con tanta felicidad,
Y sin presumir mi mal En el portal de Belén
De las penas que esperaba Hay estrella, sol y luna,
Yo solo las desechaba, La Virgen y San José
Tan sólo seguía mi humor, Y el niño que está en la cuna.
Hoy me sirven de dolor 6
Todas mis glorias pasadas.
La Virgen lava pañales,
Los extiende en el romero
72 Y los bambolea el aire
CON LICENCIA DEL SEÑOR En el portal de San Pedro.

Con licencia del Señor En el portal de Belén


Y los amos de la casa, Ponen lumbre los pastores
Vamos a cantar los Reyes Para calentar al Niño
Esta pequeña comparsa. Que ha nacido entre las flores.

(72) Es esta una serie de coplas enderezadas a loar al Niño Dios. El todo
con su principio y su fin comunes en otras canciones de este estilo, lo oí cantar en
San Carlos, en la Navidad de 1928, a unos chicos que fueron a adorar al Dios Niño
en una casa de la vecindad donde habían preparado el pesebre, como se llama en-
tre nosotros a la reproducción del otro pesebre que dio albergue en Belén a la Sa-
grada Familia.
Las coplas estas son indudablemente españolas; recuerdo haberlas leído más
no el libro en donde están. Sin embargo daré referencias de algunas:
y los pajaricos cantan
En un portalillo oscuro, y se sonríen los cielos.
llenito de telarañas, A. Sevilla. 435
entre la muía y el buey,
nació el Redentor de almas. En Belén toea/n a fuego,
F. C. Pág. 371 - 4 del portal sale la llavna;
5'. y es que allí ha nacido Aquel
En el portal de Belén que en llamas de amor se abrasa.
Hay estrellas, sol y luna, F. C. Pág. 374
La Virgen y San José, 10
Y el Niño que está en la cuna. En el portal de Belén
R. M. 6472 hay una piedra redonda,
6». donde Cristo puso el pié
La Virgen lava pañuelos para subir a la Gloria.
y los tiende en un romero, M. de Palau. 212
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 61

8 Entre raras luces bellas


San José, que es carpintero, Como relucente aurora,
Le labrará una mesilla Crió Dios a nuestra Señora
Para que María, la Virgen, En un palacio de estrellas,
Coloque su lamparilla. Dejó sus gracias en ella,
9 De que nos llena a porfía.
En Belén tocan a fuego De las altas jerarquías,
Del portal salen las llamas El mejor consuelo vemos,
Es una estrella del cielo Con la Reina de los cielos
}ue ha caído entre la paja. Cuatro son las tres Marías.
10
Cn el portal de Belén Cuando el Salvador murió,
l a y una piedra redonda, San Bernardo predicaba
3onde el Señor puso el pié Que entre las aguas andaba
Para bajar a la tierra. El espíritu de Dios,
Oyó del cielo esa voz
H Con tan claro y dulce acento
U Niño recién nacido
Todos le traen un don,
lo soy pobre y nada tengo Con el más claro destino,
Le traigo mi corazón. Son con el fuego divino
Cinco los cuatro elementos.
12
Soy una pobre gallega Cuando el Redentor nació
3ue vengo de la Galicia,
Una estrella reluciente
(U niño de Dios le traigo
uienzo para una camisa. A los reyes de "El Oriente"
Hasta los portales guió,
13 Para nacer eligió
Soy una pobre gitana, Una morada sencilla,
Que vengo de Egipto aquí, Hizo tantas maravillas
A.1 Niño de Dios le traigo Con tan divina luz bella,
Un gallo quiquiriquí. Y con su fúlgida estrella
14 Ocho las siete cabrillas.
Queden con Dios y con María,
Queden con Dios con alegría, Pecó Adán con Eva en Asia,
3ueden con Dios y con placer Tentados por la serpiente,
¡Muy buenas noches, lo pasen bien! Y en su culpa trasparente
Perdieron de Dios la gracia.
73 Cayendo en mortal desgracia
CUATRO SON LAS TRES MARÍAS Por no cumplir el precepto
Cuatro son las tres Marías, Que el Señor les tuvo puesto.
lineo los cuatro elementos, Se perdieron en su afán,
Dcho las siete cabrillas, Con el precepto de Adán,
Once los diez mandamientos. Once los diez mandamientos.

(73) Tomada del cuaderno de Dn. R. Matorras. La cuarteta de esta glosa


ÍS española, la encontré en Murcia, Dn. Alberto Sevilla. C. P. Murciano N« 1558.
'so sé si la glosa será española. Hay muchas glosas de origen americano, hechas
sobre coplas españolas. En este caso una copla común ha sido glosada a lo divino
x>r el poeta anónimo.
He aquí la copla española:
Cuatro son las tres Marías,
Cinco los cuatro elementos,
ocho las siete cabrillas
y once los diez Mandamientos.
A. Sevilla 1558.
62 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

74 Y Cristo le dice al diablo:


—¡Retira feliz sayón,
ESTANDO EL CUERPO EN LA
Es pedido de mi madre
CAMA
Que esta alma alcance perdón!
Estando el cuerpo en la cama
De esta manera decía: Y se va el diablo al infierno
Lloraré mi alma perdida Muy furioso y encendido,
Por ser el último día. Al ver que esta alma no lleva,
Que por suya la ha tenido.
El alma le dice al cuerpo:
—Soy de las estrellas parte, 75
Ya me voy para los cielos
Ya no quiero acompañarte. ESTOS DOBLES DE CAMPANA

Ya se va el alma a los cielos Estos dobles de campana


Toda llena de dolor, No son por el que murió
Va y se le presenta a Cristo, Sino porque sepa yo
—¡ Perdóname gran Señor! Que puedo morir mañana.

Y Cristo le dice al alma: El morir es muy preciso


—Mira qué tarde has venido, Y es muy cierto el purgatorio
¿Cómo no te has enmendado Como el infierno es notorio
Todo el tiempo que has vivido? Que para los malos se hizo,
Yo no quiero ser remiso
La Virgen le dice a Cristo: Dejo mi esperanza vana.
—Te hice un pedido, hoy te hago otro, Como la culpa mundana,
Hijo, perdónale a esta alma, Reconozco que me pierdo,
Mira que fué mi devoto. Dios me manda por recuerdo
Estos dobles de campana.
Y Cristo le dice al alma:
—Ven a gozar de mis glorias, Mucho siento el mal logrado,
Es pedido de mi madre, Dejaré a mi precipicio
Ven que te perdono ahora. Por tirar Ir rienda al vicio
Para ser de Dios premiado,
El diablo le dice a Cristo: Yo estoy muerto y sentenciado,
—¿Es posible, ángel varón, Que a esta alma Dios me la dio,
Que alma que te ofendió tanto Dios con gran amor la crió,
Haya alcanzado perdón? Yo en un rato la ofendí

(74) Del cuaderno de Dn. R. Matorras. Es también del mismo tema de la


canción N* 70, lo que prueba lo generalizado que estaba el tema en nuestro país.
(75) Del cuaderno de Dn. Rodolfo Matorras. Hablando de la poesía ascética
española en los siglos XVI y XVII, que son los siglos en los que estos cantos deben
haber pasado a América, en boca de los misioneros y del mismo pueblo español, dice
Dn. Adolfo de Castro: "Sus consideraciones siempre se dirigen a pintar la fragili-
dad de nuestro ser, lo instantáneo de la muerte, y la necesidad de estar fortalecido
el hombre con los auxilios de la religión para un suceso tan inevitable" (1).
Estos temas de la poesía conventual, española, inspiraron a poetas de América
también contagiados por la época y por la circunstancia de la evangelización cons-
tante de estos indios.
Así por ejemplo, vemos que Fray Mateo Chuecas y Espinosa, nacido en Lima
(Perú) en 1788 y ordenado novicio franciscano en 1802 (2) hizo glosas para edi-
ficar a los fieles, parecidas a las que comentamos. El poeta Catamarqueño Domin-
go Díaz, hacía por los años de 1840 a 18<50 glosas análogas también, sin ser sacer-
dote, lo que prueba la generalización del tema.
En el Ecuador el académico León Mera halló una trova sobre el tema de la
campana (3).
1» B. de A. E. de Rivadeneyra. Tomo 42. Pág. XVI.
2' Ricardo Palma — Tradiciones Peruanas. Calpe. Madrid. Tomo III Pág. 405.
3» L. Mera. Cantares del P. Ecuatoriano. Pág. 177-2.
'ANCIONERQ POPULAR DE S A L T A 63

uego esta doble es por mí, 76


r
o son por el 'que murió.
NADA DE ESTA \ DURA
i un instante se separa Nada de esta vida d^.'a,
i amoroso compañero, Fallecen bienes y males.
orque fuera algo del cielo Una triste sepultura
i r a el ángel de su guarda, A todos nos cubre iguales.
i la culpa es t a n a m a r g a
ue por ella murió Dios, Ya se acaba la lealtad
o debo librarme yo, L a avaricia y la riqueza,
odo esto viene a advertir L a soberbia y la grandeza,
iue h a s t a Dios vino a morir, L a pompa y la vanidad,
'i no porque sepa yo Se acaba toda maldad
El garbo y la compostura,
"a llega el fin de morir, No hay permanente h e r m o s u r a
p a r a morir más presto De cuantas el mundo halaga
r
a está el túmulo puesto Al fin la m u e r t e lo acaba
Jon las prendas de vestir, Nada de esta vida dura.
í a se acaba el existir,
Vtuere la culpa mundana Muere el justo, el pecador,
ST se eleva el alma sana Muere el grande, muere el chico,
\ la presencia de Dios, Muere el pobre, muere el rico,
l i g o decir a una voz El esclavo y su señor,
"iue puedo morir mañana. Y todo mundano amor,

(76) A la cuarteta de esta canción la recogí en Santa Catalina (Jujuy), en


927 y la persona que me la dictó me dijo que era el pié de una composición larga.
. la glosa la he tomado del cuaderno del Sr. Matorras. Con pocas variantes la en-
ontré en la tradición, en San Carlos.
Esta glosa no es nuestra, es española, como probablemente muchas de las que
e insertan en este capítulo y que no he tenido la suerte de hallar su original, como
le ocurrió con ésta.
La glosa que yo reputo original es esta, hallada en el Romancero y Cancionero
agrados. (B. de A. Es. de Rivadeneyra.) Tomo 35, Pág 392.
'ada en esta vida, dura, Y cuanto el discurso advierte:
snecen bienes y males, Pero en llegando a la muerte,
a todos nos hace iguales Fenecen bienes y males.
na, triste sepultura.
Muere el subdito, el prelado,
5 acaba la variedad, Mueren reyes y oidores,
a avaricia y la largueza, Alcaldes y prebendados;
a lujuria y la grandeza, Mueren solteros, casados,
a pompa y la vanidad; Frailes, papas, cardenales,
e acaba la falsedad, Los soldados y oficiales,
.¡1 adorno y compostura; Y entre siete pies de tierra
ío hay permanente hermosura Toda medida se encierra,
>e cuantas el mundo alaba; Y a todos nos hace iguales.
pues que todo se acaba,
'oda en esta vida dura. Al fin, mueren escribanos,
Alguaciles y ladrones,
uere el general constante, Médicos y cirujanos.
uere el grande y muere el chico, Abrid los ojos, mundanos,
íuere el pobre y muere el rico, No pequéis, que es gran locura;
¡1
r
esclavo y su señor, Y haced una conjetura:
muere el mundano amor, Que nos hemos de morir,
íustos, honores, caudales, Y que nos ha de cubrir
-os traidores y leales Una triste sepultura.
Anónimo. Pliego suelto. Valladolid, por Fernando Santaren, sin año de impre-
•ion.
- El señor León Mera en su Antología de Cantares del Pueblo Ecuatoriano trae
la copla.
itfada de esta vida dura, Y al cabo todos igua.
Fenecen bienes y males, Somos en la sepultura.
64 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

Gustos, honores, caudales, Pases derecho a lo eterno,


Mueren bienes temporales, Porque no sólo el enfermo
Todos por la misma suerte, Tiene la muerte cercana.
Porque en llegando la muerte,
Fallecen bienes y males. No faltará un accidente
Para matarnos con pausa,
Muere el galán más ufano O alguna contraria causa,
La dama más reluciente, Para morir de repente.
Muere el joven más valiente, ¡Qué casos tan afligentes!
Muere el corazón más sano, Cuando todo ande turbado,
Abrid los ojos cristianos, Me veré desamparado
No pequéis que esto es locura, De toditos mis amigos,
Esta es clara conjetura Y tan sólo de enemigos,
Que todos han de morir, Allí seré circulado.
Y que nos ha de cubrir
Una triste sepultura.
Me sacarán de mi lecho,
Al fin muere el abogado, En funesta procesión
Aguaciles y soplones, Y mudando de mansión,
Comisarios y ladrones, Será mi cuerpo deshecho.
Alcaldes y prebendados, ¿Y quién verá con despecho
Mueren solteros, casados, La gravedad de este asunto
Papas, Reyes, Cardenales, Cuando al tocar este punto,
Arzobispos, Generales, Hasta los Santos temieron,
Todos de morir no yerran, Cuando obligados se vieron
Y bajo un manto la tierra A descender al sepulcro?
A todos nos cubre iguales.

77 78
PIADOSO LECTOR Y AMIGO YO NO OIGO MISA NI REZO
Piadoso lector y amigo, Yo no oigo misa, ni rezo
Leyendo estás desengaños, Yo no quiero confesarme,
Tiende la vista a tus años Yo peco si me confieso,
Y mira cómo has vivido, Y es imposible salvarme.
No sea que estando dormido
En el lecho de tu cama, Yo sé que estando en pecado
De la noche a la mañana No me sirven ni me valen

(77) Estas décimas de la larga composición sobre el juicio particular de un


alrtia,^ figuran en el Cancionero de Catamarca N* 34; me fueron dictadas en "El
Galpón" por una niña Ibáñez, quien la había oído a un pariente suyo cantarla con
guitarra.
Aunque no agrega ni enmienda nada de la versión catamarqueña, la consigno
para que se vea la popularidad que tuvieron los trovadores en el siglo pasado, pues
la familia de esta niña me decía que oyeron decir que esta trova fué hecha por el
célebre cantor Domingo Díaz.
(78) Tomada del cuaderno de Dn. R. Matorras. En el Cancionero de Catamarca
N» 100, está esta misma glosa.
Es también poesía conventual; probablemente pertenezca al número de las sae-
tillas, divulgadas por los predicadores misioneros de la Orden Franciscana, que
evangelizaron desde principios de la conquista, con los jesuítas, hasta 1767 y des-
pués, solos, en Salta, Jujuy y Catamarca.
De la misma categoría de cantos y del mismo tema es esta saetilla que cita
D. Adolfo de Castro.
Confiésate, pecador, En la confesión callado.
Que cuando más descuidado En vano te confesaste
Puedes morir en pecado. Si algún pecado callaste.
Doblada condenación
Merecerá tu pecado B. de A. E. T. 42. Pág. XVI.
C AN C I ON ti KU f U f U L AK DE SALTA 65

¡o& bienes espirituales 79


?ara mí me están privados,
( estándome ellos vedados, UN LUCIDO REGIMIENTO
?or nada yo me confieso,
Un lucido regimiento
De modo que creo por eso
En la Gloria se ha formado.
Agradar a Dios así,
Dan por arma la oración
Con todo esto para mí
Y andan buscando soldado.
Fo no oigo misa ni rezo.

Dicen que la confesión De teniente va San Juan


Para el alma es un remedio, Al costado de su armada,
Pero ha de llevar primero San Diego, cabo de escuadra,
La buena preparación, San Miguel, de capitán,
Con dolor y contrición Cadete San Sebastián,
Ha de ser hecho el examen, San Andrés, habilitado,
Don la intención de enmendarse Va de valiente soldado
Y cumplir la penitencia, Ese lucero Domingo,
Y sin esta diligencia Ese regimiento lindo
En la Gloria se ha formado.
Yo no quiero confesarme.

Muchos sin preparación


Suelen irse confesando,
Y al mismo tiempo callando
Culpas en la confesión. 80
Para mayor perdición YO DIGO QUE NO HAY INFIERNO
Mantienen este tropiezo,
Van cometiendo un exceso, Yo digo que no hay infierno
Profanan la comunión, Ni misericordia en Dios,
A.SÍ por esta razón También digo que no hay cielo
Yo peco si me confieso. Tan fijo como el reloj.

Muchos madrugan al alba ¡Hombre, llora tus pecados ,


Dicen que se van a misa, Mira que no eres eterno,
Vuelven de\ camino a prisa, Allí como en el infierno
Dicen: la intención me valga, Se lamenta un condenado,
De este modo no se salva Un Jesús es agraviado,
Porque a Dios no es agradable Un serafín sempiterno,
Y el engañarlo no es dable Y también el Padre Eterno.
Porque bien lo sabe Dios. Eecuerda si estás dormido
Y si otro tanto hago yo, Que para un arrepentido
Es imposible salvarme. Yo digo que no hay infierno.

(79) Este fragmento de glosa me fué dictado por Dn. Justo P. Alemán
;n 1931.
En el Cancionero de Catamarca N» 36, hay una estrofa al parecer de este mis-
no canto.
En el Cancionero de Jujuy N» 19, está la glosa completa de la cual la décima
jue quí se inserta es la segunda del canto.
(80) Me fué dictada por Dn. Simeón Soto, en La Viña. No sé si vive aún,
>ero en 1930, cuando tuve la suerte de darme con él, era este hombre de 91 años,
m prodigio de memoria; jamás hombre alguno me ha dictado tantos cantos. Mu-
llios de ellos no se consignan en este cancionero, porque son versiones que no ofre-
en variantes a las anotadas con anterioridad.
El me dictó este canto; me sorprendió la diferencia de tono entre la cuarteta
' su glosa, pero me explico ahora, pues supongo que el autor de esta canción quiso
lámar la atención a los oyentes con esas negaciones rotundas. Igualmente sucede
son
r
las glosas 73 y 78. En los cancioneros españoles de poesías religiosas, he visto
arios casos semejantes.
i
66 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

Si vivís en el pecado Con suplicación y esmero,


Y no te separas de él, Vuelve a la gracia ligero.
En el tormento más cruel,
Allí serás condenado,
Vivirás desesperado También digo que no hay cielo.
En el tormento mayor,
Y dirás con tierna voz:
Hoy me separo del cielo, ¡Oh, mi buen Jesús, herido!
Ni espero tener consuelo Mi pecho de dolor se arde,
Ni misericordia en Dios. Porque nunca vuelve tarde
El que vive arrepentido.
Mira al que murió en la cruz, En el mundo distraído
Echa la culpa en olvido, Viví con pena veloz;
Porque fuisteis redimido Y mantengo en la memoria
Con la sangre de Jesús, Que El me tendrá en la Gloria
Pedile una eterna luz Tan fijo como un reloj.
DECLARACIONES, FINEZAS
Y JURAMENTOS
81 Que para mí te deseo
Como el pan de cada día.
A LAS SEIS T MEDIO DÍA
L las seis y medio día 82
' al golp'e de la oración,
res sin comparación AL SILENCIO DE LA NOCHE
orno el pan de caia día. Al silencio de la noche
:
Y a la luz de vuestra luna,
ajó un pintor de "El Oriente" Al dirigirme a tu casa
. retratar tu perscna Sentí que me daba la una.
ponerte una corona
orno a reina de la gente, Acompañaba mis pasos
u pelo y pulida frente, A los golpes de un reloj,
esas tus sienes, mi vida, Y al pisar en tus umbrales
tus hermosas mejillas Sentí que daban las dos.
ío hay dama que a tí te iguale,
'an sólo el sol cuando sale Recuerda, pues, vida mía,
L las seis y medio día. Si sabes querer tal vez
O si no desengáñame,
)e tu nariz tu hermosura Mira que ya dan las tres.
:' esos tus labios rosados,
T tus pechitos torneados En mi pecho apasionado
3on como hechos de escultura, Traigo mi bien, tu retrato,
Planta, brazos y cintura, Te suplico una esperanza,
fincante de mi afición, Mira que ya dan las cuatro.
Para mayor perfección
Te pareces a la luna Por último, vida mía,
üuando sale de su cuna Ya se ha callado el reloj,
1¿ golpe de la oración. Al estar en tus caricias
En las cinco se paró.
fa el pintor está parado,
>e le ha turbado el pincel,
Mee que no puede hacer 82 - a
Cse tu muslo agraciado, EN EL SILENCIO LA NOCHE
Más, mirándote al soslayo,
Tu línea es la perfección, En el silencio la noche
Talle, piernas y talón, Y a los claros de la luna,
1s un retrato tan bueno. Atienda vidita mía,
"orno la estrella de Venus Sienta que han dado la una.
Zres sin comparación.
Atienda vidita mía
Más lo mejor está en duda, A la hora del reloj,
¡f eso no se encontrará En el silencio la noche
Wuel que te igualará Sienta que han dado las dos.
\. tu retrato en pintura,
1.a fama de tu hermosura Atienda vidita mía
Sstará en Andalucía, Y no se duerma otra vez.
Esto te digo, alma mía, En el silencio la noche
Lo que en tu retrato veo Sienta que ya dan las tres.

(81) Del cuaderno del Sr. Matorras.


(82) En el Cancionero de Catamarca, hay una canción parecida en el N' 82.
(82 - a) Me fué dictada por Dn. Francisco Gutiérrez, de 53 años, en Amaicha
(Molinos), en 1930.
70 J ü A N A L F O N S O C A R R I Z O

83 El primero será ver,


P r e n d a que tanto deseo
ANTES QUE MUDE DE INTENTO Durmiendo en la cama estoy,
Antes que mude de intento, Siempre sueño que te veo.
F a l t a r á n al campo flores,
A los astros resplandores, El segundo será oir
Y estrellas al firmamento, Suspiros del corazón,
El sol m u d a r á de asiento Yo no sé por qué, bien mío,
Y el m a r quedará extinguido, Te tomé t a n t a afición.
Y en abismo sumergido
Dejará de a r d e r el fuego. El tercero será oler
P o r lo tanto yo te ruego Rico ramo de alhelí,
Que no me eches en olvido. Lo que t e encargo, bien mío,
Que no te olvides de mí.

84 El cuarto será gustar,


ATENCIÓN PIDO AL SILENCIO ¿Qué gusto podré tener
De ver mi querida prenda
Atención pido al silencio Ajena en otro poder?
Y al Bilencio la atención,
Con esta mi poca ciencia El quinto será palpar,
Voy a darle explicación. Venga mi bien, palparé

(83) Esta décima me fué dictada por Dn. José María Leguizamón, en la
Ciudad, en 1930.
(84) Me fué dictada en "Pampa Grande", Guachipas, por Dn. Manuel E. Tos-
cano, en 1930. Esta misma canción que ya figura en el Cancionero de Catwmarca
N* 68, está en Galicia, y la consigna el Sr. José Pérez Ballesteros en su Cancionero
Gallego así:
Cinco sentidos tenemos. O terceiro e o gustar:
todos-Ios necesitamos; qué gusto podía ter
olios ponemos en ti facerme verte chorar
cando ben nos namoramos. e facerme padecer.
O primero é o ver O cuarto e o ulir
a prenda que mais deseo; entre rosar d'o xardín
durmiendo estau n-a cama sólo por ti, los dama,
e sonando que te vexo. amei a San Serafín.
O segundo é - oir O quinto era o t o c a r . . .
suspiros d'o c .razón; —eso a tí non che conven—,
eu non sei de que maneira divirtete c'as tuas damas
che collín tal afición. c con muelleres de ben.
Fué obtenida en la parroquia de Aronza, partido judicial de Betanzos.
C. Gallego. T. 3'. Pág. 68.
El mismo investigador trae la canción en esta otra forma:
O primeiro qu'é o ver estando lonxe de tí
a prenda qu' en máis deseo sin te poder ir a ver.
soñando estóu dend'aquí El cuarto que es tocar
soñando estóu que a vexa. eu de eso nunca uséi,
O segundo qu'e o oir quero que un ce to sepa
latexar d'o corazón que nunca o miraréi.
pensó que pouquiño a pouco Ó quinto que é cheirar
lie vou tomando afición. as flores d'a tua horta
O terceiro qu'e gustar, primeiro que d'él me olvide
ben ves que non pode ser hanme chegar a ver morta.
C. Gallego. T. 2, Pág. 17.
La canción parece estar también en castellano en otra región española, pues
el Sr. R. Marín trae la copla inicial en el N<? 5989 de Cantos Populares Españoles.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 71

En esos brazos de flores 85


En ellos me arrojaré.
ATENCIÓN SEÑORES PIDO
¡Adiós, flor de una mañana!
;Adiós, luz de un bello día! ¡ Atención, señores, pido!
¡Adiós, mi pasión temprana! Para empezar a cantar,
1 Adiós, sol del alma mía! Porque quiero preguntar
Si es que alguno ha conocido
Hoy que me alejo por siempre, La prenda que yo he perdido,
Y no la puedo encontrar.
Te dejo como una historia,
Es una niña sin par,
Flores de mi amor ardiente, De mirada que fascina.
Que dedico a tu memoria. Para hacerla más divina
Tiene en la cara un lunar.
84-a
Es una niña trigueña
CINCO SENTIDOS TENEMOS Con ojos grandes y bellos,
De renegrido cabello
Cinco sentidos tenemos, Y de boquita risueña,
Todos los necesitamos, Tiene nariz aguileña,
Y a los cinco los perdemos Lindo modo de tratar,
Cuando nos enamoramos. Elegancia al caminar
Y en sus palabras dulzura.
El primero será ver Para aumentar su lindura
Prenda que tanto deseo Tiene en la cara un lunar.
Durmiendo en la cama estoy,
Siempre sueño que te veo. Lleva una cinta azulina
Pendiente en la cabellera,
El segundo será oír La batita y la pollera
Suspiros del corazón, Es verde de seda fina.
Yo no sé de qué manera Su media de muselina
Te tomé tanta afición. Y zapatos que al pisar
La vereda quiere hablar
El tercero será oler Al saber que son de ella,
Rico ramo de alhelí, Y para hacerla más bella
Lo que te encargo bien mío, Tiene en la cara un lunar.
Que no te olvides de mí.
En fin, señores, termino,
El cuarto será gustar Todas las señas les di
¿Qué gusto puedo tener, De la prenda que perdí,
A.1 ver a mi cara prenda Por capricho del destino.
En tan ajeno poder? A solas sigo el camino
Buscándola sin cesar,
El quinto será palpar, Más si la llego a encontrar,
Vení, mi bien, palparé, Les juro que de alegría,
Y en esos brazos de flores, A besos le arrancaría
En ellos me abrazaré. De la cara ese lunar.

(84 - a) Me fué dictada en "El Pucará" por el Sr. Nicanor Diez, en 1930.
(85) Me fué dictada en Chicoana, en 1930. Aunque este sistema de glosar
jea tan viejo en la literatura española, como el otro usado por nuestros cantores,
no creo que la composición sea de data antigua. Me parece reciente, quizás de prin-
:ipio del siglo actual, época en que las señoras llevaban batas y las medias de
nuselina eran artículos de lujo.
72 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

86 86-a
A TU VENTANA HE LLEGADO A TU VENTANA HE LLEGADO
A tu ventana he llegado A tu ventana he llegado,
Vengo a turbar tu reposo Vengo a turbar tu reposo
Con el eco quejumbroso Con el eco quejumbroso
De un amante apasionado. De un amante apasionado,
Temo te halla despertado Tal vez te habré despertado
De ese sueño encantador, De este sueño encantador,
Siento y no tengo valor Siento y no tengo valor
De retirarme en seguida, De retirarme en seguida,
Perdona, prenda querida, Perdona, prenda querida,
Este triste trovador. A este triste trovador.

Quizás que en este momento, Quizás que en este momento


En tu ventura soñabas En tus delicias soñabas,
Y mi voz te despertaba, Y mi voz te despertaba,
Dueña de mi pensamiento. Niña de mi pensamiento,
Perdona el atrevimiento Perdona el atrevimiento
De haber venido a turbar De haber venido a turbar
Ese sueño virginal, Ese sueño virginal,
Donde una dicha futura Donde la dicha futura
Encierra tanta ventura Encierra tanta ventura
Que se pierde al despertar. Que se pierde al despertar.

Los pajarillos al alba, Los pajarillos al alba


Alegres eus nidos dejan Alegres sus nidos dejan,
Mientras yo al pié de tu reja Mientras yo al pié de tu reja
Canto las penas de mi alma. Canto las penas de mi alma,
En estas horas de calma En esas hcras de calma
De una noche placentera. De la noche placentera,
A tu ventana hechicera A tu ventana hechicera
Vengo con voz dolorida Vengo con voz dolorida
Para decirte, querida, Para decirte, querida,
Cuánto mi amor te venera. Cuánto mi amor te venera.

Perdonarás, dulce encanto, 87


Ya que tu sueño turbé,
BIEN SE QUE DORMIDA ESTAS
Perdona, que todo fué
De un pecho herido el quebranto, Bien sé que dormida estás,
Una gota de mi llanto Pero a recordarte vengo,
En tu reja encontrarás, Para que sepas, mi cielo,
Y mañana, cuando veas, Que tu amor me quita el sueño.
Y el sol alumbre tus rejas,
Mirarás que aquí te deja A deshora de la noche
Mi amor todo su pesar. Salgo con el instrumento,

(86) La tomé del cuaderno de Dn. Ventura Sarmiento. Cuando una canción
no está en glosa, principalmente entre las amatorias, es de sospechar que sea de
data reciente y del Litoral; los viejos cantores del norte usaban las décimas atadas,
las glosas.
(86 - a) Dictada por Dn. Ezequiel Alemán, en "El Galpón" (Metan), en 1931.
(87) Del cuaderno del Sr. Matorras.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 73

Priva del sueño, no duermas, Los padecimientos todos


3ye mis tristes lamentos. Que tu cielo me atormentan,
Haré empeño de buscarlos
Pon atención a las cuerdas, Para que más permanezcan.
Oye mi triste concierto,
Porque no es dable que duermas, 89
Andando por tí despierto.
CIEGO QUISIERA HABER SIDO
A fe que si tú pagaras
A mi amorosa pasión, Ciego quisiera haber sido,
No te hallaras tan dormida Mi vida, para no verte,
Sino en vela como yo. Porque de verte me nace
La inclinación a quererte.
Pues mi constancia amorosa,
Que vigilante padezca La inclinación a quererte
Por tu amor mientras tú duermes Me tiene fuera de mí,
Sin que un alivio merezca. Yo te adoro sin hablarte
Desde el día en que te vi.
El que te canta soy yo,
La que m<í dicta es el alma, Desde el día en que te vi,
El que te quiere y te estima, En tí puse mi afición
Bien sabes cómo se llama. Mostrándote por los suelos
A mi triste corazón.
88
CAUTIVO TUYO MI BIEN A mi triste corazón
No le pagues mal su amor,
Cautivo tuyo, mi bien, Mira que se ha de perder
He de ser mientras yo viva, Si más dura tu rigor.
Y todos han de tener
De mi cautiverio envidia. Si más dura tu rigor
Buscaré por donde verte,
Siendo tu pecho la cárcel Ablanda ese duro pecho,
De mi prisión venturosa, Mi bien, déjame quererte.
Glorias serán los pesares,
Y mi suerte muy dichosa.
89 - a
Como vuestros brazos sean CIEGO QUISIERA HABER SIDO
Las cadenas que me oprimen,
No habrá mal que me atormente Ciego quisiera haber sido
Ni tormento que me aflija. Mi vida para no verte,
Porque de verte me nace
Si en lo posible el penar La inclinación a quererte.
Se junta con el vivir,
Haré la prueba de amarte, La inclinación a quererte
Eubricaré con sufrir. Me tiene fuera de mí,

(88) De "El cuadernillo manuscrito anónimo". (En adelante C. M. A.)


(89) Me fué dictada por Dn. José María Leguizamón, en la ciudad, en 1928.
El Sr. Ramón A. Laval, en su Folklore de Carahue, trae la copla inicial, lo
cual me hace suponer que también en Chile se cantaba esta canción encadenada,
como llama Díaz Renjifo en su Arte Poético a este género de composiciones, en las
que el ultimo verso de una estrofa es el primero de la subsiguiente.
El Sr. Laval trae la copla así:
Ciego quisiera haber sido,
mi vida, para no verte,
porque de verte me nace
la inclinación de quererte.
F. de Carahue. Pág. 102-6.
(89 - a) Del cuaderno del Sr. Matorras.
74 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

Pues te adoro sin hablarte, Para Vd. rindo primero


Desde la hora en que te vi. Mi afecto que es nacional.
A su generosidad
Desde la hora en que te vi Le ayudaré en sentimiento,
En tí puse mi afición, Muy vigilante y atento.
Postrándose por los suelos Y serviré a vuecelencia
Este humilde corazón. Con cordura y con prudencia,
Con el mayor rendimiento.
A este humilde corazón
No le pagues mal su amor,
Porque temo que se pierda
Si más dura tu rigor. 92
Hasta el alma tengo triste CON EL NAIPE DE TU AMOR
Y abatido el corazón,
Porque tengo una pasión Con el naipe de tu amor
Que a todas horas me asiste. Mi bien, quisiera jugar,
Hoy me quiero desquitar,
90 Me has ganado el corazón.
Juguemos al truquiflor
COMO ÁRBOL MARCHITO ESTOY Por ser el juego más fuerte,
Mano a mano quiero verte
Como árbol marchito estoy
Para ver mi desengaño,
Cuando no te puedo ver,
Con el riegc de tu vista Por ver si pierdo o te gano,
Volveré a reverdecer. Que hoy comienzo a pretenderte.

A la biscamabra jugara
Volveré a reverdecer
Mi vida, si tu quisieras.
Si tú me das un consuelo,
Por bien empleado lo diera
Que para mí tus palabras
Mi vida, si me ganara,
Son un rocío del cielo.
r Diez puntos te regalara
'Aunque acuses las cuarenta,
Son un rocío del cielo En mi punto no hay ni treinta,
Y las espero muriendo, Bien conozco que me ganas,
Que no es vida sino muerte Como veo que te afanas
La vida que estoy viviendo. Me gusta que estés contenta.
91 A redondillas juguemos,
COAT EL MAYOR RENDIMIENTO Envídame tu primero
Para decir que te quiero
Con el mayor rendimiento Con toda el alma y la vida,
Y la mejor cortesía, Tan sólo con relancina
Haré esta letra presente O con primera me matas
Para saludar a Usía. Más como eres tan ingrata,
Tú para ganarme a mí
A Usía quiero saludar Como yo te gane el sí
Como hablar a lo postrero, Aunque me ganes la plata.

(90) La oí a un guitarrero, en Chicoana.


(91) Me fué dictada en La Viña, por Don Simeón Soto, en 1930. No sé a quién
pueda haberle dedicado el autor esta canción.
(92) Tomada del cuaderno del Sr. Matorras. El tema no es nuevo en la lite-
ratura española, ya en «1 Romancero General de Duran T. 2*, N' 1720, figura un
romance de un tahúr que juega con una dama.
Bisambra: Es el juego llamado brisca. En el Perú se dice briscan (Segovia).
Redondillas: En el sentido en que está usada esta voz parece indicar el nombre
de un juego de naipes.
CANCIONEko r o r u LA R DE SALTA 75

Considera que el que pierde Y mostrarte ¡a pasión


Ha de buscar el desquite, Que yo te tengo, alma mía.
Entonces lo verás triste Mi vida vas acabando
Hasta encontrar lo que quiere. Y así me vas aumentando
Más, si qué jugar no tiene, Más y más la voluntad,
Lo verás desesperar, Ya que sólo tu deidad
Allí lo verás estar Vivo en de veras amando.
Llorando su mala suerte.
Tan sólo por merecer^
Quiero dejarme gana\. 93 - a
DESDE EL DÍA EN QUE TE VI
93 Desde el día en que te vi
Quedé de tu amor prendado.
CONSUELO DE MI ESPERANZA
Y hoy me has puesto en tal estado
¡Consuelo de mi esperanza, Que no pienso más que en tí.
Deleite de mi placer! ]Ay, infeliz, ay de mí!
Tu dueño pretendo ser Que a todo tengo receio,
Buscando al tiempo bonanza, Y sin razón me desvelo
Sin que me quepa mudanza, Discurriendo entre sonrojos
A tus pies me he de rendir Y le niegas a mis ojos
Hasta conseguir el sí La hermosa luz de tu cielo.
De tus labios reducidos,
Hoy me hallo sin sentido Mi bien, no es ponderación
Desde el día en que te vi. Si yo te quiero decir
Que dejaré de vivir
Desde el día en quj> t'e vi, Por darte mi corazón.
De tu amor quedé prendado, Esta amorosa pasión
l me ha puesto e\ tal estado La vida me va costando
Que no pienso má? q u e en tí. Porque se va acrecentando
iAy, infeliz; ay d* m í ; Para tí mi voluntad,
Que ya de todo recelo, Que tan sólo tu deidad
Y con razón me desvelo Vivo en de veras pensando.
A causa de tus Sonrojos,
Quieren negarme tus ojos Lo que más me martiriza
La hermosa luz de tu cielo. Es, mi bien, el no saber
Si me has sabido querer.
VI fin, reluciente aurora, El saberlo me precisa,
t*or tí padeciendo vivo, Porque el corazón me avisa
Cárcel donde fui cautivo Que tú me estás engañando.
Para adorarte a toda hora, Y si me estás dilatando
í i corazón triste llora, Ya sabes lo que pretendo.
r
mi alma en Confuso anhelo Si he de vivir padeciendo
'e pregunta, humoso cielo, Quiero saber hasta cuándo.
)ueña de mi corazón,
Por qué causa 0 qué razón, 94
Me dilatas el consuelo?
CUANDO EL MUNDO SE ACABARE
Ai bien, no es ponderación Cuando él mundo se acabare
Lo que te voy a decir, Y él sol mude resplandor,
Que yo deseo vivir Yo te dejaré de amar
Para darte el corazón Si deja de haber amor.

(93) Me fué dictada en "Pampa Grande", Guachipas, en 1931.


(93 - a) Del cuaderno de Don Ventura Sarmiento.
(94) Del cuaderno de Don Rodolfo Matorras.
76 3 U A N A L F O N S O C A R R I Z O

Cuando I03 astros del cielo 95


De uno en uno se cayeran
Y a mí la muerte me dieran, CUANDO EN EL SEPULCRO ESTE
Cesaría todo mi anhelo, Cuando en él sepulcro esté
Vestido de un triste duelo Donde los muertos están,
Cambiando el mundo en pesar. Dejaré de ser de Vd.
Cuando el juicio universal Falleciendo yo en mi afán.
La vida me arrebatare
Y ni en cenizas quedare Cuando el suelo brote estrellas
Sólo así no te amaré. Y el cielo te pueda arar,
Tan solo te olvidaré Cuando del centro del mar
Cuando el mundo se acabare. Salgan rayos y centellas,
Te he de amar a pesar de ellas,
Cuando la ley de Cupido Aunque perezca mi fé;
Se niegue a mi pecho amante, Esta es la razón por qué
Dejaré de ser constante Muerto dejaré de amar.
Como tengo prometido, Así te podré olvidar
Y si en mí vez un querido Cuando en el sepulcro esté.
Que colme el gusto a tu amor
Reinarás preciosa flor, Cuando los árboles canten
Y de mí serás querida Y arraiguen los pajaritos
Hasta que pierda la vida Y las piedras dando gritos
Y el sol mude resplandor. Todas ellas se levanten,
Y los fierros se quebranten
Cuando la furiosa mar Con las aguas de un volcán.
Se ensoberbezca en su centro, Cuando violento huracán
Cuando el aire turbulento De la vida me privara,
Estorbe la luz del sol, Así sólo te olvidara
Y con hervoroso ardor Donde los muertos están.
Quieran las piedras bramar.
Tal vez te pueda olvidar Cuando en las aguas se escriba
Cuando se extinga mi vida, Y en el papel naden peces,
Sólo así, prenda querida, Cuando de años se hagan meses
Yo te dejaré de amar. Y la muerte se haga vida.
Cuando el aire hablando diga
Cuando la mar de repente Que el mar se muere de sed
Se troque en los altos montes Y que puede perecer
Y los claros horizontes Aunque del cielo le llueva.
Nieguen la luz al viviente; Cuando todo esto suceda
Y cuando en el fuego ardiente Dejaré de ser de Vd.
Me abrasara con furor,
Consumiéndome el dolor, Cuando una veloz corriente
Sólo así no te amaré Retroceda y ee desvíe,
Pues sólo te olvidaré Cuando el fuego nos enfríe
Si deja de haber amor. Y la nieve nos caliente,

(95) Del cuaderno del Sr. Matorras. Pocos cantos son tan populares como éste;
figura en el Cancionero de Catamarca N? 408, Cancionero de Jujuy No 23 y en el
Cancionero Bonaerense de Lynch. Pág. 19.
El tema de los imposibles, ha sido tratado en coplas populares también:
Cuando las piedras den voces Cando as pedras deren gritos
Y el sol pare de correr, Y-o sol parare d'andar,
Y el agua del mar se acabe, E a mar non tivere augua
Yo entonces te olvidaré. Heime de tí d'apartar.
A. Sevüla. 940. C. Gallego. T. 1*. Pág. 11. N» 18.
CANCIÓN E T? n POPULAR D E SALTA 77

Cuando el sol vuelva a su oriente De mi sepulcro un letrero


Y el mar descubra su plan Con renglones verdaderos,
Uon otras cosas que van Como que he sabido amarte.
Causando más novedad,
Dejaré de ser de Vd.
Falleciendo yo en mi afán. 97
CUANDO SEPAS PRENDA AMADA
96
Cuando sepa, prenda amada,
CUANDO OIGAS DECIR MI VIDA Que la existencia he perdido
Y en el sepulcro ya hundido
Cuando oigas decir, mi vidg. Mi inerme cuerpo reposa,
Que mi cuerpo es un ciifóveV) Sabrás que bajé a la fosa
Dirás, prenda apetecida, Pensando en quien tanto amé.
?e acabó un a m a n t e estable, Pero si el destino fué
Que nunca me fij¿ variable Sufrir esta desventura,
Cuando conmigo existió; En la humilde sepultura
Te pido que digí,,3 Vos, Mi amor te consagraré.
Lo siento y lo l i e de sentir,
Y llorando has de decir: Si hay después de muerto, amor,
Quien me amaba, se acabó. Después de cadáver yerto,
Aunque esté en polvo disuelto
Bien sabes, cielo adorado, Te amaré con más fervor,
Cuándo debes de llorar, Pues mi alma con su esplendor
Cuando me veas colocar Tu existencia alumbrará.
dentro de un sepulcro helado La memoria existirá
Dirás con llanto angustiado: De quien amó en este mundo,
5e acabó quien me quería, Porque de mi amor fecundo
3e acabó quien me decía El recuerdo_vivirá.
Jue no me había de olvidar.
Sntonces podrás llorar, Tu corazón algún día
Regalada prenda mía. Has de sentir palpitar,
Y de abatido pesar
Tú sabes, cielo querido, O de dicha y alegría.
}ue faltando mi existencia Será la memoria mía
Je acaban correspondencias Que en tu pecho ha de vivir
Jue en este mundo han habido, Y nunca podrás destruir
"ambién, mi bien, es sabido, Ese recuerdo sagrado
lúe ni a vos he de llorarte, Que en tu corazón grabado
'orque ya no podré amarte En tu pecho ha de existir.
Sn este mundo por cierto,
'ero si mi alma no ha muerto Puedes, con seguridad,
•ío dejaré de adorarte. Gozar de mi amor en calma,
Porque yo con toda mi alma
Cuando la parca, al momento Te amaré en la eternidad.
/enga y me quite la vida, De mi amor la intensidad
ío importa, prenda querida, Sentirás a cada instante,
aunque me falte el aliento, Y si en vida fui constante,
Jon amor aún más violento Jamás morirá mi fé,
Procuraré el adorarte Si en polvo me volveré
iT pondré en alguna parte Seré polvo y siempre amante.

(96) Del cuaderno del Sr. Matorras. Cancionero de Catamarca, N* 58.


(97) Del cuaderno del Sr. Matorras.
78 J U A N A L F i N S O C A R R I Z O

98 Y suspiro tristemente
Al mirar que inútilmente,
EN VANO TE ESTOY MIRANDO Por tí sufre el alma mía,
En vano te estoy mirando Tal vez sepas algún día
Cara a cara y frente a frente, Lo que mi corazón siente.
Y no te puedo decir
Lo que mi corazón siente. 98 • a
DE BALDE TE ESTOY MIRANDO
Tú eres la preciosa flor
Que entre mil se alza triunfante, De balde te estoy mirando
Tú eres la flor más fragante. Cara a cara y frente a frente,
Más bella por su color, Y no te puedo decir
Yo, pequeño picaflor Lo que mi corazón siente.
A tu alrededor volando
Y eternamente anhelando Eres la preciosa flor
Hasta tu cáliz llegar, Que entre mil se alza triunfante,
Y no te puedo alcanzar, Por su aroma más fragante,
En vano te estoy mirando. Más bella por su color.
Yo soy triste picaflor
Tú eres luz esplendorosa Que a tu alrededor volando
Que al que te mira enceguese, Va eternamente anhelando
Tu bella sombra parece Hasta tu cáliz llegar.
La estrella más luminosa; Más no te puedo alcanzar,
Yo, ligera mariposa, De balde te estoy mirando.
Quiero en ella febricente,
Consumirme de repente, Eres luz esplendorosa,
Pero no ha de ser así, El que te mira enceguece,
Aunque me encuentre de tí Y ante tí, sombra parece
Cara a cara y frente a frente. La estrella más luminosa;
Yo, ligera mariposa,
Tú eres la hermosa sirena Quiero en ella febricente
Que con su canto enamora Consumirme de repente,
De sonrisa seductora Más no puede ser así,
Y mirada que enajena; Aunque me encuentro de tí
Tú, mujer de encantos llena, Cara a cara, frente a frente.
No sabes lo que es sufrir.
Sin poderlo resistir Eres la htrmosa sirena
Lloro perdida la calma, Que con su canto enamora,
Pero lo que siente mi alma De sonrisa seductora,
Yo no te puedo decir. De mirada que enajena,
Tú, mujer de encantos llena,
Tú eres el ángel divino No sabes lo que es sufrir
Que allá en la imaginación Sin poderlo resistir
Ha forjado la ilusión Lloro perdida la calma,
Que endulzará mi destino, Pero lo que siente mi alma
Hoy te encuentro en mi camino Yo no te puedo decir.

(9b) Del cuaderno de Don Pedro P Padilla de "La Selva", Metan.


La copla inicial es española.
También es popular en Chile.
Desde aquí te estoy mirando, Desde aquí te estoy mirando,
Cara a cara y frente a frente, Cara a cara, frente a frente,
Y no te puedo decir ¡Quién te pudiera decir
Lo que mi corazón siente. Las penas que mi alma siente!
R. M. 173 R. A. Laval. 102-6-2.
(98-a) Del cuaderno del Sr. Matorras.
ANCIONEIRO POPULAR DE SAI, JA 79

res el ángel divino 99


ue allá en la imaginación,
a formado la ilusión DE LOS JARDINES DE DIANA
ae endulzará mi destino, De los jardines de Diana
oy te encuentro en mi camino Cinco flores le traeré,
suspiro tristemente Azucena y margarita,
l mirar que inútilmente Rosa, jazmín y clavel.
ye tí sufre el alma mía,
il vez sepas algún día Le traeré un lindo jilguero
i que mi corazón siente. Que cante por las mañanas
Para su divertimiento,
98-b De los jardines de Diana.

DE BALDE TE E§TOY MIRANDO


3 balde te estoy mirando También le traeré una jarra
ira a cara y frente a frente, Si acaso la necesita,
no te puedo decir Para que tenga en su casa
> 'que mi corazón siente, Azucena y margarita.

res la preciosa flor


le entre mil se halla triunfante, 100
>r su aroma más fragante,
DE SAN AGUSTÍN LA PLUMA
is bella por su color;
> soy triste picaflor De San Agustín la pluma,
le a tu alrededor volando De Carlos V el poder,
í eternamente anhelando De un rey David la fortuna,
asta tu cáliz llegar, De un Salomón el saber.
as no te puedo alcanzar
i balde le estoy mirando. Quisiera con dulce anhelo
Tener un sonoro canto
res la hermosa sirena Para poderle cantar,
le con su canto enamora, En el día de su santo.
i sonrisa seductora, Para su mayor encanto
; mirada que enajena, Cantaré sus díaa, en suma.
i, mujer de encantos llena, Para que no se apersuma,
3 sabes lo que es sufrir, Le venimos a cantar,
n poderlo resistir Al mismo tiempo a dejar
evo perdida la calma, De San Agustín la pluma.
jro lo qu« siente mi alma
) no te puedo decir. Arpas, trompas y violines
Traer quisiera a su casa,
res el ángel divino Aunque de fortuna escasa
íe allá en la imaginación Cantarían los querubines
a, formado la ilusión Angeles y serafines.
íe endulzará mi destino, A todos quisiera ver
oy te encuentro en mi camino Cumpliráse su placer,
suspiro tristemente, Si lo diera por hazaña,
ues yo sé que inútilmente Y la corona de España
or tí sufre el alma mía, De Carlos V el poder.
al vez sepas algún día
o que mi corazón siente.

(98-b) Dictado por Don Juan Antonio Saravia.


(99) Dictado por Don Gregorio Alderete, en Molinos, en 1930.
(100) Dictado por Don Simeón Soto, La Viña, en 1930.
Apersuma: No sé qué querrá decir.
80 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

101 Después que aprendí el Cristo


Me puse a deletrear,
DESDE QUE TE VI TE QUISE Y a mi amada la divierto
Desde que te vi te quise, Cantándola el b, á.
Y desde entonces te amé,
Mi corazón sobre el tuyo B,a vení para acá.
Como flor lo deshojé. B,e yo me acercaré,
B,i si me quieres di,
B,o no me digas que no,
En fin, mi vida es tan triste, B,u de mi afecto eres tú,
Que sin tí no puedo estar, Ba, be, bi, bo, bu,
Tan solamente en llorar De mi afecto eres tú.
Paso las horas del día,
¡Ven en mi ayuda, alma mis! 103
Ya que tan firme te amé,
Ya que mi amor te entregué EL LUNES AMANECIÓ
Y que por amarte tanto.
Mi corazón en quebranto El lunes amaneció
Como flor lo deshojé. Para mí brillante el día,
Me encontré con el lucero
102 Que andaba en ausencias mía,
DESDE QUE TE VI COVIS
Que andaba en ausencias mía,
Desde que te vi Covís, Por ser el caso forzoso
Al punto te empecé a amar, ¿Dónde está que no me alumbra
Y el Cristo de mis ansias El lucero de tus ojos?
Te lo voy a cantar.
El lucero de tus ojos
Cristo, a, b ; c, Hoy me tiene de esta suerte,
El verte y el amarte He de pagar con la vida
Sólo un momento fué. Si no llego a merecerte.
D, e, f, g.
En tus brazos, vida mía, Si merecerte pudiera,
En tus brazos moriré. No hallara donde ponerte
En mis brazos te pusiera,
H, i, j , k. Dicha fuera merecerte.
Otra que yo más quisiera
En el mundo no la habrá.
104
L, m, n, o.
A tí te rirdo gustoso EL LUNES POR UN INSTANTE
Mis glorias y mi amor.
El lunes por un instante,
R. s, z, y, El hablar con tí quería,
A tí me rindo gustoso Para decirte mis penas
Mis glorias son para tí. Por quién lloro noche y día.

(101) Esta décima de una glosa, la última, como se ve, me fué dictada en
Guachipas, en 1930. La cuarteta inicial la recogí también en Jujuy copla N* 2524.
(102) Me la dictó una señora en "Talapampa", Guachipas, en 1930.
Probablemente es ésta una letrilla del siglo pasado, cuando aun se enseñaba
el alfabeto y la lectura en general, con el principio este: Cristus. a, b, c.
La señora Colomba D. de Bidondo, en Jujuy, sabía también esta letrilla y
me dijo que era popular en Jujuy allá por 1880.
(103) Estas cuartetas encadenadas las oí a un guitarrero en Cafayate en
1930. La primera estrofa está en el Cancionero de Catarnarca N» 81.
(104) Me fué dictada por Don Benito Lanosa, en la estancia "El Cóndor",
Rosario de la Frontera, en 1931.
Composición análoga figura en el Cancionero de Cat. N' 81.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 81

El martes también diré, Y sólo vi que la rosa


Por ser día desgraciado, En un punto te ganaba,
Porque mi amor se ausentó El color no desmayaba,
Por un tiempo dilatado. Más luego el sol la marchita,
Lo que a tí jamás te quita
Miércoles, para otras tierras, Y te llevas la victoria.
Vide correr una nube; El quererte sea mi gloria
Qué gusto pude tener De mirarte, margarita.
Cuando consuelo no tuve.
Hice un ramo de claveles,
El jueves recién sentí, De azucenas y jazmines,
Y le lloraba a la ausencia, De violetas y espolines,
Qué gusto podía tener Amapolas y laureles,
Sin hallarme en su presencia. Retamas y lirios crueles,
Tacones, azahar del bueno,
El viernes amanecí Y quedó el ramo tan pleno,
Que parecía un encanto, No se podía mejorar,
Si no fueras tan ingrata, En señas de voluntad
No me hicieras sufrir tanto. Yo te elegí para dueña.
El sábado reducí
Toda mi pena y mi gloria, El jardinero de amor
Los trabajos que me distes Que cultiva con empeño
Los borré de mi memoria. Cuando viene a ser el dueño
De su trabajo y sudor,
Ei domingo amanecí Siempre alcanza alguna flor
Que era tcdo una hermosura, Que el tiempo no la marchita,
Teniendo mi dicha cerca Muestra el fruto a su vidita.
Y mi prendita segura. Y también con arrogancia
Quiero mostrar la constancia
De mi pecho, margarita.
105
EN EL JARDÍN MAS AMENO
106
En el jardín más ameno,
De mirarte tan bonita, EN EL PALACIO MAS BELLO
Yo te elegí para dueña
De mi pecho, margarita. En el palacio más bello
Eres lucero brillante
Y clavel apetecido
Fué tan grande mi pasión,
Del jardín más elegante.
Sin declarar mi sentir,
Que me puse a discurrir
Cómo lograr la ocasión Eres de luna el reflejo,
De tener introducción, Eres bello sol del cielo,
En tu cielo siendo ajeno, De mi tristeza consuelo,
Pero al fin hallé lo bueno De la noche oscura, espejo
Cuando menos lo esperaba. Resplandeciente de lejos,
Decirte lo que pensaba Hilo de oro tus cabellos,
En el jardín más ameno. Que yo me muero por ellos
Aunque por necio me acusen,
Entre las flores buscaba Son señales que dan luces
Si hallaba otra más hermosa En el palacio más bello.

(105) Tomada del cuaderno de Don Ventura Sarmiento. Don R. Matorras la


mó igualmente de ese mismo cuaderno, según me dijo el Sr. Sarmiento.
Bobo: Es el sauce llorón (Ciro Bayo).
(106) Del cuaderno de Don Ventura Sarmiento.
6
82 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

Vivo tan apasionado Hoy le vengo a preguntar


De su hermosura, señora, Con un amor suficiente,
Que es tan linda como aurora, Me ha tratado de olvidar,
Más bella que el sol dorado; Doile que mi amor es leal
No sé si vivo engañado Que ni a morir me resuelvo
Con tu risueño semblante, Hoy con mayor ansias vuelvo
Tus ojos son dos diamantes Vengo y los hallo dormido,
Y mi pasión te asegura Aunque con amor rendido
Que para la noche oscura Hoy por ser constante vuelvo.
Eres lucero brillante.

La amo con una pasión


Y con tal amor la adoro,
Que le diera todo el oro 108
Con todo mi corazón; EN ESTA MI SENCILLEZ
Si oro tuviera en montón,
Todo suyo hubiera sido, En esta mi sencillez
Más, soy un pobre abatido, Eres mi prenda adorada
No tengo fama ni honores, Te pregunto si podré
Vd. es lirio entre las flores Gozar de ti, bella amada.
Y clavel apetecido.
Todo lo que pueda haré
Al fin, perla guarnecida Si el gozarte me permites,
De mil rubíes y esmeraldas, En todo lo que me cites
Que el sol mismo no la iguala Yo me sacrificaré.
Su belleza esclarecida. Secreto de tu honradez,
Es suya toda mi vida, Yo, haciendo ver lo cortés,
Quiero halagarla bastante, Nadie se ha de figurar
Yo quiero que se levante Que de ti llegue a gozar
Como la más alta estrella, En esta mi sencillez.
Vd. es la rosa más bella
Del jardín más elegante. Si de tí llego a gozar,
Me portaré muy decente,
Y así delante de gente
107 No te sabré conversar;
EN EL RETIRO ANDI ESTADO Así te sabré tratar
Como niña delicada,
En el retiro andi estado, Como señorita honrada
Hoy por ser constante vuelvo, Te solicitaré así
Vengo a hacerle un gran recuerdo, Para no dar a decir
Aunque de mí se ha olvidado. Eres mi prenda adorada.
Aunque la mala fortuna El no de tí no quisiera,
Me haiga batido en el día, Porque si llega este caso,
Pero la constancia mía Ha de ser como un balazo
Es mejor que una escritura, Que en mi pecho recibiera,
Sabrás que vuestra hermosura Y no permitas que muera.
Hoy me tiene dislocado, Si tú me niegas la entrada,
Aún cuando se haigan trocado A mi voluntad probada,
Por otras recesas glorias, Quisiera que tú la vieras,
De mí no habrá hecho memoria Que sólo así consiguiera
En el retiro andi estado. Gozar de tí, bella amada.

(107) Dictada por Don Simeón Soto, La Viña, en 1930. Recesas: terminadas,
caducadas. Doile que: por, dado que. En este sentido, es voz muy usada en el norte
del país.
(108) Del cuaderno del Sr. Matorras.
CANCIONERO r OF UL A R DE SALTA 83

inalmente, vida mía, Hago esta letra al morir,


ue ocultemos nuestro amor, Para que de mí se acuerden
e nace del corazón Los que amorosos pretenden
has de ser mi dueña un día, Por una deidad gemir,
¡ras toda mi alegría Voy a dejar de existir
yo tu esclavo seré, Y también voy a dejar
empre a tu lado estaré De mi muerte un ejemplar,
'.ultando mi pasión, Para que conozca el mundo
n todo mi corazón Que no hay dolor más profundo
! pregunto si pcidré. Que un mal pago a tanto amar.

109 110
ENFERMO DE UNA PASIÓN ENFERMO ESTOY NO SE COMO
ifermo de una pasión Enfermo estoy, no sé cómo,
i encuentro en este desierto, Nacido de un no sé qué,
mde ordeno que si muerto Sanaré yo bien sé cuando,
e hallan alguna ocasión, Si me cura quien yo sé.
jgistren mi corazón,
en él escrito hallarán Tan amargamente lloro
n amor en que verán Y me pongo a contemplar
\ constancia de un amante, Si podré algún día llegar
que hasta el postrer instante Al consuelo que yo adoro.
ipo querer y adorar. Tanta es la piedad que imploro,
Tanto el veneno que tomo,
alguno, de mi cabeza Que siento en el alma un plomo
•'ciera su anatomía, Sin saber mi mal cuál es,
icontrarían todavía Así de esta suerte, pues,
iiestras de alguna tristeza, Enfermo esto>y, no sé cómo.
íe por amar con fineza
lé infamemente agraviado, Yo jamás podré decir
>serven bien con cuidado Quién me causó este quebranto,
is huellas del sufrimiento Pero veo que peno tanto
guarden para escarmiento En este triste existir,
combros de un desgraciado. Que más bien quiero morir,
Porque así descansaré,
para mayor ternura Solamente sanaré
y a dejar ordenado De este mal que estoy sufriendo,
e después que esté enterrado Que va cada vez corriendo
t yan a mi sepultura,
Nacido de un no sé qué.
:aminen con cordura
i epitafio funesto, Yo bien puedo asegurar,
íe sobre mí hallarán puesto, Doliéndome de tal modo,
imedecido con llanto, Que no sanaré del todo
si en vida lloré tanto, Si no me viene a curar,
unbién lloro estando muerto. La que sin ningún pesar

(109) Del cuaderno del Sr. Matorras.


(110) Del cuaderno del Sr. Matorras. En España hay estas dos versiones de la
larteta inicial:
> me muero no sé cómo Tengo un dolor no sé dónde
mi mal es no sé qué, Nacido de no sé qué,
> sanaré bien sé cuándo Sanaré yo no sé cuando
me cura quien yo sé. Si me cura no sé quién.
L. T. 2». Pág. 111-2. R. M. N' 1671.
84 J U A N A L F O N S O C A R R I Z

Me tiene en rigor penando, Porque no hallo la ocasión;


Y cada vez aumentando Testigo es mi corazón,
El daño que me ha causado, Porque me ayuda a llorar,
Y exclamo desconsolado: Bien puedes considerar
Sanaré yo bien sé cumulo, Si sabes lo que es querer.
Teniéndote en mi poder
Mi pecho desesperado Sólo en tí había de pensar.
A cada instante me dice:
Que este pesar que me aflije Por tu amor vivo llorando,
Será en algún día curado, Ningún consuelo hallo en mí,
No por médico afamado En despierto pienso en tí,
Ni por milagro de fé, Si duermo te estoy soñando,
Ya padeciendo estaré Así me voy acabando
Hasta que de mí se duela Y se acrecienta mi llanto,
De este mal que me desvela Eres tú sola mi encanto,
Si me cura quien yo sé. Y por tí no hallo consuelo,
No pasaría ni un desvelo
111 Si no te quisiera tanto.
EN PENSAR COMO GOZARTE Tú eres mi prenda querida,
En pensar cómo gozarte En quién pongo todo anhelo,
Estoy tan fuera de mí Porque.es gozar de tu cielo
Que no sé si vivo o muero Mi ambición apetecida,
Desde el día en que te vi. Aunque perdiera la vida.
Para mí todo es pensar,
Con el alma puesta en calma En sólo considerar
Vine, mi bien, por amarte, Lo que me dice Cupido,
La pasión que te he tenido
Y sin alivio a mi llanto
En pensar cómo gozarte. La vida me va a costar.

Si mi corazón no ignora Todo mi fin es amarte,


Que para amarte nací, Aunque es tan poca mi suerte,
Yo no sé por qué motivo Hasta me deseo la muerte
Estoy tan fuera de mí. Sin poder mi amor gozarte,
Si yo pudiera olvidarte,
Fuera mi grande consuelo,
En contemplar si tu cielo
Conoce lo que yo quiero, Y cuando de tí me acuerdo,
Es tanta mi confusión Ahoga mi pecho un suspiro,
Que no sé si vivo o muero. Y me cuesta un gran delirio
Esta pasión que no pierdo. ,
Porque mis dichosos ojos
Fueron con los que te vi, 113
Te quiero más que a mis ojos
Desde el día en que te vi. HACE TIEMPO QUE QUERÍA
Hace tiempo que quería
112 Pedirte un beso, mi ñata,
ES TAN GRANDE MI PASIÓN Pero nunca me atrevía
Porque el valor me hacía falta.
Es tan grande mi pasión
Y tanta mi voluntad, Si es cierto que soy tu dueño,
Que no te puedo avisar No tengas vergüenza, no,

(111) Del C. M. A.
(112) Del cuaderno del Sr. Matorras.
(113) La recogí a un guitarrero en Cachi, en 1930.
OANCIONEzo POPULAR DE SALTA 85

ue es un beso solai¡ en t e Se oponga quien se opusiese,


11 que te quiero d a i y 0 Si mi fortuna fallece,
En la más cruel tiranía,
i es cierto que so, t u dueño, Sólo muriendo podría
ení a mi lado, ña^ta Dejar mi vida de amarte,
ue es lo único q u f t e ' p i d 0 j Pero pudiendo adorarte
n beso de tu b o q ^ a He de seguir mi porfía.

114 Un amargo sentimiento


Mantengo en el corazón,
HACIA TI HUMILDEMENTE Con una suma aflicción
'acia tí, humildimente Vivo en tanto desacierto,
e dirige un carcz¿n Espero que en corto tiempo
ue espera con impaciencia Ya cese mi padecer
¿compenses su pasión. O que reine mi placer
De esta pasión tan cegada,
nte tus plantar postrado, Que no quedará en la nada
el corazón compungido, O he de morir o vencer.
.umildemente ti pido
te escuches enamorado, Pocas hay en mi favor
reyendo ser e>CUsado Y muchas hay en mi contra,
ste corazón clemente, Pero eso nada me importa
1 llamarme impertinente Si tú me tienes amor
Y no me uses de traición
n un examen prolijo, Como suele suceder,
acia tí humilc,emente. Ni mudes de parecer,
Duélate mi alma abatida
or razones poderosas Porque he de perder la vida
'do yo mi recompensa, O en tus brazos me he de ver.
ándome en t u pureza
en ilusiones piadosas. Dueña mía, ten paciencia,
IB miradas Cariñosas, Ya sabes que por ti muero,
>rprendieron m i pasión Así conforme te quiero
me falta la razón, Te pido la resistencia.
o puedo volver en mí, Ya está escrita la sentencia
por eso es q u e hacia tí Para un no lejano día
; dirige un corazón. En que tendré una alegría,
Después que tanto he penado,
Me voy a verme a tu lado
Haciéndote prenda mía.
115 116
HE DE SEGUIR MI PORFÍA
HERIDO DE VUESTRO AMOR
e de seguir mi porfía,
e de morir o vencer Herido de vuestro amor
en tus brazos me he de ver Ando mi bien, padeciendo
'adeudóte prenda mía. Como ciega mariposa
En vivas llamas ardiendo.
onozco que me aborrece
n común tu descendencia, Ten compasión de mis penas,
e he de amar con evidencia, Duélete de mi dolor,

(114) Me lo dictó el Sr. Segundo Díaz Olmos, en Cachi, en 1930.


(115) Del cuaderno del Sr. Matorras.
(116) Del C. M. A.
86 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

Cúrame, pues que me ves Si entre tus brazos me viera,


Herido de vuestro amor. Como la muerte me espera,
Creédmelo, como te digo
Mis ojos tienen la culpa, Descansará un afligido
Pues te vieron tan hermosa, De penas tan lamentables,
Por cuya causa padezco Y vengo con tristes ayes
Como ciega mariposa. A que me des el alivio.

A tus fingidos halagos Al fin, deidad primorosa,


Siempre vivo yo creyendo Resuelve lo que ha de ser,
Como que estoy y estaré Dime si me has de querer,
En vivas llamas ardiendo. Muéstrate siempre piadosa
De mi pena dolorosa,
¿Es posible que permitas Te solicito con fe
Vayan mis males creciendo, Y como claro se vé,
Sabiendo que por tí sola Estoy postrada de veras,
Ando mi bien padeciendo? Aguardando a que me quieras
O me mates de una vez.
117
HUMILDE Y AGRADECIDO
118
LAS VOCES DE MIS CLAMORES
Humilde y agradecida
Vengo, mi dueña, a tus pies, Las voces de mis clamores
A que me des el alivio Llegaron a tus umbrales,
O me mates de una vez. La fuerza de mi dolor
Me hace reventar en ayes.
Me ha obligado la pasión
Hablarte por un papel, Deja tu sueño un momento
Para decirte por él
Y fijando la atención
Que en tí pongo mi afición,
Oirás mi tierna canción
Hoy se halla mi corazón
Con su melodioso acento.
Prisionero por Cupido,
Cual sellado documento
A vuestras plantas rendido
Que te presenta mi amor.
Te pido con gran fervor,
Y con empeño mayor
Que no desprecies mi amor
Humilde y agradecido. Te suplico amada prenda
Que nunca más desatiendas
Las voces de mi clamor.
Ya bien puedes conocer
Lo mucho que yo te quiero,
Tan sólo a tí te venero, Si contemplas las distancias
Encanto de mi placer. Que he caminado por verte
—Dime si me has de querer Verás que para quererte
Siquiera por una vez, Pongo todo empeño y ansias,
Y seré feliz tal vez Mi cariño y mi constancia
Hallando refugio en tí, Venciendo dificultades.
Sólo a que me des el sí No pienso en acerbos males.
Vengo mi dueña a tus pies. Mi pecho y mi voluntad
Atraído por tu deidad
Por esta ocasión quisiera Llegaron a tus umbrales.
Ser el hombre más dichoso
Para gozar sin reposo

(H7) Del cuaderno del Sr. Matorras.


(118) Me fué dictada en Pampa Grande, en 1930, por un obrero del señor
Jaime I. Gómez.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 87

119 120
LE PUSIERA UNA CORONA LOS ASTROS DEL FIRMAMENTO
Le pusiera una corona, Los astros del firmamento
Le trajera al sol cautivo, Resplandecen en el cielo
La hiciera dueña del mundo Alumbrando el mundo entero
Y es nada lo que le digo. Con su tan grande portento,
Pero pierden su elemento
La pusiera en un jardín En el día que viene ya.
Como a reina de las flores Y del sol la claridad
La adornara con primores Hace desaparecer
Como a bello serafín; De estos astros el poder,
Al son de dulce clarín En toda la inmensidad.
Que suave música entona
Subiera a vuestra persona
Al trono más elevado Sólo mi amor, alma mía,
Y con superior agrado No se extingue en este mundo
Le pusiera una corona. Porque es del alma fecundo
Y del corazón la guía.
Con gusto y con ligereza
Y un afecto singular Amor que en la tumba fría
La pusiera en un altar Siempre vivo encontrarás.
Pra adorar su belleza; Aunque el destino fugaz
Le traería la luna presa Mi dicha en el mundo tuerza
Y en servirla seré activo. Todo perderá su fuerza
Pues quiero tener motivo Pero mi amor, no, jamás.
Para gozar de su cielo;
Siquiera para consuelo
Le trajera al sol cautivo. El mismo sol que el poder
Sobre tantos astros tiene
Con gusto yo recorriera Cuando obscureciendo viene
De un polo hasta el otro polo. Vuelve a desaparecer,
A vuestro mandato sólo Entonces es de creer
Todo el orbe le rindiera. Que ningún astro es estable
A todo el mar revolviera
Y en su poder sólo el aire
De un extremo al más profundo;
Al bruto más iracundo Tiene fuerza suficiente.
Le enseñara a obedecerte Y sólo él es permanente
Y con fuego activo y fuerte Sin que pueda ser mudable.
La hiciera dueña del mundo.
Por eso, hermosa deidad,
Por amarla no dejara
Empresa dificultosa Mi amor sólo es comparable
Ni dejara oculta cosa Con la firmeza del aire
Que a Ud. no manifestara; Que no se extingue jamás.
La blanca luna eclipsara Así, en mi amor hallarás
Estando en unión contigo Eterna dicha y ventura
Y si cualquier enemigo Y si mi estrella futura
Un pelo suyo ofendiera Viene a cortar mi existencia,
En polvo lo convirtiera Mi amor cual la dulce esencia
Y es nada lo 'que le digo. Bajará a la sepultura.

(119) Del cuaderno del Sr. Matorras. En el N» 31, del Cancionero de Jujuy,
hay parte de esta glosa hallada en esa provincia.
(120) Del cuaderno de] Sr. Matorras.
88 J ü A N A L F O N S O C A R R I Z O

121 Ni el rigor me hace temer


Ni busco a mi mal partido.
LOS MAYORES IMPOSIBLES Tú me has llegado a vencer
Los mayores imposibles Y para haberme rendido
Hacen a mi amor más fino, Algo debes de tener.
Así tengo que adorarte
Aunque me arriesgue al peligro. Así vivo padeciendo
En manos de tu rigor.
Aunque me arriesgue al peligro Aunque ya me veis muriendo,
Y me persigan trabajos Con gusto muero de amor
Nada importa vida mía Pues siempre te voy queriendo.
Si me he de ver en tus brazos.
La vida he de perder
Yo me he de ver en tus brazos En tan rigurosa calma.
Aunque el mundo me lo impida. Tú eres dueña de mi ser,
Y he de ser tu fino amante De mi vida y aún del alma
Aunque me cueste la vida. Aunque me haces padecer.

Aunque me cueste la vida 123


Yo no temo al padecer.
Ni hay cosa que me acobarde MI BIEN EL AMOR ME OBLIGA
Pues siempre te he de querer. Mi bien, el amor me obliga
A decirte mi sentir
Yo siempre te he de querer Porque no 'puedo vivir
No hallando mudanza en vos En tan crecida fatiga.
Y si prosigues constante
Padeceremos los dos. Con el alma te venero
Y con la vista te adoro.
Es imposible mi dueña Cuando no te miro lloro
Que sin tu deidad resista Y por quererte me muero.
Las penas que me combaten De vuestra hermosura espero
Al privarme de tu vista. De que la dicha consiga.
Espero que tú me digas
122 De la obligación de amarte.
Yo el alma voy a dejarte
MATAR Y FAVORECER Mi bien, el amor me obliga.
Matar y favorecer ¡Qué importa que la esperanza
Lo haces vos en cada instante. Le dé a mi pecho el sustento,
Y es tan variable tu ser Si temo que en algún tiempo
Que adorándote constante Halle en tí alguna mudanza!
No te acabo de entender. Así quiero sin tardanza
De aqueste empeño salir;
Aunque tu rigor voy viendo Que yo estoy pronto a morir
Yo me precipito al fuego. Si no gozo tu hermosura,
Porque como vivo ciego Pues esta razón me apura
Yo a mi mismo no me entiendo. A decirte mi sentir.

(121) Del cuaderno del Sr. Matorras.


(122) Supongo que esta canción es glosa de esta quintilla:
No te acabo de entender,
Yo a mí mismo no me entiendo,
Algo debes de tener;
Pues siempre te estoy queriendo
Aunque me haces padecer.
(123) Del cuaderno del Sr. Matorras.
AN CI O N E RO POP U L A R DE SALTA 89

si la fortuna mía 124


erece gozar tu cíelo
ira darme algún consuelo, MI BIEN PARA DECLARARME
ime a dónde y en qué día,
ira que con alegría Mi bien, para, declararme
leda mis ansias sufrir Y aliviar mi corazón,
el tormento resistir Quisiera que me señales
e esta mi pasión tan fuerte Tiempo, lugar y ocasión.
si no dame la muerte
r>rque no quiero vivir. Viéndome ciego de amor
Y de una pasión crecida
Quisiera, bien de mi vida,
n fin, hermoso lucero, Merecer de tí un favor,
3 soy quién muero por tí. Para calmar mi dolor.
has de dolerte de mí ¿Qué saco yo con quejarme
i tí la respuesta espero. Si no quieres escucharme
), vida ¿para qué quiero Para aminorar mi mal?
n que mi guste consiga? A solas te quiero hablar
uiero morir aunque diga Mi bien, para declararme.
je me ha muerto un bien querido,
)rque vivir no ha podido
i tan crecida fatiga. Dime mi bien ¿de qué suerte
A solas te podré ver,
Para darte a conocer
123-a Mi penalidad tan fuerte?
Yo padezco por quererte.
MI VIDA EL AMOR ME OBLIGA Y es mi única pretensión
Hacerte una explicación
i vida, el amor me obliga De mis penas por extenso
decirte mi sentir, Porque tan sólo en tí pienso
jrque no puedo vivir Aliviar mi corazón.
n tan crecidas fatigas.
Es mi dolor tan violento,
)n el alma te venero Mi bien, si llego a mirarte,
3n el corazón te adoro, Te quiero y no puedo hablarte
lando no te miro lloro Para mayor sentimiento,
por quererte me muero. Sufro y callo mi tormento
s vuestra hermosura espero Hasta dar fin a mis males
. que mi dicha consiga. Pidiéndote que me ampares
spero que tú me digas En tan terrible agonía,
Aquel tan hermoso día
s la obligación de amarte
Quisiera que rae señales.
ira que con alegría
leda mis ansias sufrir,
n el tormento existir Y por último, alma mía,
e no llorando vivir. Aquí declaro mi intento,
I fin mi hermoso lucero Dispensa el atrevimiento
De quien se halla en la agonía.
oy quién me muero por tí.
Quiero ser dueño algún día
i has de dolerte de mí De tu noble corazón,
e tí la respuesta espero. Quiero me des la razón
r
o, vida ¿para qué quiero Si por fortuna me admites
in que mi dicha consiga? Esperaré que me cites
Tiempo, lugar y ocasión.

(123 - a) Dictada por el Sr. Segundo Díaz Olmos, en Cachi, en 1930.


(124) Tomada del cuaderno del Sr. Ventura Sarmiento.
90 3 U A N A L F O N S O C A R R I Z O

125 126
MI BIEN, TRES COSAS TE PIDO MI CORAZÓN A TU REJA
Mi bien, tres cosas te pido Mi corazón a tu reja
Y esta ha de ser la primera, Viene a exhalar un lamento
Que para cuando yo muera Y en mi lastimoso acento
Nunca me eches en olvido. Viene tu sueño a turbar,
Prenda que tanto he querido Perdona si mi pesar
Corazón que entre amargura Inconsciente me ha traído.
Yo no quise a otra ninguna Y de tu sueño florido
Con el extremo que a tí. Te ha venido a despertar.
Tú no te olvides de mí
Mi alma, mi bien, mi hermosura. Quizás en este momento
Soñabas cuál bella y pura
En una dicha futura
La segunda es, cielo amado, De un porvenir halagüeño.
Que cuando me esté muriendo Con un atrevido empeño
No estés donde te esté viendo Hoy vengo con mis canciones
Que es morir desesperado. A turbar las ilusiones
Cuando yo esté amortajado De este tu florido sueño.
Me veas con hábito y velo
Llorarás si tienes duelo ¡Adiós, prenda encantadora!
Al ver mi triste desvío, De tu reja me retiro
Así, no llores mi bien mío, Dejando triste un suspiro
Trata de tener consuelo. Que exhala el dolor de mi alma.
Ruego a Dios vuelva la calma
A tu sueño encantador.
Últimamente te pido Que yo a llorar mi dolor
Que en el momento en que muera, Me voy que ya viene el alba.
Por Dios me beses siquiera
Por tanto que te he querido.
Tu corazón afligido 127
No lo tengas vida mía. NO EXTRAÑES DE QUE MI AMOR
Siempre mostrad alegría
No te acabes en llorar, No extrañes de que mi amor
Aumentando así el pesar Te lo venga a declarar;
De quién tanto te quería. Con cariño sin igual
Cautiva mi corazón,
Desde el mundo en que resida Y no puedo en la ocasión
Siempre he de velar por vos En silencio sostener
No quiero quieras a dos Un afecto que el deber
En el resto de tu vida. No puede ocultar más tiempo.
Esta ya es mi despedida De cuya fé un juramento
A tu presencia lo haré.
Porque la muerte me apura
¡Adiós, mi bien, mi hermosura!
Si algún obstáculo tienes
¡Adiós, para siempre adiós! Para poderme querer,
Nos despidamos los dos Dímelo y sabré vencer
¡Se acabó ya mi ventura! Todo, si es que tú me quieres.

(125) Del cuaderno del Sr. Matorras. A la misma, en forma de glosa, la


recogió en Chile el Sr. Laval. F. de Carahue. Pág. 124.
(126) De un cuaderno del Sr. C. Arias Ceballos, de la Ciudad.
(127) Del cuaderno del Sr. Matorras.
CANCIONERO POP U L A R DE SALTA 91

A mí nada me detiene Ninguna te ha de igualar


Para poder alcanzar En todo este mundo entero.
Tu mano y el disfrutar Lo digo así y considero
De una pasión amorosa. Cuál será tu fundamento
Y poder llamarte esposa Que has nacido en este tiempo
Al pie del sagrado altar. Más hermosa que un lucero.

Por fin si nada te priva ¡Hermosa y fragante flor


Unir nuestros corazones, Que en este mundo has nacido,
De todas mis afecciones Otra igual no he conocido
Dispone, dueña querida, Ni en los jardines de amor!
ordena y obedecida Tu belleza es la mejor,
Lo serás sin dilación, Ninguna podrá igualarte
if verás que el fino amor Porque eres tan elegante
5ue te ofrezco eternamente, Hecha de dos mil primores
Es un amor puramente Codiciada de otras flores
tfacido del corazón. Y más fina que un diamante.

12§ 129
NO HE VISTO NI ESPERO VER NO SE QUE HICIERA DE TI
Vo he visto ni espero ver No sé que hiciera de tí
Hermosura semejante, Mi bien, dónde te escondiera,
Más hermosa que el lucero Donde sólita te amara
Y más fina que un diamante. Sin 'que otros ojos te vieran.
Perla de tanto valor Si en ausencia te amo tanto
Clavel de tanta hermosura, En presencia mucho más
Sío le iguala en su ternura ¿Dónde has de ir que no seas
El armiño superior. Siempre mi hechizo y mi encanto?
Vi el resplandeciente sol Si en dormido me levanto
3ue brilla en el alto cielo Y entre el sueño digo así:
Dando luces a este suelo; Di, mi bien, ¿estás aquí
Digo con admiración: O te hallas en otra parte?
üuién merezca vuestro amor Así delirando amante
Vo he visto, ni espero ver. No sé que hiciera de tí.
Eres ángel adorado, En el peñasco más duro
nuestra fama es inmortal, Se oculta un fino diamante.
iue ha reinado y reinará Mas allí no está bastante
Mientras dure el mundo criado, Aunque se crea, seguro.
Y después de éste acabado Buscando encontrar procuro
Pasará más adelante. El centro en que te pusiera,
Dios poderoso y constante Con qué velo te cubriera
Tres mil mundos puede hacer, Llenando mi voluntad.
Pero en ninguno ha de haber Mi bien, ¿dónde te escondiera?
Hermosura semejante.
Tomarás por posesión
Encantas con tu mirar El castillo de mi pecho,
Porque eres diosa divina. Como que tienes derecho
Cual la perla cristalina En mi amante corazón.
Que nace a orillas del mar; Pues mi sincera pasión

(128) Del cuaderno del Sr. Matorras.


(129) Del cuaderno del Sr. Matorras.
92 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

Mi fino amor te declara ¿En qué centro te pusiera,


Que.si en tí dicha causara. Con qué velo te cubriera
Sería brillante mi suerte Que fuera mi voluntad
Si consiguiera tenerte Dónde te podría ocultar
Donde sólita te amara. Sin que otros ojos te vieran?

En el rincón del océano 130


Te haré un redil de mi amor
Donde como única flor NO TE ACOBARDEN TEMORES
Te cuidaré por mis manos;
O cual prolijo hortelano No te acobarden temores
Si tal suerte consiguiera Que todo es amenazar,
Quiéreme como te quiero
Esto y mucho más hiciera
Que es mi mayor interés, Y déjalo al mundo hablar.
Colocarte donde estés
Sin que otros ojos te vieran. Por tu voluntad infiero
Que continuo te amenazan
Porque ven que así no abrasan
129-a Las caricias con que os quiero;
NO SE QUE HICIERA DE TI Porque ven que te venero
Te ponen dos mil temores,
No sé que hiciera de tí Quieren privar los amores
No sé dónde te escondiera Que gozamos tan triunfantes.
Donde sólito te amara Sé tu siempre fino amante
Sin que otros ojos te vieran. No te acobarden temores.

Si en presencia te amo tanto Ni aunque digas que a tu pecho


En ausencia mucho más Lo destrozan con afán
¿Dónde irás que no serás Llévate de aquel refrán
Siempre mi dicha y mi encanto? Que "hay mucho del dicho al hecho".
Y a fuerza de amarte tanto Si con un grande despecho
Con el mayor frenesí Nos quieren abandonar,
Di, mi bien, si estás aquí No tienes que recelar
O te hallas en otra parte. Que he despreciado tu suerte,
Pues delirando en amarte Si te amenazan de muerte
No sé que hiciera de ti. Que todo es amenazar.
Si en el rincón del océano Ya lo veo que la gente
Ahí te rindiera mi amor Repara nuestra amistad,
Donde como única flor Juzgan que es temeridad
Te cuidara con mi mano. Y te ultrajan malamente,
Como famoso hortelano Tú consérvate obediente
Si tu venia consiguiera Con un amor verdadero;
Eso y mucho más hiciera Si alguno te es lisonjero
Que sería mi voluntad; Tú le haces demostración
Para ocultar tu deidad Pero entre tu corazón
No sé dónde te escondiera. Quiéreme como te quiero.

Si en el peñasco más duro Aunque digan que a tu vida


Resultas fino diamante. La parten con una espada,
Declaro no me es bastante Es para que se deshaga
Este asilo tan seguro. La voluntad que está unida.
¿Qué será lo que procuro? ¿Qué no conoces, mi vida,

(129 - a) Dictado por el Sr. Ezequiel Alemán, en "El Galpón", Metan, en 1931.
(130) Del cuaderno del Sr. Matorras.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 93

Que nos quieren estorbar No me causes esa herida;


Un amor tan singular Yo quiero que esté escondida
Que ambos dos nos profesamos? Y que el público sea lerdo
Socemos lo que gozamos En nuestro amor conocer.
Y déjalo al mundo hablar. Porque si llega a saber,
Eres perdida y me pierdo.
131
132
OCULTA MUY BIEN TU AMOR
OYE INGRATA NIÑA BELLA
Oculta, muy bien tu amor
Que no sepan nuestro enredo, Oye, ingrata, niña bella,
Porque si acaso se sabe Los acentos de mi voz,
Eres perdida y me pierdo. Oye hermosa mi querella,
No te enojes, no, por Dios.
Procura disimular
La pasión que nos tenemos, Que al compás de mi guitarra
Porque todo lo perdemos A cantarte voy mi amor,
Si se llega a publicar. Que las fibras ¡Ay, desgarra !
Mira que no ha de faltar De mi pobre corazón.
Un necio murmurador;
Y para evitar mejor Al través de una ventana
De que nos pongan apodo Tus hechizos contemplé,
Échalo al silencio todo, Desde entonces, soberana
Oculta muy bien tu amor. De mi alma, te llamé.

No tengas a novedad Desde entonces vago triste


Si yo de tí me ausentare Por el campo del amor,
Que no falta quien repare Y mi alma se resiste
Cualquier cosa en la amistad. A la voz de la razón.
Vos todo disimulad
Porque yo hago cuanto puedo. Sólo escucha apasionada
Así es que no t«?.ngo miedo El gemir del corazón,
Por tanto en nada me apuro, Y acaricia, desgraciada,
Tan solamente procuro De mi ensueño la ficción.
Que no sepan nuestro enredo.

Muéstrame aborrecimiento Es en vano que le diga


Y en público si es posible, Que destierre la ilusión,
Aunque es un caso terrible Sólo escucha, dulce amiga,
Apelar al fingimiento; De un amante la oración.
Porque es mucho sufrimiento
Disimular el querer Y por eso vago errante
Esto, mi bien, has de hacer Cual herido trovador,
No vayas a descuidar Ostentando en mi semblante
Que no habrá mayor pesar Negras sombras de dolor.
Si esto se llega a saber.
Si llegan estos acentos
Al fin, dueña de mi vida, A tu encantada mansión,
Esto queda entre los dos No desprecies mis lamentos
No me descubras por Dios, Tenme niña compasión.

(131) Del cuaderno del Sr. Matorraa.


(132) El Sr. C. Arias Ceballos que me dictó esta canción, me dijo que la
solían cantar en Salta en las serenatas o gallos. Sólo con esta afirmación de popu-
laridad la consigno en este cancionero pues me parece poesía culta.
94 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

Que aquí al pie de tu ventana 133 - a


Contemplando tu balcón,
Me sorprende la mañana PALOMA DEL ALMA MÍA
Abismado de dolor. Paloma del alma mía
Escúchame a tu ventana
133 Que ya la aurora cercana
Nos viene anunciando el día.
PALOMA DEL ALMA MÍA Allá en la enramada umbría
Los pajarillos cantores
Paloma del alma mía Alzan sus trinos mejores
Escuchadme en tu ventana Saludándote contentos,
Que ya la aurora cercana Mientras yo en tristes lamentos
Nos viene anunciando el día. Te canto aquí mis amores.
Allá en la enramada umbría
Los pajaritos cantores Escúchame enternecida
Alzan sus trinos mejores Que en cada verso que canto
Saludántote contentos. Te envío empapado en llanto,
Mientras yo en tristes lamentos Un pedazo de mi vida.
Te canto aquí mis amores. Que en silencio me convida
A explicarte, niña hermosa,
Escuchadme enternecida Con voz triste y quejumbrosa
Que en cada verso que canto La pasión que me maltrata.
Te envío mojada en llanto Este mi amor se dilata
La esperanza de mi vida. En esta hora misteriosa.
El silencio me convida
A decirte niña hermosa ¡Dulce paloma, perdón,
Con voz triste y temblorosa Si entregada a tu beleño
Este amor que me maltrata Ha interrumpido tu sueño
Y que mi alma se dilata El eco de mi canción!
En esta hora misteriosa. Ella es pálida expresión
De mí extenso amor y anhelo,
Porque no hay en este suelo
¡Dulce paloma, perdona, Lengua para traducir
Si entregada a tu beleño Lo que se llega a sentir
Ha interrumpido tu sueño Inspirado por el cielo.
El eco de mi canción!
Ella es pálida expresión Ya va a terminar mi canto,
De mi inmenso amor y anhelo. Ya me voy a retirar
Porque no hay en este suelo Pero te quiero dejar
Lengua para traducir Aquí una gota de llanto.
Lo que se llega a sentir No creas que es de veneno
Inspirado por el cielo. Por eso me voy sereno
Confiado amada mujer,
Voy a terminar mi canto Que vos la has de recoger
Y me voy a retirar Para secarla en tu seno.
Pero te quiero dejar
Aquí una gota de llanto. 134
Sabiendo que te amo tanto
No creerás que es de veneno, POR UN ACASO DICHOSO
Por eso me voy sereno Por un acaso dichoso
Confiado amada mujer, Voy siguiendo estos renglones,
Que tú la has de recoger A ver si dos corazones
Para secarla en tu seno. Se unen con placer y gozo.

(133) Del cuaderno del Sr. Matorras.


(133-a) Dictada por Don Ezequiel Alemán, en "El Galpón", en 1930.
(134) Del cuaderno de Don Ventura Sarmiento.
ANCIONERO POPULAR DE SALTA 95

egará el día dichoso Sin verte no puedo estar


¿ mi anhelo verdadero, Porque sos todo mi anhelo;
moceras el esmero Suerte tan baja la mía,
i mi fina voluntad Ni verte, ni hablarte puedo.
en prueba de esta lealtad
amor conserva un letrero.
136
pones alguna duda
i mi comprometimiento, QUISIERA VERTE Y NO VERTE
dile pruebas al tiempo
íe es quien todo lo asegura. Quisiera verte y no verte
i pasión es la más pura Quisiera hablarte y no hablarte,
¡í te lo prometí , Quisiera encontrarte a solas,
ante Dios he de cumplir Y no quisiera encontróte.
ta promesa sagrada,
íe en mi corazón grabada Quisiera estarte mirando
ra siempre ha de existir. Y no te quisiera ver
Distante de mi poder
esta amorosa pasión Para no vivir penando,
tá grabada en mi alma, Que nunca he de compréndete
es la que lleva la palma Aficionarme a quererte
vida y el corazón. Será para más tormento
tanta tu perfección Y por este fundamento
difícil escultura, Quisiera verte y no verte.
íe pintar tanta hermosura
lo puede el corazón,
ando con fina intención Si veo tu hermoso cielo
snsa en su dicha futura. Me pongo a considerar
Que jamás he de alcanzar
abado con letras de oro Esperanzas de consuelo.
i mi corazón está. En vano mi dulce anhelo
prueba de la verdad Se afana por adorarte.
; lo mucho que t<> adoro, No me atrevo a declararte
rque el más rico tesoro El objeto que deseo.
1 amor de los amores Cada ocasión que te veo
•es tú que entre las flores Quisiera hablarte y no hablarte.
splandece tu hermosura,
n espléndida y tan pura Si tus lindos ojos miro
e cautiva corazones. O vuestro ser adorado
Mi corazón angustiado
135 Exhala un triste suspiro.
A los mares me retiro
QUIEN PUDIERA DUEÑO MIÓ A deleitarme en las olas,
iuién pudiera dueño mío, Como creo que me inmolas
iblarte pa descansar? Con tanta severidad
rque bien sabes que yo, Mas, en una soledad
i verte no puedo estar. Quisiera encontrarte sola.

(135) Oí estas estrofas a un guitarrero en Cerrillos, en 1928.


(136) Dictado por Don José Antonio Saravia, en la Ciudad, en 1928. La copla
icial es española:
lisiera verte y no verte; Quisiera verte y no verte,
lisiera hablarte y no hablarte; Quisiera verte y no hablarte,
lisiera no conocerte Y estar a solas contigo
xa poder olvidarte. Y al mejor tiempo dejarte.
R. M. 6560. A. de Ll. 277.
96 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

137 Que tu deidad padeciera;


Pero si en mí consistiera
QUISIERA VIVIR CONTIGO
P o r t í hiciera mil h a z a ñ a s ;
Quisiera vivir contigo Creedlo que no te engañas
En las lóbregas montañas, Pues te tengo tal amor
Para verme en las campañas Que no me falta valor
Libre de todo enemigo. P a r a verme en las campañas.
Solitarios arrabales
Al que te quiere aborrezco,
De habitación me sirvieran
Al que no te quiere peor;
Y sólo mis t r a t o s fueran
Y de aquí nace el a r d o r
Con los brutos animales;
Tan contrario que padezco;
Porque mis celos fatales
P u e s sólo lo que apetezco
De ningún modo mitigan
E s irme, mi bien, contigo,
Y así a decirte me obligan
Y como no lo consigo
Que p a r a librarme de ésto,
Se aumenta mi padecer,
E n el campo más funesto
Porque no me puedo ver
Quisiera vivir contigo.
Libre de todo enemigo.
E s mi fé tan verdadera
Y t a n t o quiero celarte 138
Que quisiera encarcelarte
A donde nadie t e viera. RECORDARAS MI VIDA
0 más antes me p a r t i e r a
P o r esas t i e r r a s extrañas, Recordarás, vida mía,
Te ocultara en mis entrañas, Citando intentes olvidarme,
Pues el gusto me pedía Que me compraron tus ojos
Vivir contigo, alma mía, Con el precio de mirarme.
En las lóbregas montañas.
Ponerme en eterno olvido
T a n sólo por tí sintiera Si intentaras algún día,
Verme en esas soledades De mi amor constante y firme
P o r las incomodidades Recordarás, dueña mía.

(137) del C. M. A.
(138) Me fué dictada esta glosa en "El Galpón" por Don Ezequiel Alemán
en 1931.
En el 2* cuaderno de Armonías Peruanas, editado por C. A. Castañeda. Yquique,
1910, hallo esta glosa en la siguiente forma:
YARAVÍ De todo te acordarás
Te acordarás, dueño mío, Cuando quieras olvidarme.
Cuando quieras olvidarme
Que me compraron tus ojos Aunque bien entre desdichas
Con el precio de mirarme. Dada mi vida en despojos,
Siempre diré que soy tuyo,
Si intentaras algún día, Que Trie compraron tus ojos.
Echarme en eterno olvido,
De mi amor constante y puro Al fin me consolaré
Te acordarás, dueño mío. Siquiera con acordarme
Que me compraron tus ojos
De mi amorosa pasión, Con el precio de mirarme.
De mi cariño inviolable, Armonías Peruanas. Pág. 57,
Gómez Manrique (siglo XV), en esta canción trata un tema parecido.
Vuestros ojos me prendieron Vieron vos tanto fermosa,
Al punto que me miraron Vieron vos tanto polida,
Y los míos me mataron Que se transformó mi vida
En la hora que vos vieron. En una muerte penosa.
Foulché Delbosc, Cancionero Castellano del Siglo XV. T. V Pág. 14. N ? 331.
La cuarteta inicial es popular en el Ecuador.
Acordaráste, bien mío, Que me compraron tus ojos
Cuando quieras olvidarme, Con el precio de mirarme.
L. M. 114-6,
ANCIONERQ POPULAR DE SALTA 97

mi amorosa pasión 140


mi cariño invariable SEÑORITA ATIÉNDALE
debes hallar memoria
ando intentes olvidarme. ¡Señorita, atiéndale
Lo que dice un desgraciado
entre desdichas me viera Que se rinde a su presencia
oído mi vida despojos Deseando ser su criado!
?mpre diría que soy tuyo
,e me compraron tus ojos. Con imponderable amor
A su presencia me vengo,
r fin me consolaré Por ver si méritos tengo
juiera con acordarme De conseguir un favor.
e me hicistes vuestro esclavo Así con esta razón,
Si me permite diré
n el precio de mirarme.
Que yo para Ud. seré,
Firme y fiel hasta la muerte.
139 Al que le habla de esta suerte
Señorita, atiéndale.
SEÑORA DOÑA FULANA
¿Hasta cuando podrá estar
eñora doña Fulana, Cautivo mi corazón?
bricias le vengo a dar Si me saca de prisión
iñana llega su día Ya dejaré de penar.
\ hi venido a celebrar! Duélase de mi pesar
En que me hallo acongojado
isiera ser tesorero De su vista apasionado,
ner un rico tesoro Volveré a prevalecer
ra poderle colgar Y ahora quiero hacerla ver
ly ricas cadenas de oro. Lo que dice un desgraciado.

Pero ¿ hasta cuándo, mi cielo,


isiera ser jilguerillo Me has de tener padeciendo?
tener un dulce canto ¿No miras que estoy viviendo
ra poderle cantar En tan triste desconsuelo
víspera de su santo. Y llorando me desvelo
Esperando tu sentencia?
sde que supe señora Como tienes experiencia
le mañana era su día Decide esta mi cuestión
corazón dentro el pecho Desengaña a un corazón
! contento no cabía. Que se rinde a tu presencia.

Señorita, Ud. dirá


3 traigo cadenas de oro
Cual es el fin de mi suerte
ira poderla colgar
raigo cuadernos de versos Si soy de vida o de muerte
ira poderle cantar. Bien me lo puede avisar.
Ya dejaré de penar,
Que perezca un desgraciado,
. que cantare esta letra Tanto tiempo que ha pasado
res horas antes del día En tan continuos desdenes
jrá de Dios perdonado Y ahora a tu presencia viene
de la Virgen María. Deseando ser su criado.

(139) Dictada en La Viña, por Don Simeón Soto, en 1930. La última cuarteta
ás bien se acomoda a la terminación de los villancicos religiosos de Navidad que
este canto.
(140) Del cuaderno del Sr. Matorras.
7
98 J U A N A L F O N S O o A. ít R I Z O

140 - a Que tanto tiempo ha pasado


Con tan terribles desdenes.
SEÑORITA ATIÉNDALE
A su presencia me tiene
¡Señorita, atiéndale Deseando ser su criado.
Lo que dice un desgraciado
Que se rinde a su presencia 141
Deseando ser su criado!
SI CON LLORAR YO PUDIERA
Con imponderable amor Si con llorar yo pudiera
A su presencia me vengo Remediar la pena mía
Por ver si mérito tengo Mi llanto no acabaría
De conseguir un favor. Hasta que alivio tuviera.
Así con esta razón
Si me permite diré Que te conmuevas quisiera
Que yo para Ud. seré De este infeliz desgraciado
Firme y fiel hasta la muerte. Que se viene a tu presencia
Al que le habla de esta suerte Deseando ser tu criado.
Señorita, atiéndale.
Un amor disimulado
¿Hasta cuando habrá de estar Te tengo en mi corazón
Cautivo mi corazón? No te digo mi intención
Si me saca esta prisión Por no verme despreciado.
Ya dejaré de penar.
Mire mi felicidad Todo esto que yo te digo
Como me hallo acongojado Me nace de mi pasión
A su vista presentado Si tú me das tu palabra
¡Cómo ha de prevalecer! Yo te doy mi corazón.
Sólo por hacerla ver
Lo que dice un desgraciado. Si al corazón me lo pides
Aquí lo tienes rendido.
Pero ¿hasta cuando mi cielo ¿Cómo te lo he de negar
He de vivir padeciendo? Si eres mi cielo querido?
¿No miras que estoy temiendo
El más triste desconsuelo? Eres mi cielito hermoso
Y llorando me desvelo Y mi lucero brillante
Esperando tu sentencia. Ojalá que tú me quieras
Y como juez de experiencia Vida, para ser tu amante.
Decide esta mi cuestión.
Desengaña a un corazón
Que se rinde a tu presencia. 142
SI EL MISMO SOL ME LA DIERA
Señorita Ud. dirá
Cual es el fin de mi suerte Si el mismo sol me la diera,
Si soy de vida o de muerte Yo al sol se la entregara
Ya basta para llorar. Para que él me la guardara.
Bien me lo podrá avisar Aún que el mundo se opusiera
Que fallezca un desgraciado Haría yo lo que quisiera;

(140-a) Dictada por Don Ezequiel Alemán, en El Galpón, Metan, en 1931.


(141) Del cuaderno del Sr. Matorras.
(142) Del cuaderno del Sr. Matorras. Creo que estas décimas son las mismas
de una glosa olvidada cuya cuarteta era así:
Aunque encerrada la tengan
Y no la dejen salir,
Yo he de conversar con ella
Cuando se me antoje a mí.
ANCI ONEno POP LAR DE SALTA 99

tajaría sobre su cometa, Si me tratas con rigor.


ás veloz que una saeta Para mí es mucho mejor
egaré a mi bien amado, Que yo viva padeciendo
sí no me da cuidado Porque así iré sabiendo
anque la tenga sujeta. Si el padecer causa amor.

en el centro de la tierra Déjame sólo morir


i llegaran a ocultar, No acompañes mi tormento
t tierra me la ha de dar Que es mayor mi sentimiento
jrmándole vivas guerras, Cuando yo te veo sentir.
íes en mi pecho se encierra Procúrate divertir
n intenso amor por ella. No te dejes de alegrar
la quiero porque es bella Anda, si quieres andar
Jrque es amable «n su modos Gustoso por donde quieras.
, aunque se opongan todos Porque te digo de veras
5 he de conversar con ella. Yo quiero por tí penar.
en el fondo de un gran mar Yo no siento pues tirano,
i llegaran a esconder Que me trates de abatir
aal pez me llegara en él Lo que siento es recibir
asta poderla encontrar, Un desprecio de tus manos.
no la sabré olvidar A tus ojos soberanos
unque mil trabajos vengan, Les tengo que suplicar
aunque en grillos la mantengan Si me llegan a mirar
) he de ver por donde hablarla Que me infieran una herida
hasta veré de sacarla Pero que me dejen vida
inque encerrada la tengan. Para poderte probar.
¿ué importa que mucha gente Si yo supiera de cierto
> pongan de centinela? Que tu honor no peligrara
>mo una mosca que vuela Por las calles publicara
> me le he de hacer presente, Que tu amor me tiene muerto.
ira que vean evidente Así, mi bien, te lo advierto
le en vano es tenerla así. Que es muy crecido mi amor.
yo para ella nací Si algún otro adorador
s por fuerza la he de hablar, Dice que por tí se muere
.n ella he de conversar Pregúntale si te quiere
lando se me antoje a mí. Como yo te quiero a vos.

143 144
SI EL PADECER CAUSA AMOR SI HAY TRAS DE LA MUERTE
el padecer causa amor Si hay tras de la muerte amor
o quiero por tí penar Después de muerto he de amarte,
ira poderte probar Y aunque esté en polvo disuelto,
imo yo te quiero a vos. Seré polvo y fino amante.
¡en puedes conmigo hacer Parca inhumana podrá
as crueldades que quisieres Cortar de mi vida el hilo,
ero por eso no esperes Y un sepulcro, el triste asilo,
ue te deje de querer; De mis cenizas será;
[as antes firme he de ser Pero esto no impedirá

(143) Del cuaderno del Sr. Matorras.


(144) Me fué dictada por Don José Antonio Aráoz, en la Ciudad, en 1928.
100 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

Que te ame con más fervor, Pero esto no impedirá


Y con cariño mayor, Que te ame con más fervor
Allá en la eterna morada, Y con cariño mayor
Serás de mí siempre amada, Allá en la eterna morada
Si hay tras de la muerte amor. Serás de mí siempre amada,
Si hay tras de la muerte amor.
Si el espíritu no muere,
Y de él nace el sentimiento, Si el espíritu no muere
Será mi mayor tormento Y de él nacen afectos
Mientras el alma existiere, No cesarán los efectos
Y asi que el cuerpo muriere, Mientras la causa existiera,
Y el alma de mi se aparte, Más, aunque el cuerpo muriera
Acaso no podré hablarte, Y el espíritu se aparte
Pero siempre viviré, Acaso no podré hablarte
Y en dondequiera que esté Pero a tu lado estaré
Después de muerto he de amarte. Y donde quiera que esté
Después de muerto he de amarte.
Si por desventura rara
Mi alma llegara a expirar, Si por desventura rara
A fuerza de tanto amar, Mi alma llegara a expirar
Tal vez se inmortalizara, A fuerza de tanto amar
Pero si mortal quedara, Tal vez se inmortalizara.
Cuerpo y espíritu yerto, Pero si mortal quedara
Te amaré después de muerto. Cuerpo y espíritu yerto
Y, si me sepulcro pisas En mi triste polvo envuelto
Te adorarán mis cenizas Si es que mi sepulcro pisas
Aunque esté en polvo disuelto. Te adorarán mis cenizas
Aurtque esté en polvo disuelto.
En sombría sepultura,
Cadáver inanimado, En el país de la muerte
Podré acaso estar privado, Vagará mi sombra errante
De mostrarte mi ternura, Y siempre seré constante
Sumergido en tumba obscura, Y eterno seré en quererte.
Melancólico habitante Si puedo venir a verte
Enamorado aterrante No perderé un sólo instante.
Donde nunca cupo amor, Aprovecharé anhelante
Disuelto en polvo de horror La ocasión que haya tenido
Seré polvo y fino amante. Y aunque en polvo convertido
Seré polvo y polvo amante.
144 - a
SI HAY TRAS DE LA MUERTE
AMOR AMOR

Si hay tras de la muerte amor 144 - b


Después de muerto he de amarte, Si hay tras de la muerte amor
Y aunque esté en polvo disuelto Después de muerto he de amarte,
Seré polvo y polvo amante. Y aunque esté en polvo disuelto
Seré pobre y fino amante.
Parca inhumana podrá
Cortar de mi vida el hilo, Parca inhumana podrá
Y un triste sepulcro, asilo Cortar de mi vida el hilo
De mis cenizas será, Y un triste sepulcro, asilo

(144-a) Del cuaderno del Sr. Matorras.


(144-b) Dictada por Don Simeón Soto, La Viña.
ANCIONQRO POPULAR DE SALTA 101

• mis cenizas será. Cuando en un sepulcro frío


is, esto no impedirá Esté después que no viva,
e te ame con mjg fervor Con fuerza la más activa,
con cariño may 0 r Te adorará, el amor mío,
lá en la eterna morada, Allí amaré tu desvío
ras de mí siembre amada Allí amaré tu rigor,
hay tras de la fuerte amor. Y allí con mayor ardor
Siendo ya cadáver yerto
el espíritu no n m ere Te he de amar entre los muertos
de él nacen los afectos Si hay tras de la muerte amor.
> cesarán los ef ectoa
entras la causa existiere, Cuando en escombros, deshecho,
ro si el cuerpo muriere No le quede a mi existencia,
el alma de mí, se parte Más que una triste apariencia,
aso no podré hablarte Tú estarás viva en mi pecho.
ro siempre viviré Del cadavérico lecho
en cualquier parte que esté Donde sólo se ve el arte
spués de muerto he de amarte. La destrucción y contraste,
De los seres que han vivido,
Allí entre todos metido
Después de muerto he de amarte.
i el país de los muertos
gara mi nombre errante.
ÍS, siempre fino y constante, Cuando todos los amores
erno seré en quererte. Del mundo hayan acabado,
olvidaré un solo instante Y tan sólo hayan quedado,
amor que te he tenido Restos de los amadores,
aunque en polvo convertido Revivirán los ardores
ré polvo y fino amante. De un triste cadáver yerto,
Que aunque esté en la nada envuelto
145 Ha de acertar a nombrarte,
Y de allí vendrá a buscarte
SI HAY TRAS DE LA MUERTE
Aunque esté en polvo disuelto.
AMOR
hay tras de la muerte amor Nada tengo que temer
spués de muerto he de amarte, Nada tengo que sentir,
aunque esté en polvo disuelto Ya no me es triste el morir
ré polvo y fino amante. Pues siempre te he de querer,

(145) Del Cuaderno del Sr. Matorras. En Armonías Peruanas. Pág. 62 del 2"
ademo está la 3* estrofa.
Un señor peruano que conocí en la Mina Concordia, en "San Antonio de los Co-
es , en 1928, me dijo que tanto a la canción, N* 144 como a ésta las había
10 en Lima.
El cuaderno citado contiene la décima 3» de esta glosa y trae otra en cuartetas
tema parecido.
y te dejaré de amar, Y cuando no haya canción
•• acabará mi pasión, De las aves en sus nidos,
ré ingrato a tus favores Se acabará mi pasión.
en otra pondré mi amor.
Cuando todos los verdores
Glosa De los campos se marchiten,
Y cuando todas las flores
lando deje de alumbrar En sus jardines no habiten,
1 sol de oriente a poniente, Seré ingrato a tus favores.
íando se consuma el mar,
uera todo lo viviente, Cuando todo resplandor
o te dejaré de amar. Se oscurezca al medio día,
Cuando no sienta calor
jando a todo corazón Usaré de alevosía
¡ le acaben sus latidos Y en otra pondré mi amor.
102 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

Presente te he de tener, Con la tranquila conciencia


Sin olvidarte un instante, Verás la correspondencia,
Allí te seré constante Bien mío, de nuestro amor.
En ese caos de olvido,
Aunque en polvo convertido
Seré polvo y fino amante. 147
SI SUPIERAS EL DOLOR
146 Si supieras el dolor
SI NO TIENES ENTREGADO Que por tu ausencia padezco
Verías, mi bien, que merezco
Si no tienes entregado De tu deidad un favor.
Tu corazón a otro amante
Dímelo que yo constante Aunque tuvieras, mi bien,
Te quiero cielo adorado. De mármol tu corazón
Mucho tiempo he ocultado A compasión te moviera
La pasión que te tenía Si supieras el dolor.
Pero hoy no puedo, alma mía,
Ocultarte por más tiempo Las noches velando paso
Todo el cariño que siento Con suspiros, me amanezco
Con creciente idolatría. Contemplando, dulce encanto,
Que por tu ausencia padezco.
Puedes creerme, dulce encanto,
Porque mis palabras son Si vieras mi corazón
Nacidas del corazón Supieras lo que padezco
De quien te idolatra tanto. Y si me vieras el pecho
Y con amor sacrosanto Verías mi bien que merezco.
Con firmeza te amaré.
Y si con la misma fé En premio de las finezas
Puedo ser corespondido De mi dulce y tierno amor
En este mundo, bien mío, Sólo espero me concedas
El más dichoso seré. De tu deidad un favor.

Mi cariño es invencible 148


En el amor y querer
Y sabrá siempre vencer SUEÑO QUE ESTOY A TU LADO
Los mayores imposibles; Sueño que estoy a tu lado
Pero si tu amor es libre En tus brazos, vida mía,
Y me lo cedes a mí ¡Sólo, en sueños, ay, podría
Bello será el porvenir Tener suerte un desgraciado!
De una dicha venturosa
Si me quieres niña hermosa No se me quita un instante
Como yo te quiero a tí. Aquella hermosa ilusión
De tu bella perfección
En fin, hermosa deidad, Que se me pone adelante.
Considera que te quiero Vé si será penetrante
Y que sólo de tí espero El gran amor que me ha entrado
Toda mi felicidad. Cuando al sueño me he entregado
Si alguna dificultad Por ver si te echo en olvido
Tuvieras una ocasión Apenas quedo dormido
Consulta tu corazón Sueño que estoy a tu lado.

(146) Dictada por la Srta. Elisa Cardoso en "Los Sauces", en 1930. Sin va-
riante alguna la encontré en el cuaderno de P. P. Padilla "La Selva", Metan.
(147) Del C. M. A.
(148) Del cuaderno del Sr. Matorras.
ANCIONÉJÍO POP LAR DE SALTA 103

'engo un dulce fingimiento Hoy con mi dulce contento


lúe gozo de tu deidad A la voz de su deidad
ero al ver que es falsedad Al ver que no era verdad
le entra tal abatimiento, Me causa un gran sentimiento.
lúe sólo en el pensamiento, Sólo con el pensamiento
odre tener alegría. Puedo tener alegría.
Cuándo llegará aquel día ¿Cuándo llegará aquel día
ie tan recreable placer De aquel dichoso placer
Jue me he de llegar ¿ V er Que me hi de llegar a ver
7n tus brazos, vid*,, mía? En sus brazos vida mía?

Mi bien, no puedo olvidarte! Al verla en corta distancia


con este amor batallo El no hablarla es mi dolor,
sí a todas horas m e hallo Cuando veo tibio mi amor
on deseos de gozóte. Entonces crecen mis ansias.
[i bien, no puedo explicarte ¿Qué haré yo en la circunstancia
[i infinita idolatría Que haré si soy desgraciado?
soñé que me veí a Esperaré ser premiado
!n tus cariñosos brazos, No desconfío enteramente.
'ero, llegar a esog casos Pueda ser que en de repente
'ólo en sueños ¡a,y! podría. Tenga gloria un desgraciado.
r
erte en tan corta distancia
f no gozarte es dolor, 149
las viendo tibio rn amor
entonces más crece mi ansia. TE QUIERO MAS QUE A MI VIDA
en esta cruel circunstancia Te quiero más que a mi vida
Qué"haré si soy desgraciado! Más que a la tierra y al cielo
'ero pienso ser premiado Te quiero más que a mis padres
7
ser fino eternamente Ya más quererte no puedo.
'orque puede de repente
'ener suerte un desgraciado.
Más que a mi patria te adoro
148 - a Más que a mi gloria y honor
Más que a mi primer amor
SOÑÉ QUE ESTABA A SU LADO Más que el ambicioso al oro.
'oñé que estaba a su lado
Cn sus brazos vida mía, Porque mi amor por sí mismo
iólo en el sueño podía Es más grande que este mundo
fener gloria un desgraciado. Más hondo que el mar profundo
Más terrible que el abismo.
lo se me quita un instante
)e esta representación Si el universo muriera
Je su amable perfección Y no calentara el sol
De ese su pecho brillante, Con el fuego de mi amor
/ea si no es penetrante Pienso que a su ser volviera.
£1 amor que he vislumbrado
Pues la vivo idolatrando Te diera el alma y la vida
Jamás la echaré en olvido. Sólo porque me quisieras
Apenas quedé dormido Te diera mi corazón
Soñé que estaba a su lado. Si el corazón me pidieras.

(148-a) Dictada por Don Simeón Soto.


(149) Del cuaderno del Sr. Matorras.
104 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

150 No me des de qué sentir


Porque me quita el vivir
TODA MI PASIÓN EN TI Esta mi fuerte pasión.
Toda mi pasión en tí Para darte el corazón
Todo mi consuelo es verte. Nadie me lo ha de impedir.
Quitarme de que te quiera
¿Quién podrá? ¡Sólo la muerte! No desprecies mi fineza
Por buscar otro placer.
Eres todo mi deleite Mira, que en otro poder
Desde el instante que os vi No has de hallar tanta firmeza.
Pues tu deidad cautivó Yo no te ofrezco grandeza
Toda mi pasión en tí. Pero te podré decir
Que otro amante igual a mí
Por dichoso me contemplo En el mundo no has de ver.
No puede menos mi suerte Tan firme soy al querer
Y así te confieso pues Que pk>r tí pienso morir.
Todo mi consuelo es verte.
Firme soy y te diré,
Dichoso puede llamarse Para mayor complacencia:
Vencedor en donde quiera Te aseguro la obediencia
Mi bien ,aquel que conciba Y te juro por mi fe,
Quitarme de que te quiera. Que yo constante seré
Si tú haces feliz mi suerte
Yo me abraso en vuestro amor Mi consuelo será el verte,
Más ¡ay, qué fuego tan fuerte! No te olvidaré un instante
El atreverse a apagarle Te adoraré como amante
¿Quién podrá? ¡Sólo la muerte! Si eres firme hasta la muerte.

151 152
TODO MI FIN ES QUERERTE < TODO, TODO EN ESTE MUNDO
Todo mi fin es quererte Todo, todo en este mundo
Nadie me lo ha de impedir, Terminará su existencia
Que por tí pienso morir Pero jamás la firmeza
Si eres firme hasta la muerte. De mi cariño profundo.
Y si un pesar iracundo
Más firme que el sol seré Viene a aumentar mi dolor
Y más fino que un diamante, Entonces con más fervor
Como tú me seas constante A esta mi pasión ardiente
Te guardaré toda fe. No la borrará la muerte
Por tí, la vida daré Si hay tras de la muerte amor.
Y el sacrificio más fuerte,
Tan sólo por merecerte
Me rendiré al padecer, Cuando en el sepulcro frío
Hasta la sangre daré Esté mi cuerpo sin vida
Todo mi fin es quererte. Con fuerza la más activa
Te adorará el amor mío.
Yo confieso que te quiero Tal vez tu eterno desvío
Con toda mi voluntad, Me trate con más rigor
Buscando voy tu amistad, Y aunque una fuerza mayor
Sólo le temo al desprecio, Venga a aumentar mi tormento

(150) Del C. M. A.
(151) Del cuaderno del Sr. Matorras.
(152) Del cuaderno de Don Ventura Sarmiento. (Anta). Es como se vé del
mismo tema de las glosas N* 144 y 145. La segunda décima es primera en la N» 145.
CANCIONERO POP LAR DE SALTA 105

Te amaré después de muerto Bellísimo serafín


?«' hay tras de la muerte amor. El fruto de este jardín
Que es de la planta el mejor.
Cuando todos los amores
fa no tengan existencia, El clavel que yo te ofrezco
Mi corazón sacrifica.
f sean sólo una apariencia,
Es fuego que te dedica
Cuando perezcan las flores, Mi amorosa voluntad,
f, del sol, los resplandores
Y si tú con humildad
layan perdido fulgor, Correspondes mis finezas
j& sombra de tu amador Consagraré a tu belleza
la de salir de la fosa En honor de tus amores
'ara amarte, niña hermosa, Una corona de flores
*í hay después de muerto amor. Que formó la naturaleza.

Cn fin mi prenda adorada ¿Qué prueba más eficaz


^a muerte no sentiré Puede darte un hortelano
Si después de ella hallaré Que brindarte por su mano
)e mis pesares la calma. La prenda que estima más?
"1 espíritu de mi alma Ya como amante veraz
1
e hará luz en derredor Te doy mi sangre y sudor
r
de la dicha al fulgor Recibe, mi alma, esta flor
r
erás con placer fecundo Que en ella os doy a entender
¡ue te amé en el otro mundo Que tú mi flor has de ser
'i hay tras de la muerte amor. En los jardines de amor.

153 153 - a
TOMA HERMOSA ESTE CLAVEL TOMA HERMOSA ESTE CLAVEL
'orna, hermosa, este clavel Toma, hermosa, este clavel
ue es de la 'planta el mejor Que es de la planta, el mejor
\ue formó naturaleza Que formó naturaleza
'n los jardines de amor. En los campos del amor.

!n el clavel que te ofrezco En el clavel que te ofrezco


a cifrada mi pasión Va cifrada mi pasión
or la pena y confusión Con tal pena y confusión
;ue por tu causa padezco, Que por tu causa padezco.
i algún alivio merezco Si algún alivio merezco
or mi firmeza tan fiel Por mi fineza tan fiel
.ro te demuestres tan cruel, No te demuestres tan cruel,
tulce fin de mi esperanza, Dulce fin de mi esperanza,
si quieres la probanza Y si quieres la probanza
'orna hermosa este clavel. Toma hermosa este clavel.
bmo soy tan fino amante
' en prueba de que te quiero
.'e ofrezco cual jardinero Como soy tan fino amante
J& flor más bella y frangante. Y en prueba de que te quiero
i quieres verme constante Te ofrezco cual jardinero
!n la labranza de amor
tecíbeme por favor

(153) Del cuaderno de Don R. Matorras.


(153-a) Dictada por Don Gregorio Alderete, en Molinos, 1930.
106 JUAN A L F O N S O C A R R I Z

154 Entre tupidos vergeles


La vide feliz, graciosa,
TOMO LA PLUMA DE MIS MANOS Más humilde que una rosa ,
Tomo la pluma en mis mano3 Adornada de claveles.
Para escribir mi esperanza Tus ojos son dos laureles
Aunque tú me pagues mal Donde mi amor se esmeró
En mí no hallarás mudanza. Con afecto y con primor
De este tu amor lisonjero,
Mudanza en mí no hallarás Que pareces un jilguero
Porque te supe querer Que en un pinar se paró.
Aunque mil tormentos pase
Más firme te hi de querer. Al fin ya he dicho lo que eres
No puedo decirte más
Más firme te hi de querer Pues que para mí serás
Porque no te hi de olvidar Un prodigio de placeres,
Sólo el rato que yo duermo Dime, mi bien, si me quieres
Por tí dejo de llorar. O hay otro amor que más valga.
Yo te amé, con toda calma
Dejen de llorar mis ojos Desde el día en que te vi
Que en mí cabe la tristeza Pues pienso que para mí
Al pensar en vuestro cielo Eres más linda que el alba.
El alma se me atraviesa.
Tú eres astro, el más luciente
El alma se me atraviesa Engastado en luces bellas,
Y al mundo doy por testigo Cielo sembrado de estrellas.
Yo te daré a conocer Tú eres la luz del oriente.
Lo mucho que te he querido. De tí, la luna pendiente
El lucero y su candor
Te hi querido dueña mía Nadie iguala a tu arrebol.
Sin adulación ninguna Tú eres misteriosa escala
Y ahora que no me quieres Que tu claridad iguala
Será mi mala fortuna. Cuando va rayando el sol.

155 Si 156
TU ERES ÁGUILA IMPERIAL TU ERES LA REINA Y SEÑORA
Tú eres águila imperial Tú eres la reina y señora
Que en un pinar se paró, Soberana de mi amor,
Eres más bella que el alba Tú eres el brillante sol
Cuando va rayando el sol. Tú la refulgente aurora.
Tú eres a quién tanto adora
De los campos vierten flores, Mi corazón anhelante.
De las fuentes aguas claras, Tú eres la perla brillante
Nacen de tu bella cara Que mi pasión ilumina.
Jardines muy superiores, Tú eres la joya más fina
Eclipsan con tus colores A quien adoro constante.
A una rosa sin igual.
Aún metida en un cristal Yo soy quien puedo querer
Eres purísima rosa Con el mayor frenesí
Eespladeciente y hermosa Yo soy quién muero por tí
Tú eres águila imperial. Si no puedo merecerte.

(154) Del cuaderno del Sr. Matorras.


(155) Del cuaderno del Sr. Matorras.
(156) Del cuaderno de Don Pedro P. Padilla.
CANCIONERO f u f U L AR DE SALTA 107

Yo soy quien puedo ofrecerte Pero tengo un ángel fiel


El culto de un puro amor, Que lo eres tú, Margarita.
Yo soy quien tengo valor
De venir a tu presencia, TÚ tienes divinidades
Yo soy quien sin resistencia En tu sagrada persona
Te entregó su corazón. Y tienes una corona
De tus finas cualidades.
Tú eres del jardín la pjghta Tienes mil felicidades
Que cultiva el jardjfl e r a Keservadas para mí,
Tú eres, hermoso li a c e r o Tienes de la frase, sí,
3ue mi espíritu l e v i t a ' Lo más bello Que ella encierra
Tú eres rayo que quebranta Y tienes sobre la tierra
De los astros el fulgor, Mí querer con frenesí.
Tú eres con todo primor
De la fortuna el dechado, Yo tengo mis pensamientos
Tú eres quien más ha inspirado Depositados en tí
El más purísimo amor. Tengo desde que te vi
Alivio en mis sufrimientos,
Sfo soy quien con voz segura Tengo preciosos momentos
fe declaro mi pasión, Aunque tengo que sufrir
i'o soy quien sin presuñ¿i 0I1 Tengo el placer de decir
Adora tanta h e r m ^ ^ a Que tú eres mi dulce Edén
Yo soy quien amoi ^ j ú r a Y tengo por tí, mi bien,
Con ardiente frene a í Un cariño hasta morir.
10 soy quien te piq e e\ s (
2on un cariño prafr un( j 0 158
Yo soy quien en e^ te m u n d o
se muere de amor por tí. TUYO SERÉ MIENTRAS VIVA
Tuyo seré mientras viva
157 Si prometes el quererme
Dando fin a mi desdicha
TU TIENES DULCE PALOMA Si dichoso quieres verme.
Tú tienes, dulce paloma, Siempre que tu amor destierre
Las reliquias de la vida De sí toda acción esquiva
Tienes en la sien ceñida Aunque todo se me oponga
La palma triunfal que aroma. Tuyo seré mientras viva.
Tienes de viola el aroma
Encantador y atrayente, Nada importa que la suerte
Tienes del amor ausente
Y el olvido quieran verme
La decidida constancia
Distante de tu deidad
Y tienes perseverancia
Si prometes el quererme.
Para amar sinceramente.
Sólo el instante que os vi
I? tengo tan sólo espinas Conocí lo que era dicha
¡sembradas en mi camino, Y a ser dichoso pasé
Tengo como el peregrino Dando fin a mi desdicha.
Soches de triste neblina,
Tengo el alma que se inclina No quieras, cielo del alma,
A ¡a mansión infinita, Dejar de corresponderme
T-ngo la desdicha escrita Ni menos dejarme intentes
? bre mi destino cruel Si dichoso quieres verme.

(157) Del cuaderno de Don Ventura Sarmiento.


(158) Del C. M. A.
108 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

159 Ser tu verdadero dueño


Lo que me pone al empeño
YA ME TIENE CONFUND Esta mi gran aflicción.
Ya me tiene confundido
Esta mi gran aflicción No desprecies mis finezas
Al ver que me es imposible Y mi afecto verdadero,
Que rinda tu corazón. Yo pondré el mayor esmero
En adorar tu belleza.
Quisiera mi infeliz suerte En mí verás la firmeza
Quisiera la suerte mía Como fuera más posible
Que yo pudiera algún día Quisiera ser más visible
En mis brazos merecerte, Al fin en mi pensamiento
Porque es mi pasión tan fuerte Pero otra vez me arrepiento
Aunque hablarte no he podido Al ver que me es imposible.
Para decirte mejor
Que tu finísimo amor Y si acaso yo alcanzara
Ya me tiene confundido. Conseguir lo que deseo
Serías mi único recreo
Si en un acaso gozara Mi cielo, mi luna clara
Tu voluntad generosa Y espejo donde mirara
Fueras la planta frondosa Reflejada mi pasión.
En quien yo me deleitara. No tienes comparación
Esto es lo que se declara Y este mi querer es tanto
Esta es mi única intención. Que te pido, dulce encanto,
Quisiera sin reflexión Que rindas tu corazón.

(159) Del cuaderno de Don Ventura Sarmiento. El Sr. Matorras lo tomó de


la misma fuente.
PENAS, DOLOR, TRISTEZAS
Y AMARGURAS
1<50 De lo que hablan de mí digo
Así que me determino
A LAS ORILLAS DEL MAR A pagar con una ausencia.
las orillas del ma^
e la verde playa bate ¿Cuál es aquel que no yerra?
un país ameno, naves, Y nadie de esto se asombre,
ir a llorar mis Pesares. El error fué para el hombre,
En ésta y en otras tierras,
tre mi llanto y las ondas, Y es tal la maldad que encierra,
eron los coloquios tales, Que a cada instante yo observo
e cuando el curso paraba, Que les fastidia si duermo,
rría el discurso a mares. Les fastidia el verme andar,
Y en fin, para caminar
raba el mar y lloraban Varias veces me prevengo.
s ojos en cada margen,
. sé si el mar o mis ojos Al verme tan criminoso
asieron hacerse iguales. Tal vez llegara a pensar,
Que en algún otro lugar,
aire di mis suspiros, No serán escrupulosos,
nde los vientos combaten, Quedarán todos gustosos,
iebran el flujo «n mi pecho No me verán los mirones,
8 olas si así se parten. No habrá más murmuraciones
Y dirán esos señores:
y de mí! repito a vista No son tanto los errores,
1 exceso de mis males, Más son las almiraciones.
es cabe tanto en mi pecho
anto que en un mar no cabe.
162
161
¡AY, CIELOS; DONDE ESTARA!
A PAGAR CON UNA AUSENCIA
i'Ay, cielos! ¿Dónde estará?
pagar con una ausencia ¿Vivirá, acaso, mi bien?
rias veces me prevengo, ¡Mis ojos ya no la ven!
¡s s'on las almiraciones ¡Muerta ya quizás será!
e los delitos que tengo.
Avecilla que al surcar
da ha sido mi quebranto, El aire con rapidez
bían formado un incendio, ¿Habéisla visto tal vez
iero echar tierra por medio, La has oído suspirar?
rque a todos causo espanto, ¡Mas, ay; que vuestro callar
no diré que soy santo, Es cruel anuncio que ya
mbién faltó la paciencia, Es muerta y ay, ¿ quién podrá
to ha sido una imprudencia Asegurarlo de cierto?

(160) Del C. M. A.
(161) Dictada por Don Simeón Soto, "La Viña", 1930.
(162) Del cuaderno del Sr. Matorras. En el Cancionero de Catomarca, N* 62,
tá esta misma canción.
En el Cancionero, de Juan Fernández de Costantina, siglo XV, hallo esta es-
>fa del villancico N« 195, pág. 305, atribuido a Juan de la Encina:
lezillas que bolays Porque a mí me consoleys,
límales que paceys, Que soy sola, sin consuelo,
izi porque no gritays,
112 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

Y si es factible que ha muerto, 163


¡Ay, cielos! ¿Dónde estará?
¡AY FORTUNA! ¿QUE TE HICISTE?
Decidme prados frondosos,
Que mudos testigos fuisteis ¡Ay, fortuna! ¿qué te hiciste?
De ocasiones que la visteis Consuelo de mis tormentos,
En mis brazos amorosos, Vivo en tanto desacierto
Parad, ríos caudalosos, ¿Qué, no consuelas a un triste?
Vuestras corrientes deten,
Para responder también, Se aumenta mi desconsuelo
¿Visteis a mi dulce encanto? Sin alivio ni esperanza,
O si padeciendo tanto Unas con otras se alcanzan
¿Vivirá, acaso, mi bien? Las penas sin un consuelo;
Compadézcanse los cielos
¿A dónde hallaré consuelo De las penas que me asisten,
Si montes, valles y sierras, Vivo tan penoso y triste
Aves, peces, ríos, fieras, En los brazos de la muerte,
Mudos aumentan mi duelo? No hay placer donde no hay suerte
Ya me miro en este suelo ¿Ay, fortuna! ¿qué te hiciste?
Sin mi más preciado bien,
¡Oh, muerte: cortad también En equilibrio me tienen
Mi vida y toda mi gloria Mis desgracias tan fatales,
¡Acabadme; oh, cruel memoria! Porque tormentos y males
¡Mis ojos ya no la ven! Sólo a mi presencia vienen,
Y conmigo se entretienen
De bosques, terribles fieras, Los martirios más violentos,
Decidme si en las entrañas Ves que mis padecimientos
En las breñas o montañas No tienen fin, ni tendrán,
O cielos, valles o selvas, Sólo la muerte será
Hay señales de que infiera Consuelo de mis tormentos.
Que allí oculta se hallará,
Y que viviendo podrá Las glorias lejos de mí,
Existir sin su recreo, Los placeres más distantes,
No, no, fortuna, no creo, Y mirando a cada instante,
¡Muerta ya quizás será! Mi suerte tan infeliz.

(163) Tomada del cuaderno de Don Ventura Sarmiento. Hallo cierto paren-
tesco entre la glosa salteña y esta otra compuesta por Rodrigo Daualos que figura
en el Cancionero General de Hernando del Castillo Nos. 176 y 177.
Canción causa de mi mal presente,
¿Dónde estás que no te veo?
¿Dónde estás que no te veo?
¿Qué es de ti, esperanza mía? ¿Dónde estás c'aunque más muerto
A mí que verte desseo siempre mirarte querría,
Mil años se me hace un día. de mi gloria desconcierto,
¿dónde estás, cuyo soy cierto?
Mas tal es tu hermosura ¿qu'es de ti, esperanca mía?
y tu tierna juventud,
que con tu gentil figura Ya con todo mi poder
Me hieres y das salud. que no podiendo te ver,
Conmigo mismo guerreo mi muerte yo la rodeo,
si desatarme podría, el remedio es fenecer
mas al fin cautivo creo a mi que verte deseo.
quedar de tu señoría. Porque ya de mi tormento
no s'espere mejoría,
Glosa ni me baste sufrimiento,
qu'en mi triste pensamiento
Tú por quien mi vida siente mil años se haze un día.
mil muertes con tu deseo
sin que nada le contente,
ÍN CI ON E RO POPULAR DE SALTA 113

lid muerte, a mí, venid! 165


iba con mis tormentos!
quiero vivir más tiempo ;AY SUSPIRO, SOLO VOS!
e nacido desgraciado, ¡Ay, suspiro, sólo vos
rivir estoy cansado Cerno que del pecho sales,
o en tanto desacierto! Sabes los acerbos males
Que padecemos los dos.
tientos tan repetidos
en a mí sin cesar. Eien sabes que vivo ausente
Indo dejaré de estar De mi idolatrado hechizo,
penoso y afligido? Porque el infortunio quiso
:orazón dolorido Que padezca yo cruelmente,
de penas se viste Sabes que no hay accidente
tuna! ¿dónde te fuistes? Mas terrible ni veloz,
;raria de mis deseos, Ni incendio más atroz
ade estás que no te veo? Que el querer y no gozar
é, no consuelas a un triste? ¿Quién lo puede remediar?
¡Ay, suspiro, sólo vos!
164 Bien sabes cómo el amor
Cuando se le ausenta el dueño,
¡AY SUSPIRO, SOLO VOS! Le adora con más empeño,
Y siente mayor dolor,
, suspiro; sólo vos! Yo también a mi favor,
o que del alma sales, No tengo sino crueldades,
;s los acerbos males Así, suspiro., no tardes
padecemos los dos. De apresurar tu partida,
Dale cuenta de mi vida
ie de mi amor feroz Como que del pecho sales.
?uno en el orbe entero
2 del modo que quiero, También sabes el cuidado
suspiro, solo vos! Que tengo de obligación,
Porque tengo una pasión
pensamientos leales, Que ya me tiene privado;
pensar y resistir, Así dile que te he enviado
vos puedes decir A que le cuentes mis ayes,
-o que del alma sales. Y todas las impiedades,
Que afligen mi corazón,
que con pasos iguales, Porque tú con más razón
íes las ansias del pecho, Sobes lo sacerbos males.
ya me tienen deshecho,
3s, los acerbos males. Dile que no tengo instante
Que no piense en su hermosura
por mí y yo por vos Que sintiendo la amargura
silencio descansamos, De contemplarla distante,
aún a los ojos digamos, Siempre soy su fino amante
padecemos los dos. Firme acero y fiel reloj,

(164) Del C. M. A. En el Cancionero del siglo XV, está esta canción de Her-
. Mexía que dice:
ospiro de amargura! Mas con todo, en la pasión,
fuere yo donde vays, Viendo por quien soys gastados,
e mal de mi ventura da descanso la razón,
estaría de tristura Pues soys tan bien empleados.
,1 vosotros la decays;
(165) Del cuaderno del Sr. Matorraa. N ' 156.

8
114 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

Y tan sujeto a su voz Hoy que errante sin consuelo


Aunque ausente de su cielo, Marcando mi rumbo incierto
Pero que tengo el consuelo Sólo encuentro en el desierto,
Que padecemos los dos. Las luminarias del cielo.
Y en mi constante desvelo,
166 Por tu recuerdo querido,
Hasta este sitio he venido
AY VIVIR Y COMO CANSAS Que guarda tanta ventura,
Buscando tu imagen pura
¡ Ay, vivir y cómo cansas
Kn tu solitario nido.
En un pecho lastimado!
¡Ay muerte, qué perezosa
Vienes para un desdichado! 168
BAJO DE UN COPOSO PINO
¡Ay parca, que aunque te busco
Diligente no te encuentro! Bajo de un coposo pino
¡Ay que impías que te muestras Llorando me lamentaba,
En dilatarme el tormento! Y el pino como era tierno
De verme llorar lloraba.
¡Ay infeliz y cruel hado
No huya de mi tu rigor! Al mirar mi situación
Que aunque el morir es sensible En tan terrible destino,
¡Ay vivir que es más dolor! Se me partía el corazón
Bajo de un coposo pino.
Vengan tropas de tormentos
Que para mí no hay martirio Triste, confuso, afligido,
Porque el corazón que tengo Triste me desesperaba,
Es más fuerte que un castillo. Al mirar mi cruel destino
Llorando me lamentaba.
Más, ¡Ay dolor! — ¿Es posible
Que en un pecho como el mío Todas las penas venían
Quepan desesperaciones A hacer mi pecho un infierno,
Cuando no tengo el consuelo? (Sic) Hasta los pastos gemían
I' el pino como era tierno.
167
Viendo mi cruel sentimiento
BLANCA PALOMA QUE EL NIDO Este árbol se deshojaba,
Y hasta en sus ramas, el viento
Blanca paloma, que el nido
De verme llorar lloraba.
Dejastes abandonado,
Porque estaba envenenado
Con mi aliento maldecido. 169
Perdón mil veces te pido BAJO DE UN COPOSO PINO
S ; amándote con ternura
Yo labré tu desventura Bajo de un coposo pino,
Que es mi más íntimo ardor, Llorando me lamentaba,
Sin comprender que mi amor El pino como era tierno,
Manchaba tu frente pura. De verme llorar, lloraba.

(166) Del C. M. A.
(167) Dictada por el Sr. C. Arias Ceballos, en la Capital, en 1928.
(168) Del cuaderno de Don Ventura Sarmiento.
El Sr. F. E. Marín trae la cuarteta inicial en esta forma:
Yo m'arrimé a un pino berde Y er pino, como era berde
Por ber si me consolaba, De berme yorar yoraba.
„„„,. „ , C. P. Españoles. N'5518.
(169) Del cuaderno de Don Ventura Sarmiento.
SANCIONE ti O POP U LAR DE SALTA 115

n dolor me devoraba, ¡Corazón! ¿Por qué estás triste?


! me partía el corazón, ¿En qué tenis que pensar?
[ mirar mi situación Habiendo nacido libre
lando en su sombra me hallaba, ¿Quién te mandó cautivar?
i amor se desesperaba ¡Calla y no llores
•iste, confuso, afligido, Triste corazón!
al mirar mi cruel destino,
etc.
iste me puse a llorar,
allí también a pensar
yo de un coposo pino. ¡Levanta, corazón mío!
¿Para cuándo es el valor
Si no es para demostrarlo
endo este árbol mi lamento,
Cuando se ofrece ocasión?
comenzó a deshojar, ¡ Calla y no llores
leriendo más aumentar Triste corazón!
is insufribles tormentos,
.y, qué grande abatimiento, etc.
;te pesar me caucaba!
,n solamente encontraba
Un corazón como el mío
i cautiverio amoi-oso,
No lo ha de tener cualquiera.
al pie de este árbol coposo
Corazón que sufre y calla
yrando me lamentaba.
No se encuentra donde quiera.
¡Calla y no llores
s ramas se han marchitado Triste corazón!
oir mis tristes gemidos,
s lágrimas y suspiros etc.
este árbol lo deshojaron,
s sentidos desmayaron,
. el sueño más eterno, ¡Corazón, en tu tormento
ro luego que recuerdo Vives tan disimulado
el árbol donde estaba Cualesquiera que te mira
y; que triste suspiraba, Presume que estás callado!
pino como era tierno! ¡Calla y no llores
Triste corazón!
que volvió a renacer, etc.
incomparable ainargura
iso nacer, la fortuna
dio un golpe de pesar, No hay corazón como el mío
en un continuo llorar, Para sufrir una pena,
todas partes miraba, Ama y sufre su martirio
s, nadie me consolaba Al que su amor lo encadena...
viendo mi cruel destino, ¡Calla y no llores
o un lastimero pino, Triste corazón!
verme llorar, lloraba. etc.

170 ¡Corazón! ¿Qué es de tu brío?


¿Qué es de la paz que anhelaste?
GUAINITO Con tu loco desvarío
alia y no llores Tú mismo, tu mal labraste.
iste corazón! ¡Calla y no llores
m el llanto no se apaga Triste corazón!
ardor de una pasión. etc.

(170) Me fué dictado este Guainüo por la Srta. Felicidad Zuviría, en 1930,
la Ciudad.
116 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

Tú mismo tu mal labraste Cuando yo vivía


Sin escuchar la razón En mi libertad,
Llora en silencio tus penas Aún con el desprecio
Sufre y calla corazón. Solía agradar,
Mas hoy que cautivo
¡Calla y no llores Me hallo por mi mal
Triste corazón! Aún con el cariño
Con el llanto no se apaga No puedo obligar.
El ardor de una pasión
172
171 CRIE DORMIDO UNA ILUSIÓN
CORAZÓN TIRANO
Crié dormido una ilusión
¡Corazón tirano, Y al despertar la perdí,
Deja ya de amar, Y al perderla, qué era, vi,
A esa vil ingrata, Delirios del corazón.
Que te paga mal!
Más, no tienes Quise gozar y aspiré
De qué suspirar Las tristes flores del suelo,
Porque el bien gozado Más, eran flores de duelo,
Suele en cara dar. Y en su cáliz llanto hallé.
¡Ay, ay, ay!
Ayer ventura, hoy dolor,
¡Corazón rebelde Incertidumbre mañana,
Harto has padecido, Tal es de la vida humana
Desprecios y agravios El cuadro desgarrador.
Por haber querido,
A esa vil ingrata, Ayer sueños seductores,
Tirana homicida, Hoy fatales desengaños,
A quien entregaste Y vienen y van los años,
El alma y la vida! Cuál nacen y mueren flores.
¡Ay, ay, ay!
173
J Triste corazón
Déjame llorar, DE LAS DESGRACIAS RODEADO
Que para mis males
Eemedio no habrá , De las desgracias rodeado
No con la esperanza En este mundo he nacido,
Me diviertas más Parece que maldecido,
Que si das consuelo, Dios al mundo me ha lanzado.
Das mayor pesar! Como un hombre despreciado,
¡Ay, ay, ay! No hallo placer ni alegría;
Para mí no hay sol ni día,
Vivía gustoso La noche me da temor,.
En mi soledad, Todo para mí es dolor,
Busqué compañera ¿Qué estrella me alumbraría?
Y encontré mi mal,
Ciego a los halagos Es tanto que mis amigos
De un falso adorar, Han entrado a aborrecerme,
Vendí mi albedrío Que ni cerca quieren verme,
¡ Oh, qué ceguedad! Sin que les haya ofendido,
¡Ay, ay, ay! Y de este modo abatido,

(171) Del C. M. A.
(172) La oí a un guitarrero, en 3ario de Lerma, en 1930.
(173) Dictado por Don Nicanor :, en Pucará, en 1928.
: AN C ION t! RO POPULAR DE SALTA 117

[luán amargas soh m i s días! Sólo la cama en que duermo


iendo la desgracia mía Se compadece de mí,
e lamento sin c%sar, Porque en ella gimo y lloro,
)h, qué destino fatal! Desde que mi bien perdí.
?wé estrella me alumbraría?
Como fino apasionado
lizas si gano el desierto Te dictaré mi dolor
íllaré más caridad Si he de vivir padeciendo
is fieras con ihás piedad Morirme será mejor.
e recibirán contento
lizas allí mis lamentos Felices fueron mis brazos
Que se abrieron para tí
Y mis labios que supieron
Besarte con frenesí.
174
DE LAS RAMAS DE UNA ROSA Si ya no te vuelvo a ver
O para siempre te pierdo,
; las ramas de una rosa Si muere en tu alma el cariño,
ilo una espina elegí, Que al menos viva el recuerdo.
ella me lastima el alma
ssde que mi bien perdí.
175
)ónde estará el bien que adoro? DESPUÉS DE TANTO PENAR
iy cielos, qué desespero!
iuién me lo tendrá escondido Después de tanto penar
aquel hermoso lucero? Con una pasión tan fuerte,
Por fin me has de dar la muerte
la busco entre los montea Si no te puedo olvidar.
>s montes huyen de mí , ¿Para qué ingrata buscar
izquinándome sus sombras Alivio a mi mal creciente
isde que mi bien perdí. Si has de ser indiferente
Con quién tanto te ha querido?
la busco en las corrientes Ya no hay más ley que el olvido
)s ríos huyen de mí, Contra tu amor inclemente.
ezquinándome sus aguas
asde que mi bien perdí. Ya no queda otro consuelo
Para un infeliz amante
la busco entre las selvas, Si una mujer inconstante,
)S pajarillos cantando, Que tan mal paga su anhelo,
e dicen se fué al desierto Y si es castigo del cielo
allí lo pasa llorando. Porque te he querido tanto,
Justo es que vierta mi lanto,
: la busco entre las flores De mis desdenes heridos
orno jazmín de mi anhelo, Hasta que caigan rendidos
'e dicen que sus colores, Al peso de un desencanto.
e perdieron con el hielo.
Dejaré el tiempo pasar
i la busco entre los astros Buscaré en la ausencia calma,
orno estrella refulgente, Que las heridas del alma
le dicen que su esplendor, Las suele el tiempo curar,
ío aparece ya en oriente. Si no te puedo olvidar,

(174) Del cuaderno del Sr. MÍ ras. En el Cancionero de Catamarea, está


iste mismo canto, N» 80. El Prof. I José R. Fierro, de Tucumán, lo sabe tam-
ién. Esto demuestra su popularidad.
(175) Dictado por la Srta. Margarita F. de Echazú, en Cachi, en 1930.
118 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

Volveré ingrata a quererte, Y daba el consentimiento


Hasta que por fin la muerte A tan bárbara indolencia?
Ponga término a mis penas, ¿Cómo dobló mi conciencia
Ya que tan cruel me encadenas O mi buena reflexión?
A vivir contra la suerte. ¿ Dónde estuvo mi razón,
O se halló fuera de mí
175 - a Que sin motivo salí
De aquella amena mansión?
DESPUÉS DE TANTO PENAR
Después de tanto penar Mi consorte quedó herido
Con una pasión tan fuerte, Llorando gotas de sangre
Por fin me has de dar la muerte Y mis hijitos sin madre
Si no te puedo olvidar. ¿Qué es lo que me ha sucedido?
¿Para qué ingrata buscar Venga, sobre mí el castigo,
Alivio a mi mal creciente Quizás ¡Oh cielo! ¿no viste?
Si has de ser indiferente ¡Fortuna! ¿Dónde te fuiste
Con quién tanto te ha querido? Que no has tenido piedad
Ya no hay más ley que el olvido Que me dejastes bajar
Contra tu amor inclemente. A las bajezas más tristes?

Dejaré el tiempo pasar, Adán y Eva desterrados


Buscaré en la ausencia calma Del Paraíso Terrenal
Que las heridas del alma, Ellos lloraban su mal
Las suele el tiempo curar. Hasta verse perdonados,
Si no te puedo olvidar No fueron desesperados
Volveré ingrata a quererte, Hasta que hubo redención
Hasta que por fin la muerte Que una buena reflexión
Ponga término a mis penas, Borra del pecado el sello
Ya que tan cruel me encadenas Pero a mí lo mismo que a ellos
A vivir contra mi suerte. Me derribó mi pasión.

176 177
DE UNA TORRE DE PLACERES DE VERME TAN ABATIDO
De una torre de placeres De verme tan abatido
De acuella amena mansión Triste, afligido y penoso
A las bajezas más tristes Llorando el tiempo perdido
Me derribó una pasión. Por bribón y escandaloso.

Llorando estoy sin consuelo Cuando anduve en mi privanza


Esta mi infelicidad, Tenía infinitos amigos
Sirviéndome de ejemplar Hoy de mi mal son testigos
La vista del alto cielo, ¡Qué ingratitud, qué mudanza!
Mi nota está por el suelo En los que tenía confianza
Miren en sus manos, seres, Cuando me vide afligido
Así hombres como mujeres Ni siquiera de fingido
No se vean como yo, Ninguno se me ofertaba,
Que una insuerte me volteó Hasta el habla me negaban
De una torre de placeres. De verme tan abatido.

¿Dónde estuvo mi advertencia Por las tierras donde hi andado


Que no se presentó a tiempo Mil fortunas hi tenido,

(175-a) Dictado por el Sr. Ezequiel Alemán, en "El Galpón", en 1931.


(176) Del cuaderno del Sr. Matoras.
(177) Dictado por Don Simeón, La Viña.
? AN CION B¡ R 0 POPULAR DE SALTA 119

las, lograrlas no hj s a bido Me dicen que están vacías


or loco y desbarataao; Las conchas que eran su centro.
' me hi visto bien tratado
on dinero y muy gustoso, Si lo busco entre mis ansias
!oy por loco y fantasioso, En mi pecho no lo encuentro,
or seguir mi gusto feo, Porque días ha que vive,
or eso, agora me veo, Sin alma este triste cuerpo.
'riste afligido y penoso.
179
0 padezco porque quiero,
esperdicio cuanto busco, ¿DONDE ME LLEVAS FORTUNA?
ara mí nada produzco
¿Dónde me llevas fortuna.
or seguir mi gusto fiero,
De esta manera rodando
e todos soy heredero,
Sin saber lo que he de ser
igador, también Cupido,
De mi triste vida al cabo?
ero si mi gusto ha sido,
1 juego y el galanteo
Provincias peregrinando
sr eso agora me veo
Pasando dos mil desvelos,
lorando el tiempo perdido.
Entre calores y hielos,
Ajenas caras mirando,
uando yo plata tenía Digan todos ponderando
.e ofertaban mil placeres, Mis desdichas de una en una
sí hombres comf, mujeres, Como a mi suerte importunan
e estimaban, me querían, Desdenes y desaciertos,
odos a una voz flecían: Pero, decidme de cierto:
ué mozo tan generoso, ¿Dónde me llevas fortuna?
Jué bizarro, que buen mozo!
gora que pobre estoy
odos me dicen qUe soy ¿De qué me sirve la pluma
n bribón escandaloso. De qué me sirve el saber
Si hoy día me llego a ver
En una desdicha suma?
178 Que todo en mí se consuma
DONDE ESTA EL BIEN DE MI Al andar peregrinando,
VIDA Paguen mis ojos llorando
Hasta que venga la muerte,
3ónde está el l5ien de mi vida Si me ha de tener la suerte
ecime piadoso cielo? De esta manera rodando.
uizá lo tienes oculto
)r ser brillante lucero. Si en un tiempo yo hacía alarde
Estando en mi casa llena,
i lo busco entre las flores Hoy me veo en tierra ajena
or ser el jazmín más tierno Careciendo de mi madre.
G dicen que su hermosura Sin árbol, sombra, ni padre
; marchitó con el yelo. Ni hermanos para mi ver.
Me dispongo a padecer,
i lo busco entre las aves Imitando a Jeremías
or ser ruiseñor mi dueño Suspirando noche y día
e dicen que el dios Cupido Sin saber lo que he de ser.
o tiene cautivo y preso.
Madres, las que tengan hijos
i lo busco entre los mares Varones para consuelo,
or ser perla de mi aprecio Alcen sus ojos al cielo

(178) Del C. M. A. En Jujuy está esta misma trova, Cancionero de Jujuy, N° 41.
(179) Del cuaderno del Sr. Mato rras. También está en Jujuy, Cancionero de
ujvuy, N* 37.
ÍW J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

Pidan que los lleven chicos, Estaban los dos sentados


Verán afanes prolijos Cuando el cazador los vio,
De las miserias esclavos. Y del susto que tuvieron
Esto les digo y acabo Se separaron los dos.
Con lágrimas de mis ojos
Para cantar los despojos Quedaron los dos perdidos
De mi triste vida al cabo. En la senda del amor,
Pero quedan a juntarse
Para ir al nido los dos.
180
DOS CORAZONES AMANTES Llora triste en la montaña
El amoroso jilguero,
Dos corazones amantes, Cuando lo encontró una jaula
Ausentes por precisión, Donde cayó prisionero.
Lloraban su división
Las horas y los instantes. ¿De qué sirve mi existencia?
¿De qué sirve haber nacido
El uno clamaba al cielo Si me he de ver para siempre
Llorando su desventura, En la jaula sumergido?
Que le vuelva por ventura
A su idolatrado dueño. Más vale me hubiera muerto
Antes de haberte querido.
Mas, el otro vacilando Si no hi de lograr mi intento
Penoso y triste decía: No te hubiera conocido.
¿A dónde estás, vida mía,
Que por tí vivo penando? Estando triste el jilguero,
En medio de su prisión
Las lágrimas lastimosas Se presentó la calandria
Que a millares derramaban, A cantarle su pasión.
Mares y mares formaban,
Y también islas fragosas.
—Decime juiguero amante
Al fin los dos desdichados Te pregunto por favor
Buscan por dicha la muerte, Que me interesa saber
Porque sienten de tal suerte La causa de tu prisión.
Tener vida separada.
—Déjame pasar trabajos
Que yo me encuentro conforme
181
Porque sé que los trabajos
EL JILGUERO Y LA CALANDRIA Se hicieron para los hombres.

El jilguero y la calandria —Oye jiuguerillo amante,


Eran dos que se querían Te pregunto por favor,
Temerosos de un desprecio Mira que yo soy constante
Ninguno se descubría. Y no olvido nuestro amor.
Al cabo de tanto andar —Voy a avisarle señora
Le dijo el jilguero un día Ya que tanto así me apura.
Que pretendía ser su amante La causa de mi prisión
Que por ella se moría. Es por amar su hermosura.

(180) Del C. M. A.
(181) Un obrero que trabajaba en
(Bscoipe), en 1930, me dictó este verso laEnconstrucción de la "Cuesta del Obispo"
posterioridad a la publicación del Concio ñero, me lo dictó también
Catamarca es conocido. Con
Don Manuel Ovejero, en
San Antonio de P. Blanca.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA

-Lindo jiuguerillo i z a n t e No mirando los despojos.


a me voy a retira r Después de trabajar tanto
r
oy a mandar un e nv iado Unas me dieron abrojos.
íue te ponga en libertad.
AI tiempo de cosechar
'ambién debo prevfe n ¡ r t e Devisé por la ribera,
o que usted puede dudar Y la vi a mi sementera
épase que soy cas, a( i a Perdida por la mitad,
oy mujer del carcañal. Triste me puse a llorar
Diciendo: ¡Cielo! ¿Qué es esto?
fo esté usted desprevenido; ¿Por qué he perdido tan presto
Si le preguntan por mí, Flores que han sido divinas?
Mgales que no me ha visto Algunas dieron espinas
Ti jamás lo conocí. Y otras un amor perfecto.

182 183
EN LAS TIERRAS DE CUPIDO EN MI TRISTE SITUACIÓN
7« las tierras de Cupido En mi triste situación
lembré semillas de afecto No hay parientes ni hay amigos,
Jnas me dieron abrojos Ya todos se han olvidado
Hras un amor perfecto. De un infeliz abatido.
íual infeliz labrador Hoy para mí no hay placer
Jue labra la tierra dura, Ya mis glorias dieron fin,
In ablandar tu hermosura Tan sólo reinan en mí
'use mi empeño mayor, Desdichas y padecer.
'use allí todo mi amor No hay hermanas, no hay mujer
lis potencias y sentidos En la presente ocasión,
f desvelado, abatido, Llora sangre el corazón
empeñoso trabajando, A] verse tan mal pagado,
¡reí que iba adelantando De todos abandonado
¡Jn tos tierras de Cupido. En mi triste situación.
Trabajó mi herido pecho Y tan solamente el cielo
)ía y noche sin cesar, En medio de mi tormento,
( no pudiendo ablandar Oye mis tristes lamentos,
Joraba en mi triste lecho, El es mi único consuelo.
Jos mil imposibles he hecho Para mi mayor desvelo
ÍL mil desdichas expuesto, Me parece haber venido,
fasta que a mi amor discreto Mirándome confundido
Venció mi grande porfía. En mis penas tan fatales.
Por ver lo que producía En medio de tantos males
'Sembré semillas de afectos. No hay parientes, no hay amigos.
Sn mi cultivo amoroso En tiempos que yo gozaba
Empleaba mi corazón, De distinción y cariño
Con desvelo y afición Jamás me había persuadido
De los daños cuidadoso; Que todo fuera supuesto;
Los he regado empeñoso Convencido de todo esto
Con lágrimas de mis ojos, Mi dolor se ha acrecentado,
Creyendo tenga adelanto, Y de hora en hora he llorado

(182) Del cuaderno del Sr. Matorras.


(183) Del cuaderno del Sr. Matorras.
122 J U A N A L F O N S O c A n R I Z O

Mi desgracia sin cesar; Su imagen me arrebató


Ya no tengo qué esperar , Y desde entonces sufriendo,
Ya todos se han olvidado. Voy mis lágrimas vertiendo,
Porque eterno amor juré,
Hoy me hallo en tierras ajenas Entonces casi expiré
Sin tener ningún amparo, Ahora vivo muriendo.
Rodeado de los extraños
En medio de tantas penas, Inhumano dios Cupido,
Cautivo estoy sin cadenas Muévate al fin mi dolencia,
Sumergido en triste olvido, Haz que vuelva a mi presencia
De todos desconocidos La diosa por quién suspiro,
En este gran precipio. Sólo por ella respiro,
Pero ¿ quién ha de hacer juicio La vida que le rendí,
De un infeliz abatido? Y si en otro tiempo fui,
Cual ninguno afortunado,
184 Me veo en llanto anegado
Desde que mi bien perdí.
EN OTRO TIEMPO EXISTÍ
En otro tiempo existí 185
En mis glorias presumiendo,
Ahora vivo muriendo EN QUE ESTRELLA YO NACÍ
Desde que mi bien perdí.
¿En qué estrella yo nací
Cuando la noche sombría Para tanto padecer?
Extiende su obscuro velo Mejor fuera haberme muerto
Ansiosa remonta el vuelo, Al instante de nacer.
La infeliz memoria mía.
Se junta en mi fantasía Yo, como infeliz, perdí
El dulce bien que perdí Lo seguro por lo incierto,
Entonces lloro ¡ay de mí! Si fué causa de mi estrella
Su ausencia cual desgraciado Yo no me quejo del tiempo.
Recordando que a su lado Yo no me quejo del tiempo
En otro tiempo existí. Quéjese el tiempo de mí
Vuela el pensamiento ansioso Que el tiempo dichas me dio
Tras la perdida ilusión, Yo pesares elegí.
Recordando la ocasión Yo adoré un falso diamante
Que fui el mortal más dichoso, Porque fino lo creí,
Me acuerdo que temeroso Y si no logré mi intento
Vi su corazón latiendo Quéjese el tiempo de mí.
Y dijo el mío: ya entiendo,
Amor nos echó eu lazo.
Y la estrechaba en mis brazos 186
En mis glorias presumiendo. EN UNA CÁRCEL DE PENAS
Mas ¡ay! qué poco duró En una cárcel de penas
Aquel tan feliz momento. En un calabozo estrecho;
Después sucedió el tormento Contemple cómo estaré,
Que el destino ocasionó, Meta la mano en el pecho.

(184) Del cuaderno del Sr. Matorras.


(185) Del cuaderno del Sr. Matorras. Supongo que las tres cuartetas últimas
son de una glosa a esta copla:
Yo no me quejo del tiempo, El tiempo me dio placeres,
Quéjese el tiempo de mí, Yo pesares elegí
(186) Dictado por don Simeón Soto. Recuerdo que al dictarme esta glosa, me
dijo: "La oí a uno mi primo, Santos Guanuco". He oído decir también: Este es fa-
milia, al señalar a un miembro de la familia para indicar parentela. Expresiones así
son comunes, en la campaña de Salta.
AN CI ON E RO POPULAR DE SALTA Í23

m conoces que te adoro Y cavilaciones tales


que me muero por tí, Me consumen lentamente,
or qué te alejas de mí, Que las sombras de la muerte,
por tu culpa yo lloro? Ya van mi frente cubriendo,
lo tu rico tesoro Y lentamente muriendo
i ha servido de cadena, Me consume fatal suerte.
! voy a tierras agenas
ir no verte en otros brazos. Lágrimas de sangre vierten
is bien sufriera balazos De sus órbitas mis ojos,
. una cárcel de penas. Mirando tristes despojos,
Que va dejando la muerte;
iy me pesa haber nacido Y viéndome de esta suerte
gún mi padecimiento, Pálido, desfigurado,
siento no haberme muerto, Con ojos tan marchitados,
ira haberla conocido. Que no pueden ni llorar,
. persona sólo ha sido ¡Ven muerte, mi alma a calmar!
ma que ha herido mi pecho, ¡Ay! diré, desesperado.
»r el poco aprecio que ha hecho
• mi fina voluntad, Sirva al mundo de ejemplar
>y me voy a sepultar Este esqueleto ambulante
>, un calabozo estrecho. Que por ser tan fino amante
Va al sepulcro a descansar,
Mas, sabrás que ha de dejar
Una sombra permanente,
Gritando continuamente
A los que fino han amado:
187 —Miren cómo me han dejado
ESTOY DE VIVIR CANSADO ¡Espectro soy de la muerte!
¡toy de vivir cansado
188
e consume fatal suerte.
iy! diré, desesperado: FUI TU ÁRBOL ESTIMADO
espectro soy de la muerte!
Fui tu árbol estimado
i un mar muy fresco, al viento Que te di mucho producto,
¡frescar quise mi mente, Si ahora no te doy fruto,
le en un mar de lava hirviente Porque me veo deshojado,
e hallaba en grande tormento; No pienses que m'hi secado,
en penoso sufrimiento Estoy más verde que un yuyo;
i dolor me desvelaba, No pienses que esto es orgullo
acongojado esperaba, Porque es cosa muy notoria,
el día las pesadas horas, Kecorre vuestra memoria,
Muerte! ¿por qué te demoras Y acordate que fui tuyo.
i estoy de vivir cansado? Después de cortar la flor
Has arrojado la planta
'an pesados son mis males, Mis sombras te han de hacer falta
tan lento el tiempo corre Cuando te fatigue el sol,
!ue hasta la eternidad se oye, Ya no has de tener valor,
)e mi corazón los ayes, Viéndote desamparada

(187) Del cuaderno del Sr. Matorras.


(188) Me fué dictada por la Sra. Margarita F. de Echazú, Cachi, en 1930.
Sn el Ecuador es popular esta coplita del mismo tema.
i.rbol fui verde y hermoso, He perdido hojas y flores:
iue en un tiempo florecía; No soy lo que ser solía.
L. M. 191-6.
Í24 JUAN A L F O N S O C A R E I Z

Y triste y acongojada, No canta como solía


Te has de poner a llorar, A vista de un bien perdido.
Y entonces te has de acordar
Que fui tu planta estimada. Ya con reclamos la llama,
Ya lo busca dando silbos,
188 - a Y de su pecho, la pena
Arranca tiernos suspiros.
YO ERA UN JARDÍN DE ALEGRÍA
Y después de haber andado
Yo era un jardín de alegría De su albergue fugitivo,
Bellas flores dulces llamas, Busca la rama más seca
En la sombra de mis ramas Para llorar afligido.
Gustoso te recibía.
Dos mil cariños te hacía,
Yo soy aquel pajarillo
Y aplacaba tus ardores, De tan infelice suerte,
Y cortabas varias flores, Que tengo de andar penando
De aquel jardín tan florido; Hasta que llegue la muerte.
Ahora todo has perdido
Será por otros amores.
190
Después de cortar la flor
HORRIBLE FIEBRE DEVORA
Has arrojado la planta
Su sombra te ha de hacer falta Horrible fiebre devora
Cuando te fatigue el sol, Mi cerebro con tesón,
Y no has de tener valor Y, en más de una ocasión,
Viéndote desamparada. Me amenaza aterradora.
De triste y desconsolada Tu imagen consoladora
Te has de poner a llorar No se presente a mi mente,
Entonces te has de acordar Solo sigue indiferente,
Que era tu prenda estimada. Insensible a mi amargura,
Y a mi negra desventura
Yo era tu árbol estimado Sorda, ciega e inclemente.
Que te di mucho producto,
Ahora no te doy fruto, En vano quiero, ofendido
Tú me miras deshojado; Luchar con mi insomnio cruel,
No digas que me he secado, No puedo olvidar la infiel,
Estoy más verde que un yuyo, Que mi perdición ha sido.
No digas que esto es orgullo, ¿Qué me vale haber vivido
Porque es cosa muy notoria Por su amor alimentado,
No seas de mala memoria Si al fin por ella arruinado,
Acuérdate que fui tuyo. Caería en tan triste suerte,
Que sólo viera en la muerte
189 La dicha que había soñado?
HAS VISTO A ALGÚN PAJARILLO
Donde quiera, sombra helada,
¿Has visto a algún pajarillo Veo en tumulto cruzarse
Cantar triste y lastimado Y de mi angustia burlarse,
Maldiciendo su destino Con horrible carcajada.
Sin su consorte estimado? Las horas de amor pasadas
Exentas ya de idealismo
Nada su Pasión divierte Me traen por crudo realismo
Y aún abcp^ce s u n i d o > La hiél de su desamor,

(188 - Í ) Dictada por Don Ventura Sarmiento, (Anta).


<189> Del C. M. A.
(190) Dictado por Don Ezequiel Alemán, en "El Galpón", Metan, en 1931.
1ANCI0NEKU POPULAR DE SALTA 125

le ofrece a mi dolor Sólo tendré que decir:


imo consuelo un abismo. Ayer penaba para verte.
pesar de tal tormento Ya no hay gloria ni placer,
» tan horrible martirio, En mi pobre corazón,
) te busco en mi delirio, Un dolor y confusión,
te hallo en mi pensamiento. Sólo pudiera tener,
o puedo un sólo momento Quiero desaparecer
•>. mi memoria apartarte, Si tan desgraciado fui.
irque tanto llegué amarte Venga la muerte por mí,
>n tan inmensa pasión, A llevarme con empeño,
le hoy no tengo corazón Porque a lado de otro dueño,
ira poder olvidarte. Hoy peno porque te vi.

1&1 192
LA PENA Y LA QUE NO ES PENA LAS MÚSICAS ME ENTRISTECEN
i pena, y la que no es pena, Las músicas me entristecen,
ido es pena para mi, Mis placeres son tormentos,
)er penaba por verte, Los gustos remordimientos,
yy peno, porque te vi. Los astros se me obscurecen.
i desgraciada fortuna, Un negro luto me cubre
(lamente me acompaña, En el centro de mi pecho,
>rque la suerte me engaña En este mi triste lecho,
n esperanza ninguna, Cubierto de pesadumbre.
ú virtiendo una en una, No miran lo que antes tuve
itas de sangre, mis venas, Y lo que el mundo me ofrece.
ver mi prenda .sirena Más y más mis penas crecen,
i otros brazos sonriendo, Me es horroroso vivir.
yo tan solo, sufriendo, Si me quiero divertir,
i pena y la que no es pena. Las músicas me entristecen.
ínsamientos a millares Dejando mi habitación
oy me sirven de desvelo, Salgo a los bosques llorando,
jnsando que en «ste suelo La muerte pronosticando,
a dicha me desampare. Lleno de tribulación.
Cuántos serán los pesares, Yo no encuentro l'ocasión
JS que tanto he de sufrir? Un momento de contento;
puedo decirlo así Si busco divertimiento,
Dual mi desgracia sería? Me acuerdo lo que he perdido
¿ué placer ni qué alegría! Y entre los bosques metido
7do es pena para mi. Mis placeres son tormentos.
n consuelo y pesaroso Las aves girando el vuelo
cansado de penar, Viendo mi suerte penosa,
ás bien me pongo a llorar, Me preguntan cuidadosas
i tormento sin reparo, La causa de mis desvelos.
tro ha de ser el dichoso, Para darme algún consuelo
ue ha de gozar mayor suerte, O mitigar mi tormento,
o no podré merecerte, Suave cantan un momento,
ara aliviar mi vivir, Y me causan grande placer;
(191) Del cuaderno del Sr. Matorras. La copla glosada es española:
* pena y la que no es pena, Ayer penaba por verte
Todo es pena para mí; Y hoy peno porque te vi.
R. M., 5097.
(192) Dictado por Don Catalino Coria, en Gualiama, (Rosario de la Pron-
ira), en 1931.
Í26 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

Todo esto me viene a hacer Ellos con dulce armonía


Los gustos remordimientos. Desde sus nidos gorjean,
Por tomar algún paseo Y con sus trinos desean,
Salgo al campo delicioso, Eomper los velos del día;
Buscando lo más hermoso, Y yo con melancolía
Flores que causan recreo; Lloro porque se ausentó,
Pero apenas yo las veo Y a nuestro pecho rindió,
Vanas locuras parecen, El peso de una inclemencia,
Amanece y anochece, Vivimos en competencia,
Envuelto en mi triste duelo, Los pajaritos y yo.
Cuando más claro está el cielo,
Los astros se me obscurecen.
Ellos sacuden sus alas
Para levantar el vuelo,
193 Y yo despidiendo al cielo,
LEJOS DE TI VIDA MÍA Mis suspiros como bala,
Lejos de tí vida mía En concertadas escalas
Mientras viva lloraré, La pena y gloria entonamos.
Hasta mi última agonía Este discurso ocupamos
Tu nombre pronunciaré. En diferentes asuntos,
Sólo por madrugar juntos
¡Oh! Cuánto mejor sería A un tiempo nos levantamos.
Andar por el mundo errante,
Y no vivir un instante
Lejos de tí, vida mía. Los jiugueros con empeño
En cuando me ven rendido,
La imagen siempre tendré Se recogen a sus nidos,
De la diosa de mi pecho, A descansar con el sueño;
Y entre suspiros deshecho
Mientras viva lloraré. Mi pecho, como sin dueño,
En vez de descansar, llora,
Cuando la melancolía Imaginando aquella hora,
El dolor vaya aumentando, Que los pajaritos cantan.
Yo te he de seguir amando Mientras duermo se levantan
Hasta mi última agonía. Ellos, a cantar la aurora.
Abatido moriré
En los brazos de tu amor, Como música compuesta,
Y en tan continuo dolor Ellos cantan y yo lloro,
Tu nombre pronunciaré. Allí formamos un coro
De música con orquesta.
194 El monte atención nos presta,
LOS PAJARITOS Y YO Y con las hojas y gajos
Los pajaritos y yo Llevamos compaces bajos
A un tiempo nos levantamos, Y así cantando no cesan.
Ellos a cantar la aurora, Ellos a cantar empiezan
Y yo a llorar mis trabajos. Y yo a llorar mis trabajos.

(193) Del cuaderno del Sr. Matorras.


(194) Del cuaderno del Sr. Matorras. La cuarteta inicial es española:
Los pajaritos y yo También es popular en el Ecuador.
Nos levantamos a un tiempo, Los pajaritos y yo
Ellos, a cantar el alba, A un tiempo nos despertamos,
Yo, a llorar mi sentimiento. Ellos a cantar el alba,
R. M. 6207. Yo a llorar mis desengaños.
L. M. 195.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 127

195 196
LLORA CORAZÓN, LLORA MI PLACER, MI GUSTO Y GLORIA
lom, corazón, llora, Mi placer, mi gtisto y gloria,
lora si tienes por qué, Las delicias con mi dueño,
uando reyes han sabido Se me fueron como un sueño,
orar por una mujer. Dejando tristes memorias.
Vo llora un mar cristalino Mostrándose transitorias
uando una nave lo corta? Las dichas me abandonaron,
No llora una nube rota Para siempre me dejaron
i el viento la ha destruido? Mi placer, mi gusto y gloria.
lora un piloto afligido
uando principia a remar El tiempo con cruel engaño
loran los que adentro van Más me ha dado en que pensar,
)e ver al mar irritado. Lo que no puedo gozar
.1 ver que estos han llorado, Las delicias con mi dueño.
lora, corazón, llora.
Todo aquel tiempo risueño
ambién llora un río voraz De placeres y ventura,
iendo en menos su corriente, Dejándome en la amargura
ambién lloran las vertientes Se me fueron como un sueño.
uando se van a agotar,
lloró el profeta Jonás Estas dichas ilusorias
orque perdió su placer, Que gocé tan vivamente,
loro Moisés y Josué, Se me fueron derrepente
or la batalla perdida; Dejando tristes memorias.
orazón, con tanta herida
lora si tienes por qué.
197
Joro el sabio Salomón NO HAY CORAZÓN COMO EL MIÓ
or una princesa infiel,
loro Sahara por Kaquel, No hay corazón como el mío
orno por Diana, Platón, Que sufre y calla sus penas,
también lloró Jacob Corazón que sufre y calla..
or un bien que había perdido, No se encuentra donde quiera.
rías lloró al verse herido
or un bien que supo amar, Un tormento sin cesar
3e admiran verme llorar Me acompaña, noche y día,
uando reyes han sabido! No sé qué pena es la m í a . . .
¡Qué ocasión para llorar!
No llora el duro metal ¡Qué cosa particular!
i el fuego lo purifica? Yo no temo al cruel martirio,
No llora unna mina rica De los desprecios me río,
i le quitan su caudal? Lloro si me quieren bien,
tío llora el fuego su mal Que para sufrir desdén
i no lo dejan arder? No hay corazón como el mío.
No llora una planta al ver
ue alguno cortarla intenta? Lloró Jacob por su amada,
uego no es ninguna afrenta, Y Kaquel en catorce años,
lorar por una mujer. Lloró y sufrió el desengaño

(195) Del cuaderno de Don Ventura Sarmiento, Cancionero de Catamarca.


[« 115. Cancionero de Jujuy, N. 42.
(196) Del cuaderno del Sr. Matorras.
(197) Del cuaderno del Sr. Matorras. — La cuarteta inicial es española: F. R.
larín: C. P. Españoles. N» 5406.
128 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

Al ver su prenda trocada, 199


El labrador con la azada
El cautivo en la cadena. NO TENGO ANHELO AL VIVIR
Lloró y sufrió Magdalena
Todo tiempo en su tesón, No tengo anhelo al vivir,
¿Quién tuviera un corazón Sólo en morir tengo empeño,
Que sufra y calle sus penas? ¿De qué me sirve vivir
Si la que amo tiene dueño?
Soy como la roca fuerte,
Que no siente agravio alguno, Lloraré toda la vida
¡Vengan males de uno en uno, En un silencio profundo,
Y también venga la muerte! Si la que amo tiene dueño
Compasivos de esta suerte ¿Para qué andar en el mundo?
Me quieren formar batalla,
Tengo una cota de malla, No quiero andar en el mundo
Si la tengo no la siento Pues tengo tan mala suerte,
Yo soy del pecho, el aliento, Si la que amo tiene dueño
Corazón que sufre y calla. Más bien prefiero la muerte.

Mejor que venga la muerte


Conmigo, a hacer BU deber,
198 Que se me hace un contrapeso
NO FUERAN TANTAS MIS PENAS De verla en otro poder.

No fueran tantas mis penas 199 - a


Si a mi lado la tuviera..
Grande fuera mi contento NO TENGO AFECTO AL VIVIR
Si a mi presencia la viera.
No tengo afecto al vivir,
Ya soy un cadáver yerto Al morir sí pongo empeño,
Que me pueden meditar, ¿De qué me sirve el querer
Que ya estoy para dentrar Si la que amo tiene dueño?
En la cuenta de los muertos.
A vivir en los desiertos Lloraré toda mi vida
A encerrarme en las cavernas, En un silencio profundo,
Donde sólo las sirenas Si la que amo tiene dueño
Sean testigos de mi muerte, No quiero andar en el mundo.
Hasta que volviera a verte
No fueran tantas mis penas. No quiero andar MI el mundo
Porque tengo mala suerte,
Me acuerdo de los cariños Si la que amo tiene dueño,
Y de sus dulces halagos; Más bien que venga la muerte.
No mirándola a mi lado,
Mis suspiros son perdidos,
Se me apagan los sentidos, Más bien que venga la muerte
Mi corazón desespera. Conmigo a hacer su deber,
Quiero salir para fuera Que se me hace un contrapeso
Con el dolor de mi llanto, Al verte en otro poder.
Ya no padeciera tanto
Si a mi lado la tuviera. Al verte en otro poder
Mi corazón se estremece
Y llora gotas de sangre
Porque por tu amor padece.

(198) Dictada por Don Simeón Soto - La Viña.


(199) Dictado por la Srta. Rosa Ibáñez, en "El Galpón", Metan, en 1931.
(199 - a) Del cuaderno del Sr. Matorras.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 129

200 Al fin, ingrata me fuO


Mi desgracia lloraré,
PADEZCO, SUSPIRO Y LLORO Sin borrar de mi memoria
Padezco, suspiro y lloro, De quien nunca olvidaré.
Cuando por fortuna os miro;
Y de verme yo en clausura 202
Lloro, padezco y suspiro.
PARA MI NO HAY TIEMPO ALEGRE
Confío, espero y aguardo
Que a mis males deis alivio, Para mí no hay tiempo alegre
Soy un deshojado lirio,
Y ser tuyo de una vez
Que a los golpes de un martirio
Espero, aguardo y confío.
Se secan sus hojas verdes.
1* ahora para más pena,
¿Si habrá de mí quién se acuerde
Pones tu cariño en mí, En este mi triste estado?
Pa que no goce atrevido De mil tormentos rodeado,
Lo que necio pretendí. Para mí no hay tiempo alegre.
¡Ea, penas, a sufrir! Vivo en continuo delirio,
¡Ea, ojos, a llorar! No hallo remedio a mi mal,
Que ya es forzoso morir En este mundo fatal
Pues no tengo de gozar. Soy un deshojado lirio.
Sólo el que entiende dp amor De balde lloro y suspiro
Se puede doler de mí, Sin consolarme jamás,
Considerándome solo Y sin otro alivio más
Despedido ya de tí. Que a los golpes de un martirio.
201 Entre sufrimientos crueles
PARA MAS ATORMENTARME Se agotará mi existencia,
Mientras que con la inclemencia
Para más atormentarme Se secan mis hojas verdes.
Ve acuerdo de quien amé.
So me quisiera acordar 203
D-: quien nunca olvidaré.
PARA MI TODO ES DE NOCHE
Yo adoré a una niña bella,
La ingrata, supo dejarme Para mi todo ea de noche
Tan sólo recuerdos tristes, Como negra tempestad,
Para más atormentarme. Nací ciego, nada he visto,
Para mí todo es igual.
\yer rebosando en gusto,
Correspondido me hallé, ¡Ay, qué desgraciado soy!
Hoy penoso y sin consuelo Ciego nací,
Me acuerdo de quien amé. No he visto a mi madre,
No he visto a mi padre,
Xj olvido un sólo momento ¡Quiero morir!
k quien supe idolatrar,
tías de sus gracias y encantos, A veces busco una rosa,
Vo rr.>: quisiera acordar. En las ramas de un rosal,

(200) Del C. M. A.
(201) Del cuaderno del Sr. Matorras.
1202) Dictado por la Srta. Felicidad Zuviría, en la ciudad, en 1930.
• 203) Dictado por el Sr. C. Arias Ceballos, en la Ciudad, en 1928.
130 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

Y las espinas me dicen: Y si estás desconsolado,


—Pobre ciego ¿Adonde vas? ¡Qué se acabe tu pasión!
Arranca desesperado
¡Ay, qué desgraciado soy! Líquido tu corazón.
Ciego nací,
No he visto a mi madre, 205
No he visto a mi padre,
¡Quiero morir! PESARES SOBRE PESARES
Pesares sobre pesares,
A veces busco en la noche Tormento sobre tormento,
Su belleza angelical, Recibo a cada momento
Y las estrellas me dicen: Haciendo mis ojos mares.
—Pobre ciego ¿Adonde vas?
¿Viste las aves cantar
¡Ay, qué desgraciado soy! Cuándo aparece la aurora?
Ciego nací, Con mayor empeño llora
No he visto a mi madre, Mi corazón de pesar.
No he visto a mi padre, Allí me pongo a juntar
¡Quiero morir! Pensamientos a millares,
Busco por todos lugares,
Muchas veces en mis noches Las noticias de mi centro,
Abrazado me sentí, Y tan solamente encuentro,
Y todo aquello era un sueño, Pesares sobre pesares.
Que despierto, nada vi.
Si quiero tomar el sueño
¡Ay, qué desgraciado soy! Por descansar algún tanto
Ciego nací, De allí mismo me levanto,
No he visto a mi madre, A llorar con más empeño.
No he visto a mi padre, Soy como prenda sin dueño
¡Quiero morir! Sin estimación ni afecto,
Tiernamente me lamento,
204 Sin saber lo que será,
PECHO, SI SABES SENTIR ¿Qué pecho resistirá
Tormento sobre tormento?
¡Pecho, si sabes sentir!
¿Para cuándo es tu dolor? Si lo miro al sol ardiente
¿Qué no vierte por tus ojos, Cubrirse en dorado manto,
Líquido tu corazón? Quiero suspender el llanto.
Otra vez vuelvo al instante
Despierta del desengaño A este mi llanto incesante,
¿Cegado quieres seguir? Con el dolor más violento;
¿Cómo no lloras tu engaño Entregado al sentimiento
Pecho, si sabes sentir? Con el pesar y desvelo.
Torrentes de desconsuelo,
Si te hallas aprisionado Recibo a cada momento.
Maltratado y sin honor,
¿Cómo sufres tan callado? No hay bellezas mi hermosura
¿Para cuándo es tu dolor? Entre todas las que veo
Que me sirva de recreo
Y si estás atormentado Para templar mi amargura.
Con tus amargos despojos Talvez sea la sepultura
¿Dónde las lágrimas tienes <Juien dará fin a mis males,
Qué no viertes por tus ojos? ín agonías mortales,

(204) Del C. M. A.
(205) Del cuaderno del Sr. Matorras — Cancionero de Catamarca, N* 96.
AN CI ON E RO POPULAR DE SALTA 131

t un pesar duro y fuerte, Por cimas, mares y tierra


me hallará la muerte Tantos que en el mundo yerran
ñendo mis ojos mares,, ¿Cómo no me almiró yo?

206 206 • a
POR UN TROPEZÓN QUE DI POR UN TROPEZÓN QUE DI
un tropezón 'que di Por un tropezón que di
o el mundo se almiró, Todo el mundo se admiró
os tropiezan y caen Otros tropiezan y caen
mo no me almáro yo? ¿Cómo no me admiro yo?

ró en El Paraíso, Adán, Erró en El Paraíso, Adán,


, por haber pecado, Y fué por haber pecado
LO les causó cuidado Y no les causó cuidado
;n mí les vino a causar. Y en mí les vino a causar.
deben de disculpar Bien me pueden disculpar
srror que cometí Del error que cometí,
>ara infeliz nací Que para infeliz nací,
adecer entre tantcs. A padecer entre tantos;
arios les causo espanto A todos les causó espanto
un tropezón que di. Por un tropezón que di.

ibién erró Lucifer También erró Lucifer


lo grabó en su memoria, Porque escribió en su memoria,
perdió su santa gloria Perdió su juicio y su gloria,
sólo por su querer; Tan sólo por su querer,
que este quiso tener Y porque quiso tener,
i más mandato que Dios; Mayor mandato que Dios;
os infiernos cayó A los infiernos cayó,
10 se almirarán de él; Nadie no se acuerda de él
por que estuve al caer Yo porque estoy al caer
o el mundo se almiró. Todo el mundo se admiró.

rnión siendo de ciencia Salomón siendo de ciencia


ó en las leyes Denales Erró en sus leyes penales,
)ios le dejó en el aire Dios lo dejó por los aires,
ue espere su sentencia, Esperando su sentencia;
rigor con evidencia El no erró por su inocencia,
porque el mundo me engañe, Ni porque el mundo lo engañe
lie está libre que se halle Nadie están libre que se halle
la misma novedad, En la misma novedad,
mucha facilidad, Con poca facilidad
•os tropiezan y caen. Otros tropiezan y caen.

Pedro siendo tan listo San Pedro siendo tan listo


5 en el acto primero, Erró en el altar primero,
stuvo a perder el cielo, Estaba a perder el cielo,
haber negado a Cristo; Por haber negado a Cristo;
se formó un registro Y allí se formó el registro
en el mundo sucedió, Que por el mismo pasó,
ielo sus manos dio, Al cielo sus manos dio,

(206) Del cuaderno de Dn. R. Matorras. — Cancionero de Catamarca, N* 96.


(206-a) Dictado por Dn. Ezequiel Alemán. "El Galpón".
132 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

Entre cumbre, mar y tierra. Sus lágrimas sin cesar?


Tantos que en el mundo yerran
Se pone allí a lamentar
¿Cómo no me admiro yo? De verse tan desgraciada,
Considera, dueña amada,
207 La pena y la confusión
Que sufre mi corazón
¿QUE AGUANTARA UN CORAZÓN? Que está de males postrado.
¿Qué agmntará un corazón?
¿Tan herido y lastimado? 208
¿Qué resistirá un enfermo ¡QUE LARGAN LAS HORAN SON!
Que está de males 'postrado?
¡Qué largas las horas son
¿Vistes una flor secarse En el reloj de mi afán!
Cuando el riego se le quita, ¡Qué de. poco a poco dan
Triste, penosa y marchita, Alivio a mi corazón!
Empezar a deshojarse,
Triste, esperando el hallarse Para mí no hay sol ni luna,
En aquella situación, Tarde ni noche ni día
Donde con veneración, Y siempre estoy, vida mía,
Riegan su planta constante? Pensando en tí desde la una;
Mas si esto no tiene aguante Infeliz de mi fortuna,
¿Qué aguantará un corazón?' A las dos con afición,
Te entrego mi corazón
¿Vistes a un árbol perder Y a las tres dice mi suerte:
Su verdor pronto y ligero Vida mía, para verte,
Cuando un afilado acero ¡Qué largas las horas son!
La derriba de su ser,
Sin que le pueda valer Con tanto amor te idolatro
El verse tan encumbrado? Y con tantas excelencias
Luego se cae deshojado, Que el alma y las tres potencias
Triste, penoso y deshecho, Te las entrego a las cuatro.
¿Qué resistirá mi pecho Y a las cinco con encanto
Tan herido y lastimado? Mis sentidos a ti van,
Pensando si llegarán
¿Vistes una dura piedra A las seis a tu hermosura,
Cuando la hiere el acero Porque no hay hora segura
Llorar centellas de fuego En el reloj de mi afán.
Que a tanto golpe se quiebra?
Mas cuando vé que se entrega Siendo mi amor tan completo
A la porfía y al empeño, Me consume la tardanza,
Entonces goza su dueño, Que pierdo ya la esperanza,
Al ver triunfar su paciencia, Al ver el tiempo tan quieto;
Si en piedras no hay resistencia Al dar las siete prometo
¿Qué resistirá un enfermo? Que ya las ocho darán,
Y que a las nueve serán,
¿Vistes la parra llorar Mis caricias bien premiadas,
Cuando la cortan y podan ¡Qué horas tan dilatadas
Y en torrentes se desbordan Que de poco a poco dan!

(207) Del cuaderno del Sr. Matorras. — Cancionero de Catamarca, N* 115.


(208) Del cuaderno del Sr. Matorras. — Cancionero de Catamarca, N? 42. La
cuarteta glosada es popular en el Ecuador:
¡Qué largas las horas son ¡Qué poquito a poco dan
En el reloj de mi afán! Alivio a mi corazón!
L. M. 180-1.
AN C ION E RO POPULAR DE SALTA 133

i las voy pasando en vela, Hasta que llegue la muerte.


las las noches que ves Más mirando su sentencia,
;sentando una quimera, Esto fuera una imprudencia,
asionado a las diez, Si no viera la razón,
las once pienso que es Muerto estoy en la ocasión,
n pagada mi pasión, Rendido a vuestra presencia.
>,s, cuando las doce son,
busco con más anhelo De mi placer, un quebranto,
i la hermosa luz de] cielo Del alma, dulce recreo,
vio a mi corazón. El momento que la veo,
Sueltan mis ojos el llanto,
209 Mi pecho se enluta tanto,
No puedo verte, mi vida,
[JE TRISTE QUE TRAIGO EL PECHO Ya la alma está enriquecida,
té triste que traigo el pecho Pero ¡qué infeliz mi suerte!
el pensamiento qué amargo! En solicitud de verte
'ece que están mis ansias, Vengo mi dueña querida.
muerte pronosticando.

apartándome de tí
• lo cruel que te habéis hecho,
>iten en mí loa males: 211
na triste que traigo el -flecho!
SI CON VIVIR LAS OFENDO
duermo sueño contigo,
si despierto reparo, Si con vivir las ofendo
i la mujer es mudanza, Ya no las ofenderé,
;i pensamiento es amargo. A donde no< haya memoria
Mi retiro formaré.
mi corazón fenece
ispasado por dos lanzas, En los bosques peligrosos,
:ual fénix amoroso Lloraré mi triste suerte,
'ece que están mis ansias. Quizás que viéndome ausente,
Quedarán todos gustosos;
ú cocodrilo engañoso Todos tendrán grandes gozos
:ual cisne que cantando, Y yo, triste padeciendo,
;oy con mis tristes ayes, Tristezas mis ojos viendo,
muerte pronosticando. Y un lastimoso penar,
Acábenme de matar,
210 Si con vivir las ofendo.
ÍENDIDO A VUESTRA PRESENCIA
La ausencia es como la muerte
idido a vuestra presencia Pues quien se ausenta murió,
igo mi dueña querida,
que me quites la vida En la más adversa suerte
ha sido larga mi ausencia. Porque no volveré a verte,
Todo el mal remediaré;
no he venido yo a verte Muy lejos me ausentaré,
á porque no hi podido, A donde no haya un resquicio;
vierto que no he fingido Viviendo en mi precipicio
amor, mi fin es quererte, Ya no las ofenderé.

(209) Del C. M. A.
(210) Dictada por Dn. Simeón Soto. "La Viña".
(211) Del cuaderno del Sr. Matorras.
m JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

Y si me llego a morir, Ya por buenos los vindican,


Tal vez me van a soñar, Mis defectos se publican,
Y que por hacerles mal, Y todos hablan de mí.
Algún tiempo he de venir.
Quizás habrán de decir Muchos que deben no pagan
Que no he de tener dos glorias, Y no les dicen tramposos,
Por mis dichas tan notorias, Yo soy el facineroso
También por la ley escrita, Ellos en su dicha nadan,
Yo he de ganar a una ermita, En sus faltas no reparan,
A donde no haya memoria. Si han pagado o no han pagado,
O si la deuda han negado,
¿A quién he ofendido tanto? Al acreedor que les cobre;
¿Qué cristales he quebrado? Pero como soy un pobre,
¿Qué espejos habré empañado Sólo en mí ponen reparo.
Para tan crecido espanto?
En mí no cabe quebranto, Saben si tomo aguardiente,
Mi fortuna lloraré, Si me divierto y con quién,
Si la debo pagaré, Y todos observan bien,
Con gusto y con alegría; Cómo vivo y de qué suerte
Por una cruel tiranía Si tomo aloja y si es fuerte,
Mi retiro formaré. Con proligidad, así,
De mi modo de vivir,
212 Todos están muy atentos
Por reparar mis defectos
SOLO YO SOY DESGRACIADO Nunca reparan en sí .
Sólo yo soy desgraciado
Y todos hablan de mí, 213
Sólo en mí ponen reparo TAN AMARGA VIDA PASO
Nunca reparan en sí.
Tan amarga vida paso
Otros que roban y matan, Que ya me cansa vivir
Viven muy gustosamente, ¡Muera quién gustos no tiene!
Pero sólo en mí se advierte ¡Viva quién nació feliz!
A la más pequeña falta.
Sus vicios no los espanta, ¡Cómo no he de apetecer
Yo no he muerto ni he robado, De mi vida el breve plazo
A nadie he perjudicado, Si a golpes de mi fortuna
Para tanta habladuría, Tan amarga vida paso!
Otros hacen felonía,
Sólo yo soy desgraciado. ¡Ven, muerte, tan escondida,
No me asustes con decir:
Varios con descaro roban Que la fortuna es contraria
Y matan a discreción, Que ya me cansa el vivir!
Estos viven con honor
Y bailan, cantan y toman, Si el signo en que yo nací
A todo viviente embroman, Esto mismo me previene,
Tienen todo vicio al fin; ¡Triunfe pues el más dichoso!
De estos no hablan, de mí sí, ¡Muera quien gustos no tiene!

(212) Del cuaderno del Sr. Matorras.


(213) Del C. M. A.
Venga ya la muerte cedo, venga ya por mí que quedo
sin demoranca ninguna; como templo sin coluna.
pues remediarme no puedo, Gómez Manrique.
A la muerte del marqués de Santillana, Iñigo López de Mendosa. Cancionero Gene-
ral, de Hernando del Castillo, T. I?, Pág. 159.
J U A N A L F O N S O C A R R I Z O 135

Goce, goce el venturoso, Y es mi vida de tal suerte,


us dichas de mil a mil! Que a mi existencia aborrezco;
a pesar del desdichado, Continuamente padezco,
Viva quien nació feliz! La soledad voy buscando,
Allí corro, vuelo y ando,
Frenético y delirante,
214 Como pajarillo errante
De rama en rama volando.
TE FUISTE, DUEÑA QUERIDA

'e fuistes dueña querida, 215


' me dejastes penando
orno una avecilla triste, UN AMOR NO AGRADECIDO
>e rama en rama llorando.
Un amor no agradecido,
Jora triste corazón, Que en mi pecho fomenté,
lora sin tener consuelo, Tanto más traidor me fué,
ues has perdido tu cielo, Cuanto más constante he sido.
in justicia ni razón,
lora, pues es la ocasión, ¿Qué planeta nacería
!n qué todo está perdido, Junto con mi nacimiento
íe tiene el pecho afligido, Señalándome aquel tiempo
quello que tanto anpaba, De tanta desgracia mía?
uando más contesto estaba Llegó sin remedio el día,
e fuistes dueña querida. De mi estado convulsivo,
Donde sin causa y motivo,
uando yo en tu compañía Vine a ser tan desgraciado,
ozaba de tu regazo, Esto es lo que me ha pagado
le dormía entre tus brazos Un amor no agradecido.
mil cariños te hacía,
Ay, amada prenda mía! No sólo en Ana Bolena
Por qué tu amor vas cambiando? Se ha mirado la inconstancia,
Por qué tan mal vas pagando También en esta distancia
li fina correspondencia?
Se ha visto la misma escena.
'e fuistes de mi presencia
Grave dolor, duras penas,
' me dejastes penando.
Fueron las que yo pasé
Viendo destruirse mi fe,
i de noche duermo o ando, En un grande desbarato,
i por sosegar paseo, Esto hizo un amor ingrato
Te parece que te veo, Que en mi pecho fomenté.
contigo estoy hablando,
i duermo ya estoy soñando
on las penas que me asisten. Vengará el cielo mi agravio,
ecidme cielos si vistes Como que todo lo puede,
Por dónde mi bien pasó? Cuando su término llegue,
Aíira, cómo me dejó Y esto es sentencia de un sabio,
orno una avecilla triste! Pronunciado por sus labios
Lo dijo y supo por qué,
esde que de tí carezco Yo perdí lo que busqué,
ivo deseando la muerte, ¡Oh; con qué dolor sentí

(214) Del cuaderno del Sr. Matorras.


(215) Del cuaderno del Sr. Matorras. En el Cancionero Popular del Dr. Zeba-
»s, Pág. 338, N' VI, hay otra glosa a esta misma cuarteta.
136 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

Cuando yo más fino fui, Porque mi pensar estaba,


Tanto más traidor me fué! Sólo en tí, deidad hermosa.
Al fin en este destino Al fin, a Octubre le pido,
Voy a lamentar mi suerte De que dé fin a mis penas,
Hasta que la fatal muerte Antes que Noviembre venga
Ejecute mi exterminio. Y me halle siempre cautivo,
Y en los decretos divinos, Así mi último suspiro
Se verá lo cometido Daré por Diciembre entero,
Y como correspondido Y de mis ayes postreros
Con tanto vil proceder Te he de avisar lo que he hecho,
Fué ese amor en todo infiel En ese indolente pecho
Cuando más constante he sido. Puse mi amor verdadero.

216 216 - a
UN AÑO HA QUE TE VENERO UN AÑO HA QUE TE VENERO
Un año ha que te venero Un año ha que te venero
Sin pensar en otra cosa, Sin pensar en otra cosa,
Sólo en tí, deidad hermosa, Sólo en tí, deidad hermosa,
Puse mi amor verdadero. Puse mi amor verdadero.
Para mi no hay tiempo alegre,
Soy un deshojado lirio,
Que a los golpes de un martirio, Mi esperanza por Enero
Cayeron mis hojas verdes; Y me responde Febrero:
Pero espero de que llegue, —En Marzo has de descansar
Mi esperanza por Enero, Diciéndole a tu deidad:
Y me responda Febrero: —Un año ha que te venero.
—En Marzo has de descansar,
Diciíndole a tu deidad: Llegando Abril, llorará
—Un año ha que te venero. Mi corazón desmayado,
Y mi llanto llega a Mayo
Llegó Abril y siempre está Siempre en el mismo compás,
Mi corazón desmayado, Junio me esperaba atrás,
Y mi llanto llegó a Mayo, Que es la estación más penosa,
Siempre en el mismo compás, No me fué dificultosa
Junio me esperaba atrás, Porque de veras te amé,
¡Oh, qué estación tan penosa! Y a ese tiempo lo ocupé
No me fué dificultosa Sin pensar en otra cosa.
Porque en deveras la amé,
Todo este tiempo pasé,
Sin pensar en otra cosa. Siempre en la misma manera
Julio me halló en agonía,
Siempre en la misma manera Pero Agosto me ofrecía,
Me halló Julio en agonía, Su florida primavera.
Porque Agosto me ofrecía, Así en Setiembre quisiera
Su florida primavera, Gozar su fragante rosa,
Por Setiembre yo pudiera, Qué bella y qué deliciosa,
Tomar sus fragantes rosas, Muy constante la miraba,
Tan bellas y deliciosas. Todo mi pensar estaba,
Contemplando las miraba, Sólo en tí, deidad hermosa.

(216) Dictado por Dn. Ezequiel Alemán. "El Galpón".


(216 - a) Del cuaderno del Sr. Matorras. Cancionero de Catamarca, N' 45.
AN C ION E RO POPULAR DE SALTA 137

fin a Octubre le pido, Ella no comía:


e le dé fin a mi pena, Maíz, trigo ni arroz,
tes que Noviembre venga Yo la alimentaba
me halle siempre cautivo, Sólo con mi amor.
' el último suspiro,
ré por Diciembre entero, Talvez con el tiempo,
ÍSÍ hablaré a lo postrero, No me eche al olvido,
blicaré lo que has hecho, Suspire y le pese,
e en ese indolente pecho, Lo que hizo conmigo.
se mi amor verdadero. Si, ella es constante,
Y sabe querer,
217 Tengo l'esperanza
De volverla a ver.
UNA PALOMA EN EL PRADO
219
ia paloma en el prado
lamenta y dice así: UN DOMINGO DE MAÑANA
Que me matan, que me hieren, Un domingo de mañana
iculí, culi, c u l i . . . Andando de caminante,
Vide dentrar a la misa,
i no sé por qué delito A una niña con su amante.
i quieren prender a mí,
:be de ser porque canto: No atendí tanto a la misa
Cuculí, culi, c u l i . . . Ni al padre que la rezaba,
Cuanto atendí a esa niña,
)dos andan disparando Que el corazón me robaba.
is escopetas por mí,
) levanto el vuelo y digo: Yo que la estaba queriendo,
Cuculí, culi, c u l i . . . Y que la estaba adorando,
Vino el dueño y la llevó,
Y" a mí me dejó llorando.
) ando de rama, en rama,
Dy aquí, mañana allí, Me subí en un alto cerro,
en mí soledad diré: Por ver si la divisaba,
•Cuculí, culi, culi... Y sólo alcancé a mirar,
El coche que la llevaba.
así, tortolillas, vengan,
engan juntas a morir, Agarré mi guitarrita
las que quedaren digan: Por ver si me consolaba,
•Cuculí, culi, c u l i . . . Cuando más lindo tocaba
Gotas de sangre lloraba.
218 220
UNA PALOMITA UN DOMINGO DE MAÑANA
na palomita, Un domingo de mañana
ue yo la crié, De pena no me podía
sta fué una ingrata, Al saber que se casaba
.'e dejó y se fué. La prenda que yo quería.

(217) Del C. M. A. Hay en el norte una palomita chica de color gris, que se
onfunde con la tierra, llamada urpila. (Del quichua - urpi - paloma), que canta así:
u, culi, culi, culi...
(218) La recogí a un paisano que la iba cantando, en un viaje, por la quebra-
a de Escoipe. Parece ser boliviana esta trova, muy popular en Salta y Jujuy. Lira
'opular, Pág. 44. Cancionero de Jujuy, N* 35.
(219) Me fué dictada por Dn. Ramón Lezcano en "El Gramillal" (Anta),
ti 1931.
(220) Me fué dictado por Dn. Rosa Liendro, en Pampa Grande, Guachipas,
n 1930.
138 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

Monté en mi caballo negro "Cuando ya te halles rodeada


Y a su casa me largué, De t u s hijos, el demonio
No creyendo se enajene Te empezará a hacer sentir,
E s t a prenda que estimé. El peso del matrimonio.

Llegué en momentos que el fraile "Más, pido a Dios, vida mía,


Le echaba la bendición, Que bendiga tu contento,
Casi me caigo allí muerto, Que nunca asome a tus ojos,
De un ataque al corazón. La huella del sufrimiento.

Tomé entonces la g u i t a r r a
Yo me creeré muy feliz
P a r a despedir mi amor,
Viendo tu felicidad,
Y de este modo canté
Y cuando otra sea mi dueña,
A pesar de mi dolor:
Olvidaré tu crueldad."

" E s t á s al fin ya casada


E s bueno 'sirvas a Dios, 221
Más esto no es p a r a un día,
Ni una semana, ni dos. UN DOMINGO DE MAÑANA

" S u f r i r á s toda la vida Un Domingo de mañana


De tu marido el gobierno, Cuando más contento estaba,
Puede ser que tengas glorias, Me llegaron las noticias
O t u vida sea un infierno. Que mi novia se casaba.

(221) Dictado por Isidoro López, de Santa Rosa, (Angastaco), Departamento


de San Carlos. Es popular en España.
Me han dicho que tú te casas; A mí m'estarán poniendo
Así lo dice la gente; Los pies en el ataú.
Serán en un mismo día, Cuando a tí t' estén poniendo
tu casamiento y mi muerte. La sortija de briyantes,
A mí m'estarán poniendo
Primera amonestación Cuatro belas por delante.
Q'en la iglesia se leyere, Te yebarán a la iglesia
Será el primer parasismo La madrina y er padrino,
Que á mi corason le diere. Y a mí m'estarán yebando
Segunda amonestasión, En hombros de cuatro amigos.
Pasarás por San Antonio Te yebarán 'acostar
Y le dirás a los frailes Con alegría y contento,
Que bengan a darme, l'Olio. Y a mí m'estarán echando
Urtima amonestasión, En la tierra con los muertos.
Ya m' estaré yo muriendo, Er padrino y la madrina
Y tú estarás con tu nobio Te yebarán d'armorsar,
Echándole mir requiebros. Y a mí la misa de réquiem
Aquer día te pondrás Disiéndomela estarán.
Tu gran bestido encarnado, Cuántas beses pasarás
Y a mí m'estarán poniendo Por donde yo esté enterrao,
Un hábito fransiscano. Y ni siquiera dirás:
Cuando a tí t' estén poniendo "Que Dios te haiga perdonao".
La ropita der baú, R. Marín. C. P. Españoles, T. 3, Pág. 441.
A. Sevilla: C. P. Murciano, N" 1369. — Cancionero de Catamarca, No 171. —
León Mera: Antología Ecuatoriana. Págs. 1 6 0 - 2 - 3 . — R. P. Remigio Vilarino, S. J.:
De Broma y de Veras, Cuaderno 29, Nros. del 425 al 434.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 139

Que se case ¡Qué me importa, Con la tijera de amor


3i por otro me ha dejado! Le han aserrado la pluma,
Pero yo siento por ella Y sin dejarle ninguna
El corazón destrozado. Todo el vuelo le han quitado,
Con gran dolor consternado,
Me dicen que tú te casas Lanza del pecho un gemido,
¡Mira que pena es la mía, De ver su vuelo perdido,
Al ver en ajenos brazos Donde consuelo no encuentra,
La prenda que yo quería! Y con razón se lamenta,
Cuando a tí te estén poniendo Un pajarillo cautivo.
Azahares en la cabeza,
A mí me estarán poniendo Ya no sacude las alas
El cuerpo sobre una mesa. Para tenderlas al viento,
Sólo los tristes lamentos,
Cuando a tí te estén poniendo Se le oyen dentro la jaula.
Prendedores de brillantes, ¡Qué pesada y dura calma!
A mí me estarán poniendo ¡Qué tormento sin igual!
Cuatro velas por delante. Que sin poderse aliviar,
Cuando te veas casada De sus largas aflicciones,
Y con todos tus parientes, Sin plumas y con prisiones
A mí me acompañarán Está sin poder volar.
Mis amigos solamente.
Al amanecer la aurora
Cuando te veas casada Con sus luces admirables,
Casada ya sin remedio, Principian todas las aves
Oirás campanas doblar A cantar en aquella hora,
Para que pase mi entierro. El que se halla preso llora,
Cuando te veas casada Con lo duro de los grillos,
Casada ya sin ventura, Sirviéndole de martirio,
A mí me estarán poniendo Ver otras aves que vuelan.
El cuerpo en la sepultura. Y cómo el sólo se queda
¡Pobre de ese pajarillo!
Cuando vos estés comiendo
Los confites de la suerte,
A mí me estarán comiendo Al fin por su mala suerte
Los gusanos de la muerte. Larga un suspiro y se queda
A vivir entre las penas,
222 Hasta que llegue la muerte.
Nadie su pesar advierte
UN PAJARILLO CAUTIVO Ni se puede consolar,
Un pajarillo cautivo Triste se pone a llorar,
Que está sin poder volar En su amargo padecer,
¡Pobre de ese pajarillo Porque hasta el fin ha de ser
Cautivo, sin libertad! Cautivo y sin libertad.

(222) Del cuaderno de Dn. Ventura Sarmiento (Anta). El Sr. Matorras, lo tomó
del mismo cuaderno. — El Sr. León Mera, en su Antología Ecuatoriana, Pág. 154, trae
una cuarteta de esta glosa:
Las tijeras del amor
Las plumas me han cercenado,
Y sin dejarme ninguna,
Todo el vuelo me han quitado.
Esto me hace suponer que la glosa era conocida en el Ecuador en 1892, cuan-
do el académico ecuatoriano publicó la obra. Cancionero de Catamarca, N* 121. <—
Cancionero de Jujuy, N9 46.
UO JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

223 Al ver mi ardiente avidez


Por acabar de existir,
VEN, MUERTE TAN ESCONDIDA Los que estiman el vivir
¡Ven, muerte, tan escondida, Como suprema ventura
Sin que te sienta, venir, Dirán, que es esta locura
Porque el placer de morir Por el placer de morir.
No me torne a dar la vida!
¡Ay; si vieran la inclemencia,
Presa el alma de dolor En que mi dolor se goza,
Con el corazón marchito, Que hoja por hoja destroza
Soy como el árbol maldito Las flores de mi existencia,
Que no da fruto ni flor. Comprendieran la vehemencia
¡Muerte, ven a mi clamor, Con que anhelo tu venida,
Que en t í mi esperanza anida, P e r o sin que seas sentida
Ven, acaba con mi vida, Ni te pueda conocer,
Ven, en silencio profundo, Porque t a n grande placer
A llevarme de este mundo No me torne a dar la vida!
Ven, muerte, tan escondida!
224
Ya cansado de a m a r g u r a s , YA SE VA EL ABURRECIDO
Sin esperar un consuelo,
No me queda en este suelo Ya se va el aburrecido
Más que tristes desventuras. Ya no volveré jamás,
De mi pecho, las t e r n u r a s , Ya no pisaré en sus puertas
Han dejado de existir, No los ofenderé más.
Y me vienen a abatir.
Los pesares más profundos, Desde que llegué a tener
¡Llévame, muerte, del mundo El uso de mi razón,
Sin que te sienta venir! Mantengo en el corazón
Un continuo padecer.
Quizá el mundo en su embriaguez, Nunca llegó a suceder
Sn comprender mi m a r t i r i o , Que tuviese algún alivio,
Tenga mi afán por delirio, P a r a eso yo había nacido
Hijo de la insensatez, P a r a no tener fortuna,

(223) Del cuaderno del Sr. Matorras. La cuarteta inicial, es del siglo XV.
El Comendador Escrivá., la tiene en esta canción suya:
Ven muerte tan escondida, No se siente su rugido,
Que no te sienta conmigo, Por mejor herir do quiere:
Porqué el gozo de contipo Assí sea tu venida:
No me torne a dar la vida. Si no, desde aquí me obligo
Que el gozo que auré contigo
Ven como rayo que hiere, Me dará de nuevo vida.
Que hasta que ha herido Ant. de P. L. Castellanos, T. IV, Pág. 61.
Lope de Vega, glosó a lo divino esta cuarteta.
Ven, muerte, tan escondida
que no te sienta venir,
porque el placer del morir
No me vuelva a dar la vida.
Romancero y Cancionero Sagrados, N ' 848
Sin embargo, la copla glosada en Salta parece haber sido tomada de "Don
Quijote", pues Cervantes la trae en el capítulo XXXVIII, de la segunda parte de
su obra, así:
Ven, muerte, tan escondida,
Que no te sienta venir,
Porque el placer del morir
No me torne a dar la vida.
(224) Del cuaderno del Sr. Matorras.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA MI

Que digan todos a una: Al fin salgo de esta tierra


—Ya se va el aburrecido. Sin ver lo que dejo atrás,
Me ausentaré más y más,
De que me digan quisiera Que se acaben los disgustos,
En qué los habré ofendido, Para que vivan a gusto
Los que me han oscurecido Fa no volveré jamás.
["orno si mal les hiciera.
hl fin salgo de esta tigf r a ¡Adiós mi padre y madre!
Sin ver lo que dejo atrás, ¡Adiós mis hijos y hermanos!
Me retiro más y m^g No hagan sentimientos vanos,
i ;e se acaben los disgustos, Voy como cosa perdida,
Para que vivan a g U sto Han oscureció mi vida
Yi no volveré jamás,. Como si mal les hiciera.

Según he experimentado
Cuando sepan que me he muerto
De mí no harán sentimiento 225
Porque soy un desgraciado,
5fa mi nombre se ha acabado, YO CRIE UNA PALOMITA
Va voy a cerrar mis cuentas,
Hasta aqui estoy dando vueltas, Yo crié una palomita
Es porque quiero decir, Para mi divertimiento,
Que por no dar qué sentir Y ella tuvo el sufrimento
Ya no pisaré en sus puertas. De irse y dejarme sólita.
Luego que crió sus alitas,
Pegó un volido y se fué,
[Adiós, mi padre y mi madre! En una rama que sé
•Adiós, todos mis hermanos! Se fué a asentar esa ingrata.
ío hagan sentimientos vanos Tales recuerdos me matan
V'oy como cosa perdida, Y jamás olvidaré,
;Adiós, toda mi familia!
No sa pongan a llor a r Un día de madrugada
!}ue soy persona cabaz, Al llevarle de comer,
Que me perdonen les pido, Cuando yo la fui a ver
Si en algo los he ofendido Hallé que se había volado,
No los ofenderé máss. Porque me vio apasionado
Quiso darme ese pesar.
¡Anda, ingrata, que has de hallar
224 - a Quién te haga padecer
YA SE VA EL ABORRECIDO Y cuando quieras volver,
A mí no me has de encontrar!
Ya se va el aborrecido
Ya no volverá jamás Desde el día en que te fiste
Ya no pisará sus puertas La rama en que te sentaste
Vi les ofenderá más. Ya como no me quisiste

A la jaula hice pedazos


De que me digan quisiera Porque estaba dé embarazo
EE qué les habré ofendido, No la quise en mi presencia,
Les que me han aborrecido Por mala correspondencia,
Cerno si mal les hiciera. No volverás a mis brazos.

24-a) Dictado por Dn. Tristán Pérez, en Cerrillos, en 1928.


--ü) Dictado por Dn. Tristán Pérez — Cerrillos, en 1928.
Í42 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

225 Y un sitio donde se siente.


YO CRIE UNA PALOMITA También yo le haré presente
Yo crié una palomita De un castillo de valor
Para mi divertimiento, Para que guarde su honor,
Y ella me dio el sufrimiento, Todo esto, haré como digo,
De irse y dejarme sólita.
Por conquistar a su amor.
A una rama que yo sé
Se fué a sentar esa ingrata, Del oro del buen crisol
Sólo el pensarlo me mata Una corona le haré,
Y jamás me olvidaré. En vuestra mano pondré
Centro del trono de Amor
Anda palomita ingrata
Yo te cortaré las alas, Se lo pondré por tapete
Y no has de poder volar Subiéndome como un cohete
Ni a tus nidos ni a tus ramas. Las mandaré a las estrellas
A que bajen de su huella
Se fué la paloma un día, A la luna, del copete.
A tierras donde nació,
Dejando mares por medio, 227
Para que no vaya yo.
YO NO SOY QUIEN ANTES ERA
226 Yo no soy quién antes era,
YO HARÉ BAJAR A SUS PLANTAS Ni la sombra me ha quedado,
El tiempo me ha despojado
Yo haré bajar a sus plantas Me ha puesto de esta manera.
Por conquistar a su amor
A la luna del copete Yo era un río caudaloso
Y de sus gremios al sol. Que tenía mucha corriente,
Se secaron mis vertientes
Todos los cuatro elementos Me quedé triste y penoso.
Los postraré a su evidencia, El tiempo calamitoso
A vista de su presencia, Me ha puesto en tan baja esfera.
Los lucidos firmamentos; Así por esta manera
Yo haré que todos atentos Me hallo triste y desvalido,
Obedezcan a tu encanto, De la suerte despedido
De mis males los quebrantos Ya no soy quien antes era.

Yo haré bajar a sus plantas. Yo era un árbol muy hermoso,


Vestido de verdes hojas,
De seda fina le haré Daba bellas flores rojas,
Una alfombra donde pise Y frutos muy deliciosos.
Guarnecida de matices Todos tenían grandes gozos

(225-a) Dictado por Dn. Ezequiel Alemán. "El Galpón", 1931. En el Ecua-
dor es popular la última estrofa, véase:
Mi palomita se fué
Al suelo donde nació;
Aunque hay mares de por medio,
He de irme tras de ella yo.
L. M. 132.
(226) Dictada por Dn. Simeón Soto. La Viña.
(227) Del cuaderno del Sr. Matorras.
AN CI ON E Ro POPULAR DE SALTA U3

verme en aquel esía(io, Está para perecer,


me hallo tan marchitado ¿Quién se podrá condoler?
tan alto quedé ba¿ En vano mis quejas doy,
os me hacharon loj gajos, Porque por degracia soy
la sombra me ha quedado. Hermano del padecer.
era jardín florec e n t e ¿Hasta cuando durará
a todos daba co: lsue i 0 Mi pesar y mi dolor?
con incesante angelo ¿Hasta cuándo en el rigor
adoraban los viv¡ e n t e s Mi corazón clamará?
ira, completamente ¿O solamente será
encuentro tan d e s p o j a do, Mi descanso en el sepulcro?
flores se han Jabado No hallo el remedio que busco.
,ándome la aleg r í a) Por diferentes caminos
jue de la noche a i (jía Voy a seguir mi destino.
tiempo me ha deSp0jado. Se me acabaron los gustos.
era una torre levada Al fin ya desengañado
un singular edi.;ici0) De lo adverso de mi suerte,
r sólo se hallan vestigios Venga sobre mí la muerte,
ide estuvo edifj ca( j a> A hacer el último estrago,
- soy planta abandonada, O si yo les causo enfado,
)ra me pisa cu a i q u i e r a, Voy a desaparecer,
o que sepan q u i e r a , Donde no pueda volver,
lo que era y c § m o me hallo, Como una cosa perdida,
la fortuna, un desmayo, Con mi fortuna abatida
ha puesto de t>sta manera. Echo menos el placer.

228 229
YO SOY AQUEL INFELIZ YO SOY AQUEL QUE NACIÓ
soy aquel infeliz Yo soy aquel que nació
mano del padecer, De la suerte maldecido,
ne acabaron los gustos Y que el mundo he recorrido
o menos el placer. Del uno al otro confín.
Pobrezas, miserias vi,
soy el aborrecido Que en todo el orbe existía;
indo otros son estimados, Contaba todos los días,
medio los desgraciados Las desgracias del lugar,
soy el más combatido, Pero no alcancé a contar
desgracia anda conmigo, Las grandes desgracias mías.
•que sin suerte nací,
die se duele de mí, Los astros del firmamento
nque me vea padeciendo, Los conté una noche obscura,
T me lamento diciendo: Conté con ciencia segura,
soy el más infeliz. Las variaciones del tiempo,
Conté las leguas que el viento,
lie consuela mi pena, En cada hora recorría,
die mitiga mi llanto, Y conté en la zoología,
o sufro mi quebranto Toda clase de animales,
Y como de tierra ajena, Y sólo son incontables
alma de angustia llena Las grandes desgracias mías.

(228) Del cuaderno del Sr. Matorras.


(229) Del cuaderno del Sr. Matorras. Cancionero de Catamarca, N* 105.
U4 JUAN A L F O N S O C A R R I Z

Conté en la Historia Sagrada De los vivientes que habían,


Todos los santos varones, Conté con grande armonía,
Conté todas las naciones, Las palabras de un misal,
Que Dios hizo de la nada. Y como soy memorial
Conté las varas cuadradas Todo esto lo hice en un día.
Que todo el globo tenía,
Conté los peces que habían, Yo conté todos los pastos
En ríos, lagos y mar, Todos los maíces y trigos,
Pero no alcancé a contar Y todos eran testigos
Las grandes desgracias mías. De lo que estaba mirando,
Seguí adelante contando,
Conté todita la gente De cien mil años, los días,
Mujeres, chicos y grandes, Y los minutos que había
Conté todos los caudales, Saqué la cuenta cabal,
De los palacios de Oriente. Pero no alcancé a contar
Y en un día solamente, Todas las desgracias mías.
Conté en la sabiduría,
Las doncellas que vivían 229 - b
En estado virginal,
Pero no alcancé a contar CONTÉ TODOS LOS GRANIZOS
Las grandes desgracias mías.
Conté todos los granizos
Llovidos de un aguacero
229 • a Conté los astros del cielo,
CONTÉ TODAS LAS ESTRELLAS Y las flores de un paraíso,
Y como la ciencia quiso,
Conté todas las estrellas Contar la pronunciación,
Y las arenas del suelo, Conté con justa razón,
Saqué cuentas sin tintero, Los vellos de una señora,
Conté las flores más bellas, En dos minutos y una hora
Saqué la cuenta por ellas. Fui sabio y conté un millón.
Conté en la Contaduría,
El dinero que corría También anoté en mis libros
En mil años sin cesar, Las libras que pesa el mar,
Conté los peces del mar Saqué la cuenta cabal,
Siete veces en un día. La puse donde se archiva,
Conté en el mundo la vida,
Conté todos los granizos De los vivientes que había,
Que cayó en un aguacero, Conté con tal armonía
Conté los mundos del cielo, Las letras de diez misales.
Y las flores de un paraíso; Como era tan memorable
Y también mi ciencia quiso Todo esto conté en un día.
Contar la pronunciación,
Conté con justa razón Conté las flores del campo
Los vellos de una doctora, Conté los maíces y trigos,
En dos minutos y una hora Y los puse por testigo,
Fui sabio y conté un millón. A los que estaban mirando.
Seguí adelante contando,
Yo conté todas las libras De cien mil años los días,
Y onzas que pesaba el mar, Y los minutos que había,
Y saqué todo el total Saqué la cuenta cabal;
Lo puse donde se archiva, Conté los peces del mar
Conté del mundo, las vidas, Siete veces en un día.

(229 - a) Del cuaderno de P. P. Padilla. "La Selva" — Metan.


(229-b) Dictado por el Sr. C. Arias Ceballos. Cap. 1928.
'JANCIONERQ POPULAR DE SALTA 145

íonté todas las estrellas Cuantas veces me lamento


.r las arenas del suelo, Kecordando mi locura
'onté sin pluma y tintero, Y otras tristes aventuras,
. todas las flores bellas, A que un amor me arrastró.
asé la vista por ellas; Mas hoy, que comprendo yo,
tonté el dinero que había El fruto que recogí
!n caja y contaduría,
'odo lo conté cabal, Con la salud quebrantada
taro no alcancé a contar Maldigo la hora menguada
"odas las desdichas mjss. De los años que perdí.

Hoy tan sólo me han quedado


230 Recuerdos de mi existencia,
No hallo para mí clemencia,
YO SOY UN ARBCL PLANTADO Vivo del mundo olvidado.
Yo soy un ser desgraciado,
o soy un árbol plantado No tengo amigos ni hermanos,
ajo un sol abrasado]-, Ni quien me tienda la mano
ín árbol que no da flor, Aliviando mi dolor,
fi jamás un fruto ha dado. Ni quién me preste un favor
o soy un ser condenado, Doliéndose de mi estado.
i correr y no llegar,
©y un ave que alcanzar,
\o podrá jamás su nido, 231
r
n infeliz que ha nacido YO TUVE UNA PRENDA BELLA
'ara sufrir y llorar.
Yo tuve una prenda bella
. cada paso que avanzo Que la sabía adorar
e abre una tumba a mis plantas, Un día se fué con otro
" mis penas hoy son tantas, Yo no la hi vuelto a encontrar.
ue enmendarlas nunca alcanzo. En la bulla o soledad,
no conozco descanso Como algo que hubiera muerto,
orno esas olas del mar, La tengo en mi pensamiento,
ue columpia sin cesar Y esa es mi intranquilidad.
a tormenta embravecida,
o soy una alma nacida Yo me acostaba a dormir
ara sufrir y llorar. Para ver si la olvidaba,
Y en el rato que dormía,
uando yo empecé a querer A ella era la que soñaba.
ra muy joven, señores, Me subí por la montaña
.'o conocía los dolores, Pa ver si la divisabaT
!
ue acarician la vejez, Y sólo el bulto veía
odo miraba al revez Que su amante la llevaba.
in pensar el porvenir,
las hoy, que empiezo a sufrir Al juego me dedicaba,
igores y desengaños, A ver si remedio hubiera,
íaldigo esos dulces años Si dos mil pesos perdiera,
|ue hoy amargan mi existir. Con verla me desquitara.

(230) A estas décimas las oi en La Viña, en 1930.


(231) De un cuaderno viejo del Sr Arias Ceballos.
10
CELOS, QUEJAS
Y DESAVENENCIAS
$32 Fué nacido entre jardines
Y su libertad muy alta,
A LAS MONTAÑAS INMENSAS Hoy, rendido a vuestras aras,
\. las montañas inmensas Como enamorado canta.
fa me voy a retir^ r>
ii tu eres fina y constante, 234
ile hallarás sí, m6 kaiiaráa.
A TU PUERTA ESTOY SENTADO
íe hallarás, si me hallarás A tu puerta estoy sentado
i la prueba me remito, Temeroso y afligido,
le visto mi desengaño, De un desprecio que me has hecho
fa lo he visto, ya lo he visto. M' hi sentido, m'hi sentido.
-& lo he visto por mis ojos M' hi sentido de manera
( por mis sentidos muero, Que casi estoy por morirme,
íe visto mi desengaño, Sin pronunciar más palabras
fa no quiero, ya no quiero. Yo quiero irme, yo quiero irme.
Ta no quiero, me dijiste, Yo quiero irme, prenda mía,
J
orque tu amor se ha trocad.o; Ande nunca me verás,
fa tus puertas para mí ; Si querís volverme a ver,
le han cerrado, se h.a,h cerrado. Ahí me hallarás, me hallarás.

233 Ahí me hallarás, me hallarás,


Y a la prueba me remito,
AQUEL PAJ AB1 LLO TRISTE Que un bien con un mal se paga,
Ya lo hi visto, ya lo hi visto!
Vquel pajarillo triste
fríe aprisionado en la jaula, Ya lo hi visto, prenda mía,
"an ausente gime y llora, En esos tus tristes ojos,
Jomo enamorado canta. Y así pagáis mis amores,
Con enojos, con enojos.
fu le cortaste las alas
Cuando en el aire le viste, 235
*or eso se queja y llora
[qv.el pajarillo triste. AUNQUE DE TI VIVÍA AUSENTE
Aunque de ti viva ausente
.Cómo quieres qu.e no llore En los centros del olvido,
Riéndose por vuestra causa Entre tu imaginación,
Sntre grillos y cadenas Acuérdate que yo he sido.
aprisionado en lo, jaula?
El amor precisamente
¡lecuerda con sus gorjeos, Con la larga ausencia calma,
Madrugando con la aurora, Pero a tu imagen viviente,
Para sentir sus despechos La tengo impresa en el alma,
Van ausente gime y llora. Aunque de ti viva ausente.

(232) Me fué dictado por la Sra. Juana E. Franco de Loyola, en "Pampa


írande", Guachipas en 1930.
(233) Del C. M. A.
(234) Dictado por el poeta Dn. Juan Carlos Dávalos, quien lo sabía por ha-
«rlo oído a paisanos de Salta.
(235) Del cuaderno del Sr. Matorras.
150 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

La ausencia nunca ha podido Si te cobro el juramento,


Borrarte de mi memoria. Hoy me dirás que mañana.
Hallándome confundido,
Penas me has vuelto mis glorias, Habéis echado en olvido
En los centros del olvido. Mi fino amor verdadero,
Siendo que tanto te quiero.
¡Dueña de mi corazón! Cumple con lo prometido,
Que en tí me tenías grabado, Viéndome de amor herido,
Y sin tener compasión, Yo no puedo resistir,
Del todo me habéis borrado, ¿Qué te ganas con mentir?
De entre tu imaginación. Eres falsaria, inconstante,
—Ya tengo otro nuevo amante,
Mi corazón oprimido, Mañana me has de decir.
Una tumba lo ha cubierto,
Privándolo del sentido Engañosa sin amor
Pero no habiéndome muerto Te vas con quien te convida,
Acuérdate 'que yo he sido. Pretendes pasar tu vida
Lo mismo que el picaflor.
236 En nada miras tu honor
Por llevarte de jarana,
AYER ME DIJISTE QUE HOY Al alba y por la ventana,
Fui a verte yo de prisa,
Ayer me dijiste que hoy, Me dijiste con sonrisa:
Hoy me dirás que mañana, —Ya se me quitó la gana.
Mañana me has de decir:
Ya se me quitó la gana.
Despedida
No seas variable, mujer, Por último, la coqueta
Mira que mucho te afea, Nunca ha tenido buen fin,
Y dile a quien te desea, Vuela como un volantín,
Cuándo lo piensas querer. Y con nadie se sujeta
Para nunca más volver, Ni al casado lo respeta
Yo de tu lado me voy. Viéndole que es hombre ajeno,
Bien desengañado estoy, Si no hay quien le tire el freno
De ver que el tiempo perdí, La joven sola se mata,
Que ibas a darme el sí, Pero que en viéndole plata
Ayer me dijiste que hoy. A todo le dice: bueno.
Dime, ¿cuál es tu pensar
Qué tienes para colmigo? 237
Por la fuerza te lo obligo, CANSADO ESTOY DE VIVIR
Para poder descansar.
Paso en continuo penar ¡Cayisado estoy de vivir
Con una esperanza vana, La vida que estoy viviendo,
Hallo larga la semana, Que también la vida canta
En la vida del tormento, Si se vive padeciendo!

(236) Dictado por Dn. Justo P. Alemán. Esta glosa, como otras que veremos
tiene su finyda, como llamaban los poetas del siglo XV a la estrofa última que
condensaba lo dicho en la trova. Los paisanos la suelen llamar despedida:
La copla glosada es española: También es popular en el Ecuador:
Ayer me dijiste que hoy, Ayer me dijiste que hoy,
Y hoy me dices que mañana, Hoy me dices que mañana;
Y mañana me dirás; Mañana me has de decir,
Ya se me quitó la gana. "No quiero, no tengo gana".
R. M. 3862. L. M. 139-5.
En el Cancionero de Catamarca, está en el N«
(237) Del cuaderno del Sr. Matorras.
^ANCIONERO POPULAR DE SALTA 151

'odo es penar y sei^j r


Cn esta ausencia t^ n larga, 239
'ues ya no puedo s, u f r } r . CUANTO ME HA PESADO INGRATA
ísta vida tan amarga,
Cansado estoy de vivir! ¡Cuánto me ha pesado, ingrata,
Tener con vos relación!
Que me sirva de ejemplar
Jin verte estoy padeciendo, Para no tener pasión.
f padeciendo sin verte,
Confieso que estoy muriendo,
Yo füí constante al quererte,
jue no es vida sino muerte,
í ' al guardarte lealtad,
ja vida que estoy viviendo.
Te di pruebas de amistad
Despreciando toda suerte.
fa que el corazón no alcorza Con decirte que a la muerte,
íiquiera el gusto de verte, No le temí en ningún rato.
ja vida es toda mudanza, En mi pecho a tu retrato,
Tenga, pues, pr<nto la muerte, Tuve como relicario,
Jwe también la vida cansa, Mas ahora veo, al contrario,
¡Cuánto me ha pesado, ingrata!
Ü fin, ya que estoy viviendo
'on la esperanzt perdida, Mil proporciones perdí,
^enga la muerfc corriendo Tan sólo por serte fiel,
jue no es gustc3a la vida Yo por ser hombre de bien,
?i se vive padeciendo. Que no halles maldad en mi,
Mas, antes he visto en tí,
La falsedad y traición,
238 Esto no en mi corazón,
Y es lo que mi pecho siente.
COMO QUIERES QUE NO SIENTA Infeliz de aquel que intente
Tener con vos relación.
i Cómo quieres que no sienta
M injuria que w e habéis hecho? Tres mil cosas prometistes,
¡Cómo he de disimular Y de esto no caes en cuenta,
Lo que ha sentido mi pecho? Te acordarás que contenta,
A mis plantas te rendistes,
Y a mi pecho lo degistes,
Triste y confuso me veo Para sólo a él adorar,
3on mi mal qu§ S e acrecienta, Mas, me has llegado a olvidar,
7iendo tus ingratitudes Sin haberte yo faltado,
]Cómo quieres <¡ue no sienta? Para no vivir confiado,
Que me sirva de ejemplar.
Entre congojas y penas
De sentimiento, deshecho, Tú me has mostrado vileza,
No me es posible olvidar Me alegro que sea así,
La injuria que me habéis hecho. Para no tener en mí
Quebraderos de cabeza,
Porque donde no hay firmeza,
El verte en ajenos brazos, No debe haber ocasión.
La vida me ha d e costar, De poner el corazón,
Este dolor tan intenso En falsarias como vos,
¡Cómo he de disimular? Más bien que me lleve Dios ,
Para no tener pasión.

(238) De una Hhreta con cantos varios de Dn. Ernesto Isasmendi, de 1901.
(239) Dictado por Dn. Simeón Soto. "La Viña".
152 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

239 - a 240
CUANTO ME HA PESADO INGRATA DAME EL ALMA QUE TE DI
¡Cuánto me ha pesado, ingrata, ¡Dame el alma que te di!
Tener con ti relación! Que el pedirla no es ofensa,
Que me sirva de ejemplar Porque no quiero que esté,
Pa no tener más pasión. Donde no hay correspondencia.
Yo fui constante al quererte, Si otro tiene preferencia
Y te guardaba lealtad, Y ocupase mi lugar,
En prueba de voluntad, Me retiraré a una ausencia,
Despreciando toda suerte, Puesto que no debo amar.
Con decirte que a la muerte
No le temí ningún rato, Yo constante te adoré,
En mi pecho tu retrato, Pongo al cielo por testigo,
Lo tenía de relicario E inocente dígote:
Ahora lo veo al contrario, •—Devuélveme mi cariño.
¡Cuánto me ha pesado, ingrata!
De tus labios merecí
Mil proporciones perdí El dulce nombre de amante,
Por vos para serte fiel, Supuesto eres inconstante,
Yo por ser hombre de bien, ¡Dame el alma que te di!
No vistes maldad en mí,
Pero más se verá en tí,
Falsedades y traición, 241
Lo que vé mi corazón DIME DUEÑA LA VERDAD
Es lo que mi pecho siente,
Infeliz de aquel que intente Dime dueña la verdad,
Tener con ti relación. ¿Qué motivo u ocasión
Tuvistes para agraviar
Dos mil cosas prometiste, A un rendido corazón?
De esto no caís en cuenta,
Acordate que contenta Así, sólo, me dejaste,
A mi pecho le dijiste, En un mar de confusión,
Que no viva nunca triste, Has querido a otro dueño,
Que en él sólo has de morar, Amándote tanto yo.
Y me has llegado a olvidar
Siendo así que tú has faltado. Quiérelo porque es tu gusto,
Pa no vivir más confiado Ya que tanto mereció,
Que me sirva de ejemplar. Ese será más dichoso,
Pero más constante, no.
Mostraste en todo vileza,
Más vale que esto sea así, El cielo me ha de vengar
Para no tener en mí, Del mal pago que me has dado,
Quebradero de cabeza, Pues en nada te he ofendido
Porque donde no hay firmeza, Y sin causa me has dejado.
No puede haber ocasión,
Pa poner el corazón, Permita el cielo, tirana,
En falsarias como vos, Escuchar mi maldición,
Más bien que me mate Dios, Que te mires mal pagada,
Pa ño tener más pasión. Alma, vida y corazón.

(239 - a) Del cuaderno del Sr. Matorras.


(240) Del cuaderno del Sr. Matorras. La copla inicial, a más de ser popular
en el norte del país, parece serlo también en Chile. — El Sr. R. A. Laval, la trae
en su libro F. de Carahue, Pág. 103, N» 3.
(241) Del cuaderno del Sr. Matorras.
ANC ION ERO POPULAR DE SALTA 153

242 Te has olvidado de mí,


¿Qué causa te he dado, di,
DOCE MESES T i E N E EL ASO
Para tan gran abandono?
oce meses tiene el a ñ 0 Tú me bajastes del trono
así mi querida es p e r o ' ( Donde tan alto me vi.
a pretensión en E¡nero
ara ver mi deseng a n 0 - Claro, le puedes decir,
ie sería muy extrj¿ñ0 Al que ocupa mi lugar,
sperar hasta Feb»ero Que en no sabiendo subir ,
i es que por tu a ^ o r ' m e m u e r o No ha de tardar en bajar.
J nombrar tan largo plazo, Se ha de llegar a mirar
[a llegado el mes de Marzo! De su dicha muy escaso,
'u contestación e w r o _ Conforme le llegue el plazo
Que de tu vista le borres,
o por vos he padecido, Y le digas que en su torre
[il tormentos y quebrantos, Fueron los cimientos falsos.
jsperando de tu encanto,
Contestación en Abril, Por fin, cuéntaselo todo
;onsentido hasta morir, Mas bien, no le digas nada,
liendo mi consueto en Mayo, Que en siendo la hora llegada
íoy discurriendo me hallo, Se ha de ver del mismo modo,
¡n momento de infortunio Y por esto me acomodo,
la llegado el mes de Junio. Mi propio mal a sufrir,
Que no se diga de mi
Que soy, mudable cual tiempo,
Así en un rato y momento,
243 Otro subió y yo caí.
EN LA TORRE DE MIS GUSTOS
244
?re la torre de mis gustos,
Zn lo más alto me ví, EN TIERRA ESTÉRIL SEMBRÉ
?ueron los cimientos falsos,
En tierra estéril sembré
~)tro subió y yo caí.
Un fino amor, ¡ay de mi!
Y el fruto que recogí
Cuando en tu rep^o estuve, Fueron celos que lloré.
V las nubes me encumbrastes,
( de allí me deiribastes, ¿De qué sirve en excesivo
Pues siempre baja el que sube, Prodigar raro cuidado,
Primero caricias tuve, Si el regar con lo llorado,
Después penas y disgustos, Son golpes en pecho herido?
Vnsias, suspiros y sustos, Vanos fueron mis cultivos,
( con tus acciones vanas, Mal mi trabajo empleé,
tfo han quedado ni campanas Todo lo perdí por qué,
?n la torre de mis gustos. Cual infeliz labrador,
Buena semilla de amor
i mí, quién me lo dejera En tierra estéril sembré.
guando en tu presencia estaba,
3on repiques m e aguardabas,
Habiendo con mil desvelos,
?omo si príncipe fuera.
Sembrado un amor tan fino,
\hora, de tal manera,
Vi que de allí había nacido

aJrlf, N^O.^011 dÍCtad


" e8tM d
° S d é c i j n a s > e » Cerrillos, en 1928. C. de Ca-
(
<lt\ ^ \ C U a d / r n ° d e l S r - M 8 t 0 r r a S - < ^ « W o de Catarrea, N< 39.
(244) Del cuaderno del Sr. Matorras.
154 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

La cizaña de los celos. En siete todo mi encanto,


Se aumentaron mis desvelos, En ocho preciosa flor,
Yo perdí, sufrí y caí, En nueve no me desprecies,
Por ver si lograba así, Me has de hacer ese favor.
El fruto de mi trabajo,
Que tan sólo me contrajo 246
Un fino amor ¡ay de mi!
EN UN PANTEÓN DE CONGOJAS
Después de haber arrancado En un panteón de congojas
Del suelo unos brotes crueles, Mi amor se va a sepultar,
Nacieron verdes laureles, De haber muerto por amor,
Del amor que había quedado. En un sepulcro reposa.
Esto aprecia lo mandado,
Por lo que al momento vi, Cuando libre del amor
Que dimanaba de allí Gozaba de dulce calma,
De mi amor, grandes sospechas, Se vio prisionera mi alma,
Estas fueron las cosechas Con cadenas de dolor,
Y el fruto que recogí. Insensible a su rigor,
Tantos tormentos me apocan,
Todo me fué sin provecho Y cual un árbol sin hojas,
En mi constante labor, Estoy próximo a expirar,
Sólo penas y dolor Y me retiro a llorar
He recogido en mi pecho. En un panteón de congojas.
Y hasta he perdido el derecho
En lo que tanto afané, La alegría y el placer
Pues mi vida consagré Se acabaron para mí
Con entusiasmo risueño, Desde el momento que vi
Y el provecho de mi empeño Lo que no he de merecer,
Fueron celos que lloré. ¡Mas, ay de mí! ¿qué hi de hacer?
¿De qué me sirve el gozar
245 Cuando estoy al expirar
Sólo por haber querido?
EN UNA TE ESTOY QUERIENDO En el centro del olvido
Mi amor se va a sepultar.
En una te estoy queriendo,
En las dos todo mi encanto, ¡Adiós, funestas memorias!
A las tres, vidita mía, ¡Adiós, por que ya no existe!
Me hallo padeciendo tanto. Al que poco tiempo vistes
Sumergido en puras glorias,
Las cuatro dadas, te advierto, Las que fueron ilusorias
Y en cinco te hago un pedido, A este mísero mortal.
A las seis, vidita mía, El alma por descansar
Que no me eches en olvido. En vano busca el contento,

(245) Dictado por la Sra. F. S. de Serra, en "Miraflores", Anta.-1931. —


El señor R. A. Laval trae esta misma canción con algunas variantes. F. de Carahue.
Pág. 61 - No 5.
Ciro Bayo- (E. del Plata, Pág. 87, N' 5), dice hablando de esta letrilla. "Pa-
rece ser que el mérito de esta relación consiste en que resulte un logogrifo o cha-
rada, pues no hay guitarrero que no la cante con esta introducción":
Una muchacha me dijo
que me daba el corazón,
pero era si le cantaba
el diez por numeración.
En una, te estoy queriendo, etc.
(246) Del cuaderno del Sr. Matorras.
:ANCIONEq0 POPULAR DE SALTA 155
r
sólo encuentra el tormento Que tu dicha mereció,
)e haber muerto por a7fiar. Y no es ley que pague yo
J
La flor que desperdiciastes.
or fin, todo se ac^bó,
( quedarás convencida' Delante de un santo Cristo
U ver que tu amarle,' vida, Me atrevería a jurar,
ja existencia por t\ ¿ió, No tengo cuentas que dar
Iste infeliz ya murjó
r Ante el tribunal Divino,
ive contenta y gulosa, Que el honor que tú has perdido
ara que alegre y g^nsá. El cómo y cuándo lo sé,
ligas a los que han vivido,
Y lo que te afirmaré,
jue aquel que más te ha querido
In un sepulcro reposa. Porque lo que digo es cierto,
Que el hurto que hubo en tu huerto
De otro jardinero fué.
247
ES FALSA TU IMPUTACIÓN 248
?s falsa, tu imputación, ES POSIBLE CIELO AMADO
\unque en el jardín entré,
<a flor que desperdicias tes ¿Es posible, cielo amado,
)e otro jardinero fué. Que me trates con rigor,
Si he sufrido por tu amor
Juando en tu jardín entré, Martirios que no he soñado?
'ensé cortar una flor, Viéndome en tan triste estado,
Fo no resulté traidor, No te condueles de mí,
Jorque cortada la hallé. ¿Cómo quieres que hasta quí,
,Cómo hablas sabiendo que Siga mi desgracia en pos,
3tro logró la ocasión, Si hemos de sufrir los dos,
if con dañada intención Tú por otro, y yo por tí?
\. mí me haces delincuente?
Fo digo de consiguiente: Tú fuisteis juez de mi causa,
—Es falsa tu imputación. Contra mi tirana suerte,
Y con sentencia de muerte
Es cierto que yo no he sido Aumentastes mi desgracia.
El que tu flor marchitó, Mira que el tiempo se pasa,
Ni el que palabra te dio, Y sólo espero de tí,
De ser tu esposo y marido. Hasta conseguir el sí.
Como ves tu honor perdido, Veo con dolor profundo,
Hoy hablas sabiendo que Que sufrimos en el mundo,
Dtro tu perdición fué, Tú por otro, y yo por tí.
Y conmigo estás quejosa.
Yo no marchité la rosa Podrá ser, tesoro hermoso,
Aunque en el jardín entré. En el mundo aparecido,
Si a mi corazón herido,
i Qué sacas con tu porfía, Vienes a darle reposo.
Con meter más leña al fuego ? Hace a este infeliz dichoso,
i te digo desde luego Cese mi dolor aquí,
Que en vano será el hablar, Pero si no fuese así,
No me debes de culpar. Y la esperanza perdemos,
& otro tu amor inclinastes A la tumba bajaremos,
3f de ese debías quejarte, Tú por otro, yo por tí.

(247) Del cuaderno del Sr. Matorras.


156 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

249 250
ESTAS LAGRIMAS QUE LLORO HASTA CUANDO HE DE ESPERAR
Estas lágrimas que lloro, ¿Hasta cuándo he de esperar?
Pongo delante de Dios, El alivio, dulce encanto,
Ante el tribunal divino, ¿Por qué me dilatas tanto
Darás cuentas por los dos. El premio que he de gozar?'

Mi honra y mi estimación Años ha que ciego adoro,


Marchitastes al perderme; A la luz de nuestro cielo,
Yo, infeliz llegué a verme, Esperando algún consuelo,
Creyendo no eras traidor, Que al no conseguirlo lloro.
Cogistes la mejor flor, Eres un rico tesoro ,
De mi jardín que atesoro, A quien procuro estimar;
Hoy me veo sin decoro, También tengo de esperar,
Por consentir en tu intento, Correspondencia de amor,
Y te sirvan de escarmiento Dime si me harás favor,
Estas lágrimas que lloro. ¿O hasta cuándo he de esperar?

Por que si fuese o no fuese, Si tú tienes desconfianza


No se lo dije a mi padre, En saber si yo soy firme,
Ahora, aunque ya sea tarde, Tú debes de persuadirme,
Pues ya en mí la afrenta crece, Que en tu amor no habrá mudanza,
¿Es justo de que siguiese Y así verás sin tardarza,
Mi conducta tan atroz? Cómo te idolatro tanto,
Yo me vengaré de vos, También verás el quebranto,
Con suspiros y clamores, En que me hallo al verme así,
Pues mis lágrimas y errores ¿Por qué me niegas a mí,
Pongo delante de Dios. El alivio, dulce encanto?

Con un falso juramento, Si es que tienes el intento


Lograste el violentarme, De abatirme o despreciarme,
Dándome para engañarme De una vez desengañadme,
Palabra de casamiento; Que ha de ser menos tormento.
Yo que consentí en tu intento, Cada día va en aumento
Rindiéndote mi amor fino, Mi dolor y mi quebranto,
Hice muy gran desatino, Y tú, mi vida, mi encanto,
Y ahora quieres escusarte, Mi adorado cielo hermoso,
Pues tendrás de ser culpante Pudiendo hacerme dichoso,
Ante el tribunal Divino. ¿Por qué me dilatas tanto?

Bien lo sabe el Padre Eterno, Tantas penas me molestan,


Que es nuestro Dios y testigo; Y los gustos me demoras,
Cuando estuvistes conmigo, Pues yo te suplico, ahora,
Tres veces tembló el infierno, No me niegues la respuesta,
Yo que seguí tu gobierno, Y si en algo te molesta,
Con un engaño veloz, Lo que te vengo a rogar,
Me perdistes a mi a Dios Bien me puedes disculpar
Que es cuanto hay que perder, Porque me acerco y te apuro,
Por tí lo llegué a ofender, Quiero saber si aseguro
Darás cuentas por los dos. El premio que he de gozar.

(249) Del cuaderno del Sr. Matorras. — Cancionero de Catamarca, N« 59.


(250) Del cuaderno del Sr. Matorras.
AN C ION E R0 POPULAR DE SALTA 157

251 Con dibujo muy pulido,


JAMAS A PENSAR LLEGUE Con un cincel muy sutil,
Labré en un blanco marfil,
más a pensar lleguf Hice una bella escultura,
le yo de ti me apait a r a Y si la razón me apura,
que tu amor olvidara Por defender mi derecho,
fé con que te adj r é. Todo lo labré en mi pecho,
Y tú, divina hermosura.
h, qué mal hice en quererte!
h, quién me hubiera avisado Ni el mármol con su dureza,
le mi amor siempre pagado De tan variados colores,
ibía de ser de otrj suerte! Me negastes tus favores
Aumentando mi tristeza;
mi amor siempre ha tenido Más ahora, recién me pesa,
i tu pecho su lugs r , Sufriendo las amarguras;
) hay razón para arrojar Estas sí que son locuras,
i que tanto habéis querido. Ni aún viendo lo que padezco,
Ni un cariño te merezco,
i mis brazos me decías, Sois más que un diamante dura.
\ vez que en ellos estabas,
íe sólo a mí me adorabas, Por fin, ni el sol, ni la luna,
íe mi amor no olvid a r í a s . Ni el marfil, ni el duro acero,
Ni el buril con que me hiero,
nalmente, mantuviste Ni el mármol en su columna,
i firmeza hasta log r a r > Ni las piedras de una en una,
:asión para dejar A mí no me dan aguante;
quien tanto amor tuviste. Y así diré a cada instante,
Y por diferentes modos:
252 Que sois más dura que todos,
Que no te ablanda un amante.
ABRO UN AMANTE; U N DIAMANTE
ibró un amante un Mamante, 253
tú, divina hermosura, LA PRIVACIÓN DE NO VERTE
>is más que un diamante dura,
te no te ablanda un amante. La privación de no verte
A todas horas del día,
abra el sol un gran tesoro, Me da tal melancolía,
esde su ardiente carrosa, Que ya deseo la muerte.
ibra una piedra preciosa,
le dá quilate al oro, Fué tan grande mi pasión,
ándote el mayor decoro, Y tanto he llegado a amarte,
a la luna su menguante, Que se me hace poco el darte,
ibra una piedra brillante Alma, vida y corazón.
ándole vistoso oriente, Todo es pena y confusión
a esa tu hermosa frente, En este trance tan fuerte,
ibró un amante un diamante. Ningún placer me divierte,
Mi corazón agoniza,
on un pulido buril Pero más me martiriza
abré el acero bruñido; La privación de no verte.

(251) Del C. M. A.
(252) Del cuaderno de Dn. Ventura Sarmiento. De la misma fuente la tomó
Sr. Matorras. En ambas versiones el sentido de la glosa es confuso.
(253) Del cuaderno del Sr. Matorras.
158 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

Creo, que si acaso fueras Le dirás que ajenos gustos,


Hecha de bronce o diamante, No me tienen cuidadoso,
Te apiadaras al instante, Y que venga cuando quiera,
Si llorar por tí me vieras. Le dirás a ese dichoso.
Mucha compasión te diera,
Al mirar la pena mía, Las disculpas de tu boca
Y con amante porfía, Ya no sirven para mí,
Voy tales actos pasando. Porque tus ojos me dicen,
De tí me estoy acordando Que está gozando de tí.
A todas horas del día.
Y dile que soy testigo,
Y por todas partes miro, Que en su pasión vive vano,
Por ver si tu rostro veo, Que esos son despojos míos,
Y en vano son mis deseos, Que no viva tan ufano.
Porque a un imposible aspiro.
Así me quejo y suspiro, Al fin quédate con él,
Sin encontrar alegría, Al mismo tiempo sin mí,
Todo es pena y agonía, Y no dejes de decirle,
Todo congoja y pasión, Que donde se vé, me vi.
Así con justa razón,
Me da tal melancolía. 254-a
Por fin, mi bien y mi cielo, LE DIRÁS A ESE DICHOSO
Mi recreo y mi placer, Le dirás a ese dichoso,
No me hagas más padecer, Que está gozando de tí,
Procura darme consuelo, Que no viva tan ufano,
Apiádate de mi duelo, Que donde se vé me vi.
Que por causa de quererte,
Padece mi infeliz suerte.
Que sus continuos halagos,
Preso estoy, en tal estado,
No me tienen cuidadoso,
Me hallo tan desesperado,
Y así que viva con gusto,
Que ya deseo la muerte.
Le dirás a ese dichoso.
254 Los favores que le ofreces,
LE DIRÁS A ESE DICHOSO Ya no sirven para mí,
Porque hace días que sé,
Le dirás a ese dichoso, Que está gozando de tí.
Que está gozando de tí,
Que no viva tan ufano, Dirásle que digo yo,
Que donde se vé me vi. Que en su pasión vive vano,

(254) Del C. M. A. Dos versiones más he encontrado de esta glosa, una es


la del N9 254 - a, y otra la de Armonías Peruanas, Pág. 80, que dice:
CELOSA (Canción) Las disculpas de tu boca
Ya no sirven para mí;
Le dirás a ese dichoso Porque tus ojos me dicen
Que está gozando de tí, Que está gozando de tí.
Que no viva tan ufano,
Que donde se vé, me vi. Dile, pues, que soy testigo,
Que en su pasión vive vano,
Que esos son despojos míos,
Glosa Que no viva tan ufano.
Dirasle que ajenos gustos Al fin quédate con él
No me tienen cuidadoso, Y al mismo tiempo sin mí;
Y así que viva sin penas Y no dejes de decirle:
Le dirás a ese dichoso. Que donide se vé me vi.
(254-a) Dictada por Dn. Tristán Pérez. Cerrillos, en 1928.
AN CI ON E RO POPULAR DE SALTA 159

iue yo he sido p r i m e r o , Según estaba cegado.


? no viva tan ufano. Más, ¡ay de mí, qué confiado!
En el engaño he vivido,
fin quédate con él, Tarde habiendo conocido,
il mismo tiempo sin mí, Es verdad que con dolor,
no dejes de decirle, Que tu promesas de amor,
s donde se vé me vi. En nada se han convertido.
k
255 255 - a
LOS HALAGOS QUE ME HACÍAS LOS HALAGOS QUE ME HACÍAS
s halagos que me hacías, Los halagos que me hacías,
ué mal, tirana, has cumplido! ¡Qué mal, tirana, has cumplido!
amor tan extremado, Un amor tan extremado
• nada se ha convertido. En nada se ha convertido.
principio de tu amor, Al principio de tu amor,
ernamente me apreciabas, Tiernamente me apreciabas,
con gusto aparentabas, Y con esto aparentabas
i cariño superior. Un cariño superior.
) vivía en el error, Yo vivía en el error
i que tu amor no fingía De que tu amor no fingía,
al cabo de pocos días Al cabo de pocos días,
: hicistes ver, ¡oh, tormento! Me hiciste ver ¡oh, tormento!
le sólo eran fingimientos, Que sólo eran fingimientos
•s halagos que me hadas. Los halagos 'que me hacías.

s prometistes, constante, Me prometiste constante,


pagar a mis desvelos, Pagarme tú mis desvelos,
i que la furia de celos, Y que la furia de celos,
) afligían a tu amante, No afligiría a tu amante.
nsaba salir triunfante, Pensaba verme triunfante,
íes me lo habías prometido, Pues me lo habías prometido,
ro al contrario, han salido Pero al contrario, han salido,
:s cariños y finezas, Tus halagos, tus finezas,
olvidando tus promesas, Y olvidando tus promesas,
>ué mal, tirana has cumplido! ¡Qué mal, tirana, has cumplido!
mfiado en tu buena fé, Confiado en tu buena fé,
i entregué mi corazón, Te entregué mi corazón,
ás, tú bascaste ocasión, Más tú buscaste ocasión
3 engañarme cual se vé. De engañarme cual se vé,
me, tirana, ¿por qué Dime tirana, ¿por qué
tu promesa has faltado? A tu promesa has faltado?
¡ro tú no me has amado, Pero tú no me has amado,
tu pecho ha fementido, Y en tu pecho fementido,
anca jamás ha existido Nunca jamás ha existido,
i amor tan extremado. Un amor tan extremado.

> hubiera, ingrata, jurado Yo había, ingrata, juzgado,


Í que me tenías afecto, Que me tenías afecto,
que tu amor era cierto, Y que ese tu amor perfecto,

(2"") Del cuaderno del Sr. Matorras.


(25. -a) Dictado por el Sr. Secundo Díaz Olmos, en Cachi, en 1930.
160 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

Era mi sueño dorado... Mi discreto resvarío,


Más, ¡ay de mí, qué confiado Ver tus luces apagadas,
En el engaño he vivido! Y no de otros celebrada,
Tarde habiendo conocido, Más bien quisiera, bien mío.
Con verdad y con dolor,
Que tu firmeza y amor Yo viera triste tu ocaso,
En nada se ha convertido! Y por no gemirte ajena,
Tuviera en ninguna pena,
255- b Llorarte muerta en los brazos.

LOS HALAGOS QUE ME HACÍAS Porque siempre fuera menos


Que la parca cruel te diera,
Los halagos que me hadas, En mis brazos, muerte fiera,
¡Qué mal, tirana, has cumplido! Que no vida en los ajenos.
Un amor tan extremado
En nada se ha convertido.
Más valiera que hecho lagos
De lágrimas estuviesen
Al principio de tu amor, Mis ojos y no te viesen
Tiernamente me apreciabas, Gozando extraños halagos.
Y con esto aparentabas,
Un cariño superior.
Yo he vivido en el error, 257
De que tu amor no fingía,
Y al cabo de pocos días, ME DIRÁS QUERIDA DUEÑA
Me has hecho ver los tormentos,
Que eran sólo fingimientos, Me dirás, querida dueña,
Los halagos que me hacías. ¿Por qué me has abandonado?
En lo fino de tu amor,
¿Algún tiempo te he faltado?
Prometistes ser constante
Y pagarme los desvelos,
Que la fuerza de los celos, Si porque me ves cautivo,
No afligirían a tu amante. Me borras de tu memoria,
Pensaba salir triunfante, Cada día más me acuerdo,
Como me habías prometido, De aquellas pasadas glorias.
Más, al contrario, ha salido,
Tu cariño y tu firmeza, ¿Quién será ese dichoso
Fallastes a tu promesa, Que ha ocupado mi lugar?
¡Qué mal, tirana, has cumplido! Adóralo con fineza,
Como yo te supe amar.

Mira, no le des mal pago,


Como lo has hecho conmigo,
256
Pagar amor con vileza,
MAS BIEN QUISIERA, BIEN MIÓ Al que tanto te ha querido.

Más bien quisiera, bien mío, Ya vez en lo que ha parado


Llorarte muerta en los brazos, Ese tu amor lisonjero,
Que no vida en los ajenos, Tanto que me asegurartes,
Gozando extraños halagos. Tú me has faltado primero.

(255-b) Dictado por Dn. Ezequiel Alemán.


(256) Del C. M. A.
(257) Del cuaderno del Sr. Matorras.
AN CIO N E RO POPULAR DE SALTA 161

25 8 259
ME MOSTRASES TIRANÍA MIRA QUE SOY DELICADO
mostrastes tiranía, ¡Mira, que soy delicado,
\ que yo te dé motivo, Como el vidrio de Venecia,
haber sido constante, No quiero amistad contigo,
é para verme abatido. Si hemos de tener pendencia!
i caminos se perdieron, Si queris ser mi querida,
os campos se trocaron, Obligarás a mi amor,
i piedras se lamentaron
indo el mal pago supieron, Serás bien correspondida,
tonces, fué que se yjéron, No te he de ver divertida,
itemplad, cómo sería, Con otro, estando a mi lado,
e hasta el mundo 3 e ponía Puedes vivir con cuidado,
bierto de confusión, Siempre temed mis rigores,
mirar que sin ra^ón Aunque te veas entre flores,
• mostrastes tiranía. ¡Mira 'que soy delicado!
n los infelices prados, ¡Mira que soy liberal
ios llorando estuvieron, En todo lo que te ordeno!
ando de cierto supieron Si de esta manera es bueno
e tú me habías despreciado, Tu genio y el mío igualar,
tonces me hallé trocado, Con ninguno has de parlar
emprender mi calino, En vista y en mi presencia,
los montes, afligidos, Que si lo hacís en mi ausencia,
ieron que me matabas, Por eso mismo te aviso,
ver que me despreciabas Mira, que soy quebradizo,
i que yo te dé motivo. Como el vidrio de Venecia.
ce tiempo que notaba ¡Mira, no has de ser ufana,
tu conducta algo extraño, Con nadies has de reñir,
ro aunque esto me hacía daño, Solo a misa has de salir,
nca te lo revelaba, Una vez a la semana,
corazón ya esperaba, No t'hi de ver en ventana,
r tu conducta chocante, Si queris irte conmigo,
te paso repugnante, Por eso mismo te digo,
e has dado sin causa alguna, Lo que te declaro aquí,
culpa, ha sido sin duda, Y si no quieres así,
haber sido constante. No quiero amistad contigo.
írnas lágrimas, mis ojos La advertencia siempre es buena,
rramaron con ternura, Como te quiero advertir,
mirar que tu hermosura, Que siempre tendrís de mí,
í ha pagado con despojo; Almuerzo, merienda y cena,
me llena de sonrojo De esto no te cause pena,
mirar que te he querido, Recorre bien la conciencia,
el pago que he recibido, Que si en eso hay penitencia,
é de una ingrata vileza; No puedas jugar maroma,
nozco que mi firmeza Bien está San Pedro en Koma,
'é para verme abatido. Si hemos de tener pendencia.

(258) Del cuaderno del Sr. Matorras. — Cancionero de Catamarca, N» 49


tercer décima que parece no ser del cantor, pues su autor se revela chabacano y
>aero, no figura en la versión consignada en el Cancionero de Catamarca.
(259) Dictada por Dn. Simeón Soto. La Viña.
a
162 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

260 Sabes que quererte aspiro,


NO ME ARREBATES DOLOR Que te adoro, bien lo sabes,
Aun cuando yo no sé cuál es
¡No me arrebates, dolor, La causa de tu retiro.
El resto de mi existencia, Con justa razón me admiro
Deja formar con conciencia De ver tu amor tan trocado,
Un testamento de amor! Tu pecho estará engalado,
Declaro por mi tutor, De ver mi amor permanente,
Y mi albacea un tormento, Porque hasta lo presente
Declaro que en el momento, No sé qué motivo he dado.
Que sepas que he fallecido,
Publiques: la causa ha sido: Yo no acabo de entender
Tu grande aburrecimiento. Por qué me tratas así,
¿Qué causas hallas en mí
Hoy te dejo por legado, Para hacerme padecer?
A beneficio y favor, Di si has llegado a tener
A todo enfermo de amor, Algunos antecedentes,
El llanto que he derramado. Dime claro lo que sientes,
Más un vínculo formado, Porque yo en mi corazón,
Dejo de pura experiencia, No hallo ninguna razón
Todo habido por herencia, Para que de mí te ausentes.
De un engañoso placer,
Y de un doble proceder Pero, ¿qué duda hay en esto?
O falsa correspondencia. ¿De qué tengo que admirarme?
Si sé que para dejarme
Cuando cubra el negro manto Te vales de este pretexto.
Mi cadáver yerto y frío, ¡Mira, tirana, qué presto
Mando que sea conducido Vi tus engaños patentes!
Al panteón del desengaño, Y cómo son evidentes,
No me hagas tú cabo de año, Vengo a conocer de ti,
Ni se oiga ningún lamento, Si para quererme a mí
No quiero yo sentimiento, Ya tienes inconvenientes.
Suspiro, clamor, ni llanto,
Arrojad mi cuerpo al campo, Por último, bien se vé,
Y cumple mi testamento. Y yo claramente miro,
Que ese tu esquivo retiro,
Muy triste mi muerte fué, Nace de tu poca fé.
Y ya me hallarás dispuesto, Yo no hallo razón por qué
Sepultado en el féretro, De mí te hayas retirado,
Que yo mismo lo labré. Que si tú te has ausentado,
Escribanos darán fé Voy a creer solamente,
De mi excesiva inquietud, Porque eres muy obediente,
Y da testimonio tú, O así te lo habrán mandado.
Que me vistes expirar.
En pago de tanto amar, 261 - a
Me mató tu ingratitud. NO SE QUE MOTIVO HE DADO
261 No sé qué motivo he dado,
NO SE QUE MOTIVO HE DADO Para que de mí te ausentes,
¿Has tenido inconvenientes
No sé qué motivo he dado O has tenido algún mandado?
Para que de mí te ausentes,
¿Ya tienes inconvenientes? Ya ves que a quererte aspiro,
¿Así te lo habrán mandado? Hoy te adoro, bien lo veo,
(260) Del cuaderno del Sr. Matorras. Cancionero de Catamarca, N' 68.
(261) Del cuaderno del Sr. Matorras.
(261 - a) Dictado por Dn. Simeón Soto. La Viña
4.N CI ON E R o POPULAR DE SALTA 163

na es que yo no sé, 263


causa de tu retiro,
justamente me admiro NO TE DESCUIDES VOLANDO
ver tu amor tan trocado,
estarís muy enojado, No te descuides volando,
ver mi amor permanente, Porque te velo durmiendo;
¡ yo he estado presente, Que lo que has hecho callando
sé qué motivo he dado. Sin querer lo voy sabiendo.

no acabo de entender, Bien sabes que en esta vida


qué te mostráis así, No hay deuda que no se pague,
::ausa hallaréis en mí Hoy te miras como el ave,
a hacerme padecer, En tus glorias divertida;
llegasteis a ente^er Pero te advierto, mi vida,
unos antecedentes? Que tu amor anda volando,
te claro lo que sientes, Llevas la soga arrastrando
que yo en mi ci>razón, Sin mirarte como vuelas,
hallo ninguna r^zón Pero tienes centinela,
a que de mí te ausentes. No te descuides volando.

o, ¿qué duda ha y en esto, Hoy te hallas con gran fortuna,


que tenga que admirarme? Gozando entre amenos prados,
que hacís para dlvidarme Todos se vuelven cuidados,
valís de tu pretexto. Por tu mala desventura,
, tirana, que tan presto Toda la dicha te dura
tus amores patentes! Mientras vivo padeciendo,
10 son tan evidentes, Mis celos le van siguiendo
go a conocer aquí, Los pasos a tu delito,
a olvidarte de nú Tened presente y escrito,
•s tenido inconveniente? Porque te velo durmiendo.

Ya lo sé con evidencia,
202 Que me has deseado la muerte,
No se te cambie la suerte,
O SOLO EL QUE; DEBE MUERTES Se te vuelque la sentencia,
sólo el que debe muertes Lo sabes con toda ciencia
la al sereno y al viento, Que en tí vivo cavilando,
rvbién el que ancla en amores, En tus cautelas pensando,
va la vida a los tientos. Ingrata, cruel, mal amiga,
¿Qué más quieres que te diga
' tí he padecido t a n t o . . . Que lo que has hecho callando?
íoy te muestras tan esquiva,
i hasta peligra mi vida ¡Ay: qué dolorido vivo
sufrir tanto quebranto, Sin saber cómo me voy!
i ojos largan el llanto, ¡Si me vieras cómo estoy,
ren de mi triste suerte, Con el corazón partido!
quisiera jamás verte, Si lo encontrara a mi amigo,
•que en mi dolor comprendo, Aquel que me anda ofendiendo
> también vive muriendo Entre tus brazos, durmiendo,
sólo el que debe muertes. Lo hiciera dos mil pedazos,

Sin querer lo voy sabiendo.

(262) Dictado por guitarreros, en Guachipas, 1930. La cuarteta inicial es


copla popular en Salta.
(263) Del cuaderno del Sr. Matorras.
íñU JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

264 Yo descurrí fuese cierto,


Y fué fingido tu halago;
PARA DIVERTIR MIS PENAS Otro pilló lo seguro,
Para divertir mis penas Por llevarme de tu engaño.
Yo me crié un pajarillo,
Que hoy anda de rama en rama Pero, como la razón
Mendigando extraño nido, Predomina el albedrío,
¡Ay, pajarillo, Por darte a tí sólo gusto,
Quien tal hace, que tal pague! Eché otro amor en olvido.
¡Atención al estribillo!
Pero como obré tan mal,
Cuántas veces por amarte, Con quien me quería bien,
Lloraba de hilo en hilo, Me castigó la razón,
Por divertir los pesares, Así como yo pagué.
Que ocasiona un fugitivo.
¡Ay, pajarillo, A quien con tanta constancia
Con la vara que midieres, Se mostraba amante fino,
Con ella has de ser medido! Le pagué con injusticia,
Así me ha correspondido.
Aquel amoroso lecho
Que inventé para su abrigo,
Era de ansias y cariño 266
Un funesto entretejido.
¡Ay, pajarillo, PRECISAMENTE ALGÚN DÍA
No hay afecto que no canse,
Con el que es desconocido! Precisamente algún día,
Con las mudanzas del tiempo,
No tuve jamás sosiego, Llorarás como yo lloro,
Que lo diga aquel cariño Sentirás como yo siento.
Con que peinaba sus plumas,
Aun cuando estaba dormido.
¡Ay, pajarillo, Esas penas y conflictos
No hay amor por despreciable Que he padecido a porfía,
Que no se llore perdido! Tú también padecerás,
Precisamente algún día.
Pero ¿qué hago con quejarme
De aqueste desconocido, El gusto más complacido
Si sus pasos atestiguan En el mundo no está exento,
Lo que ayer hizo conmigo? Que lo amargue la desgracia,
¡Ay, pajarillo, Con las mudanzas del tiempo.
Si tú eres mi verdugo,
Otro será tu cuchillo! Si ahora tú eres feliz,
Mientras con pasión imploro,
265 Llegarás la vez en qué,
Llorarás como yo lloro.
POR LLEVARME DE TU ENGAÑO
Por llevarme de tu engaño, Entonces, pues, sin consuelo,
Eché a otro amor en olvido; En medio de tu tormento,
Así como yo pagué, Sin esperanza de alivio,
Así me han correspondido. Sentirás como yo siento.

(264) Del C. M. A.
(265) Del C. M. A.
(266) De la libreta de cantos del Sr. E. Isaamendi, 1901.
AN CION E RO POPULAR DE SALTA

267 .Si en tí no cabe ignorancia,


Y oyes que muriendo vivo,
QUE BIEN HAS CORRESPONDIDO Sólo por ver si te obligo
ué bien has correspondo A que te duelas de mí?
mi verdadero amor! ¿Qué motivo tienes, di,
3 continuos sacrificio Para ser tan cruel conmigo?
s pagado con traició n
Dime, ¿no eres racional,
fin, ingrata has d(, s e r ; No tienes entendimiento,
a quien tanto te qUe r í a; Por qué viendo mi tormento,
¡nca había creído qi ie t u Quieres que siga mi mal?
mal pagues, vida m ía. ¿Qué corazón de metal
Tienes, mi vida, te digo?
es de ruin proceder, ¿Por qué hacer esto conmigo?
gándome de esta si j e r te ¿Por qué tanto me maltratas,
no pensaba olvidarte O por qué causa me matas
amenté con la muerte. Si yo no soy tu enemigo?
¿No conoces que te adoro?
ñas que me quería^ ¿No echas de ver que te quiero?
•o era un fingido amor; ¿No sabes que por tí muero,
3 penas y mis trabajos, Y que por tu crueldad lloro?
3 pagado con traición. ¿No sabes que mi decoro
Consiste en volverte a ver?
lé bien te sabes portar, ¿No ves a mi pecho arder
rrata y mal pagadora! Y que a tus pies estoy puesto?
prenda que más amé, ¿Cómo, si miras todo esto,
¡ne a ser la más traidora. Por qué me haces padecer?

268 269
QUE CAUSA PUgfiES TENER QUE POCA PENA TE DA
ué causa puedes tener ¡Qué poca pena te da
ra ser tan cruel conmigo? Verme penar por quererte,
yo no soy tu enemigo, Con mucho sosiego vives,
>r que me hacer padecer? Siendo causa de mi muerte!

n qué montes te criastes ¡Qué sensible es mi quebranto!


ra ser tan inhumana? ¡Qué amargo mi sentimiento!
e qué mujer tan tirana ¡Qué penoso es mi tormento!
ingrata leche mamaste? ¡Y qué confuso es mi llanto!
•m qué astro te convocaste ¿Quién al verme penar tanto
ra la hora de nacer, No se compadecerá?
tienes gloria de ver, ¿A quién no le causará
e padezca de esta suerte? Lástima mi mal violento?
para darme la muerte Y tú que eres mi tormento
ué causa puedes tener? ¡Qué poca pena te da!

,uién, en tu primera infancia, i Qué poco estimas mi amor!


dio doctrina tan cruel? ¡Con qué desprecios me miras!
< en qué barbarismo infiel ¡Con qué rigor te retiras
illaste tanta inconstancia, A fuerza de mi dolor!

(267) Del cuaderno del Sr. Matorras.


(268) Del C. M. A.
(269) Del cuaderno del Sr. Matorras.
Í66 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

Dime, ¿No será mejor, Me muestras rostro risueño,


Ingrata, darme la muerte, Con equívocos me pagas,
Y no verme de esta suerte Me aborreces y me halagas,
Padeciendo un mal injusto? Pero no me haces tu dueño.
Más, ¿no lo harás por tu gusto Al fin, me dirás tu empeño,
Verme penar por quererte? Acaba de responder,
Para que pueda tener
Cuando un doliente padece Alivio en mi pena fiera;
De una gran enfermedad, Porque en tu verdad se encierra,
Darle la muerte es piedad, Que hoy, que mañana, que ayer...
Porque el morir apetece.
Pero en tí la impiedad crece, Si amoroso a verte llego,
Cuando mis quejas recibes, Respondes sobresaltada:
Y cuando más apercibes, Que ahora estoy muy ocupada,
El eco de mi dolor Que anda vete, vuelve luego,
Como negando el favor En este desasosiego,
Con mucho sosiego vives. El tiempo se va pasando,
Y yo me voy acabando
Finalmente, dueña mía, Cuando me dices que aguarde,
Darme la muerte pretendes, Que a la noche, que a la tarde,
Porque cuando más me ofendes, Que ahora, que luego que cuando.
Te quiero más todavía.
Así te digo a porfía, En fin, para terminar,
Que mi destino es quererte, Sin que a las vueltas andemos,
Y así puedo encarecerte Aquí de una vez quedemos,
Con mi pasión abatida, En lo que hemos de quedar;
Que eres precio de mi vida, Porque con que hoy no hay lugar,
Siendo causa de mi muerte. Que entro un rato has de volver,
Con que ahora no puede ser,
270 Que no me dejan salir,
Con hacerme ir y venir,
QUE SI, QUE NO; QUE SERIA. Ni el diablo te va a entender.
Que sí, que no, que sería. . .
Que hoy, que mañana, que ayer. .. 271
Que ahora, que luego, que cuando. , RETÍRESE E L INFELIZ
Ni el diablo te va a entender.
Retírese el infeliz,
Tan pronto dices que sí, Para que goce el dichoso;
Tan pronto dices que no, Más vale caer en gracia
Luego infieres de que yo Que ser a fuerza gracioso.
Me estoy burlando de tí.
Pero más vale, decí, Aquel que ha servido menos,
Si quieres o no ser mía, Es el más merecedor,
No me tengas todo el día: De gloria goza y de honor,
Que tengo mucho recelo, Con cariño y con desvelo;
Que quedo yo como el suelo, Cuando yo con grande anhelo,
Que sí, que no, qué sería... Tanto tiempo le serví,

(270) Del cuaderno del Sr. Ventura Sarmiento (Anta).


La cuarteta inicial es española: También es popular en el Ecuador:
Que sí, que no, que sería. Que sí que ni, que verás,
Que hoy, que mañana, que ayer, Que hoy, que mañana, que ayer,
Que ahora, que luego, que cuándo... Que ahora, que cuando, que nunca:
¿Quién diablos te ha de entender? ¿Cómo te podré entender?
R. M. 3862. L. M. 211-4.
(271) Del cuaderno del Sr. Matorras.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA

Tunca jamás merecí, Porque veas que te quiero,


Ion mi servicio agradar, Te doy pruebas y señales,
'or eso dice el refrán: Y tú me envuelves en males,
Retírese el infeliz- • •" Sin darme ningún consuelo.

¡1 que infeliz ha de ser, Mi bien, no es ponderación


iunca espere el tener suerte, Lo que te voy a decir,
'orque sólo con Ja muerte, Que dejaré de vivir
ésará tu padecer. Por darte mi corazón.
Justo no piense tener, Si mi amorosa pasión,
íi alivio en su mal penoso, La vida me va quitando,
ío piense el ser victorioso, ¿Por qué me vas aumentando
)ijo un proverbio aprobado, Cada vez más mi dolor,
Jue padezca el desgraciado Cuando a ti, preciosa flor,
Para que goce el dichoso..." Vivo de veras amando?

iquel que infeliz se vio, Lo que más me martiriza


3s gracia que el cielo le hizo, En mi vida, es el saber
ío haga ningún compromiso, Si tú me piensas querer,
>
or ser a fuerza querido, Que es lo que más me precisa,
ísto sucedió conmigo, Pero el corazón me avisa
Soterrado en mí desgracia, Que me tienes engañando.
3
use mi amor >' eficacia, No me tengas demorando,
ün el desprecio y desdén, El consuelo que pretendo,
Jue me dijo no sé quién: Si he de vivir padeciendo,
Más vale caer en gracia..." Dime, mi bien, ¿hasta cuando?

^sí, por esta razón, Mil inconvenientes pones,


Gl hombre debe palpar, Sin tener ni un contratiempo,
Ll sabio tome ejemplar, Puedes decirme al momento,
21 estudiante lección, Si amarme tú te dispones,
atienda y ponga atención O ¿qué es lo que te propones
)e este suceso horroroso; Dilatando así mi anhelo?
)eje gozar al dichoso, Dime, pronto y sin recelo,
So haga extremo ni desvío, Que ya no puedo esperar,
3ue no hay mayor desvarío ¿Hasta cuándo, sin cesar,
'Que ser a fuerza gracioso". Sufriré tanto desvelo?'

272 273
SIN DARME NINGÚN CONS SI NO ME DAS POSESIÓN
Sin darme ningún consuelo, Si no me das posesión,
Vivo de veras amando; Que pido, según derecho,
Dime, mi bien, ¿hasta cuándo Alego fraude en tu pecho,
Sufriré tanto desvelo? Protestando apelación.
¿Qué importa que mi pasión
Por amarte casi he muerto Adore a tu cielo esquivo?
^on el más largo tormento, Viviré siempre contigo,
Dándote de sobra tiempo Si no me das posesión.
Para decirme lo cierto.
Quiero quede descubierto Gozar de tu noble pecho,
Este, mi amor verdadero, Será mi única delicia,

(272) Del cuaderno del Sr. Matorraí.


(273) Del cuaderno del Sr Matorras.
168 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

Esta es, mi bien, la justicia Mi dolor aumenta presto,


Que pido según derecho. Yr desecharlo no puedo,
El sol se me eclipsa luego
Y si viéndome deshecho, En tinieblas paso el día,
Aún sigue vuestro rigor, Y en tan penosa agonía,
Por las leyes del amor, Me abrazo en terrible fuego.
Alego fraude en tu pecho.
Para más atormentarme,
Y si al fin, tu sinrazón,
Y aumentar más mi dolor,
Sin motivo mal me trata, La ingratitud de tu amor,
Te diré que eres ingrata, Viene del sueño a apartarme,
Protestando apelación. Y en este insomnio a matarme.
Me acuerdo de quién amé,
274 Aún que sin saber por qué,
SI SE VA, LOS DOS NOS VAMOS Hay veces que a mi pesar,
No me quisiera acordar
Si se va los dos nos vamos, De quien nunca olvidaré.
Yo no me quiero quedar,
Porque si me quedo sé Este mi fatal destino
Que tú me t;as a olvidar. Que sigues con tanto anhelo,
Me ha privado del consuelo,
En la tristeza sumido, De verme correspondido.
Con un dolor importuno, Mi corazón afligido
Hoy sin remedio ninguno, Llora sin hallar remedio,
Me vas a echar en olvido. Muchas veces en el medio,
Pero como he conocido, De tanta melancolía,
Que en de veras nos amamos, Es tan cruel la suerte mía,
Si nuestro amor separamos, Que verte ni hablarte puedo.
Sentirá mi corazón;
Para mejor ocasión, No hallo cosa que me agrade,
Si se va, los dos nos vamos. Feliz no soy un momento,
Y el más fiero sentimiento
Si yo supiera de cierto A mi corazón invade.
Que en su pecho me llevara, En esta vida sin clave,
Desde luego me quedara, Mi espíritu vive inerme,
Con mucho gusto y contento. Salgo al campo a entretenerme,
Pero sé que en el momento Busco lo que tanto anhelo,
Que te llegues a ausentar, Y no encuentro más consuelo
De mí no te has de acordar, Que cuando mi cuerpo duerme.
Será un dolor para mí,
Para no llorar por tí, 276
Yo no me quiero 'quedar.
TENIENDO EL BIEN EN LA MANO
Teniendo el bien en la mano,
No lo quisistes lograr,
275 Después tendrás que llorar,
Cuando conozcas tu engaño.
SUSPIRANDO ME AMANEZCO
Suspirando me amanezco, Yo me puse a trabajar
Después de intranquilo sueño, Con el corazón contento,
Que con extremado empeño, Para verte en algún tiempo
Conciliario no merezco. Llena de felicidad.

(274) Dictado por Dn. Simeón Soto. La Viña.


(275) Del cuaderno del Sr. Matorras.
(276) Del cuaderno del Sr. Matorras.
lANCIONt!RO POP LAR DE SALTA 169

ero tu infidelidad Pero tu indocilidad


[e ha puesto en t a n t o desgano, Me ha puesto en tanto desgano,
»ue ahora es pens a r e n v a n 0 ) Que ahora es pensar en vano,
sperar de florect r Que vuelvas a florecer,
orque dejastes p^der Porque dejastes perder
eniendo el bien bn la mano. Teniendo el bien en las manos.
uando tu familia y v o s
^e murmuren sin s e ntir Si es mejor el que has querido,
as han de contri, A Como te dure ha i ser bueno,
uien nos conozca a los dos. Y no andes de dueño en dueño,
e sobra testigo es Dios, Como vais apeteciendo,
ue en nada supe faltar, Porque el mal ha de ir creciendo,
[i amor pensé en realizar La medida se ha i llenar,
on la mayor buena fé, Y no has de poder hallar
fas tú sabrás el por qué Otro a quien andar queriendo.
o lo quisistes lograr.

hora, mis sacrificios


[iras con indiferencia,
Igún día en tu conciencia 277
'as de formar nuevos juicios. TU ERES UN JARDÍN FLORIDO
cuando algún precipicio
e te comience a labrar, Tú eres un jardín florido,
al vez no has de remediar, En quien se fijó mi amor,
[ira bien lo que te digo, Te prometo, hermosa flor,
Mira lo que haces conmigo, El no quitarte el sentido.
'espués tendrás que llorar!
¿Hasta cuándo, vida mía,
ti pecho desengañado Me martiriza la suerte?
el poco amor que me tlShes, ¿Cómo quieres que yo viva?
'a no ha de sufrir desdenes ' ¡Tú misma me das la muerte!
Ti se verá despreciado, ¡Ay, amor tirano, sí, sí!
^ara mí todo ha acabado; Me mata el dolor, no, no,
'ú misma buscas tu daño, Porque con tus ojos, sí, sí,
' como no me es extraño' Me has mirado con rigor.
uestro desprecio y alarde,
'e aviso que ha de ser tarde Muchos días son fatales,
'•uando conozcas tu engaño. Que ando en vuestro seguimiento,
Para decirte mi intento,
Mi vida, quisiera hablarte.
276 - a
TENIENDO EL BIEN EN LA MANO ¿Hasta cuándo, vida mía,
Has de tenerme sufriendo?
"eniendo el bien en la mano, Quitadme la vida, luego,
Jo lo su/pistes lograr, No me tengas padeciendo.
después tendrás que llorar ¡Ay, amor tirano, sí, sí.
Cuando conozcas tu engaño. Me mata el dolor, no, no,
Porque con tus ojos, sí, sí,
fo me puse a trabajar Me has mirado con rigor.
üon el corazón contento,
Para verte en algún tiempo, ¡Haz algo, pues, de tu parte,
r
Jena de felicidad; Si voluntad tú me tienes,

(276-a) Dictada por Dn. Tristón Pérez. Cerrillos.


(277) A este guainito lo saqué del cuaderno del Sr. Matorras.
170 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

Dadme el lugar si lo quieres, Predestinado nací


Donde podré conversarte! Por el cielo y firmamento,
Y principió mi tormento,
¿Hasta cuándo, vida mía, Desde el día en que te vi,
Me martiriza la suerte? Más dime, ¿en qué os ofendí
¿Cómo quieres que yo viva? Cuando me voy esforzando?
¡Tú misma me das la muerte! Te dije: —os estoy amando,
¡Ay, amor tirano, sí, sí, Por tí me daré la muerte,
Me mata el dolor, no, no, Y no quieres convencerte,
Porque con tus ojos, sí, sí, Pasiones vamos tocando.
Me has mirado con rigor!
Pero, en mi triste dolor,
Si me quieres, vida mía, Siempre más te he de querer,
Te prometo el adorarte, Pues no pienso aborrecer,
Yo seré tu fiel amante, A quien tengo tanto amor.
Tu adorable compañía. Y aunque muera a tu rigor,
Mira bien, mi pecho helado,
¿Hasta cuándo, vida mía, Sucumbiré abandonado,
Has de tenerme sufriendo? A mi dolor tan profundo,
Quítame la vida luego, Pero, ay, ¡qué triste, en el mundo,
No me tengas padeciendo. Morir por haber amado.
¡Ay, amor tirano, sí, sí,
Te mata el dolor, no, no, Ya exhaló el último aliento,
Porque con tus ojos, sí, sí, Y en el mismo aquel instante,
Me has mirado con rigor. El placer de ser tu amante,
Se ahoga en mi sentimiento,
Así mira, vida mía, Y he de proseguir mi intento,
Con un dolor infinito, Aunque tus planes entiendo,
Duélete de un pobrecito Y te he de seguir queriendo,
Que hoy pretende el adorarte. Aunque sufra tantos males,
Sufriendo penas mortales,
¿Hasta cuándo, vida mía, Pues me estás aborreciendo.
Me martiriza la suerte?
¿Cómo quieres que yo viva? Pasar la vida en querer,
¡Tú misma me das la muerte! Sin gozar correspondencia,
¡Ay, amor tirano, sí, sí, Hallar sólo indeferencia,
Me mata el dolor, no, no,
Porque con tus ojos, sí, sí, Más valiera el padecer
Me has mirado con rigor. En un infierno abrasado,
Que el corazón desgarrado,
Tener por un sentimiento,
278 Porque es el mayor tormento
TU MALA CORRESPONDENCIA Amar y no ser amado.

Tu mala correspondencia, Porque fiel mi corazón


En tal estado me ha puesto, Idolatró tu hermosura,
Que me parece que presto Me diste cruel amargura,
Aacabará mi existencia. Sin tenerme compasión.
Ya no tengo resistencia, Ya que yo por mi pasión,
Aún el sepulcro estoy viendo, Tanto dolor he pasado,
Cuando yo muy bien comprendo, Ya que soy tan desgraciado,
Que fué mi gloria el quererte, Por tí, ingrata, por quien muero,
Dame siquiera la muerte, Sólo en esta vida quiero
Si con mi amor yo te ofendo. Morir viviendo olvidado.

(278) Del cuaderno del Sr. Matorras.


; AN ClOhj E R 0 POPULAR DE SALTA

279 279 • a
UN AMOn DioiMiiiAno r»TAS HA QUE ESTOY SINTIENDO
r
n amor disimulado, Días ha que estoy sintiendo
'e tengo en mi corazón, Un fuego en el pecho mío,
Jo te digo mi intención, Que lo apaga tu desvío,
'or no verme despreciado. Cuando yo mejor lo enciendo,
Así es que en esto comprendo,
Mas ha que estoy sintiendo, Que yo no soy de tu agrado,
Jn fuego en el pecho mío, Me contemplo precisado,
r
. lo apagan tus desvíos A desimular mi amor,
'uando yo mejor lo enciendo; Aunque no hay tormento peor
^.sí es que en esto comprendo, Que un amor desimulado.
¿ue yo no soy de tu agrado,
{ me miro precisado, A veces también recibo
^ disimular mi amor, Muestras de tu indignación,
üuando no hay tormento peor, Es tan grande mi pasión,
jue un amor disimulado. Que tus rigores aprecio,
Porque un amor con exceso
Víuero por el atractivo Te tiene mi corazón.
De tus peregrinos ojos,
Jue aunque recibo sonrojos
De ellos, sin ellos no vivo,
K veces también recibo 280
Muestras de tu indignación,
Más, tan grande es mi pasión UN CORAZÓN LASTIMADO
Que a tus rigores aprecio,
Un amor con tanto exceso, Un corazón lastimado,
Te tiene mi corazón. Despide tiernos lamentos,
Sin saber el fundamento
No podrás imaginarte Por qué se ve despreciado.
Cuánto mi pecho te adora,
Que lamento hora por hora, Dime, mi bien, ¿por qué hieres
El momento de mirarte, A un corazón inocente
Siendo esta causa el amarte Que te adora eternamente?
Con tanta exageración, O que te adore ¿no quieres?
Cuando tú sin compasión, Dime la razón que tienes,
Me miras indiferente, O ¿en qué mi amor te ha faltado?
Por tu amor tan inclemente ¿Qué motivo hay, cielo amado?
No te digo mi intención. ¿Por qué me haces padecer?
O ¿no te consterna el ver
El dolor más insufrible Un corazón lastimado?
Que en el mundo puede haber,
Es atreverse a querer, Si en mi lugar te pusieras,
Lo que se viera imposible. Y yo me hiciera inconstante,
Esta congoja terrible, En el más ligero instante,
Tiene a mi pecho embargado, Qué cosa es dolor, supieras,
Del tuyo está apasionado, Y mis penas conocieras,
Y como imposibles halla, Pasando por tí tormentos
Encubre su pena y calla Y mí duro abatimiento.
Porgue se vé despreciado. Vieras que mi corazón,

(279) Del cuaderno del Sr. Matorras.


(279-a) Dictada por el Sr. C. Arias Ceballos. Capital.
(280) Del cuaderno del Sr. Matorras.
172 JUAN A L F N S O C A R R I Z O

Con duplicada razón En esta grande aflicción.


Despide tiernos lamentos. Para mí no hay diversión,
Ya no hay placer ni alegría,
Porque la melancolía
Yo he sido firme al amarte,
Me marchita el corazón.
Como tú muy bien lo sabes,
En nada he sido variable,
Siempre te he sido constante, ¡Ingrata, tienes valor
Nunca he mudado a otra parte, Para resentirme el alma!
Mi amor ni mi pensamiento. Vivo en la más dura calma
Y tú con desabrimiento Viendo en tí tanto rigor.
Me pagas lo que te adoro, Con un empeño mayor
Así yo, inocente lloro, Tus desdenes me han postrado,
Sin saber el fundamento. Al ver mi amor desgraciado,
No sé los gustos del mundo,
Triste vivo y me confundo,
Si por otro amor me dejas, Desde que mal me has pagado.
Sepultado en el olvido,
Vengará el cielo divino,
Cuando aperciba mis quejas,
Si injustamente te alejas, 282
De quien tanto te ha adorado,
Dime ¿por qué has agraviado VIVO EN TORMENTOS, INGRATA
Este corazón amante?
Siendo tan fiel y constante, Vivo en tormentos, ingrata,
¿Por qué se ve despreciado? Por tu mucha tiranía,
Lo que me haces padecer,
Lo has de llorar algún día.
281
UN TERRIBLE SENTIMIENTO Tu mucho desdén me mata
Y me procura la muerte,
Un terrible sentimiento Un sepulcro me arrebata,
Me marchita el corazón. Y así sólo por quererte
Desde que mal me has pagado, Vivo en tormentos, ingrata.
Sin motivo ni razón.
Qué parca es la suerte mía,
Si yo, con llorar pudiera Y ¡ay, qué mucha es tu indolencia!
Remediar las penas mías, Si así dura más un día,
Mi llanto no cesaría, Concluirá con mi existencia.
Hasta que alivio tuviera. Por tu mucha tiranía.
Que te conmuevas quisiera
De mi dolor y tormento. ¿Hasta cuándo quieres ver,
Permita mi mal violento Que por tí padezca más?
Que en tal estado te veas, Y el delito es el querer.
Porque mi pecho posea, Con el tiempo lo verás
Un terrible sentimiento. Lo que me haces padecer.

Con verdad voy a decir, Yo sólo amante podría


Que te quise con extremo, Sobrellevar tu rigor,
Que ni a la muerte le temo Por fin, ¡adiós, alma mía!
El que me quite el vivir, Si sabes lo que es amor
Porque no siento el morir Lo has de llorar algú ndía.

(281) Dictado por el Sr. Ezequiel Alemán. "El Galpón", Metan, en 1931.
(282) Del cuaderno del Sr. Matorras.
JANCIOxEitO POPULAR DE SALTA 173

283 No desconozco el principio,


YA NO HACES MENCIÓN DE MI Pues quien lo causa lo aumenta.
7
a no haces mención de mí, Yo mismo busqué mi mal,
^crfque te has visto, querida, Yo labré mi precipicio,
ie te han de acabar tus glorias, Y en la escala de mis males,
r
e has de ver aborrecida. No desconozco el principio.

'uvieras conocimiento, Me cuento por desgraciado,


tecordaras lo que fui, Según mi mal, sin remedio,
¡orno me habéis olvidado,- Al mirar que no consigo,
'a no haces mención de mi. Ni el más pequeño consuelo.

>e personas ccmo tú, ¡Ay, qué vida tan fatal


ío esperaba esta partida, En este mundo traidor!
!ue me pagues de esta suerte, Que vivo tan engañado,
Jorque te has visto querida. Por una ciega pasión.

'uede ser que llegue el día Al mirar tus bellos ojos,


iue no has de cantar victoria, Puse toda mi afición,
'urque el día que menos pienses, Sabiendo que no hay quién pague,
le te han de acabar tus glorias. Las finezas del amor.

,& pasión que te acompaña, Esta es la causa que lloro


'al vez te cue s te la vida, En este mundo traidor,
'or tu traición tan tirana, ¡Maldita la hora que quise
"e has de ver aborrecida. A quién no me tuvo amor!

Ándate, ingrata y no vuelvas, "Amarguras he tomado,


iue te puede suceder, Que hasta la hiél he bebido,
¡ue sin ver piedra tropieces, Y encuentro que es más amargo
l caigas en mi poder! Querer y no ser querido".

284 A esta deuda me la debes,


Andando la has de pagar
YA QUE ESTE MUNDO ABANDONO Con otro que no te quiera
Ni te tenga voluntad.
fa que este mundo abandono,
tntes de dar cuenta a Dios,
iquí para entre los dos, 286
íi confesión te diré:
Ion toda mi alma perdono YO HE SEMBRADO UNA PASIÓN
L las personas que odié,
jólo a vos que tanto amaba, Yo he sembrado una pasión,
lamas te perdonaré. Y he cosechado un olvido,
He regado una esperanza,
Y un mal pago ha producido.
285
YO BIEN SE DE DONDE NACE Como cruel y muy tirana
Me has herido el corazón,
k*o bien sé de dónde nace Más yo, con mis propias manos,
£1 dolor que me atormenta, He sembrado una pasión.

(283) Del cuaderno del Sr. Matorras.


(284) Dictado por el Sr. José M. Leguizamón, en la Capital, en 1928.
(285) Del cuaderno del Sr. Matorras.
(286) Del cuaderno del Sr. Matorras.
ilk JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

Creció la planta abundante, Allí me consumiré


Y sus ramas me han herido, Sin la menor esperanza,
Como he sembrado en Otoño, Supuesto que allá no alcanza
He cosechado un olvido. El poder de quien amé.

Me hieren todos los males, 288


Y nunca encuentro bonanza,
Con lágrimas de mis ojos, YO TUVE UNA CHINITILLA
He regado una esperanza. Yo tuve una chinitilla,
Muchos años la serví,
Sólo me resta el morir,
De verme tan abatido,
La culpa yo la he tenido,
Para otras tierras me fui.
Sembré en tu pecho inhumano,
Y un mal pago ha producido. Y por ahí en lo que anduve,
Me acordé lo que perdí,
287 La pobre de mi chinita,
YO NO SE QUE ME HABRÁS HECHO ¿Si se acordará de mí?
Yo no sé qué me habrás hecho, A mis amigos pregunto,
Para que te quiera tanto, Desde el principio hasta el fin,
Sin duda que algún encanto, ¿A dónde han visto una prenda
Tendrás oculto en tu pecho. Que dejé cuando me fui?

Yo me llegué ciego al lecho Uno de ellos me contesta:


A adorarte con empeño, —Ya se halla en otro poder,
Ignorando que veneno Divertida en otros brazos,
Tenías oculto en tu pecho. Ya no se acuerda de usted.

A otras regiones me iré Me arrimé y le pregunté:


A buscar mi soledad, ¿Chinita, me conocís?
ínter mi infelicidad —No lo conozco, señor,
Tu ingratitud lloraré. Ni lo he visto por aquí.

(287) Del cuaderno del Sr. Matorras.


(288) La oí a un guitarrero, en San Carlos, en 1930.
DESDEN, DESPRECIO
Y OLVIDO
%9 Si a tí te causa placer
LA PENA QU*, R E I N A EN MI Ya que mi pecho te adora,
Te prometo desde ahora,
i pena que reina en mi Que he de olvidar tu querer.
'. tiempo la acabar/^ Hoy por tu mal proceder
tu ingratitud ver¿ A otra me he dirigido.
%e puedo vivir sin ¿{_ Y es porque así lo has querido,
ego me arrojé po, tí No tendrás que disculparte,
n conocer en tu engaño, Jamás vuelvas acordarte
)y me alivia el de^ngaño Si algún amor me has tenido.
i pena que reina eij m{m Si a tí te causa disgusto
icil remedio tendr^ Que te deje de querer,
'e terrible dolor, Yo con otra he de tener,
íes mi firmeza y a ^ j . Todo mi placer y gusto.
tiempo lo acabará. Me parece que es muy justo
Que ahora trate de engañarte,
• afecto se mudará, De mí no pienses burlarte
, no apreciará tu ruego, Porque es de más te lo digo
i dejará de ser ciego, Y si has vivido conmigo
tu ingratitud verá. No tendrás porque acordarte.

pues, conozco que en mí, 291


ás finezas no has de ver,
jsde hoy puedes conocer, POR TU AMOR YO ANDUVE LOCO
%e puedo vivir sin tí. Por tu amor yo anduve loco
Y hoy me digo con espanto:
290 ¡Qué haya yo sufrido tanto
NO TENGAS EN LA MEMORIA Por quién merece tan poco!
o tengas en la memoria Te quise y tú me quisiste
i aún en la imaginación, Me olvidaste y te olvidé,
jrque ya mi corazón Por tu olvido no lloré
an otra tiene su gloria; Ni por mi olvido sufristes
ngrata, falsa y traidora! Si tú no quedastes triste
in darte ningún motivo No quedé triste tampoco
Jué mal has correspondido Tú amas si no me equivoco
quién tanto te ha estimado! Y yo por otra estoy ciego.
i algún amor me has guardado En un tiempo no lo niego
uedes echarlo en olvido. Por tu amor anduve loco.
b olvides lo que te «jigo Pero ese tiempo pasó
que te sirva de ejemplo, Y pasó mi amor por tí
uede ser que en algún tiempo Tú no te acuerdas de mí
lores lo que hoy has perdido. Ni de tí me acuerdo yo
ie voy para otro destino El juicio por fin entró
ien puedes regocijarte, Y bendigo el desencanto
oes tú quedas con tu amante, Que me ahorra pena y llanto
por mí, yo te aseguro, Libre de tal contrapeso
•te he sido tu amante y juro ¿Cómo pude ser tan leso?
CEAS volver a buscarte. Hoy me digo con espanto.

•) Del C. M. A.
) Del cuaderno del Sr. Matorras.
) Del cuaderno del Sr. Matorras.
178 JUAN A L F O N S Ó C A R R I Z O

Antes llorando pasaba Si antes con amor ardiente


Y lamentando mi suerte Te amé de entusiasmo loco,
Yo creía que con verte Hoy ya te quiero tan poco,
Mis dolencias yo curaba, Aún cuando no te aborrezco,
Mi alma de tu amor esclava, De veras te compadezco
Sufría eterno quebranto, Y a Dios por tu suerte invoco.
Pero hoy como, bebo y canto,
Y por otro amor deliro Una alma que sabe amar
Y al pensar en tí me admiro Y que es noble en el querer,
Que haya yo sufrido tanto. No se ha hecho para mujer,
Que no se alcanza apreciar;
Tú, coqueta siempre has sido, Quizás te puedas hallar
Y hasta morir lo serás, En el curso de la vida,
Arrepiéntete o jamás Otra alma tan fementida,
Podrás, encontrar marido, Que sea con la tuya igual
Lanzarás hondo quejido, Porque un mal con otro mal
Yo en tu lugar me coloco Suelen hallarse en seguida.
Que es triste quedar soltera
Mas, no hallarás quien se muera, Si insistes en ser coqueta
Por quién merece tan poco. Presente te debo hacer,
Que pronto no has de tener
Despedida Ni el amor de un buey corneta;
Mas si acaso esta receta
¡Cómo vas a padecer Te sirve de curación,
Al saber que me he casado
Y que por fin he encontrado Que aún es tiempo de acertar.
Linda y virtuosa mujer! No dejes tiempo pasar
Pálida te has de poner Corrige tu corazón.
Cuando con ella me veas,
Y si igual suerte deseas
Para no atrapar a un viejo, 293
Llévate de mi consejo:
—Con nadie coqueta seas. SAL INGRATA DE MI PECHO
¡Sal ingrata de mi pecho
292 No me preguntes por qué
Si por firme te he querido
QUIEN AL VERTE TAN HERMOSA Hoy por falsa te dejé!
¿Quién al verte tan hermosa
Hubiera llegado a creer A ese que estás adorando
Que eres en forma mujer No lo desprecies por mí,
Con ideas de mariposa?; No sea que digas mañana,
En vano tan candorosa ¡ Malhayas por quién perdí!
Apareces ante el mundo
No es un secreto profundo, ¡Permita el cielo divino
Descubrir tu corazón, Que lo quieras más que a mí
Si hasta mueve a compasión Y al punto te dé el mal pago
Árbol que crece infecundo. Como me lo has dado a mí!

—Tu falsedad inclemente Dame al alma que te di


No ha dañado el alma mía, Que el pedirla no es ofensa,'
Porque más daño me hacía, Porque no quiero que esté,
Tener cuernos en la frente. Donde no hay correspondencia.

(292) Del cuaderno del Sr. Matorraa.


(293) Dictado por el Sr. Arias Ceballos, «n la Ciudad, en 1928.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA Í79

a mala correspondencia Tengas un profundo llanto,


'iere el más constante amor, En el monte más tupido.
herido mi amor n¡e dice:
-Olvidar es lo mejcr. Un tigre de grande saña,
Te agarre con más presteza
295 . a Y te corte la cabeza,
Un lagarto con su maña,
SAL INGRATA DE MI PECHO Que te devore una araña,
El corazón a pedazos,
ú ingrata de mi Pecho, Y que te tiren balazos,
o me preguntes por qué Con bala de artillería,
por firme te he querido Y que en ese mismo día
oy por falsa te olvidé. Un rayo te haga pedazos.
se que estás adorando Al fin lo que digo aquí
o lo desprecies por mí, Quiero que llegue a los cielos,
ue puedes decir mañana, Que tu pecho arda de celos,
Halhaya por quién perdí! Y te haga víctima a tí.
Cumpliéndose todo así.
'ermita el divino cielo, Me complaceré contigo
ue lo quieras más que a mí, Que te muelan como trigo,
ue al fin te ha de dar el pago Para que nunca desmayes,
>mo me lo has dado a mí! Permita el cielo que te halles,
Sin árbol, sombra, ni abrigo.

294 295
UN COCODRILO TE CANTE YA NO QUIERO QUE ME TENGAS
n cocodrilo te cante Ya no quiero que me tena
n el monte más tupido, En tu memoria un moma••••<,
n rayo te haga pedazos, Que no ha sido dicha poca
ira árbol, sombra, ni abrigo. Ver un desengaño a tiempo.
ue te despedace un lión A ese tu fingido amor
acundo y poderoso, Bueno será lo prevengas,
con sus uñas un oso Porque en vuestro infame pecho
^ traspase el corazón, Ya no quiero que me tengtm.
n ninguna dilación
ue te agarre un elefante, Si en algún tiempo te quise
ue te maltrate un gigante Y te procuré el contento,
encima te caiga el cielo, Procuro ahora no estar,
ara mayor desconsuelo En tu memoria un momento.
n cocodrilo te cante.
El conocer tus engaños,
1 lobo más horroroso Y mi porfía tan loca,
e tu cuerpo determine, Puedo decir con verdad:
a tus entrañas se incline —Que no ha sido dicha poca.
a viborón ponzoñoso,
n el más profundo pozo Con eso ya no erraré
aigas sin dar un gemido, Ni buscaré más ejemplo,
o que me has aborrecido Supuesto que he merecido
uando te he querido tanto, Ver un desengaño a tiempo.

(293 - a) Dictado por la Sra. Juana E. Franco de Loyola, en 1930, en "La


ampa Grande", Guachipas.
(294) Del cuaderno del señor Matorras. — Cancionero de Catamarca, N» 119.
(295) Del C. M. A.
DESPEDIDAS
296 Ingrata, tú me has herido,
Inhumana, sin piedad,
YA NO TE ACUERDES DE MI Has pagado con crueldad,
. no te acuerdes de y^l, A mi fiel constante amor;
suelto estoy a olvidar, A causa de tu rigor
más tú piensas en tni, Se acabó nuestra amistad.
acabó nuestra amistad.
297
cabo me veo mudado
todos mis pensamientos, A DESPEDIRME HE VENIDO
r los tantos sentimientos, A despedirme he venido
le a mi corazón has dado. Y a darte el último abrazo,
i voy a mudar de estado, Por sí, en la fortuna escaso,
tiempo lo ordena así, Rinda mi último destino.
le si antes te prometí
lorarte hasta la muerte, A darte la mano vengo
i me haces cambiar la suerte, La mano del corazón,
; no te acuerdes de mí. Se acabará mi pasión
1 te has portado conmigo La casa de mis amigos
ro a tí te ha de pesar, Y con sobrada razón
tiempo sabrá vengar,
m un sereno castigo, A despedirme he venido.
cielo que es un testigo
mismo te ha de juzgar, Si no quieres mi amistad
le si yo volviera a amar, Despreciando mi inocencia,
ereciera doble infierno, Soy como el vino en demencia
orno esto ha de ser eterno, En este particular.
'.suelto estoy a olvidar. Ya me voy a retirar
Pues veo tu amor escaso,
x quieres fingiendo enojos, No te voy a dar un plazo,
aliar en mí felonías, Porque ya me voy sin vuelta,
or no ocultar las falsías, Quiero darte toda cuenta,
ue han descubierto mis ojos, Y darte el último abrazo
ufriendo tantos sonrojos
n tu compaña viví,
iego, el corazón te di,
ensando que eras constante
ero de hoy en adelante, 298
amas tú pienses en mí. ADIÓS, ÁNGEL DE MIS OJOS
¡rré en haberte querido, ¡Adiós, ángel de mis ojos!
)0 enmiendo con olvidar, Mi querida dueña, ¡adiós!
fa no quiero más amar. Llega el tiempo riguroso
i quién tanto me ha ofendido, Que me separe de vos.

(296) Del cuaderno del Sr. Matorras.


(297) Dictado por el Sr. Ezequiel Alemán, "El Galpón". Metan, 1931.
Es popular en el Ecuador, esta copla parecida:
Me he venido a despedir,
A darte el último abrazo;
No volveré a tu regazo;
Pues me llevan a morir.
L. M. 135 - 4.
(298) Del cuaderno del Sr. Matorras.
184 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

Tristemente me despido, Es verdad que me retiro;


¡Sabe Dios, con qué dolor!, Los motivos no diré,
AI ver que me voy, mi amada, Pero luego has de saber,
En la fuerza de mi amor. Lo que antes no has advertido.
Y solamente te digo,
Cuando dos se quieren bien De que me tengas presente,
Y se adoran incesante, Que aunque yo me encuentre ausente,
¿Cuál sufrirá mayor pena Te dejaré esta experiencia,
El que queda o el que parte? Que si Dios me dá licencia
Algún día puedo verte.
El que parte va pensando
En las leguas del camino, ¡Adiós, que mi corazón
El que queda, suspirando, Triste y confuso se vá!
Con un dolor de continuo. Pero tu debes quedar,
Muy contenta y sin dolor;
Si el mundo cesa de andar, Porque otra tribulación
Y el sol no dé resplandor, Con mayor velocidad,
Yo te dejaré de amar Puede herirte a mi pesar
Si deja de haber amor. Con crueldad y con porfía;
Pues volveré algún día,
Dame tus brazos, mi bien, Si el tiempo me da lugar.
Que me despido llorando,
Ya no te volveré a ver,
Sólo Dios sabe hasta cuando. 300
ADIÓS, PRENDA IDOLATRADA
299
¡Adiós, prenda idolatrada!
ADIÓS, MI PRENDA QUERIDA Voy a dejar de existir,
¡Adiós, mi prenda querida! Ya me es forzoso el partir
Ya me voy a retirar, Allá a la eterna morada;
Algún día puedo verte, De una vida infortunada
Si el tiempo me da lugar. Al mundo dejo un ejemplo,
Sólo el dejarte contemplo
El corazón se me parte Con el dolor más amargo;
Al despedirme de tí, Y te dejo por encargo
Pero te voy a decir No me olvides con el tiempo.
Que jamás he de olvidarte.
Con más fuerzas he de amarte Me separo con ternura
En donde quiera que viva; De tus amorosos brazos,
Mientras Dios me preste vida Rompiendo estos duros lazos
Siempre he de ser el que fui, Con una muerte segura,
Sólo te puedo decir Marcharé a la sepultura
¡Adiós, mi prenda querida! Donde seré sepultado,
Un amante desdichado
La ausencia no causa olvido Que te quiso y amó tanto,
Para la prenda que amé, Eegarás con tierno llanto
Ahora con mayor placer, Los restos de un desgraciado.
Seré más constante y fino,
Vos misma eres testigo Ya desfallece mi aliento,
Que en vos me sabía mirar, Y se ofusca mi razón,
Y te tendré en mi memoria Ya siento en mi corazón,
¡Adiós, mi consuelo y gloria! De la agonía el tormento.
Ya me voy a retirar. Ya ha llegado el cruel momento

(299) De un cuaderno viejo del Sr. Isidoro López, de Santa Rosa, Angastaco.
(300) Del cuaderno del Sr. Ventura Sarmiento. De ahí la tomó también el
Sr. Matorras. — Cancionero de Jujuy, N' 56.
'ANC ION E .p.n POPULAR DE SALTA

'e morir a mi despecho, Por último, me despido,


odo en lágrimas deshecho, Ya me voy a separar,
dvierto antes que sucumba Mi alma se va a sepultar
>ue aún más allá de la tumba En la mansión del olvido.
ú vivirás en mi pecho. Mi corazón conmovido
Sólo se acuerda de vos,
or último me despido, Ya no estaremos los dos,
a me voy a separar, Se acabarán nuestras glorias.
[i alma se va a sepultar, ¡Adiós, funestas memorias!
n la mansión del olvido. , ¡Adiós, para siempre, adiós!
ti corazón conmovido
ólo se acuerda de vos, 301
a no estaremos los dos,
e acabarán nuestras glorias, ADIÓS, VIDA DE MI VIDA
Adiós, funestas memorias!
Adiós, para siempre, adiós! ¡Adiós, vida de mi vida,
Encanto de mi afición!
300 - a Te dejo mi corazón
Como última despedida.
ADIÓS, PRENDA IDOLATRADA
Adiós, prenda idolatrada! El dejarte es un dolor
r
oy a dejar de existir, Y el no verte es un tormento,
'a me es forzoso partir Así será con el tiempo
Jlá a la eterna morada; Los despojos del rigor,
>e mi vida infortunada No hay en mi pecho valor
il mundo dejo un ejemplo, Al formar esta partida,
•ólo dejarte lamento Porque una mortal herida
!on el dolor más amargo, Va mí existencia acabando,
r
te dejo por encargo: Y así te digo llorando:
-No me olvides con el tiempo. ¡Adiós, vida de mi vida!

le separo con ternura El partir y no sentir


)e tus amorosos bra/fis, Es el mayor imposible,
!ortando los fuertes lazos, Sólo una peña insensible
!on una muerte segura; Puede este golpe sufrir;
larcharé a la sepultura Como no sabe morir
Jonde será sepultado Y es materia sin razón,
Jn amante desgraciado No sabe lo que es pasión
Jue te quiso y amó tanto; En los racionales seres,
legarás con tierno llanto Yo siento por ti, que eres
JOS restos de un desgraciado. Encanto de mi afición.

IÜ. desfallece mi aliento, Si tú sientes como yo


fa se ofusca mi razón, Ayudarás a mi llanto,
fa siente mi corazón Al verme padecer tanto.
3e la agonía el tormento. No me niegues, bella, no;
fa ha llegado el cru<;l momento Padeceremos los dos
De morir a mi despecho, Esta cruel separación,
Y entre lágrimas deshecho Que con doblado tesón
Te advierto antes que sucumba, Se lamenta quien te adora,
Que aún más allá de la tumba Siquiera para memoria,
Tú vivirás en mi pecho. Te dejo mi corazón.

(300-a) Dictado por el Sr. Ezequiel Alemán.


(301) Del cuaderno del Sr. Matorras. — Cancionero de Catamarca, N? 54.
186 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

Por fin, ¡adiós, alma mía! He de hallar en este mundo,


Me voy sin placer alguno. Porque el destino iracundo
Mis suspiros, de uno a uno, Dispone que sea así,
Acompañan mi agonía, Conservaré para ti
Se queda el bien que quería, El cariño más profundo.
Ningún amparo me abriga;
Voy como cosa perdida, 303
Sin saber lo que vendrá,
Si hablar mi lengua podrá ALÉGRATE QUE ME VOY
Por última despedida.
Alégrate, 'que me voy,
Porque ya no he de volver.
302 Un preso, un muerto, un ausente
AL AUSENTARME DE TI Uno no más viene a ser.

Al ausentarme de ti El cuatro del mes de Mayo


Vierto lágrimas amargas, De ochocientos treinta y uno,
Porque si la ausencia es larga Vi al sol enlutarse de humo
Tal vez te olvides de mí. Y oscurecerse sus rayos.
Triste pena si es así, Todo miro, sufro y callo
Suspira mi corazón, Porque desgraciado soy,
Pero no es posible, no, Pero muy conforme estoy
Que tu amor sea tan cruel, Con este mal tan injusto.
Si he depositado en él Ya te quedarás a gusto,
La esencia de un fino amor. Alégrate que me voy.

¡Mi alma! no puedo creer Porque tengo mala suerte


Que llegaras a olvidarte Voy a salir a rodar,
De quien con amor constante Para que dejes de estar
Siempre te sabrá querer. Sólo deseando mi muerte.
No quisiera que al volver Tendrás glorias permanentes,
Hallase mudanza en ti, Gozarás gusto y placer,
Porque si sucede así, Yo seguiré el padecer
Grande mi dolor sería, Rodando de tierra en tierra,
Y sólo en la tumba fría Es como si me muriera,
Dejaría de sufrir. Porque ya no he de volver.

Me sería doloroso Preso, voy de obligación;


Verme de ti separado, Muerto, de una ingratitud;
Porque no estando a tu lado Ausente estoy de la luz
No podré vivir dichoso. Por una injusta razón.
Pero hoy día me es forzoso, Ya no tendrás opresión,
Debo partir sin demora, Ya gozarás libremente;
Mi corazón triste llora Tendrás glorias permanentes,
Pensando en el bien que dejo. No me volverás a ver.
¡Adiós, que de ti me alejo! ¿En qué te puede ofender
Se va quien tanto te adora. Un preso, un muerto, un ausente?
¡Adiós, pues, que ya me ausento, Dos prendas del corazón
Dueña querida de mi alma! Quedan en vuestro poder;
Ya se va mi amor en calma, Dios las ha de recoger
Queda en ti mi pensamiento. Cuando las arrojes vos.
Si me retiro, un tormento Porque no valiendo yo,

(302) Del cuaderno del Sr. Pedro P. Padilla.


(303) Del cuaderno del Sr. Matorras. — Cancionero de Catamarea, N' 1.
AN CI ON E RO POPULAR DE SALTA 187

3 prendas no haii de valer, Al dar vueltas al camino


iero la muerte más bien Dos mares eran mis ojos.
e vivir en mi lamento,
le la pena y el tormento Me fui para mi querida,
10 no más viene a ser. Como es prenda que adoraba,
Al pisar a sus umbrales
303 - a Le dije que me olvidara.
ALÉGRATE QUE ME VOY Se levantó de la cama,
¿grate que me voy, Se arrimó junto a una reja.
^rque ya no hi de volver; —¿Es posible, vida mía?
i preso, un muerto, un ausente, ¿Por qué te vais y me dejas?
In qué te puede ofender?
—Por más lejos que me vaya,
cuatro del mes de Mayo No pienses que yo te olvido,
i ochocientos treinta y uno, Sólo con la propia muerte
¡de al sol cubierto de humo Faltaría a lo que digo.
oscurecidos sus rayos;
odo miro, sufro y callo —Lo que te encargo, bien mío,
orque desgraciado soy, Que llegando a donde vais,
ero muy conforme estoy Me escribáis una cartita
e este mi mal tan injusto, Para (saber cómo estáis.
a te quedarás a gusto,
légrate, que me voy. Ahí te mando un papelito
Escrito con letras verdes,
Para que viendo esta carta
Memorias de mí te acuerdes.

Al recibir esta carta


304 Desmayado me quedé,
Eché mis quejas al aire,
CUANDO SALÍ DE MI TIERRA Con suspiros acabé.
Juando salí de mi tierra
íadie supo en la ocasión, 305
ólo a mi madre le dije:
DE TU CIELO ME DESPIDO
-Écheme la bendición.
De tu cielo me despido,
alió mi madre y me dijo: De tu hermosura me alejo,
-¡Hijo de mi corazón! Sólo siento que te dejo
Para dónde es el destino, Ansias, penas y suspiros.
¡ue no lo he sabido yo?
Hoy me despido de ti
—¡Madrecita de mi vida, Con un terrible tormento,
tfo llore ni tenga pena, Que hasta los aires molesto.
3ue por mi gusto me voy
A rodar tierras ajenas!
Con mi llanto y mi gemido,
Al subir a mi caballo Con el corazón partido,
Me subí tan riguroso, Traspasado de dolor.

(303 - a) Dictado por Don Simeón Soto. La Viña.


(304) Me fué dictado por Don Prudencio Guzmán, de 75 años, en Seclantas,
Dpto. de Molinos, en 1930.
(305) Dictado por el Sr. Ezequiel Alemán, "El Galpón", Metan, 1931.
188 JUAN A L F O N S O C A R R I Z

¡Adiós, mi encantada flor, Pero voy con la esperanza


De tu cielo me despido! Que puedo verte algún día;
Puede ser la suerte mía,
No pierdo las esperanzas, Si la fortuna me alcanza,
Mi bien, de volverte a ver, He de volver sin tardanza,
Y que siempre encontraré Con el favor de mi Dios,
En tu pecho la constancia. Y nos veremos los dos
No porque yo esté en distancia En la hora menos pensada.
Me olvides, mi bien, por eso. Porque voy de retirada,
Yo la verdad te confieso, Hoy me despido de vos.
Siento el irme de tu lado.
¡ Adiós, clavel encarnado, Sólo te suplicaré
De tu hermosura me alejo! Que no te olvides de mí,
Que lo mismo yo haré así
Hoy me despido de ti. Y algún día volveré.
¡Mi sol, mi estrella, mi guía! Yo jamás te olvidaré
Sólo te pido, alma mía, Ni en un minuto del día,
Que no te olvides de mí. Pensando que te quería,
Mi consuelo lo perdí, Triste, de ti me despido
De mi desgracia me quejo. En mi dolor confundido.
¡Adiós, mi adorado espejo, ¡Adiós, dulce prenda mía!
Voy a llorar mi quebranto
De haberte querido tanto, No porque de ti me ausente
Sólo siento que te dejo! Pienses que te he de olvidar,
Tú no vayas a escuchar
¡Adiós, mi adorada gloria, Los consejos de la gente.
Placer, cariño y contento! Siempre pórtate decente,
No me olvides un momento, Sin dar un vuelco veloz,
Mi bien, de vuestra memoria. Y yo te juro por Dios
Dueña mía, tú no ignoras El mucho amor que te tengo.
Que por quererte he vivido. En fin, todo te prevengo.
¡Adiós, clavel encendido ¡Mi hermoso lucero, adiós!
Dentro de mi corazón!
¡Adiós, mi santa ilusión, 307
Ansias, penas y suspiros!
HOY NOS DIVIDE LA SUERTE
306 Hoy nos divide la suerte,
HOY ME DESPIDO LLORANDO Nos despedimos los dos.
¡Adiós, dulce prenda mía!
Hoy me despido llorando, ¡Adiós, corazón, adiós!
Hoy me despido de vos.
¡Adiós, dulce prenda mía, ¡Infelices ojos míos,
Mi hermoso lucero, adiós! Háganse un profundo mar
Y ayúdenme a llorar
¡Adiós, vidita de mi alma! Peñas, mares, montes, ríos!
¡Adiós, todo mi consuelo! Se fueron los gustos míos.
¡Adiós, venerado cielo, ¡Ay, qué tormento tan fuerte
Lucero de la mañana! Si a los brazos de la muerte
Porque el destino me llama, Me ha postrado tu hermosura!
Voy sin saber hasta cuándo. Y para más desventura
De ti me voy suspirando Hoy nos divide la suerte.
En el pesar sumergido.
¡Adiós, mi cielo querido! ¿Si habrá tormento más cruel,
Hoy me despido llorando. Ni pena más incesante

(306) Del cuaderno del Sr. Matorras.


(307) Del cuaderno del Sr. Matorras.
AN CI ON E RO POPULAR DE SALTA 189

lúe el dividir dos amantes Con el afecto más tierno,


¡a ausencia con el poder? Dueña de mi corazón,
]sto sí que es padecer. Puse a tu disposición
Qué hará mi vida, sin vos? Voluntad, vida y cariño:
Llamaré al Cupido dios?
'a que tanto nos queremos,
loremo's, ojos, lloremos; 309
Jos despidamos los dos. LA INFELIZ FORTUNA MÍA
i hoy el verdugo más cruel La infeliz fortuna mía
le diera una muerte fiera, Nos separa y nos divide,
olamente así pudiera Le encargo que no me olvide
tesar este padecer. El amor que me tenía.
'ero, ¡ay de mí! ¿Qué he de hacer Y mañana y otro día,
üego, sin la luz del día? Lo que dure su existencia,
tejo toda mi alegría, Pídale a la Omnipotencia
)ejo todo mi consuelo. Lo mismo que yo le pido,
Adiós, mi adorado cielo, Que causar en mí el olvido
l'diós, dulce prenda mía! Nunca ha de poder la ausencia.
"ambién quiero suplicarte
Día y noche considero,
f como amante, te pido
Viendo mi placer cercano,
Jue no me eches en olvido,
íue yo, mi bien, de mi parte, Y a países tan lejanos
Tunca dejaré de amarte, Quiero llevarte y no puedo.
iunque me pierda por vos, Y así siento y desespero,
)aré la vida, veloz, Que el corazón se me parte.
A. la más cruel tiranía, De este modo quiero hablarte,
3
or fin, ¡adiós, alma mía! Mas no es posible que pueda,
'Adiós, corazón, adiós! Porque te traigo la nueva
Que ya es tiempo de dejarte.
308 Pero al fin, ¡adiós, placer!
LA FUERZA DE MI DESTINO Sólo te quiero pedir
Que te recuerdes de mí,
¿a fuerza de mi destino Cuando no tengas qué hacer,
v
rata ya de separarme Y si llega a ¡suceder
Je la que supo robarme Que yo vuelva a idolatrarte,
noluntad, vida y cariño. Te prometo de mi parte
La más fina voluntad.
duélete, cielo, de mí, Sólo la muerte podrá
De mi triste situación, Hacer que deje de amarte.
Y muévate a compasión
La fuerza de mi destino.
Ya que se aproxima el plazo
No pretendas olvidarme, De nuestra separación,
Que pronto volveré a verte, Te digo con corazón
Ya que la infeliz suerte Que es de mi vida el ocaso;
Trata ya de separarme. Y mi pecho hecho pedazos
No se puede consolar;
La vida intentas quitarme, Y en tan doblado pesar
Fortuna cruel, inhumana, Te dejo un mortal suspiro,
Separándome mañana Y como ya me retiro,
De la que supo robarme. Mi bien, te vengo a avisar.

(308) Del cuaderno del Sr. Matorras.


(309) Dictadas por Don Pedro Molla en "El Galpón, en 1931. — Molla apren-
dió estas décimas en Tucumán.
190 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

310 Mientras yo pensaré en ti


LA SUERTE QUE TAN TIRANA Hasta que te vuelva a ver.
La suerte que tan tirana Y aún cuando con mi existencia
Cupo a la existencia mía, Pueda mi amor acabarse,
Me tuvo a tu lado un día Siempre la flor al secarse
Para ausentarme mañana; Deja en la planta su esencia.
Por eso mi alma se afana, Así yo, con la vehemencia
Pero así tenía que ser; De quererte hasta la muerte,
No me puedo detener, Dejaré en mi cuerpo inerte
Mas, ya que de ti me alejo, La esencia de mi cariño,
Este recuerdo te dejo Y con la calma de un niño
Por si no te vuelvo a ver. Moriré creyendo verte.
Para un corazón que siente 311
Y alimenta una ilusión,
Triste es la separación MAÑANA ME VOY DE AQUÍ
Que ha de matarlo inclemente. Mañana me voy de aquí,
Ya me tienes de ti ausente Como todos lo verán;
Y pronto lejos de aquí, Al despedirme te digo:
Pero si me voy así, —No sé hasta cuándo será.
Porque el destino me obliga,
Pido a Dios, mi dulce amiga, Supuesto que ya me voy,
Que no te olvides de mí. De ti despedirme quiero,
Pero llevo la esperanza
Sólo anhela el alma mía De verte; si no me muero.
Que Dios la dicha te ofrezca,
Sin que una nube obscurezca De tu lado, vida mía,
El cielo de tu alegría, De tu presencia me alejo;
Que no llegue el triste día En premio de tu fineza
En que tengas que sufrir, Este corazón te dejo.
Que no te llegue a afligir
Una pena dolorosa; Te dejo mi corazón,
Que sabiendo eres dichosa No sé si te servirá;
Contento yo he de vivir. Si no te sirve lo botas,
Que otra lo recogerá.
Y aunque para mi tormento
De ti me vea alejado, 312
Constantemente a tu lado
Estará mi pensamiento.
QUE POCAS HORAS LES QUEDA
Y hundido en triste lamento ¡Qué pocas horas les queda
Me será consuelo el creer Ya del término previsto,
Que en tu memoria ha de haber Para gozar de tu cielo,
Un recuerdo para mí, A los tristes ojos míos!

(310) Del cuaderno de Don Ventura Sarmiento (Anta). — Cancionero de Ca-


tamarca, N9 57. — Cancionero de Jujuy, N« 59.
(311) Del cuaderno del Sr. Matorras.
(312) Del C. M. A. El Comendador Escrivá tiene esta canción parecida.
PARTIENDO SU AMIGA yo el que nunca tuuo oluido,
Yo con vos y vos sin mi, vos la que nunca sentís
yo con vos parto partiendo, mi dolor tan dolorido;
vos sin mi partís d'aquí, yo so el que nunca partí
yo sin vos quedo sintiendo do quedássedes partiendo,
dolor que nunca sentí.
vos la que partís sin mi;
Assi que so yo el partido yo so el que quedo sintiendo
para vos, do vos partís; dolor que nunca sentí.
Cancionero General de Hernando del Castillo, N* 394.
AN CION ERO POPULAR DE SALTA 191

i te vas por otra parte Nada habrá lejos de ti


yo por otra me despido, Que me pueda consolar,
mi corazón, en m=dio, Mi vida será llorar
9 propiamente el partido. Como estoy llorando aquí.
Si tú te acuerdas de mí
is ojos, en quien mis ojos No llores, amada mía,
i miraban y ahora miro, Porque tal vez llegaría
le por no dejar tJe verlos A aumentar mi sinsabor
Í quisiera haberlos visto, El eco de tu dolor,
Que el alma me partiría.
dos los males me, llevo,
s bienes dejo co n tigo, ¡Adiós, ya voy a dejarte
i llevo los sentimientos Para ir a correr mi suerte!
te dejo los sentidos. ¡Quién sabe si vuelvo a verte,
Y si fiel he de encontrarte!
Yo nunca podré olvidarte;
eva, ingrata, las albricias,
Si me lo permite Dios,
íe así partirá contento,
Mi pensamiento veloz
íes dejándome a mí muerto
Correrá siempre a tu lado;
evas un cuidado menos.
No olvides a un desgraciado.
¡Adiós, mi esperanza, adiós!
313
QUE TORMENTO MAS ATROZ 314
¿ué tormento más atroz SABRÁS MI BIEN QUE HE VENIDO
lede haber que mi tormento,
i este triste momento Sabrás, mi bien, que he venido
íe voy a decirte adiós! Tan solamente a avisarte,
3 sé, mi bien, si la voz Que yo me voy y te dejo,
me ahoga en la garganta, Sólo siento el no llevarte.
>rque mi amargura es tanta,
m agudo es mi dolor, Un crecido sentimiento
íe apenas tengo valor Me precisa, bien del alma,
ira arrojarme a tus plantas. Cómo mi amor queda en calma
A declararte mi intento.
Es mi viaje tan violento
: mi suerte, la inclemencia Y mi término cumplido;
e obliga .cruel a partir, Lloro, pues, enternecido
o sé si podré vivir Porque fino amante soy,
úsente de tu presencia, Por decirte que me voy,
n la flor de esta existencia Sabrás, mi bien, que he venido.
a rudo golpe he sufrido,
i desventura ha vertido Yo te quisiera llevar,
na gota de veneno; Mi bien, en esta ocasión,
uiera el cielo que tu geno Dentro de mi corazón,
o vierta otra, ángel querido. Que es el perfecto lugar.

(313) Del cuaderno del Sr. Matorras. — Cancionero de Catmtaroa N» 55 —


xncionero de Jujuy, N' 60. ^ ^ ™ ™' ^ °°- —
,« ( 3 T 1 4 ) w ? 1 c u a d e r n o del Sr. Matorras. — Cancionero de Jujuy, No 61 — El
"a cuartea fnfcialT ^ ^ ^ P ° P U l a r € n C h U e ' C U y a p r i m e r € s t * ° f a e s P * " * ^
Sabrás, mi bien, que he venido
derechamente a avisarte
que me voy a retirar
mucho siento no llevarte.
R. A. L., Pág. 121.
192 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

¡Qué pena tan sin igual, Volvió la flor al jardín,


Mi bien, es el no llevarte! Vino el jardín a su ser,
Mi corazón se me parte; Volvieron a florecer
Quédate con Dios, belleza, Las flores que antes perdí.
Hoy me rinde mi fineza
Tan solamente a avisarte. 316
Mientras Dios me diere vida SI A MI LENGUA FÁCIL FUERA
Y me ampare su favor, Si a mi lengua fácil fuera
Espero que el Salvador Explicarte lo que siento
Me volverá a mi partida. En este amargo momento,
Volveré, prenda querida, Desahogos recibiera.
A mirarme en ese espejo, Si algún alivio tuviera
De mi fortuna me quejo En mis acerbas dolencias,
Y mi llanto no se calma, Sufriese las inclemencias
Pues te he dicho, bien de mi alma, Con que el cielo me castiga
Que ya me voy y te dejo. Cuando ordena me persiga
La más injusta violencia.
¡Adiós, mi querida, adiós!
¡Adiós, mi hermoso lucero! No puedo, dueña querida,
Dame un abrazo postrero, Evitar por más que quiero,
Nos despidamos los dos. Este paso tan severo
Como bien lo sabe Dios, De mi triste despedida.
Que no quisiera dejarte, Mi alma ya está convencida
Yo te prometo adorarte De ser ella irremediable,
Y tenerte en la memoria. Aunque es desagradable,
¡Adiós, mi adorada gloria! Someter su corazón
Sólo siento el no llevarte. A la fuerza y al rigor
De un decreto irrevocable.
315
SABRÁS MI BIEN QUE HE VENIDO Aunque es tan duro el prever
La llegada del instante
Sabrás, mi bien, que he venido En que deje yo a mi amante
Tan solamente a avisarte, En medio de mi placer,
Que yo me voy y te dejo; Que prefiero el padecer
Lo que siento es no llevarte. Y por la muerte pasar,
Antes que ver asomar
Llevarte, mi bien, no puedo La cruelísima ocasión
Porque es lejos donde voy, En que el cielo vengador
Mas, si quieres padecer, Me ordene te deje ya.
Vamonos juntos los dos.
Aún sin querer, ha llegado
—Yo no siento el padecer, Ese momento fatal,
Si en caso me voy con vos; En que deje, a mi pesar,
Lo que siento es que me dejes. A mi objeto idolatrado.
¿Cómo me quedo sin vos? No obstante, mí bien amado,
No me supongas variable,
¿Cómo me quedo sin vos, Pues te juro que inviolable
Sin tu amante compañía? Mi cariño sostendré,
Empezarán mis trabajos, Y si parto, partiré
Penas y melancolías. Con dolor inexplicable.

(315) Dictado por Don Segundo Díaz Olmos, en Cachi, en 1930. El Sr. R.
A. Laval lo halló en Chile, F. de Carahue. Pág. 121, N« 10.
(316) Del cuaderno del Sr. Matorras.
ANCION E RQ POPULAR DE SALTA 193

á17 318
SIQUIERA P 4 R A MTmnuTA TE DIGO CON SENTIMIENTO
Siquiera para memoria, Te digo con sentimiento,
dejaré este borrador, ¿Sabes que pienso dejarte?
>ue yo no me he de olvidar Vida quisiera tener
>e guien recibí un favor. Para vg¡Vér a mirarte.
¡i Dios me presta la vida, Mañana parto, ¡oh, verdad!
r
nos volvemos a ver, Con gran dolor de mi pecho,
•uedo yo corresponder Todo en lágrimas deshecho
'inezas tan conocidas, Porque quisiera quedar,
ero, ¡adiós, prendj q Uer j<j a ! Con vivos deseos de estar
Adiós, mi adorada gloria! Contigo a cada momento.
ú estarás en mi Memoria Recibo el golpe violento,
fasta que yo a Di o s d é CUenta, Pues voy a dejar de verte,
quí te dejo esta Igtra En lo mejor de quererte,
iquiera para mett¡.0na. Te digo con sentimiento.
amá's pretendo o]vj(]ar Mañana me hallaré ausente,
L quien tal cariño m e hace, Contemplando lo que dista,
!n útil que me e n c a r a s e , Careciendo de tu vista,
on franqueza ha qe mandar, Pero te tendré presente.
ue he de obedecer puntual, Tú no saldrás de mi mente,
ecompensando el favor, Pues cuando supe adorarte
n prenda de este >ni amor El destino tomó parte
tanto que la mole s t 0 , En nuestra separación
'quiera en memoria de esto Con tan enorme pasión.
*ejaré este borrador. ¿Sabes que pienso dejarte?
o jamás procurar^ No sé si soy o no soy
Jl ser mal correspondido, Cuando este caso ha llegado,
iempre seré agradecido, Sabes que pienso y no acabo,
' jamás olvidaré Porque te dejo y me voy.
i prenda que tanto amé; Pero digo por quien soy
-1 cielo le he de desear. Que siempre te he de querer,
or eso con voluntad, Aunque pueda perecer
'ido por toda la glcria, En I03 más grandes atrasos,
laga de mí una memoria Para estrecharte es mis brazos,
}ue yo no me he de olvidar. Vida quisiera tener.

ili corazón penetrado Ya me voy, mi amado cielo,


)e tan dulce compañía, Porque el infortunio quiso.
J
iensa en el terrible día Te quedas, mi dulce hechizo,
3ue se ha de ver separado; Siendo mi único consuelo.
~)e confusión, anegado, Sabrás que si no me muero
Crecerá más mi dolor, Volveré ansioso a abrazarte,
'orque no tengo valor, Porque no podré olvidarte,
Sfa que mi amargura es tanta, Y esto me pondrá capaz,
Para arrojarme a las plantas Pedir otros ojos más
De quien recibí un favor. Para volver a mirarte.

(317) Del cuaderno del Sr. Matorras.


(318) Del cuaderno del Sr. Matorras.
13
m JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

319 Quizás con indiferencia


TRATO DE FORMAR AUSENCIA Mires hoy mi despedida,
Pero en mi amarga partida,
Trato de formar ausencia, Un consuelo llevaré,
De este pueblo trato el irme, Que tus desprecios pagué
Y a objeto de despedirme Con cariño y simpatía.
He venido a tu presencia.
Quizá con indiferencia Lacerado el corazón
Mires hoy mi despedida, Lo llevo constantemente,
Pero en mi amarga partida, Pero quiero ver si ausente
Un consuelo llevaré, Hallo alivio en mi dolor.
Que tus desprecios pagué Busco en la separación
Con mi pasión desmedida. A ver si hallo algún alivio,
Pero un corazón herido,
Lastimado el corazón Lleno de tantos pesares,
Lo tengo constantemente, Busca remedio a sus males
Pero quiero ver si ausente, En la ausencia y el olvido.
Hallo alivio a mi dolor.
Busco la separación Pero si voy a ausentarme,
A ver si hallo algún alivio, Como claro te lo expreso,
Porque un corazón herido, Para ver si tus desprecios
Lleno de tantos pesares, Puedo algún día olvidarme,
Busca remedio a sus males Si llegas a recordarme
En la ausencia y el olvido. Y sientes mi padecer,
Llegarás a conocer,
Al ausentarme de aquí
Este recuerdo que dejo
Quiero en todo ser cumplido,
Un amante que tan lejos
Aunque en ti siempre haya habido
Por olvidarte se fué.
Ingratitud para mí.
Yo consideraba en ti
Un ser muy bien estimado, 320
Pero me voy despreciado VAGA LA IMAGINACIÓN
Con un desprecio iracundo,
Cuando nadie en este mundo Vaga la imaginación
Como yo te ha idolatrado. En funestos pensamientos,
Sirviéndome de tormentos
En fin, ya voy a ausentarme, La misma meditación.
Como claro te lo expreso, Quiero ocultar mi pasión
A ver si de tus desprecios Pero al momento deliro,
Puedo algún día olvidarme. Y cuando ya me retiro
Si llegas a recordarme De la prenda que yo adoro,
Y sientes mi padecer, A cada momento lloro,
Entonces 'sólo has de ver Mi corazón da un suspiro.
Este recuerdo que dejo,
De un amante que tan lejos Si allá en la eterna morada
Por olvidarse se fué. Me está prohibido el quererte,
No me ha de privar tenerte
319 - a Dentro mi pecho grabada.
Mas si te hallo sepultada
HOY TRATO FORMAR AUSENCIA
Antes que yo me haya muerto,
Hoy trato formar ausencia, Ten por seguro y por cierto
De mi pago trato de irme, Que sobre la losa fría,
Y a objeto de despedirme Regaré de noche y día
He llegado a tu presencia. Con mis lágrimas tus restos.
(319) Del cuaderno del Sr. Matorras.
(319 - a) Dictado por Don Ezequiel Alemán.
(320) Del cuaderno del Sr. Matorras.
ANCION E Ro POP V LAR DE SALTA 195

idiós, divina hermosura! 321


i me voy a retirar,
i mi día va a acabar YA CAMINO YA ME VOY
ntre penas y amarguras,
ias, si tengo la ventura Ya camino, ya me voy,
5 poder morir hablando, Ya me voy a retirar,
u nombre estaré invocando, Dame la mano, querida,
ándote el último adiós, Que ya no te podré hablar.
e allí te llamaré a vos
unque estuviera expirando. Al tomarte de la mano,
Sólo me falta llorar,
>lo contemplando estoy Con el corazón rendido
e mi muerte la amargura, Ya me voy a retirar.
ürando una sepultura
uyo poseedor yo soy. Adiós, esmeralda fina!
uspiros al cielo d(>y Adiós, clavel encarnado!
e tan penosa partida, Adiós, vida de mi vida!
orque ya es tiempo, querida, Adiós, corazón amado!
•e que yo pague m¡ culpa,
sta mi muerte resulta,
e esta triste despedida. 322
YA LLEGA EL MOMENTO YA
320 • a
Ya ¡lega el momento, ya,
ADIÓS PRECIOSA HERMOSURA Mi bien de decirte adiós,
¡Adiós, mi prenda de amor,
kdiós, preciosa hermosura! No sé hasta cuándo será!
a me voy a retirar,
a mí vida va a acabar, De confusión mucho más,
¡ntre penas y amarguras. Mi triste corazón parte,
las, si tengo la ventura Al ver que para dejarte
>e poder morir hablando, Ya llega el momento, ya.
u nombre estaré invocando,
•ándote el último adiós, Con el puñal más atroz,
Uí te llamaré a vos Que parte un pecho sensible,
luando estuviere expirando. Me es este lance terrible,
Mi bien, de decirte adiós.
íás, si en la eterna morada,
le está prohibido «1 quererte, Antes que este gran dolor
Tadie me ha i privar tenerte, Consuma mi triste vida,
>entro mi pecho grabada. Es preciso que te diga:
si te hallas sepultada, ¡Adiós, mi prenda de amor!
Lntes que yo hubiera muerto,
'en por seguro y por cierto, Al fin, entre mi pesar,
¿ue sobre la losa fría, Te dejo mi corazón,
legaré de noche y día, Porque mi separación
"on mis lágrimas tus restos. No sé hasta cuándo será.

(320-a) Me fué dictado por el Sr. José Figueroa Torino, en Cachi en 1930.
1 a su vez lo aprendió a un Miguel Sosa, de "Inoahuasi".
(321) A esta serenata la oí una noche, a unos guitarreros en "El Quebra-
lal", Anta en 1931.
(322) Del cuaderno del Sr. Matorras.
196 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

323 ¡Adiós, que gusto ninguno


Pienso tener si te quedas!
YA QUE LA SUERTE ME PRIVA Ante3 muero, pues me ausento,
Mi bien, de tus luces bellas.
Ya que la suerte me priva,
Mi bien, de tus luces bellas, ¡Adiós, y sólo te pido
Quiero con lágrimas tristes, Que mis finezas no olvides!
Llorar mis amargas penas. Y mira que encarecerlo,
Quiero con lágrimas tristes.
¡ Adiós, que el alma te dejo ¡Adiós, en fin, pues te quedas!
En dos mitades partida, Escucha, mi bien, mis quejas,
Sacrificada a tus aras, Que sabré, pues, que te quise,
Ya que la suerte me priva! Llorar mis amargas penas.

(323) Del C. M. A.
AUSENCIAS, RECUERDOS
Y CARTAS
Í24 Tan sólo al considerar
Que un destino desgraciado,
AHÍ TE MANDO UN ¡AY, DE MI! Me priva de que a tu lado
d te mando un ¡iy, de mí! Pueda de un placer gozar.
el alma, mortal inspiro,
l te dirá si respiro Nunca llegué a imaginar
ílo ayes lejos de tí. El separarme de vos,
Así lo dispuso Dios,
No se puede remediar.
orque veas mi frenesí,
Será un profundo pesar
i pena, angustia y dolor,
A un corazón desgraciado,
te duelas de mi amor,
Si así lo ha determinado
tí te mando un ¡ay de mí!
El Poderoso al instante,
Viviremos siendo amantes,
3 verme vivo me admiro, En el mundo separados.
endo tan cruel m i tormento,
ue llega a ser c^da aliento
el alma un mortal suspiro. Y si nos ha separado
Un poder tan iracundo,
Seremos en este mundo,
( bien sabe que Jne miro
Dos amantes desgraciados.
.n alivio ni constelo,
Y si me veo privado
dando ayes por tu cielo,
l te dirá si respiro. De mi existencia al morir,
Sabrás que antes de partir,
or fin, el alma tt> di, Por tu dicha a Dios rogué,
el ser firme te juré, Y que de tí me acordé,
Ss justo que mi amor dé, Triste, al dejar de existir.
Uo ayes, lejos de tí?
325 • a
325 AUSENTE DE VUESTRO AMOR
AMARGO ES MI PADECER Ausente de vuestro amor,
Puedes creer, dueña del alma,
margo es mi padecer, Que jamás encuentra calma
ermoso cielo adorado; Mi afligido corazón.
uando no estoy a tu lado Mira esta separación
loro no poderte ver. Con una tristeza tal,
r
o existe ningún placer Tan sólo al considerar
¡ue alegre mi corazón, Que un destino desgraciado,
ólo tristeza y dolor Me priva de que a tu lado,
[e rodea a cada instante, Pueda de un placer gozar.
J encontrarme distante,
an lejos de vuestro amor. Nunca llegué a imaginar
El separarme de vos,
aisente de vuestro amor Pero lo ha dispuesto Dios,
uedes creer, dueña de mi alma, No se puede remediar.
!ue jamás encuentra calma Es un profundo pesar
li afligido corazón. Para un pobre desgraciado,
fira esta separación Si así lo ha determinado,
km una tristeza tal, El Poderoso al instante,

(324) Del cuaderno del Sr. Matorras. — Pertenece al género de las cancio-
es de suspiros y mensajeros, enviados a la dueña, comunes en el siglo XV.
(325) Dictado por Don Tristán Pérez, en Cerrillos, en 1928.
(325-a) Del cuaderno del Sr. Matorras.
200 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

Viviremos siendo amantes, Que falta a mi corazón.


En el mundo separados. Mi más risueña ilusión
Ha sido, hermoso lucero,
Bien sabes, prenda querida, Demostrarte el verdadero
Que una causa poderosa, Amor que mi pecho siente,
He tenido, y fué forzosa Y que a tu lado o ausente,
Nuestra triste despedida. Aún más, mi vida, te quiero.
Mi alma, de dolor transida
Se encuentra constantemente, En tí, morena querida,
Y si me privara el verte Todo mi encanto se encierra,
La eterna fatalidad, Y eres la única en la tierra,
Mi amor te acompañará Que me hace desear la vida.
Hasta el trance de la muerte. Mi corazón no te olvida,
Por más que no pueda verte,
Y si nos ha separado Y este anhelo de quererte,
El poder más iracundo, Que alimenta mi existencia,
Seremos en este mundo, Tan sólo con su inclemencia
Dos amantes desgraciados. Podrá extinguirlo la muerte.
Y si me veo privado
De mi existencia al partir, 327
Sabrás que antes de morir,
Por tu dicha a Dios rogué, AUSENTE DEL ALMA MÍA
Y tu nombre recordé Alísente del alma, mía,
Triste, al dejar de existir. La muerte más bien deseo,
Ya para mí no hay placer,
326 El rato que no te veo.
AUN CUANDO LEJOS DE TI Lloraré toda mi vida,
Aún cuando lejos de tí Siempre buscando tus brazos,
Me detiene el hado impío, El corazón a pedazos,
Sé que me quieres, bien mío, Con el alma enternecida.
Y que has de pensar en mí. Porque mi pasión crecida,
Ojalá que siempre así, Con más fuerzas y porfía,
Guarde tu pecho inocente, Buscará tu idolatría,
En este amor que presiente Para tranquilo vivir,
Tanta dicha el alma mía, Que ya no puedo existir
Y sin el cual viviría Ausente del alma mía.
Desgraciado eternamente.
Al fin, si dura la ausencia,
Aunque de tí, separado, Pronto me debo acabar,
Por mil causas que lamento, Para decir con verdad:
Mi amoroso pensamiento, No cuento con mi existencia.
No se aparta de tu lado. Sin ver mi dulce recreo,
Tu nombre siempre adorado, Me desconozco y me veo,
Constituye mi ventura, Llorando mi triste suerte,
Y en sus horas de amargura Si eres tan cruel para verte,
Se alegra mi corazón, La muerte más bien deseo.
Recordando con pasión
Tu cariño y tu hermosura. Si me quiero consolar,
Busco mi bien adorado,
Mi ardiente imaginación Si no lo encuentro a mi lado,
Mira en tí un ángel del cielo, Triste me pongo a llorar,
Bajando a traer el consuelo Así en esta soledad,

(326) Del cuaderno del Sr. Matorras.


(327) Del cuaderno de Isidoro López, de "Santa Rosa" (Angastaco), Sar
Carlos.
JANCIONERO POPULAR DE SALTA 201

Me abraza una pena impía, Ya que tan cruel me encadena


Sin tener a quien quería, A vivir contra la suerte.

Ya para mí no hay placer. Ya me voy a retirar,


Ya me obligan que te deje,
Me voy y aún cuando me aleje
328 De tí, no podré olvidar,
Si no has de recompensar
AUSENTE DE TI MI VIDA Mi pasión con mutuo amor,
Ausente de tí, mi vida, Más bien me será mejor,
He vivido suspirando, Quitarme de tu presencia,
Tan sólo en tu amor pensando, Para que con complacencia
Aceptes nuevo amador.
Dueña del alma querida.
Si fué triste mi partida
Cuando salí de tu lado, 329
Piensa cuánto me ha costado AY DULCE HECHIZO DEL ALMA
Todo este tiempo perdido,
Pero por fin he venido ¡Ay, dulce hechizo del alma!
A buscar lo que he dejado. ¿Cómo viviré sin tí?
¿Qué corazón tendré yo
Después de tanto penar, Para amar y no sentir?
Con una pasión tan fuerte,
Por fin, me has de dar la muerte, Mi corazón afligido,
Si no te puedo olvidar. Sus tristes penas lloraba,
¿Para qué, ingrata, buscar Y suspirando decía:
Alivio a mi mal creciente, —¡Ay, dulce hechizo del alma!
Si has de ser indiferente
Con quien tanto te ha querido? Si tus cariños han sido
Ya no hay más ley que el olvido Un encanto para mí,
Contra tu amor inclemente. Repara, contempla y mira,
Cómo viviré sin tí.
Y» no queda otro consuelo
Para el infeliz amante, Si el influjo de tu amor,
"o una mujer inconstante, El ser a mi alma ha quitado,
Que tan mal paga su anhelo. Faltándome todo el ser,
Y si es castigo del cielo, ¿Qué corazón tendré yo?
Porque te he querido tanto,
Tus: es que vierta mi llanto Bien conozco que tu ausencia,
?or :us desdenes herido, De muerte me ha de servir,
Ha? i que caiga rendido Por que no soy tan infiel,
:-.'. : .so del desencanto. Para amar y no sentir.
Dej;.:é el tiempo pasar,
Bu? .aré en la ausencia calma, 330
Que a las heridas del alma, COMO NO TE PUEDO VER
La suele el tiempo curar.
Si no te puedo olvidar, Como no te puedo ver,
Volveré, ingrata, a quererte, Y en tí yo vivo pensando,
Hasta que por fin la muerte, Hoy mis caricias te mando
Por.ga término a mis penas, Por medio de este papel.

328) Del cuaderno del Sr. Matorras. En esta composición, van incluidas dé-
de la canción N' 175. No las he separado, para que el lector vea un ejemplo de
están mezcladas algunas poesías, en la tradición oral.
29) Del C. M. A.
330) Del cuaderno de Isidoro López.
202 JUAN A L F O N 9 O C A R R I Z O

Escucha, prenda querida, 332


Que hoy me despido de vos,
Que viene tu aborrecido CUANDO ME VINE ¡AY! DE MI
A darte el último adiós.
Cuando me vine ¡ay, de mí!
Ya me voy, mi dueña mía, Las aves que me miraban,
Para nunca más volver, Junto conmigo lloraban,
Por que es grande mi dolor. Al verme llorar por tí.
De verte en otro poder.
¡Contempla cómo me iría,
Ya me despido, mi dueña, Oh, mi cielo apasionado!
Con llanto en mi corazón, Tan triste y desconsolado,
Llorando gotas de sangre, Dejando lo que quería.
De ver mi separación. Puedes pensar, vida mía,
Con qué amor me despedí,
Me pesa de haberte visto Que para decirte así,
Para tener que pensar, Hasta sin vida quedé,
Como me veo aborrecido, Que hasta el alma te dejé
Me consuelo con llorar. Cuando me vine, ¡ay, de mí!

¡Adiós, prenda de mi vida! Por esos campos, gimiendo,


Ya me voy, ¡Adiós, Adiós! Venía mi corazón,
¡Adiós, corazón amado, Hecho un mar de confusión,
Llorando me voy por vos! Sus desdichas maldiciendo.
Sólo en mí se venían viendo,
331 Los actos que me pasaban,
Pero como no cesaban
CUANDO ME VINE ¡AY DE MI!
Mis ojos de llorar tanto,
Cuando me vine, ¡ay de mí! Soltaban la rienda al llanto,
Las aves que me miraban, Las aves que me miraban.
Junto conmigo lloraban,
Al verme llorar por ti. En la más triste espesura,
En el más solo lugar,
La gloria que recibí, Ahí me puse a contemplar,
Estando con tu hermosura, En tu pulida hermosura,
Se convirtió en amargura Y allí con grande ternura,
Cuando me vine, ¡ay de mí! Mis lágrimas derramaba,
Cuando mis penas me ahogaban,
Tanto mis ojos lloraban Eran mis lamentos tales,
Tu ausencia, querido encanto, Que aún los brutos animales,
Que acompañaban mi llanto Junto conmigo lloraban.
Las aves que me miraban.
Al fin, Dios me dé la gloria,
Y ¡cómo se consternaban En ese infausto retiro,
De mi insufrible tormento! Que no me das un suspiro,
Unidas al sentimiento, Siquiera para memoria.
Junto conmigo lloraban. Mi constancia es muy notoria,
Que no me olvido de tí,
Tanto tu ausencia sentí, Bien puedo decirte así,
Que aún los brutos animales, Dueña de mi corazón,
Se consternaban iguales Que no tienen compasión
Al verme llorar por tí. Al verme llorar por tí.

(331) Del cuaderno del Sr. Matorras.


(332) Del cuaderno de Don Ventura Sarmiento.
ANCION E RO POPULAR DE SALTA 203

333 Y cuando deje esta tierra,


Te voy a esperar allí,
DE QUE SIRVE LA ESPERANZA
Para que me des el beso
De qué sirve la esperanza Que en este mundo te di.
Cuando el mal es sin remedio?
Ni de qué sirve el amor 335
uando no se goza el dueño?
DUEÑA MÍA Y APRECIADA
>ueño ausente de mi vida,
o de mi memoria ausente, Dueña mía y apreciada,
ue como estás en mi pecho, Dueña de mi pensamiento,
iempre te tengo presente. Yo vengo en este momento,
De mi vida acongojada,
'ero como falta en mí A saber, mi bien amada,
[ablarte, verte y gozarte, Si he de gozar vuestro amor;
le aflige tanto este mal, Porque no hay tormento peor
|ue el corazón se me parte. Para un hombre que ama tanto,
Como sufrir el quebranto
ío llores, corazón mío, De un amor engañador.
Corazón, no llores más!
Sabed lo que es padecer,
'ues sabes lo que es amar.
ólo aquel que sabe amar 336
'odrá dolerse de mí,
Considerándome solo EN UN RETIRO BIEN MIÓ
l separado de tí.
En un retiro, bien mío,
Por mis desdichas me ausento;
334 Y me ocupo en escribirte,
DESDE AQUÍ TE ENVIÓ UN BESO Ya que verte no merezco.

)esde aquí te envío un beso, La pluma será el dolor,


C ansio que llegue a tí, Que mi pecho va rasgando,
Para que estando a tu lado, El secretario mi amor,
STunca te olvides de mí. Para que vaya copiando.

31 te dirá que estoy triste, Las lágrimas de mis ojos,


Sin consuelo en mi dolor, Que por vos voy derramando,
Marchitas las ilusiones Será la tinta con qué,
Como deshojada flor. Las letras iré formando.

Te dirá que el cruel destino, Los renglones son las noches


Me ha condenado a llorar, Que por vos me he desvelado,
Más, mis penas y alegrías En sólo considerar
No te quisiera contar. Las penas que estoy pasando.

Cantando paso los días, El papel será la pena


Cantando sé suspirar, En que iré representando,
Cantando mi triste vida, A tan altiva hermosura,
Quisiera al cielo volar. Sin escribir ningún blanco.
(333) Del C. M. A.
(334) Me fué dictado en "Pampa Grande", Guachipas, por Don Manuel E.
Toscano; en 1930.
(335) Dictado por Don Manuel E. Toscano en "Pampa Grande", Guachipas,
en 1930.
(336) Del C. M. A.
204 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

337 Tú que bañas las benditas


REGALADA PRENDA MÍA Riberas donde nací,
Los sitios donde la vi,
Regalada, prenda mía, Tan pura, radiante y bella,
Buena, sin novedad se halle. Responde si piensa en mí,
Con la salud que deseo, Como estoy pensando en ella.
Pido al cielo que la guarde,
Hermosa aurora, belleza, i Nubes, que en blancos celajes,
Deidad, jardín peregrino, Bordas el azul del cielo,
A vuestro cielo divino, Cual ave que alza su vuelo
Esta carta con cordura, Sobre el inmenso paisaje!
La remito a su hermosura Decidme si en vuestro viaje,
En este dichoso día, Lejos, muy lejos de aquí,
Para que con alegría, Llegasteis a verla, di,
Pueda saber si está buena, Si estará radiante y bella,
Hermosísima azucena, Si estará pensando en mí,
Regalada, prenda mía. Como estoy pensando en ella.

De mi amor recibirá ¡Sol, espléndido y radiante,


Secretísimas memorias, En la ancha esfera sujeto!
Y dándole las notorias, No te pregunto el secreto
Del mucho amor que en mí vive, De tu esplendor rutilante,
Yo le pido, si me escribe, Ni por qué nubes distantes
Tiñen de ópalo y rubí,
Pero, perdóname si,
No me dé su resplandor, Te pregunto en mi querella
Si he de gozar de su amor, Si estará pensando en mí,
Buena, sin novedad se halle. Como estoy pensando en ella.
Sepa, mi princesa amada, ¡Luna, brillante topacio!
Que yo servirla prefiero, Que cual nebuloso tul
Y que ser Bu amante quiero, Bañas la techumbre azul
Es verdad muy declarada, En las salas del espacio,
Ahí lo verá, prenda amada, Si se fijaron despacio
Sin el más mínimo alarde. Sus bellos ojos en tí,
Su respuesta no sea tarde, Díme si la viste y sí
Hermosísima deidad, Estaba doliente y bella,
Que yo de mi voluntad, Si estará pensando en mí
Pido al cielo que la guarde. Como estoy pensando en ella.
Quiero saber, prenda amada,
Si he de ser merecedor ¡Brisa, que acaso pasando
De su cariño un deudor, Jugastes con sus cabellos!
En mis amores triunfante, Besando su blanco cuello
He de ser su fiel amante. Su mejilla acariciando,
Y si luego suspirando,
Te fuístes lejos de aquí,
338 O si lo mismo que allí
Pasaste sin dejar huella,
. MAR INMENSO QUE TE AGITAS
Responde si piensa en mí,
¡Mar inmenso que te agitas, Como estoy pensando en ella.
Sobre tu lecho de arena!
Y ahora en bonanza plena, \ Sol, estrellas, mar y viento,
Tus olas no precipitas, Brisa y nubes, ayúdame!

(337) Dictado por el Sr. Ezequiel Alemán.


(338) Del cuaderno del Sr. Matorras. — Cancionero de Jujuy, N» 30.
• AN CI ON E h 0 POPULAR DE SALTA 205

l en vuestro idioma contadme Decime si estando ausente,


5i es mío su pensamj en t 0 De mi amor ya se olvidó,
li es igual su sentimiento O si su amor es ardiente
i. aquel que mi pech^ hiere, Lo mismo que la amo yo.
{ si es que su amor brefiere
^ la dicha que perdió,
tesponde si ella me q u iere 339
JO mismo que la amo y0,
MUCHO ME ACUERDO DE TI
Mucho me acuerdo de u,
338 - a Mucho lloro por tu ausencia,
SOL ESPLENDIDO Y BRILLANTE Tú no te acuerdas de mí,
¡Mira la correspondencia!
Sol, espléndido y brillante,
in la ancha esfera sujeto! Me acuerdo de los enojos
*ío te pregunto el secreto Que sin causa me fingías,
)e tu esplendor rutilante, También de las alegrías,
tfi por qué nube distante, Que me brindaban tus ojos.
Tiñe de ópalo y rubí, Me acuerdo de los sonrojos
Pero perdóname, sí, Que por tu amor padecí,
Te pregunto en mis querellas, También me acuerdo que vi,
Si estará pensando e.i mí Tus mejillas como rosas,
Zomo estoy pensando en ella. Y por todas estas cosas,
Mucho me acuerdo de tí.
'Luna, brillante topacio,
Que cual nebuloso tul, ¿Quién venciera ese embarazo,
Cruzas la techumbre azul Dulce amada, prenda mía?
De las Balas del espacio! ¿Quién me viera noche y día
¿Si se fijarán despatio Encadenado a tus brazos?
Sus bellos ojos en m¡? ¿Quién dirigiera mis pasos
Y ai la miraste di, A tu celestial presencia?
Si estaba doliente y bella, Pero veo en mis dolencias
Responde si piensa en mí Que alcanzar esto no es dable,
Como estoy pensando en ella. Y con un llanto incansable,
Mucho lloro por tu ausencia.
¡Brisa, que acaso pasando,
Jugastes con sus cabellos! Cada vez que me levanto,
Tú que besaste su cuello, Si es que alguna vez me acuesto,
Su mejilla acariciando, Me parece que molesto,
Y que después, suspirando, A las aves con mi llanto.
Lejos, muy lejos de mí, Otro que padezca tanto,
O si lo mismo que aquí En mi vida, conocí,
Pasaste sin dejar huella, Yo estoy haciendo por tí,
Responde si piensa en mí De mis lágrimas un lago,
Como estoy pensando en ella. Y ahora por darme mal pago,
Tú no te acuerdas de mí.
¡Sol ; luna, mar y viento!
¡Oh, loche y luna, ayúdame! En tan grande desventura
Y de mi dueña contame Me iré para otra campaña,
Si es mío su pensamiento, Y entre lóbregas montañas,
Si es igual su sentimiento Cavaré mi sepultura;
A a.: ol que mi pecho siente, Porque la muerte me apura

(338-a) Dictado por la Sra. Ercilia C. de Falcón, en la Ciudad, en 1928.


i 139) Del cuaderno del Sr. Matorras.
206 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

Con tan terrible violencia, Los gustos ya para mí,


Que digo con evidencia, Sin remedio se acabaron,
Que me muero por tu amor, Ya los placeres faltaron,
Y me pagas con rigor, Mi bien, desde que os perdí.
¡Mira la correspondencia! Ya no seré lo que fui,
Que el placer no lo consiente,
Y pues, hallo solamente,
339 - a Algún alivio en llorar,
QUIEN VENCIERA ESTE EMBARAZO Para templar el pesar,
¡Ojos, rasgad la corriente!
¿Quién venciera este embarazo,
Dulce amada, prenda mía? Sólo por tu vista anhelo,
¿Quién se hallare noche y día Prenda querida del alma,
Encanenado en tus brazos? Y como en mi amor no hay calma,
¿Quién dirigiera sus pasos Es incesante el desvelo.
A tu graciosa presencia? Sin tí, no tengo consuelo
Pero viendo en tu indolencia, Que minore mi aflicción,
Que alcanzar esto no es dable, Todos sin tu vista son,
Con un llanto incomparable Motivos de gran quebranto.
Mucho lloro por tu ausencia. Y así, ojos, seguid el llanto,
Llorad sin intermisión.
Tempranito me levanto, Quien no goza el bien que adora,
Si es que alguna vez me acuesto; ¡Qué gusto puede tener!
Me parece que molesto ¡Ni cómo puede caber
A las aves con mi llanto. En quien siempre gime y llora!
Otro que te quiera tanto, De asiento la pena, mora
En mi vida, conocí. En mi triste corazón,
Yo estoy haciendo por tí Y supuesto que ocasión
De mis lágrimas un lago, No logro de estar contigo,
Y tú por darme un mal pago, ¡ Ojos, sabed que yo os digo:
Ya no te acuerdas de mí. Llorad que tenéis razón.

Por mi grande desventura, No quiero divertimientos


Me iré para otras campañas, Que entretengan mis pesares,
Entre lóbregas montañas, Háganse mis ojos mares,
Cavaré mi sepultura, Aumentaré el sentimiento.
Pues ya la muerte me apura, ¡Afuera, afuera contento!
Con tan terrible violencia, Sea el dolor permanente,
Te digo con evidencia, Y pues, hallo solamente,
Que si muero por tu amor, La pena dentro mi pecho,
No me trates con rigor, El gusto fuera mal hecho,
Que esa no es correspondencia. Pues está tu dueño ausente.

340 341
OJOS RASGAD LA CORRIENTE POR MEDIO DE ESTE PAPEL
¡Ojos, rasgad la corriente, Por medio de este papel,
Llorad sin intermisión, Quiero mis quejas enviarte,
Llorad que tenéis razón, Pero más quisiera hablarte
Pues está tu dueño ausente! Para decirte más bien.

(339 - a) Dictado por Don Nicanor Diez, en "Pucará", en 1928.


(340) Del C. M. A.
(341) Esta glosa me fué dictada pe r Dn. Tristán Pérez, en Cerrillos.
JANCIONEj?n POPULAR DE SALTA 207

>ío esperaba de tu amor Triste me pongo a pensar


Tan mala correspondencia, Lo que tendré que sufrir,
i Por qué con tanta inclemencia Y que tengo que partir
'agastes a mi pasión? Por obligación forzosa
Juando más constante yo
Te guardé un afecto fiel, Pensando en el porvenir.
Tú me pagaste, está bien,
3on ingratitud y mudanza, Yo, que tendré que ausentarme,
Yo te hago ver tu inconstancia Y que dejaré de verte,
Por medio de este papel. Así lo quiere mi suerte,
Más no puedo consolarme.
Con la espada del rigor Sé que es triste el separarme
Cmpuñada en vuestra mano, De quien adoro constante,
üomo verdugo tirano, Porque no tendré un instante,
Pagaste a mi corazón. DÉ placer y de alegría,
Qué penetrante dolor Amargos serán los días
Para un corazón amante! Al verme de tí distante.
Que por ser fino y constant?,
Tan mal pago he recibida, En esta separación
Pero con tiernos suspiros, Nunca me veré contento,
Quiero mis quejas enviarte. Mucho será el sufrimiento,
De mi triste corazón.
Por sobre escrito te mando No sé si este mi dolor
Una pintura sangrienta, Podrá tener resistencia,
Donde una flecha violenta Para sufrir la inclemencia,
Parte a parte está pasando, De mi amargo padecer,
Con- qué impiedad penetrando, Cuando no te puedo ver,
A quien de tanto llorarte, Dueña mía, en mi presencia.
No se cansó de esperarte,
Ni pudo echarte en olvido, En fin, con amarga pena
Por fin, siquiera te escribo, Llega el momento fatal,
Aunque más quisiera, hablarte. Que me tengo que ausentar,
Por fin, dejo tu mal pago, Para muy lejanas tierras.
En el rincón del olvido, En mi corazón se encierra,
Mi amor se ha comprometido El dolor el más profundo,
En no olvidarse lo amado, Pero mi amor sin segundo,
No porque te hayas trocado, No te olvidará un instante,
Me hallo de otro parecer. Y siempre fiel y constante,
Tu servidor he de ser, T' hi de amar en este mundo.
Entre mi melancolía,
¡Pudiera verte algún día! 343
Para decirte más bien. QUE BONITO ME CANTABA
342 ¡Qué bonito me cantaba
La palomita en su nido,
QUE AUSENCIA TAN CRUEL SERA Abriendo el pico y las alas,
¡Qué ausencia tan cruel, será Como si hablara conmigo!
La que tendré que sentir,
Al verme lejos de tí, En la jaula de mi pecho,
Cuando no te pueda hablar! Donde cautiva se hallaba,

(342) Del cuaderno del Sr. Matorras.


(343) De la libreta de cantos de Don Ernesto Isasmendi. — La cuarteta ini-
cial es popular en el Ecuador:
¡Ay, que triste que lloraba abriendo el pico y las alas,
mi palomita en su nido, como si hablara conmigo.
L. M., 147-6.
208 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

Con halagüeños acentos, Recibirá de mi mano


¡Qué bonito me cantaba! Mi dueña muy apreciada,
Esta carta mal trazada,
Sin calmar en su canción, Que me dicta mi fortuna,
Por no verme sumergido, La que sin prédida alguna,
Estaba fiel y constante Mi corazón te la envía,
La palomita en su nido. Deseando que llegue el día
Que en tus brazos me he de ver,
Para elevarme a su trono, Lleno de gusto y placer,
Me formó tales escalas, Regal/tda, prenda mía.
Y gustosa me llamaba,
Abriendo el pico y las alas.
Yo deseo, dueña amada,
Que te halles sin novedad,
Más, ¡ay, triste, desgraciado,
Pues ausente de ella vivo! Con toda felicidad,
Y ahora, entusiasmada canta, Y de Dios acompañada,
Como si hablara conmigo. Que tu dicha sea colmada
Sin que un momento desmaye,
344 Que las penas de este valle
No sufras, cielo adorado,
QUE TRISTE LLORO MIS MALES Y cuando llegue a tu lado,
Buena, sin novedad te halle.
¡Qué triste lloro mis males
De mi lastimado pecho!
Lejos del bien que idolatro, Ahí te mando el corazón,
En llanto vivo deshecho. En seña de voluntad,
Pagando con igualdad,
Ya yo no conozco el gusto, Las finezas de tu amor,
Porque todos son pesares, En mi pecho guardador,
Con la ausencia de mi bien, Del mucho amor que poseo,
Qué triste lloro mis males. Pues cuando yo no te veo,
Todo se me va en llorar,
Sin tener a quién quejarme, Al creer que no te he de hallar
Entre congojas deshecho, Con la salud que seo.
Lamento la desventura,
De mi lastimado pecho.
Ya que mi desgracia ha sido
Con ausencia tan penosa, Que nos hallemos distantes,
Soy de la muerte el retrato; Te suplico como amante,
¿Cómo es posible vivir Que no me eches en olvido,
Lejos del bien que idolatro? Porque tuyo siempre he sido,
Y en mi pecho un fogón arde,
Tomo por alivio el sueño, A mí no hay qué me acobarde,
Te busco en mi triste lecho, Ningún rigor ni tormento,
Sabiendo que estás ausente, Y amante a cada momento,
En llanto vivo deshecho. Pido al cielo que te guarde.

345 346
REGALADA PRENDA MÍA SEÑORA DE MI ALTO APRECIO
Regalada, prenda mía, Señora, de mi alto aprecio,
Buena, sin novedad te halle, Sea en sus manos esta letra,
Con la salud que deseo, Goze Vd. por muchos años
Pido al cielo que te guarde. De una salud muy completa.

(344) Del C. M. A.
(345) Del cuaderno de Don Ventura Sarmiento.
(346) Del cuaderno del Sr. Matorras.
ANC ION E RO POPULAR DE SALTA 209

;udar a su persona Cuando veas esta sombrita,


é mi mayor interés, Imagen fiel de tu amante,
?rando por esta vez, Ella te hablará constante,
que se me proporciona, De aquel que fué tu vidita.
i mi muy sencillo idioma,
hablaré con embeleso, Te recordará un lugar,
¡ si cometo un exceso En una tarde sombría,
i hablar en su presencia, Cuando lágrimas vertía,
úmule con prudencia, Viéndote también llorar.
íora, de mi alto aprecio.
Entre tus brazos, allí
en los vergeles hallara Mis lágrimas derramaba,
a variedad de flores, Y tú conmigo llorabas
giendo las mejores Al verme llorar por tí.
Vd. se las presentara,
ra que así disfrutara Testigo de mi dolor
una salud más completa, Es un grupo de arbolitos,
ien la ama y quien la respeta Donde lloramos juntitos,
n constancia y buena fe, Nuestra pena, nuestro amor.
halla deseando de que
i en sus manos esta letra. Allí iré a llorar mi suerte,
En viéndome desgraciado,
prosperando me viera, Allí iré por tí olvidado,
i las alturas del sol, A Dios, pidiendo la muerte.
tyos de mi fino amor
ira Vd. le dirigiera. Por si acaban nuestras glorias,
si presente estuviera, Causa de tu pecho ingrato,
íal pastor en su rebaño, Te dejaré mi retrato,
is preceptos soberanos, Como pequeña memoria.
ira mí son respetables,
de altas felicidades, 348
>ce Vd. por muchos años.
SOY AMANTE DESGRACIADO
n este feliz momento, Soy amante desgraciado,
ue tengo de saludarla, No tengo ningún consuelo,
eseo siempre encontrarla, Que mitigue mi dolor,
imo hoy, llena de contento, Y vivo clamando al cielo.
ie jamás el sufrimiento
a su dicha se entrometa, Mi cerebro se entorpece
ue su alma siempre repleta, Cuando lejos pienso en tí,
e alegría encantadora, ¿Qué puedo yo merecer?
oce, estimada señora, ¡Ay, infeliz, ay, de mí!
e una salud muy completa.
Jamás encuentro consuelo,
347 Sufriendo de noche y día,
¿Qué gusto puedo tener
SI ALGUNA VEZ VIDA MÍA Lejos de tí, vida mía?

i alguna vez, vida mía, Nunca alejarme podré


erminasen nuestras glorias, De tu lado, prenda amada,
o quedando ni la historia Viviré en tu compañía,
*e nuestro amor algún día. Si hallo en tu pecho posada.

(347) Del cuaderno del Sr. Matorras.


(348) Del cuaderno del Sr. Matorras.
14
210 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

349 350
TAN ARDIENTE ES LA PASIÓN TAN LEJOS QUE ESTOY DE TI

Tan ardiente es la pasión ¡Tan lejos que estoy de tí!


Que se ha grabado en mi alma, Mi bien, ¿cuándo te veré?
Que siento perder la calma, Pero no te he de olvidar.
En mi triste corazón. Aunque más lejos esté.
La culpa tiene el amor,
Que en mi pecho se ha grabado, Hasta el fin he de ser fiel;
Que si no soy desairado, Si a tu presencia no voy,
Cuando mi pasión es tanta, Es porque todavía estoy
De rodillas a tus plantas Metido en este cuartel,
Me tendrás enamorado. ¡Qué separación tan cruel!
¡Ay, infeliz, ay de mí!
No me llames lisonjero Desde que te conocí
Al pintarte mi pasión, Todo es padecimiento,
Porque es fiel mi corazón, ¿Cómo viviré contento,
Y mi amor es verdadero. Tan lejos que estoy de tí?
De veras te amo y te quiero,
Te lo juro con lealtad, No hemos de desconocernos,
Y si esa tu voluntad Aunque sea larga mi ausencia,
Correspondiese a la mía, No habiendo en ti diferencia,
A tu lado viviría, Aunque tardemos en vernos.
Lleno de felicidad. Aún cuando sean muy tiernos,
Los ayes que yo daré,
Cuanto más suspiraré,
No me trates de atrevido, Por verte una vez siquiera,
Al recibir la presente, Solamente que muriera,
Si un cariño tan ardiente, Mi bien, ya no te veré.
Ocultarte no he podido,
Si por un tiempo he vivido,
Silenciando mi pasión, Yo te dirijo esta letra,
Temeroso el corazón, Ya que vernos no podemos,
Al recibir un desaire, Algún día gozaremos,
Porque siempre fué cobarde De una libertad completa.
El más verdadero amor. Tú sabes qué me sujeta
En este triste lugar,
Cuando yo te quiero hablar,
Pero ai fin, hoy es forzoso,
La libertad no consigo,
Mi cariño declararte, Por esto no estoy contigo,
Y con ansia suplicarte, Pero no te he de olvidar.
Quieras hacerme dichoso.
Porque eres el astro hermoso,
Que mi ser recuerda siempre, Yo no pierdo la esperanza,
Y si eres condescendiente, Cielo, de volverte a ver,
A mi cariño profundo, Si Dios no me envía la muerte,
Como nadie en este mundo, En mi amor no habrá mudanza.
Te amaré constantemente. No tengas la desconfianza,

(349) Del cuaderno del Sr. Pedro P. Padilla.


(350) Del cuaderno del Sr. Matorras.
AN C ION E RO POPULAR DE SALTA 211

. bien, no te olvidaré, 352


más desconoceré,
obsequio recibido, VOY A LLORAR MI FORTUNA
te he de echar en olvido Voy a llorar mi fortuna,
nque más lejos esté. Por una triste inclemencia,
Ausente de tu presencia,
351 Cuando al reloj da la una,
^OMO LA PLUMA EN MI MANO A las dos, con pena alguna,
Pesares en mí se ven,
>mo la pluma en mi mano En un continuo desdén,
te escribo este papel, Me da pena de no verte,
ira que sepas por él, A las tres lloro mi suerte,
ia mía, cuánto te amo. Ausente de tí, mi bien.
Dios poderoso clamo
} dé lo que tanto anhelo, Dan las cuatro en el reloj ,
si en triste desconsuelo, De las potencias del alma,
) dejas a quien te adora, Queda mi pecho sin calma,
ntéstame sin demora, Viéndome ausente de vos.
>ecidme: mi alma, te quiero! A las cinco, pena atroz,
En tí, cielo, estoy pensando;
tte papel, alma mía, Cuando las seis están dando,
en claro te lo dirá, Puedes creerlo con anhelo,
le con confianza y lealtad, Que a costa de mi desvelo
s adoro, prenda querida, Las horas estoy pasando.
tra mí no hay alegría, •
i momento de reposo, Dan las siete, terrible hora,
31o podré ser dichoso, Para un infeliz amante,
después de amarte tanto, Cuando se encuentra distante
udiera enjugar mi llanto, De la prenda que uno adora.
i tus brazos amorosos. A las ocho me devora
Una gran melancolía,
jedes leer con atención, Y el amor que me porfía
) que dice este papel, En un continuo desdén.
jrque lo que digo en él,
> ha dictado el corazón,
inguna mala intención 353
e guía en este momento,
I más puro sentimiento, VUELA PAPEL VENTUROSO
e anima a manifestarte, ¡Vuela, papel venturoso
.i cariño, y suplicarte A ver mi querida prenda!
e des tu consentimiento. Y dile que ausente de ella,
Para mí todo es tormento,
n fin, hermosa, te pido, Dile que estoy sin aliento,
le contestes sin tardanza, Con tan terrible desvelo,
i he de tener esperanza, Y dile que vivo ajeno,
»e verme correspondido. Sin saber cómo le va,
i no está comprometido Papel, así le dirás
u corazón, vida mía, A la prenda que te ordeno.
íada entonces se opondría,
i nuestra felicidad, A la prenda que te ordeno,
.vísame por piedad Irás con toda atención;
i he ser tuyo algún día. También le dirás que yo,

(351) Del cuaderno del Sr. Matorras.


(352) Del cuaderno del Sr. Pedro P. Padilla.
(353) Dictado por la Sra. Ercilia C. de Falcón, en la ciudad, en 1928.
tncionero de Catamarca, N' 63.
212 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

Por su ausencia triste lloro; Luego que con ella hables,


Me le dirás que yo ignoro, Papel, te puedes venir,
La vida que está pasando, Y dile que he de vivir,
Deseo que esté gozando, Con ella en el pensamiento,
Con toda felicidad, Obsérvale el movimiento,
¡Papel, así le dirás, Y lo que esté conversando,
Como te estoy explicando! Vé si te está despreciando

Canciones sobre el tema, del papel, del suspiro o del mensajero, enviado a la
dueña, han escrito en el siglo XV, muchos poetas. Algunas de estas canciones son
parecidas a las nuestras; como la ya citada en el Cancionero de Catama/rca, N« 63,
parecida a una de Jorge Manrique. — Juan Alvarez Gato, también del siglo XV, ha
escrito esta canción sobre el tema:
Pues no sufren mis porfías Y, coplas tristes, llorosas,
ni callar ni dezir nada, hechas con tanto dolor,
sed vos, tristes coplas mías, sy os hallardes tan dichosas
mensajero y embaxada. que llegues a su poder,
Y corre, llega temprano, deszilde lo que sentistes
que aunque no sepays dos guio, de mis secretas pasiones;
plazera a Dios soberano, pues que vedes que os hezistea
y quicás de mano en mano con muchas lágrimas tristes
llegares a dos enbio. que borran vuestros renglones.
Cancionero Castellano del S. XV. Tomo I, N* 80.
En el Cancionero General, de Hernando del Castillo, hay una canción de Cos-
tana (N* 134, pág. 325, Tomo 1») que trata del mismo tema. En lugar del men-
sajero es la copla la que va en busca de su dueña.
Id vos, coplas d'amargura, "Señora, quando partí,
en quien yo mi mal profundo con más passiones le vi
escriuo, y mi gran tristura, que letras conmigo trayo.
Contando mis desauentura,
Id, señoras, por el mundo; Y si dixere "¿Por qué?"
y sofrid qualquier tormenta dirás que por su desseo;
yendo con este concierto qu'en pensar que m'aparté
que lleuays, do mirar no la podré
hasta llegar a quien sienta mil muertes morir me veo.
el dolor de mi, que muerto Y si dize "No so yo
me deseays. quien le da penas tan tristes",
Tú dirás: "El me juró
y lleuad con vos por guía que ninguna le prendió
mi desigual afición, después que vos lo prendistes".
mis seruicios, mis porfías,
las vanas congoxas mías, Si te preguntare más:
las fuercas de mi passión; "¿Su querer es qual solía?"
y mi mal y desentura, Aquí le responderás:
y el tormento que me vino "Señora, siempre jamás
sin buscalle, en su firmeza porfía;
y mi pena y mi tristura, y donde quiera qu'está
C'os mostrarán el camino En vos piensa, y en vos mira
sin erralle. Quando viene y quando v á :
tan bien acá como allá
se quexa, muere y sospira
CARTA SUYA
Que embió a su amiga y habla Desque digas el tormento
con la carta. Tan amargo en que me dexas,
remira con ojo atento
Anda vé con diligencia, cómo haze sentimiento
triste papel, do te mando, de mis angustias y quexas:
y llega con reuerencia y mira si se entristese
ante la gentil presencia si pierde o cobra color;
de quien quedo contemplando. y mira si te ahórrese
Si preguntare por mi, y mira si mengua o cresce
responderás con desmayo: en su gesto la color.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 213

) te m u e s t r a buenos modos, Lleno de melancolía,


' a r a que me cuentes todo, Trayendo en t u compañía
r
olvete, papel volando. Una g r a n pena terrible,
P a r a mí será sensible,
'i acaso la prenda mía, Ver mi suerte en tal estado,
face desprecios de tí, Diré que soy desgraciado,
•apel, te puedes venir, Papel, s i no te recibe.

i* mira si te rescibe Fin.


con desdén o afición, Mira si tiene plazer
f mira bien si concibe mira sus tristes enojos,
el daño de quien t'escriue y mira por conoscer
amorossa compassion: su querer y no querer
mira si huye de ti, en lo que miran sus ojos:
si te vee, si te oluida; y mira bien en quexar
mira si haze de si, lo que de mi daño sea;
v mira sepas contar
después qu' de ella ártí lo que podistes mirar
mudenca con la partida. cuando con ella me vea.
(Cancionero General, de Hernando del Castillo, N» 138).
Hay también en el mismo Cancionero General, de Hernando del Castillo "Una
-arta a su amiga", de Costana, cuyo principio es: '
Anda, dichoso papel,
é lleva mis tristes quexas

N« 132.
e] Cancionero de Barbieri, N« 99, hay una canción semejante.
SENTENCIOSAS Y MORALES
354 - a
AL TIEMPO DOV D™> T P C T I C O A L TIEMPO DOY POR TESTIGO

11 tiempo doy por testigo, Al tiempo doy por testigo,


lunque no soy, puedo ser, Aunque no soy, puedo ser,
Suelvan mis penas en glorias Vuelvan mis penas en gloria,
f mi disgusto en placer. Y mi tormmto en placer.

J& planta inter no se seca, La rama inter no se seca,


\unque sin hojas se vé, Aunque sin hojas se vé,
Vuelve a ser lo que antes fué, Puede volver a su ser,
3i el hielo no la penetra. Si el hielo no le penetra;
A.unque su verdor la trusc a> ínter su verdor no seca,
dándole nuevo cultivó Produce más a lo vivo,
Florece y crece a lo v ivo, Dándole nuevo cultivo,
Nacen sus frutos por s í ( Florece y da fruto en sí,
Esto se ha de ver ei! m í Esto se ha de ver en mí,
Al tiempo doy por testigo. Al tiempo doy por testigo.
El jardín más primoroso, El jardín más primoroso
Suele perder sus colees, Llega a perder su color,
En cortándole las flores, Que secándose la flor,
Se queda triste y p&noso, Se queda triste y penoso.
Así el tiempo ventu r0 so Más, el tiempo generoso,
Hace que vuelva a s u s e r, Lo hace que vuelva a su ser,
Volviéndole a recogb r( Haciéndole recoger
Flores que de antes, perdió, Las flores que antes perdió.
Así me contemplo yo, A sí me contemplo yo,
Aunque no soy, pu(¡do ser. Aunque no soy, puedo ser.
El mar, baja mengua y crece,
Los astros del cielo mudan, El mar crece, mengua y baja,
¿Por qué, pues, poner en duda Los astros del cielo mudan,
De lo que el tiempo me ofrece? Luego ¿por qué tienes duda
Lo que sí, mi alma padece De lo que el tiempo te ofrece?
Por sus dichas y victorias, También el mar se enfurece,
Siempre traigo a la memoria De ver su gloria notoria,
Que el mundo da muchas vueltas. Y mantengo en la memoria,
Puede ser que en una de éstas, Que el mundo da muchas vueltas,
Vuelvan mis penas en gloria. Pueda ser que en una de estas,
Vuelvan mis penas en gloria.
El más alto pensamiento
De su esfera bajará,
El mío se subirá, 355
Grada, grada, hasta su asiento.
Pues así yo lo presiento, A MI ME LLEVO UN AMIGO
Y es caso que se ha de ver,
Cesará mi padecer, A mí me llevó un amigo
Volverá la dicha mía, A casa de la que amaba,
Mi tormento en alegría, Yo, como amigo traidor,
Y mi disgusto en placer. Me le quedé con su dama.

(354) Del cuaderno del Sr. Matorras. — Cancionero de Catamarca, N° 98.


(354-a) Dictada por Don Simeón Soto.
(355) Del cuaderno del Sr. Matorras.
218 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

Primero ríe preguntó Amor, es sueño mental


Si yo era amigo legal, Y es frenesí y es locura,
Le dije: —soy tan cabal, Y su estrago tanto apura,
Que en nada faltaré yo; Cuando más se cura el mal.
Pues él de mí se confió,
Marchó a la casa conmigo; Amor, si a unos favorece,
Yo mismo le di el castigo, A otros vuelve desgraciado;
Lo hice separar violento, Es un mal tan estimado,
Pensando vivir contento, Que aunque mata se apetece.
A mí me llevó un amigo.
Amor, sólo muerte ofrece,
Ya no hay amigo constante, Y de su hacer homicida,
Por mí saco el deshechado, Al pensar curar su herida,
Porque lo puse trocado Tanto más su herida crece.
A mi amigo en un instante,
Lo hice que no fuera amante
De la prenda que adoraba, 357
Pues que tanto me encargaba, ANTES ERA MUY QUERIDO
Que en la suya no me aciegue,
Hasta lo hice que no llegue, Antes era muy querido,
A casa de la que amaba. Antes era prenda amada,
Hoy como me ven sin nada,
Ya no hay que poner esmero, Ya no soy tan distinguido.
Es un amigo con fama, Ahora que me ven caído,
Qué le ha de quitar la dama Ya me llenan de bajeza,
Ese amigo traicionero. Ya no hay amor ni firmeza,
No vi que era compañero Ya no hay cariño ni halago,
Para fingirle traición, Para verse despreciado,
Y en la primera ocasión, No hay como la pobreza.
Aproveché BU descuido,
Le soplé su bien querido, Antes de encontrarme así,
Yo, como amigo traidor. Amigos y camaradas,
Empezó a tener recelos, Me guardaban las espaldas,
Y la culpaba conmigo, Y hoy todos huyen de mí,
Y creyéndose ofendido, Justo es de que hagan así,
Dieron principio los celos. Pues notan mi mala suerte,
Yo calmé su desconsuelo, Más bien quisiera la muerte,
Lo hice volver a la calma, A sufrir tanto desdén,
Y estando tranquila su alma, Hoy nadie me quiere el bien
Por pruebas que yo le di, Porque en pobreza me advierten.
Cuando engañado lo vi,
Me le quedé con su dama. Pueden llegar casos tales
Que se acaben mis tormentos,
Así ha de llegar el tiempo,
356 Que valga el que menos vale,
Mis amigos y parciales,
AMOR, FALSO Y DESIGUAL Son distinguidos amantes,
¡Amor, falso y desigual, Estoy viendo cada instante,
Que entre el placer y la pena Que mi presencia es veneno,
Todos sufren tu cadena! Todos me miran en menos,
¡Amor, veneno mortal! Sólo yo soy el constante.

(356) Del cuaderno de Don Ventura Sarmiento.


En el Cancionero de Barbieri, N' 71, hay una canción semejante. Otra en el
No 248.
(357) Del cuaderno del Sr. Matorras.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 219

31aro, debo conocer, Están en revolución.


)ue mi suerte se acabó, ¡Qué pena, qué confusión
iólo me he quedado yo El ver que en tanta crueldad,
Sn un triste padecer; Se pagan de la maldad,
loy debo reconocer, Y que nos vamos matando!
i hacer vida nuevamente, Por lo que estamos pasando
Jorque miro en lo presente Guerras sin necesidad.
Hi suerte tan infeliz,
lúe sólo puedo decir: Las naciones han venido
Bien haya mi mala suerte! Como dicen, a ilustrar,
Y a mi modo de pensar,
Nos dan golpe de sentido,
358 Ellos han enriquecido
A QUE TIEMPO HEMOS LLEGADO Con lo mucho que han robado,
En esqueleto han dejado
"A qué tiempo hemos llegado, A todo este continente,
Oe tanta calamidad, Sólo un orgullo indecente
Guerra sin necesidad Es lo que nos ha quedado.
Es lo que nos ha quedado!

Los pueblos en desunión 359


Unos con otros están, A UN LINDO JARDÍN DENTRE
Y a pasos contados van,
Buscando su desunión. A un lindo jardín dentré,
Los infieles, la ocasión A donde vide una flor;
De hacer el mal han buscado, Que robó mi corazón.
Ellos han muerto, han robado, Viene el señor hortelano
Nosotros tan afligidos, Muy fuerte y enfurecido,
Decimos despavoridos: ¿Con qué licencia ha venido
¡A qué tiempo hemos llegado! A mi jardín tan temprano?
—No he venido con mal fin.
Ya no hay lealtad en el amigo, Como mis penas son tantas,
Ya no hay hijo para el padre, Me hi venido a divertir.
Ni Se respeta a la madre, —¿Para qué cortar la planta
Pues con razones lo digo, Antes de cortar la flor?
Su sombra te ha de hacer falta
Y todo el mundo es testigo,
Cuando te fatigue el sol.
De que digo la verdad.
Ya no se encuentra lealtad,
Y ni en el pensamiento bueno, 360
Porque el país está lleno,
De tanta calamidad. BIEN HAIGA LO DESPAREJO
¡Bien haiga lo desparejo
Ya falta la religión, Del camino que yo he andado!
Y mucho más si quisieres, La culpa la tuve yo,
Los maridos, las mujeres, Por no haberlo emparejado.

(358) Del cuaderno del Sr. Matorras.


(359) Dictado por Don Ramón Lezcano, en "El Gramillal" (Anta), en 1931.
(360) Me fueron dictadas estas décimas de una glosa, en Yatasto, Metan, en
1928, por un chileno, llamado Manuel Julio Torres, de 56 años, la aprendió en Co-
quimbo (La Serena).
~sta trova tiene cierto parecido con la canción francesa: Le Juif Errant (El
Errante), que anónima la trae: Pierre Vrignault, en su Anthologie de la
Frangaise, París 1919, Pág. 237. — Una de las estrofas dice así:
Les montagn's, les coteaux;
verse les mers, Les plain's et íes vallons ,
itr's, les ruisseaux, Tous chemins me sont bons.
-ets, les deserta,
220 JUAN A L F O N S O C A R R I Z

Tiene el peregrino errante, El que fuera cazador


Que andar por toda nación, Y quiera lograr su tiro,
Hasta la consumación, Ponga los puntos al ave ,
Sin descansar un instante; Cuando esté echada en su nido.
Y por lugares distantes
Sin temer a ningún riesgo,
Ni cansancio, ni fatiga,
362
No le servirá aunque diga: CON MUCHA CURIOSIDAD
¡Bien haiga lo desparejo!
Con mucha curiosidad
Andará por serranías, A un sabio le pregunté,
Por montes y cordilleras, Que me dijera el por qué,
Sin temer ninguna fiera, En la mujer no hay lealtad.
Por terrible y por temida, Me respondió: con verdad,
Así pasará sus días, La mujer es inconstante,
El infeliz desgraciado; Y mal se funda un amante,
Pasará desesperado Que de la mujer se fía,
Como un fingido Caín, Porque de la noche al día,
Dirá: ¿cuándo tendrá fin Lo ha de dejar vacilante.
El camino que yo he andado?
La mujer es veleidosa,
No tiene sinceridad,
Ella le quita alevosa,
Al hombre la libertad.
361 Y cuando en la adversidad
CALANDRIA, ESTAS DIVERTIDA Lo llega a ver sumergido,
Más pronto lo echa en olvido,
¡Calandria, estás divertida Con la ingratitud más cruel,
En tus recreos y cantos, Porque la mujer no es fiel,
No se te convierta en llanto, Viéndolo al hombre abatido.
Los placeres de tu vida.
Me entregasteis, homicida, La que aparenta el amar
En manos de un atrevido. Con sus cariños y halagos,
Toma el alambre por fruto, En el pecho lleva el trago,
Donde el ave está dormida, Del mal pago que ha de dar.
Sin el riesgo de la vida, Y si acaso por fortuna,
Puedes tomarla sin susto, De mil hallases alguna,
Sin ayes y sin disgusto, Dijo el sabio, no te asombre,
Sin que te andes afanando, Que viendo abatido al hombre,
Como a mí me está pasando, Ya lo dejará a la luna.
Siendo un práctico entendido.
362 - a
Los cazadores de amantes,
También los enfurecidos, A UN SABIO LE PREGUNTE
Se valen de algún fingido,
Para lograr bien BU plan. A un sabio le pregunté,
No es tan fácil acertar Con mucha curiosidad,
Si está el ave en falsa rama. Que me dijera el por qué,
En la mujer no hay lealtad.
No será fácil su tiro, El sabio me contestó:
Vuela el ave con el ruido, —La mujer es veleidosa,
Desacredita su fama. Porque le quita, alevosa,

(361) Me fué dictada por Don Justo P. Alemán.


(362) Dictada por Don Manuel E. Toscano, "Pampa Grande", Guachipas.
(862 - a) Dictada por Don Tristán Pérez, Cerrillos.
A.NCION ER0 POPULAR DE SALTA

hombre la libertad, Por otro bien temporal.


'.uando en la a d v e r y ^ Mira, que si un animal,
llega a ver sumergi¿ 0 De aquellos que formó Dios,
punto lo echa en o.v{¿0 Y falta uno de los dos,
•que la mujer no e£; f¡ e i ( Llama por el compañero.
ndolo al hombre al )a tid 0> Así, cargando el madero,
Vivan unidos los dos.
363
CON PACIENCIA H A N HECHO 364
BIEN CRECE EL HOMBRE MALAMENTE
n paciencia han hecha bien, Crece el hombre malamente,
quieren servir a Dios, Arrastrando la cadena.
se traten con desdén, Por eso no causa pena,
van unidos los dos. Ver morir a un inocente.
casarse nada cuesta, Nace el niño abandonando
abajo es para vivir, De la madre, el vientre santo,
pesar de éste existir, Y principia su quebranto
) sé qué locura es esta, Que se queja largamente,
ro si algo les molesta Hasta en el seno caliente
> se miren con desdén, Le suspende la amargura,
¡henlé la culpa a quién Y así desde criatura,
lé causa del cautiverio, Crece el hombre malamente.
han de cargar el madero,
.'» paciencia han hecho bien. Crece y ágatas le dan,
Extraños padres y amigos,
quieres ganar el cielo, Si de frío pide abrigo,
reciso es que seas fiel, Nadie ofrece su gabán;
ue no seas mala mujgf Y si de hambre pide pan,
que aborrezcas lo& celos Del pobre nade se apena,
aé pueden ser tus desvelos, Hasta que su alma se llena,
s tu llanto más a1;roz, De clamar en vano al cielo,
sí un castigo velf)Z( Roba y mata y alza el vuelo,
apera de tu mariq 0) Arrastrando la cadena.
ue seas humilde t e pido,
Pasa en la cárcel sumido,
t quieres servir a Dios.
En hediondo calabozo,
Dentrando cuando era mozo,
a que el tiempo había llegado, Y saliendo envejecido.
jue se unan las voluntades, Sólo habiendo conseguido,
'ara que vivan iguales, Un reuma o una gangrena.
¡orno que ya se haii juntado.
Josas que Dios ha formado,
vio se pueden deshacer, Tal cual que su mente misma,
i/"enga el mal o venga el bien, Por eso no causa pena.
31 casamiento y mortaja
Como que del cielo baja, Bienvenido sea el ser,
No se traten con desdén. Que sólo deja en el mundo,
La existencia de un segundo,
¡Mira, marido leal! Cuando le toca nacer.
Si te aqueja alguna cosa, Ignorando el padecer,
No maltrates a tu esposa, Límpida y pura la frente,

(363) Del cuaderno del Sr. Matorras.


(364) Dictada en Yatasto, por el chileno Manuel Julio Torres.
222 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

Como cristal transparente, Día habrá que te has de hallar


Irá derecho a la Gloria. Rodiada de tus criaturas,
No es, pues, una triste historia, Y con lágrimas bien puras,
Ver morir a un inocente. Mis consejos recordar.
Entonces has de desear,
Despedida: Estar como hoy, solterita,
¡Viva el angelito, pues! Gozando con tu mamita,
Que con sus brillantes alas, De un cariño incomparable,
Ha subido las escalas, Entonces será ya tarde
Del palacio del Gran Juez. Si quieres considerar.
Irá donde no hay doblez
Ni dolores, ni mentiras, 366
Donde nunca se suspira,
Porque la pena no existe, EL AMOR ES UNA PLANTA
Por eso no es canto triste
El que un angelito inspira. El amor es una planta
Que nace del corazón,
365 Si la riegan con desprecio,
Se ha de secar, con razón.
DESPUÉS DE FELICITARTE
Después de felicitarte Siempre el amor va creciendo
Por la próxima ventura, Solamente con su ardor,
Por esa dicha futura, Con las ansias y el fulgor,
Que tú esperas con casarte, Va sus llamas esparciendo.
Un consejo voy a darte, Si de riego careciendo,
Sin contrariar tus afectos, Su crecer no se quebranta,
Porque no tengo derecho Por si mismo se adelanta,
De oponerme a tu intención, Y no deja de crecer,
Sólo te pido atención, Por esto es de comprender
Que te merezco respeto. Que el amor es una planta.

Antes que seas esposa Por mal que se halle regado,


Debes de considerar, No deja de ser frondoso,
Que inocente vas a entrar, El es siempre bondadoso,
En una senda escabrosa. Ningún tiempo lo ha secado.
Ignoras lo peligrosa Todos los que se han helado
Que la vida del casado, Llevan su buena intención,
Porque es un lazo sagrado, De volver su aparición,
Que jamás podrás romper, Con la pureza de un niño;
Esto debes precaver Busca el riego en el cariño,
Antes de tomar estado. Que nace del corazón.

Tú ignoras que el camino A toda planta al ponerla,


Que has de seguir con tu esposo, Aunque fuese en buen terreno,
Está sembrado de abrojos, Hay que cuidarla a lo menos,
Y no sabes tu destino. Sin descuidarse en regarla.
Tú deberás de continuo Cuando sea tiempo podarla,
Mis consejos recordar, Son cariño y mucho aprecio,
Que puede algún día llegar, Dándole el debido precio,
A ser tu esposo variable, Para aprovechar el fruto,
Entonces será ya tarde, No dará ningún producto
Si quieres refleccionar. Si la riegas con desprecio.

(365) Del cuaderno del Sr. Matorras. — Cancionero de Catwmarca, N» 113.


(366) Del cuaderno del Sr. Matorras.
AN CION E RO POPULAR DE SALTA 223

0 puede haber desconsuelo, Cual si fuera falto y necio,


51o gloria y alegría, Porque ya no vale nada.
1 con sus llamas podría
atisfacer un anhelo, El viejo es de suerte baja,
s un milagro del cielo, En la primera ocasión
ue viene en rara ocasión, Un muchachito maltón
scucha con atención, Le lleva doble ventaja,
ara tomar tus medidas, Porque el viejo ya rebaja,
i de regarla te olvidas, Aunque de antojo se muera.
e ha de secar, con razón. Por el interés pudiera
Que al viejo le hagan favor,
Pero respecto al amor,
367 Ya no hay mujer que lo quiera.
EL HOMBRE QUE LLEGA A VIEJO
368
l hombre que llega a viejo,
s como si se muriera, EL JARDINERO DE AMOR
orque ya no vale nada,
a no hay mujer que lo quiera. El jardinero de amor
Pone una planta y se vá,
.1 decaer su hermosura, Otro la riega y la goza,
e halla de veras trocado; ¿De cuál de los dos será?
a no es ni medio agraciado,
orque ya se desfigura, Al tribunal de Cupido
a pierde la dentadura, Apeló con afición
se parece a un conejo, Para aliviar su aflicción,
n vano mira su espejo, Un hortelano afligido,
e afeita, compone y sale, Que con ayes desmedidos,
ero así tampoco vale, Lamentaba su dolor.
l hombre 'que llega a viejo. Le dice: planté una flor
Con amores de mi pecho,
a no le tienen afecto, Y hoy alegan el derecho
no están las puertas francas, Al jardinero de amor.
'or esas sus barbas blancas,
a les parece defecto, Cupido como letrado,
ya lo ven imperfecto, Reparó en el demandante,
a no es quien antes era, —Algo tuvo de inconstante
1 amor le sale afuera, Pero más de apasionado.
s porque ya no lo aceptan, Contemplo que al desgraciado
in diente & todas aventa, La peor parte se le dá,
'a es como si se muriera. Pero bien empleado está
Porque es razón conocida
toditas las buenasmozas, Como una cosa perdida,
\1 viejo no lo saludan, Pone la planta y se vá.
Hasta la cara le mudan,
Porque le son desdeñosas, ¡ Señor, dice el hortelano,
Más, cuando son presuntuosas, No porque otro la regó
Basta el verlo les enfada, Tiene el derecho que yo,
Quizás la más atrasada Que la puse con mi mano,
Lo mira con menosprecio, Y por eso más temprano,

(367) Me decía el señor Manuel Toseano al dictarme esta canción, que su pa-
re-. L>:n Pedro, (quien payó con Don Domingo Díaz), le había dictado varias tro-
-as a Don Rodolfo Matorras, entre esas, ésta, que también la tiene aquél en su
uader:.o.
(368) Del cuaderno de Don Ventura Sarmiento.
224 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

De voluntad anheloso, Como hacen los animales,


Siempre anduve cuidadoso, Los bienes espirituales,
En mirar su producción, Que ante Dios suelen servir
Hoy no sé por que razón, El no los puede adquirir
Otro la riega y la goza! Por pensar en sus caudales.

El otro herido de celos Tiene el rico y no equivoco


Le alega la posesión, Eterna ambición febril,
Porque le dio estimación, Tiene ducados cien mil,
A costa de su desvelo. Todavía se le hace poco,
Triste se queja a los cielos, Y se suelta como loco,
Diciendo: tiempo vendrá Cercando los ventanares,
Que de mí se acordará Mezquinando los caudales,
Cuando seca llegue a verse, Poniendo en ellos la mira,
Y allí podrá conocerse Porque ese infeliz aspira
De cuál de los dos será. Por los bienes temporales.

369 370
EL RICO NO PIENSA EN DIOS EMPEZARE MI MUDANZA
El rico no piensa en Dios Empezaré mi mudanza
Por pensar en sus caudales, Para empezar a cantar,
Pierde los bienes eternos, Estilo voy a mudar
Por los bienes temporales. Cuando mude mi esperanza;
Muda el peso la balanza,
Una insaciable codicia Mudan los sastres el paño,
Tiene el rico donde se halla, Mudan los días del año,
Y no hay cosa que no vaya Y siempre queda una duda.
Llevada de la avaricia. Y al mirar que todo muda
El es dado a la impudicia Que yo mude no es extraño.
Y de un vivir muy atroz,
Sólo piensa en su reloj, También muda el escribano
En su superfluo progreso; Lapicera, tinta y pluma,
Ocupado siempre en eso Muda toda ave su pluma,
El rico no piensa en Dios. Muda prendas el paisano,
Herramienta el cirujano,
Para el rico no ha de haber Muda el pájaro su nido,
Ni cantidad que lo llene, Muda hogar el ermitaño,
Porque él en cuanto más tiene Mudan los meses del año,
Tanto más quiere tener. Y al mirar que todo muda
Lo que quiere es poseer Que yo mude no es extraño.
Aunque sean bienes ajenos,
El se avanza los terrenos, Muda también el poeta
Que junto al que compró están, Sus versos y melodías,
Por vivir en este afán Mudan los meses sus días,
Pierde los bienes eternos. Muda el médico receta,
Muda bueyes la carreta,
El rico pone su anhelo Las plantas en todo el año,
En la plata y en el oro, Muda la mujer de engaño,
Que es el único tesoro Mudan caballos los coches,
Que tiene para consuelo. Mudan los días, las noches,
Al bien lo busca en el suelo, Que yo mude no es extraño.

(369) Del cuaderno del Sr. Matorras.


(370) Del cuaderno del Sr. Matorras. — Me decía el Sr. Pedro Peretti, de
Cerrillos, que oyó esta misma canción a un militar retirado, del lugar.
AN CI ON E BO POPULAR DE SALTA 225

[udan también los colores Ahuyentad otras penas


m el transcurso del tiempo, Barbechad el corazón,
uda su corriente el ciento, Para sembrar la semilla
udan de aromas las flores, De que nace la pasión.
udan también sus añores,
i joven más cariñosa, En el medio de los surcos,
uda de genio la esposa, Has de poner tus desvelos,
uando pasan los dos años, Desyerbando tus cuidados,
al mirar que todo muda La cizaña de los celos.
ue yo mude no es exiraño.
¡Llorad ojos para el riego
371 De esa prolija labor,
MUDA LA VANA ESPERANZA Que las lágrimas cultivan
Los sembradíos de amor!
uda la vana esperanza,
[uda todo lo profundo, De la yerba de los celos
e modo que en este rnundo, La raíz arrancar procura,
odo presenta mudanza, Advirtiendo que si crece,
[uda el fiel de la balanza, Tu cordura es la locura.
[udan de estación lo¡j años,
con disgusto tamaño 373
e traje muda una viuda,
así como todo muda INFELIZ DE AQUEL QUE VIVE
ue usted mude no es extraño.
'.Infeliz de aquél que vive
[uda el mejor escribano Mendigando voluntades,
u porvenir y fortuna, En puertas desconocidas,
[udan las aves de pluma, Pisando ajenos umbrales!
[uda el cabello un anciano,
luda la planta en verano, Cuando en la vida se acaba
as hojas sin grave daño, El placer y la bonanza,
emeroso es el engaño Se queda sin esperanza
e aquel que ama con ternura, Por que no se espera nada.
así como todo muda En vez de agradar se enfada,
'ue usted mude no es extraño. Si algún favor se le pide
Sólo desprecios recibe
[uda el sol en su carrera, De quien vive prosperando,
luando el día ya no existe, De esta manera rogando
luda la planta y ^e viste, Infeliz de aquel 'que vive.
»e verde en la primavera,
luda de pelo la fiera, Ya no hay parientes ni hermanos,
luda de color el paño, Ni prójimos compasivos,
luda el pastor su rebaño, Amigos y conocidos,
'ara ver si Dios le ayuda, Se le muestran inhumano.
T así como todo muda, Todos le niegan la mano,
iue usted mude no es extraño. Viéndolo en adversidades,
Y le hacen iniquidades,
372 Con las mayores bajezas,
EN LA LABRANZA DE AMOR Viéndose por su pobreza
Mendigando voluntades.
En la labranza de amor
Donde se siembran afectos, Si el infeliz, por desgracia
Nacen finezas, mas crecen, Se sale a países ajenos,
Por frutos los escarmientos. Todos dicen no por bueno
(371) Dictado por la Sra. F. S. de Serra, en "Miraflorea", Anta, en 1931.
(372) Del C. M. A.
(373) Del cuaderno del Sr. Matorras.
16
226 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

Se vé fuera de tu casa. En este eu loco afán


Estos malos tragos pasa, Sigue su curso falaz,
Pesándole su salida, No hallando fuerza capaz
Al considerar su vida, De mitigar su desmán.
Sólo le queda el decir: Ni sufrimientos le dan
—Esto y más he de sufrir Las torturas y suspiros,
En puertas desconocidas. Su cruel infamia es el tiro,
Con que destroza el honor,
También si consideramos Crece su saña y rigor
Al pobre en su padecer, Porque hiere sin peligro.
Veremos que viene a ser
Esclavo de muchos años. Calumnia con vil furor
Nadie vé que con sus manos Denigra la caridad,
Suple sus necesidades, Mata la paz del hogar
Remediando así sus males, Y critica hasta el dolor.
Por salvar su esclavitud, No se escapa ni el amor
Acaba BU juventud, Ni inocente castidad,
Pisando ajenos umbrales. Ni honra, ni dignidad,
Ni el amigo, ni la amiga,
374 La lengua a todos castiga
Sin compasión ni piedad.
LA LENGUA ES EL PEOR CUCHILLO
La lengua es el peor cuchillo 375
Que tiene la humanidad,
Porque hiere sin peligro, LA MUJER ES LO MAS BUENO
Sin compasión, ni piedad.
La mujer es lo más bueno,
Quien creyera que la lengua La mujer es lo más malo,
Inocente al parecer, Para el hombre es un regalo,
Pudiera herir tan cruel Y es para el hombre un veneno.
Haciendo una total mengua
Del honor, virtud y hacienda, Cuando con amor constante
En mayor grado su brillo, Y con fina voluntad,
Allí con feroz martirio, La mujer llega a pagar
Destroza cruel todo bien, Los cariños de un amante,
Por esto ustedes lo ven, Siendo fiel en adelante
La lengua es el peor cuchillo. Y ama con crecido extremo,
Y le da el debido lleno
Con franqueza o con cautela De su pasión hasta el fin,
Hiere por doquier alcanza, Y usted se maneja así,
La codicia o la venganza La mujer es lo más bueno.
O la envidia más rastrera,
En todo esto se revela Al mismo tiempo se advierte
Su indigna perversidad, Que haya mujer sin cordura,
Vomitando con maldad, Y que, para desventura,
Su blasfemia y su perfidia, Piensa en servir solamente,
Ella es la peor enemiga, Y abandonarse no siente,
Que tiene la humanidad. Al más infeliz estado.

(374) Dictado por la Srta. Felicidad Zuviría en 1930, Ciudad. — Sobre este
mismo tema, trae el Sr. León Mera, esta canción:
De la honra ajena veneno, Lengua temible y maldita
De la amistad matadora, Q u e no sabes callar nada,
De la inocencia enemiga, p o r las manos de un demonio,
De la virtud destructora. Mereces ser arrancada.
L. M. 291 - 7.
(375) Del cuaderno del Sr. Matorras.
N C I O N E RO POPULAR DE SALTA 227

leclaro ni señalo, Pues lo tengo bien mirado


enseña la razón, Que una ave por ruin que sea
lo de esta condición Hacer su nido desea,
,ujer es lo más malo. En árbol de hojas cargado.

le hay amor hay lealtad, Yo he visto árbol que se vio


oza gusto y placer, Verde y después se marchita,
indo a corresponder, Que el mismo tiempo le quita
tmor con otro igual. Lo que otro tiempo le dio.
uarda fidelidad Y como seco se halló
i punto muy delicado, Las aves que hicieron nido
ningún otro comparo, Y tal vez las que han nacido
finezas entre amores, Al abrigo de sus hojas,
los los corazones, Como el tiempo lo despoja
>ara el hombre un regalo. Lo miran desconocido.

lúe sea bonita y bella Todo árbol sin hojas, sabe


mujer sin constancia El tiempo en que reverdece,
orno flor sin fragancia Y luego que la hoja crece
íay quien haga juicio de ella, Vuelven otra vez las aves.
é que nada le queda, Allí trinan cantos suaves
\ su honor en ajeno, Al verlo tan bien poblado,
de lo más por lo menos, Se vuelve a quedar postrado
tieda desconceptuada, Si el tiempo le hace perjuicio,
nujer abandonada Entonces no le hacen juicio
oara el hombre un veneno. Porque lo ven deshojado.
Despedida:
376
¡Señores, creo que sin duda
.AS AVES QUE HICIERON 1ÍIDO Ustedes podrán notar,
aves que hicieron nido Que al hombre le pasa igual
árbol de hojas cargado, Si lo golpea la firtuna!
miran desconocido No halla distinción ninguna,
•que lo ven deshojado. Ni tiene ningún amigo;
Es como el árbol caído
¡tido de verdes hojas Lo han de pisar y pasar,
lo árbol es muy hermoso, No lo quieren ni mirar,
•o ¡qué triste y penoso Lo relegan al olvido.
ando el tiempo lo deshoja!
as cuando éste lo despoja 376-a
no es quien antes ha sido, LAS AVES QUE HICIERON NIDO
las sombras que ha tenido
^ne por aquel entonces, Las aves que hicieron nido
l vez que no lo conocen En árbol de hojas cargado,
s aves que hicieron nido. Lo miran desconocido
Cuando lo ven deshojado.
is, un árbol libre, goza
sus hojas permanentes, Vestido de verdes hojas
ren aves diferentes, Todo árbol es muy hermoso,
lidando en él gustosas; Pero ¡qué triste y penoso
lí viven cariñosas Cuando el tiempo lo deshoja!
niendo un gusto empleado; Porque perdiendo sus hojas,

(376) Dictado por la Srta. Felicidad Zuviría. — Canc. de Catamarca, N? 111.


(376-a) Del cuaderno de Don Ventura Sarmiento.
z
228 JUAN A L F O N S O C A R $ I <•

Ya no es lo que antes ha sido,


Ni la sombra que ha tenido, Sin poner ningún esmero!
La tiene para ese entonces; Ya que de tí se sirvieron
Tal vez que lo desconocen He hicieron tanto en quererte,
Las aves 'que hicieron nido. Te hubieran dado otra suerte
Y no tenerte perdida,
Mas, un árbol libre, goza ¡Pobre, mi planta querida,
De sus hojas jermanentes; Lástima me da de verte!
Vienen aves diferentes,
Y anidan en él gustosas. Son muchos los jardineros
Allí viven cariñosas Y hay unos tan relajados,
Teniendo su gusto empleado, Que no usan de los cuidados
Yo lo tengo bien mirado, Ni ponen ningún esmero,
Que una ave por ruin que sea, Con un amor verdadero
Hacer su nido desea Yo te criaba a mi lado,
En árbol de hojas cargado. Mas, apenas me he ausentado,
Cuando otro vino a gozarte,
Yo vi árbol que vio De modo que vengo a hallarte
Verde y después se marchita, Planta, en tan terrible estado.
Porque el invierno le quita,
Lo que el verano le dio. Al dejarte te he regado
Y cuando seco se vio Con lágrimas de mis ojos,
Las aves que hicieron nido Y hoy hallo sólo despojos
Y también las que han nacido De planta tan estimada.
Al abrigo de sus hojas, Me duele verte ultrajada,
Como el tiempo lo despoja Por la bárbara indolencia,
Lo miran desconocido. Y la brutal inclemencia
De quien supo aprovecharte,
Un árbol sin hojas, sabe Y ni aún la sombra dejarte,
El tiempo en que reverdece, En esto- mi larga ausencia.
Y luego que la hoja crece
Vuelven otra vez las aves. Mas, todo en el mundo es sueño,
Allí trinan cantos suaves Y hay entre los desgraciados,
Porque se halla en buen estado, Muchos mal intencionados,
Se vuelve a quedar postrado Que poniendo todo empeño
Si el tiempo le hace perjuicio, En cuanto se ausenta el dueño
Y entonces no le hacen juicio Logran lo que éste ha dejado.
Por'que lo ven deshojado. Por eso te han marchitado
Sin cuidar lo que es ajeno,
377 Regándote con veneno
De poco, no te han secado.
¡LASTIMA ME DA DE VERTE!
¡Lástima me da de verte 378
Planta, en tan terrible estado, MAS ANTES QUERER A UN PERRO
En esta mi larga ausencia
De poco no te han secado! Más antes querer a un perro
Que querer a una mujer,
¿Quién ha sido el jardinero El perro es agradecido
Que te ha puesto en este estado? A quien le da de comer.

(377) Del cuaderno del Sr. Matorras.


(378) Del cuaderno del Sr. Matorras. En el Ecuador es popular esta co
pía sobre el mismo tema:
A las mujeres las quiero, Pero más quiero a mi perro,
yo no lo puedo negar; Porque es mucho más leal.
L. M„ 231- 1.
ÍN CION E Ro POP LAR DE SALTA 229

leí que quiera querer, Que hablan de los que salen


e adelante y atrás Y también de los que llegan.
o encontrará jamás
stancia en una mu;er. Me refiero a la mujer,
sé si sabrán tener Ya sea casada o soltera,
azón de duro fierro, Porque todas son cortadas
ellas para hacer e. yerro, Por una misma tijera.
buscan cualquier pretexto Si las llaman a un fandango
ara librarse de éslo A que vayan a bailar,
Í antes querer a u% perro. Allí van hecho pacota
tea el hombre ha le encontrar Tan sólo por murmurar.
Itad en la mujer, Si algún inocente mozo
¿ todo le hace cre>r Con alguna se dirige,
o engaña sin cesai; Ya dicen las malas lenguas:
i se pone a llorar —Ella sin amor lo exige.
ndo quiere convenir,
siéndole al hombre ver Si con ella un rato quedo
i pasión que no sieite. O la voy a visitar,
3 al perro que no miente, Ya dicen las malas lenguas:
¡ querer a una muier. —Hoy día van arreglar.
hombre pena y padece, Si a la moza que visito
ira por tener platt, Le ven prenda de valor,
no es la mujer ingrata Ya dicen las malas lenguas:
tica jamás le agradece, —Ya empieza a darle el amor.
perro cuando se ofrece
va distinto partide, Y si ella con su trabajo
•o con el entendido Se ha comprado un buen vestido,
3 es mejor que una mujer, Ya dicen las malas lenguas:
.ile al perro de com^r —Ya el mozo le da seguido.
e el perro es agradecido.
Si la moza en tanto cuento
amanecer la aurora, Conmigo se ha disgustado,
,o un sabio suspirando, Y le llega una visita,
e la mujer en llorando —De intento le envía regalo.
entonces más traidora,
ra que vea Ud. señora Así marchan las mujeres,
acabe de conocer Siempre con mal pensamiento,
e lágrimas de mujer, Trenzan cuentos a cadenas
ando las van derramando Hasta salir con su intento.
la traición van formando,
quien le da de comer. Así, vean caballeros,
Como hay verano e invierno,
En la redondez del mundo
379 Hay purgatorio e infierno.
E DICEN QUE NO HAY INFIERNO
e dicen que no hay infierno 380
i purgatorio en el mundo, NO HAY AMIGO VERDADERO
[as ahora yo me convenzo
ue hay un abismo profundo. No hay amigo verdadero
En las tragedias de amor.
o que más quema en el mundo El que no la hace la intenta,
m las malísimas lenguas, En llegando la ocasión.

(379) Del cuaderno del Sr. Matorras.


(380) Del cuaderno del Sr. Matorras.
230 J U A N A L F O N S O C A R R I Z C

¿Quién había de pensar Fué guiada por la inclemencia


Después de ser tan querido, Mi triste venida al mundo,
Que me había de ver perdido Martiriza mi existencia
Por un amigo traidor? Un vacío y dolor profundo.
Me mostraba tanto amor
Ese villano severo, Aún los padres desconocen,
Que cada vez que recuerdo Al que nació desgraciado,
Donde lo llego a mirar, Negándole su cariño,
Digo con rabia y pesar: Lo separan de su lado.
—No hay amigo verdadero.
Lo miran como un extraño,
¡Mucho te quiero y te estimo! Entre medio sus hermanos.
Muchas veces me decía, De todos desconocido,
Y de este modo vivía Sufriendo mil desengaños.
Muy confiado de mi amigo.
Pero ya me había vendido No es bastante la honradez
Haciéndome una traición. Ni el vivir sólo callando,
Luego me pidió perdón Al que nació sin fortuna
Con descaro y agudeza, Todos lo están señalando.
¿Cómo puede haber firmeza
En las tragedias de amor?
381 - a
Como la faísa mujer NO HAY MAYOR PENA EN LA VIDA,
Muestra halagos al querido,
Lo mismo son los amigos, No hay mayor pena en la vida,
Cuando lo quieren vender. Como nacer sin fortuna,
Todo puede suceder, Tiene su sangre manchada
Es preciso que se advierta Y obscurecida su cuna.
Porque si uno no anda alerta,
Y su atención se demora, Lo miran como un extraño
Ya los amigos de ahora En medio de sus hermanos,
El que no la hace la intenta. De todos desconocidos
Sufriendo mil desengaños.
Es pues una pasión loca
El querer ser amigable, No es bastante la honradez,
No siendo corresponsable Ni vivir sólo callando,
A la pasión que sofoca. Que el que no tiene fortuna,
Más bien callemos la boca Todo le están señalando.
En esta misma ocasión,
¿Para qué es tener pasión Pueda que cantando triste
En este mundo inportuno? Algún día cante alegre,
No reflexiona ninguno Vuelvan mis penas en gloria
En llegando la ocasión. Si mi fortuna no muere.

381 382
NO HAY DESGRACIA EN LA VIDA ¡NO HAY MAYOR PENA QUE AMAR!
No hay desgracia en la vida ¡No hay mayor pena que amar
Cmo el nacer sin fortuna, Sin esperar recompensa,
Tengo mi sangre manchada Y tener que agradecer
Y obscurecida mi cuna. Un mal pago por fineza!

(381) Dictado por el Sr. Tristán Pérez, Cerrillos.


(381 - a) Dictado por la Srta. Felicidad Zuviría.
(382) Del cuaderno del Sr. Matorras.
7ANCION E 1O POPULAR DE SALTA 231

"riste, penoso y co& uao En mis horas de amargura.


tfe consuelo con llorj r . ' Consulto mi desventura
Repitiendo entre mif a ' . Y pensando, he comprendido,
No hay mayor pen, que \mar¡ Para el ausente hay olvido,
^quel que fino idola r a Para el muerto sepultura.
C se rinde a una b ^ l e z a
Vive siempre atribu a d o ' Hay amores muy constantes
Sin esperar recompt^ Mientras uno esté presente,
Pero en cuanto se halla ausente
Srande locura es p i r c i e r t o Pronto tiene reemplazante.
yo ser querido y q u i r e r Eligiendo nuevo amante
Vivir mal corresponj ido ' Lo ponen en su lugar,
Y tener que agradecerJ Y no lo tomen a mal
Lo que mi lengua refiere,
Es el mayor desati no Entierran al que se muere
El amar con tanta f u e r z a > Y olvidan al que se va.
Para después recil,^
Un mal pago por f-.neza_ Yo tengo por experiencia
Que tratándose de amantes,
No existe el amor constante
Si está por medio la ausencia.
PAJARILLO BUEN AMIGO Es del amor la potencia
El no hallarse dividido,
¡Pajarillo buen an,j g 0 ; Si uno tiene un ser querido
¿Qué consejo me g a r í a La presencia es muy forzosa,
Para volver a los brazos Como pal muerto la fosa,
De una prenda qug perdí? Como pal ausente olvido.
—El consejo te d a r e
Pero me has de hiiceT s a b e r 385
Si la has dejao T^V v i i e za
O ha sido a más no poder. QITF, PARA LOS HOMBRES SE HIZO

—Ella anduvo bien conmigo Que para los hombres se hizo


Se cambió de parecer El andar en malos pasos,
Y se trocó en otros brazos; Como la mujer sea buena,
Luego, por vileza fué. Vengan y vayan trabajos.

—Déjala que ella ha i volver Cárcel, grillos y cadenas,


Al error que ha cometido, Son prisiones rigurosas,
Entonces le dirás vos: Vengan cordeles y esposas,
—Quítate que yo no hi sido. Ansias, angustias y penas,
Presidio en tierras ajenas,
Que siempre lo hallo preciso,
384 Para el hombre que es remi&o
I QUE EQUIVOCACIÓN SERA! En amar a una mujer,
El suplicio ha de tener
¡Qué equivocación será Que para los hombres se hizo.
Para aquel que llegue a creer,
Que ausente lo han de querer Hambre, desnudez y males,
Y jamás lo han de olvidar! Ansias, ayes y tormentos,
Hsto me pongo a pensar Dolor y desabrimientos,

"53) Dictado por Don Justo P. Alemán.


ía; Sca,N¡s» Dn¿.
1)
» 2 C—
Uad
p 7 •* d ° n V e n t U - r a S a r m j e n t o <An*a>. - Cancionero de Ca-
E s t e tema es común entre las poesías castellanas del siglo XV.
(385) Del cuaderno del Sr. Matorras.
232 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

Jueces, ministros, fiscales, La mujer es una esposa,


Son para los hombres leales Y le dieron ese nombre,
Que en amor son bien escasos. Porque es ella para el hombre,
Heridas, fuertes balazos, La prisión más rigurosa.
Y otros golpes que se infiere, Se vé que no es otra cosa
Ha de sufrir el que quiere Que prisión hasta la muerte,
Hasta que quiera la suerte,
El andar en malos pasos. De que esta prisión se acabe,
Esto el hombre no precave,
Ni potro, ni mordazeada, Lo que en soltero no advierte.
Ni el verdugo más tirano,
Ni el cepo más inhumano, La mujer sin reverencia
Para los que aman es nada, Para que el hombre se avenga
La condena sentenciada, Es preciso de que tenga,
Que puede causarle pena. De los cielos la paciencia.
Mas, cuando el amor ordena Ella habla con insolencia,
Hasta la vida rendir, Que merece una mordaza;
Todo esto se ha de sufrir La mujer parece mansa
Antes de su matrimonio,
Como la mujer sea buena. Pero se vuelve el demonio
Allá después que se casa.
Ni la lanzada enemiga,
Ni la espada del rigor, La mujer que es habladora
Ni la saña " : ol rencor Hace dar mucha fatiga,
De la guerr. :. fatiga, Cierto es que ella no castiga
Al hombre no le domina, Pero es atormentadora.
Ni causan altos y bajos. De paciencia moledora
Sólo un dolor que contrajo En donde hay más mucha gente.
De una pasión como amante, El hombre por ser prudente
Mas si es la mujer constante Sufre insultos muy terribles,
Vengan y vayan trabajos. Entonces se ve visible
Lo que el matrimonio es fuerte.

386 387
QUIEN SE CASA HACE UN ERROR ¿QUIEN VENCE A LOS IMPOSIBLES?
Quien se casa hace un error, /.Quién vence a los imposibles?
Lo que en soltero no advierte, ¿Quién avasalla al amor?
Allí después que se casa, ¿Quién rompe dificultades?
Vé que el matrimonio es fuerte. La plata, después de Dios.

No hay cosa más desabrida Si el interés no reinara


Que el tener mala mujer, Más cuerdo el hombre estuviera,
Tan sólo para tener Ninguno de ellos perdiera:
Purgatorio en esta vida. Honra, hacienda, vida y alma;
Es tanto, ni a la comida Sólo el que tiene se salva,
No le halla ningún sabor, Del modo más ostensible.
Soltero vivir mejor Cual el genio más terrible,
El hombre más descansado, Con la plata se hace humano,
¡Ay, qué fiero es ser casado, Es la plata del cristiano
Quién se casa hace un error! Quien vence los imposibles.

(386) Del cuaderno del Sr. Matorras. — C. de Catamarca, N» 117.


(387) Del cuaderno del Sr. Matorras. He aquí tratado por un poeta popular
el eterno tema de las propiedades del dinero, ya cantado por el Arcipreste de Hita,
en el siglo XIV, en su Ensiemplo de la propiedat, que el dinero ha, y por Quevedo,
en su: Poderoso caballero es don dinero:
ANCIONERO POPULAR DE SALTA 233

;gún dicen fué la carne Tan ciegamente he vivido


a que al maldito tentó, En mi pasión abrazado,
jn la plata la venció Que sin temor ni cuidado,
uy engañoso y afable. Aún más que a Dios te he querido.
n peso es muy agradable Pero ahora yo te pido
i son dos, mucho mejor; Perdón y que Dios te ayude.
eniendo este vencedor Para que no me perturbe
o hay dama que se resista, El enemigo guerrero,
i plata es quien facilita, Dejar todo vicio quiero,
uien avasalla al amor. Quiero mudar mi costumbre.
íjuién ignora que a la plata No pienses que es despreciarte
Ddo viviente atropella? Por otro bien temporal,
orque es la cosa más bella Ni menos tengas a mal
ue a todo lo ata y desata, Pues por Dios quiero dejarte.
asamientos desbarata Pon tu amor en otra parte,
on enredos y maldades, Si quieres que yo me encumbre.
Ion tantas desigualdades, Quiero mi Dios, ya que tuve
J inocente hace vivo, La gloria de arrepertirme,
'or esto es la plata digo Antes que haya de morirme,
)uien rompe dificultades. Quiero subir a la sumbre.

ío sé si habrá quién resista Sabes que una alma nacida


'entaciones de dinero, Y en todo vicio encerrada,
>ijo un sabio verdadero Antes que fuera juzgada,
luando el interés lo incita. Debe de variar de vida,
las esto se halla a la vista Para que sea parecida
}ue es el dinero lo peor A la del gran Salomón.
'ara perder el honor, Quiero dejar la ocasión
l la virtud más constante Porque el más justo resbala,
Quiero volar por la escala,
M plata después de Dios. De una sabia reflexión.

388 389
QUIERO DEJAR MI PASIÓN SI UN POBRE LLEGA A UNA CASA
Quiero dejar mi pasión, Si un pobre llega a una casa,
Quiero mudar de costumbre, Por conocencia que tenga,
Quiero subir a la cumbre Luego dicen los vecinos:
De una sabia reflexión. —Ese de vicio no llega.
Un golpe recio me avisa
De la mano Soberana, Si llega a desensillar
Que debo morir mañana, Porque lo haigan invitado,
Y esto más me atemoriza. Luego dicen los vecinos:
El dejarte me precisa —Ya viven como casados.
Porque es mi única intención,
Como temo en la ocasión, Y si le ven prendas buenas,
De Dios un juicio severo, Que la plata le costó,
Como conozco que muero, Luego dicen los vecinos:
Quiero dejar mi pasión. —Que la querida le dio.

(388) Del cuaderno del Sr. Matorras.


(389) Dictado por Dn. Abdón Alemán, de "El Naranjo", Rosario de la Fron-
tera, en 1931.
234 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

¡Caramba con los vecinos, La soltera es un pimpollo,


No pueden ver y callar! La viuda es un general,
¿No piensan ellos jamás La casada es un gobierno,
Qué igual les puede pasar? Por su estado natural.
Para poder comparar
390 Hago esta suposición
Que este pimpollo es botón,
TODO EL QUE SEPA DE AMOR Llama al riego que la ampare,
El jefe, a sus militares,
Todo el que sepa de amor El gobierno a su nación.
Sírvase de dar sentencia,
En esta desavenencia 390 - a
De tres damas en cuestión;
Las tres con tanta razón LOS QUE DE AMORES SUPIERAN
Alegan constantemente,
¿Cuál será más delincuente, Los que de amores supieran
O mancha más su honradez, Sírvanse dar sentencia
Cuando alguna de las tres De una gran desavenencia
Diera el sí, a su pretendiente? De tres damas y un quimera.
Casada, viuda y soltera,
La soltera en comparada Alegan confusamente:
Con una flor, que al nacer ¿Cuál será más delincuente
Nos envía con placer O mancha más sin revés,
Una aureola perfumada, Cuando a alguna de las tres
Mas si del tallo es cortada La vence algún pretendiente?
Aquella flor se marchita,
Y su fragancia exquisita, La soltera dijo: soy
Ha perdido su valor, Quien no deba deshonrarme,
No dejará de ser flor, Pues pierdo a Dios y a mis padres
Pero ya se desmerita. Si cometo tal error;
Perdiendo todo mi honor
La viuda es un general Y mi belleza y niñez,
Que a un soldado delincuente, Cuando mis padres tal vez
Castiga celosamente, Me amarán más que a un tesoro,
Para hacerse respetar. Y si pierdo este decoro
Y si no da ese ejemplar Nada merezco después.
Cometerá una ignorancia;
Y ha de llegar circunstancia, La viuda con arrogancia
Que le falten al respeto; Habla y dice a la soltera:
Y para evitar todo esto, Más grave mi causa fuera
Ejemplo quiere la crianza. Si hiciera tal ignorancia,
Pues que tengo a quien dar crianza
Comparada es la casada Que es mi mayor sentimiento,
Con un fiel gobernador, Y por lo tanto contemplo
Que mantiene con honor, Que mi honra padeciera
La ciudad tranquilizada. Dando este funesto ejemplo.
Mas si su firma es robada,
Será su pueblo perdido, La casada dijo: yo,
Del enemigo invadido, Yo, por mi estado formal
Y por esto es que se entiende, Soy más fina que un cristal,
Cuando a sabiendas ofende, La paja más delicada,
La mujer a su marido. Y debo ser comparada,

(390) Dictado por Dn. Ezequiel Alemán.


(391 - a) Dictado por Dn. Segundo Díaz Olmos, en Cachi.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 235

Con el más fino reloj; No la has de poder romper,


Por lo tanto debo yo Solamente con la muerte.
Guardar con delicadeza,
Los preceptos de la iglesia "Y cuando te halles rodeado
Que el Supremo me ordenó. De más hijos que el demonio,
Entonces sabrás lo que es
391 El peso del matrimonio".
TRISTE ES LA VIDA DEL POBRE
392 - a
Triste es la vida del pobre UN AMIGO PREGUNTO
Que vive de su trabajo,
Siempre luchando de abajo, Un amigo preguntó
Sin poder juntar un cobre. A otro amigo que tenía:
Aunque la razón le sobre Cuál es la vida el casado,
El rico siempre la gana, -Que casarse pretendía.
En vano el pobre se afana,
A su lao no está la ley, "Cásese mi buen amigo,
Y va siguiendo cual buey Quizá se case con suerte
Al rigor de la picana. Después no venga llorando
Pidiéndole a Dios la muerte.
392 Y le responde otro amigo,
UN AMIGO LE PREGUNTA Que era amigo más legal:
No se case por mi gusto,
Un amigo le pregunta Goce de su libertad.
A otro amigo que tenía:
Que es la vida del casado,
"Gozarás el primer día,
Que casarse pretendía.
El segundo y el tercero,
En el cuarto llorarás
Y el amigo le responde:
La vida de los solteros.
—No hagas tal barbaridad,
Aprovecha tu existencia,
Goza de tu libertad. "La vida de los solteros
Todo es cantar y bailar,
"Gozarás del primer día, Y la de un triste casado
Del segundo y del tercero, La de sufrir y llorar.
Y el cuarto ya llorarás
La vida de los solteros. "Disfrute un poco la vida,
No se case tan temprano,
"La vida de los solteros, Que la buena mujer es,
Todo es cantar y bailar, Como helado de verano".
La de los pobres casados,
Todo es sufrir y llorar. Según la ley de Cupido
Nadie se debe casar,
"Esos grillos que te pongas Si al bien casado le pesa,
Y esa cadena tan fuerte, ¡ Qué será al que casa mal!

(391) Dictado por la Sra. F. S. de Serra, "Miraflores". Anta, en 1931.


(392) Dictado por el Sr. C. Arias Ceballos, en la ciudad, en 1928. — La
tercer estrofa de esta canción es española:
Cásate y disfrutarás
de los tres meses primeros:
y luego desearás
la vida de los solteros.
R. M., 6286.
(392-a) Del cuaderno del Sr. Matorras.
236 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

393 Cuando te veas rodeada


Con más hijos que el demonio,
UNA TARDE CALUROSA Empezarás a sentir
Una tarde calurosa, El peso del matrimonio.
A un arroyuelo bajé Las mujeres son muy buenas
Sólo a lavarme las m a n o s . . . Antes de su matrimonio,
Y después que me lavé Luego después que se casan
Me preguntó el arroyuelo: Se vuelven como el demonio.
—¿Cuál es la causa tu mal,
Que te miro tan lloroso Dijo un pajarillo amante:
Sin poderte consolar? —Nadie se debe casar,
Y le dije al arroyuelo: Si al buen casado le pesa
—¿Para qué te he de avisar, ¿Qué será al que casa mal?
Si a las penas de los hombres
No las puedes remediar? De otro barrio me hi venido
Y me dice el arroyuelo: Sólito por mi camino,
Bien me puedes avisar Sólo por venir a ver
Que soy agua de experiencia Las bodas de tu destino.
Y te puedo aconsejar. Cuando ya te veas rodeada
Y le dije al arroyuelo: De tus hijos el demonio,
•—Quise bien a una mujer Te empezará hacer sentir
Y sin motivo ninguno Las penas del matrimonio.
Me comenzó a aborrecer.
Y me dice el arroyuelo:
No hagas tanto sentimiento 395
Que el que quiere y no es querido UN PASTOR Y UN LECHUGUINO
Debe tener sufrimiento.
Un pastor y un lechuguino
394 Disputaban por saber,
Cuál tesoro era más fino
UN DOMINGO DE MAÑANA La botella o la mujer.
Aquél dijo: a mi entender
Un domingo de mañana —Es más sabrosa y más bella,
De penas no me podía, La botella, la botella.
Al ver que se me casaba —Calla, dijo el lechuguino,
La prenda que yo quería. Sólo un hombre sin templanza
Ahora que te has casao, Puede poner en balanza
Es bueno servir a Dios, A las mujeres y al vino.
Que esto no es para un día ¿Quién endulza el cruel destino?
Ni pa una semana o dos. ¿Quién da el supremo placer?
La mujer y la mujer.
Esos grillos que te has puesto,
Por tu propia voluntad, 396
Esos son los que te quitan
El gusto y la libertad. UN SACRAMENTO DE DIOS
Esos grillos que te has puesto, Un sacramento de Dios
Esa cadena tan fuerte, Aquí voy a publicar,
Vos la has de poder cortar No se verán arruinados
Solamente con la muerte. En sabiéndose mariar.

(393) Del cuaderno de Dn. Ventura Sarmiento.


(394) Del cuaderno del Sr. Matorras.
(395) Dictado por el ciego, mendigo, Juan Mantolla. Es del tema de Las Dis-
putas, del siglo XVI.
(396) Dictado por Dn. Simeón Soto, La Viña.
CANCIONERO POP LAR DE SALTA

El séptimo, matrimonio. Hizo Cupido una junta,


Reza la iglesia romana, De todos sus allegados,
Que a toda mujer casada Y en un lugar señalado
Mucho la tienta el demonio. Se pusieron en consulta.
Nuestro padre San Antonio Al más sabio le pregunta
Con San José están los dos Sobre el asunto de amor,
Cuantas horas dá un reloj, Que si cual sería mejor
Pidiendo sean perdonados, Si olvidar o ser constante,
Aquellos que han abrazado Entre todos los amantes,
Un sacramento de Dios. Un triste joven habló.

La mujer será obediente, Dijo el joven: considero


Para servir a su esposo, Que todo amor incesante
Así vivirán gustosos, Siempre debe ser constante
Para que no hable la gente. O si no, no es verdadero.
Si la mujer algo siente Y por lo tanto yo infiero
A solas le ha de decir, Que todo amor desunido
Así se ha de corregir, Puede darse por perdido;
A solas se ha de enmendar. Por más que tenga razón,
Lo que le toca al marido No ha de hallar apelación
Aquí voy a publicar. En el trono de Cupido.

El hombre por lo primero Sale el pérfido Desdén


Se ha i poner a trabajar, A cubrir la ingratitud,
O ha i ver qué giro ha i tomar Y dijo con prontitud:
Pa sostener la mujer. Yo os daré a conocer,
Y si hijos llega a tener De que nunca puede ser
El pan redime al cristiano, Un amor cosa forzada.
El chicote en una mano "Todo aquél que se ausentara
En lo malo darles juicio, Nunca espere el ser querido",
Quitándoles todo vicio Consejo que dio Cupido,
No se verán arruinados. Donde disputando estaban.

No se celen sn saber, Se quedan todos callados


No se quieran maltratar, Ven de que esto era razón,
Porque para asegurar Para mayor precaución,
Primero se espera el ver. Dijo Cupido enfadado:
Siempre es bueno reprender "Todo amor que es bien pagado,
Pero no es bueno matar, Nunca es bien correspondido,
Todo se debe aclarar El que quiera ser querido,
También se debe advertir, Nunca se debe ausentar,
Sepa el hombre que ha i morir Porque disputando están
Sepa cómo se ha i mariar. La ausencia con el olvido".

397 397-a
UN TRISTE JOVEN HABLO UN TRISTE JOVEN HABLO
Un triste joven habló Un triste joven habló
En el trono de Cupido, En el trono de Cupido,
Donde disputando estaba Donde disputando estaban
La ausencia con el olvido. La ausencia con el olvido.

(397) Del cuaderno del Sr. Matorras.


(397-a) Dictado por Dn. Ezequiel Alemán.
238 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

Hizo Cupido una junta El mundo está diferente,


De todos sus allegados, No está como se formó,
Y en un lugar señalado, Principal en las vivientes
Se pusieron en consulta. Según lo voy viendo yo.
Y al más sabio le pregunta No hay hermanos, no hay parientes
De los asuntos de amor, Ni amigos en la ocasión.
Diga, ¿qué será mejor Si es pobre con más razón,
Olvidar o ser constante? Lo miran como a un extraño,
Entre medio los amantes, Miren que este es un engaño,
Un triste joven habló. Hoy somos, mañana no.

Dijo el joven: considero Hoy en el día el que tiene,


Que todo amor incesante Donde quiera es bien mirado,
Siempre debe ser constante El que es pobre es desgraciado,
O si no, no es verdadero. "i en esta razón me fundo,
Y por lo tanto yo infiero Que en las vueltas que da el mundo
Que todo amor desunido Nadie se debe fijar.
Puede darse por perdido;
Por más que tenga razón,
No ha de hallar apelación Porque no es el primer hombre
En el trono de Cupido. Que de un medio adquiere un real.

Salió el perdido Desdén 399


A cubrir su ingratitud,
Y dijo con prontitud: VOY A CONTARLES SEÑORES
—Yo los haré conocer Voy a contarles señores
Cómo nunca puede ser En un tiempo de mi vida,
Un amor caso forzado. Cuando boté la fortuna
"Todo aquél que se ha ausentado Por mis padres adquirida.
Nunca espere ser querido",
Consejo que dio Cupido Nunca aprendí a trabajar
Donde disputando estaba. Porque plata me sobraba,
Mis padres la habían ganado
Se quedan todos callados Y yo me la disfrutaba.
Al ver que esto era razón, Todos los que tienen hijos
Con la mayor precaución Que no saben trabajar,
Dijo Cupido enfadado: No les llenen el bolsillo
"Que todo amor bien pagado Antes que sepan ganar.
Nunca es bien correspondido,
El que quiera ser querido Poner la plata en sus manos
Nunca se debe ausentar, Es hacerles un gran mal,
Porque siempre suele andar Porque aprenden a comer
La ausencia con el olvido". Antes de saber mamar.
Hoy los hijos ya se crian
398 Con dinero, sin ganarlo,
No saben cómo lo tienen
¡VAMOS CANTANDO Y BAILANDO! Pero ya saben botarlo.
¡Vamos cantando y bailando, Los padres hoy en el día,
Vamos alegrándonos, Con sus empeños prolijos,
Y nos hagamos la cuenta: Acarician con dinero
Hoy somos, mañana no! Pervirtiendo así a sus hijos.

(398) Me fué dictado por Dn. Sigifredo Arias, en "La Selva", Metan, en 1931.
(399) Del cuaderno del Sr. Matorras.
AN CI ON E RO POPULAR DE SALTA 239

i saben estos señores Lo que se movían los piojos


« se gozan en ser tatas, Parecía infantería.
e los hijos los olvidan
rque aman más a la plata. Mi camisa se perdió
Y la hallé en los basurales,
í me ha pasado a mí, La buscaba, no por ella,
e no aprendí a conservarlo, Cuanto por los animales.
irendí a botar el oro,
ites de saberlo ganarlo. Todo esto sufrí señores
Por la culpa de mi tata,
en me lo dijo mi madre: Que de chiquito me tuvo
Hijo, tarde lo verás La mano llena de plata.
¡e después que yo me muera,
uién sabe cómo andarás! No me hizo amar el trabajo
En donde al dinero lo halle,
nguno porque alto vuele Sólo me enseñó a botarlo,
compare con las aves, Y pronto me vi en la calle.
-rque se ha de ver mañana
friendo necesidades. Felizmente, mi razón
Y fuerza de voluntad,
» también quise volar Me alejaron de los vicios
remontar las alturas, Y me puse a trabajar.
pronto me vi en el suelo
ivolcado en las basuras. Al fin soy feliz señores,
Por la Virgen de Mercedes,
¿gué a verme con la coca Y aquí me tienen casado
aseando continuamente, A las órdenes de ustedes.
'corriendo por las calles
>n el frasco de aguardiente. 400
usaba mi sombrerito YA SE ACABARON TUS GUSTOS
le ni copa no tenía,
i lo mejor de mis guatos, Ya se acabaron tsu gustos
; golilla me servía. Se acabó tu libertad,
Has dentrado a la prisión
imbién tenía mi ponchito En la más florida edad.
i podrido de mugriento, Hoy es la pura alegría
ínía que andar despacito Mañana será tristeza,
jrque no lo rompa el viento. Y pasado ya comienza
¿nía mi buen pantalón Recién la melancolía.
ara salir a pasear, Se han de aumentar cada día
Los pesares y disgustos,
cuando encontraba gente
Te ha de parecer injusto,
¡mpezaba a recular.
Haberlo hecho sin saber,
^nía mis calzoncillos Y allá verás el por qué
Jue eran pura fantasía, Ya se acabaron tus gustos.
.«a pretina era bordada, ¡Adiós, a las pajarillos
Oe purita liendrería. Que fueron tus compañeros!
Tenía mi camisita Hoy te quedas prisionero
?ara salir a moniar, Con los más pesados grillos.
Tiras por el espinazo
i* otras por el costillar.
Acordate de que ayer
Al verla tan viejecita Gozabas lo que querías,
Yo la puse al sol un día, Y sólito bien dormías,

(400) Me fué dictado por Dn. Justo P. Alemán.


240 JUAN A L F O N S O C A R R I Z <•

¿Quién privaba tu placer? Y en mis hojas solamente,


Agora como te vez Alojaban su niditos.
Cautivo, sin dirección, Y hoy porque me ven marchito
Con la dura precisión Me miran indiferente.
De haber andado ignorante,
Sin ver atrás, ni adelante, Cuando era de hojas coposo,
Has dentrado* a la prisión. A mis sombras se venían,
Las aves allí vivían,
Contentas, llenas de gozo.
¿Qué es lo que te ha sucedido Ese tiempo primoroso,
Cuál ha sido tu pensar, En el mal se ha convertido,
Que así te has llegado a enfriar Las ave's dejan sus nidos,
De la noche a la mañana? Sin saber considerar,
Te vas a cubrir de canas Que mis hojas se han de criar
En la más florida edad. Y seré el que ante he sido.

401 Cada árbol tiene su tiempo,


Y al riego de un hortelano
YO ERA UN ÁRBOL ESTIMADO Sólo espera un buen verano,
Y una hermosa primavera.
Yo era un árbol estimado Y si esto así sucediera,
Que el mal tiempo le hizo mal, Gozará esta pobre planta,
Sólo me queda el llorar, Con el riego se levanta,
Y recordar lo pasado. Y vuelve a reverdecer,
Cuando era de hojas cargado, Porque suele suceder
Las aves venían frecuente, Que el más caído se levanta.

(401) Dictado en "El Quebrachal". Anta, por Dn. Emilio B. Córdoba, en


DESCRIPTIVAS
Y COSTUMBRES LOCALES
402 Una diamela preciosa;
La tendría por fraganciosa
L UN JARDÍN HERMOSO ENTRE
En mi poder un momento,
in jardín hermoso «ntré, Pero no por mucho tiempo
mil flores guarnecido. Porque no le tengo amor,
i de ellas he elegida Pues para mí no hallo flor
que de mi gusto fu§. Más linda que el pensamiento.
mirarla la encontré
t mil virtudes a uii tiempo, Siempre quisiera tenerlo
la contemplé un momento, Conservado en todo tiempo,
tarla me era un d()i0r, Porque con el pensamiento
que para mí, no hay flor, Gozo de un amor sin verlo.
¡ linda que el pensamiento. No hay quién deje de quererlo
Porque es todo nuestro aliento,
•éis en la primavera, Nos da vida y movimiento,
garriendo sus colores, Endulza nuestro dolor,
diamela y otras flores, Por eso digo: no hay flor
rmoseando la pradera, Más linda que el pensamiento.
mo bonita es cualquiera,
las deseo un momento, Con esta flor puedo entrar
ro luego me arrepiento Hasta en lugar más secreto,
¡gándoles 'su primor, Y ver muy bien el objeto,
rque para mí, no hay flor Que más se quiera ocultar.
ís linda que el pensamiento, Y es imposible evitar
A este ojo su atrevimiento;
i clavelina y la rosa, El se penetra violento
k azucena y margarita, Al sitio de más honor,
das estas son bonitas, ¡Quisiera ser esa flor
n flores muy primo r0 sas, Qué se llama pensamiento!
•agantes y muy her m 0 sas,
> niego su valimiento; 403
¡ro ellas tienen su tiempo
i que pierden su valor, ¡AY, PUCHA, CON MI ACUYICO!
?r esto digo, no hay flor
lis linda que el pensamiento. ¡Ay, pucha, con mi acuyico,
Ya sin zumo se quedó!
Apúrate pos burrito
i azucena causa envidia,
El avio se me acabó.
or su hermosura y olor,
ero el clavel, superior Marcha juerte mi burrito,
t muestra con fantasía. Ya está cerca l'apacheta,
n fortunes se movía Pa cambiar mi acuyiquito
alanciado por el viento, Hasta estirar bien la geta.
íuy orgulloso por cierto,
t ser de niñas amigo, También se acabó mi muti,
[as, para mi gusto digo: Traigo más hambre que un perro,
'o hay flor como el pensamiento. Vamos al trote burrito,
Hay que trastornar el cerro.
a orgu llosa y linda rosa,
te una fragancia exquisita, Ya viene la noche encima,
|oe muy luego ee la quita, Tuavía está lejos mi rancho,

(402) Del cuaderno de D. Ventura Sarmiento. — Cancionero de Catamarca,


ICv.
(; '3) De una libreta de cantos, prestada por los Sres. Escudero, de Metan.
:: que es poesía culta popularizada. Tal vez traída de Bolivia o del Perú.
244 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

Y para mayor pesar, Aunque dicha verdadera,


La lunita, manancancho. Quizá a tu sombra no vuelva.
Vengo caminando ágatas, Veintiún años, felizmente
Ya no puedo caminar, Has pasado en mis amores,
Mueva el burrito sus patas Y otros tantos con tus flores,
Voy a ponerme a cantar: Perfumastes el ambiente.
Granada puca ttikita ¡Cuántas veces dulcemente
Ttica puca granadita; A tu sombra se ha dormido
Iscaita munacuscaita Mi madre y te ha bendecido
Llahuani munacuscaita (1). Al unirte a mi destino!
Donde tantas veces vino
A tirarse el león rendido.
404
BELLO ÁRBOL QUE HABÉIS CRECIDO 405
Bello árbol que habéis crecido DE TODOS LOS LABRADORES
En el medio de la selva.
Quizá a tu sombra no vuelva De todos los labradores
A tirarse el león rendido. Nadie me gana a sembrar.
En tierra de cultivar
Ahora Bolo, en la lomada, Tengo plantas de nogal,
Te alzas enorgullecido, Y aunque duro pedernal,
Viéndote verde y erguido, Que se riega con los soles,
Dominando la cañada. Me da lechugas y coles,
En tu copa enmarañada Duraznos, ricos membrillos,
Las aves han hecho nido, También da para cercar
Y yo también he venido, Trébol, bobo y espinillo.
A vivir bajo tu sombra,
Por esto nada te asombra, Tengo una planta frondosa
Bello árbol que habéis crecido. En la tierra más pelada,
Tantos años ignorado, Cuando está recién regada
Dentro del bosque has vivido, Da una flor, la más hermosa
Hoy mi suerte te ha elegido, Da margaritas y rosas,
Para morar a tu lado. Al medio día, avellanas,
Al pie de tu tronco amado, Por la tarde, da manzanas,
Y antes que el invierno vuelva A la oración quirucillas,
Y en hielo mi plan resuelva Por la noche da frutillas,
Construyo pronto mi rancho, Y guindas por la mañana.
Al estilo del carancho,
En el medio de la selva. Tengo plantas de amaneáis
Me dicen que no da fruto,
A tu sombra muy dichoso Yo con ellas vivo a gusto,
Mi luna de miel pasé, Cosecho cebada y máiz.
Jamás a tu lado hallé, Y si le tapo la ráiz
Ningún pesar doloroso. Da variadas producciones,
Tu follaje siempre hermoso Entre ellas me da pelones;
Sentirá que se disuelva, Carga como una zapallar,
Mas no quiero que te envuelva, Y para dejar de dar
La fatal enredadera; Me da papas y piñones.

(1) La traducción de esta copla quichua, sería: Florcita roja de granada, roja
flor de granadita; a las dos que yo quiero las llamo yo, mis queridas.
(404) Del cuaderno del Sr. Matorras.
•-o ( 4 ° ^ D d ^ t ^ 1 1 1 0 *el S r - Matorras. — Amancay. — Lirio o azucena silves-
«tierno ¡ H l 5 E í c 5Se
! ^ ^ Jcomestible. u U S a d a en Salt
? y J u j u y : Qriruailla; Planta herbácea de tallo
*la usa como refresco.
N CION E RO POPULAR DE SALTA 245

:o planta de manzano, Que al cerrarse la oración


se parece a la higuera, Salga a repuntar las flacas,
la por la primavera, Les resbale cuero y astas,
tres frutos al año, De consiguiente a las yeguas,
noscatel, da duraznos, Que no me descuide de ellas
mdras y peras chinas, Que también la cerda es plata.
usa mil maravillas,
árbol tan singular, A varios hombres los veo
para dejar de dar Señalar al orejano,
iándias y granadillas. Y así van acrecentando,
Y agrandando eus rodeos.
406 Yo me muero de deseos
HOMBRE RICO POR DEMÁS Al ver esta maravilla,
Todos señalan y pillan
ibre rico por demás Y lo marcan sin tardanza,
a fortuna cerrada, El que no es horqueta y lanza,
muchos rodeos de vacas Es tarja, muesca o varilla.
lucha plata enterrada.
¡ Señores los que no tengan
ado quería comer gordo, Torzales para ir a atar,
vacas no estaban buenas,
Pueden con tiempo sacar
i comer carne gonia,
niaba vacas ajenas. Antes que los dueños vengan!
Es bueno que se prevengan
la carne él hacía charqui De lonjas y maniadores.
a venderlo al pulpero, Luego con los mancarrones
e comía las uñitas, Me lo paso muy contento,
las pezuñas y el r¡uero. Les tapo el hierro al momento
Y los vendo cuando engorden.
407
En esto que voy y vengo,
JAN DEL CAMPO ES MI PATRÓN
Si me llegan a pillar
n del Campo es mi patrón Bien estudiada la tengo
; me dio su hacienda a medias, La excusa que voy a echar.
•a trabajar con ella, Si alguno me llega hallar
o con la condición Algún toro desollando

(406) Dictada por Dn. Abel Mónico, en "El Cóndor" — Rosario de la Fron-
a. — Pocos hombres habrá en Salta, más conocedores del campo y de la vida de
paisanos de las selvas salteñas como este señor. A él le debo las facilidades que
e para recorrer gran parte de la zona de los bosques.
(407) Del cuaderno del Sr. Matorras. Esta canción está también en el Cancw-
y-o de Catwmarca, N* 130.
Juan del Campo: Este personaje mítico vive en los cerros y al parecer tam-
rm en las selvas. El Dr. Carlos B. Quiroga, en su Cerro Nativo, Pág. 43, trae la
enda de este personaje.
En vano traté de averiguar en los bosques de Salta, en donde existe el mito,
are la identidad de este ser misterioso, para unos es el guarda borque, para otros
valiente en quien concurren todos los atributos del gaucho: cantor, jinete, buen
leador, inmejorable corredor en el monte, matador de tigres y maestro en todas
s artes camperas.
Seguramente es el mismo gaucho legendario, el Juan Valor de esta copla:
Oyendo toriar los perros,
Salí diciendo: ¡A topar!
Había sido Juan Valor
Que había salido a enanchar.
Esto es, que había salido a cazar chanchos del monte, los jabalíes de nues-
os campos.
246 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

Le diré al dueño: —campeando ¡Señore's, los que no tengan


Hallé muerto este animal, Torzales p a r a a m a r r a r ,
Conociendo su señal Con tiempo deben sacar
P o r eso lo estoy cueriando. Antes que los dueños vengan!
Y es j u s t o que se prevengan
Con lonjas y mamadores
407 - a Que yo con mis mancarrones
Pal t r a j í n estoy contento
JUAN DEL CAMPO ES MI PATRÓN
B o r r a r el hierro por cierto
J u a n del c;.mno es mi patrón, Y venderlo cuando engorde.
Y me dio ^ hacienda a medías,
P a que trabaje con ella, A varios hombres los veo
Pero con )a condición Señalar al orejano,
Que llegad: la oración Así van acrecentando,
Salga a re :ntar las flacas, Más y más a su rodeo.
Les r e s f a l cuero y astas, Yo me muero de deseo
De consig nte a las yeguas, Al ver esa maravilla,
Que no mo descuide de ellas Todos enlazan y pillan,
Que también la cerda es plata. Contra señalan y marcan
Le echan pilón, punta i lanza
Si me llegan a topar Y si no es plancha es parrilla.
En esto que voy y vengo,
E s t u d i a d i t a la tengo, 408
A la escusa que hi d'echar.
Si me llegan a pillar NO HAY VIDA MAS VENTAJOSA
Con un toro desollado
Le diré al dueño: —campiando No hay vida más ventajosa
Hallé muerto a este animal, Que la vida del colero,
Conociendo su señal Ellos toman con esmero
El cuero le estoy sacando. Sin que les cueste la cosa.

(407 - a) Dictado en "Agua Blanca" (Metan), por Dn. Justo P. Alemán.


Borrar el hierro: Es hacer desaparecer los rastros de la marca, aplicando
encima otra.
Pilón: Quiere decir, animal sin orejas o con orejas cortadas.
Punta i lanza: Corte de la oreja de un animal en forma de punta de lanza,
esto es, haciendo en el borde de la oreja un ángulo agudo con el cuchillo.
Plancha y -parrilla: Ambas voces indican marcas de animales que adoptan la
forma de esos objetos.
(408) Colero o coleador: Dícese del hombre que mantiene sus vicios a expen-
sas ajenas. El tal es parroquiano de las pulperías y vive pidiendo a los que alli
concurren, vino, cigarrillos, tabaco, chala (para armar el cigarrillo), coca y yists
para coquear.
En chispa: Estar en chispa quiere decir en Salta y Jujuy estar alcoholizado
a punto de embriagarse.
Describe esta glosa una costumbre vieja, indígena, común en las pro-
vincias del noroeste argentino. Es la preparación del maíz tostado o simplemente
del tostado..
Tal como dice el canto, se pone en el fuego el tiesto (olla de barro cocido)
con ceniza en su interior para evitar que se queme el maíz que se va a tostar. Lúe
go que se ha calentado la ceniza se deja caer paulatinamente granos de maíz; sf
remueve el contenido con un haz de varillas finas llamada callana, hasta que lo!
granos se hayan abierto en forma de flores blancas. A esta operación se llama
tostar y a los granos de maíz así preparados, ancua, a7icuana o simplemente tostado
El maíz preferido para esta operación es el llamado morocho o morochiüt
(muruchhuzara — maíz duro, en quichua). Variedad de maíz, caracterizado poi
la dureza y el color morado del grano. (L. Borda).
Chulpi: Otra variedad de maíz, blanco, de grano y espiga chica, dulce y tierno
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 247

S?n aves muy desplumadas 409


Y de un olfato terrible, ¿QUIEN NO SE PUEDE ALEGRAR?
Fara ellos no es imposible
'. descubrir las tomadas; ¿Quién no se puede alegrar
1-r lojos son olfateadas Al ver el tiesto en el fuego?
? ? e-a gente tan ociosa, Y más cuando tuestan luego
>•" ? -•• ocupan de otra cosa Se quita todo pesar.
? .es no tienen qué gastar, Cuando arreglan los tizones
l rniendonos a pensar, Y empiezan con el carbón,
So hay vida más ventajosa. Se le alegra el corazón
Al mirar estas acciones,
A ellos les entra la loca Que demuestran las funciones
Por pedir tabaco y chala, A que se va a destinar;
Y lo miran a la cara; Viendo al tiesto colocar
Por ver si mueve la boca, Para empezar la maniobra,
Cuando el hambre a uno le sobra
Para pedirnos la coca, ¿Quién no se puede alegrar?
Con acento plañidero,
Y como falta el entero Poniendo el máiz en un plato
No le retiran la vista, Se principia a desgranar,
Por ver si muerde la yista Todo se debe aprontar,
Que es la vida del colero. Con todo juicio y recato,
No se deje para un rato,
Después que se han enchispado Lo que se puede hacer luego,
Más si uno está medio ciego,
Lo principian a insultar,
Con un hambre sin memoria,
Y lo quieren aporriar, Todo es un placer y gloria
Al que todo lo ha costeado. Al ver el tiesto en el fuego.
Y se vuelven entonados
Con aire de forasteros, Echándole la ceniza
Luego arman el entrevero, Después el máiz en el tiesto,
A cuchillo y a pedrada; Se mirará presto, presto,
Es que sin costarles nada Porque es cosa muy precisa;
ZUns toman con esmero. Si se quemó ya es omisa
La tostadora y no el fuego;
r.o les brinda bebida Si se derrama en el suelo,
le antojo no se mueran, Es causa de una omisión,
Se le perdona la acción,
salen para afuera,
; Y más cuando tuesta luego.
ca de la querida.
No.- L nden la bebida, ¿Dónde habrá gloria mayor
Entii ?i ropa asquerosa, Que tener máiz morochillo?
¡Qué gente facinerosa! Aunque es de grano sencillo,
Que se llena los bolsillos, Pero es muy reventador,
Con los va'sos y pocilios Todo se convierte en flor;
Sin que les cueste la cosa. El chulpi para gustar,

Capia'. El maíz capia es de grano grande y tierno y de abundante harina blan-


i- Es el maíz ideal para choclo.
^1 uso del maíz tostado es antiquísimo. En las urnas funerarias de los diagui-
ay restos de harina de maíz tostado, puesto ahí para la alimentación del alma
:erto, según la creencia india.
i harina de tostado se prepara el chucán, agregando agua y azúcar hasta
:na especie de sopa fría. Con el chucán he visto desayunarse a pastores y
a»: tores en Los Valles.
(409) Del cuaderno del Sr. Matorras. Es popular también en Tucumán, ten-
so una versión de esa provincia. Cancionero de Catamarca, N' 86.
U8 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

Es suave y dulce al mascar, La manzana respondía:


El capia es atorador Que todo lo despreciaba
Y aunque es tan empachador Porque en el campo se hallaba
Que guita todo pesar. Llena de sofocación.
Por esta justa razón
409-a Todas las frutas marchaban.
¿QUIEN NO SE PUEDE ALEGRAR? Tuvo el naranjo noticias
¿Quién no se puede alegrar De esta gran revolución,
Al ver el tiesto en el fuego? Y se fué con el melón,
Al menos si tuesta luego, A que se hiciera justicia.
Se quita todo pesar. Y la sandía y su milicia
A la frutilla buscaba;
De ver que no la encontraba
A la uva que andaba ausente.
Echando el máiz en el plato Juntó el damasco su gente
Se comienza a desgranar, Y de capitán marchó.
Todo se ha de preparar Se presenta a poco rato
Lo que es menester de un rato, Un durazno a corto trecho,
Aunque con juicio y recato,
Buscarlo temprano es bueno. Y el limón que no es deshecho
Por lo que turbarme puedo Escuchaba esta pendencia,
En la fuerza de esta historia, Y se presentó en audiencia
Porque todo es pura gloria Una mañana de Enero.
Al ver el tiesto en el fuego.
Un membrillo trasladado
Sin errarse en ningún punto,
Iba ganando el asunto,
Al atizar los tizones A la pera con esmero.
Ya parece diversión, Dijo el higo placentero,
Verla sentada en los brazos Que al prisco lo desagera,
Con semejante traición. E hicieron a la ciruela
Tostao de máiz morochillo Príncipe de jardinero,
Aunque el grano sea sencillo,
Pero es muy reventador,
El tostao es pura flor, 410 - a
Y suave para mascar, TODAS LAS FRUTAS MARCHABAN
Si se lo come con leche
Se quita todo pesar. Todas las frutas marchaban
Una mañana de enero,
Y a la ciruela eligieron,
410 Príncipe de jardinero.
TODAS LAS FRUTAS MARCHABAN
Los árboles a porfía,
Todas las frutas marchaban Se ponen a argumentar,
Una mañana de enero, A cual se le podría dar
Y a la ciruela eligieron, El don de la mejoría.
Príncipe de jardinero. La manzana respondía,
Que todo lo despreciaba,
Los árboles a porfía Porque en el campo se hallaba,
Se ponen a argumentar, Llena de sofocación;
A cual se le podría dar Por esta justa razón
El don de la mejoría. Todas las frutas marchaban.

(409-a) Dictada por Dn. Justo Pastor Alemán.


(410) Dictada por Dn. Justo P. Alemán.
(410-a) Dictada por Dn. Ezequiel Alemán.
AN C ION E RO POPULAR DE SALTA U9

presentó en breve ra';o Aunque tanta falta me hace,


durazno en corto trecho, Talvez no lo pueda usar.
os rajos de un peral Ni aún siendo particular
hendiendo su derecho, No me sería lisonjero,
melón que no es deshecho, El gastar tanto dinero,
presentó con esmero En el estado en que estoy;
damasco caballero Me parece que no doy,
i escuchó esta pendescia, Treinta onzas por un apero.
se presentó en audiencia
a mañana de Enero. Es cierto que al parecer
El apero es elegante,
vo el naranjo noticias Pero como no es flamante,
esta gran revoluciór,, Puede algo malo tener.
a donde alega el melón, De estar echado a perder;
le se le hiciera justicia, Si el dueño fué descuidado,
sandía que es delicia, Puede estar apolillado,
las frutillas, buscaoa, Y tal vez sin compostura,
endo que no la encontraba Mirándolo con cordura,
l'uva que andaba ausente; Es un precio demasiado.
ntó damasco su gente,
de capitán marchó. En mi sería una maldad
Si pretendiera comprarlo,
i membrillo trasladado Sin primero examinarlo,
n errarse ningún punto, Y mirar su calidad.
a siguiendo el asuiito,
Sólo por casualidad,
la pera con esmere,
Podría salir a mi agrado,
uso el higo plazo entero
lie al prisco lo desagera Aunque muy bien arreglado,
ue al ciruelo se lo hiciera Pero el dueño por supuesto,
ríncipe de jardinera. Puede haberlo descompuesto,
Porque bastante lo ha usado.
411 Cierto, el apero es muy lindo
TREINTA ONZAS POR UN APERO Más no por eso consiento,
En que sea de buen asiento,
reinta onzas por un apero, Por el uso que ha tenido.
s un precio demasiado, Puede por algún descuido
orque bastante lo ha usado, Maltratarme el parejero,
? que lo compró primero. Porque según considero,
Tiene el defecto mayor,
o no debía ni pensar En que lo hizo atrasador,
¡n apero de esta clase, El que lo compró primero.

-) Del cuaderno del Sr. Matorras.


JOCOSAS Y FESTIVAS
41^ 412 - a

ACUSO, MI PADRE SANTO ACUSÓME, PADRE SANTO

Acuso mi padre santo, Acusóme padre santo


Que adoro a una ingrata bella, Que adoro a una ingrata y bella,
Es más linda que una estrella Que es más linda que una estrella
Por eso la quiero tanto. Por eso la quiero tanto.
—¡Hijo muy malo es tu encanto —Hijo, es muy malo tu encanto
No puede ser permitido, Y mira que vas perdido,
Porque Dios tiene prohibido, Porque Dios tiene prohibido
El amor con desenfreno. El amor con desenfreno:
—¡Mi padre, no siendo así, —Padre, si no siendo ajeno
Yo creo que es permitido! Creo qae me es permitido...

Yo le diré santo padre Yo le diré, padre santo,


Cómo ha sido mi pasión: Cómo ha sido mi pasión:
Con la mayor sutileza Me ha robado el corazón
Me ha robado el cordón, Con la mayor sutileza,
Es grande la admira^ó^ Es tan grande su belleza,
Que causa aquella deidad, Que al mirar esa deidad,
Por su hermosura y bondad Con tanta gracia y bondad,
Que si en caso usted i a viera Padre si usted la mirara,
Hasta el hábito perqi e r a Hasta el hábito botara
Talvez, su paternidad.
Talvez, su paternidad,
¡Jesús, hijo, reza el credo
¡Jesús hijo, reza el Credo, Mira que estás condenado
Mira que estás conq e n a ( j 0 Que si el diablo te ha tentado
Que si el diablo te ha tentado Hasta yo te tengo miedo!
Hasta yo te tengo miedo! —Padre, si no fuera el miedo
Mi padre no fuera el miedo Mi razón lo convenciera
En su razón lo venciera, Y al infierno no temiera
Ni al infierno le temiera Por amar una bonita
Cuando se ama a una bonita. Porque sólo Dios se irrita
Porque sólo Dios se irrita Cuando se quiere una fiera.
Cuando se adora una fiera.
413
—Si tu alma está arrepentida
Botarás a esa mujer, ACUSO, MI PADRE SANTO
—¡Padre, no lo puedo hacer, Acuso mi padre santo
Es mi alma y toda mi vida, Que a un hombre de gran honor,
Me da plata y la comida, Le pegué una puñalada,
Eopita y planchado hermoso. Por interés de un reloj.
Responde el padre gozoso: —¡Ay, hijo! ¿qué me habéis dicho?
¡Jesús, mi Dios y Señor, Se va a cayer este templo,
Qué bonita proporción —No se ha i cayer, padre santo,
Para un padre religioso! Que estamos los dos adentro.

(412) Del cuaderno del Sr. Matorras.


(412-a) Dictado por Dn. José Antonio Aráoz, en la Ciudad, en 1928.
(413) Dictada por la Sra. F. S. de Serra. "Miraflores" (Anta).
254 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

414 De tabaco bien molido,


En papel que no se acabe,
AL QUE ANDE ENFERMO DE AMOR
Y más si el mal no le sale
Al que ande enfermo de amor Tómele el pulso Cupido.
Zámpele un baño en el río,
Si se le apodera el mal,
415
Tómele el pulso Cupido.
AQUÍ ESTA TU MEDIO AMANTE
Denle al enfermo un purgante
De jarabe de mosqueta, Aquí está tu medio amante,
Cupido dio esta receta, Que medio anduvo perdido,
Por que aquel ha sido amante. Medio te viene a buscar
Si el amor sigue adelante, Porque medio te ha querido.
Denle de leche un sudor,
Y para que críe valor En el medio del camino
Y el enfermo no padezca, Yo medio me anoticié,
Denle una bebida fresca Que medio me has olvidado
Al que ande enfermo de amor. Porque medio te dejé.

Hagámosle una bebida Con el medio portador,


En cascara de patagua, Te mandé medias memorias,
Un tercio de canchalagua, Porque medio recordaba
Y más tres claras batidas, Que era yo tu media gloria.
En agua cocida y tibia,
Un vaso de vino hervido. Medio de ti me alejé
Si el calor ha recogido Porque medio había notado,
Denle la raíz de la malva, Que si medio me querías,
Bien de mañana o al alba Medio me habías engañado.
Zámpenle un baño en el río.
Yo medio me retiré,
Apliquelé usted una ayuda Medio tiempo de tu lado,
De caldo de pollo negro, Como medio ingrato he sido,
Póngale parche al cerebro A medio tiempo he llegado.
Para que el mal no le acuda.
Machaque usted una ave cruda, Medio arrepentido vengo,
Media fanega de sal, Medio te vengo a decir,
Quince libras de quillay Que si medio no me admites,
Y seis pesos de jabón. Medio me verás morir.
Busquelé la confesión
Si se le apodera el mal.
416
Si esta cura no le opera AVISO AL MUNDO QUE TUVE
Y está falto de sustento,
Dele por agua del tiempo, Aviso al mundo que tuve
La ráiz de la escorsonera. Una hija con mi comadre;
Póngale parches de cera, Se crió, me casé con ella,
A ambos lados del sentido, Fui su padrino y su padre.

(414) Del cuaderno del Sr. Matorras. — Cancionero de Catamarca, N» 138.


Canchalagua: f. Del araucano cachán-lahuén o cancha-laguen. Callapisma (pre-
cioso jugo) perfoliatum, genciánea, Yerba parecida a la genciana, que se emplea
contra el dolor del costado. (Segovia).
(415) Del cuaderno de Dn. Ventura Sarmiento.
(416) Del cuaderno del Sr. Matorras. — Cancionero de Catamarca, N» 108.
En el Cancionero Bonaerense, de Ventura R. Lynch. Pág. 24, está esta misma can-
ción.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 255

C ;ar.do yo era libertino, En sus manos quiero verte,


L -• -é un suceso yo; Y bien puedes esconderte,
F -T- que a mí me pasó Porque has querido a Matías.
mujer de un amigo, Y a causa de Zacarías,
' para otro destino, Yo prometo no quererte.
o desgracia tuve,
ntar las virtudes Con Miguel eres ingrata,
• adas de la tierra. Por querer a Celedonio;
L'-. c mpromiso con ella También le sales a Antonio
r.. :'í al mundo que tuve. Con la misma patarata.
Mira que Ignacio te mata
I-ando él llegó a volver, Porque le hicistes así,
1:5 a su mujer desgraciada, Tú me engañastes a mí,
i" :omo ninguno entraba, Tratando de mala fe,
D.jo que yo había de ser. Por eso te desconfié
F ella por obscurecer Desde que te conocí.
líe dijo: "No seas cobarde;
T j vas a ser mi compadre". Estando tú con Reinaldo,
Sf yo tuve que ceder. Lo engañastes a Manuel,
P:r donde vine a ten^r Fuistes a casa de Andrés
Tía hija con mi comadre. A pedir dote de Eduardo.
Por eso dice Ricardo
Después que cristiana fué Que son tus astucias tantas,
Li que era mi hija y ahijada, Y que si a Lorenzo lo plantas,
^? fué a una tierra lejana Con Pablo quedas formal.
Donde me posesioné. Cuando yo te quiero hablar,
Después esta niña fué Te quieres hacer la santa.
Una preciosa doncella,
La llevaron al lugar Estanislao con Mariano,
Donde yo mismo existía. Ambos se mueren por vos;
C-.mo no la conocía Lo que has hecho con los dos,
S- crió y me casé con ella. Lo has de pagar con Lauriano.
Así dice Cayetano,
Díp.;és que ya me casé, Que ya dará fe de ti.
Z:. : ^versación un día, Yo me retiro de aquí
r
is que era hija mía, Porque no tienes enmienda.
i ahijada y mi mujer. Ya saldrás con encomienda
A be conocer Y me culparás a mí.
Cada uno sus amistades,
Y no cometer maldades 418
Como las he cometido.
Que antes de ser su marido, CÁSATE, ME DIJO EL CURA
Fui su padrino y su padre.
Cásate, me dijo el cura,;
Yo le dije: no, vicario,
417 Si quiere que yo me case,
AYER ESTABAS CON JUAN Que se case el comisario.
Ayer estabas con Juan, Porque estuve divertido
.-.r.tc- con Diego y Martín, Una noche en un gran baile,
lí-v on Hilario y Fermín, Sin tocar un pelo a nadie,
Mañ.\ na con Sebastián. Todo el mundo lo ha sabido;
Si de esto sabe Julián, Y en un infierno metido

(417) Del cuaderno del Sr. Matorras.


(418) Dictado por el Sr. J. P. Alemán.
256 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

Me tienen con gran locura; 420


Buscarme mujer procuran
DETERMINADO ME SIENTO
Las viejas casamenteras;
Y por estas consejeras, Determinado me siento
Cásate, me dijo el cura. De aborrecer lo que adoro,
Y en el mismo instante lloro
Mi propio aborrecimiento.
Adoro una niña hermosa,
419 Pero es una ingrata fiera,
Es de mi alma prisionera,
CUANDO CARNIE MI CHIVITO Es una sierpe engañosa.
Es tortolilla amorosa,
Cuando carnie mi chivito Pero en lo que digo miento,
L'astita no ni de perder, Es un fiero león sangriento,
Mañana cuando me case, No esmeralda, sino perla,
Chambao para mi mujer. Por adorarla y quererla,
Determinado me siento.
Cuando carnie mi chivito
La paleta no hi perder, Es un Serafín del Cielo
Mañana cuando me case, Aquella deidad que adoro,
Es de honores un tesoro
Bandeja pa mi mujer.
Y es todo mi desconsuelo.
Por amarla me desvelo,
Cuando carnie mi chivito Y por su amor yo me atoro,
Las bostitas no hi perder, Pero si no la desdoro,
Mañana cuando me case, Yo mismo me contradigo,
Rosario pa mi mujer. Que me obligo y no me obligo
De aborrecer lo que adoro.
Cuando carnie mi chivito Es mi fe tan excesiva
L'uñita no hi de perder, Y mi pena tan incierta,
Mañana cuando me case, Que quisiera verla muerta,
Zapatos pa mi mujer. Pero al mismo instante viva.
El amor de ella me obliga
Cuando carnie mi chivito A no perder su decoro,
L'uchito no hi de perder, Yo la aborrezco y la adoro
Mañana cuando me case, Al ver su bello semblante;
La aborrezco en un instante,
Bombilla pa mi mujer.
Y en el mismo instante lloro.
Cuando carnie mi chivito Al fin no la puedo ver,
Cabeza no hi de perder, Porque si la veo me pesa,
Mañana cuando me case, Si me falta su belleza
Un mate pa mi mujer. Es más crecido el placer.
Dejarla no puede ser,
Olvidarla es sentimiento,
Cuando mate mi chivito Estar con ella es tormento;
Costillas no hi de perder, Entre uno y otro dolor,
Mañana cuando me case, Me sirve de más amor
Valija pa mi mujer. Mi propio aborrecimiento.

(419) Me fue dictado en "La Banda Grande", por Dn. Juan Lozada, en 1930.
— Lozada es vecino de Rosario de la Frontera. — Vchito: ¿Husito? Por
as ulmo
eufemis-
S J ° M Í £*{""? ™ S del chivito. Debe pronunciarse uchiio, dándole a la ch el
sonido de la letra francesa. Así también se dice: uchuta por u^uta.
(420) Del cuaderno del Sr. Matorras. — Cancionera de Catamarca, N« 148.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 257

421 Y si el reino de la fe
Sólo al alma se ofreció,
DISPARA UN ZORRO SARNOSO No sé cómo aspiro yo
Dispara un zorro sarnoso Un bien que a sólo ella es dndo,
De otro sarnoso como él, Y si en ti mi alma he 6-judo,
Creyendo que era algún tigre ¿Qué diré al que me la dio?
Que se lo venía a comer.
De esta 'suerte en triste calma
Una sombra indefinida,
Después de tanto correr, No soy un alma sin vida
Perdió su rumbo y su ruta, Sino una vida sin alma.
Cayó en la boca del tigre Y si Dios, darme la palma
Y se lo llevó a San P u . . . Quiere allí, ¿qué diré yo?
¿Qué nací sin alma? No,
Que te la he dado, tampoco;
422 Más bien haciéndome el loco,
EL ALMA, MI BIEN, TE DI Diré que se me perdió.
El alma, mi bien, te di,
Y es cuanto puedo hacer yo. 423
¿Qué diré al que me la dio? EL BUEY LE DICE AL NOVILLO
Diré que se me perdió.
El buey le dice al novillo:
Un rey, ofrecer podrá —Trabaja con atención,
Un trono a su amante hermosa, Fijate que es pa tu bien,
Pero un trono es poca cosa Pa que no seas fatigón.
Si el alma fiel no le da.
Este don no igualará Responde el ternero y dice:
Al que yo te ofrecí a ti, —Mí padre es trabajador
Que porque reines en mí, Y con el tiempo hi de ser:
De mí mismo hago abandono, Alcalde y Corregidor.
Si no te ofrecí yo un trono,
El alma, mi bien, te di. Eesponde la vaca y dice:
-—¡ Calla, muchacho embustero,
Este es mi holocausto, en él Pronto nomás has de ser
Fundo todo mi derecho, Como tu padre, jullero!
Viviendo mi alma en tu pecho,
Verá 'si la tuya es fiel. Responde el toro y le dice:
Conserva tú ese joyel —Y ¿qué es eso de jullero?
Que mi fino amor te dio, Si querís te hago una apuesta
Más rico le habrá, mas no A que te forjo un ternero.
De una calidad tan firme,
Que es cuanto puedes pedirme, Responde la vaca y dice:
Y es cuanto puedo hacer yo. —Ese cuento no es certero;
Vos echas tus multiplicos
Así, un enigma seré Y te andas de bandolero.
Cuando mi ser se destruya,
Viviendo mi alma en la tuya, Responde el toro diciendo:
Muerto o vivo te veré. —Y con esta condición,

(421) Dictado por Dn. Justo P. Alemán.


(422) Un señor Saravia, cuyo nombre no recuerdo, vecino de Cerrillos y que
estuvo en el Territorio de Los Andes, en 1932, me dijo allí, que a esta poesía la
cantaba don Jorge Ruiz de los Llanos, hará 30 años
(423) Me fué dictado por el ciego mendigo de la Ciudad, Juan Montolla,
en 1928. - batigon: Por fatigaso, pocas veces he oído usar esta voz.
17
258 J U A N A L F O N S Q G A tt R I Z O

Que donde dejo el ternero, Y en esta carrera espera


También dejo mantención. El ratón correr al gato,
L'agua nadando en el pato,
Responde la vaca y dice: La perdiz tras del halcón,
—Ese cuento es pura bola, En esta constitución
Si querís criar tus hijos, Entro el trigo van los sacos.
Hace mamar en tus b o . . .
Allegúense a la jornada,
Responde el toro diciendo: Allá verán cosas raras,
—Yo me levanto y me voy, A los ganados tendidos
Que si más me dejo estar Y las culebras paradas.
Pierdo lo que hi comer hoy. Allá verán cosas varias,
Correr al tigre el potrillo,
Responde la vaca y dice: Allá bala el corderillo,
—Ite vos a tu querencia, Siendo de la oveja madre,
Yo mejor lo paso sola, Por eso siempre la carne,
Que tengo mejor presencia. Viene cortando al cuchillo.

424 424 - a
EL GOBIERNO DE HOY ES BUENO PINTAR EL MUNDO AL REVÉS
El gobierno de hoy es bueno, Pintar el mundo al revés
Y a todos nos da la mano. Se ha visto entre tanto yerro,
Quema el sol para el invierno, El zorro corriendo al perro,
Con zuecos en el verano. El ladrón por tras del juez.
Se han mudado los gobiernos, Para arriba van los pies,
El trigo moliendo piedras, Con la boca va pisando,
La nieve se ha vuelto negra, El fuego al agua apagando,
Los pastos comiendo reses, El ciego enseñando letras,
Doce años traen los meses, Los bueyes en la carreta
Por el camino la huella. Y el carretero tirando.
¿Quién ha visto a lo moderno Ei tirano de hoy es bueno,
Pintar el mundo al revés? A todos nos da la mano.
El zorro comiendo al perro, Hiela el sol en el verano,
El ladrón por tras del juez. Y nos quema en el invierno.
Para arriba van los pies, Se han mudado los gobiernos,
Con la boca va pisando, Los trigos moliendo piedras,
El fuego al agua apagando, La nieve se ha vuelto negra,
El ciego enseñando letras, Los pastos comiendo reses,
Los bueyes en la carreta, Doce años tienen los meses,
Y la carreta tirando. La nuera se ha vuelto suegra.

Y si esto se prosiguiera, Arrímense a una majada,


El criado al amo mandara, Verán lo que nunca ha habido,
Los dueños llevan las cargas, El ganado andar tendido,
Las muías se han vuelto arrieras. Y las culebras paradas.

(424) Me fué dictado por Dn. Manuel E. Toscano, en "Pampa Grande", Gua-
chipas, en 1930. — Cancionero de Catamarca, N' 154.
En el Ecuador hay una copla popular del mismo tema:
Al otro lado de un hombre
Estaba un río parado,
Dándole agua a su cuchillo
Y afilando su caballo.
L. M., 33-1.
(424 - a) Del cuaderno del Sr. Matorras.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 259

Allí verán asombradas, En esto no hacen reparo.


Correr al tigre el potrillo, Mientras tsíé todo caro
Y llamarlo al corderillo, Yo voy a dejar de amar.
Siendo la oveja la madre,
Así lo mismo la carne, Yo no quiero mantener
Ahora corta al cuchillo. Muchachas que tengan vicio,
Porque me es un sacrificio
Esto viene por su esfera El poderlas mantener.
Que el esclavo al ame manda, La que se quiera poner
Los hombres llevan 1^ carga Mucho lujo, que lo sude,
La muía se ha vuelto arriera, Que todo está por las nubes;
Por esta misma carr e r a , Y ahora, por fuerza mayor,
El ratón corriendo al gato, Voy a dejar el amor,
El agua nada en el p a to, ' Porque el oro siempre sube.
La perdiz tras del halcón,
Por esta continuación,
426
Adentro el trigo va el s a co.
EN ESTA CASA HI LLEGADO
425 En esta casa hi llegado,
EL TABACO Y EL PAPEL Solo, hi llegado cantando;
El dueño hi casa ha salido
El tabaco y el papel Viendo que yo iba llegando.
Está caro con extremo,
Por eso siempre nos vemos Yo le hi pedido permiso
Todos careciendo de él. Para ponerme a cantar,
Hasta la yerba también El permiso que me ha dado,
Ha llegado a tal estado. Adentro me hizo sentar.
Que el agasajo, el agrado,
Muy pronto se ha d$ acabar. Y me dijeron que cante,
Y no se ha de convidar Echando para adelante
Con mate ni con cigarro. Una copita de aloja.
¡ Ay, qué linda y qué fragante!
::.'. aguardiente, el licor,
~'. vino y otras bebidas, 427
Están tan encarecidas,
Que el comprarlas da terror, ENTRE TODAS LAS MUJERES
Mas a un hombre tomador, Entre todas las mujeres,
¡Qué bolsillo ha de bastar! No hay mujer como mi Juana;
¿Qué cuenta le hace el comprar Sale por las oraciones.
Tan poquito como dan? Vuelve cuando le da gana.
Yo dejo ya de tomar
Hasta que esté el frasco a real. Si se ofrece una guerrilla,
Sale la gente en campaña;
El querer muchachas mozas Pregunten quién va adelante,
Es el engaño mayor, La pobrecita mi Juana.
Está tan caro el amor
Como están todas las cosas. A esto de jugar al paro
Ellas son todas viciosas, También entiende mi Juana;
Y no llegan a mirar Barajando bien el naipe,
Que a uno le cuesta el comprar, No muy cualquiera le gana.

(425) Del cuaderno del Sr. Matorras. — Cancionero de Jujuy, N« 84.


(426) Oí estas cuartetas a un guitarrero en un baile, en San Carlos, en 1930.
(427) Dictado por Dn. Abel E. Mónico. "El Cóndor", Rosario de la Frontera.
260 JUAN A L F N S O C A R R I Z O

428 429
ERAN CUATRO CABALLEROS ESTABA UN LORO DURMIENDO

Eran cuatro caballeros Estaba un loro durmiendo


Que perseguían una dama. En las ramas de un chañar,
Los cuatro se disputaban Viene la urraca y le dice:
¿Quién será el dueño de su alma? —Loro, te han hecho llamar;
Te hace decir doña Cata
Que te quiere conversar,
El uno de ellos decía
Que, aunque no tenía camisa, Y en plazo de cuatro días
Te pongas donde ella está.
Pero que la ha de llevar Pronto se puso en camino
A fuerza de sus caricias. Y se echó a todo volar.
El Loro lleva el consuelo
El otro de ellos decía Que al sol alto ha de llegar.
Que, aún cuando no era soltero, Llegó y se paró en la puerta,
Pero que la ha de llevar Y aunque es rudo de memoria,
A costa de su dinero. La saluda a doña Cata:
—¿Cómo le va, mi señora?
El otro de ellos decía Se ríe la Calandria y dice:
Que no tenía pantalones, —¡Qué mozo tan espigado,
Que cuando va caminando
Pero que la ha de llevar
Parece que va sentado!
A costa de sus razones. Contesta el Loro y le dice:
—Usted es más fina que el sol;
El otro de ellos decía Sólo una faltita tiene,
Que no tenía valimiento, Canillas, como simbol.
Pero que la ha de llevar
Prometiendo casamiento.
430
Se la llevaron,
Se la llevó; HERMOSA DEIDAD
La polvareda
No más quedó. Un español
—¡Hermosa deidad,
Se la llevaron, Adorado hechizo,
Se la llevó; Escucha mis ayes,
Yo fui testigo, Oye mis suspiros!
Por ahí pasó. Una colla
•—Halagos de hombres
Subí al alto de la torre, Siempre son fingidos,
Por ver si la divisaba; Y así, señor mío,
Sólo alcancé a ver el polvo, Yo no quiero oírlos.
Que su amante la llevaba.
Español
Se la llevaron, •—Bien, prenda del alma,
Se la llevó; Sabes que los míos
En media plaza Del corazón nacen,
La quité yo. Leales y finos.

(428) Del cuaderno del Sr. Matorras.


(429) Dictado por Dn. Justo P. Alemán.
(430) Del cuaderno del Sr. Matorras. — Cancionero de Jujuy, N» 86.
CANCIONERO POP LAR DE SALTA 261

Colla Español
—Vaya usted diciendo —¡El alma que tiene
?odas sus caricias, Un precio infinito!
l a ver lo que saca ¿Por qué me desprecias
Jsted con decirlas. .Este sacrificio?
Español Colla
-Sabrás, pues, mi bien, —El alma no quiero,
¡ue te amo y te estinw, Porque según creo,
" en ti tengo puestos No soy purgatorio,
'odos mis sentidos. Ni tampoco infierno.
Colla, Español
—Esa es mucha brona —Yo te diera todo
Y es mucho delirio, Con justa razón,
Ponga usted doblones, Y también de palos
tfo ponga sentidos. Si hubiera ocasión.
Español Colla
—Doblones, mi bien, —Yo te los pegara
Sío te puedo dar, Con mayor razón,
Porque en "La Moneda" Para que no seas
ÍTo sé trabajar. Pobre y querendón.
Colla
—Déme usted vestidos, 430 - a
Pañuelos, zarcillos,
Faluchos, pulcillos, HERMOSA DEIDAD
Miriñaques finos.
Español
Español
—Mi prenda del alma. —¡Hermosa deidad,
Mercader no he sido, Adorado hechizo,
No tengo más ropas Escucha mis ayes,
Que la que me visto. Oye mis suspiros!

Colla Colla
—Con gente tan pobre —Halagos de hombre,
Jamás he tratado, Todos son fingidos;
Y en primer lugar Así, señor mío,
Ponga usted ducados. Yo no puedo oirlos.

Español Español
—El mejor ducado —Sabrás que te quiero,
Es el corazón, Te adoro y te estimo;
Desde hoy será tuyo, En ti tengo puesto
Desde hoy te lo doy. Mis cinco sentidos.
Colla Colla
—Corazón de gente —Esa es mucha excusa,
Jamás he comido, Es mucho delirio;
Y así, señor mío, Ponga usted dos luises,
No lo necesito. No ponga sentidos.

(430 - a) Dictado por Dn. Justo Alemán.


262 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

Español Colla
—Doblones, mi bien, —El alma no quiero,
No te puedo dar, Porque según veo,
Porque en "La Moneda" No soy purgatorio,
No sé trabajar. Ni menos infierno.
Colla Español
—Déme usted zarcillos, —Yo te diera todo
Sortijas y aritos, Con justa razón,
Faluchos y anillos, Y también de palos,
Miriñaques finos. Si hubiera ocasión.
Español Colla
—Mercader yo fuera, —Yo te los pegara
Te diera de un golpe Con mayor razón,
Todo cuanto quieras, Para que no seas
Pero soy un pobre. Pobre y querendón.
Colla
—Esa es mucha broma, 431
Con pobres no trato; LA TORCAZA ES LA PULPERA
Así, señor mío,
Búsquese un ducado. La torcaza es la pulpera,
Español La calandria es la cantora,
—El mejor ducado Y la acompaña la lora,
En esta dicha taberna.
Es mi corazón,
El zorzal se queda afuera,
Si tú lo recibes,
Y el chingólo y chiquichí
Desde hoy te lo doy. Preguntan si hay chicha aquí
Colla Y responde el payogasto,
Esto estará muy buenazo,
—Corazón de gente, Hagamos un zapateo...
Yo nunca he comido.
Así, señor mío,
No lo necesito. 432
Español LE DIJO UN DESPILFARRADO
—Bien, prenda del alma,
A tus pies me rindo, Le dijo un despilfarrado
Y no es rendir poco, A una señora de manto:
Rendirme a mí mismo. —Mi sol, mi luna, mi encanto,
¿No necesita un criado?
Colla
—Esa es mucha excusa, En un concurso de gente,
Es mucho delirio; En una grande función,
Vada usted a rendirse Se le atrevió un pobretón
A los pies de un Cristo. A una señora decente.
Pues él, sin tener presente,
Español Ni mirar que era un pelado,
—Y si el alma tiene Con señas de enamorado,
Un precio infinito, De esta manera le habló:
¿Por qué me desprecias —El que la quiere soy yo.
Este sacrificio? Le dijo el despilfarrado.

(431) La recogí en Pampa Grande, a una señora en casa del Sr. Jaime
Gómez. — Payogasto: El cuervo, probablemente esta voz es quichua.
(432) Del cuaderno del Sr. Matorras. — Cancionero de Jujuy, N' 85.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 263

La señora sin hablar, El tiene cabras y ovejas,


Ella formó la intención Bueyes, vacas y dinero,
Que, en pasando la fundón, Y según esto yo infiero,
Lo había de demandar, Que hace muy mal si se queja,
Y sin prevenir su mal. El logra la gente vieja,
Salió del templo entretanto, Sea de la edad que fuere.
Y entre con cólera y llanto Que pagen es lo que quiere
El Alcalde fué informado. El entierro de los muertos,
Así se atrevió un pelado Sean rengos, mancos o tuertos,
A una señora de manto. El logra los que se mueren.

Llamó el juez al agresor, De la Trinidad del cielo,


A preguntarle por qué El es la cuarta persona;
Atrevido en faltar fué Es gloriosa su corona,
A una señora de honor. Sirve a todos con buen celo;
Contesta el pobre: —Señor, Para su mayor consuelo,
De su pregunta me espanto, El sabrá su desengaño.
Ella hace pecar a un santo Para él no hay plaga ni daño,
Y a cualquier amante aflige, El por el orden que tiene,
La vi tan linda y le dije: Gana plata, gana bienes,
—¡Mi sol, mi luna y mi encanto! Para el cura no hay mal año.

Le dice el juez: —Mi señora, Si el diezmo va con aumento,


Corre de su natural, Son ganancias para él sólo.
Que si este pobre hizo mal, El gana plata en los olios,
Dispénsele por ahora, También en los casamientos;
El en nada la desdora, Para él no hay impedimento
No es sino un adelantado, Para vender las mujeres.
Eso deje que ha pasado, Todas las que les pidieres
Perdónele a un imprudente. Va vendiendo y entregando;
Y ahora que ya no hay gente: Todo el año está ganando,
¿No necesita un criado? Haiga la plaga que hubiere.
433 434
NADIE GANA MAS Q U E EL CURA NO ME QUISIERA MORIR
Nadie gana más que el cura, No me quisiera morir
El logra los que se mueren, Sin hacer mi testamento,
Para el cura no hay mal año, Por si acaso en algún tiempo
Haiga la plaga que hubiere. Mis hijos quieran reñir.
El cura no sabe arar, Son muchos mis herederos
Y menos uncir un buey, Y asimismo mis caudales,
Pero por su justa ley, Porque tengo en animales
El cosecha sin sembrar. Un chivato y un carnero.
Pues para salir a andar, Un jumento sillonero
El poco o nada se apura;' En que me sé divertir,
Tier.G su renta segura Aunque viejo ha de servir,
Sin andarse molestando. Aunque rengo, manco y tuerto,
En la sombra, descansando, Y antes de arreglar todo esto
Nad;c gana más que el cura. No me quisiera morir.

i « 3 ) Del cuaderno del Sr. Matorras. _ Cancionero de Catamarón, N' 161.


GuaLbü^^&tZ0Jel ? r - " t o r r a s . - Cancionero de Jujuy, Nos. 91 y 91-a.
una p ^ ^ i r ^ ^ ^ ^ ^ r ^ ^ •*> <• Salta, que da
Cuchupi, por chucupi, ver nota a la copla N» 4137.
264 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

Y en lo que hace a mis prendas, Para salir a pasiar,


Tengo un freno sin barbada, La pontezuela de palo,
Un recao sin cabezada, La barbada de torzal.
De chivo un cuero de jerga, Un caballo sillonero,
Un torzal de que hago riendas Gordito como una bola,
Cuando ensillo mi jumento; Que tiene una peladura
Mis estribos son de tiento: Del crucero hasta la cola.
Sepan todos los presentes, Tiene la mala costumbre,
Por si muero de repente Que no le puedo quitar,
Sin hacer mi testamento. Cuando me ve alzar la jerga
Todo se le va en lomiar.
Ahora, lo que hace en ropa,
Tengo un pantalón mezclilla, 435
Aujeriado en la rodilla;
Tengo un sombrero sin copa, ¡OH; VALIENTES SANTIAGÜENOS!
También tengo un par de botas,
¡Oh, valientes santiagueños!
Bien remachadas con tiento,
Son de canilla i jumento, Y no para trabajar.
Sepan todos mis amigos, Todos son vagos y ociosos,
Para que me sean testigos Hábiles para robar.
Por si acaso, en algún tiempo.
Ellos son amigos leales
De quien los va a visitar,
Ahora de servicio i mesa, Hasta hacerlo descuidar
Todo junto lo relato, De las prendas y de los reales;
Tengo la mitad de un plato, Ellos se muestran afables,
Y un retazo i servilleta. Con el rostro bien risueño,
Tengo una cuchara vieja, Con mucho valor y empeño
No es palo de guayabil, Le entregan la voluntad.
Ni menos de cuchupí, ¡Qué arbitrios para robar!
Es de corazón de higuera, ¡Oh, valientes santiagueños!
Pero puede ser por ella
Mis hijos quieran reñir.
El cuidado que ellos tienen
Es que pase un panadero,
434 - a Y más si cruza un resero,
YO NO QUISIERA MORIR Mucho más bien les conviene.
Luego dicen, éste tiene,
Yo no quisiera morir Le busquemos la amistad;
Sin hacer mi testamento, Lo comienzan a saquiar,
Porque tal vez con el tiempo Pasan por el ensillado.
Mi's hijos quieran reñir. ¡Qué hombres de tantos cuidados!
Y no para trabajar.
Son tantos mis herederos,
Igualmente mis caudales, Ellos tienden sus carpetas
Porque tengo en animales Y se sientan a jugar,
Un chivato y un carnero, Porque para macanear
Un jumento sillonero Jamás a nadie respetan.
Y un cuero i chivo de jerga, Allá todos se presentan
Un torzal de que hago riendas, Halagüeños y amorosos,
Y un freno que es una prenda Diciendo: somos rumbosos

(434 - a) Dictado por Dn. Justo P. Alemán. — El Sr. León Mera. (Antología
Ecuatoriana. Pág. 457), trae una trova parecida, titulada: "Testamento del Dr.
Quijano".
(435) Del cuaderno del Sr. Matorras. Es también popular en Tucumán, don-
de como en Catamarca tienen fama, los santiagueños, de rateros. ¡Cuestión de ren-
cillas lugareñas! El cuarto verso de la primer décima, tiene en realidad ocho sílabas,
porque los paisanos, no pronuncian la ese final de prendas.
CANCIONERO P n P TT T, A R DE SALTA 265

Y tenemos resistencia. Barriles y botijuelas


En Dios y en buena conciencia, Serán las que me hagan duelo,
Todos son vagos y ociosos. Se quedarán por los suelos
Las copas y las botellas.
Se llenan de compromisos, Las jarras y las calderas
Si llega algún forastero, Llorarán con llanto triste;
Ponen todos sus oficios Los embudos y los chifles
Por ver si lleva dinero. No ha]]arán jamás consuelo.
Empiezan por el primero, Lloren los alambiqueros,
Dicen: le hemos de ganar, Lloremén los alambiques.
Así lo hemos de pelar
Para que nos haga caso. Lloremén las damajuanas,
¡Qué picaros bribonazos! Por ser muebles de mi oficio,
Hábiles para robar. Todos estos artificios
En que se hace la mañana,
436 Hagan sufragio de mi alma
Con un naipe en de repente,
ORDENO QUE CUANDO MUERA Medio copando en caliente,
Ordeno que cuando muera Como que se juega un rato,
No me lloren los parientes^ Se desocupan los frascos
Lloremén los alambiques Y las pipas de aguardiente.
Y las pipas de aguardiente,.
437
Cuando muera un libertino, PENO POR UNA SUSANA
¿Quién podrá sentir por él?
Sólo el té, sólo el café Peno por una Susana,
Que se toma en los pocilios. Padezco por una Anua,
Como soy el más caudillo, Suspiro por una Rita,
En todo arte calavera, Y muero por una Juana.
Voy a formar una hoguera
Para que sirva de ejemplo, La Lucrecia me da pena
Así advirtiendo con tiempo, Tan sólo de oiría nombrar,
Ordeno que cuando muera. Por celos con la Pilar,
Odio me tiene la Elena.
Lloren los cañaverales Si miro a la Magdalena,
El día que fallezca yo. Se enoja la Cayetana,
Lloremén con llanto atroz Para ver a la Juliana
Los vasos y los cristales, He de engañar a la Amelia,
Todos estos materiales Lo mismo que por la Delia
En que se pone aguardiente. Peno por una Susana.
Ellos serán mis dolientes
Cuando yo muera algún dís,, Me acaricia la Tadea
Lloremén las pulperías, Y me lisonjea la Ignacia,
No me lloren los parientes. No permite la Anastasia,

(436) Del cuaderno del g r . Matorras. — Cancionero de Jujuy, N» 87.


En el Cancionero de Sebastián de Orosco, Pág. 136, hay esta cuarteta:
Poned luto, taberneros,
Por el mal de aqueste dia,
pues murió María García,
La que os daba sus dineros.
Hacer la mañana: Es la segunda acepción que da el Dice, de la Academia a
Tc-v.ar la mañana, vale decir, beber aguardiente en ayunas o al desayunarse. Tam-
iles, se dice a esta costumbre campesina, matar la araña o matar el gusano.
(437) Del cuderno del Sr. Matorras.
266 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

Hable con la Dorotea. De no traer al pensamiento


Mucho más que la Matea Prenda que a mí me ofendió.
Me gusta una Margarita,
Y la Petrona le quita, Si ella cambiara de vida,
A mi vida la exietencia. Y llorando me rogara,
Y con mayor complacencia La culpa le perdonara,
Padezco por una Anita. Si viniera arrepentida.
Más, como es tan fementida,
Si abandono a la Sofía, Y de un falso proceder,
Daré en el gusto a la Rosa. Muy pronto he venido a ver,
Sólo por la Sinforosa Claramente en sus engaños,
Perdonaré a Rosalía. Que aunque pasen dos mil años,
Si me olvidase María, Ya no la vuelvo a querer.
Iré donde la Benita,
Y en caso que no me admita, Si ella me manifestara
O me dijera que no, Que a mí me quiso infinito,
Le haré saber, que yo Le perdonara el delito
Suspiro por una Rita, Y de nuevo la adorara.
Pero no, si yo la amara,
Dejar a la Carolina Tuviera que blasfemar.
No me place, por la Antonia, Así, más vale dejar
Se morirá la Polonia Que esté de mi amor ajena,
Si me vé con la Martina; He de tener mayor pena
A más que la Serafina Que si la vuelvo a adorar.
Sabe lo que es la Fabiana,
Si se ofreciera rendida,
Perderé la última gota. Jamás a hacerme traición,
Padezco por la Carlota Le entregara el corazón,
y muero por una Juana. El alma y toda mi vida,
Pero sin ser conocida
438 En su falso proceder.
Así más vale querer
PRENDA QUE A MI ME OFENDIÓ Otra más firme y constante,
Que si vuelvo a ser su amante,
Prenda que a mi me ofendió, Me ha de volver a ofender.
Ya no la vuelvo a querer,
Que si la vuelvo a adorar,
Me ka de volver a ofender. 438 • a
PRENDA QUE A MI ME OFENDIÓ
Llegando a reconocer
Una traición sucedida, Prenda que a mí me ofendió,
Por no mirarla ofendida, Yo no la pienso buscar,
De ella me habría de doler. Que si la vuelvo a querer,
Pero es lo que no ha de ver, Me ha de volver a engañar.
Que la vuelva a querer yo,
Porque mal pago me dio, Si llegara a suceder
Hecho tengo un juramento, Que una ingrata me rogara,

(438) Del cuaderno del Sr. Matorras. — Cancionero de Catamarca, N? 116.


En el Ecuador hay una copla parecida a la cuarteta inicial:
Prenda que se me perdió,
No la vuelvo a recoger,
Pues si una vez me ofendió,
Ciento me puede ofender.
L. M., 213-1.
(438-a) Dictada por D. Ezequiel Alemán.
CANClONERu f u f u L A K DE SALTA 267

La culpa le perdonara, Mi marido se ha enfermado,


Y la volviera a querer. Yo estoy en la cabecera,
Pero, más, no puede ser, Con el rosario en las manos,
3ue la vuelva a querer yo. Rogando a Dios que se muera.
Porque ella motivo dio,
Y tengo hecho juramento, Ya se ha muerto mi marido,
De no traer al pensamiento, Ya se ha muerto el majadero,
''renda que a mí me ofendió. Ya no tengo quien me diga:
?i ella me representara —Anda pronto y vuelve luego.
De que me quiso infinito,
Le perdonara el delito, Ya lo llevan a enterrar,
Y de nuevo la adorara. Con mucho acompañamiento,
Pero no, si yo la amara, Yo voy por bajo de cuerda,
Ya tendría de qué hablar, Tratando de casamiento.
Para esto es mejor dejar,
Que de mi amor viva ajena, Yo me largué por la calle
Y para darle más penas, En busca de un albañil,
Yo no la pienso buscar. A hacerle echar cal y piedra,
Por lo que pueda salir.
Si me jurara rendi¡ja
No hacerme jamás traición
Le diera mi coraz^ n Aquí se acabó este verso
Mi alma y toda i n ¡ ' v\^&> De la viuda afortunada,
Pero no, es homicj¿ a El lunes murió el marido,
Y es de falso proc e( j e ' r Y el martes ya fué casada.
Para esto es mejo r « u érer
Otra más fiel y ct, n 8 t a n t e
Que si llego a ser u n a m a n t e
441
Me ha de volver a ofender. SÁBADO LA PRETENDÍ
Sábado la pretendí,
439 Domingo me pasé en vano.
El lunes dormí con ella,
QUIERO DECIR Y CONTAR El martes le di de palos.
Quiero decir y contar Miércoles la volví a ver,
De la viuda afortunada, La encontré muy enojada,
El jueves murió el marido, La tomé de los cabellos,
Y el viernes ya fué casada. Le di golpes y patadas.
Me encargó si se casaba, Jueves me mandó un regalo,
Que me case con usted, Que parecía de su mano,
Que le cuide sus hijitos Porque las mujeres quieren
Como diantes solía ser. Golpes, patadas y palos.
El viernes la volví a ver,
La encontré de buen semblante,
440
Prueba que no había dejado,
RENDIDO, VIENES MARIDO Guevos (sic) en aquel instante.
Rendido, vienes marido, Sábado la volví a ver,
Rendido de trabajar, Las mujeres son el diantre,
Tienes la cama tendida, Pero con tanto remedio
Bien te puedes acostar. Yo la dejé como un guante.

(439) Dictada por Dn. Ezequiel Alemán.


(440) Del cuaderno de Dn. Ventura Sarmiento.
(441) Dictada por Dn. J. P. Alemán.
268 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

442 Me has de perder el respeto,


Todos dirán, por supuesto:
SEÑORES, LES CONTARE ¡Quién pensara que fulana,
Siendo una señora anciana,
Señores, les contaré, Había de tener amigos!
Ya que se ofrece ocasión, Aún por eso no me animo.
Yo con toda mi pasión, Yo no sé andar con mañana.
A una vieja enamoré.
Rendido me le ofrecí, Entonces pegué un suspiro,
Le dije: mire, señora, Casi el alma me salió,
Es constante quien la adora Y la vieja contestó:
Y a sus pies está rendido. —¡Aguárdese, compañero!
Solamente dirigido Entonces le dije: muero,
Por gozar de su hermosura. Señora, por vuestro amor,
Por Dios, hágame el favor,
¡Mire, qué feliz mañana, Antes que pierda el sentido,
Dijo la vieja, había sido, Seré su dueño querido,
Oh, mozo, en cuanto ha venido No me trate con rigor.
A pretender a una anciana!
¡Mozo, yo para jarana —Pero mozo ¿qué no vé,
Ya no me encuentro capaz, Me dijo la vieja, al fin,
Porque cada día más, Que no te puedo servir
Se me aumenta la vejez! Mi imposible es la vejez?
¿O por burlarse tal vez, Vamos a ver si tú puedes
Hoy tan comedido está? Volverme a la juventud,
Entonces con prontitud,
—Le dije: estoy de tal suerte, Seré yo tu dueña amada,
A vuestras plantas rendido, Sin temor de ser burlada
Que habrá del cielo venido Ni de perder mi virtud.
El designio de quererte.
¡Señora,, dadme la muerte 443
Si me has de decir que no,
Y si es que merezco yo, SEÑORES, YO SOY DE AQUÍ
Señora, dame un consuelo, Señores, yo soy de aquí,
No me niegues vuestro cielo, Pero vivo Tahuatahua,
No hagas infeliz mi amor! Más, existo en Aconcagua,
Y hoy me veo en Guayaquil.
—No puedo servirte, hijito, Allá me acuesto a dormir
Me dijo la vieja entonces, En la cuesta de Aricón.
Porque cuando de mí goces, Mi sueño no lleva fin,

(442) Del cuaderno de Dn. Ventura Sarmiento.


(443) Esta canción pertenece al género de poesías disparatadas, me fué dic-
tada en Tolombón, en 1930.
Antón de Montoro (El Ropero de Córdoba), poeta del siglo XV, tiene esta poe-
sía de tema disparatado, parecida a la salteña:
COPLAS QUE HIZO EL ROPERO A UN y en Egipto está la silla.
APARATO DE GUERRA. Las cinchas tengo en Vitoria,
los látigos en Placencia,
¡Oh, qué pompa; Oh, qué arreo! las aciones tengo en Soria,
I Oh, qué aparato de guerra! estriberas en Florencia,
tres blancas tengo de tierra el carpazón en Guinea,
pagadas por jubileo: (ved si la guerra se enciende)
no tengo de comprar nada, el pretal en Zalamea,
que no me falta hevilla el freno en Basilea,
si la guerra es pregonada, las cabezadas allende.
caballo tengo en Granada, Las riendas en Almería,
Cancionero de Montoro: Pág. 203.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 269

Recuerdo en San Juan de Dios, Un bastón que fué de encargo,


Amanezco en Pelesquín. Que hizo Pedro, el carpintero,
Trompas, arpas y violín, Y las alas de un sombrero,
Me daban música entera. Al cual le falta la copa,
Yo estaba por "La Frontera", Una chaqueta de Europa,
Mis ponchos en Tucumán, Alpargatas de puntera,
Mis caballos en Hualfín, Media vara de una estera,
Y mi sombrero en Tafí. Qitó dicen que fué de China,
La guitarra está en Chilquén, Una caja de sardina,
Las clavijas en Argel, Y un espejito redondo,
La quinta en Culanculán, Una batea sin fondo
El pontezuelo en Tarija, Y dos mitades de un fuelle.
Y la bordona en Chillan, Con todo lo que usted lleve,
Yo me festejé en Hidagija Tendremos casa arreglada,
Y mi esposa en "Los Parrones", Viviendo a lo zoco - troco
Y el fandango fué en Simoca. No nos ha de faltar nada.

Estos amargos afanes, 444 - a


Teniendo el bien en la mano,
Los dejas desparramar. SEÑORITA, SABRÁ USTED
¡Señorita, sabrá Vd.
444 Que la amo con frenesí!
SEÑORITA, SABRÁ USTED Y si usted me quiere a mí,
Como empiezo a maliciar,
¡Señorita, sabrá usted Bien me quisiera casar,
Que la amo con frenesí! Que es lo que yo necesito.
Y si usted me quiere a mí, Le fabricaré un ranchito
Como empiezo a maliciar En las orillas del río,
Yo me quisiera casar, Ya tengo un catre que es mío,
Que es lo que yo necesito. La mitad de una frazada.
Le fabricaré un ranchito Lana propia para almohada,
A las odias de un río, Y una levita de moda,
Yo tengo un catre que es mío, Y la cual tiene una cola
Lana propia pa una almohada, De metro y medio de largo,
á de una frazada Y un bastón que fué de encargo,
levita de moda. Lo hizo Pedro, el carpintero,

,nes en Ronda, porque el cuento no se caya;


en Lombardía, el puñal tengo en Pastrana,
' en Trapisonda; y la vaina en Gibraltar,
i • mi persona, y la contera en Triana,
arnido galán, el esquero está en Viana,
is en Carmona, el cinto lo he de comprar.
en Pamplona, El espada tengo en Pisa,
*e en Milán, las correas en Gaeta;
as tengo en Merida una espuela de la guisa,
• s en Madrid, la otra de la gineta;
tes en Lérida, y más unos borceguís
en Valladolid; (amos son del pié derecho),
tengo en Ocafia, el uno tengo en París,
luis en Requena, el otro está en Alcañiz,
uies en Saldaña, uno ancho y otro estrecho.
rdas en Alemana, Las agujetas de armar
nplas en Ximena. y el tahelí amarillo
rica tengo en Maqueda, han de venir sobre mar,
.-. dentro en Vizcaya, á descargar en Portillo.
ro en Barrameda,
Cancionero de Montoro: Pág. 201.
:) La oí en San Carlos, en 1930.
; - a) Dictada por la Sra. F. S. de Serra, en "Miraflores" ,Anta, en 1931.
270 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

Y las alas de un sombrero, Todos te han de festejar


Y unas medias, aunque rotas, Codiciándote el vestido,
Componiéndolas con otras, Que aunque el género es sencillo,
Se pueden zurcir muy bien. Pero te resguarda el hielo,
Tengo un tremendo sartén, Y si no tienes pañuelo,
Que sólo le falta el fondo, Te daré un trapo amarillo.
Y un espejito redondo,
Y todo lo que usted lleve, Si tú me das tu palabra,
Yo creo que bien se puede, Yo he de ser tu fino esclavo,
Tener la pieza arreglada, Tengo un cuchillo sin cabo,
Viviendo a lo zoco - troco, Y un pellón de cuero i cabra,
No nos ha de faltar nada. Que toda mi dicha labra.
Tengo unas jergas de lana
445 Que no tienen parte sana,
Me cuesta para ensillar,
TE DARÉ PORQUE ME QUIERAS Todo esto te voy a dar,
Te daré porque me quieras, Y una sortija de iguana.
Un pedazo i soncoiyana,
También un trapo amarillo, 446
Y una sortija de iguana. TE QUISE, YA NO TE QUIERO
De las prendas que yo tengo, ¡Te quise, ya no te quiero,
Todas le voy a avisar: Y así juro jamás verte,
Un caballo regular, Tu pecho es un lisonjero,
Que es tuerto, lunanco y rengo, Prometo ya no quererte,
Ni por oro no lo vendo, Pero sí, por tí me muero!
Aunque manco, es de carrera,
Corre cuadras, corre leguas, Bien conozco tu indolencia,
Comiendo no se fatiga, No te volveré a querer,
Aunque es de toda mi estima, Favor me hace con tu ausencia,
Te daré pofque me quieras. Cuando no te puedo ver,
Distante de mi presencia.
Para todo el año entero,
Voy a abastecer tu casa, Mi pecho impaciente está,
Voy a carnear por la grasa, Con tu permanencia allá,
Al padre de los carneros. Me dices que es tarde yá,
De la chuspa harás salero, Y que ya te debes ir,
Del cuerpo una hermosa cama, ¡No te vayas, ven acá!
Donde vivas muy ufana.
Todo esto te he de poner, No te digo con soberbia,
A toda hora has de comer Lo digo con humildad,
Un pedazo i soncoiyana. Primero he de lamer tierra
Que volver a tu amistad..
Tres varas de barracan Lo que digo es falsedad.
Te daré para tu traje,
Con eso, con más coraje, Bien puedes en un instante
Puedas salir a bailar; Separarte de mi lado,

(445) Del cuaderno del Sr. Matorras. — Cancionero de Catamarca, N° 137.


En el Cancionero de Barbieri hallé una trova parecida, es la última parte de
la canción N9 417.
Chuspa: Bolsa pequeña. Escroto — con los testículos — de ciertos animales
grandes, como el toro (por parecerse a unas bolsillas...) Voz quichua. (L. Borda).
Soncoiyana: Voz quichua formada de Soncco, corazón, entrañas y Y ana, ne-
gro. Son las entrañas del vacuno, asadas o hervidas, que tienen un color pardo
oscuro. Es voz poco usada.
(446) Dictada por Dn. José Antonio Aráoz, Capital, en 1928.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 27Í

Que los que son inconstantes, A causa de Casimira,


A mí me causan enfado, Se fué mi amor a la maula,
Menos tú, que eres mi amante. Por amores de una Paula,
Tristes mis ojos suspiran.
¡Adiós, adiós, que me voy Y de ver que no me miran
A separarme de t í ! Los ojos de Liberata,
Qué bien enfadado estoy Muy sin piedad me maltrata,
Desde el día en que te vi La celosa de mi Antonia,
¡Tuyo soy y tuyo fui! Me hace sufrir la Polonia,
Y una Bárbara me mata.
446 - a
Injustamente una Juana
TE QUISE, YA NO TE QUIERO Me traspasa el corazón,
Te quise, ya no te quiero, Y me niega la pasión,
Así juro jamás verte Una Manuela tirana.
Tu pecho es un lisonjero, Sale Josefa y Juliana
Prometo no más quererte, Con un candado y cadena,
Pero sí, por tí me muero. Diciéndole a Magdalena,
Que Eosa me ha dado cita,
Bien conozco tu indolencia, También se me enoja Eita
No te volveré a querer, Y una Angela me da pena.
Favor me haces con tu ausencia,
Porque no te puedo ver La Toribia y la Justina,
Distante de mi presencia. Me salen con sus enojos,
Arrancándome los ojos,
No lo digo con soberbia, Sale la Marta y Rufina.
Lo digo con humildad, Veneno, una Catalina
Primero lamberé tierra, Me da para que no la hable,
Que volver a tu amistad; Ahorcándome con un cable,
Lo que digo es falsedad. Me tiene una hermosa Luisa,
Por eso tanta ojeriza
Bien puedes en un instante Me tiene una Pepa amable.
Separarte de mi lado,
Que los que son inconstantes, La Petrona y la Lucía
A mí me causan enfado, Que me miran con terror,
Menos tú, que eres mi amante. Más con excesivo amor
Me aconseja una María;
Adiós, que yo ya me voy Me dice la Estefanía
A separarme de tí, Que le da bastante pena,
Que muy enfadado estoy, Que yo vaya a lo de Esther,
Desde el día en que te vi. Me llevan con un cordel
;Tuyo soy y tuyo fui! Preso con una cadena.

447 447 - a
l NA BARBARA ME MATA CAUSA DE UNA CASIMIRA
iiárbara me mata, Causa de una Casimira,
¡ Angela me da pena, Puse mi amor en tal jaula,
'ene una Pepa amable, Por amores de una Paula,
con una cadena. Triste mi pecho suspira.
146 - a) Del cuaderno del Sr. Matorras.
;Í7) Del cuaderno del Sr. Matorras. El Dr. Estanislao S. Zeballos, en su
••rro Popular, Pág. 83, N9 68 — trae una trova parecida. — Cancionero de
Nv 80.
Sr. Duran, en su Romancero General, Tomo II, Pág. 407, N» 1355, trae un
de este tema, con el título siguiente: Los nombres, costumbres y propie-
dc las señoras mujeres.
:'.' -a) Dictado por Dn. Justo P . Alemán.
S72 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

Y, al ver que no me mira 449


Ni Juana y ni Liberata,
Una Segunda me encanta, UNA MUJER ME CONTABA
Me da pesar una Antonia, Una mujer me contaba,
Cecilia me da ponzoña, Diciendo que me quería,
La Barbarita me mata. Me dijo que la estimara,
Que ella bien me pagaría.
Injustamente, una Juana
Me traspasa el corazón, Me pedía una muda i ropa
Y me aciega una pasión, Y un par de pesos al día,
De una Manuela tirana. Como mozo pretendiente,
Salen Josefa y Juliana Sacaba de ande no había.
Con candados y cadenas,
Diciéndole a Magdalena, También me pedía botines,
Que aprontara su cuchillo, Que han de ser de medio punto,
Y con todos sus tornillos, Como mozo pretendiente,
Angelita me da pena. Le traje tres pares juntos.
También Andrea y Rufina También me pedía unas medias,
Me piden que no desmaye, Que habían de ser de Bruselas,
Y me miran en la calle, Como mozo pretendiente,
Ojos de una hermosa Luisa. Le traje medias de seda.
Una Clotilde me hechiza,
Y una Pepa me fascina; También me pedía enaguas
La Clara y la Bertolina Que habían de ser punteadas,
Me tienen a tras perder, Como mozo pretendiente.
Pero mi amor ha de ser Le traje naguas bordadas.
Por la Rosa y la Joaquina.
Andando caí a la cama,
448 De enfermo que me moría,
A más de caer enfermo,
UNA CHANCHA MUY COMADRE Me llevó cuanto tenía.
Una chancha muy comadre,
Se casó con un zorrino, 450
Y sirvieron de padrino, UNA VEZ UN BRASILERO
La paloma y el zorzal.
Un hermoso pavorreal Una vez un brasilero
De cura hizo en la ocasión, Se tragó un buque de guerra,
Sacristán fué un lechuzón. De un puñetazo que dio,
Yo reventaba de risa Hizo temblar media tierra.
Al ver la chancha en camisa Y un argentino de rabia,
Y al zorrino en camisón. De verlo tan atrevido,
Lo derribó de un soplido,
Esa vez concurrí al baile, Y todo el mundo tembló.
Me invitaron al festín , La misma torre de Eiffel,
Tocaba el burro el violín, Cansada de estar parada,
La flauta una cucaracha, De una sola disparada
La guitarra una vizcacha Fué a parar a Tartagal,
Y el ratón el mandolín. Y Tartagal con asombro,

(448) Dictado por la Sra. F. S. de Serra, en "Miraflores", Anta.


(449) Dictada por Dn. Prudencio Guzmán en "Seclantas". Molinos, en 1930.
(450) Dictado por Esteban Giménez, en Guachipas. — Tengo entendido que
este verso corrió escrito en un cuadernillo impreso en Buenos Aires.
7 A N C I O N E R o POP LAR DE SALTA 273

>e ver semejante enano, A una acequia la brinqué.


ja derribó de una mano En un tronco tropecé,
fasta La Banda C)riental. Dentro la acequia caí,
Jna niña de asustada, Sin poder salir de allí.
le colocó en la ocasión Ya no me valió el ser pillo,
ja pollera en la cabeza Y con mi mismo cuchillo,
r
en el pecho el polizón. Hasta el alma me rompí.

451 451 - a
UNA VEZ YENDO A GATIAR UNA VEZ YENDO A GATIAR
Jna vez yendo a gatiar, Una vez yendo a gatiar,
De un golpe casi morí, De un golpe casi morí,
Los perros me rompijiaron, Los perros me rompejiaron,
Hasta el alma me rompí. Y hasta el alma me rompí.
Me levanté de mi cama, Una noche por costumbre
En mi poncho arrebozado, Me levanté de mi cama,
Este se me había rasgado, Con mi poncho arrebozado
Porque sin vinchas estaba, Sobre que rompido estaba.
Presto, presto caminaba.. Como estaba devanado,
Pero me sentía anudar. Presto, presto lo anudaba,
Mas, me volví a levantar, Ligerito caminaba,
Corriendo por llegar luego, A ver si llegaba luego,
Voy me caigo dentro el fuego, Voy y piso dentro el fuego
Una vez lleudo a gatiar. Una vez yendo a gatiar.
La noche estaba muy clara, Llegué y me paré en la puerta,
Me entré y me gané a un rincón, Me acomodé en un rincón,
Voy me golpeo en un horcón; Voy, me golpio en un horcón,
Me paro y alzo la cara, Me paré y alcé la cara,
Voy, me golpeo en una vara; Me golpié en una vara,
;Qué grande ruido metí! Y grande ruido metí.
Y dije: saldré de aquí, Dije, yo voy a salir,
Porqué me voy a matar, Esto es tirarme a matar,
Voy me golpeo en el umbral, Me tropecé en un umbral,
De un golpe casi morí. ¡Del golpe casi morí.
Allí me quedé quejando, Ya me había sentio la vieja,
?ue= me di el golpe en la oreja,
-Te mintió la diabla vieja, Los perros me salió echando,
".o? perros me salió echando. Yo me salí disparando,
V ;•• salí disparando, Pero luego me alcanzaron.
T-ÍT luego me alcanzaron, En el barro me voltiaron,
ün 1 barro me voltearon, Me dejaron indecente,
Jíe r asieron indecente, Vaya, que completamente
'"a:--?., que completamente Los perros me rompejiaron.
1 - cerros me rompijiaron.
Ágatas pude pararme,
pude me escapé, Y mi camino agarré,
a salir disparando, Hasta me determiné,
- aber cómo ni cuando , Que una cequia había i pasar.

ó 1) Del cuaderno del Sr. Mal •s. — Cancionero de Jujuy, N* 89.


1-a) Dictado por Dn. Justo Alemán.
18
274 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

Yo me dispuse a brincar, Y me dice el capataz.


Dentro la acequia caí, —Mozo, traiga su bozal.
Ya estaba el guapo enlazado,
Ya no me valió ser pillo, Demonio era el bagualón,
Pues con mi mismo cuchillo, Ensíllelo con cuidado,
Hasta el alma me rompí. Que es sillero del patrón.
Eso que me le senté,
Le acomodé las de fierro.
452 Gritaba como un becerro,
El demonio del ajeno.
UN DOMINGO DE MAÑANA En lo que iba corcobiando,
El demonio y bagualón,
Un domingo de mañana, Entre mí iba diciendo:
Al despertar el lucero, ¡Puta la silla el patrón!
En una buena cocina, Bellaquíó doscientas leguas
Con bastante leña y fuego, Y no me pudo voltiar,
Se juntaron cuatro viejos, Y se volvió sobre el rastro,
Entre ellos a consultar Hasta la puerta el corral
Las hazañas que habían hecho Esto que me desmonté
Cada uno en su mocedad. Y me dice el capataz,
El uno de ellos decía: Hoy se cumple treinta días.
—Yo cuando era militar, A que ensilló este animal.
Salí en una expedición
De las guardias de Lujan.
Al bajar una cuchilla, 452 - a
Al llegar a una cañada,
Me vide dentro los indios, CUATRO VIEJOS EMBUSTEROS
Como perro en la majada.
Al salir de la cañada Cuatro viejos embusteros,
En el filo una cuchilla, Se juntaron una vez,
De un sablazo me voltié Con bastante leña al fuego,
Cincuenta hombres y una china. A contar de sus hazañas,
—El otro viejo decía: Del tiempo la mocedad.
Yo no he sido miliciano, El uno de ellos decía:
Más, tuve reputación, Cuando yo fui militar,
De domador afamado, Al subir en aquel cerro
Ya dispuse mi camino Y bajar esa cuchilla,
De esta banda al otro lado, Maté de un solo espadazo
Que mi patrón se llamaba, Cincuenta indios y una china.
Señor Dn. Juancho el Pelado. El otro de ellos, decía:
Mi patrón fué Maturanzo, En mis tiempos, cuando mozo,
Y tenía muchos overos, Cuando yo fui marinero,
Entre esos un alazán Andando por mares altos,
De acobardar forasteros. Estando todo sereno,
El día de mi conchabo Saltó un marinero al agua
Me hicieron gran agasajo, Con reloj, cadena de oro.
Me dijeron que madrugue Yo me solté zambullendo,
Con mi aperito al trabajo. A los rumbos de un crucero,
Al otro día de mañana Y al mes y diez y ocho días,
Echaron la cría al corral, Fui a salir a un riachuelo.

(452) Del cuaderno del Sr. Ventura Sarmiento. El Sr. Julio V. Cifuentes, en
su9 libro Romances P. y V. (de Chile) tie: e unas pocas estrofas de esta canción en
N 163. — Esta canción debe ser del Litoi al, pues el Sr. Lynch la trae más extensa
en su Cancionero Bonaerense. Pág. 47.
(452-a) Dictado por Dn. Justo P. Alemán.
ANC ION E RO POPULAR DE SALTA 275

452 - b Dios lo colocó en un campo,


Donde purgue sus maldades,
UN DOMINGO DE MAÑ.ANA Lloró sus iniquidades
n domingo de mañana, En la puerta un camposanto.
1 apuntar el lucero,
e juntaron cuatro viejos Cuando Dios le perdonó,
on muchas leñas al fuego. Empezó el alma a pensar,
Y se comenzó a acordar,
Istos fueron cuatro viejos De aquellos tiempos pasados.
(ue empezaron a contar, Me salvé del condenado,
-as hazañas que habían hecho Y ahora debo cobrar,
Jada uno en su mocedad. Mi botella y mi caudal,
Que dejé en distintos puntos,
Yo quemaré los di juntos,
Si no me dan qué tomar.

453 El alma se fué a un convento,


UN MUERTO DIJO jJESÚS! Golpeó" la pue"rta ai portero:'
—Yo vengo por el diner"'
Un muerto dijo ¡Jesús! Que me lo tienen acM111'0-
Vn la puerta un camposanto, Nunca han de v M r contentos,
Si no me dan qué tomar, Dijo con amargo llanto,
Esta noche los espanto. Porque le plata es mi encanto,
Me Ja tienen que entregar,
Este fué un hombre profundo, Si no me la quieren dar,
De mucha sabiduría, Esta noche los espanto.
Dispuso salir un día,
Bolo, a recorrer el mundo.
Tomó por distintos rumbos,
454
A. la muerte le hizo ¡flus! VOY A CONTAR LO QUE PASA
i" faltándole la luz,
Cuando se acortó la vida, Voy a contar lo que pasa
Al ver el alma afligida, Con los que son de otra parte,
l'n muerto dijo: ¡Jesús! De esos que calientan agua,
Para que otros tomen mate.
Después que éete falleció,
Del cielo llamó a la puerta, Muchos hay que se costean,
1* Dios le exigió la cuenta Tragándose las distancias,
Desde el día en que nació. Por ver de calmar sus ansias,
Llorosa 'su alma pidió De un amor que ellos desean.
Le perdonase algún tanto. Mas en vano se recrean

(452-b) Me fué dictado por Dn. Simeón Soto.


(453) Dictado en "El Galpón" por Dn. Ruperto Ríos, en 1931. En Chile es
popular la copla inicial:
¡Ay, ay, ay! dijo un dijunto
a dentro de de un camposanto:
si no me dan aguardiente
esta noche los espanto.
R. A. L. 108-27.
Parece que el autor de esta glosa hubiese conocido El Diablo Cojuelo, de Luis
Yélez de ^Guevara, pues en el tranco 22, hay este pasaje de la muerte de un jugador
fallero: "Allí está muriendo un fullero y ayudándole a bien morir un testigo falso,
y p o r darle la bula de la Cruzada, le da una baraja de naipes, porque muera como
xino. y él, boqueando por decir "Jesús" ha dicho "flux".
(454) Del cuaderno del Sr. Matorras.
276 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

Y se vienen de su casa. Pero esto no ha sido


Por comer pan de otra masa Por falta de novio,
Dejan el horno encendido, Más de ellos los tuve,
Más, para ser entendido, Y no sé por qué
Voy a contar lo 'que pasa. En todos hallaba
Defectos y faltas,
Hay muchos recién llegados, Y unos me dejaron,
No saben enamorar, Y otros yo dejé.
Y sirven para estorbar
A dos amantes formados, ¡Qué hermoso era Amando!
Y con razones armados, ¡Qué fino Luisito!
El fuego encienden con arte, ¡Qué cara tan linda
Y antes que el calor se aparte, Tenía José!
Otro aprovecha el fogón, Alberto, muy mono,
Esto hacen sin compasión Marcial, un buen chico,
Con los que son de otra parte. Y el año que viene
Me pienso casar.
Cuando una niña se alegra, Ahí viene un chiquillo
Luego les parece sueño,
Que han de lograr con empeño, Que trae una carta
De una pasión por entera. Del Continental;
Y ya la creen verdadera, Déjenlo que venga,
Y engañaos tienen por gala, Déjenlo que pase,
Echan carbón a la fragua Que ha de ser regalo,
Y hacen hervir los calderos; Que me hace Marcial.
Reímos los forasteros,
De esos que calientan agua. —Querida Enriqueta:
Mi tío que estaba
Antes de tener respuesta, Enfermo, muy grave,
Ya empiezan a regalar, Murió antisdeayer.
Y la otra empieza a tragar Me deja sus bienes,
Lo que a ese zonzo le cuesta. Y al fin yo me caso
No gastes en tu protesta, Con Petra, mi prima,
Y de este empeño déjate, Que está en Peñalver.
No hagas tanto disparate,
En tu pasión tan acerba. Así es que terminan
Compras azúcar y yerba Nuestras relaciones,
Para que otros tomen mate. Lo siento infinito,
Me porto muy mal.
Devuelvo tus cartas,
455 Retratos y rizos,
Y besa tus plantas,
YA DENTRO DE POCO Tu amigo Marcial.
Ya dentro de poco ¡Zopenco, granuja!
Seré solterona, ¡Granuja, zopenco!
El año presente Haberme dejado
Que va a terminar Por otra mujer.
Cumplo treinta y siete, ¡Maldigo los hombres,
¡Dios mío, qué vieja! Los hombres maldigo,
Y aún no consigo Los odio, los odio,
Poderme casar. Con todo mi ser!

(455) Dictado por la Sra. Nely Goitía de Dávalos U., en "La Banda Grande",
Molinos, en 1930.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 277

456 457
YO ME PENSABA CASAR YO ME QUISIERA CASAR
Yo me pensaba casar, Yo me quisiera casar,
Pero siento un gran disgusto, Como todos los demás,
Porque mujer a mi gusto, Pero mujer de mi gusto,
Busco y no puedo encontrar. Busco y no puedo encontrar.
El llegarme a desposar
Con cualquiera, no me place, Que si es negra, es noche obscura
Pues saldrá mal el enlace, Que no se puede mirar,
Y sufriré sinsabores. Que si es blanca, es compostura
Pensándolo bien, señores, De carmín y solimán.
Es mejor que no me case.
Si chiquita, es un juguete,
Si es gorda, es una ballena No se sabe dónde está,
Que infunde a todos respeto, Que si es grande, es un fantasma.
Si flaca, es un esqueleto Que asusta por donde va,
Que da compasión y pena.
Y si es de cara morena, Y si es rica, cacarea
Es un rostro mal lavado: Su fortuna sin cesar,
Si es blanca, que se ha pintado, Si pobre, es una pelada
Todo el mundo se reirá, Que no tiene qué gastar.
Por eso, a decir verdad,
Es mejor que no me case. Si ella es flaca, es un pescado,
Si es celosa, es insufrible, Que es sin gusto ni sabor,
Si no cela, es algo peor. Y si es gorda, es una estufa,
;
:'empre callada es mejor; No se puede de calor.
S: es habladora, es temible,
-: es romántica y sensible, Por todo esto, amigos míos,
Me ha de pesar noche y día, Yo no me quiero casar,
~:n pena y melancolía, Sólo lo haría si supiera
y.e ha de hacer gastar en flores, Que pronto había de enviudar.
~ :: =ándolo bien, señores,
r.ejor que no me case. 458
alta, es una escalera, YO SOY COMO EL GAVILÁN
'; es chica, es un juguete
n los bolsillos se mete, Yo soy como el gavilán,
lleva donde quiera; Que vuela con ligereza,
bonita y hechicera, Y con la mayor destreza,
La de celar sin motivo, Sabe las aves cazar.
Si : a, es un vomitivo, También en sagacidad,
"o se puede pasar, No hay pájaro que le iguale,
-liéndome a pensar, Porque es más diestro que la ave,
paso bien la vida. Que en el cazar se ejercita,

50) Del cuaderno del Sr. Ventura Sarmiento. El Sr. Matorras copió la
"andón en su cuaderno. — Cancionero de Catamarca, N? 149.
-. Asturias hay esta canción parecida:
a?ar bien me casara la guapa, por adorarla,
• dos los demás; la fea, por no la ver.
na de mi gusto Lo mejor será, señores,
voy a encontrar. estar siempre por casar,
rica, por avarienta, que no coger una maula
re, por no tener, que dure una eternidad.
A. De LL, 755.
7) Dictada por Dn. Simeón Soto. La Viña.
~) Dictada por el Sr. Julio Quiroga, en Cerrillos, en 1928.
278 J U A N A L F Q N $ 0 CARRIZO

Y hoy, por una palomita, El poder divino es grande,


Doy vuelta y nadie lo sabe. ¿Es justo de que Dios mande
De su clemencia el perdón?
Pero si esta palomita Yo no pierdo la ocasión,
La encontrara entretenida, Y cazo cuando tengo hambre.
O si se encuentra dormida,
Ahí le preparo la muerte, Yo vivo muy regalado
Sin ofenderle la vida. Con el arte de cazar,
Si otro gavilán viniese Porque me sé ejercitar
Para interrumpir mi tiro, Con mucho anhelo y cuidado,
Yo con aire desmedido, Porque duermo descansado;
Kemonto el vuelo y me bajo, Así lo doy a entender,
Para conocer su giro. A todos hago saber,
Sepa todo el auditorio,
Hay pajarillos del arte, 1" nunca se echa de ver.
Que cazan adentro el nido.
Cazan, pero son sentidos, Estando yo en mi retiro
Presos al instante son. Me puse a considerar,
Yo, por la misma razón, Dónde me fuera a cazar,
Me reservo de los ruidos, Para no perder mi tiro.
Para lograr un buen tiro • En esta lidia me miro,
Si es arisca la paloma, Como todo el mundo sabe,
Al bajar no hay que hacer ruido, Soy de mi aposento llave
Ni al volar hay que hacer sombra. Y de todo el mundo entero,
Cazo y como cuando quiero,
Sin hacer daño en las aves.
459

YO SOY HALCÓN DE VIRTUD


459 - a
Yo soy halcón de virtud,
Que cazo cuando tengo hambre, YO SOY HALCÓN DE VIRTUD
Y nunca se echa de ver,
El daño que hago en las aves. Yo soy halcón de virtud,
Salgo de noche a cazar,
Todo mi gusto es hallar
Soy astuto cazador, A las aves en el nido.
Al ave cuando está ufana, Si me sienten el volido,
Entonces de mejor gana O les causo algún temor,
Le escapo un tiro de amor. Las persuado con amor,
Más, el ave de valor Con cariño y con destreza,
Se eleva con prontitud, Y de ese modo hago presa
Y la dejo en su quietud, De las aves en el nido.
Y me bajo a descansar.
Al fin la llego a cazar;
Yo soy halcón de virtud. A Nuestro Señor le pido,
Y a la Virgen, nuestra Madre,
Que nunca se eche de ver
Por fin, sin arma de chispa, El daño que hago en las aves.
Pólvora ni munición, Ya se me acerca la tarde,
Cazo con mi pretensión Ya se me va entrando el sol,
Por victoria o por conquista; Me voy a las dormideras
Jamás les pierdo la vista, A cazar, porque tengo hambre.

(459) Del cuaderno de Dn. Ventura Sarmiento.


(459-a) Dictado por Dn. Nicanor Diez, en Pucará.
:ANCIONERO POPULAR DE SALTA 27.9

460 De allí me saca el cabrero,


Las nalgas a mordizcones.
YO TE QUISIERA QUERER Que corran bien mis talones,
Se enredan como madeja;
Yo te quisiera querer,
En tierra tan despareja,
Y tu madre no me deja. Larga se me hace la playa,
La demonia de la vieja, Y me sirve de muralla
Que en todo se ha de meter! La demonia de la vieja.
Donde canta el chilicote,
Te estaba esperando yo, La vida, prometo el dar,
De allá tu madre salió, Pero ha de ser si te gozo,
Del corral con un garrote; Pero primero en el pozo,
De allí que me saca al trote, A la vieja la he de echar;
Tanto que me hace correr, Al cabrero lo he de ahorcar,
Pero siempre he de volver Todos han de perecer,
Aunque el corazón me late, El perro amarillo ha i ser,
Partido como un teja,
Y aún cuando a palos me mate,
¡Ahíjuna p u . . , la vieja;
Yo te quisiera querer.
Que en todo se ha de meter.
Un perro bayo amarillo,
Pegó un brinco y me agarró, 461
Me rompió los calzoncillos, YO TUVE MI BUEN CHIQUERO
Dentro del barro me voltio,
Mira, cómo, me arrastró, Yo tuve mi buen chiquero,
Más humilde que una oveja, Para encerrar mi majada,
No tengo a quien dar mi queja, Y tenía mis tres cabrillas,
Si tan sólo a mí me toca, De mi cabrita tostada.
¡Agua se me hace la boca,
Y tu madre no me deja! Tenía mi buena majada,
Entre cabrillas y cabras,
Voy a buscar mis calzones, Y siempre multiplicadas,
Por la noche en el chiquero, De mi cabrita tostada.

(460) Del cuaderno del Sr. Matorras. Me dijo alguna vez el poeta Dn. J.
Carlos Dávalos, que él la oyó a unos cómicos de Buenos Aires, en la ciudad de Sal-
ta y he constatado que la canción era efectivamente conocida en Buenos Aires, pues
Ciro Bayo la recogió en esta provincia. — Romancerillo del Plata. Pág. 85.
En el Ecuador es popular la cuarteta inicial:
Yo te quisiera querer
y tu madre no me deja:
en qué no se ha de meter
¡el demonio de la vieja!
L. M., 238 - 4.
(461) La oí en "El Vencido", Anta, en 1931.
PAYADORESCAS
462 La chica se lamentaba,
De un sustazo que tenía,
AL DERREDOR DE UNA MESA Y la vieja bien furiosa,
A un tal Raña maldecía.
Al derredo r de una mesa
Rú?t-> amenté labrada, Mi señora y señorita,
So ir.'-an algunos gauchos Les dije yo, ¿qué les pasa?
C:n ate nc ión ocupada. Y me responden llorando:
—Raña nos rodea la casa.
5-? o; al s o n de la guitarra,
C. mr un sentido lamento, ¡Qué Raña ni qué demonio!
7:- t'. Peña.iva que canta, Cierren las puertas y entremos,
A", compás del instrumento. Y si este zonzo se mete,
Los dos nos entenderemos.
Es el gaucho desgraciado,
Que canta su desventura, Consideren mis amigos,
Es el infeliz que cuenta, La rabia que me vendría,
Una pasada aventura. Al no poder conseguir,
Lo que yo me prometía.
De pronto cesa en su canto,
Porque ha roto una bordona, Según les oí decir,
Se pone ahí nomás lg anuda, En el medio del dolor,
Y en cifra esta letra entona: El tal Raña que nombraban
Era un picaro doctor.
Empriestemén S u atención,
Amigos de un desgraciao, Ya se metieron pa dentro
Quiero contarles cantando, Las dos, prendidas de mí,
Lo que anoche me ha pasao. Me hicieron con repugnancia,
Chupar cerveza hasta aquí.
Muy triste me dejó el día, Estaban las dos allá,
Y ansí la noche me halló, Hablando mal del tal Raña,
No sabía a qué echar la culpa, Me Jo pintaban diciendo,
Del pesar que me agarró. Que tenía traza de araña.
Esa noche me dio cita, Que parecía un comepiojo,
La que yo andaba queriendo, Mirándolo ansí de lejos,
Quedé en ir cuando la vieja, Que eran, sombrero y levita,
Estuviera ya durmiendo. De una misma edad de viejos.
A. las doce, más c> menos, Que el levitón, en su cuerpo,
Dejé mi rancho y me fui, Grandes desvelos pasaba,
Y al llegar al Bulevar, Porque a chupar, a su dueño,
Parados, tres hombres vi. En la noche acompañaba.
Yo, atravesé la calle, Tiene luto por camisa,
Sin hacer caso de nada, Decían color de salchicha,
No vía la hora de abrazar Medio amarillento ya,
A mi prenda idolatrada. Con las chorreras de chicha.
Cuando llegué a sus umbrales, Lo único blanco en su ropa,
Tan manso como una oveja, Es puño, cuello y no más,
Me encontré de sopetón Prendido el cuello en el luto,
Con mi prenda y con la vieja. Por delante y por detrás.

(462) Del cuaderno del Sr. Matorras.


m J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

Que quién sabe ande hallaría Tenía puesta una levita,


Una corbata hilachenta, Como un lazo de largura,
Que tal vez fueron hermanas, Y un revólver bajo de ella,
Con su levita grasienta. Amarrao en la cintura.

No bien me dijeron esto, Me dio una satisfacción,


Ya la ventana sonó, Lo mismito que a un decente,
Las dos pegaron un grito, Y al fin me dijo: amigaso,
Que en el salón retumbó. ¿No conoce a usted esta gente?

Los rempujes continuaban, Yo, dijo, venía resuelto,


Con más fuerza cada vez, Como hombre que soy, severo,
Yo la apretaba de adentro, A la vieja a castigarla,
Si no la voltian tal vez. Y a la hija sacarle el cuero.

Cesaron los rempujones, Pues me tienen, hasta aquí,


Y la vieja, medio muerta Dijo, y se tocó la oreja,
Me pegó un grito, diciendo: Y ya no puedo aguantarles,
—¡Ya han corrido pa la puerta! No soy carnero ni oveja.

Abandoné la ventana, No me dijo qué habían hecho,


Y pa la puerta puntié, Tal vez no fuera muy bueno,
Y ya un rempujón pegaron, Tampoco le pregunté,
En cuanto yo me llegué. Que no averiguo lo ajeno.

Si no llego tan a tiempo, —Que le agradezcan a Vd.


Se me cuela algún malvao, Sino tal vez yo las mato,
Y si quiere me degüella, Pero en fin, me dijo, amigo,
Porque estuve desarmao. Más bien vamos pa mi cuarto.

¡Si es caballero el de adentro, Mientras pasaba todo esto,


Pegó el grito uno de afuera, La chica estaba llorando,
Abra sin miedo la puerta, La vieja, boca de tulpo,
No tenga temor que muera! Al Raña estaba insultando.

En el modo de explicarse, Lo que nos íbamos, dijo,


Al que me habló, conocí Señalando a dos mulatos:
Que era letrao y escribido, Con estos iba a enseñarles,
Y sin temor se la abrí. A que sean de malos tratos.

El primero que se entró, Y me llevó pa su cuarto,


Había sido el mismo Raña, Maldiciendo su destino,
Lo que pasó de la puerta, De entrada me convidó,
Me tapó un olor a caña. Una copita de vino.

Al entrar este individuo, Ni pa mojarme el gargero,


Con sus bigotes de gato, Alcanzó la copa aquella,
Vi que detrás asomaron Pues había sido lo último
Dos cabezas de mulato. Que había tenío la botella.

Y lo que entró el tal doctor, Y no quise esperar más,


Allí se topó conmigo, Y por fin me despedí,
Ya se me quitó el sombrero, Volví otra vez a mi rancho,
Y me dio mano de amigo. Lo mismo quedé al salir.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 285

Los tres hombres que antes vi, En el suelo fué clavao,


Cuando llegué al Bulevar, Entre todos lo rodeamos,
Eran Kaña y los mulatos, Como con ganas cargamos,
Que me hicieron asustar. Fué al momento devorao.

Esto, es, amigos queridos, Al acabar la comida,


Lo que anoche me ha pasado, Fué servilleta un ancoche,
Jamás en mis aventuras, Y para acortar la noche,
He sido tan desgraciado. Y pasarla entretenida,
Pedimos por despedida,
463 Al paisano, que un momento
Lo templara al instrumento,
AL DERREDOR DE UN FOGÓN Y que una vez igualado,
Acompañe al encordao,
Al derredor de un fogón, Con algún triste lamento.
Donde ardían gruesos tizones,
Estaban todos los peones, El mozo había sio corriente,
De una estancia, a la oración. Y no se hizo de rogar,
Estaban en diversión, Fué la envuelta a descolgar,
Contando cuentos graciosos, Con voluntad sorprendente.
Cuando llegaron dos mozos, De allí se vino sonriente,
Y ¡buenas noches! dijeron, Con la guitarra en la mano,
¡Buenas noches! respondieron; Y con el otro paisano,
Los del fogón, cariñosos. A un banco se acomodaron.
Y al instrumento igualaron,
—¿Habrá, señores, posada Como cantores baquianos.
Para dos desconocidos?
Dijo uno de los venidos, Cuando ya la hubo igualao
Parándose en la ramada. Quizo probarla primero,
—Desensille, camarada, Se hizo un preludio ligero,
Tiene pasto donde atar, Kecorriendo el encordao,
Y pásese a calentar, Hizo un lindo bordoneo,
En el fuego a nuestro lado, Y al acabarlo rasgó.
Que ya va estar el asado, En seguida respiró,
Si nos gusta acompañar. Y compuso la garganta,
Y con una voz que encanta,
Uno de ellos al dar vuelta, De esta manera empezó:
Alumbrao por el fogón,
Miramos que en un horcón, —Señores, voy a cantar,
Colgó una guitarra envuelta. Ya que Vds. lo desean,
Tendremos ahora retreta, Mas quiero que también sean
Dijimos todos contentos, Prudentes al escuchar,
Si vienen con instrumento, Y que sepan disculpar,
Cantores deben de ser. Si incurro en cualquier torpeza,
Nos vamos a entretener, Pues soy rudo de cabeza,
En esta noche un momento. Canto sin saberlo hacer,
Lo hago por corresponder,
De los pingos se bajaron, A ustedes tanta fineza.
Y acomodaron sus bastos,
En seguida para el pasto, "Nos vinimos desde Oran,
A que coman los llevaron; A las fiestas de "El Galón",
De allí luego regresaron, Que allí tan mentadas son,
Y como estaba el asao, Según las noticias van.

(463) Del cuaderno del Sr. Matorras — Igualar ía guitarra: es poner al


unísono las cuerdas.
286 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

Nosotros buscando el pan, Sin temor de dar espanto,


Con el canto y con el juego, A una mujer de inocencia.
Nos largamos desde luego, Si alguna por imprudencia,
A probar nuestra fortuna, Se esconde para escuchar,
Tal vez hallemos alguna, Ya tendrá qué saboriar
Si Dios nos escucha el ruego. Algún dulce por curiosa,
Quien se mete a novedosa,
"A juzgar por lo que veo, Ya tendrá pa no olvidar.
Estoy entre gente alegre,
Cantaré versos que integre,
El colmo de sus deseos, 464
Mas como algunos son feos
ATIÉNDAME TODO EL MUNDO
Para que oigan las mujeres,
Creo que está en mis deberes, Atiéndame todo el mundo,
Pedirles que se retiren, Todo el mundo estese atento,
Para que ellas no se almiren Quiero que todos escuchen
Si son de otros pareceres. De un moreno el argumento.
Pues ellas son muy curiosas, Era un negro muy bozal,
Y cuando los oigan reírse, Negro de la mota rala,
Han de querer imponerse, Que por suerte lo encontré
De toditas estas cosas, En el cerro de la Tala.
Y temo a estas buenas mozas,
Me malquisten con el cura, Le pregunté qué se llama,
Pues sería cosa muy dura, Con la cortesía más fina,
Que por esta diversión, Y me responde y me dice:
Me eche una descomunión, Yo soy Antonio Molina.
Que es la cosa más segura.
Pregunta
Las mujeres, llevan luego
Cuentos a los confesores, ¿Podrás decirme, Molina,
No quiero que estos señores, Ya que la suerte no's junta,
Se mezclen en este juego. Si te encontrarás dispuesto
Yo no quiero con el fuego, A contestar mis preguntas?
Andarme metiendo en chanzas;
Del fraile no hay esperanza, Respuesta.
Que nos salve del infierno, i Válgame, Dios de los Cielos!
Que sea verano o invierno, Aunque soy rudo al hablar,
Nos larga nomás de panza. Hágame las que usted, guste,
Aún cuando sean ciento y más.
¡Señoras, siento altamente,
Y perdonen al contor, P.
Que desprecia el gran honor,
De tenerlas por oyentes. A ver, decime Molina,
Pero aquí son imprudentes, Te pregunto a lo profundo,
Disculpemén la franqueza, ¿Cuáles son los tres pilares
Pido a ustedes la fineza, Que hubo primero en el mundo?
Que se ausenten esta vez,
R.
Perdonando, que justo es,
Al cantor tanta dureza. Ya que la pregunta me hace,
Le contesto a lo primero:
En fin, con esta advretencia, —Son tres personas distintas
Ya puedo seguir mi canto, Y un sólo Dios verdadero.

(464) Del cuaderno de Dn. Ventura Sarmiento. El Sr. Matorras, tomó tam-
bién de este cuaderno la misma canción.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 287

P. R.
A ver, decidme, Molina Sin duda, estará pensando,
Te pregunto y ya van dos, Que se ha topao con un crudo,
Debajo de siete estados ¿Cómo se podrá mojar
¿Qué estará haciendo mi Dios? Siendo un espíritu puro?
R. P.
A esta pregunta respondo; A ver, decime, Molina,
Dentro de rayos y truenos Como viento de una fragua,
Sentado sobre su silla, Quiero que me contestis
Juzgando a malos y buenos. ¿Con qué intención corre el agua?
P. R.
A ver, decime, Molina, ¡Válgame Dios de los cielos,
Te voy esto a preguntar: Como el fiel de una balanza!
¿Cuántas leguas anda el sol La intención que lleva el agua,
Hasta que se va a dentrar? Correr, hasta donde alcanza.
R.
Sin duda estará pensando 465
Que voy perdido en mi cuenta,
Porque el sol nunca camina, EN EL PAGO DE COIQUILLE
Es el mundo el que da vuelta.
En el pago de Coiquille,
P. Me invitaron dos amigos,
A ver, decime, Molina, Para ir a una diversión
A esta pregunta también,
¿En qué caballo fué Cristo
Al mismo Jerusalén? Estaba un viejo sentado
Encima de un mostrador,
R. Con la guitarra en la mano,
¡Válgame Dios de los Cielos, Que oirlo daba primor.
Pi«nsa que no he de saber!
Fué en un ángel desvalido ¡Vení para acá, muchacho!
Que Dios le negó su fé. Por la señal de la cruz,
Yo te quiero preguntar,
P.
¿Cómo te hallas de salud?
A ver, decime, Molina,
Te pregunto porque es dable —Ya que esa pregunta me hace,
¿Cómo se podrá casar, Le contesto lo que sé,
Un hijo con una madre? Mi familia quedó buena,
R. Pa servir a su merced.
—Yendo a Roma, viendo al Papa,
Viendo al Profeta Mayor, 466
Así se podrá casar,
Pagando dispensación. ¡HOLA MI AMIGO SANDETA!
P. Fanor.
A ver, decime, Molina, ¡Hola, mi amigo Sandeta!
La pregunta se me antoja, ¿De ande sale, qué anda haciendo?
Anda Cristo dentro el agua, Tanto tiempo por el pago,
• Por qué es lo que no se moja? Que no lo veo divertiendo.

(465) Dictado por Benedicto Torres, de "Río Piedras", en 1931.


(466) Del cuaderno del Sr. Matorras.
288 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

Sandeta. Después que esto terminó,


Hace tiempo, amigo, yo Se vino para mi lao,
Me perdí, de estos lugares, Me vio, me dijo: ¡entre adentro,
Por la culpa de una gresca No se esté helando parao!
Que armé por los arrabales.
¡Gracias, le dije, señora!
Fanor. Y tras ella me colé,
¡Vaya, amigo, siéntese, Y pronto junto a una moza,
Y hágame la relación, Al punto me acomodé.
Creo que esa gresca ha sido,
Por quitar un corazón. Al oído le platicaba,
Habiéndole del amor,
Sandeta. Y ella me dijo: amigaso,
Le contaré, cómo no, ¿Se le ablanda el corazón?
Aunque es larga relación,
Pero convide primero Pase amigo, la botella,
Un trago de ginebrón. Que se me secó el garguero,
Y luego le contaré,
Fanor.
Cómo fué aquel entrevero.
Aquí tiene, priéndalé,
Empape bien el garguero, Y cómo le iba contando,
Que no debe tomar poco, La saqué a bailar un gato,
El que es un gaucho matrero. Y de ella otro enamorao
Había sido un gaucho ñato.
Sandeta.
Voy a contarle, amigaso, Al verme salir con ella,
Cómo fué la cosa aquella, Me blanquió sus ojarrones,
Pero tome usted un traguito, Pero yo no le hice caso,
Y páseme la botella. De sus malas intenciones.
Sandeta cuenta la aventura. Cuando acabé el primer baile,
¡Ahijuna, amigo Fanor, Dijo: ¡gaucho chapucero!
Qué parranda y qué barullo! Y ahí nomás le contesté:
Casi me sacan el cuero, —¡Narices de vizcachero!
Si no lo llevo a mi puyo.
Al oir e'sto, se me vino
En un poste recostao, Gritando: ¡gaucho rechoncho!
Me encontraba en una esquina, Me tiró unos dos puntazos,
Cuando oí sonar la guitarra, Me los quité con el poncho.
Y que cantaba una china.

Yo andaba medio tristón, Yo eché mano a la cintura,


Y al oir cantar me alegré, En busca de mí cuchillo,
Me retiré de ande estuve, Pero sólo hallé la vaina,
Y pal baile enderecé. Para suerte de aquel pillo.

Me llegué muy despacito, Ya cargaron las mujeres,


Y puse al óido en la puerta, Y todas se le prendieron,
Cuando en derrepente se abre. Y como a un santo bendito,
Y sale una vieja tuerta. En andas me lo tuvieron.

Parao nomás me quedé, Mientras así lo tenían,


No me quise retirar, Yo cargué sobre una mesa,
La vieja salió apurada, Eché mano a una botella,
Sin verme se puso a miar. Y le di por la cabeza.
C AN CI ON E R POPULAR DE SALTA 289

El ñato pegó un bufido, ¡Linda era, como ejjcero,


Y ahí nomás se desmayó, Que sale para «Verano,
Lo pusieron en el suelo, Como la lur-al nacer,
Y la gritería empezó. Allá en^k montes, hermano!

Atropellé pa la puerta, ftilí en mi triste ranchito,


Huyendo de aquel mal trago, Feliz, yo vivía con ella,
Disparando pa otra tierra, Me llamaba: ¡sol querido!
A ampararme en otro pago. Yo la llamaba: ¡mi estrella!

Susto grande me mamé, Pero quiso en sus designios,


Más que en otras ocasio:eg( Nuestra sabia Providencia,
Si hubiera sido gallego, Que no dure el ser feliz,
Allí empuerco mis calzo:eg. Como dura la existencia.

Después supe al mucho ;iempo, Un día que salí al campo,


Que al que yo creía f i n ^ Mis vacas a rejuntar,
Al hospital lo llevaron, El corazón me golpeaba,
Y allí mismo había san¿0- Como avisos de un pesar.

Mucho me alegré al sa')erlo, Carnié un ternero ese día,


Y gracias a Dios le he dao, Para tener qué comer,
Porque no había permitido, Hice charque y lo dejé,
Que yo viva desgracias. Que lo cuide mi mujer.

Aquí tiene amigo, ya Volví a la hora de la siesta,


Toda la culpa contada( Con dirección a mi rancho,
De la ausencia en que he vivido, Y de lejos vi a mi charqui,
Lejos de mi tierra an a da. Que lo comían los caranchos.

Ahora lo dejaré a ust a d, Al momento que esto vi,


3ue me cuente cómo L ha ido, Entero me espeluzné,
D-rante la temporada Llego y busco a mi querida,
Zr. jue estuve yo perdido. Fué en vano, no la encontré.

7 seme pa este lao, De tanto quererla, hermano,


jua que tiene aquélla, La ingrata se me voló,
cuento le iré atendiendo, ¡Cuál sería mi pena, amigo,
: inando la botella. Al ver que me abandonó!

e que su relación, Sentí entonces lo que nunca,


ho, amigo, me ha gustao, Todo inflamado mi pecho,
e mucha pena tuv e Por una rabia tremenda,
do lo creí desgraciao? Contra la que mal me había hecho.

Sier.pre nuestra perdición, Le pegué fuego a mi rancho,


Viene por una mujer, Donde tan feliz viví,
?-.r ella, también amigo, Las lágrimas me corrían,
• ipié yo a padecer. Al ver que me iba de allí.

;ié, pues, mí amigo, Dentré a rastriarla en seguida,


me perdí yo, Porque la güella era fresca,
deidad hermosa, Juré en su alcance matarla,
irazón me robó. Junto con quién lo merezca.
19
290 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

El amor que le tenía, Después, no crea en la mujer,


En rabia se convirtió, Que mucho amor le asegure,
Y la sangre de mis venas, Aunque a sus plantas le llore,
Al corazón se agolpó. Y aunque por Dios se lo jure.

En el rastro conocí Convenzámonos, amigo,


Que se me había ido con otro, Que aunque la mujer sea bella,
Más aumentó mi furor, No merece que los hombres,
Y más le piqué a mi potro. Suframos tanto por ella.

De galope se habían ido Después del delito que hice,


Los caminos extraviando, Matando aquellos bellacos,
Los alcancé con el día, Seis años viví en los montes
Los caballos ensillando. Entre medio de matacos.

El gaucho estaba cinchando Al fin, me pude librar


Al ensillao pa mujer, De aquel terrible linaje,
Cuando ahí nomás me presento Donde viví tanto tiempo,
Y ya so atinó qué hacer. Lo mesmito que un salvaje.
Se dispuso al fin montar, ¡Velay, amigo Sandeta,
En el caballo con silla, De mi desgracia la historia,
Pero yo me le eché encima, Sepa que esto me entristece,
Y lo clavé en la tetilla. Cuando traigo a la memoria.

Cayó de espaldas al suelo Y sepa para su bien,


Tirando al aire patadas, Como consejo de amigo,
Y pa que no pene tanto, Que a tener mujer bonita,
Le aumenté dos puñaladas. Más valen los enemigos.
Corrí en seguida a la indina, ¿Pues sabe, amigo Fanor,
Que al monte había disparao, Que usted me ha hecho entristecer?
Y maniada en la pollera. Tomemos, más bien, hermano,
Allí no más había rodao. Y olvidemos la mujer.
La agarré de los dos pieces, Sentados los dos juntitos,
Y hacia el otro la arrastré. Mano a mano se agarraron,
Y sobre su mismo amante, Cuando yo salí del rancho,
Sin verla, la degollé. Durmiendo los dos quedaron.
El era un gaucho que meses,
Con pretexto de campiar, 467
Solía llegarse a mi rancho,
Donde se le hacía almorzar. ORGANIZO MI MEMORIA

Solía llamarme su amigo, Organizo mi memoria,


De todo su corazón, Preparo el entendimiento,
Yo le creí en mi ignorancia, Para cantar, caballeros,
Y ella fué mi perdición. Al compás del instrumento.

No tenga confianza, hermano, Al sonido de las cuerdas,


Del que le llame su amigo, Hallándome autorizado,
Porque aquel más cariñoso, Voy a contarles l'historia,
Es su mayor enemigo. De lo que a mí me ha pasado.

(467) Dictado por el Sr. Benito Lanosa, "El Cóndor", Rosario de la Fron-
tera, en 1931.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 291

Con una linda muchacha, Iguales son las fortunas,


Que por su puesto pasé, De un matrimonio moreno,
Como era tan bonita, Aunque se laven la cara,
De enamorarla traté. Siempre se quedan overos.
Le pintaba mi cariño, Overos son los porotos
Del modo más amoroso, Que venden en Buenos Aires,
Y le decía: ¡señorita, Los hay de todos tamaños,
A su lao sería dichoso! Medianos, chicos y grandes.
Como niña muy resuelta, Grandes son los grandes diablos,
Eespondió a lo que le d i j ; : Que viven en los infiernos,
—Imposible es conseguir, Que todos salen en contra,
Nada de lo que Vd. exige Cuando se muda un gobierno.
Di vuelta la casa al punto, Gobierna el padre i familia,
Pensando en lo que pasaba, Con muchas obligaciones,
Y una extraña voz oí, Y si estos viven muy pobres,
De una que me saludaba. Tienen para sofocones.
Sofocos tiene el carrero
Después siguió caminando, Si tiene que latiguiar,
Y me volvió a repetir: Si en el primer cuesta arriba,
—Mira, que si algo te falta No lo vienen a cuartiar.
Yo lo puedo conseguir.
Cuartian una tropa i carros,
Cuando dentran al pantano,
468 Entran las ruedas al barro,
UNA VEZ EN "LA FRONTERA" Si el carrero no es baquiano.
Una vez en "La Frontera", Baquiano es el jugador,
Andaba peregrinando, Que hace fortuna jugando,
Y me di con una vieja, Y cuando dice que pierde,
Malicié que era fondera; Es cuando sale ganando.
Le dijo a la cocinera,
Que pique bien la cebolla, Ganan plata los pulperos,
Que Teche una papa a Tolla, Cuando nos fían los vicios,
Que viene gente de afuera. Apurao tienen al pobre,
Como cuando hace ejercicio.
Mundanas son las mujeres, Ejercicio hace el soldado,
De sesenta años de edad, Cuando bala le menean
Que ningún hombre en el mundo, En el campo de batalla,
Le ha de decir la verdad. Ande dicen que pelean.
Verdad dice el verdadero, Pelean también los gallos,
Y el que miente no haQe hazaña, Si dentran al reñidero,
El que miente con discurso, Se está con la precaución,
Conserva una amistad clara. Por saber cuál es más bueno.
Claro es el sol y la luna, Buenos son esos amigos,
Que alumbran con claridad, Que no tienen mal vivir,
Iluminan todo el mundo, Y si tienen plata, gastan,
Y a toditos por igual. Para irse a divertir.

(468) Dictado por el Sr. Sigifredo Arias, en "La Selva", Metan, en 1931. —
Cancionero de Catamarca, N* 125.
292 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

Se divierten los niñitos, ¡Vení acá, muchacho,


Cuando se van a la misa, Revolcado en la ceniza,
Y les preparan el arco, Quiero que me digas aura,
Para correr la sortija. Lo que contiene la misa!

Sortijas hace un enfermo, —Ya que la pregunta me hace,


Cuando el invierno ha llegado, Contestaré con certeza,
No tienen con qué taparse, Desde que me bautizaron,
Despiertan engarrotados. No volví a entrar en la iglesia.

Se engarrotan los corderos, —Aura, decime muchacho,


En medio de la majada, Una pregunta te haré:
Cuando viene el viento Sud, ¿Cuántos pelos tiene el sapo
Con neblina y con nevada. Cuando acaba de nacer?

—Ya que la pregunta me hace,


469 La respuesta le diré:
¿Qué pelos puede tener
UN VIEJO ESTABA SENTADO Cuando es más pelao que Vd.?
Un viejo estaba sentado, ¡Mándate a mudar, muchacho,
Encima de un mostrador, Me tenis acobardao!
Cantando con la guitarra, Ite pronto a tu ceniza,
Cosas que daba primor. A masticar tu tostao.

(469) Me fué dictada por el ciego Juan Mantolla. Entre las coplas gallegas hallo
esta pregunta parecida a la penúltima:
Dígame, miña señora,
Ha que ten tanto saber,
Cuantos pelos ten un can
Cuando acaba de nacer?
C. Gallego. T. 1», Pág. 56 - 59.
ADIVINANZAS
470 470 - a
CUANTAS LEGUAS HAY AL CIELO CUANTAS LEGUAS HAY AL CIELO
¿Cuántas leguas hay al cielo? ¿Cuántas leguas hay al cielo?
¿Qué hondura tiene el mar? ¿Qué hondura tiene la mar?
¿Qué animal pastió primero, En el Paraíso de Adán,
En el Paraíso de Adán? ¿Qué animal pastió primero?

Silencio pido a los poetas, Licencia pido a los poetas,


De lo ignorante que soy; De lo ignorante que soy,
Para que me ayuden voy Pero les pregunto yo,
A componer esta letra, Quiero me den la respuesta:
Y verán un gran cometa, ¿Cuál fué aquel primer cometa,
Que a todos causa recelo, Que a todos causó recelo?
¿Quién encumbra más el vuelo? ¿Qué ave hizo el primer vuelo?
¿Cuál es el astro mayor? ¿Cuál es el astro mayor?
Pregunto al mejor autor: Pregunto al mejor postor:
¿Cuántas leguas hay al cielo? ¿Cuántas leguas hay al cielo?

Quisiera un punto saber, Un punto quiero saber,


Que lo desea mi fortuna, Que lo desea mi fortuna,
¿Cuántas vueltas da la luna? ¿Cuántas vueltas da la luna?
¿Qué horas se tarda en nacer? ¿Qué horas se tarda al nacer?
En un pliego de papel, Y en un pliego de papel,
¿Cuántos renglones cabrán? ¿Cuántas letras caberán?
¿Años ha que murió Adán? ¿Qué años ha que murió Adán?
¿Qué fin tuvo Salomón? ¿Qué fin tuvo Salomón?
Digamé con precisión, Pregunto al mejor autor,
¿Qué hondura tiene la mar? ¿Qué hondura tiene la mar?

¿Quién hizo el arpa y vihuela? ¿Quién inventó arpa y vigüela?


¿Cuál fué el primer ermitaño? ¿Cuál fué el primer ermitaño?
¿Cuántas horas tiene el año? ¿Cuántas horas tiene el año?
¿Qué grosor tiene la tierra? ¿Qué grueso tiene la tierra?
¿Cuántas gotas en la sierra ¿Cuántas fueron las goteras
Caerán en un aguacero? Que cayó en un aguacero?
¿Qué tanto será el dinero ¿Cuántos fueron los dineros
En oro y plata sellada? En oro y plata sellados?
Por selva, monte y cañada, Y en montes, peñas y prados,
¿Qué animal pastió primero? ¿ Qué animal pastió primero ?

¿Cuál fué el ave que anunció ¿Cuál fué el ave que anunció
De Cristo su nacimiento? De Cristo BU nacimiento?
¿Cuál fué el primer elemento ¿Cuál fué el primer elemento
Que en el mundo Dios formó? Que Dios al mundo formó?
¿Cuántos árboles plantó, ¿Cuántos árboles plantó
De la cordillera al mar? Entre cordillera y mar?
El agua del río Jordán, Y aquella agua del Jordán,
¿Qué dicha o qué virtud tuvo? ¿Qué dicha o qué virtud tuvo?
¿Cuál fué el primero que anduvo ¿Cuál fué el primero que anduvo
En el Paraíso de Adán? En el Paraíso de Adán?

(470) Dictado por Dn. Tristán Pérez, Cerrillos. — Cancionero de Catamar-


ca, N' 110.
(470 - a) Dictado por la niñita Delfina Naranjo, en Metan Viejo, 1931.
296 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

470- b 471
¿QUE LEGUAS HAY DE AQUÍ AL
CIELO? EN MEDIO ESTOY DE LA GLORIA
¿Qué leguas hay de aquí al cielo? En medio estoy de la gloria,
¿Qué hondura tendrá la mar? Y en misa no puedo estar,
¿Qué bestia pastió primero Ni menos en el altar,
En los jardines de Adán? Porque habito en la custodia.
Pregunto al mejor autor,
En lo ignorante que soy, Yo habito en partes diversas,
A preguntarles me voy, No soy mujer ni viviente,
Quiero me den la respuesta, Soy vocablo de la gente,
¿Quién fué el que formó la letra? Colmo de las agudezas.
¿Quién fué el inventor del sello? En el mundo hago grandezas,
¿Qué ave encumbró su vuelo? De mí nacen las historias,
¿Cuál es el astro mayor?
Son fúnebres mis memorias,
A que me avisen voy yo:
¿Cuántas leguas hay al cielo? En el oro me verán,
Si me buscan me hallarán,
Un punto quiero saber, En medio estoy de la gloria.
Que lo desea mi fortuna,
¿Cuántas vueltas da la luna, También soy de la oración,
Del nacer hasta el poner? Pues en los templos habito,
En un pliegue de papel Tengo parte en Jesucristo,
¿Cuántas letras caberán?
¿Qué año ha que murió Adán? Y en su sagrada pasión.
Qué fin tuvo Salomón? Yo soy de la confesión,
Pregunto al mejor autor, De la hostia y no del altar,
¿Qué hondura tendrá la mar? Procuren adivinar,
Sin quebrantar la memoria,
¿Cuál fué el primer ermitaño? Que siendo yo de la gloria,
¿Quién inventó arpa y vihuela? En misa no puedo estar,
¿Cuántas horas tiene el año?
¿Qué grosor tiene la tierra?
¿Cuántas serán las goteras, En medio del sol estoy,
Que caen de un aguacero? Soy una de cinco hermanas,
¿Cuántos serán los dineros No soy divina ni humana,
En oro y plata sellados? Adivinen, pues quién soy.
Y en peñas, montes y prados, Bastantes señas les doy,
¿Qué bestia pastió primero? Sin descubrir ni ocultar,
En la hablando la verdad,
¿Cuál fué el astro que anunció, De la religión me espanto,
De Cristo su nacimiento? Yo en el cielo no soy santo,
¿Cuál fué el primer elemento Ni menos en el altar.
Que Dios en el mundo creó?
¿Cuántos árboles plantó,
Entre cordillera y mar? Yo habito en el Padre Eterno,
Al lado del río Jordán, Pero no en la Trinidad,
¿Qué amor y dicha mantuvo? Menos en la eternidad,
¿Quién fué el primero que anduvo, Porque habito en el infierno.
En los jardines de Adán? Soy del mundo y de lo eterno,

(470-b) Del cuaderno del Sr. Matorras.


(471) Del cuaderno del Sr. Matorras (Es la letra O). — Sobre el enigma
de la letra O, R. Marín cita una larga composición francesa de la colección de Hi-
laire le Gay, de origen culto. — No tiene la concisión de la glosa salteña. Ver
Tomo 1», Pág. 380.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 297

Soy del blanco y la victoria, 472 - a


Tengan siempre en !a memoria,
Que en la cruz no puedo estar, YO EN EL MUNDO NO NACÍ
Ni menos en el altar,
Porque habito en la custodia. Yo en el mundo no nací.
Al cielo nunca llegué,
Ni por infierno pasé
472 Al purgatorio no fui
Nunca Dios supo de mí
EN NINGUNA PARTE HABITO Ni los angeles me han visto
Yo soy de todos registro,
En ninguna parte habito, Yo no tengo alma ni cuerpo,
Antes que nadies hubiera, No estoy ni afuera ni adentro,
Antes de ser Dios nacido, Ni en ninguna parte habito.
Ninguno supo quién efo-

Soy de la luna, luz bella,


El sol de mi no ha salido,
Cuando la ciencia natfió, De nadie fui conocido,
El sol, la luna y los vientos,
Nacieron los elementos, Ni vi nacer las estrellas.
1 ya era nacido yo. Me anduve junto con ellas,
Cuando el mundo se formó Ninguna de ellas me vio,
Ya era nacido mil veces, Ni el silencio me sintió,
Nacieron todos los ineses, Soy formado antes del mar,
La luz y la obscuridíd, Me anduve en todo lugar,
De más antes supe andar, Antes que nadie nació.
Antes 'que nadies hubiese.
Yo al mismo Dios conocí,
Soy de la luna, luz bella, Antes de que fuera Dios,
El sol de mí no ha sabido, Nunca lloré culpa atroz
De nadie fui conocido, Ni nadie informó de mí,
Vide nacer las estrellas. Yo a los cielos escribí,
Anduve junto con ellas, Antes que cielos hubiera,
Ninguna de ellas me vi do, Soy eclipse de alta esfera,
Ni el silencio me ha sentido, El fundador de la fe,
Fui formado antes del mar, Con los ángeles hablé,
Anduve en todo lugar,
An'es de ser Dios nacido. Y no supieron quien era.

Al primer Dios conocí, Cuando la ciencia nació


Y antea de que hubiera Dios, El sol, la luna, los vientos
N"i:nca lloré culpa atroz, Nacieron los elementos,
D: - = no se informó de mí, Nacido había sido yo.
.- ' s cielos escribí, Cuando el mundo se formó,
Ar.- s que cielos hubiera, Yo fui nacido mil veces,
;
del eclipse antiesfera, Nacieron todos los meses,
"undador de la fe, La luz y la obscuridad,
Ins angeles hablé, Yo nací más cuantuá,
.V iv.no supo quien era. Antes que nadies hubiese.

i 72) Dictada por Dn. Simeón Soto. Parece que el autor de estas décimas
* la epístola que se reza en la misa del 8 de Diciembre, día de la Inmaculada
r,cwn de María, porque en esta epístola sacada del cap. 8?, vers. 22 y 35 del
¡e los Proverbios, hay conceptos análogos.
472-a) Del cuaderno de Dn. Pedro P. Padilla (el vacío).
298 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

473 Yo quisiera adivinar


Y desde luego lo imploro,
NO TENGO PENA NI GLORIA Soy sabio y todo lo ignoro,
No tengo pena ni gloria, Y también sé aconsejar,
Estoy enfermo y sin males, Y les puedo asegurar,
Estoy muerto y tengo vida, Que aunque soy irracional,
Estoy rico y sin caudales. Tengo una finca frutal,
Al fruto no lo merezco,
De todo tengo y carezco,
No hay quien me pueda entender Estoy rico y sin caudal.
En esta pasión tan fuerte,
Ando con desdicha y suerte,
Bien repleto y sin comer. 474
Soy ciego pero sé ver,
Recuerdo sin la memoria, TIPO DE FIDELIDAD
Tengo dicha y no es victoria,
Tengo suerte y no es cabal, Tipo de fidelidad,
Y de este modo fatal, Modelo de sentimiento,
Dechado de sufrimiento,
No tengo pena ni gloria.
Y fénix de la amistad.
En mi mismo no me amaño,
Me desconozco y me toco, El es el ser más sincero,
Ya me miro como loco, Y de corazón amante,
En mi casa soy extraño, El es siempre el más constante,
Y del hombre compañero.
Si en el fuego yo me baño
Su cariño es verdadero,
Mis ardores son fatales, Y es humilde a la crueldad,
Soy como los pedernales. Sin quebrantar su amistad,
Sin dar chispa sé encender, Jamás reclama el mal trato,
Sin penar sé padecer, Es de todos el más grato
Estoy enfermo y sin males. Tipo de fidelidad.

Es mi existencia tan rara, Toda su dicha consiste


Que no sé si yo seré, Hallarse al lado de su amo,
Y si siempre pasaré, También tiene algo de humano;
Sin poderme ver la cara. Cuando vé a su dueño triste,
EJ tiempo en nada me ampara, La mayor pena lo asiste
Soy como cosa perdida, Esto le causa un tormento,
Tengo vara y no es medida, Y sin lanzar un lamento,
Tengo suerte y no es cabal, No protesta el trato cruel,
De un modo tan desigual, Así de este modo es él
Estoy muerto y tengo vida. Modelo de sentimiento.

(473) Del cuaderno del Sr. Matorras (El diccionario). — En el Cancionero


General de Hernando del Castillo hay una canción de Jorge Manrique, N' 196, pa-
recida a esta salteña, aunque es de otro tema: "A su mote, que dice":
NI MIENTO NI ME ARREPIENTO
Ni miento ni me arrepiento Comigo solo contiendo
ni digo, ni me desdigo, En una fuerte contienda
Ni esto triste, ni contento, Y no hallo quien m'entienda
Ni fío, ni desconfío, Ni yo tampoco m'entiendo;
Ni bien biuo, ni bien muero, Entiendo y se lo que quiero,
Ni soy ageno, ni mío, Mas no entiendo lo que quiera,
Ni me venco, ni porfío, Quien quiere siempre que muera
Ni espero, ni desespero. Sin querer creer que muero.
Fin. .> >
(474) Del cuaderno del Sr. Matorras (El perro).
C AN CION E RO POP U LAR DE SALTA 299

Si alguna vez cae herido De talento y condición


El mismo sólo se cura, Yo soy como el Padre Eterno,
Y así sufre una amargura, Que para mí no hay infierno,
Por algún mal consumido. Yo soy más que Salomón.
Se pasa siempre dormido,
Hecho una rosca y hambriento Hasta con Dios soy igual,
Mientras su dueño contento, Mi protesta tengo en Cristo.
Talvez no se acuerda de él, A todo el mundo lo habito
Es un compuesto de hiél En todo soy principal.
Dechado de sufrimiento. En la corte celestial,
De mí nada se decreta,
Ese su amor extremado, El Evangelio me menta,
Con el hombre a quien él quiere, En el acto más profundo,
Y aún hasta el hambre prefiere, Soy recreación del mundo
Por estar siempre a su lado. Examinado y profeta.
Es el amigo abnegado,
Víctima de la impiedad, Yo, espíritu pienso ser,
Si le tratan con crueldad Porque mi rastro es inmenso,
Sin el merecido aprecio Con evidencia confieso,
Es ejemplo de desprecio, Que santo no puedo ser.
Y fénix de la amistad. No he nacido de mujer,
Pero estoy en la Pasión,
También en la Creación,"
475 Después en los tribunales,
YO SOY MAS QUE SALOMÓN En la tierra, fuego y mares,
Al más sabio doy lección.
Yo soy más que Salomón
Examinado profeta, Yo hago Papas y Arzobispos
Que al más sabio doy lección, Sin ser Dios con excelencia,
A más, entiendo mi letra. Enterada providencia,
Astrólogos canonizo.
Yo soy más que el pensamiento Yo doy estudio y oficios
Soy tan inmenso, invisible, Yo hago excelentes planetas,
Hombre soy en lo posible, Compositores, poetas,
Transito más que los vientos, Doy fincas y minerales,
Yo soy raro en lo violento, 1'o quito y doy los caudales,
De más fuerza que un Sansón. A más, entiendo mi letra.

(475) Del cuaderno del Sr. Matorras (El tiempo).


MATONESCAS
476 Salí al patio de la cárcel
Por ver si alguno pasaba.
AL POBRE FÉLIX *ODRIGUEZ Y el amigo más querido
Al pobre Félix Rodrigue Por no verme se ocultaba.
Ev corazón le avisó,
Fué y les dijo a sus amigos Un domingo de mañana
Mañana voy preso yo. Sin pensar esta malicia
Sus amigos le dijeron: Dieron golpes a ia celda,
—No tenga ningún cuidado Diciendo "Soy la justicia".
Coma y échese a dormir
Le han de cuidar el cabillo. El lunes por la mañana
Uno le tomó el caballo, Fué mi martirio primero,
Otro le torció la llave, Me sacan que me despida,
Otro quedó de divisa, De todos mis compañeros.
Y otro por bajito i cueida
Fué a dar parte a la justicia. El martes por la mañana
A esto de la media nocli.e Sué mi martirio segundo,
El cuidao le despertó, Me sacan que me despida
Se asomó por la ventaba, De las delicias del mundo.
Kodeao de gente se hall$,
—¡Ay, juay puta mis amigos El miércoles por la tarde,
Que les valga la intención Fué mi martirio tercero,
Yo les hi enseñar ahora, En el pecho me apuntaron
Cómo se juega traición t Con los fusiles de acero.
Le hicieron una descarga
Por bajo el humo salió, A las cuatro de la tarde
Al Alcalde y sus amigc)S; Se oyen campanas doblar,
A sus pies los derribó. Y entre los presos decían
Félix pelió todo el día,, ¡Pobrecito! ¿cuál será?
Cosa que daba primor,
Y matando tanta gente 478
Hasta puestitas del sol.
COMO TENIA PROMETIDO
477 Como tenía prometido
CATORCE AÑOS PARA QUINCE De Aquino y Silva, la historia,
Eecorriendo la memoria
Catorce años para quince Hoy la voy a continuar.
Que he vivido encarcelado, Y tendrán que disculpar
Me leyeron la sentencia, Si por ella un error halle.
De morir afusilado. También si por acortarla
Suprimo algunos detalles.
¡Aguarde señor verdugo Quedamos cuando a Villegas
Un favor voy a pedir: Silva creyó haberlo muerto,
Que la traigan a mi madre Y más no había sido cierto,
Que me quiero despedir! Pues después se cercioraron,
Cuando en Jujuy se informaron
Ya viene el famoso herrero Por las noticias de un diario
Con su mejor oficial, Y supieron que éste estaba
A remacharme los grillos, Más guapo que un comisario.
Quitarme la libertad. La policía de este pueblo

(476) Dictado por el ciego Juan Montolla, Capital.


(477) Dictado por la Sra. Luisa D. de Feises, Molinos, en 1931.
(478) Dictado por el ciego Leopoldo Flores, en "Carahuasi", Guachipas, en 1930.
30ü JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

Donde pidió la cautura. —¡Nadie se mueva de aquí!


Dijo Silva con voz fría
Entonces Silva se apura Ríndase a la policía
Y se previene afligido Agregó con tono i mando
En Jujuy nos han vendido, A Colque al suelo voltiando
Le dice a sus compañeros De la mano sujetó,
En el lomo de sus fletes Atándolo con un lazo
Se acomodan altaneros. Que a propósito llevó.
Tomaron por un camino Alarcón también y Aquino
Que para Oran conducía Con dos peones que había,
De donde éstos pretendían En nombre la policía,
A Bolivia continuar, Prosiguieron de igual modo,
Donde se podían librar Después revolvieron todo,
De toda persecución, Baúles petacas, cajones,
Y burlar inpunemente, Alacenas y ataditos,
De la justicia la acción. Recobecos y rincones.
Iban escasos de fondos, Allí eligieron sus prendas,
Esto era más reparable, De lo mejor que encontraron,
Y resolvieron culpables Y en una petaca hallaron,
Un asalto ejecutar, Cierta suma de dinero.
Para poder embolsar Empilcharon sus aperos
Dinero para el camino, Se emponcharon de vicuña,
Hasta pasar los linderos Allí conoció Alarcón
Del territorio argentino. La destreza de sus uñas.
Y caminando al efecto Empilchados que estuvieron
De un tal Colque a la morada, A Colque lo desligaron,
Cuando a la oración cerrada, Y también los desataron
Llegaron a sus tranqueras. A los peones manatiados.
—¡Buenas noches!, desde afuera, En los pingos cabalgados
Silva les dice a sus dueños. Prosiguieron caminando,
—¡Buenas noches! desde adentro, Sin pensar que la justicia,
Este contestó con sueño, Les venía el rastro pisando.
—Hi venido aquí señores Sin descansar un momento
A que algún flete me vendan Esa noche caminaron,
Soy un comprador de hacienda Al otro día llegaron
Y preciso un animal, A un río que Grande se llama.
No me niegue su bagual Este sus aguas derrama
Si lo tiene a la ocasión, De la provincia jujeña,
A Colque le dice Silva Donde dormir resolvieron,
Con el tono de un patrón. Porque así Aquino se empeña.
—¡Apiesé con sus peones! Serían las cuatro pasadas
Contestó Colque al momento Cuando Aquino despertó
Y le puso unos asientos A lo lejos divisó
Desde el patio a la ramada. La comisión que venía
Ya era la oración cerrada Y gritó ¡la policía!
Y la hora cerca venía, Con fuerza a BUS compañeros.
En que iban a ejecutar Ajustó bien a su apero;
Lo que tramado tenían. Sobre tablas se paró,
Se sentó Colque con Silva Alarcón sobresaltado,
A tratar del animal, Al mirar a los soldados
Y como era natural Casi quiso disparar,
Este, precio le pidió, Pero supo bien pensar
Pero no bien terminó, Y su caballo ensilló.
De dejar el contrato hecho, Silva dormía todavía
Un formidable revólver Aquino esto percibió,
Vio brillar sobre su pecho. En la espalda le pegó
C AN C ION E1 0 POPULAR DE SALTA 305

Don la lonja del t a k ^ —No tengo más que dos pesos


)iciéndole: ¡ Compañ*^ ¡ Y eso es lo que has de llevar
Arriba! ¡ la comisión Sólo por servirte a vos.
ío tendría cierto y dfjcj] Quedo sin un medio rial.
luir en esta ocasión.
iilva se paró de un s^o —Con dos pesos no hago nada
^. sus armas revistó. Ni suplo necesidad.
2n un minuto ensilló, Doscientos pesos preciso
5u caballo parejero, Y aquí me los ha de dar.
iT quiso montar ligero
Más éste se encabritó, —Entonces le dice el cura:
Porque la comisión toj a Sólo por servirte a vos.
De cerca ya los rodió. Siquiera para que empeñes,
El jefe que los mand% a Toma y lleva este reloj.
Sin pedirles se rmdier m
Dio un fuerte grito qi e ¡muera —Por ser de oro lo recibo
Silva, el picaro asesin^i Pero con la condición,
Sf cortándole el caminí,' Que al reloj junto conmigo,
Por cortar su retiradE Nos eche la absolución.
Dio una orden que se j e hiciera
Jna descarga cerrada. —Absuelto de culpa y pena
apuntaron los soldados, Vayanse juntos los dos,
Detonaron los fusiles, Por no mirarte a mi lado,
Silvaron los proyectiles Daré mil gracias a Dios.
Se oyó una descarga f u e r t e
Y desafiaron la muert e
Parados en esa playa. 480
A los soldados les dijo.
i Maten nomás sus can^iw,- DIOS TE SALVE, VIRGEN SANTA
El caballo encabritado
Montarlo no permitía ¡Dios te salve, Virgen Santa
Por más que Silva quería Adonde estaba sentado!
Las dos veces que intentó. Parecía que era la muerte
Mientras tanto ya sonó Ese Cántaro el mentado.
Cna segunda descarga,
Y la tercera después De repente se levanta,
Y la cosa ya era amarga, Con gran precipitación
Viendo inútil su caballo Y le dice a su mujer
Se halló en peligro inminente, Que se llamaba Asunción:
Lo largó resueltamente,
Dame la ropa, mujer,
Y con revólver en mati 0 ,
Que me voy a ir a pasear,
Dijo: ¡Si es de un tuo u m ano
A casa de Don Antonio,
Morir aquí, su destín^
Que ayer me mandó llamar.
Que muera como valiente,
Peliando como argentino!
Talvez pueda yo morir
Es preciso te prepares,
479 Tu sabes que me persiguen,
DESDE MI CASA HE SALIDO Pueden dar fin a mis males.
Desde mi casa he salido ¡Levanta pronto! le dice,
Con grande necesidad, Que tengo que hablar con vos,
<>ue necesito unos ríales Te aviso quienes me deben,
T usted me loa puede dar. Y a quienes les debo yo.

(479) Dictado en "El Gramillal", Anta, por Don Benigno Ugarte, en 1931.
(480) Del cuaderno del Sr. Matorras.
SO
306 JUAN A h F O N S O C A R K r z 0

¿Es posible Cantarito "Este es un gaucho advertido


Que me des esta razón? Y de escaparse es capaz.
¿Que pierdas las esperanzas Y lo oyen decir a Cántaro:
En un poderoso Dios? —¿Quién topa diez pesos más?

No pierdo las esperanzas En la puerta el Capitán


En un poderoso Dios, Se presentó sin sentir,
Por si acaso muera yo ¡ Oiga, dice a Cantarito,
Bueno es que lo sepas vos. Ahora vas a morir!

Y salió de mañanita Se levantó Cantarito


De Las Acheras partió De donde estaba sentado,
A casa de Don Antonio, Y levantó su puñal,
A puestas del sol llegó. Que lo tenía preparado.

¡Buena tarde amigo Antonio! ¡Dejen venir a ese guapo!


¡Buena tarde, te dé Dios! ¡Denle campo a ese alentado!
Yo bueno para servirte Que la vista se me va,
¿ Cómo te va yendo a vos ? De sólo estarlo mirando.

¿Es posible Cantarito Lo atropello el Capitán


Qué hayas venido de día? Tirándole de estocadas,
El Capitán del Salado Como los dos eran diestros
Para vos ha puesto espías. Al aire se barajaban.

¿Qué importa que el Capitán Entonces ya los soldados


Ponga espías para mí, Todos a un tiempo cargaron,
Si yo vengo destinado Hicieron una descarga
Al Carrizal a morir? Y a Cántaro lo voltiaron.

Y les dice a sus amigos Después de estar en el suelo


Tiendan la mesa, juguemos, Por completo desarmado,
Nos divertamos un rato Ahí le dice el Capitán:
Luego nos levantaremos. —¡Oiga el muchacho alentado!

Esto oyeron los espías, Y le dice Cantarito:


Dieron parte al Capitán, —No te agrandes por tu acción,
Que Cantarito se hallaba, Si al fin vos me hubieras muerto
Jugando en El Carrizal. Al cabo tendrías razón.

Juntó gente el Capitán Y no ha de ser por más guapo


Entre lo mejor que había, Ni por ser más alentado,
Y les repartió las armas, Yo muerto he venido a ser,
Todas las que allí tenía. Porque la hora me ha llegado.

Y se vino el Capitán Y le dice al Capitán:


Con su gente bien armada, Que esa gente se remita,
Caminaron cuatro cuadras, Que poca gracia le lleva
Desvainaron las espadas. Bala de cera bendita.

Entonces allí les dice: Aquí se acaba esta letra


"La casa van a rodear, De Cantarito el mentado
Estensé bien prevenidos, Que en El Carrizal se ha vieto
Por si se quiere escapar. En su sangre revolcado.
CANCIONERA POPULAR DE SALTA 307

481 Al otro día de mañana


EL PRIMERO DE NOVIEMBRE Oí las campanas doblar,
Vacilan entre los presos
El primero de Noviembre ¿ Cuál .será, cuál no será ?
Día domingo en que fueron,
Con la severa justicia ,
A mi corazón prendieron. Y se presentó el verdugo
Con un silencio al llegar,
Ya vino el famoso herrero ¡Salí para acá Julián,
Con el mayor oficial, Que te he venido a llevar!
A remacharme los gri'l os
Quitarme la libertad. Me sacaron arrastrando
A las cuatro de la tar<je Como martirio primero,
Triste me desayunaba Me dicen que me despida,
Con un millón de susi,i rog De mis tristes compañeros.
Que el calabozo tembl^a.
¡Adiós, compañeros míos!
En la reja me ponía
Por ver si alguno Hej>aba, Que ya los voy a dejar,
El amigo más querid^ Allá en el otro mundo,
Por no verme se e x c u s a . Por todos he de rogar.

¡Ay, hijos desobedient es ¡ Ya me ajustan las cadenas


Obedezcan a sus padr eSi Como un martirio segundo,
No se vean como yo, Me dicen que me despida
Mendigando voluntadeg.
De las cosas de este mundo.
Ya me llevan al cadals 0
Me desremachan los grillos, ¡Adiós, mundo traicionero!
Ya me han leído la sentencia, Que me has tenido engañando,
De morir en el banquillo. Catorce años pa los quince
A que he vivido penando.
Vino mi querida madre
A echarme su bendición,
¡Adiós, hijo de mi vida Y'a me sientan al banquillo
Sangre de mi corazón! Atado como un cordero,
Me apuntan a la garganta,
—¡Adiós, mi madre querida, Con cuatro balas de acero.
Tronco de todas mis ramas,
Ruegue a Dios por este su hijo ¡Permita señor verdugo
Nacido de sus entrañas! Una cosa no he pedido,
—¡Vayase madre de jjquí Que la traigan a mi madre
Quiero morir con val«)r, De ella no me he despedido!
Para que sepan que Amaya
No ha temblado ante el terror! A mi mujer no la traigan
Porque creo no la hi tenido,
482 Catorce años pa los quince
A que ni a verme ha venido.
EN CATORCE AÑOS DE PRESO
En catorce años de preso A mis hijos sólo pido
Mi causa se tramitaba Que sean de buen proceder,
Jamás me acordé ya de ella Que recuerden de su padre,
Como esta vez me acordaba. E¡ fin que vino a tener.

(481) Del cuaderno del Sr. Matorras. — Cancionero de Jujuy, N' 101.
(482) Del cuaderno del Sr. Matorras. — Cancionero de Catamarca, N' 127.
308 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

483 En la fecha que hoy estamos


Otro plazo se ha vencido,
EN MI CABALLITO DIESTRO Tengo un año trabajado
En mi caballito diestro Y cuatro meses cumplidos.
Hecho mujer voy sentado,
Don Domingo sacó el libro
Me tomaron prisionero,
Donde llevaba su cuenta,
Me ataron de pies y manos,
Y le dice, voy a ver
Me marcharon muy ufano,
Para el Córdoba mentao, Tu cumples todos los treinta.
Y al ver que me hacen llegar Lo puso sobre la mesa
Los jueces se amontonaron. "i pasó vista por él.
Y se dijeron bajito: Yo te he de pagar el año
—Bajen ese desgraciado, Tus cuatro meses también.
Y paselón para dentro
"5c aflojelón que está atado. Le responde Santos Torres:
Entonces sonó el martillo —Muy claro yo le hablaré,
Y pensé tener alivio, Como Ud. me pague el año,
Pero el alivio que tuve, Muy contento quedaré.
Fueron dos barras de grillos.
Esto dijo Santos Torres
484 Y le volvió a repetir:
—Como usted me pague el año
EN NOMBRE DE DIOS EMPIEZO Voy ahora mismo a salir.
En nombre de Dios empiezo Don Domingo le contesta:
¡Nuestra Madre de Lujan! —Eso no me dice a mí
Para relatar la muerte, Yo he de pagar tu salario
De Don Domingo Garán. Y has de ir al puesto a servir.
Ese Domingo Garán Santos Torres le responde
Era un hombre muy profundo, Le habla con toda verdad:
Pues todo lo que él sabía Si usted e'stá hecho a forzar hombre»
No era sabido en el mundo. A mí no me ha de forzar.
Un domingo de mañana Se levantó Don Domingo,
Ha llegado el capataz, Gran bofetada le dio,
A darle los buenos días, De donde estuvo parado
¿ Cómo está y cómo le vá ? Al suelo lo derribó.
Don Domngo le responde Se levanta Santos Torres
Con toda su terquedad: Y su puñal resbaló,
—Yo, bueno, para servirte, Le pegó una puñalada,
Hasta aquí sin novedad. Que al otro lado bandió.
¿A qué vienes Santos Torres? El valor de Don Domingo
¿Qué es lo que estás precisando? No tiene comparación.
¿Vienes a darme noticias ¡Con las heridas abiertas
Del puesto que estás cuidando? Y no pide confesión!
Santos Torres le responde: El pobre de Don Domingo
—A sus puertas me he venido, Se hallaba en gran aflicción;
Vengo a justarme de cuentas, Convencido que moría,
Del tiempo que le he servido. Recién pidió confesión.

(483) Dictado por Don Amable Gallo. — Cerrillos, en 1928.


(484) Del cuaderno del Sr. Ventura Sarmiento. — Cancionero de Catwmar-
ca, No 135.
: ANC ION E10 POPULAR DE SALTA 309

'.ntró el santo sacercjte Un ciento por Bartolito,


r
a su lado se sentó, Otro ciento por Pizarro.
>espués de hacerle uias cruces,
)e esta manera le hadó: Bartolito estaba adentro
Metiendo conversación,
-"Confiésate, hijo, le dice, Salió Pizarro pa afuera.
bn todo tu corazón Que le avisó el corazón.
fingún confesor publfca,
as culpas de un pecaJor". De afuera del guardapatio
Con señas lo había sacado.
e responde Don Dom.ngo, ¡Salga, compañero, vamos,
"a por la muerte afligido: Peñalva nos ha rodeado!
-Con la vara que medí
>n la misma soy melido. Responde Bartolo y dice:
—Yo soy como la baraja
Acuso, mi padre saiito. Que montando en mi caballo,
"on pesar hoy lo contemplo, No les conozco ventaja.
lúe el rato que no Pecaba,
"Jaba por perdido el tiempo. Responde Peñalva y dice:
—Es cosa que se ha de ver
'Acuso mi padre sahto, Que llegándote el destino,
Ssto lo hacía por jactancia, Caballo no te ha i valer.
fo debo unas siete ihuertes,
Capataces de mi estancia. Montaron a sus caballos.
Salieron de disparada,
'Acuso mi padre santo Al dar vuelta a un carrilón
>el pecado más meiior Cayeron de una rodada.
ío pequé con una monja
(obre del altar majror. Allá se soltó Peñalva,
Para ver si lo agarraba,
"•Ay padre, que yh me muero, De sobre de su caballo,
f no puedo continuar! De estocadas le tiraba.
Le pido que a Santos Torres
Lo debe hacer perdonar. El pobre de Bartolito
Todavía haciendo valor,
Lsí acabó Don Domingo De abajo de su caballo,
Ihogado por sus tormentos, El arma le barajó
f^r mucho tiempo en su casa
5~ oyeron como lamentos.
Viene un soldado de atrás,
Le traspasó el corazón.
485
Responde Manuel, el Viejo
LA PLATA INTERESA MUCHO El, como más advertido,
Bartolito ya se ha muerto
L¿ plata interesa mucho ¿Qué declaración va ha dar?
Alborota al angelito,
F:r interés de cien pesos,
Mataron a Bartolito.
El pobre de Bartolito
¡Qué mozo tan desgraciado!
I :*: ntos pesos le ofrecen, Al cuerpo se lo llevaron
•'. -~- ofrecer un cigarro, En una bolsa, arrastrado.

?5) Dictado por Don Crisóstomo Troncoso, de 74 años de edad, en San Car-
1929.
310 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

486 Un Domingo de mañana


La contemplé muy risueña,
SEÑOR DON CONRAO LATORRE Contándole a su comadre,
Señor Don Conrao Latorre i A que el zonzo no me pega!
Bajo la luz de la luna, Monta a mis ancas, le dije,
Sin comparación ninguna Que me quiero deleitar,
En la villa "Los Galpones", Ahora has de saber vos,
Casi mató a dos Ramones, Si el zonzo sabe pegar.
A uno le erró un balazo, La saqué para los campos,
Al otro le erró un hachazo, Distancia de legua y media,
Y después de otras marañas, Desenfrené mi caballo,
Salió en su muía castaña, Que comiendo se entretenga.
Con su puñal y su lazo. Y la empecé a castigar
De los pies a la cabeza.
Ella llorando decía:
487
—Mozo, el caballo se va,
SI QUIEREN SABER, SEÑORES —Que se vaya o no se vaya,
¿Qué cuidado se le dá?
Si quieren saber señores, Y si se me va muy lejos
Atiendan, les contaré, En vos hi de rejuntar.
De lo que a mí me pasó, Si te queris fatigar,
Con una infame mujer. Por los ojos te hi de dar.
Yo la quise con esmero, Hombres tengan escarmiento
Y guardaba su firmeza No se esmeren en querer,
La demonia y p u , . vieja A las mujeres, pegarles
Daba vueltas de cabeza. Darles un fierro a morder.

(486) Dictado por Don David Otaso, "El Cóndor", Rosario de la Frontera.
(487) Me fué dictado en "La Pampa Grande", en casa del Sr. Jaime Gómez,
por un peón de la finca. En el Perú está esta misma canción. — Ver Armonías Pe-
ruana*. Pág. 94.
CARIÑO Y PENAS FILIALES
488 489
ADIÓS, MADRE DE MI VIDA ADIÓS, MI QUERIDO HERMANO
'Adiós, madre de mi vida, ¡Adiós, mi querido hermano!
Tronco de todas mis ramas, ¡Adiós, dueño de mi vida!
fa se va su hijo querido, Al tiempo de mi partida
Vacido de sus entrañas! Quisiera darte la mano.

fa me despido señora Somos de una sola planta,


Madre de mi corazón. Frutos de un solo sabor,
Écheme su bendición, Que antes de voltear la flor
Porque ya me llega l'hora, La fortuna nos aparta.
&sí es que mi pecho llora De tu lado me levanta,
La ausencia de mi partida, Un viento fuerte y temprano,
; Adiós, hermanas queridas! Pero al contemplar que te amo,
No lloren ni sientan pena, Queda mi cuerpo temblando.
Me voy a tierras ajenas Así yo me voy llorando
¡Adiós, madre de mi vida! Adiós, mi querido hermano.

¡Hermanos, por Dios les pido; En amarga confusión


Consuelen a nuestra madre! Lo tienes al pecho mío,
Porque quedan como padre Al dejar el albedrío,
A. darle gusto cumplido Que goza mi corazón.
Yo me voy enternecido Ha llegado la ocasión
Metido en tan fuerte llama, De darte esta despedida,
Que me abrasa toda el alma, Es una mortal herida
Y se me apaga la voz. Del puñal más penetrante,
; Madre, encomendame a Dios, Al decirte en este instante:
~-onco de todas mis ramas! ¡Adiós, dueño de mi vida!

Siento una pena terrible Guiado por una estrella


Salir como desterrado, Buscando mi suerte voy,
De mi casa separado, Si con la fortuna doy,
Con el dolor insufrible Vos también gozarás de ella.
De mi suerte tan horrible, De mi hallarás la huella.
i' si a alguno yo he ofendido, En donde quiera que viva,
Mil veces perdón les pido Aunque me halle entre fatiga,
Perdóneme que es razón, Y en el trance más amargo,
¡Madre de mi corazón Que no me olvides te encargo,
F« te va su hijo querido! Al tiempo de mi partida.

Me voy como un huerfanito En fin, adiós, hermanito


Me voy a diversas tierras, Salir de tu lado siento,
Metido en civiles guerras, Pero apelo al sufrimiento
Como a purgar mí delito. En este amargo conflicto.
Triste, afligido y contrito, Otro adiós, más, te repito,
Me voy a una tierra extraña, Como al dejarte otro ramo.
A sufrir toda la saña, Bien sabe el Dios soberano
Del rigor que yo colijo, Que me quejo con razón,
¡Adiós madre, dice su hijo: Con todo mi corazón,
Szeido de sus entrañas! Quisiera darte la mano.

;58) Del cuaderno del Sr. Matorras. — Cancionero de Cata/marca, N* 7.


489) Dictado por Ruperto Ríos, en "El Galpón", en 1931.
314 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

490 491
jAY, MUERTE, TAN SIN PIEDAD! NINGUNO POR ALTO VUELE
¡Ay, muerte, tan sin piedad Ninguno por alto vuele,
Autora de mis trabajos Se compare con las aves;
Me quitaste de los brazos Porque se ha de ver mañana,
Toda mi felicidad! Como huérfano y sin padre.

Ya no hay vuelo que me encumbre Yo también cuando volaba,


En mi peregrinación, Me comparé con las aves,
Parece que sin razón, Y hoy me hallo rodando el mundo,
He perdido el bien que tuve. Mendigando voluntades.
Un negro luto me cubre,
Desde aquella hora fatal, Dicen que un padre hace falta,
Quedando en mi soledad, ¡Cómo no nos ha de hacer!
A donde lamento y gimo, Pero ande dientra una madre,
Me quejo, suspiro y digo Yo al mundo me he de oponer.
¡Ay, muerte tan sin piedad!
Dijo mi madre al morir:
Entre todos mis hijitos —¡Quedarás a padecer.
Me ayudan a lamentar, Unos te han de querer bien,
Y cansados de llorar Otros te han de aborrecer!
Se me quedan dormiditos. Cuando el hombre anda con plata,
Más, quedando yo sólito Todos le han de dar la mano,
Imagino mis atrasos, Cuando la plata se acaba,
Salgo, doy algunos pasos, No hay amigos ni hay hermano.
Llorando mi fatal suerte,
¡ Ay, cómo no ha de ser la muerte, Mi madre murió, fué cierto,
Autora de mis trabajos! Yo me quedé sin ventura
¡ Ninguno pasa trabajos,
En esta ocasión tan dura , Mientras la madre le dura!
¿ Qué tal sería mi congoja
Ver a mi querida esposa
Bajar a la sepultura? 492
Crujieron las coyonturas PERDÍ MI PADRE Y MI MADRE
De mi pecho, hecho pedazos,
En estos aciagos casos ¡Perdí mi padre y mi madre,
Le digo a la muerte así: Ay, qué triste me quedé!
—¡Esta es la prenda que a mí Desde aquel funesto día,
Me quitastes de los brazos! Ya comencé a padecer.

Y después de llorar tanto Quedé tan desconocido.


La busco afuera y adentro, Nadie me daba la mano,
Mas, cuando no me la encuentro Dije, puede haber hermano
Vuelvo a renovar mi llanto. O alguno que fué mi amigo,
De mi lecho me levanto, Que me brinde su cariño,
En la negra oscuridad, Viendo mi pena incurable.
Y allí me pongo a pensar, Puede que halle alguno amable
En mi grande contratiempo, Que le conmueva mis penas,
Porque perdí en un momento Al ver que en hora fatal,
Toda mi felicidad. Perdí mi padre y mi madre.

(490) Del cuaderno del Sr. Matorras.


(491) Dictado por el Sr. C. Arias Ceballos.
(492) Del cuaderno del Sr. Matorras.
CANCIONERO POP LAR DE SALTA 315

Ahora ya en mi soledad, Que no he podido encontrar


Me quejo al cielo y suspiro Alivio en ningún lugar
Viéndome en grande martirio Para este rudo deshecho!
Sin poderme consolar. Ella me crió en su pecho,
Perdí todo mi caudal, Soy hijo y debo llorar.
Tan apreciado que fué.
¡Jardín en que me sombrié, ¡Válgame Dios qué dolor,
Y luz que fué de mis ojos! Qué pesar tan sin segundo,
En tan crecido despojo Pues he perdido en el mundo
¡Ay, qué triste me quedé! La prenda de más valor!
Perdí el timón de mi amor,
Principiaron mis rebaños Ya murió de quién nací.
Sin remedio a perecer, Ya falleció a quien le di,
En un largo padecer Tanto desvelo al criarme,
Se me trocaron los años. Por quién debo lamentarme,
Viví entre medio de extraños ¡Murió mi madre, ay de mí!
Y nadie me conocía,
Pues ninguno me decía: Ya mi madre se murió,
—Yo te voy a proteger, ¡Ay, de mí qué desconsuelo!
Siento al verte padecer, Pero yo bien considero.
Desde aquel funesto día. Que para morir nació.
Y lo que debo hacer yo
Perdí mi brillante sol Sentir es lo natural
Mis troncos, ramas y gajos, Que el que sea racional,
Principiaron mis trabajos, La razón me la ha de dar.
A acrecentar mi dolor Murió mi madre querida,
Perdiendo fama y honor, ¿Dónde la podré encontrar?
Que tanto solía tener,
Cuando existía mi placer, 494
Con esos seres queridos.
Desde que los he perdido, YA MI PLACER SE ACABO
Ya comencé a padecer.
¡Ya mi placer se acabó,
Ya mi gloria se deshizo!
493 Con sobrada razón llora
VINO LA MUERTE ATREVIDA El que perdió lo que quiso.

.o la muerte atrevió!a Llegó la muerte horroroza,


E-.contró a mi madre amada, Hizo el estrago más grande,
I fué quitando irritada, Dejó a mis hijos sin madre,
I s instantes de la vida. Y a mí sin mi fiel esposa.
I es otra madre querida ¡Qué soledad lastimosa.
" el mundo no he de hallar, Donde mi bien me dejó!
."que vaya a registrar, No tengo consuelo, no;
tierra y el mar profundo. En mi espantoso sentir,
a madre en este mundo Debo llorar y decir:
;uien llorar, no hi de hallar. ¡Ya mi placer se acabó!

o que no hay en el mundo, El sentimiento más serio,


i dolor que le iguale, Fué quien deshizo mi pecho,
': la muerte de una madre Pensando que se ha deshecho,
ra un hijo sin valor. Con el dolor más severo.
ame consuelo, Señor, ¡Qué pena, qué desconsuelo

(493) Dictado por la Sra. Ercilia C. de Falcón, en 1928, en la Ciudad.


(494) Del cuaderno del Sr. Matorras. — Cancionero de Catamarca, N» 60.
316 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

Al perder mi dulce hechizo! ¡Adiós hermanos, parientes!


Aunque el morir es preciso, Si mi padrino algo siente
Como verdad de la fé, Al mirarme amortajado,
Yo me lamento por qué. Debe quedar conformado,
Ya mi gloria se deshizo. Que la gloria es permitida
Pues, por la ciencia divina,
Allí perdí mi consuelo, Yo soy ángel soberano.
Perdí mi lucido oriente,
Perdí mi dulce aliciente, Tal vez si me hubiera criado,
El afecto de mi anhelo. Hubiera sido un perdido,
Perdí mi rápido vuelo, Por eso Dios ha querido.
En aquella funesta hora. Recogerme en este estado,
Perdí la luz de mi aurora, Sería talvez desgraciado,
Perdí mi seguro puesto, Durante toda mi vida.
Pues el que pierde todo esto Mi padrino y mi madrina,
Con sobrada razón llora. Deben quedar sin cuidado,
Por librarme del pecado
Al dar el último aliento Me voy para la otra vida.
Sus pobres ojos se eclipsan,
Y se reduce a cenizas, Sólo les queda el consuelo,
Mi placer y mi contento. Con toda seguridad,
Así determina el tiempo, Que volando voy a entrar,
Un vivir tan quebradizo; En el reino de los cielos.
Perdió el diamante su viso, Me alejo ya de este suelo,
Al vivir en duro anhelo, ¡ Madre, padrino y madrina,
¿En dónde hallará consuelo Que cuando pierdan la vida
El que perdió lo que quiso? Pediré su salvación!
¡Écheme su bendición!
¡Adiós, mi madre 'querida!
495
YO SOY ÁNGEL SOBERANO Me despido de este valle
Todo llevo de miseria,
Yo soy ángel soberano, Vosotros hermaxios quedan,
Me voy para la otra vida, A servir a vuestros padres,
¡Adiós mi madre querida! Llegará el tiempo que vayan,
¡Adiós mi padre estimado! También en el mismo estado,
De Dios serán perdonados,
Ya me ausento para siempre, Si lo llegan a ofender.
De este mundo miserable. Hasta volvernos a ver
¡ Adiós mi padre y mi madre! ¡Adiós mi padre estimado!

(495) Del cuaderno del Sr. Matorras.


COPLAS

CARIÑO Y PENAS FILIALES


Abreviaturas que figuran en las notas

DE AUTORES ESPAÑOLES

F. C. — Fernán Caballero (Cecilia Bol de Faber), Cuentos y poesías populares an-


daluces. — Madrid, 1907.
A. de Ll. — Aurelio de Llano Roza de Ampudia, Esfoyaza de Cantares Asturianos,
Oviedo, 1924. — El número que acompaña a la inicial es el que corresponde
a la copla.
L. — Emilio Lafuente y Alcántara; Cancionero Popular, 2 tomos, Madrid, 1865. —
La cifra primera indica el tomo, la siguiente la página y la última el lugar
que ocupa la copla.
M. de P. — Melchor de Paláu: Cantares Populares y Literarios, Barcelona, 1900. —
La primer cifra indica la página, la segunda la columna y la tercera el orden
que le corresponde dentro de ésta a la copla.
C. Gallego. — José Pérez Ballesteros: Cancionero Popular Gallego, Madrid, 1886.
R. M. — Francisco Rodríguez Marín: Cantos Populares Españoles. — Se da el nú-
mero de cada copla.
A. S. — Alberto Sevilla: Cancionero Popular Murciano. — Se da el número de cada
copla.
Dice. G. P. — Gabriel María Vergara Martín: Diccionario Geográfico Popular. —
Dase el número de la página.
Mil C. — Del mismo autor. — Mil cantares populares amorosos, Madrid, 1921.
R. V. — R. P. Remigio Vilariño, S. J . : De broma y de veras. Cuaderno 29, Coplas,
Bilbao.

DE AUTORES AMERICANOS

R. A. L. — Ramón A. Laval: Contribución al Folklore de Carahue (Chile), Madrid,


1916. — El primer número es el de la página, el segundo el del grupo de canta-
res y el tercero el que lleva cada copla.
J. E. M. — José E. Machado: Cancionero Popular Venezolano. Caracas, 1919. — El
primer número es el de página y el segundo el que corresponde por orden a la
copla.
L. M. — Juan León Mera: Antología Ecuatoriana. Quito, 1892. — El primer núme-
ro es el de la página y el segundo el que le corresponde por orden a la copla.

OTRAS ABREVIATURAS:

L. Borda. — Manuel Lizondo Borda: Voces Tucumanas (derivadas del quichua), Tu-
cumán, 1927.
Grimm. — R. P. Juan M. Grimm: La lengua quichua, Friburgo de Brisgovia, 1896.
Lafone. — Samuel A. Lafone Quevedo: Tesoro de Catamarqueñismos, con un apén-
dice del Prof. Félix F . Avellaneda, Buenos Aires, 1927
Segovia. — Dr. Lisandro Segovia: Diccionario de Argentinismos. Buenos Aires, 1911.
Martín Fierro. — José Hernández: Martín Fierro (comentado y anotado), por el
Prof. Eleuterio F. Tiscornia. Tomo 1», Buenos Aires, 1925.
1 5
¡Ah, hijo! dijo mi macre; ¡Ay hijo!, dijo mi madre,
No andis en tierras ajenas, Algún día o algún año,
Trabajando sol, a sol, O alguna noche soñando,
Lleno el corazón de penas. Me has de recordar llorando.

Al llegar al cementerio ¡Ay, mi querida comadre!


Pisé un güeso y dio un quejido, Recién la vua saludar.
Y me respondió mi madre: Dios le dé los buenos días
—¡No me pises, hijo mío! Y le dé felicidad.

A mí me dijo mi madre El que tenga paóre y madre,


;Ay, hijo! ¿por qué te vais? Diga que tiene un caudal,
Tenis tiesto, tenis maiz Que goce de su cariño
Pa que tostís i comáis. ¿ Para qué más capital ?

8
¡Ay, hermanita fulana. Si la madrecita mía
Nadie se acuerda de vos! Levantara la cabeza,
Solamente yo me acuerdo, Y viera cómo yo vivo,
;Ay, hermanita, de vos! Se moriría de tristeza.

(1) Trabajar de ¡¡ol a sol: Expresión popular muy usada para indicar que las
as se inician al salir el sol y terminan al ponerse. Este era el horario de trabajo
1 norte del país hasta hace veinte años; ahora lo sigue siendo en la campaña de
i. Jujuy y Catamarca.
•'!) Tiesto: Vasija de barro. En el tiesto se tuesta el maíz, echando previamen-
za o grasa. — La canción N9 409 describe la operación de tostar, con detalles.
•') La vua saludar: por, la voy a saludar.
i Don Francisco Rodríguez Marín (en adelante R. M.), trae en Cantos Po-
i Españoles. Sevilla 1883, N9 6349 (nota 11), esta misma copla, así:
. madrecita mía Y biera cómo me beo,
".tara la cabeza, Se moriría de tristesa.
PIROPOS, DECLARACIONES,
JURAMENTOS Y CONSTANCIA
9 13
ones mi corazón Al amor lo pintan ciego,
con esta llave, ¡Ángel de mis ilusiones!
.á cómo allí dentro Ciegos estamos los dos,
:u persona cabe. Ciegos nuestros corazones.

10 14

A la bola, volando, Al caminito de O r a n


F -ertes murallas, Tengo que hacerlo dorar,
Ese tu amor y el mío P a r a que ande mi vidita,
F r r n a n batalla. Calladita sin llorar.

11 15
A la hora de mi muerte, Al corazón te lo doy,
Una cosa he de pedir, Porque gobierna la vida;
Poder un instante verte. Sólo el alma no te doy,
P a r a contento morir. Porque esa prenda no es mía.

12 16
Alhajita la rubita, A los ángeles del cielo
De catorce años de edad; Les voy a m a n d a r pedir,
Demasiado cuerpo tiene Una pluma de sus alas,
P a r a sufrir un pesar. P a r a poderte escribir.

') Don Gabriel M. Vergara, en su libro Mil cantares populares amorosos. (En
te Mil C ) , Fág. 11, verso 4' trae esta copla, así:
enes mi corazón Verás cómo dentro de él
;iave que lo abre; Sólo tu persona cabe.
on José Pérez Ballesteros, en su Cancionero Popular Gallego, Madrid, 1886.
.delante, C. Gallego), T. 1°, Pág. 8, verso 2, trae esta copla, así:
l-o meu corazón Abrero, métete dentro
liño con duas chaves; Que ti soliña bien cabes.
15)
azón te daré El corazón te daré,
én te daré la vida Las entrañas y la vida,
¡lma no te la doy, Y el alma no te la doy
.e esa prenda no es mía. Porque no es tuya ni mía.
E. M., N« 2257. R. M., Nota a la C , 2257.
sta copla parece estar inspirada en aquel verso de Calderón de la Barca:
• la hacienda y la vida Es patrimonio del alma,
de dar, pero el honor Y el alma sólo es de Dios.
:n la canción N* 422 de este libro, se halla glosada en tono humorístico una
según la cual el amador entrega el alma a su novia, así:
1a mi bien te di, ¿Qué diré al que me la dio?
? cuanto puedo hacer yo; Diré que se me perdió.
524 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

16 22
De los ángeles del cielo, ¡Amalhayas mi vidita,
He podido conseguir, Fuera conmigo a la altura!
Una pluma y un tintero Entonces sería dichoso,
Para poderte escribir. Gozaría de su hermosura.

17 23
Al pié de tu reja vengo, ¡Amalhayas, vida mía,
Para contarte mis quejas, En tus brazos yo me hallara!
Con el alma dolorida. Dando las gracias a Dios.
¡ Despierta, mi alma, despierta! Toda la vida pasara.

18 24
AI silencio de la noche ¡Amalhayas, vida mía,
Yo me iré a su rica cama, Me dijeras la verdad!
Perderá su lindo sueño, Seríamos dos amantes,
Que yo quiero ser su dueño. Por toda la eternidad.

19 25
Al silencio de la noche, ¡Amalhayas, vida mía,
Y al ruido de los nogales Me dijeras la verdad!
Vengo a pedirle señora. Me señalaras un sitio,
Remedio para mis males. Donde te pueda aguardar.

20 25 - a
¡Amalhayas yo tuviera ¡Amalhayas, vida mía,
Las alas de aquel halcón! Me dijeras la verdad!
Volando me fuera a verte, Me dijeras dónde duermes,
¡Dueña de mi corazón! Dónde te podía aguardar.

20 - a 26
¡Amalhayas yo tuviera ¡Amapolita morada,
Las alas de algún halcón! Del valle donde nací!
Volando me fuera a verte No te enamores de nadie,
¡Prenda de mi corazón! Enamórate de mí.

21 27
¡Amalhayas fuera pato Antes era aburrecido,
Y Ud. se hiciera laguna! Ahora soy bien querido.
Para sacudir mis alas. No puedo pasar sin verte,
Y tocarla con ñus plumas. Vuelvo a tus brazos rendido.

(19) El académico ecuatoriano Don León Mera, en su Antología Ecuatoriana.


Quito, 1892. (En adelante, L. M.), trae en la Pág. 146, verso 6', esta copla, así:
Al silencio de la noche A buscar sale tu esclavo
Y al ruido de sus cadenas, Alivio para sus penas.
(27) También la recogí en esta otra forma:
¡Amarilis de mi vida! No puedo pasar sin verte,
Piedra imán de mis sentidos! Vengo a tus plantas rendido.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 325

28 35
¡Azucena, lindos ojos! A mi vidita la quiero,
Recorre tu pensamiento. Porque tiene lindos modos,
Aquí te viene a cantar. Si supiera en donde duerme,
Un amante de otro tiempo. La robaría cama y todo.

29 36
¡Amiguita de fulana! A mi vidita la quiero,
Al pié de este árbol florido, Porque todos la aborrecen.
Memorias hi de dejar, El consuelo que me queda,
Porque aquí la he conocido. Donde ella pisa florece.

3(1 37
¡ Amiguito de fulano, Amor firme te prometo,
Paradito donde está! Hasta mi última agonía,
Parece un granito de oro Sólo el alma no te ofrezco,
Y una flor por reventar. Porque esa prenda no es mía.

31 38
A mi me gustan las íubias Amor firme te prometo,
Porque son de lindos modos, Más no te puedo ofrecer.
Son tan buenas y tan dulces Agua que corre río abajo,
Como miel de moro moro. Para atrás no ha de volver.

32 39
A mí no me importa nada ¡Amor mío, amor mío!
De Roca y de Tejedor, No te apresures,
A mí de lo que me importa Que el amor que te tengo,
T~ ':: sueño encantador. Quiero que dure.

33 40
- T vidita la quiero. Anoche, estando durmiendo,
: •:• es chiquita y bonita, Soñé que estaba cortando,
'. .-r los ojos negritos, De un jardín la íior más linda,
". - - ara morenita. Y te la estaba brindando.

34 41
vida la quiero, Anoche, estando durmiendo,
;e ella es muy alhajita, Soñé que te estaba haciendo,
Tier. r las cejas arqueadas, Una corona de flores,
'•' la cara morenita. Y te la estaba poniendo.

28) He hallado otra copla tomada al parecer de ésta, pero es obscena y figu-
por consiguiente en el Cancionero de coplas tabernarias, que he de publicar pa-
s bibliotecas universitarias, más adelante.
¡2) Refiérese al General Julio Argentino Roca y al Dr. Carlos Tejedor, can-
s rivales a la Presidencia de la República, en 1879.
37) Ver nota a la copla N» 15.
326 JUAN A L F N S O C A R R I Z O

42 49
Anoche por vez primera, Arrímate a la ventana
Mis ojos los tuyos vieron, O si no a la ventanilla,
Y en el momento encendieron Y si no tenis ventana,
El dulce fuego de amor. Tras la puerta, vida mía.

43 50
Antes que te conociera, Arrímate, vida mía,
Nada de tí se me daba, Arrímate para aquita,
Sin pensamientos dormia, Tengo un dolor en el alma,
Sin aflicción recordaba. Que con verte se me quita.

44 51
Antinoche la soñé, Arroyos tienen los montes,
Aura la vuelvo a soñar; Que botan agua a los ríos,
Su amor me tiene cautivo Aunque pase mil trabajos
Y no la puedo olvidar. No ti hi de olvidar bien mío.

45 52
Antinoche soñé un sueño, Así ha sido,
Anoche volví a soñar Y así ha i ser.
Que te tenía en mis brazos, Primero se dá la mano,
Mudo, sin poderte hablar. Ese es mi modo i querer.

46 53
Aprovechen la volada Así te dijo mi alma:
Al bailar el pericón, —¡Ay, mi ricura!
¡Señorita yo la quiero, Porque tu eres la reina.
Con todo mi corazón! De la hermosura.

47 54
Arito quisiera ser, ¡Atienda, vidita mía,
De tus orejas pendiente Atienda y ponga atención!
Para decirte al oído, Mire que le estoy cantando,
Lo que mi corazón siente. Hendido de corazón.

48 55
Arriba de la ventana, Aunque es negro mi color,
Quisiera pintar al sol, No se vaya usted a asustar.
Más abajito la luna, Que más negros son sus ojos
Y en medio tu corazón. Y me hacen enamorar.

(46) Aprovechar la volada: Tiene el mismo sentido de Aprovechar la ocasión.


(47) (49)
Quisiera ser por un rato Asómate a ese balcón,
De tu zarcillo el arete, Y si no, a la ventanilla,
Para decirte al oído Y si no tienes ventana,
Lo que mi corazón siente. A la puerta, vida mía.
R. M., 1735. R. M., 3302.
(50) Aquita: Diminutivo popular de aquí. También se dice aquicito, allacito
y atrasito por: aquí, allá y atrás.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 327

56 63
Aunque me remachen grillos A vos sólita t e quiero,
Con sus cadenas de acero, A vos sólita te adoro,
No me han de privar los gustos, Porque vos sólita sos,
Ya t'hi dicho que te quiero. La llave de mi tesoro.

57 64
Aunque p a r a mí no seas, ¡Ay, ay, ay, cómeme!
Siempre te tendré afición; Si soy tu melón,
Pero has de disimular Guarda la semilla,
Cuando llegue la ocasión. P a r a otra ocasión.

58 65
Aunque sea linda mi copla, ¡Ay, h e r m a n i t a i fulana!
La de Ud. siempre es mejor. Blanca espuma de la mar,
Una palabra que diga. Debes comprar un espejo
En su boca es una flor. P a r a poderte m i r a r .

59 66
Aunque soy muy chiquitito, ¡Ahijuna p u t a mi amor,
Tengo grande el corazón, Verde como el cebollar!
Y en él están guardaditos Si me quiere la lii querer,
Los tesoros de t u amor. Mientras viva la hí llorar.

60 67
Aunque tuviera que andar ¡Ahijuna p u t a vidita!
Cuarenta leguas por dia, ¡Ahijuna puta n e g r i t a !
En el día llegaré, ¿Cuándo te estaré diciendo:
Ande está la prenda mía. Volameló palomita?

61 68
Ausencias causan olvido, ¡Ahijuna puta, vidita,
Dice un antiguo cantar. No pongas mi amor en d u d a !
Miente el cantar porque yo, Dende que te vide a vos,
Nunca te sabré olvidar. No quise otra c r i a t u r a .

62 69
A os, negrita, te digo: ¡Ay, mi querida fulana!
; Fl ircita de mirasol! Florcita de la ciudad.
Dame un besito vidita, Hermosa planta del mundo,
¡Anímate, corazón! Espejo de este lugar.

(57) (63)
Aunque para mi no seas, A ti sólita te quiero,
S ípre te tendré afición, A ti sólita te adoro;
?:rque eres disimulada A ti sólita te entrego
C:-ido llega la ocasión. Las llaves de mi tesoro.
R. M., 2160. Mil C , Pág. 18 - 6.
(G6) Como se vé, en ésta y en varias otras coplas, la palabra puta es más
una interjeción y no un adjetivo grosero y aunque el pueblo no ignore el signi-
¡o de esta voz, está tan acostumbrado a usarla como exclamación, que la emplea
reparos en sus ternezas y requiebros.
328 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

70 76-a
¡Ay, mi querida fulana! Negrita, a tu casa vengo
La quiero y la hi de buscar, Para decirte a la oreja.
Aunque se pierda en él mundo Dos palabritas de amor
En el cielo la hi de hallar. Sin que lo sienta la vieja.

71 77
]Ay, mi querida fulana! ¡ Bien haiga la piedra lisa,
Si quiere la llevaré, En la que me resfalé!
Ud. se irá en mi caballo, Vidita, porque !a quise
Y yo a su ladito a pié. Al verla me levanté.

72 78
¡Ay, mi querida fulana, Bien sabes que las mentiras
Yo soñé que la quería! Malquistan un fino amor,
Y que la balanza estaba No te he de cambiar con otra
Que se iba y que se venía. Aunque parezca mejor.

73 79
¡Ay, mi querida fulana! ¡Blanca paloma
¿Qué más le puedo decir? De Villazón!
Con mi vida le atestiguo Aquí está tu dueño
Que a su lado hi de morir. De corazón.

74 80
¡Ay, mi querido fulano Buenos Aires, buena tierra;
Yo soy su amigo legal! Tucumán, para llorar.
Si algo le prometí yo Ojos negros de mi vida
Cuente con seguridad. Que no los puedo olvidar.

75 81
¡Ay, vidita! no pierdo ¡Caballero de fulano!
Las esperanzas, Cántemelo una coplita.
De poner un puestito, Aunque no sea concertada,
Junto a tu estancia. Como sea de su boquita.

76 82
Baja, linda, al cuarto bajo ¡Caballero de fulano!
Y hablaremos por la reja, Clavel nácar encendido,
Dos palabritas de amor. Espejo de una campana,
Sin que se entere la vieja. Corazón de un afligido.

(75) Puestito: Diminutivo de puesto. Puesto, en el sentido de la copla, es la ca-


sa donde vive el pastor de ganado mayor o menor, también suele usarse la voz en el
sentido del campo que atiende y del ganado confiado a su cuidado. Al encargado
del puesto se le llama puestero.
(76) Dos palabritas de amor,
Baja, niña, al cuarto bajo, Sin que se entere la vieja.
Y hablaremos por la reja R. M., 2902.
(79) Villazón: Es una población boliviana situada al norte de la Quiaca (R.
Argentina), sobre el límite con nuestro país.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 329

83 91
;Caballero de fulano! ¡Caballero de fulano!
Coronado de alhelí, Oiga, le voy a decir,
Si se parara a mi ladc, Solicite un imposible,
Me contara por feliz. Yo le ayudaré a sentir.

84 92
; Caballero de fulano! ¡Caballero de fulano!
De la sala al corredor. Lo quiero, y qué le daré?
Haga brillar las estrellas, En cada mano una rosa,
Haga detener al sol. Y en el ojal un clavel.

85 93
; Caballero de fulano! ¡Caballero de fulano!
Del cielo caigan dos rosas, Sentadito donde está
Una se quede en el aire Parece un jardín de rosas*
Con Ud. la más hermosa. Y un clavel por reventar.

86 94
¡Caballero de fulano! ¡ Caballero de fulano!
Flores crecen donde pisa, Yo respeto sus honores,
Presa me tiene su amor, ¿Qué dijera si volviera
Por su hechicera sonrisa. A sus años anteriores?

87 95
¡Caballero de fulano! ¡Caballero de fulano!
Fuente de agua cristalina, Clavelito mordoré,
Donde resucitan muertos No pienso querer a nadie,
Y los enfermos se alivian. Tan sólo querer a usted.

88 96
T. allero de fulano! ¡Caballero don fulano!
-r ito de oro molido. ¡ Estrellita chilimbrosa!
7: dito adonde está Ud. diz que ha chilimbrado,
?- ee un jardín florido. Entre San Juan y Mendoza.

89 97
illero de fulano! Cánsate de serme infiel
o de oro de quilates, Y de pagarme tan mal,
I : i lates pasó a perlas, Como soy mozo constante
perlas a diamantes. De amarte no m'hi cansar.

90 98
lilero de fulano! Canta el jilguero en la rama,
re bien, hombre decente, La canadria en el almendro,
: dentrar al Cabildo, No sé dónde t'hi poner,
.'olar con el Presidente. Para siempre estarte viendo.

•') Chilimbrosa: Me fué dictada esta copla en San Carlos y la persona que
dio, daba a Chilimbrosa, el sentido de reluciente. No es muy conocida, en Salta.
330 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

99 106
¡Caramba con la memoria! ¡Cogollito de naranjo!
Que no me puedo acordar. Florcita de duraznillo,
Estando junto con ella Déjate de amar tu dueño,
La memoria se me va. Venite a vivir conmigo.

100 107
¡Caramba que tiembla el mundo! Como a melón de Castilla
Que hasta el alma me tirita, Recojamos la semilla.
Yo me quisiera encontrar, A mí me gusta querer
En sus brazos, señorita. Hijas de buenas familias.

101 108
¡Cásate, niña bonita! Como árbol marchito estoy
Boquita de dulce miel, Cuando te puedo ver
Pero no pa San Antonio Con el riego de tu vista
Sino para San Miguel. Volveré a reverdecer.

102 109
¡Cazador de palomas! Como si fuera veleta,
Tirale al vuelo, Que con el viento va y viene,
A esa paloma hermosa Así la vidita mía,
Que anda en el suelo. A mi corazón lo tiene.

103 110
¡Clavelina colorada! Como ciega mariposa,
Nacida en el mes de Enero, Alrededor de la vela,
¿Dónde han visto nacer flores Así está mi corazón.
En el rigor del invierno? Mirándote se consuela.

104 111
¡Clavelina, flor morada! Cómo me matan las penas
Nacida en el mes de Enero, Cuando me pongo a pensar,
Hi de pintar tu cariño, Así me matan tus ojos
Haré constar que te quiero. Cuando me quieres mirar.

105 112
¡Clavelito en medio Tagua! ¿Cómo quieres que te olvide
Regado por el rocío, Si es que Dolores te llamas?
¿Cuándo yo podré juntar ¡Dolores, del alma mía!
Tu corazón con el mío? Dolores sufre mi alma.

(101) Casarse para San Antonio, para San Miguel, quiere decir: casarse en la
festividad de San Antonio o de San Miguel.
' 'i>~ i..,Jt.
(103) ¿Quién ha visto nacer flores
Clavelina colorada, En el rigor del invierno?
Nacida en el mes de Enero, R. M., 1511.
(107) Melón de Castilla: Como higo de Castilla y paloma de Castilla, son es-
pecies de melones, higos y palomas traídas de España.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 331

113 119
¿Cómo quiere que lo quiera Con el llanto no se apaga
Si recién lo hi conocido? El fuego de la pasión,
Venga seguido a mi casa, Ámame, prenda querida,
Verá si es aborrecido. Que me muero por tu amor.

114 120
Como sabís que te quiero Con el naipe de su amor,
Te reís de mi cariño, Yo no quisiera jugar.
Y no me tomas en serio Me ha ganado el corazón,
Como pregunta de niño. No me puedo desquitar.

115 121
Cómo será que la quiero, Conforme la estoy queriendo,
Que no siento el padecer, De mí se compadeciera,
La vida pienso quitarme No hallando dónde ponerla,
Para hacerme conocer. En mis brazos la tuviera.

116 122
Como sois rosa do fuego, Cor gusto me emborrachara
De lejos me estás quemando, Y de borracho muriera,
¡Retírate, no te quiero! Si en tus ojitos, mi vida,
¡Vení, te digo jugando! Beber el vino pudiera.

117 123
;Compañerito del alma! Con letras de plata y oro
Es:uchemé esta canción, Voy a poner un letrero,
V y a decirle con coplas Para que sepa la gente,
L que siente el corazón. Lo mucho que yo te quiero.

118 124
el cigarro que pito, Con qué ojitos te mirara,
el humo me mantengo; Con qué vocita te hablara;
me va manteniendo, En la primera palabra,
ariño que le tengo. El corazón te ablandara.

114) Y me tomas y me dejas,


sabes que te quiero, Como a juguete de niño.
•s de mi cariño R. M., 3972.
Sr. Román A. Laval, en su libro: Contribución al Foklore de Carahue (Chi-
:.idrid, 1916. (En adelante R. A. L.), trae esta copla, así:
e sabes que te quiero, Y te marchas y me dejas
jrlas de mi cariño, Como juguete de niño.
Pág. 103, N» 10.
(120) Esta copla está formada con los cuatro primeros versos de la canción
-.. 92.
123) Para que sepa la gente
>tras de plata y oro Lo mucho que yo te quiero.
r en tu puerta un letrero, R. M., 2371.
:¿4) Vocita: Diminutivo de voz.
332 J U A N A L F O N S 0 C A R R I Z O

125 132
Con su permiso, vidita, Cuando ando por los caminos
A su cama m'hi arrimado; Se me hace que la voy viendo,
Con su corazón a gusto Tanto es el amor que tengo,
Talvez no sea despreciado. Tanto la vivo queriendo.

126 133
Contigo iré donde quieras, Cuando caigan la3 estrellas
Moreno, juntos los dos. Y el río corra ya arriba.
Tu patria será mi patria, T'hi de dejar de querer
Y tu Dios será mi Dios. Si Dios me presta la vida.

127 134
Con tres libros yo te escribo, Cuando de mí estás ausente,
Con cuatro te hago un pedido, Es tan grande mi pesar,
Con cinco, prenda querida, Que para contar mis penas
Y con seis ya no te olvido. Faltan arenas del mar.

128 135
Con tus miradas me matas, Cuando el pozo está más hondo,
Sin ellas vivo muriendo. Más fresca se pone Tagua.
A tu lado estoy con celos, Cuando más lejos te veo
Ausente de ti me muero, Más firme está mi palabra.

129 136
¡Corazón de avellana! Cuando estés mirando el cielo,
Pecho de almendra, Viendo el lucero brillar,
Limón azucarado, Acordate de este mozo
¡Quién te comiera! Que nunca te ha de olvidar.

130 137
Corriente soy como el río, Cuando estuve en la prisión,
Como el agua de beber, En lo que me divertía.
¡Vení, vidita, a mis brazos! Era en escribir tu nombre
Que mal pago no has de ver. En los ladrillos que había.

131 138
Cuando al sepulcro me arroje Cuando las estrellas caigan,
La fuerza de mi dolor, Y el río corra pa arriba,
Seré un esqueleto amante Entonces te olvidaré,
Si hay tras de la muerte amor. Adorada prenda mía.

(127) Esta copla son cuatro versos mal tomados o mal recordados de la can-
ción N« 245.
(131) Parece ser que esta copla está formada con versos de la canción 144 o 145.
(137) Era en escribir tu nombre
Cuando yo estaba en prisiones, En los ladrillos que había.
En lo que me entretenía R. M., 2577.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 333

139 146
Cuando las estrellas caigan Cuando quiero, quiero mucho;
Y el golpe se oiga en el cielo, Cuando olvido, rlvido luego;
Dejarás de ser, vidita, Antes de haberme querido,
La prenda de mi consuelo. Yo ya te quise primero.

140 147
Cuando la veo venir, Cuando sepa que se vaya,
Hasta Taima se me alegra. La hi de seguir hasta Koma;
Xo la salgo a recibir Si no cumplo lo que digo,
Temiendo las malas lenguas. Se abra la tierra y me coma.

140 - a 148
Cuando te veo llegar, Cuando supe tu venida
Hasta el alma se me alegra. Me puse color de grana,
Pero no salgo a toparte, Porque por verte me salen
Temiendo las malas lenguas. Los colores a la cara.

141 149
Cuando me fui para abajo, Cuando supe tu venida,
Altos y bajos pisaba. Se alegraron mis oídos,
Al acostarme en la cama Aunque no vengas por verme,
Xoche a noche la soñaba. Me alegro que haigas venido.

142 150
Cuando me miran tus ojos, Cuando vine de mi tierra
Niña, me quiero morir. Te traje un ramo de flores,
No me dejes de mirar Con esas flores, vidita,
Aunque me mates al fin. Juntamos los corazones.

143 151
do me muera y me vaya Cuantas vueltas dará Tagua
"'- ha poner una vela, Para llegar al molino,
que venga a su cama Tantas vueltas daré yo
-vir de centinela. Para dejar mi camino.

144 152
: J me paro a tu lado, Cuántas veces por amarte,
• inclina el corazón Vine de noche y de dia.
i. porque te quiero ¿Qué, no sabías maliciar
dico esta cardón. El amor que te tenía?

145 153
; > me vaya de aquí ¡ Chacarera, chacarera!
A plantar una palma, ¡Cómo no t'hi querer yo!
; que quede un recuerdo Ojitos como aceitunas.
> *5 queridos del alma. Boca de clavel punzó.

45) Esta copla guarda similitud con esta otra de R. M.:


a la despedida, I Esta sí que es despedida
: na, ramo y palma; De dos amantes del alma!
R. M., 3321.
334 JUAN A L F O Jü 3 9 G A 8- S 1 Z O

154 160
Dame la mano, vidita, Debajo de tu ventana,
No me la des con rigor, Me dio sueño y me dormí;
Que yo te daré la mía Me despertaron los gallos,
Con cinco dedos de amor. Cantando el quiquiriquí.

154 - a 161
Dame la mano, vidita, Debajo de un sauce verde,
No me la des con rigor, Me sombrié a las doce un día,
Que yo te daré la mía Con la mano en la quijada,
Y un juramento de amor. Pensando en ti, vida mía.

155 162
Dame tu pañuelito, De cama tengo una palma,
Que yo te lo marcaré, De cabecera una flor,
Con hilo de mil colores, Pa que duermamos los dos
Ñatita, lo bordaré. Con cariño y con amor.

156 163
Dame un besito, mi alma, Decime cómo te llamas
Que me iré al cielo; Para escribirte un papel,
Los demonios se han muerto, Si no me dices tu nombre,
Ya no hay infierno. El mío te hi de poner.

157 164
De abajo salen las nubes, Decime nomás, vidita,
Coloradas y rosadas; Del mal que andas padeciendo,
Vidita, si me quería Yo hi de romper imposibles,
Tápame con tu frazada. Como que te ando queriendo.

158 165
De adobe y techo de paja, Decís que me quería mucho,
Tres varas por cuatro de ancho, Mucho sin comparación,
¿Qué le parece, mi negra? Que es tu amor como la luna,
Todo eso pa nuestro rancho... Como los rayos del sol.

159 166
De aquí te vas, palomita. ¿De dónde nace esta flor?
¿Cuándo será tu volver? ¿De qué jardín ha nacido?
VueJvas pal año, pal otro, En el jardín de Cupido
Siempre tu dueño hi de ser. No he visto otra flor mejor.

(160) Don Aurelio de Llano Roza de Ampudia, en su Esfoyaza de Cantares


Asturianos, Oviedo, 1924. (En adelante A. de Ll.). Trae esta copla, así:
Debajo de tu ventana Y me despertó tu gallo
Esta noche me dormí, Cantando el qui-quiri-quí.
(164) A esta copla suele cantarse así: 448.
.!j~-n r.^más vidita Yo he de romper imposibles,
rriba! ¡Por arriba!
-••¡ que andas padeciendo Porque te vivo queriendo,
¡Por abajo! I Por abajo!
CANCIONERO POP LAR DE SALTA 335

166 - a 174
De dónde sale esta flor? De las nubes se hace Tagua,
;De qué jardín ha salido? De Tagua se forma el río,
So hi visto tales colores, Si me querís, mi vidita,
En el jardín de Cupido. Decí nomás, amor mío.

167 175
De esta banda a l'otra b&j\á&, De lejos te estoy queriendo,
So me canso de miraija, De cerca me pasa igual,
Por ella se me va el íWma, El recelo que yo tengo
Pero no me atrevo a hablarla. Que me quieras pagar mal.

168 176
Deja de llorar, paloma; De Lima más adelante,
Yo te voy a cautivar, Donde le Uaman "Tristeza",
Cuando te cases conmigo, De ahi hi mandar una carta
Linda vida has de pasar. Para que veas mi firmeza.

169 176 - a
Dejen de llorar mis ojos, De Lima para delante,
Que en mí no cabe tristeza, Ahí lloraba mi tristeza,
Por pensar en su hermosura Porque te supe escribir
El alma se me atraviesa. Un papel lleno i firmeza.

170 177
De la banda me divisan, De lo ausente que yo anduve,
También estoy divisando, Velay, ¿no vengo recién?
Como son buenasmocitas, Encadéname a tus brazos,
Ya me estoy aficionando. Ya estoy de nuevo, mi bien.

171 178
- i la banda te traigo, De lo mucho que la quiero,
. ¿n-. i de olivo, Ud. no sabrá dudar;
A la prenda que quiero, Si no la tengo en los brazos,
Nunca la olvido. Será por disimular.

172 179
De la loma redonda, De mi nombre yo soy rosa,
'.eren bajando, Y de apellido jardín.
".'no- ojos azules, Como soy firme y constante,
Le contrabando. En tus brazos daré fin.

173 180
Del cielo nace una estrella De mi tierra m'hi venío,
Y del paraíso una guía. Cansado de caminar,
?>*o pierdo las esperanzas Tanto te quiero, vidita,
De ser tu dueño algún día. Que no te puedo olvidar.

(170) Buenmozo, buenamoza, por mozo bello o moza bella.


336 J U A N A L F O N S O G A R R I Z

181 189
De noche como de día, Desde arriba m' hi venío
La perseguiré discreta, Acabando mis trabajos,
Hasta decir, ya sos mía, No sé qué gusto me da
Hi cumplir lo que prometo. Cuando yo me hallo en tus brazos.

182 190
De noche te contemplaba, Desde arriba m* hi venío
En medio la oscuridad, Como paloma torcaza,
Y cuando abriste los ojos, Derechíto m' hi venío.
Todo comenzó a brillar. Mi señorita, a su casa.

183 191
Dende arriba m'hí venío, Desde arriba m' hi venío,
Como paja por el aire. Con ganas de darte un beso;
Para ver a mi vidita. No te vayas a enojar,
Desde Salta a Buenos Aires. Porque yo te diga eso.

184 192
De olvidarte no lo dudes, Desde arriba m' hi venío
Será sólo con la muerte, Porque estaba muy sólito,
Será cuando me sepulte, Y tuve la suerto buena
La ingratitud de la suerte. De ver mi corazoncito.

185 193
¿De qué monte habrá salido Desde mi pago hi venío,
Esta paloma tan bella? Caminando noche y día.
Quisiera hallarla sólita, Despreciando mi bandera
Para conversar con ella. Por tus brazos, vida mía.

186 194
Deseando estoy que llegue Desde que fui chiquitito,
El día de nuestra unión, Mi mamita me enseñó
Para estrecharte en mis brazos, Que buscara una niñita,
Prenda de mi corazón. Tan bonita como vos.

187 195
Desde antes de conocerte, ¡Despierta, dueña querida!
Ya me enamoré de ti. De ese tu sueño profundo;
Me vine sólo por verte, Mientras vos estás dormida
Por tu amor me vine aquí. Vivo penando en el mundo.
188 196
Desde arriba me he venío ¡Despierta, prenda querida!
Sin poderme detener, Deja tu profundo sueño,
Sólo aquí m' hi detenio, Quien te viene a despertar,
A tomar su parecer. Pretende de ser tu dueño.

(186) Para estrecharte 'n mis brasos,


Deseando estoy que yegue Prenda de mi corasen.
Er día de nuestra unión, E. M., 2787.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 337

197 205
Despierta, si estás dormida! Dicen que el veneno mata,
'onete del otro lado, Y también mata el puñal,
•ale un besito a la almohada, Los ojitos de tu cielo,
ensá que a mí me lo has dado. Me quieren asesinar.

198 206
lestierro me han sentenciado, Dicen que la agua del mar,
'orque me han visto con vos, Se junta con la del río,
r
o no le siento al destierro, Así también se ha i juntar
lomo vayamos los dos. Tu corazón con el mío.

199 207
e tanto vivir ausente, Dicen que los negros,
hora la vine a ver, Son de chocolate.
ua despreciar un jazmín, Por una morena,
or mirar este clavel. Mi corazón late.

200 208
e todas las despedidas Dicen que no la conocen
a que t' hi hecho es la mejor, A la flor de verdolaga,
orque ninguno te ha dicho, ¿Quién no la va a conocer,
Jueda con Dios, blanca flor! Si es tan linda y colorada?

201 209
e todas las niñas lindas, Dicen que tus manos pinchan,
sted es la más bella flor, Para mí son amorosas,
s la mujer más bonita, También pinchan los rosales
e los jardines de amor. Cuando le cortan las rosas.
202 210
e tu casa yo me voy, Dicen que las muchachas.
orno una piedra rodando, De quince a veinte,
a tus brazos, vida mía, Son iguales que el dulce:
smo una pluma volando. Pican los dientes.

203 211
e tu corazón al mío Dicen y no digo quién,
ay una legua mortal, Que pincha mucho el abrojo.
o soy capaz de jugar ¡Malhaya, pincha también
ue hay una vara cabal. La lanza que hay en tus ojos!

204 212
e ventana en ventana, Dice que me quiere mucho,
e ando durmiendo, Yo también l'ando queriendo,
ar esta china linda, Se casemos de una vez,
ue ando queriendo. Dejemos de andar sufriendo.

(209)
icen que tus manos pican, Dicen que tus manos pican;
ira mí son amorosas: Para mí son amorosas;
imbién pican los rosales También los rosales pican,
de ellos salen las rosas. Y de ellos salen las rosas.
A. de Ll., 28. Mil C, 25 - 5.
ti
338 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

213 220
Dices que no me quieres, El alma que tengo es tuya,
Ya lo voy viendo; Eso no puedes dudar,
A lo desimulado, Que si presente te quiero,
Me vas queriendo. Ausente te quiero más.

214 221
Dios se los pague, señora; El amor que yo te tengo
Dios se los ha de pagar, Jamás lo profanaré;
Los recuerdos que de mí ha hecho, Aunque vivo, aunque muerto,
Con tan fina voluntad. En tus brazos moriré.

215 222
Dios se lo pague, señora, El amor que yo te tengo,
El cariño que usted me ha hecho; No se parece a ninguno,
En gratitud de su obsequio, Me cabe dentro del alma
La retrataré en mi pecho. Y no cabe en este mundo.

216 223
Donocita, bonita, El árbol para el invierno,
Te vas criando, Carece de su verdura,
Como sos de mi gusto, Así lo carezco yo
Te voy dejando. Por gozar de su hermosura.

217 224
Dos claveles tengo en agua, El camino de tu casa,
Por los dos tengo pasión, Me lo cerraron un trecho.
Por fulano, doy la vida; Yo hi de ver modos de hablarte,
Por zutano, el corazón. Buscando por lo deshecho.

218 225
Dos pensamientos te mando, El día que tú naciste,
Dos pensamientos te envío, De gala se vistió el sol,
Un pensamiento pintado, Hubo una fiesta en el cielo,
En el pensamiento mío. Y hasta el mismo Dios bailó.

219 226
Dos plantitas de claveles, El día que tú nacistes,
Mi vida, tus ojos son. Aquel día nací yo.
Quereme firme, bien mío, El día que tú te mueras,
Como yo te quiero a vos. Nos moriremos los dos.

(225) El día que tú te mueras,


El día que tú naciste, Nos moriremos los dos.
Aquel día nació el sol, R. M., 2629.
Y en el cielo hubo una fiesta,
Y hasta el mismo Dios bailó. El día que tú naciste,
Mil. C, 58 - 3. Aquel día nací yo,
(226) Y el día que tú te mueras,
El día que tú nacistes Nos moriremos los dos.
Aquel día nací yo; Mil. C, 58 - 2.
lANCIONEKo POPULAR DE SALTA 339

22> 234
1 día que tú nacist»s, En amarte goza el alma,
3ué triste estaría t\ sol, En quererte está mi ley,
1 ver que otro sol nacía Toda mi gloria es mirarte,
on mucho más resplandor! Y verte es todo mi bien.

228 235
1 día que yo me ¡huera, ¡Encanto del alma mía!
scién me has de echar de menos; ¡Dulce cielo de mi antojo!
as de saber apreciar, No permitas que yo muera
3 mucho que yo te quiero. Ausente de vuestros ojos.

229 236
1 día que yo te quiera, En el año nuevo nacen
eras sólo para mí, Plores en gran variedad.
sólo cuando me muera, Para mí, las del olvido;
«jará de ser así, Para usted, felicidad.

230 237
1 mar está bordo a bordo, En el campo hay una yerba,
on miras de trastornar, Una yerba con su flor,
¡entras que el mar no se seque, Linda es tu cara, vidita,
D no t'hi dejar de amar. Tus ojitos son mi amor.

231 238
1 naranjo de tu patio, En el campo nacen flores,
liando tu hermosura ve, En las fuentes agua clara,
esprende la mejor flor, Pero el jardín superior,
ara echártela a tus pies. Está, vidita, en tu cara.

232 239
1 sol cuando está saliendo, En el centro de la mar,
ís rayos dorados son, Ha florecido una higuera,
sí es tu cara, paloma, De todo me privarán
ueña de mi corazón. Menos de que yo la quiera.

233 240
1 sueño nunca es mentira, En el centro de la mar
uando hay amor verdadero, Tengo una caja con llave,
imás olvido a quien amo, Que todos quieren entrar,
i en el profundo del sueño. Sólo tu persona cabe.

(227) Al ver que otro sol salía


1 día que tú nacistes, Con mucho más resplandor.
Jué triste estaría el sol, A. de Ll., 8.
1 ver que otro sol salía, El día que tú naciste,
jn mucho más resplandor! Qué triste estaría el sol,
R. M., 1579. Al ver que otro sol salía
I día que tú naciste, Con mucho más resplandor.
ué triste estaría el sol, R. V., Coplas, 146.
(230) Trastornar: He sentido en Salta y en Jujuy usar esta voz en el sentido
i trasponer, así: Voy a trastornar et ta montaña para buscar mis ovejas.
3¿iO J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

241 24 7
En esta casita, En la eafa t§ng3 Pecas,
Azucenas crece, En la garganta un lunar,
La dueña de casa, En señas de que te quiero,
Corona merece. Me vengo yo a este lugar.

242 247 • a
En esta noche serena, En la cara tengo pecas,
Que no se oye ni un ruido, En la garganta un lunar,
A cantarte, palomita, Sólo por venirte a ver
Mi dulce amor me ha traído. Me encuentro en este lugar.

243 248
En este Santa María, En la cara tienes pecas,
Más tengo gusto que penas, En la garganta un lunar,
Para cantarte quisiera Y los ojitos me dicen:
Tener eco de sirena. —Yo te quiero a vos nomás.

244 249
En este Santa María En la falda de aquel cerro,
¿Qué más le puedo decir? Pasa garva y aguacero,
Si Ud. sufre un imposible, Abrázame con tus brazos,
Yo le ayudaré a sentir. Tápame con tu pañuelo.

245 250
Enfermo estoy en la cama, En la huerta de mi casa,
Mi enfermedad es de pena, Tengo un zapallar hermoso,
Y sanaré si me cura, Pa convidarle a mi negra,
Esa mocita morena. Cuando yo sea su esposo.

246 251
En invierno no hay claveles, En la puerta de su casa
Porque los marchita el hielo, Le dejé un letrero escrito:
En tu cara los hay siempre, "Hagamos suerte, señora,
Así lo permite el cielo. Ud. es sola y yo sólito".

(243) Como me llamara la atención de que en Salta, región tan mediterránea


nombraran a la sirena, tema de mayor popularidad en las poblaciones costeras, pre-
gunté a un paisano qué cosa era la sirena y con asombro escuché esta leyenda:
(Debo advertir que viajábamos a muía por la quebrada de Escoipe y al enfren-
tar el Cerro Maleante me refirió mi compañero lo que sigue):
^ "En una cueva muy oscura que hay en este cerro, como a legua y media de aquí,
está la sirena, nadie la ha visto porque ahora no hay hombres corajuros, capaces de
meterse en la cueva, pero ahí está. Cuando son las doce de la noche se oye como si
cantara un gallo, da gusto oírlo, pero no es ningún gallo, es la sirena que vive en
las profundidades de este cerro".
(246) En tu cara los hay siempre,
En Enero no hay claveles, Porque lo permite el cielo.
Porque los marchita el hielo, R. M. 1305.
(249) Garva: Deformación de garúa, llovizna.
CANCIONERO POP LAR DE SALTA Mi

252 260
En las montañas soy tigre, Entre dos jardines me hallo,
En los campos soy león, Ninguna flor me divierte,
Quisiera estar en su pecho, Aunque mil amores me hagan
Robarle su corazón. No puedo vivir sin verte.

253 261
Sn mí no has de hallar mudanza, En vano con la distancia,
Porque te supe querer, Piensas mi pasión calmar.
Cuantos más años se paser., Este pecho no conoce
tías constante te he de se*. Eemedio para olvidar.
254 262
in mi pensamiento tengo, Envidia tengo a la luna,
Tu pensamiento visible, Y envidia le tengo al sol,
¡Vidita, para olvidarte, Porque ven de noche y día,
Todo se me hace imposible! Lo que no puedo ver yo.
255 263
Sn mí sólo has de encontrar Eres águila real,
Tres cosas en abundancia: En el pico llevas flores,
\.mor y mucha firmeza En las alas azucenas,
f demasiada constancia. Y en el corazón, amores.
256 264
Sn papel blanco te escribe, Eres alta y bizarra,
?orque blanca fué mi suerte, Delgada y lisa,
Conste que t' hi de querer Eres como la vara,
Hasta que venga la muerte. De la Justicia.
257 265
En qué topa que no dentra? Eres chiquita y bonita,
En qué tabla de marfil? Así como yo te quiero,
si en sus brazos me tuviera Como si fueras chispita,
En sus brazos diera fin. Que salta de mi yesquero.
258 266
ín su cariño me empeño, Eres fragante azucena,
fa le tengo simpatía, Eosa que cautiva el alma,
Dispuesta está el alma mía Nardo blanco del desierto,
En que usted sea mi dueño. Encanto del que te ama.
259 267
Sntre cortinas ocultas, Eres un grano de arroz,
)os niñas me tienen loco, Eres un bello jazmín,
Jue ocultas en tus pestañas, Eres la rosa fragante,
¿as dos niñas de tus ojos. Del más hermoso jardín.

(263) (264)
Sres águila real, Eres alta y delgada,
Jue en el pico llevas flores, Cenceña y lisa;
ir. las alas azucenas Eres como la vara
i en el corazón amores. De la justicia.
R. M., 1551. R. M., 1371.
342 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

268 276
Esa tu cara bonita, Es tanto lo que te adoro,
Y tu esmerada presencia, Y es tanto lo que te quiero,
Nunca la podré olvidar, Que si me sacan los ojos,
Aunque sea larga mi ausencia. T' hi mirar por los aujeros.
269 277
Es cierto que te he querido, Es tanto lo que te quiero,
Y siempre te estoy queriendo. Que te quisiera llevar,
El amor que te he tenido, En ancas de mi caballo,
El mismo te estoy teniendo. Cuando deje este lugar.
270 278
Es el amor, mi vida, Es tanto lo que te quiero,
Como una sombra, Y te tengo tanto amor,
Que mientras más se aleja, Que estoy por abrirme el pecho
Más cuerpo toma. Y entregarte el corazón.
271 279
Es más hermosa, vidita, Es tanto lo que te quiero,
Que el sol de la mañanita, Y lo que te quiero es tanto,
A la niña de mis ojos, Que ángeles y querubines,
Vd. es el viento que agita. Dicen: ¡Santo, Santo, Santo!
272 280
Esos cabellitos rubios, Es tanto lo que la quiero,
Que te caen a la frente, Y no la puedo olvidar,
Parecen campanas de oro Que salgo a buscar olvido,
Que llaman toda la gente. Vuelvo con más voluntad.
273 281
Esos tus crespos cabellos, Estas son las flores blancas,
Que le caen a la cara, Sacadas de San Andrés,
Son como rayos de sol, —¡Dame la mano, vidita,
Que salen por la mañana. Seguiremos otra vez!
274 282
Espérate, prenda amada, ¡Estrella del alto cielo,
Voy a sacar esta flor, Que alumbras lo más profundo!
Pueda ser que en ella encuentre, No t' hi dejar de querer,
La llave del corazón. Aunque sepa todo el mundo.
275 283
Es tanto lo que te adoro, Estrellas del alto cielo,
Que te quiero colocar, Piedritas del ancho mar,
En un pabellón de nubes, Para tí, mi corazón,
Y en un trono de cristal. Y jamás t' hi de olvidar.

(269) (270)
El amor que te tengo
Es cierto que te he quisido, Es como sombra;
Y siempre te estoy guisiendo; Cuanto más apartado,
Y el amor que te he tuvido. Más cuerpo toma,
El mismo te estoy tuviendo. Y eres a un tiempo
Sombra de mis amores ,
R. M., 7448. Pues huyes de ellos.
R. M., 3466.
CAN C ION Ei 0 POPULAR DE SALTA 343

2$ 291
Estrellas y lucero Flor de azucena,
Pan con la luna, Rojo clavel,
Pero como tu cara, Firme y constante,
fío va ninguna. T' hi venido a ver.

2i 5 292
Bstrellita reluciente: Flor del aire,
Florcita la más fra> an t e Flor del aire,
Oiga mis tristes am, r e s > ' Linda la moza,
STo quisiera ser su «mante. De Buenos Aires.

2Í6 293
Es tu cara una hern o s u r a > Flor de lampazo,
Tus ojos son unos s,] es . Flor de lampazo,
¿Aún teniendo este tesoro Date una vuelta,
Te quejas de que erej pobre? Dame un abrazo.

287 294
Flor de molle,
Florcita de alhelí, Flor de molle,
Deja de querer a est, Se hace la sorda,
Vidita, quereme a m Y no me oye.

28* 295
Florcita de arca, Flores he visto en el mundo,
Florcita de arca, Ninguna me ha cautivado,
Ojitos lindos, Sólo la que vi en tu pecho,
De Catamarca. Al mío lo ha traspasado.

28S 296
Florcita i clavel celeste, Flores hi visto en el mundo,
Decís que no me queiJs. Ninguna me ha cautivado,
Debalde, yo te hi bus c a r , Una que hi visto recién,
Aunque la vida me cueste. Sin corazón me ha dejado.

290 297
Florcita i laurel, ¡Golondrina pasajera!
Florcita i laurel, Pasas la mar de un volido,
En medio tus brazos, Yo también la pasaría,
Me quisiera ver. En alas de tu cariño.

(284.) Pero como tu cara


Estrellas y luceros No va ninguna.
Van con la luna; R. M., 1316.
(288) Arca: Es un árbol, Arca visco "Lorent"; con este nombre de Arca «e
lo conoce en Salta y Jujuy, en Tucumán y Catamarca llamante viseóte o visco. En-
tiendo que es el mismo árbol el llamado Ñandubay, en Corrientes.
(292) Flor del Aire: (Tülandsia Molleodes) Vell.
3M JUAN A L F 0 N S 0 C A R R I Z O

298 304
Gracias a Dios que t' hi visto, Hay ojos que miran mucho,
Así puedo consolarme, Hay ojos que miran poco,
Con la ausencia de tu cielo, Hay ojos que dan la vida,
La vida quiero quitarme. Hay ojos que vuelven loco.

299 305
Guárdate de mis suspiros, Hay una estrella en el cielo,
Si los sentís caminar, Que me llama la atención,
Mis suspiros llevan fuego, Hay una flor en la tierra,
Y te pueden abrasar. Que me parte el corazón.

299 - a 306
Guárdate de mis suspiros, ¡Hermosa planta!
Si los sientes caminar, ¡Preciosa flor!
Porque llevan mucha fuerza, Quiero dejarte,
Y te pueden abrasar. Y otra vez, no.

300 307
Hace tiempo que quería, Hojitas verdes de sauce,
Pedirte un beso, mi ñata, Hojas verdes de nogal,
Pero jamás me animaba, Al cabo han visto mis ojos,
Porque el valor me hacía falta. Lo que me sabían negar.

301 308
Han dicho los envidiosos, La hi llegado a querer tanto,
Que nadita nos querimos, Que jamás la hi de olvidar,
Lágrimas nos va a costar, Primero h'i perder la vida,
Para que nos separimos. Que yo dejarla de amar.

302 309
Haré constar que la quiero, La inclinación a quererla,
Con documento y recibo, Me tiene fuera de mí,
Y después de autorizado, Y la miro con anhelo,
Máteme si no le sirvo. Desde el día que la vi.

303 310
Hay flores en mi jardín, La luna por el cielo,
Lindas, de mucha frescura; Va serenita,
Pero no hi podido hallar, Así va por la calle,
Una igual a tu hermosura. Mi morenita.

(299) El Sr. Rodríguez Marín trae esta copla parecida:


Quítate de esa ventana, Mis suspiros son de fuego
Porque voy a suspirar; Y te puedes abrasar.
R. M., 2633.
(IQ/h) Esta copla es una estrofa ,1a 2a, de la canción N' 89.
(310) Así va por la calle
La IÜES por el cielo Mi morenita.
Va serenita; R. M., 1388.
CANCIONERO POP LAR DE SALTA 3U5

311 318
La naranja para Vd., Las estrellitas del cielo,
La cascara para mí, Que están alumbrando a Dios,
Desde mi pago hi venío Nunca habrán querido tanto,
Dirigido para tí. Como yo te quiero a vos.

312 319
^a primer vez que te víde, Las flores, como las hojas,
ín vos puse la afición, Nacen en el arbolar,
Por eso vivo pensando, Con tus amores, vidita,
iué dice tu corazón. Yo me quiero consolar.

313 320
A primer vez que te vi, La sombra de tu hermosura,
fe vi como una rosita, Me has de dar para tener,
Y ahora te estoy rogando, Que me sirva de consuelo,
Domo a la Virgen bendita. Cuando no te pueda ver.

314 321
'u& prueba de que te quiero, Las rosas de tus mejillas,
üs que no te digo nada, Rosas sin espinas son,
üos amores siempre nacen, Clavadas las tengo todas,
,on la lengua atravesada. Dentro de mi corazón.

315 322
_ias estrellas en el cielo, La tengo comparadita,
laminan del sol en pos, Con las piedras de la calle,
\.sí caminando voy, Que las pisa todo el mundo,
Todas las noches por vos. Sin dar las quejas a nadie.

316 323
.•as estrellas en el cielo, La vergüenza me retira,
laminan pasito a paso, Y tu amor me hace llegar,
Lsí hi de caminar yo, ¡Cómo será que te quiero,
)e rodillas a tus brazos. Que no te puedo olvidar!
317 324
^as estrellas en el cielo, Lejos de tí todo es triste,
jas cuento y no están cabales, Mi vida es un cautiverio,
^altan sus ojos, vidita, De luto mi alma se viste,
Jue son las dos principales. Mi pecho es un cementerio.

(315) Las estrellitas del cielo


jas estrellas de los cielos Las cuento y no están cabales,
laminan de dos en dos: Faltan la tuya y la mía,
ísí mis ojos, señora, Que son las más principales.
fan caminando tras vos. Mil. C, 90 - 2.
L. M., 120 - 4.
(317) (322)
jas estrellitas del cielo Te tengo comparaita
•ío pueden estar cabales, Con las piedras e la caye
'orque en la cara mi niña Que las pisa toito 'r mundo
Tiene las dos principales. Y no se quejan a nadie.
R. M., 1180. R. M., 1669.
3M J U A N A L F N S O C A R R I Z O

325 332
Lejos de tí, vida mía, Los ojos azules,
Mientras viva lloraré, Son mala fortuna.
Y hasta mi última agonía, Si no hay ojos negros,
Tu nombre pronunciaré. No hay hermosura.

325 - a 333
Lejos de tí, vida mía, Los ojos de mi morena,
Mientras viva lloraré, Me están matando,
Aunque me lleve la muerte, Como ella es tan hermosa,
De vos no me olvidaré. La estoy amando.

326 334
Lejos de tí, vida mía, Los ojos de mi morena,
Siempre llorando estaré, Son dos brillantes luceros,
Haciendo mis ojos mares, Que si me miran me matan,
Con mi vida acabaré. Si no me miran, me muero.

327 335
Le pregunté a una gitana, Los ojos de mi morena,
De qué mal me moriría, Tienen pleitos con el sol.
Y la gitana, me dijo: Porque el sol es uno solo,
Del amor que te tenía. Sus ojos dos soles son.
328 336
Linda de atrás y adelante, Los ojos de mi negra,
Lindo modo i caminar, Llenos de antojo.
Hasta las aves que vuelan, Cada vez que me miran,
Se han de poner a mirar. Me vuelven loco.
329 337
Linda la ñata, Lucerito de alto cielo!
Como la aurora. Caminas de cuatro en cuatro,
¡Lástima grande! Tuyo soy, vidita mía,
Mal pagadora. Véndeme caro o barato.
330 338
Los árboles arrancados, ¡Lucero de la mañana!
Y atados de siete en siete, Que venís cerquita el día,
No han de tener más firmeza, ¿Cómo no me despertaste,
Como yo para quererte. Si estaba la vida mía?
331 339
Los cabellos de mi chica, ¡Luna de todas las noches!
No se lavan con jabón, ¡Estrella al amanecer!
Sino con agua florida, Lo que cantan las sirenas
Terciada con alcanfor. Yo no lo puedo entender.
(334) Porque el sol es uno solo,
Los ojos de mi morena Tus ojos dos solo son.
Son dos brillantes luceros, R. M., 1185.
Que si me miran me matan, (338)
Si no me miran, me muero. Estrella de la mañana,
R. M., 1166. Claro lucero del día,
(335) ¿Por qué no me despertaste
Tus ojos, bella paloma, Cuando se fué el alma mía?
Llevan pleito con el sol, J. E. M., 102-1.
CANCI0NERo POPULAR DE SALTA 347

340 345
Mal no 1' hi pagar, señora, Me dicen que no te quiera,
Eso es lo que no ha de ver. ¡Jesús, qué barbaridad!
dichoso me considero, Cpnió no saben querer,
í: rr.e muero en su poder. No saben aconsejar.

341 246
María, paloma mía! Me dicen que tiene dueño,
as palomas son del >ey. Así con dueño la quiero.
;" tú, María, eres i m \ El que quiere prenda ajena,
i'^rque lo manda la Uy. Tiene un amor verdadero.

342 347
¡Marinero, que navegar Me dicen que tirs ojitos,
Levántate con el sol, Sólo alumbran para mí.
Para seguirle los pasoS) Y yo me digo, temblando,
De mi amante al Ecuador. ¡Señor, si no fuera así!

343 348
Más lindos son tus ojc s , Medio del jardín estoy,
Niña hechicera, Ninguna flor me divierte.
Que los astros del cielo. Aunque me hagan mil caricias,
¡Quién los tuviera! No puedo vivir sin verte.

344 349
Me animo y me desanimo, Me dices que me querís,
De verme así tan pequeño, Yo también t' hi de querer.
Le advierto que soy sólito, Con la bendición del cura,
Yo quisiera ser su dueño. Compañeros 'mos de ser.

344 - a 350
Me animo y me desanimo, Me gusta la cinta verde.
De ver mi bulto pequeño, También la color café,
Advierto que soy sólito. Sin despreciar a ninguna,
¿No quisiera tener dueño? La más bonita es Vd.

(341) Me mandan que no te quiera,


María, paloma mía, Y no lo conseguirán,
Las palomas son del rey, Como no saben querer,
Y tú, paloma, eres mía, Se ponen a aconsejar.
Porque lo manda la ley. R. A. L., 104-15.
R. M., 2272.
Me aconsejan que te olvide;
(345) ¡Nunca te podré olvidar!
Me aconsejas que te olvide; Como no saben querer,
¡Mira, qué barbaridad! Se ponen a aconsejar.
Cómo no saben querer, R. A. L. (Nota a la copla anterior).
No saben aconsejar.
R. M., 3095. (349) Mos: por hemos.
3ü8 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

351 357
Me han dicho que me aborreces, Mi corazón no está en sí,
Que quieres verme morir. Porque vivo apasionado,
Con darme un beso te basta, Sin vuestros ojos, mi vida,
Ya pueden doblar por mí. No puedo estar sosegado.

352 358
Me parece que te veo. Mi corazón todo es tuyo,
Por donde quiera que voy. Y en mi pecho está visible,
Son las sombras del deseo, En ti puse mi afición,
En que vacilando estoy. La primer vez que te vide.

353 359
Me preguntas lo que hago, Mi negra encantadora,
Con tanto mirar al cielo. ¿Por qué no quiere,
Las estrellas que más brillan, Que le digan la reina
Para escribirte las quiero. De las mujeres?

354 360
Me voy llorando, me voy, ¡Mira cómo corre '1 agua
Pero siempre hi de volver. Por debajo del peñón!
A tus brazos, a tu vista, Así corre por tu cara,
Y mejor a tu poder. Toda la gracia de Dios.

355 361
Me voy para lejas tierras, Mirando estoy desde aquí,
Donde me coman las fieras; A 1' otra banda del río,
No importa que ellas me coman, Al que tiene que juntar,
Como mi dueña me quiera. Su corazón con el mío.

356 362
Mi corazón es de tierra, Mi turqulta enamorada,
Y lo voy hacer arar, Cogollo de rica flor,
Para sembrar un cariño, Si te gusta mi cariño,
Con tu amor lo hi de regar. Tratemos algo de amor.

(352) Y yo le digo:
Por donde quiera que voy, Reina de las muj ere»,
Parece que te voy viendo; Vente conmigo.
Y es la sombra del querer, R. M., 6927.
Que me viene persiguiendo.
R. M., 2507. (360)
(359) Mira como corre el agua
Ya está puesta en el baile Por debajo del peñón;
La que no quiere Así corre por tu cara
Que le digan la reina Toda la gracia de Dios.
De las mujeres, R. M., 1330.
Los señores Alberto Sevilla, Cancionero Popular Murciano, y G. M. Vergara,
traen también esta copla, el primero en el N* 718 y el segundo en su libro Mil Can-
tares Amorosos, en la pág. 105.
(361) Aunque el concepto que encierra sea diferente, guarda esta copla algún
parecido con la N' 206.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 349

363 369
¡Moza de sombrero blanco! ¡Negrita de mi vida!
No agachís la vista al suelo, Dame, te pido,
Aquellos que te van viendo, Una mirada tierna,
Dirán que yo soy tu dueño. Como un suspiro.

364 370
Mucho la quiero, vidita,, Ni el tiempo ni la distancia,
í lo que la quiero es tanto, Harán que de tí me olvide,
Que tengo por cama el suelo, Más haré que el mundo admire,
í de cabecera un banco. De mi pecho la constancia.

365 371
Mucho me gustan tus ojos, ¡Niña linda! yo te dije,
Porque los tienes azules. Al verte de una distancia,
Parecen un cielo claro, Niña, porque yo te quiero,
Cuando se apartan las nubes. No pierdo las esperanzas.

366 372
Muy cerca, muy cerca, Niña, que mucho la quiero,
No me animo estar. Con esa fina carita,
Porque a tu boquita, ¿Me recibirá en su casa
La quiero besar. Para hacerle una visita?

367 373
Nadie ha contado en el mundo, Niñita, trencitas de oro,
Las florcitas del almendro, Boquita de flor de aroma,
Y nadie te ha de querer, Sólo las alas te faltan,
Como yo te estoy queriendo. Para ser una paloma.

367 - a 374
Si sabrá la vida mía, No bajes los ojos, niña,
Si sabrá mi flor de almendro, No escondas lo que agracea,
Que nadie la ha de querer, Que a tu gracia la hizo Dios,
Como yo la estoy queriendo. Para que todos la vean.

368 375
Naranja verde, No desprecies las morenas,
Limón maduro, Que valen más que la plata.
Dame un besito, Porque morena es la prenda,
Con disimulo. Vidita, que a mí me mata.

(367) Ninguno te ha de querer


Aunque tengas más amores Como yo te estoy queriendo.
Que flores tiene un almendro, R. M., 2430.
350 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

376 383
No firmo porque soy firme, No me vendo ni me doy,
No porque firmar no sé, Sólo de mi dueño soy,
Porque si firmo dirán: No lo hi de cambiar por otro,
Así uno firmó y se fué. Aunque me pague mejor.

377 384
No hagas desprecios de mí, No mire mi pequenez,
No marchites mi pasión, Ni mi traje peregrino,
Que la niña de tus ojos, No me desprecie, señora,
Cautiva mi corazón. Vengo a sus plantas rendido.

378 385
No la h' i dejar de adorar, No pienses, vidita mía,
Porque talmente es mi anhelo, Que otro amor hi de seguir,
Aunque Vd. no ha de querer. No ha i ser otro sino el tuyo,
Prendas que andan por el suelo. Por el que yo hi de morir.

379 386
No me busques entre flores, No porque todos los días
Que entre flores hay traición, Mis ojos no puedan verte,
Chacarero soy, vidita, Por eso no has de pensar,
Tengo noble corazón. Que yo hi dejar de quererte.

380 387
No me hables de comida, No puedes tener temor,
Ni me invites a comer, Que yo soy pa defenderte,
Que yo estoy alimentado, Yo no le temo a la muerte,
Tan sólo con tu querer. En defensa de tu amor.

381 388
No me matís con cuchillo, No te importe de mi dueño,
Que es un acero muy fuerte, Porque con dueño te quiero.
Mátame con tu cariño, A la sombra que hace un dedo,
Y te perdono la muerte. Se goza mejor que el dueño.

382 389
No me mires con enojo, No te retires, vida,
Porque el corazón me dice: Porque no puedo,
Que yo nací para tí, Olvidar el camino
Y tú para mí naciste. Del Portizuelo.

(376) Guarda cierta similitud con esta copla ecuatoriana:


No firmo, porque no quiero, Mátame con un suspiro
No porque firmar no sé; Y te perdono la muerte.
Más vale tener firmeza, R. M., 2736.
Que firmar sin tener fé.
L. M., 241-3. No me mates con cuchillo,
Que tiene el acero fuerte;
(381) Mátame con tu hermosura,
No me mates con cuchiyo Y te perdono la muerte.
Que tenga l'asero fuerte; A. S., 758.
CANCIONERO POP LAR DE SALTA 351

390 397
.". . temas que vencida, ¡Ojos de garza morena!
'. fácil mi pasión, Corazón de terciopelo,
T as tenga aliento y vida, Vengo a llevarte, vidita,
'• rá mi corazón. Para tener un consuelo.

391 398
.» . mi niña bonita! ¡Ojos negros de tintero,
'. :-: •. de agua de olor, Nariz de pluma delgada,
- vaya a derramar, Carita i letra menuda,
1 ':.: azos de algún traidor. Boquita i carta cerrada!

392 399
¡Oiga, mi prenda querida! Olvidarla, niña hermosa,
Como la flor de ilolá, Eso es lo que no hi de hacer,
Yo me saco mi sombrero, Porque tengo la esperanza,
J i poderla saludar. De acabarme en su poder.

393 400
¡Oiga, mi prenda querida, Olvidarte no lo dudo,
Vamos a tierras extrañas, Pero ha de ser con la muerte,
A vivir los dos solitos, Imposible es para mí,
S: su corazón no engaña. Olvidarte de otra suerte.

394 401
Ojalá mil años pasen, ¡Paloma de dulce canto,
Siempre constante hi de ser. No me la quieras llevar!
Aunque a la fuerza me lleven, De aquí para otro lugar,
A tus brazos h' i volver. Porque sin ella, no puedo estar.

395 402
Ojitos negros hi visto, ¡Palomita blanca!
Como los suyos ya no. De "El Algarrobal",
Ojitos consoladores, Deja tu nidito,
Con que me consuelo yo. Te vengo a llevar.

396 403
¡Ojos bellos, que me dais, ¡Palomita boliviana!
Dulce muerte con mirarme! Piedra que se desmorona,
¡Ojos, que con no mirarme, Si te pago con vileza,
Dulce vdia me quitáis! Se abra la tierra y me coma.

(398) Olhos de letra miuda,


Tus ojos son dos tinteros. Bocea de carta fechada.
Tu nariz pluma cortada, Teófilo Braga, T. 2 ' - 87 - 6.
Tus dientes letra menuda, Portugal.
Tu boca carta cerrada. Tus ojos son dos tinteros,
R. M., 1275. Tu nariz pluma delgada,
Tendes cara de papel, Tus dientes letra menuda,
Nariz de penna aparada, Tu pecho carta cerrada.
Mil C, 166 - 6.
352 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

404 410
¡Palomita encantadora! ¿Para qué Dios plantaría
De mi sentido el recreo, Tentación en el desierto?
Me hayo sin vida y sin gusto, Antes que la conociera,
El rato que no te veo. Más antes me hubiera muerto.

405 411
¡Palomita que t' hi tráido! Paso ríos, paso puentes,
Cerca la Laguna Blanca. Siempre te encuentro lavando.
Piquito de oro macizo, La hermosura de tu cara,
Alitas de plata blanca. La agua se la va llevando.
406 411 - a
¿Para dónde, paloma, Paso ríos, paso puentes,
Tan de mañana? Siempre te encuentro cantando.
—A recoger las flores La hermosura de tu canto,
De las montañas. L'agua se la va llevando.

407 412
Para mí no hay alegría, Parece oscura la noche,
Todo es tristeza y pesar, Como si fuera a llover,
Sólo viéndome en tus brazos, Así se pone mi vista,
Me podría consolar. Cuando no te puede ver.

408 413
Para morir hi tomado, Picaflor quisiera ser,
Papeles, pluma y tintero, Chiquitito y volador,
Voy a hacer mi testamento, Para sentarme en tu brazo,
De lo mucho que te quiero. Rendirte cuentas de amor.

408 - a 414
Para morir me preparo, Piensa si será posible,
Con la pluma y el tintero, Privarle al sol su carrera,
Para hacer mi testamento, Más imposible será,
De lo mucho que te quiero. Privarme que yo te quiera.

409 415
Para olvidar tu querer, ¡Pobrecita la vidita,
Has de mirar dos señales, No tiene ningún amigo!
Que se caigan las estrellas, Si no quiere andar sólita,
Y que se sequen los mares. Que se acompañe conmigo.

409 - a 416
Para olvidar tu querer, Podrá hundirse la tierra,
He de esperar dos señales, Podrán los astros caer,
Que se caigan las estrellas, Pero el amor que te tengo,
Y que se sequen los mares. Jamás se ha i desvanecer.

(409)
Para olvidar tu querer, Para yo 'rbiarte a tí
He de ver yo dos señales: Tengo de be dos señales:
Que se caigan las estrellas Que s' han de jundi los sieloa
Y que se sequen los mares. Y s' han de seca los mares.
R. M., 3175. R. M. (Nota a la copla anterior).
' AN C ION E RO POPULAR DE SALTA 353

417 425
onele silla al amor, ¿Qué día se acabará
ue se siente al lado de ela, De mi pecho la alegría?
allí lo verás brillar, Será cuando yo me muera,
)mo brillan las estrellas. Regalada prenda mía.

418 426
'or dónde han andado? ¿Qué es eso que remanece,
üómo te han tratado? Y el suelo viene temblando?
il vez a tu sombra pueda, Esos serán los pasitos,
aliar suerte un desgraciado. Que mi vida viene dando.
419 426 - a
>r esa cinturita, Yo no sé qué ruido es este,
>r ese cinturón, El mundo viene temblando,
e doy la media vuelta, Son pasos de una fulana,
pago un patacón. Que recién viene llegando.
420 427
>r más que me has sermoniado, Que esos tus labios rojos,
>y el mismo que antes fui, Por mí suspiran,
unca te echaré en olvido, Me lo dicen tus ojos,
togollito de alhelí! Cuando me miran.
421 428
3rque me ves pelo blanco, ¡Qué lindas son las palomas,
•eís que eso es de vejez, Que viven a su placer!
¡os pelos me han salido, Con la bendición del cura,
> que te supe querer. Compañeros 'mos de ser.
422 429
.ir tu amor estoy pasando ¡Qué lindos rulitos tiene!
ormentos sobre tormentos, Y todos caracolados,
ero no importan mis penas, En cada caracolcito,
orno lo pases contento. Está mi amor amarrado.
423 430
'renda de mi corazón! Que no me olvides, te pido,
unca te olvides de mí, Yo nunca te olvidaré,
o soy de lejanas tierras, Y siempre y siempre seré,
)y forastero de aquí. Un amigo agradecido.

424 431
ronto quisiera morir, Querida, cuando reciba,
tigel del cielo volverme, Mis cartas del regimiento,
¡r tu ángel de la guarda, Consérvelas mientras viva,
estar a tu lado siempre. Y guárdelas con el tiempo.

Y ser ángel de la guarda


lisiera morirme pronto, Y estar a tu lado siempre.
ángel del cielo volverme, R. M., 2773.
(428) Mos: por hemos, apócope y usado por el pueblo, en Catamarca, Sal-
y Jujuy.
23
354 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

432 440
¿Querís que te esté diciendo, Quisiera ser por un rato,
Cómo la catita al loro? Moñito de tus zapatos;
¿Hasta cuándo t' hi decir, Cadenita de tu cuello,
Que te quiero y que te adoro? La sombra de tu retrato.

433 440 a
¿Qué será lo que relumbra, Quisiera ser por un rato,
Por debajo de esa peña? Peineta de tu cabello,
Son los ojos de mi negra, Moñito de sus zapatos,
Que de lejos me hacen seña. Cadenita de tu cuello.

434 441
Quién diga que no te quiero, Quisiera ser ruiseñor,
Nada de quereres sabe, Y tener un dulce trino.
¡Candadito de oro fino! Para cantarte tu amor,
¿A dónde estará tu llave? Cuando formemos el nido.

435 442
¡Quién tuviera esos ojitos, Quisiera ser un patito,
Como perlas de la mar! Chiquitito y nadador,
Para tirarle el anzuelo, Para dentrar en tu pecho,
Por ver si quiere picar. Nadar en tu corazón.

436 443
Quiérame, vidita mía, Ramos de flores me ofrecen,
Que m€ aborrezca, no quiero, Yo de esos dones me río,
Y si me ha de aborrecer, Si yo preferí quererte,
Demé la muerte primero. Fué por tu gusto y el mío.

437 444
Quiero firmar y no puedo, Reina de mis ilusiones,
Allí va toda mi fama, Yo no sé qué voy a hacer,
Quien la aprecia, quien la estima, Quiérame un momentito,
Ño Cupertino se llama. Aunque me olvide después.

438 445
Quisiera guerrear contigo, Rendido de tus amores,
Aunque me hicieras pedazos, Sólo por verte hi venido,
Fuego granadiado de besos, Como no te puedo hablar,
Y fusilado en tus brazos. Yo ya estoy loco perdido.

439 446
Quisiera ser picaflor, Ronco me siento del pecho,
Para picar flor de tuna. Calmado de la garganta,
He visto rubitas lindas, Tanto seguirte los pasos,
Pero como vos, ninguna. Y el polvo que vos levantas.

(437) Ño Cupertino :Ño, es tratamiento que se da a la gente. A algunas per-


sonas se las trata de Don y a otras, en tono despectivo, de Ño. Es muy usada en todc
el noroeste.
ANC I ON E RQ POPULAR DE SALTA

447 456
'ubita de mi vida! ¡Señora, doña fulana!
is caricias me maltratan, Carita de oro molido,
is besos me dan la vida, ¿Por qué me quiere apuntar,
i dan la vida y nu matan. En el libro del olvido?
44$ 457
le el sol con hebras de oro, ¡Señora, doña fulana!
s estrellitas brillando, De mí se compadeciera,
jo de dormir tranquilo, Yo soy una laya i mozo,
lo por vivirla amando. Que no se halla donde quiera.
449 458
le la luna entre nubes, ¡Señora, doña fulana!
Q su carita de plata, De nombrarla se me antoja,
mirar me tiene enfermo, A sus pies estoy rendido,
tu corazón me mata. Como árbol que se deshoja.
450 459
?uime cuando me vaya, ¡Señora, doña fulana!
te esperaré en la playa, Despierte del dulce sueño,
juntaré en el camino, A preguntarle hi venio,
wcitas de muchas layas. Si está sola, o tiene dueño.
451 460
eñora, doña fulana! ¡Señora, doña fulana!
anca espuma de la mar, Mucho me gustan sus modos,
iga ventanas en vidrio, Supiera cual es su casa,
.ra poderla mirar. Me cambiaría cama y todo.
452 461
eñora, doña fulana! ¡Señora, doña fulana!
anca flor en un desierto, Ojitos de clavelina,
dita, porque la quiero, Ponga su nombre y su firma,
que al verla me divierto. Si su corazón me estima.
453 462
;ñora, doña fulana! ¡Señora, doña fulana!
mea flor en un rastrojo, Rosa remolida en Roma,
a qué la conocería Sus pelitos perlas de oro,
ra morirme de antojo? Su carita flor de aroma.
454 463
eñora, doña fulana! ¡Señora, doña fulana!
mquita como la rosa, Si Vd. me tiene afición,
itizada de colores, Yo le postraré rendido,
todas las mariposas. A sus pies, mi corazón.
455 464
eñora, doña fulana! ¡Señora, doña fulana!
ira luna cuando asoma, Verde planta de romero,
itos consoladores, Avíseme cuando muera,
iquita fresca de aroma. Para yo morir primero.
356 J U A N A L O N S O C A R R i Z 0

465 473
¡Señora, dueña de casa! ¡Señorita de fulana!
Alhelí, nardo y aroma, Clavelito dentro Pagua,
De los manjares del cielo, Si me estuviera muriendo,
Disfrutará su persona. Viéndola resucitara.
466 474
¡Péñora, dueña de casa! ¡Señorita de fulana!
¿Si habrá pensado algún día, Del cielo cayó esta flor,
Que la había de visitar E,ecibalá como obsequio,
La humilde persona mía? Que en su mano está mejor.
466 - a 475
¡Señorita de Fulana! I Señorita de fulana!
¿Si habrá pensado algún día, Soy suela de sus zapatos,
Que yo vendría a cantarle, Aquí me tiene a sus pies,
Humildes estrofas mías? Véndame caro o barato.
467 476
Señora, no la conozco, ¡Señorita de fulana!
La hi venio a conocer, Nadie se acuerda de Vd.,
Dicen que se hacen dichosos, Y como su esclavo soy,
Ojos que la logran ver. Sólito la vengo a ver.
468 477
Señora, para su altura, ¡Señorita de fulana!
Parece que soy basura, Planta de clavel silvestre,
Por dichoso me contara, La hi de querer mientras viva,
Si gozo de su hermosura. Aunque la vida me cueste.
469 478
Señora, pecho de luna, ¡Señorita de fulana!
Ojos de garza milicia, Soñé que yo estaba viendo,
Cuando con verla me encanto, Un caminito de flores,
¿Qué será cuando acaricia? Que a su paso iban naciendo.
470 479
¡Señorita de fulana! ¡Señorita de fulana!
Blanca flor adormecida, Soy su esclavo, véndame,
Si por mí se ha despertado, Por la plata que Vd. quiera,
Vuélvase a quedar dormida. Que yo me rescataré.
471 479 - a
¡Señorita de fulana! Soy esclavo y véndame,
Cántemelo su coplita, Por la plata que Vd. quiera.
Aunque no sea concertada, Que yo me rescataré,
Como sea de su boquita. Tan solamente por verla.
472 480
¡Señorita de fulana! ¡Señorita de fulana!
Capullito de dulzura, Verdecita como yuyo,
¡Cuántos mozos no andarán, ¿Me sentirá, señorita
Por gozar de su hermosura! Cuando me coma el coyuyo?
(469) El señor Carlos B. Quiroga e esta copla en la forma siguiente:
Caballero de Zutano, Siquiera con verlo encanta,
Florcita blanca de iricia, Qué será cuando acaricia.
Cerro Nativo, Pág. 101
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 357

481 488
¡Señorita de fulana! Si David con su honda
Tenga Vd. unas buenas noches, Mató un gigante,
Salga el sol en hebras de oro, Tú me matas, bien mío,
Para que su pecho abroche. Con tü semblante.

482 489
¡Señorita de fulana! Si eres más rubia que el oro,
Verde cogollo de olivo, Más blanquita que la leche,
Como el olivo es amargo, Más hermosa que el lucero,
En amargas penas vivo. ¿Qué hi de hacer sino quererte?

483 490
Señorita de fulana! Siempre miré aquella estrella,
lo la vengo a coronar, Que brilla en el cielo azul,
)e reina de los cáchenos, Yo pensaba, al contemplarla,
Jue estamos a su mandar. Que la estabas viendo tú.

484 491
Señorita, su hermosura, Si en tus bracitos me viera,
le ha cautivado y me hechiza! Acariciado por tí,
T al amarla con locura, Entonces diría, vidita:
le entusiasma su sonrisa. ¡Este es mi día feliz!

485 492
i árboles tienen los campos, Siete mundos he corrido,
r
gotas de agua los ríos, Tan sólo encontré una flor,
ísí yo paso trabajos, Siendo fragante y bonita,
^ r no olvidarte, bien mío. En su mano está mejor.

486 493
3i ayer tuve el gran placer, Si mi corazón llegara
3oy me cabe el dulce honor, A pedirte algo por Dios,
De escribirle todo el nombre, Y no tuvieras qué darle,
En testimonio de amor. Dile con amor: perdón.
487 494
!i con tu mirar matas, Si me hallo lejos de tí,
fo te pregunto: Siempre suspiro de amor,
Dónde vas enterrando, Y si estoy cerca, ¡ay de mí!
¡"anto difunto? El suspiro es de dolor.

(483) Cáchenos: Vecinos de Cachi,


(487) (488)
i con el mirar matas, Si David, con la honda
fina, pregunto: Mató al gigante,
Dónde vas enterrando Tú me matas, bien mío,
anto difunto? Con tu semblante.
R. M., 1230. R. M., 4008.
(493) El Sr. Rodríguez Marín trae esta copla parecida:
i mi corazón llegare Dile con amor: —Perdona.
pedirte una limosna (No lo eches a la calle).
no tubieres qué darle, R. M., 1785.
358 J U A N A L F O N S O C A R R ¡ z c

495 502
Si me miráis, me matáis, 3: supiera que cantando,
Si no me miráis, me muero, Te había de divertir,
Y si no lo remediáis, Toda mi vida cantara,
Del cielo venga el remedio. Cantando había de morir.
496 503
Si me miras, me matas, Si todo el mundo tuviera,
Si no, me muero, Tu entusiasmo arrobador,
¡Mírame, vida mía! Todito el mundo anduviera,
Que morir quiero. Por conseguirse tu amor.
497 504
Si me querís, negra mía, Si tu amante te lo priva,
Decí nomás la verdad, Y no te deja salir,
Y si es que te estoy gustando, Avísame a mí sólito,
A mi vos me gustas más. De lejos m'hi de venir.
498 505
Si me quieres ver morir, Si tu casa fuera iglesia,
Deja sin contestación, Y tu cuarto fuera altar,
Esta carta que te escribo, Y tu cama sepultura,
Con sangre del corazón. Vivo me fuera a enterrar.
499 506
Si porque te quiero tanto, Si tu pecho fuera sandia,
Todo el mundo me hace guerra, Y yo fuera calador,
La guerra se ha de acabar, En la primer caladura,
Y el amor ahí nomás queda. Te comería el corazón.
500 507
Si pudieras penetrar, Si tu vida se acabara,
En el fondo de mi pecho, Y al otro mundo te fueras,
Verías cómo tu nombre, Allí te iría a adorar,
Está grabado allí dentro. Como si viva estuvieras.
501 508
Si sosegado anduviera, Si yo mismo no me entiendo,
Ya menos penas tuviera, ¿Quién me va a entender a mí?
Con la luz de vuestros ojos, Te digo que no te quiero,
De tí no me dividiera. Y ando muriendo por tí.

(496) Y tu cama sepultura,


Si me miras, me matas; Vivo me fuera a enterrar.
Si no, me muero: R. M., 2774.
Mírame, vida mía, (508)
Que morir quiero. Si yo misma no me entiendo,
R. M., 1232. ¿Quién me ha de entender a mí,
(502) Que digo que no te quiero
Sí supiera que cantando Y estoy loquita por ti?
Te había de divertir,
Toda la noche cantara, R. M., 2001.
Aunque perdiera el dormir. Si yo mismo no me entiendo,
(505) R.M.,3261. ¿Quién me va a entender a mi?
Si tu casa fuera iglesia, ¡Afirmo que no te quiero,
Y tu cuarto fuera altar, Y estoy muriendo por ti!
A. S., r. J.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 359

509 517
Si yo supiera volar, Soy de rosa, soy de rosas,
A cada paso te viera, Soy la más fragante flor,
No fueran tantas mis penas, Quereme, prenda querida,
Si a mi lado te tuviera. Que me muero por tu amor.

510 518
Sois, vidita, tan hermosa, Soy forastero del pago,
Como el sol, como el lucero, Y recién vengo del norte,
Por eso todos te dicen: ¡Qué lindos rulitos tiene,
Encanto del pago entero, Y no quiere que le c o r t e ! . . .

511 519
Sólo a tí miran mis ojos, Soy joven para el amor,
Sin tí no puedo vivir, No te cause almiración,
A tí solamente quiero, Pero tus ojitos negros,
Y he de amarte hasta morir. Me han robado el corazón.

512 520
Son locas las ilusiones, Su esclavo quisiera ser,
Que en tí se anidan, ¿Qué más le puedo decir?
Y hay besos y apretones, Si gozo de su hermosura,
Que no se olvidan. Cien años hi de servir.

513 521
Son tus ojos las estrellas, Supiera lo que la quiero,
Que iluminan mi pasión, Lo que la quiero supiera,
Son las más dulces y bellas, En despierto me soñara,
Prendas de mi corazón. Y aún en dormido me viera.
514 522
Son tus ojos noche y día, Supieras, clavel dorado,
Luz y sombra a un tiempo son, El amor que te he tomado,
Son negros como la noche, No como ni duermo a gusto,
Y brillantes como el sol. Como si fuera penado.

515 523
Soñaba un cielo de dichas, Supieras, vida, supieras,
Y hallé un infierno de penas, Cómo es grande mi cariño;
Pensaba en hacerte mía, Me habrías de acariciar,
Pensaba en hacerte buena. Como se acaricia un niño.
516 524
Sos chiquitita y bonita, Supuesto que eres mi dueña,
Sin tener comparación, Dame un besito, ñatita,
Prima hermana de la luna, No tienes porque negarme,
Prima segunda del sol. Un beso de tu boquita.

(516) Sobrina de las estrellas,


Eres hermana del sol Del cielo prima segunda.
Y cuñada de la luna, Mil C, 74 - 3.
360 J U A N A L F O N S O C A R R j z

525 532
Supuesto que me amas tanto, Tarde la noche a deshora,
Bien pudieras algún día, Vengo a pedirte un favor,
Hacerme un corto servicio, No me trates de atrevido,
Como una cosa perdida, La culpa tiene el amor.

526 533
Suspiros del corazón, Te comparo con la luna,
Salen de mi pecho ardido, Con el sol, con el lucero,
Y se van a aposentar, Y si no fuera pecado,
En tu corazón dormido. Con la Keina de los cielos.

527 534
También tengo algo de malo, Te dentrastes en mi pecho,
Soy un poquito ladrón, Como polilla de amor,
El día menos pensado, Me comistes las entrañas,
Le hi robar el corazón. Las alas del corazón.

528 535
Tan de lejos hi venío, Te entrego mi corazón,
Tan de lejos a tu casa, Como un vidrio cristalino,
En un camino tan largo, Dime, si me has de atender,
Sabe Dios lo que le pasa. Escúchame, ángel divino.

529 536
Tan alta que está la luna, Te he soñado, vida mía,
El viento es quien la revoca, En brazos de ajeno dueño,
¿Quién pudiera merecer Y creo que con la vida,
Un besito de tu boca? Voy a pagar este sueño.

530 537
Tan sólo a verte he venido, Te lleva el agua,
No traigo más diligencia, Te lleva el río,
Y a preguntarte diciendo: Dame la mano,
—¿Cómo te va con mi ausencia? ¡Corazón mío!

531 537 - a
Tanto tiempo estuve ausente, Te lleva el agua,
Velay, hi vuelto recién, Te lleva el río,
A encadenarme en tus brazos, Agárrate a esa rama,
Ya estoy de vuelta, mi bien. ¡Corazón mío!

(531) Velay: por vedla ahí, es expresión muy corriente en todo el noroeste,
También es general el uso por helo ahí o hela, ahí.
(533) Te comparo con la luna,
Te comparo con la luna, Con el sol y los luceros,
Con el sol y los luceros Y si no fuera pecado,
Y si no fuera pecado, Con el Dios que está en el cirio.
Con la reina de los cielos. A. de L!.. TS.
K. M., 1604.
CANCIONERO POP LAR DE SALTA 361

538 546
'engo el corazón partido,, Te quiero con tal pasión,
)esde que te conocí, Y con tanto frenesí,
ja mitad para mi madre, Que si tú me das el sí,
& otra mitad para ti. Te entrego mi corazón.

539 547
engo pena si te veo, Te quiero más que a mi vida,
i no te veo es el doble, Y más que a mi corazón,
lo tengo más alegría Más que a mi tata y mi mama;
iue cuando digo tu nombre. ¡Mira si hay comparación!

540 548
1
'engo sentimiento y pena » Te quiero tanto, alma mía,
>e ver mi suerte marchita, Que no te puedo decir,
>e tanto penar por tí, Vivo soñando contigo,
[asta el sueño se me qiíita. No duermo pensando en tí.

541 549
'engo un dolor en el pecho, Te trataré con cuidado,
los médicos me dicen, Y también con mucho esmero,
ue no es dolor, es amc>r, Que si no estoy a tu lado,
.ue va criando raíces. La triste muerte prefiero.

542 550
'engo un montón de cariño, Tiene la vida mía,
¡ue no se dónde guardar- En el pañuelo,
an tus labios, vida mía, Un letrero que dice:
r
o los quisiera volcar. ¡Viva mi dueño!

543 551
Tengo vergüenza y me callo, Toditos me dicen,
Tengo amor y no lo digo, Que el mundo es traidor,
•ío sé cómo le diré, De lejos me vengo,
5i quiere vivir conmigo. Buscando mi amor.

544 552
Ten paciencia, vida mía! Todo amor precisamente,
iue ya vendrá l'ocasión, Con la larga ausencia calma,
Cn tus brazos amorosos, Pero tu imagen viviente,
dormirá mi corazón. La llevo impresa en el alma.

545 553
Ce olvidaré yo algún día, Todos los que se mueren,
Pero será con la muerte, Pierden la vida,
Juando en un sepulcro, tu alma, Y yo por adorarte,
üntierre mi infeliz suerte. Pierdo la mía.

(539) No tengo más alegría


engo pena si te veo, Que cuando escucho tu nombre.
si no te veo, doble; R. M., 2512.
362 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

554 562
Toma hermosa este clavel, Tus ojos son cañones,
Que es de la planta el mejor, De artillería,
Que formó naturaleza Que le están apuntando
En los campos del amor. Al alma mía.
555 563
Traigo una flor formaseña, Tus ojos son como chispas,
De muy distinto color, Que incendian mi corazón,
Y si le gusta, donosa, Ámame como yo te amo,
La cambiaré por su amor. Corresponde a mi pasión.
556 564
Tres cosas hay que deseo: Tus ojitos son dos brasas,
Amor, esperanza y f é, De lejos me están quemando,
Las primeras yo te envío, Retírese, no la quiero,
La tercera Dios te dé. Venga, le digo jugando!
557 565
Tú eres mi fé y mi porfía, Tus ojos son dos centellas,
Tú eres mi pasión profunda, Mi corazón es un trueno,
He de amarte, prenda mía, A ver si de mí te acuerdas,
Hasta que de amor sucumba. Estando en el primer sueño.
558 566
Tú eres linda rosa, Tus •ojos son dos luceros,
Yo verde alhelí, Y dos rosas tus mejillas,
Aunque tengas dueño, Tus labios son dos claveles,
No olvides de mí. Y tus pechitos dos limas.
559 567
Tu recuerdo encantador, Tus ojos trigueños
Es para mí tan querido, Se burlan de mí,
Que cuando pienso en tu amor, Y yo con los tuyos,
Todo lo demás olvido. No puedo vivir.
560 568
Tus ojos me han de llevar, Tú sólito eres mi dueño,
Derechito al cementerio, Para tus brazos nací,
Si no me miras, me matas, ¿Quién me impide que te quiera?
Y si me miras, me muero. ¿Quién tiene dominio en mí?
561 569
Tus ojos son aguaciles, Un ángel bajó del cielo,
Y en la calle me prendieron, Con un ramo de alhelí,
Y tus cabellos, mi negra, Para decirte, vidita,
De cadenas me sirvieron. En este día seas feliz.

(555) Formoseña: De la Gobernación de Formosa.


(562) Que le están apuntando
Son tus ojos cañones Al alma mía.
De artillería, E. M., 1202.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 363

570 576 - a
Una sobra y una fal a j ¡Vidita, te ando queriendo,
Tengo de tí, vida mfy' Pero tu madre no sabe,
La sobra de ser hernv,sa Apúrate, la gocemos,
La falta de no ser m^. Antes que el mundo se acabe.
571 577
Jna tijerita de oro, Vamos, vamos, vamos,
{o me quisiera comp] ar; Yo te llevaré,
Para cortarte las alas, Antes que olvidarte,
Cuando te quieras vo a r # La vida daré.
572 578
r
Jna vez que me mirajte, Varios autores han dicho,
i otra vez que te mi>é,' Que la ausencia causa olvido,
En duda mi amor putfstes, Yo me ausenté de mi prenda,
i" jamás te olvidaré. Y olvidarla no he podido.
573 579
Unos ojitos tenis, Varios autores han dicho,
¡}ue roban los corazon*.S) Que por tí me he de perder,
'í una boquita tan 3ini}a, Si ese es tu gusto y el mío,
3ue llenan mis ilusion ss , Que nos dejen padecer.
574 580
Vale más lo moreno, ¡Veinticinco de Mayo!
De mi morena, Nueve de Julio,
Que toda la blancura, ¡Amalhaya un pañuelo,
De la azucena. Con nombre tuyo!
575 581
.Válgame Dios de los cíelos! Venga aura, venga mañana,
El amor que te hi tomado, Siempre tu dueño hi de ser,
El rato que no te veo, Si no me cambias por otro,
Pienso que me has olvidado. Y no mudas parecer.
576 582
Vamos al campo, ñatita, ¡Vení, vidita mía,
Ya que tu madre no sabe, Vení a mis brazos!
Y a gozar comenzaremos, Que al corazón lo tengo,
Antes que el mundo se acabe. Hecho pedazos.

(570) Que toda la blancura


Una sobra y una falta De la azucena.
Encuentro en ti, mi viditv. R. M., 1418.
La sobra de ser hermosa, (575)
La falta de no ser mía. Válgame Dios de los cielos,
L. M., 89 - 3, Ecuador. Qué cariño te he tomado,
(574) Que el día que no te veo,
Vale más lo moreno Creo que me has olvidado.
De mi morena, Mil C, 172-3.
(580) Veinticinco de Mayo y Nueve de Julio son las fechas de mayor tras-
cendencia en nuestra historia, la primera, 25 de Mayo de 1810, día de la Revo-
lución de Mayo o de la Libertad y la otra el de la declaración solemne de la
Independencia, en 1816.
364 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

583 590
Vení y párate a mi lado, ¡Vidita, mucho la quiero!
Grandes rosas te daría, Pero, ¿cómo ha de durar?
Mañana cuando me muera, Cómo será que la quiero,
Memorias te dejaría. No puedo disimular.

584 591
¿Ves aquella nube blanca, ¡Vidita, porque te quiero!
Con los cordones azules? Mi vida la paso triste,
Así t' hi vestir a vos, Como canario en la jaula,
Carita de ingratitudes. Cuando le falta el alpiste.

585 592
¿Ves aquella nube blanca, ¡Vidita, por que la quiero,
Que viene volando abajo? No me diga que le miento!
Con esa me has de escribir, Desde que la conocí,
Cuando te vea en trabajos. La tengo en mi pensamiento.

585 - a 593
¿Ves aquella nube negra, ¡Vidita, si me querís!
Que se bate por abajo? Apróntate, vamonos,
Así Homo por tu amor, En el camino hallaremos,
Cuando me veo en trabajos. Remedio para los dos.

586 594
¿Ves aquella pluma blanca, ¡Vidita, si me querís!
Con la que vuela el halcón? A mis brazos arrímate,
Con esa te he de escribir, Y si tu dueño viniera,
Prenda de mi corazón. Poco a poco, retírate.

587 595
¡Vida mía, de mis ojos! ¡Vidita, si me querís!
Retrato de mi esperanza, No lo des a conocer,
Aunque vos me pagues mal, Decime con tus ojitos,
En mí no hallarás mudanza. Que ya no me querís ver.

588 596
¡Vidita, dame un besito! ¡Vidita, si me querís!
Que me voy a confesar, Vení cerquita de mí,
Un besito no es delito, Que yo te daré mi pecho,
Dándolo con voluntad. Para que puedas dormir.

589 597
¡Vidita del alma mía! ¡Vidita, si Vd. me quiere!
Tus pasos voy a seguir, No se deje conocer,
Cuando seas mi prenda amada, En un chiquito de holgura,
Hi de dejar de sufrir. Yo P hi de corresponder.

(581) Aura: por ahora. Esta expresión es de uso frecuente en nuestro país, en-
tre la gente del pueblo.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 365

598 606
Pidita, te estoy queriendo! Voy a sentarme a tu lado,
ero hablarte no me animo, Con el pecho dolorido.
r
e animo y me desanimo, Voy a decirte un secreto:
e esperarte en el camino. No me digas atrevido.
599 607
r
idita, te estoy queriendo! Vuelvo a tu lado, morena,
sro hablarte no me animo, Publicando mi retiro,
Drque tu dueño lo sabe, Aunque estés en otros brazos,
a tu cama no me arrimo. No te hi de echar en olvido.

600 608
Vidita, te estoy queriendo! Ya estamos en el empeño,
ero hablarte no me animo, Yo no le temo al rigor,
orque tu mama es celosa, No deparé de salvarme,
me ha i cerrar el cairino. Si me muero por su amor.
601 609
/idita, te estoy queriendo! Ya sé que me has conocido,
sro tu dueño está viendo, Por el eco de mi voz,
:hale un puñao de sueño, Y dirás desde la cama:
ue se divierta durmiendo. Ese que canta es mi amor.
602 610
''idita, te estoy queriendo! Ya t' hi dicho que te quiero,
ue no te parezca mal, Más no te puedo querer,
¿mbarquemos los amores, Mi amor es agua de río,
¡n las corrientes del mar. Para atrás no ha de volver.
603 611
'ivir sin ti, no es vivir, Ya viene el alba y el día,
fivir contigo, es tormente; Pa mi pago rumbiaré,
f es tan grande mi querer, Ensillaré mi caballo,
iue me sirve de alimento. Si gusta la llevaré.
604 612
r
os, ladrona y yo ladrón, Ya viene mi mal creciendo,
iomos de una condición. Aumentando mi dolor,
r
os me robaste» el alma, No la hi de cambiar por otra,
o te robé el corazón. Aunque me pague mejor.
605 613
os sos mi yegüita nueva, Yo conozco un remedio,
a la cancha reservada, Vidita mía, vidita mía,
o soy un matungo viejo, Que si te lo aplicara,
'ue ya acabó su jornada. Te sanaría, te sanaría.

(604) El Sr. Marín tiene esta coplita parecida:


Tú, gitana y yo gachó,
Tú m' has robaiyo '1 arma,
Yo te robé 'r corazón.
R. M., 2261.
366 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

614 622
Yo la idolatro, y espero, Yo soy fulano de tal,
Contestación favorable, Que vivo en la soledad,
Va mi porvenir entero, Un año yo estuve ausente,
En su respuesta probable. Y no te puedo olvidar.
615 623
Yo la quiero a la vidita, Yo soy mozo pobrecito,
Porque todos la aborrecen, Y si me pongo a querer,
A dónde quiera que va, No te prometo grandezas,
Como la yerba florece. Sino mi buen proceder.
B16 624
Yo las quiero a las mujeres, Yo tengo un sauce elegido,
Porque de ellas soy nacido, Pa cruz de mi sepultura,
Pero con mayor razón, ¡Amalayas consiguiera,
A aquellas que me han querido. El gozar de tu hermosura!
617 625
Yo le diré a mi negrita, Yo te prometí constancia,
Y le diré con cautela: Y constante t' hi cumplir.
—Por su amor vivo, las vueltas, Porque constante hi nacido
Como el pirpinto en la vela. Y constante hi de dar fin.
618 626
Yo nací blanca y diré, Yo te quiero, tú me quieres,
La razón de ser morena, Y amor los dos nos teñimos,
Estoy adorando un sol, Ese es el gusto, vidita.
Que con sus rayos me quema. Que ambos los dos nos querimos.
619 627
Yo quisiera el engañarte, Yo t' hi querer, mi vidita,
Diciendo que no te quiero. Aunque se oponga San Diego,
Pero mis ojos pregonan: Porque el amor que te tengo,
Amor firme y lisonjero. Es, vidita, un nudo ciego.
620 628
Yo soy como la aceituna, Yo ya me voy de su casa,
Prendida del verde olivo, Yo ya me voy de su puerta,
Por más lejos que me vaya, Pero mi corazón queda,
De tu amor nunca me olvido. Como reloj dando vuelta.
621 629
Yo soy como paja en 1' era, Zarzamora, morenita,
Trastornada por el viento, Tan bonita como vos,
Más trastornado me tiene, Yo me humillo a tí, vidita,
Vidita, tu pensamiento. Zarzamora, morenita.

(617) Pirpinto o pilpinto: Mariposita, especie de polilla, que suele atacar al


maíz y a otras semillas entrojadas. (L. Borda).
(618) Estoy adorando a un sol
Yo nací blanco y diré Y con sus rayos me quemo.
La causa de ser moreno: R. M., 1572.
PENA, DOLOR, TRISTEZA
Y AMARGURA
630 638
¡Acaba, parca mi vida, Agora, vuelta de nuevo,
Con tu guadaña aterrant e j A poner nuevo cuidado,
Horrorizado, decía, Quiero ver ai están como antes
Lleno de pena, un amante. O de mí se han olvidado,
631 639
Adentro de un rancho viejo, Agua que busca su centro,
En los campos l'Asunción, Hay que formarle represa,
Unos ayes lastimeros, Pueda ser que con el tiempo,
Conmovían mi corazón. Pe mi amor se compadezca.
632 640
A. Dios le pido la muerte, ¡Aguilita voladora!
Dios no me la quiere dar, ¿Por qué no volas ahora?
Abramén la sepultura, Échame sobre tus alas,
Pivo me quiero enterrar. Que yo soy tu dueño ahora.
633 641
A. Dios le pido la muerte, Ahí sale el sol, velos negros,
Dios no me la quiere dar, Póngase luto la luna,
El me dijo: Te eché al mun¿ 0 , Y de duelo las estrellas,
Para que sepas llorar. Al ver mi mala fortuna.

634 642
\. Dios le pido la muerte, ¡Ah, mis tiempos, cuando mozo;
i" El me dice: ¿Para qué? Cuando sabía festejar!
Déjate andar en el mundo, Quebrantado ahora me veo,
Quiero verte padecer. Nadie me quiere mirar.
635 643
I esa paloma blanca, Al acabarse' mi vida,
Que canta sobre el peral, Se acabará mi pesar,
fo quisiera preguntarle, Todo quedará tranquilo,
5i su amor sabe negar. Nadie podrá remediar.
636 644
k este pobre corazón, A las montañas inmensas,
)elén amor bien sincero, Ya me voy a retirar,
Ion noble y santa intención, Sollozando, sollozando,
3on cariño verdadero. Como agua de manantial.
637 645
I este pobre corazón, A las peñas di mis quejas,
So le pague mal su amor, Por ver si me consolaba,
l i r e que se ha de cansar, Como la peña era dura,
l>e tanta pena y dolor. Ni esperanzas no me daba.

(632) Abrase la sepultura,


k Dios le pido la muerte Pues me voy vivo a enterrar!
r ao me la quiere dar; L. M., 199
370 J U A N A L F O N 8 O C A - R ¡ z c

646 652

A la una y a las dos, Al sepulcro me encamino,


A las tres ya me remato, Buscando mi triste suerte,
¿Quién me compra el corazón, Porque en la vida no encuentro,
Despreciado de un ingrato? Más alivio que la muerte.

647 653
Al bosque más solitario, ¡Alto pino, alto pino!
Me retiraré a vivir, Al cielo llega tu rama,
Porque me ha salido cierto, No te derrames mi pino,
Lo que me sabían decir. Que me derramas el alma.

648 654
Al cavar mi sepultura, Alza la vista y mírame,
Hallarán mi corazón, Compadécete de mí,
Con cien cadenas atado, Pedí permiso a tu dueño,
Como si fuera un ladrón. El te ha de decir que sí.

649 655
Al cielo pido justicia, Allí donde hubo fuego,
Y el cielo me la ha de dar; Cenizas quedan,
Si el ciólo no hace justicia, En cenizas me veo,
Razón tengo de llorar. Por una pena.

650 656
Algún cuando muera, ¡Amalhayas, me muriera!
Seré tu prenda querida. Ya me estuvieran velando,
Sólo muriendo podrá, Y mi vidita llorando,
Tener alivio mi vida. A gritos hablando, hablando.

651 656 • a
Al pie de una cruz bendita, ¿Cuándo me moriré yo?
Lloraba por tu querer; ¿ Cuándo me estarán velando,
Las lágrimas que vertía, Y mis hijitos llorando,
Se cuajaban al caer. A gritos hablando, hablando?

(648) (651)
Al cavar mi sepultura Ar pié de una crus bendita,
Hallarán mi corazón De rodiyas me jinqué,
Entre grillos y cadenas, Las lágrimas que yoraba,
Como si fuera un ladrón. Se quejaban ar cae.
R. M. (Nota a la C, 2238. R. M., 5505.
El P. Remigio Vilariño (De broma de veras), 29 la trae en la misma forn
N« 424.
(653) Non me derrames o pino
Alto pino, alto pino, Que me derramas a alma.
Q' o ceo chegou a rama; C. Gallego. T. 2", Pág. 24-3.
ANCIONERQ POPULAR DE SALTA 371

657 663
Amalhayas que vos fueras, A mí todos me aburrecen,
Jóla y libre como yo! Ninguno a mí me ha de amar,
ío cantarías tan alegre, ¿Será por mi mala suerte,
Si no triste como yo. O por mi mal natural?
658 664
imargo es mi padecer, Andando a solas yo lloro,
lermoso cielo adorado, Y en conversación me río.
¡uando no estoy a tu Udo, Pa que no diga la gente,
Joro no poderte ver. Que andoy a disgusto mío.
659 665
amargo es mi sentimiento, ¡Anda señálame un sitio,
l terrible mi quebranto, A donde yo me pueda ir!
Qué sensible es mi lamento! Allí lloraré mis penas,
Y qué trocado es mi lUnto! Acordándome de tí.
660 666
^. mi corazón le dije, Anoche soñaba yo,
}ue no suspire y no lloie, Que otros brazos te tenían.
lúe si le han dado mal pago, Gozabas de otras caricias,
ío ha de faltar quien lo adore. Y no gozabas las mías.
661 667
A mi corazón quisiera Anteayer planté un repollo,
No darle ningún desvelo, En la orilla de la playa.
Pero la prenda de mi alma, ¿Pa' que te habré conocido,
No me da ningún consuelo. Para verte de esta laya?
662 668
^.miguito de fulano, Antes cuando era chiquito,
Jolorado como ají, Yo lloraba por mamar,
Ha de sentir mi amistad, Ahora que grandecito,
Cuando me boten de aquí. Sólo lloro por amar.

(658) Esta copla está compuesta con los cuatro primeros versos de la Canción
325.
(660)
Cuando estoy a solas lloro
k. mi corazón le he dicho
Jue no suspire ni llore; Y en conversación me río.
Jue si le has dado mal pago, V. M. Ovalles: El Llanero (Venezuela).
No faltará quien le adore. B. U. T., 178-Pág. 113-2.
R. M., 4529. Cuando estoy a solas lloro,
Y en conversación me río;
Con mi maraca en la mano,
(664) Divierto los males míos.
Cuando estoy a solas, lloro, Esta última copla está glosada en el
Cuando estoy con otros, río, libro de J. E. Machado. Pág. 233.
Porque no diga la gente,
Que vivo a disgusto mío. (665)
L. M., 183- Anda y señálame un sitio
Donde yo me pueda ir,
Jnos dicen que cantando Allí lloraré mis penas,
Mvierto los males míos: Acordándome de tí. R. M., 4059.
372 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

669 677
Anteanoche y anoche, Antinoche tuve un sueño,
Y esta mañana; Y anoche volví a soñar,
Por tus ingratitudes, ¡Qué sueño tan engañero,
Lloraba mi alma. Nunca me sale verdad!
670 678
Antes de que yo me muera, Años y meses se pasan,
Habían hecho mi inventario, Ya me estoy haciendo viejo,
¡Vuelvan las prendas al dueño! Cada día para atrás,
El muerto ha resucitado. A la moda del cangrejo.

671 679
Antes era barca llena, Apenas soy fulanito,
Hoy ya soy barca vacía, Nada se me echa de ver,
No puedo entrar a la mar, Por la prenda que yo quiero,
Para hacer la travesía. Voy dispuesto a padecer.

672 680
Antes me vi por los altos, Apenas soy ño Galván,
En las sierras más frondosas, Aquí en estos momentitos,
Ahora me veo por los suelos, Mi nombre se va acabando,
¡Miren cómo son las cosas! De poco en poco, en poquito.

673 681
Antes te mandé recuerdos, Apenas voy ño fulano,
Envueltos en papel fino, El mismo que antes ha sido,
Ahora ya no te mando, No me hago ni me deshago,
Porque vivo resentido. En un mismo ser yo vivo.

674 682
Anti era Jesusito, Aquella estrella del cielo,
Agora Jesú María, Que brilla en Siete de Abril,
Anti era plata, en reales, Llorando se fué, mi negra,
Agora chafalonía. Y ya no quiere venir.

675 683
Antinoche fui a tu casa, Aquí está el pobre fulano,
A que me dieras posada. Que se ha visto en apretura,
De allá me vine llorando, Con un pié pisa en el mundo,
Hallé tus puertas cerradas. Con otra en la sepoltura.

676 684
Antinoche salí al monte, Aquí está esta pobrecita,
Al cacuy oí cantar, El vestido hecho pedazos,
Como cantaba tan triste, Al verme pobre y desnuda,
Triste me puse a llorar. ¿Quién diablos me va hacer caso?

(676) Cacuy: Esta es una de las aves llamadas lloronas, en nuestro país. Vive
en las selvas y su canto es un lamento prolongado y enteroecedor. Se le atribuye una
hermosa leyenda.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 373

685 691 - a
Aquí está esta pobre moza, ¡Caballero de fulano!
Gomo espina de un pencal, Tenga lástima de mí,
Por una prenda que estimo, Soy piedra que ando rodando,
Me han sentenciado en el mal. Puede tropezar en mí.

686 692
Aquí he venido, amiguitas, ¡Arbolito, arbolito,
A divertirme cantando, De verdes ramas!
Como paloma trampiada, Cuando te pido sombra,
Paso en mi casa llorando. Te desparramas.

687 693
Aquí me hallo en penitencia, ¡Árbol, monte, rica selva,
Entre la pared y la espada.. Arboleda de manzana!
En un pecho tan chiquita, ¿Quién comería la fruta,
No pueden caber dos almas. Sin ofenderle la rama?

688 694
Aquí respirando estoy, ¡Árbol! ¿Por qué te has secado,
Como una cosa perdida, Teniendo tu riego al pié,
Se han alarmado de mí, En el tronco la firmeza,
Como cosa desvalida. Y en el cogollo el querer?

689 695
; Arboles, montes y selvas! Arriba van las velas,
Tengan lástima de mí, Y el viento en popa;
Los desprecios que me han hecho, No sé qué rumbo lleva,
Ayudemén a sentir. Mi pasión loca.

690 696
¡Arboles, montes y selvas! Arrímate al padecer v
Ayúdenme a sentir penas, Padeceremos los dos,
A mi vidita la llevan, Vos padecerás por mí,
Las voluntades ajenas. Yo padeceré por vos.

691 697
;Arboles, montes y selvas! Arroyos, playas y ríos,
Tengan lástima de mí, Todos quedan en la nada,
Soy piedra que ando rodando, Así se quedó mi amor,
Pueden tropezar en mí. De la noche a la mañana.

(685) Pencal: Lugar donde abundan las pencas.


(694) En el tronco la esperanza,
Arbolito, te secaste, Y en el corazón la fé.
Teniendo '1 agüita ar pié, A. S., 1233.
En er tronco la firmesa Se secó mi naranjito,
Y en la yemita er queré. Teniendo el agua en el pié,
R. M., 5466. En el tronco la esperanza
Arbolito, te secaste, Y en el pimpollo la fé.
Teniendo el agua a tu pié, J. E. M., 55-6.
37 U JUAN A L F Q N S O C A k R I Z O

698 704
A San Antonio le pido, Así nomás es mi suerte,
Pero él no me quiere dar, Así nomás me sucede,
Al niñito de sus brazos, Pongo mis cinco sentidos,
Para ayudarme a llorar. En prenda que no me quiere.

698 • a 705
A San Antonio le pido, A tu casita,
Y no me lo quiere dar, No hi de llegar,
Al niño que está en sus brazos, Porque si llego,
Que me acompañe a llorar. Me han de celar.

699 706
Asentada en una piedra, A tus puertas vengo,
De las faldas de una loma, No me digas: ¡quita!
Cantando se lamentaba, Más antes mátame,
Una huérfana paloma. Blanca palomita.

700 707
Así cantaba un cuyano, Aunque me muera de amor,
Que de pena se moría: No me vuelvo a apasionar,
—Por lejos que vos te vayas, Conozco que soy sin suerte,
T" hi de alcanzar algún día. Y no sirvo para amar.

701 708
Así había sido mi suerte, Aunque yo viva muriendo,
Así había venido a ser, En un continuo pesar,
Esa es mi suerte, vidita, Padecer será mi suerte,
Mi destino es padecer. Que no te puedo olvidar.

702 709
Así hagan toda la vida, Ausente de vuestro cielo,
No hagan caso de mi amor, Triste me puse a escribir,
En otro hallarán grandezas, Tomé la pluma en las manos,
En mí no hallarán favor. Y un triste suspiro di.

703 710
Así me han dicho, Ausente de tí he vivido,
Y andan diciendo, Sabe Dios, con qué dolor;
Que yo en las pajas, Con el alma atravesada,
Me ando durmiendo. Y preso mi corazón.

(700) Cuyano: Vecino de las provincias de Cuyo: San Luis, San Juan y Men-
doza. .En Chile nos llaman cuyanos a todos los argentinos.
(703) Dormirse en las pajas, no es por supuesto Dormirse en los Laureles, pues
significa haraganería — quizás venga del hecho de que los obreros de campo duer-
men la siesta sobre los montones de paja o pasto seco.
CANCIONERO p O P TJ T. A R DE SALTA 375

711 718
¡Ave, no salgas al campo, ¡Ahijuna, puchita!
Porque ahí está el cazador; Sombrero compuesto,
Si te matan o te pegan, Estoy resentida,
Para mí será el dolor! Cuernos me has puesto.

712 719
¡Ay, amigo de fulano! ¡Ahijuna, puta mi amor!
Ayúdame a sentir penas, No acaba de escarmentar,
Aquí está tu pobre amigc, Anoche se vio en trabajos,
Entre grillos y cadenas. Hoy le vuelve a segundiar.

713 720
¡Ay, amiguito i fulano! ¡Ay, madrecita del Valle!
Mucho le siento sus peras; Con toda mi alma te digo,
Le quisiera remediar, Que me estoy aborbojado,
Con la sangre de mis venas. Como se aborboja el trigo.

714 721
Ayer nació una esperanza, ¡Ay, mi querida, fulana!
Pero se murió muy presto, Florcita de árbol fragante,
Y tuvo cuna y sepulcro, Oiga mis tristes clamores,
En un rincón de mi pecho. Quiérame para su amante.

715 722
Ayer salí de mi pago, ¡Ay, mi triste corazón!
Huyendo a la mala suerte, Tan rodeado de pesares,
Para que dejen de estar, No tengo padre ni madre,
Deseándome la muerte. Ni encuentro consolación.

716 723
Ayer tarde, estando triste, ¡Ay, mi vida, antes serena,
Al pié de un hermoso pino, Tornóse agitada y turbia!
Sentí que se lamentaba, Cambióse el placer en pena,
La palomita en su nido. De amor gimo en la cadena.

717 724
¡Ay, juay juna! ¡Ay, mi vidita del alma,
¡Velay tu fortuna! Blanquita como una peña!
¿Qué has sacao, vidita? ¿Pa qué la conocería,
Cosa ninguna. Para morirme de pena?

(711). Si tiro un tiro y te mato,


Paloma, si vas al monte, Para tí será el dolor.
Mira que soy cazador: J. E. M., 117-3 (Venezuela).
(719) Segundiar, por segundear, vale decir, obrar por segunda vez.
(720) Madre del Valle, refiérese a la Virgen del Valle, cuyo santuario está
en la ciudad de Catamarca. Se le rinde culto en todo el noroeste argentino.
Borbojo, aborbojando por gorgojo, agorgojando. Es de uso común en Catamarca
y Salta la voz borbojo y poco usada gorgojo.
(722) Esta copla, la siguiente y varias otras que salen de la rima usada por
la poesía popular deben de tener un origen culto.
376 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

725 731
¡Ay, pobrecita mi s u e r t e ! ¡Caballero de fulano!
Ya lo llevan destinado, Al pié de un frondoso olivo,
Aunque nunca ofendió a nadie, Como el olivo es amargo,
Pobrecito, es desgraciado. Así entre a m a r g u r a s vivo.

726 732
¡Ay, que me pican las p u l g a s ! ¡Caballero de fulano!
Que no me dejan morir, Aunque n e g r a gente he sido,
No son pulgas sino celos, J a m á s he pagado mal,
Que me quitan el vivir. A quien amor me h a tenido.

727 733
¡Ay, suspiro, sólo vos! Cada vez que canto digo:
Que dentro del alma sales, ¡ Ay, mis tiempos que se h a r í a n !
Sabes los acerbos maies, Antes era real de plata,
Que padecemos los dos. Ahora, chafalonía.

728 734
Bajo de aquel limón verde, Cada vez que considero
Donde las aguas vertían, Y vuelvo a considerar,
E n t r e g u é mi amor un día, Comienzan mis t r i s t e s ojos,
A un tipo que no valía. Gotas de sangre a llorar.

729 735
Bajo de t a n t a esperanza, Cada vez que paso y miro,
N i ñ a ¿no h a b r á caridad? El sitio donde vivió,
—"Venga, Señor el t u reino Con la casa me divierto,
Hágase t u voluntad". El pájaro se voló.

730 736
Bajo de un sauce llorón, Calíate, no digas nada,
Donde corre un arroyuelo, A g u a n t a si me q u e r í s ;
Me contastes t u s desdichas, Si es mucho tu sufrimiento
Tus penas y t u s desvelos. Con el tiempo gozarís.

(725) Destinado, da: Suele usarse esta voz en el sentido de confinado. El lu-
gar de confinamiento solía ser hasta hace treinta años la isla Martín García en el
Kio de la Plata.
En Catamarca hay una copla que dice así:
Hasta Martín García Por el solo delito
Me destinaron; De haberte amado.
(727) Esta copla, que figura glosada en cuartetas ,en la canción 164 y en dé-
cimas en la 165, debe ser vieja en la tradición oral.
El Sr. Juan de la C. Puig, buscando material para su Antología de Poetas Ar-
gentinos, publicada en B. Aires en 1910, con motivo de cumplirse el primer cente-
nario de la Revolución de Mayo, copió de entre los papeles de Dn. J . M. Gutiérrez,
de la Biblioteca Nacional, esta estrofa atribuida a Fray Cayetano J. Rodríguez, poeta
de la Revolución:
(735)
¡Ay suspiro, sólo vos, Cada vez que paso y miro
Como que del alma sales, Donde mi amante vivió,
Sabes los acerbos males Me contento con la jaula,
Que padecemos los dos. Que ya el pájaro voló
Ant., T. 4?. Pág. 35. R. M., 5582.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 377

737 743
Canales tengo en la cara, ¡Caramba jtíe me hallo pobre!
De tanto llorar por tí, Que DX pobreza no vale,
¡Pucha que soy desgraciado! Ni 'soy como el hombre rico,
Ya nadie me quiere a mí. Donde quiera dentra y sale.

738 744
Cantaré mi pena triste, ¡Caramba que tengo pena!
Que mi pecho aflige tanto, Me dan ganas de llorar,
Agora si pueden oj»s, Voy a ensillar mi caballo,
Largarle la rienda £l llanto. Para mandarme a mudar.

738. a 745
Cantaré mi pena triste ¡Caramba que ya estoy viejo!
Que mi pecho aflige tanto, Me ha apretado la vejez,
Lloraré mares de sangre, Aquí andoy como chiquillo,
Largaré mi rienda al llanto. Caminando a cuatro pies.

735 746
¡Caramba que estoy t;0n pena! Carnaval alegre
No hallo que hacerme; Triste para mí,
Si me tiro a los campos, ¡Bien haiga la tierra
Temo perderme. Donde yo nací!

740 747
¡Caramba que estoy mellado! Carta te escribo,
Como hacha de quebrar güeso, Papel te mando,
Parece que me ha salido, Si no te reciben bien,
Sobregüeso en el pescuezo. Volvete papel llorando.

741 748
¡Caramba que me hallo pobre! Casa de quicha y adobe,
De pobre me andoy muriendo, Todo ha sido para tí,
Ya no encuentro quién me quiera, Pero todo ha sido en vano,
Yo solo, me andoy queriendo. ¡Cogollito de alhelí!

742 749
¡Caramba que me hallo pobre! Catorce años pa los quince,
No tengo nada que hacer, ¡Madre me quiero casar!
Me ha elegido la pobreza, Si no me caso a los veinte,
Y no tengo qué vender. De monja me voy a entrar.

(737) Guarda cierta semejanza con esta copla española:


Canales tengo en la cara y que no lo reconozcas,
de tanto llorar por tí, ese es mi mayor sentir.
Mil C, 25-6.
747) Esta copla parece ser va ríante de la cuarteta glosada en la canción
N* 63 del Can. de Catamarca.
378 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

750 757
Cautivita soy, señores, Con el rocío del cielo,
Lloro mi cautividad, Crecen las pintadas flores,
Hasta que del cielo baje Con el riego de mis ojos,
Carta de mi libertad. Crecen mis tristes amores.

751 758
Cavemén la sepultura Creció abundante la planta,
Vivo me quiero enterrar, Y sus raices me han herido,
Para no ver mi morena, Como la sembré en otoño,
Que me ha pagado tan mal. Mal pago me ha producido.

752 759
Celos me dan de comer, Crié dormido una ilusión,
Celos me dan de beber, Y al despertar la perdí,
Celos a la media noche, Y al perderla que era vi,
Celos al amanecer. Delirios del corazón.

753 760
Cerrito blanco de arena, ¿Cuál es aquel pajarillo
Cada día polvia el viento. Que canta sobre el cebil?
Vamonos, vidita mía, Le quisiera preguntar
Donde olvide mi tormento. Si su amor sabe seguir.

754 761
Como la perla del mar ¿Cuál es ese pajarillo
Tengo una herida escondida, Qué canta sobre el chalchal?
Una herida tan querida, Yo le quiero preguntar,
Que nunca la he de curar. Si su amor sabe chanciar.

755 761 - a
¡Cómo no hi de llorar yo! ¿Cuál es ese pajarillo
¡ Cómo no hi de tener pena! Qué canta sobre el chañar?
Si a mi vidita la llevan, Yo le quiero preguntar,
Las voluntades ajenas. Si su amor sabe chanciar.

756 762
Como si fuera árbol seco, ¿Cuál es ese pajarillo
Que ya no tiene verdura, Qué canta sobre el nogal?
Así yo vivo penando, Yo le quiero preguntar
Por gozar de tu hermosura. Si su amor sabe trinar.

(750) Hasta que del cielo baje


Estaré siempre llorando Mi carta de libertad.
Mi triste cautividad, R. M., 7715.
(761) Chalcal: Árbol (Allaphjillus eculis. Juss). Este árbol silvestre en las
provincias del norte, es de tallo liso; y da en primavera infinidad de frutitas coto-
radas, alimento codiciado por los pajaritos, y en especial por el llamado chalchalero
el zorzal de estas regiones. Entre muchachos se dice: Te hice, o te haré saltar el
chalchal por, te sacaré sangre, pues el chalchal tiene color de sangre.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 379

763 771
Cuando contemplo una liña, Cuando sepas que m'hi muerto,
Dice mi alma con tristea: ¡Qué contenta quedarás!
¡ Lástima que tal capulí De mis continuas molestias,
En rosa al fin se convicta! Prontito te olvidarás.
764 772
Cuando me allegue a tu rancho Cuando te escribo esta carta,
Te pido no me desprecias, ¡Sabe Dios lo que me cuesta!
Porque al que vive penaido, Llorando a cada momento,
Le toca morir dos veces Esperando tu respuesta.
765 773
Cuando me fui para aba¡o, Cuando yo la conocí,
Me volví al año cumplido No era de esa condición,
^ine en busca mi vidit^ Causa los malos consejos,
}tro dueño había tenidc. Me anda por jugar traición.
766 774
Cuando me fui para abijo Cuando yo nací en el mundo,
\ los cinco años volví, No supe lo que era amor,
i/me y te hallé en otros brazos Los golpes y los tormentos,
\ los desiertos me fui. Me han dicho que era dolor.
767 775
Cuando me llegue a morir, ¡Chacarera, chacarera!
2inco años no ha de llover, ¡Chacarera 'El Carrizal"!
"e han de secar las vertfentes, Yo me voy a la otra banda,
-os ríos no han de correr. Aquí me han pagado mal.
768 776
Cuando muera mi morena, ¡Chacarera, chacarera!
3
agando la haré velar, ¿Qué no te aflige el amor?
Pagando el "cuerpo presente", Si sabes que por tí paso,
Pagando la haré enterrar. En un eterno dolor.
768 - a. 777
Cuando muera mi morena, Dame la mano, bien mío,
Pagando la haré velar, Que me estoy por despedir,
Pagando irá al cementerio, Quizás la suerte me arrastre,
Pagando la haré enterrar. A otro pago a morir.
769 778
Cuando pensé tener gusto, Dame la mano, mi alma,
Tuve un pesar sin segundo, Dame los brazos,
No pienso tener jamás, Que el corazón lo tengo,
Gusto cabal en el mundo. Hecho pedazos.
770 779
Cuando salí de Santiago Dame tus ojos, vidita,
Todo el camino lloré, Que quiero tener dos pares,
Con lágrimas de mis ojos, Que los míos no son basta
Montes y campos regué. Para llorar mis pesareB.
380 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

780 786
Debajo de un limón verde, Del accidente de amor,
Donde sembré mi confianza, Un poco mejor me siento,
Memorias hi de dejar Con una libra de olvido,
No coseché ni esperanzas. Y una oncita de escarmiento.

781 787
Debajo de un sauce verde, De lao de arriba hi venío,
Donde el agua corre fría, Por Torilla de la mar,
Lloré las amargas penas, Por preguntarles diciendo,
Que tiene la vida mía. Si han visto mi amor pasar.

782 788
De esta banda a l'otra banda. De lao de arriba me vengo,
Al pié de un tierno laurel, Perdido por el camino,
Me puse a reflexionar, Atravesando montañas,
Mirando Tagua correr. Como si fuera querido.

783 789
De esta banda a l'otra banda, De la piedra nace Tagua,
Yo no soy dueño de ir, De los árboles el viento,
Causa de las malas lenguas, De mi pecho nacen coplas,
Que averiguan el vivir. Del corazón sentimientos.

783 - a 789 - a
De mi casa para fuera, De las peñas nace el agua,
No soy dueño de salir, De los árboles el viento,
Hay gente de mala lengua, Del pecho la vida mía,
Que averiguan mi vivir. Nacen malos pensamientos.

783-b 790
De mi casa para afuera, De la planta la granada,
No soy dueño de salir, Nace una flor colorada,
Porque hay muchos adulones, De mi triste corazón,
Que adivinan el vivir. Nace una espina clavada.

784 791
De graves penas cubierto, De la rama de una rosa,
Mi pecho se queja a voces, Un lindo pimpollo vi.
Sólo para mí se hicieron Vine y se seca la rama,
Los tormentos más atroces. Porque desgraciada fui.

785 792
De la cara diera un ojo, De Lima más adelante,
De la mano diera un dedo. Al pié de una serranía.
Pa olvidar a mi vidita, Me hallé de penas rodeado,
Pero olvidarla no puedo. Donde consuelo no había.

(789-a) y del pecho de la ingrata,


De las peñas mana el agua , el mal agradecimiento.
de los páramos el viento, J. E. M., 61 - 1 (Venezuela).
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 381

793 800
De los hijos de mi madre, De para abajo hi venío,
Sólo yo nací llorando, Escribiendo contra el viento,
Y había sido para que ande, La letra viene diciendo:
De tierra en tierra rodando. ¿Cuál será su pensamiento?
794 801
De los hombres desgraciados, ¿De qué me sirve ser fino
Primero me cuento yo. Si voy perdiendo la vida?
Como la desgracia es peste ¿De qué sirve la esperanza
A mí primero me dio. Si la hi de llorar perdida?
795 802
De los montes de Santiago, ¿De qué peña nacerías?
A los montes de Jujuy, ¿De qué duro pedernal?
Me quejo como el crespín, ¿Con qué corazón dejaste
Y lloro como el cacuy. A un peregrino llorar?
796 803
De mi pago i Talapampa. ¡De qué sirve mi existencia!
¿A qué pucha me vendría? ¡De qué sirve haber nacido!
De la mita la quebrada Si no hi de lograr mi intento
¿Cómo no me volvería? No la hubiese conocido.
796 - a 804
De mi pago i Villa Vía ¿De qué te quejas, quejoso?
¿Para qué yo me vendría? Te quejas sin tener penas,
De medio de la quebrada Cuando por vos en el mundo,
¿Cómo no me volvería? Ando arrastrando cadenas.
797 805
Demos principio a este fin, De Salta al Ceibal,
Antes que otro pesar venga, De Salta al Ceibal,
El fin es finalizar, Nada me han hecho
No hay cosa que fin no tenga. Con pagarme mal.
798 806
Dentro las flores del campo, ¡Desespera, desespera!
Busco y no puedo encontrar, Dijo el fiel de la balanza,
Una que me cause alivio, Así desespera un hombre,
Para poder descansar. Cuando pretende y no alcanza.
799 807
Dentro de mi corazón, Desde arriba m'hi venío
Tengo una hojita de lata, Nadando como patito,
Y en esa hojita, vidita, Porque en el pago ande vivo,
Una pena que me mata. Triste lo paso sólito.

(795) Crespín: Ave de las llamadas lloronas como el cacuy. Según la leyenda
esta avecilla es una niña encantada, que salta de rama en rama cantando: ¡crespín,
crespín!, llamando así a su hermano, según unos y a su esposo según otros.
(799) Y dentro del relicario
Dentro de mi pecho tengo Un recuerdo que me mata.
Un relicario de plata, Mil C, 47-5.
382 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

808 815
Desgraciados como yo, Dicen que han visto
No sé si en el mundo hubiera, A mi negra llorar,
A desgraciao no me ganan, Dejelán, que sola
A dichoso sí, cualquiera. Se ha de consolar.

809 816
De toditos mis hermanos, Dicen que los ajuérenos,
Sólo yo nací llorando, Tienen suerte pa querer,
Hasta el agua del bautismo, Yo también soy ajuereño,
Para mí estuvo faltando. Suerte no pudo tener.

810 816 - a
De todos mis hermanitos, Dicen que los tunaleños,
Sólo yo nací llorando, Tienen suerte pa querer,
Había sido para andar Yo también soy tunaleño,
De pago en pago rodando. Suerte no puedo tener.

811 817
De tu casa a la mía, Dicen que tras la alegría,
No hay más que un paso, Suele venir el dolor,
Y para hacerte mía, Yo conozco los dolores,
Tan largo plazo. Pero la alegría no.

812 818
Dichosos son los que gozan, Dicen que la golondrina,
Del fresco que traen los vientos, Pasa el mar de un sólo vuelo,
Sólo para mí se hicieron, Así quisiera olvidar,
Desprecios y sufrimientos. Mi pena y mi desconsuelo.

813 819
Dichosos son los que tienen, Dicen que la mar es grande,
Amor en la vecindad, Pero no cabe un suspiro,
Sólo yo soy desgraciado, Ahí me mandan a enterrar,
Que ni lejos puedo hallar. Por pedimento i Cupido.

814 820
Dicen que de la granada, Dicen que las penas matan,
Nacen flores coloradas, Yo digo: no puede ser.
De mi triste corazón, Que si las penas mataran,
Nacen espinas clavadas. No me hicieran padecer.

(816) Ajuereño, de ajuera, por de afuera, de otro lugar, extraño al medio.


(816 - a) Tunaleños: Vecinos de El Tunal, estancia, caserío y estación ferro-
viaria del Depart. de Metan, sobre el río Pasaje.
(817) Yo conozco los dolores,
Dicen que tras la alegría Pero la alegría, no.
Suele venir el dolor: R. M., 5249.
CANCIONERO r O P LAR DE SALTA 383

821 828
Dices que me quería mucho, Dos pareceres te pongo,
¡Es mentira, que me engañas! ¿De cuál quieres escoger?
En un pecho tan pequeño Ver a tu querida muerta,
No pueden caber dos almas. O ajena, en otro poder.

822 829
Dices que me quieres muchq Dulces recuerdos queridos,
Y con que te pagaré, Que nunca más volverán,
Con quererte yo otro tanto, Recuerdos de un bien perdido,
Nada te quedo a deber. Muy lejos de mi se van.

823 830
Dígales a mis amigos, Duraznito blanco
Y a todas mis relaciones, Pepita rosada,
Que de este infeliz cautivo, Todos con su vidita
Keciban las expresiones. Yo sólo, nada.

824 831
Di riendas a mi caballo, Echemén al calabozo
Por ver si yo la alcanzaba, Donde no haiga sol ni luna,
Cada paso que pegaba, Allá dentro lloraré
Gotas de sangre lloraba. Toda mi mala fortuna.

825 832
Divertite cantando, El cielo vista de luto,
Calla y no llores; De negro manto la luna,
Estas son pesadumbres, Hagan duelo las estrellas
Que dan los hombres. De esta mi mala fortuna.

826 833
¿Dónde estará mi vidita El ciervo en su soledad,
Tomando su rico mate? No siente ningún quebranto,
Aquí está su pobrecito Yo a pesar de vivir solo.
Despreciado hasta el remate. ¡Vivo padeciendo tanto!

827 834
¿Dónde se hallarán mis prendas? El corazón tengo mudo,
¿ Quién de ellas se habrá apropiado ? Con los ojos vengo hablando,
Antes de que yo muera A fuerza de ser discreto,
Ya. me han hecho el inventario. Me vengo disimulando.

(821) en un cuerpo tan chiquito


Dices que me quieres mucho no pueden caber dos almas.
y es mentira, que me engañas: A. de Ll., 353.
en un corazón tan chico (822)
no pueden caber dos almas. Dices que me quieres mucho,
R. M., 3955. ¿con qué te lo pagaré?
—con quererte yo otro tanto
Dices que me quieres mucho: y nada te deberé.
es mentira, tú me engañas; A. de Ll., 25.
384 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

835 842
El corazón tengo triste, El negro que tiene plata,
El alma tengo confusa, Donde quiera dentra y sale;
Algo me va a suceder, Como yo soy negro pobre
Triste el corazón me anuncia. Ni las razones me valen.

836 843
El cuervo con el ser cuervo, El otro día a la mañana,
Nunca pierde su volido, Se me oscureció una nube,
¿Cómo querís que yo pierda Ese había sido el mal pago,
Tu amor, mi dueño querido? De una querida que tuve.

836 - a 844
Yo soy como el cuervo negro, El pañuelo que me distes,
Que no pierde su volido, Marcado con carmesí,
¿Cómo querís que yo pierda Tiene en las puntas suspiros,
Un corazón tan querido? Y en el centro un ¡ ay, de mí!

837 845
El día paso contento, El tiempo dichas me dio,
La noche con aprensión; Yo pesares elegí,
Recordando tus amores, Yo no me quejo del tiempo,
Palpita mi corazón. Quéjese el tiempo de mí.

838 846
El día que tengo pena, El viento lleva las flores,
Ni llorando me consuelo. Ninguna puedo pescar,
¿Por qué no hi de llorar yo Todas dicen: tengo dueño;
Estando presente el duelo? Cuando las salgo a buscar.

839 847
El día que usted se aparte, En aquellos altos montes,
La vida me han de quitar, En aquellas faldas lomas,
Yo di junto y usted ausente, Enternecida se queja,
Nadie nos ha de llorar. Una güerfana paloma.

840 848
El domingo por la tarde, Encarcelada me veo,
Se enteran los siete días, Sólo a llorar apetezco,
Triste me puse a llorar, Sin volar a las montañas,
De ver que no aparecías. Soy una ave que padezco.

841 849
El martes, amargo día, En el corazón de un hombre,
Principio de mis trabajos, Semilla de amor sembré;
No me quisiera acordar, Sin recordar que en las rocas,
Cuando salí de tus brazos. Flores no pueden nacer.

(847) Faldas lomas: Construcción gramatical quichua, por decir: En aquellas


faldas de la loma.
CANCIONERO POP LAR DE SALTA 385

850 858
En el Jardín del amor, En la noche más oscura,
Sembré cuando fui querido, AI ruido de los canales,
Y perdida la semilla, Salió un amante a buscar,
Soy el más aborrecido. Remedio para sus males.

851 859
En el mar planté una viña, En la orilla de aquel campo,
Y alcanzó el sarmiento al cielo, Tengo una casa de piedra,
¿Dónde se irá a consolar Allá dentro lloraré
El que no tenga consuelo? Cuando me deje mi negra.

852 860
En el río de Angastaco, En la orilla de la mar,
Corre el agua sollozando, Triste llora el caraguay,
En el pago de Pucará, En sus suspiros decía,
Corre mi ausencia llorando. ¿Qué dirán de mi por ahí?

853 861
Enfermo estoy en la cama, En la punta de una lanza,
Muerto estoy en realidad, Batalla mi corazón.
No hay médico que me sane, Por un falso testimonio,
Ni hay remedio pa mi mal. El me cela sin razón.

854 862
En la costa de un arroyo, En la situación que me hallo,
En la sombra de un laurel, No hay parientes, no hay amigos,
Pensando tener ganancia, Ya todos se han olvidado,
Puse mi amor a vender. De un infeliz abatido.

855 863
En la falda de aquel cerro, En mi casa me dicen,
Ltora triste un gavilán, Si yo te quiero;
No llora porque tiene hambre, Yo digo que ni v e r t e . . .
Sino porque es animal. ¡Cuándo no puedo!

856 864
Zn la falda de aquel cerro, En mil novecientos,
Triste lloré mi tormento, Perdí mi amor,
Digo la verdad no miento, Cautiva y sola,
Porque soy de cumplimiento. No tengo valor.

857 865
En la labranza el amor, En mis tiempos cuando mozo,
Toda mi pasión gasté, Yo tenía un árbol pal cielo,
Para que otro esté gozando, Vino un triste carpintero,
Terrenos que cultivé. Con su hacha me lo echó al suelo.

(858) Tiene su parecido con la la N' 19.


25
386 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

866 873
¿En qué hora nacería, Esta es la vida del hombre,
Tjn hijo tan desgraciado? Esta es la vida i nosotros,
¿Cómo no me moriría Cuando nos llega la muerte,
Antes de ser bautizado? La mujer queda para otro.

867 874
¿ En qué modo soy tan pobre Esta tonada que cantan,
Y nací tan infeliz? Cantaba con mi vidita,
Que hasta de las piedras brotan Agora ya no la canto,
Lenguas para hablar de mí. Porque hi quedado sólita.

868 875
Entre Córdoba y Lucena, Este año pa carnaval,
Hay una laguna clara, Nada no tengo de bueno,
Donde lloraba mis penas, La moza que me quería,
Cuando de tí me acordaba. Ya había tenido otro dueño.

869 876
Entre sus barrotes canta, Este es mi lindo tesoro,
La calandria prisionera, Que me sirve de cadena;
Canta su dura prisión, A lejas tierras me voy,
Por no morirse de pena. Porque te veo prenda ajena.

870 877
En un campito verdoso, Esto digo porque es cierto,
Hay un yuyito frondoso, Mando mi suspiro y va,
Así son muchas las penas, Al lugar donde ella vive,
Que pasa este pobre mozo. A ver los pasos que da.

871 878
Es para mí, mi vida, Estoy tan hecho a las penas,
Duro tormento, Que me sirve de compaña,
El verte y no gozarte El día que no las tengo,
Cada momento. Me parece cosa extraña.

872 879
Es pobre mi pensamiento, ¡Estrellita de alto cielo!
Y amargo mi padecer, ¡ Estrellita reluciente!
De verla andar en el mundo, Yo siempre me pongo luto
Prenda linda en mal poder. Porque mi dueño está ausente.

(868) Esta debe ser una copla española, pues cita Córdoba, capital de la pro-
vincia española de este nombre y Lucena, ciudad situada como a cincuenta y cinco
kilómetros al sud.
(878) y el día que no la tengo
Estoy tan hecho a la pena me parece cosa extraña.
que me sirve de compaña; R. M. 6297.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 387

880 885 - a
Flor marchita y sin e&encia, Hace lunas y menguantes,
3usco en la muerte querencia, Que yo te ando por hablar,
Porque siento que se apaga, La vergüenza me retira
SI candil de mi existencia. Y tu amor me hace llegar.

881 886
forastero soy del pago, Las estrellitas del cielo,
STo tengo de quien valerme. Y las arenas del mar,
'ara mi mayor tormento, Se parecen a mis penas,
agarran a aborrecerme. En lo largo de contar.

882 887
forastero soy del pago, Las ilusiones de ayer,
ío tengo de quien valerme, Se agotaron una a una,
(o no tengo qué comer, Y de esas horas felices,
íi un trapo para ponerme. No me ha quedado ninguna.

883 888
Janas tengo de morir Hace un siglo que padezco,
7
también no dejar verme, Yo por tu amor me desvelo,
lobre el mundo disponer, Me mantiene la esperanza
' en un aujero esconderme. De ser tuyo si no muero.

884 889
Haré un hoyito en la arena
"íuairirorando, guairorando, Y vivo me enterraré,
le ausento pa que no digan, Pa no ver en brazos de otro
iue de miedo estoy llorando. Prenda que tanto estimé.

885 890
Tacen años y hacen meses, ¿Hasta cuándo serán penas?
}ue yo la ando por hablar, ¿Hasta cuándo hi padecer?
j&, vergüenza me retira Será hasta cuando me vea,
f su amor me hace llegar. ¿Dulce prenda, en su poder?

(884) Guairirorando: No sé qué querrá decir y el paisano que me dictó la copla


o me supo dar el sentido. Guaira o Huaira es viento, en quichua, tal vez querrá
lecir algo así como silvando, soplando, etc.
(886) Por no ver en mano ajena
jas estrellitas del cielo Prenda que tanto estimé.
' las arenas del mar, R .M. 3785.
e parecen a mis penas
<n lo largas de contar. Haré un hoyito en la arena
R. M. 5286. Vivita la enterraré,
(889) por no ver en manos de otro
laré un hoyito en la arena prenda que tanto adoré.
vivo me enterraré, Mil. C. 82-1.
388 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

891 896
¿ H a s t a cuándo seré yo, ¿ H a s visto al sol ausentarse
Papel de contradición? Dejando al mundo sombrío?
Donde quiera que conversen Así se me enluta el alma
De mí es la conversación. P o r tu ausencia, dueño mío.

891 - a 897
¿ H a s t a cuándo seré yo, Hay suspiros como truenos,
Pobre que dé compasión? Lágrimas como aguacero,
Donde quiera que conversen Ctros son los que atormentan,
De mí es la conversación. Yo hi de ser el pegadero.

892 898
¿ H a s t a cuándo, vida mía, H a y una niña en la troya,
Me va a tener padeciendo? Que a mí me tiene penando,
Al verla gozar se me hace Ella se hace la que no oye,
Que la vida estoy perdiendo. Cuando yo le estoy cantando.

893 899
Hasta el alma tengo triste, Helado se quedó el río,
Y enlutado el corazón, Y la lomita nevada,
Porque tengo una pasión Así se quedó mi amor
Que a todas horas me asiste. De la noche a la mañana.

894 900
H a s t a las piedras sufren, ¡Hoja i laurel!
El viento y la flor, ¡Hoja i laurel!
Y los ríos se lamentan Dame un consuelo,
Cuando me lamento yo. F a poder volver.

895 901
Hasta la cuenta he perdido, ¡Infelices ojos m í o s !
De los años de mi vida, ¿De qué tienen qué llorar?
¿Qué cuenta le daré a Dios, Cuando la vida se acaba
Cuando Dios cuenta me pida? Un gusto ¿qué h a de d u r a r ?

(897) Pegadero: Es lo mismo que ser paño de lágrimas. También suele usarse
la voz Pagadero en este sentido. Hay una copla tabernaria que termina así:
Otros te han de a n d a r . . .
'Yo hi di ser el pegadero.
(998) La troya: En el juego de trompos de los niños, se hace un triángulo
equilátero de cincuenta centímetros de lado más o menos, en el suelo, marcando con
rayas. Uno de los jugadores debe hacer llegar a golpes con su trompo al de su rival
hasta introducirlo en el triángulo y cuando lo ha conseguido grita troya y se "arma
troya" puesto que el juego termina, con la destrucción del trompo perdido en esta
forma: El ganador hace un hoyito en el suelo, allí coloca con la púa hacia afuera
a su trompo, luego ata el trompo perdedor en su soga y da de golpes con ésta contra
la púa de su trompo, hasta sacarles astillas. Como el juego a la troya termina
siempre con la pérdida de un trompo, los muchachos pactan antes de jugar, de poner
un trompo viejo en lugar de aquel con que se juega, para ser destruido.
Es esta una vaga imagen de la Guerra de Troya cantada por Homero.
También se dice Troya a una rueda de personas divertidas, tal es el sentido
de la copla.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 389

9)2 909
jR dicha que yo atesoro, Las campanas de tus bodas,
lo podré alcanzarla nunca, Repican tus alegrías,
¡stá rodeada de espinas, Para mí son los responsos,
orno la flor de la tusca. Por las ilusiones mías.

903 910
ia han hecho sentir, Las nubes del alto cielo,
.•a han hecho llorar, Se visten de azul celeste,
Dejelán que llore, Y yo me visto de negro,
fo la hi consolar. Porque mi amor está ausente.

904 910 - a
^a naranja nació verde, Las estrellitas del cielo,
SI tiempo la maduró, Se visten de azul celeste,
Cuál sería su pesadumbre, Y yo me visto de negro,
iué amarilla se volvió! Porque mi dueña está ausente.

905 911
,a noche está muy oscura, Las olas del mar,
i me voy m'hi de perder, Las olas del mar,
Tañana al alba m'hi d'ir, No las hi visto,
t'hi d'ir y no hi de volver. Las oigo llorar.

906 912
a pobre de mi vecina, Las penitas que yo siento,
lorando no más se pasa, Penitas de mujer joven,
in hallar quien la consuele, Son amarguitas lo mismo
Ahijuna, pucha desgracia! Que las hojitas del molle.

907 913
..a rosa cuando florece, Lástima me estoy teniendo,
Tiene color y hermosura, De verme peregrinando,
^ mí me trata la suerte, Causa mi mala fortuna,
'orno trapo en la basura. ¡Paguen mis ojos llorando!

908 914
jas almohadas de mi cama, Lástima que soy borracho,
Todas las noches las lavo, Mi mujer es querendona,
üon lágrimas de mis ojos, Lo quiere al rico y al pobre,
Jorque vos me has olvidado. Sin distinción de persona.

(902) Tusca: Árbol (Acacia moniliformes) que desde el nive! del suelo echa
amas, de dos y tres metros. Su fruto es una vaina y su flor es pequeña, de color
erde limón, muy aromática.
(910) Y yo me bisto de negro
as estreyitas der cielo Porque mi amor está ausente.
e bisten d'asur seleste, E. M. 3483.
390 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

915 922
Lástima que ya soy viejo, Llevo en mis plantas la muerte,
Ya no me puedo acordar, Dentro mi pecho un abismo,
Las cosas que ya han pasado, Y en mi cabeza el bautismo,
Y no las puedo anotar. De mi desgraciada suerte.

916 923
Le cantaba a una rubita, Lloro como lastimada,
Que la estaba enamorando, Me quejo como afligida,
Vino su amante y se fué, Como aquel que lo lastiman,
Y me dejó suspirando. Y resuella por l'herida.

917 924
Lindo canta un divertido, Maldigo todas las horas
Triste llora un pobrecito, Al que me enseñó a querer,
Así tristes lloran todos, Porque muy bien lo pasaba,
Viejos, mozos y chiquitos. Inocente sin saber.

918 925
Los campos y las montañas, Maldigo la suerte mía,
Florecen a costa mía, Y el primer paso que di,
Porque merecen el riego, Desde mi primer quebranto,
De mis ojos cada día. El mal camino seguí.

919 926
Los tiempos nunca han podido, Mañana me voy a Salta,
Eorrarte de mi memoria, De Salta me iré a Jujuy,
Y viéndome confundido, Y de Jujuy a los montes,
Penas se han vuelto mis glorias. A llorar como el cacuy.

920 927
¡Luna que alumbras el mundo! Mañana me voy a Salta,
¿Díme si has visto en la tierra, De Salta para Santiago,
Mujer más buena que yo, De Santiago al campamento,
Y que pase tantas penas? A llorar mi sentimiento.

921 928
Llega la tarde sombría, Mañana me voy por Salta,
Y la noche con su horror, A la Puna de Jujuy,
A dar pesares a mi alma, Suspirando por los campos,
Y partir mi corazón. Los ojos como cacuy.

<927) Esta copla debe haber sido compuesta por algún obrero de la construc-
ción de caminos o ferroviario encargado del arreglo de las vías; pues ellos hacen
campamento a cada trecho, según lo exija la necesidad de asistir al trabajo.
También forman campamento los obreros que se internan a los bosques para
hachar árboles.
CANCIONERA POPULAR DE SALTA 391

929 935
Mañana se van los quint>s Mi corazón es de bronce,
fo no me quisiera ir, Siento pero no hi llorar,
.'orque en esta calle ten,-0 Porque no hi de remediar
Jn capullo a medio abr r# ' Con mi llanto, tanto mal.
930 936
^ás agua lloran mis ojos, Mi corazón está triste
iue derrama una tormera, Le dan ganas de llorar,
x>s suspiros no los digt Cuando le dicen que calle,
'orque he perdido la cuanta. Más sentimiento le da.
931 936 - a
Más antes de morir en Hozo, Mi corazón es tan niño
Y no recargado de años. Que no hace más que llorar
Para no ser estropajo, Mientras más le digo ¡calla!
De todo el género humano. Más sentimiento le dá.
931 - a 937
Más vale morir en mozc Mi corazón es un niño,
No llegar a ser anciano,' Que no sabe lo que quiere,
Para no ser estropajo, Tina ilusión lo alimenta,
De todo el gé ñero humano. Y un capricho lo sostiene.
932 937 - a
Me dicen que me consuele, Mi corazón es un niño,
Con el mismo desconsuelo Que no sabe lo que quiere,
Uto los vería consolarse, Una caricia lo alienta,
Estando presente el duelo, Una ilusión la sostiene.
933 938
Me fui a las fiestas realas, Mi corazón no ha sentido
Por ver si me consolaba, Nunca tan hondo dolor,
Oí sonido de cuerdas, Como el día en que tus labios,
¡Qué tristeza me causaba! Me sentenciaron el no.
934 939
Me voy, me voy, Mi corazón traigo triste,
A desechar penas, Tanto llorar mi destino,
Que penando estoy. Mi garganta traigo
Con el polvo del camino.

(929) Esta copla debe ser española, pues la palabra quintos, en el sentido de
tropa, no es usada en nuestro país.
(930) Los suspiros no lo digo,
Mas agua yoran mis ojos Porque he perdió la cuenta.
Que derrama una tormenta; R. M. 5174.
(933) Curiosa reminiscencia de la época colonial cuando se hacían fiestas con
motivo de los cumple años de los reyes. Tales eran las llamadas fiestas reales que
congregaban en Chuquisaca (La Paz) a numerosos vecinos de los pueblos cercanos.
Kicardo Palma, trae crónicas de estas fiestas, celebradas en Lima
(936) Mientras más le digo 'caya"
Mi corazón es muy niño; Mas sentimiento le da.
No jase mas que yorá;
R. M. 5213.
392 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

940 948
Mi firma no se la pongo, No me casé por mi gusto,
Porque no tiene valor; Y menos por mi querer,
Todos me niegan favores Me casé por los terceros,
Nadie me ofrece su amor. Que me fueron a vender.

941 949
M'hi de mandar a mudar, ¿No miras aquel barquito
Donde no haiga sol ni luna, Que está para naufragar?
M'hi largar a padecer, Viene llorando sus penas,
Sin esperanza ninguna. Sobre las olas del mar.

942 950
Mis penas y mis fatigas, No quiero aquí referir
Ya no se pueden juntar, Para no avivar la herida,
Unas con otras se alcanzan, ¿Por qué mi ingrata me olvida?
Como las olas del mar. ¿Por qué me deja morir?

943 951
Miren como viene el agua, No sé por qué al corazón
Remando contra la arena, Lo desconozco en el pecho,
Así reman mis amores, Algún mal pago le han dado,
Entre grillos y cadenas. O alguna traición le han hecho.

944 952
¡ Muerte desconsiderada! No sé que costumbre tengo
Me quitaste todo el bien, De querer a la mujer,
Cargaste con quien quisiste, Pero soy tan desgraciado,
Carga conmigo también. A mí nadie me ha i querer.
945 953
No estís triste corazón, No sé si al año saldré,
No tengas melancolía, ¡Sabe Dios si he de alcanzar!
Si otro te ha dado mal pago, Les ha de causar tristeza,
Tu lo darás otro día. Sólo al oirme mentar.
946 954
No hay peor que los sufrimientos, No tengo casa ni rancho,
Para que el hombre envejezca, No tengo ni una guarida,
Antes brillaba cual sol, Me boto a vivir al monte,
Hoy ni cosa que parezca. Como fiera perseguida.

947 955
No llores, negra querida, No tengo padre ni madre,
Que aunque soy un gaucho pobre, Ni hermanos a quien decir:
Saldré a buscarme la vida, —En esta pena me encuentro,
En "San Antonio los Cobres". Ayudemén a sentir.

(942) Unas se van y otras vuelven,


Mis penas y mis fatigas Como las olas del mar.
Ya no se pueden contar, R. M. Nota a la copla: 5284.
CANCIONERO r o r U L A R DE SALTA 393

956 964
¡Nubes que andáis por los altos, Para lo que dura un gusto,
Hasta mis ojos llegad! Más antes dura un pesar,
Y humedécelos un poco, Esas cuentas me hago yo
Que están secos de llorar. Sólito me dejo andar.

957 965
¡Ojos de ardiente lucero Para mí no hay alegría,
Que me divulgan la suerte! Para mí no habrá piedad,
Hi pagar con mala dicha Soy como el árbol maldito,
Si no llego a merecerte. Que arrastró la tempestad.

95$ 966
¡Ojos que te vieron ir! Paramí no hay tiempo alegre,
¿Cuándo te verán volver? Soy un deshojado lirio,
Llorarán mares de sangre YP. mis hojas se cayeron,
De ver el tiempo correr. A los golpes de un martirio.

959 967
¡Pajarillo, buen amigo! Para mf ya no hay consuelo,
¿Qué consejo me darís, Ni en la cama ni en el suelo,
Para volver a querer El día que yo me muera,
Una prenda que perdí? ¿Quién será tu chalchalero?

960 968
¡Pajarillo, buen amigo! Para mí ya no hay placer,
¿Qué consuelo me darás? Ya mis glorias dieron fin.
La prenda que adoro tanto Tan sólo reinan en mí:
i A mis brazos volverá? Desdichas y padecer.
961 969
¡Paloma tierna y constante! ¿Para qué me casaría
Que habitas lujoso nido, Siendo guagua todavía?
De tu desgraciado amante, El diablo me tentaría
Escucha el canto sentido. Con la cola batiría.

962 970
[Palo verde de orégano! ¿Para qué me casaría
Volverís tarde o temprano, Siendo moza todavía?
\l rastrojito sembrao, Al lado de mi mamita.
Y veris tu desengaño. ¿Por qué no me quedaría?
963 971
Para alivio de mis penas, ¿Para qué quiero la vida?
A.quí me pongo a cantar, ¿Para qué quiero vivir?
C'na mujer me hizo un daño, Para vivir padeciendo
3ue nadie puede curar. Más antes quiero morir.

(967) Chalchalero: Pájaro, el zorzal de nuestro país. Los hay de dos clases:
Q de pecho blanco, (Merula Leucomelas) Vieill y el de pecho colorado, Merula rufi-
tenter, Vieill.
Ambas clases son afamadas por su canto. (L. Borda).
39U JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

97Z 977
¿ P a r a qué quiero la vida, ¡Pobre mi n e g r a !
Si cada día la lloro? La han visto llorar,
Si otro merece gozar, Ella sabrá lo que sufre,
La prenda que t a n t o adoro? Cada uno siente su mal.

973 978
Perdí mi querida prenda, Pobres nosotros los hombres,
Perdí todo mi caudal, Siempre sin gusto cabal,
Un desgraciao como yo Con el tiempo todos vamos,
No tiene gusto cabal. A la "Guardia Nacional".

974 979
¡Pobrecita de mi abuela! Pongalén de cabecera
Los consejos que me dio, Un letrero colorado,
Nadie le agradece tanto, P a que digan los camperos:
Como le agradezco yo. —Aquí ha muerto un desgraciado.

975 980
¡Pobre de mí que nací! P o r el aire me anduviera,
Con esta t r i s t e desgracia, Cantando mi elevación,
Las mujeres no me quieren, Quizás asina tuviera,
Y les digo: muchas gracias. Alegría mi corazón.

976 980 - a
¡Pobre mi madre, se h a m u e r t o ! Quisiera subir al aire
Ya la llevan a enterrar, Cantar con elevación,
E n una carreta i palo, Pueda ser que así tuviera,
P o r ahí la verán pasar. Alivio mi corazón.

(972) Y otro dichoso merece


¿Para qué quiero la vida Gozar la prenda que adoro?
Si cada día la lloro, Mil C. 119-4.
(976) Carreta i palo, por carreta de palo, también suelen llamárseles haipas a
estas carretas hechas enteramente de madera. Sus ruedas son discos de cortes tras-
versales de troncos gruesos, de quebracho colorado.
Los señores T. de Aranzadi, (catedrático de la Universidad de Barcelona) y L.
de Hoyos Sainz, (catedrático de la Escuela S. de M. de Madrid) en el libro: Etnografía,
(sus bases, sus métodos y aplicaciones a España) Bteca. Corona. Villanueva, 231 1917,
Pág. 27, dicen hablando de ruedas: "La más sencilla de imaginarse es la maciza.
Los teorizantes, a base de literatura y bajorelieves clásicos, como el plaustrun de
la columna de Antonio o del sarcófago de L. Arrio Octavio, la suponían consistente
en una gran rodaja de tronco de árbol; pero tal rodaja no tendría mayor resistencia".
En realidad es así, las ruedas que yo he visto en Anta, Rosario de la Frontera y en
mi casa, en Catamarca, de esta clase de carros, son de rodajas de tronco de árbol,
así como suena y tan resistentes como las que más; a pesar de no llevar llantas.
Duran mucho porque no hay ni siquiera un clavo de hierro, todo, ruedas, pértigo,
eje y barandas son de tronco de árboles, arreglados con el hacha.
En esta clase de ruedas la maza es postiza y por consiguiente se cambia cuando
se gasta.
También he visto ruedas en las llamadas de "Cerdeña", "Galicia y Portugal".
(979) Esta copla es un fragmento del romance de "El mal de amor", ver Ro-
mance N» 11.
(980) Asina, por así. También suele decirse ansina. Es voz muy usada en la
última forma, en la campaña de Buenos Aires.
CANCIONEtiO POPULAR DE SALTA 395

981 988
For el amor de una ingrata, ¿Por qué nacería al mundo
Voy quedando como espina, Pa qué la conocería?
Estoy que me lleva el viento, Más vale me hubiera muerto
En la vuelta de una esquina. Con el mal de siete días.

982 989
For el camino el amo r> ¡ P u . . que soy desgraciao!
Han privado que yo a n de, Que soy infeliz,
Quieren que viva extraviado, Ciegoa me han hallado faltas,
Y que vuele por los aires. Mudos han hablao de mí.

983 990
Por la falda de aquel cerro, ¡ P u . . que soy divertido!
Pasan ráfagas de viento, Aquí y en ajenos páises
Así pasa mi vidita, Ahora me encuentro cáido
Entre pena y sufrimiento. Como árbol seco sin raices.

984 991
Por mi desdicha, bien mío, ¡Qué cosa fiera había sido
En un retiro padezco, Cuando se arraiga el amor!
Me ocuparé en escribirte, Igual que la verdolaga
Que el mirarte no merezco. Cuando le cortan la flor.

985 992
Por mi madre soy vallista, ¡Qué había i pensar de que yo
Por mi padre soy chaqueño, Después de verme querida,
Y ahora vivo aullando, Ahora por nuevos gustos,
Como perrito sin dueño. Sea la más aborrecida!

986 992 - a
Por no ponerme a llorar, i Quién ha i pensar de que yo
Voy a ponerme a cantar, Después de ser tan querido!
Porque si hago dejación, Agora por nuevos gustos
Las penas me han de matar. Sea el más aborrecido!

987 993
Porque me ven forastero, ¿Qué hago con vida y sin gusto?
Me quieren poner la marca, ¿ Qué hago padeciendo tanto ?
¡Cómo no compran y tienen Vivir la vida sufriendo,
Que a mi dueña le hago falta! Envuelto en amargo llanto.

081) Estoy, que me yeba 'r biento


Por tus quereres, serrana. Ar reborbé d' una esquina.
Me boy quedando en la espina:
R. M. 5491.
(985) Vallista ( m . y f), Paisano de los valles Calchaquíes
a l o s ^ ^ T r ^ í S d a v i í G ° b e r n a C Í Ó n d e l C h a C 0 ' T a m b i é n " ^ decir c^uefios,
396 J U A N A L F O N S O C A R

993 - a 1001
¿Qué haré con vida y sin gusto? ¿Qué voy a hacer mi vida?
¿Qué haré padeciendo tanto? ¿Qué voy a hacer?
Sólo pagándole al tiempo Viviré solo y triste
Lágrimas de amargo llanto. Por tu querer.

994 1002
¿ Qué importa que yo me acueste, Quisiera tener la ciencia,
En rico lecho de flores, De mis años anteriores,
Si no me dejan dormir, Florecerían mis jardines,
Tristes imaginaciones? Renacerían mis amores.

995 1003
¿Qué les parece señores Quisiera verme sólito,
De mi triste situación, Como el águila real,
Tener la risa en los labios Sin tener de qué quejarme,
Destrozado el corazón? Porque me han pagado mal.

996 1004
¡Qué, negros son mis pesares! Keza a los santos por mí,
¡Qué negra es mi fiera suerte! Por mi dolor tan crecido,
Si negros son mis principios, A donde pongo mi amor,
¡Qué negra será mi muerte! Se vuelve el amor suspiro.

997 1005
¿Qué querís que haga, vida? Río abajo corre Tagua,
¿Qué querís que haga? Yo me voy por las orillas,
Cuando más uno quiere, Dando vueltas como piedra,
Más mal le pagan. Caminando de rodillas.

998 1006
¡Qué tormento es el sufrir Río arriba van mis ansias,
Por la ausencia de un querer! Río abajo mis pesares,
Ojos que te vieron ir, Conforme se muda el tiempo,
¿Cuándo te verán volver? Se mudan las voluntades.

999 1006 - a
i Qué triste es la situación Río arriba van mis ansias,
Del que ama sin libertad, Río abajo mis pesares,
Se expone a perder la vida Con las mudanzas del tiempo,
Por amar a una deidad. Se cambian las voluntades.

1000 1007
¡ Qué triste es para una madre ¡Río caudaloso!
Tener un hijo varón! Déjame pasar,
Cuando cumple sus veinte años, Se ha muerto mi amante,
Se marcha a la conscrición. Lo quiero velar.

(1000) Conscrición, por conscripción.


CANCIONERO POPULAR DE SALTA 397

1008 1016
¡Señora doña fulana! Sólo me falta valor,
Encargúese de este pobre, Para sufrir tanta pena,
No tiene padre ni madre, Causa tu cariño ingrato,
Y en el bolsillo ni un cobre. Mis veo en esta cadena.
1009 1017
Si crees porque estoy cartando Soñé que mucho te amaba,
Tengo el corazón alegre, Y que era correspondido,
Yo soy como el pobre cisie, Y al despertar se cambió
Que canta cuando se muere. Mi alegre sueño en suspiro.
1010 1018
Siempre está mi corazói, Soy como el urutaú,
Pensando si volverá, Que canta mirando al cielo,
Alegrías en un pobre, Porque no puedo encontrar,
Son anuncios de un pesar. La prenda de mi consuelo.
1011 1019
Siento que el amor se muere, Soy como la golondrina,
Yo me quedaré sin él, Sólita nací en verano
El tiempo todo lo acaba, Así que hi de morir tarde
Se acaba el amor tambi»n. ¿Cómo no muero temprano?
1012 1020
Si hallara un maestro de amor, Soy desgraciada en el mundo,
Que me enseñara a querer, Hecha para padecer,
Olvidando lo preciso Soy como la mala yerba,
Dejaría de padecer. Me arrancan vuelvo a crecer.
1013 1020 - a
Si porque me has visto viejo, Yo soy como el maldecido,
Dicen que no sé desiar, Botadito a padecer,
¿No saben que tengo hiél, Soy como la mala yerba.
Y se puede reventar? La arrancan, vuelve a nacer.
1014 1021
Si ves las flores mojadas, Soy forastero del pago,
No le achaquis al rocío, No tengo de quien valerme,
Son lágrimas de mis ojos, Compadézcanse de mí
Que por tu amor hi vertió. Hagan el bien de quererme.
1015 1022
Sólita vivo en el mundo, Sol balconcito milano,
Sola hi de permanecer, Que me lo paso cantando.
Hasta ahora no hi hallao, Cuando no miro a la que amo,
Hombre fiel pa una mujer. Triste lo paso llorando.

(1013) Reventar la hiél: En Catamarca, Tucumán, Salta y Jujuy se oye decir


con frecuencia. Dale tal cosa (especialmente golosinas) a fulano que también tiene
yel y se le puede reventar.
Parece que en algún tiempo existiría la creencia de que un deseo grande no satis-
fecho produciría la ruptura de la vesícula biliar.
398 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

1023 1030
Soy hombre pobre y no puedo, Tengan compasión, señores,
Darle gusto a mi querer, De una pobre sin hogar,
Estoy hecho a andar errando, Que por falta de recursos
Sufriendo a más no poder. Hoy los viene a molestar.

1024 1031
Soy un árbol deshojado, Tengo que hacer una cruz
El mal tiempo me hizo mal, De una madera pesada,
Me acuerdo de lo pasado, Para cargar en mis hombros,
Sólo me resta el llorar. Todas mis culpas pasadas.

1025 1032
Soy un pobre desgraciado, Tengo una pena ¡qué pena!
No tengo donde alojarme, Tengo un dolor ¡qué dolor!
Ni rancho donde apiñarme, De un amorcito tunante
Ni mujer donde arrimarme. Que aprecia mi corazón.

1026 1033
Talvez porque yo he venido, Tengo un dolor en el alma,
Voy vuestra angustia a aumentar, Que no me deja vivir,
Ya su prenda lo ha dejado, El desdén de una morena,
E] inútil el llorar. Que medio me hizo sentir.

1027 1034
También yo quisiera ser Te perdí, dulce contento,
Gomo las piedras del río, Sólo conservo ¡Ay, de mí!
Tiradas en media playa Un triste recuerdo tuyo,
Sin sentir calor ni frío. Porque fino amante fui.

1028 1035
Tan alta que está la nube, ¡Tiempo ayúdame a sentir!
Y el viento que la deshace, De lo mal que me han pagado,
Así se acaban los gustos ¡Ay, qué desgraciado he sido,
Que en mi triste pecho nacen. Por otro me han olvidado!

1029 1036
Tan solamente hi nacido, Todas las dichas ajenas
Para que miren mis pasos, Amargan la vida mía,
A mí solamente vienen, Por eso lloro mis penas,
Las penas y los trabajos. Bajo una noche sombría.

(1024) Esta copla está al parecer tomada de la primera décima de la


canción 401.
(1025) Tiene algún parecido al verso 1075, de "La Ida de Martín Fierro". (Ed.
Tiscornia).
(1032) El señor Marín, trae una copla parecida, aunque difiere de la hallada
en Salta en sus dos últimos versos:
Tengo una pena, ¡Qué pena! Tengo un clabo remachado
Tengo un doló, ¡Qué doló! En mitad der corasen.
R. M. 5282.
CANCIONERO PO U LAR DE SALTA 399

1037 1045
Todito el mundo me anduve, Una palomita amante,
En busca de soledad, Que en el corazón tenía,
Pasando dos mil trabajos, Hoy se quiere separar,
Sin poderla hallar jamás. ¡Áy, qué desgracia la mía!

1038 1046
Todo el mundo he recorrido, Una palomita.
Siempre mi suerte al m e s , De piquito de oro,
Después de padecer tant», Cada que la veo,
Vuelvo a mi pago otra v;z. Cada vez la lloro.

1039 1047
Todo el que me oiga canlar, Una torre formada,
Dirá que de alegre cantí, De amores tuve.
No hay rato que no sus>ire, Vino un viento contrario
El día que no suelte el lianto. No hay bien que dure.
1040 1048
Trabajo es hacerse viej<>, Una traigo y dos envido,
A lo menos siendo pobre, En la mano traigo un as.
En medio la plata blanca, Sólo un amor conocí,
Escogiendo le dan cobr». No quiero conocer más.
1041 1049
Triste penoso y confusa, Una vela se consume,
Triste me pongo a llorar, A fuerza de tanto arder,
Repitiendo en tiernos ayes, Así me consumo yo,
¡No hay mayor pena que amar! Causa de un cruel padecer.
1042 1050
Triste me pilló la tarde, Una vela se consume,
Sin saber lo qu'hi de hacer, Ardiendo en el candelero,
Triste está mi corazón, Así me consumo yo,
¡Algo me ha de suceder! Por un amor verdadero.
1043 1051
Triste están mis ojos viendo, Un día estando regando,
Un lastimoso pesar, Casi me morí de ser,
Si con vivir los ofendo, Por causa de una rubita,
Acabemén de matar, Que me dejó a padecer.
1044 1052
Tuve en mi pago en un tiempo, Un sentimiento me mata,
Hijos, hacienda y mujer, Un amor me da la vida,
Me fui de mala cabeza Causa de mi suerte ingrata,
Y nada encontré al volver. No cicatriza mi herida.

(1044) Está tomada de Martín Fierro. Véase Ida N. 289.


(1046) Cada que la veo, por: cada vez que la veo, es forma muy usual en
Salta y Jujuy.
400 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

1053 1061
Un terreno que compré, Vengan doctores de ciencia,
Con cuidado lo labré, Los sabios vengan a mí,
Otros están disfrutando, A ver cómo puede un hombre
Lo que yo lo cultivé. Estando muerto vivir.

1054 1062
¡ Válgame Dios de los cielos! Vení, vidita mía,
¿Dónde estará mi consuelo? Vení lloremos,
Porque me vean perdido Una sola desgracia,
No crean qu' estoy por el suelo. Los dos tenemos.
1055 1063
¡Válgame Dios de los cielos! ¿Ves aquella pluma verde
¡ Qué grande es la pena mía! Que se bate por el aire?
Estoy metido en un pozo, Así se bate mi amor,
Y no encuentro la salida. Cuando le hacen un desaire.
1056 1064
¡Válgame P.'->s de los cielos! ¡Vidita, vidita, sí!
Tan alegre ;iié me haré? ¡"Vidita de mi tormento!
Cavaré mi ¡ltura Vos te llevas el luto,
Y vivo me aré. Yo el sentimiento.
1057 1065
Vamonos y :.ijnós, Viene el mundo dando vueltas,
Por los carr .os de Dios, Y los demonios tentando,
Que comiendo y sin comer, Mis trabajos se acabaron,
Padeceremos los dos. Pero mis desdichas ?cuándo?
1058 1066
Varios a m v >s yo tengo, ¡Virgencita del Milagro!
Pocos son de mi amistad. Llena i sublime bondad,
Apenas yo me retiro, No dejes que pene mi alma,
De mí se ponen a hablar. Entre tanta soledad.
1059 1067
Varios me topan y dicen: Vos me miras, yo te miro,
—¿Por qué andas con tanta ausencia? Y el corazón se me parte,
Yo les respondo y les digo: ¿Qué remedio con mirarte
Por mala correspondencia. Si no consigo el hablarte?
1060 1068
Veneno dulce he bebido, Voy a dejar de querer,
En aquellos labios rojos, Esto es mucho padecer,
Y mi amor se convirtió, Ya hi visto mi desengaño,
En lágrimas y despojos. No hay mujer que pague bien.

(1055) Que m' he cafo en un poso


¡Bárgame Dios de los sielos, Y no encuentro la salía!
Y que peniya la mía. R. M. 5272.
(1066) Virgen del Milagro, imagen de la Virgen que se venera en Salta.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA
m
1069 1075
r
oy a formar mi retiro, Ya me voy a confundir
Jomo todos lo verán; Con la razón suficiente,
j n amor hi conocido, Porque no hay pecho valiente,
•5 o quiero conocer más. Cuando penetra un sentir.

1070 1076
T
oy a ganar a los montes, Ya no siento la agonía,
i la moda de un ermita, Ni morir en un tormento,
t llorar mis desventuras, Lo que siento es que otro goce,
>e tu mal pago, vidita. Lo que yo gocé en un tiempo.

1071 1077
r
oy a llorar mi tormento, Ya no soy quien antes fui,
tazón tengo de sentir, Ni sombra lo que solía,
'endré que arrastrar mi luto, Antes era plata en ríales,
Iasta que vuelva a venir. Ahora chafalonía.

1072 1078
oy a salir a los campos, Ya no tengo resistencia,
i tomar el aire fresco, En mi desesperación,
luizás que tomando sane, ¿No oyes mis tristes gemidos
>e este mi mal que padezco. Nacidos del corazón?

1073 1079
r
a estoy viejo de penar, Ya no vivo en aquel sitio
r aplastado por la suerte; A donde me conoció,
Será talvez que la muerte, Ya vivo en la travesía,
r
a me anda por basuriar? Donde me desengañó.

1074 1080
u'a me llevan para abajo, Ya que me pongo a cantar
A mis hijitos dejé, Voy a cantar mis pesares,
Los caminos son tan largos, Cantaré la vida triste
Sabe Dios si volveré. Que paso en estos lugares.

1074 - a 1081
Ya me llevan para arriba, Ya se acabó mi esperanza,
¿Qué destino llevaré? Con gran desesperación,
Los caminos son tan largos Y me gusta un desengaño
¡Quién sabe si volveré! Cuando llega la ocasión.

1074 - b 1082
Ya me voy pa lao de abajo Ya se me quebró el espejo,
¿Qué destino llevaré? En que me sabía mirar,
Caminos largos pasando, Ni las tapas me han quedado,
¡Sabe Dios si volveré! Para mi mayor pesar.

(1070) Ea muy común en Catamarca y Salta decir ermita por ermitaño.


86
402 J U A N AL O N S O C A R R I Z O

1083 1091
Ya se quedarán a gusto, Yo me voy para Lesser
Los vecinos adulones, Pa que me quite la ser,
De ver que se han separado, Cuando yo me descomponga
Dos unidos corazones. ¿Quién me podrá componer?

1084 1092
Ya se va ese aborrecido, Yo nací muy desgraciada,
Ya no volverá jamás, Mis males no tienen fin,
Ya no cruzará sus puertas, Que soy como un potrerillo
Ni las ofenderá más. Todo un mal se encierra en mí.

1085 1093
Ya ti hi dicho corazón, Yo no le temo a la muerte,
Primera y segunda vez, Menos a la sepultura,
Que no llames a esas puertas, Yo le temo a la vejez,
Que no te han de responder. Porque es mal sin compostura.

1086 1094
Ya viene el sol saliendo, Yo no publico mis males,
Dicen las flores; Porque si los publicara,
Ya viene quien nos quita, Si alguna pared me oyera,
Nuestros colores. De sentimiento llorara.
1087 1095
Yo fui un árbol muy hermoso, Yo no quiero que quieras,
Que daba fruto y virtudes, Tampoco quiero querer,
Ahora ruedo por el mundo, Más antes que me muriera,
Causa las ingratitudes. Para dejar de j o . . .
1088 1096
Yo la quise y la amé tanto, Yo no sé cómo ni cuando,
Que por ella soy perdido. Ni se cómo he de vivir,
No hay cosa que más aflija La prenda que ando mirando,
Que querer sin ser querido. No me puede ni sentir.
1089 1097
Yo me acuerdo de mis tiempos, Y o no sé porque este mundo,
Cuando sabía retozar, Me aborrece de mil modos;
Ahora que ya soy viejo, Cuando yo les doy la mano,
Ya no puedo ni trotar. Ya quieren, tomar el codo.
1090 1098
Ya me acuerdo, en otros tiempos, Yo no siento ser cautivo,
Solía ser medio dichoso, En esta cautividad,
No quisiera recordar, Mas le siento a mi vidita
Mis tiempos cuando era mozo. Que ya me quiere olvidar.

(1085) Que no llames a esa puerta,


Ya te he dicho corazón, Que no te han de responder.
Primera y segunda vez E. M. 5167.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 403

1099 1105
Yo no soy quien antes era, lío soy anwgo de todos,
Ni menos quien sabía ser, Nadie es amigo de mí,
Soy un cuadro de desdichas, De todo varón que existe,
Arrimado a una pared. Yo soy el más infeliz.

1100 1106
Yo no soy rosa encarnad^ Yo soy aquel caminante,
Ni soy clavel encendido, Que busca felicidad,
¿Qué cariño me tendrás La esperanza me acompaña,
Si recién te he conocido^ Pero en vano la hi buscar.

1101 1107
Yo no tengo quien me lkre, Yo soy como corderita,
Más que las tristes campanas, Que vive con lechecita,
Me velarán esta noche, Por eso todos me dicen:
Me sepultarán mañana. ¡Cómo vive, pobrecita!

1102 1108
Ye quisiera verme muerto, Yo soy como el buey tropero,
Antes de verme rendid 0j Que camina noche y día,
Así no ofenderé a nadib ; Donde me pille el destino,
De todos seré querido. Ha i quedar la güesería.

1103 1109
Yo sabía vivir engreída Yo soy como el dedo malo,
Pensando que era querido, Donde trompiezo hago duelo,
Ahora recuerdo y me hallo, ¡Caántas no estarán diciendo
En el libro del olvido. Muera el malo, quede el bueno!

1104 1110
¿Yo sólito habré nacido, Yo soy como el mes de Agosto,
De todos aborrecido? De ventarrones corrido,
¿Algún día hi de cambiar En el pago de AAngastaco
De aborrecido en querido? Soy siempre el aborrecido.

(1099) Ya no soy quién he sio


Ya no soy quién he sido Ni quien yo solía ser;
Ni quién yo solía ser; Soy un cuadro de tristezas
Soy un cuadro de tristezas, Arrimado a una pared.
Arrimado á la paré. R. V. 423.
E. M. 5499.
(1108) Buey tropero: Es el buey que tira de los carros. El camino señalado
en el mapa de 1776 desde Buenos Aires hasta Salta y Jujuy era hecho por carretas
tiradas por bueyes troperos.
(1110) Efectivamente, el mes de Agosto es el mes de los vientos, no so-
lamente en los Valles Calchaquíes, donde está Angastaco, sino en todo el Norte del país.
Suele llamárselo también el mes de las muertes repentinas.
Aparte de estas consideraciones de orden climatérico cabe agregar una otra de
origen supersticioso. El 1» de Agosto es considerado por los paisanos de Salta, Jujuy
y Gobernación de los Andes, como día nefasto, por consiguiente nadie trabaja pues
dicen que quien lo hace muere pronto o" se arruina. La causa de tan extraña creencia
es ignorada por los paisanos. Parece que no solamente es el 1* de Agosto el único
UOU J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

1111 1114

Yo soy como la mojarra, Yo soy el ave más útil,


Que vive en lo más profundo, Y el viento me ha de llevar,
Qué me han de decir de penas Buscaré una r a m a seca,
¡Cuánto yo hi recorrió el m u n d o ! P a r a ponerme a llorar.

1112 1114 a
Yo soy como la paloma, Yo soy.la paja m á s alta,
Corrida por el halcón, El viento me ha de llevar,
Tengo una herida en el alma, Busco la r a m a más seca,
Y no encuentro curación. P a r a ausentarme a llorar.

1113 1115
Yo soy como la paloma, Yo soy el que a solas lloro,
Paloma del palomar, Y en conversación me río,
Triste lloro mi destino, Yo soy el que sufre y siente,
E n una cautividad. Grandes penas y martirios.

día nefasto sino que hay otros, así se vé en el interesante libro de Rigoberto Paredes
intitulado: Mitos, supersticiones y supervivencias populares de Bolivia (La Paz, 1920).
Paredes, al hablar de las prácticas supersticiosas de los bolivianos, transcribe un pá-
rrafo del: Almanaque del Departamento para el año 3« después del bisiesto de 1856
(Imprenta paceña administrada por Eugenio Alarcón). El fragmento aludido es este
que lleva como título: Memoria de los días crimaterios y malos que tiene el año con los
cuatro Lunes.
"Juicio h'cho por un grande astrólogo de París, que dice que el año tiene treinta
y dos días majos, y tanto que las personas que en tales días cayeran enfermas, tarde o
nunca se levantarán; y si se levantasen vivirán con dolores; si en tales días se ca-
san, la mujer no será leal, ni se querrán bien, y siempre vivirán inquietos y pobres.
Si en tales días se ausentaran, no volverán con honra, ni negociarán a lo que fueron,
y vivirán en grandes peligros de sus personas. En tales días no compren ni vendan
ni hagan tratos ni contratos, que así lo prueba su juicio, porque no son buenos para
conseguir. Siendo estos treinta y dos días tan malos, hay entre ellos, tres que son ad-
versísimos sobre manera para todos, y en particular, para sangrías, heridas y caídas.
Tienen peligro de muerte, si en tales días sucede cualquiera de estas cosas, y son el
15 de Marzo, 18 de Agosto y 18 de Septiembre; Los Lunes son los cuatro siguientes
más peligrosos, para tener actos carnales con las mujeres, por la mala generación
que en ellos se consigue. El 1? de Agosto en el cual nació Caín que mató a su hermano
Abel. El 1' de Septiembre en el cual nació Judas Iscariote, que vendió a Nuestro Se-
ñor Jesucristo y el cuarto de Septiembre en el cual nació Herodes que mató a los san-
tos inocentes.

Enero 1, 2, 3, 4, 5, 6, 11, 15 y 20. Julio 13 y 15.


Febrero 1, 7 y 8. Agosto 1, 18 y 20.
Marzo 15, 16 y 20. Septiembre 15 y 18.

Abril 7 y 15. Octubre 6.
Mayo 7, 17 y 15. Noviembre 15 y 17.
Junio 6. Diciembre 6 y 7.
En los almanaques que circulaban en las provincias en una sola hoja, estaban
marcados esos días con una raya negra y con una cruz griega los que eran de doble
aciago. Las personas que no los tenían, se prestaban de las poseedoras, para sacar
copias. Así ha podido trasmitirse hasta hoy, una vez que los actuales almanaques no
contienen ya esas anotaciones."
Como se vé, nuestro pueblo del norte ha olvidado los otros días nefastos y aún
los de doble aciago y sólo teme al 1» de Agosto sin recordar que el primer lunes de ese
mes, es el realmente malo, según el almanaque.
(1115) Parecida es esta copla venezolana:
Yo canto porque cantando cuando estoy a solas lloro,
divierto los males míos; y en conversación me río.
J. E. M. 3-1.
C ANCION E RC POPULAR DE SALTA 405

1116 —La prenda que yo quería


Ya había tenido otro dueño.
Yo soy esa laya i mozo,
Cuyos servicios no valen.
¿De qué vale servir bien 1121
Si con desprecios le salen? Ye también sembré una chacra,
Y la regué con firmeza,
1117 Y cuando f í a cosecharla,
Yo soy esa laya i mozo, Encontré sólo malezas.
Mozo pobre rodador,
Sin un rancho pa dormir, 1122
Ni un peso en el tirador.
Yo también supe gozar,
1118 De mi fortuna la gloria,
Pero nunca hice memoria,
Yo soy ese caminante, Que se podría acabar.
Que busca felicidad,
Noche i día voy tras ella,
Y en vano la hi de buscar. 1123
Yo vide pasar el agua,
1119 Entre la piedra y la arena,
Yo soy nacido en el campt), Así pasan mis amores,
En medio de una majada, Entre la dicha y la pena.
Por eso todos me dicen:
¿De ande salís desgraciada? 1124

1120 Yo vivo de un imposible,


Mantenida de un quizás,
Yo también diré lo mismq Esperando cuando ha i ser
Que dijo un jasimaneño; ¡Quién sabe lo que será!

(1120) Jasimaneño: Vecino o natural de Jaeimana, en el departamento de San


Carlos.
CELOS, QUEJAS, DESAVENENCIAS
Y RECONVENCIONES
1125 1131
A. este pobre corazón, Al buen amigo causante,
No le pagues mal su amor, De nuestra separación,
Porque se ha de retirar, Le estoy muy agradecido,
Calladito y sin dolor. Porque fué mi salvación.

1126 1132
Agua que busca su centro, Al cariño que te di,
No le han de poner represi, No lo has sabido apreciar.
Los desprecios que Ud. ir,e hace, Pues mi amor no se merece
Los recibo con fineza. Que tu le pagues tan mal.

1127 1133
¡Ahijuna, ahijuna puchita! ¿Al corazón me lo pides?
Zonza loca, zonza loca, —Ahí lo tienes, ahí lo tienes,
Deja de pensar en otros, Pero no le andis pagando,
Soy tu dueño en esta época. Con desdenes, con desdenes.

1128 1134
¡Ahijuna putita! Algún día tu caerás,
Sombrero soroche, En aquel error que hiciste,
¿Dónde me querís llevar Cuando quieras no podrás,
A hacerme la de esta noche? Recobrar lo que perdiste.

1129 1135
Al amor de esta serrana, ¿Algún otro te ha ofrecido
Yo no lo puedo entender, Oro y plata a cantidades?
Hay días que quiere bien, ¿Te han ofrecido grandezas?
Otros no me puede ver. Por mí no pierdas caudales.

1130 1136
A la puerta de tu casa, Al monte se va por leña,
Helándome me tenibas, Pero por varilla no,
Decí: ¿Por qué no salibaa Si usted lo dice por mí,
En jachaques del meyando? Eso no lo admito yo.

(1127) Ahijuna puchita: Forma moderada, suave y decente de esta frase espa-
ñola común en la gente del campo ¡Ah, hijo de una gran p...l Se apocopa la prime-
ra parte y se cambia la segunda. Ver a este respecto. E. F. Tiscornia. M. Fierro,
Pág. 48.
(1128) Soroche: Llaman los nativos de los cerros altos de Catamarca y Salta
toroche a la "puna", a la asfixia producida por la rarefacción del aire o por otros
agentes telúricos en las altas cumbres y también llaman los mineros soroche a la ga-
lena, al sulfuro de plomo.
La copla alude al sombrero de color de la galena, vale decir gris o plomo.
(1129) Que un día me quiere mucho
El amor de esta serrana Y otro no me puede ver.
Yo no lo puedo entender; R.M. 3828
(1130) En jachaques del meyando Vale decir. So pretexto de mear, de orinar.
(1134) Cuando quieras, no podrás
Algún día tú caerás Recobrar lo que perdiste»
En aquel yerro que hiciste; R. M. 4468
UíO J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

1137 1144
A los hombres no les creo Anda diciendo tu madre,
Aun cuando jurar los viera, Que una reina te mereces,
Porque los hombres arriesgan, Y yo como no soy reina,
Por lo que pu.' pudieran. Te aconsejo que me dejes.

1138 1145
A los ojos de mi cara, Anda diciendo tu mama
Los tengo que castigar, Que vos valís más que yo,
Porque miran con cariño, ¿No sabe esa vieja tonta,
A quien mal pago les da. Que una cabra te crió?

1139 1146
Allá va mi rabonita, ¡Anda, ingrata, que has de hallar,
Pongamelén la colita, Otro que te pague mal,
Por buscar contentamiento, Y cuando quieras volver,
Es bellaca la maldita. A mí no me has de encontrar.

1140 1147
A mí la vieja me quiere, A ninguna en este mundo,
Porque soy muy querendón, He querido más que a tí,
Sólo su hija no me deja, Y que no me correspondas,
¡Malhaya su corazón! Ese es mi mayor sentir.

1141 1148
Amor fingido, fingido, Antes, cuando mozo hi sío,
Que andas fingiendo dolor, Nunca quise criatura,
Ya me has cambiado con otro. Vean que diabla es la moza,
Ya no me tienes amor. Ya ha puesto mi amor en duda.

1142 1149
Amorosa, sin cariño, ¡Aprende, ingrata, a querer,
Ingrata de voluntad, Y a tener correspondencia!
Habías tenido otro dueño En persona como tú
¿Ajeno o cuyo será? No es disculpa la inocencia.

1143 1150
Amor que viene trocado, Aquel momento no olvido,
No lo quiero ni un instante, Recordándolo me mata,
No quiero que reine en mí, Cuando yo te había pedido,
No siendo firme y constante. Que no me fueras ingrata.

(1138) Por miran con cariño


Los ojitos de mi cara A quién no deben mirar
Los tengo de castigar, R. M. Nota a la C. 3949.
Porque miran con cariño (1144)
A quién pal pago les da. Anda diciendo tu madre
R. M. 3949 Que la reina te mereces;
A las niñas de mis ojos Y yo, como no soy reina.
Les tengo de regañar, Te aconsejo que me deje».
R. M. 6006.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA M

1151 1158
A un pobre di una limosna, ¡Ahijuna puta, vidita!
Y hasta lloró al recibirla. Dígale cuando la vea,
A tí que te he dado el alma, Que viva con mucha cuenta,
Ni tan siquiera me miras. No la tape la batea.

1152 1159
Aunque te subas al cielo, ¡Ay, mi querida fulana
Y te encuentres en las nuboS( Atienda y ponga atención!
Te tengo que conocer, Siquiera por esta vez
Por el amor que te tuve. Miremé con compasión.

1153 - 1160
Aunque tu no me quieras, ¡Ay, mi querida fulana!
Tengo el consuelo, ¿Pnr qué me echa por los suelos?
De saber que tu sabes, Pueda ser que con el tiempo
Que yo te quiero. Yo le sirva de consuelo.

1154 1161
A vos te ha i pesar ¡ Ay, sí, que lo has hecho bien!
No haberme querido, En ese particular,
Si otro, remedio no encuentras La culpa no tiene el loro,
Llorarás lo que has perdido. Sino quien le enseñó a hablar.

1155 1162
Ayer canté en Ceibalito, ¡Ay, vidita de mi vida!
Hoy canto medio La Pampa, No hagas sufrir a tu amante,
Lo que te pido es negrita, Que te prometió jurando,
Que no me paguís con trampa. Un amor firme y constante.

1156 1163
Ahijuna puta mujer Bajá la vista y mírame,
Tan ingrata como sos, A ver ai me conocís,
Si no me robas el alma Pedí licencia a tu dueño,
Me robas el corazón. Compadécete de mí.

1157 1164
¡Ahijuna puta vidita! Bonito te vas portando,
De mí te fuistes huyendo, Así me has de aquerenciar,
Sin que te deje te fuistes, ¿En qué libro has aprendido
Por eso vivís sintiendo. A olvidar sin avisar?

1157 - a 1165
Sólita viví en tu ausencia, ¡Caballero de fulano!
De mi amor, fuistes huyendo, Amor tuve, amor te di,
Por tu gusto me has dejado, Yo no te ofrecí grandezas,
Tenis que vivir sintiendo. No me eches la culpa a mí.

(1153) De saber que tu sabes


Aunque tu no me quieras, Que yo te quiero.
Tengo el consuelo R. M. 1978.
(1161) Es un refrán conocido el norte.
M2 J U A N A O N S O C A R R I Z O

1166 1174
Cada vez que te dije, Con esas tus agachada^
Que me quisieras, A mí no me anda gustando,
Te subías más alto, Te hacís la disimulada,
Que las estrellas. Y de amor andas tratando.

1167 1175
Causa de tu falsedad, ¿Con eso venís pintando,
Vidita, vivo quejoso, Cara de tuna madura?
Has escogido otro amante, Todo lo que me prometes
Con él serás más dichoso. Se te vuelve levadura.

1168 1176
Ciego del entendimiento, Con lágrimas de mis ojos
Ciego del cuarto sentido, Hoy te vengo a saludar,
Vivo llorando mi suerte, ¿Qué motivos yo te di?
Porque tu amor he perdido. No me quieres contestar.

1169 1177
¡Cogollito de algarrobo! Conóceme por el eco,
Yo te vide florecer, Ya que por el rostro no,
Y ahora que están florido ¿Cómo es posible mi dueña
Quieres verme padecer. Qué me desconozcas vos?

1170 1178
Como corzuela del campo, Conozco el cristal más fino,
Te has dejado cautivar, Y lo brillante del oro,
Volvé, vidita, a tu rancho Las traiciones que me has hecho
Conmigo no has de llorar. A ninguna las ignoro.

1171 1179
¡Cómo dices que me quieres! ¡Corazón de guayacán!
i Cómo dices que me adoras! ¡Alma de quebracho duro!
Estando a corta distancia ¿Cómo querís que te quiera
No me mandas ni memorias. Si tienes dueño seguro?

1172 1179 - a
¿Cómo me sabía decir ¡Corazón de palo santo!
Si se iba me llevaría? ¡Alma de quebracho duro!
Si hoy día se va y me deja ¿Por qué me cautivas tanto
Le ha de pesar algún día. Teniendo dueño seguro?

1173 1180
¿Cómo quieres de mí peras ¡Corazón de palo santo!
Estando el peral en flor Color de palo amarillo,
¿Cómo quieres que te quiera ¿Para qué me cautivaste,
Si es tu corazón traidor? Si me has de echar en olvido?
CANCIONERO P O F U L AR DE SALTA M3

1181 1188
¡Corazón! ¿por qué faltastes? Cuando me vaya de aquí,
¿Qué compromiso tuvistes? Yo sé lo que han de decir.
¿Por qué tan mal le has pagado ¡Qué se vaya y que no vuelva,
Al que por gusto quisistes? No ha sio prenda de sentir!

1182 1189
Corre el agua para arriba, Cuando me vaya o me muera,
Como corre para abajo, Cuando la tierra me coma,
¡Vidita, si me quería Entonces has de saber,
No me des mucho trabajo! Si lo que sirve te estorba.

1183 1190
Crendo que no hi volver, Cuando se vaya de aquí,
Bonito se había vestido, Sólo una cosa le pido,
Bata amarilla se ha puesto, No vaya a beber el agua,
Cintas de color de olvido. De la fuente del olvido.

1184 1191
Cuando alguien te hable de mí, Cuando te veo, niña,
No digas que me has querido, Te amo y te quiero,
Que al amor y a la fineza, Y ese tu amor en cambio,
Vos jamás la has conocido. Es trompetero.

1185 1192
Cuando bien te parecía, ¡Cuántas veces por amarte
¡Con qué gusto me miraste! Daba pasos violentos!
¿Quién te ha hablado mal de mí ¿Por qué es tan cruel mi negrita,
Que tan pronto me olvidaste? Que no atiende mis lamentos?

1186 1193
¿Cuándo en mi patria estaré? ¡Cuántas veces por amarte,
¿A quién mis quejas daré? Sufrí hambre, sufrí vientos!
Triste mi infelicidad, Para que al último, vida,
Tu ingratitud lloraré. Me dieras mal pagamiento.

1187 1194
Cuando me fui para arriba, Cuatro leguas he corrido,
Todas lloraron por mí, Niña, por venirla a ver,
Agora que estoy aquí, Vengo y me la hallo con dueño,
Nadie se acuerda de mí. Niña, me . quiero volver.

(1183) Crendo, por creyendo. Es popular esta deformación en Salta, Catamar-


ca y Jujuy. También oí decir lendo por leyendo.
(1190) cuenta no bebas el agua
¿Dices que te vas mañana? de la fuente del olvido.
vete con Dios, amor mío, J. E. M. 114-1.
(1191) Trompetero: por trompero, engañador.
híU J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

1195 1202
Cuatro leguas hi corrió, Debalde quería matarme
Cinco no puedo correr, ¡Pa lo que yo hi de morir!
Sólo por venirte a ver, Para el año como hoy día,
Y hallarte en otro poder. Siempre te hi de perseguir.

1196 1203
Cuida tu chacra vidita, Decís que no me queris,
Yo no la puedo cuidar, Que yo soy tu aborrecido,
De tanto estar al sereno, El pañuelo que te di
Negrito me vuá quedar. Con gusto lo has recibido.

1197 1204
¡Chacarera, chacarera! De la águila real quisiera,
Chacarera del Tunal, Una pluma de su frente,
¿Por qué te vas y me dejas Para escribirle a mi vida,
Y no me queris llevar? Que se porte como gente.

1198 1205
¡ Chiquitita, chiquitita! De la banda mí hi venío
Como grano de maní De la banda "El Paraná"
Te gusta querer a otro, No hi de volver a venir,
Y no me quieres a mí. Porque me has pagado mal.

1199 1206
Dame la carta de pago, De lo que me prometistes,
Que yo te daré el recibo. Nada me ha salido cierto,
Si la firmas en la arena, Para ser tan mal pagado,
Yo lo firmaré en el río. Más vale me hubiera muerto.

1200 1207
Debajo de un sauce verde, Del sentimiento me río,
Me puse a considerar, De la pena y del dolor,
Lo mucho que te he querido, Para sufrir tus desprecios,
Y el mal pago que me das. Para eso no hallo valor.

1201 1208
Debajo un nogal, De que no me quiera nadie,
Debajo un nogal, A tí me debo quejar,
Allí me pagastes, Que lo que por tí he perdido,
Un bien con un mal. Ya no puedo recobrar.

(1199) El Sr. Marín, trae esta copla parecida:


Vamos a justar la cuenta (1200)
Del tiempo que te he querido; Debajo de un laurel verde
Dame la carta de pago Me puse a considerar
Y yo te daré el recibo. Lo mucho que te he querido
R. M. 4494. Y el mal pago que me das
R. M. 3974.
(1204) Que se porte como gente, vale decir como la gente de bien, de buen
proceder.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA U15

1209 1216
Desde arriba m'hi venío, Dicen que me quiere mucho
En mi caballo mansito, ¡Quién sabe como será!
Pero no te detenias Nunca hi dentrao a su pecho
Pa que hablemos un poquit Pa poder garantizar.

1210 1217
Desde arriba m'hi venlo, Dicen que no me quieres
Sólo por vos, vida mía, Porque no he sido,
Esas tus malas pasiones, El primero en el mundo,
¿Por qué las olvidaría? Que te ha querido.

1211 1218
Desde el día en que te vi, Dicen que no me quieren
Tengo enfermo el pensami<nt0, Porque soy fiero y raspado,
Si no me tienes amor, Ellas han de estar queriendo,
Mi vida será un tormento. Un buenmozo y entregado.

1212 1219
Después de tender la cama, Dice que me quiere mucho,
Vidita, te echaste al suelo. Es mentira, no lo creo,
Y me has dejado llorando, Para tanto cariñito
Como caschi sin consuelo. ¡Tantos desatinos veo!

1213 1220
De todas flores busqué, Dices que no me quieres,
Para ponerte de adorno. Que soy Romero,
Ahora desprecias las mías, El romerito sirve,
Para mi mayor bochorno. Para remedio.

1214 1221
De vicio te has de extender, Dices que nunca has amado,
Como verdolaga en huerta, No me lo digas a mí,
La mujer que a mí me quieta, Más de una vez a mi lado,
No ha de andar la rienda suelta. Temblar de pasión te vi.

1215 1222
Día y noche yo me paso, Dices siempre que me quieres,
En mi casa cavilando, Y no sé por qué razón,
Sin saber si cera cierto, En vez de darme placeres,
O me tendrás engañando. Torturas mi corazón.

(1218) Raspado: Afeitado. Entregado, sencillo, sin pretensiones.


(1219) Para tanto cariñito
Dices que me quieres mucho Pocos desatinos veo.
Y es mentira no lo creo; R. M. 3954.
416 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

1223 1229
Dijo un pajarillo amante: El amor que yo te tuve,
—Nadie se debe casar, Se volvió ceniza y humo.
Si al bien casado le pesa, Así es tu querer, vidita,
¡Qué será al casado mal! Cuando no estás cerca de uno.

1224 1230
Dime si me quieres, El amor y desconfianza,
Dime la verdad, En batalla están conmigo,
Para yo quererte, El amor me pone ciego,
Con seguridad. Y la desconfianza esquivo.

1225 1231
Dime, dueña, la verdad, El beso es una limosna,
¿Qué motivo y qué razón Que brota del corazón,
Tuvistes para agraviar No me riegues, vida mía,
Mi rendido corazón? El dulce pan de tu amor.

1226 1232
Dime, niña, si me quieres, El corazón te entregué,
¡Por Dios descubre tu pecho! Con todita mi pasión,
Que no quiero en este mundo, Y tu corazón ingrato,
Pasar tiempo sin provecho. Me ha pagado con traición.

1227 1233

El alma, mi bien, te di, El cuervo, con ser el cuervo,


Pensando que has de ser fiel, Para a veces su volido.
Como fuistes tan ingrata, ¿Cómo quieres separarte,
Vuelvo el alma a recoger. De un corazón tan querido?

1228 1234

El amor que puse en tí, El deber, no es deshonroso


Tan firme y tan verdadero, Eso le pasa a cualquiera,
Si lo hubiera puesto en Dios, No me tome por tramposo,
Ya hubiera ganado el cielo. Ni menos por calavera.

(1226) (1228)
Dime, niña, si me quieres; Er querer que puse en tí
Por Dios, descubre tu pecho; Tan firme y tan berdaderc,
Que no quiero en este mundo Si lo hubiera puesto en Dios,
Pasar tiempo sin provecho. Hubiera ganado er sielo.
R. M. 1928. R. M. 4389.
Aurelio de Llano E. de A. también la trae en el N° 257, sin variantes con res-
pecto a la del Sr. R. Marín.
Lo hubiera puesto en mi Dios,
Si el amor que puse en ti hubiera ganado el cielo.
Tan firme y tan verdadero ¿ E. M. 186-4.
León Mera, Pág. 80-4, trae esta coph en la misma forma que Machado.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 417

1235 1241 - a
El día que tu te cases, Las botas me tienen loco,
Aquel día muero yo, Porque hace mucho calor,
Se juntarán en la iglesia, ¿Cómo querís que te quiera
Mi entierro y tu velación. Si no me tenis amor?
1236 1242
El juramento que te hice, Encima mi sepultura,
Yo no lo debo cumplir, Allí pondrás un letrero:
Querís que comparta amor, "Aquí descansa un amante
Yo no quiero compartir. El más firme y verdadero".
1237 1243
El mundo se ha dedicado En el campo hay una flor,
Sólo a confundir mi vida, Que le llaman la jamada,
A ponerme por los suelos, ¿Cómo querís que yo sepa
Entre cuentos y mentiras. Si jamás me has dicho nada?
1238 1244
El naranjo tiene espinas, En el campo hay una flor,
El limoncillo también, Que le llaman toda cepa,
Mi corazoncito es tuyo, ¿Cómo querís que te quiera
Y el tuyo no sé de quién. Si jamás me almitís cerca?
1239 1245
El quererla fué mi gusto, En el campo hay una flor,
Ya que tanto mereció; ¡Qué se llama cardo santo,
Habrá sido más dichosa, ¡No me hagas moniar mintiendo!
Pero más constante, no. ¡Ni me hagas presumir tanto!
1240 1245 - a
El quererme a mí quitar, En el campo hay una yerba,
De mi pecho el sentimiento, Que se llama cardo santo,
Es escribir en el agua, Decime si me querís,
Y predicar en desierto. No me hagas padecer tanto.
1241 1246
El zapatito me ajusta, En el fuego en que me abraso,
La media me da calor, Te quisiera ver arder,
¿Cómo querís que te quiera Para que sepas, ingrata,
Si no me tenis amor? Lo que cuesta un buen querer.

(1240)
El quererme a mí quitar Por no acordarme de tí
Este amor del pensamiento Ni con un mal pensamiento,
Es escribir en el agua He de escribir en el agua
Y predicar en desierto. Y he de firmar en el viento.
R. M 3086. L. M. 220-2.
(1243) Esta copla, como la q ue sigue y numerosas otras de Catamarca y Jujuy,
que empiezan con: "En el campo hay... etc." se prestan para introducir ripios en
abundancia, jamada, no es nombre de ninguna yerba, lo mismo que toda sepa.
(1246) As saudades te persigan.
En el fuego en que me atraso Que te nao possas valer;
Te quisiera ver arder, Para que saibas, ingrato
Para que vieras, ingrata, Quanto custa o bem querer.
Lo que cuesta un buen querer. Teófilo Braga II-97-2.
R. M. 3953. Cit. por R. M. en la nota a la copla 3956.
27
U18 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

1247 1254
En la cara se conoce, Esas penas y tormentos,
El amor que es verdadero, Que he padecido a porfía,
No está la monta en decir: Vos también padecerás,
—¡Hijito, mucho te quiero! Seguramente algún día.

1248 1255
En la falda de aquel cerro, Esa tu fina amistad,
Tengo una planta de rosa, Que fué desde muy primero.
Yo no te tengo en los brazos, Lo que te puedo decir,
Porque tu mama es celosa. Como te dure ha i ser bueno.

1249 1256
En la falda de aquel cerro, Esa tu linda boquita,
Tengo una planta i cebil, Y tu lengua engañadora,
Eso quisiera saber Ya me han engañado a mí,
Si nos \ a mos al civil. ¿A quién engañan ahora?

1250 1257
En los telares de amor, Ese amor que me juraste,
Donde se trama y se teje, Que me juraste una tarde,
Ahí has de ver con el tiempo El viento se lo llevó,
Cuando queriendo te deje. En una forma cobarde.

1251 1258
En mi casa no me quieren, ¡Esperanza! bien pudieras,
Porque soy muy calavera, Dejarme de perseguir,
En todo el mundo yo debo, Hasta ver, mi desengaño,
A cada santo una vela. Vidita, t'hi de seguir.

1252 1259
Entre polkas, pocas pocas, Espiga de arroz,
Y mazurcas ralo ralo, Espiga de arroz,
Así me tiene tu amor, Trata con una,
Como lechuza en un palo. No trates con dos.

1253 1260
Eres como el arco iris, ¿Es posible, vida mía,
Que retira la tormenta, Siendo todo mi querer,
Yo me retiro de tí, Que me has cerrado tus puertas,
Pues no me tenis en cuenta. Me has echado a padecer?

(1247) Monta: Se usa esta palabra en la frase por hacer: No está la mota en
decAr o hacer, tal cosa, con el sentido de No estar el quid de la cuestión en decir o ha-
cer, tal cosa. Esta expresión es de uso corriente en Catamarca, Tucumán y Salta.
(1249) Al civil, al Registro Civil, oficina pública donde se registran los casa-
mientos, nacimientos y defunciones.
(1253) Es creencia general entre la gente del pueblo que cuando sale el arco
iris no llueve más, se va la tempestad.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA M9

1261 1268

Esta cajita que toco, ¡Falsa, tirana incostante!


Muy bien, muy bien. ¡Alevosa engañadora!
A mí todos me celan ¿Así pagas a tu amante,
Sin ver con quién. Cuándo en de veras te adora?

1262 1269

Esta tarde y esta noche, Fingías que me querías,


Y mañana como ayer, Y fingías que me amabas,
Llevaré mi desventura Y ahora veo tirana,
Si me dejas de querer. Que con otra te regalas.

1263 1270
Este es el remate nuevo Florcita de palo i lanza,
Sacao del año presente, Aquí traigo tu esperanza,
¿Cómo querís que te quiera No me mires con desprecio,
Cuando vos andas ausente? Que yo pago con costancia.

1264 1271
Es tu amor como una vela, Fueron todas tus palabras,
Que no se apaga ni enciende, Como lluvia de verano,
El amor que me tenis, Por la mañana cayeron,
Nadie en el mundo lo entiende. Por la tarde se secaron.

1265 1272
Es verdad que puse en tí, ¡Granito de arena!
Amor firme y lo olvidastes, ¡Florcita de azahar!
Que yo te olvide por otro, Quereme, vidita,
Claro está que me enseñastes. No me hagas penar.

1266 1273
Es verdad que te he querido, Has dicho que me querís,
Que te he querido y te quiero, Y eso es por entretenerme,
Casarme ahora no puedo, Por gozar de mis cariños,
Veremos para Año Nuevo. Y después aborrecerme.

1267 1274
Es verdad que t'hi querido, ¿Hasta cuándo me tendrás
Que en tí puse mi afición, De centinela en tus puertas,
Y es verdad que te aborrezco Contando todas las horas,
Por tu corazón traidor. Como el reloj dando vueltas?

(1265) Que yo te olvidé por otro;


Zs verdad que puse en tí ¡ Claro está! tú me enseñaste.
Amor firme y me olvidaste; R. M. 4700.
(1270) Palo i lanza: Es un árbol ! los bosques de Salta, de cuyas ramas los
ndios "matacos" sacan varillas para h ¡r lanzas y arcos de flechas. Es muy re-
sistente.
¿,20 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

1275 1281
¿Hasta cuándo vida mía Las estrellas se han caído
Me vas ha tener penando? Y al aire cuatro quedaron,
Echemos la capa al toro, El dolor que a mí me queda,
Aunque revienten hablando. Que por otro me has dejado.

1276 1282
Hasta para que te quiera ¡Llora si tenes vergüenza!
Quieres que te haga llamar, ¡Llora, llora tu cariño!
A mí me cuesta vergüenza Que yo también por tu amor
Tu falta de voluntad. Lloré lo mismo que un niño.

1277 1283
¡Ingrata como ninguna! Llora, llora urataú
Algún día has de llorar, En la sombra y el misterio,
Queriendo al que no te quiera, ¿Quién te va a querer a vos
Así me la has de pagar. Si tu corazón no es serio?

1278 1284
¡Ingrata vil incostante! Mándame a tirar al blanco
De poco conocimiento, En la plaza del Retiro,
Sobradas razones tengo, Donde se están disputando,
De decir lo que yo siento. La ausencia con el olvido.

1279 1285
La palabra que me distes, Mañana y pasao,
No fué bajo juramento, Por ahí hi de andar,
Sólo fué para engañarme, Preguntando a todos,
Que tratastes casamiento. Como te has portao.

1280 1286
La paloma baja al agua ¡Mátame si no te sirvo!
A beber en un pocito, Charquiame, échame a la soga,
Por eso digo cantando: Llévame pa Cafayate
—Tu amor es trabaj osito. Cambíame por algarroba.

(1275) Echemos la capa al toro,


¿Hasta cuándo, vida mía, Aunque revienten ablando.
Hemos de vivir penando? L. M. 125-3.
(1286) Charquiame, vale decir: Hazme charqui, charqui es voz quichua equi-
valente a cecina, carne cortada en hojas, o láminas anchas, delgadas, saladas y seca-
das al sol. El charqui es muy usado en todo el norte argentino, con preferencia en
las zonas secas. No solamente se hace charqui de carne sino también de zapallo; el
zapallo charqui, es cecina de zapallo secada al sol, sin sal. En esta forma se guarda
el zapallo para el invierno.
La soga a que alude la copla es aquella donde se extiende a secar el charqui. Es-
tá en alto, de otro modo los perros familiares se comerían el codiciado charqui. Este
hecho de que los perros coman el charqui y el cuidado consiguiente que exige vigi-
lancia: ha hecho nacer a este refrán: ¡Ojo al charqui!, en el sentido de ¡Ojo! ¡Ponga
atención!
El jpven o galán pide que lo lleven a Cafayate a que lo truequen por algarroba.
Efectivamente en Cafayate, Tolombón, Colalao, el Bañao y Fuerte Quemado, que es-
tán en el valle de Santa María o de Yocavil (Parte sud de los Valles Calchaquíes)
abundan los algarrobos cuya fruta, la algarroba, es muy apetecida. De la harina de
esta vaina se hace el patay, especie de mazapán criollo.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 421

1166 - a 1294
Matemén y charquiemén Me has hecho sentir,
Pongamén en una soga, Me has hecho llorar,
Llevemén pa Cafayate, Tarde o temprano,
Cambiemén por algarroba. Me la has de pagar.

1287 1295
Me acuerdo de ese momento, Me has hecho sentir,
Cuando juntitos los dos, Me has hecho llorar,
Mutuo amor nos prometimos, Con no volver a tus puertas,
Yo cumplí pero vos no. Ya todo se ha de acabar.

1288 1296
Media luna, luna entera Me prometistes firmeza,
Luna tiene mi bandera, No había sido la verdad,
Yo te encargo, vida mía, A un amor fiel y constante
Que no trates con cualquiera. ¿Por qué le pagas tan mal?

1289 1297
Me dicen que andas diciendo, Me quisiste, yo te quise,
Que no te importa nada de mí, Me adoraste, te adoré,
¿Cómo si te importa Sin darte ningún motivo,
Qué andas haciendo por tras de mí ? Me dejaste y te dejé.

1290 1298
Me dicen que tu te casas, Me voy para lejos,
Mira que pena es la mía, No pienso volver,
Al ver en brazos ajenos, Y dejo a mi negra,
La prenda que yo quería. Que aprenda a querer.

1291 1299
Me dices que no me quieres, Mi casa es debajo l'agua,
Que no me, quieres me dices, En una profundidad,
Que soy hijo de las cabras, Ya sabe joven mi casa,
Criado por las perdices. Si me quiere visitar.

1292 1300
Me han dicho que no me quieres, Mira como se consume,
¿Por qué no me dices franco? La vela de tanto arder,
Decímelo así en la cara Así me consumo yo,
Para no sufrir yo tanto. Por tu ingrato proceder.

1293 1301
Me has hecho penar. ¡Mira estas flores vidita,
Me has hecho llorar, Con cariño y compasión!
¿Por qué, mi vidita, Ellas te dirán llorando:
Me piensas dejar? —No me olvides, corazón.

(1288) Lejano recuerdo de la de los Españoles contra los musulmanes.


¿,22 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

1302 1307
Mirando lo que me has hecho Mozo libre siempre hi sío,
Mucho teñimos que hablar Mozo libre siempre hi ser
Yo no te hi dar mi palabra. Me quieres privar mis gustos,
¡Con traición me has de pagar! Y eso es lo que no has de oler.

1303 1308

¡Mirelán como se va! Mozo pobre siempre hi sio,


Y dijo que me quería, Así pobre me has querido,
Tan presto se va olvidando, Si precisabas riqueza,
El amor que me tenía. ¿Para qué me has consentido?

1303 - a 1309

Mirelán como se va Muerto me quisiera ver,


La que me sabía querer, Por no verme mal pagado.
Tan prontito echa en olvido El que se muere descansa,
L'amor nur- =nbía tener. Y olvida lo que ha pasado.

1304 1310
Mucho la quiero, vidita,
Mi vidita se ha enojado Pero recelo su alteza,
Porque no 1' hi dicho adiós, Tengo miedo que me diga,
¡Hasta mañana, mi vida! ¡Viene con tanta franqueza!
¡Adiós, mi vidita, adiós!
1311
1305
Mucho te quiero, vidita,
No te doy a conocer,
¡Modera tu corazón!
Vos como a perro me tratas,
Amada prenda querida,
Me das un güeso a morder.
Y verás que por tu amor,
Estoy por perder la vida.
1312
1306 No está arriba, no está abajo,
Pero aquí cerquita está,
Motivo nunca has tenido, En la cara tiene pecas,
Pa que te alejes de mí, En la garganta un lunar,
Si no he sido de tu gusto, Y en el pecho ingratitudes,
Dame el alma que te di. Como rosa en un rosal.

(1304) ¡Adiós, morena del alma!


Mi morena se ha enojado, ¡Adiós, morenita, adiós!
Porque no le dije "adiós" R. M. 2459.
(1307) Siempre hi sio y siempre hi ser, por siempre he sido y siempre he de ser.
Los casos de supresión de la preposición de son frecuentes en el habla vulgar.
El No has de oler, por No has de ver o No has de conseguir es de uso frecuente
en Catamarca, Tucumán y Salta. También suele decirse: No has de oler esa flor, por
No lo conseguirás.
(1312) A esta copla la oí a un guitarrero que aludía a una bonita chica en un
baile en San Lorenzo. (Capital).
CANCIONERO COPULAR DE SALTA U23

1313 1321

Xo me dejes tener pena, No por mucho madrugar,


No me dejes padecer, Amanece más temprano,
Si te vas a media noche, ¿Quieres borrar con el codo,
Volvete al amanecer. Lo que has hecho con la mano?

1314 1322
Xo me desprecies, vidita, No porque me andes queriendo,
Yo voy a cumplir tu antojo, Procedas con fantasía,
¿Qué nunca has visto morir, Porque la fruta de este árbol,
Un guapo en manos de un flojo? No dura todos los días.

1315 1323
Xo me digas que te olvide, No porque seas mujer,
Aunque lo pidas llorando, Con paradas no me vengas,
Oye nomás los consejos, A mí no me espantan rosas,
Del que te está aconsejando. Por más espinas que tengan.

1316 1324
No me importa que la lleven, No seas así, mi negrita,
Algún día ha de volver, Entrégame el corazón,
Yo la esperaré en mi casa, Amor pobre y leña verde,
Hasta que aprenda a querer. Arden cuando hay ocasión.

1317 1325
Xo me trates con engaf¡0, No soy piedra, ni soy bronce,
Ni con halagos fingidos¡( Para no saber sentir,
Trátame con la verdad, Lo que mis ojos han visto,
Si quieres que sea tu a m igo. Y lo que yo oigo decir.

1318 1326
Xo me tratís con engafi0 No te arrimes a la rama,
Xi con halagos fingidoS) No me derrames la flor,
Advierte que Boy constante, Arrímate al mismo tronco,
Y cuando quiero no olvido. Verás qué firme es mi amor.

1319 1327
No me tratís con engaños, No te entregaré mi amor,
Porque no soy tu enemigo, Sin tener conocimiento,
La pura verdad te digo. Porque después ya no vale,
Como se dice a un amigo. Llorar arrepentimiento.

1320 1328
No ponga mi amor en duda, No te metas a la huella,
Que en mí no hallará mudanza, Andando bien por l'orilla,
Hágame una promesita, Narices de queso fresco,
Que me sirva de esperanza. Verijas de mantequilla.
m J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

1329 1334
¡Oiga la celosita! ¡Paloma, que ayer estabas,
¿No baraja la bonita? En el jardín de mi pecho!
Tiende ancho para dormir, ¿Por qué has dejado tu nido?
Después se acuesta sólita. ¿Dónde has ido? ¿qué te has hecho?

1330 1335
¡Ojitos de terciopelo! Paloma quisiera ser,
Labios de clavel morado, Paloma del Portezuelo,
No me des tanto pesar, Para dentrar en tu pecho
De sobra es lo que me has dado. Decirte mi desconsuelo.

1331 1336
¡Ojos de perra dañina! Para mí todo es lo mismo,
¿Por qué me has tratado así? Invierno que primavera,
Boca de puerta i corral, Que me maten tus desprecios,
Sentido me voy de aquí. O que por quererte muera.

1332 1337
¡Ojos negros de mi vida! ¿Para qué apagas los ojos
¿Por qué me miráis así Y no me quieres mirar?
Contentos para otra parte Sin duda que ya has hallado
Y enojados para mí? Otro dueño a quien amar.

1332 - a 1338
¿Qué tienen tus ojos negros, ¡Para qué yo habré nacido!
Qué no me miran a mí? ¡Tan desgraciado había sido!
Contentos están con otros Más antes me hubiera muerto,
Empañados para mí. Sin haberte conocido.

1333 1339
¡Pajarito bochinchero! ¿Para qué me das pañuelo
¡Ojos de clavel rosado! Con puntas para llorar?
Seña de que tienes otro Sabiendo que este pañuelo
Y de mí te has olvidado. La vida me ha de costar.

1333 - a 1340
¡Palomita bandolera! ¿Para qué me das pañuelos
Pico de clavel dorado, Con puntas para zurcir?
Ya sé que vivís con otro ¿Por qué no me das cuchillo
Y de mí te has olvidado. Con puntas para morir?

(1330) No me des más que sentir,


Ojitos de terciopelo, Que ya bastante me has dado.
Labios de clavel morado, R. M. 3975.
(1331) Boca de puerta i corral: Debe ser muy grande la boca de la niña para
que merezca compararla con la puerta de un corral, que es una abertura de dos a cua-
tro metros, defendida por cuatro o cin< 3 varas movibles llamadas tranqueras.
C AN C ION E R ~ ,To D rr r A & DE S^LTA 425

1341 1349
¿Para qué venís moniando Porque _a dejo un momento,
Si está tu dueña presente? Le «usa tanta tristeza,
Y si ven tu mala fé J^o ha sido por olvidarla,
¿Qué sabrá decir la gente? Sino por ver su firmeza.

1342 1350
Para visitarte, prenda, ¿Por qué me das un pañuelo
Venía de noche y de d¡a Con puntas para bordar,
Y había sabido tu dueñ,' Y no me das un pañuelo,
El amor que te tenía. Con puntas para olvidar?

1343 1351
Pero, ¿hasta cuándo, all,ejjv Porque no tuve dinero,
Me vas a tener penando, Me dejastes de querer,
Déjate de estar dudandi, ¿Qué rico es el que te ama,
Y contéstame que sí. Interesada mujer?

1344 1352
Planta i chacra, Porque no tenía dinero,
Planta i chacra, No me quisiste mirar,
¿Por qué me mira Yo no pensé que el amor,
Y se agacha? Era cosa de comprar.

1345 1353
¡Pobre mi negra, Porque te has visto querida
Me cela y se va! Te has créido tan soberana,
Tarde o temprano, Los desprecios que me has hecho,
Me la ha de pagar. Los has de pagar mañana.

1346 1354
; Pobre mi negra Por tí he perdido la calma,
M • mira y se va! La memoria y el sentido,
Ei:a con dueño Luego perderé la vida,
Y:> cuidándola! Si no soy correspondido.

1347 1355
? ore soy porque Dios quiere, Por una senda de abrojos,
En mí cabe la prudencia, Vive mi amor renegando,
Soy más humilde que el suelo, ¿Cuándo dejará de andar
Pero mantengo vergüenza. Por Ud. mi amor penando?

1348 1356
;: r qué ha sido tan ingrata? ¡Preciosos ramos de flores!
De tu ingratitud me admiro, Por vos yo vivo penando
X: has sido para acordarte, Como me niegas tu amor,
5. uiera con un suspiro. Triste lo paso llorando.
426 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

1357 1364
Puse al cielo por testigo, Lo que con mi amor has hecho,
Con firme amor te adoré, Con otro lo has de pagar,
Ahora inocente digo: Porque te ha de hacer sentir,
—Mi cariño, vuélveme. Sin haber necesidad.
1358 1365
¿Qué haré yo, vidita mía, Lo que has hecho con la mano,
Si me negáis compasión? Lo borrastes con el codo,
Ya que tanto te quería ¿Esto es lo que yo merezco?
Lastimáis mi corazón. ¿Desprecios y malos modos?
1359 1366
Quéjate si sos quejosa, Los pesares de mi vida,
Yo no te doy ocasión, Todos los puedo sufrir.
Vos te quejas porque quieres, Si me prometís amarme,
Yo me quejo con razón. Y no olvidarte de mí.
1360 1367
Que mi amor te empalagaba, ¿Qué no querís que te cuente,
Tu me lo distes a comprender, La mano que me ha pasao?
La culpa tú la tuvistes, Prenda que he querido tanto,
Que me enseñastes así a querer. Con vilezas me ha pagao.
1361 1368
¿Qué no me sabías decir ¿Qué puñal te puse al pecho,
Que sólita sabías ser? Qué amenazas te hice yo?
Me habías sabido engañar, ¿Chanzas te parecería?
Para hacerme padecer. Chanzas con el amor, no.
1362 1369
La yerba buena se cría, ¿Querís niña que te diga
En la corriente del agua, La pura verdad?
{.Para qué t' hi querer hoy, Mucho tenis de bonita,
Si me has de olvidar mañana? Pero más de vanidad.

1363 1370
Les pido que consideren, ¿Querís que te esté teniendo
Lo que vale esta mujer, Y otro te esté manejando?
Le entregué mi fino amor, Eso no has de ver en mí
No sabe corresponder. Que ande la tipa cargando.

(1362) Porque yo quiero que sea


El llanto sobre el difunto.
La yerba buena se cría R. M. 3826.
En la corriente del agua. (1369)
¿Para que me quieres hcy, Si quieres que yo te diga
Si me has de olvidar mañana? La pura de la verdad,
Si me has de olvidar mañana, Mucho tienes de bonita,*
Olvídame luego al punto; Pero más de vanidad.
R. M. 4266.
(1370) Tipa: La tipa es un cesto en forma de cono truncado, con la base menor
invertida y cóncava para dar lugar a la cabeza. Se hace de simbol, entretejido con hi-
la d« "tana; son resistentes, livianas y de bonito aspecto puesta en la cabeza de una
persona. ; h S**'! »*^
Cargar la tipa: Quiere decir, encargarse momentáneamente de los quehaceres do
otr* para que éste se entretenga en amoríos. Tanto la tipa como la expresión, son su-
mamente usuales en Catamarca.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA U17

1371 1379
Que se divierta mucho, Quizás entre sueños,
Mucho me alegra; Piensas olvidarme,
¿Qué se vaya con otro? Quizás entre sueños,
Ya no, mi negra. Piensas traicionarme.

1372 1380
¡Qué viva el refrán que dice, Sale el sol, sale la luna,
"Un bien con un mal se paga"! Sale el lucero de guía,
¡Mi querida Feliciana, Desde que tu me dejaste,
No me haga sufrir, no rae haga! Tengo contados los días.

1373 1381
¿Quién ha dicho que m'hi muerto, Sale el sol, sale la luna,
Cuando perdido hi andado? Sale el lucero mayor,
Me han dicho que tiene dueño Mi amorcito es amor firme,
La prenda que yo he dejado. Y el tuyo es amor traidor.

1374 1382
¿Quién te ha pegado? ¡Salí ingrata de mi pecho!
¿Venís llorando? Salí mal agradecida,
—Ese es el pago, Mucho tiempo te he tenido,
Que me vas dando. Bien estimada y querida.

1375 1383
¿Quién te ha puesto soga al cuello San Francisco, por humilde,
Para que me haigas querido? Tiene su cuerpo llagado,
¿Por qué te parece infierno Y yo tengo por tu causa,
Después que tu gloria ha sido? Mi corazón traspasado.
1376 1384
Quisiera que me quisieras, Si amoroso a verte llego,
Pero no lo andis contando, Respondes sobresaltada:
Si llega a saber la gente, —Que, anda, vete, vuelve luego,
Nos han de andar reparando. Que ahora estoy ocupada.
1377 1385
Quisiera saber de cierto, Si canto, decís que canto,
Quién te lava y te almidona, Si lloro que te entristezco,
Quisiera ser adivina, Si callo por darte gusto,
Quién va gozar tu persona. Ya decís que te aborrezco.
1378 1385 - a
Quisiera verte en mis brazos, Si canto dices que canto,
Muriendo de amor por mí, Si lloro que te enternezco,
Para que así correspondas, Yo lo hago por darte gusto,
Lo que yo muero por tí. Y dices que te aborrezco.

(1383) Y tu me tienes a mí
San Francisco, por humilde, El corazón traspasado.
Tiene su cuerpo llagado, R. M. 2090.
428 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

1386 1393
Si el clavo da en parte dura, Si la muerte te amenaza,
Se dobla al golpíarlo más, No tengas pena ni susto,
Así has doblao mi paciencia, Yo m' hi de morir primero,
Al quererla machacar. Si por mí pasas disgustos.

1387 1394
Si el corazón me lo pides, Si larga fué tu tardanza,
Ahí lo tienes, ahí lo tienes, Más larga fué mi firmeza,
Pero no le andes pagando, En fin si me pagas mal,
Con desdenes, con desdenes. En vos queda la vileza.

1388 1395
Siempre que salgo a tu encuentro, Si me has de echar en olvido,
Sufro una pena morada, Más vale dame la muerte,
Después no vas a decir, Porque para un hombre pobre,
Que yo estoy equivocada. No hay sacrificio más fuerte.

1389 1396
Si en un caso no me quiere, Si me has sabido querer,
No es fuerza que me aborrezca, ¿Por qué no me has avisado?
Siquiera de cuando en cuando, ¿Por qué me has dejado andar,
Tráteme como merezca. En el mundo descuidado?

1390 1397
Si es cierto que vos me quieres, Si me quiere, mi vidita,
Siempre constante serás, Quiérame con l'alvertencia,
¡Dios nos libre de la vieja! Aunque me vea con otra
Si nos comienza a insultar. Siempre me ha i tener paciencia.

1391 1398
Si es que ahora sos feliz, Si me quieres, dime,
Mientras con pasión te imploro, La pura verdad,
Llegarán tiempos en que, Para yo quererte,
Llorarás como yo lloro. Con seguridad.

1392 1399
Siete meses la he rogado, Si me quieres, dimeló,
Siete más la rogaré, Y si no, dame veneno,
Si a los catorce no cede, Que más prefiero la muerte,
¡Válgame Dios! ¿qué me haré? A verte en brazos ajenos.

(13S2,> Parece estar tomada esta copla del romance de la Viuda Fiel en el pasa-
je que dice:
Siete años lo he esperado Y si a los catorce no viene
Otros siete esperaré Yo sé lo que debo hacer.
(1399) Rodríguez Marín tiene esta copla parecida:
Si me quieres, dimelo, No serás tu la primera
Y si no, dame veneno; Que se lo ha dado a su dueño.
R. M. 1896.
CANCIONERO POP LAR DE SALTA 429

1400 1408
?¡ me quieres olvidar, Si te busco es porque te amo,
Tendré pecho de marfil, Y necesito tu amor,
Tendré corazón de acero, Así es que si me desprecias,
Para no saber sentir. Me moriré de dolor.

1401 1409
Si me quieres ver feliz, Si te miro, son desprecios,
No me has de negar tu amor, Si no te miro es enojo.
¡Vidita, dame esperanzas, Si no querís que te mire,
Porque me mata el dolor! Échame tierra en los ojos.

1402 1410
Si mi destino lo quiere, Si te vas, los dos nos vamos,
lie resolveré a quererte, Yo no me quiero quedar,
Pero si me pagas mal, Porque si te vas sólito,
Me conformaré en la muerte. Prontito me has de olvidar.

1403 1410 - a
Si otra tiene preferencia, ¡Vidita, si vos te vas,
Y ocupa ya mi lugar, Yo no me quiero quedar!
Me retiraré a un desierto Porque si la ausencia es larga,
Puesto que no me ha de amar. Me has de querer olvidar.

1404 1411
Si por los consejos de otro, Si vos te vas y me dejas,
Te quieres arrepentir, Yo no me puedo quedar,
En vano son tus intentos, Te pido que en la memoria,
? rque me lo has de cumplir. Siquiera me has de llevar.

1405 1412
Si querís que yo te quiera, Si vos te vas yo me voy,
Dos cosas has de tener: Yo no me quiero quedar,
La conciencia muy tranquila, Si te vas más adelante,
Y firme amor de mujer. Siguiendo t'hi de alcanzar.

1406 1413
Si supieras la verdad, Si yo tuviera valor,
Y la tuvieras presente, ¡Con qué gusto te matara!
Firme estaría en quererte. Cuando pienso que otros labios
Mi vidita, hasta la muerte. Pueden tocar esa cara.

1407 1414
Si te alcanzan mis suspiros, Sólo basta que me mires,
No te vuelvas del camino, Para poder ser feliz.
Porque tienes que acordarte, Pero cuando te atropello,
Del amor que te he tenido. Te escapas como perdiz.
4?0 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

1415 1423
Sólo quisiera tener, Toda la noche me paso,
La suerte del poderoso, Pensando e imaginando,
Para no ser desgraciado, Sin saber si serís firme
Considerarme dichoso. O me tendrás engañando.

1416 1424
Soy despreciada en el mundo, Todo el corazón te di,
Hecha para padecer. No como vos la mitad.
Más vale que me muriera, Dispone como te plazca
Así nunca me has de ver. Con toda tu libertad.

1417 1425
Soy una niña argentina Todo el que sabe querer,
Soy nacida en "La Frontera" Ha sufrido algún quebranto,
Decís que me querís mucho ¡Vidita, si me querís,
Y andas queriendo a cualquiera. No me hagas padecer tanto!

1418 1426
Tarde la noche a deshora, Toma la pluma en las manos
Al ocultarse mi llanto, Aquí te traigo papel,
Hallarás quien te merezca Pone tu nombre y el mío,
Más no quien te quiera tanto. Firma si sabís querer.

1419 1427
Tengo una linda rosa, Toma la pluma ligero,
Y un verde alhelí, Escribime sin tardanza,
Aunque te quieran otros Aunque vos me pagues mal
Nunca te olvides de mí. En mí no ha de hallar mudanza.

1420 1428
Tengo un canal en mi pecho, Tormentos son los que paso,
De tanto llorar por tí, En sólo considerar,
Vos me miras pa decir Que por tí vivo penando
Y no te dueles de mí. Sin tenerme voluntad.

1421 1429
Tengo yo mi corazón, Traicionera nunca he sido,
Más oscuro que el tintero, Pa traicionar a un amigo,
De ver que no puedo hablarte, Averigua como quieras,
Todas las veces que quiero. Y te verás convencido.

1422 1430
Toda la noche en tu cama, Tres veces mudo quedaste,
Fui la guarda de tu sueño, Mudo sin poder hablar,
Y ahora a tu gusto durmiendo, Para decir lo que sientes
En los brazos de otro dueño. Muy mucho no has de pensar.
CANCIONERA r o r u L A R DE SALTA 43i

1431 1438
Triste es la suerte del ciego, Una pierna tengo aquí,
Que no vé por donde vá, Otra tengo en el bañao,
Pero mayor es la mía, Así me tiene tu amor,
No veo tu voluntad. Todo descuajeringao.

1432 1439
Triste me pilla la tan¡ e Una vez por darme celos,
Y la noche imaginand 0 Te buscastes otro amor,
Sin saber si Ud. me quiere, Dejándome el alma en pena,
O si me tendrá engaña n( j 0 Y herido mi corazón.

1433 1440
Tu me das esperanzas, Un gallo estaba cantando,
Y no me dices, En la rama de un olivo,
El día que mis ansias, Y entre sus cantos decía:
Serán felices. —Si me olvida, yo la olvido.

1434 1441
Tu nombre escribí en l'arena, Usted no ha sio la primera,
Por ver si se conservaba, Que me ofreció el corazón,
Y conforme iba escribiendo, Muchos prometen y dicen,
El viento se lo llevaba. Pero capaces no son.

1435 1442
Una bella palomita, ¡Vas a saber, traidorita,
Que con trabajo busqué, Cómo se trata al amor!
Por adorar a otro dueñ^( Si algún otro te promete
Triste me dejó y se fué Lo que te prometo yo.

1436 1443
Una gotera continua Verde verdecito,
Ablanda un duro peñón, Verde verdonal,
Y con mis dulces suspire», Avísame, vida mía,
No ablando tu corazón. ¿Quién te enseñó a pagar mal?

1437 1444
Un amor que no es amor, Vidita, si me querís
Un querer que no es querer, No me hagas ningún desaire,
¿Qué será? pregunto yo, Mira que en el mundo andamos,
El amor de una mujer. Como paja por el aire.

(1433) Y mis suspiros no pueden


Tu me das esperanzas; Ablandar tu corazón.
Mas no me dices R. M. 1976.
El día que mis ansias (1438)
Serán felices. Una pata tengo aquí
R. M. Otra tengo en er tejao;
(1436) Mira si por tus quereles
Una gotera continua Me jayo espatarracao.
Ablanda un duro peñón R. M. 7154.
(1443) Verdonal, por verdinal.
4?2 J U A N A L O N S O C A R R I Z O

1445 1452
Vidita, si me querís, Vos, negrita, me has dejado,
No seas de mal proceder, Sin que yo te dé motivo,
Yo te he de sacar pa fuera Yo también t'hi de dejar,
Te he de enseñar a querer. En las sombras del olvido.

1446 1453
Vidita, 3i no me quiere, Voy a dejar de querer,
Con dejarme se acabó, Voy a dejar mi pasión,
Así no pasas trabajos, Al fin pude comprender,
Ni yo los paso por vos. Que es falso tu corazón.

1447 1454
Vinistes para mi casa, Ya habrás tunado a tu gusto,
Diciendo que me querías, Agora,ya no hay soltura,
Y sólito me dejaste, ¿Para que me hacís llorar
Como la una del día. Corazón de piedra dura?

1448 1455
Vivo en tormentos, ingrata, Ya llega la tarde,
Por tu mucha tiranía, La noche lloviendo,
Lo que me haces padecer, No ponga imposibles,
Lo has de llorar algún día. Si me está queriendo.

1449 1456
Vos con toditos bailas, Ya marchita por mi llanto,
Menos conmigo, Toma, te brindo esta flor,
Yo sólito había sido, Guárdala como un recuerdo,
Tu aborrecido. De éste que tanto te amó.

1450 1457
Vos dejastes mi cariño, Ya me voy a retirar,
Por querer seguir tu rumbo, Vida, con harto dolor,
¡Anda, que pronto verás, Ya me has cambiado con otro,
El pago que te da el mundo! Ya no me tienes amor.

1451 1458
Vos me quieres, yo te quiero, Ya no sé como decirle,
Ambos los dos nos queremos, Pa que entienda mis razones,
¿Qué hacís que no nos gozamos? Ya 1' hi dicho que la quiero,
¿Por qué es lo que padecemos? Repetidas ocasiones.

(1447) (1450)
Te viniste a mi casa, Tu dejaste mi amistad
Diciendo que me querías Por querer seguir tu rumbo;
Y sólito me dejastes ¡Anda que pronto verás
Como la una del día. El pago que te da el mundo!
R. M. 4000. R. M. 4448.
CANCIONERO p OP U LAR DE SALTA 4?3

1459 1467
Ya no te acuerdas de mí, Yo no me voy a la banda,
¡Corazón de piedra dura! Ni chanciando ni dudando,
Sabiendo que yo por tí, El desprecio que me has hecho,
Paso ratos de amargura. Todavía me anda durando.

1460 1468
Ya no te quiero querer, Yo no quiero a cualesquiera
Aunque me quieras de empeño, Porque soy muy receloso,
Después ya saldrás diciendo, Primado hi de medir bien
Que ya tienes otro dueño. E^é semejante pozo.

1461 1469
Ya se han muerto los dichosos, Yo no sé por qué motivo,
Sólo queda un desgracia*, Mi vida, me abandonó,
¿Cuándo dejaré de ser, Yo no tuve más delito
De tu amor tan desprecio? Que quererla y me olvidó.
1462 1470
Ya sé lo que andas queriendo, Yo no sé qué mal l'hi hecho
Con tus enojos y engañ(, s; ¿Qué cristales hi quebrao
Querís que nada te diga; Que amargan tanto mi vida?
Y eso has de pensar en vano. ¿Qué caudales hi abarcao?
1463 1471
Ya te has ido, palomita, Yo no siento gastar plata,
Ya has remontado tu vu e i 0) En prenda de fundamento,
Ahora te veo otro amante, Sólo lo que siento yo,
; Cómo te dure ha i ser bueno! Son los malos pagamientos.
1464 1472
Ya t'hi visto pues ñatita, Yo no siento la cautela,
Tenis que tener paciencia, Ni la traición-que me has hecho,
Yo soy muchacho soltero, Sólo siento haberte criado,
Llorando vivo tu ausencia. En el centro de mi pecho.

1465 1473
Yo digo que no, Yo no siento que me coma,
Yo digo que si, El tigre más inhumano,
Tus ojos morenos, Sólo siento que mi prenda,
Se burlan de mí. Se ande de mano en mano.

1466 1474
Yo me voy a retirar Yo no soy ni más ni menos,
Porque me han pagado mal, No soy ni menos ni más,
Yo no les seré molesto, Yo no andoy porque me quieran,
No los ofenderé más. Sino que me andoy nomás.

(1459) Sabiendo que yo por tí


Ta no te acuerdas de mí Paso ratos de amargura.
Corazón de piedra dura, R .M. 3893.
88
m J U A N A L F N S O C A R R I Z O

1475 Que la ofensa que me hiciste


No te puedo perdonar.
Yo no te diré mi nombre,
Ni tampoco mi apellido,
Para verte y no gozarte, 1484
Más vale no haber nacido. Yo te amé porque creí.
Que también me amabas tú,
1476 ¡Dulce aroma de mi vida!
Yo no te quise querer, No soñé tu ingratitud.
Vos has sido del empeño,
Tanto que me asegurabas, 1485
Vos has faltado primero. Yo te di mi corazón
Y hoy al ver que me mentistes,
1477 Quedó mi corazón triste,
Yo quiero a una ingrata y bella, Y aplastada mi ilusión.
Sabiendo que yo la adoro,
Dos tantos más que a mi vida, 1486
Se hace la desentendida. Yo te presento esta flor
1478 Matizada con azahar,
Ahora me has de decir:
Yo siempre *.•• había querido, ¿Con quién te vais a casar?
Con toda ir.: voluntad,
Detesté la i^.^dad, 1487
Y nunca te eché en olvido. Yo te quiero a vos sólita,
1479 Y vos querís a un montón
¿Por qué querís repicar
Yo siento pero no lloro, Y andar en la procesión?
Carezco pero no busco,
¿Cuándo me verás salir 1488
Para que queden a gusto?
Yo te quiero, vida mía,
1480 Sin adulación ninguna,
Si ahora no me querís,
Yo soy el malo del mundo, Será mi mala fortuna.
Yo soy el ofendedor,
Quiero que me justifiquen, 1489
En que los ofiendo yo.
Yo te quisiera querer,
1481 Pero no me determino,
Yo soy esa pobre moza Porque me vas a dejar,
Arenita de la playa, Al trote como el zorrino.
Si no le sirvo de nada,
Despachené que me vaya. 1490
Yo te quisiera querer,
1482 Pero tengo desconfianza,
Yo soy pampeñito De que seas como luna,
Me sé divertir, Cada mes tengas mudanza.
¿Qué tanto se le hace
Que no sé sentir? 1491

1483 Yo te vu'a dar, mi vidita,


Platita y buena montura,
Yo tan sólo me contento Después no vuelvas llorando
Cuando te veo llorar, Al pie de mi sepultura.

(1482) Pampeño: Vecino o natural de Pampa Grande. Dto. de Guachipas


DESPEDIDAS, AUSENCIAS,
RECUERDOS Y ESPERANZAS
1492 1500
Adiós, adiós, que me vo?] ¡Adiós, lucero brillante!
. Chile me mandan ir, Que ya me voy y te dejo,
•ame tus brazos, vidita, Sólo con las esperanzas
!ue me vengo a despedir, De volverte a ver, me alejo.

1493 1501
Adiós, adiós, ya me voy' ¡Adiós, madre y adiós, padre!
r
oy a seguir con mi suerte, ¡Adiós, todos mis hermanos!
ólo dejaré de amarla, Ya me llevan a la cárcel,
i Dios me manda la muerte. Atado de pies y manos.

1494 1502
Adiós, adiós, ya me voy! ¡Adiós, mi negra!
Ta jamás voy a volver, ¡ Adiós, adiós!
)ios quiera te dé buen pago Talvez que vuelva,
J& que queda en tu poder. Talvez que no.
1495 1503
Adiós, clavel encarnado! ¡Adiós, mi prenda querida!
Adiós, clavel de mi suerte! ¡Adiós, mi fina pasión!
!i me matas con tu ausencia ¡Adiós, todo mi consuelo!
también me matas al verte. Dueña de mi corazón.

1496 1504
Adiós, espejo sin mancha! ¡Adiós, palomita!
Adiós, luna sin menguante! ¡Adiós! ¿hasta cuándo?
Adiós, vida de mi vida! Si querís querer, quereme,
Adiós, vorazón amante! No me tengáis engañando.
1497 1505
Adiós, florcita! ha llegado
íl momento de partir, ¡Adiós, plantita de arroz!
Adiós, florcita! me marcho Prepara nomás la cama
f me voy sólo por tí. Pa que duermamos los dos.
1498 1506
Adiós, florcita lindita! ¡Adiós, prenda de mi alma!
tosita de Alejandría, ¡Adiós, prenda! ¿Cómo está?
>i no me llega la muerte, Me alegro de verla sana,
ja hi de gozar algún día. Sin ninguna novedad.

1499 1507
Adiós fragante azucena! ¡Adiós, prenda de mi vida!
Adiós, clavel encarnado! Ya no te verán mis ojos,
Adiós, vida de mis ojos! Dejarás de aborrecerme,
Adiós, corazón amado! Se acabarán tus enojos.

(1492) Dame los brazos del alma,


idios, adiós, que me voy Que me vengo a despedir.
r no me quisiera ir; R. M. 3356.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 439

1524 1530
Amor viene por los camp,a Antes, cuando yo era moza,
En el verde no parece, Vestía como parina,
Ella es soltera y bonita, Ahora que ya soy vieja,
Porque ella quiere padece Parezco bolsa de harina.

1525 1530 - a
Anda, dile pajarillo, Antes, cuando yo era moza,
A quién causa mis tormentos, Era como la parina,
Que llorando estoy su a ise ncia, Ahora que ya soy vieja,
Por horas y por momen;oS- Soy como costal de harina.

1526 1531
Ándate papel volando, Antes, cuando yo era moza,
A donde está mi queridj Me andaba de cara buena,
Si te pregunta si lloro, De orégano eran los campos,
Dile que todos los días. Y los montes yerba buena.

1526 - ^ 1532
Ándate papel volando, Antes, cuando yo era moza,
Donde está la prenda mfa Me salía a retozar,
Dile que por ella lloro, Ahora, que ya soy vieja,
Toda la noche y el día. Ya no puedo ni trotar.

1527 1533
Ándate papel volando, Antes, cuando yo era mozo,
A las manos que te mando, Usaba mi freno i copa,
Si te tratan con desprecia Agora que ya soy viejo,
Volvete papel llorando. Apenas mi chuspa y coca.

1528 1533 - a
Ándate papel volando, Antes, cuando yo era mozo,
Vola sin intermisión, Usaba mi freno i copa,
De aquel corazón ingrata, Agora que ya soy viejo,
Traéme contestación. Trajino la chuspa i coca.

1529 1534
¿Ande estará, mi vidita? A orillas del mar me fui,
¿Si se acordará de mí? Y me senté en la ribera,
¿Si me tendrá en la memoria, Me puse a considerar,
Como yo la tengo aquí? JSi esta rubia me quisiera!

(1530) Parina (f.). Phoenicoparrus andinus (Phil). Es un ave palmíneda na-


Y A P S E S ' C ° n ? 1 U m a S c ° l 0 T . s a n ^ e ' ™e en las lagunas de las « S a i n a s .
Yo he cazado parmas en Cochinoca (Jujuy).
(1534) Y empecé a considerar:
A orillas del mar me fui ¡ Si esa niña me quisiera.,
T me senté en la ribera
R. M. 1823.
440 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

1535 1540

Aquí estoy hecho un congojo, Ayer le mandé un brillante,


Mi cara está por los suelos, Con letras de amor constante,
Cuando no la puedo ver, Hoy le mando a preguntar,
Con nombrarla me consuelo. Si me quería por su amante.

1536 1541
Aquí hi venido, vidita, ¡Ay, hijo! dijo mi madre:
A darte el último adiós, El día que yo me muera,
Llorando gotas de sangre, Te han de mirar los parientes,
Al ver mi separación. Como si un extraño fueras.

1537 1542
A una flor que yo vide, ¡Ay, mi vida, que anda ausente!
No la dejo de mirar, ¡Qué vida estará pasando!
Mi alma se va por ella, ¿Quién me la tendrá en los brazos?
Y yo no me atrevo hablar. ¿Quién me la estará gozando?

1538 1543
Ausente estoy de tu vista, Cantaré mi despedida,
Pero no del pensamiento, Aunque con harto dolor,
Te quiero tanto, alma mía, Porque ningún despedido,
Suspiro a cada momento. Lleva alegre el corazón.

1539 1544
¡Ay, esperanza! Casa vieja,
¡Ay, esperanza! Llavi i tiento,
Ya viene el día, ¿Cuál será, vidita mía,
Y el sol me alcanza. Cuál será su pensamiento?

1540 1544 - a
Ayer le mandé una carta, Quincha i cuero,
Con letras de amor constante, Llavi i tiento,
Haciéndole preguntar, ¿Cuál será, vidita mía,
Si me quería por su amante. Cuál será su pensamiento?

(1544) "Quincha i cuero


Yavi i tiento." He aquí la descripción, la más sintética posible de un
rancho.
He visto en los Valles Calchaquíes puertas de madera de cactus, que tenían ata-
duras de tiento (tiras de cuero) a guisa de cerradura. Más humildes que estas casas
serían sin duda aquellas con paredes de cuero, vale decir con quinchas de cuero, que
no he visto nunca.
Es de advertir que los arrenderos de los ricos propietarios, construyen sus casas
provisoriamente como les sea más fácil, sin comprometer capital alguno, dado el ca-
rácter precario de su tenencia, pues un buen día el patrón o dueño, ordena el des-
alojo del arrendero y éste debe levantar de nuevo su casa en terreno de otro terrate-
niente.
De ahí que las viviendas de los peones de estancia o de los arrenderos sean como
chozas de indios, sumamente sencillas.
CANCIÓN ERO POPULAR DE SALTA
m
1545 1552
De San José soy,
Como para hacer „ o r a r ! De San José soy,
Me acuerdo de m i v í í i í f o Hoy me despido,
Que no me sabía ^ Y el quince me voy.

546 1553
Con mi tristeza p r o f u n d a , Desde que la conocí,
£1 corazón se me i a r t e Muchas veces he tenido,
Y el alma se me 4sgarra Antojos de verla sola,
Al tener que a b a í ^ ^
Pero jamás he podido.

J
547 1554
Cuando me fui a C a f a y a t e , De todas las niñas que hay,
De ti yo me fui a c o r d a n d o > Sólo una me está gustando,
Aunque no contini, a m e n t e ¿Cuándo llegará esa vez,
Siquiera de cuand(, e n c u a n d 0 - Que la pueda estar gozando?

1548 1555
Dame la mano, viq^ a
De tu boca quiero un beso,
Dame la mano y adj¿g
De tus brazos un abrazo,
Si te duele el coraz on De tus ojos las caricias,
Apróntate vamonos Y de tu amor un pedazo.

1¡>49 1556
Daré vuelta a mi challo, Echaré mi despedida,
Me sentaré a descansar, ' Es tu es, porque ya nos vamos,
¡Adiós, parientes y hermanos! Algún día nos veremos,
Ya no me oyeran cantar. Si Dios quiere y vivo estamos.

1549 . a 1557
Daré vuelta mi caballo, El amor de las casadas,
Y comenzaré a marchar, Yo lo quisiera saber,
¡Adiós, parientes y hermanos! Porque las casadas saben,
Que ya me voy a ausentar. Cómo han de amar y querer.

1550 1558
Decís que te vas, En el campo la esperanza,
¿Cuándo volverás? Hallé un paraíso florido,
Llorarán mis ojos, De otras flores no me acuerdo,
Hasta que vuelvas. Pero de esa no me olvido.

1551 1559
De Chile al Perú, En esta fecha me voy,
De Chile al Perú, Ya no volveré jamás,
Que Dios la conserve, Soy como Tagua del río,
Con vida y salud. Nunca vuelve para atrás.
442 JUAN AL 0 N § 0 CAgRizo
1560 1568
En mis tiempos, cuando mozo, Me mira y se va,
Cuando sabía argumentar, Tal vez volverá,
Cautivaba corazones, Ahora no hay cómo,
Cuando empezaba a cantar. Pa'l año será.

1561 1569
En mis tiempos, cuando mozo, Mensajeras de alegría,
Me comía pan y queso, Son las flores que te envío,
Ahora que ya soy viejo, En vez de llevar fragancia,
Ya no como nada de eso. Llevan el cariño mío.

1562 1570
Esta florcita te mando, Mi destino, ¡qué dolor!
Aunque no es de mirasol, Me obliga a dejarte ya,
Esa manchita que tiene, Más, mi alma con vos queda,
Es sangre del corazón. Y mi cuerpo sólo va.

1563 1571
Esta va por despedida, ¡Palomita mensajera,
Y por despedida va, Con un hilo colorado!
El que quiere y no es querido, Decile a mi corazón,
Muy bien despedido está. Si yo soy su bien amado.

1564 1572
Hoy me separo de tí, ¿Para dónde pajarillo,
Parto por obligación, Vuelas tan precipitado?
Y llevo en mi corazón, Llévamele este suspiro,
El no olvidarme de tí. A mi bien idolatrado.

1565 1573
Los pichones cuando nacen, Para el año, cuando llegue,
Nacen dándose besitos, Si no me muero, h'i volver,
¿Cuándo querrá Dios del cielo, A ver si corren las aguas,
Que seamos pichoncitos? Por donde solían correr.

1566 1574
Lleva jilguero costante, ¡Qué triste es el ausentarme,
En tu pico este papel, Lejos del pago querido!
Para que pueda mi amante, Cuando me vaya de aquí,
Pasar la vista por él. No me pongas en olvido.

1567 1575
Mañana me voy, Quisiera tener la pluma,
No voy a llorar, De la garza más overa,
Hoy me despido, Para escribir y mandarle,
La dejo de amar. Por más lejos que estuviera.

(1565) ¡Cuándo querrá Dios del cielo


Los pichones cuando nacen Que seamos pichoncitos!
Nacen dándose besitos. Mil. C. 96-4.
CANCIONERO POP üLAR DE SALTA m

1576 1584
Recibe, prenda de mi alma, Triste está mi alma y llorosa,
Con amor este papel, Tanto sufrir le da pena,
Y cuando a tus manos llegue- Los pesares me envenenan,
Pasa la vista por él. ¡Adiós, palomita hermosa!

1577 1585
San José tiene su rama, Un recuerdo de mi amado,
Y San Francisco un cordón, Es este anillo de amor,
Así quisiera tener, Aunque me vea separada,
De mi amante el corazón. Por el destino traidor.

1578 1586
¿Se acuerda, vidita mía, Un santo dicen que tiene,
Cuando tratamos de amores? La paloma y el olivo,
Debajo de un limón verde, Y yo quisiera tener,
Le alcancé un ramo de flores. De mi amante el apellido.

1579 1587
Si las nubes fueran tinta, Verdecito me mantengo,
Y el cielo fuera papel, Como palito de lanza,
Escribiría y le mandara, Por más lejos que me vaya,
A mi estimado clavel. Yo no pierdo la esperanza.

1580 1588
Si te vas pa lao de arriba, Voy a echar mi despedida,
Mis recuerdos le has de dar, Tal vez me vaya y no vuelva,
A esa morenita ingrata, Porque no hi comprao la vida,
Que no la puedo olvidar. Y mi puesto está en "La Selva".

1581 1589
¡Te acordarás, vida mía, ¡Vuela, vuela, pajarillo!
Que un Domingo de mañana, ¡Vuela, vuela, picaflor!
Me alcanzastes una rosa, Anda, dile a mi querida,
Y un clavel por la ventana! Que me muero de dolor.

1582 1590
¿Te acuerdas, vidita mía, ¡Vuela, vuela papelito!
Del Martes de Carnaval, En alas de aquel halcón,
Cuando yo andaba a caballo, Anda y trae la respuesta,
Y vos me querías besar? De aquel duro corazón.

1583 1591
Todos tienen algo, Ya camino, ya me voy,
Yo quero tener, Ya me voy a separar,
Una buenamoza, Dame la mano, mi vida,
Para mi querer. Ya no t'hi poder hablar.
c A R
m JUAN A L F O N S O R i z O

1592 Aunque sintiendo dejar,


Ya desfallece mi aliento, El espejo en que me miro.
Se ofusca mi corazón,
Ya llega el fatal momento, 1599
De nuestra separación. Ya me voy, ya no hi volver,
Porque no tengo qué ver,
1593 La prenda que yo adoraba,
Ha cambiado de querer.
Ya me despido de tí,
Ya me voy, preciosa flor,
De tus brazos me retiro, 1600
Con mucha pena y dolor. Ya que el destino ha querido,
1594 Que me separe de vos,
Ya me vengo a despedir, Lloraré toda mi vida,
Vida mía de mis ojos; i Adiós, corazón, adiós!
No quiero hallar a mi vuelta,
De mi querer, los despojos. 1601
Yo la sé vivir espiando.
1595 Como a dañino león,,
Ya me voy, ya me despido, Yo la sé vivir desiando,
Ya me despido llorando, Hambre le tengo a su amor.
Por los caminos yo voy,
Gotas de sangre regando. 1602
Yo quisiera ser paloma,
1596 Paloma de buen volar,
Ya me voy, ya me estoy yendo, Para andar de tierra en tierra,
Señores: ¡Hasta otro día! Y llegar donde ella está.
Para el año volveré,
Si Dios quiere, como hoy día. 1603

1597 Yo soy esa pobre moza,


Vestida de sobrepelo,
Ya me voy, ya me retiro, Algún día Dios me ha i dar,
De tu presencia me alejo, Vestido de terciopelo.
Siquiera para memoria,
Este corazón te dejo. 1604
Yo ya me voy,
1598
Ya me voy ir,
Ya me voy, ya me retiro, Ya me estoy yendo,
Voy a seguir otro giro, ¡Adiós, Tastil!

(1603) Sobrepelo: El sobrepelo es una tela gruesa de sesenta centímetros por


cuarenta, que se usa para poner sobre el lomo del caballo bajo la montura. Los sobre-
pelos que yo he visto tejer en Catamarca y Salta son verdaderas alfombras, sin fri-
sas, con dibujos, y guardas tejidas de estilo calchaquí. El espesor de estos sobrepelos
suele ser de un centímetro.
Se los teje en el suelo, plantando cuatro estacas. La urdiembre como la trama
son de lana de oveja, teñida de diferentes colores, con preferencia rojo y verde. Hay
mujeres y hombres que se dedican al trabajo de hacer sobrepelos exclusivamente.
La copla dice: Vestida de sobrepelo, y no porque use éstos en su traje sino por
que usa telas burdas, barracan o picote.
DESDEN, DESPRECIO, ODIO
Y OLVIDO
1605 1611
Ahí han de ver tonto s viejos, Al cielo pido justicia,
Cuando de hambre and e n al trote, Que conforme mates, mueras,
Ya no ha de haber qui e n les dé Y que mis ojos te vean,
Panza, libro, ni cogote. Queriendo sin que te quieran.

1606 1612
Ahí, te mando mis amores, Alégrate que me voy,
En un pañuelito overo, Llora que no hi de volver,
La mujer cuando es honrada, Si vuelvo hi de volver tarde,
No se cambia por dinero. Reinando en otro poder.

1607 1613
:A la bola volando, Algún día, santito,
uz. voladora, Fui tu devota,
Que le corten la cola, Ahora, por Dios te pido,
Por querendona! Que busques otra.

1608 1614
Al anillito tuyo, Al pedo andas gambetiando,
l o eché en un pozo, Como avestruz charabón,
.Para qué quiero anillo Si no te quiero nadita,
De hombre celoso? ¿A qué me contás tu amor?

1609 1615
-. las viudas no las quiero, A mí también me fascinan,
-ur.que se vistan de seda, Sus palabras amorosas,
Porque del primer marido, Pero creo, caballero,
i-Iguna maña les queda. Que nunca me hará dichosa.

1610 1616
Al cabo de tantos años, Andando te has de perder,
Ter.go mi gusto cabal, Como la ciudad de Bsteco,
"i ro tengo quien me cele, Como me dejes la manta,
. r.ienos a quien celar. Aunque te lleve el fleco.

(1611) (1613)
: Dios le estoy pidiendo Algún día, santito,
:omo me matas mueras; Fui tu devota,
:e vean mis ojitos Y ahora por Dios te pido
er y que no te quieran Que busques otra.
E. M. 4624. R. M. 4729.
(1614) Al pedo, modismo equivalente a: de balde, en vano.
Charabón, suele ser usado como sinónimo de avestruz pero es más común en el
:io de rabón, sin cola.
Sadita, Diminuto de nada. Ya vimos en la nota a la copla N9 50 diminutivos pa-

1616) Esteco, véase la nota a la canción N» 46.


IM J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

1617 1624
¡Anda, palomita ingrata! Antes, cuando eras mía,
Tanto me has hecho llorar, Eras una flor de albahaca,
Casi he perdido la vida, Ahora que no sois nada,
Llegando a tu palomar. Sos como una plasta i vaca.

1618 1625
Ándate con quién quisistes, Antes, cuando eras mía,
Con la prenda que degistes, Eras media, media dura,
Con ella merecerás, Ahora que no sos nada,.
Lo que conmigo perdistes. Pónete sal en la u . . .

1619 1626
¡Ándate con quien quisistes! Antes, cuando te quería,
¡Con quien quisistes ándate! Eras como perla fina,
No estoy pa calentar agua, Ahora que no te quiero,
Para que otro tome mate. Sos como bosta i gallina.

1620 1627
¡Ándate pa donde quieras! Antes, cuando te quería,
¡Pa donde quieras ándate! Eras mozo caballero,
Que no soy para tu gusto, Ahora que te aborrezco,
Ni menos para aguantarte. Sos un burro zapallero.

1621 1628
¡Ándate, tirano, ándate! Antes, cuando te quería,
¡Ándate con quien quisiste! Eras perla, eras coral,
A ver si con él ganastes, Ahora que no te quiero,
Lo que conmigo perdistes. Sos basura de corral.

1622 1629
¡Ándate y no te creas! Antes, cuando te quería,
Que en la luna me has dejao, Eras una flor rosada,
Que por vos no hi de llorar, Ahora que no te quiero,
Otra mejor m' hi de hallar. Sos una fruta pasada.

1623 1630
¡Anda vos, falso, falsario! Antes, cuando te quería,
Falso, ingrato, engañador, Eras un granito de oro,
Como los vientos variable, Ahora que no te quiero,
Y como Judas traidor. Eres como bosta i loro.

(1619) Tomar mate, beber la infución de yerba mate; que se prepara en una ca-
labaza chica llamada mate.
(1624) Plasta i vaca: Guano fresco de vaca.
(1625) Ura: Voz quichua que quiere decir: lo de abajo. También suele dársele
por extensión un sentido grosero que no tiene en sí el vocablo.
(1627) Burro zapallero: Asno acostumbrado a comer zapallos.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 449

1631 1637
Antes, cuando te quería, ¿A qué vienes a pintar,
Te peinabas a menudo, Estando la pera verde?
Ahora que no te quiero, No te extrañes cuando diga:
Sos como choco lanudo. —Perro que ladra no muerde.

1632 1638
Arriba de tu tejado, ¡Ay, Dios con la colorada!
Tengo un pinito plantado, Tan flaca y aguanacada,
Cuando el pino me dé pinas, Ligera pa las patadas,
Andaré yo a tu mandado. Verijas desguañangadas.

1633 1639
Así dicen y así sale, Ayer comí una limita,
Amor viejo ya no vale, Hoy comí la cascarita,
Habiendo plata y jabón, Aunque me quieras, vidita,
No ha de faltar quien me lave. Yo no te quiero nadita.

1634 1640
Así se les hace, Ayer me fui a confesar,
Pa que sean firmes, Y me dijo el confesor,
¡Oiga la cochina, Que si no te olvido pronto,
Cosa que no sirve! No tengo perdón de Dios.

1635 1641
Asómate a la ventana, Ayer tarde, para verte,
Si te querís asomar, Abrí las cuatro ventanas,
Si no queris no te asomes, Y ahora para no verte,
A mí nada se me da. Todas las tengo cerradas.

1636 1642
A sus puertas han venido, Calentate como teja,
Señora, los amadores, Pues yo no m'hi calentar,
Pasando ríos crecidos, Otra ingrata como vos,
Pagando a los nadadores. En donde quiera hi de hallar.

- ^ 3 1 l Choco-a, perrito faldero, lanudo. Es voz usada en Catamarca y Tucu-


man. En Salta y Jujuy se les llama saschi.
(1632) cando o pino dea uvas
Teño de prantar un pino estaréi o teu mandado.
enriba d'o teu tellado, C. Gallego. Tomo l°-175-75.
(1638) Aguanacada, como las verijas del guanaco.
Desguañangada: Despatarrada, desquiciada.
(1640) (1641)
Ayer me fui a confesar Algún día porte ver
L?\¡ í?« f c ° n -, e S O T * Abrin
P ° r t a s e ventanas;
que ai no te olvido pronto Agora por non te ver
no tengo perdón de Dios. Todal-as teño cerradas.
Ml1
- C. 221. c. Gallego-Tomo 1 73-2. 29
450 J U A N A L F O N S O Q A k R I Z O

1643 1650
¡Calíate gaucho baboso! Decís que has hecho promesa,
Orejas de mancarrón, De no volverme a querer,
La boca te va quedando, Escóndete, traicionera,
Como ternero mamón. Donde no te pueda ver.

1644 1651
¡Calíate loro bocón! Decís que no me querís,
Amante a comer semilla, Porque no tengo qué dar,
A vos no te digo nada, Cásate con el reloj,
Anda a cuidar tu familia. Que a todas las horas dá.

1645 1652
Cambian las aves su nido, Decís que ya no me quieres,
Cambia el tiempo el parecer, Pucha que lo siento mucho,
¿Cómo no hi de cambiar yo, Cuando fumo mi cigarro,
También mi nuevo querer? A la m i e r . . . tiro el pucho.

1646 1653
Casi, casi me quisistes, De mañanita te quise,
Casi, casi te he querido, Al medio día no tanto,
Si no es por el casi, casi, Sobre tarde cayí en cuenta,
Casi me caso contigo. Lo que te quise y me espanto.

1647 1654
Cierto e3 que te quise, De vicio me has de buscar,
Pero no te amé, Como a la espina en la tuna,
Hay mucha distancia, Tan amante a enamorar,
De amar a querer. Hecho el mozo con fortuna.

1648 1655
¡Cinta negra, boliviana! De vicio me has de dar miel,
Cortadita con tijera, Como colmena en la flor,
Tú me dices que me quieres, Ese tu amor lisonjero,
Más vale no me quisieras. No tiene zumo ni olor.

1649 1656
Cinta verde abotonada, De vicio me has de dar vueltas,
Te ciñes en la cintura, Como mariposa en peña,
Tu amante vive en la sombra, Toavía en el mundo no existe,
Engreído de tu pintura. Esa que ha de ser mi dueña.

(1651) Cásate con el reló,


Dicen que no me quieres, Que a toda las horas dá.
Porque no tengo que dar; R. M. 4106.
(1652) Pucho. Tratándose del cigarrillo es la colilla y de la vela, el cabo. En
general llámase así a los restos y heces.
También suele decirse a los saldos de cuentas, así: Quedé debiendo un puchito, o
Todavía me falta cobrar unos puchos.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA UM

1657 1661

De vicio me has de mirar, De vicio te has alabado,


Con el blanco de tus ojos, Que yo te lavé los platos,
Ahora estoy con mi dueño, Eso es lo que no has de ver,
En vano son tus enojos. ¡Chinita de malos tratos!

1658 1662

De vicio venís moniando, Diz que me vas a dejar,


Con tus alforjas vacías, Cuando pase carnaval,
Parecís zapallo helado, Por eso no hi de llorar,
Que lo cortan de la guía. Tal vez buscando hi de hallar.

1659 1663

De vicio venís moniando, El amor que yo te tengo,


Cara de palo borracho, Es como el corcho en el agua,
Sólo el cencerro te falta, Que por más que quiera hundirse,
Pa ser marucho i muchachos. Siempre arriba sobrenada.

1660 1664
De vicio te andas guasquiando, El que no me quiera a mí,
Como tiento de otro apero, No se cuente por dichoso.
Ya t' hi dicho muchas veces, Que quien me desprecia a mí,
Que es a otra a la que quiero. EB un gaucho pretencioso.

(1659) Palo borracho, o Yueh&n, es un árbol que llega a diez o doce metros de
altura, su tronco ovoide y corpulento suele tener hasta dos metros de diámetro, razón
por la se le suele usar como depósito de cereales y hasta para guardar agua, a manera
de noque.
Da una fruta como una pera, en su interior tiene un fino algodón que bien pu-
diera llamarse seda vegetal, su fibra es corta y muy lustrosa. La madera de este árbol
es blanda. Su corteza es rugosa y espinuda. Desprendida la corteza se descubre una
capa de fibras largas muy resistentes, las cuales se extraen y se usan para hacer
sogas. Con estas cintas vegetales se envuelven, en Catamarca, los atados de hojas de
tabaco que venden los agricultores. La operación de atar las hojas para formar un
cilindro de tabaco de veinte centímetros de largo por cinco de diámetro se llama, Ma-
nejar.
El Yuchán es tan resistente como las cuerdas de cáñamo, a más ofrece la venta-
ja de poder extraerse en forma de cintas, como la rafia.
(1660) Guasquiando, viene de guasca, látigo que se hace de cuero crudo.
Guasquiarse, es escabullirse.
Guasquiarse de un lao para otro, como se dice vulgarmente, es andar mostrán-
dose, ostentándose sin objeto alguno.
(1661) Chinita. Usada así Fulana es una chinita, indica desprecio, pero si se
dice: Mi chinita o chinitilla- entonces, es cariño.
En Catamarca, Tucumán, Salta y Jujuy es muy común el verbo chinitear equiva-
lente a andar buscando mujercitas de medio pelo, por supuesto no para el servicio do-
rr.éstico ni cosa parecida.
Los sáltenos conjugan mucho este verbo.
452 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

1665 1671
El tambor es tu retrato, En la falda de aquel cerro,
Mucho brillo, mucho ruido, Grita el toro por la vaca,
Si se mira por adentro, Ni por oro, ni por plata,
Se encuentra que está vacío. Yo no quiero mujer flaca.

1666 1671 - a
En el campo hay una flor, En la falda de aquel cerro,
Que se llama la pomada, Hay una cruz de hojalata,
Otros mejores que vos, Yo no me caso con flaca,
No me vienen con monadas. Ni por oro ni por plata.

1667 1672
En el campo hay una flor, En la falda de aquel cerro,
Que se llama San Vicente, Tengo formado un chiquero,
¿Cómo querís que te quiera, Para encerrar mis ovejas,
Si está tu dueño presente? Y echarte a vos de carnero.

1668 1673
En el campo hay un yuyito, En la falda de aquel cerro,
Que lo llaman cardo santo, Tengo un atado de lana,
Te estás alabando al ñudo, Si no me querís ahora,
Cuando no merecía tanto. Te has de quedar con las ganas.

1. 19 1674
En el campo hay un yuyito, En la falda de aquel cerro,
Que se llama dos por tres, Tengo una caja de lata,
No se piense, señorita, Ahí tengo todo remedio,
Que el amor es para Vd. Para curarte la mata.

1670 1674 - a
En la cara te conozco, En la falda de aquel cerro,
Que me quieres olvidar, Tengo una taza de plata,
El "Padre nuestro" lo dice: Ahí tengo varios remedios,
"Hágase tu voluntad". Para curarte las matas.

(1665) Y si se mira por dentro,


El tambor es tu retrato: S'encuentra qu'está vacío.
Que mete mucho ruio R. M. 4269.
(1666) Lo mismo que dije de las palabras jamada y toda sepa en la nota a la
copla 1243, se puede decir de la palabra pomada de esta copla, es una invención o ri-
pio para consonantar con monadas.
En confirmación de lo que digo véase el San Vicente de la copla 1667, y el dos por
tres de la 1669; el pueblo como el poeta culto tiene sus ripios.
(1668) Al ñudo. Como: Al pedo, de la copla 1614, equivale a en vano o de balde.
No he oído usar ñudo en el sentido de nudo.
(1670) En el padrenuestro dice:
En la cara te conozco "Hágase tu voluntad".
Que me quieres olvidar; R. M. 4702.
(1674) Mata. Equivale a Matadura: Ambas formas son usadas indistintamen-
te en el norte del país.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 453

1675 1681
En la falda de aquel cerro, Esta mujer está loca,
Tengo una planta de espada, Quiere que la quiera yo,
De vicio venís moniando, ¡Que la quiera su marido!
China, verijas paspadas. El tiene 1* obligación!

1676 1682
En la falda de aquel cerro, Es tanto lo que te quiero,
Tengo un corral de ladrillos, Y tan firme mi costancia,
Para encerrar a mis yeguas, Que ya quisiera tenerte,
Ponerte a vos de padrillo. A cien leguas de distancia.

1677 1683
En la puerta de mi casa, ¡Florcita de anís!
Tengo un zapallo pupulo, ¡Florcita de anís!
Si no te casas conmigo, Yo no te quiero,
Metete el dedo en el c . . . Porque otra tenis.

1678 1684
En la punta del pañuelo, ¡Flor de nogal!
Tengo un juramento atado, ¡Flor de nogal!
De no volver a querer, Prenda con dueño,
A la familia Mercado. No me hace caudal.

1679 1685
Enójate y revolvete, Has dicho lo que has querido,
Salite al campo y véngate, Y te has quedao con el tanto,
De mi c . . . has de hacer poro, Orejas de burro viejo,
En ese has de tomar mate. Hocico de perro ñato.

1680 1686
En un rancho tengo yo, Has pensado en agraviarme,
Una vaca y un ternero, Buscando dueña mejor.
Sólo me faltabas vos, No son agravios con gustos,
Para cerrar el chiquero. Antes me has hecho un favor.

(1675) Planta de espada: No conozco la tal planta, supongo que no es más que
r ;. io para buscar consonante con paspada.
(1677) Pupulo, viene de pupu o pupo, ombligo en quichua. Pupulo es persona
di ombligo abultado.
Zapallo pupulo: Es un zapallo con un apéndice o prominencia en la parte opuesta
£. tronco.
(1679) Poro: Llámase así en Catamarca, Salta, Jujuy y Tucuraán al mate con
guarniciones de plata o a este utensilio hecho en su totalidad de plata.
(1681) (1682)
I :a serrana está loca; Es tanto lo que te quiero
Quiere que la quiera yo; Tanto el amor que me abrasa,
' la quiera su marío Que te quisiera tener
i tiene la obligasión. A cien leguas de distancia.
R. M. 4869. R. M. 4759.
Ü5U J U A N A L F N S O C A R R I Z O

1687 1694
Humito de paja i trigo, Me mandastes a decir,
Venis a jugar conmigo, Por carta, que me olvidabas,
Si no conocía las senda, Cuando llegó el parte a mí,
Yo te enseñaré el camino. Ya de vos no me acordaba.

1688 1695
La mojarrita del agua, Niña de los veinte novios,
Busca sitio donde estar, Conmigo serán veintiuno,
Así voy buscando yo, Si todos son como yo,
Cómo poderte olvidar. No te ha de servir ninguno.

1689 1696
La mujer que no me quiera, No creas lo que te he dicho,
Que se deje de j o . . . , La copla no es copla mía,
Si Vd. no me quiere a mí, Si te quise fué un capricho,
Yo fuerza no 1' hi de hacer. Pero no te quiero hoy día.

1690 1697
Las esperanzas son verdes, No creas que por tus enojos,
Verdes como hoja i nogal, Me he de poner a llorar,
¡Amante a pagar desprecio, Quien me quiera no hay faltar,
Y también a pagar mal! Sin que yo salga a buscar.

1691 1698
Le dije y l'hi de decir, No le hace, vidita mía,
En toda forma y manera, Que me olvides con el tiempo,
Que un besito de mi boca, Después de lo bien gozado,
No lo merece cualquiera. Las cartas las lleva el viento.

1692 1699
Me dicen que andas diciendo, No me digas que soy tuyo,
Que te quiero por los trapos, A mi dueño no le gusta,
Eso es lo que no has de ver, Flor de tusca, flor de tusca,
¡Cochino de malos tratos! El que no tiene, se busca.

1693 1700
/ Me has rebalsado de amor, No me haces ningún agravio,
Pensándole equivocarme, Vidita, con enojarte,
No sos más que una apariencia, Vidita, lo que mes has hecho,
Y has pretendido engañarme. No tengo con qué pagarte.

(1692) Trapos. Traje, prendas de vestir.


(1694) Cuando llegó el parte a mí,
Me mandaste a decir Ya de tí no me acordaba
Por carta que me olvidabas; E. M. 4705.
Ver también A. de Llano, 525 y A. Sevilla 1123.
(1695) Si todas son como yo
Niña de los veinte novio3 Te quedarás sin ninguno.
y conmigo veintiuno; R. M. 4999.
CANCIONERO r OP U L A R DE SALTA 455

1701 1708
No me importa de tu amor, Nunca más te quise el bien,
Ojalá vaya y se pierda, Desde que mal me quisiste,
Porque en llegando a mi casa, Déjalo al mundo rodar,
Tengo más amor que m i e r . . . Que viva el que aborreciste.

1702 1709
No me importa que te enojes, ¿Pa qué se mete a cantar,
De tus desprecios me río, Si la lengua no le ayuda?
Hay muchachitas bonitas, Cara de matambre seco,
Como piedras en el río. Reyolcao en la basura.

1703 1710
No me importa que te vayas, Piedrecitas me tiráis,
Y que de mí no te acuerdes1, Piedrecitas de aquel alto,
No ha i ser el primer carnero, Yo no quiero tus amores,
Que en el camino se vueive. Amores de sobresalto.

1704 1711
No me traigas yuyos secos, Por aquella cruz bendita,
Ni paja para encender, Que está puesta en la pared,
No creas que soy tan zonza, Hice yo mi juramento,
Para volverte a querer. De no volverte a querer.

1704 - a 1712
No me traiga yerba seca, Porque me ves pobre y fiero,
Ni paja para encender, Hasta el habla me has negao,
¿Cuándo soy tan sirvengüenza, Ándate con el que quieras,
Para volverte a querer? El mundo no se ha acabao.

1705 1713
No pienses que m' hi secado, Por tu gusto me has querido,
Estoy más verde que un yuyo, Y ahora te parece mal,
De vicio me estás mirando, Ándate con el que quieras,
Ahora ya no soy tuyo. El gusto es de cada cual.

1706 1713 - a
No por mucho madrugar, Por tu gusto me has querido,
Amanece más temprano, Y hoy te ha parecido mal,
También te puedes quedar, Ándate con el que quieras,
Con el ijar en la mano. Que para mí es carnaval.

1707 1714
No quiero querer a nadie, Que me olvide de tí,
Ni quiero ser su querida, Yo sé que me quieres.
Quiero que sea mi enemigo, ¡Nunca te conocí,
Quiero ser su aborrecida. Ni sé quién eres!

)v (1709) Matambre. m. Lonja de carne generalmente de poca gordura o flaca,


que está entre el cuero y sobrecostilla del animal vacuno. (Segovia). También se llama
vaquero o visacara, esta última palabra es quichua y se puede descomponer así: visa
o huisa, panza y cara, cascara o cuero.
U5S J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

1715 1723
Que quede bien remediado, Si dice que no me quiere,
Que yo me consolaré, Por eso no vua llorar,
Que no queden ni las güellas, Me atengo a que el mundo es grande,
De un amor que ingrato fué. Quien me quiera no ha i faltar.

1716 1724
¡Retírate de mi lado! Si en mi última agonía,
Ya no te puedo mirar, Me dan vida para verte,
No quiero ser tu querido, Yo no lo consentiría,
Quiero que me aburrezcás. Preferiría la muerte.

1717 1725
¡Retírate de mi lado! Si en tu puerta se para,
Ya no te puedo mirar, Un perro flaco,
Ándate con el que quieras, Trátalo con cariño,
Ya te di la libertad. Que es tu retrato.

1718 1726
i Se acabó nuestra amistad! Si en un caso no me quiere,
Ya no te acuerdes de mí, No hay mal que por bien no venga,
Resuelto estoy a olvidar, Haciendo la diligencia;
Y a no pensar más en tí. Sólo que suerte no tenga.

1710 1727
Se me hace, se me hace, Si este mozo no me quiere,
Lechuga sin flor, Nada hago con afligirme,
Dejar a mi amante, Otro mejor no ha i faltar,
Por otro mejor. Con quien pueda divertirme.

1720 1728
Señores, yo soy un pobre, Si no me quería, vidita,
Pobre pero delicado, Yo no te voy a rogar,
Yo no sé querer usar, Porque no pierdo gran cosa,
Prendas que otros han usado. Si yo pierdo tu amistad.

1721 1729
Si amor me pide, Si porque te quiero,
No l'hi de dar, Te hacís de rogar.
Yo no lo quiero, Ándate a la m i é . . .
Me ha de olvidar. Mala voluntad.

1722 1730
Si dentro al agua me mojo, Si porque te quiero quieres,
Si dentro al fuego me quemo, Que yo la muerte reciba,
Me retiraré de tí, Mete tu amor en el c . . .
Y tengo un peligro menos. Y dale siete fruncidas!

(1723) Vua. Contracción de voy a. Es muy usada en el norte.


CANCIONERO f U f U L A R DE SALTA 457

1731 1737

.eris querer, quereme, Tuve un amor en peligro,


n deja de j o . . , Y un domingo se acabó,
s mocitas me dicen: Me dijo que había dejado,
ro verme en tu poder. Lo que conmigo pensó.

1732 1738
5; quieres que yo te ¿igá, Tus ojos me hacen llorar,
Te lo diré en dos r a i n e s , Sin consolar mi dolor,
Eres hombre de dos taras, Para otra tenis amor,
Y de malas condiciones. Pero me la has de pagar.

1733 1739
Sombrerito paja i trigo, Un juramento me hiciste,
Cinta de yjca de araija, >v De no olvidar mi querer,
Barbiquejo de zaraza. Ausente me has traicionado,
Conmigo no has de hacer baza. Mis ojos no te han de ver.

1734 1740
T- quiero, por que te vi, ¡Vidita, si no te sirvo,
T-; vi porque Dios lo quiso, Peíame con agua hirviendo!
Y al ver que poco me quieres, Es el gusto que yo tengo,
Me pesa el haberte visto. De estar con otro, y vos viendo.

1735 1741
¡Tonta tú, tonta tu mama! Vua formar una laguna,
Tonta tu abuela y tu tía, De lechuga y verdulaga,
¡Cómo querís que te quiera, Queré nomás a tu dueño,
5: sos puras tonterías? Ya tengo donde alzar agua.

1736 1742
Tu presencia me repugna, Vuela el chimango y el tero,
Pagaría por no verte, Y también el picaflor,
C mo has cambiado de nombre, Y si los pavos volaran,
AJÍ has cambiado de suerte. También volarías vos.

(1732) Eres hombre de dos cara3


Si quieres que te lo diga, Y de malas condiciones.
Te lo diré en dos razones K. M. 3902.
(1733) Yica o Mea, voz quichua que significa red y aplicado al entretejido que
hacen las arañas seria, lo que nosotros llamamos tela de araña.
(1734) (1735)
Te quise porque te vi Tonta tú, tonta tu mare,
y te vi porque Dios quiso; Tonta tu agüela y tu tía;
Y al ver que poco me quieres, ¿Cómo quieres que te quiera,
Me pesa de haberte visto. Si eres de la tontería?
R. M. 4410. R. M. 4990.
La forma: P... tú, p... tu mare, etc. que trae R. Marín en la nota a la copla
V 4990, es tradicional en Salta.
458 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

1743 1747
Ya te cansaste de mí, Yo no solicito a nadie,
Fué tu gusto el olvidarme, Menos a quien se retira,
Bien puedes considerarme, Porque tengo la venganza,
Muy separado de tí. De olvidarlo si me olvida.

1744 1748
Ya te he dicho varias veces, Yo soy como golondrina,
Que no me hables en la calle, Paso el mar en un volido,
Que la lechuga no s' hizo ¿Cómo querís que te quiera,
Para tan simple vinagre. Cuando tantos te han querido?

1745 1749
Yo no siento que me deje, Yo soy como la florcita,
Después de haberme querido, Florcita de primavera,
Después de lo bien gozado. Le aviso que no lo quiero,
Poco será lo perdido. Porque es Vd. un cualquiera.

1746 1750
Yo no siento que me dejes, Yo soy el que siempre he sido,
Siento el haberte querido, Aquí y en todo lugar,
Haber ocupado el tiempo, Al que me quiere, lo quiero,
En un mal agradecido. Al que no, no 1' h'i rogar.

(1744)R. Marín trae esta copla parecida:


Aunque me ves chiquitita No se crió la lechuga
Huérfana de padre y madre, Para tan flojo vinagre.
R. M. 4959.
En portugal hay esta copla, más parecida a la de Salta que la española:
Nao venhas á minha rúa, Nao se criam alfacinhas
Pois das passos embalde; Para táo frouxo vinagre.
Pires, N» 77
R. Marín, N? 4959 (Nota).
TEORÍA Y CONSEJOS AMATORIOS
1751 1758
A la mañanita, Al corral vuelve la oveja,
Y al amanecer, Y la paloma a su nido,
Qué lindo es amar, Sólo al corazón no vuelve,
fiando pagan bien. La ilusión que se ha perdido.

1752 1759
AI amor lo pintan, Al más sabio le pregunto,
En una azucena, Sobre el asunto de amor,
Por eso se usa, Si qué sería mejor,
Querer cosa buena. Olvidar o ser traidor.

1753 1760
Al amor lo pintan, A lo lejos se conoce,
En un papelito, La mujer enamorada;
Por eso se usa, Le palpita el corazón,
Querer un poquito. Como paloma trampiada.

1754 1761
A la mujer cuando enviuda, A los hombres hoy en día,
Ponerle trama, No se les puede mirar,
Por seguir a los mozos, Porque en seguidita dicen:
Se desparrama. Esta me quiere pescar.

1755 1762
A la mujer nunca es bueno, Al que es pobre y quiere novia,
Ni retarla ni sobarla, Las viejas se vuelven fieras,
El remedio que ellas tienen, Ahí lo tienen dando vueltas,
De no matarlas, dejarlas. Como muía panadera.

1756 1763
A las mujeres casadas, Al que es rico y quiere novia,
Quererlas es un dolor, Las viejas no hallan qué hacer,
Y después dirá la gente: Se vuelven puros cumplidos,
—Ahí va ese descasador. A ver si la hacen caer.

1757 1764
Al asomar el bigote, Al que te quiera, querelo,
También el amor asoma, Al que te adore, adóralo,
Y el hombre se descalzona, Al que te juegue vileza,
Procurando una mujer. Por mi consejo, déjalo.

(1753) Porque se estila ahora


Al amor representan Querer poquito.
Chiquirritito, R. M. 5811.
(1762) Muía panadera. A esta coplí la oí en "El Galpón". Allí llaman panade-
ra a la muía que mueve el malacate de a panadería local. La bestia da centenares
de vueltas atada al palo.
462 J U A N A L F O N S O C A n R I Z O

1764 - a 1771
La que te quiera, querela, Antes cuando era chiquito,
La que te adora, adórala, No sabía lo que era amor,
La que te muestre vileza, Ahora ya grandecito,
Por mi consejo, dejala. Lo lamento y con dolor.

1765 1772
Amarguras he pasado, Antes cuando era chiquito,
Con el amor que hace mafia, No sabía lo que era amor,
Y más amarga había sido, Ahora que soy grandecito,
La desgracia que acompaña. Se me presenta el dolor.

1766 1773
¡Amiguito de fulano! Antes cuando era chiquito,
Le voy a dar un consejo, Sombrerito valenciano,
Que no deje de querer, Ahora que soy grandecito,
Aunque se rompa de viejo. Consejos me dan en vano.

1767 1774
A mí me dicen el tonto, Aquel que no tenga amores,
Porque me paro andequiera, No se pare de llorar,
Más tontas son las mujeres, Que para llorar son pocas,
Que quieren a cualesquiera. Todas las aguas del mar.

1768 1775
Amores escondidos, A aquel que vive queriendo,
Por tiempo largo, No se le debe ocultar,
Si en tragedia no acaban, Que la ausencia y el olvido,
Será milagro. No se saben separar.

1769 1776
Amores tuve, A tu mujer, si te cela,
Todo se acaba, Convídale mazamorra,
No hay bien que dure, Y si te sigue celando,
Ni penas largas. Seguile mazamorriando.

1770 1777
Amor es una senda, A un amante apasionado,
Tan sin camino, Lo vide querer sacar,
Que quien va más derecho, Con un eslabón de seda,
Va más perdido. Centellas de un pedernal.

(1768) (1770)
Amores escondidos Es amor una senda
Por tiempo largo, Tan sin camino,
Si en tragedia no acaban que el que va más derecho
Será milagro. Vas más perdido.
R. M. 5861. R. M. 5778.
(1773) Sombrerito valenciano: No se qué sombrero será ese. No pude hallar
noticias de tal clase de sombrero.
(1775) Es un vicio muy arraigado en nuestro país el usar el verbo saber por el
verbo soler. En Susque, caserío del Territorio de los Andes, oí decir a esa gente in-
mediatos descendientes de los indios: Eso nomás soy comer por: Eso nomás suelo co-
mer. Aquí el verbo soler se confunde con ser..
CANCIONERO P O PTJ LAR DE SALTA 463

1778 1785
.-. y. ue encerrada me tengan, Como pajarito triste,
Zri--.ro de cuatro paredes, Que salta de rama en rama,
A .. sombra que hace un dedo, Así el varón es sin culpa,
~; e-oza lo que uno quiere. Cuando la mujer lo llama.

1779 1786
A;-, mi señor de fulano! ¡Corazón sin experiencia!
• urca se fie en mujer, No te empeñes en amar,
'."ir:- que lo han de dejar, Que después te ha de pesar,
Arando sin tener buey. El no hallar correspondencia.

1780 1787
Caballero de fulano! Cuando se quieran casar,
No le haga caso a la suerte, Abran los ojos primero,
iue se va cuando ella quiere, Porque el engaño siempre anda,
Vuelve cuando se divierte. Con el casao y el soltero.

1781 1788
Cal ¡ate, no le hagas caso! De dos que viven amando,
<o hagas tanto sentimiento, Así la pasión entiendo:
"ratalo como lo trato, El hombre jura mintiendo,
- e;á las cosas pal tiempo. La mujer miente jurando.

1782 1789
Zaramoñita blanca, Dejala al agua correr,
.•¿r:ro rosado! Déjalo al verde brotar,
•": :e enamores, niña, Déjalo al triste que llore,
Z-i hombre casado. Llorando se ha i consolar.

1783 1790
.¿.r Jn que ha sido lumbre, De los delirios de amor,
7ir.-o entendido, Nadie se debe fiar,
."•re poco que lo soplen, Porque ellos se desvanecen,
i ; , i a encendido. Como la espuma del mar.

1784 1791
i.- .-neinto me has pedido, El amar prenda con dueño,
i ; : : e casamentera, No es amor sino dolor,
Z«K; :és no vayas a andar, Amar bien pa que otro goce,
Z x . n d o tu cabellera. Es el tormento mayor.

.782) CaramoñUa, diminutivo de caramoña. Caramoña es una planta silves-


J la conozco.
7S3) (1790)
que ha sido lumbre, De los delirios de amor
entendido Nadie se debe fiar,
go a poco soplo Porque éstos se desvanecen
encendido. Como la espuma en el mar.
R. M. 6053. R. M. 5808.
464 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

1792 1798
El amor como las flores, El hombre cuando se casa,
Tiene espinas penetrantes, Es como si se muriera,
Para un placer mil dolores, Polo mintiendo podrá,
Tiene la vida de amante. Hallar mujer que lo quiera.
1793 1799
El amor es un bichito, El hombre cuando se casa,
Que por los ojos se mete, Ha de saber su deber,
Y llegando al corazón, Con esmero ha de cuidar,
Da fatiguitas de muerte. Su caballo y su mujer.
1794 1800
El amor es un niño, El hombre que a las faldas,
Que cuando nace, Les tiene apego,
Mientras más chiquitito, No es hombre de veras,
Más satisface. Es un borrego.
1795 1801
El árbol del cariño, El que quiera ser querido,
Dos ramas tiene. Nunca se debe ausentar,
La una produce celos, Que juntos suelen andar,
La otra desdenes. La ausencia con el olvido.
1796 1802
El bocado del amor, El querer es un placer,
Es más dulce que la miel, Cuando uno es correspondido,
Pero en ciertas ocasiones, Pero querer por querer,
Amarga como la hiél. Yo no le encuentro sentido.
1797 1803
El hombre casado, El querer y el ser querido,
Debe atender, Todo está puesto en balanza,
A los cuernitos, El querer es apetito,
De su mujer. Y el olvidar es venganza.
1797 - a 1804
El hombre casado En cuestiones de querer,
Debe atender, No se puede dar consejos,
A sus hijitos, ,[ Que en la ciencia del amor,
Y a su mujer. ' No hay ni sabios ni maestros.

(1792)
El amor, cual ciertas floies, El amor es un bichito
Tiene espinas penetrantes, Que por los ojos se mete,
Y reserva a los amantes, Y en llegando al corazón,
Por un placer mil dolores. ¡ Francisco Javier,tenete!
L. M. 76-6. L. M. 240-6.
(1793) (1796)
El amor es un bichito El bocado del amor
Que por los ojos se mete, Es más dulce que la miel;
Y en llegando al corazón Pero en ciertas ocasiones
Da fatiguitas de muerte. Amarga como la hiél.
J. E. M. 87-1. R. M. 5786.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 465

1805 1812
£ B el árbol del amor, Hay ojos que se están viendo,
Las hojas son ilirsiones, Y no se pueden hablar,
Se caen si las marchitan, Se consuelan con decir:
Les ingratos corazones. —El tiempo dará lugar.

1806 1812 - a
Zc el trance del amor, El tiempo dará lugar,
No hay parientes, no hay hermanos, Pero no se sabe cuándo,
El más verdadero miente, Porque para mí los tiempos,
Y el más amigo es tirano. Cada vez se van mudando.

1807 1813
En el valle está lloviendo, La aceituna en el molino,
En el alto está nevando, Hace aceite y alpechín,
Mi vidita, en el desierto, La mujer que quiere a muchos,
De rama en rama volando. No puede tener buen fin.

1808 1814
En las huellas del cariño, La nieve crece en invierno,
Busca rico si querís, Las plantas en el verano,
Y cuando te deje el rico, El amor crece en el mundo,
Del pobre te acordarís. Durante todito el año.

1809 1815
En las huellas de la vida, La que trata los hombres,
Y en los trances del amor, Con malos modos;
El más verdadero miente, Sin gustarle ninguno,
Y el más amigo es traidor. Le gustan todos.

1810 1816
Gallina que cacarea, Largúese para adelante,
Es señal que ha puesto huevo, Llevando el amor de guía,
Y mujer que anda celando, El amor con la constancia,
Es señal que ha puesto cuerno. Se han de encontrar algún día.

1811 1817
Hay pesares en el mundo, Las flores y los cariños,
Que atormentan el sentido, Hay que saberlos cuidar,
Esperar a quien no viene, La flor sin agua se seca,
Querer y no ser querido. Amor, sin beso se va.

(1810)
10) Al sur de Bolivia se dice: parir huevos en lugar de poner huevos, como
decimos nosotros al acto de expeler el huevo.
(1813) La mujer que quiere a muchos
La aceituna en el molino No puede tener buen fin.
Bcha aceite y alpechín; R. M. 6029.
Ü66 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

1818 .1824

La viborilla del campo, No te dispongas casar,


En el pasto no parece, Si sos viejo y achacoso,
La moza que quiere a dos, Porque tu mujer ha i ser,
Algún castigo merece. Pa que sirva a cualquier mozo.

1818 • a 1825
La viborilla del campo, Para curar achaques,
De verde ya no aparece, De amores necios,
Los hombres engañadores, No hay mejor que los parches,
Trescientos palos merecen. De los desprecios.

1819 1826
La viborilla del campo, Sabrás que rodando el mundo,
En el verde no aparece, Y circulando en su rueda,
A la mujer más revelde, Una ingratitud se paga,
El hombre constante vence. Siempre en la misma moneda.

1820 1827
Le aconsejo, amigo mío, Salomón, con ser tan sabio,
Que no quiera con firmeza, Sólo un consejo me dio,
No hay firmeza en la mujer, Que a las niñas quiera mucho,
En lo más llano trompieza. Pero que las ruegue, no.

1821 1828
Los besos de las chicas, Si de cristales fueran,
De quince a veinte, Los corazones,
Machan más a los hombres, ¡Qué claras se verían
Que el aguardiente. Las intenciones!

1822 1829
No hay amigo verdadero, Si estás de novia, cuídate,
En el trance del amor, Aconseja San Antonio,
El más cobarde es valiente, A toda mujer soltera,
Y el más amigo traidor. Siempre las tienta el demonio.

1823 1830
No sólo el que debe muertes, Toda mujer celosa,
Anda al sereno y al viento, En la vista es conocida,
También el que anda en amores, Los ojos le viborean,
Lleva la vida a los tientoa. Como una tigra parida.

(1821) Machan, forma del verbo machar, equivalente a emborrachar; embria-


gar. Es esta una expresión muy usada en nuestro país.
(1825)
Para curar heridas Y sino pega,
De un amor necio Ungüento de mal pago
No hay cosa como un parche Que al alma llega.
De menosprecio. R. M. 5909.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 467

1831 Salomón, con ser tan sabio,


Por el amor fué vencido.
Todas las cosas son bueius,
Antes de echarse a perder,
La leche antes de agriarse, 1834
Y lo mismo la mujer.
Yo no sé por qué será,
1832 Todo aquel que ama, padece,
Donde reina el imposible,
Todas las ilusiones, Es donde el amor más crece.
Que el amor fragua,
Son como las espumas,
Que lleva el agua. 1835

1833 Yo soy como mala yerba,


Me arrancan, vuelvo a nacer,
Todos dicen: ¡pobre mozo! No hay animal que se pierda,
Por el amor se ha perdido, En la huella del querer.
FIESTAS, BAILES, CARNAVAL,
NOCHERNIEGOS Y DIVERTIDOS
1836 1842
Acatarrado me hallo, Alegre mocita hi sio,
Ronco del pecho, Alegre vieja hi morir,
Tal vez cantando un po;o, Cuando oigo sonar la caja.
Me haga provecho. Me amanezco sin dormir.

1837 1843
Agora ya estoy Uegand), Alegre mocito hi sio,
De aquel cerro pedreg<¡so, Alegre como mi madre,
?rendo carnestoliendaij ¿Cómo no hi de ser alegre,
T-jasi me muero de go¿0. Siendo de su misma sangre?

1838 1844
Ah, mi querido fulano i Alegre mocito hi sio,
Cuerpito de espiga i trigo, Alegre toda la vida,
Yo no le canto pa Vd ¡Cómo no hi de ser alegre,
Xo sea tan entremetido. Si soy de tan buena cría!

1839 1845
;Ah, mi querido ful^ n 0 ! Alegre mocito hi sio,
Único amigo queridc^ Así nomás pienso ser,
Por Vd. he de atravesar, Me quieren privar mis gustos,
Arroyos, mares y rí()g. Y eso es lo que no han de ver.

1840 1846
Al cura has de preguntar, Alegre muchacho hi sio,
Toando esté diciendo misa, Alegrito siempre vivo,
Si será bueno cantar, Tomg vino en copa de asta,
ZI Miércoles de Ceniza. Tocando una panza y chivo.

1841 1847
Akgre carnavalcito, Alegres somos nosotros,
Alegrito pasajero, Otro alegre no ha de haber,
Después de los cinco días, Ni en Salta, ni en Buenos Aires,
¿ e manda a mudar ligero. Ni en España ha de nacer.

(1842) La caja: Es una especie de pandero español y de tambor o caja de gue-


rra. Las hacen de madera de la región, curvadas húmedas hasta darles forma cilindri-
ca de quince a veinte centímetros de alto y treinta más o menos de diámetro. Los par-
•cbts son de cuero de oveja sin curtir y sin lana. Estas serían las cajas comunes
. - 1: = montañeses de Salta y Jujuy. Las de los bosques que yo he visto en Anta
Metan son grandes, hechas de tronco de "tipas" (árbol regional), cabadas por
t--tr . A este cilindro hueco se le aplican los cueros de oveja y los estiran con
n í r : : ; s o tientos.
I- ítas cajas de los bosques son hasta de sesenta centímetros de largo, por cua-
—=n:z de diámetro.
También he visto en "La Frontera" violines hechos por los paisanos.
1846) La panza i chivo, es la caja, aludiendo al cuero de oveja o macho
: Í ; : : que se le pone de paTche.
It72 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

1848 1854
Alegrita soy, señores, Allá viene Carnaval,
Desde el día que he nacido, Por la cuesta i Tolombón,
¡Cómo no hi de ser alegre, Con su machito cargado,
Si mi padre alegre ha sido! Dándole hasta el corazón.

1849 1855
Alojita de algarroba, Allá viene el Carnaval,
De la vainilla amarilla, Por la costa el Saladillo,
¿Cómo me queris voltiar, ¡Cómo quedarán los mozos,
Sin echarme zancadilla? Sin un medio en los bolsillos!

1850 1856
Allá va "El Gato" criollo, Allá viene don fulano,
No pa los gringos, Levantando polvareda,
La carrera se corre, En su potro cari blanco,
Con buenos pingos. Con su zaino de carrera.

1851 1857
Al veinte i Febrero, ¡Amiguito de fulano!
Cayó Carnaval, Verdecito como yuyo,
Causa mi gaucha, ¡Como no hi de cantar yo,
Perdí mi caudal. Cuando cantan los coyuyos!

1852 1858
Allá viene Carnaval, A mí me llaman "El Fiero",
Por la cofa i Tala Pampa, Y por fiero me han premiado,
Se viene haciendo la fiesta, Más vale un fiero dichoso,
Por Guachipa i Coripampa. Que un hermoso desgraciado.

1853 1858 - a
Allá viene Carnaval, Todos me dicen: "El Fiero",
Por el campo La Jarilla, Y de fiero soy premiado,
Aquí lo estoy aguardando, Mejor ser fiero dichoso,
Con un caldo de gallina. No donoso y desgraciado.

(1849) Alojita: diminutivo de aloja. La aloja es una bebida refrescante, una


cerveza preparada con muchas substancias. Hay aloja de uva, de membrillo, de
caña de azúcar (Guarapo), de molle (Lithroca-Guilliesii) y algarroba. Esta bebi-
da resulta de la simple «laceración de las frutas de las plantas citadas. Como el
clima es cálido fermenta rápido. Con el mismo procedimiento de la fabricación de
la aloja se hace el guarapo o hidromiel. En los bosques donde abunda la miel
de abejas silvestres, se usa mucho el guarapo, pero la bebida más conocida es la
chicha, de la cual hablé en otro lugar, y la aloja, pero la aloja de algarroba y
no otra.
La algarroba preferida es la blanca, fruto del algarrobo blanco (Prosopis alba).
(1850) El gato, es un baile; para su estudio puede verse: Coreografía Gau-
chesca, del Sr. Jorge M. Furt. (J. Roldan, editor.)
(1854) Dándole hasta el corazón: con la espuelas. Figura usada para indicar
que pica fuertemente al animal.
(1855) Por la costa el Saladillo: quiere decir por la costa de "El Saladillo".
Caso de supresión de la preposición de, común al habla popular de las provincias
del Norte.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 473

1859 1867
A mi no me gusta el vino, Aquí hi venio a cantar,
Ni tampoco el aguardiente, Aunque no me han invitado,
A mí me gustan las niñas, Agora que estoy aquí,
De los quince hasta los veinte. Me daré por convidado.
1860 1868
Andoy queriendo, Aquí hi venio, señores,
Dueña no tengo, Aunque no me han convidao,
La andoy siguiendo, Como soy tan desgraciao,
;Velay, velay! Milagro no me han botao.
1861 1869
Antes cuando era chiquito, Aquí hi venido, señores,
No supe lo que es querer, Como aquel que no hace nada,
Ahora que ya soy grande, A. dejarles la coplita,
Ya necesito mujer. Y a llevarles la tonada.
1862 1870
Antes, cuando era chiquito, Aquí no hay cura ni alcalde,
Todas me querían besar, Todos se casan de balde.
Ahora que grandecito, Tienen que verse sin dueña,
No me quieren ni mirar. Los hombres que llegan tarde.
1863 1871
Aquí es pampa, Arribita nomás canto,
Allá es llano. Ya se pasa carnaval,
Tengo sembrado, ¡Quién sabe si para el año,
Canela y clavo. Volveremos a cantar!

1864 1872
Aquí está este fulanito, Así cantando y bailando,
Que es muy clarito al hablar, Chichita me estoy ganando,
Cuando promete una cosa, Como soy mozo alvertido,
Cuente con seguridad. Buena vida estoy pasando.

1865 1873
Aquí está este mataquito, Así cantando y bailando,
Nacido en las tolderías, Yo sabía pasar la vida,
Aunque mataquito fiero, Esta noche en esta rueda,
Pero soy de buena cría. Mañana en otra cuadrilla.

1866 1874
Aquí está este pobre Cruz, Así para Carnaval,
Tan alegre y forastero, Divididos en cuadrillas,
Cantando se ha i divertir, Hay que cantar y bailar,
En estos pagos ajenos. Durante los cuatro días.

(1870) No hay en la administración de las provincias del Norte ningún em-


pleado con el título de alcalde. Los. funcionarios que dan las formas legales aT ma-
trimonio son los encargados del Registro Cvoil.
WU J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

1875 1881
Aunque se sequen los troncos, ¡Ahíjuna, puta, mocito!
Como nos queden las guías, ¡Qué madre lo pariría!
¡Qué le hemos de hacer, vidita! El se llama Poca pena,
Somos de una misma cría. Su apellido es Alegría.

1876 1882
Ayer me han llegado notas, ¡Ayúdame cuadrillita,
Las notas del Carnaval, A defender mi parada,
La letra viene diciendo: Esta fiesta va a durar,
Mañana me vua casar. Lo menos una semana.

1877 1883
¡Ahijuay, puta Carnaval! Bailecito que me gusta,
¡Que mucho siento dejarte! Es el de la chacarera,
Si al otro mundo te fueras, Porque les digo a las niñas,
Allá me fuera a adorarte. Jugando, pero en de veras.

1878 1884
¡ Ahijuay, puta Carnaval! ¡Caballero de fulano!
T hi can* :-.r y t' hi bailar, Estrellita de la mar,
Y el Mié jles de Ceniza, ¡Qué rica la agua que trae,
También hi cacharpayar. En un vaso de cristal!

1879 1885
¡Ahijuay, puta Carnaval! ¡Caballero de fulano!
Ya bastante me has molido, Hombre lindo y hombre noble,
Por hacer la cacharpaya, No se le haga cuesta arriba,
Cuatro noches no hi dormido. De gastar un peso doble.

1880 1886
¡Ahijuna, pucha ñ'Elena! ¡Caballero don fulano!
Pollera y naguas ajenas, ¿Qué lo ha traido a estos rincones?
Como salga a Carnaval, ¿Ha venido a cortar montes,
De nada se le da pena. O a cautivar corazones?

(1875) Guías: Son los tallos trepadores o rastreros de la planta de zapallo.


(1878) Cacharpayar, despedir; Cacharpalla o cacharpaya: Voz poco común:
"Hombre disfrazado con andrajos, que antes acostumbraba salir, entre nosotros,
despidiendo al carnaval.
De aquí la frase que hemos oído esta vez, de parecer uno Cacharpaya: cuando
un chico o un grande se presenta rotoso o hecho un adefesio. Es tradición indí-
gena. (L. Borda.)
La cacharpaya, hoy es una fiesta de despedida de carnaval que suele durar
varios días después del Miércoles de Ceniza.
También se hace cacharpaya para despedir un amigo.
(1881) Poca pena: Yo me llamo "Poca pena", así principia la copla española
de R. M. 7000.
(1882) En carnaval, suelen formarse grupos de paisanos para salir a diver-
tirse; a estos grupos les llaman cuadrillas.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 675

1887 1890
C?. harpaya, cacharpaya! Campo flor y buena aguada,
Va r o hay temor que se p¡ e rda Alambrado de siete hilos,
3 e ? r achala que se vaya, Cuja, colchón y almohada,
l l e v a la marca en la p i e n ^ ¡Chinita, vos sos mi a m a d a !

1888 1891

C a h i y u y o de l'orilla! ¡Canta, c a n t a palomita!


l í - ate de a g u a florida, ¡Canta flor de maravilla!
: ¡yuyo de Angastaco, Despedite y vamonos,
Va no hay coca ni tabaco. Cuando esté clariando el día.

1889 1892

Cada que suena la caja, Cantemos esta coplita,


De alguna pena me olvido, Hagamos cacharpayita,
Porque no hay cosa más l¡ n da, Digamos al dueño i casa:
Qne estar a "pago y oblig 0 » ¡ H a s t a por la m a ñ a n i t a !

(1888) Cachiyuyo de la nñiin. Cachiyuyo que crece a la orilla de los caminos.


Cachiyuyo de cachi y yuyo, yerba de sal o yerba salada en quichua. Arbusto
'¿Atriplex tucumanensis?) muy alimenticio para el ganado. Abunda en los luga-
res salitrosos.
Se ha dicho con razón que es un Salt-Bush criollo.
Remate de agua florida: Cualquiera puede creer que esto es subastar perfu-
mes,
;
pero no hay tal. Remate es la copla de despedida de una fiesta. Cada per-
Dna que va a divertirse lleva aprendida una copla de despedida llamada remate
v ésta alude a cualquier cosa, suelen ser las coplas más disparatadas que yo oí
ar.tar. Porbablemente el autor de este remate vio algún pomo o frasco de agua
•7orida (perfume) y creyó oportuno poner la palabra; como pudo decir: Este es
-1 remate "de 'l agua del pozo", o de la perdiz volando, o cualquier otra ocurren-
ria. Nótese la incoherencia de conceptos en esta copla; nada tiene que ver un verso
*:r. el otro. Así ocurre en casi todas las coplas de remate.
(1889) Pago y obligo. Esta es una frase hecha muy usual entre gente diver-
- ií que bebe; quiere decir: Acepto su ofrecimiento y obligo a TJd a que beba. Es
- i - 'lien: Acepto su brindis y lo obligo a que acepte el mío.
Entre caballero y señorita o señora; suele usarse este diálogo:
El. — Mi amor con Ud. se va. (Y ofrece bebida.)
Ella. — Correspondido será. (Acepta y bebe.)
Ricardo Palma en uno de sus relatos trae este pasaje en donde se encuentra
:zr ién este diálogo:
''Y empezaron a menudiar las copas y hubo lo de:
< , ' ' * ; •

—Con usted mi amor se va.


—Correspondido será.
—Venga una copa de allá
—¡Alza, mi vida!
—¡Ya está!
No aceptar un obligo es inferir una ofensa.
1890) He ahí uno de los mayores deseos de los paisanos "fronterizos", vale
•- de los que viven en los bosques orientales de Salta. Campo flor, lleno de
. buena aguada, con un río, arroyo o manantial dentro de la propiedad para
olestarse en dar de beber al ganado; alambrado de siete hilos, seguridad abso-
-- para que su ganado no salga de sus campos y para colmo el paisano que tiene
cama su apero quiere las comodidades de la gente de la ciudad, un catre, o
i •. de hierro, cuja, colchón y almohada.
476 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

1893 1900
Cantemos la vidalita, ¡Caramba, que cantan lindo!
Medio quitando, quitando, Que me han hecho tener pena,
Como balan las ovejas, Si me parece que oigo,
Cutipando, cutipando. El llanto de una sirena.

1894 1901
¡Canten, canten, compañeros! ¡Caramba, que me desvelo!
Alegrensén, se alegremos, Por una que está allá adentro,
Cantaremos todos juntos, No es tanto por la persona,
Ninguno se apartaremos. Como por el movimiento.

1895 1902
¡Canten, canten, compañeros! ¡Caramba, que meten bulla!
"La flor del árbol", En medio del totoral,
Yo soy salteñita, Si parecen patos viejos,
Soy firme en amor. Que ya no pueden volar.

1896 1903
¡Canten, canten, compañeros! ¡Caramba, que se divierten!
La tonada es cuadradora, ¿Si habrá licencia pa todos?
Esa la pueden llamar, Avisemén la verdad,
La carta desveladora. Sin mostrarme malos modos.

1897 1904
¡ Canten, canten, compañeros! ¡Caramba, que viene lindo!
No se queden como en misa, Así que venga a la vuelta,
De la leña se hace brasas, Que no se venga enredando,
De las brasas las cenizas. Como madeja sin cuenta.

1898 1905
¡Canten compañeros míos! ¡Carnavalcito han dicho!
¿ Por qué se quieren callar ? Hay que cantar y bailar,
Al fuego que han encendido, Con las patitas al aire,
No lo dejen apagar. Devisando El Aguilar.

1899 1906
¡Caramba, que cantan lindo! ¡Carnaval dijeron!
Como para hacer llorar, ¡Velay, Carnaval!
Me acuerdo de mi vidita, Ahora no hay que sentarse,
Cuando le sabía cantar. Hay que cantar y bailar.

(1893) Cutipando, gerundio del verbo cutipar, españolización del quichua cuti-
pay, volver otra ver o re-volver, repetir.
De Kutiy, volver; y pa, que es partícula equivalente al re castellano (L. Bor-
da). Por este sentido etimológico se ve cuan bien aplicada está esta palabra Cuti-
pay a rwmiar en cuyo sentido se usa en el norte argentino.
(1905) El Aguilar: Cordón de sierras del Dto. de Cochinoca (Jujuy).
CANCIONERO ? 0 PU LAR DE SALTA U77

1907 1913
Carnaval se va diciendo, Con esta copla, señores,
Que pal año no h a i volver, De toditos me despido,
P o r milagro que ha venido, Que mi mamita dirá,
No le han dado de comer. ¿Dónde estará ese perdido?

1908 1914
¡Cielito, cielito, s í ! Con la caja y los palillos,
¡Cielito de t r e s por ocho! Corra la voz que hi venio,
Que se empezó a desgranar, Suspirando sin consuelo,
Lo mismo que máiz morocho. Como gavilán herido.

1909 1915
•Cielito, cielo que s í ! Con la cajita en la mano,
¡Cielito, locos e s t á n ! Me a r r i m a b a al mostrador,
Ellos se ausentan cantando, Cantando coplas bonitas,
Quién sabe si volverán. Despreciando al buen cantor.

1910 1916
Cielito, hermoso, s í ! ¡Con su permiso, señores!
Cielito hermoso! A sus casas hi llegado,
Qué saco con m i r a r t e , Mi suerte es tan desgraciada,
Si no te gozo? I De cómo no me han botado!

1911 1917
Como moza forastera, ¡Con sus permisos, señores!
A todo el mundo p r e g u n t o : Echaré esta relancina,
—¿Quién es ese morenito, De coplas y de tonadas,
Que está vestido de luto? Llenita está la cocina.

1912 1918
Como mujer le contesto: ¡Con su permiso, señora!
—Me almiro su proceder, E n t r a r é a su residencia,
Antes de ser suplifalta, Después no vaya a decir,
l í e considero mujer. Que no he pedido licencia.

(1908) Maíz morocho o n.orochillo es una clase de maíz, especial para tostar.
Ver nota a la canción N* 409.
Esta copla como todas las q u e empiezan así: "Cielito, cielo, cielito". Se canta
- -.-1 baile llamado cielito. Para el «siudiu del baile véase: J. M. Furt. Coreografía
\ -hesca. 1927. Pág. 18.
Muchos poetas han escrito cielitos. Son famosos los atribuidos a Bmé. Hidalgo,
-•:-v:a que vivió a principios del siglo pasado.
Estos cielitos son de índole histórica y se refieren a la lucha de la indepen-
:Í a, en especial al Sitio de Montevideo, 1813. Llevan este título: Cielitos que
-•; iban los soldados del ejército patriota al frente de las murallas de Montevideo.
Ve:_-e: Cancionero popular (De la Revista de Derecho, Historia y Letra), del doc-
-.:. Estanislao S. Zeballos. Tomo 1? Pág. 153.
(1917) Relancina; en este cancionero la palabra relancina está usada en dos
v- dos, el uno en el de relance; Canción N« 92 y el otro en el de relación o contra-
: . o, como se desprende de esta copla.
Es poco usada y en las oportunidades que la oí, la empleaban con el significado
:-. ontr apunto.
478 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

1919 1927
Con sus permisos, señores, Cuando Cristo vino al mundo,
Les cantaré de atrasito, De sur a norte al poniente,
Y si me dan sus licencias, Dejó para bien del hombre,
Les cantaré de adentrito. Vino, chicha y aguardiente.

1920 1928
Con sus permisos, señores, Cuando estoy con mis amigos,
Una copla cantaré, Yo sé que nada me falta,
Aunque yo soy medio lerdo, Y no los cambio en el mundo,
Tal vez no molestaré. Ni por oro ni por plata.

1921 1929
Cuando canto chacareras, Cuando llega Carnaval,
Me dan ganas de llorar, No almuerzo ni ceno nada,
Porque no tengo caballo, Me mantengo con las coplas,
Ni calchas para ensillar. Me duermo con la tonada.

1922 1930
Cuando canto esta coplita, Cuando me dicen: Te quiero,
Me da una corazonada, Pongo mi amor en carrera,
Porque se me representa, Que en constancia y en firmeza,
La dueña de esta tonada. Mi amor ha i parar bandera.

1931
Cuando cantu eata coplita, Cuando muera un divertido,
Miro a todos de soslayo, Siempre es bueno hacerle duelo,
Porque me acuerdo, vidita, Que no se vaya a morir,
Del pago del Pilcomayo. Sin tener ningún consuelo.

1924 1932
Cuando canto esta tonada, Cuando oigo sonar la caja,
Me acuerdo de una tontera, Las coplas quieren volar,
Me acuerdo cuando cantaba, Aunque no sé buenas coplas,
Con los gauchos "La Frontera". Soy de buena voluntad.

1925 1933
Cuando canto quince días, Cuando oigo sonar la caja,
Kecién me voy componiendo, Se me hace que todo tengo,
Como pimpollo de rosa, Cantando la vidalita,
Que recién va floreciendo. Con las coplas me mantengo.

1926 1934
Cuando canto quince días, Cuando salen del chiquero,
Eecién me voy componiendo, Lindo saltan los cabritos,
Soy como Tagua del río, Así juegan mis versitos,
Cuando recién va corriendo. Entre medio los benditos.

(1926) Bonita comparación, pues el agua del río cuando comienza a correr es
turbia, luego se aclara al ir filtrándose en las piedras y arenas.
AN C ION E RO POPULAR DE SALTA 479

1935 1940
uando salí de mi pago, Cuando yo vine a este mundo,
ilí en caballo lobuno, No supe lo que era amor,
m la cajita en la mano, Ahora que sé y padezco,
n aprender a ninguno. En amor soy un doctor.

1936 1941

liando se muera este pobie, ¡Cuidadito con las piedras!


irelón pa la quebrada, ¡Cuidao con el tropezón!
ue lo coman los carancho!, La mujer que no me quiera,
n medio de la cuervada. Es dura de corazón.

1942
1936 - a
¡Cuidadito con las piedras!
uando se muera fulano, ¡Cuidao con los trompezones!
irelón a la quebrada, Cuando las piedras se topan,
o coma la palanchada, ¡Qué serán los corazones!
!ntre medio la cuervada.
1943
1937
Cuerpiá, si vez la vieja,
uando se muera José, Del chaguarazo;
lorarán como el cacuy, Que ande tallan las suegras,
eran pueblos enlutarse, Triunfos son bastos.
ucumán, Salta y Jujuy.
1944
1938 ¡Chacarera, chacarera!
¡Chacarera de los yuyos!
uando te vea la vieja, Para el año hi de volver,
to me hagas señas, A cantar como el coyuyo.
torque zorra corrida,
(abe la senda.
1945
(abe la senda sí,
¡Chacarera, chacarera!
La engañadora,
Chacarera "El Carrizal",
0e noche se divierte,
Me acuerdo del burro blanco,
íe día llora.
Cuando salgo a carnaval.

1939 1946
".ando yo empiezo a querer, ¡ Chacarera, chacarera!
••:;.• como gotera en peña, Chacarera "El Carrizal",
loando no la puedo hablar, Montando en un burro blanco,
SKI los ojos le hago seña. Anduve en el carnaval.

(1936-a) Palanchada, bandada de palanchos. Palancho o fala-pala, es el


«=rvo.
Chaguarazo: golpe o latigazo dado con una chaguara o látigo de chaguar. (L.
torda). Esta copla es del baile llamado "El triunfo".
(1945) "El Carrizal": Hay numerosos lugares con este mismo nombre en Sal-
ta, pero al que se refiere la copla es al situado en San Carlos.
480 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

1947 1953
¡ Chacarera, chacarera! ¿De dónde sale esta rubia,
¡Chacarera pata i chancho! Que no la puedo entender?
Ya tengo mi real y medio, Parece que anda trayendo
Para gastar en tu rancho. Angolas para vender.

1948 1954
Chiquitito soy, señores, ¿De dónde, sale este gringo,
Y el corazón tengo grande, De pantalón tan angosto?
Santiago Ibáñez me llamo, Parece ternero guascho,
Para que ustedes me manden. De la parición de Agosto.

1949 1955
Churcalito arriba, ¿De dónde viene?
Churcalito abajo, ¿Cómo le va?
Si no sabís pasar penas, ¿Cómo se llama?
Aprende a pasar trabajos. ¿Y cómo está?

1950 1956
De abajo vengo, señores, De esta banda a l'otra banda,
Escribiendo en las quinchitas, De este río al otro río,
La letra viene diciendo: Ando siempre viajando,
—Echen coplas las chinitas. Pa gozar de lo que es mío.

1951 1957
¿De ande sale este mocito, De esta banda a l'otra banda,
Con tanta escuela? De este río al otro río,
Esa relación que ha echao, Vi peliar a Juan Moreira,
Es pa su agüela. Por quitarme lo que es mío.

1952 1958
Debajo de su nariz, Dejemos de navidades,
Se acuesta a dormir la boca; Vamos con algo de amor,
No puede agarrar el sueño, A ver si a todos los tristes,
Porque la sombra es muy poca. Se le alegra el corazón.

(1949) Churcalisto: Vecino o natural de "El churcal". Llámase así a la pro


piedad rural de Don Balbín Díaz, en Molinos.
(1952) Bailando en Cafayate una vez con una niña, que por serlo, no le gus^
taba que le llamaran ñata, le dije esta copla y ella me contestó con esta otra:
De Tolombón hi venío Hi visto animales gordos
En un caballo lobuno, Pero como Ud. ninguno.
Es de advertir que en ese entonces pesaba yo más de-130.
(1954) Llámase gringo, en Salta, Jujuy, Tucumán y Catamarca a los euro
peos, excepción hecha de los españoles a quienes se llama, gallegos. Debe de haber si-
do muy flaco el gringo para compararlo con ternero guascho de la parición del mes
de Agosto. El animal nacido en invierno es raquítico y si le falta la madre, vale de-
cir, si es guascho (huérfano), es más débil aún.
(1957) Juan Moreira: Fué un gaucho de la provincia de Buenos Aires, de quien
se cuenta un sinnúmero de hazañas como valentón.
El teatro, la novela y la poesía guachesca, lo han popularizado.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA m

1959 1967
Déjese de andar paviando, De lo bien que están cantando,
Y guarde su pretensión, Les vengo a echar a perder,
Cabeza de burro viejo, ¡Señores, tendrán paciencia!
Orejas de mancarrón. Pa volver a componer.

1960 1967 - a
De la Banda m'hi venío, De lo bien que están cantando,
Caminando paso a paso, La vengo a echar a perder,
Porque hi tenio noticias, ¡Tengan paciencia, hermanitos!
Que aquí estaban vaso a vaso. Que la voy a componer.

1961 1967 - b
De la Banda m'hi venido, De lo bien que están cantando,
De la banda "El Quebrachal", Vengo a echarles a perder,
Con la cajita en las manos, ¡Pero, paciencia, señores!
Anunciando carnaval. Vua volver a componer.
1962 1968
De lao de abajo me vengo, Dende abajo m'hi venío,
Como de lao "La Frontera", Pisando sobre paderes,
Como soy mocito tierno, La yerba para los hombres,
Voy a cantar como quiera. La azúcar pa las mujeres.

1963 1969
De lao de arriba he venido, Dentro de un corral de estrellas,
Saltando como sapito, Dentré una sola ocasión,
Y aquí me he venido hallar, Nunca quisiera dentrar,
Blandito como trapito. En medio la diversión.

1964 1970
Del cerro vengo, De querer quisiera,
Que es Año Nuevo, A la más bonita,
Ahora soy libre, Pero no con dueño,
No tengo dueño. Ni Dios lo permita.

1965 1971
De Lima más para arriba, Desde abajo m'hi venío,
Donde llaman Ecuador, Buscando la diversión,
ABí me dicen que vive, Y me los hallo cantando
La prenda del corazón. Pa mi mayor perdición.

1966 1971 • a
Del Papa santo de Roma, Desde abajo m'hi venío
Traigo licencia sagrada, En busca la diversión,
Para llevar mi chinita, Vengo y rencuentro cantando
Zn una muía ensillada. Para mayor perdición.
81
Ü82 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

1972 1979
Desde abajo m'hi venío, Desde abajo mí hi venío,
Caminando como bala, Andando filo por filo,
Porque hi tenío noticias, Porque hi tenío noticias,
Que cantaban la vidala. Que aquí está un cantor muy fino.

1973 1979 • a
Desde abajo m'hi venío Desde arriba m'hi venío,
Como paja por el aire, Andando filo tras filo,
¡ Señora dueña de casa, Porque hi tenío noticias,
No me haga ningún desaire! Que aquí toman chicha y vino.

1974 1980
Desde abajo m'hi venío, Desde arriba m'hi venío,
N'el camino m'hi dormío, En busca de distraición,
Oyendo bramar la caja, Porque estoy muy aburrido,
Suspirando m'hi venío. Sin ver a mi corazón.

1974 - a 1981
Desde Salta m'hi venío, Desde arriba m'hi venío,
Medio el camino hi dormío. Siguiendo mi pensamiento,
Al ruido de los tambores, A cantar con los de abajo,
Recordándome hi venío. Sin tener merecimiento.

1975 1982
Desde abajo m'hi venío Desde arriba m'hi venío,
Escribiendo en los tronquitos, Volando como parina,
La letra viene diciendo: Yo vengo de guitarrero,
—Echen coplas los mocitos. Mi mujer de bailarina.

1976 1983
Desde abajo m'hi venío, Desde Lima traigo fama,
En mi yegua lobunita, De buen mozo y buen ladrón;
Porque me dan la noticia, He robado a una cholita,
Que hay chicha en "La Lagunita". De su pecho el corazón.

1977 1984
Desde Angastaco me vengo, Desde mi pago hi venío,
Cruzando el río y lomadas, En busca de amores nuevos,
A este pueblo de San Carlos, Me salió la cuenta errada,
Para cantar mi tonada. La prenda había tenío dueño.

1978 1985
Desde arriba m'hi venío, Desde que lo vi llegar,
Arrastrando mi azotera, Lo sentí por la pisada,
Sólo por venirte a ver, Y me dije para mí,
Cara de muía carrera. ¿Quién será la afortunada?

(1976) La Lagunita o La Lagunüla, es caserío del distrito de la Capital, si-


tuado a tres o cuatro leguas al naciente.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA m

1986 1993
Desde mi pago hi venío, ¡De vicio te has de lamber!
Aquí la chicha es barata, Soy gringo calzón angosto,
Cuatro botijas por rial, Pero me sé jinetear
Y una jarrita de yapa. En empelo cualquier potro.

1987 1994
Desde mí pago hi venío, Dicen que el Carnaval viene
Por medio de estos ulares, Por el campo "La Kamada"
A cantar con mis amigos, Aquí lo estoy esperando,
Y a recordar los lugares. Con la caja y la tonada.

1988 1995
Desde mi tierra hi venío, Dicen que el rancho tiene,
Levantando polvareda, Puertas al viento,
En el paguito "La Cuesta" Que el aire trae amores,
Paren fuerte la bandera. Y casamientos.

1989 1996
Despacito m'hi venío, Dicen que estando callado,
Porque no hi tenío coche, Viene la melancolía,
j Señores, dueños de casa, Voy a cantar esta noche,
Buenas tardes, buenas nocheU Y mañana todo el día.

1990 1997
De toditos mis hermanos, Dicen que la guitarra,
Yo sólito ando en la mala, Es la que suena,
Para armar una parranda, No suena la guitarra,
Soy como tejido a pala. Suenan las cuerdas.

1991 1998
De todos los instrumentos Diz que viene Carnaval
A mí me gusta la caja, Por la quebrada de Salta,
Porque esa es la diversión, Y dicen que manda carta,
De toda la gente baja. Para el domingo sin falta.
1992 1999
De vicio venís pintando, Domingo de llamos,
Con tu parada de gringo, Hacimos trato,
;Cara de caballo viejo , Pa la Pascua t'h'i dar,
Ensillao día Domingo! No t'hi negar.

(1987) Ulares, lugar donde abundan las ulúas. Ulúa, es una cactácea rastrera.
(1988) La Cuesta: Suele llamarse así a la Cuesta del Obispo, oue une el Valle
de Lerma con los Valles Calchaquíes.
Tejido a Pala: Debe ser muy hábil organizador de parrandas quien para ello sea
como tejido a pala, pues solamente se teje con la pala los paños finos, los ponchos
de vicuña, las sobrecamas y algunas otras telas que requieren consistencia. Los te-
jidos a peine no son compactos.
(1991) Efectivamente, en los bailes de la sociedad o de la gente culta no en-
tra la caja entre los instrumentos musicales.
(1993) Parece ser contestación a la copla 1954.
46>4 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

2000 2004
Echa t u gaucha a las ancas, Echen coplas de una orilla,
Vamonos a la Quebrada, Yo les voy a echar del medio,
Allá han de e s t a r esperando, E s t a s cuantitas que tengo,
Con chichita madurada. Siquiera p a r a remedio.

2001 2005
¡ Eche chicha m a m a Carmen! El año pasao canté,
No me diga "manan cancho" E s t e año lo mismo haré,
Aquí traigo real y medio, Hagamén el inventario,
P a r a g a s t a r en su rancho. Tal vez ya me moriré.

2002 2006
¡Echen coplas de una orilla El año pasao canté,
Como a picar panza hervida! Este año lo mismo haré,
¿Dónde estará la chinita P a r a el año, si Dios quiere,
P r e p a r a n d o la comida? Si estoy vivo cantaré.

2003 2007
Echen coplas de una orilla, El Carnaval ya se ha muerto
Como piedras de apacheta, Comiendo bollo caliente,
Yo les echaré remates, Y unos corderitos gordos,
Como costura i chaqueta. Que le ha dado su pariente.

(2000) La Quebrada, es la quebrada de Humahuaca, en Jujuy.


Chicha madura o madurada, es la que ha adquirido el grado de fermentación
necesaria para hacerla apta para el consumo.
(2001) Manan cancho es No hay, en quicha.
(2003) Este cantar, habla de coplas y re-mates como de composiciones distintas;
efectivamente, los paisanos las distinguen, mientras las coplas tratan todos los te-
mas, los remates son más circunscriptos se reducen a cantar las despedidas y siempre
llevan la palabra remate que les da el nombre.
Apacheta: La apacheta es un montón de piedras en forma de cono, que se vé
en los caminos serranos de Jujuy y Salta. Son altares a Pachamama, levantados qui-
zás por los indios y conservdos por los paisanos actuales con religioso respeto. He
visto apachetas de más de un metro de alto por tres de diámetro de la base, en San-
ta Catalina y Cochinoca, Jujuy.
Lo que me llamó la atención es que siempre están las apachetas en los filos de
las montañas y en partes visibles desde uno o dos kilómetros. Parece que sirvieran
también de mojones o señales para distinguir las sendas.
Cuando llegaba con mi muchacho a una apacheta, en Jujuy, tenía que parar por-
que a éste siempre se le ocurría algo, ya era que la carga iba mal o que mi montura
estaba floja. La realidad era que el muchacho tenía miedo de pasar sin rendir culto
a la Pachamama en su altar, la apacheta. Primero se quitaba el sombrero, sacaba
luego su acuyico o bolo de coca que llevaba en la boca, lo arrojaba contra las piedras
con religioso respeto, después buscaba una piedra lavada por la lluvia, y la ponía
junto a las otras y cuando terminaba de hacer esto, entonces seguíamos, se cubría y
trepaba a la muía. La comparación de la copla como piedra de apacheta y costura
de chaqueta es exacta. (Véase nota N 9 4028 del Cancionero de Jujuy).
(2004) Cuantitas, pocas: Es muy usada esta expresión en el Norte del país.
Bollo: En Salta y Jujuy se llama así al pan hecho con harina no bien cernida y
por consiguiente con salvado o afrecho. En Catamarca, a este mismo pan, hecho
con harina, también no bien cernida, pero de trigo molido en molinos hidráulicos de
piedra, se llama semita. Si el bollo, como la semita tiene chicharrón, es preferido al
que carece de él y si es fresco, recién sacado del horno, es cosa de chuparse los dedos,
según la expresión popular.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA

2008 2016
El día que pienso menos, El que no sepa de amor,
Tengo la vida tranquila, Venga y me pregunte a mí,
A mí el desprecio me embarga, Yo le daré los detalles,
Y el cariño me aniquila. Desde el principio hasta el fin.

2009 2017
El dueño de esta tonada, El que quiera amor que compre
;A dónde estará cantando, Yo tengo para vender,
Sujetando, chicotiando, En la botica no venden,
A gritos hablando, hablando? Eemedios para querer.

2010 2018
SI hombre que llega a viejo El tiempo está de correr,
Es lo mismo que muriera, Ya no se puede vivir,
Se le achucharra la cara, Y muy pronto hemos de ver,
Y no hay mujer que lo quiera. Hasta los hombres parir.

2011 2019
El hombre que me quiera, ¡Ejuahijuna!
Me tiene que buscar, Ño Laguna
Como el arroyo al río, ¡Ejuahijuna!
Como el río a la mar. Ya no hay luna.

2012 2020
El Miércoles de Ceniza Eijuahiputa Carnaval
Haremos la cacharpaya, Fiero como Juan de Dios,
Despachemos, despachemos, Aunque te lleven los diablos,
Al Carnaval que se vaya. ¿Quién ha de sentir por vos?

2013 2021
El mozo que me quiere, En el aro de mi caja,
No es como el tuyo, Traigo una copla bonita,
Tiene el sombrero plomo, Pa cantar con mi vidita,
Y el pelo rubio. Cuando la encuentre sólita.

2014 2022
El naranjo de mi casa, En el campo hay el quebracho,
Año por año florece, Árbol que da rica leña,
Las coplas de las mujeres, Así cantaba y decía,
;Qué se han hecho y no parecen? Una vieja guachipeña.

2015 2023
El que nace para calvo, En el campo hay una planta,
Desde chiquito es frentón, Que le llaman mostacilla,
El que tenga cola i paja, Dejemos el contrapunto,
Huiga de la quemazón. Sigamos las redondillas.

(2022) Guachipeña: Vecina o natural de Guachipas.


m JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

2024 2032
En el campo "La Esperanza", En esta casa se canta,
Dicen que nació una flor, Con la caja y la guitarra,
En los campos de mi pago, De ver la casa tan linda
Ha nacido otra mejor. Y la dueña tan bizarra.
2025 2033
En el cielo del amor, En esta rueda han cantado,
Los suspiros son estrellas, Cuatro gauchos chiriguanos,
Los besos son los luceros, Confundiéndolos los traigo,
Y los celos son centellas. Para que se diviertamos.
2026 2034
En el cielo hay una estrella, En la copa del sombrero,
Que le dicen el lucero, Tengo un papel de quinientos,
Es el ojo de un buey tuerto, Que quiero solicitarte,
Que Dios tiene en su potrero. Falabra de casamiento.
2027 2035
En el corral de mi casa, En la copa del sombrero,
Tengo una planta i junquillo, Llevo un peso nacional,
¡De vicio has de compadriar, Para que alguna me firme,
Muchacho sin calzoncillos! Promesa de ser formal.
2028 2036
En el fondo de la mar, En la costa el Pilcomayo,
Suspiraba una ballena, Frente de María Cristina,
Y entre suspiro decía: Casi he perdido la vida,
"Haiga gusto, no haiga pena". Por querer a una argentina.
2029 2037
En el nombre de la luna, En la falda de aquel cerro,
Hemos de hacer la fortuna, Balando está un toro gacho,
Y mañana con el sol, Así lloran las muchachas,
Hemos de hacer el amor. Por este infeliz muchacho.
2030 2038
En el río de Aliseno, En la falda de aquel cerro,
Fabricó un puente Cupido, Lindo juegan las tamberas,
Con barandillas de celos, Así juega mi vidita,
Y atravesaños de olvido. Entre medio las banderas.
2031 2039
En esta casa hi llegado, En la falda de aquel cerro,
Sin decir ¡Ave María! Suspiraba un tero-tero,
En la copa del sombrero, Decile hermana que llore,
Traigo la Virgen María. Por triste y por embustero.

(2030) Debe ser española esta copla. No conozco ni he oído hablar de el tal
río Aliseno o de Aliseno, en nuestro país.
(2033) Solamente en son de farra o de burla se nuede decir Gaucho chiriguano,
los chiriguanos son indios y no hacen vida de gauchos."
CANCIONERO POPULAR DE SALTA M7

2040 2046
Zn la falda de aquel cerro, En la falda de aquel cerro,
Ter.go una casa de tola, Tengo una planta i tabaco,
Cada vez que dentro y salgo, M'hi d' ir al cerro a cuidarla,
Hasta los caschis me torian. Hasta que pase el guanaco.
2041 2046 - a
Zn la falda de aquel cerro, En la falda de aquel cerro,
Tengo una fuente de loza, Tengo una planta i tabaco,
Yo no te quiero, vidita, P'esconder a mi vidita,
Porque tu abuela es celosa. Hasta que pase el guanaco.
2041 - a 2046 - b
En la puerta de mi casa, En la falda de aquel cerro,
Tengo un lavador de loza, Tengo una planta i tabaco,
;Cómo queris que te quiera P'esconderla a mi vidita,
5
i tu mamita es celosa? Que no la pise el guanaco.
2041 - b 2047
Zn la puerta de tu casa, En la falda de aquel cerro,
Quebrastes un plato i loza, Tengo una silla verdosa,
.Cómo queris que te quiera Para sentarla a mi negra,
Si tu mamita se enoja? Para que no sea celosa.
2042 2048
Zn la falda de aquel cerro, En la falda de aquel cerro,
Tengo una linda casita, Tengo una sombrilla i lata,
P'esconder a mi vidita, La relación que has echao,
Tuando caiga la garvita. Anda y échala a tu tata.
2043 2049
£n la falda de aquel cerro, En la falda de aquel cerro,
Ter.go una piedra Iarguíta Tengo un atao de azulillo,
~£ esconder a mi vidita, ¡De vicio venís moniando,
I - la falda la lomita. Guaschito cara de pillo!
2044 2050
Zn la falda de aquel cerro, En la falda de aquel cerro,
Ter.go una planta i jarilla, Triste llora un gavilán,
?s sentar a mi vidita, Dejelón llorar sus penas,
Sobre una cinta amarilla. Por bruto y por animal.
2045 2050 - a
Zn la falda de aquel cerro, En la falda de aquel cerro,
Ter.go una planta i retama, Triste llora un gavilán,
^esconder a mi vidita, No llora porque tiene hambre,
~. ndo se enoje mi mama. Sino por que es animal.

(2040) _ Llámase caschi en Salta y Jujuy, al perro chico, al cuzco de Gatamar-


:a y Tucuman, y se dice torear o toriar, por ladrar, en todo el norte argentino.
(2048) Anda y échala, por¡anda échala! Es de uso frecuente, el de agregar
ira. i en expresiones como ésta.
m J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

2051 2058
En la falda de aquel cerro, En la puerta de tu casa
Triste llora un tero-tero, Un jabalí,
No llora porque tiene hambre, Tiene un letrero y dice,
Sino porque es embustero. ¡Bésame aquí!
2051 - a 2059
En la falda de aquel cerro, En la punta del pañuelo,
Triste llora un tero-tero , Tengo un atado,
No llora porque tiene hambre, Yo los quiero a los hombres,
Sino por su compañero. Menos casados.
2052 2060
En la orilla del bañao, En la punta del pañuelo,
Triste llora un tero-tero, Tengo un compromiso atado.
Dejelón nomás que llore De no querer a muchachos,
Por p . . . y por cuadrillero. Ni tampoco a hombre casado.

2053 2061
En la orilla del Pasaje, En la rueda del baile,
Vierte un lagarto su lloro, Hay una ñata,
Por ser verde y no volar, Que me tiene penando
A la altura orno el loro. ¡Qué ñata ingrata!
2054 2062
En la petaca de casa, En las riberas de un río,
Tengo un tirador de plata, Yo vi crecer una flor,
Cada vez que dentro y salgo, Que creció sin marchitarse,
Grito, ¡qué viva mi patria! Como recuerdos de amor.

2063
En la puerta de mi casa, En los aros del tambor,
Tengo un escudo de plata, Tengo que pintar el sol,
Cada vez que dentro y salgo, Ya está bajita la luna,
Digo que ¡Viva la patria! Y me duele el corazón.
2055 2064
En la puerta de mi casa, Enterré mi amor un día,
Tengo una planta de rosa, Porque muerto me creyeron,
No se arrime más a mí, Y de esas pocas raíces,
Que mi mamita se enoja. Muchas plantas florecieron.
2056 2065
En la puerta de mi casa, Esa gracia no conozco,
Tengo un árbol de esperanza, Ni quisiera conocerla,
Cada vez que voy y vengo Hay que querer una sola,
Las hojas tienen mudanzas. Para poder merecerla.
2057 2066
En la puerta de mi casa, Esa mentira que has dicho,
Yo tengo un candao con llave, Nunca puede ser verdad,
Con un letrero que dice: Como soy recién nacido,
—Puede ser, pero ¿quién sabe? Me has de querer engañar.
CANCIONERO P Cp u L A R DE SALTA m
2067 2071
Esa moza que baila, Esa niña que baila,
Pollera overa, Merece un dote,
;Cómo será de hedionda Y el que baila con ella,
Cuando se muera! Cincuenta azotes.

2067 - a 2072
Esa niña que baila, Esa niña que baila,
Pollera overa, Pollera overa,
;Cómo será de fiera Tiene la cara sucia.
Cuando se muera! ¿Será añapera?

2067 • b 2073
Esa niña que baila, Esa niña que baila,
Pollera overa, Tan tinterilla,
•Cómo será de gaucha ¡Cómo tendrá de dulce,
Cuando se muera! La empanadilla!

2068 2074
Esa niña que baila, Esa niña que baila,
Cintas volando, Vestido i luto
N'o se acuerda del dueño, Cabeza i lagartija
Que está llorando. Garrón de ututo.

2069 2075
Esa niña que baila, Esa que me está mirando
3 e vestido ante, ¿Qué me estará reparando?
.Cómo tendrá l'aloja? Y yo sin poder cantar,
¿Dulce o picante? De vergüenza estoy sudando.
2070 2076
Zsa niña que baila, Escuchen, señores míos,
Me diera un beso, Quien canta de esta manera,
Y el que baila con ella, Al pobrecito i fulano
Trescientos pesos. Oigalén la voz siquiera.

(2072) Añapera: Que hace o vendp añapa: Añapa es una bebida refrescante,
qne se hace así:
Se muele vainas de algarroba madura y tierna, luego se la echa en una vasija
n agua y se revuelve hasta sacarle todo el jugo a la algarroba, se cuela y se sirve.
<_omo la algarroba madura a fines de Enero, cuando hace mucho calor, la añapa es
cna bebida refrescante, muy deseada.
(2074) Ututo: El ututo es un lagarto chico, de diez a quince centímetros de
!argo, suele treparse a los troncos de los árboles, es de color de la tierra donde vive,
e inofensivo. En Catamarca se llama umucuti y cheleo. Tiene fama de malo; en Ca-
tamarca hay la creencia de que el umucuti muerde y no suelta hasta que no truena
fuerte. En Jujuy, se dice: Fulano es más malo que un ututo.
Esta copla me fué dictada por un niño en "Agua Blanca" (Metan). La copla
dice: Garrón de ututo, vale decir, talón de ututo, quizás por el color de tierra que
adquiere el pié de la persona que anda continuamente descalza o con ojotas.
(2075) Reparar: Aquí en esta copla la voz reparar tiene el sentido corriente
:~ notar, pero en Catamarca la he oído aplicar en el sentido de imitar burlescamen-
te. Si un chico rengo camina y otro que no es le sale al paso imitándole los movi-
_ «tientos, se dice que le está reparando, y esto basta para tomarse a trompadas o a
trwcos, como se suele decir al puñetazo.
liW J U A N A L F O N S O Q h R R I Z O

2077 2085
Ese es "El Triunfo" madre, Esta noche con la luna,
De las mujeres, Buscaremos la fortuna,
Qué bonito lo bailan Y mañana con el so],
Cuando ellas quieren. Buscaremos nuestro amor.
2078 2086
Ese mozo que baila, Esta tonada supe,
Bota y talero, Por Año Nuevo,
Anda que no se puede, Ahora les aviso,
Del avispero. Que tengo dueño.

2079 2087
Ese mozo que baila, Esta tonadita linda
Tan tinterillo, Me va a quitar el vivir,
Aurita se le caen, Pero al fin si yo me muero,
Los canzoncillos. No soy prenda de sentir.

2080 2088
Ese par de polluelos, Este año me vua casar,
Que andan bailando, Aunque el diablo diga misa,
Son dos hermosas flores, Con que yo tenga mujer,
Que están brotando. Aunque no tenga camisa.

•1 2089
Esos dos -riñes, Este año pa Carnaval,
Sigan bai ;o> Ella no tiene zapatos,
Yo les e¿- :- coplas, Como quiera pasará,
Medio chí-'-'iando. Descalcita como el gato.

i 082 2090
Esta moza :iie ha llegado, Este año pa Carnaval,
Nada ha tv i ^ pa vender, Mi apero no tiene cincha,
Pero ha t: -u ponchito, Como quiera pasaré
Para pode nder. Como vinchuca en la quincha.

2083 2091
Esta moza que ha llegado, Este año pa Carnaval,
¿Qué habrá traído pa vender? Mi bota no tiene taco,
¿Habrá traido lindas coplas Como quiera pasaré,
Para poderle aprender? A la moda de Angastaco.

2084 2092
Estando con mis hermanos, Este año pa Carnaval,
Tengo más gusto que pena. Mi ojota no tiene quina,
Pa divertirme cantando, Ahora le vua poner"
Soy un eco de sirena. Cosa que sirva y que ciña.

(2092) Quina: Es la pieza de la ojota, que va por abajo y ofrece dos ojales
en sus puntas para hacer pasar el tiento que sujeta al pié la ojota. Es esta la pieza
que más presto se gasta en la ojota, de modo que hay que reponerla constantemente.
A esta operación de poner quina nueva se llama quiñinchar. La palabra debe ser qui-
chua, pues la oí a paisanos de Jujuy y de los Valles Calchaquíes.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA UM

2097
2093
Este año pa Carnaval, Este año pa Carnaval,
Mi ojota no tiene quina, No m' hi comprado zapatos,
Como quiera pasaré, Como quiera pasaré,
Como carnero en la viña. A la moda los matacos.

2093 - a 2098

Este año pa Carnaval, Este año pa Carnaval,


Mi ojota no tiene quina, No tengo para camisa,
Como quiera pasaré Como quiera pasaré,
Con los "cotos" de la Viña. Como gato en la ceniza.

2094 2099

Este año pa Carnaval, Este año pa Carnaval,


Mi mujer no tiene nagua, No tengo prenda segura
Como quiera pasará Como quiera pasaré,
Cocinando pa la guagua. Como incancho en la basura, j * -

2095 2099 - a

Este año pa Carnaval, Este año pa Carnaval,


Mí poncho no tiene uincha, No tengo rienda segura,
Como quiera pasaré, Como quiera pasaré,
Como zorro tras la quincha. Como icaco en la basura, x

2096 2100

Este año pa Carnaval, Este año pa Carnaval,


Mi potro no tiene rienda, Quiero cantar en mi tierra,
Como quiera pasaré, Mi casita está muy lejos,
Como burro en media senda. Aquí hi cantar como quiera.

(2093 . a) Con los cotos de la Viña: Quiere decir con los cotudos de "La Viña".
El coto es el bocio. En otroa tiempos era el bocio una enfermedad muy generalizada
en Salta y Jujuy, tanto que coto era sinónimo de s&lteño o jajeño, ahora va desapa-
reciendo; sin embargo, los jujeños y sáltenos se llaman unos a otros cotos. Son co-
munes expresiones como estas: Ese es un coto jujeño, amigo mío; el tal otro es un
coto salteño muy ilustrado.
En Salta, la voz coto es casi sinónima de paisano, y así vemos en esta copla de-
cir: Cotos de la Viña, por Paisanos de La Viña. Es de advertir que el uso de esta
voz solamente se limita a la Ciudad y al Valle de Lerma, en las otras zonas de esta
provincia, no hay cotos y no hubo nunca, al parecer.
(2095) Uincha o Vincha: Es la cinta que se pasan las mujeres por sobre la
frente para evitar que el cabello caiga en la cara o simplemente para mantenerlo
peinado. También suele usarse en el sentido de ruedo o ribete.
Uincha, es voz quichua.
(2099) Incancho - icancho o hicancho: Es un pajarito de cuerpo pequeño y pa-
tas largas muy delgadas, tan finas que es término de comparación de piernas extre-
madamente flacas. Así suele decirse: Fulano tiene piernas de incancho, por tiene pier-
nas como hilo.
(2099-a) Icaco: Un pájaro pequeño, color pardo verdoso, llamado también
mixto.
492 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

2101 2107
Este año pa Carnaval, Este es "El gato" cielo,
Se me ha muerto mi caballo, De los salones,
Como quiera pasaré, No de aquellos que sacan,
Corre, corre como el gallo. Las elecciones.
2102 2108
Este año pa Carnaval, Este es "El gato" hermoso,
Tengo un apero i moniar, Que a todos gusta,
Aicioneras de torzal, Porque sus arañones,
Así nomás sin pelar. A nadie asustan.

2103 2109
Este año pa Carnaval, Este es el modo de amar,
Vendré en mi caballo oscuro, Dijo Panchita Aguilar,
Para que digan las mozas, Las chiquititas valen medio,
¡Ahijuaiputa mozo churo! Y las grandes valen rial.

2104 2110
Este año pa Carnaval, Este es el nuevo remate,
Voy a hacer una opería, Remate de un triste pueblo,
Vua robar una mujer, No digo ponderaciones,
Me vu' ir a Santa María. Lo digo con desconsuelo.

2105 2111
Este año pa Carnaval, Este es el remate,
Vua cantar como zorrino, Del alto "La Loza"
Para que la gente diga: ¿De ande has venido, vidita,
—¡Bien haiga de este vecino! Soltera y tan buena moza?

2106 2112
Este año pa Carnaval Este es el remate
Ya tengo para estrenar, De los arenales,
Un saquito de picote, Bien has hecho de quererme
Pantalón de barracan. Cerquita los carnavales.

(2102) Aicionera: En la montura, es la tira de suela de donde pende el estri


bo. Como el hombre pinta en la copla su montura pobre, habla de aicioneras de tor
zal, vale decir, de tiras torcidas de cuero crudo con pelos. Esto es el colmo de 1Í
miseria.
Supongo que la palabra aicionera sea corrupción de accionera, esto es, de piezs
de mucha acción, de mucho movimiento y así es en efecto, la aicionera, sigue el vaivéi
del pié del jinete. Otro utensilio de la montura cuyo nombre tiene una formaciói
análoga, es la encimera, pieza que va sujetando los pellones o cojinillos de la silla.
(2103) Churo: Véase lo que dice L. Borda sobre esta palabra tan generalizada
en el país,
1* Acepción — Amante de una mujer (voz poco culta).
2» Churo-a-&di. Animoso, viril.
3?9 Hermoso, compuesto.
4 Listo, vivo, a menudo en sentido irónico.
La copla usa la voz churo en el 2' sentido.
(2106) Barracan: Es el barragán, tela de lana basta, de fabricación casera,
Picote: Tela más delgada que el barragán, de fabricación doméstica también.
Sirve para trajes de mujer y para ropa interior de los paisanos. Se hace con lana
de oveja, en: Catamarca, Salta y Jujuy.
CANCIONERO ? o PU LAR DE SALTA 493

2113 2121
Este es el remate, Este es el remate nuevo,
Del sol y la luna, Tráido del cortaderal,
Las h'i gozar a toditas ¿Cuándo has de volver, vidita,
Ko m' h'i casar con ninguna. En mis brazos a llorar?

2114 2122
Este es el remate nuevo, Este es el tono,
Cogoyito de verbena, Que hay que cantar,
¡Adiós, consuelo de mi alma! Para las fiestas,
¡Adiós, que me voy con pena! De Carnaval.

2115 2123
Este es el remate nuevo, Este es El Triunfo, madre,
De la banda "El Portizuelo" Cuando interesan,
loma esta rosa, vidita, Se van a los aperos,
¡Jue te sirva de consuelo. Buscando prendas.

2116 2124
Este es el remate nuevo, Este es El Triunfo, madre,
De la banda i "Santa Cruz", De las desgracias,
Tengo a llevarte, vidita, Que como andan, palomas,
Disponete y vamusnús. Andan vizeachasr

2117 2125
Este es el remate nuevo, Este es El Triunfo, madre,
iue han traído los forasteros, Del contrapunto,
Este es el vado que ataja, Que para uno que gana,
K todos los pasianderos. Queda un difunto.

2118 2126
Este es el remate nuevo, Este es "Gato" de mi pago,
Sacaditc de Abralaite, No es "Gato" de estos lugares,
Traigo mi caballo bayo, De los naranjos floridos,
l'idita, para llevarte. Llenos de aromas y azahares.

2119 2127
Este es el remate nuevo, Este j ulano no sirve,
aacao de la quina-quina, Pa tener una pasión,
Si me querís, mi vidita, Si le muestran un desprecio,
Embárcate en la maquina. Ya le duele el corazón.

2120 2128
Este es el remate nuevo, Este pobre de cantor,
De la florcita de anís, Llorando no más se pasa,
í o te quiero, mi vidita, Sin poder hallar consuelo,
Porque ni dueño tenis. ¡Ahijuna puta desgracia!
494 JUAN Á L F Q N S O A R R I Z O

2129 2137
Estos carnavales ¡Gracias a Dios que m* hi visto,
Que duran tres días, Entre medio de las flores!
Quisieran que duren, Ahora me vua enflorar,
Todita la vida. Escogiendo las mejores.
2130 2138
Estoy cansao de tocar, ¡ Gracias a Dios que ya tengo,
Estoy cansao de cantar, La libertad en mi pecho!
¡Bien haiga la gente guapa, Ya no tengo quien me diga:
No se cansa de bailar! —¿Ande has ido? ¿Qué te has hecho?
2131 2139
Estrellas del alto cielo, ¡ Gracias a Dios y a mi madre,
Ramas del negro pinar, Que ya apareció el perdido!
Arroyo de aguas serranas, Nunca se puede perder,
Cantos de la soledad. Pájaro que tiene nido.
2132 2140
¡Estrellita de alto cielo! ¡Guiche torito!
No la dejís subir más, ¡Guiche torazo!
Y decile que me espere, Entra a los ranchos
Que poco puedo tardar. Rompe los vasos.

2133 2141
¡Florcita de azahar! Había dicho Carnaval,
¡Florcita de azahar! Que pal año va a volver,
¿Pa que es el mundo En los días que ha pasao,
Si no es pa gozar? Le han dao mucho de beber.
2134 2142
¡Florcita i maní! Había dicho la verdad,
¡Florcita i maní! Piedra lisa y bien gastante,
¿Cuál es la chicha Para uno que es entendido
Que han guardao pa mí? Media razón es bastante.

2135 2143
¡Florcita i tuscal! ¿Habrá permiso señores
¡Florcita i tuscal! Para que cante un mulato?
Dueña no tengo, ¿Si habrá como pa poner
La salgo a buscar. Tres cucharas en un plato?

2136 2144
¡Flor de sereno! Hagan pabellón las armas,
¡Flor de sereno! Que se siga el ejercicio,
Si usted volviera, Como soy muchacho activo,
Arreglaremos. Quiero despuntar el vicio.

(2135) Tuscal: Lugar donde abunda la tusca.


(2136) Sereno: En Salta y Jujuy llaman sereno al ligustro.
(2140) Guiche por huiche o huich, interjección usada para excitar los ánimos.
La oí en los Valles Calchaquíes.
A X CI ON E RO POPULAR DE SALTA 495

2145 2152
"¿-- a redonda la rueda, Hi repechado una loma,
2 :l::a como una masa, Hi trastornado una cuesta,
.-.sí me enseñó a cantar, Hi salido a una mesada,
Vaa llamada Matiasa. Para ganar una apuesta.

2146 2153
-r mos un trato, amigo, Hi visto una seña de ojo,
- ::;e mi barba le inquieta, Con movimiento i pestaña,
: :..e cortaré la barba, Seña que me va queriendo,
_.~:ed se corta la jet*. Si la vista no me engaña.

2147 2154
Hasta mañana, señores! Hoy día es la luna llena,
Ha>ta mañana me iré! Mañana cuarto menguante,
les gusta con la misma, Si Ud. se ha comprometido.
•- :B la misma volverá. Que su amor salga adelante.

2148 2155
Hasta mañana, señores! Hoy me duele la cabeza,
si3e mañana hi de volver Pero más me duele el pecho,
.-. pagarles lo que debo, Cantando con las mujeres,
":" llevar lo que dejé. Siento que me hace provecho.

2149 2156
"asta vergüenza me da, Hoy sábado por la tarde,
Tax.tar con mi mala voz, Se enteran los siete dias,
lu-ntos me estarán diciendo: Por tí empecé a preguntar,
—Cantas como para vos! De ver que no aparecías.

2150 2157
¿; cantidad de maestros, Jacinta me dio una cinta,
.-. .ndan cantando y bailando, Petrona me dio un cordón,
- añuelito en el cuello, Por Jacinta doy la vida,
i ian las tripas sonando. Por Petrona el corazón.

2151 2158
.ato muchos cantores, Jesús María coca, "/
: pago del Churcal, Ratos, ratos a mi boca,
antaba querer, El que hablara mal de mí,
rantaba olvidar. Bien merece un tapaboca.

-158) Jesús María Coca: Nombre que se da a la coca. Hay en la tradición


-: na composición curiosa. El casamiento de *& coca con la yista, cuya proclama
Jesús María Coca, de Yungas, con Pedro yista de Estarca quieren contraer
.i monio ,si algún impedimento hubiere se avisará con tiempo". Terminada esta
— ima matrimonial, se inicia entre los circunstantes el diálogo de la canción 93
496 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

2159 2163 - a
Juana, Eosa y María, La mujer que a mí me quiera,
Divino hechizo, No es ni zaina ni alazana,
Las mujeres se mueren Está metida en mi pecho,
Por un Carrizo. Como cuchillo en la vaina.

2160 2164

Junto al camino, si, La fallanquiadora,


La chiquitita, La fallanquiadora,
Dice que tiene miedo, ¡Tan linda la rubia,
Dormir sólita. Tan sargentiadora!

2161 2165

La corriente cuando crece, La guitarra está machada,


Se lleva piedra y terrón, Y el que la toca también,
Mi amor que está resfalando, Los señores bailarines,
Se lleva tu corazón. No se pueden mantener.

2162 2166

La culebra en las espinas, La luna para salir,


Se enrosca y desaparece, Le pide licencia al cielo,
La mujer que engaña a un hombre, Yo para cantar aquí,
Corona de oro merece. Se lo pido con recelo.

2163 2167

La china que yo les digo, La mujer es un veneno,


No es malacara ni zaina, Que poquito a poco mata,
Y en m¡ pecho está metida, Y toditos las buscamos,
Como cuchillo en la vaina. Como si fueran de plata.

(2164) Fallanquiadora, por fandangueadora: Persona que asiste a fandangos,


farras.
(2165) Sargentiadora., de sargento: Persona mandona, de mucho imperio.
La guitarra está borracha, Y los dos qu' están bailando,
Y el que la toca también; No se pueden mantener.
R. M., 7694.
(2166) El Sr. R. Martín trae estas formas parecidas:
La luna para salir, Y para cantar yo aquí,
Le pide licencia al cielo, La pido con reverencia.
Y yo para hablar contigo R. M., 3237.
Licencia pido primero.
R. M., 1887. La luna para salir,
Le pide licencia al cielo,
La luna para salir, Y para cantar yo aquí,
Le pide al cielo licencia, Licencia pido primero.
R. M., 3238.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 497

2168 2173

La mujer no necesita, L'año pasao pa este tiempo,


Tener de su amante queja, Se me murió mi mujer,
Si otro le parece bien, Desde entonces cargo luto
Al mismo tiempo lo deja. Para acabarme i j . . .

2169 2174

La mujer que a los treinta, La paloma baja al agua,


Confiesa quince, Vestida de verde mar,
Es loca de remate, Yo no les creo a los hombres,
O es una lince. Aunque los vea llorar.

2170 2175

La mujer que a mí me quiera, La perla con el coral,


Ha de ser del gusto mío, Están en un argumento,
Ha de salir para fuera, La perla le da sus quejas
Cuando yo le haga pío, pío. Y el coral su sentimiento.

2171 2176

La mujer que quiera a cuatro, ¡La p u . . que me da rabia,


¿Cuál será su pensamiento? Cuando pido y no me dan!
Si los cuatro le hacen señís, Sabiendo que yo les pido,
¿Cómo dará cumplimiento? Con toda necesidad.

2171 - a 2177

La mujer que quiera a dos La relación que me has dicho,


¿Cuál será su pensamiento? Me ha hecho doler las muelas,
Cuando se junten los dos, Yo no sé bromiar contigo,
¿A cuál dará cumplimiento? Anda a bromiar a tu agüela.

2172 2178

La mujer que quiere a un negro, Las mocitas de este tiempo,


Negro tiene el corazón, Muy bien puestitas se salen,
Haga de cuenta que quiere De peinetilla y horquilla,
A un_pila negro rabón. ¡Vamos a ver lo que valen!

(2172) Perro pila: Es una clase de perros sin pelos. Los hay en Salta, Cata-
marca, Tucumán, Santiago y Jujuy; esto es, en zonas cálidas. Son friolentos, tanto
que sus dueños suelen hacerles abrigos de franela, en invierno. Las señoras los crían
para calentarse los pies con ellos. Dicen qi ie curan el reumatismo.
82
498 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

2179 2179 - a

Las mocitas de este tiempo, Las mocitas no me quieren,


Son como la cortadera, Porque soy firme y rogado,
Por ver de echar una copla, Ellas han de estar queriendo,
Les da chuscho y tembladera, y. Un buenmozo y entregado.

(2179) Chuscho o choscho, o chucho: Es el nombre vulgar del paludismo, en


las provincias del noroeste argentino. Más común es la voz chucho, del quichua
choscho.
Tembladera: Es la "tembladera" una enfermedad que suele venir a las bestias
en determinados lugares. El animal afectado tiembla como atacado por un frío in-
tenso y muere si no es curado a tiempo.
Veamos lo que dice Don Samuel Lafone y Quevedo, en su Londres y Calamarca.
(Buenos Aires, 1888) :
"Los enemigos con que tiene que luchar el forastero, son la puna y la tembla-
dera: aquélla ataca al hombre, produciéndole náuceas, fatigas y un malestar general
como de mareo; ésta a los animales hervíboros, y a los carnívoros que comen carne
infectada de este mal. La puna es producida principalmente por el desequilibrio del
aire interior y exterior del cuerpo, pero es indudable que existen también otras cau-
sas agravantes, pues todo viajero sabe que no son los lugares más elevados donde
más los aflige la puna o soroche, como muchos lo llaman. El mal pasa como el mareo,
y unos sufren más que otros, pero también suceden casos de morirse los atacados.
La tembladera es una enfermedad muy seria y nadie ha descubierto hasta ahora a
qué pueda atribuirse; sabemos, sí, que en el verano, si sale el So! después de una
lluvia, la tembladera se pone muy brava, y que determinados lugares son la madre
de este mal, bastando dormir en ellos pura quedarse de a pié, o al menos con ca-
balgaduras inutilizadas para el viaje. La experiencia nos enseña que el animal muy
gordo, como el muy flaco, son los más propensos a ser atacados, y que el que es
vaqueano de la tembladera, r a r a vez o nunca se pica, como dicen; también conocemos
los remedios con que pueden curarse las bestias atacadas, como ser alfalfa verde,
zahumerios con azuíre o con palo de ají, al grado de hacerlas estornudar o toser.
Todo esto se ha averiguado, pero en cuanto al origen del veneno, todo es prblemático".
"En las Minas de Andalgalá (Catamarca), una falda del ceiro tiene tembla-
dera, la otra no; si se corta pasio de aquélla, se enferman los animales, pero si una
cabalgadura enfrenada pasa por uno de estos lugares, también puede temblarse, co-
mo dicen, de suerte que en este caso, no sería por haber comido mala yerba. Digamos
que sea aire: en tal caso ¿cómo no ataca ni al hombre ni al perro, aunque duerman
en el suelo del lugar infestado?, pero si el perro liega a comer de estos animales mor-
tecinos, en el acto le ataca la misma enfermedad. El mal empieza con temblorcillos
por todo el cuerpo, que al principio parecen que sólo afectan la piel, pero luego pasa
a sacudirse toda entera y si la bestia no sale en seguida del lugar infestado, acaba,
sea muriendo del mal, sea despeñándose de algún precipicio, con gran regocijo de los
señores cóndores, que desde que se enferma el animal, están afilándose para el festín".
"El arriero vaqueano, con tropa aguerrida, se pasa años sin perder una sola
acémila de tembladera, pero así también he conocido infelices, que en una entrada
imprudente, se han quedado sin muía de cargar. Hace ya veintiséis años que viajo
por estas breñas y nunca he perdido ninguna caballería, pero conozco muchos que
han tenido que cargar con apero y alforjas, y muchos más que por nada quieren aco-
meter los riesgos del cerro de las Minas, en los meses de verano. Recuerdo que el co-
nocido botánico, Dr. Lorentz, no quería creer que existiese tal enfermedad, porque
no veía los caminos sembrados de osamentas, pero la verdad es, que en los caminos
de la falda como los nuestros, las víctimas van a dar a lo más hondo de las que-
bradas, adonde los cóndores se regalan a su talante, y se encargan de dejar sola-
mente los huesos pelados, que luego adquieren el color del suelo que los rodea".
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 499

2180 2182
Las muchachas de estos tiempos, Las mujeres de este tiempo,
¿on como la "madre el viento" Son como la tijerilla,
No se contentan con uno, E n vez de andar con sus mamas,
Sino sólo con trescientos. Andan con una tropilla.

2181 2183
Las mujeres a los quince, Las mujeres de este tiempo,
Son más dulces que el almíbar Son como la tormenta,
Y llegando a los cuarenta, ?Uro refucilo y trueno,
Son más a m a r g a s que acíbar. Viene el viento y las ahuyenta.

(2180) Madre el viento p o r Madre del viento.


La madre del viento o La viento es una divinidad calchaquí; los indios la lla-
maban Huayrapuca (Viento, coiorauu, en quichua). El Dr. Adán Quiroga a quien la
arqueología argentina debe valiosos hallazgos, recogió a fines del siglo pasado mu-
chísimas noticias del culto calchaquí a Huayrapuca. Quien desee profundizar el es-
tudio de este mito puede consultar su libro El Folklore (Págs. 35 a 73).
Como la copla atribuye a la Madre del viento un apetito carnal inmoderado, ci-
taré un relato consignado por el Dr. Quiroga, en su obra, que nos prueba en cierto
modo la verdad de la acusación del poeta popular:
"Por otro lado, toda la tradición está conteste en que esta divinidad tiene con-
tactos carnales con otros dioses o seres vivientes, varones o hembras, a los que fe-
cunda, cuando no es por ellos fecundada; y he aquí confirmado, plenamente, lo de
fas falos andróginos.
Es mentado en El Cajón, el cuento de los amores de La Viento con un hombre,
¿1 que después, por celos, alzó a las alturas, desde donde lo largó a la tierra, para
qae no quedara ni el polvo de sus huesos. El cuento ha sido tomado por mí, de boca
• e ios indios mismos, y para que no pierda su sabor local, va tal cual lo recogí":
"Había una vez, dicen, un pobre hombre que andaba siempre por los montes
roscando vicuñas, de cuya caza vivía. Andando, andando, se encontró con La Viento,
íuien gustó mucho, mucho de él, enamorándose. Yo no sé cómo fueron las relaciones;
pero sí sé que le hizo el trato, para que ella lo ayudara, de no enamorarse de ninguna
« i j e r . Desde entonces aquel pobre hombre, que vivía de las vicuñas, fué el más rico
ae todos los hombres, pues en cuanto necesitaba dinero para pagar cualquier cosa,
La Viento soplaba contra la montaña, que se abría, dándole todo el oro que quería.
Sucedió, una vez que el hombre se enamoró de otra mujer, y La Viento lo supo. El
aosnbre, asustado, se refugió en un templo; pero, ¡Qué era eso para La Viento! Des-
la muy alto se largó cuesta abajo contra el templo, lo hizo pedacitos y al hombre
.: levantó a las elevaciones, largando desde allá sus huesos".
Adán Quiroga: El Folklore Calchaquí. Pág. 45.
El Sr. Rafael Cano, de Catamarca, ha publicado noticias recientes del culto a
'Sz: yrapuca.
(2181) Las mujeres, a los quince,
mujeres, a los quince, Son más dulces que la miel;
:nás dulces que el almíbar; Y en pasando los cuarenta,
sando de cuarenta, Más amargas que la hiél.
amargas que el acíbar. A. S., 1661.
A. S., 1661. ( Nota).
(2183) Refucilo por relámpago: Voz muy usada en el noroeste argentino,
.bien se dice relampijio y rejudio, aunque son menos usadas estas formas.
500 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

2184 2189
Las mujerea no me quieren, Las mujeres no me quieren,
Diciendo que soy casado, Porque yo sé trabajar,
No saben las pobrecitas Si yo fuera un haragán,
Que el casado es bendisado. Mujeres me había i sobrar.

2184 • a 2190
Las mujeres no me quieren, Las nubes se van cargando,
Diciendo que soy casado, Para el centro de Bolivia,
No saben las pobrecitas Esta noche va a llover
Que ser soltero es petardo. Goteras de agua florida.

2185 2191
Las mujeres de estos tiempos, Las palabras las mujeres,
Tienen muchas pretensiones, Son como la caña vana,
Y le deben al tendero, Lo que prometen hoy día,
La camisa y los calzones. Ya no se acuerdan mañana.

2186 2192
Las mujeres no me quieren, Las salteñas son de plata,
Porque m'hi puesto el lapacho, Las vallistas de algodón,
Ellas estarán queriendo, Tucumanas de aguardiente,
Uno de bota y bombacho. Santiagueñas de mistol.

2187 2193
Las mujeres no me quieren, ¡Lástima me da cortar,
Porque no tengo bigote, La flor cuando está en botón!
Pero ya me están brotando Si está cerrada, dejarla,
Como pata i chilicote. j / Para mejor ocasión.

2188 2194
Las mujeres no me quieren ¡Lástima que ya estoy viejo
Porque soy mozo de ojota, Y avanzado de l'edad!
Ellas estarán queriendo, El consuelo que me queda,
Mocitos de media bota. Que gocé en mi mocedad.

(2184) Bendisado, por bendecido, bendito: Recogí esta copla en los Valles Cal-
chaquíes y es la única vez que oí esta palabra.
(2184 - a) Petardo, engaño: Suele decirse petardero y pertaáera. "Tal niña es
muy petardera, engañadora, a todos dice sí y no les cumple.
(1286) Lapacho: En la copla esta palabra está usada con el significado de
sombrero de alas caídas, parecido a la copa del árbol llamado lapacho, (Tecoma Ave-
llanedae), alundante en los bosques de Salta, Jujuy y Tucumán.
Uno de bota y bombacho, vale decir: Uno que calce botas y use pantalón bom-
bacho.
(2187) Chilicote: Grillo.
(2191) Que de lo que dicen hoy,
La palabra de los hombres, Ya no se acuerdan mañana.
Es como la caña vana; R. M., 6127.
(2192) Vallistas: De los Valles Calchaquíes.
C AN C ION E RC POPULAR DE SALTA 501

2195 2201
La tarde viene lloviendo. Licencia pido, señores,
Las nubes están salienlo, Para cantar y bailar,
¡Déme lo que ando quiriendo, Al señor dueño de casa,
No me lo niegue tenieido! Compadre de este lugar.

2196 2202
La tonada es rumiarqujña, ^ Los botines tengo rotos,
La dueña es eacMpanjJEña, > ¿Con qué los remendaré?
Suspiros de una saltejja, >: Con puntas de malas lenguas,
Lágrimas de una pomsña. ,X Que dicen lo que no es.

2197 2203
¡Lechuguita, lechuguita! Los cabellos de una rubia,
Lechuguita con vinagie, Dicen que tienen veneno,
Si querís que yo te cEnte, Yo he de casarme con una,
No t'hi de cantar de balde. Que el veneno es un remedio.

2198 2204
¡Lechuga sin flor! Los mocitos de este tiempo,
¡Lechuga sin flor! Parecen de rupachico, \
¿Qué andas diciendo Si ven una m65rerilíí3a,
Con tanto calor? Se les hace agua el hocico.

2199 2205
Le digo, vídita mía, Los mocitos de este tiempo,
Yo me muero por Ud. Son como la cerrazón,
Si Ud. se muere por otro, Tras de las niñas bonitas
¡Bien haiga el mundo al revés! Se van como en procesión.

2200 2206
Les voy a contar un caso, Los mocitos de estos tiempos,
Para que puedan guiarse, Son como la sota i basto,
Conviene siempre tener, Cuando gastan diez centavos,
Mujer a donde rascarle. Dicen que hacen mucho gasto.

(2196) Rumiarqueha, cachipampeñú, salteña, pomeña: Gentilicios de: Rumiar-


co, Cachi Pampa, ciudad de Salta y La Poma.
(2202) El zapato traigo roto,
Er sapato tengo roto; ¿Con qué lo remendaré?
¿Con qué lo remendaré? Con picos de malas lenguas,
Con picos de malas lenguas, Que propalan lo que no es.
Que jablan lo que no es. R. Palma. T. 2«. Pág. 148.
R. M., 46Í1.
(2203)
El zapato tengo roto, Los cabellos de las rubias:
¿Con qué lo remendaré? Dicen que tienen veneno:
—Con puntas de malas lenguas, Yo me he de casar con una,
Que hablan de lo que no es. Aunque me mate con ellos
A. de Ll., 376. R. M., 1106-14.
(2204) Rupachito, Ortiga: Es voz quichua.
502 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

2207 2212
Los mocitos de estos tiempos, ¡ Ma, canten como yo canto!
Son pinturita de barro, ¡Como yo canto, ma, canten!
Cuando salen a farriar, Lo de adelante pa atrás,
No tienen diez pa cigarro. Lo de atrás para delante.

2208 2213
Los mocitos no me quieren ¡ Malditos sean los hombres!
Porque yo no soy risueña, Y el demonio se los lleve,
Ellos han de estar queriendo, Salvado sea mi padre,
Risueñas y cuadrilleras. Y el moreno que me quiere.

2209 2213
Los ojitos de mi cara, Mal estoy de la memoria,
¿Quién me los quiere comprar? Y del pulso tiritando,
Los vendo por traicioneros, Dame el tintero y la pluma,
Porque publican mi mal. Pa que te vaya dictando.

2210 2214
¡Luna de todas las noches! ¡Mal vas por ese camino,
¡Lucero al amanecer! Volvé pa atrás criatura;
Anda, decile a tu madre, Deja el llanto pa los tristes,
Que ella mi suegra ha de ser. Que la vida poco dura!

2211 2216
Luna nueva, luna entera, ¡Malhaya la cocina!
Luna de franco bandera, ¡Malhaya el humo!
Poca facilidad tengo, ¡Malhaya quien se fía
Y mi dueño no es cualquiera. De hombre ninguno!

(2209) Los vendo por traicioneros,


Los ojitos de mi cara, Porque publican mi mal.
¿Quién me los quiere comprar? R. M., 5381.
(2211) No sé qué querrá decir: Luna de franco bandera, quien me dictó esta
copla tampoco sabía el sentido de este verso.
(2212) Ma canten como yo canto: Quiere decir: ¡Veamos, canten Vds. como yo
canto. El Ma antepuesto al verbo es incitación a hacer lo que el verbo significa, así
se dice: ¡Ma... vamos! ¡Ma... veamos! Ma decime, expresión que equivaldría a ¡A
ver!, usado como interjección. Es de uso general en Catamarca y en los Valles Cal-
chaquíes.
(2213)
Malditos sean los hombres, Mala mor te mate os homes; .
Y el demonio se los lleve; Eu por todos no-n-o digo:
En sacando yo a mi padre Gárdeme Dios a meu padre,
Y al moreno que me quiere. E tamén o meu marido.
E, M., 6118. C. Gallego. T. 3?. Fág. 159, n« 64.
(2217) El Sr. León Mera (Ecuador), trae esta copla, cuyos dos primeros ver-
sos son iguales a los de la copla salteña.
¡Mal hay quién dijo amor, ¡Mal haya quién se enamcra,
Pudiendo decir veneno! De prenda que tiene dueño!
L M., 169-
CANCIONERO p 0 P v L A B DE SALTA

2217 2225
¡Malhaya quien dijo amoi, Mañana por la mañana,
En vez de decir veneno, " Me voy a "Las Cinco Es/yujias",
Que el veneno pronto mata, A tomar un mate amarga
Y el amor mucho dilata. Que me lo cebe mi ctóia.

2218
Mancarrón que has recorrido Me ale^o que te diviertas,
Por la costa del Pasaje, Y £ie te hayas divertido,
Si tu amor está en la banda, ike alegro que te diviertas,
No hay creciente que te ataje. Con lo que yo no he querido.

2219 2227
Mañana, cuando me muí r a Me dicen que no ande triste,
Cerrarán mis documentcs Que anda la melancolía,
Así nadie podrá leer, Por eso en mi pecho reina,
Lo que está en mi pensamiento. Desde entonces la alegría.

2220 2228
Mañana, cuando me vaya> Me dices de pocas plumas,
Cantaré en "La Lagunill a " En verdad tienes razón,
Según vaya caminando, Porque vos me las robastes,
Cantaré en la serranía. Para hacerte tu colchón.

2221 2229
Mañana, cuando me vay^( Me dices que lo pesemos,
Un recuerdo llevaré, Está bien lo pesaremos,
Llevaré un recuerdo grato, Como la piedra del río,
De quién me supo querer Mucho pesa, y vale menos.

2222 2230
Mañana me voy de aquí, Me fui a preguntarle al cura,
Cuando todos me estén viendo, Si será bueno cantar,
Yo también les pago a todos, Y el cura me respondió:
Nada les quedo debiendo. —¡Metalé haeta descansar!

2223 2231
Mañana me voy Me gusta encender el fuego,
Me voy pal Aibal, Por no estar sopla que sopla,
Ahora soy libre, A mí no me han de correr,
Soy dueña de amar. Cantando una sola copla.

2224 2232
Mañana me voy, Me gusta tomar el vino,
Me voy pal Mollar. La chicha y el aguardiente,
Porque allá no hay cuentos, ¿Cuya esta casa será?
Ni saben celar. ¿Será de algún presidente?

(2229) Es contestación de la copla, 861 del Cancionero de Jujuy.


504 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

2233 2240
Me han mandado que le cobre , Me voy pal Aibal,
A mi señor cantinero, Me voy pal Aibal,
Cinco pesos por oveja, Porque allí son buenos,
Dos cincuenta por carnero. No saben celar.

2234 2241
Me ocuparon de hortelano, Mi amante me dijo anoche,
Y me puse a plantar lima, Que cantara y no llorara,
Con esmero la cuidé, Que echara canas al aire,
Como es la planta, es la estima. Pero que no la olvidara.

2235 2242
Me puse a labrar un palo, Mi amorcito con el tuyo,
Me responde la madera: Andan medio enredaditos,
—Un besito de tu boca Parece sachamorita
No lo merece cualquiera. Que está en la bañaderita.

2236 2243
Me voy a los "Chacos de Oran", Mi caballo es caballero,
Allá no hay penas, No quiere comer cebada,
Ni saben celar. El quiere comer cariños,
Me voy a los "Chacos de Oran". Y eso no mantiene nada.

2237 2244
Me voy a hacer un barquito, Mi caballo es escribano,
De cascaras de jarilla, *&* Tiene en la frente un letrero,
Para embarcar corazones, Las letras vienen diciendo:
De Angastaco a Pucarilla. ¡Amito, saquemé el freno!

2238 2245
Me voy a hacer un barquito, Mi caballo me ha cobrado,
De cascara de nogal, Los años que me ha servido,
Para embarcar corazones, Yo también l'hi de hacer cargo,
Miraflores y El Ceibal. El pasto que me ha comido.

2239 2246
Me voy a hacer un carrito, Mi cigarro se ha apagado,
De astillitas de marfil, Ayudemén a encender,
Para embarcar corazones, Mil gracias les doy, señores,
Del paguito de "El Carril". Se saben compadecer.

(2241) Qu' echara penas al aire,


Mi amante se fué y me dijo Pero que no l'olbidara.
Que cantara y no yorara,
E. M., 3459.
(2242) Sachamora: Morera del campo.
CANCIONERO QPULAR DE SALTA 505

2247 2253
Mi corazón no se cose, ¡Mi palo i chalchal!
Ni con el hilo más fino, ¡Mi palo i nogal!
Mi corazón ha nacido, Nc se vaya sola
Para ser firme y querido. Que yo la h'i llevar.

2248 2254
Mi fiero pajaro, Mi querido de fulano,
Mi hermoso halcón,
Vuela muy alto, ¿De ande sale, qué anda haciendo?
Al reino del sol.
¿Qué pasos anda siguiendo
2249
2266
Mi nombre voy a firmar,
¡ Mirasolcito!
E n el aro del tambor,
Desde el vientre de mi madre, ¡Mi mirasol*
Me eligieron pa cantor. Lloro y Suspiro,
¡ Ayr por tu amor!
2250 2256
Mi señor don Juan Bautista, ¡Mocito lindo
Masque la coca y la yista, Tan divertido!
No ha de haber ninguna niña, Sombrero chato
Que no se afloje a su vista. Y tan rompido.

2251 2257
Mi padre fué muy cantor, Morena tiene que ser,
Mi madre cantó en La Audiencici> La tierra para ser buena,
. Cómo no hi de salir yo Y la mujer para el hombre,
Cantor por mi descendencia ! También ha de ser morena.

2252 2258
¡Mi palo i chalchal! Morenita soy, señores,
¡Es mi palo i mecer! Morena del Tucumán,
Lo meto y lo saco, Así moreno es el trigo,
Lo vuelvo a poner. Pero blanco sale el pan.

(2250) Yista o Meta, f.: Es voz quichua, ceniza de quinua o de otras plantas,
cue en pedacitos duros se mezcla, » la oooa que forma el acullico. Se hace y se usa
en Salta y Jujuy, que son los lugares argentinos donde se coquetea. En Bolivia cons-
tituye un artículo ordinario de comercio. (L. Borda).
(2251) Audiencia: rEn la Real Audiencia de Charcas? Reminiscencia de la
época colonial.
(2257) Y la mujer para el hombre,
Morena tiene que ser También ha de ser morena.
La tierra para ser buena, R. M., 1406.
(2258) Me llamó mucho la atención cuando me dictaron esta copla en Tastil,
i Rosario de Lerma), el hecho de decir del Tucumán y no de Tucumán, tanto que me
hice repetir la copla dos veces, so pretexto de que no oía bien. La denominación del
Tucumán es vieja, caída en desuso a principios del siglo pasado. El Tucumán era una
expreción geográfica para designar las provincias llamadas actualmente de Tucumán,
Catamarca, Salta y Jujuy; denominación anterior a la conquista española y conser-
vada durante la colonia.
t La actual provincia de este nombre es de Tucumán y no del Tucumán. Sin duda,
les una de las tantas reminiscencias de la época colonial.
506 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

2259 2265
Muriéndome estoy de rabia, No hi de volver a ensillar,
Porque la fiesta se acaba, Caballos marca "Los Pérez",
Si la fiesta me aguardara, A causa de esos caballos,
¡Una semana cantara! No me quieren las mujeres.

2260 2266
Nadie me gana en querer, No les creo a las mujeres,
Si encuentro correspondencia; Aunque las vea llorar.
Y si de olvidar se trata, Porque las lágrimas que echan,
Soy la misma indiferencia. Son calabazas que dan.

2261 2267
No amis mujer casada, ¿No lo ven a este mocoso
Pues una que yo he querido, Que me viene a enamorar?
Cuando menos lo pensaba, —¡Anda, decile a tu madre
Se la llevó su marido. Que te enseñe a trabajar!

2262 2268
No atropellen compañeros, No me quisiera casar,
Porque grande es el portillo, Cerquita del Carnaval,
Sigalén por la misma hebra, Pa que no me anden tirando,
Que lo han de hallar al ovillo. Como a burro del bozal.

2263 2269
No es un capricho el que tengo, ¡ No me tires al ala!
Sino intenciones morales, ¡Carabinero!
Más se me aumenta la dicha, Que soy, águila nueva,
Cuando más duran los males. Perderé el vuelo.

2264 2270
No hi de volver a ensillar, No porque me vean desnudo,
Caballo marca "El Tunal", Dirán que soy resertor,
A causa de esos caballos, No sólo la patria pela,
Es que me pagan tan mal. También pela el sarampión.

(2260) (2266)
Soy un fuego en el amor. No te fíes de mujeres,
Cuando hallo correspondencia; Aunque las veas llorar;
Pero, cuando no la encuentro, Que con sus lágrimas riegan
Soy la misma indiferencia. Las calabazas que dan.
L. M., 212 - 5. R. M., 6237.
Bien se ve que los paisanos nuestros no saben qué es calabaza, n: el sentido de \i
copla española. Repiten la copla porque ataca a las mujeres sin preocuparse de las
palabras usadas.
(2267) Mocoso-a: A más del sentido recto tiene otro figurado, pues entrí
nosotros quiere decir muchacho, chico, nene.
(2269) Porque no soy paloma
No pierdas en mí balas, De mucho vuelo.
Carabinero, R. Palma, Trad. Fer. T. 1'. Pág. 8
(2270) La patria pela: Servir a la patria entre la gente del pueblo es única-
mente prestar el servicio militar y como allí les cortan el cabello al rape, dicen qu«
las patria los pela.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 507

2271 2278
No quiero encender el fuego, No soy de aouí,
Por no estar sopla que sopla, Soy de "El Galpón"
En el paguito de aquí, Cuidac paloma,
Cada cual echa su copla. jViene el halcón!

2272 2279
¡No sea bárbaro compadre! No soy morenita linda,
Mire que lo oye su moza, Ni prenda de gran valor,
Y puede creerle que está, Soy morena y a cualquiera,
Entre San Juan y Mendoza. Le robo su corazón.

2273 2280
No seas cobarde, niña, No soy moza, yo soy vieja,
No seas cobarde, Como así tendrá que ser,
Gocemos de la vida, Los años son como el río,
Antes que acabe. Para tras no han de correr.

2274 2281
No se case, compañero, No temo tanto a la muerte,
Con mujer baja y delgada, Como temo a la vejez,
Conforme le falta el cuerpo, La madre que me parió,
No tiene firmeza en nada. No me ha i parir otra vez.

2275 2282
No sé porque estoy cantando, No tengas pena, vidita,
Grueso, grueso y desparejo, Que yo hago aquí lo que puedo,
Será porque me ha salido, En mi casa soy casado,
Sobregüeso en el pescuezo. Saliendo al campo, soltero.

2276 2283
No sé que giro h'i tomar, No te vaya a suceder,
Para seguir mejor giro, Lo que a mí la vez pasada,
¡Tan cuánta que no hi cantao! Casi mi hi visto perdido,
Voy desconfiando a mi tino. Por querer una casada.

2277 2284
No soy criollo de aquí, ¡ No vé este viejo verde
Porque de Santiago soy, Como la tuna!
Si me miran con desprecio, Tiene la penca seca, •
De mañanita me voy. Y la espina dura.

(2272) Estar entre San Juan y Mendoza, es estar borracho. La alusión es jus-
lt™ »6S f an . Juan y Mendoza son las provincias que producen mayor cantidad de

A- i 2 2 Z 6 ^ ,c^anta. por ¡cuánto ha! Es muy común esta palabra en el sentido in-
dicado. "¿Cuando murió fulano?" ¡Cuánta! esto es, hace tiempo.
1 amblen suele decirse cuantua y siempre en el sentido de ¡cuánto ha!
(2277) Santiago del Estero.
(2278) El Galpón: Villa y estación ferroviaria del Dpto. de Metan.
508 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

2285 2293
¡Oh, qué dichosos serán, ¡Ofrécele, ofrécele!
Los que se aman con ternura! Ofrécele harto,
Y disfrutan con ventura TJn vestido a la moda
Las delicias del amor. Y casa de alto.

2286 2294
¡Oiga, diga, cocherito! ¡Ofrécele, ofrécele!
¿Por cuánto me va llevar? Una corona,
—Suba nomás amiguito, Del orito más firme,
Que nada le va a costar. De California.

2287 2295
¡Oiga la viudita loca! ¡Ojalá gallito
No se cansa de sentir, Que por cantador!
Antes de las nueve noches, Te vean mis ojos
Hallará con quien dormir. En un asador.

2288 2296
¡Oiga le digo mi amigo! ¡Ojalá vidita mía
Tire un banco y siéntese, No tuvieras quién te guarde!
Si no sabe cantar coplas, Vileza sería la mía
Venga, yo le enseñaré. Perderte por ser cobarde.

2289 2297
¡Oiga mi señor fulano! Otros ya te habrán cantado
Lo quiero de corazón, Y habrán dado cumplimiento,
Dentro de mí no hallará, Yo te voy a dar el mío,
Ni falsedad ni traición. Con mi corto entendimiento.

2290 2298
¡Oigan compañeros míos! Otra vez de nuevo quiero,
Y sigan para adelante, Empezarme a componer,
Como soy mozo ignorante, Las estrellitas del cielo,
No les cantaré delante. Se me quieren oponer.

2291 2299
¡Oiganmén señores míos! Pa cantar pido licencia,
Que vienen a la cocina, Al señor dueño de casa,
Por encender el cigarro, Porque al cabeza mayor,
¡ No me pasen por encima! Se le dá la primer gracia.

2292 2300
¡Oiga, querido fulano! ¡Pajarillo triste!
Usté es un amigo mío, ¿Qué andas picando?
Por Ud. atravesaría, Que andas de rama en rama,
Arroyos, mares y ríos. Como yo me ando.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 509

2300 - a 2308
¡Pajarillo triste Pañuelo blanco, vidita,
Que andas volando, Vestidito azul oscuro,
Que andas de rama en rama, Vamos logrando lo ajeno,
Calaveriando! Que te nuestro está seguro.

2301 2309
¡Pajarillo, picaflor, Para besar una ñata,
No piques esa florcita! Te has de limpiar el hocico,
Camina más adelante, ¿Qué ñata te va a besar
i' pica otra mejorcita. Con esa trompa de mico?

2302 2310
Palabras sacan palabras, Para cantar con la caja,
Razones sacan razones, No se necesita escuela.
Querí3 mantener amor, En caso i necesidad,
Y no tenis pa calzones. El ave más vieja vuela.

2303 2310 - a
Pa'l amor contrariado, Para cantar vidalitas,
Buena es la bota. No es preciso ser de escuela,
Y pa halagar a suegras, No cortándole las alas
Triunfos son copas. El ave más vieja vuela.

2304 2311
Pa'l amor, la pobreza, Para cantar cuatro coplas,
Siempre es estorbo, No tengo la lengua ruda,
Con las mozas de ahora, Memoria y entendimiento,
Triunfos son oro. Sólo la voz no me ayuda.

2305 2312
; Palomita blanca, Para cantar la vidala,
Pecho de gasa! Es preciso el ardiliar,
¿Dónde estará mi negra Para poder disponer,
Que no me abraza? Cada copla en su lugar.

2306 2313
¡Palomita blanca, Para cantar la vidala,
Piquito de acero! Soy como tejido a pala,
Vivís en la banda Y como el acero fino,
Y yo en el potrero. Que no le dentra la bala.

2307 2314
¡Palomita voladora! Pa cantar pido licencia,
Cortando el hilo te has d'ir, Porque no soy atrevido,
Y si no cortas el hilo, Porque el hombre divertido,
Vidita, aquí has de dormir. Suele perder el sentido.

(2303) Bota: bota de vino.


(2312) Ardiliar: de ardid: Mostrar arte o maña para hacer una cosa.
510 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

2315 Talvez me pudiera ahugar,


Me aseguro por si acaso.
Para cantar yo quisiera,
Tener eco de sierena,
Y paradito en la rueda, 2320
No me ganaría cualquiera.
¿Para qué me han dado el jarro
Si no me han de dar el yuro?
2316
Ya se pasa Carnaval
Para firme, el oro fino, Y no me encuentro seguro.
Para falso el oropel,
Para firme nació el hombre, 2321
Para falsa la mujer.
¿Para qué me preguntas
2317 A dónde vivo?
Si no sabes mi casa,
Para Jesús la vergüenza, ¡Vente conmigo!
Para Galván el bochorno,
Si no le sirvo de carga,
L'hi de servir de soborno. 2322

¿ P a r a qué quieres que quiera


2318 P r e n d a de tanto valor?
Para los hombres celosos, Si yo sólito me basto
Tengo un remedio aprobado, P a r a sustentar mi amor.
Colgarlos como a campana,
Y azotarlos por porfiados. 2323

2319 P a r a querer un amor


Soy como paica de horcón,
Para poderla medir, Soy capaz de a b r i r m e el pecho,
Tendría que dentrarme a lazo, Y e n t r e g a r t e el corazón.

(2317) Soborno: (Sobornal, del Dice, de la Academia). Es el atado, el lío li-


viano que se lleva sobre la carga, en las muías de los arrieros. Allí van los comes-
tibles o los vicios, a saber: la botellita de aguardiente, los cigarros y la coca.
El soborno y los comestibles que sobraban en los viajes se solía regalai
al peón o peones que acompañaban al viajero. A respecto de esta costumbre de los
hacendados sáltenos, oí referir este hecho. Un señor muy rico de los Valles Calcha-
quíes que tenía fama de ser avaro partió con rumbo a Lima con un guía que igno-
raba su modo de ser. Llevaban por único avío cuatro bolsas de charqui. Durante el
camino el peón sufrió hambre, pero aguantó con paciencia. Después de hacer, el pa-
trón, sus negocios en Lima, regresaron ambos sin tropiezo alguno a sus hogares, al
cabo de seis meses. Como durante el largo viaje no gastó el señor más que tres bol-
sas de charqui, porque extremaba su mezquindad, suponía el peón que le iba a to-
car la bolsa sobrante, pero el patrón no le dio nada, sino escasamente el importe
de sus jornales. Al año siguiente el hacendado requirió de nuevo sus servicios al pai-
ano pero este le hizo responder así: "Dígale Vd. a Don Fulano, que se haga acom-
pañar con la bolsa de charqui, porque ella conoce el camino a Lima de ida y vuelta".
(2319) Debe ser esta copla una contestación a otra.
(2320) Yuro (voz quichua): Es la vasija de barro cocido, en forma de bo-
tellón, ancha abajo y con un cuello angosto, largo de veinte a treinta centímetros.
En los yuros se pone arrope y chicha.
(2323) Paica o payea (voz quichua) : Es el ángulo formado por dos ramas.
La paica de horcón, es pues, el ángulo del tronco de árbol en donde va el trave-
sano o solera.
La comparación de la paica del horcón con sus sentimientos amorosos está bien
hecha, pues quiere decir que tiene un corazón abierto, generoso.
CANCIONERO P OFu LAR DE SALTA 511

2324 2330
ara el querer, vídita, Para volar nació l'ave,
oy como hornero, Para perfume la flor,
i me rompes el nido, No te has de ir sin darme el gusto,
o hago de nuevo. Recién t'hi tenido amor.

2325 2331
ara querer, vidita, Pasada mi juventud,
oy como nieve, Al sol me irán a botar,
uando la quema el sol, Siendo una vieja arrugada,
íada, se vuelve. Así mí sabrán amar.

2326 2332
Para que será el amor? Pastor, la gente me llama,
-¿Pa consuelo del querer? Porque me gusta pastiar,
Para qué será el varón? Con niña de quince a veinte,
-Pal consuelo la mujer. ¡Ay, qué dicha es pastoriar!

2327 2333
Para qué vas y vienes Pa tabletas, Mendoza,
'ienes y vas? San Juan, pal vino,
i otros con andar menos, Para puntiar "El Gato",
Consiguen más. Los Correntinos.

2328 2334
'ara todo quiere suerte, Permiso pido, señores,
lasta para el amorcito, En su rueda cantaré,
Co pudiendo conseguir Aunque soy medio moreno,
lay que joderse sólito. Talvez no los mancharé.

2329 2335
'ara ver qué me hace falta, Perdone mi buen amigo,
V I caso no tengo tino, Yo le daré una lección,
'ara pretender mujeres Le traigo de Buenos Aires
?engo memoria y sentido. Oro de composición.

(2324) Hornero: Pájaro {Furnariua rufus). En Catamarca se le llama al-


<añil.
"Interesante y garbosa avecita, de unos quince centímetros de largo, color par-
lo acanelado, con el pecho y garganta blancos y la cola algo rojiza. Construyo
mualmente en los árboles, postes o casas, después que llueve, un nido de barro a
nodo de horno, que es durísimo, con entrada lateral y tiene dos compartimientos,
-.a puerta mira al norte, que es el viento más caliente, nunca al sur, donde la lluvia
tzota y para penetrar al interior hay que hacer un pequeño rodeo. A esta hábil
onstruccion que realiza en tres o cuatro días, debe su nombre. Si una ave intru-
a ocupa su nido, dicen que la matan, emparedándola. Nadie los persigue, viven en
asal y prefieren la proximidad de las casas de campo.
Son, al parecer, cónyuges tan afectuosos, que cuando, tras breve separación
¡e vuelven a reunir, prorrumpen indefectiblemente en una explosión de regocijo
•egocijo que manifiestan lanzando a dúo gritos tan repetidos como estridentes, acom-
pañado de un aleteo muy cómico y expresivo. Denuncian con sus gritos la presencia
e una serpiente, comadreja u otra alimaña. En Sud América existen once especies
e horneros y el hornero crestado (furnarius cristatus), es propio de la Provincia
le Córdoba. (Segovia).
512 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

2336 2342

¡Planta de ají! Por acá me vua largar,


¡Planta i poleo! Como a deshilar un fleco,
¿Dónde estará mi negra, —No te vayas a perder
Que no la veo? Como la ciudad de Esteco.

2337 2343

¡Plantita i mugrón! Por aqui les cantaré,


¡Florcita i laurel! Por ser camino más suave,
Mujer no tengo Suplicándoles a todos
Ni pienso tener. Que canten conforme saben.

2338 2344
¡Pobrecita mi tonada! Por el interés pudiera,
Ya la van hacer quedar, Que al pobre le hagan favor,
El consuelo que me queda, Más con respecto al amor,
Durmiendo la han de olvidar. Ya no hay mujer que lo quiera.

2339 2345
¡ Pobrecito ese mocito! Por esta calle a lo largo,
Que se anda de forastero, Kío del Valle, campo de honor,
Antinoche perdió el poncho, Juran que me han de matar,
Y anoche perdió el sombrero. Tucumán, Salta, La Kioja es mejor.

12340 2346
¡Pobrecito este mocito! ¡ Por la Cañada de Páez,
¡Miren su generación! Partido de "El Totoral",
Su madre fué la jarana, Lloraban dos palomitas,
Su tata la diversión. Por un solo gavilán.

2340 - a 2347
Para cantar cuatro coplas, Por la señal de la cruz,
No tengo comparación, Que me voy a persignar,
Soy padre de la jarana, No venga el diablo maldito,
Hijo de la diversión. Para quererme tentar.

2341 2348
Ponchito blanco m'hi puesto, Por milagro qu'hi venío,
Como espumita del iñar. 7 Echaré mi relancina,
Brilla el lucero en Jujuy, Las coplas con los cantores,
Estrellas en Tucumán. Dan vueltas en la cocina.

(2338) Esta copla cantaba un paisano mientras yo recogía cantos en Chi-


coana.
(2348) Cañada de Páez: Dpto. de Ancasti. Prov. de Catamarca.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 513

2349 2355
Por mujeres no me pierdo, ¿Por qué no cantan señores?
Cuando se empaca un amor, ¿Y digan por qué están tristes?
Me doy vuelta el tirador, ¿ Qué no han visto que el verano
Y si te vi no me acuerdo. De hojitas verdes se viste?

2350 2356
Porque me ven chiquitito, Por querer una casada,
Y porque vine en empelo, Casi m'hi visto abatido,
Ya dicen que no soy hombre, For milagro que me quiso,
Digno de pisar el suelo. Llega a saber su marido.

2351 2357
Porque me ven poncho blanco, Por querer y andar queriendo,
Me dirán que soy carnero. Y por querer me han dejao,
Por mi modo i pretender, Amarillo largo y seco,
Soy mejor que un caballero. Como vela de finao.

2351 - a 2358
Porque me ven poncho i lana; ¿Por qué te quieres morir?
Ya dicen que soy carnero, No quieras pasar de largo,
Yo también sé pretender Que yo no soy San Antonio,
Como el mejor caballero. Para hacerte los milagros.

2352 2359
Porque me ven mala traza, i Por una que está en la rueda,
Ya me aborrece la gente, Velay por esa me muero!
Y soy capaz de dormir, Y se llama la vidita..
Con l'hija del presidente. ¡Velay, que ya no me acuerdo!

2353 2360
Porque me ven orejano, Por una blanca rubia,
Todas me quieren marcar. Me llevó el diablo,
Si quieren que yo sea suyos Por una morenita,
Primero me han de comparar. Vengo y me salvo.

2354 2360 - a
¿Por qué no cantan señores? Por una tucumana,
¿Por qué están tan calladitos? Me llevó el diablo,
¿Qué no han visto en el verano Por una salteñita
Qué bullen los pajaritos? Me estoy salvando.

(2349) Esta copla está tomada al parecer de esta estrofa del poema gaucho
de: Estanislao del Campo, "El Fausto".
Por hembras yo no me pierdo: Pasa por el cernidor,
La que me empaca su amor, Y . . . si te vi, no me acuerdo
33
5U J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

2361 2368
- Potrereño soy señores, ¡Qué bien te lo dijo el cura
Potrereño como quiera, Con el señor sacristán!
Ojotitas doble suela Que nunca, quieras a nadie,
Soy más gaucho que mi agüela. No siendo Simón Pistan.
2362 2369
Primero es una mirada, ¿ Qué cantar voy a cantar
Una sonrisa después, Para no ofender a Dios?
Con un apretón de manos, Si no hay cantar que no tenga,
Así se empieza a querer. Dos palabritas de amor.

"^ 2363 2370


¡Pucha que soy divertido! ¿Qué copla cantaré yo,
Chupador sin avenencia, Cuándo soy tan ignorante?
Es genio que Dios me ha dado, La memoria se me va
Señores, tengan paciencia. Porque no soy estudiante.
2364 2371
Puede decir lo que quiera, ¿Qué dedo m'hi de cortar
Que no me espantan sus dichos, Que no m'hi de sacar sangre?
Porque estoy acostumbrado, A todas las quiero igual,
A lidiar con todo bicho. Como la quiero a mi madre.

2365 2372
¡Puta que soy tomador! ¿Qué haremos compañeritos
¡La pucha que soy borracho! Con estos hombres sentaos?
Unos toman yo me macho, Parecen troncos quemaos
Otros comen yo me empacho. De los Sanjuanea pasaos.
2366 2373
¡Quí alegriya, este año! ¿Qué haré yo para cantar,
Pa Carnaval, Ahora que se ha ofrecido?
Cantando juntos Como quiera lo hi de hacer
Mos de pasar. Por cumplir lo prometido.
2367 2374
¡Qué arbolito tan hermoso! ¿Qué haré yo para cantar
¡Qué clavel tan encendido! Ya que todos me han pedido?
¡Qué niña tan de mi gusto! Yo no quiero ser rogado,
Esta que baila conmigo. Ni menos aborrecido.

(2361) Potrereño: Vecino o natural del distrito "El Potero", Dpto. de Chi-
coana.
(2363) Chupador: Bebedor de vino o de licores. Chupar: beber.
(2366) Alegriya: por alegría, es forma usada en "El Territorio de los Andes".
Mos: por hemos, es común esta deformación en el norte del país.
(2372) Sanjuanea: Llámase así a las fogatas que se hacen en las calles en la
víspera y día de San Juan. En Molinos he visto que hacían arder las pajas bravas
de la orilla del río Calchaquí. Aquello era inmenso, resultaba un espectáculo mara-
villoso, el río corría entre lenguas de fuego y los paisanos parecían personajes dan-
tescos en aquel infierno de llamas. Al día siguiente, sólo había troncos quemaos de
los Sanjuanes pasaos.
CANCIONERO bQP U L A R DE SALTA 515

2375 2383
i Qué le parece vidita? ¡Qué te parece, compadre!
i Qué me dirá si le digo, Yo te asisto en el intento,
3i le digo que conviene, Porqué te tengo guardado,
3ue se venga usted conmigo ? Dentro de mi pensamiento.

2376 2384
;Qué les parece, amiguitos, ¿Quién existirá en el mundo
1.0 que dice este ratón? Que no lo pueda saber?
Tiene gracia pa querer No se me escapa una sombra,
Henos pa atarse el calzón. Ni una alma que pueda haber.

2377 2385
;Qué les parece, señores, ¿Quién ha perdido qui hi hallado
3i me ocuparan en algo? Un pañuelo nuevo, nuevo?
Talvez les podría servir En cada esquina un suspiro,
üomo su mayor esclavo. Y en el centro un ¡ay, me muero!

2378 2386
Qué linda es la mañanita! Quien quiera cantar conmigo,
Qué lindo el amanecer! Acompáñeme algún rato,
!kíás lindos son los amores Yo le voa pasar las coplas,
3uando los dejan crecer. Ataditas en un trapo.

2379 2387
¡ Qué lindo es pa Carnaval Quisiera moralizar,
Cuando todo es alegría, La pluma con el sentido,
Cuando cantan los jilgueros Cuando me falte discurso,
Tres horas antes del día! Quisiera ser alvertido.

2380 2388
Que repiquen las campanas, Quisiera moralizar
5T que redoble el tambor, La pluma con el sentido,
La mujer que no me quiera, Para cantar con mujer,
Mo tiene perdón de Dios. Es bueno ser comprendido.

2381 2389
iQuerís bueno? Quisiera pronosticar,
;Tenis dueño? Como el pronosticador,
Vos querís dormir, También quisiera arriesgar,
Sin sueño. Como un nombre arrisgador.

2382 2390
¿Qué te diré, cantorcito, Quisiera ser cangrijeño,
Jue cantas tan por bajito? Para batir la bandera,
^.ndá para el gallinero, Ensillaría mi caballo,
i.r cántale a los pollitos. Levantaría polvareda.

(2387) Quisiera moralizar la pluma con el sentido: por, quisiera armonizar la


)luma con el sentido.
516 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

2391 2397
Quisiera ser capitán, Quisiera un caballo bayo,
Capitán de artillería, Un caballo bayo tunte,
Para echar rodilla en tierra, Para pegar un galope,
Y poner la puntería. A mi paguito de Túite.

2392 2398
Quisiera ser como el árbol, Reciba don Caracciolo,
Cada año reverdeciera, Vd. es un hombre decente,
Botaría el pelo viejo, Puede subir al Cabildo,
Y otro nuevo me saliera. Y hablar con el Presidente.

2393 2399
Quisiera ser como el chancho, Reciencito mos llegado,
Para no saber rezar, A saludar este barrio,
El chancho no se persina, Junto con mi cuadrillita,
Todo se le va en hozar. Con el sombrero en la mano.

2394 2400
Quisiera ser como el zorro, ¡Recuerda, si estás dormida!
Para pasarla cantando, De ese sueño delicado,
¡Cómo cantaría de lindo, Para ver si amor le tienes,
Cuando el chañar 'sté pintando! A este pobre desgraciado.

2394 - a 2401
. Quisiera ser como el zurro, Rematemos, rematemos,
Para pasarme gritando. Al Carnaval lo matemos,
¡Cómo habría de cantar fuerte, El Miércoles de Ceniza,
Cuando el chañar 'sté pintando! También lo cacharpayemos.

2395 2402
Quisiera ser de resorte, ¡Rematito humahuaqueño!
Para armarme y desarmarme, Color de cinta rosada,
Entre medio las doncellas, Volviendo t'hi de llevar,
Achicarme y agrandarme. Volviendo de "La Quebrada"

2396 2403
Quisiera ser ingeniero, Rematito no t' hi tráido,
Para ver de qué manera, Porque no quiere venir,
Podría entrar en tu cuarto, En estas tierras extrañas,
Sentarme a tu cabecera. Tiene miedo de morir.

(2394) Los zorros gritan cuando madura la algarroba y el chañar, sus pos-
tres predilectos, después de haberse comido las perdices del campo o las gallinas
del vecindario.
(2396) Podía entrar en tu cuarto,
Quisiera ser ingeniero, Sentarme en tu cabecera.
Para ver de qué manera R. M., 2766.
(2397) Tunte: (Voz quichua) color encarnado.
(2398) Cabildo: Llámase así entre la gente del pueblo a la Casa de Gobierno.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 517

2404 2412
¡Rematito, rematito! Salí al campo y pregunté,
¡Rematito tilcareño! A la humilde violeta,
Pa qué has andao preguntando Si para curar mi amor,
Si soy libre o tengo dueño? Conoce alguna receta.

2405 2413
Reniego todos los días, ¡Salí burro de mi puerta!
Del maldito matrimonio, No me comas la cebada,
Que sólo por el demonio, No sea que tal vez dentrando,
Inventado pudo ser. Se te rompa la quijada.

2406 2414
¡Río caudaloso! ¡Salí mi Juanita!
Déjame pasar, Batí tu bandera,
CJn beso a mi negra, Ensilla tu macho blanco,
Le quisiera dar. Vamonos pa Guacalera.

2407 2415
¡Río del Oriente! Salta la perdiz, madre,
Déjame pasar, La superior,
A mi palomita, Que se la caza el gato,
La voy a buscar. Gato traidor.

2408 2416
Ronco me siento del pecho, Salta la perdiz, madre,
Y la voz muy diferente, Parió la cabra
Por eso voy a cantar, Tres chivitos bonitos,
En esta casa sin gente. Y un malacara.
2409 2417
Ronco vengo de los pies, Salteñito me dicen,
Despiado de la garganta, Las santiagueñas,
Por eso digo cantando; Otra vez que me digan,
Que mi pecho ya no aguanta. Me iré con ellas.
2410 2418
Saladino soy, señores, Salteñito soy, señores,
Por mi modo de cantar, Pero de lao de Bolivia,
Aunque no dentre a la escuela, Cuando canto mi tonada,
Yo les puedo contestar. Cualquier enfermo se alivia.

2411 2419
Salga mozo, moJiuMo, '- Saludo al chico y al grande,
Salga niña tomuqueña, ^ Y a toditos en común,
El mozo que a mí me gusta, Y pregunto al dueño i casa,
Sabe tonadas pomeñas. x ¿Cómo le va de salud?

(2409) Despiado: por despeado, di despearse.


(2411) Molinisto - a, de Molinos; tomuqueña: de Tomuco (caserío al poniente
ie Molinos); pomeña, de La Poma.
518 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

2420 2425
¡Santa Rosa de Lima! Saqueseló a su sombrero,
¿Por qué consientes, Y vuélvaselo a poner,
Que dos enamorados Pa que no diga la gente,
Vivan ausentes? Que lo hi echado a perder.
Vivan ausentes, sí,
Preciosa perla, 2426
Aunque no sea mi dueña,
Me gusta verla. Se acabaron mis consejos,
En pro de su dicha ansiada,
Pero, amigo, usted está lejos,
2421 Para hacerme caso en nada.
¡Santa Rosa de Lima!
Tres cosas pido, 2427
Salvación para mi alma,
Plata y marido. Se dentro el sol y la luna,
Ya se perdió tata Dios,
Plata y marido sí, Quedamos con las estrellas,
Chicha en botella, Es muy tarde, vamonos.
A la mujer infiel,
Guasca con ella.
2428
2422 ¡Señora doña fulana!
Santiagueña soy, señores, Cántemelo una tonada,
Yo no niego mi nación, Porque si no me da el gusto,
Por la patria doy la vida, Diré que no valgo nada.
Por Santiago el corazón.
2429
2423 ¡Señora doña fulana!
Santiagueño soy, señores, Ponga un jarrito de vino,
Por el modo de cantar, Y no se le haga, señora,
Y si en algo me equivoco, Que yo no estoy en mi tino.
Vd. sabrá disculpar.
2430
2423 a ¡Señora doña fulana!
Santiagueño soy, señores, Sírvame una vasirusca,
Por mi modo de cantar, Si me fuera y no pagara,
Y si en algo me equivoco,
¡Cómo habría i quedar de chusca!
No tengo por novedad.

2424 2431
Santiagueño soy, señores, ¡Señora doña fulana!
Yo no niego mi nación, Yo soy como mariposa,
Santiagueño, lengua dura, Si no me quema las alas,
Habla cuando hay ocasión. L'hi de servir pa una cosa.

(2421)
Santo Cristo de Lezo, salud, mucho dinero
tres cosas pido: y un buen marido.
"Copla que cantan las jóvenes de la comarca al Santo Cristo de Lezo".
D. G. P., pág. 163.
(2427) Alución al Tata Inti: dios Sol, de la religión incaica.
(2430) Vasirusca: Forma caprichosa e individual de decir vasija.
No he oído en otra oportunidad esta palabra.
CANCIONERO PAPULAR DE SALTA 519

2432 2437
¡Señora, dueña de casa! ¡Señores, con todos hablo!
Présteme su casa p i d o ; De toditos soy amigo,
P a r a cantar cuatro coplas, Si no dicen como digo,
A sus puertas hi venido. Me pagan con un obligo,

2433 2438
¡Señora la dueña i casa! ¡Señores, no hay que dudar!
Y el dueño i casa también, En este mundo embustero,
La dueña i casa una rosa, Lo mejor p a r a gozar,
Y el dueño i casa un clavel. E s permanecer soltero.

2434 2439
¡Señora, no la conozco! ¡Señores, no sé c a n t a r !
Pero sus noticias tengo, Como cantan los porteños,
Dicen que Vd. es suplifalta, Les cantaré mis coplitas,
A que la supla me vengo. Como gaucho santiagueño.

2435 2440
¡Señora, yo soy un pobre! ¡Señores, por la vergüenza!
Y, de cantar tengo ganas, Se callan las buenasmozas,
De mi pecho hago una t o r r e , Yo las quiero conquistar,
De mi voz una campana. Con palabras amorosas.

2436 2441
¡Señores animanistos! ¡Señores, tomen un t r a g o !
Tengan fuerte su bandera, Que no es cosa de upilarse, "x
Ya vienen los de San Carlos, H a y que coliar un poquito, ^
Levantando polvareda. Y lueguito~retirarse.

(2434) Suplifalta: por suplefaltas.


(2436) Animanisto: vecino o natural de Animaría o Animaría,, como se dice
comúnmente, aunque en el idioma indio se dice Animana, sin acento agudo, por
carecer de él la lengua de los naturales. Pueblo situado al sur de San Carlos.
Tengan ftuerte la bandera: En otros tiempos parece que se usaba llevar una
bandera pequeña de trapo colorado para distinguir los grupos o cuadrillas de di-
vertidos. Los que tenían la bandera en un lugar eran los preferidos para las fies-
tas, de ahí el deseo de arrebatársela, que se apoderaba de los vecinos de otro pue-
blo. En resumidas cuentas, no sería esto más que un juego parecido al del pato del
Litoral y al de los cuartos, de Salta y Jujuy de otros tiempos. El juego de los cuar-
tos consistía en arrebatarse cuartos de carnero o de oveja. Jugaban a caballo.
Ahora, de tales prácticas quedan solamente las llamadas pechadas, que con-
siste en arrimar el caballo de uno al otro y desplazarlo del lugar que ocupa. Son
escenas de carnaval y se realizan en las puertas de los negocios que venden vino,
chicha o aloja.
(2441) Vpüarse: por opilarse.
Coliar: Es aprovechar de lo que se da. Voz usada entre bebedores para indicar
qeu toman vino u otra bebida que una tercera persona ofrece. El coleador o colero,
vive a la expectativa de la persona gastadora o adinerada que entra a un negocio
de bebidas. Ver a éste respecto la canción N° 405.
520 J U A N A L F O N S O c A n R I Z O

2442 2449
¡Señores y caballeros! Si alguien pregunta por mí
Todos habrán comprendido, Por una casualidad,
Que a esta mujer la traigo, Digalén que estoy aquí,
De la simba y del vestido. Por una necesidad.

2443 2450
¡Señores, yo soy un pobre Si algún fino caballero,
Oficial de carpintero! Andando me solicita,
Cuando no tengo qué dar, He de averiguar primero,
Doy astillas para el fuego. Si me quiere a mí sólita.

2444 2451
¡Señores, yo soy un pobre! Si algún maestro de amores,
Soy humilde y caballero, A mí me enseñara a leer,
No soy como son los ricos, Echaría mi libro al suelo,
Orgullosos y altaneros. Y me pusiera a querer.

2445 2452
¡Señor fulano de tal! Si coplas faltan, señores,
El nombrarlo se me antoja, Por coplas no estén llorando,
¿Por qué se deja decir, En mi casa tengo un árbol,
Que de bueno se deshoja? Con coplas se está ladiando.

2446 2453
¡Señor fulano de tal! Si cuando su amor se empaca,
Vd. que todo merece, A su tirador da un giro,
Ha gozao lo que ha querido, Debe andar el tirador,
Ahora de nada carece. Como piedra de molino.

2447 2454
¡Señorita de fulana! Si dijera la verdad,
No le haga caso al muchacho, Sería como pa matarse,
A Vd. le dicen la cabra, Pero como no ha i ser cierto,
A mí me dicen camacho. Sería en vano sepultarse.

2448 2455
¡Señorita, mal! Siempre de negro visten,
¡Señorita, bien! Los alcahuetes,
A usted te quiero, Y los enamorados,
A 1' otra también. De azul celeste.

(2442) Simba, Zimba o cimba, es la zimppa quichua. En el norte argentino se


dice así a las trenzas que se hacen las mujeres con el cabello (quo se hacían, pues
ahora, con el uso de la melena vánse olvidando de la simba). He oído mucho este
refrán: Svmbame y te haré los rulos, esto es: "Hazme tal favor que yo te haré el
otro". La mayor ofensa que se podía hacer a una mujer era cortarle la simba, sig-
nificaba deshonrarla y considerarla ramera.
(2453) Esta copla es contestación a la N9 2349.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 521

2456 2462
Si eres soltera, Si fuera dable creer,
Marcha conmigo, En palabras lisonjeras,
Si eres casada, Solamente de quimeras,
Con tu marido. Viviría una mujer.

2457 2463
Si es que quieres chupar c<ña, Sigan para adelante,
Vamos al cañaveral, Por ver si algo se compriende,
Allá hay cortas, allá hay la»gas, El carbón que ha sido brasa,
Como fija pa pescar. Con facilidad se enciende.

2458 2464
Si es que te querré casar, ¡Sí gozará mi hermosura,
Busca una mujer morena Con mucha facilidad!
Porque de blancas y rubias Con el conque que me jure,
De ciento sale una buena Que no me ha de pagar mal.

2459 2465
Si esta casa fuera alta, ¿Si habrá permiso, señores,
Tuviera siete estaciones, Para dentrar y salir?
Divisaría Buenos Aires, Voy a cantar esta copla,
Y toditas las naciones. Por lo que pueda morir.

2460 2466
Si estoy triste, estoy contento, Si hasta mi cajita llora,
Si lloro, siempre sonrío, Con ser de cuero i capón,
Si désio lo que no tengo, ¿Cómo no hi de llorar yo,
Me gusta lo que no es mío. Por los gauchos del Cajón?

2461 2467
Si estoy en mi casa, Si hasta mi cajita llora,
Me dicen casero, Con ser de cuero i langosta,
Si salgo a la calle, ¿Cómo no hi de llorar yo,
Ya soy bandolero. Por los gauchitos "La Costa"?

(2457) Fija: Los indios matacos de las costas del Bermejo y algunos pescadores
del Pasaje, utilizan para pescar, una varilla larga de dos metros más o menos, con un
clavo o punta a manera de arpón. A este instrumento le llaman fija, los paisanos.
(2458) Que de las blancas y rubias,
Compañero, si te casas, De ciento sale una buena.
Busca una mujer moren»; R. M., 6277.
(2464) Conque: el con qué, esto es, con la condición de que haga tal cosa,
esde uso corriente en el norte. Oí cierta vez, aunque en tono picarezco esta expre-
sión: 'Antes, que tenía conque, no tenía enque y ahora que tengo enque no teneo s
conque".
(2467) La Costa: Es la región comprendida por ambas márgenes del Pasa-
je frente a "El Quebrachal".
522 J U A N A L o N s o C A R R I Z O

2468 2475
Si la "Chacarera" muere, Si me muero hago falta,
Yo también había hi morir, Si vivo estorbo,
Porque sin la "Chacarera", Yo me h' i pasar la vida,
N o me es posible vivir. De cualquier modo.

2469 2476
Si la gracia me ayudara, Si me querís, vida mía,
Como me ayuda el deseo, Sílbame como perdiz,
A toditos agradara, Si no me silbas así,
Pero sin gracia, no puedo. Seña es que no me querís.

2470 2477
Si la moza es ajena, Si me quieren convidar,
Puja la daga, Vino con canela, ha i ser,
Que con las cartas bravas, Y si me piden que cante,
Triunfo es espada. Cantando hi de amanecer.

2471 2478
Si las mujeres tuvieran Si me quiere, señorita,
La libertad de los hombres, Formaremos relación,
A los caminos salieran, Para decir con franqueza:
A robar los corazones. ¡Viva la nueva elección!

2472 2479
Si libre me considero, Si mis brazos fueran largos,
La libertad me entristece, Como timón de navio,
Mi corazón apetece, Cafayete sería nada,
Volver a ser prisionero. Todo Lima sería mío.

2473 2480
Si los besitos nacieran, Si mi madre me dijera:
Como nace el perejil, —Deja de querer, me muero.
A más de cuatro yo viera, —Muérase, mi madrecita,
La cara como un jardín. Dejar de querer, no puedo.

2474 2481
Si los besos que me das, Si querís que yo te quiera,
Fueran sellos que sellaran, Primero te has de varear,
Más de cuatro solteritas, De la Tala al Quebrachito,
De la cara los robaran. La cola se te ha i pelar.

(2469) más sabroso le cantara;


Si la grasia m'ayudara, pero sin gracia, no puede,
como m'ayuda er deseo, J. E. M., 7-4.
a todo cr mundo agradara; (2471)
pero sin grasia, no pueo. Si las mujeres tuvieran
R. M., 6900 La libertad de los hombres,
A los caminos salieran
Si la gracia me ayudara, A robar los corazones.
como me ayuda el deseo, R. M., 6259.
CANCIONERO r o u L, A R DE SALTA 523

2482 2489
Si quería saber mi nombre, Si quieres saber mi nombre,
Yo me llamo flor rosada, Pasa por aquel jardín,
Acordate de otros tiempos, Y hallarás mi nombre escrito,
De la cosecha pasada. En una flor de jazmín.

2483 2490
Si quieren saber, señores, Si quieres ser ruiseñor,
Cómo cantan en mi tierra, Yo quisiera ser halcón,
Concertando bien las coplas, Para sacarte los ojos,
La tonada como quiera. Alma, vida y corazón.

2484 2491
Si quieren saber, señores, Si soy trigo, trillemén,
Lo que hi tráido pa vender, Y después avientemén,
Hi tráido una flor marchita, Llevemén para el molino,
Comprarla no han de querer. Hagan pan y vendamén.

2485 2492
Si quieren saber, señores, Si te duele la barriga,
Lo que hi tráido pa vender, Vení, yo te sanaré,
Traigo flores, traigo amores, Y si te acierto la cura,
Sólo busco a quién querer. Medica me llamaré.

2486 2493
Si quieren saber, señores, Si tu marido es celoso,
Que hi tráido para vender, Dale chamico molido,
No hi tráido más que mi poncho, Pa que se muera ligero,
Para poderlo tender. Y vos te quedís conmigo.

2487 2494

Si quieres que yo te quiera, Si Vd., joven, se ha ofertado,


Has de embaldosar la mar, Lo voy ahora a ocupar,
Y después de embaldosado, Tráigame un vasito de agua,
Seré tuyo sin faltar. De las orillas del mar.

2488 2495
Si quieres saber mi nombre, Si van a cantar, cantemos,
Diré nombre y apellido, Si van a dejar, dejemos,
Yo soy hijo de una estrella, Si hay alguno de afición,
Del cielo favorecido. Aquí nomás se quedemos.

(2487)
Si quieres que yo te quiera, Si te has de casar conmigo,
M' has d'embadriyar er má has de enladrillar el mar,
Y después d'embadriyado, y, después de enladrillado,
Seré tuya sin fartá. por encima has de pasar.
E. M., 2683. A. S., 1133.
524 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

2496 2502
Si ves al enemigo, Sólo canto por cantar,
Montado a la siniestra, No canto por interés,
Déjalo, así te digo, Y si me dan un cigarro,
Asegurad la diestra. No está el tiempo pa perder.

2497 2503
Si yo fuera una baldosa, Sólo tengo, vidita,
Y tu pecho fuera cal, Poncho i frazada,
Y el amor fuera maestro, Si le pusiera fleco,
Se habría embaldosado el mar. ¡Cómo quedara!

2498 2504
Solamente j>' eso sirve, Soná, cajita por Dios,
Pa andar en las pulperías, Soltá toda tu carrera,
Anarquizando la gente, Que se quiere divertir,
Predicieido noche y día. Un gusano de la tierra.

2499 2505
Sólita cantando, Son tus ojos las estrellas,
Con su banderita, Que alumbran mi corazón,
Yo la voy a acompañar, Cuando llevo mis ovejas,
Cantando con mi cajita. No temo la cerrazón.

2500 2506
Sólita nací en el mundo, Sortija de plata blanca,
Y todavía ando rodando, Es seña de amor constante,
Nadie me ha gozao toavía, Para un joven entendido,
Para usted me ando guardando. Media razón es bastante.

2501 2507
Sólo a cantar hi venío, Soy cantor de "La Frontera"
No traigo más diligencia, Cantor soy de las estancias,
Sin ensuciar cara a nadie, Les puedo cantar aquí,
Ni quitarles conveniencia. Para acortar la distancia.

(2497) Es contestación a la copla 2387.


(2498) Esta copla parece estar tomada de aquel verso de "Martín Fierro":
Este es otro barullero y anarquizando a la gente;
que pasa en la pulpería Irás en el continente,
predicando noche y día, por tamaña picardía.
V. 3445 (Ed Tiscornia).
(2506) Plata blanca: era la plata de las monedas bolivianas de otro tiempo,
cuya ley de 900 de fino, le daba el valor de plata pura. Aún se dice como afirma-
ción de sinceridad sobre un aserto: Plata blanca, amigo, vale decir: "La pura ver-
dad le digo".
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 525

2508 2515
Soy capaz de hacer promesa, Soy lo mismo que el lanar,
Pa que me dejen llegar, Que vuelta a vuelta lo esquilan,
Y no me tengan envidia, Con los desprecios engordo,
Los que me quieren celar. Los cariños me aniquilan.
2509 2516
Soy como el pichón de águila, Supuesto que sois tan sabio,
Cuando baja del peñón, Una pregunta te haré,
Cuando hice el primer volido, Desde la tierra hasta el cielo,
Cayó la pluma mayor. ¿Cuántas leguas puede haber?
2510 2517
Soy como 1' hormiguita, ¡Tanta naranja en el suelo!
Salgo a buscar, ¡Tanto limón en el techo!
Muchachitas bonitas, Tanta niña buenamoza!
No puedo hallar. ¡ Tanto mozo sin provecho!
2511 2517 - a
Soy halconcito pichón, ¡Tantas naranjas maduras!
Que recién salgo a volar, ¡Tanto limón por el techo!
Tanto que me la mezquinan, ¡Tantas gauchas divertidas!
Al fin me la hi de llevar. Me hacen llorar sin provecho.
2512 2518
Soy hijo de las estrellas» Tanto dormir al sereno,
Primo hermano del lucero, Me ha dado la pechugera,
Pa divertirme cantando, Ya no me ayuda IaTOz,
Aquí estoy de cuerpo entero. Mucho menos la ronquera.
2513 2519
Soy joven de una palabra, Tarde la noche hi salido,
Llevado de mis ideas, Pero hi llegado muy tarde,
Cuando comienzo a querer, Con el sombrero en la mano,
¿Cuándo será que eso sea? Saludo al chico y al grande.

2514 2520
Soy lo mismo que el alcanto, Tengo de hacer un barquito,
A las nubes me levanto, Con bala y con lachiguana,
De las mocitas me encanto, Para embarcar corazones,
Y de las viejas me espanto. Desde Salta hasta Chicuana.

(2509) Los paisanos no dicen todos águila, ni árbol sino que suprimiendo el
acento pronuncian: águila, árbol, medico, lampara, etc. No usan los acentos es-
drújulos.
(2514) Alcanto por halcón: en Angastaco, Valles Calchaquíes.
(2520) Bala: Es una colmena de avispas en forma esférica, chica, de 20 cen-
tímetros de diámetro que suele colgar de las ramas de los árboles. Son muy codi-
ciadas por la miel. La voz en quichua: huala.
Lachiguana o lechiguana (nectariainia lecheguana) es una colmena más gran-
de que hacen avispas de mayor tamaño que las de la bala. Suelen tener hasta sesen-
ta centímetros de altura las colmenas de lachiguana. Hacen el nido o avispero en
el suelo cubierto de malezas altas. Su miel es también codiciada
526 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

2521 P a r a embarcar corazones,


San José y Santa María.
Tengo en la cara pequitas,
Como tiene el campo flores.
La abeja busca su néctar, 2526
Pero no busca colores.
Tengo que hacer un barquito,
De güesitos de mayjuato^ •><.
2522 P a r a embarcar corazones,
Tengo mi pecho de coplas, Guasamayo y Utuyaco.
Que aprece un avispero,
Se empujan unas a otras, 2527
P o r ver cuál sale primero.
Tengo que hacer un molino,
De pura piedra y arena,
2523 P a r a moler esas lenguas,
Tengo mi quinta frutal, Que hablan de la Martiarena.
La fruta no la merezco,
Todo tengo, nada gozo,
2528
Así teniendo, carezco.
Tengo una copla guardada,
2524 P a cantar pa carnaval,
Cuando yo cante esa copla,
Tengo pleito con mi madre, Las mozas han de llorar.
Si no lo gano me muero,
P o r q u e quiere que me case,
Con uno que yo no quiero. 2529

Teófila me llamo yo,


2525
Nombre que el cura me puso,
Tengo que hacer un barquito, Ahora me quieren tener,
De cascara de jarilla, Como tortero en el huso.
P a r a embarcar corazones,
De P u c a r á a Pucarilla. 2530

2525 - a Tienen las niñas pomeñas,


La sal de Dios en los labios,
Tengo que hacer un barquito, Y en la p u n t a de la lengua,
De cascaras de jarilla, Azúcar, canela y clavo.

(2522) s' empujan unas a otras,


Tengo mi cuerpo de coplas, por ber cuar sale primero
que párese un abispero; R. M., 6908.
(2526) Mayuato: voz quichua de mayu (río) y atoj (zorro). Es un animal
entre zorro gris y mono. Tiene cola prensil y vive en los bosques, es carnicero y se
domestica como el mono. Su piel grisácea oscura es lisa y aunque tiene cerdas,
ofrece pelos suaves. Es muy dañino de gallinas. Los hay de cuarenta centímetros
de alto por ochenta de largo.
(2529) Como tortero en el huso: el tortero es una pieza de piedra o de barro
cocido, de forma circular, agujereada en el centro para servir de base al huso; de
esta manera aquel instrumento tiene el peso abajo y facilita el hilado. Natural-
mente, tantas vueltas le den al huso otras tantas da el torero, y por eso es tér-
mino de comparación para indicar continuo movimiento.
Suele decirse tortero, al labio grueso y abultado. Tiene la geta (labio, en qui-
chua) como tortero. Es voz usada en todo el norte de la Kepública
(2530) Y en la punta de la lengua,
Todas las Marías tienen Azúcar, canela y clavo
En el pecho un relicario, R. M., 1641.
• AN CION E RO POP LAR DE SALTA 527

2531 2538
irana, dijo, tirana, Todos dicen que son pascuas,
irana de un verde ser, Yo no sé cómo sería,
ue del bolsillo del hombre, Yo la quisiera encontrar,
2 mantiene la mujer. Tres horas antes del día.

2532 2539
iré la rienda al caballo, Todos los guitarreros
otas de sangre sudaba, Cargan la tipa,
. mí me gusta querer, Pero los bailarines,
. las mujeres casadas. Siempre pellizcan.

2533 2540
bcando la caja, Todos los que cantan bien,
»e arriba vengo, Cantan de puertas adentro,
. buscar la suerte, Y yo como canto mal,
•ue allí no tengo. Canto al sereno y al viento.

2534 2541
Toca, toca cajerito! Todos los que me están viendo,
"oca que te pagaré, ¿Qué me estarán murmurando?
Sn cada mano una rosa, Yo aquí sin poder cantar,
f un clavel en cada pié. De vergüenza estoy sudando.

2535 2542
Todito el mundo hi andado, Todos lloraron,
U norte, al sur y al poniente, Tristes mi muerte,
f sólo me falta ahora, Y no han sabido,
tecorrer por el naciente. Que estuve ausente.

2536 2543
Codo lo que Vd. me dice, Todos me dicen que tengo,
[*odo puede suceder, Ojitos de religiosa;
)omo el tiempo es tan variable, Y yo digo que los tengo,
Cl tiempo me ha de hacer ver. De casada buenamoza.

2537 2544
Todos cantan porque saben, Todos mis amigos dicen,
ífo canto por aprender, Que yo digo la verdad,
Qué vergüenza pasaré, Cuando el hombre no está en casa,
Querer cantar sin saber! Otro ocupa su lugar.

(2539) Cargar la tipa: Ver nota a la copla 1370.


(2543) y yo digo que los tengo
Todos me dicen que tengo de casada cariñosa.
ijitos de religiosa, R. M., 2043.
528 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

2545 Mañana por la iri&üana,


Todos quieren, todos aman, Es buene también que aprendas
Sólo yo no puedo amar, A quererme, dulce prenda.
Las amigas no me duran,
Porque yo no sé rogar. 2552

2546 Tunas, tunas con pasacanas,


Tunas, tunas con pasacanas,
Toma este cuartillo,
Si querís que yo te quiera,
Cómprate un zorzal, v
No le aprendas a tu hermana.
Si te sale malo,
Tu hermana la mayorcita,
Lo echas a volar.
La más grande y la mañera,
Que si le doy un abrazo,
2547 Me dice: ¡Velay el guaso!
Tonadas viejas, diciendo,
Ya no las quieren cantar,
2553
Solamente yo las canto;
Con viejas me sé amañar.
Tunas, tunas con pasacanas,
2548 Tunas, tunas con pasacanas,
Si quieres que yo te quiera,
Toquen y cantemos juntos, Hace lo que hace tu hermana.
Que las coplitas aguardan, Tu hermana la Juana Kosa,
Haremos sonar la caja, Que cuando le doy un beso,
Hasta que las velas no ardan. Me dice que es poca cosa.

2549 2554
¡Tortolita de otro nido, Una copla no me acuerdo,
Que querís avecinar! ¿Cómo haré para acordarme?
Sin duda habrás aprendido, Se me hace preciso un maistro,
A olvidar sin avisar. Para que venga a dictarme.

2550 2555
Treinta días trae el mes, Una Juana y dos Juanas,
Doce meses tiene el año, Tres Juanas tengo,
Demasiado tiempo has tenío Si una Juana me deja,
Para ver tu desengaño. Con dos me quedo.

2551 2556
Tunas, tunas con nasacana, / Una mora me enamora,
Tunas, tunas con pasacana, Una turca me da pena,
Si querÍ3 que yo te quiera, Y una cristiana me tiene,
Dame u^ besito mañana. Entre grillos y cadenas.

(2521) Pasacana: Es la fruta del cardón, cactus gigante de nuestros cerros.


Es dulce, comestible, por lo común, antes del hombre, la aprovechan los pájaros.
En Catamarca suele decirse: Negro pasacana, para expresar que el negro en
cuestión es motoso, pues la pasacana tiene unas vellosidades blancas y crespas en
su superficie.
(2556) una morena con sal,
Una mora me enamora, preso me tiene en cadenas.
una blanca me da pena, Mil C, 168-2.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 529

2557 2563
ína negra de azúcar, Vamonos, compañeritos,
'engo en mi pecho, Vamonos al "Carrizal",
lomo lo negro es firme, Vamonos a chupar caña,
To se ha deshecho. En el pago "El Totoral".

2558 2563 - a
Tna noche dando vueltas, Vamonos, compañeritos.
fuella, huella en una esquina, Vamonos pal "Carrizal",
)esprecié una paraguaya, Vamonos a chupar caña,
'or querer a una argentina. Vamonos a Tucumán.

2559 2564
Ína prenda que perdí, Vamonos, compañeritos,
lyudemén a buscar, Vamos como a segar caña,
Ina morena bajita, Vamos a dormir temprano,
.r de cuerpo regular. Teñimos que hacer mañana.

2560 2565
Jn tercio traigo de yerba, Vamonos, compañeritos,
f charqui de vaquillona, Vamos todos a su casa,
acéptame un mate amargo, Halla ha de estar ese gente,
ientado en esa corona. Llorando como torcaza.

2561 2566
Válgame Dios de los cielos! Vamonos, compañeritos,
Válgame Dios, qué maleza! Ya las cabrillas van altas,
fo también sé cantar coplas, Ya viene el alba y el día,
Sacando de la cabeza. Descubriendo nuestras faltas.

2561 - a 2567
/oy a pitar un cigarro, Vamonos pa lao de arriba,
?in voltiarle la pavesa, Vamos como a atar jarilla,
fo también sé cantar coplas, Mi vidita está en el medio,
Sacando de la cabeza. Saquemelán pa l'orilla.

2562 2568
ramonós, compañerito, Vamonos pa lao de Salta,
laminando, caminando, Todita la paisanada,
)ue no diga el dueño i casa: En Salta están esperando,
- P o r mi chicha están parando. Con bateas de empanadas.

(2566)
Vamonos, compañeritos, Vóucheme d'aquí minina,
ne las cabrillas van alta?), que xa-as estrelas van altas;
viene la luz del día qu' ahi ven a lus d' o día.
descubrir nuestras faltas. descubriendo as nosas faltas.
K. M., 3310. C. Gallego. T. V. Pág. 78 -14.
(2567) Jarilla: (larrea cuneifolia). Arbusto resinoso que abunda en los se-
adales de toda la región andina. Arde con facilidad aún estando verde, y como
eña se prefiere para calentar el horno de pan. (S. Lafone).
84
530 J U A N A L F O N S O C A R R I Z C

2569 2576
Vamonos pa Tucumán, Vamos, vidita, vamos,
Al pago los bochincheros, El caminito es muy ancho,
Cuando no bochincho yo, Y que no te salgan cuernos,
Bochincha mi compañero. Como a carnero tahuancho.

2570 2577
Vamos al Pilcomayo, Veinticinco años tengo,
Ahí se pasa buenos ratos, Madre, me quiero casar,
Allá se chupa y se canta, No tengo novia tuavía,
¡De arriba, se cayó un gato! Pero me puedo buscar.

2571 2578
Vamos al verde, sí, Veinticinco bergantines,
Vamos al verde, Veinticinco bogadores,
Donde las esperanzas, Veinticinco lanchas traigo,
Nunca se pierden. Para embarcar mis amores.

2672 2579
Vamos cantando y bailando, Veinticinco limones,
Diciendo a una voz: Carga una rama,
—A causa los celos, Y amanecen cuarenta,
Se ausenta el amor. Por la mañana.

2573 2580
Vamos de tejas arriba, Veme como ando, sí,
Vamos de escala en escala, Veme como ando,
Vamos sacando las cuentas, Por falta de una pluma,
Unas buenas y otras malas. No ando volando.

2574 2581
Vamos, querida comadre, Vénganse todos conmigo,
A calmar nuestro dolor, Yo soy el maestro segundo,
Que nos espera la dicha, Me hallo capaz de cantar,
En la ciencia del amor. Con el inventor del mundo.

2575 2582
Vamos separándonos, Vengo del pago,
Los que seamos de esta parte, Quiero farriar,
Que los unos ponen Tagua, Traigan aloja,
Y los otros toman mate. Quiero chupar.

(2570)"Se chupa y se canta.


De arriba, se cayó un gato".
La expresión: de arriba equivale a gratis, sin gasto; la terminación: se cayó
un gato es para disimular o encubrir un tanto el sentido de la frase.
(2576) Tahuancho: animal de cuernos grandes.
CANCIONERO tOP LAR DE SALTA 531

2583 2590
Vengo medio receloso, Verde planta, verde planta,
Don el susto temeroso, Verde plantita de coles,
Esto digo y me resuelvo, Ya se acaba el carnaval,
5i me desprecian, me vuelvo. Ayer Martes, hoy Miércoles.

2584 2591
Peni, venite, chinita, ¿Ves aquel pájaro blanco,
Oijo un vallista, Asentado en esa lata?
21 chambao se ha perdido, Como soy mujer honrada,
De un chicuanista. No me entrego ni por plata.

2585 2592
Vení, vidita, cantemos, ¿Ves aquel pájaro verde,
Vení, párate a mi lado, Asentado en esa lata?
í si te celan conmigo, No hay mujer que se resista,
"Decile que soy tu hermano. Cuando el nombre tiene plata;

2586 2593
Verdadero rey de copa, ¡Vidita, si me querís,
Verdadero dios Cupido, Dame mate con anís!
Causa las mujeres locas, Pa que nunca te olvidís
Se mira el hombre perdido. De los gauchos que tenis.

2587 2594
Verdecito me mantengo, ¡Vidita, si me querís,
Como l'hoja del nogal, Sílbame como perdiz!
En esta rueda cantando, Como soy mocito tierno,
Me gusta pagarles mal. Sujétame si podís.

2588 2595
Verde es el remate, ¡Viva el sol, viva la luna!
Verde es la flor, ¡ Viva la estrella de oriente!
Si este es buen remate, En un capullo de nieve,
El otro es mejor. ¡Vivan todos los presentes!

2589 2596
Verde es el romero, ¡Viva la media naranja!
Cuando no florece, ¡Viva la naranja entera!
Oscura la noche, Viva Bautista Bascan*,
Cuando no amanece. Que defendió su bandera.

(2584) Chambao: por cuerna.


(2586) Por estas mujeres locas,
Soberano rey de copas, £1 mundo se halla perdido.
Emperador de Cupido; L. M., 242 - 2.
532 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

2597 2603
Voy a cantar cuatro coplas, Voy a cantar una letra,
Y no sé si servirán, Pero no voy a nombrar,
¿No serán como las mozas, Los voy a dejar en duda,
Que alzan la cola y se van ? ¿Adivinen, quién será?

2598 2604
Voy a cantar esta copla, Voy a cantar un momento,
A*, compás de la vihuela, Pa continuar la alegría,
Soy un ave solitaria, Porque el corazón exige,
Que con cantar se consuela. Más empeño todavía.

2599 2605
Voy a cantar esta copla, Voy a cantar veinte coplas,
AI corte de una tijera, Veintiuna con la tonada,
Al pobrecito i Gaspar, Esa que cante después,
Oigalén la voz siquiera. Es la mejor concertada.

2600 2606
Voy a cantar esta copla, Voy a carniar mi toruno,
Con mi pausado y despacio, El padre de mis terneros,
Porque con mucho rigor, Usted es el dueño del cuero,
No se dentra en un palacio. Yo me voa tender primero.

.. ,01 2607
Voy a cantar fiero, fiero, Voy a cortar una flor,
¡Pa lo que me han de atender! Y adivinen cuál será,
Aunque les cante bonito, No está lejos ni está cerca,
¡ Por lo que me han de querer! Aquicito nomá está.

2602 2608
Voy a cantar mi coplita, Voy a formar un barquito,
Aunque coquiando y pitando, El mejor de la marina,
A la moda las ovejas, Para embarcar corazones,
Cutipando, cutipando. De B Olivia a la Argentina.

(2598) Parece estar tomada esta copla del primer verso da "Martín Fierro"
(Ida).
Aquí me pongo a cantar. Una pena estraordinaria,
Al compás de la vigüela. Como la ave solitaria,
Que el hombre que lo desvela Con el cantar se consuelix.
(2601) Fiero: por feo, es voz muy conocida en nuestro país. A los picados de
viruela suelen llamarles fieros por excelencia.
(2603) Una letra: La letra, suele ser una canción corta en alabanza a una
persona a la cual se nombra en el verso.
_ (2606) Yo me vua tender primero: Yo me voy a acostar, a descansar, o a dor-
mir, primero que Vd.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 533

2609 2617
Voy a fumar un cigarro, Vuela la perdiz, madre,
Con el humo me mantengo, Zapatía fuerte,
Así mantengo a mi vida, Hasta que te conviden,
Con el amor que le tengo. Con aguardiente.

2610 2618
Voy andando por la orilla, ¡Vuela, vuela, galondrina!
Que al medio no puedo entrar, ¡Vuela, vuela, tu volido!
No tengo categoría, Avísame con tus alas,
Ni me puedo nivelar. A dónde tenis tu nido.

2611 2619
Voy a tirar esta copla, Ya dicen, yo soy cantor,
Arriba de Tescalera, Porque saben cuatro coplas,
Mañana cuando me muera, Y no saben defender,
Cantará mi calavera. El derecho que les toca.

2612 2620
Voy a vender esta copla, Ya es tarde, vidita mía,
Para caerles en gracia, Ya está arribita la luna,
Ayer cautivé un amor, Carnaval viene al galope,
Hoy se me ha vuelto desgracia. Y la chichita madura.

2613 2621
Vua dejar una que tengo, Ya me han sacado la manga,
Por otra que ando queriendo, Ahora aáqueme la falda,
Vua buscar una mocita, Pa cantar la vidalita,
Con viejas yo no me avengo. Más tengo pecho que espalda.

2614 2622
Vuela la perdiz, madre, Ya me voy pa lao de abajo,
Así decile, En mi caballito oscuro,
A esa que anda bailando, Me voy galopiando siempre,
Que no me olvide. Por lo blando y por lo duro.

2615 2623
Vuela la perdiz, madre, Ya me voy para mi abajo,
La voladora, Ya me voy para mi centro,
Le han cortado las alas, Allá vive quién me tiene,
¡Que vuele ahora! Perdido el entendimiento.

2616 2624
Vuela la perdiz, madre, Ya me voy para mi casa,
Zapatía duro, Porque me quiero dormir,
No vaya a ser que seas, Un ojo se me ha cerrado,
Carnero astuto. Y el otro no puedo abrir.
534 J U A N A L F O N S O C A f1 R I Z
°

2625 2632
Ya no hay coplas ni conciertos, Ya sale el lucero grande»
Todo es puro sentimiento. E n t r o m e d i o lc*o c o l i d l c l S ,
En el centro de la mar, Así quisiera salir,
Ya la sirena se ha muerto. Entre medio de doncellas.

2625 - a 2633
Ya no hay coplas ni tonadas, Ya se fué Carnavalcito,
Yo les digo lo que es cierto, Por allá, por Puerta i Díaz,
En el centro de la mar, Ya se marchó ese caudillo,
Ya la sirena se ha muerto. Llenito de picardías.

2626 2633 - a
Ya no sé que vua cantar, Ya se va Carnavalcito,
Que todo me había olvidado, Por allá por Puerta i Díaz,
Yo tengo la culpa de esto, Con las alforjitas llenas,
No me había ejercitado. Llenitas de picardías.

2627 2634
Ya no voy a querer firme, Ya se ha muerto Carnaval,
Porque firme ya no vale, Comiendo una vaca mocha,
Voy a querer al descuido, Ya lo llevan a enterrar,
Al oso de Buenos Aires. A la Quebrada i Sococha.

2628 2635
Ya que por la mano viene, Ya sé que estas en camisa,
De las coplas haré gasto, Tras la ventana escuchando,
En medio la polvareda, En un papel escribiendo,
Camino y no dejo rastro. Las coplas que estoy cantando.

2629 2636
Ya que todos han cantado, Ya sé que m'hi de morir,
Yo también quiero cantar, Cuando me llegue el destino,
Cante bien o cante mal, No soy corazón de bronce,
Para mí es un carnaval. Ni entrañas de cristal fino.

2630 2637
Ya que todos han cantado, Ya se van mis compañeros,
Yo también quiero cantar, Y yo también debo d'irme,
Que yo también tengo hiél, Echaré mi poncho al hombro,
Y se puede reventar. Y tendré que despedirme,

2631 2638
Ya sale el lucero grande, Ya se viene Carnaval,
Caminando cuatro a cuatro, Con su carguita i cajones,
Si la fulanita es tuya, Ya se viene el sinvergüenza,
Véndela caro o barato. Con la faja en los talones.

(2634) Vaca mocha: sin cuernos.


CANCIONERO POPULAR DE SALTA 535

2639 2645 - a
Ya se viene Carnaval, Ya se viene Carnaval,
Montadito en un guanaco, Por la falda de San Lúeas,
Aquí lo estoy esperando, Castigando y sujetando,
Para hacer los tincunacos. Con el sombrero en la nuca.

2640 2646
Ya se viene Carnaval, Ya se viene Carnaval,
Por allá por Cajoncillo, Por la costa "El Cerro Bayo",
Aquí lo estoy esperando, El bichito el Carnaval,
Con la plata en el bolsillo. Viene a estropiarme el caballo.

2641 2647
Ya se viene Carnaval, Ya se viene Carnaval,
Por allá por las lomitas, Por la "Falda de Zorrilla",
Aquí lo estoy esperando, Aquí lo están esperando,
Con la aloja coladita. Con una horniada i tortilla.

2642 2648
Ya se viene Carnaval, Ya se viene Carnaval,
Por allá por "Los Cardones", Ya se viene el majadero,
Aquí lo estoy esperando, A estropiarme mi caballo,
Remedando los calzonea. A ensuciarme mis peleros.
2643 2648 • a
Ya se viene Carnaval, Ya viene ese Carnaval,
Por allá por "Los Laureles", Ya viene ese majadero,
Aquí lo estoy aguardando, A estropiar mis animales,
Con la caja y los claveles. Al zaino, con el overo.
2644 2649
Ya se viene Carnaval, Ya todos habrán cantado,
Por el camino de Salta, Yo también quiero cantar,
Aquí lo estoy esperando, Quiero deshechar mis penas,
Para el Domingo, sin falta. Que me tienen por matar.
2645 2650
Ya se viene Carnaval, Ya viene blanquiando el día,
Por el camino i San Lúeas, Las estrellas van raliando,
Aquí lo están esperando Como soy mozo cantor,
Con el sombrero en la nuca. Como quiera voy cantando.

(2645) Sombrero en la nuca: Los paisanos en carnaval suelen andar con el


sombrero en la nuca. Para evitar la caída usan el barbiqueo, o sea una tira de suela
cosida al tafilete y que se anuda por debajo del mentón.
De esta manera el viento que da de frente echa el sombrero atrás, a la nuca
y no se cae.
(2647) Horniada y tortilla: por horno lleno de tortillas. Tortilla, a más del
sentido corriente tiene el de significar un pan sin levadura y con grasa, que se
cuece echándolo en la ceniza caliente del hogar, tapándolo con otra porción de ce-
niza y agregando brasas encima. La tortilla descripta es la llamada al rescoldo,
la hay también sobre las brasas; esta es más delgada y para cocerla se la pone
en una parrilla sobre las brasas. He visto en Pucarilla (San Carlos) a una viejita
asando tortillas sobre láminas delgadas de pizarra. Se cocían bien, las tortillas pa-
recían bizcochos.
(2648) Pelero: Jergón de tela de lana, o sobrepelo viejo que se pone sobre el
animal para asentar la montura. Ver nota a la copla N« 1603.
536 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O
2651 2659
Ya viene el alba llegando, Yo he nacido de mi madre,
Yo ya quiero preguntar, He nacido en una flor,
¿A dónde se encontrará, Para cantar el amor,
La bella flor del lugar? Me ha echado Nuestro Señor.

2652 2660
Y'a viene el Carnaval cerca, Yo me llamo poca - pena,
En una yegua tordilla, Pariente de mala - gana,
Aquí lo estoy esperando, ¿Y qué dirían de mí,
Con una carga i tortilla. Si cantando les ganara?

2653 2661
Ya viene el Carnaval cerca, Yo me voy pa lao de abajo,
Por "L'Abra de Pucará", En mi caballo tordillo,
Aquí lo estoy esperando, Haciendo bramar las piedras,
Tal vez vendrá por acá. Como a golpes de un martillo.

2654 2662
Ya viene el Carnaval cerca, Yo nací para cantar,
Por "La Cuesta del Obispo", Desde el vientre de mi madre,
Aquí lo estoy esperando Eso voa agarrar de herencia,
Con queso y duraznos fríseos. Si soy hija de mi padre.

2655 2663
Ya viene este Carnaval, Yo no canto por cantar,
Por el camino de Trancas, Yo canto por aprender,
Con un sapo redomón, Para mí es mucha vergüenza,
Con un cordero en las ancas. Querer cantar sin saber.

2656 2664
Ya viene la cerrazón, Yo nomás soy el indigno,
Tapando el cerro chiquito, Yo nomás soy el fatal,
Vidita, si me querís, Como no les caigo en gracia,
Tápame con tu ponchito. Toda falta me han de hallar.

2657 2665
Yo canto buenas tonadas, Yo no m' hi d' ir esta noche,
Y no canto disparates, Yo m' hi d' ir cuando amanezca,
Parece que estoy cantando, Hasta que halle quién me quiera,
En el pueblo i Cafayate. O de mí se compadezca.

2658 2666
Yo compro un aborrecido, Yo no paso pa la banda,
Pero ha i ser con la advertencia, De miedo de las heladas,
Que no ha de mirar a nadie, Por no mojarme los pies,
Sin tomarme la licencia. En las aguas escarchadas.

(2654) Durazno j'risco: por durazno prisco.


CANCIONERO POPULAR DE SALTA 537

2667 2674
Yo no sé pitar en chala, Yo no soy ni buenamoza,
Cuando hay una pulpería, Ni mucho menos soy rica,
Yo sé cantar buenas coplas, Tampoco soy envidiosa,
Y no cantar operías. Ni quiero con nadie pica.

2668 2675
Yo no sé qué voy a hacer, Yo no soy toro de aquí,
Con esta mi mala vida, Yo soy torito abajeño,
A mí me cortan calzones, Busco una prenda sólita,
Sin tomarme la medida. Y oúlo encuentro con dueño.

2669 2676
Yo no soy gaucho de aquí, Yo planté una sieinpreyixa».
Señores, yo soy de allá, La siempreviva prendió,
Si quieren que yo los lleve, ¡ Qué viva la siempreviva,
Ya se pueden aprontar. Y el corazón de los dos!

2670 2677
Yo no soy gaucho de aquí, Yo recién estoy llegando,
Yo soy gaucho santiagueño, Como llega una centella,
Yo sé sentir por lo mío, Porque he tenido noticias,
No sé sentir po lo ajeno. Que aquí se toma en botellas.

2671 2678
Yo no soy gaucho de aquí, Yo recién vengo llegando,
Yo soy un gaucho rayano, Y me (quiero declarar,
De la provincia de Salta, A urna que me hizo sentir,
Con la provincia i Santiago. Mocita de este lugar.

2672 2679
Yo no soy hoyón de fragua,, Yo sólo tengo un querer,
Ni martillo que da golpe, Un amor y una pasión,
Cada cual siente su pena, Yo les canto a mis amigos,
La mía la siento el doble. Con todo mi corazón.

2673 2680
Yo no soy ni buenamoza, Yo soy como el boliviano,
Ni me suelo ponderar, Nunca me falta la coca,
Soy morenita que sirvo, En una rueda cantando,
Casos de necesidad. Cada cual echa su copla.

(2667) Opería: tontera, imsensatez. Viene de Opa (Upa en Catamarca). Hom-


bre degenerado, indígena, de lias provincias de Salta y Jujuy, en cuyas ciudades
son comunes todavía algunos ttipos tan pintorescos como lamentables. (L. Borda).
(2672) Hoyón de fragua: Concavidad de la fragua donde se ponte el carbón
y la pieza a calentar.
538 J U A N ' A L F O N S O C A R R I Z O

2681 2687
Yo soy como el mal viviente, Yo soy como la cigarra,
El bien me parece mal, Corta vida y larga fama,
Desecho la cama buena, Y me amanezco cantando,
Por dormir en pedregal. De la noche a la mañana.
2682 2688
Yo soy como el mes de Agosto, Yo soy como la culebra,
Traigo viento y huracanes, Por donde quiera me arrastro,
Estoy dispuesto a voltiar, Por medio la polvadera,
Quebrachos y guayacanes. Camino y no dejo rastro.

2683 2689
Yo soy como el picaflor, Yo soy como la gallina,
Que pica todas las flores, Que me paso entre los yuyos,
Sólo las piedras ni pico, Cantando vivo en los montes,
Porque no tienen olores. Como el zorro y el coyuyo.
2684 2690
Yo soy como el temporal, Yo soy como la paloma,
Que me ando de cerro en cerro, Canto medio 1' aguacero,
Me vengo de otros lugares, Cuando remanece el día,
Haciendo toriar los perros. Relumbro como el lucero.
2685 2691
Yo soy como el tucu-tucu, Yo soy como planta i tuna,
A donde quiera me alumbro, Todo se me va en penquiar,
Y como mocito tierno, Me parezco al peje en 1' agua,
No sé las cosas del mundo. Todo se me va en nadar.

2686 2692
Yo soy como la calandria, Yo soy como la sortija,
Mis días no van menguando, Que no tiene paradero,
Porque el invierno y verano, Que se anda de dedo en dedo,
Sólo lo paso cantando. Dejar de querer no puedo.
2686 - a 2693
Yo soy como la calandria, Yo soy como Martín Fierro,
Para mí no hay tiempo malo, Cuando me pongo a cantar,
Sea invierno, sea verano, Coplas salen adelante,
Yo me lo paso cantando. Como agua de un manantial.
2686 - b 2694
Yo soy como la calandria, Yo soy como pesadilla,
Que canta de noche y día, Cuando empiezo a perseguir,
Para mí no hay tiempo malo, Por más que quiera, mi amigo,
Yo canto toda la vida. No lo hi de dejar dormir.

(2685) Tucu-tuco: Luciérnaga. Voz muy conocida en el norte, siempre con


este sentido y no con el del diccionario de la Academia.
(2693) Alude a este verso de Martín Fierro:
Yo no soy cantor letrao; Y me envejezco cantando:
Más si me pongo a cantar, Las coplas me van brotando
No tengo cuando acabar, Como agua de manantial
Ida. 49-54 (Ed. Tiscornia).
CANCIONERO PCpU LAR DE SALTA 539

2695 2702
Yo soy como tigre viejo, Yo soy hijo de la peña,
Salgo de mi triste cueva, Mi madre se llama leña,
Desprecio las presas viejas, Mi padre se llama viento ,
Por salir a comer nuevas. Yo me llamo pensamiento.

2696 2703
Yo soy ese f ulanito, Yo soy hijo de mi madre,
El más querido y honrado, A mi padre parecido,
Busque, niña, en su registro, A mí me echaron al mundo,
Tal vez no me habrá borrado. Por alegre y divertido.

2697 2704
Yo soy ese fulanito, Yo soy lo mismo que santa,
Nacido el noventa y nueve, Parecida a Santa Aleja,
Bautizado en día Martes, No hi de dejar de cantar,
Confirmado en día Jueves. Aunque me muera de vieja.

2698 2705
Yo soy ese fulanito, Yo soy mojarra del agua,
Sepan si quieren saber, Comida de las gaviotas,
Engendrado por un hombre, Soy hijo de un Pedro Vargas,
Nacido de una mujer. Nacido de una Carlota.

2699 2706
Yo soy ese pobre mozo, Yo soy nacida en el campo,
Pariente de la sirena. Soy hija de una carancha,. ><"'
¿Cómo no hi de ser familia, Tengo una manito menos,
Siendo sangre de sus venas? Y una patita de plancha.

2700 2707
Yo soy ese toro bueno, Yo soy nacido en el campo,
Torito de la lomada, Sobre una pirca,
En las astas llevo coplas, Nunca recibí bautismo,
Y en la garganta tonadas. Me llaman Vilca.

2701 2708
Yo soy fulano de tal, Yo soy nacido en el campo,
Yo soy su amigo leal, Soy hijo de una alcatraza,
Por venir a la Argentina, Por eso todos me cttcsn: A
Dejé la Banda Oriental. —¿De ande salís mala traza?

(2699) Ser familia: por pertenecer a la familia. Es común entre los paisanos
de Salta oír decir: Este es familia, por, éste es de mi familia.
(2706) Carancha: femenino de caranche, caranchi o carancho. Patita de plan-
cha: por pié aplanado en forma de plancha.
540 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

2709 2716
Yo soy nacido en Santiago, Yo soy un lorito nuevo,
Bautizado en Tucumán, Que recién salgo a volar,
Y mi nombre es Secundino, Tirame un granito de oro,
Mi apellido es Barracan. Si me quieres cautivar.

2710 2717
Yo soy paloma del cerro, Yo soy un loro choclero,
Que voy bajando a la aguada, Chiquitito y majadero,
Con las alitas la enturbio, Busco a las chicas bonitas,
Por no tomar agua clara. Como la vaca al ternero.

2711 2718
Yo soy palomita nueva, Yo soy viejo en el oficio,
Que recién quiere volar, Y poco sé creer sin ver,
No me diga relaciones, -A jorque en este mundo hay muchos,
Por que no sé contestar. Se dan fama sin tener.

2712 2719
Yo soy Pastorcito Luna, Yo también como los buenos,
Cantorcito "U Angostura", Voy a pegar mi petardo,
El día que yo me muera, Pa que no diga la gente,
Cantará mi sepultura. Ahi viene el sombrero largo.

2713 2720
Yo soy peje que en el agua, Yo también como los buenos,
Toda mi existencia ha sido, Quiero pegar mis petardos,
X
También me muero de sed, Porque dicen que de noche,
Siendo del agua nacido. Todos los gatos son pardos.

2714 2721
Yo soy quien ando en los campos, Yo también me debo ir,
Y bajo a los lamederos, V» Si se van mis compañeros,
Y de toda la cuadrilla, Pa que no diga la gente:
Soy el mozo más jullero. y —¡Qué colla tan majadero!

2715 2722
Yo soy su amigo leal, Yo también sabía cantar,
Vd. es mi amigo querido, No con caja ni guitarra,
Pa que muente su caballo, Cantar con mi sola boca,
Yo P hi tener el estribo. Como cantan las chicharras.

(2711) Relaciones: son los diálogos en coplas, que se dicen en algunos bailes
al compás de la música. Especialmente en el gato.
(2714) Jullero: adj. Se aplica a la persona que tiene donaire al andar, al
elegante, a la persona que se cuida en el vestir y en el caminar.
(2717) Choclero: Loro choclero, es el loro aficionado a comer choclos.
(2721) Colla, o coya: sinónimo de boliviano entre nosotros.
1* Indio o descendiente de indio, de las altas mesetas de Bolivia.
2* Indígena, más o menos puro, de Salta y Jujuy, que tiene rasgos parecidos
a los del colla boliviano, denotando un origen común. (L. Borda).
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 541

2723 2727
Yo también sabía querer, Yo tenía mis tres novias,
Y no daba a conocer, Juanita, Pepa y Marciana,
Sólo en este pago hi visto, A unas iba de noche,
Que a todos hacen saber. A otras por la mañana.

2724 2728
Yo también soy pescuecero, Yo tuve mis tres queridas,
Pero vuelvo sobre el lazo, De las tres no son ninguna,
Por eso será que canto, Voy a buscar amor nuevo,
Como haciendo poco caso. Para probar la fortuna.

2725 2729
Yo también voy a decir, Yo vivo en la Banda Grande,
Lo que dijo Juan del Monte: Donde viven los marinos,
—Cuando muera mi caballo, Donde está la flor morada,
Llorarán mis guardamontes. La prenda que más estimo.

2726 2730
Yo tenía mi buen apero, Yo voy a hacer un barquito,
De tiento crudo y sobado, De la pata de un guanaco,
Que me lo había regalado^ Para embarcar corazones,
Un viejito aparejero. Santa Rosa y Angastaco.

(2726) Aparejero: persona que hace aparejos. Aparejo, es una especie de al-
barda en forma de ángulo diedro, hecho de paja, sólido, forrado de cuero sin cur-
tir, resistente y sumamente liviano para ser puesto encima de los peleros.
A ambos lados del apajero van las cargas sujetadas por unas tiras de cuero
sobado, llamadas coyundas, las cuales pasan por sobre las cargas y por debajo la
panza de la muía. La operación de atar se llama reata. Para mantener tirante las
coyundas se les da palo garrote, esto es, se las tuerce con un palito, como quien
aplica el suplicio del garrote a la muía y a la carga. El refrán popular: En el
camino se componen las cargas, es de arriero y significa que con el correr del tiem-
po se notan los defectos y se los enmienda.
DE JUGADORES, GUAPOS
CAMPEROS, SOLDADOS
Y PRESOS
2731 2737
Abran cancha al charabón! Al pobrecito i fulano,
Que se viene como flecha, Delén duro, delén fuerte,
Envuelto el poncho en la zurda, Métanle balas al pecho,
Y el facón en la derecha. Esa es su maldita suerte.

2732 2738
A Dios le debo la vida, Allá viene mi vidita,
Al fondero la comida, Como prenda sin valor,
Al comisario la multa, Un pajarito en la rama,
Y al milico la propina. Cantaba al ver esa flor.

2733 2739
Aguardiente y vino puro, A mí me gusta cantar,
Es lo que marca la ley, Con hombres de barba llena,
La agua se hizo para el buey, Pa agarrarlo de las barbas,
Que tiene los cuernos duros. Ramiando como cadena.

2734 2740
¡A la copa llaman Juana! A mí me gusta cortar,
Y a la zoncera macana, Collera de cuero fresco,
Así me dijo mi negra, Siendo que la prenda quiera,
Por decir: ¡Hasta mañana! Aunque el dueño me haga gesto.

2735 2741
A la cárcel me llevaron, A mí me gusta querer,
Porque di una puñalada, La mujer que es descarada,
Cuando a mí me dejó solo, Porque el amor no pregunta,
La justicia no hizo nada. Si es soltera o si es casada.

2736 2742
Aloja no hi de tomar, A mí me gusta querer,
Aunque el dablo cante misa, Querer al que no me quiere,
Aguardiente tomo yo, Y mostrarle malos modos,
Aunque no tenga camisa. Al que voluntad me tiene.

(2733)
Beber aguardiente puro Dicen las antiguas leyes:
mandan las antiguas leyes, Aguardiente y vino puro,
que beban agua los bueyes El agua es para los bueyes,
que tienen el cuero duro. Que tienen pellejo duro.
J. E. M. 177 - 3. L. M., 281-1.
(2738) Esta, como casi todas las coplas que llevan la palabra flor al fina-
lizar, son coplas para cantar flor en el juego de El Truco.
(2739) Ramiarlo como cadena: es arrastrarlo por el suelo como si fuera una
cadena: Después que se ha sembrado un rastrojo se le hace pasar una rama enci-
ma para que se cierren los surcos y tapen la semilla: A esta operación se llama
ramear. Entre gente guapa y matona se dice ramiar al hecho de arrastrar a una
persona por el suelo: Oí decir alguna vez en Salta:
La agarró de la simba y la ramio.
35
546 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

2743 2748
A mí me quieren hacer, Apenitas soy mocito,
La carne del matadero, Ojotita doble suela,
Si con otros se disgustan, Pero pa tener una h e m . . . ,
Yo hi de ser el pegadero. Soy más gaucho que mi agüela.

2743 - a 2749
Todos hacen lo que quieren, Aquel que se meta a malo,
Como carne i matadero, Conmigo la h' i sacar mal,
Otros tienen los delitos, Lo haré pagar las ofensas,
Y yo soy el pegadero. Con la hoja de mi puñal.
2744 2750
A nadies le debo nada, A querer nadie me gana,
Sino al traidor la venganza, Ni les conozco ventaja,
A Dios le debo la vida, Sólo en la dicha me ganan,
Y a mi madre la crianza. Porque soy de suerte baja.
2744 - a 2751
Yo no debo medio a nadie, Aquí está este pobre gaucho,
Tan sólo a vos la venganza, Me han hecho lo que han querido,
A Dios le debo la vida, Y si no me han hecho más,
Y a mi madre la crianza. Será porque no han podido.
2745 2752
Anda decile a tu dueño, Aquí está sólo mi nombre,
Mala traza como vos, En este baile reinando,
Que te goc- y te regoce, Y yo quisiera un mocito,
Sobras que hi dejado yo. Que se venga relanciando.
2746 2753
Antinoche jugué al truco, Aquí tengo mi caballo,
Con un negro jugador, ¿Quién me lo quiere correr?
Vuelta a vuelta flor y truco, A las tres cuadras les corro,
Ay, qué negro ligador. t Pero para ir y volver.
2747 2754
Apenas soy fulanito, Aquí voy a terminar,
Nombre que nunca se pierde, Porque se me acaba el trago,
Aunque lo tiren al mar, Voy a subir a caballo,
Sobre las espumas vuelve. Para puntiar a mi pago.

(2746) Ligador, que liga, vale decir: Que tiene suerte. También suele usarse
la palabra liga, en el sentido de tocarle en suerte, así: En el raparto que hizo fula-
no, a Juan le ligó un par de botas, a Pedro un catre y a mi no me ligó nada.
(2752) Relanciando: preparando. Entre tahúres se dice Aquél está relancian-
do, para indicar la persona que mezcla las cartas de baraja. Es voz usada en Salta,
Jujuy y Mendoza.
(2754) Puntiar: Tiene muchos sentidos esta voz. Se usa para indicar que se
toma el rumbo, o se endereza, para alguna parte. También quiere decir, empezar a
alcoholizarse. Ej. Estoy puntiao, quiere decir: Estoy en los comienzos de la em-
briaguez.
También se puntea una canción, se preludia.
CANCIONERO P CP u L A R DE SALTA 547

2755 2761
Arbolito gajo a gajo, ¡Ahijuna, ahijuna, me dicen!
Querer con dueño es trabajo, ¡Ahijuna, ahijuna hi de ser!
Sabiendo que tiene dueño, Pa querer prenda con dueño,
Me cuido de un por si acaso. Soy como mandado a hacer.

2756 2762
Arrastro la punta el poncho, ¡Ahijuna junando!
A ver si alguno lo pisa, Dijo una perdiz volando,
Por comprar una camorra, Yo como mocito gaucho,
Casi vendo mi camisa. Me la hice sonar boliando.

2757 2763
¡Arriba, caballo moro! ¡Ahijuna, puta la vieja!
Sácame del arenal, Que no me deja querer,
Que me vienen persiguiendo, Cuando oye decir vidala,
No me vayan a matar. Ni la puerta me hace ver.

2758 2764
Aunque encerrada te tengan, ¡Ay, mi querido fulano!
Y no te dejen salir, No se quiera ponderar,
Yo hi de ver modo de hablarte, Siendo la distancia larga,
Cuando se me antoje a mí. Ni el trote le ha de quedar.

2759 2765
Aunque te anden mezquinando, ¡Ay, tananita, ay tanana!
Y no te dejen salir, ¿Qué dirán de mí mañana?
Las puertas se han de hacer calle^ Que digan que me aborrecen,
Cuando se me antoje a mí. A mí no se me da nada.

2760 2766
Aunque todos me aborrezcan, Botellas y damajuanas,
En este pago hi de andar, Si me muero, han de sentir,
Al que le duela la muela, Y no habrá nadie en el mundo,
Que se la mande sacar. Que se conduela de mí.

(2756) Hay una frase popula^ entre la gente peleadora muy común en el
norte, y es esta: A mí nadie me pisa e[ poncho, vale decir: A mi nadie me provo-
que, nadie me ofenda, pues guay do 61. pianr el poncho, es pues, una ofensa y
andar arrastrándolo es andar buscando pendencia.
(2757) Que me bienen persiguiendo
¡Arriba, cabayo moro! Los del águila imperial.
Sácame de este arenal; S. M., 7610.
(2762) Hacer sonar: quiere decir, golpear sonoramente, o golpear simplemen-
te a una persona, Me la hice sonar boliando, quiere decir, la pillé enredándole las
patas con las boleadoras. A las boleadoras para enredar aves pequeñas, se les lla-
ma libes -i -
(2765) Tanana: no sé qué querrá decir.
5á8 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

2767 2774
Buena noticia he tenido, ¡Caramba, que me hallo viejo!
Que tienes a quien querer, Y me están saliendo canas,
Andando me has de pagar, Toda la noche hi andado,
Las hechas y por hacer. Todavía me sobran ganas.

2768 2775
¡Caballero de fulano! ¡Cargad con pólvora roja,
Tome esta copa de vino, Hermanos, vuestros cañones,
Cuando sea cerquita el día, Que con la amarilla y floja,
Le hi de mostrar el camino. No hacen fuego los varones.

2769 2776
Caigan rayos y centellas, Carne quiero,
Tras del trueno un refucilo, Güeso no,
Si por mí es la garúa, Convídame un vaso i caña,
Por mí puede haber-llovido. ¡Como no!

2770 2777
¡Caramba con el amor! Casada soy, pero tengo,
Fuerte como el aguardiente, Libertad para querer,
A los mudos hace hablar, A la que 'sea de mi gusto,
Y a los cobardes, valientes. Y a quien me parezca bien.

2771 2778
¡Caramba, con las pedradas! ¡ Cébame mate, mi vida!
¡Caramba, con los hachazos! Cébalo con yerba fuerte,
Atájese compañero, Ayer tarde m' hi venío,
Yo me atajo por si acaso. Escapando de la muerte.

2772 2779
¡Caramba, con la pedrada! Como me amenazan tanto,
Casi casi me ha pegado, Y echan cerrojo a la puerta,
Como soy mozo de vista, Por la reja de la huerta,
Al aire la hi barajado. Veo a flor de mi encanto.

2773 2780
¡Caramba, que me hallo bien! Con un cigarrillo al alba,
A las tres horas del día, Y un vasito de agua fría,
Si es que al diablo lo encontrara, Se desayuna un tunante,
Con él me examinaría. Cuando anda en tunantería.

(2772) Barajar: es poco usada esta voz en el sentido del diccionario de la


Academia; más lo es en el de recibir. Ej.: Fulano baraja las naranjas que Juan le
tira. También se dice: Fulano le bara 'a las palabras de la boca, para significar, ni
bien le dice algo, ya le contesta: Le • iarajó la apuesta; le aceptó.
(2775) Pólvora roja: es el vino; amarilla y floja, la cerveza.
CANCIONERO P O Pj L A R D E SALTA 549

2781 2788
Cuando bajé de mi tierra, Cuando se muera Cardozo,
De las peñas del Candado, Enterrelón como a gente,
Me leyeron la sentencia, Con los responsos cantados,
De morir afusilado. Misa de cuerpo presente.

2782 2789
Cuando caí a Pampa Grande, ¡Cuidado con esa prenda!
Yo caí de domador, Que hace tiempo tiene dueño;
Aunque no era muy ginete, No hay primero sin segundo,
Era medio salidor. Dijo un gaucho santiagueño.

2783 2790
Cuando me fui destinado, ¡Chacarera, chacarera!
Todos quedaron contentos, ¡Chacarera de la estrella!
Se pusieron a cantar, Yo no te digo chanciando,
Como frailes en convento. Entrégame la botella.

2784 2791
Cuando me fui para abajo, ¡Chacarera, chacarera!
No me podía olvidar, ¡Chacarera "El Simbolar"!,
Soy gajo de buena planta, La mujer que no me quiera,
No me han de poder voltiar. Con el juez la hi de obligar.

2785 2792
Cuando oigo nombrar un guapo, Chicha linda y machadora,
Que es ligero y que es de vista, La que vende ño Fulano,
Doy plata pa conocerlo, Dicen que es santo remedio,
Pago pa que me resista. Para matar el gusano.

2786 2793
Cuando oigo nombrar un guapo, ¡ Chiquitita, tortolita!
Siento que se caen mis canas, Yo me quisiera ir con vos,
De viejo me andoy doblando, No me han de privar los santos,
Pero me suebran las ganas. Y hemos de vivir los dos.

2787 2794
Cuando se muera Cardozo, Dame un jarrito de aloja,
Cardozo han de querer ser, Que me estoy amejorando,
Yo hi de dejar por escrito: Con el mismo licor sana,
—Eso es lo que no han de ver. El que se enferma tomando.

(2782) Salidor, en el sentido en que está en la copla, salidor quiere decir,


listo para salirse de apuros, saltando del caballo.
(2792) Es costumbre general en Catamarca y Salta, esto de decir: Voy a ma-
tar el gusano. Para ello se bebe un vasito de aguardiente. También se dice: voy a ma-
tar la araña. En resumen, no es más que un pretexto para beber aguardiente des-
pués del mate. No se mata el gusano por la tarde, es costumbre de mañana, tanto
que también suele decirse al ir a tomar el alcohol: Voy a hacer la mañana.
550 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

2795 2799

De abajo viene lloviendo, De este filo, al otro filo,


El mundo viene temblando, Yo soy como gallo giro, -^
Esos son los pasos míos, Salgo, salto, doy un grito,
Y recién vengo llegando. Y lueguito me retiro.

2800
2795 - a
De la falda de aquel cerro,
De abajo viene lloviendo, Bajó un toro retuzando,
El mundo viene temblando, Como yo era tan gauchito,
¿Qué le pasa al pobre mozo, Le daba un grito cantando.
Que recién viene llegando?
2801
2796 De los trabajos del mundo,
Yo no sé cuál es mejor,
¿De ande salís buena alhaja, El casarse o el morirse,
Con tus espuelitas motas? O ser soldao como yo.
De allá has venido con botas,
De aquí te has de ir con ojota. 2802
Del trigo se hizo la harina,
2797 De la harina se hizo el bollo,
Si le gusta, caballero,
¿De ande salís, buena alhaja, Échele un gallo a este pollo.
De noche solo a los bailes?,
Sólo, tus rastros padecen, 2803
Debajo del mal msá grande.
Desde la Rioja hi venío,
Desde la Rioja al Rosario,
2798 Quereme bien con firmeza,
Que no sepa el comisario.
Debo y no quiero pagar,
Mi gusto es andas, debiendo,
En la plaza me han cobrado, 2804
A la orilla voy saliendo. Desde Jujuy viene un gringo,
Con una flor en el pingo.
2798 - a
2805
De la plaza me han corrido,
Pa l'orilla voy saliendo, ¡Despacito por las piedras!
Tengo y no quiero pagar, No se vaya a resfalar,
Mi gusto es andar debiendo. Por que el golpe de las piedras,
Cuesta mucho pa sanar.

2798 - b 2806
Cuando salí de la iglesia, De viejo estoy hecho astillas,
En la plaza me han cobrado, Entrando al fuego hi de arder,
Tengo y no quiero pagar, Hi de arder dentro del mundo,
Que me gusta ser regado. Sin dar el brazo a torcer.

(2802) Échale un gallo a este %>llo. Lo incita a que lo desafíe. En las riñas
de gallos suelen pelear gallos grandes con pollos fuertes.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 551

2807 2814
¿Diande ha venido este gaucho, El comisario y el juez,
Con su chura en medio el monte? Me trataron de cuatrero,
De vos hi de hacer corona, Decían que yo les robaba,
De tu chura guardamonte. Bueyes, vacas y terneros.

2808 2815
Dicen que me han de privar, El cuerpo lleno de espinas,
No sé si me privarán, Corazón en confusión,
Privarme ya no han podido, Y si no llueve esta noche,
Ahora menos podrán. Me caigo en la procesión.

2809 2816
Dicen que me vas a dar, El gaucho pide una copa,
Hachazos y puñaladas, Preguntando cuánto vale,
Eso será si yo quiero, Con la cartera en las manos,
Y si a mi cuerpo le agrada. Contando los nacionales.

2810 2817
Echelén más leña al fuego, El hombre para ser hombre,
Que se haga la llamarada, Diez hembras ha de tener,
A mí no me asustan gritos, Nueve para suplifalta,
De gauchos con compadradas. Una pa permanecer.

2811 2818
¡Eche una copa de vino! El hombre para ser hombre,
Avisemé cuánto vale, Tres cosas debe tener:
Como soy mozo tunante, Buen caballo, buen apero,
No pido nada de balde. Y una china a quien querer.

2812 2819
El andar tan despilchao, El Miércoles me apresaron,
Ningún mérito me quita, El Jueves me deserté,
Soy un pastel con reyeno, El Viernes topé con ella,
Y parezco torta frita. Sábado la dijuntié.

2813 2820
El anillo que me distes, El otro día de mañana,
Lo largué en el mar profundo, Fué mi madre y me halló preso,
No te has de casar con nadie, Pegó un suspiro y me dijo:
Mientras yo viva en el mundo —¡Ahí has de entregar tus güesos!

(2807) Chura: concubina.


(2812) Esta copla está tomada de "Martín Fierro".
El andar tan despilchao,
Ningún mérito me quita; Soy un pastel con relien'.,
Sin ser un alma bendita, Que parece torta frita.
Me duelo del mal ajeno, M. Fierro - ida • N' 1693-8.
552 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

2821 2827

En el puesto "El Porvenir", En los jardines de Diana,


Juran que me han de matar, Corté una rosa en botón,
No sé qué les habrán dicho, Consérvate siempre pura,
Que me quieren fusilar. Si te querís llamar flor.

2822 2828

Enfermo estoy en la cama, En los tientos de mi apero,


Con un dolor en el brazo, Tengo una longa graniada, "^
Y me han dado de receta, Pa atar palo con pescuezo,
La botella con el vaso. A la hembra más retobada, x

2823 2829

En la cima de aquel cerro, En mi pago tengo menta,


Hay una piedra verdosa, Pa la taba y pa enlazar,
Con un letrero que dice: Pa peliar y pa domar,
—¡Viva San Juan y Mendoza! Pa cantar y pa bailar.

2824 2830

En la falda de aquel cerro, En mis tiempos cuando mozo,


Ponga la mesa y juguemos, Tenía tres y tenía cuatro,
Meta la mano al bolsillo, Pero las hacía comer,
Saque un cigarro y fumemos. Como hermanas en un plato.

2825 2831

En la falda de aquel cerro, En un profundo letargo,


Tengo una planta de fruta, Restaura la vida un triste,
Los carozos por el suelo, Aquel que penando vive,
¡Contesta juna gran puta! Sólo cuando bebe existe.

2825 - a 2832

En la plaza de Atacama, ¡Envido, envido mi falta!


Alguna cosa juguemos, No hay duda que tengo flor,
Meta la mano al bolsillo, Con las tres cartas que tengo,
Saque la plata y contemos. Juego como picaflor.

2826 2832 - a

En la punta de mi fierro, ¡Envido, envido mi falta!


Traigo un poquito de acero, No hay duda que tengo flor,
Para taparle la boca, Envido por las tres cartas,
A este gaucho brasilero. Y al truco juego mejor.

(2828) Lonja graniada: de grano, graneada. Es la lonja de cuero pelado, cru-


do, sin curtir, que se soba con las manos con cierta habilidad, hasta hacerle apare-
cer en la parte del pelo, una superficie despareja, como si tuviera granos. Es una
lonja blanca, esponjosa y gruesa. Con ella suele hacerse maneas y bajadores. Es un
artículo de lujo entre los gauchos.
Retobado-a. Adj. Engreído, petulante. Voz muy usada en el norte del país.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 553

2833 2839
Es lindo para cantar, La hi de llevar y mi d' ir,
En una casa decente, Con el tanto han de quedar,
Una botella con vino, Los quí me tengan envidia,
Varios vasos de aguardiente. Veria, qué han de remediar.

2834 2840
Estando con mi arriador, La paja tiene su grano,
Doy doble contra sencillo, El cardo tiene su flor.
Que sepan qué gusto tiene, Linda pluma el picaflor,
La cascara de novillo. Yo desgraciao pa'l amor.

2835 2841
Este es el remate nuevo, La rama tiene su espina,
Sacao de Santo Domingo, Y el cardón tiene su flor,
Aquí estoy con la vidita, Yo también tengo mi amor,
¿Qué quieren hacer conmigo? Para gozarlo mejor.

2836 2842
Hoy no se fía, Lárgate como a comerme,
Mañana sí, Haciendo cuerpo de gato,
Trampas afuera, Aquí te vas a juntar,
Menos aquí. Con la horma de tu zapato.

2837 2843
La caña se llama caña, Las estrellas en el cielo,
Yo me llamo tomaré, Caminan Jueves y Viernes,
Cuando se acabe la caña, ¿Cómo las hi seguir yo,
Yo también me acabaré. Si tengo quien me gobierne?

2838 2844
La chicha es buena bebida, Le tengo dicho a mi vida,
Y el vino mucho mejor, Si me llegan a encerrar,
Los barriles de aguardiente, Que sufra y tenga paciencia,
Me inclinan el corazón. Que no me quiera olvidar.

(2834) Arriador: Látigo de lonja larga, usada especialmente para el arreo


de animales.
La cascara de novillo, es la lonja de cuero de vacuno. Cascara en vez de cuero,
como se diría en quichua. Concolorcorvo en su "Lazarillo" (1773) usa también esta
expresión: . . . "pero a los deudores que por flojos o soberbias se resisten al trabajo o
lo hacen mal, les procuran alentar con la cascara del novillo, desde la rebadilla hasta
donde dan principio las carnes..."
Lazarillo, Pág. 226.
(2836) Esta copla suele estar escrita en un papel a la vista del público en
los almacenes de campaña. Parece que es costumbre ecuatoriana también, pues la
consigna León Mera:
Hoy no se fía, Trampas afuera,
Mañana sí, Menos aquí.
I, M., 304-2.
(2837) Caña: Llámase así al aguardiente de caña de azúcar y de cualquier
origen que sea.
554 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

2845 2852
Los que hablan detrás de mí, Me gusta el alcohol en jarro,
Hablarán por envidiosos, Y la chicha en la botella,
Yo les voy a sacar cosas, Máa me gusta la pulpera,
Por tontos y mentirosos. Quisiera dormir con ella.

2846 2853
Machadito con la chicha, Me gusta en medio del monte,
Sólito me voy cantando; Correr el toro orejano,
Y si la beso a mi china, Que no conozca la casa,
Machadito voy quedando. Ni ha visto nunca un cristiano.

2847 2854
Me acuerdo de la carrera, Me gusta la mujer grande,
En la cancha de "El Sauzal", También la niña doncella,
Cuando corrió el añapero, Me gusta la chicha en vaso,
Con el tostao alazán. Y el aguardiente en botella.

2848 2855
Me acuso mi padre santo, Me gustan los batallones,
De mi pecado menor, Cuando marchan por escalas,
Que degollé una monjita, Me gusta contar los muertos,
Encima el altar mayor. Cuando sosiegan las balas.

2849 2856
Me alzaron de las gallinas, Me has de querer por tu gusto,
Para llevarme a peliar, O a la fuerza me has de amar,
Como era gallito guapo, Si no me querís, vidita,
No me pudieron ganar. Te tendré que travesiar.

2850 2857
Me dicen que tenis dueño, Me siento en el plan de un bajo,
Así con dueño te quiero, A llorar mi sentimiento,
Como soy mozo tunante, Hago tiritar los pastos,
Me gusta querer lo ajeno. Como si soplara el viento.

2851 2858
Me gusta cortar las guindas, Métale frío y caliente,
Cuando ya están madurando, Que las penas son de amor,
Me gusta querer lo ajeno, Y si las viejas nos sienten,
Cuando el dueño está mirando. Ganaremos un rincón.

(2857) Es esta una copla formada con versos de esta estrofa de Martín Fierro.
Me siento en el plan de un bajo, Con oros, copas y bastos.
A cantar un argumento; Juega allí mi pensamiento.
Como si soplara el viento,
Hago tiritar los pastos M. Fierro - ida - versos 43 - 8.
Hermosos versos de José Hernández, en los cuales, como muy bien me decía
don Abel Mónico, hombre de campo como el que más, (de Rosario de la Frontera),
el poeta pinta un momento de pensar intenso del gaucho, en cuya mente se entre-
cruzan sus pensamientos con los recuerdos del juego de la noche o de los días pa-
sados. Canta y vienen a la mente las cartas principales de la baraja o la trampa
inventada o descubierta. El gaucho vive del canto y del juego.
CANCIONERO PObV L A R BE SALTA 555

2859 Asómate a la ventana,


Metalé sin descansar, Y tendrás con quién dormir.
Así como a cuerpo ajeno,
Mientras más vueltas le dé, 2866
Más le ha de entrar el barreno.
No es ] a primera vez
2860 Qué me veo en apretura,
Un pié pisando al estribo,
Me tengo por buen jinete, Y el otro en la sepultura.
Aguanto las corcobiadas,
¿Qué diría la vidita, 2867
Si le echara una ensillada?
IT>JUaj bagual que se haga el malo,
2861 Tirándole un pial volcao,
Y no hay hombre que sea pavo,
Mi gusto será cortar, Si en el amor se ha golpiao.
Naranja que está pintando,
Agrede la hi de querer, 2868
Aunque la tengan cuidando.
No importa que no me quiera,
2862 No me importa que padezca,
No importa perder la vida,
Mi viejo poncho rayao, Cuando la ocasión se ofrezca.
En el pago no flamea,
Por un golpe de cuchillo,
¡Pobre mi poncho tajiao! 2869
No les aviso mi nombre,
2863 Por no ponerme en peligro,
Mi nombre se llama llanto,
Nací como nace el peje, Y mi apellido suspiro.
En el fondo de la mar,
La prenda que Dios me dio,
Nadies me la ha de quitar. 2869 - a
Yo no le digo mi nombre,
2864 Por no ponerme en peligro,
¡Niña linda, dije yo! Porque mi nombre es la pena,
Si su madre me la diera, Y mi apellido suspiro.
Para dormir esta noche,
Mañana se la volviera. 2870
No sé de qué peña soy,
2865
Tal vez sea pedernal,
Noche oscura y tenebrosa, ¿O seré de oro macizo,
Tempranito hi de venir, Que no me, pueden sellar?

(2863) Los dos primeros versos son de Martín Fierro.


Nací como nace el peje, Aquello que Dios me dio:
En el fondo de la mar: Lo que al mundo truje yo,
Naides me puede quitar Del mundo lo he de llevar.
Ida-versos N» 85-90.
(2867) Pial volcao: o pial de codo vuelto, es aquel pial que se consigue al
arrojar la armada por encima del brazo, en dirección lateral.
É. F. Tiscornia.
Martín Fierro. Pág. 459.
556 J U A N A L F O N S O C A R R j z 0

2871 2877
No soy paisano de acá, ¿Pa qué preguntas quién anda,
Soy paisano forastero, Sabiendo que hi de venir?
Que caigo en este entrevero, Hi agarrado por costumbre,
Por una casualidad. De no dejarte dormir.

2861 2878
Yo no soy gaucho de aquí, Para mí la cola es pecho,
Yo soy gaucho forastero, Y el espinazo es cadera,
Yo no sé cómo hi llegado, El gaucho que no me quiera,
En medio de este entrevero. Para mí es la vinagrera.

2872 2879
No tan pavo como Vd, Para mí todo es lo mismo,
Amigaso, se figura, Lo mismo me es diez que veinte,
Parece que mi recao, Como no hago mal a nadie,
Le ha apretao la matadura. Me ha de respetar la gente.

2873 2880
Nunca hi sido panadero, ¡Para qué padre ni madre!
Ni tampoco estibador, ¡Para qué cura ni alcalde!
Pero en cuanto me dispongo, Nadie me ha i privar mis gustos,
Saco panes como flor. Ella me quiere y es grande.

2874 2881
Oregiando una por una, Por acá me vua largar,
Las cartas que me van dando, Por esta fiera ladera,
Veo que puedo ir cantando, Para mí la cola es pecho,
Aunque se pique: flor. Y el espinazo es cadera.

2875 2881
Pal carnaval, mis hermanas Por aquí me vua largar,
Preparaban los quesillos, Por esta fiera ladera,
Mientras me esperaba el flete, Juyeriando, juyeriando,
Que afile bien mi cuchillo. Con la mano en la cadera.

2876 2882
Pa lo que ha i ser la primera, Por ausente me han tenido,
Que cabecera me han hecho, Cuerra la voz qu' hi venío,
Y me levanto y me dicen: A recordar a la prenda,
Que el olor le haga provecho. Que con mi marca hi tenío.

(2871) Me dijo el poeta Don Juan Carlos Dávalos, que esta cuarteta es prin-
cipio de una canción larga, oída alguna vez en "La Frontera".
2872) Esta copla es contestación a otra, probablemente.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 557

2883 2889
Por el año ochenta y uno, Se tienen por mozos churos,
Venía Carlos Tejedor, Cuando tienen dos o tres,
Por chirliarle el c . . . a Rocsa> Yo le llamo churo y medio,
Con un gajo de esta flor. Cuando tiene nueve o diez.

2884 2890
Por fuerza me has de quere:1"' Si hubiera un gaucho ligero,
Jos justicia me has de amar"' Ligero para el cuchillo,
Cariño me has de tener, Le haría unos cuantos tiritos,
O el diablo te va llevar. Pero en amistad de amigo.

2885 2891
Porque me ven chiquitito, Si quiere cantar, cantemos ,
Pensarán que soy borbojo, Si quiere jugar, juguemos,
¿No sabrán oir decir, Aquí tengo plata blanca,
Que soy carta que no aflojo Si quiere parar, paremos.

2886 2892
Quisiera toriar al toro, Si quiere cantar conmigo,
Atando el lazo al chichero, iv Ha de tener buena cuenta,
¡Si se me cortara el lazo.. • Que en la mitad del camino,
Mi caballo no es ligero. Le ajustaré las cuarenta.

2887 2893
Reciencito estoy llegando, Solamente un placer tengo,
De mi pago del Rosario, De todos los mil placeres,
Y ya no me está gustando,. Año por año me vengo,
La multa del comisario. Remudando las mujeres.

2888 2894
¡Señores, pregunto a todos Soy José Manuel Quiroga,
Digo si han oído decir, Tengo de indio y de mulato,
De que en las manos de un flojo, Aunque soy cejas topadas,
Un guapo viene a morir. Pero soy limpio en mis tratos.

(2883) El General Juli¿° Argentino Roca y el Dr. Carlos Tejedor, eran ri-
vales en la lucha electoral pc or l a Presidencia de la República.
(2884) Cariño me has de tener
Por fuerza me has de querer'» O el diablo te ha de llevar.
Por justicia me has de amar» **• ^ . , 1955.
El diablo se te ha i llevad, j f t ^ iliyUlUflíVÍP JlUy7 iHSHa1 ,SP ¿51 , M # , e n t r e gente
guapa y peleadora.
(2890) En amistad de amigo: expresión muy usual que quiere decir: En ca-
lidad de amigo o como amigo.
(2891) Parar: apostar, librar dinero a la suerte en los juegos de azar.
(2892) Le ajustaré las cuarenta, alusión hecha a las cuarenta cartas de la
baraja. Quiere decir, castigar severamente.
(2894) Cejas topadas: es signo de mala gente, de hombre pendenciero y san-
guinario. Tipo lombrosiano, según los penalistas.
558 J U A N A L F O N S O C A R R / Z O

2895 2902
Soy mocitos de mis gustos, Voy a dentrar a la escuela,
Aunque mocito campero, Haciendo todo valor,
Y sé ensillar mi caballo, Porque yo no sé explicarme,
Para irme donde yo quiero. ¿Dónde ha salido esa flor?

2896 2903
Soy pollo por que me arrollo, Ya me voy a retirar,
Soy gallo por que me callo, Porque muy dueñito soy,
Cuando toca la ocasión, A mí nadie me ha i privar,
Soy pollo, gallina y gallo. La p . . que los p . . .

2897 2904
Soy un gauchito bandido, Yo no le temo a la muerte,
Según todo el mundo dice, Porque sé que hi de morir,
Llevo mi poncho a la rastra, Aunque sea tarde o temprano,
Pa que nadie me lo pise. La muerte ha i venir por mí.

2898 2905
Un pantalón de bombilla, Yo no le temo al cuchillo,
Usaba don Salvador, Venga de punta o de filo,
Una levita muy corta, Aunque venga apareciendo,
Y en el ojal una flor. Con truenos y refucilos.

2899 2906
Un punto quisiera ver, Yo no le temo al león,
Que lo desea mi fortuna, Ni al tigre más fiero y malo,
Hasta agora no hi topado, Frente a frente 1' hi peliar,
Quién me baraje la pluma. Con un perro y con un palo.

2900 2907
Venite como a comerme, Yo no quiero ser soldado,
Medio arrugando la frente, La guerra que me tiene loco,
Hagamos unos tiritos, Mi trabajo es demasiado,
Que se divierta la gente. Y el sueldo que gano es poco.

2901 2908
Venite haciendo el malito, Yo no quiero ser soldado,
Creyendo que es una fija, Ya mis servicios no valen,
Te voy a dejar la cara También el soldado merece,
Como cuero i lagartija. No sólo los oficiales.

(2899) Quién me baraje la pluma: quien me gane a concertar, a payar en


contrapunto.
(2901) Una fija, una probabilidad, casi seguridad. Es voz usada en todo
el país.
(2906) Así efectivamente, con un perro y con un palo le pelean algunos gau-
chos a los tigres, en las selvas de Salta.
(2907) Esta copla está glosada. Véase Cancionero de Jujuy, N' 80.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 559

2909 2916
Yo soy como el jugador, Yo soy el toro más chico,
Pierda o gane, me hace cuenta, Tengo muesquita y varilla,
El que se cría con veneno, Yo no tengo miedo a nadie,
Con veneno se alimenta. Ni aunque vengan en cuadrilla.

2917
Yo soy como el pez en Tagua, Yo soy ese gaucho malo,
Que vive en lo más profundo, Me lo paso matreriando,
Tengo mi rancho en el monte, Por es? fa policía,
Vivo contento del mundo. De mí vive preguntando.

2911 2918
Yo soy como el resertor, Yo soy ese mozo malo,
No tengo casa ni rancho, Hijo de hombre saltiador,
Ni un peso en el tirador, En cada casa que llego,
Soy más pobre que el carincho. Llego con mala intención.

2912 2919
Yo soy como el río Pasaje, Yo soy ese pollo bueno,
Que no entiende de, por Eios, Costeado de Lecherones,
Así como llevo a una, Echándome al reñidero,
¿Cómo no llevo a las dos? Yo no respeto puyones.

2913 2920
Yo soy como el temporal, Yo soy ese puesterito,
Que salgo de otro lugar, De aquellos primeros criollos,
Traigo unos toritos gordos, Lo sé boliar al más listo,
Sin marcas y sin señal. De un pial con todo el rollo.

2914 2921
Yo soy como el tjlo=ülo, >^ Yo soy ese puesterito,
Hago que flechar no flecho, Del puesto del "Porvenir",
Lo que digo con mis labios, Bagual que lo saco viendo,
Lo sustento con el pecho. ¡Qué putas que se me v' ir!

2915 2921 - a
Yo soy del barrio de arriba, Yo también era puestero,
Donde relumbra el acero, Puertero del "Porvenir",
Lo que digo con la boca, Orejano que me echaba,
Lo sustento con el cuero. ¡Putas que se me iba a ir!

(2911) Parece ser esta copla imitación de este verso de Martín Fierro:
No tenía mujer ni rancho, No tenía una prenda guena,
Y a más era resertor: Ni un peso en el tirador.
Ida - versos N' 1131-4.
(2914) Tilo-tilo: dícese así en "La Frontera" al Tero-tero o Teru-teru.
(2919) Puyones: son dos agudos espolones de acero con los que se calzaban
las patas de los gallos para las sangrientas luchas de los reñideros. (E. Tiscornia).
— M. Ferro. Pág. 468.
560 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

2922 2927
Yo soy ese quebrachito, Yo soy ese toro malo,
De medio del Qebrachal, De la marca los Cardozos,
Me han metido fuego y hacha, Al que se tope conmigo,
Y no me han podio voltiar. Le haré sonar el carozo.

2923 2928
Yo soy ese quebrachito, Yo soy ese toro nuevo,
De medio de la lomada, De la loma "El Cebilar",
Que no me han de sacar leña, Cuatro toros hi corrió,
Ni a hachazos me han de hacer nada. Toavía me hallo regular.

2923 - a 2929
Yo soy quebrachito tierno, Yo soy fulano de tal,
De medio del Quebrachal. Nombre que me puso el cura,
Aunque traigan fuego i hacha, Pa cantar con los varones,
No me han de poder voltiar. Tengo la bolsa segura.

2924 2930
Yo soy ese toro bayo, Yo soy gaucho para el campo,
Costillar de color plomo, Soy gaucho pa un tiro i lazo,
Cuando se aumentan los toros, No le temo a la estirada,
Me echo tierra sobre el lomo. Como le temo al guascazo. >

2924 - a 2931
Yo soy un triste serrano, Yo soy torito muy bueno,
De costillar color plomo, Marquita de don Juan Cueya,
Cuando oigo bramar un guapo, Y donde bala este toro,
Me echo tierra sobre el lomo. Tambera sale a la huella.

2925 2932
Yo soy ese toro bravo, Yo soy torito bueno,
Que bajo de las laderas, Cargo grillos y cadenas,
En el balido que pego, En las astas traigo fuerzas,
Junto vacas y terneros. Y en el cogote la arena.

2926 2933
Yo soy ese toro bueno, Yo soy un torito bueno,
De la marca de los Sierra, No hay árbol que no desgaje,
Como no hallo quien me tope, En las astas traigo fuerzas,
Aquí estoy cavando tierra. Y en el cogote coraje.

(2927) El carozo, por la cabeza. Suele ser común esta comparación.


(2930) Guascazo: Cuando el jinete ha enlazado un animal y éste trata de
huir, el lazo se estira tanto que a veces se suele cortar y en este caso corre peligro
el jinete, pues la punta del lazo se vuelve con la fuerza de una .bala y si da en la
carne se mete dentro como una estocada. Este es el terrible guascazo.
Cuéntase de paisanos muertos de resultas de heridas producidas por el lazo que
les penetró por partes delicadas.
La estirada no ofrece mayor peligro, pues el caballo hace pié y el toro no lo
mueve, lo malo es la cortada del lazo y para evitarlo es que el paisano lo cura, co-
mo se dice, untándole grasa para mantenerlo fresco y resistente.
Al guascazo del lazo suele llamársele también cimbronazo.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 561

2934 —Ventajándole el tirón,


Yo también diré, señores, No hay animal pescuecero.
Lo que dice el comisario,
Si no cumple lo que digo,
Echo encima mi caballo. 2936
Yo tenía una vaquita,
2935 De mi vaquita rosada,
Yo también voy a decir. Cuando sacaba la leche.
Lo que me dijo un arriero: De chorros me la largaba.

(2935) Pescuecero: Cuando se ha enlazado un caballo arisco, el paisano en-


tendido en estos quehaceres, da el tirón de lazo inmediatamente que ha entrado la
armada al cogote, pues el lazo se cierra en la parte débil de éste, cerca de la ca-
beza y el animal dolorido se para, pero si lerdea, el lazo se corre al encuentro o
pecho del animal, y entonces la bestia se resiste con ventaja.
Por esto es que aconseja el arriero aventajar el tirón para que la armada del
lazo corra por sí misma hacia la cabeza del animal.
PAYADORESCAS
2937 2943
Agora que estamos juntos, A mí me toca la copla,
Una pregunta le haré: Miren qué casualidad,
—¿Cuántos pelo tiene un gato, No tengo más que esta unita,
Cuando acaba de nacer? En caso i necesidad.

2938 2943 - a
Agua negra es del nogal, A mí me toca la copla,
Rosada la del socondo, y Pa mayor casualidad.
Así me enseñó a cantar, No tengo más que imitar,
José Domingo Elizondo. En caso i necesidad.

2938 - a 2944
Blanca Tagua del romero, Anoche comí una pera,
Rosada la del socondo, Y hoy amanecí con tos,
Así me enseñó a cantar, Por eso es que estoy cantando,
José Domingo Lizondo. Tan ronco y con mala voz.

2939 2945
A las perlas deje en paz, Anoche me confesé,
Vd. no debe tocarlas, Con el cura de la higuera,
Porque sería capaz, Y me dio de penitencia,
Por dos pesos, empeñarlas. Que cante una chacarera.

2940 2946
Al cantor que ee presente, Año pasao no canté,
Que tenga o no quien lo ampare, Este año lo mismo haré,
Aunque su saber sea mucho, Tnavía no vide en mis libros,
No espere que yo dispare. No sé que tal estaré.

2941 2947
¡Amigo, si le parece, Apenitas voy saliendo,
Le haré una pregunta suave! De esta cuesta resfalosa,
—¿Cómo se puede casar: Dirán que lis hi cantado,
Un hijo con una madre? Lag tonadas trabajosas.

2942 2948
A mí me toca la copla, Aquel que me está mirando,
A mí me toca soltar, ¿Qué me estará reparando?
Alegrías de mi pecho, Y yo sin poder cantar,
Yo les quisiera cantar. De vergüenza estoy sudando.

(2938) Socondo: Es un arbusto de cuya raíz se saca el rojo para teñir te-
las. Don Samuel Lafone da esta noticia, Soconto: Una rubiacea, yerba de teñir, el
Madder de los ingleses: galium hirsutum.
(2940) Esta copla está tomada de este verso de "Martín Fierro".
Y el cantor que se presiente, Aunque su saber sea mucho;
Que tenga o no quien lo ampare, Vamos en el mesmo pucho
No espere que yo dispare, A prenderle hasta que aclare.
M. Fierro, versos N». 3859 - 64.
566 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

2949 2957
Aquí me pongo a cantar, Aquí me pongo, vidita,
Bajo de este corredor, A cantar mi relancina,
A ver si puedo sacar De muerto y resucitado,
L'alma de mi corazón. Vengo como golondrina.

2950 2958
Aquí me pongo a cantar, Argumentaba un moreno,
Debajito de este techo Por pretender una dama,
A ver si puedo sacar Como era tan pretendiente,
La ronquera de mi pecho. Se le aumentaba la fama.

2951 2959
Aquí me pongo a cantar, ¡Arrimesén a la rueda!
Debajo de esta magnolia, Como trompos a la troya, "X..
A ver si puedo alcanzar, Oyeran explicación, *
Un besito de mi novia. A la modita i Corolla.

2952 2960
Aquí me pongo a cantar, Atención pido al silencio,
Debajo de este algarrobo, Y al silencio la atención,
Para contarles a Uds. Oigan de esta torpe lengua,
Los corazones que robo. Una ruda explicación.

2953 2961
Aquí me ; -ro a cantar, Atienda mi compañero,
Debajo ie te arbolito, Una pregunta le haré,
A ver si puedo sacar, ¿A dónde quedan las nubes
El bendito cabalito. Cuando acaba de llover?

2954 2962
Aquí me pongo a cantar, Atravesada, sí,
Debajo de este cardón, ¡Lucero hermoso!
A ver si puedo sacar, De qué me sirve verte
Amor de tu corazón. Si no te gozo?

2955 2963
Aquí me pongo a cantar, Aunque es poco mi saber,
En el alto de El Rosario, No tengo estudio de nada,
¡Caramba que tengo miedo Soy una noche nublada,
A la multa el comisario! Que anuncia el amanecer.

2956 2964
Aquí me pongo a cantar, A ver si puedo,
Encimita de este umbral, No sé si podré,
Me pongo a concertar coplas, Pues cuando es mucho el gauchaje.
Pa cantar en Carnaval. No sé si explicar podré.

(2953) "El Bendito" Es la oración religiosa que empieza así: ¡Bendito y ala-
bado!
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 567

2965 2971
Ayer canté en Catamarca, ¡Buenas noches Dn. Fulano!
Hoy canto en "Las Peñas Blancas", Me alegro de verlo bueno,
Quien quiera cantar conmigo, Cuando nombro a su persona,
Que dentre a la salamanca. Me hallo de placeres lleno.

2966 2972
Ayer canté en "La Frontera", ¡Caballero, caballero!
Hoy canto en Río las Piedras, La albricia me ha de pagar,
Todito el mundo hi andao, Que se ha muerto el rey de España
Sin que ninguna me quiera. Y a usted van a coronar.

2967 2973
Ayer canté en Los Horcones, ¡Caballero de fulano!
Hoy canto en la Piedra Blanca, A la pisada de un gallo,
Pa que me ganen cantando, Si se ha venido a cantar,
Dentren a la salamanca. Bájese de su caballo.

2968 2973 - a
Ayer canté en Pucarilla, ¡Cabalero de fulano!
Hoy canto en El Corralito, Al primer canto del gallo,
Así me gusta cantar, Si quiere cantar conmigo,
En cada pago un poquito. Bájese de su caballo.

2969 2974
¡Ahijuay puta Gualfincito! ¡Caballero de fulano!
¡Qué lindo estarán cantando! ¡Blanca espuma de la mar!
Entre medio los cantores, Espejo de Buenos Aires,
Sólo yo estaré faltando. Retrato de Tucumán.

2970 2975
Bien me lo dijo mi madre, ¡Caballero de fulano!
Aprende a cantar, criatura, ¿Cómo quiere que le cante?
Porque los cantores de aura, ¿Quiere por amor llanito?
Cantan con abreviatura. ¿Quiere por amor tunante?

(2965) Salamanca: La Salamanca en nuestro país es la escuela de las artes,


allí hombres y mujeres aprenden a tocar la guitarra como ninguna persona sobre
la tierra, a jugar a los naipes para que nadie les gane, a enamorar para que con una
sola palabra el amante o la niña esquiva caigan rendidos a sus pies.
La escuela funciona en una cueva (La cueva de Salamanca, Española) en el mon-
te, sumamente difícil de hallar. En la entrada de esta cueva está un Cristo cruci-
ficado, hay que salibarlo y pasar. En el interior está el diablo, gran maestro de ar-
tes, tiene muchos ayudantes y se enseña desde la oración (El diablo huye de la luz
del sol, no quiere evocar los recuerdos de su estada en el cielo, cuando Dios lo arrojó
a las tinieblas) y las clases terminan cuando cantan los gallos, hora fatal para el
espíritu de las sombras, pues, con la claridad de la aurora, entra Dios a dominar
en el mundo.
En Catamarca y Salta algunos paisanos me señalaron los sitios en las quebra-
das de la montaña, donde funcionan las salamancas pero es inútil buscarlas nadie
que no sea iniciado en este arte puede dar con ellas y estos seres privilegiados ya
han muerto de modo que todo queda en el misterio.
Suelen sentirse orgullosos los paisanos a quien se les atribuye su aprendizaje del
canto o del juego, a arte de Salamanca.
El Sr. D. Daniel Granada es su libro Supersticiones del Río de la Plata, trae
en el capítulo VIII un estudio extenso de este tema. Estudios análogos ha hecho en
España el P. Feijóo y en Portugal el sabio folklorista Cóehlo.
568 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

2976 2983
¡Caballero de fulano! Cantando la vidalita,
Fiel y constante amador, Me van saliendo las canas,
Su seguro servidor, Cantando los quince días,
Soy Manuel Corregidor. Todavía me sobran ganas.

2977 2984
¡Caballero de fulano! Cantando me voy al cielo,
Firmando sobre la mesa, Cantando voy a la gloria,
Aquí tiene dos amigos, Las coplas me van brotando,
Hechos de pura firmeza. Del fondo de la memoria.

2978 2985
¡Caballero de fulano! ¡Canta nomás jilguerito!
Tire el banco y siéntese, Canta nomás tu canción,
Si no sabe concertar, Despedite de tus cantos,
Llegúese le enseñaré. Que ya te llega el halcón.

2979 2986
¡Calíate, loro pichón! ¡Canta pajarillo alegre!
Apretado en la barranca, Que alegre te conocí,
Échamelo coplas lindas, Agora te miro triste,
No me echís chanca, que chanca. ¿Será porque estoy aquí?

2980 2987
¡Calíate rubio sin gracia! ¡Canten, canten compañeros!
Parecido al cientopies^. ^ A mí no me tengan miedo,
¿Quién me presta unas chancletas, Aunque soy mocito fiero,
Pa aplastarlo en la pared? No soy tigre pa comerlos.

2981 2988
Cantando así despacito, ¡Caramba con la memoria!
Haré corpus y San Juan, Que no me puedo acordar,
Por negra que sea la harina, Las coplas junto conmigo,
Hi de sacar blanco el pan. Y no las puedo largar.

2982 2989
Cantando juntos, Cierto mi vida, cierto,
Lo mos de pasar, Dame que dame,
A este mes y al otro El peine y el espejo,
Y al año cabal. Quiero peinarme.

(2979) Chanca que chanca: La palabra chanca es quichua, según Mossi quiere
decir grano de maíz tostado. En Catamarca se dice chancua al grano de maíz pelado
y cocido que es la base del locro y de la mazamorra. Chanca quiere decir también,
según Lafone, piedra con mineral que se extrae de la mina.
La copla la oí en los Valles Calchaquíes, región de minas en otros tiempos y es
probable que chanca chanca quiera decir: desparejo, áspero, de baja calidad va
sea refiriéndose por comparación a Chanca por chancua o a chanca por mineral en
bruto o piedra pobre de metal.
CANCIONERO P OF LAR DE SALTA 569

2990 2998
Cierto, mi vida, cierto, Con guitarra que otro toca,
"Chinche bonete", Yo bailo si estoy contento,
No hay mujer que no tenga, Y si estoy triste, mi vida,
Su adversa suerte. Me prendo del instrumento.

2991 2999
Cierto, mi vida, cierto, Con la guitarra en las manos,
Formen cadena, Yo no hi de quedar dijunto,
Perdonen que los mande Si me topo con el diablo,
En casa ajena. L'hi payar de contrapunto.

2992 3000
Cierto, mi vida, cierto, Con mi canto, a los que sufren,
Me hacís pensar, Yo les doy mi sombra amiga,
En el río crecido, Como el árbol del desierto,
Que hay que pasar. Al gaucho sin techo, abriga.

2993 3001
Cierto, mi vida, cierto, Con sus permisos, señores,
¿Por qué se muere? Cantaré en su residencia,
Así es como se pierde, Sin perjudicar a naides,
Lo que uno quiere. Ni quitarles conveniencia.

2994 3002
Como canta la calandria Contrapuntos me han pedido,
Así canta el chalchalero, Aquí les voy a decir,
Como canta el campesino, Con estas mis triste coplas,
Puede cantar el pueblero. Cantando hi de ser feliz.

2995 3003
Como de debajo i tierra, Corazón con alegría,
Señores hi aparecido, Alma sin tribulación,
Para cantar en su rueda, Cuando agarro mi cajita,
Digo si me es permitido. Se entona mi corazón.

2996 3004
¡Cómo no cantan señores Cuando amor canta, amor cantan,
Y se alegran como yo! Las nubes con su donaire,
¿Por qué no se hacen la cuenta? Y de amor cantan las aves,
Hoy somos, mañana no. Payadores de los aires.

2997 3005
¿Cómo son estas razones, Cuando amor canta, amor cantan,
Que vienen las cuatro juntas? Yuyos, árboles y flores,
¡Ma ver, desate ese nudo, Con la voz de su fragancia,
Sin que aparezcan las puntas! Y el tono de sus colores.

(2990) Chinche bonete, expresión de alegría. Tal vez prevenga de algún juego
de niños parecido al Gran Bonete o al Gran bonetazo, que es de sociedad.
570 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

3006 3013
Cuando me pongo a cantar, ¿De ande sale este cantor,
No tengo cuando acabar, Revolcado en la ceniza?
Principiando por San Juan, Agora me va a avisar,
Acabo por Navidad. Lo que contiene la misa.

3007 3014
Cuando me pongo a cantar, Debe ser lindo el querer,
Se me hace el mundo totora, Ya que ninguno lo deja,
Y el corazón se me parte, Yo no tengo más consuelo,
Como si fuera cantora. Que esta guitarrita vieja.

3008 3015
Cuando me pongo a cantar, De cantores como Ud.,
Suelo cantar con empeño, Mi padre tenía doscientos,
Porque yo no sé tener Los sacaba para fuera,
Hambre, pereza ni sueño. Que no se c a . . . adentro.
3009 3016
Cuando yo destré a cantar, De día voy al trabajo,
Los ríos se rebalsaron, De noche salgo a cantar,
Y las piedras se partieron, Cantando como el coyuyo, x
Los árboles se secaron. Anunciando Carnaval.
3010 3017
¡Dame, negra, de tu pelo, Demasiado hemos cantado,
Cuerdas para mi vigüela, Una pregunta haré yo:
Que se me ha roto la prima, ¿Por qué mi Dios soberano
Cuarta, segunda y tercera! Al tiempo lo dividió?

3011 3018
¡Dame, negra, tu pelo, Demén lugar del camino,
Para una cuerda, Alié iré a ver si puedo,
Se me ha roto la prima, Voy a cantar una letra,
De mi vigüela! Escribiendo con el dedo.
3012 3019
¿De ande ha salió ese cantor, De mi pago m'hi venío,
Que canta de tan de lejos? Ensillando un pangaré,
Traigamelón para acá, A divertirlos cantando,
Pa ponerle un aparejo. Ese gustito tendré.

(3010)
Dame de tu pelo, niña, Dame de tu pelo rubio,
Cuerdas para mi vihuela, Cuerdas para mi ligúela,
Que se me ha roto la prima, Que me s' ha roto la prima,
La segunda y la tercera. Cuarta, segunda y tercera.
Mil C, 43 2. R. M., 3274.
(3013) Tiene su contestación en la 3038.
(3017) Tiene su contestación en la 30B9, ver la nota.
(3019) Pangaré. — Adj. Dícese de la caballería de color leonado, cuyo pelo es
intermedio entre el doradillo y el zaino. Los sobacos, las verijas y el hocico suelen
ser de color más claro que lo restante del animal. U. T. C. S. (Segovia)
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 571

3020 3026
Derecho ande el sol se pone, El cantar por este estilo,
Dueblan la punta los pastos, Es muy bueno y es muy buen'O,
Ya que la ocasión se ofrece, Así se conciertan coplas,
De mis coplas haré gasto. Medio al vuelo, medio al vuelto.

3021 3027
Desde arriba m'hi venío, El cantor que se presente,
Chicotiando y sujetando, Debe tener quien lo ampare,
Me gusta dictar las coplas, Aunque su saber sea mucV>
Concertando, concertando. No piense que yo dispa™-

3022 3028
Desde el cielo hasta la tierra, El sábado pe-- la tarde,
Ha de haber mucha distancia, Me paso sin merendar,
Nunca pude medir yo Con la cajita en la mano,
Porque es mucha mi ignorancia. Buscando dónde cantar.

3023 3029
De todos estos cantores, En la provincia de Salta,
¿Cuál será el que sobresale? Allá en San José de Orquera,
Quiero hacerle una pregunta. Ha nacido un buen cantor,
Pa que conteste a la tarde. Que lo desafía a cualquiera.

3024 3030
Dios vino solo a este mundo, En mis tiempos cuando mozo,
Más solo que el pensamiento, Cuando joven solía ser,
A enseñarnos a vivir, Tenía mi cajita buena,
Y darnos entendimiento. En el medio un cascabel.

3025 3031
Disculpará mi patrón, Esta cajita que toco,
Y apreté las cuatro sotas, Tiene boca para hablar,
Mire que le va a cantar, Y como le falta voz,
Un militar de su escolta. Se consuela con llorar.

(3020) Los dos primeros versos de esta copla son de "Martín Fierro":
No hemos de perder el rumbo, Aunque inore ande se encuentra;
Los dos somos guena yunta; Pa el lao en que el sol se dentra,
El que es gaucho va ande apunta; Dueblan los pastos la punta.
Ida, verso N» 2209 - 14
(3022) Es contestación a la copla 3055.
(3024) Es contestación a esta pregunta:
Ya que esa respuesta ha dado, Cuando Dios vino a este mundo,
Esta pregunta le haré, ¿Quién bajó junto con él?
(3027) Es de Martín Fierro esta copla:
Y el cantor que se presiente, Aunque su saber sea mucho;
Que tenga o no quien lo ampare, Vamos en el mismo pucho,
No espere que yo dispare, A prenderle hasta que aclare.
Vuelta, 3969-64.
572 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

3032 3039
Esta cajita que toco, ¡Madrecita del Rosario!
Tiene voz encantadora, Dame ciencia, dame guía,
Cuando no puedo cantar, Para poder explicarme,
Tengo mi reemplazadora. Toda la noche y el día.

3033 3040
Esta noche vua cantar. ¡Madre mía del Rosario!
Hasta que retumbe el cerro, Dame los cinco sentidos,
A ver si puedo igualar, Para poderme explicar,
Al valiente Martín Fierro. Delante los entendidos.

3034 3041
Es una de esas preguntas, Mi guitarra siempre llora,
Que contestar no sabría, Los lloros de mi canción,
Pero creo que algún día, Si la toco arrimadita,
Las pagaré todas juntas. Bien juntita al corazón.

3035 3042
Formaré mi relación, No canto porque me escuchen,
La cuchara y el martillo, Ni tampoco porque sé,
La plomada con la escuadra, Canto porque soy mandado,
La piedra con el ladrillo. Y es preciso obedecer.

3036 3043
¡Habla lengua, no te turbes! No debe pedir licencia,
Delante de gente honrada, Todo cantor de talento,
Ni permitas que me saquen, Y debe dentrar cantando,
Los colores a la cara. Como fraile en el convento.

3037 3044

La guitarra que yo toco, No l'hi de aflojar, mi amigo,


Siente como una persona, Aunque sea el negro l'uña,
Unas veces canta y ríe, Ahora l'hi de ajustar,
Y otras veces gime y llora. Como el herrero la cuña.

3038 3045

Lo que contiene la misa, No me canten contrapunto,


Rezarla con devoción, No les voy a contestar,
Reza los cinco misterios, Cantemos en amistad,
De la sagrada Pasión. Pa' que nos pueda durar.

(3038) Es contestación a la
(3042) Canto porque soy mandado,
No canto porque me escuchan, Y es preciso obedecer.
Ni tampoco porque sí; R. M.-6894.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 573

3046 A esa pregunta que me hace,


Le contestaré si puedo.
No soy cantor de guitarra,
No sé ningún instrumento,
Pero tomando la pluma, 3053
Sé pronunciar mi concierto.
Si mg cantan por la ley,
Yo les canto por razón,
3047 Si me cantan contrapunto,
Pa contarles mi existencia, Yo les cantaré al botón.
Atención tengan paciencia,
Porque con mi relación, 3054
Pueden templar su conciencia.
Toda tu sabiduría,
3048 La has de mostrar esta vez,
La noche tiene su canto,
Para cantar contrapuntos, Y me has de decir cuál es.
Es un asunto sencillo,
Ya me parece que tengo,
El dinero en el bolsillo. 3055

Una pregunta le haré,


3049 Ya que se la echa de bueno,
Ahora me vas a decir:
Para cantar en el mundo, ¿Cuántas leguas hay al cielo?
Soy como paica de horcón,
Yo no conozco ventaja,
Cuando se para un cantor. 3056

3050 ¡Vení para acá, moreno!


Que te quiero preguntar,
¡Ponga una vuelta, pulpero! ¿Cuál es el hilo más largo,
Que yo se la hi de pagar, Que al cielo pueda llegar?
Y póngame un argumento,
Estoy dispuesto a cantar.
3057

3051 Ya que esa pregunta me hace,


La respuesta le daré,
Porque saben cuatro coplas, Le preguntemos a Dios,
Quieren al cielo subir, Sólo Dios podrá saber.
Y quieren cantar conmigo,
Como si han de resistir.
3058

3052 Ya que la pregunta me haces,


La respuesta te he de dar,
¿Quién ha visto nacer pollos, Es el alma de un cristiano,
Estando los huevos hueros? Cuando acaba de expirar.

(3053) Al botón: al tuntún. Sin ni ton.


(3054) Es de Martín Fierro:
Toda tu sabiduría, En voca con algún santo:
Has de mostrar esta vez; La noche tiene su canto,
Y me has de decir cuál es.
Ganarás sólo que estés, Vuelta, 4145-80.
(3055) La respuesta es la copla 3022.
(3056) La respuesta es la copla 3058.
574 J U A N . A L F O N S O C A R R I Z O

3059 3061
Yo lo vua sacar de dudas, Yo no sé que me h a b r á n dicho,
P o r qué lo hizo el Soberano, Pero contesto al tanteo,
Al tiempo lo dividió, Cuando la noche es oscura,
P a hacer invierno y verano. Entonces más claro veo.

3060 3062
Yo me llamo Picardía, Yo no soy cantor de fama,
Soy nacido en Chicochao, Tampoco de abreviatura,
Quien quiera p a y a r conmigo, Hombres no me h a n hecho nada,
H a i ser diablo desatao. ¿Qué vas a hacer c r i a t u r a ?

3060 - a 3063
Si vos sos de Chicochao, Yo no soy cantor de fama,
Yo soy de Santa María, Tampoco m'h'i ponderar,
Si sos diablo desatao, P e r o si hay quien me lo cante,
A ver, decí: ¡Ave M a r í a ! Con gusto le hi contestar.

(3059) Esta copla es contestación a la 3017.


Sepárese que Martín Fierro responde en parte a la pregunta del Moreno y que
el payador de Salta explica lo no contestado por Fierro. Veamos ambas.
«45 - EL MORENO El tiempo sólo es tardanza,
De lo que está por venir;
Doy la derecha al mejor; No tuvo nunca principio,
Y respóndame al momento: Ni jamás acabará,
Cuándo formó Dios el tiempo, Porque el tiempo es una rueda,
Y por qué lo dividió. Y rueda es eternidad;
Y si el hombre lo divide,
«*» - MARTIN FIERRO Sólo lo hace, en mi sentir,
Moreno, voy a decir, Por saber lo que ha vivido,
Según mi saber alcanza: O le resta que vivir.
Martín Fierro: contesta en buena forma sobre el "Cuándo formó Dios el tiem-
po" y al referirse al "Por qué lo dividió", alude a la obra humana, al hecho de que
el hombre divide el tiempo. En la payada salteña, tomada al parecer del poema gau-
cho, trata especialmente de el por qué dividió Dios el tiempo, como si hubiera no-
tado el error.
(3060) Hay muchos versos populares que pertenecen a cuentos o leyendas
tales son los de La Flor del üolay o Salir con el Domingo siete (Ver nota a la co-
pla 36 del Cancionero de Catamarca). Estas dos coplas: 3060 y 3060-a, pertenecen
también a un cuento, a una payada entre un cantor y el diablo:
El diablo dice llamarse Picardía y ser natural de Chicochao, (No conozco el
tal lugar) y al hacer alución a su habilidad, declara que solamente otro diablo que
sea más que él podrá ganarle. Ante esta declaración, el cantor sospecha de que la
persona que tiene de contrincante es satán, el maestro de la Salamanca, el Zupay
de los indios, y sin turbarse le pide que diga el principio de la Salutación Angélica.
jAve María!
"Al oír esto, el diablo salió como si le prendieran cohetes en la cola. Dis-
paraba dando alaridos que se oían en todito el Valle. A donde estuvo sentado el
diablo se olía un olor a azufre, que daba miedo. Tapándose las narices, se fué el
cantor a la iglesia a bendecir a Dios que lo había salvado". Tal es el relato que
me hicieron de estas coplas en Santa María (Catamarca).
(3062) Cantar por abreviatura: es cantar leyendo el pentagrama.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 575

3064 Para cantar contrapunto,


Me considero el mejor.
Yo no soy cantor letrado,
Y si me pongo a cantar,
Me vuelvo viejo cantando, 3067
Sin tener cuando acabar.
Yo quisiera ser cebada,
3065 Cortadita en media caña,
¿Quién había i contrapuntiar,
Yo no soy cantor letrao, Con semejante canalla?
Ni cantor de contrapunto,
Cuando yo quiero cantar,
Aunque vengan todos juntos. 3068

3066 Yo soy fulano de tal,


Del puesto "El Garrapatal",
Yo no soy cantor letrao, Quien quiera cantar conmigo,
Ni menos soy vencedor, Primero se ha de ensayar.

(3064) También está tomada de Martín Fierro. Véase nota a la copla 2693.
JOCOSAS, SATÍRICAS
Y PICARESCAS
3069 3076
¡Acordate, vida mía, Agora sí ya no pito,
La noche del ventarrón! Porque no tengo tabaco.
No me dejaron dora." ¡Padre mío, San Antonio!
Las pulgas de tu colchón. ¿Por qué me tenis tan flaco?
3070 3077
A Cupido lo han muerto, Águila que vas volando.
En Corralitos, Por la ceja de aquel monte,
¡Quién lo mete a Cupido, ¿Qué no te raspan las ramas
Andar sólito! Que no ponís guardamonte?
3071 3078
A Cupido lo han muerto, Águila que vas volando
Tras la cocina, Por l'orilla de aquel río,
¡Quién lo mete a Cupido, Ese mozo está cantando
Eobar comida! Como canta el perro mío.
3072 3079
Acuso mi padre santo, Águila saquen tus ojos,
Que me quise santiguar, Caranchos el corazón,
Con la saliva del loro Los cuervos en el ocote,
Y el zumo del pedernal. Te canten "kyrie eleisón".
3073 3079 - a
Acuso mi padre santo, Águilas saquen tus ojos,
Que yo era muy ratero; Y cuervos el corazón,
Al ministro de la iglesia, Las hormigas en el c . . .
Lo dejaba sin sombrero. Te canten "kyrie eleisón".

3074 3080
¿A dónde han visto poner Ah, mi querido fulano,
La calandria tres güevitos, Carita de muía flaca,
A un sastre ser zapatero, Canillitas de avestruz,
Y yucas comer maicito? Manitos de paliar acá.
3075 3081
A esa vieja que vino Al alto cielo subí,
De "Los Mogotes", A preguntarle al fiscal
Le han nació zapallitos Si querer una mujer
En el cogote. Era causa criminal.

(3072) Es creencia popular corriente que la boca de los loros es seca.


(3074) Yucas: A más de la planta de este nombre, llámase yuca a un pez
que abunda en los ríos de los Valles Calchaquíes. Es pardo, de veinte centímetros
de largo más o menos. Tiene la boca en forma de ventosa, la carne es muy sabrosa.
(3075) Zapallitos: Suelen decirle zapallo al coto o bocio.
(3079) Ocote: (voz quichua). Significa, ano, o más bien el recto.
(3081) Si este queré que te tengo,
Subí a la Sala der crimen, Tiene causa crimina.
Y le pregunté ar fiscá, R. M., 3155.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 579

3082 3089

L la mujer del amigo, Al cabo de tanto andar,


le la debe enamorar, Hi visto lo qu'hi querido,
'orque ayudarle a querer Hi visto mujer casada,
Js obra de caridad. Sargentiando a su marido.

3083 3089 - a

l las blancas hizo Dios, Tanto vivir en el mundo,


jas morenas un platero, Hi visto lo qu'hi querido,
jas coloradas un sastre, Hi visto mujer casada,
jas negras un zapatero. Dormir con otro marido.

3084 3090
^ las mocitas quererlas, ¡Alcalde, corregidor!
f no darles de comer; Que prendes a los ladrones,
)arles palo como a un burro, ¿Cómo no prendes mujeres
f agua caliente a beber. Que roban los corazones?

3085 3090 - a
V las mujeres quererlas, ¡ Alcaldeis, corregidores!
{ no darles de comer, Que los prenden a los hombres,
amarrarlas en un palo, ¿Por qué no prenden mujeres
darles un güeso a morder. Cuando roban corazones?

3086 3091
\. las niñas les gusta Alfalfa quisiera ser
Jucir brillantes, Segada can una ichuna,
{ a muchas cocineras, Pa n9 volverme a meter
JOS vigilantes. Con los collas de la Puna.

3087 3092
\ la una nací yo, Almorzando de mañana,
\ las dos me bautizaron, Y comiendo a medio día,
k las tres ya tuve novia, Merendando por la noche,
1 las cuatro me casaron. Como quiera paso el día.

3088 3093
Mbricias para los viejos, Alojita de algarroba,
3ue ya van a remozar, De la vainita amarilla.
Vivirán años perdidos, Colada en la media sucia,
Solverán a enamorar. Guardada en la bacinilla.

(3091) Ichuna: (voz quichua). Hoz. La palabra ichuna está formada del sus-
.antivo ichu, yerba, y de la partícula na, que quiere decir, para o lo que sirve para.
Je esta manera ichu-na quiere decir lo que sirve para yerbas. A veces suele apli-
¡arse la partícula na a nombres españoles, así he oído decir saltana, piedra que se
pone en los ríos o arroyos para vadear sin mojarse.
580 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

3094 3101
Al olor de la sardina, Allá arriba no sé dónde,
El pájaro viejo vuela, En casa número tanto,
Como no puede gozarla, Se vende no sé qué cosa,
Con el olor se consuela. Y vale yo no sé cuánto.

3095 3102
A l'orilla del arroyo, Allacito no sé dónde,
Cantando está un tero-tero, Me convidan a cenar
No canta porque tiene hambre, Una mazamorra cruda,
Sino por cuidar sus güevos. Con las chancuas por volar.

3096 3103
Al pasar frente a tu puerta, Amalhayas Dios me diera
Te tiraron un confite, Un castigo muy grandote,
Y por agacharte a alzarlo, Una tormenta de queso,
Se te reventó el upi.. Y una creciente de arrope.

3097 3104
Al pasar por el puente, Amalhayas Dios quisiera,
De calicanto, Que se muera mi mujer,
Divisé a mi mujer, Los caranchos ya están flacos,
Le largué el llanto. Ya no tienen qué comer.

3098 3105
Al pasar por el puente Amalhayas Dios quisiera,
De Santa Elena, Y me mandara un castigo,
Me agarraron los gauchos La mujer que me aborrezca,
De la melena. Viniera a dormir conmigo.

3099 3106
Al pasar un chaguaral, Amalhayas Dios quisiera,
Se me espinaron las patas, Y me mandara un castigo,
Me agarré de las coro... Veinte cargas de aguardiente,
Me picó una garrapata. Cuarenta cargas de vino.

3100 3107
Al sapo le di un fusil, Amalhayas fuera cierto,
Por mocito tirador, Me mirase esa mujer,
Pa que lo mate al zancudo, Toda la noche anduviera,
Que andaba de saltiador. Pegadito a la pared.

(3096) Upite o upiti. — Es el ano (voz quichua).


(3099) Corota, testículo.
(3101) Se vende yo no sé qué,
Allá arriba no sé dónde, Y vale yo no sé cuanto.
En casa número tanto, R. M., 7444.
(3102) Chancua,: por chaunca. — El grano de maíz pelado y hervido, de la ma-
zamorra o del locro. En las dos formas es usual en el norte del país.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 581

3108 3115
Amalhayas quién se viera A mí me dicen el tonto,
Como están las quesadillas, A mi mujer la tontona,
Poniendo dulce eri~el medio, A mis hijos los tontitos,
Uno abajo y otro arriba. Y a mi suegra, tontarrona.

3109 3116
Amarillas son las liendres, A mí me dicen el tonto,
Del cuello de tu cotón, Porque me falta un sentido,
Pobrecitos de los piojos, Más tarde no anden diciendo,
Que mueren sin confesión. El tanto nos ha j o d . . .

3110 3116 • a
A mi compadrito A mí me dicen el tonto,
Le quisiera dar, Soy tonto pero alvertido,
Sapos estrellados, Después no vaya a decir,
Con unto sin sal. El tonto ya me ha j o d . . .

3111 3117
A mi don fulano, A mí me dicen las viejas,
Le quisiera dar, Picaro y escandaloso;
Mate con bombilla, Y les respondo y les digo:
Yerba del corral. —Picaro, pero buenmozo.

3112 3118
A mí me dicen el oseo, A mí me dicen pichana,
A mi mujer l'oscarrona, Primo hermano de la escoba,
A mis hijos los osquitos, La primer mujer que tuve
A mi suegra, osea rabona. La cambié por algarroba.

3113 3119
A mí me dicen el negro, A mí me gusta comer
Porque quise una donosa, Quesitos de zarzo ajeno,
¡Cómo no se han de enojar Comerme todo lo bueno,
Porque quiero buena cosa! Dejar el cinchón pal dueño.

3114 3120
A nií me dicen el rubio, A mí me han dao de receta,
Porque yo quise una rubia, La florcita del desdén,
A quién no le va a gustar Cuando quiera, quiera a vieja,
Bañarse en agua de lluvia. Que las viejas pagan bien.

(3116) Joder. — Palabra grosera: importunar, molestar.


(3118) Pichana. — Voz frecuente en la campaña. Escoba rústica, general-
mente improvisada de retama, de suncho, de malva, etc. (Cassia aphylla) cesalpi-
nioidea leguminosa. Planta común de Catamarca y Cuyo, con la cual se hace esco-
bas rústicas. (L. Borda). Etim.: de Pichay, barrer, lavar, limpiar y na, lo que
sirve para.
(3119) Cinchón: Tejido de paja, largo de un metro más o menos y de ancho
variable entre cinco y veinte centímetros. Esta faja, puesta en forma de círculo,
sirve de molde para hacer quesos.
582 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

3121 3128
A mí me llaman "El negro", Anda, dile a mi comadre
Y yo negro quiero ser, Que me preste su bozal,
Porque yo he visto una rubia Pa embolazar una pulga
Por un negro padecer. Que me ha venido a picar.

3122 3129

A mí me llaman "El tonto" Anda, dile a mi comadre,


Porque quise una soltera; Que me preste su caballo,
¿A quién no le va a gustar Pa traer un poco de anco, _
Comerse una papa entera? Entreverao con zapallo. ~

3123 3130

A mí me llaman "El zonzo" Andando por los caminos,


Porque afilo una casada, y, Me decía un elefante:
¿A quién no le va a gustar —Yo no entiendo logaritmos
Comer una papa asada? Ni pa atrás ni pa adelante.

3124 3131
A mí me toca la ronda, Anda y vení volando,
Y yo la ignoro sabiendo, ¡Madrina Juana!
A mí no me vence el sueño, Pollera de abanico,
Toda la noche durmiendo. Cuerpo de iguana.

3125 3132
A mi muía nada le hace, ¿Ande han visto un moribundo
Ni la calor ni la escarcha, Con el cigarro en la boca,
Porque es hija del rigor, Preguntándole a las almas
Sin las espuelas no marcha. Si en el cielo venden coca?

3126 3133
Amorcito de afición, ¡Anima que andas penando,
Perfumado con jazmín, Por arriba de los montes!
Si me quiere yo te doy ¿Qué, no te hincan las espinas,
Lo que guardas para mí. Que no ponís guardamontes?

3127 3134
Anda, dile a mi comadre, Anoche me enamoré
Que me preste el mancarrón, De una muchacha bonita,
Para mandar a la banda Y esta mañana la vi,
Por un poco i chicharrón. Era tuerta la maldita.

(3129) Anco: Zapallo anco (en Catamarca). Es una especie de zapallo de


corteza blanda.
Anco: es voz quichua. — Hanqju: cosa cruda, verde, no madura. (L. Borda).
(3130) A esta copla la vi escrita en un pilar del Colegio N. de Salta, proba-
blemente por algún estudiante.
CANCIONERO P O P TT T. A i? DE SALTA 583

3135 3140
Anoche me fui a gatiar, Antes cuando era chiquito
Me senté en un chañar solo, Me sabían dar pan y quiso,
Casi me moría de susto Ahora que ya soy grande
Oyendo gritar al zorro. Ya no me dan nada de eso.
3136 3141
Antes cuando era chiquito, Antes cuando te quería,
Cuando chiquito solía, Todo mi gusto era verte,
La cara llena i ceniza, Ahora que no te quiero,
De moscas no parecía. Nada se me da el perderte.
3137 3142
Antes cuando era chiquito, Antes cuando yo era mozo,
Entonces cuando era guagua, Y solterito vivía;
De canillas de zancudos, Daba vuelta una camisa,
Hacía chifles pa alzar agua. Y los gorditas mordían.
3137 - a 3143
Señores, les contaré, Antes, antiguamente,
Lo que hice cuando era guagua, Se usaba el pupo en la frente,
De la canilla un zancudo, Ahora con tanta mudanza,
Hacía chifles pa alzar agua. Se lo ha bajado a la panza.
3138 3144
Antes cuando era chiquito, Antinoche fui a gatiar,
Era pelao, sin camisa, Adonde andaba queriendo,
Daba vueltas junto al fuego, Y fui y la encontré con otro,
Ombligo lleno i ceniza. Me puse las botas viendo.

3138 - a 3145
Antes cuando era chiquito, Antinoche soñé un sueño,
Lo pasaba sin camisa, Anoche volví a soñar,
Echadito en las ccncianas, Que en la casa de mi suegra
El pupo lleno i ceniza. Entró el diablo a bellaquiar.

3139 3146
Antes cuando era chiquito Antenoche soñó un sueño,
Lo pasaba en la basura; Soñé que te estaba alzando,
La faldita llena i tierra, Nagua, pollera y camisa,
Sin tener quién me sacuda. Digo, que estaba lavando.

(3138-a) Concharías: Son las piedras que se ponen en las cocinas del cam-
po a la orilla del fuego para que no se desparramen las brasas. — Voz conocida
en la campaña de Jujuy y en los Valles Calchaquíes.
(3141) A esta copla la oí en la misma forma de la N' 164, vale decir, con el
malicioso estribillo: ¡Por arriba y por abajo!
Cuando yo más te quería, Y ahora me da lo mismo,
Era mi deseo el verte, El verte como el no verte.
R. M., 41-28.
(3144) Me puse las botas: Ponerse las botas es regocijarse con algún triun-
fo, con algún regalo o noticia halagüeña.
(3145) Bellaquiar: Entre nosotros no tiene el sentido de hacer bellaquerías.
Es voz que se aplica a los saltos y corcobos que da un caballo encabritado.
R 7 z
584 J U A N A L F O N S O C A ? °

3147 3152
Aquel que en el prado vistes, Así me gusta un tirano,
Llamastes pata de mulo, Que abra la boca y no grite,
Dale besos en el c u . . Que se le rompa el u p . . .
Y esos son los versos tristes. Como tormenta i verano.

3148 3153
Aquí está, tu cama, chola, Así nomás son las viejas,
Si venís sola; Cuando tienen que cuidar,
Si venís acompañada Prenden una vela grande,
No t'hi convidar con nada. Se ponen a cabeciar.

3149 3154
Arrímate a la ventana, A una niña en un baile,
Pregunta quién ha murió, Un carpintero,
De allá te han de contestar: Creyendo que era tabla,
¡ La p u . . que te ha parió! Le hizo un aujero.

3150 3155
Arrimesén, compañeros, Aunque tener muchos hijos,
Les convidaré tortilla, E's de gente de ruin laya,
Con harina de cebada, Me contentaré con pocos,
Con chicharrón de ladilla. A los doce, punto y raya.

3151 3156
Arrimesén, compañeros, Ayer tarde en medio el monte,
Les convidaré iartilla, Topé un carancho volando,
Con semita y chicharrón Traía un turco entre las garras,
Untadita en mantequilla. Que se pelaba gritando.

3151 - a 3157
Arrimesén, compañeros, Ayer tarde pasó un coche,
Les convidaré tortilla, Con un gallo de ladero,
La harina de cebadilla Con un zorrino en~Ias varas
Y la grasa de gallina. Y un sapo de cadenero.

(3147) A esta copla, dicen que la hizo Quevedo. ¿Don Francisco de Quevedo
y Villegas? Según la tradición, unas niñas que se burlaban de Quevedo llamándole
pata de mulo, le pidieron hiciese unos versos tristes, y el satírico poeta les replicó
con la copla citada.
(3152) Esta copla es refranesca y suele decírsela para acompañar a la ex-
presión. Así me gusta: Cuéntase que un sordo llevaba un chancho, el animal daba
horribles gritos, pero no los oía, le parecía que abría la boca en silencio y exclamó
con júbilo;
1 Así me gusta un tirano,
Que abra la boca y no grite, etc.!
(3156) En nuestro pais se llama turco a los sirios y en general a los que ha-
blan árabe.
(3157) En los carros de nuestro país se suele usar tres muías; una que va
en el medio, entre las varas, llamada varera, otra en la que va montado el carrero
al lado izquierdo del varero, es la sillonera o sillera y la que va a la^derecha, ladera,
que va al lado. Se suele llamar cadenero al caballo que va delante de las muías
sujeto con cadenas a las varas del carro.
Yuto-a. Sin cola, (voz quichua). Yuttu: perdiz.
CANCIONERO b OPV LAR DE SALTA 585

3158 3165
Ayer tarde salí al campo, Bajo de mi cama tengo,
Casi me moría de susto, Una pJanta de jarilla,
Hi visto un animal fiero, La que quiera estar conmigo
Coludo y parecía yuto. Que se lave las canillas.

3159 3166
Ayer tarde te mandé Bajo de un sauce llorón
Cuatro choclos en costal, Estaba un sapo desnudo,
No te quise mandar más, Poniéndose las espuelas
Temiendo que te haga mal. Pa jinetiar un peludo.

3160 3167
Ayer tarde te mandé, Bajo un árbol solitario,
Tres costillas de una iguan^, Me puse a considerar,
Si no fueras comilón, 1 Qué tríte se pone un hombre
Te duraría una semana. Cuando no puede engañar!

3161 3168
¡Ahijuna, juna junando, ¡Bien haiga el cielo!
Dijo la perdiz volando! No quiere llover,
¿Pa qué me has hecho probar. Porque tata cura
Si no me has de seguir dando? Ya tiene mujer.

3162 3169
¡Ahijuna p u . . el zancudo, ;Bien haiga la niña linda!
Se había vuelto labrador! Si su madre me la diera,
Con una yunta i conejos Para dormir esta noche,
Y un sapo de melgiador. Mañana la devolviera.

3163 3170
¡Ay, mi querida fulana! ¡Buenos días, si es de día!
Le haré una pregunta zorra: Señores, ¿cómo les va?
¿Con cuántos granos de maiz Yo, bueno, para servirlos,
Se cocina mazamorra? Sin ninguna novedad.

3164 3171
¡Ay, qué diabla es la tortuga! ¡Caballero de fulano!
Meterse de panadera, Caballero de su casa,
La chuña soba la masa En el seno guarda el charqui
Y la-raTla hace salmuera. Y en la bragueta la grasa.

(3162) Melgiador. De melga por amelga. — Persona que hace la amelga


en los rastrojos.
(3166) Peludo. — Armadillo grande de veinte a treinta centímetros desde el
hocico a la raíz de la cola. Peludo es más bien voz del Litoral, en el norte se lla-
ma quirquincho, si es chico, y si es grande, de cuarenta y más centímetros, Gualaca-
te, hualacate o valacate.
586 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

3171 3178
¡Caballero de fulano! Cada vez que te veo
¡Caballero de su casa! Se me enderieza,
En el seno guarda el charqui, La copa del sombrero,
En las verijas la grasa. En la cabeza.

3172 3179
¡Caballero de fulano! Camino de Santiago,
Como usted no hay ningún otro, Van cuatro frailes,
Ahora que es mancarrón, Todos llevan alforjas,
¿Cómo sería cuando potro? Chicas y grandes.

3173 3180
¡Caballero de fulano! ¡Caramba mi estomaguito!
¿Por qué está tan cabizbajo? Que lo tengo algo abultao,
Parece carnero viejo, Hi comió cuatro quirquinchos
Que se viene cuesta abajo. Y dos zapallos asaos.

3174 3181
¡Caballero de fulano! ¡Caramba que soy dichoso!
¿Por qué está tan macilento? Pa querer mujer casada,
Parece que le han atao Por mirar a su marido,
La cabeía con un tiento. No tengo lugar pa nada.

3175 3182
¡Caballero de fulano! ¡Cásate, me dijo el cura!
Ud. que ha leído cartilla, Yo le dije: No, vicario,
Ahora yo lo dedico, Si quiere que yo me case,
De la cusca, la presilla. Que se case el comisario.

3176 3183
¡Caballero de fulano! Ciento cincuenta pesos,
Usted que entiende de letras, Me han ofrecido,
Yo le vengo a preguntar: Para ponerle el gorro
¿Para el amor hay receta? A mi marido.

3177 3183 - a
¡Caballero de fulano! Ciento cincuenta pesos
Usted que entiende el asunto, No hi de perder,
Yo le quiero preguntar: Cuernos a mi marido
¿Cómo se para un di junto? Le hi de poner.

(3175) La presilla de la cuzca. Cuzco-a: Es el perrito faldero. La presilla


de la hembra es lo que el lector discreto se puede imaginar. Ver nota 3096.
Camino de Sevilla,
Van doce frailes; En Catamarca la copla es así:
Todos llevan alforjas,
Chicas o grandes; Camino de Santiago,
Van doce monjas, Van cuatro monjas,
En busca de los frailes, En busca de los frailes,
De las alforjas. De las alforjas.
R. M., 7280. N» 1247.
CANCIONERO f u f UL A R DE SALTA 587

3184 3189
Cinco, más cinco, son diez, Con cascara de novillo,
Lo mismo dijo Don Pancho, Y con garrote de tala,
Pegúele un azote al chancho, La mujer se vuelve buena,
Y verá cómo hace pie. Por más endiablada y mala.

3185 3190
Cinco nombres con efe, Con el cigarro encendido,
Tiene mi dama: Y el beso de una mujer,
Es fea, fría,, flaca, Soy capaz de mantenerme
Frágil y /alsa. Cinco meses sin comer.

3186 3191
Comiendo se mata el hambre, Con la grande, compañero,
Bebiendo se va la sed, Porque la chica es cobarde,
Y enseñando la moneda, La chica quiere por paga,
Se conquista la mujer. La grande quiere de balde.

3187 3192
Como lo tienen las mudas, Con su permiso, señores,
Lo tienen las entendidas, Yo les contaré, primero,
Y nosotros los muchachos Que en el pago donde vivo
Vamos buscando esa herida. Hay un burro con sombrero.

3188 3193
Con buenos modales, Con sus permisos, señores,
Con buenas palabras, Les contaré una mentira,
Es como entrar al chiquero En el cerrito de Colte
Y predicarle a las cabras. Se ha despeñao una hormiga.

(3185) Fijona, fija, fea,


Cinco nombres con efe, Frágil y falsa.
Tiene mi dama: A. Sevilla, 1075.
(3186) Al respecto de que con dinero se conquista a la mujer, recuerdo este
episodio. Una vez en Rosario de la Frontera, llegóse un colla, de esos que venden
yerbas para curar toda enfermedad, a ofrecer su mercadería a un hombre rico, lis-
to y a quien no era fácil engañar. Humildemente ofreció sus medicinas el bolivia-
no y el señor le pregunto entre burlón y curioso: ¿Tiene remedios para el amor?
—'¡Sí, señor, sí los tengo! —¡Veamos, pero le advierto que si no es remedio eficaz
lo hago detener con la policía, por ejercicio ilegal de la medicina. —Sí, señor, yo
tengo rimedio siguro, muy siguro. El colla se sentó en cuclillas y empezó por des-
atar el lío más grande de los muchos que llevaba; de éste sacó varios más chicos
y así, abriendo paquetitos cada vez de menor tamaño, tomó uno, el más pequeño
y dijo con triunfo: ¡Aguí está rimedio pa curar amor, pa conseguir cariño mujie-
res! ¡Aquí está siñor il rimedio siguro! y parándose abrió el diminuto atado ante
los ojos del curioso y le mostró una flamante libra esterlina que brillaba como los
ojos del colla, contento, porque podía enseñar la panacea para el mal que aflije a la
humanidad desde los tiempos apostólicos.
(3191) Esta copla es contestación de la 516 de Jujuy, que dice así:
Esta cajita que toco, ¿Por cuál se queda, compadre,
Tiene chirleras de alambre, Con la chica o con la grande?
588 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

3194 3201
Con una bella mujer, Cuando estaba por morir,
Veinte años me conchabé, Un desgraciado pilpinto,
Y durante mi conchabo, Para hacer el testamento
Doce hijos le trabajé. Vino de juez un quirquincho.

3195 3202
Con Ud., querido amigo, Cuando la suerte se inclina,
Paso momentos de gozo, Es al cuete hacerse a un lao,
Dios nunca ha de permitir ¡Ándate pa la cocina,
Que Ud. se vuelva potroso. Revolvelo al estofao!

3196 3203
Con viuda no me casara, ¿Cuándo llegaré a ser viejo
Nunca, por ningún asunto, Para ser bien distinguido?
Por no ponerle la mano Entonces dirán las mozas:
Donde la puso el difunto. ¡Salí, viejo, olor a chivo!

3197 3204
Corrió un sapo una carrera Cuando me fui para arriba,
Con una tortuga vieja, A donde llaman La Paz,
Chicotearon treinta cuadras, Llevé un mosquito de arriero,
Ganó el sapo por l'oreja. Y un champí de capataz.

3198 3205
¿Cuál de los gustos es Cuando me fui para arriba
El más chiquito? Llevé un mosquito de arriero,
—El de rascarse el cu., Un champí de capataz
Con un palito. Y un piojo de remeserc.

3199 3206
Cuando el rico con el pobre, Cuando me parió mi madre,
Están en la pulpería, Me parió en un alto verde,
La del pobre es borrachera, Vino la partera y dijo:
La del rico es alegría. —Si éste vive ha i ser alegre.

3200 3206 - a
Cuando eso vido el zancudo, Cuando me parió mi madre,
Salió refalando el saco, Me parió en un paño verde,
¡Salga el que quiera peliarme! Enton's dijo la partera:
Que ande me paro me empaco. —Esta moza ha i ser alegre.

(3195) Potroso — Herniado.


(3199)
Cuando un pobre se emborracha La del pobre es borrachera;
Y un rico en su compañía, La del rico es alegría.
R. M. 6659.
yo¿v±, Champí:
(3204) vsiw.wr*. (voz
i.™ ^quichua.
. w — . — Chumpi: color pardisco). — Coleóptero pe-
queño, de color gris sucio. Según Gallardo es el Trox suberosas Faber 'que ataca
las osamentas y tal vez los canutos de huevos de la langosta". — (L. Borda).
(3205) Remesero: Persona encargada de llevar las remesas de vacunos que
los comerciantes sáltenos venden a Chile.
CANCIONERO P O f U L A K DE SALTA 589

3207 3212
Cuando mi suegra murió, Cuando salgo a la calle,
Yo l'enterré en la cocina, Grita mamita:
Y de pena que me dio, —Allá va mi muchacho,
Me puse a bailar encima. ¡Cüidao, chinitaal

3208 3213
Cuando nace una mujer, Cuando salí de mi pago,
El diablo no se retira. Salí aprendiendo a domar;
Porque el mandinga les da, Chica era "La Pampa Grande"
Una ración de mentira. Pa poderme jinetiar.

3209 3214
Cuando pasé por tu casa, Cuando se muera este negro,
Estaba un cuero colgado, Ya no ha de haber gente fiera,
Yo le dije: ¡Buenas tardes! Porque los negros parecen
Y el cuero quedó callado. Como brevas en l'higuera.

3210 3214 - a
Cuando pasé por tu casa, Cuando se muera fulano,
Te vi lavando los platos, Ya no ha de haber gente fiera,
Y en medio del agua sucia, Dejaíá de negreriar,
Allí vide tu retrato. Como brevas en la higuera.

3211 3215
Cuando recién me casé, Cuando se va entrando el sol,
Me gustaba gobernar. Se alegra mi corazón,
Yo también quería saber Viendo la cama tendida,
¿De ande viene y p'ande va* Y el tulpo con chicharrón.

(3207) Y de pena que me dio.


Mi marido se murió, Me puse a bailar encima.
Y lo enterré en la cocina; R. M., 7317.
(3213) Una vez llegaron unos caballeros a comprar un potro a una estancia
de Salta, creo que fué a "La Pampa Grande", propiedad del Dr. Indalecio Gómez,
cuyo nombre es tan grato a los argentinos.
El mayordomo había mandado al campo a los domadores y no tenía por el
momento ninguno de sus hombres conocedores de las mañas de los potros, pero en
la puerta del corral estaba un muchachón como de veinticinco años, de guarda cal-
zón y sombrero retobado, al uso de los jinetes camperos, y le pareció bien pedirle
montase un potro para mostrarlo a los compradores. El muchacho, sin decir nada,
buscó una montura y ayudado por el mayordomo subió al potro. El animal era
malo y el muchacho no había sabido jinetearse y fué así que a los primeros corco-
bos fuese el presunto domador al suelo, de cabeza, justo al bramadero del patio.
Acudió^ afligido el mayordomo, y los circunstantes lo alzaron del suelo, estaba mo-
lido, pálido, no atinaba a hablar; cuando se repuso, dijo dirigiéndose al mayordo-
mo, que lo creyó jinete. — ¡Puta con el conocedor 1
(3215) Tulpo: (Voz quichua), comida de maíz molido como frangollo, que se
prepara haciéndolo hervir con agua, grasa, sal y carne o chicharón. Es el plato or-
dinario de los paisanos de las Punas.
Una vez íbamos con el poeta Dávalos por el Territorio de los Andes; los pai-
sanos creyeron médico a este gran escritor, él aceptó el calificativo y recibió en
consulta a un colla que se le presentó: a la pregunta de ¿qué le pasa? le repuso
el puneño:
I Vea, d o t o r . . . si como quieso mi quisquí, si como tulpo lo gomito y si como
muti, intirito lo c a . . . dotor!
590 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

3216 3222
Cuando te miré de lejos, Cuando te parió tu madre,
Parecías un lucero, Te parió tras de un tizón,
Ahora que te veo cerca, Por eso todos te dicen:
¡Jesús qué animal tan fiero! —Hijo de burro rabón.

3217 3223
Cuando te parió tu madre, Cuando vine de Santiago,
Te parió en un cuarto oscuro, Me vine encima una cabra,
Y te sacaron los diablos Al pasar un barrialito
Con un cencerro en el c u . . Se tiró un p . . . esta diabla.

3218 3224
Cuando te parió tu madre, Cuatro frailes franciscanos,
Te parió sobre una jerga, Cuatro del Carmen,
Por eso todos te dicen: Cuatro de las Victorias,
Chiquitito y pura ver.. Son doce frailes.

3219 3225
Cuando te parió tu madre, ¿Cuyas son esas gallinas
Te parió sobre una silla, Que las quieren cocinar?
De ahí te sacaron los perros, ¿Serán tuyas, serán mías?
Creyendo que eras morcilla. ¿Serán de la vecindad?

3220 3226
Cuando te parió tu madre, ¡Chacarera, chacarera!
Te parió sobre un batión, ¡Chacarera de la luna!
De ahí te sacaron los gatos, ¿Cómo no cuidas tus chacras
Creyendo que eras ratón. En la cañada de alguna?

3221 3227
Cuando te parió tu madre, ¡ Chacarera, chacarera!
Te parió tras de un lagar, ¡Chacarera de los bajos!
Por eso todos te dicen: Yo soy dueño de dormir
—Escupidera i c a g . . . Panza arriba o panza abajo.

3221 a 3228
Usted nació de su madre, ¡ Chacarera, chacarera!
Nació debajo un talar, ¡Chacarera de Tastil!
Por eso muchos le dicen: En mi casa todos paren,
—Bacinilla de cag.. Yo también quiero parir.

(3224) Cuatro de la Victoria,


Cuatro frailes franciscos, Son doce frailes.
Cuatro del Carmen, R. M., 7265.
El Sr. R. Marín trae esta nota a la copla: "Cuéntase que, cantando cotidia-
namente esta copla una casada de costumbres libres, vecina del P. Isla, éste, cansado
de oiría, le aconsejó que, por variar, cantase algunas veces esta otra seguidilla:
Cuatro - cuernos de toro, Cuatro de mi marido,
Cuatro de ciervo, Son doce cuernos.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 591

3229 3235
¡Chacarera de los altos! ¿De dónde sale ese mozo,
¡Chacarera de los bajos! Tan chiquito y tan panzón?
Todas las mujeres tienen —Hijo es de mi yegua vieja,
Como taco de guanaco. Nieto de mi mancarrón.

3230 3236
Chiquitito soy, señores, Dejala que no malicie,
¿Quién me dará de mamar! Tápala que vaporice,
Una que no tenga leche, Córtale la cola al pila,
Golpiando l'hi de sacar. Pásale por las narices.

3231 3237
¡Chuy, chuy, chuy! De lao de arriba hi venío,
Que me hace frío, En un caballo tordillo,
Porque estoy como chumuco Prendidito del apero,
Deeplumao, en medio el río. Los dientes como quesillo.

3232 3238
¡Dame un besito, vidita, De las novias que tengo,
Que me voy a confesar, Más quiero a Carmen,
Y si el cura me regaña, Porque es la que me quiere,
Yo te lo volveré a dar! Para matarme.

3233 3239
Debajo de un atamiski, De la rodilla pa arriba,
Se lamentaba un icancho, De la cintura pa abajo,
Y en sus suspiros decía: Cuando dos se quieren bien,
—¡Mi vida es vida de chancho! No pasan ningún trabajo.

3234 3240
De Bolivia m'hi venío, De los caballos que tengo,
Dispensando ganar plata, El mejor es el gatiao,
Resulta que me ha salió, Que a fuerza de espuela y chirlo.
El tiro por la culata. A un quirquincho lo ha pasaS.

(3231) ¡Chuyl: Interjección muy usada en el norte, para manifestar frío,


lo mismo que ¡tuy! para indicar calor.
Chumuco o Pollo de agua: Pato chico de los ríos y lagunas.
(3232) Y si me regaña el cura,
Dame un besito, María, Ya no te vuelvo a besar.
Que me voy a confesar, Mil C, 44 - 1.
(3237) Tordillo - a: Color de caballo o yegua parecido al del tordo, esto es,
negro con pintas o manchitas blancas.
Los dientes como quesillo: Comparación usual para indicar que viene riéndose.
(3241) Mudaciar: Por mudar, es expresión de uso común en "La Frontera".
De los caballos del rey, Que para mover un pié,
Ninguno como mi potro, Le pide licencia al otro.
R. M., 7526.
592 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

3241 3247
De los caballos que tengo, Desde abajo m'hi venío,
Mejor es mi zaino potro, Por el alto i Tolombón.
Para mudaciar un pié, Con una pulga en la cincha,
Le pide licencia al otro. Y un sapo de redomón

3242 3248
De los huevos de charata, Desde arriba m'hi venío,
Nunca se ha sacado gallos, Arrastrando mi picote,
Aquel que siembra esperanzas, Sólo por venirte a ver,
Sólo recoge zapallos. Bragueta con chilicotes.

3243 3249
De mi pago m'hi venío, Desde arriba m'hi venío,
En busca de mi mestiza, Arrastrando mi capote.
Aquí la vengo a encontrar, Sólo por venirte a ver,
Revolcada en la ceniza. Carita de pericote.

3244 3250
De mis tiempos cuando mozo, Desde arriba m'hi venío,
Sólo me acuerdo de un susto, Escribiendo en los quebrachos,
Cuando se me quebró el catre, Y poniendo este letrero:
En lo mejor de mis gustos. —Freno quieren los muchachos.

3245 3251

De mi tierra m'hi venío, Desde que te conocí,


Arrastrando muchas cosas, Prenda mía, estoy quedando,
Sólo por venirte a ver, Como el gallo de Morón,
Cara de cuzca babosa. Sin pluma's y cacariando.

3246 3252
¡De qué le sirve al cura Desde mi pago hi venío,
La librería! Arrastrando mi chicote.
Si en visitar muchachas, Sólo por venirte a ver,
Se le va el día. Carachento en el ocote.

(3242) Charata: Gallinácea silvestre, de carne apetitosa. Vive en los bosques


del norte del país.
(3246) Si en visitar comadres,
¿De qué le sirve al cura, Se le va el día?
La librería, R. M., 7292.
(3251) Morón (el del gallo) es Morón de La Frontera. Provincia de Sevilla,
(España).
Anda, que te vas "queando",
Como el gallo de Morón:
Sin plumas y cacareando.
El famoso gallo de Morón, tiene una estatua que sólo la expropiación del terre-
no en que está enclavada, el allanarlo y decorarlo costó a los de Morón veinte mil
duros". — D. G. P., Pág. 187.
CANCIONERO 'QPULAR DE SALTA

3253 3259
De todos los colores, Dicen que no caben,
Me gusta el lacre, Dos en una mano,
Después de puesto el gorro, Hagamos la prueba,
No hay quien lo saque. Con un tucumano.
No hay quien lo saque, sí,
¡Divino hechizo! 3260
.Alcánzame el pañuelo, Dicen que tengo una china,
Por el cañizo. Que es más fiera que un sopapoa
Con los ojos como sapo,
3254 Apretao por una tina.

De vicio venís moniando, 3261


Diciendo me has de engañar,
¡Venga tu dueño y te diga: Dicen que la Virgen Mária,
—Así te quise pillar! Está arriba los arboles,
Espantando los pájaros,
Que no coman los mistóles.
3254 - a
De vicio venís moniando. 3262
Diciendo me has de engañar, Dicen que las salteñitas,
Luego me queda el decir, Piden antes de morir,
¡Así te quise pillar! Que les canten un tonito,
Con bombo y con violín.
3255
3263
¿Diande ha salido, señores,
Este cantar quitifliti? Dice que no me quiere,
¿Por qué no viene a cantar, La cabezona,
En la puerta del u p i . . . ? Porque le ha metió cuentos,
El catre i lona.
3256 3263 • a
¿Diande ha venido este joven? Dice que no me quiere,
Debe ser dueño de estancia, La pelo de oro,
Parece una chuña flaca Porque le ha metió cuentos,
Que no tiene ni sustancia. La pico i loro.

3257 3264
Dice mi mama, señora, Dices que no me quieres,
Que tenga unas buenas tardes, Porque no tengo
Y por qué no echa los perros, Un besito en la boca,
Al burro de su compadre. Me está saliendo.

3258 3265
Dicen que los gavilanes, Dígamele a mi comadre.
Se comen la carne cruda, Que tenga muy buenos días,
Yo también había i comer, Y si no ha visto pasar,
Si la tuviera segura. Una gallina con cría.

(3255) Cantor quitifleti: Es cantor chabacano.


(3263) Catre i lona: Catre de tijera:
59b JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

3266 3273
Dios que es todo un caballero, El conejo es regador,
Queriendo probar fortuna, El quirquincho el arador,
Hizo la tierra y la luna, La gallina semillera,
Y el parque "Tres de Febrero". Y el añasco ramiador.

3267 3173 - a
Diz que viene el Carnaval, El conejo es regador,
Por allá por Cajoncillos, El zorro es el rayador,
Trayendo negocio fuerte, La gallina es semillera,
De un lao pierdo el calzoncillo. El zorrino es ramiador.

3268 3274
¿Dónde me han visto una vieja, El corazón de una prenda,
Que se vino de Ranchillos? Dicen que lo tengo yo,
Trayendo vino mi vaina, El corazón sin el cuerpo,
Pero se olvidó el cuchillo. ¿Para qué lo quiero yo?

3269 3275
¡Doña Petrona! El corazón se me alegra,
¡Cuídese un poco! Cuando pienso en matrimonio,
Para que no le toquen Y sólo pienso en la suegra,
El amor propio. Que puede ser un demonio.

3270 3276
Dos camisitas tengo, El cuervo es un buen campero,
Para salir a moniar, El zorro buen remecero,
Una que me han ofrecido, ¡A la güella! dice el toro,
Y otra que me están por dar. Apuresén compañeros.

3271 3277
Duerman los que tengan sueño, El cuervo es un buen campero,
Yo los velaré cantando, El zorro buen remesero,
Durmiendo toda la noche, Sale al campo, pega un grito,
Toda la noche roncando. Le contesta el compañero.

3272 3278
El buey trabaja con l'asta, El cura dijo ¡aleluya!
La muía con la costilla, Por comerse la gallina.
La mujer con la cadera, El sacristán dijo ¡amén!
Y el hombre con la rodilla. Por ayudarle a comer.

(3266) El Parque "Tres de Febrero": de Buenos Aires, llámase comúnmente


"El Parque". Cuéntase que el malogrado poeta satírico, Dn. Nicolás López Isas-
mendi, de Salta, de paseo un día por "El Parque", hizo esta coplita.
(3273) Añasco: (Voz quichua), es el zorrino, mofeta, como le llaman en Es-
paña.
CANCIONERO ÍQPU LAR DE SALTA 595

3279 3283

El diablo de puca - puca, - El hombre que llega a viejo,


Se metió de ~sembr»dej?f Enamorao y celoso,
Con una yunta i ratones, Bien se le puede llamar:
Y un sapo de melguiador. —La carabina de Ambrosio.

3280 3283 - a

El día en que yo nací, Hombre feo y sin dinero,


Nací entre pañales verdes, Enamorao y celoso,
Y me dijo la partera: Esto se llama en mi tierra:
—Este mozo ha i ser alegre. —La carabina de Ambrosio.

3281 3284

El gato de mi casa, El homhr<> a"e anda queriendo,


Dice ¡miau, miau! Se pasa de centinela,
Sale la gata y dice: Se le derraman las babas,
—Ya te has quemao. Sin que le duelan las muelas.

3282 3285

El gato de mi casa, E] mozo que a mí me quiera,


Es muy decente, Me ha de querer a mí sola,
Tiene la boca chica, Y si tiene amor con otra,
Maimanta dientes. Le a t a r é un cuero en la cola.

(3279) Puca-puca: es la usarmca ívoz auíchua). el bicho colorado del Lito-


ral, letronychus molestiaaimus, Weyenbergh, de la familia de los tironícidos, orden
de los Acaros. Es como un piojo pequeñísimo, rojo, que vive en ciertas plantas her-
báceas, de donde suele pasar al hombre, a cuya piel se adhiere produciendo una
molesta picazón. — (L. Borda).
(3282) Maimanta: (Voz quichua) De dónde. — Usase como negación así:
¿liene plata? Maimanta plata. E n el sentido corriente es: de dónde. Manta es de
e indica procedencia.
En nuestro país, a excepción de unas pocas familias nativas que viven en las
márgenes del rio Orosmayo, en Jujuy, solamente hablan quichua los santiagueños.
i.n lucuman, Salta, Catamarca y Jujuy, ya se ha olvidado esta lengua, especial-
mente entre los tucumanos.
Ocurrió una vez en Catamarca este hecho: Llegaron a la ciudad como pere-
grinos al Santuario de la Virgen del Valle, varios paisanos santiagueños, tucuma-
nos y sáltenos. El dueño de la posada, deseoso de saber la procedencia de sus hués-
pedes, les iba preguntando a uno por uno: ¿De dónde es Vd.? Tocóle el turno a un
santiagueño y como buen quichuista le respuso — Santiago manta (esto es, de San-
tiago); pregunto a otro y también le respuso: Santiago manta, y así iba recibiendo
contestaciones de Santiago manta y Santiago manta, a cuantos preguntaba, hasta
que le llegó el turno a un tucumano, que escuchaba el interrogatorio con curiosidad,
porque no se explicaba a qué venía eso del manta. ¿De dónde es Vd.? ¿Yo? ¡Tucu-
mán poncho, señor! Creía el tucumano que manta era nada más que la prenda de
abrigo de este nombre y como él solamente tenía poncho, repuso así: Tucumán
poncho, como podía haber dicho Tucumán alforja.
(3283) A esto llaman en mi tierra,
Hombre feo y sin dinero, La carabina de Ambrosio.
Enamorado y celoso, R. Vilariño, 10.
596 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

3286 3202
El quirquincho y el zorrino, En el campo "El Pajonal",
Se pusieron a bailar, Perdí una hacha y no me alabo,
El quirquincho a escobillar, Priendo fuego pa buscar
Y el zorrino a zapatiar. Pierdo l'hacha y hallo el cabo.

3287 3293
El sombrero de castor, En el cerrito de Colte,
Con botines y polainas, Se ha despeñado una hormiga,
Con la sangre de cordero Se ha falseado la rodilla,
Se hace una linda chanfaina. Se ha quebrado la canilla.

3288 3294
El sordo le dice al ciego: En el fondo de la mar,
—Mira la araña que vá. Suspiraba un suruví,
Responde el ciego y le dice: Y en el suspiro pedía:
—Oye los pasos que da. Pa tu u p . . . un real de ají.

3289 3295
El zorro con el quirquincho, En el pueblo de Cerrillos,
Corrieron una carrera, Se ha formado un batallón,
El zorro en un avestruz, De puras niñas bonitas,
El quirquincho en una perra. La geta como acordión.

3290 3296
El zorro se fué con lazo, En este correo pasado,
Y el zorrino con bozal> Llegó carta de Milán,
El sapo los atajó, Diz que el cura está preñado,
La rana les echó un pial. Y ha parido el sacristán

3291 3297
Enamoré una mujer, En este lugar sagrado,
Picadita de viruelas, Donde acude tanta gente,
Yo l'enamoré jugando, Hace más fuerza el más cobarde,
Y ella me quiso de veras. Y se ca.. el más valiente.

(3286) Escobillar: En el baile de "El Gato" hay aparte de otros movimien-


tos a compás de la música, uno que consiste en llevar alternativamente los pies de
adelante hacia atrás, rosando ligeramente el piso. Es rápido, tanto que a algunas
personas, no se fe ven los pies, según la frase popular. El zapateo es un movimiento
más complicado, igualmente vivo, pero los pies se mueven de arriba a abajo y se
asienta el taco con preferencia.
Los santiagueños son grandes bailadores de "Gatos" y se cuenta que los chicos
de las escuelas rurales hacen apuestas a quién ejecuta mayor número de zapateos
y escobilleos. Hay quien hace más de sesenta combinaciones diferentes.
(3288) Y er siego le dijo ar sordo:
Un sordo le dijo a un siego: —Escúchale las pisas.
—Mira la liebre cuár ba. R. M., 7429.
(3297) Esta copla suele estar escrita por manos traviesas en las letrinas de
los lugares públicos. Yo la recogí en la de la estación ferroviaria de Metan.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 597

3298 3304
En este tiempo estoy viejo, En la falda de aquel cerro,
Andoy las canas voltiando, Lindo juegan las tamberas,
¡Pobrecitos mis hijitos, En la falda la camisa,
Cana por cana juntando! Los piojos juegan carrera.

3299 3305
En la Bajada el Desprecio, En la falda de aquel cerro,
Se ha despeñado un cordero, Maté un ratón de un guantón,
Había sido desgraciado, La carne pa mi patrón,
Porque había nacido overo. Y el cuero pa mi cotón.

3300 3306
En la cara tengo pecas, En la falda de aquel cerro,
Soy picada de viruela, Suspiraba una corzuela,
Fiera sin comparación, Y en el suspiro decía,
Mala traza sin agüela. Anda cántale a tu agüela.

3301 3307
En la cara traigo pecas En la falda de aquel cerro,
Y un lunar en el bigote, Suspiraba un cardenal,
En la barba pelos blancos, Y entre suspiros decía*
Y una pulga en el cogote. ¡Caramba, que vamos mal!

3302 3308
En la Costa del Pasaje, En la falda de aquel cerro,
Ha pasado una avería, Tengo una planta i charcoma,
Ahí le golpiaron los cueros, Pa esconder a mi vidita"
A una prima hermana mía. Cabeza i yegua chascona.

3303 3309
En la falda de aquel cerro, En la falda de aquel cerro,
Está una hormiga con cría, Tengo una planta i jarilla,
Pidiendo misericordia, La mujer que a mí me quiera,
A Dios y a Santa Lucía. Se ha de lavar las canillas.

(3202) Golpearle a alguno los cueros: Quiere decir garrotearlo, pero en el


sentido en que está en la copla es algo más que eso. (Perdone lector, si omito la
explicación).
(3303) En trances como este, se pide ayuda a San Ramón Nonato. Hay una
coplita al caso, pero... irá en el Cancionero Tabernario.
(3305) Guantón: Golpe dado con el puño.
Cotón: Llámase así a cierto traje de mujer sumamente sencillo; consistente
en una tela con abertura para pasar la cabeza y cosida por debajo de los brazos
hasta el ruedo a manera de tonelete; sin mangas. Es traje indio. Por extensión sue-
le decirse cotón a todos los vestidos de mujer y hasta a veces al de hombre.
(3308) Charcoma: Llámase así a una yerba que crece en los ríos. En San Car-
los, más al norte de Hualfín, en viaje a Compuel, hay un cerro, "El charcomal", en
cuyas faldas corre un arrollo con charcomas a sus orillas.
Chascona: (Voz quichua) de Chasca: en quichua significa: "Cosa muy enreda-
da o enmarañada", aplícase esta voz a la mujer que tiene el cabello bien encres-
pado, como las motas de algunas negras. También se aplica a la polla o gallina de
plumas naturalmente encrespadas. — (L. Borda).
598 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

3310 3316
En la falda de aquel cerro, En la falda de aquel cerro,
Tengo una vaina de plata, Yo tengo una vaca overa,
Por esa, llama a tu mama, Cuando quiero tomar té,
Por la mañana, tu tata No encuentro la coladera.

3311 3317
En la falda de aquel cerro, En la orilla del río,
Tengo un caballo matac, Topé una chuña,
Los perros me lo comieron, Estriberos de plata,
Creyendo charqui mojao Poncho i vicuña.

3311 - a 3318
En la falda de aquel cerro, En la patria soy nacido,
Tengo un caballo matao, Por la patria hi de morir,
Para darle a mi vidita, En la cama de mi suegra,
Diciendo charqui mojao Abrazado hi de dormir.

3312 3319
En la falda de aquel cerro, En la plaza de Santiago,
Tengo un jabón oloroso. Oí cantar un quitilipe.
Para lavarte la cara, Los santiagueños creyeron,
Porque estás muy lagañoso. Que cantaba San Felipe,

3313 3319 - a
En la falda de aquel cerro, En la playa de Santiago,
Un caranche está escarbando, Rebuznaba un quitilipi.
Llega el chimango y le dice: Los santiagueños decían:
¡Caranche! ¿qué estás robando? ¡Nuestro padre, San Felipe!

3314 3320
En la falda de aquel cerro, En la playa de Santiago,
Un zorro estaba c a g . . . . Rebuznaba un burro pardo;
Para Vd. mi don Fulano, Los santiagueños decían:
Para Vd. le estoy cantando. ¡Nuestro padre, San Bernardo!

3315 3321
En la falda de aquel cerro, En la provincia i Santiago,
Yo tengo una chancha loca, Casi me morí de risa,
Las veces que ella se c a g . . . Toditos los santiagueños,
Es pa tu boca. Espulgaban la camisa.

(3217) Estriberas: Correas que sostienen los estribos en la montura Lláma-


se también aicioneras.
(3319) Quitilipi: Ave nocturna, parecida a la lechuza, sumamente fea de
aspecto.
CANCIONERO COPULAR DE SALTA 599

3322 3329
En la provincia i Santiago, Es la mujer soltera,
Hubo una revolución, Suave y prolija,
Porque pusieron patente, Per¿? apenas casada,
A la algarroba y misto! fapel de lija.

3323 3330
En la puerta el infierno, Esta noche va a llover,
Vive mi suegra; Según anuncia la luna,
Porque no tengo un b u n 0 Una tormenta de truenos,
No voy a verla. En la cañada de alguna.

3324 3331
En la puerta de mi casa. Es tanta la complacencia,
Planté de tuitos tamaños Que recibo de tu agrado,
El que siembra una espt' r a n z a ; Que cuando te veo me c a . . .
Nunca cosecha zapallos ü'n vuestra augusta presencia.

3325 3332
En la puerta de mi casa, Es tanto lo que te quiero,
Tengo una planta de ají, Y con tanto disimulo,
Para comer con iguana, Que lloro por la nariz,
Cuando se me antoje a mí. Y suspiro por el c u . . .

3326 3333
En la rama de un olivo, Este año pa carnaval,
Estaba un sapo sentao, Voy hacer una avería,
Con un cigarro en la boca Voy a carniar un zancudo,
Firmando un certificao. Pa poner carnicería.

3327 3334
En las calles de Tarija, Este es el remate,
Casi me morí de risa, De Gaspar Medrano,
Viendo peliar doa gallegos, ¡Qué le importa a un argentino,
Con corbata y sin camisa. Que se joda un boliviano!

3328 3335
En una peña terrible, Esto de amar niñas bellas,
Se descubrió una vertiente, Es ayunar al traspaso,
Y en una montaña espesa, Yo con mi negra lo paso,
Se mantiene una serpiente. Que tiene lo mismo que ellas.

(
3322) s.e atribuye a las apisanas santiagueñas una predilección especial por
el fruto del imstol, por la algarroba y el chañar.
(3325) Iguana: Lagarto de aspecto repugnante, no solamente ofrece una piel
tuerte y muy apreciada por sus hermosos colores cuando seca y arreglada, sino
que proporciona comida. Su color es de una carna blanca y tan sabrosa como la'
de pescado.
((3327) Al ver muchas toledanas,
El ángel de la Bisagra, Con tontillo y sin camisa.
Se está muriendo de risa, D. G. P., Pág. 251
600 JUAN A L F O N S O 6 A R R I Z O

3336 3344
Flores me dan de comer, Hasta jeringa tiene,
Flores me dan de beber, Quien tiene suegra,
Flores a la media noche, Y si tiene cuñada,
Flores al amanecer. Jeringa y media.

3337 3345
¡Fulanita, soy fulano! Hay conchas que son de concha,
Fulano de corta fama, Y conchas que son de piedra,
De balde me hago el chiquillo, Pero Vd. don Escolástico,
Para llegar a tu cama. Había sio concha de m i e r . . .

3338 3346
Genitivo cuyuque, Inocente, sin saber,
Dativo cuique, Me metí en un chaguaral,
Aquel que no te entienda, Por atrás de un hosco yuto,
Que te lo explique. Orejano de señal.

3339 3347
Hace decir mi abuelita. ¡Jesús, qué algarabía!
Que le preste su corral. ¡Jesús, qué tanto alboroto!
Para encerrar un zancudo, ¡Quién la mete a mi María,
Que se la ha ido con bozal. Comerse tanto poroto!

3340 3348
Hace decir mi mamita, Justo me debe unos pesos,
Que le preste un maniador, Y a Justo le debo yo,
Pa maniar un suricito, - Justo me ajusta su cuenta,
Que ha salido patiador. Y a Justo le ajusto yo.

3341 3349
Hace rato que t' hi visto, La araña diz que se ha muerto,
La camisa coloriando; Estando urdiendo su tela,
Aquí me vas a avisar, Ahora Testamos velando;
¡ Con quién has andao peliando! Poniendo las cuatro velas.

3342 3350
Hace tiempo que no como, La calandria está preñada,
Me tiene abatido el hambre, Dicen que va a parir tres:
Me pongo en las pierna?, plomo, Un sastre, un zapatero,
Porque no me lleve el aire. Y un cirujano francés,

3343 3351
¿Han visto bailar un piojo La desgracia de los negros,
Sobre un adobe? No es tener la piel oscura,
En caso de batalla, La desgracia de los negros,
jPela el revólver! Es querer a mujer rubia.

(3342) Me pongo en las piernas plomo,


Tres meses ha que no como; Porque no me lleve el aire.
Me tiene abatido el hambre; R. M., 7511.
602 <f U A N A L F O N S O C A R R I Z O

3366 3372
La vieja de mi suegra; Los dientes de mi vidita,
Me dio unas medias; Me tienen cautivo y preso,
Cada vez que peliamos. ¡En mi vida he visto yo,
Me da con ellas. Cadenas hechas de güeso!

3367 3373
La vieja es buena comida, Los enemigos del alma.
Sabiéndola sazonar, Han de saber que son tres:
Una vez probé una vieja, Santiagueños, tucumanos
¡Puta que me hizo gustar! Y cordobeses después.

3368 3374
La vieja que tiene una hija, Los frailes y las mujeres
Y se casa ligero, Son las cosas que más brillan,
Se queda la pobre vieja, Los frailes por la sotana,
Como palo i gallinero. Las mujeres por la liga.

3369 3375
¡ Levántate, bandolera! Los gallos van galliniar¡do,
Toma un traguito sabroso, Las gallinas cacariando.
Hecho con agua del pozo, Los pollos hachando leña,
Y alcohol de la cafetera Las gallinas cocinando.

3370 3376
¡Linda, linda la chinita! Los hombres eren y pretenden,
Conchábela, mi mamita, Ser una cosa precisa,
Si no sirve pa cabrera, ¡Y nos hacen tanta falta!
Será para ovejerita. Como los perros en misa.

3371 3377
Los cuervos en el ocot... Los paisanos de mi pago,
Te canten "Kirieeleisón" Tienen mala la mirada.
Y los perros de tu casa. Parecen carneros viejos,
Te saquen en procesión. En medio de la majada

(3366) Cada vez que reñimos,


La vieja de mi suegra, Me quedo en piernas.
Me dio unas medias; R. M., 7377.
(3367) La Vieja o Vieja del agua. Loricaria plecostoma; inia, en guaraní.
Peces pequeños que tienen en el cuerpo y la cabeza cubiertos de placas duras y an-
gulosas y las aletas muy espinosas. Se conocen 25 especies que habitan los ríos de
la América Meridional. — (Segovia).
Abundan en las acequias viejas y lagunas del norte del país. En la copla se
toma la palabra vieja en sentido picaresco.
(3376) Que le jase tanta farta..
Es la mujer para el hombre, Como los perros en misa.
Una cosa tan precisa, R. M., 6256.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 603

3378 3384
Los sapos en la laguna, Media luna, luna entera.
Celebran el temporal; Luna traigo de bandera;
Los chiquitos dicen: tunga, jBanderita colorada!
Y los grandes itungará. Churcalista en mi tonada.

3378 - a 3385
Los sapos en la laguna Me gusta la cinta negra,
Huyen de la tempestad; Porque es firme su color;
Los chiquitos dicen: tuvga, Más me gustan sus naricee,
Y los grandes: tungará. Pa perlas de un prendedor.

3379 3386
¡Madre mía del Rosario! Me gusta ver a mi negra,
¿Cómo vas a permitir, Cuando va para el mercado,
Que se me críe la barriga, Parece gatito alegre,
Como tinaja i teñir? Saltando por los tejado?.

3380 3387
¡Madre mía del Rosario! Me gusta ver a mi negro,
¿Por qué me tenis tan flaco, Cuando se pone corbata,
El cogote como suri, Parece mosca en la leche,
Verijas como guanaco? Que se ha perdido en la nata.

3380 - a 3388
¡Madre mía del Rosario! Me ha mandado mi mamita,
¿Por qué me tenis tan flaco, Que le dé las buenas noches;
Las costillas de zancuda, Y si no ha visto pasar,
El cogote de guanaco? Una lagartija en coche

3381 3389
Mañana me voy pa Lima, Me has dicho lo que has querido,
Y a la ciudad de La Paz; Y te has quedado muy fresco,
Con un mosquito de arriero, Narices de casa i sapo,
Y un sapo de capataz. Traza de caranchi chueco.
3382 3390
Me avisas cuando te mueras, Me has dicho tonto,
Para morirme primero: Nada me importa;
Si no te acompaño al cielo, Si yo soy tonto,
Me iré derecho al infierno. Vos sos retonta.
3383 3391
Me besaste a los cinco años, Metalé calor y frío,
Y me besaste a los diez. Que las penas son de amor,
Ahora que tengo quince, Ya la gata está pariendo,
Ya no me besáis, ¿por qué? Y el gato está con dolor

((3379) Tinaja de teñir: Las as para echar los hilos y teñirlos, suelen
ser por lo general de grandes dimei s, hechas algunas de cobre y otras de ba-
rro cocido.
(3385) Repárese en el doble sentido de: Pa perlas.
604 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

3392 3399
Mi abuela murió de vieja, Mi madre me quiere macho,
Bueno, me estaba criando, Me ha criao muy regalón,
No sé por qué habré salido, No me hace faltar el güeso,
Boca dura y c u . . . blando. Ni el plato con chicharrón.

3393 3400
Mi caballo y mi mujer. Mi madre se llama Pascua,
Se fueron a Embarcación, Mi tatita Navidad,
Mi caballo volvió sano. Yo me llamo Todos Santos,
Mi mujer con sarampión. Mi apellido es Carnaval.

3394 3401
Mi caballo y mi mujer, Mi mama me dio una soba,
Se me murieron a un tiempo, Porque robé una cabrilla,
Mi mujer, Dios la perdone, ¡Mamita, demé otra soba!
Mi caballo es lo que siento. Le vua traer la cuadrilla.

3395 3402
Mi camisa me ha cobrado, Mi mujer, con el demonio,
Los años que me ha servido, Apostaron un doblón,
Yo también le hi de hacer cargo, Scbre cuál era más fiero,
Los piojos que me ha comido. Y mi mujer le ganó.

3396 3403
Mi madre me dijo a mí, Mis ojos están con sueño,
Que no quiera al homb"p tuerto, Con ganitas de dormir,
Porque cuando está durmiendo, El uno ya se ha cerrado,
Parece que está despierto. El otro no puedo abrir.

3397 3404
Mi madre me dio una soba, Mi sombrero me ha cobrado,
Porque le pedí marido, El tiempo que me ha servido,
¡Mamita, demé otra soba, Yo también le hi de hacer cargc
Y demé lo que le pido! El sudor que me ha bebido.

3398 3405
Mi madre me echó a la escuela, Mi suegra me quiere mucho,
Para que aprenda el "Bendito", Y me dice que soy guapo,
Con el palillo y la caja, Me hace fregar las cucharas,
Yo nombre al Padre y al Hijo. Y me hace lavar los platos.

(3394) Mi caballo y mi mujer,


Mi mujer y mi caballo, Se me murieron a un tiempo;
Se me murieron a un tiempo; Mi mujer... Dios la perdone:
¡Qué mujer, ni qué demonio! Mi caballo es lo que siento.
¡Mi caballo es lo que siento! J. E. M., Pág. 47 - 1.
Mi caballo me costó Mi mulita y mi mujer,
Ciento cincuenta doblones, Se me murieron a un tiempo,
Y mi mujer solamente, ¡Qué mujer ni que demonio!
Dichos y amonestaciones. Yo por mi mulita siento
R. M., 7615. L. M., 215-6.
CANCIONERO a r D-IIAÍE DE SALTA 605

3406 3411
Mi padre se llama Santo, Mucho me gusta el máiz chulpi,. ^
Y mi madre, Santidad, Más me gusta el maíz morocho,
A mí me dicen: Santito, ¡De vicio venís pintando,
¡Miren, qué casualidad! Cara de carnero mocho!

3407 3412
Mi poncho no tiene fleco, Muchog pericotitos,
Ni botones mi chaleco, Hay en tu cuarto,
Y mi sombrerito viejo, ¡Deja la puerta abierta,
Ya no tiene barbiquejo. Pa que entre el gato!

3408 3412 • a
¡ Miren qué diablo el iquin Cn0 ¡ ^ Adentro de tu cuarto,
Alita tan overita, Hay ratoncitos,
Si la encuentra a ulunchita > Deja la puerta abierta!
Le pega una volcadita. Me haré el gatito.

3409 3413
¡Miren qué diablo es el sap 0 r Nadie ha visto lo qui hi visto,
De meterse de aguacil, Lu qui hi visto esta mañana;
Cada año pa carnaval, Un pajarillo en la torre,
Anda hombriando su fusil. Eepicando las campanas.

3410 3413 - a
¡ Miren qué laya y mosquito! Muy cierto me había salido,
Meterse de comerciante, El sueño de esta mañana;
Cuando el piojo va de arriero, Un pajarito en la torre,
La pulga va de ayudante. Repicando las campanas.

3410 a 3414
¡Miren qué traza i zancudo! Nadie quiere a mi suegra,
Se ha metido a comerciante, Y yo la quiero,
Con una pulga de arriera, Para llevarla al monte,
Y una liendre de ayudante. Sacarle el cuero.

(3408) Iquineho: Es el incancho. Ver nota a la copla 2099. Parece ser que
Icancho, iquineho e icaco son nombres diferentes de un mismo animal.
Ulunchita: Ave pequeña, común en los Valles Calchaquíes.
(3411) Maíz chulpi: Llámase así a una especie de maíz, muy dulce, cuya es-
piga no pasa de doce centímetros. Se cultiva en los lugares fríos. Es especial para
comerlo tostado, por lo tierno que es. Yo encontré algunas espigas en depósitos in-
dígenas en San León, Dep. de Santa Catalina, Jujuy.
(3412) Deja la puerta abierta,
Muchos ratones tienes, Yo seré el gato.
Niña, en tu cuarto; R. Palma, T. 2«, Pág. 364.
Deja la puerta abierta, (3413)
Yo me haré gato. En mi vida he visto yo,
L. M., 317-2. Lo que he visto esta mañana;
Peste de pericotes Un gallo y una gallina,
Hay en tu cuarto; Repicando las campanas!
A. Sevilla, 1535.
606 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

3415 3422
Negro, para hacer el cuento, Nosotros no somos léidos,
Fiero, para reparón, Ni sabimos escribir,
Mezquino, pa pedigüeño, Meto la pluma al tintero,
Tramposo, pa cobrador. Y no sé que vua decir.

3416 3423
No me gustan las lindas, No soy águila ni halcón,
Ni las bizarras, Ni cuervo para volar;
Me gustan las boconas, Cuando dicen citación,
Para besarlas. Soy capaz de disparar.

3417 3424
No me importa que otros gocen, No tapes con la pintura,
Lo que a mí ni falta me haga, Los colores de tu cara,
Me gusta encontrarme a tiempo, Que sólo en las casas viejas,
Y pegar mi cuchariada. Se revoca la fachada.

3418 3425
No quieren cantar conmigo, ¡ No te casis con viuda!
Sólito me daré maña, Que es desacierto;
No saben que se han perdido, Debajo de la almohada,
Una tortilla tamaña. Suspira el muerto.

3419 3426
No quise topar al tigre, ¡Nuestra Madre del Eosario!
Porque fué muy overito, Salva nuestras sementeras,
Y topándolo de frente, Nuestras vacas y terneros,
Me hinqué y le recé el bendito. Y a todos del Comisario.

3420 3427
No sé cómo estoy pasando, ¡Óigame, mi fulanita!
La vida desesperada; ¡Digamé, cómo se llama!
¿Será por que no me dan, Para poderla nombrar,
Un pedacito i cuajada? Cuando yo vaya a su cama.

3421 3428
No se triunfa con paradas, ¡Oiga, mi querido amigo!
Sabe decir mi patrón, ¿Por qué está tan tiple, tiple,
Si quieren un rico bollo, Como si hubiera comido
Echelén buen chicharrón. Algún caldito de upite?

(3423) Citación: Alude a la citación para prestar el servicio militar obll


gatorio.
(3424) Que sólo en las casas viejas,
No tapes con la pintura, Se revoca la fachada.
Los colores de tu cara, Mil C, 113-3.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 607

3429 3437
Oigalón a ese mocito, Por la falda de aquel cerro,
Sombrerito lapa-lapa, Bajó un chancho con cencerro,
¿Qué hará que no se reco%j Tirando p e d . . . calientes,
Las chinches de su solapa Para vos y tus parientes.

3430 3438
Para el año m' h' i casar, Por la falda de aquel cerro,
Pa tener a quien tener, Bajó un sapo de rodilla,
A trompadas y a patadas, Peinándose los bigotes,
Y a garrotazos también. Y haciéndose la patilla.
3431 3439
Pensando en que me dejas e( Por la falda de aquel cerro,
Lloro tanto y tan de veras, Corre el perro una corzuela,
Que la gente de mi casa, La corzuela va llorando,
Se imagina que hay gotera^ Por la leche de su agüela.
3432 3439 - a
¡Planta de ají! Por la falda de aquel cerro,
Flor de romero, Corrió el perro una corzuela,
¿Dónde estará mi negra, Y la corzuela lloraba,
Ñatas de hornero? Por la leche de su agüela.
3433 3440
¡Planta de ají! Por la falda de la loma,
Flor de tomate, Van dos por la cerrazón;
El que no tiene yerba, Una pulga aparejada,
No toma mate. Y un piojo con jaquimón.
3434 3441
Por cuidado que tenga, Por la punta de los pies,
La lavandera, Me sé poner los calzones,
Siempre sale mojada, Abriendo los ojalillos,
La delantera. Para meter los botones.

3435 3442
Por el ojo de una aguja, Por la soga sale el balde,
Pasó un avestruz corriendo, Y en el balde viene '1 agua,
Y si no me quieren creer, Si yo no tengo camisa,
Un ciego lo estuvo viendo. Mi mujer no tiene nagua.
3436 3443
Por esta calle me voy, ¿Qué andas haciendo, gato,
Por la otra me doy vuelta, Por la cocina?
¡Vidita, si me querís, —En busca de cebolla
Déjame la puerta abierta! Pa 1' comida.

(3429) Lapa-lapa: Aplanado, chato.


(3432) Ñatas de hornero, vale decir: Narices parecidas a la puerta de la casa
del pajarito llamado hornero.
(3440) Jaquimón: por jáquima.
608 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

3444 3449
¡Qué buenita que es mi suegra! ¡ Qué me importa a mí de Urquiza,
Como ella no hi de tener, Que gobierne el Entre Eíos!
No me deja estar un rato, El gobierna lo que es suyo,
A solas con mi mujer. Yo gobierno lo que es mío.

3445 3450
¡ Qué desgraciada es la pulga, ¿Qué querís que te traiga,
Que muere sin confesión! De Caf ayate?
Amarillas son las crías, —Una gallina clueca
Del cuello de mi cotón. Y un gualacate.
y

3445 - a 3451
¡Qué dichosas son las liendres! ¿Qué queris que te traiga
Que relumbran con el sol, De la ensenada?
¡Qué desgraciados los piojos! —Una chuña pelada,
Que mueren sin confesión. Para ensalada.

3446 3452
¿Qué haremos, compañerito? ¿Qué quieres que te traiga
No hay carne para mañana, De Los Cardones?
—Mataremos un zancudo, —Un pelloncito i lana,
Pesaremos en romana. Pa mis calzones.

3447 3453
¡ Qué lindo es ver a las viejas ¿Qué quería que te traiga
Correr por tras el amor! De 1' otra banda?
Las polleritas volando, —Un pajarito verde,
La simba como asador. De cola larga.

3448 3454
¿Qué me dices, colla pobre, ¿Quién ha dicho que m' hi muert"
La casa llena de estacas? Cuando hi andado perdido?
Comís vacas despeñadas, ¿Quién ha sido esa alma i Dios,
Y las que mueren de flacas. Que de mí se ha condolido?

(3449) Esta es una de las coplas más populares en la República Argentina.


El General Justo José de Urquiza, fué Presidente de la Confederación Argentina:
1852 -1860. En ese entonces la sede del gobierno nacional era la ciudad de Paraná,
capital de la Provincia de Entre Ríos. Quizá, fué esta una copla política, referente
a las rivalidades entre Buenos Aires y el gobierno de la Confederación, puesta en
boca de Mitre o de algún otro personaje de la política separatista.
(3450) En el Diccionario Geográfico Popular, de Vergara Martín, hallo es-
tas dos coplas parecidas a las 3450-1-2 y 3.
—¿Qué quieres que te traiga, —¿Qué quieres que te traiga,
Nena, de Lorca? Si voy a Quero?
—Una jarra bordada Una jarrica de agua
Y ancha de boca. Del Pozo Nuevo.
Pág. 166. Pág. 213.
Gualacate; Hualacate; Vatácate. — Es el quirquincho, tres o cuatro veces más
grande que el común. Vive en los bosques, especialmente en "La Frontera".
CANCIONERO P O h v x. JÍ. B DE SALTA 609

3455 3463
¡Quién la vido! Se cayó una lagartija,
¡Y quién la vé! De arriba de una pared,
Parece puchito i vela, Vino el lagarto y le dijo:
Pegadito en la pared. ¿En qué te has golpiao, mujer?

3456 3463 - a
¿Quién lo conoció a Anastacio, Yo vide una lagartija,
Con camisa de batista, Pegada en una pared:
Pantalón de casimir, Vino el lagarto y le dijo:
Y botines y levita? ¿Qué estás haciendo mujer?

3457 3464
¿Quién será aquel jovencito, ¡Señora: dice mamita,
Carita de hoja i parral? Que tenga unos buenos días,
Como quiera se parece Que le mande la gallina,
Tranquera de mi corral. Que le robó el otro día!

3458 3465
¡Quién tuviera la suerte ¡Señora, doña fulana,
Que tiene el gallo! Colorada y desteñida!
En la mita del giro, Busque paja y haga nido,
Monta a caballo. Que su dueño ya ha venido.

3459 3466
Quisiera estar en tu cuarto, ¡Señora, doña fulana!
Y la puerta se cerrara, ¿Por qué se muestra tirana?
Que la llave se perdiera, Si esta noche a media noche,
Y el herrero reventara. Se le han de pasar las ganas.

3460 3467
Quisiera hacerme chicharra, ¡Señora, doña Micáila!
Corta vida y larga fama, Verde cogollo de hinojo,
De balde me hago el chiquito, Ya sé que Vd. anda diciendo,
Fara llegar a tu cama. Que don Micáilo anda flojo.

3461 3468
Remedio pa los callos, ¡Señores, les contaré!
Es la ceniza, De una gallina que tengo,
Y el beso de una vieja Cuando se pone a güeviar,
Gorda y petiza. El gallo se pone rengo.

3462 3469
San Juan de Buenaventura, ¡Señores, les contaré!
Nunca se puso calzones, Hi visto un sapo con lana,
Por milagro qu ese puso, La rana lo trasquiló,
Le llegó hasta los talones. Hizo felpa y sobrecama.

(3459) Y el herrero se muriera,


Si yo me viera contigo, Y la llave se quebrara. ,
La llave a la puerta echada, R. Palma, T» 1, Pág. 46.
39
610 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

3470 3477
¡Señores, les contaré! Si querís que yo te quiera,
Los golpes de la fortuna: Enséñame tus miradas,
Diez, nueve, ocho, siete seis, Llámame todas las noches,
Cinco, cuatro, tres, dos, una. Mándame a la madrugada.

3471 3478
¡Señor, fulano de tal! Si querís sanar de amores,
Esto va de una pasada, Busca flores con matices,
Si se pone tras de mí, Álzale la cola al pila,
Olerá a gallina asada. Y plántalo en las narices.

3472 3479
Se pusieron a jugar, Si querís ser domador,
En una noche de luna, Anda compra un par de espuelas,
Un gato con una rata, Si caballo no tenis,
Y un perro con una chuña. Anda dómala a tu agüela.

3473 3480
Si es que está enojada, Si quieren saber, señores,
Hágame el favor, ¿Cómo me paso la vida?
Présteme su boca, —Con la carne del mosquito,
Para soplad r. Y la leche de la hormiga.

: TI 3481
Si me diera- un dentro, Si quieres aborrecer,
Por tu ventana, A aquella que estás amando,
De rodillas rae fuera, Figúratela c . . .ndo,
Hasta tu cama. Arriba de una pared.

3475 3482
Si me querís, mi vidita, Si se ofreciera el venderme,
Vamonos pa lejas tierras, Por mí ¿quién daría un cuartillo?
En un caballo de palo, Soy gordo, ñato y pansón,
Y vasos de cal y piedra. Inútil, flojo y sencillo.

3476 3483
Si porque te quiero, Si tu casa se quemara,
Metía alboroto, Y en tu c u . . . un hormiguero,
Metete en un cuerno, ¿A cuál atenderías más,
Tapate con otro. A tu casa o a tu aujero?

(3475) Vasos: Cascos de la tura.


(3485) Que se le pierda su hija,
A mi suegra, de coraje, Y que me la encuentre yo.
Le echaba una maldición: Mil C, 14 - 3.
CANCIONERO P O i> v z, A it DE SALTA 61i

3484 3490
Si tú fueras vigilante, Soy Antonino Reinaga,
Yo no sería tu pitito, Padre de 1' ociosidad,
Porque no sería tan zonza, Sólo pa empinar el codo,
Fara darte mi aujerito. Diog me ha dado habilidad.
3485 3491
Si tu madre no me quiere, Soy como piedra de río,
Que me eche esta maldición: No siento calor ni frío,
Que se le pierda la hija, r)pntrn el agua estoy sudando,
Y que me la encuentre yo. Junto al fuego me hace frío.
3486 3492
Si Vd. fuera mi vizcacha, \ Soy pobre como una rata;
Y yo fuera vizcachóñ] ' Pero, cuando tenga plata,
En el aujero estaría, Pa mi pago hi de apuntar,
Haciendo: ¡piscón, piscón! Aunque sea con una pata.
3487 3493
Si yo fuera tu curita, Soy un gauchito rodante,
Y vos fueras mi beata, Como bola sin manija;
Toda la noche anduviera, ¡Vieja fiera, renegona,
Como gato con la gata. Cobradora, demé su hija!
3488 3494
Si yo las quiero a las viejas, Su amor me tiene, señora,
Sólo yo sabré por qué, Más amarillo que el güevo,
Ellas no me morderán, Y con las tripas silbando,
Por que no tienen con qué. Como zorro mistolero.

3489 3495
Si yo me volviera zorra, Tanto servir a la patria,
Me remontaría a los cerros, Preguntemén qué hi sacao,
Y si me agarran los perros, Los calzones de picote,
¡Más vale que no me corran! Hasta el pelo me han cortao.

(3484) Es contestación a una copla que empieza así:


Si yo fuera vigilante
Y tú fueras mi pitito;

(3486) Piscón - piscón: Las Vizcachas en la cueva, hacen al cavar, un ruido


que se imita así: piscón piscón. También suele dársele sentido picaresco.
(3490) Empinar el codo: Frase muy usual en nuestro país, significa beber
(vino u otra bebida alcohólica), pues para ello se levanta el codo.
(3492) Está tomada al parecer, de Martín Fierro, esta copla:
Andube como pelota, Se armó no sé qué barullo,
Y más pobre que una rata; Yo dije: a tu tierra, grullo,
Cuando empecé a ganar plata, Aunque sea con una pata.
V., 3085-90.
(3494) Zorro mistolero: Zorro acostumbrado a comer la fruta del mistol. To-
dos los zorros son mistoleros.
(3495) Calzones de picote: Tal vez sea antigua esta copla, en otros tiempos
quizás se vestiría al soldado en Salta o Jujuy con telas lugareñas, lo que es ahora
se los licencia con sus propios trajes.
612 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

3496 3502
Tarde hi llegado a tu casa, Tengo mi buena montura,
Y me distes de cenar, Para salir a moniar,
Un locro i trigo mal hecho, Con los estribos de palo,
El afrecho por volar. Y correas de torzal.

3497 3503
Te acordarás, mi vidita, Tengo mi buena montura,
De la noche el ventarrón. Para salir a moniar,
No me dejaron dormir, L'echo quince días al agua,
Las pulgas de tu colchón. Tuavía no puedo ensillar.

3498 3504
Te acordarás, vida mía, Tengo mi caballo lindo,
La noche de la nevada, Para salir a moniar,
Amanecieron blanquiando, En cada casa que llego,
Los piojos en tu frazada. No se para por lomiar.

3498 - a 3505
¿Te acuerdas, vidita mía, Tengo mi caballo lindo,
La noche de la nevada? Para salir a moniar,
No me dejaban dormir, Se mantiene con los soles,
Los piojos de tu frazada. Toma agua cuando le dan.

3499 3506
Te cayiste en medio el cerco, Tengo mi lindo pellón,
Te saqué con mi palito; Para salir a lucir,
¿Quieres burlarte de mí? La mitad de cuero i chancho,
¡Miren, qué traza i diablito! ¡Como quiera se ha i fruncir!

3500 3507
Te digo con incultura, Tengo una cajita buena,
Aunque a la verdad no acierto, Retobada con un trapo,
Que teniendo un ojo tuerto, Aritos de cortadera,
¿Cómo te llamas ventura? Chirlera de cola i sapo.

3501 3508
Tengo mi caballo bueno, Tenía mi buena camisa,
Un caballito rosillo, De la tienda "El Pensamiento",
De buen pecho y de buena anca, Caminaba con cuidado,
El lomo como cuchillo. Que no me la rompa el viento.

(3496) Locro. — Voz usualísima en toda la provincia. Comida hecha de maíz


molido y cocido con carne, especias y algún otro ingrediente. Constituye un plato
tradicional muy estimado y difundido, sobre todo en nuestra campaña.
Locro i trigo, esto es: Locro de trigo: Aquel cuya base no es maíz sino trigo.
— (L. Borda).
Estimología. — Locro: de rokro, quichua. El rokro era comida de los naturales,
quienes cultivaban el maíz. En algunas partes, especialmente en la zona del Oro-
mayo, Jujuy, he oído llamar al trigo maíz de castilla.
(3507) Chirlera. — Llámase así a una cuerda bien tensa que se coloca atra-
vesada sobre el parche de las cajas. Suelen hacerse las chirleras de cuerda de gui-
tarra o de sogas finas de crin.
CANCIONERO P 6 r u L, A R DE SALTA 613

3509 3516
Tenía mi buen caballito, Todas las mujeres tienen
Para salir a moniar, En la camisa,
Cuando llegaba a una casa, Mañsfia San Gregorio,
Principiaba a saludar. Pía de misa.

3510 3517
Tenía mis buenos calzones, Todos los miches de casa,
Cosidos con desimulo, Son ligeros pa cazar,
Caminaba para atrás, Bien entran a la cocina,
Para no mostrar el c u . . . Ya comienzan a saltar.

3511 3518
Tenía mis buenos estribos, Todos me dicen: i cásate!
Para salir a moniar, ¡Cásate con la hija el juez!
De costillitas de potro; —¿Para qué me vua a casar?
Así nomás, sin doblar. ¿Pa que me jodan después?

3512 3519
Tenía unos calzones lindos, Todos me dicen: ¡cásate!
De tejido que no había, Yo les digo: no conviene;
Cuántas veces me agachaba, Si es que el cura quiere plata,
Todito me parecía. ¿Por qué no trabaja y tiene?

3513 3520
Tienes el cabello negro, Todos me dicen: ¡cásate!
Y muy negras tus pestañas; Yo no me quiero casar,
Y negras tienes las manos, Pa que no me anden tomando,
Porque nunca te las lavas. Como potro del bozal.

3514 3521
¡Tírame a matar! Todos me dicen: ¡cásate!
¡Tírame a matar! Yo no me quiero casar,
Con pistola i caña, Por más cuidados que tenga,
Balas de chañar. Todas me han de sargentiar.

3515 3522
Toda mujer que quiera, ¡Toma esta silla, sentate!
Vivir a gusto, Y me dirás lo que quieras,
Busque un marido zonzo, Bien puede ser que me cuentes,
Y un gaucho chusco. Cómo es la flor de la higuera.

(3515) Chusco - a. Adj. — Vivo, despierto, picaro.


(3516) Repárese en el tercer verso aquello de Sangregorio que le da tinte
picaresco a la copla.
6U JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

3523 3528
T r a s la puerta de mi casa, U n a gallina clueca,
Tengo una planta de arroz, Le dice al gallo:
P a que coma mi pollito, —Bájame los calzones,
La bostita p a r a vos. P o r que me c a . . .

3524 3529
Tres, cuatro, son las Marías, Una gallina clueca,
Cinco, seis, los elementos, Se fué pa Lima,
Siete, ocho, son las cabrillas, Con 25 pollos
Nueve, diez, los mandamientos. Y un gallo encima.

3525 3530
U n a breva se cayó, Una lechuza me asusta,
Y me pegó en el ombligo, Y un zorro me pega el grito.
Si me pega más abajo, Sale una vieja g r i t a n d o :
Se j u n t a breva con higo. —¡Me roban el espirito!

3526 3531
U n a chancha muy coqueta, Una monja se tiró un p . . .
Se casó con el zorrino, Detrás del altar mayor,
Y sirvieron de padrinos, Y el cura las disparadas,
La paloma y el zorzal. Creyendo que era temblor.

3527 3532
Una chinita me dijo, Una mujer fué la causa,
Que yo no le daba nada. De la perdición primera,
¿ N o recuerda que le daba, No hay pprdición en el mundo,
Palizas por la m a ñ a n a ? Que por mujeres no venga.

(3524) Es parecida esta copla a la glosada en la Canción Jj» 73, que figura
en el Cancionero de Jujuy, No 3119.
Cuatro son las tres Marías, Ocho las siete cabrillas,
Cinco los cuatro elementos, Y once los diez Mandamientos.
A. Sevilla N« 1558.
(3526) Esta cuarteta es principio de la canción N ' 448.
(3530) Espirito - espíritu. — Una vieja curandera, fué llamada en un Puebli-
to de Jujuy para atender un enfermo grave. La vieja pidió aguardiente y coca,
sorbió una buena porción del primero y echó a la boca unas hojas de coca y des-
pués de rociarlo al paciente con el alcohol, empezó por decirle en alta voz .Ripu-
suncho espíritu, ripusuncho espíritu, (Vuélvete, espíritu), mientras sacudía al mo-
ribundo. Con estos gritos llamaba la vieja al alma que estaba yéndose, según decía.
(3531) (3532)
Una vieja se c a . . .yó, Una mujer fué la causa
Destrás del Altar Mayor, De la perdición primera;
La gente sai! > corriendo, No hay perdición en el mundo,
Creyendo que era temblor. Que por mujeres no venga.
J. E. M., 80- 2. R. M., 6180.
Trata del mismo tema esta otra copla gallega, que figura en la nota a la co-
pla anterior de R. Marín.
As aguas corren do monte, Todos los males do mundo,
O sol ven de tras da serra; A muler os trouxo a térra.
Sin variante la halló en Asturias, Aurelio de Llano: copla N» 287.
Una mujer fué la causa No hay perdición en el mundo,
De la perdición primera: Que por mujeres no venga.
J. E. M., 92 - 3.
CANCIONERO P Q pu LAR DE SALTA 615

3533 3539
Una mujer me contaba, Una rubia se casó,
Diciendo que me quería, Con un nggro colorín,
Me pedía una muda i ropa, Y los hijitos salieron,
D
Y un par de pesos al día. §] color del aserrín.

3534 3540
Una negra lloró un día, Unas dos me andan queriendo,
Porque el negro le pegaba, Y yo ando como ladilla;
Y si el negro no lo hacía, Unita es de lao de abajo,
La negra se le enojaba. u otríta es de lao de arriba.

3535 3541
Una negrita llorando, Una tarde a media tarde,
Quería volverme loco, A la voz de un tero-tero,
Con lágrimas me engañaba, Cantaban un argumento,
Y su llanto era por otro. La oveja con el carnero.

3536 3542
Una niña en un baile, Una vez canté en mi casa,
Carne vendía, Y mi voz llegaba al mar;
¿Dónde se ha visto en un baile, Se aficionó una sirena,
Carnicería? Y me tuve que callar.

3537 3543
Una pulga con botines, Una vez me fui a gatiar,
Y un piojo de botas fuertes, Dirigido al Árbol Sólo,
A una pobrecita liendre, Casi me morí de susto,
La han sentenciado de muerte. Oyendo gritar un zorro.

3538 3544
Una pulga saltando, Una vez quise a una vieja,
Partió un adobe, Después me solía pesar,
Salió el piojo enojado, Por que delante la gente,
Con el revólver. Me sabía querer besar.

(3533) Esta copla está tomada de la canción N» 449; repárese en la primera


y segunda cuartetas.
(3534) Es costumbre entre los paisanos nativos y en especial entre los de
La Puna de Jujuy y territorio de Los Andes, de azotar la mujer a los tres días de
casados. Un amigo mío en Susques fuese a un rancho porque oía llorar a una
mujer; su flamante esposo la sobaba; quiso defenderla, llamando al orden al hom-
bre, y la mujer, así dolorida como estaba y tendida en el suelo, se incorporó para
insultarlo al intruso: ¿Pa qué es mi marido sino pa que mi pegui? II tieni direcho.
¿A qué ti metís vos? Mi amigo se retiró y el paisano siguió aplicándole aoztes para
demostrar que él era el jefe del hogar y se le debe respeto y obediencia. De más
está decir que la mujer era inocente, no había hecho nada malo, sino que los lati-
gazos son reglamentarios, son de usanza tradicional a los tres días de casados.
(3538) Parece que esta copa es principio de una canción, la segunda estrofa
sería la copla 3200.
616 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

3545 3551
Una vieja bailando, Una vieja muy vieja,
¡Miren qué vieja! De un pantión viejo,
Me estaba haciendo señas, Se me arrancó ensillada,
Con las orejas. Con aparejo.

3546 3551 - a
Una veija de cien años, La vieja me llevaba,
Y un viejo de ciento diez, Tras de una tala,
La vieja se cayó antarca, Como la vieja era mala,
Y el viejo de cuatro pies. Bellaquiaba y me voltiaba.

3547 3552
Una vieja en la cocina, Una vieja se tiró un p .
Enojada patio una olla, Dentro de una olla,
Y lo pasó todo el día, Salieron los garbanzos:
Rezongando como colla. —¡Misericordia!

3548 3553
Una vieja lavaba un trapo, Una vieja se comió
Que con guarapo, que con legía, Ciento cincuenta tomates,
Y el trapo quedaba sucio, A eso de la media noche,
¿Con qué demonios lo ensuciaría? Se quebró el catre.

3549 3554
Una vieja me dijo: Una vieja tuerta y renga,
—Cara i guanaco. Enferma de nacimiento,
Yo le dije a la vieja: Todavía tuvo coraje,
—Cara i sobaco. De hablarme de casamiento.

3550 3555
Una vieja muy matera, Una vieja tuvo una hija,
Un día le faltó el mate, Yo la supe visitar;
No tenía yerba ni azúcar, Como la vieja era mala,
Lo puso al viejo en remate. Me andaba por garrotiar.

(3546) El Sr. Aurelio de Llano, halló esta misma copla en Asturias, en donde
es tradicional, como adivinanza. Véase N' 1236.
Una vieya de cien años Xuntáronse une con otru
Y un vieyu de cientu dos Y dieron gracies a Dios.
Significa: La tejedora y el telar.
(3650) En la zona salteña de los bosques, suele usarse a falta de azúcar, miel de
las colmenas silvestres.
(3553) E todiña a noite andivo
Unha vélla se coméu Co seu cu a disparates.
Cento e medio de tomates, C. Gallego. T. 2'. Pág. 182-73.
CANCIONERO PAPULAR DE SALTA 617

3556 Y una lechuza contesta:


¡Tara, t a r a ! con su pico.
Una vieja y un candil,
Hacen falta en una casa,
La vieja p a r a rezongos, 3561
Y el candil pa freir grasa.
Un ciego estaba escribiendo,
Lo que un mudo le dictaba;
3557 Como la c a r t a era urgente,
Una vieja y un viejo, Un sucho se la llevaba.
Tejen bayeta,
Y cuando el viejo afloja, 3562
Le. vieja apreta.
Un ciego sacó el reloj,
3558 P a r a ver qué horas tenía,
E r a n las cuatro y decía:
U n a vieja y un viejo, Faltan t r e s p a r a las dos.
Vienen de Europa,
La vieja le relincha,
Y el viejo trota. 3563

Un colla estaba muriendo,


3559 Con su acuyico en la boca,
Y preguntaba a la muerte,
U n a viejita lloraba,
Si en el cielo vendían coca.
La pérdida del marido,
Y debajo de la cama,
Tenía otro metido. 3564

Un franciscano,
3560
Me mandó llamar,
Una vizcacha me asusta, Yo no se qué quiere,
Un zorro me pega el grito, Su paternidad.

(3556) A vella roña que roña, (gruñe)


Una bieja y un candi, E o candil consom'a grasa.
Son la ruina d'una casa: C. Gallego. T. 2«. Pág. 67-63
La bieja por lo que gruñe (3557)
Y el candi por lo que mancha Una vieja y un viejo
R. M. 7400 Tejen bayeta;
Unha vella e un candil Cuando la vieja afloja
Son escusados n-a casa: El viejo aprieta
A. de Llano. 611
(3560) Tara-tara, palabras imitativas de los gritos de la lechuza.
(3561) Sucho: (voz quichua). Llámase sucho o suchu, en Tucumán, Salta y
Jujuy al contrahecho o tullido. En Catamarca se llama sucho a los barros que
salen en la cara, a lo mismo que dicen suche o suchi, en Salta, Jujuy y Tucumán.
(3563) Acuyico o acullico — m — voz quichua de uso en todo el norte, espe-
cialmente en Salta y Jujuy, donde aun se coquea: Es el bocado de hojas de coca,
con llicta (yista) o sin ella, que como un bolo alimenticio se tiene en la boca
durante algún tiempo. (L. Borda.)
A la coca que forma el acuyico no se masca; se le toma el álcali que posee,
más no se machaca con las muelas.
De los buenos coqueros sale la hoja con las nervaduras íntegras, lo que prueba
que no la mascan. Con la lengua van lamiendo durante veinte o treinta minutos
y tal vez más, hasta sacarle toda la esencia de la hoja. Cuando un paisano del
altiplano llega a alguna apacheta deposita con religioso respeto este acuyico como
la mejor ofrenda a la Pachamama.
618 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

3565 Cómo será i desgraciao


Que ni la mama le llora.
Un manco estaba escribiendo,
Lo que un mudo le dictaba,
Y un ciego estaba leyendo, 3570
Mientras un sordo escuchaba.
Un sapo con una araña,
Tuvieron una cuestión.
3566 El uno por vivaracho,
El otro por dormilón.
Uno, dos, tres, cuatro, cinco,
Seis, siete, ocho, nueve y diez.
Así los tengo contados , 3571
A los dedos de los pies.
Un sordo como tapia,
3567 Me dijo un día,
Que todos le gritaban,
Uno, más uno y más uno, ¿Por qué sería?
Y más uno ya son cuatro,
Así contaba un paciente,
Todos los pelos del gato. 3572

Un tucumano se ha muerto,
3568 Por que le ha llegado el día,
Kaganlé la cruz bendita,
Un pato pelao volaba, Con cascaras de sandías.
Encima de una laguna;
Otros patos se reían,
De verlo volar sin plumas. 3573

3568 - a Un zapatero y un sastre


Y un oficial de barbero,
Son tres personas distintas,
Yo vide volar un sapo,
Y ninguno verdadero.
Arriba de una laguna,
Y los patos se almiraron,
De verlo volar sin plumas.
3574

3569 Usted doña Pancha,


Con tanto carnaval,
Un santiagueño se ha muerto, Seguro que no plancha,
Por que le ha llegado 1' hora, Ni está para lavar.

(3565)
Un manco escribió una carta; Son _ tres personas distintas
Un siego la está mirando; Y ninguno berdadero.
Un mudo la está leyendo
Y un sordo la está escuchando. R. M. 7221
(3573) R. M. 7434 un zapatero y un sastre
Y un cardador de la Ojeda (1)
Un zapatero y un sastre Son tres personas distintas
Y un ofisiar de barbero Y ninguna verdadera.
(1) Ojeda, pueblo de la Provincia de Burgos, en España.
D. G. P. Pág. 319.
(3574) Una distinguida señora salteña hacía una reconvención a su lavandera
en esta forma.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 619

3575 3581
¡Válgame Dios de los cielos! ¡Vaya al infierno el amor!
; Qué chango tan imprudente! ¡Y quién me enseñó a querer!
Ponerse a pedir besitos, Anoche besé una burra
Delante de tanta gente. Creyendo que era mujer.

3575 - a 3582
¡Válgame Dios de los cielos! Veinticinco caranchos,
¡Qué moza tan imprudente! Cincuenta jotes,
Que se pone a presumir, Tuvieron una disputa,
Delante de tanta gente. Por un ocote.

3576 3583
¡Vamos a la playa! Vengan tres o cuatro manos,
Que hay mucho que ver, En su mortero a moler,
Está un hombre alegre, No se desperdicia un grano
Junto a su mujer. En el mortero de Ud.

3577 3584
¡Vamos a al plaza! ¡ Vení para acá vinito!
Que hay mucho que ver, Consuelo de mi tristeza,
Caballitos blancos, Yo te mando a la barriga,
Hechos de papel. Vos te vas a la cabeza.

3578 3585
¡Vamos a la plaza! Vide correr un zancudo,
Que hay mucho que ver, Por el cerro i Tolombón,
Un colla borracho Con una pulga a la cincha,
Junto a su mujer. Y un sapo de redomón.

3579 3586
¡Vamos, compañeros míos! ¡Vidita, si me querís!
¡Vamos al río a pescar! Sílbame como perdiz,
Y si mojarras no hallamos, Si no podís con las patas,
Viejas duras mos de hallar. Siquiera con la nariz.

3580 3587
¡Vamos con este amasijo! ¡Vidita, si me querís
¡Vamos con el nuevo afán! Te vua llevar a Chicuana!
Como yo salve mi bollo Te vua dar un compromiso
Aunque se queme mi pan. De una sortija de iguana.

(3575) Chango: Voz muy usual en Catamarca, Salta, Tucumán y Jujuy, se-
guramente en Santiago también. Llámase así al muchacho, de doce a veinte años,
en especial al hijo del pueblo. No tiene esta voz el mismo sentido en femenino.
Vamos para Cáis Un canciño branco
Qu'hay moito que ver: Con un cascabel.
C. Gallego. T. lo. Pág. 46-60
(3582) Jotes: El jote es el cuervo, en San Juan, San Luis, La Rioja, Salta
y Jujuy.
620 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

3588 3594
¿Vos te has pensado Fidel, Ya me voy a retirar,
Que yo me quedaba lejos? De su sala y su cocina,
Ya te voy a mandar, viejo, Ya no toriarán los perros,
A sacar leche a un conejo. Ni gritarán sus gallinas.

3589 3595
Voy a coquiar esta coca, Ya me voy pa lao de abajo,
Voy a bendecir mi boca, A gozar de lo que es mío,
Porque los diablos son muchos, A dormir en cama blanda,
Y Tagua bendita es poca. Aunque me embrome de frío.

3590 3596
Voy a fumar un cigarro, Ya no sé que voy a hacer,
Con mi guayaca de sapo, Con esta vida que vivo,
Al que me pida un cigarro, Disvariaba por casarme
Lo doy vuelta de un sopapo. Pa que otra tenga marido.

3591 3597
Voy a fumar un cigarro, Ya se viene carnaval,
Puchito de una mujer, En un piojo redomón,
A ver si puedo aguantar, Una pulga de baquiana,
Quince días sin comer. Con un sapo de peón.

3592 3598
Voy a hacer un testamento, Ya viene blanquiando el día,
Tengo muchos herederos, Tiremén con agua fría,
El número de animales, Y no con agua caliente,
Es un chivo y un carnero. Que esa es mucha tiranía.

3593 3599
Voy a juntar mis trapitos, Yo desprecio cama blanda,
Para hacer un trapo grande, Por dormir en pedregal,
Ya viene cerca el invierno, Porque soy de carne y güeso,
Pa tener con qué taparme. Como cualquier animal.

(3589)
Los diablos son muchos
Y el agua bendita es poca.
Es un refrán que se usa para indicar que se tiene poco para convidar a muchos.
(3590) Guayaca: f. Voz usada en la campaña, aunque hoy poco por haber
desaparecido el empleo de la guayaca. La guayaca es una bolsita de cuero sobado,
o de otra substancia en que antes llevaban tabaco picado todos los fumadores. Hoy
casi no se emplea. Es voz quichua. (L. Borda.)
(3592) Esta copla está formada con versos de la canción 434. Ver la pri-
mer décima.
(3599) Porque son de carne y hueso
Hasta los gallegos saben Como cualquier animal.
Que el morir es natural, D. G. P. Pág. 29.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 621

3600 3607
Yo les contaré una hazaña, Yo no me quiero casar,
Talvez no me quieran creer, Estando ya el plazo encima,
Un día estando regando, Para no vivir mañana,
Casi me morí de sed. Como caschi en la cocina.

3601 3608
Yo me casé con Ud. Yo no me quiero casar,
Pa dormir con pierna gorda, Ni por oro ni por plata,
Ahora salimos con que es, Porque otros han de ser padres,
Más flaca que pata de olla. i* a mi me han de decir tata.

3602 3609
Yo me casé con usted, Yo no me quiero casar,
Fa dormir en buena cama, Casarse no es de rigor,
Y usted me sale diciendo, A los casados les ponen,
Que el colchón no tiene lana. Más cuernos que a un palancón.

3603 3609 - a
Yo me fui pa Carnaval, Yo no me quiero casar,
A una casita sin gente, Quiero quedar solterón,
Con una caja rompida, Porque los casados cargan,
Y un bote sin aguardiente. Más guampas que un palancón.

3604 3610
Yo me llamo Juan de Peña, Yo no pretendo muchachas,
Bajada de buena leña, Porque tengo mis razones,
Tomador de rico vino, Tanto caminar de balde,
Comedor de buen tocino. Se me han roto los calzones.

3605 3611
Yo me vine de mi tierra, Yo no sé como camino,
Sentadito en una silla, Lo de atrás para adelante,
Sólo por venirte a ver, Tengo roto hasta los pies,
Cara de yegua tordilla. Desnudo pero elegante.

3606 3612
Yo no andoy porque me quieras, Yo no sé que me ha pasado,
Ni andoy porque me quieras, En la provincia de Salta,
Andoy porque andoy de vicio, En el cuerpo tengo lana,
Andoy porque andoy no más. Sólo las astas me faltan.

(3602
Yo cáseme con usted Yo me casé con usted
Por dormir en buena cama, Por dormir en buena cama,
Y ahora sale diciendo Y ahora me sale diciendo
Que el colchón no tiene lana. Que el colchón no tiene lana.
A. de Ll, 309. L. M. 269. 1.
(3606) Andoy, forma usual de la gente de campo para decir yo ando.
(3609 - a) Guampa, o Huampa (voz quichua probablemente). Significa, cuerno;
es usada en todo el norte del país.
Palancón: Animal de patas largas. Dícese en especial del vacuno grande, de
mucha osatura.
622 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

3613 3620
Yo quería a una viudita, Yo soy como el perro bueno,
Creyéndola con caudal, Cuando comienzo a ladrar,
Resultó que la viudita, Cuando no puedo morder,
No tenía más que el corral. Siquiera lo hi soliviar.

3614 3621
Yo quise una blanca rubia, Yo soy como el pobre zorro,
Que la estaban adorando, Que anda de cerro en cerro,
Vino el diablo y la llevó, Al cabo de tanto andar
Y a mi me pasó raspando. Me han de hacer c a . . los perros.

3615 3622
Yo soy ave de los campos, Yo soy como el toro chico,
Y a los aires me levanto, Que ando de lejos, lejos,
En las solteras tropiezo, No me arribo al rodeo grande,
En las casadas me espanto. De miedo del toro viejo.

3616 3623
Yo soy como el matao viejo, Yo soy ese pobre mozo,
Que me levantan coliando, Pariente del moro-moro,
Pero puesto en media cancha, Sobrinito del puisquillo.
Me han de ganar chicotiando. Abuelito del güancolro.

3617 3624
Yo soy como el pelicanto. Yo soy la que canto fiero,
A las nubes me levanto, Dejar de cantar no puedo,
A las chinitas las quiero, Primero suelto la voz,
Con las viejas me hago el santo. Como balido i ternero.

3618 3625
Yo soy como el pelicante, Yo también diré lo mismo,
Que a las nubes me levanto, Lo que dijo San Benito:
Aunque soy fiero de cara, —Aunque se muera la cabra,
Con mis gracias los encanto. Como aparezca el chivito.

3619 3626
Yo soy como el pericote, Yo también era puestero,
Y a trechos como el ratón, Puestero de "El Gramillal",
Como yo tenga mujer, Arriaron toros y vacas,
Aunque no tenga calzón. Quedé cuidando el corral.

3616) Matao: cabalgadura con mataduras.


(3617) Pelicanto, es el pelícano.
(3623) Moro moro: Voz usual en las provincias del norte. Abejita silvestre que en
enjambre anida en el hueco de algunos árboles y produce miel (L. Borda).
Puisquillo: Otra clase de abejita silvestre de los bosques del norte del país.
Guancoiro: (guanquero en Catamarca), Xylocopa Auffusti Lep? Himenóptero
del género bombus. Es un abejón negro (la hembra), que suele hacer su nido en
el interior de las cañas huecas (Arundo Donax) que forman parte de los techos
de los hogares campesinos; hace, al volar, un zumbido característico. Produce miel
(un tantico acida) como otras especies que anidan en la tierra. En el Litoral llá-
mase mangangá.
Guanquyru, en quichua, es abeja o abejón (L. Borda).
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 623

3627 En ausencia del marido,


No le perdía la pisada.
Yo también podré decir,
Como dijo San Alejo:
—Aunque se muera la muí; 3634
Como salve el aparejo.
Yo tuve una águila negra,
Volando se me la fué,
3628 Me llevó unas bolas nuevas,
Yo también voy a decir, Como las que tiene Ud.
Lo que dijo Salomón:
—Toditos los negros tienen 3635
La geta como un rinón.
Yo tuve unos pantalones,
De una tela que no había,
3629 Del peso de los remiendos,
Yo tenía mi buen caballo, Ni las canillas movía.
Caballito de moniar,
Al llegar frente a una casa, 3636
Lomiando me hacía bajar.
Yo vide un árbol caído,
3630 Y aunque creerlo sea trabajo,
Con las raices pa arriba
Yo tenía una sirvienta, Y con las ramas pa abajo.
Que cocinaba en botella,
De verla que era tan guapa,
Casi me dormí con ella. 3637
Yo vide volar un buey,
3631 No sé si será verdad,
Y un chanco asaba batatas,
Yo tenía una sirvienta, En lo profundo del mar.
Que sabía soplar el fuego,
Cuando se acabó el respiro,
Le daba con el sombrero. 3638
"Vo vide volar un monte,
3632 Y una torre andar a gatas,
Yo transito por tu barrio, En lo profundo del mar,
A deshora y al tranquito, Un burro asando batatas.
Pa que no diga la gente,
Que por Tránsito, transito. 3639

3633 Zapatitos blancos,


Tiene mi Pancha,
Yo tuve una cuestión seria, Yo no sé cómo mea
Con una mujer casada, Que no los mancha.

(3634) Bolas, por boleadoras, también suele llamarse a las boleadoras Tres
Marías, pues son tres las bolas de este instrumento de caza.
DESCRIPTIVAS Y LOCALES.
DE COSTUMBRES Y
DE VIAJEROS
3640 3647
Abracé un campo por mejio, ¡Alabado sea! ¡por siempre!
Y le pegué un alarido, Así le diré al llegar
Y se descolgó del cielo, Con el sombrero en la mano,
Tras de un trueno un ref i.cilo. Para poder saludar.

3641 3648
A causa del tincunaco, A las cuatro la mañana,
Y por las ollas, Cuando coloria la aurora,
Se ven los artesanos, Comienzan las tristes aves:
Llenos de ampollas. Unas cantan, otras lloran.

3642 3649
A esta casita hi llegado, A las flores de otoño,
Pero no me han convidado, Las lleva invierno,
Yo soy un pobre mocito, Porque los fríos queman,
Milagro no me han botad). Todo árbol tierno.

3643 3650
A estas horas hi llegado, A la virgen del Eosario,
Saludando atentamente, También le debo una luz,
No me pueden conocer Para que llegue a mi casa,
Tantos años viví ausente. Le pido vida y salud.
3644 3651
Agora en l'actualidad, Al caballo corredor,
Está mal completamente, No le falta la manquera,
En las pampas calicheras, Y al que canta regular,
Sin trabajo tanta gente. No le falta la ronquera.
3645 3652
Ajustemén las caronas, Al cabo de tanto andar,
No me dejen resollar, Y de vencer imposibles,
Dejemén el campo libre, Vine a sacar fortaleza,
Y me verán retuzar. Del palo más inservible.
3646 3653
¡Alabao sea Dios! me llamo, A! llegar a alguna casa,
¡ Por siempre! es mi apelativo Como estoy acostumbrado,
¿Cómo les va mis señores? Saludo al grande y al chico,
Yo, bueno, para servirles. Pa que sepan qu'hi llegado.

(3641) Tincunaco: Es uiia fiesta. En carnaval suelen salir varias personas a


caballo, en busca de diversión, con música y flores; al encontrar otro grupo que
los aguarda se hace una fiesta. A este encuentro se llama tintunaco. Voz conocida
en el pueblo de Catamarca y La Rioja.
(3644) Esta copla debe ser del norte de Chile, en donde hay yacimientos de
caliche (nitrato de soda) en explotación.
(3646) Antes se saludaba al llegar a una casa con esta fórmula: ¡Alabado
sea Dios!, y se respondía: ¡Sea por siempre bendito y alabado!, o simplemente:
¡Por siempre!
628 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

3654 3661
Alzo mi copita al aire, ¡ Amalhayas quién se viera!
Me acuerdo de Buenos Aires, En Gualfín o Jasimana
Largo mi copita abajo, Comiendo chivitos gordos
Me acuerdo de mis trabajos. Con vinito de Animana.

3655 3662
Allá viene mi vidita, ¡ Amalhayas quién se viera!
Caminando por "La Costa", En los altos de "El Talar",
Con la bandera en la mano, Divisando buenas tierras,
Espantando la langosta. Catamarca y Tucumán.

3656 3663
¡Amalhayas Dios me diera! ¡Amalhayas quién se viera!
Una muía y un burrito, En los altos de "El Pelao",
Para pegar un galope, Divisando buenas tierras,
De Umanao a Corralitos. Cafayate y Colalao.

3657 3664
¡Amalhayas Dios me diera! ¡ Amalhayas quién se viera!
Un caballo vaso blanco, En los altos de Tafí,
Para pegar un galope Divisando buenas tierras,
De Gualfín a Palo Blanco. Colalao donde nací.
3657 - a 3665
i Amalhayas quién tuviera! ¡Amalhayas un caballo!
Un caballo cariblanco, Escardador y rosado,
Pa pegar un galopito, Tara pegar un galope,
De Gualfín a Palo Blanco. Hasta el pago de Eosario.
3658 3666
¡Amalhayas quién se viera! ¡Amalhayas un caballo!
En el alto i Cóndorhuasi Marcado de "Pozo Chico"
Divisando buenas tierras: Para tirar un galope,
Chañarpunco y Lorohuasi. A mi pago i "Pasto Chico".
3659 3667
¡Amalhayas quién se viera! ¡Amalhayas un cantor!
En el alto i Coripampa Que me cantara en voz alta,
Divisando buenas tierras: Y me hiciera recordar,
Guachipas y Talapampa. De los gauchitos de Salta.
3660 3668
¡Amalhayas quién se viera! A mí me dicen pampeña,
En el alto i Pampayana, Porque en La Pampa nací,
Divisando buenas tierras: A mí me dicen Diguín
Corral de Piedra y Anjuana. Pero no me llamo así.

i coplita la oí en Pampa Grande, en la casa de sus dueños, los


nombre cariñoso de la hijita del mayordomo, niña de ocho años
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 629

3669 3675
A mí me gusta a r a r f u e r t e ; Apenitas voy saliendo,
Cuando la y u n t a es pareja, Por ]a cuesta "El Cerro Bayo"
Atarle una r a m a grande, Divisando buenas t i e r r a s
Y tirarle de l'oreja. Pucarilla y Guasamayo.

3670 3676
A mis pobres bueyecitos, ¡Apure compañero!
Yo no los voy a alquilar, Que soy de lejos,
No los vayan a guasquiar Tengo que cortar pasto,
E n la cuesta "El Cebilar". P a mi conejo.

3671 3677
Ampascachi triste, A r r i b a de una alta peña,
La Viña llorando, Me senté a considerar,
Sólo en P u e r t a i Díaz, Los mil trabajos que pasa,
Cantando y bailando. Un marino en alta mar.

3672 3678

Andando de forastero, A r r i b a tejen las telas,


Yo sé cómo m'hi mafiar, Abajo las pisaderas,
Haciéndome el mosqui-muerto, A las m a n t a s de vicuña,
Lindamente lo hi pasar. No las tejen cualesquiera.

3673 3679

¿Ande será Cafayate? Atamiski es una planta,


Voy en mi muía rosada, Que tiene una blanca flor,
Talvez será cordillera, Unos buscan pa remedio,
Llevo mi buena frazada. Yo la busco pal amor.

3674 3680
Antinoche te mandé, Aticen esos tizones
Una pata y media res, Que dejen de e s t a r humiando,
Si no fueran tus hermanos, Si por mí para la tropa,
Te d u r a r í a más de un mes. Que por mí siga marchando.

(3672) Hacerse el mosquimuerto. Es hacerse el sueco, el mosquito muerto.


(3676) Esta es copla de arrieros, el conejo a que se refiere, debe ser su muía
sillonera.
(3677) Las fatiguitas que pasa
A la sombra de un navio Un marinero en el mar.
Me puse a considerar R. M. 7561.
(3678) Las pisaderas: Son dos maderas que están a la altura de los pies
en los telares criollos que alzan y bajan los hilos de la trama.
(3679) Atamiski o Atamisqui: Atamteqwea emarginata Miers, caparidácea»
Venturi la describe como "arbusto leñoso, espinado .abundante, que vive formando
matorral, ramas delgadas de corteza verde y madera amarillenta, no dura". Y
agrega que se llama mata negra en Córdoba, mata gusano en San Juan, atamisqui
en Santiago y atamisqui en la Pampa. Es planta de Catamarca, Tucumán, Salta y
Santiago (L. Borda).
630 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

3681 3688
Aunque no alquile sus bueyes ¡Ahijuna, pucha, puchana!
Seis c u . . . sé manejar, Flor de hormiga, miel de caña,
En la Cuesta de las Conchas, ¡ Si esta penca diera tunas!
Ahí vamos a rebenquiar. ¡ Y este cardón pasacanas!

3682 3689
Ayer dijo el capataz: Bala triste el corderillo
—Ensilla ese redomón, Hijo de la blanca oveja,
Sujeta bien de las riendas, En el corral encerrao,
Que es sillero del patrón. Mientras su mama se aleja.

3683 3690
Ayer salí de mi casa, ¡Bien haiga mi semillita!
Fa volver pasao mañana, Que yo la sembré en "La Costa",
Si mi viaje es con tardanza, No la pude cosechar,
Volveré a fin de semana. Por la maldita langosta.

3684 3691
Ayer tarde salí al campo, Brilla en el cielo de Cachi
A correr un mancarrón, La estrellita de la tarde,
Los gauchos se hacían pedazos, Quiero subir a la cumbre,
Como rancho en ventarrón. Para divisar "El Valle".

3685 3692
Ayer tarde salí al campo, Buenos Aires, buena tierra,
A recorrer bien temprano, Santa Fe para llorar,
Un airecito corría, De Los Llanos de La Eioja,
Como si fuera verano. No me quisiera olvidar.

3686 3693
¡ Ahijuna puta el quirquincho! Caballo quisiera ser,
Pariente de la tortuga; Caballito de carrera,
Cuando oye ruidito i gente, Para pegar un galope,
Mete la cola y se arruga. De Tilcara a Guacalera.

3687 3694
¡Ahijuay puta palomita! Safayate buena tierra,
Con las alas overitas, Animaná mejorcito,
Quisiera ser halconcito, Cuando riegan en San Carlos,
Pa hacerte una volcadita. Cosechan en Corralitos.

(3681) Cu... quiere decir buey por sinécdoque.


(3682) Esta copla parece ser de la canción N« 452 por el tema y sobre todo
por el cuarto verso.
(3686) El quirquincho que se arrolla no es el común sino el llamado guir-
quincho bola. Tolypeutes conurus (P. Geoff), otra especie de desdentado, que tiene
de tal manera dispuesto el carapacho, que puede hacerse como una bola (L. Borda).
(3688) Flor de hormiga: Es el guano de la hormiga.
(3694) Me dijeron algunos vecinos de San Carlos que los de Corralitos lea
robaban las cosechas; a esto llama la copla cosechar.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA €31

3695 3700
Cafayate, buena tierra, Ciudadano soy, señores,
Como ese pago no hay, Ciudadano de "El Salao",
De las vainas de algarroba, Mucho me gusta el mistol,
Sacan el lindo patay. Pero que sea bien golpiao.
3696 3701
Cafayate, buena tierra, Corren las nubes del cielo,
Tucumán, mucho mejor, Y nadie sabe por qué,
¡Qué se quiere comparar ¿Será por que ha i correr viento?
La urpila con el pichón! ¿Será por que va a llover?
3697 3702
Cafayate puro vino, Cuando el cigarro se acaba,
Y San Carlos mucho trigo, El patrón te vuelve a dar,
Los sáltenos son de plata, Primero apunta en el libro,
Tucumanos de batata. Por sí se puede olvidar.
3698 3703
Carnero Bale a los campos, Cuando el chancho se ha empacao,
En busca de la majada, Y está comiendo los perros,
Si l'halla a la oveja sola, Se hacen astillas los gauchos,
Le cantará una tonada. A ver cuál mata primero.
3699 3704
¡Catalina, Catalina! Cuando el pobre llega a tiempo,
Lindo nombre de Aragón, Y los mates van cruzando,
¿Qué encargo me quiere hacer Dan al pobre un mate chulla,
Que para España me voy? Con los palitos nadando.

(3697) Sobre el tema de poner apodos y adjudicarles defectos o virtudes a


los vecinos de pueblos cercanos, hay numerosas coplas en España; véanse estas
coplas que aluden a producciones:
De Tonox, la caña dulce, Para patatas, Trescasas;
Y de Nerja, las batatas; Para nabos, La Lastrilla,
De Vélez, el boquerón; Y para chicas bonitas,
De Málaga, las muchachas. Las de Espirdo y Basardilla.
Dice Ge. P. Pág. 261. D. G. P. Pág. 262.
(3699) Esta copla es el principio del romance de "El reconocimiento del
marido":
—Catalina, Catalina, Ya me embarco para Francia,
Lindo cuerpo aragonés, ¿Qué mandas a tu querer?
V. Cifuente. R. P. y V. N* 17.
(3700) El río Pasaje o Juramento, como se llama en su curso medio, al pasar
por "La Frontera", toma el nombre de Salado en Santiago y Santa Fe. El paisano
de la copla dícese ciudadano del Salado y ser aficionado al mistol; luego es san-
tiagueño.
(3704) Chulla (voz quichua). Significa limpio, claro, ralo, licor o agua lim-
pia, sin heces. Chuyana, es purificar (J. M. Grimm).
En este sentido se usa en Catamarca y Salta y también en el de cosa lí-
quida, opuesta a la misma substancia sólida.
Así se dice masa chulla a la que no está dura.
Mate chulla, es el mate (infusión de yerba mate hecha en una calabaza chica
llamada mate) lavado, esto es, sin mayor sabor a yerba. Así queda el mate cuando
se ha echado muchas veces agua y no se ha cambiado la yerba. El mate chulla
se da a los chicos cuando se deja de cebar mate. La descripción que hace la copla
es exacta, pues los palitos de yerba sobrenadan en el mate chulla, pues una vez
lavados resultan livianos y flotan.
632 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

3705 3711
Cuando en los campos me hallaba, Cuando salgo de este pago,
Trabajando de puestero, Alto mi lazo a los tientos,
Terneritos enlazaba, Alzo, mi vida, a las ancas,
Para echarlos al potrero. Y me acuerdo de mis tiempos.

3706 3711 - a
Cuando está lloviendo mucho, Cuando ensillo mi caballo,
Horrorizan las rodadas, Me recuerdo de mis tiempos,
Si no se cortan las riendas, Alzo mi gaucha a las ancas,
Peligran las cabezadas. Y echo mi lazo a los tientos.

3707 3712
Cuando están cebando mate, Cuando salí de mi pago,
Y yo me encuentro presente, Blanco era como almidón,
O me dan un mate frío, Ahora en lejanas tierras,
O un chulla, amargo y caliente. Soy más negro que el carbón.

3708 3713
Cuando la tropa i carros Cuando salí de mi pago,
Viene llegando, Salí por unos poleares,
Ya salen los vallistos A visitar los fragüenos,
Remolineando. Y a conocer los lugares.

3709 3714
Cuando me fui para Chile, Cuando un potrillo relincha,
Me enterraba la nevada, Es porque algo ha de desiar,
Mis pobres ojos se helaban, Si no es la leche su madre,
Y mi corazón lloraba. Es porque no sabe hablar.

3710 3715
Cuando me fui para Chile, Cuando vine del Perú,
Y me topó el "Viento blanco", X Traje mi caballo bayo,
Lloraban mis tristes ojos, Como era largo el viaje,
Lágrimas de amargo llanto. Lo cambié por un zapallo.

(3707) El mate chulla, amargo y caliente, es el peor mate para aquel que
acostumbra tomar mate dulce, porque es beber agua caliente con bombilla.
(3709) Esta y la copla siguiente es de remeseros o arrieros, que llevan to-
ros a Chile.
(3710) Viento blanco, es el viento huracanado de la Cordillera de los Andes
que lleva consigo nieve, causa serios trastornos a los viajeros y a sus bestias. El
Sr. Juan Carlos Dávalos ha escrito sobre este asunto páginas bellísimas.
(3713) Fragüenos; llámase así a los vecinos o naturales del lugarejo La Fra-
gua, en Santiago del Estero, Dpto. de Copo Segundo, en la margen izquierda del
río Horcones.
CANCIONERO b n P TT T. A R T) E SALTA 633

3716 3720 - a
De abajo viene lloviendo, Después de la breva el higo,
El mundo se viene abriendo, Y con la cebada el t r i g o ;
Los pastos se van secando, De la leche la cuajada,
Adelante floreciendo. De la cuajada, el quesillo.

3717 3721

¿De ande salís, colla chuta, Dé la noche a la mañana,


En esta noche tan clara, Cuando va saliendo el sol,
A echar pelos a la leche Las tortolitas palomas,
Y a ensuciarme la cuchara? Buscan un nido de amor.

3718 3722
De Caracoles pa arriba, De mi casa p a r a fuera,
Caminando t r e i n t a leguas, Oí g r i t a r a un perdido,
Ahí se separan las huellas: Este había sido el Amor,
Mejillones y Las Cuevas. Compañero y fiel amigo.

3719 3723
Decía una boliviana, Dentre las aves del campo,
Mirando un mocito r u b i o : Me gusta el pala-palita,
— ¡ M a i m a n t a que ha i ser el mío! Tiene p a t i t a cholita,
Ese mocito es el tuyo. Y la cabeza pilita.

3720 3724
De la breva nace el higo, De Rumiarco m' hi venío,
De la cebadilla el trigo, En mi caballo picazo,
De la leche la cuajada, Sombrero de sobrepelo,
De la cuajada el quesillo. Mi faja de cuenta i lazo.

(3717) Chuta: llámase chula al indio aimará de La Paz (Bolivia).


La copla me parece que es un conjuro o cosa así contra las brujas, pues tengo
oído en Catamarca que las brujas andan de noche, montadas en escobas. Entran
a las casas sin ser sentidas y se entretienen como los duendes en echar pelos a
la leche, ensuciar el agua clara que se guarda para cocinar, mezclar el maíz molido con
tierra y otras travesuras más.
Las brujas suelen salir en las noches oscuras, y por eso el paisano cantor de
esta copla se extraña de que aparezca en noche clara. Tal vez en su origen la copla
haya empezado así: De ande salís, chuta bruja.
(3718) Caracoles y Mejillones son ciudades del Dto. de Antofagasta en Chile.
Hay en Salta, en el camino a Chile, un lugar llamado "Las Cuevas", Dto. de Ro-
sario de Lerma, en la cuesta de Abra Muñayoc. Hay en Mendoza, Dto. Las Heras,
otro lugar llamado "Las Cuevas", también en el camino a Chile.
(3720) Cebadilla, cebada silvestre, que crece como pasto a las orillas de las
acequias. Tiene su parecido con el trigo, pero entre las dos plantas no hay de-
pendencia, como la hay entre la cuajada y la leche.
(3724) La mayor pobreza de un paisano de "La Frontera", especialmente en-
tre los "gauchos", es no tener un lazo. Asi que el de la copla es gaucho paupérrimo,
puesto que a más de carecer de lazo, le falta lo indispensable para su montura,
el sobrepelo, y de ahí que pone bajo el recado su sombrero, como a guisa de lazo
pone su faja.
634 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

3725 3731
De Salta vengo, señores, Despacito por las piedras,
Por Zuviría y Chicuana, Por lo llano al galopito,
Los cotos me han convidado, Pero si te apuras mucho,
Quesillo con lachiguana. No andarás ni al trotecito.

3725 - a 3732
Desde mi pago hi venío, Después que pintan las uvas,
Pasando para Chicuana, Viene el chañar madurando;
Porque allá me han convidao, Y los zorros en las plantas,
Quesillo con lachiguana. Que se las pelan gritando.
3726 3733
Desde abajo m'hi venío, De toditos mis caballos,
Arrastrando mi bajera, Mejor es mi pierna blanca:
Por eso todos me dicen, Para pegar un galope,
Mocito cara i cuajera. Desde aquí a la Salamanca.
3727 3734
Desde abajo m'hi venío, De toditos mis caballos,
Hilando finito el hilo, El mejorcito es mi blanco,
A mi vidita ¡e dije: Donde lo bota su dueño,
Que me aguarde en aquel filo. Muerde el freno y busca el campo.
3728 3734 - a
Desde abajo m'hi venío, De todos mis caballitos,
Corriendo er. un teatinal, Mejor es mi pico blanco,
Echándome ;. !as costillas, Cuando le ciño la cincha,
Por detrás d-:! animal. Masca el freno y busca el campo.
3729 3735
Desde arriba m'hi venío, De toditos mis caballos,
En mi potro redomón, El mejor es mi alazán,
Traigo una pulga morada, Para pegar un galope,
Debajo del jaquimón. Desde aquí hasta Tucumán.
3730 3736
Desde arriba m'h'i venío, Dicen que el mundo es redondo,
Sólito y sin compañero, Pero tiene cuatro cortes,
Sólo con mi pobre poncho, Tiene el naciente, el poniente,
Y en el bolsillo el pañuelo. Tiene el sur y tiene el norte.

(3726) Bajera: Llámase así a la jerga que va sobre el pelo del caballo, abajo
del sobrepelo nuevo.
Cuajera: por cuajo, esto es, el cuajar de la vaca, que suele guardarse seco
en los zarzos.
(3728) Teatinal: Lugar donde abunda el teatín.
Llámase teatín, en Salta, a una planta de dos a tres metros de alto, con mu-
chas ramas espinudas nacidas de la raíz. Las hojas tienen dos puntas duras como
púas. Suele ser el teatín el terror de los corredores del monte. Conocí la planta
en Chicoana.
Lillo da esta explicación: "Arbolito espinudo, delgado, pequeño, inútil, de
madera dura, veteada, color café. En enero está cargado de flores blancas, etc.
Su nombre científico es: Acacia Purcata-Gill".
CANCIONERO h u r u u A tí U E SALTA 635

3737 3743
Dicen que en Guaitiquina, El gallo con la gallina,
De aquí a dos meses, \Castian dentro la cocina,
Va empezar el trabajo, Ca| cabras y las ovejas,
¿Qué te parece? Castian en la loma arriba.

3738 3744
Echen Tagua por la toma, El hombre es como la bola,
Kegaré mi sementera, Pa rodar como pelota,
No digo toda la noche, Le toca la mala suerte,
Sino un ratito siquiera. r>A «nn provincia para otra.

3739 3745
Echen vacas al corral, El hombre que sale al campo,
Y terneros al chiquero, Sale forrado de cueros,
A mí echemén para el medio, Si llega a empacar un tigre
Que soy churo pa lechero. Vuela a defender sus perros.

3740 3746
El almidón es comida, El oso es mal enemigo,
El almidón es mandioca, Cuando se llega a empacar,
Anoche comí un poquito, ¡Pobrecito de aquel hombre,
Toavía está dulce mi boca. Que se ha dejado abrazar!

3741 3747
El árbol del monte sabe, El perro que olfatia al tigre,
El tiempo en que reverdece, Va despacito y al trote,
Vuelven las aves al nido, Y el hombre que no es cobarde,
Tan luego que la hoja crece. Va secretiándolo al monte.

3742 3748
El caballo que yo tengo, El que quiera chupar caña,
Cría es de un potro castaño, Que vaya al cañaveral,
En cada casa que llega, Allá tiene larga y corta,
Saluda como cristiano. Como cañas de pescar.

(3737) Huaitiquina: La línea férrea del trasandino por Salta a Chile tenía
en su primer estudio como punto terminal, de la parte argentina, el lugar llamado
Huaitiquina o Guaitiquina, sobre el límite de los dos países; ahora es Socompa,
más al sur. La línea férrea de referencia se llama Ramal de Salta a Huaitiquina,
pero la gente para abreviar llámale Huaitiquina o Guaitiquina solamente.
(3741) Esta copla está formada con los cuatro primeros versos de la cuarta
décima de la canción N* 376.
(3743) Castiar: Este verbo significa en Catamarca y Salta, acción carnal,
pero solamente aplicada a los animales y en especial a las aves. El gallo que usa
con frecuencia de la gallina se llama castiador y castizo.
(3745) El gaucho salteño, cuando va al monte sale efectivamente forrado de
cuero. Primero son los guardamontes que van adelante de la montura, después él
con su guarda calzón y coleto y por último la copa del sombrero guarnecida por
un casquito de cuero. Tanto el guarda calzón como el coleto y el sombrero retobado
son de cuero con el lado del pelo para adentro, a fin de esquivar mejor la acción
de las espinas. Estas resbalan en el cuero y no entran nunca.
(3746) El oso de la copla es el llamado hormiguero.
636 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

3749 La flor me viene diciendo:


El que salió de su casa, ¡Agüita, me has de r e g a r !
Sólo la prisión merece, 3756
P a r a abajo es buena tierra,
Pero de agua se padece. E n la falda de aquel cerro,
Yo corrí una vaca overa,
3750 Al ruido los guardamontes,
El que se va se consuela Salí echando polvadera.
Con las leguas del camino,
Porque va con la esperanza, 3757
De llegar a su destino. E n "La J u l i a " están pagando.
E n "La Chile" dando letras,
3751
E n " A t a c a m a " jugando,
El yesquero de pitar, Y en "El 18", la cueca.
Me han sentenciado quitar,
Y el eslabón de echar fuego, 3758
Me lo han de quitar más luego. En la plaza venden sandias,
3752 En el Cabildo melones,
En los bancos de la plaza,
En el monte en que vivimos, Se acuestan los dormilones.
E n t r e chanchos y leones,
P a r a perseguir al tigre, 3759
Se necesitan varones.
En las peñas donde vivo,
3753 Tengo un cuervo de campero,
Enero poco, Febrero loco, Se levanta y alza el vuelo,
Marzo poquito poco. Cuando se alzan mis terneros.
Y lo que llueve en Abril,
3760
Cabe entero en un barril.
E n San Carlos mucho trigo,
3754 En "Las Conchas" almidón,
E n la falda de aquel cerro, Cafayate y Tolombón,
Anda un minero perdido, P r e n d a s de mi corazón.
Buscando la mina rica,
3761
Del oro más encendido.
E n San Carlos ya no hay viñas,
3755 Todo el viento lo llevó;
En la falda de aquel cerro, Ya no quedó ni el recuerdo,
Tengo una flor por brotar, Del San Carlos que pasó.

(3757) Esta copla es chilena, pues los nombres que da son los de los esta-
blecimientos de explotación del salitre.
(3761) Es fama, en San Carlos, que en otros tiempos, quizás en la época
del rey, hubo un rico propietario de vida licenciosa malquisto con el cura párroco.
El hombre aquel era dueño de todo San Carlos, y el cura vivía de los diezmos
de esa rica heredad.
Recriminábale el sacerdote su mala vida y el hacendado iba poco a poco pri-
vando al párroco de los medios de subsistencia. Sufría éste hambres y penurias,
pero no cesaba de predicar la moral cristiana en desmedro del crédito del otro,
hasta que un día no tuvo el sacerdote ni siquiera aceite para alumbrar al Santí-
simo y así, antes que la lámpara del templo dejara de arder, subió al pulpito, pre-
dicó por última vez y alzando las manos al cielo maldijo al poderoso de San Carlos
que le negaba unas onzas de aceite, maldijo sus descendientes, sus sementeras, sus
animales y maldijo al río que sustentaba las tierras. Hoy sólo han quedado las
taperas de las casas ricas de otros años; por todos lados se ven vestigios de planta-
ción de viña en gran ecala; el viento va tapando con arena las paredes derrum-
badas; el agua del río se insume y pasa a varios metros por bajo del nivel de los
diques al enfrentar a San Carlos.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 637

3762 Ahora voy a escuchar bien,


E n t r e peones y puesteros, A ver que tal el garguero.
Se puede formar un cesto,
De lonjas, tientos y aperos, 3766
Bolas, mamador, cabestros.
E s la muerte de los piojos,
3763 La muerte más diferente:
Unos mueren en las uñas,
E n Tucumán venden s^ñáfas, Otros mueren en los dientes.
E n Cafayate melones,
En Tolombón y San Ca>los, 3766 - a
Cuentos y averiguaciones.
E s la suerte de los piojos,
3764 Una suerte diferente;
E n una muía hi venío, Unos mueren en las uñas,
Andando me tomó el su e ño, Otros mueren en los dientes.
Y ¡a mulita me dijo:
—¡Amigo, saquemé el freno! 3767
E s t e es el remate nuevo,
3765
El remate del Queñual,
Ese toro no es de aquí, Así se canta y se baila,
Ha i ser de los bañaderos, El día de su señal.

(3763) La copla N ' 146 de Jujuy es semejante a ésta. Al parecer, el tema


no es nuestro, pues en el Perú hay otra parecida, que dice:
En Trujillo venden causa, Y en la gran ciudad de Yca
En Piura ponderaciones, Cuentos y averiguaciones
Ar. Peruanas. Cuad. 2. Pág. 26.
En el Diccionario Geográfico Popular de G. V. Martín se registra esta otra
copla, que también ofrece parentesco:
En el Haba venden habas; En Villanueva, sandías,
En don Benito, melones; Y en Campanario, sermones.
Pág. 160.
(3766) Es costumbre entre la gente de los pueblos serranos, muy apartados
de los centros cultos, el de matar los piojos de sus ropas o de su cuerpo apretán-
dolos con las uñas de los dedos grandes de las manos y en aldehuelas primitivas
perdidas entre los montes el de matarlos apretándolos con los dientes. Esto he
visto yo en los arrabales de Cachi, en el caserío ubicado al sur, en el patio de una
casa situada en un bajo, a la orilla del camino. En los pueblos casi indígenas de
La Puna se usan ambos modos de matar piojos.
Cuéntase que un hombre a quien la mujer lo insultaba casi a diario llamán-
dole: "Piojoso, piojoso", resolvió en un rapto de ira, echar su consorte en el río
crecido. Dicho y hecho; la mujer fué lanzada a la corriente y tan porfiada era que
aun ahogándose, sacaba las manos y daba una uña con la otra, para decirle con
señas a su marido: "Piojoso, piojoso"...
(3767) La señal o la señalada: Los montañeses de Salta, Jujuy, Gobernación
de Los Andes y los tucumanos de Colalao del Valle, realizan la yerra o marcación
de su ganado con una fiesta entre religiosa y mundana, llamada señal o señalada.
Tuve oportunidad de encontrarme en varias de estas ceremonias y aunque
ellas varían según los lugares, trataré de resumir aquí las partes importantes de
estas solemnidades.
El día que se va a señalar el ganado: llamas, ovejas y cabritos, es conocido
por el vecindario, porque su propietario avisa e invita con tiempo, hace la minga,
esto es, solicita la ayuda de los vecinos. El mingador está obligado a dar comida
y bebida en abundancia a los mingados.
En Catamarca y La Rioja solía hacerse la minga para cosechar el trigo o
las uvas en tiempo de vendimia. Hecha la citación para un día determinado, que
no será ni Martes ni Viernes, porque estos días son nefastos para hacer cualquier
638 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

3768 3769 - a
Este es el remate nuevo, ¡Lucero de la mañana!
Sacao del cerro "El Cajón", Claro como el mesmo día,
Así se canta y se baila, ¿Cómo no me recordaste
Celebrando este mojón. Ai primer clariar del día?

3769 3770
¡Estrella el amanacer! Filo abajo,, filo arriba,
¡Estrellita de alegría! Echaditos de barriga,
¿Cómo no me despertastes, Recogiendo las pepitas,
Al venir clariando el día? Como si fueran hormigas.

(3768) Mojón, aparte del significado corriente de esta palabra, tiene la de


indicar un montón de piedras puestas en el patio de la casa o en la proximidad
de los chiqueros de cabras y ovejas, para realizar una ceremonia religiosa a la
Pachamama en ciertos pueblos de los Valles Calchaquíes, Jujuy y Territorio Na-
cional de Los Andes. Véase la nota a la copa N* 3767.
(3770) Esta copla describe la costumbre de los vecinos de La Rinconada en
Jujuy, quienes salen después de una lluvia a recoger pepitas de OTO en los alrede-
dores donde hay arenas auríferas. Yo he visto comprar en los almacenes y pagar
con estas pepitas de oro, a los paisanos de La Rinconada y Santa Catalina.

operación con el ganado: señalada, matanza o venta, se espera a los invitados;


éstos, si viven lejos, llegan la víspera. Por lo común, la fiesta con baile y liba-
ciones, suele empezar con los recién venidos y dura toda la noche.
El día de la señalada, el dueño de casa nombra los padrinos de la ceremonia;
la designación Tecae en un hombre y una mujer de su familia o de sus amistades.
Todos celebran a los padrinos bebiendo chicha. Sobre una mesa, la más grande de
la casa, o a falta de ella sobre un poncho extendido en el suelo, echa el dueño de
casa un buen puñado de coca. Los asistentes se paran en torno y van diciendo al
dueño, cada uno a su turno: "¡Con su permiso!" y levantan hojitas, tratando de
que éstas sean enteras. Cada invitado separa las hojas que ha levantado según
su tamaño. Las grandes representan animales grandes, vacunos, si los hay, o sino
burros o llamas; las medianas representan las ovejas y las más chicas los cabritos

trega un puñado **^ »»^jcvo e x i m i o . ¿suscie-ntus uumus , y ie entrega otro puñado


de hojas y así va deseándole un numeroso multiplico a medida que entrega e
las
hojas.
A veces estos deseos se formulan en verso; así, con ese fin, fué hecha la
copla que comentamos.
Cuando todos han cumplido con expresar sus deseos, pasan al corral y allí
los padrinos sacan una cabra y un chivo o una oveja y un carnero; estos anima-
les son llevados al mojón, que por lo común se levanta en el patio de la casa o
en la proximidad del corral. El mojón es un montícuo de piedras blancas que
se conserva de año en año para la operación del casamiento.
La madrina toma la cabra y el padrino el chivito, y ayudados por los cir-
cunstantes adornan los animales, atándoles del pelo o de las orejas o cuernitos unos
hilos rojos de lana cuntí, que los paisanos compran a los herbolarios del valle de
Yungas en Bohvia; es lana de alpaca teñida con tintes especiales.
Cuando falta esta lana que es del ritual, tiñen de rojo otros hilos de lana de
oveja y los usan en su reemplazo.
El Sr. Ambrosetti dice (Supersticiones y leyendas), que atan hilos de diferen-
tes colores, yo no he visto tal cosa, siempre que he presenciado estas ceremonias, he
visto usar lana roja.
No dicen los campesinos cuál sea el objeto de esta práctica que ellos llaman en-
pr,°rnf™H s u p ° n g £ c ? n E n c B o m a n > 1 u e e l hecho responde a una usanza tradicional,
en otrenda a la Pachamama.
Después que han adornado bien a los dos animales, el padrino y la madrina los
llevan al mojón, que también ostenta hilitos rojos de la misma lana, les alzan las
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 639

3771 3773
Hace decir mi t a t i t a , ¡Hermanito de fulano!
Que tenga muy buenas tardes, ¿Te vas a "La Ovejería"?
Si no le vido pasar, Te han de comer los caranches,
Una res de buena carne. Quedarás la güesería.

3772 3774
Hay lazos de cuatro tientos, Juahijuna mi tata viejo,
Más fuertes que otros de seis, Se le quebró la picana,
Y no consiste en el uso, Fué costiando por el monte,
Sino en saberlos hacer. Y se quedó en la cañada.

(3774) Picana: Llámase así a una caña o varilla larga con punta para picar
los bueyes de las carretas. Supongo que esta palabra se forma así: de pica, voz cas-
tellana, y na, partícula quichua que significa lo que sirve para. De este modo,
picana sería instrumento o cosa que sirve para picar.

patas delanteras y las apoyan de rodillas en el mojón que tiene forma de cono, luego
los hacen topar y cuando los animalitos tienen unidas las cabezas, el padrino dice,
haciendo la señal de la cruz sobre la cabeza: En el nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo, después le ponen en la boca hojas de coca, les dan chicha con un
jarro y los sueltan, ese es el casamiento.
Me han dicho en Santa Catalina (Jujuy), que cuando termina el casamiento, los
paisanos traen en el poncho o en el sombrero, centenares de piedritas, que recogen
del suelo y las arrojan al mojón, diciendo:Yo quiero que para el año tenga este nú-
mero de ovejas, de llamas o de cabras.
Terminado el casamiento, pasan todos al corral, el padrino hace la primer seña-
lada, después siguen los demás.
La señal propiamente dicha, consiste en un corte hecho con un cuchillo a una
oreja o a las dos del animal. Si el dueño de la majada usa para señalar su hacienda
la marca dicha el zarcillo, hace el corte de tal manera que quede una tirita de oreja
colgando; este zarcillo puede ser de una oreja o de las dos. Si la señal es la muesca,
le hará el corte en forma de media luna al lado de la oreja. Cuando usa la horqueta,
entonces hará en al punta un corte en forma de ángulo agudo.
Estos tres tipos de cortes, se convinan en muchas formas, así uno usa zarcillo
y muesca de la oreja izquierda y otro muesca y horquetas en la oreja derecha.
Algunos acostumbran señalar con dos zarcillos en una sola oreja, otros, dos muescas
en la extremidad de la oreja derecha y así varían en muchas formas. La operación
dura una hora o dos, entre el balar de los corderos y cabritos y el ir y venir de los
jarros de chicha. Las manos ensangrentadas de los señaladores no las limpian en las
piedras de las pircas sino que, de tiempo en tiempo, las hacen pasar casi con religio-
so respeto por la cara de la esposa del dueño o por la de las de sus hijos, de esta
manera les desean mayor múltiplo para el año.
Terminada la señalada, propiamente dicha, se inicia otra ceremonia, es la lar-
gada del ganado. Todos los que han asistido a la fiesta, se paran formando cordones
en la puerta del corral que mira casi siempre al este. Allí están para obligar a la
majada que salga en orden y no se desparrame de inmediato. Abren las tranqueras
y salen atropellándose los animales hambrientos y doloridos, los circunstantes los
arrean un trecho de cien a doscientos metros campo afuera, cuidando de los lados
para que todos tomen la dirección de la salida del sol. Cuando la hacienda ha andado
un trecho largo, los paisanos allí mismo donde están se hincan de rodillas, ponen el
sombrero en el suelo y con las manos juntas rezan un Ave María, un Padre Nuestro
y un Credo, así piden a Dios aumente la hacienda a su dueño. Al terminar la plega-
ria, que se ha hecho cara al sol, regresan a la casa y la fiesta que ha empezado la
víspera con los recién llegados, sigue con entusiasmo.
660 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

3775 3781
La cabrilla voltia el pelo, Las nubes están cargadas,
La oveja voltia la lana, Agua Dios quiere llover,
El peje dentro de Tagua, Mañana por los caminos
Al año voltia la escama. Agua turbia ha de correr.

3776 3782

La chala con el tabaco, La vaca viene balando,


Ser compañeros prometen, Por medio de aquellas peñas,
Para llegar a una casa, Viene pasando cañadas,
El cigarro es alcahuete. Viene buscando la senda.

3777 3783
La gente de esta jarana, La vida del militar,
Junto a la vieja carreta, Es una vida privada,
¡Jarana, jara, jarana, No come ni duerme a gusto,
Buenos mates con galleta! Y vive a la disparada.

3778 3784
La mujer que quiere a un colla, ¡ Madrecita "lachiguana",
Ya sabrá lo que le toca, Pariente del "moro-moro",
Un pedacito de yista, Sobrimta de la "bala",
Y un atadito de coca. Prima hermana del "guancoiro"!

3779 3785
Larguen Tagua por la acequia, Mama se llama Apacheta,
Que se riegue el melonar, Y mi padre Cerro Negro,
Aunque no sepa comer, Yo me llamo Cachi-pampa,
Siquiera pa convidar. Mi apellido es Hervidero.

3780 3785 - a
Las campanas de mi pueblo, Yo me llamo Cachipampa,
Sí que me quieren de veras, Mi apellido es Hervidero,
Cantaron cuando nací, Mi madre es el Cerro Overo,
Llorarán cuando me muera. Y mi padre el Cerro Negro.

(3776) No os ésta la única copla en la que se alude a tan triste misión del ci-
garrillo, véase esta otra:
No hay vicio como el cigarro, Allegarse a cualquier rancho;
Pa tener introdución, ¡Señora, pase el tizón!
Cancionero de Jujuy, N' 3311
En España, al menos en Murcia, el cigarro también hace el papel de Celestina:
¡Con excusa de la lumbre, Que te sirve de alcahuete;
No hay vicio como el cigarro, En todas partes te metes!
A. Sevilla, 1780.
(3785) Los lugares y el cerro citados en esta copla están relativamente próxi-
Si°StrUn°? c o n o t r o s - E 1 camino de Molinos al Valle de Lerma, pasa por La Apacheta,
El Hervidero, Cachipampa, enfrenta al Cerro Negro y sigue por la cuesta del Obispo,
para continuar por la quebrada de Escoipe y caer a Pulares.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 641

3786 3791
Me gustan dos buenos bueyes, No hay árbol como l'higuera,
De voltero y de madrino, Que da dos frutos al año,
Para ponerles la rastra, Primero da ricas brevas,
Y mostrarles el camino. Después los higos tamaños.

3786 - a 3792
Me gusta una yunta i bueyes, No hay otra vida más triste,
Un voltero y un madrino, Que la vida del carrero,
Amarrarles un buen palo, Con el cabresto en la mano,
Y mostrarles el camino. Sofrenando al cadenero.

3786 - b 3793
Cuando un buey le salga bueno, No hay planta como la parra,
De voltero y de madrino, Que nos dé lo suficiente,
Atelé una rama grande, De la pasa se hace arrope,
Y no le limpie el camino. Y del arrope aguardiente.
3787 3793 - a
Metamos mano a la obra, No hay planta como la parra,
Que se siga trabajando, Que da fruto suficiente,
Por un ratito de empeño, Primero: pasas y arrope,
Todo el día mañeriando. Después vino y aguardiente.
3788 3794
Mis alforjas rotas, Oyendo toriar los perros,
Mi faja pitada, Salí diciendo ¡a topar!
Mi camisa chiche, Había sido Juan Valor,
Mi coca mascada. Que había salido a chanchar.
3789 3795
Mucho me gusta coi-rer, ¡Palo i nogal!
Un novillo bagualón, ¡Palo i chalchal!
Para dentrarme en ^l monte, De día en la collera,
Darle guasca al mancarrón. De noche al corral.
3790 3796
Nada traigo en las alforjas, Para fumar un cigarro,
Y nada en el corazón, Tres cosas has de tener,
La muía viene liviana, El tabaco y el papel,
Y liviano vengo yo. Y el fuego con qué prender.

(3786) De los dos bueyes que tiran el arado o el carro, el de la derecha es


el voltero es el quien da las vueltas, el otro se llama madrino. Hambién se dice ma-
drino al buey manso, que se acollara al toro malo para traerlo a los corrales. Ambas
voces son muy usadas en el Norte del país.
(3788) Pitada: es forma españolizada del verbo quichua pitai - cortar.
Chiche: es en quichua el pezón de las glándulas mamarias, pero no tiene ese
sentido en la copla. No sé qué querrá decir. Si fuera chilpi, entonces sería, roto, des-
cosido, deshecho, pero tal como la he oído, no entiendo esta voz.
(3792) Cabresto: es el cabestro.
(3794) Juan Valor: es lo mismo que Juan del Campo, o Juan del Monte, per-
sonaje mítico, véase la nota de la canción N9 407.
41
642 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

3797 3803
¿Para qué quiero este toro, ¿Qué haremos con tanto toro?
Si no me ha de dar producto? De tantos vua capar uno,
¿Para qué quiero tener Porque en medio de la tropa,
En mi tropa un toro bruto? Quiero tener un toruno.

3798 3804

Pa traer un toro malo, ¡Qué lindo para el verano,


Y echarlo en las invernadas, Cuando principia a llover!
Lo ato a la cincha el caballo, Todos los árboles secos,
Con la cabeza tapada. Vuelven a reverdecer.

3799 3805

Parece mentira, niña, ¡Qué lindo pelian los toros!


Niña, parece mentira, Cuando están en el mogote,
Cuando se empaca el varero, Cuando el uno le aventaja,
Ei cadenero se estira. L'otro le baja el cogote.

3800 3806

¡Pobrecito mi caballo! Quisiera ser como el toro,


Ha gastado su herradura, Para estar en mi rodeo,
Como quiera pasaré, Bajar de Ruiz de los Llanos,
Pollerudo como cura. Entre vacas y terneros.

3801 3807

Por el cerro voy güellando, ¡Río de Guachipas!


Una prenda qu' hi perdió, ¡Cuan crecido vas!
La guella ya está borrada, Tiróte una piedra,
Por el tiempo que ha corrió. Vuélvome p'atrás.

3802 3808

¿Qué haremos, compañeritos, Salteñitos pura plata,


Parados en esta esquina? Cafayate puro vino,
Vamonos a trabajar, AmbTayistos pura paja,
A la línia el Guaitiquina. Colaleños pura añapa.

(3800) Como el pantalón bombacha es para andar a caballo, resulta que el


paisano de la copla, al no poder usar éste, anda con bombachas a pié y por esto
dice que se parece a un cura.
(3808) Amblayistos: vecinos o naturales de Amblayo, distrito del Dto. de San
Carlos, rico en pastos naturales para la cría de ganado. De Amblayo son los afama-
dos quesos de su nombre.
Colaleños: son los vecinos o naturales de Colalao, llamado también Colalao del
Valle. Departamento tucumano de los Valles Calchaquíes, entre Salta y Catamarca,
muy rico en algarrobales.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 643

3809 3815
San Carlos es buena tierra, Soy de Rumiarco,
El Carmen para llorar, Soy rumiarqueña,
De Animaná y Cafayate, Traigo una rosa,
No me quisiera olvidar. Catamarqueña.

3810 3816
San Carlos, yerba y azú c a r ) Soy de Salta, soy salteño,
Animaná, almidón, Soy de Jujuy, soy jujeño,
Cafayate y Tolombón, Ahora que estoy en "La Isla",
Sangre de mi corazón. Soy de "La Isla"; soy isleño.

3811 3817
Sé boliar en campo abierto, Soy ese pobre muchacho,
Sé cuidar un parejero, Que fia nacido en "El Potrero",
Sé desollar una res, ¿>ombrero i lana de oveja,
Sin pegarle un tajo al cuero. Y pantalones de cuero.

3812 3818
¡Se ha perdido un chanbao! Subió la cuesta,
Dijo un vallisto, Miró la pampa,
Buscaron por todas par ;eS) Y de Tres Cruces,
Nadie lo ha visto. Se fué a Abra - Pampa.

3813 3819
Si esta casa fuera cártel, Taco bola en el árbol,
Yo no tendría mucha pena, Dulce lindo azucarao,
Siendo las cumbreras grillos, Y picando fuerte el sol,
Las costaneras cadena^. Comeremos bolanchao.

3814 3820
Sólo dos noches y un di a Tené presente, vidita,
Estuve en "La Cordillera", Y la razón me has de dar,
Lloraba a cada momento, Que el potro cuando es más bravo,
Pidiendo que me volvieran. Sale de mejor andar.

(3810) Véase esta copla española del mismo tema:


Cartagena me da pena, ¡Cartagena de mi vida!
Y Murcia me da dolor; ¡Murcia de mi corazón!
Dice. G. P., Pág. 301.
(3813) Costaneras: Llámase así a la tabla primera que se forma al aserrarse
un tronco de árbol, rollizo o labrado. Como estas tablas son desperdicios en los ase-
rraderos de los bosques, los obreros hacen con ellos las paredes de sus ranchos.
(3816) El Sr. R. Marín trae esta copla parecida:
De Sebriya, sebriyano; Yo, para serbir a usté,
De Málaga, malagueño; Soy de Orberita, orbereño.
R. M., 7928.
(3819) No entiendo el primer verso -Taco, es árbol en quichua, pero Taco bola
en el árbol, no es inteligible.
Bolanchao: Es una pelotilla hecha con la fruta del mistol amasado y endurecida
o mezclada con harina de maíz tostado. Es de uso en Santiago del Estero, donde cons-
tituye una golosina para los chicos en las poblaciones del campo.
6UU J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

3821 3828
Tengo mi lindo caballo, ¡Vidita de mi vida!
Mi lazo y mis nazarenas, Soy de Navarro,
También tengo un amador Yo no pico en carreta,
¡De aquellos que quitan penas! Pico en un carro.

3822 3829
Tengo una muía ligera, Voy a pitar un cigarro,
Como el caballo mejor, De mi chala y mi tabaco,
Dicen que salen así, Nadie me hay privar mis gustos,
Cuando es overo el hechor. Aunque pite cada rato.

3823 3830
Tigre soy en la fijeza, Ya comienza el carpintero,
Halcón soy al agarrar, Con el compás y la sierra,
Cuervo me llamo al caer, Acaba con las astillas,
Y águila soy al volar. Principia con la madera.

3824 3831
Tonada cafayateña, "Va me voy pa Cafayate
Cantorcito tolombeño, Kumbiando por la ladera,
La coplita es fronteriza, Mi mulita rebuznando,
Y el rematador pomeño. De miedo la tembladera.

3825 3832
Tres patadas pegó macho, Ya mi hi aburrió en "La Viña",
En el pueblo i Cafayate, Ya me voy para Chicuana,
Arrastraba al "malacara", Aquí los cotos son chicos,
Alma negra el "gualacate". Y allá como lachiguana.

3826 3833
Unos corren la vaca, Ya sale la luna hermosa,
Otros la enlazan, Con sus colores de plata,
Unos sacan el sebo, Con su madejita i seda,
Otros la grasa. Dando vueltas se desata.

3827 3834
Vamos a Lima, Ya se viene la nevada,
Allá es mejor, Tapando lo desparejo,
No hay Juez de Letras, ¡ Apuren, compañeritos...!
Ni Corregidor. ¡A la huella, toro viejo!

(3821) Nazarenas (F. Pl.) "Grandes espuelas, muy usadas por el gaucho de
antaño y que eran de mucha utilidad para el domador. Se llamaban así probable-
mente porque se recordaban por su forma el nimbus y la corona del Nazareno. Tam-
bién las llamaban lloronas, por el ruido particular que producían al ser usadas. —
(Segovia).
(3822) Hechor: es el garañón.
(3828) Picar en carreta o en carro: es dirigir una cosa u otra; picar es agui-
jonear con la picana a la bestia, en especial al buey.
(3832) Coto: bocio.
(3834) Copla de arriero. Refiérese a la travesía de la Cordillera de los Ande3,
en donde son terribles las tormentas de nieve.
CANCIONES KJ r- u r u L A R DE SALTA 645

3835 Los terneritos muriendo,


Y los caranchos comiendo.
Ya se viene la nevada,
Todito viene blanquiando,
A donde se va asentando, 3839
El frío me va quemando.
Yo me llamo Manuelito,
3836 Mi apellido es José Juan,
Soy nacido en Buenos Aires,
Ya se viene la tormenta, Educado en Tucumán.
Por "La Falda de Zorrilla",
¡Saquen la Virgen María,
3840
Salgan todos de rodilla!
Yo no soy de estos pagos,
3837 Soy de Guachipas,
Donde muquian los mudos,
Ya se vienen los cantores,
Y hacen la chicha.
A cantar en esta pampa,
Y diz que vienen viniendo,
Por Guachipa y Talapamn a 3841

3838 Yo sé tirar la semilla,


Sé manejar el arao,
Ya viene el tiempo lloviendo, Vd. no me ha de enseñar,
Las vaquitas van p a i j e n ( j 0 A recoger lo sembrao.

r (3840) Sabido ea q u e ] a chicha es una bebida fermentada, hecha de harina de


maíz. Ahora bien, a e s ^ harina hay que amasarla a fin de que se impregne bien de
agua. Cuenta la gente viei» de Salta v Jujiiy, que antes solían hacer mascar esta
harina con los opas (cretinos, enfermos de bocio) y después de humedecida o empa-
pada con la saliba, era puesta a secarse al sol. Parece ser que en Bolivia era esta
una costumbre generalizada.
Véase a este respecto el libro del Sr. M. Rigoberto Paredes: Mitos, supersticio-
nes y supervivencias populares de Bolivia. La Paz, 1920.
Paredes trata con muchos detalles la fabricación de la Chicha. A los efectos
de corroborar lo que venimos diciendo sobre el hecho de que se masca la harina; vea-
mos este párrafo de la Pág. 192:
"Este licor proviene de la harina de maíz masticada o amasada y secada al sol,
que con el nombre de Mukcu, es elaborada en fábricas especiales denominadas chacas,
en las que a fuerza de cocimiento, se hace el arrope, que es diluido en depósitos apro-
piados que contienen de antemano agua tibia y en los que se deja bien tapados para
su fermentación.
Alguna vez cuando se desea que la chicha tenga bastante fuerza alcohólica y
sea agradable al paladar, se la cierra en cántaros, introduciendo adentro gallinas y
palomas peladas, cabezas de corderos y de vaca desolladas, y después de taparlos
bien, se entierran los cántaros en el suelo, donde con la fermentación llegan a_ des-
hacerse todas esas especies y la chicha a ser tan fuerte au un vaso de ella embriaga.
Tal bebida especial se la distingue con el nombre de itila.
Si en estado de fermentación la chicha se enturbia y no puede clarificarse,_ o
como dicen las del oficio, rebota la borra a la superficie, es señal de que morirá
la dueña o alguien de su familia".
Como noticia histórica agregaré esta relación sobre el consumo de chicha crae se
hacía en Potosí a principios del siglo XVII. (1603). "Hácese cada año en esta villa de
Potosí — tanta infinidad de chicha, que es una bebida que los indios beben, que se
hace de harina de maíz, que parece cosa imposible imaginar en ello, cuánto y más
averiguar la cantidad que se hace; y la averiguación verdadera de la cantidad que se
gasta se hace en esta manera: Entran en cada año en esta villa 50.000 fanegas de
harina de maíz, aue sólo se gasta en hacer chicha y se averigua que de cada fanega se
hacen 30, 32 y 34 botijas de chicha, y puesto que una fanega con otra den 32 botijas,
viene a ser toda la chicha que se saca de las dichas 50.000 fanegas de harina
(1.600.000) un millón seiscientas mil botijas y se vende cada botija a 8 reales, que
hace ensayados un millón y 24 mil pesos (Relaciones geográficas de Indias, T. 2',
Pág. 26).
Cuando en Julio de 1821, San Martín, a Lima, los soldados peruanos cele-
6U6 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

3842 3844
Yo soy como buey tropero, Yo soy como el temporal,
P a subir en cuesta arriba, Que salgo de otro lugar,
Se han de cortar las coyundas, Ayer pasé "La F r o n t e r a " ,
O hi de quedar de barriga. Dejándoles la humedad.

3843 3845
Yo soy como buey tropero, Yo vine de Alejandría,
Que marcha en huella profunda, De la salamanca i Londres,
Cuando me sacan el yugo, Me encontré c o ñ v a r i o s hombres,
Vuelvo a lamer la coyunda. Diestros en hechicerías.

(3845) Esta copla, por su rima, parece ser pié de alguna canción.

braron su arribo con este brindis, compuesto por Juan A Ugarte, en el que se
elogia las virtudes de la chicha:
BRINDIS (1) Con el poto en mano,
Que a todo tirano,
Patriotas, el mate Ha de aborrecer.
De chicha llenad,
Y alegres brindemos, ¡Oh, licor, precioso!
Por la libertad. ¡Tú, licor peruano,
Licor sobrehumano,
Cubra nuestras mesas Mitiga mi sed.
el chupe (2) y quesillo (3), ¡ Oh, néctar sabroso,
El ají amarillo, De color de oro,
Y el rosado ají. Del indio tesoro 1
Y a nuestras cabezas, Patriotas, beber.
La chicha se vuele,
La que hacer se suele Sobre la jalea (7),
De maíz o maní. De ají rico untada,
Con mano enlazada,
Esta es más sabrosa El poto apurad.
Que el vino y la cidra (4) Y este brindis sea
Que nos trajo la hidra, El signo que damos,
Para envenenar. A los que enjendramos
Es muy espumosa: En la libertad.
Y yo la prefiero,
A cuanto el ibero AI cáliz amargo,
Pudo codiciar. De tantos disgustos,
Sucedan los gustos,
El Inca la usaba Suceda el placer.
En su regia mesa; De nuestro letargo,
Ahora no empieza, A una despertamos:
Que es inmemorial, Y también logramos,
Bien puede el que acaba, Libres, por fin ser.
Pedir se renueve
El poto (5) en que bebe Gloria eterna demos
O el gran caporal. Al héroe divino,
Que nuestro destino,
El seviche (6) venga. Cambiado ha por fin.
La huatia en seguida, Su nombre grabemos
Que también convida En el tronco bruto,
Y excita a bf ber. Del árbol que el fruto,
Todo indio ? =tenga Debe a SAN MARTIN.
(Cari'-' Popular de Estanislao S. Zeballos. Pág. 304).
Notas de 7
(1) Lat» canción popular, puesta en música por Juan Terra, se cantaba en
las fiestas de Lima, a la llegada del general San Martin.
(2) Plato suramericano preparado en caldo con patatas dulces, leche y huevos.
Le llaman chairo en Bolivia, y se hace con chuño, carne pisada y legumbres.
(3) Queso especial (más pequeño, delgado y fresco que el ordinario), se pre-
para haciendo hervir la, cuajada.
(4) Jugo fermentado de manzana.
(5) Calabaza pequeña. (6) Corbina cruda, despostada, adobada en jugo de
naranja amarga, cebolla y ají amarillo. (7) Comida tostada bajo de tierra y envuelta
en hojas de plátano.
RELIGIOSAS
3846 —Es el alma del cristiano,
Adán ha sido de ba_ Cuando acaba de expirar.
Eva fué de su c o s t ro,
!i ;
Dios los ha echao ér a 3852 - a
i el mundo,
Pa que los doscitos ¿Cuál es la soga más alta,
vivan.
Que al cielo puede llegar?
3847 —Es el alma del cristiano
Que Dios la manda llamar.
A esa repuesta que h a d a d
Esta pregunta le ha,.
Cuando Cristo vino \ •,„ 3853
. r\ •' bajo
¿Quien -L. • - junto
• x c al gmundo,
j, ¿Cuándo bajará mi Dios?
¿Cuándo bajará juzgando
3848 A los buenos perdonando,
Al niño recién nacic Y a los malos castigando?
Todos le ofrecen un V
Yo soy pobre, nada t '0 3854
Le ofrezco mi corazc '
m. En el cielo hay un naranjo,
Cubierto de azahares blancos,
3849 Para que el Niño recoja,
Al pié de esta cruz bendita, ¡(¿loria a Dios, gloria a los santos!
Le juro a mi Soberano,
Renunciar malas costumbres, 3855
Y todo placer mundano.
En la falda está llorando,
Una ovejita y su cría,
3850 Por que Jesucristo ha muerto,
Al ver que se han unido, Hijo de Santa María.
Dos corazones,
Desde el cielo les caen, 3856
Las bendiciones.
En vano es que llore el ángel,
Cuando el alma está perdida.
3851
El que no nace pal cielo,
¡Cómo no gritan donsana, En vano es que espié pa arriba.
Pulsan los estradivarios,
Y entregan el alma ufana! 3857

3852 Hoy Miércoles de Ceniza,


Lloraremus, lloraremus,
¿Cuál es el hilo tan largo, Cuando venga la Cuaresma,
Que al cielo pueda llegar? Rezaremus, rezaremus.

(3847) Esta pregunta tiene su respuesta en la copla N« 3024.


(3851) Recogí esta copla a un obrero de la construcción de La Cuesta del
Obispo, en 1930. El paisano me la dictó, diciendo que la había aprendido en Cachi.
Supongo que el donsana es el hosanna del canto lieúrgico. El eseradivario es sin
duda el violín, recuerdo de los celebrados violines del fabricante de Cremona (Italia)
Stradivaritis.
No entiendo el sentido de la copla, pero la consigno porque es deber del inves-
tigador presentar todo lo que canta el pueblo. He oído decir en Salta que un señor
de Buenos Aires, adquirió un violín de los auténticos de Stradivarius, en Lima; no
hace muchos años.
650 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

3858 3861
Los astros del firmamento, No hay hombre como Dios,
Resplandecen en el cielo, Ni mujer como María,
Dios hizo tanto portento, Ni ángel como San Gabriel,
Y alumbran el mundo entero. Ni luz como la del día.

3859 3862
Muchas dicen: voy a misa, ¡Señora Santa Ana!
Madrugan, se van al alba, Toca tu campana,
Y se vuelvm del camino, ¡Señor San Joaquín!
Diciendo: a intención valga. Toca tu violón.

5860 3863
Niñu chiqu.titu, Yo tiré una piedra al agua,
Niñu valiniún, Se abrió y se volvió a cerrar,
Alcen la cuna en las andas, Así concibió María.
¡Guasche, guasche el turintún! Doncella volvió a quedar.

(3859) Esta copla está formando parte de la canción N» 78. Ver cuarta dé-
cima.
(3860) Oí esta copla en San Carlos, la cantaba un viejo al Niño Dios, que
se celebraba en una casa en Noche Buena, en 1929.
(3861)
No hay hombre como Manuel, No hay hombre como Jesús,
Ni mujer como María, Ni mujer como María,
Ni amor como amor de madre, Ni ángel como San Gabriel,
Ni luz como la del día. Ni luz como la del día.
R. M., 6438. E. M., 6488. Nota.
SENTENCIOSAS Y MORALES
3864 3868
¡ Ah, mundo, que das y qu¡tas, Allá voy a ver si puedo,
Los gustos a cada cual! Voy dudando si podré;
¡Así como das y quitas Si yo hago mal y prosigo,
Dieras para no quitar!' Es porfiar contra la ley.

3864 • a 3869
El mundo con ser el m u n ( j 0 ¡Amigos y camaradas,
Facilita a cada cual, Todos los que están presente!
Así como da y nos quita, No quieran mujer casada,
Pudiera dar sin quitar. Cuando el marido esté ausente.

3864 • b 3870
El tiempo nos da y nos quita, A mí me dicen: ¡cásate!
Los gustos a cada cuál, Yo les digo: ¡bravas penas!
Así como da y nos quita, Dejan, de cuidar sus vidas,
Pudiera dar sin quitar. PSr cuidar vidas ajenas.

3865 3871
Ahora si estamos bien, A mí nada se me da,
Ahora mejor que nunca De nada tengo cuidado,
No hay deuda que no se. pague, Tengo un amor a mi gusto,
Ni plazo que no se cumpia. ¡Gracias a Dios, El me ha dado!

3866 3872
Al pié de un árbol sin fruta, ¡Anda corre por el mundo,
Me puse a considerar, Que el mundo te ha i dar el pago,
Lo poco que vale un hombre; Que también el mundo arregla,
Cuando no tiene qué dar. Lo que está mal arreglado!

3867 3872 - a
Al pobre ya no lo quieren, ¡Échate, mujer, al mundo,
Al viejo no lo saludan, Que el mundo te dará el pago;
Cuando lo topan por ahí, El mundo sabe arreglar,
Hasta la cara le mudan. Lo que está mal arreglado I

(3866)
Al pié de un árbol sin fruto, Al pié de un árbol sin fruto,
Me puse a considerar, Me puse a considerar,
Lo poco que vale un hombre, Que pocos amigos tiene,
Cuando no tiene que dar. El que no tiene que dar.
R. M., 6636. A. de Ll. 346.
En Murcia, Alberto Sevilla halló esta copla sin variantes, con respecto a la
de A. de Llano. Ver copla N» 1819.
(3872)
A orillas de un río, Anda, bete con er mundo,
Me puse a considerar, Que er mundo te dará el pago;
Lo poco que vale un hombre, Que también el mundo arregla,
Cuando no tiene qué dar. Ar que anda desarreglao
J. E. M., Pág. 179 - 3. R. M., 6564.
65b JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

3873 3878
Ande quiera soy formal, Aquí me pongo a decir,
Y respeto al más cobarde, Bajo de esta verde p l a n t a :
Porque cuando la chispa arde, ¡Hay parados que se caen,
Priende tuito el pajonal. Y cáidos que se levantan!

3874 3879
Antes cuando yo era mozo, ¡Arroyo, no corras t a n t o !
E r a celoso y bellaco, Mira que no eres eterno,
Ahora que ya soy viejo, Que te quitará el verano,
Todo lo miro y me agacho. Lo que te ha dado el invierno.

3875 3880
Apostaron a perder, Así suceden las cosas,
Diez pesos contra quinientos, Cuando no vale un testigo,
A que ni el cura no sabe, Aquel de menos delito,
La ley de lo- mandamientos. Se lleva el mayor castigo.

3^T ti 3881
Aquel que más alto sube, Aunque se pierda el sombrero,
Más alto porrazo dá, Como quede la toquilla,
P o r eso yo me subí, Todos somos pa morir,
A una altura regular. Ninguno p a r a semilla.

3877 3882
Aquel que p: y no mira, Ayer me m i r é en la cumbre,
Y después c • .:• vé, Hoy en un guaico profundo,
E s como el que pega gritos, Sólo por considerar
Después de clavarse el pié. Las mudanzas que da el mundo.

(3876) (3879)
Aquél que más alto sube, Arroyo, no corras más;
Más grande porrazo da. Mía no has de ser eterno;
¡Mira la fuente de Arcos, Que t' ha de quita er berano,
En lo que vino a parar! Lo que t' ha daito el inbierno.
Dice. G. P., Pág. 75. R. M., 68C3.
El señor R. Marín agrega esta nota a la copla. "Véase de cuan noble abolengo
es este cantar que oí, hace tres o cuatro años, — 1883 — a un vendedor de cama-
rones. En un M. S. en 4' marquilla, L. del siglo XVII, existente en la Biblioteca
Nacional y citado en el Ensayo de Gallardo, 1, 1044, hállase la siguiente composi-
ción de D. Antonio de Mendoza:
No corras, arroyo, ufano, En tus límites, tirano,
Que no es tu caudal eterno; No corras, arroyo, ufano, etc.
Que si te lo dio el invierno,
Te le quitará el verano. Necia vanagloria encierras,
Pensando que te eternizas,
Naciste escondidamente, Con caudal que tiranizas,
De una pobre humilde roca, Estos montes y estas sierras.
Cuya agua, por ser tan poca, Si de tus vecinas tierras,
No te dio nombre de fuente. Dejas coronar tu frente,
Si del mundo la corriente Y después rendidamente,
Dilató tus ondas breves, Besas el pié al Océano,
Y guerra a los campos mueves, No corras, arroyo, ufano etc.
(3882) Guaico: (del quichua: Huaicu). "Quebrada de monte, hondura entre
cerros y cualquier canal, o cosa ahondada en avenidas". — (L. Borda).
CANCIONERO p o P LAR DE SALTA €55

3883 3890
Ayer me vi en alta cumbre, Caudales grandes se acaban,
Hoy día en lo más profundo, De la noche a la mañana,
Yo quisiera conocer, El río más caudaloso,
Toda la gente del mundo. Suele quedarse en la nada.

3884 3891
Ayer me vi en laa alturas, Caudales grandes se acaban,
Hoy en los bajos profundos, Según la administración,
Así padecen los hombres, Pero les queda la fama,
Que no saben que es el mundo. Que en un tiempo han sido Don.

3885 3892
¡Ay, hijo, si te has casado, ¿Cómo quieres que haga dulce,
Has de respetar a Dios! La azúcar con el ají?
Que la vida del casado ¿Qué pones espanto de otras
No dura un año ni dos. Cuando todas son así?

3886 3893
¡Ahijuay, puta lo que somos! Como se alegra una parra,
Pal año lo que seremos, Cuando la van a podar,
Algunos talvez vivamos, Así se alegra una niña,
Otros talvez moriremos. Cuando se quiere casar.

3887 3894
¡Ahijuna, puta, desgracia! Cuando el padre le da al hijo,
Dijo la necesidad, Ríe el padre y ríe el hijo,
¡Demasiado es uno solo, Cuando el hijo le da al padre,
Para arruinar un lugar! Llora el padre y llora el hijo.

3888 3895
Eajo de un coposo pino, Cuando la fortuna empieza,
Oí cantar a la selva: A dar golpes con un hombre,
—Hoja que la lleva el viento, No hay cosa que el hombre intente,
Es imposible que vuelva. Que la fortuna no estorbe.

3889 3896
¡Bien haiga quien dijo amor! Cuando la mujer es buena,
No te supo poner nombre, No hay plata con qué pagarle,
Más vale le hubiera puesto: Pero cuando sale mala,
"La perdición de los hombres". No hay palo con qué pegarle.

(3889) Que te debió de haber puesto,


Paca, quién te puso Paca, La perdición de los hombres.
No te supo poner nombre; R. M., 1635.
También trae el Sr. R. Martín, como variantes, estas coplas:
Cádiz, quién te puso Cádiz, Quien te puso Petenera,
No te supo poner nombre, etc. No te supo poner nombre, etc.
656 J U A N A L F O N S O C A R R I Z

3897 3903
Cuando me ven buenas prendas. Déjela correr al agua,
Toditos me dan la mano, Déjela que se represe,
Cuando se acaban las prendas, Que el pobre dentro los ricos,
No hay parientes, no hay hermanos. Sólo desprecios merece.

3897 - a 3904
Cuando ven un divertido, Deje la flor ande nace,
Todos le han de dar la mano, Déjela en su lugar,
Si se acaba el interés, Y cuando llegue el invierno,
Ya no hay pariente ni hermano. Ella se ha i desengañar.

3898 3905
Cuando recién te casis, Déjenlo al triste llorar,
Halagos has de tener, Y al tonto cuidar lo ajeno,
Siguiendo más adelante, Que el triste se ha i consolar,
Sólo tormento has de ver. Y el tonto ha i quedar de dueño.

3899 3906
Cuando tengas un amigo, Del novillo se hace el buey,
No le entreguís la confianza, De los fieles el cristiano,
Porque el amigo ha de ser, Así debimos vivir,
La causa de tu desgracia. Entre amigos, como hermanos.

3900 3907
Cuando una brasa se apaga, Del uno al otro hemisferio,
Con facilidad se enciende, En la vida transitoria,
Todas las cosas del mundo, Cada hombre es un misterio,
En el ejercicio pende. Cada mujer una historia.

3901 3908
Cuatro puertas tiene abiertas, De mi pecho sale el llanto,
El que no tiene dinero, De mi garganta un coral,
El hospital y la cárcel, Yo no les creo a los hombres,
La iglesia y el cementerio. Aunque los vea llorar.

3902 3909
Debajo de siete cielos, ¿De qué le sirve al molino,
Nacen los cuatro elementos, Que muela con tanto afán?
Primero, el sol y la luna, El sólito hace l'harina,
Segundo, el agua y el viento. Y otros se comen el pan.

(3902) Los cuatro elementos del mundo, según la antigua filosofía natural,
eran: tierra, agua, aire y fuego.
(3909) Tú estás haciendo la harina,
Molino que estás moliendo Y otros se comen el pan.
El trigo con tanto afán, R. M., 6790.
CANCIONERO POP LAR DE SALTA 657

3910 3915

¡Desgraciada la mujer, Dicen que el amor,


Que se casa sin saber, Es una calavera,
Con hombre que no conoce, Precipita el cuerpo,
Y no lo ha visto nacer! Sin que el alma quiera.

3910 - a 3916

¡Pobrecito de aquel hombre! Dicen que el más duro acero,


Que se casa sin saber, Se derrite con la fragua,
Con mujer que no conoce, Para quitar un intento,
Y no la ha visto nacer. Se ha de firmar dentro Tagua.

3911 3917

¡De vicio te has de afanar, Diz que el mundo es una bola,


Buscar la plata y el oro, Pero tiene cuatro esquinas,
Si al verdadero tesoro, Cuando el hombre llega a pobre,
No lo procuras buscar. A todo se determina.

3912 3918
De viento colao, Dos amantes se despiden,
De caldo recalentao, Al pié de una verde oliva,
De mulato acaballerao, Como la oliva es amarga,
¡ Líbranos, Señor! Amarga es la despedida.

3912 - a 3919
De viento colao, Échale llaves al pecho,
De pastel guardao, Y aldabas al corazón,
Y de indio acaballerao, Si dejáis la puerta abierta,
¡Líbranos, Señor! No es la culpa del ladrón.

3913 3920
Dicen las viejas brujas, ¡Échate, mujer al mundo!
No creas en sueños. Nada tienes que perder,
Pero también me dicen, Aunque te gocen los hombres,
¡Guárdate de ellos! Siempre mujer has de ser.

3914 3921
Dicen los sabios profundos, El camino de la vida,
Que el querer es borrachera, Está lleno de pedrones;
Que nos entra por los ojos, Para adelantar un paso,
Y nos corre por las venas. Hay que pegar trompezones.

(3918) (3919)
Se despiden dos amantes, Hermosa, cierra la puerta,
Ar pié d'una berde oliba; Aldaba tu corazón:
Como la oliba es amarga, Si dejas la entrada abierta,
Amarga es la despedida. ¿Qué culpa tendrá el ladrón?
R. M., 3377. L. M., Pág. 76 - 5.
658 J U A N AL F O N S O C A R R I Z O

3922 3929
El cazador que cazando, El hombre que no se aflige,
Ninguna paloma lleva, Cuando llora una mujer,
No pisando en falsas ramas, No ha conocido a su madre,
Mejor es que a casa vuelva. Ni sabe lo que es querer.

3923 3930

El cielo es una naranja, El molinero, el molino,


Los astros son las tajadas, Muele el maíz con tanta dicha,
El mundo se hizo de un soplo, El es el que hace l'harina,
De un momento a otro se acaba. Y otros se toman la chicha.

3924 3931
El día me ofrece luces, El mundo es como una bola,
La noche la oscuridad, Rueda como una pelota,
La vida me ofrece engaños, Si aquí le han pagado mal,
La muerte una eternidad. Cambie esta tierra por otra.

3925 3932

El hombre ciego al nacer, El mundo está transtornado,


Procura a tientas andar, Según lo compriendo yo,
Y afanoso por correr, Ya no es lo que antes ha sido,
Empieza por tropezar. Hoy somos, mañana no.

3926 3933
El hombre no sabe nada, El que espera desespera,
Si se ha entregao ciegamente, El que no espera no alcanza,
A vivir acomodando, Por eso es bueno esperar,
A otro capricho su suerte. Para tener esperanza.

3927 3934

El hombre que es precavido, El que fuera cazador,


Cuando el peligro es mayor, Y quiera lograr su tiro,
Suele andar con alvertencia, Ponga los puntos al ave,
Pa defenderse mejor. Cuando esté echada en su nido.

3928 3935

Ei hombre que quiere a dos, El que nace desgraciado,


No alcanza ni pa camisa, Desde chiquito padece,
Debajo de esa pantalla, La suerte no es para todos,
El que no muere, agoniza. Sino pa'l que la merece.

(3929) Ni ha conosio a su mare,


El hombre que no s'afilige, Ni sabe lo qu' es queré.
Cuando yora una mujé, R. M., 6725.
(3932) Esta copla parece estar tomada de la canción N« 398.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 659

3936 3943
El que se casa se j o . . . En la mar está tronando,
De su libertad carece, Y en la Cordillera llueve,
Y aún cuando su mal le pese, Sin la voluntad de Dios,
Bajo el yugo permanece. Ninguna paja se mueve.
3937 3944
El que se quiera casar, En las toscas, es divino,
Abra los ojos primero, Mirar las olas quebrarse,
El que se casa se j o . . . ¡Cómo al fin viene a estrellarse,
Porque es un mal sin remedio. El hombre con su destino!

3938 3945
El rico le dice al pobre: En vano te quejas ya,
—Calavera y chupador, Mejor será persuadirse,
El rico toma en la mesa, Lo que remedio no tiene,
E; pobre en el mostrador. Es locura confundirse.

3939 3946
El vivir enamorado, Es de porvenir incierto,
Y no ser correspondido, Criar palomas de Castilla,
Es vivir siempre aburrido, El día menos pensado,
Y de todos despreciado. Viene el halcón y las pilla.

3940 3947
En cuestiones del amor, Es el árbol del amor,
El que hace parada pierde, El que produce congojas,
Viento que zumba está fuera, El tiempo seca las flores,
Pero que ladra no muerde. Y el viento lleva las hojas.
y
3941 3948
En el alma hay dos vacíos, Es nuestra naturaleza,
Que no se pueden llenar: De tan dura condición,
El de la fé que se pierde, Hay que sufrir la desgracia,
Y el del amor que se va. Para sentir el dolor.

3942 3949
En este mundo mezquino, Hasta dentro de la iglesia,
Nada tiene duración, Tenemos un desengaño,
Si es desparejo el camino, Por interés del dinero,
Cualquiera da un tropezón. Hacen a un moro, cristiano.

(3944) Esta copla es la estrofa 9 de la parte 3' de "El Fausto", de Estanislao


del Campo, que dice así:
Y en las toscas, es divino, Como al fin viene a estrellarse,
Miras las olas quebrarse, El hombre con su destino,
(3946) Palomas de Castilla: Son las palomas domésticas o caseras.
(3949)
Dentro de la misma Iglesia, Dentro de la misma Iglesia
Se está viendo el desengaño; Tenemos el desengaño:
Que si no es por el dinero, Por interés del dinero,
No hacen al moro cristiano. Hacen a un moro cristiano.
A. Sevilla, 1302. R. M., 6664.
Entre nosotros, llámase moro a la persona no bautizada.
660 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

3950 3954
Hasta la luna padece, He visto en raso llover,
Con tener la noche clara, De claro ponerse oscuro;
Así padece un amante, Vide acabarse un querer,
Cuando la suerte se acaba. Cuando estaba más seguro.

3951 3955
Hay días que tengo pena, Hombre con hombre se entienden,
Ni llorando me consuelo; Mujer con hombre también,
Nada se me da del mundo, Pero mujer con mujer,
Cuando del cielo me acuerdo. No se pueden entender.

3951 - a 3956
Nada se me da del mundo, ¡Inocente corderito!
Cuando del cielo me acuerdo, Tu dicha es dicha completa,
Hay días que tengo penas, ¡Inocente y chiquitito,
Y con llorar me consuelo. Como flor en la maceta!

3952 3957
Hay lenguas como el cuchillo, La casa se quema,
Que lastiman y no cortan, Y sale el humo,
Que hablan de vidas ajenas, ¿Ande han visto quemarse
Pregunten, ¿qué les importa? AI disimulo?

3952 • a 3958
Hay lenguas como navajas, La pena es un lazo fuerte,
Filosas pero no cortan, Que sirve en dos ocasiones;
Se ponen a averiguar Para estrechar los afectos,
Cosas que no les importa. Para unir dos corazones.

3953 3959
Hay unos palos dichosos, ¡La razón vence al poder!
Y otros hay que no lo son; ¡En otro tiempo sería!
Unos sirven para santos, Ahora vence la fuerza,
Otros para hacer carbón. Las razones ¿qué se harían?

(3953) Unos nacen para santos,


Hasta la leña en el monte, Y otros para hacer carbón.
Tiene su separación:
Una sirve para santos, A. Sevilla, 1266.
Y otra para hacer carbón. (3954)
Yo he bisto raso yobé,
R. M., 6665. Y claro ponerse oscuro;
Yo he visto acaba un queré,
Hasta los pinos del monte, Cuando estaba más seguro.
Nacen con su condición: R. M., 5832.
(3955) Consideré esta copla, al clasificarla entre las Sentenciosas, con el cri-
terio popular de que la mujer es la madre de la charla, pero resulta que según
D. Francisco Schmidt, es una adivinanza; cuya solución sería La Confesión. Ver:
Juegos de Sociedad, 1» Edición, Rosario, 1892.
CANCIONERO POP LAR DE SALTA 661

3960 3966
Las estrellitas del cielo, ¡Mentira es aquel que dice,
Nadie las puede contar, Que el que miente no hace hazaña!
Tan sólo Aquel, que las puso, Mintiendo con buen discurso,
Cada una en su lugar. Conserva una amistad clara.

3961 3967
Las nubes están cargadas, Molino viejo,
Viene el viento y las combate, No muele trigo.
Los unos calientan Tagua, Mujer casada,
Y los otros toman mate. No tiene amigo.

3962 3968
Las rosas y las mujeres, Nada importan las riquezas,
Son dos cosas parecidas, Y nada importa el saber;
En la mujer el engaño, La muerte todo lo acaba,
Y en la rosa las espinas. Se acaba el amor también.

3963 3969

La suerte es un patrimonio, Ni dormido tendrás vos,


Que Dios a todos ha dado, Tranquilo tu pensamiento.
Unos desechan la suerte, El que vive mal con Dios,
Y otros son aprovechados. Tiene que vivir despierto.

3964 3970

¡Madre, no llore pobreza! Ninguno por infeliz,


Porque riqueza teñimos; Debe perder la esperanza,
Dios nos da salud y vida, Con la paciencia se gana,
Teñímos lo que pedimos. Lo que la dicha no alcanza.

3965 3971

¡Malhaya la plata en ríales! No hay desgracia en la vida,


¡Cómo no sería de a peso! Como nacer sin fortuna;
El pobre no goza nada, Tiene su sangre manchada,
Si goza, goza desprecios. Y oscurecida su cuna.

(3960) Porque Dios sas ten dispostas,


As estrelas o ponente, Cada unha en sen lugar.
Son moi malas de cantar, C. Gallego, T. 3', Pág. 35-3.
(3966) En la canción N° 125, verso 8', figura esta copla así:
(3969)
Verdad dice el que no miente, Ni durmiendo tendrás tú
Y el que miente no hace hazaña, Tranquilo tu pensamiento;
Mintiendo con buen discurso, Que el que tiene malas cosas,
Conserva una amistad clara. Tiene que vivir despierto.
C. de Catamarca. R. M., 4458.
(3971) Esta copla pertenece a la canción N° 381.
662 JUAN A L F O N S O C A R R

3972 3980
No sólo el que debe muertes, Polvareda de un sereno,
Anda la soga arrastrando. Granizo de una calor,
También el que no las debe, ¿Ande han visto, compañeros,
Por horas anda aguardando. De una vileza, valor?

3973 3981
¡No te subas tan arriba! Por encima de las aguas,
¡No te subas a los montes! Vi una esperanza flotando,
Cuando más alto te subas, La corriente la llevaba,
Más fuerte ha de ser el golpe. Al pozo del desengaño.

3974 3981 - a
Para el rico, para el pobre, Por encima de las aguas,
Ha nació cualquier mujer, Vi una esperanza flotando,
El pobre con su porfía, Y vi que la echaba a fondo,
El rico con su poder. El peso de un desengaño.

3975 3982
Para pesar los amigos, Pregunto al más entendido,
No hay en el mundo balanza. Al más sabio de talento:
Si Vd. tiene algún amigo, Si el querido con el tiempo,
No le dé mucha confianza. No es el más aborrecido.

3976 3983
Para ser buen amador, Primero, antes que la lengua,
Se ha de amar hasta la muerte. Dientes y muelas están,
Pero el que ama de esta suerte, Por que lo que has de decir,
Miente como adulador. Primero lo has de mascar.

3977 3984
Para un jazmín, una rosa, Prisionero soy de Amor,
Para una rosa, un jazmín, Y lo seré mientras viva,
¡Toda mujer es celosa! Que el prisionero de Amor,
¡Que me lo digan a mí! Primero muere que olvida.

3978 3985
Para volar nace el ave, Prometer tanto es simpleza,
Para perfumar la flor, Cuando el amor es fingido;
Para morir nace el hombre, Mañana se olvidará,
Para amar el corazón. Lo que ayer ha prometido.

3979 3986
Paso a paso iremos lejos, ¿Qué le importa al envidioso,
Si Dios nos presta la vida, Que cuida lo que no es de él?
Con el tiempo se recogen ¿Por qué vuelan las abejas,
Todas las cosas perdidas. Para que otros coman miel?

(3984) Que el prisionero de amor,


Prisionero soy de amor, Primero muere, que olvida.
Y lo seré mientras viva, R. M., 3189.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 663

3987 3994
Quién por su patria querida, Si Vd. ie llega a una casa,
En una marcial función, Por que le habrán convidado,
Arriesga y pierde la vida, .¡Luego dirán los vecinos:
Está muy puesto en razón. —Ya viene como casado.

3988 3995
Señorita Serafina, Si Vd. tiene algún amigo,
Para usted son estos cobres; Quiéralo con mucho aprecio,
Como campanas de v^o, Pero no le comunique,
Son las razones del pobre. Los secretos de su pecho.

3989 3996
Si el tirano es muy tirano, Si yo me caso con rica,
Y hace su ruin tiranía, Me dirán interesado,
Se ha de acordar en u\ tiempo, Y si me caso con pobre,
En el plato en que co^ía. Seré un triste enamorado.

3990 3997
Si mis finezas no bastan, Tengo seguro el morir,
Si es que ellas no han de poder Sin saber cómo ni cuando,
Kendir una voluntad, Si hi de morir de repente,
¡Qué gran locura es q u e r e r ! O m' hi morir esperando.

3991 3998
Si puedes ten caridad, Tiempo y tierra en derredor,
Guardad tu salud con freno, Amor que espera se va,
Toma con serenidad, El tiempo vence al amor,
Todo por su lado bueno. Porque así mandao está.

3992 3999
Si te han visto buenas prendas, Todos los que tengan penas,
Todos te han de dar la mano, No se igualarán conmigo,
Si se te acaban las prendas, Por que yo vivo tranquilo,
No hay amigo, no hay hermano. Con mi mayor enemigo.

3993 4000
Si Vd. llega a alguna casa, Todo puede suceder,
Por conocencia que tenga, Conforme puede no puede,
Luego dirán los vecinos: Por que en varias ocasiones,
—Ese de balde no llega. Truena, se limpia y no llueve.

(3987) En el Cancionero de Catamarca, hay una copla parecida, la N' 48. Ver
nota a la canción N? 18 del mismo libro.
Por la religión querida, Aquel que pierde la vida,
El día de votación, Está muy puesto en razón.
(3993) Esta copla y la que sigue, figuran en la canción N» 389.
66U J U A N A L F N S O C A R R I Z O

4001 Porque me sabrá librar


Santa Bárbara Doncella.
Todos vamos corriendo
Nuestro destino, 4009
Como corren las aguas
Por el camino. Yo no sé por qué este mundo,
De cualquier cosa se espanta,
4002 Sabiendo que la pobreza,
Trabajo había sio regar, Arruina la mejor plata.
Cuando el terreno es ladera, 4009 - a
Y fiero había sio querer,
Cuando la prenda es ajena. Yo no sé por qué este mundo,
De cualquier cosa se espanta,
4003 Ya sabís que la desgracia,
Una casa sin mujer, Arruina la mejor planta.
Es gente sin capitán,
4010
Sin mujeres, el placer,
Es como mesa sin pan. Yo no sé por qué los hombres,
Cuando llegan al poder,
4004 Les gusta encender el fuego,
Un padre que niega al hijo, Ketirarse, y verlo arder.
Por una deuda de herencia,
¡Jamás descansará su alma, 4011
Sin descargar BU conciencia! Yo nunca espero justicia,
Porque no tengo ni un cobre,
4005 Como campana de palo,
Un rosal cría una rosa, Son las razones de un pobre.
Una maceta un clavel,
Una madre cría una hija, 4012
Y no sabe para quién.
Yo soy como el cuervo negro,
4006 Que se anda de cumbre en cumbre,
Vienen los meses, los años, Mocito que tiene dueña,
Con sus mentidas holganzas, No hay quién no le saque herrumbre.
Comprando los desengaños, 4013
Pagando con esperanzas.
Yo también diré lo mismo,
4007 Como dice un artesano,
Yo juré no querer nunca, Primero se ha de perder,
A mujer de corta edad, Para servir de baquiano.
Por que carece de juicio,
Y le falta voluntad. 4014
Yo también hi de decir,
4008 Como dijo el padre Peña,
Yo no le temo a la muerte, Cuando ven un árbol cáido,
Ni al rayo, ni a la centella, Todos quieren sacar leña.

(4005) (4007)
Un rosal cría una rosa; No te enamores, serrana,
Una maceta, un clavel; De niño de poca edad;
Y un padre cría una hija, Que como le falta el tiempo,
Y no sabe para quién. Le falta la voluntad.
R. M., 6270. Nota. R. M., 6143.
(4011)
Un rosal cría una rosa, Como campana de palo,
Y una maceta un clavel, Son las razones del pobre,
Y un padre cría a su hija, No los escucha ninguno,
Sin saber para quién es. Aunque justicia le sobre.
J. E. M., 58 - 1 . L. M., Pág. 42 - 5.
HISTÓRICAS, PATRIÓTICAS,
POLÍTICAS Y TRADICIONALES
4015 4020
¡ Adelante, adelante! Allá viene San Martín,
Bravo argentino, Con su espada y su cuchillo,
No le tema a las balas, Les dice a los enemigos,
Sino al destino. ¡Vengan los tigres conmigo!

4016 4021
¡A la carga, a la carga! Allá viene San Martín,
Dijo Centeno, Con toditos sus soldados,
Hagamos un tirito, Sabliando va al enemigo,
Nos retiremos. Con su brazo levantado.

4017 4022
¡A la carga, a la carga! Antinoche en la calle,
Dijo Lizondo, Los radicales,
Vamonos los Várelas, Daban sus alaridos,
De dos en fondo.
Como animales.
4018
Como animales, sí,
¡A la carga, a la carga! ¿ Qué se pensaban,
Dijo Várela,
Dispararon los cotos, Que con palabras falsas
La polvareda. Acobardaban?

4018 - a 4023
¡A la carga, a la carga! ¿A quién querís más?
Dijo Várela, ¿A quién querís más?
Ya se van los jujeños, ¿A ciego Ibazeta
La polvadera. O al sordo Sola?

4019 4024
Al dentrar al río Arias, Blanca la flor del cardón,
Dijo Várela, ¡Viva doña Manuelita!
Todos los de a caballo, La Santa Federación.
Echen pié a tierra.

(4016) Es copla de "La Entrada, de Felipe Várela" a Salta, el 9 de Octubre


de 1867. Ver nota a la canción N? 63.
(4017) Uno de los jefes de Várela, llamábase Sebastián Elizondo, y a él sin
duda se alude en esta copla, al decir: Lizondo.
(4018) Alude a la derrota de los sáltenos — cotos — defensores de la ciudad
contra la montonera, en el combate librado en las calles de Salta, el día 1' de Octu-
bre de 1876.
(4018 - a) Los jujueños no opusieron resistencia al ataque de la montonera. El
gobernador huyó y con él las tropas.
(4024) Esta copla es de la época de la Tiranía de Rozas. Manuelita llamábase
su hija. Viva la Santa Federación, era el lema y el encabezamiento de los documen-
tos públicos oficiales y privados del Gobernador y los partidarios del sistema federal.
668 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

4025 4032
¡Brazo a la lanza! Dice don Franciso Acuña
¡ Ojo al cañón! Que está con mucho temor,
Que si hay tardanza, Cuando encuentre a la patrulla,
No hay salvación. Da p a r t e al Gobernador.
4026 4033
¡Cabalero de fulano! Dicen que los chilenos
Valeroso americano, Son muy valientes,
Espada de la justicia, Cuando están con el corvo
Y puñal contra el t i r a n o . Y el aguardiente.

4027 4034
Campos al frente, Digan todos a una voz
No hay que temer, Con la m á s dulce alegría:
Bravos sáltenos ¡Viva nuestro coronel
Han de vencer. José Antonio C h a v a r r í a !

4028 4035
De bajo un cerco Doña Victoria Romero,
Sale un ratón. Si usted quiere que le cuente,
¡Viva la p a t r i a ! Se vino de Tucumán
¡Muera Cantón! Con una herida en la frente.

4029 4036
De Chile salió Várela, ¡Echen pie a tierra, che!
Y vino a su p a t r i a hermosa, Dijo Elizondo.
Aquí h a de m o r i r peliando ¡ P o r derecha e izquierda,
P o r Vicente Peñaloza. De cuatro en fondo!
4030 4037
Del río Arias m á s allá, El peludo Gutiérrez
De Arenales m á s acá, Se hizo urquicista,
E n t r e sombras señoriales Señal de que al Tirano
Me mandaste asesinar. No lo precisa.

4031 4038
Desde Guachipas El mundo se va a perder,
Al Cebilar, La culpa tiene el dinero.
Causa el gobierno, ¡ A r r i b a los p a r a g u a y o s !
No hay gusto cabal. ¡Abajo los brasileros!

(4027) Campos, es el cura José María del Campo, caudillo del partido liberal
tucumano. Ver nota a la canción N» 8 de Catamarca.
(4032) Esta copla figura en la canción N 9 97 de Jujuy, con otro personaje.
(4033) El corvo es el sable curvo de combate.
(4035) Doña Victoria Romero. ¿Es la esposa de "El Chaco", Ángel Vicente Pe-
ñaloza, el caudillo montonero de La Rioja?
(4036) De la entrada de Várela a Salta.
(4037) El "peludo" Gutiérrez: apodaban así al gobernador de Tucumán Dn. Ce-
ledonio Gutiérrez, aquel rosista que mandó fusilar al coronel Dn. Juan Crisóstomo
Alvarez. Ver nota a la canción N» 60.
Poco tiempo después de la caída de Rozas, se hizo urquicista, esto es, partidario
del presidente Justo José de Urquiza.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 669

4039 Los brasileros


El pobrecito i Várela, Juegan traición.
Sube y baja su galera,
No quiere gastar sus armas, 4045
Ni morir en su carrera. Los ranchos de paja,
¡Fuera el bulevar!
4040 Manda el Intendente
Este baile es de Camacho, Zenón Santillán.
De Camactío el General;
Del ilustre Presidente 4046
Del Partido Liberal.
¡Muera don Felipe López,
Y el señor don Peque Frías!
4041 Porque supieron vender
Isidoro Vence, Al capitán Ángel Díaz.
¡Mulato insolente!
Sólo en Cochabamba 4047
Llegó a presidente.
No me importan los desaires
4042 Con que me trata la suerte,
Soy nacido en Humahuaca,
La bandera de sangre, Argentino hasta la muerte.
¡Triste divisa!
Se deshizo en "Caseros". 4048
¡Que viva Urquiza!
NrJ soy "provincial",
4043 Ni soy "radical",
Que ganen o pierdan
La espada del gaucho Rozas Pal pobre es igual.
La han traído del Japón,
Para defender con ella
La Santa Federación. 4049
No te vaya a suceder
4044 Lo que a Eoca Presidente,
Los argentinos Que por andar compadriando
Juegan aición, he hicieron sonar" la frente".

(4040) Esta copla se refiere a la política boliviana.


(4041) También como la copla anterior, se refiere a la política boliviana.
(4042) La bandera federal de los partidarios de Rozas era roja. Caseros: fuá
el lugar donde se batieron las tropas de Rozas contra las de Urquiza en 1852.
(4045) Dn. Zenón Santillán fué Intendente Municipal en Tucumán.
(4046) Esta copla es de "La entrada de Felipe Várela".
(4047) Esta copla está tomada de "Trova", de C. Guido Spano:
¡Qué me importa los desaires
Con que me trate la suerte!
Argentino hasta la muerte,
He nacido en Buenos Aires.
He nacido en Buenos Aires,
(4048) Radical y Provincial, son los nombres de los dos partidos políticos de
Salta.
(4049) Al dirigirse el Presidente de la Nación, General Julio Argentino Roca
a dar lectura del "Mensaje" al Congreso, fué agredido por un hombre del pueblo,
quien le lanzó a la cabeza una piedra. Le hirió levemente, 12 de Octubre de 1886.
670 JUAN A L F O N S O S A R R I Z O

4050 4053
Rota la levita, Si Dios me presta la vida,
Roto el pantalón, Y el Arcángel San Gabriel,
Rota la casaca Voy a buscar a Lavalle
De Leguizamón. Para juntarme con él.

4051 4054
¡Señor, cerranos las grietas! Terminaré dando un ¡viva! •
Que por culpa de los hombres, Victoriando al que ha venido,
Hoy las teñimos abiertas. Dando un viva al candidato
Por el triunfo que ha obtenido.

4052 4055
¡Señor don Leguizamón! ¡Toma, niña, esta naranja!
No tenga miedo a las balas, En cambio de tu limón,
Ripitipi y Benedito En el letrerito dice:
Le han de guardar las espaldas. ¡Viva la Federación!

(4051) Cuenta la tradición que el día del histórico terremoto de Salta (13 de
Setiembre de 1692), las mujeres lloraban en las calles y pedían a gritos a Dios que
aplacara su ira e hiciera cesar la catástrofe. La tierra se agrietaba por todas par-
tes, sembrando el terror.
(4052) El Leguizamón: de esta copla es probablemente el Dr. Dn. Delfín Le-
guizamón, hombre público de Salta, que actuó a fines del siglo pasado.
Repitipi y Benedito, son dos guitarreros de la época, que andaban como los
juglares medioevales al lado de los poderosos.
(4053) Esta copla parece ser de la época de actuación política del General
Juan Lavalle; quizás cuando estuvo en el norte del país, después de "Quebracho
Herrado".
PAREADOS
4056 4069
¡Adiós, blanca flor! Al borde el trigal,
Hoy me despido Has hecho tu gusto
Con pena y dolor. De hacerme llorar.
4057 4070
¡Adiós, canillas de alambre! ¡Alfa verde, flor morada!
Bien vestida y muerda ¿e h a ] ¡Pobrecita mi tonada!
4058 4071
¡Adiós, flor de arroz i ¡Algo es algo!, dijo una vieja
Mañana me caso con vos. Y se perdió un marlo.
4059 4072
¡Adiós, flor de arroz! Al pie de un peral,
Lo que tengo es para vos. Bajo la sombra,
Lg,§ oigo llorar.
4060
¡Adiós, flor de arroz! 4073
Tienda la cama Al tiempo d'irme,
Para los dos. Dueño no tengo
Pa despedirme.
4061
¡Adiocito, flor de tuna! 4074
Sólo el verte me rej.Ugna. ¡Allá va mi rabonita!
Pongamelén la colita.
4062
¡Aijicito talombeño! 4075
T'hi di quitar a tu dueño. A mi sombrero viejo,
No le pongo barbiquejo.
4063
A la larga o a la corta, 4076
Enójate, ¿qué me m p o rta? Anillo firme en el dedo,
Si te vas yo no me quedo.
4064
A la mujer y a la «abra, 4077
No hay que darle s 0 ga larga. ¡Arbolito en el bordito!
Quereme que soy sólito.
4065
¡Arbahaca y anís! 4078
Ya no te quiero ¡Arbolito en el potrero!
Porque otro tenis. Quereme que soy soltero.
4066 4079
¡Albahaca y clavel! ¡Arbolito y arbolazo!
Triste está el pago, Dame un beso y un abrazo.
No quiere llover.
4080
4067 Arando, arando,
¡ Albahaquita, albahaquita! Las coplitas van brotando.
Arrímate aquí cerquita.
4081
4068 Así es la vida,
¡Albarillo y albarillo! Hacen sus gustos,
Colorado y amarillo. Después se olvidan.
43
674 J U A N AL O N S O C A R R I Z O

4082 4095
Así es lindo, así es fiero, Cinta rosada,
Acabando ya no quiero. ¿Para qué quiero
Mujer casada?
4083
¡Aura, negrita, no sé! 4096
Ya me celan por usted. Como soy tan flaco y fiero
Por una gorda me muero.
4084
¡Ay, ay, ay, mi palomita! 4097
¡Quiérame que soy sólita! Corté un clavel,
Yo se los dejo,
4085 Si sienten por él.
¡Ay, morena, no tengas pena,
Por prenda ajena! 4098
Chacos de Oran,
4086 Cuando me vaya
¡Ay, sí, ay, no! Se recordarán.
Agárrame para vos.
4099
4087 Dale duro y dale blando,
Blanca la flor del cardón, Has de salir corcobiando.
¡Viva la Federación!
4100
4088 De a caballo soy,
¡Blanca paloma! Con lazos y espuelas,
Yo soy el gaucho Al campo me voy.
De tras la loma. 4101
4089 Debajo el laurel,
Entre tus brazos,
Cachiyuyo sobre un tronco. Me quisiera ver.
¡Caramba que me hallo ronco!
4102
4090
De Chile al Perú,
Campos de rosas, Hoy me despido,
Ponga cerveza, Con vida y salud.
No ponga aloja.
4103
4091
Dejemén llorar un rato,
Canela y clavo, Donde hay engaño no hay trato.
Recién voy viendo
Mi triste pago. 4104
4092 De la peña flor,
Casa vieja, llave i tiento, Si Ud. me quisiera,
¿Cuál será su pensamiento? Se ha i portar mejor.

4093 4105
¡Caramba, que me hace frío! Del Carril caigo,
Por cuidar lo que no es mío. ¡Linda, bonita,
La flor que traigo!
4094
Cebolla verde, 4106
Ahora soy libre, ¡Dele duro, dele fuerte!
No hay quien se acuerde. Cualquier pesar me divierte.
CANCIONERA POPULAR DE SALTA 675

4107 4119
De lejos vengo, En el aro del tambor,
Si tenis dueño, Yo seré el rematador.
A saber vengo.
4120
4108 Entre albahacas y azucenas,
De Salta será La cosiaca ya es ajena.
Prenda tan linda,
¿Con quién andará? 4121
¡Esa miruña!
4109 ¡Poncho i vicuña!
Diga güeno,
No haga a menos. 4122
Eáo nomás digo y dejo,
4110 Saquelé lo desparejo.
Digo la verdad, no miento,
Soy mujer de cumplimiento. 4123
Esto digo y me arrepiento,
4111 Pa que sirva de escarmiento.
¡Dios te salve, Reina y Madre!
Que a mí no me j o . . nadie. 4124
Esto digo y nada más,
4112 Porque no me hallo capaz.
¡Eche l'aloja en un litro,
A la moda i Corralito! 4125
¡Florcita de ají!
4113 Tenga paciencia,
¡Echen vino y aguardiente, Que no soy de aquí.
Que se divierta la gents!
4126
4114 ¡Florcita de ají!
El amor se llama vida, Viva Zorrilla
El que no tenga que pida. Y T'Unión Calchaquí".
4115 4127
El mundo es redondo; ¡Florcita de amapolita!
El que no sabe nadar Tan chiquitita y bonita.
Se va al fondo.
4128
4116 ¡Florcita de anís!
El pelo me bate el viento, Prenda con dueño,
¡Que me sirva de escarmiento! No me hace feliz.
4117 4129
El remate no l'hi tráido, ¡Florcita de antisdeayer!
En el camino se ha cáido. Yo remataré al cayer.
4118 4130
En Cafayate y en Tolombón, ¡Florcita de azahar!
Mucho se alegra mi corazón. Dueña no tengo, la salgo a buscar.

(4121) ¡Esa miruña! Exclamación que se usa para demostrar regocijo por un
un gesto simpático de alguna persona. Es expresión empleada en el Norte.
(4126) El malogrado hombre público, Dn. Benjamín Zorrilla, hijo del gran
argentino de este nombre, formó un partido político con el título: "Unión Calcha-
quí", para propiciar mejoras en los Valles Calchaquíes. Tuvo mucho prestigio entre
sus conciudadanos y prestó valiosos servicios al país.
676 J U A N A L F O N S O C A R R I Z O

4131 4141
¡Florcita de calauchín! ¡Florcita de maravilla!
No m'hi dir, sin verte al fin. ¿Para verte, soñaría?
4132 4142
Florcita de camalote, ¡Florcita de mirasol!
Dulce como caldo i mote. ¿Qué dirá mi corazón?
4133 4143
¡Florcita de cardo santo! ¡Florcita de Potosí!
¿Cuándo yo soy tu estrecho Dígame si no es así.
Pa sufrir tanto?
4144
4134
¡Florcita de ruda, ruda!
¡Florcita de cardo santo! Pasas y no me saludas.
¿Lloverá pa Jueves Santo?
4145
4135 ¡Florcita de tola brava!
¡Florcita de clavelina! ¡Un bien con un mal se paga!
Si por mí te has despertado,
Volvete a quedar dormida. 4146
4136 ¡Florcita de tusca, tusca!
No hay negra que no sea chusca.
¡Florcita de cosnechina!
¡Miren qué china cochina! 4147
4137 ¡ Florcita de verdolaga!
No me haga sentir, no me haga.
¡Florcita de cuchupí!
Yo soy el tonto de aquí. 4148
4138 ¡Florcita de yerba buena!
¡Florcita de granadilla! Haiga gusto, no haiga pena.
Remate de Pucarilla.
4149
4139 ¡Florcita de zapallar!
¡Florcita de guaranguay! Escarbando me has de hallar.
¿Qué dirán de mí por ahí?
4150
4140 ¡Florcita el parral!
¡Florcita de malva loca! Aura soy libre,
Yo te cuido, otro te toca. Y puedo farriar.

(4131) Calauchín: Es una yerba medicinal de los cerros.


(4136) Cosnechina: Yerba medicinal, cuyas hojas untadas de aceite caliente
es un santo remedio, para curar el aire.
Cochina - o: Sucia, sucio.
(4137) Cuchupí, por chucupí. (En Tucumán se llama cucharero). Porlieria Lo-
renza Engler. Arbolito delgado, bajo, muy ramoso, de hojas finas y de madera ama-
rillenta, muy dura, con la cual los indios acostumbran hacer sus pipas para fumar,
aprovechando de la particularidad de tener este palo la médula fácil de agujerear.
No tiene otra aplicación que en la fabricación de utensilios domésticos, especilamen-
te cucharas. — (Lillo y Venturi).
(4139) Guaranguay: comúnmente guaran. (Stenolobium stans). Juss; bigniá-
cea. — Árbol abundante a lo largo de los taludes de los ríos, conserva la vaina seca
sin la semilla durante mucho tiempo..." La flor de este arbolito es de un amarillo
muy lindo. — (L. Borda).
(4140) Malva loca: La malva común.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 677

4151 4161
¡Florcita y cardón! ¡Flor de clavel! (o laurel)
Por traicionera, Si tenis dueño,
No tenis perdón. Quisiera saber.
4152 4162
¡Florcita i cegrón! Flor de cochucho!
Mozo tan lindo, No me desprecie,
Tan engañador. La quiero mucho.
4153 4163
¡Florcita i melón! ¡Flor de chañar!
Se hace el dormido, ¡Flor de chañar!
Pa pasar mejor. ¿Por qué me tiene
Haciendo penar?
4154
¡Flor de afrecho, flor de afrecho! 4164
¡Quítate perro deshec\ 0 ! ¡Flor de chañar!
Porque te quiero,
4155 Te hacís de rogar.
¡Flor de ají, flor de a jí¡
Tenga paciencia que i¡0 s o y de aquí. 4165
¡Flor de chañar!
4156 Si Ud. es sólita,
¡Flor de alisar! La hi de acompañar.
Teniendo sueño
No quiere avisar. 4166
¡Flor de granada!
4157
Porque soy pobre,
¡Flor de aroma! No valgo nada.
¡Flor de aroma!
Tal vez la tierra me c¡oma. 4167
4158 ¡Flor de granada!
Todos tienen vidita,
¡Flor de ataco, flor d&. ataco! Yo, pobre, nada.
Si no te veo me matf>.
4168
4159
¡Flor de lampazo!
¡Flor de brea, flor de brea! A tu vidita,
Aunque le digan, no crea. Dale un abrazo.
4160 4169
¡Flor de cegrón! ¡Flor de la peña!
Plata no tengo, Linda y bonita,
Que pague el patrón. La tiopampeña.

(4158) Ataco: Amarantus chlorostachis, planta muy abundante en el norte,


aparece por lo general en las sementeras perjudicándolas. — (L. Borda).
(4159) Brea: (Caesalpinia proecox). Es un árbol que pertenece a la familia
de las leguminosas, al grupo de las gomoresinosas y a la subfamilia de las cesal-
pmoideas, de 4 a 7 metros, es de un hermoso color verde y de superficie lisa. — (Vi-
cente Paz).
(4162) Cochucho: Es un árbol de ocho a diez metros de alto, su tronco todo
recubierto de espinas comunes, es de color amarillo. En Catamarca y Tucumán llá-
mase coco.
j Jil6^ , TioPamPeña: Vecina o natural de Tiopampa, lugarejo del departamento
ae ¡san Carlos.
678 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

4170 4181
¡Flor de lirio! ¡Hacha y tiza, a lo Sarmiento!
¡Flor de lirio! No niego tu valimiento,
Porque la quiero le digo. Soy mejor que el pensamiento.
4171 4182
¡Flor de menta! ¡flor de menta! ¡Haga correr esos vasos!
Yo canto con mi patenta. Que suenen como riendazos.
4172
4183
¡Flor de muña! Hay que joderse,
¡Flor de muña! Pa componerse.
Mocita cara i vicuña.
4173 4184
¡Flor de penacho! ¡flor de penacho! Hilo negro de torcida,
Lo que andáis queriendo Yo soy la más perseguida.
Es un muchacho.
4185
4174 ¡Hoja de tala pispita!
¡Flor de pera! ¡flor de pera! Vos con dueño y yo eolita.
Cachi se ha vuelto frontera.
4186
4175
¡Hoja i tala! ¡hoja i tala!,
¡Flor de rosal! Yo soy la que ando en la mala.
Moza tan linda,
Me quiere dejar.
4187
4176 ¡Jardin de Lima!
¡Flor de tuna! ¡flor de tuna! ¡Jardín de Lima!
Contrastes de la fortuna. Viva la patria argentina!
4177 4188
¡Flor de tuna! ¡flor de tuna! ¡Jazmín del cielo!
Lloro mi mala fortuna. \. vos te quiero,
4178 Para consuelo.
¡Flor de zapallo! ¡flor de zapallo! 4189
Dientes de perro, cara i caballo.
¡Jazmín del cielo!
4179 Vos soi's mi amante,
¡Florecilla de azafrán! Y a vos te quiero.
Barbas de chivo alazán.
4190
4180 La perdiz canta,
Habiendo casa i cueva, Cierto vidita,
Dejemos nomás que llueva. Tu amor me encanta.

(4171) Patenta, por patente y ésta por autorización.


(4172) Muña o muña-muña. f. Micromeria eugenioidesl Griseb. x., planta me-
dicinal, habita en las cumbres más altas o región de la puna. — (L. Borda)
(4185) Pispita - o Adj. Llámase así a la hoja menuda. Por lo común se aplica
a aquella hoja chica de la planta que la tiene también grande.
(4188) Jazmín del cielo: Es una clase de jazmín, de planta enredadera muy
fragante.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 679

4191 4203
La piedra baya, .Me voy de una vez,
Dicen que es firme, Hagan lo que hagan,
¡No tiene laya! No quiero saber.
4192 4204
La piedra lisa, ¡Miente quien dice!
¡Linda y bonita Que los enamorados,
La fronteriza! Son infelices.
4193 4205
La vida es un soplo; Mi remate ¿que se haría?
Quien la disputa es un loco. ¿El perro lo llevaría?
4194 4206
Lechuga sin flor, Mistela de anís,
Nada se me hace,
Botar a mi amor. Esos ojitos me gustan a mí.

4195 4207
¡Lechuguita con vinagre! Naranja de Oran!
Te quiero como a mi madre. Cuando me vaya,
Me recordarán.
4196
Le vengo a avisar, 4208
Tengo dos dueñas, Negrita! por fin me quedo,
Pa diferenciar. Dejar de querer no puedo.
4197 4209
¡Linda florcita de ají!
No había pensado,
Tengo dueño y no es de aquí .
Que mi vidita se había enojado.
4198
4210
¡Linda florcita i retama! !
Cuando canto me reparan. ,No te acuerdas, vida mía,
Cuando en mis brazos dormías?
4199
¡Linda la flor del cardón! 4211
¡Viva la Federación! No vengan con palo y pico,
Ni torcejones de hocico.
4200
Linda y bella 4212
Como estrella.
Pañuelo blanco con negro,
4201 Si no me querís me alegro.
Llorando se va, 4213
Andando lejos,
Se consolará. Papelito contra el viento,
¿Qué dirá mi pensamiento?
4202
Me voy a ausentar, 4214
Quiera o no quiera, ¡Papelito dibujado!
Para El Tabacal. Casi estoy equivocado.

(4191) No tiene laya: No tiene apariencia, no da muestras.


(4211) Torcejones de hocico: G< stos hechos con los labios para expresar fas-
tidio.
680 JUAN A L F O N S O ü A B R I Z O

4215 4226
¡Papelito, papelito! Remate, así le decimos,
Cantemos pa'l angelito. Pa que toditos cantimos.
4216 4227
¡Papel rosado! Remate de cualquier suerte,
¡Pobre mocito! Cualquier pesar me divierte.
Tan desgraciado.
4228
4217 Remate de palo gacho,
¡Planta de higuera! Soy firme ni aunque muchacho.
Eso no importa,
Que no me quiera. 4229
4218 Remate de tras la loma,
Aunque la tierra me coma.
¡Planta de menta!
¡Pobre, mi suerte, 4230
Que no escarmienta! Remate sobre remate,
Sobre mate chocolate.
4219
¡Planta i cebada! 4231
No maliciando, ¡ Rematillo, rematillo!
No ha i decir nada. Florcita de. tomatillo.
4220 4232
¡Planta i sereno! Rematito flor de yara,
Si Vd. es sólita, El que no canta repara.
Los dos seremos.
4221 4233
Rematito no le digo,
¡Plantita de crisolcito!
¡Párate un poco, solcito! Porque lueguito me olvido,

4222 4234
Puerta i cuero, Rematito no le pongo,
Llave i tiento, Porque está dentro el porongo.
Carita de perro hambriento.
4235
4223 ¡Rosita blanca!
¡Quién te vido y quién te vé! ¡Vení, vidita!
¡Ayer ortiga, hoy clavel! Subí a las ancas.
4224 4236
Quisiera saber, ¡Rosita bomba!
¿Con qué esperanzas, ¡Vení, vidita!
Se planta un clavel? Haceme sombra.
4225 4237
Rematando casi lloro, Sauzalito, palo verde,
¿Dónde está el bien que yo adoro? Fronterizo pero alegre.

(4232) Yara: ¿Yareta?


(4234) Porongo: Calabaza o mati grande, seca y hueca para llevar agua o
vino. Lagenaria vulvaris, cucurbitácea; calabaza silvestre fruto verdoso blanquizco,
amargo, de forma oblonga, que da el pe ••ongo. — (L. Borda).
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 681

4238 4246
Se ha réido la ucucha, Tan linda esa flor,
De ver a la gata sucha. Andando lejos,
Se busca mejor.
4239 4247
Soy churcalisto,
Tengo un peso y no lo gasto,
Hoy me has celado,
Hasta que florezca el pasto.
¿Con quién me has visto?
4248
4240 Tonito de Antofagasta,
Soy del Maray", Cabra motita, sin asta.
Andando lejos,
Se busca por áhi. 4249
¡Torito de mil colores,
4241 No me matís con tus astas,
Mátame con tus amores!
Soy hecho de calicanto,
Donde me tiran, me planto. 4250
4242 Tranco barranco,
Cuando la veo,
Soy pobre, ¿qué har«? Me desbarranco.
Con t a n t a s penas,
¿Dónde me iré? 4251
¡Vaya y vuelva!
4243 ¡No se d u e r m a !
Soy santiagueño,
4252
Si Vd. es eolita,
Seré su dueño. Vos sos palo, yo palito,
Vos con dueño, yo sólito.
4244
4253
Sus hazañas yo hi efe ver,
Hijo i tigre, overo ha i ser. Yo soy un loro choclero,
Chiquitito y majadero.
4245 4254
Tamborcito pansa i sapo, Yo vengo del pedregal,
Guastana de cola i gato. Soy constante y soy legal.

(4238) Ucucha: o Hucucha, (voz quichua: el que "hace agujero). — Es el ratón


común, la laucha. — (L. Borda).

(4240) Maray: El Maray es un lugarejo del Depto. de Chicoana, en la que-


brada de Escoipe. Maray es una piedra grande de granito, cuya base es curva para
facilitar un movimiento de vaivén. Es usado por los mineros para moler el cuarzo
y beneficiar el oro. Se le practica en la parte superior tres agujeros para acomodaT
una manija a fin de hacerla mover. Al maray se le coloca sobre una roca plana y
dura. El Lugarejo, dicho Maray toma el nombre de este instrumento minero, por-
que los hay en las inmediaciones. Otro maray he visto en Cobres, Territorio de Los
Andes.

(4245) Guastana - o - Guatana y Huatana es una misma cosa, voz quichua, sig-
nifica lo que sirve para atar. Por lo común es un tientito (tira de cuero sobado),
usado por los arrieros. Hay la palabra simiguatana, esto es lo que sirve para atar la
lengua o sujetarla, en el caballo que se está amansando y al cual aún no se ha pues-
to el freno. Aplicado a la caja, la guastana es el hilo que estiran los aros p a r a
extender el parche.
VIDALITAS

4255 4257

En el Cerro Overo, Yo daría mi vida,


¡Ay, vidalita! ¡Vidalita!
Tengo un alfombrao, Yo daría mi calma,
Para que en él bailen, Yo daría mi encanto,
¡Ay, vidalita! ¡Vidalita!
Los enamoraos. Si tuviera tu alma.

4256 4258

Palomita blanca, Yo tengo mi caña,


¡Vidalita! ¡Ay, vidalita!
Vuélvete a tu nido, No la hi de moler,
Y hallarás la sangre, Porque tu trapiche,
¡Vidalita! ¡Ay, vidalita!
De mi pecho herido. L'echará a perder.
ADIVINANZAS
4259 4261
Alto en altero, Amalas con ugalmente,
Gran caballero, Adivina cuando y cómo,
Capa rosada, P e r o evitando prudente,
Sombrero negro. Del hastío hasta el asomo.

4260 4262
Alto en altero,
Gran caballero, Animalito licu, licu,
Muchos aposentos, No tiene cola ni pico.
Y sin ningún aujero.

(4259)

Largo, larguero, Calzas coloradas,


Martín Caballero, Y penacho negro.
La candela de llamas o farolillo que se lleva en las procesiones religiosas. —
R. M., 289.
En Salta y Catamarca esta adivinanza significa, la planta de caña vera cuan-
do está en flor.
También trae esta otra forma el Sr. R. Marín en el N 9 688.
Largo, larguero, Manta de grana,
Martín Caballero, Y sombrero negro.
El caldero a la lumbre. (Esto es la olla colgada para recibir el fuego de abajo,
a la usanza española).
Rafael Ramírez de Arellano, en: Folklore Portorriqueño, Pág. 269 (445), trae
esta otra adivinanza parecida:
Largo, larguero,
Martín Caballero;
Vestida de blanco
Y el sombrero negro.
La Chimenea.
(4260) Muchos aposentos,
Alta, delgada, Y puerta ninguna.
Moza sin ventura; La caña, R. M., 485.
Entre nosotros es también la caña.
R. R. de Arellano trae dos formas de esta misma adivinanza popular en Puerto
Rico:

Alta de altura, Alto de altín,


Delgada de cintura, Bajo de altura,
Muchos aposentos, Muchos aposentos
Puerta ninguna. Y puertas ninguna.
La caña, 423. La caña bambú.

(4161) Me dijeron que es adivinanza, más no sé qué querrá decir. Amalas, es


amalayas y ugalmente, es igualmente. Ambas son formas caprichosas de algún in-
dividuo, no son voces usadas por el pueblo.
(4262) ¿El huevo? Licu-licu: expresión que a mi entender, no significa na-
da y que es usada para hacer más enigmática la adivinanza.
688 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

4263 4265
Antes fui hija, Bichito yulo yulo,
Ahora soy madre, Q u e s e da vuelta,
Crío hijo ajeno, y se mira el c u . . .
Marido de mi madre.

4264 4266
Antes que el mundo sea mundo, Cimiento sobre cimiento,
Yo ya había sabido andar, Y sobre el cimiento un poste;
Sin tener pies ni cabeza, Sobre el poste está un molino,
¿Cómo sabría c a m i n a r ? Y sobre el molino un monte.

(4263) Es marido de mi madre;


Algún día fui hija, Acertarlas, caballeros,
Y si n o
Ahora soy madre; darme a mi padre.
El príncipe que mis pechos crían, La caridad romana, R. M. 491.
Esta adivinanza como el cuento que la explica es también popular en Puerto
Rico. He aquí el cuento y la adivinanza relatados por R. de Arellano:
La Hija del Preso
Había una vez un rey que era un gran adivinador y podía adivinar cuanta adi-
vinanza le echasen.
En uno de los calabozos de las cárceles de la ciudad estaba preso un hombre
que decía ser inocente del crimen por el cual le habían castigado. A este pobre hom-
bre no le daban más alimento que un pedazo de pan y un jarro de agua una vez al
día, y el infeliz se estaba muriendo.
Tenía el preso una hija viuda que estaba criando. Le habían dado permiso para
que fuera a ver a su padre todos los días, y al notar que estaba perdiendo sus fuer-
zas, decidió darle de mamar con objeto de fortalecerlo. El Viejo se resistió al prin-
cipio, pero viendo el ardiente deseo de la hija empezó a alimentarse con la leche de
sus pechos, calmando así parte la gran debilidad que tenía.
En aquellos días el rey anunció que estaba dispuesto a adivinar todas las adi-
vinanzas que se le echaran. El concedería favores por las adivinanzas que no pudie-
r a resolver. Se enteró la hija del preso y decidió ir al palacio a echarle al rey una
adivinanza.
La pobre mujer llegó y pidió audiencia. Se la concedieron y le dijo al rey que
ella tenía una adivinanza para que él se la adivinara. El rey le dijo que sí, que se
la echara, y entonces ella dijo:
De antaño fui hija, Marido de mi madre.
Y de antaño fui madre; Adivíname, buen rey,
Crié al hijo ajeno, O si no dame a mi padre.
El rey pensó y pensó, pero no pudo dar con la solución. Entonces le pidió a la
mujer que le explicara. Ella le dijo cómo su padre había sido castigado injustamente,
cómo sufría hambre y sed en la cárcel, y cómo ella, a través de las rejas, le había
dado a mamar en sus pechos.
Y como el rey no adivinó el significado de la adivinanza concedió la libertad al
padre que estaba preso. (Folklore Portorriqueño. Pág. 53).
(4264) El vacío, el espacio. Véase la canción N* 472, que trata de igual tema.
(4265) El avestruz. Yulo-yulo? Por ¿Yuto - Yuto? ¿Rabón?
(4266) El hombre.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 689

4267 4271
¿Cómo cortan sin t i j e r a ? Cuando me siento me estiro,
¿Cómo cosen sin costura? Cuando me paro me encojo,
¿Cómo e n t i e r r a n a los muertos, E n t r o al fuego y no me quemo,
Sin cavar la sepultura? E n t r o al agua y no me mojo.

4268 4272
¿Cómo puede un ser cristiano, Cuando mi padre nació,
Sin negar la ley de Dios, Ya cuanta yo había nacido,
Casarse con hija y madre, P a r a bautizar mi abuela,
Siendo huérfanas las dos? Yo me p a r é de padrino.

4269 4273
Con el mayor rendimiento, Debajo una tolafía,
Y la mejor cortesía, Cinco vidas me acompañan,
Dígame, ¿cómo se bierden, Las cinco lloran conmigo,
Tres Domingos en i j n día? Sólo una me convertía.

4270 4274
¿Cuál es el bichito aquel, De las p r e g u n t a s que l'hice,
Que tiene tetas y v U € ] a ? No me contestó n i n g u n a :
J a m á s lo adivinará, ¿Cuál es el ave que vuela,
Ni tu mama, ni tu agüela. Más alto, sin tener plumas?

(4267) El buque que corta la ola, la cual luego se une. El agua suele ser la
sepultura de los que mueren en el buque.
Ramírez de Arellano recogió en Puerto Rico esta misma adivinanza, así:
Corto sin tijera, Echo el tranco largo,
Coso sin aguja, Y ando sin ventura.
N» 1 0 2 - a .
(4268) Es el cura párroco, padre de la glesia, y ésta es madre de los fieles.
El Sr. R. de Arellano halló en Puerto Rico esta misma adivinanza, así:
¿Cómo puede ser que un hombre humano? Se case con hija y madre,
Debajo del poder de Dios, Siendo doncellas las dos?
N* 54.
Solución: El hombre es el cura, el padre de la iglesia, y la iglesia nuestra madre.
(4269) Tres personas llamadas Domingo.
(4270) El murciélago.
(4271) La sombra.
R. de Arellano en Puerto Rico halló esta adivinanza, así:
Una cosa quisicosa
Que pasa el río y no se moja.
N« 540.
(4272) No sé qué querrá decir.
(4273) Tampoco sé su significado.
(4274) El Ave María.
Adivina, por fortuna,
¿Cuál es el ave que no tiene pluma?
El Ave María, R. M., 888.
690 JUAN A L F O N S Ó C A R R I Z O

4275 Ella que se echa,


Yo que le prendo.
De mañanita estoy mozo,
A las doce caducando, 4280
Luego que llega la tarde,
De canas estoy blanquiando. El tín que le suena,
El don que Je da;
4276 A su peludito,
¿Por cuánto lo da?
De nada sirvo de día,
De noche sirvo bastante, 4281
Como siempre doy trabajo,
Me cortan a cada instante. En alto vivo y me muero,
Y moros veo venir,
4277 Tengo corona de rey,
Pero yo no puedo huir.
Dos hombres en un borrico,
Los dos marchan a la par, 4282
El uno hace doce leguas,
El otro hace una nomás. En el aire se ha formado,
Una casa sin cimiento,
4278 No es hechura de los hombres,
Sino del entendimiento.
Dos peludos y un pelado,
Que se mueve a cada lao. 4283

4279 En el aire se ha formado,


Una casa sin cimiento,
Ella que llega, Un corral sin bramadero,
Yo que le tiendo, Y una vaca sin ternero.

(4275) El membrillo.
(4276) El pabilo de la vela.
(4277) El reloj. Uno anda doce leguas,
Y el otro una no más.
Juntos dos en un borrico,
Los dos andas a la par; El reloj. R. M., 774.
R. de Arellano, en Puerto Rico, halló esta adivinanza:
Juntos dos en un borrico, Andan dos en un borrico,
Los dos andan a la par; Los dos andan a la par,
El uno anda doce leguas, Uno anda doce leguas;
Y el otro una nada más. El otro una, no más.
N» 115. N» 365.
(4278) El ojo entre las pestañas.
(4279) No sé la solución.
(4280) El caballo (Las espuelas, el latigazo).
(4281) La granada. Moros beo venir,
Y no puedo huir.
En alto me veo,
Corona tengo; La granada. R. M. 554.
R. de Arellano, halló en Puerto Rico esta misma adivinanza en seis formas pa-
recidas. N» 463 (a-b, c, d, e, f)
(4282) No sé qué querrá decir.
(4283) No sé qué querrá decir.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 691

4284 Le alcé el vestido,


Toqué la cosa.
Enferma eetoy en la cama,
Enferma sin tener males,
Muerta estoy y tengo vida, 4289
Rica, sin tener caudales.
Gallinas con tantos pollos,
4285 Pollos con tantas gallinas,
Madres con tantos hijitos,
En verde prado nací, Hijos con tanta familia.
Cubierto de verdes íamas,
Y hoy me veo cautivj,
En los brazos de una dama. 4290

Hojas tengo sin ser árbol,


4286
Soy como el cielo también,
Estaba un hombre sentado, Pues en mi seno se sientan,
Con la dama en las rodillas, Los santos que hay en aquél.
En la parte delicada,
Le estaba haciendo tosquillas.
4291
4287 Mama panzona,
Fui al mercado,, Tata barbudo,
Compré una doncella, Meten y sacan,
Volví a mi casa, Hijo menudo.
Lloré con ella.
4292
4287 - a
Picotia con el pico,
Fui pa'l mercado,
Tironia con el culito.
Compré una bella,
Volví a mi casa,
Lloré con ella. 4293

4288 Por el aire va volando,


Sin plumas, sin corazón,
Fui pal mercado, Al vivo le da sustento,
Compré una moza, Al muerto consolación.

(4284) El diccionario. Ver canción N? 473.


(4285) El abanico.
(4286) La guitarra.
(4287) La cebolla.
R. de Arellano trae esta adivinanza asi, en su Folklore de Puerto Rico:
Fui a la casa, Vine a casa,
Compré una doncella. Y lloré con ella.
N« 431 - J.
(4288) La coliflor.
(4289) ¿El cielo y las estrellas?
(4290) El misal.
(4291) El horno, la escoba, y el pan.
(4292) La aguja.
(4293) La abeja, la miel y la cera.
Por el aire va volando, Al vivo le doy sustento,
Sin plumas ni corazón; Y al muerto consolación.
La abeja. R. M., 406.
R. de Arellano encontró en Puerto Rico esta misma adivinanza. Obr. cit. Pág. 217.
692 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

4294 4299
¡Sácalo, marido! Trota que trota,
Que lo quiero ver, Pablo corota.
¡Qué lindo lo tienes,
Volvelo a meter.
4300
4295 Tronco de higuera,
Soy enteramente humilde, Flor de zapallo,
Y no sé peliar con nadie, Tonta babosa,
Pero asusto al más valiente, Cara i caballo.
Aunque ni pienso pegarle.
4301
4296
Soy la redondez del mundo, Una dama muy pelada,
Sin mí no puede haber Dios, De una palidez mortal,
Papas y cardenales, sí, Que se alegra y se reanima,
Pero pontífices, no. Cuando la van a quemar.

4297 4302
Soy un señor encumbrado, Una llave tengo oculta,
Ando mejor que el reloj, Para que mi pecho abroche.
Me levanto muy temprano, ¿Es posible que se pierdan
Y me acuesto a la oración. Dos días en una noche?

4298 4303
Tengo nombre de animal, Un hombre mató a su hermano,
Y siempre vivo caliente, Cuya madre no nació,
Sirviendo a la mejor gente, Y en el seno de su abuela,
Y me dan el peor lugar. Ya muerto, lo sepultó.

(4294) El reloj.
(4295) La perdiz
(4296) La letra O. Papas, cardenales, sí,
Pero pontífices, no.
Soy la redondez del mundo;
Sin mí no puede haber Dios. La letra o, R. M., 847.
R. de Arellano en Folklore Portorriqueño, Pág. 221, Adivinanza 25 - a, trae esta
misma composición.
(4297) El sol. Me levanto muy temprano,
Soy un señor encumbrado, Y me acuesto a la oración.
Ando mejor que el reló, El sol. R. M., 250.
(4298) La pava, esto es, la tetera o calderilla.
(4299) La ojota.
(4300) La planta de tuna. Tonto, baboso,
Tronco de hiquera, Car' e caballo.
Flor de zapallo, R. A. Laval, Pág. 101 N« 53.
(4301) La vela.
(4302) Dos personas apellidadas Díaz.
(4303) Caín y Abel.
Esta adivinanza española (R. M. 880, 1, 2 y 3) es también popular en Puerto
Rico, allí la halló R. de Arellano ,así:
Un hombre murió sin culpa, La abuela quedó doncella,
Cuya madre no nació, Hasta que el nieto murió.
N* 355-e.
C ANC ION Ei o POPULAR DE SALTA 693

4304 ¿Cuál es el ave del campo,


Que vuela y da de mamar?
Un poronguito bumb n>
No tiene tapa ni tapn_
4308
4305 Yo soy fresco, yo soy cálido,
Soy de mucha calidad,
Vestido verde,
Y también soy un remedio,
Bata morada, Para mujeres curar.
Debajo de ella,
Está la bolada.
4309
4306 Yo soy oro, yo soy plata,
Y soy cobre y soy estaño,
Vos tenis hondo, Soy moro, soy bautizado,
Yo tengo largo, Soy infiel y soy cristiano.
Movete un poco,
Hagamos algo.
4310
4307 Yo soy un cuerpo sin alma,
Sin güesos ni coyontura,
Ya que esa pregunta m e hace, Que se corta sin tijeras,
Ahora me ha de avisí r : Y se cose sin costuras.

(4304) El huevo.
El Sr. R. Arellano ti. ae esta adivinanza así:
Cala,bacito bombón,
Q u e no tiene tapa ni tapón.
Obr. Cit., Pág. 273 - J.
(4305) La planta de, & a t a t a 0 patata.
(4306) El mortero %, \a mano.
(4307) El murcíelaffo.
(4308) No conozco \a solución.
(4309) ¿El vino?
pareSda1.0* M
^ ^ ""^^ P r
° Ü W
°- ~ E 1 Sr> R> M a r í n t r a e e s t a
adivinanza
Una dama hermosa, Corta sin tijeras,
Corre sin fortuna; Cose sin aguja.
La lancha. R. M., 799.
COPLAS EN QUICHUA
DE LOS VALLES CALCHAQUIES

4311 4313

Amapuni, amapuni, Cunan mariripusag,


Palomaitaca, Yntiyai cunan la dota,
Suma p a h u a n a chini Suerti casting cotemusag,
Ama paitaca. Muerte casting quedacusag.

4312 4314

Ccaina tusucu takico, Cunan ripusaj nerkane,


Llagtai m a n t a llocercane, Mana yata ripunicho,
Cunan c a i r r u n a llastampi, Ccaiacha t u t a i papusaj,
Tusuiraico huacashane. Antes que amanezca el día.

TRADUCCIONES
Estos cantares en quichua, me fueron dictados con sus respectivas traducciones
por un paisano en Jasimana, pero antes de publicarlas, he creído prudente hacerlas
revisar por personas entendidas, como lo son, los doctores Isaac J. Anaya y Ernesto
Sourrouille, boliviano de origen el primero y estudioso investigador de las lenguas
indígenas el segundo.
Ambos se han tomado la tarea de hallar sentido a los cantos mal conservados en
Ja tradición, pues cabe observar que aún cuando yo he sido fiel en la reproducción
de los sonidos, es evidente que el quichua hablado por el paisano que me dictó los
versos en Jasimana, no es el quichua gramatical que se habló y se sigue hablando
en ciertas regiones del Perú y Bolivia, sino un idioma bastardeado por la falta de
uso de nuestros paisanos. Como dije en el Discurso Preliminar, no se habla ya el
idioma del Cuzco, en Salta.
Las traducciones se ajustan en lo posible al sentido estricto de los vocablos y
las he escrito formando cuartetas, no para darles rima, sino para facilitar el cotejo
de los aficionados, que desearan seguir la traducción, palabra por palabra.
Quizás, si Dios me da vida y las circunstancias me ayudan, realizaré mi pro-
yecto de recoger, con el concurso de un hábil quichuista, los cantares en esta lengua,
que aún se conservan en el Perú y en Bolivia; porque estimo que sin ese estudio pre-
vio, será poco menos que imposible encontrar el verdadero sentido a estas florecillas
líricas halladas por mí, ya marchitadas por el tiempo.
Los cantos populares como las piezas arqueológicas y los restos fóciles necesitan
ser comparados desde el momento que ellos son resultantes de muchos factores y de
un largo proceso de elaboración. Los cantares en quichua, siempre se han trasmitido
por vía oral y las innumerables variantes y deformaciones que han sufrido, se harán
más o menos visibles solamente con el cotejo de otras versiones, ya que será inútil
pensar de hallarlas fijadas en algún manuscrito o impreso.
(4311) (4313)
Nunca, nunca Ahora sí ya me voy,
A mi palomita Hacia el lado del poniente,
La dejaré volar. Si hay suerte, volveré,
Nunca, vidita. Y si hay muerte quedaré.
(4312) (4314)
Ayer cantando y bailando, Ahora me voy, le dije,
Salí de mi amada tierra, Pero tampoco me iría,
Y hoy en países ajenos, Mañana madrugaré,
Por haber bailado lloro. Antes que amanezca el día.
698 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

4315 4319
Chacay chimpa faldi tapí,
Muñinga, muñinga,
Chivo motito arriasca,
Cantinita ñocarispa. Ñocca munacaita,
Unos lloran penas,
4316 Y otros apagaita.

Chaina nispa jiña nispa,


Soncoita nanachihuanke, 4320
Mana muaike nishaspe, Pachamama Santa Tierra,
Sin razón huaca chihuanke. Caita cocata regalaskaiki,
Amas apihuaspa,
4317 Pacha S a n t a T i e r r a .
Loritupis ccaiman, Amas apihuaspa,
Kakapis causaiman, Tucui orco maicha,
A donde está mi dueña, Amas apihuaspa,
Romería chayaima. Tucui p u r i n a cuna,
Amas apihuaspa,
4318 J u i s m a r a m i n a pacha,
Llamitaita chinea chine, Mana komer haciendaita,
Maipita caua puanke, Copaia micunampa ama,
Mamitanca puca paro, Flaquechoa sumac huiraya,
H u a h u i t a t o g r a parito. Apasachaj tucui invierno y verano.

(4315) (4319)
Tras de aquella falda, ¡Queridita, queridita,
Arriaba un chivo motito. La que yo quería!
Unos lloran penas,
(4316) Otros las apagan.
Con tus habladurías
Lastimas mi corazón, (4320)
Cuando dices: No te quiero, Pachamana, Santa Tierra,
Sin razón me haces llorar. De esta coca te regalo,
"No me agarres"
(4317) Madre Santa Tierra,
"No me agarres"
Si lorito fuera, Por todo aquel cerro,
En la peña anidara, "No me agarres"
A donde está mi dueña, En todo mi camino,
Verde llegara. "No me agarres"
¿Juis maramina pacha?
(4318) Sin pasto mi hacienda,
He perdido mi llamita, Sin comida para que no coma.
¿A dónde me la has mandado? Flaca o bien gorda,
La mamita es pelirroja, Que voy a llevar todo
Y la hijita tostadita. El invierno o verano.

(4320) Pachamama: Entre los apisanos de los Valles Calchaquíes y los juje-
ños existe la creencia de que una divinidad invisible, llamada Pachamama, los pro-
teje. Esta deidad suele ser identificada con la tierra y así algunos dicen Pachamama,
Santa térra. Es idea generalizada que ella hace nacer, la yerba p a r a alimentar las
llamas, ovejas, burros, vicuñas, guanacos, etc. Ella es quien hace_ madurar las nue-
ces; maíz, trigo, quinua y que ella en fin, es la autora de cuanto vive sobre la tierra.
Pachamama es el principio generador, la madre de lo creado, por eso es que se lo
hace sacrificios y se le ofrenda para obtener los más variados favores. El pastor le
pide buena parición del hato, esquila abundante, prosperidad y engorde de la ha-
cienda; la hilendera que no se le corte el hilo y que éste salga parejo y resistente;
el caminante le pide, que le acorte la distancia y lo deje regresar y sano a la casa;
el agricultor que él haga brotar la semilla y le dé abundante cosecha; el tropero le
ruega que a sus bestias las libre de la puna, de la sed y del hambre; el cazador de
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 699

4321 4324
Pachamama, Santa Tierra, Si parinachu ccaiman,
Caita coscaiki, Patata pahuaiman,
Santa hojata, Á donde esté mi dueña,
Amas apihuaiahu, Pucaya chayaiman.
Caita hojaricuspa,
Licorta, cigarros tapi cogeaíki.
4325
4322
Uiscachita caimán,
Ripuy, ripuy si atiguashan, Cerrupi causaiman,
P e r o mana ripuy inanchu, Irituta micus,
Ni aunque sonccoi pismunasho, Chirita pasaiman.
Mana g u s t u t a coim a nchu.

4323 4326
Si dije que te quería, Uiscachita ccaiman,
E r a por entretenerte, Kakapi causaiman,
Kichunkitoy atatai, Soltera pasajten,
Mi bien, ¿por qué m e dijiste? Chupaiman caschaiman.

vicuñas le suplica no le mezquine sus animalitos; la niña le pide novio, el joven no-
via, la vieja salud, y d viejo bienestar.
Para conseguir estos beneficios, el caminante arroja a la apacheta, altar de la
Pachamama, su acuyico, vierte algunas gotas de alcohol, le reza sus plegarias y si-
gue confiado su viaje. El tejedor entierra el primer trozo de hilo en su holocausto.
El ollero calfarero, hace un agujero en la barranca arcillosa de donde ha de sacar
la tierra y pone en él unas hojitas de coca p a r a que no se rajen las tinajas al reti-
rarlas del horno; El pastor, reza sus oraciones a la Pachamama al salir el sol para
que no se le desparrame el ganado ni se le cansen los corderitos; durante la parición,
le pide a la Pachamama, no le haga comer en el cóndor las crías indefensas; cuando
llega la señalada agradece con oraciones, libaciones y bailes el multiplico de la ma-
jada. La medica o curandera bebe y coquea en obsequio a Pachamama para que cure
al enfermo: el que corta sal de las salinas, antes de iniciar las tareas, ofrenda coca
y alcohol para que no se deshagan los panes, lo mismo hace el que siembra para que
la semilla nazca; el que cosecha entierra en la cabecera de rastrojo la primera es-
piga de trigo o de maíz o la primer flor madura de quinua; el que sacrifica una bes-
tia para comer, pone el animal con la cabeza en dirección al sol, reza a la Pacha-
mama y mata, siempre que no sea Martes ni Viernes, Pachamama no quiere que se
derrame sangre en esos días. Por último, cuando uno muere los deudos ofrendan
coca, chicha y alcohol a la Madre Tierra para que ella reciba nuestra alma en su
seno.
Para el estudio del culto a la Pachamama, véase Adán Quiroga: El Folklore Cal-
chaqui. Págs. 24 a 30 y Eric Bama. Antiquitis: T. 2». Págs. 383 y siguientes
(4321) Me decía el paisano que me dictó esta oración a la Pachamana que ellos
la recitaban el 1» de Agosto de todos los años para que no les sobrevenga ninguna
desgracia. La traducción sería: Madre Tierra, por esta coca, por estas santas hojas,
no nos agarres (no nos dañes); ¡por estas hojitas, por el licor, por los c i g a r r o s . . . !
(4322) A donde esta mi dueña,
Aún cuando me digas vete, Roja llegara.
Me voy a quedar nomás,
Y aunque el corazón quiera, (4325)
El gusto no le he de dar
Si yo fuese vizcachita,
(4323) En los cerros viviría,
Sí, dije que te quería A soltera que pasara,
Era por entretenerte. Colazos le pegaría.
¡Anda inmundo, vete!
Mi bien, ¿por qué me dijiste? (4326)
Si yo fuera vizcachita,
(4324) En las peñas viviría,
Si una parina fuera, A soltera que pasara,
Alto volara, Colazos le pegaría.
DE LAS COSTAS DEL PASAJE

4327 4328 - a
Acuchis potrero ucuma, AlaJíta mamitilla,
Tacota palla puskaiki, dala puca mihuachia,
Polleraiki yikiskuccpti, Animal tan ponzoñoso,
Noccami cirapusaiki. Huipaita mipunkichia.

4327 - a 4329
Acuichis potrero cunan, Caraipuca nisacara,
Tacota chocapuscaiki, Nocca comisario cani,
Polleraiki yikicupti, Hualuta huaillajsacara,
Noccaya cirapuskaiki, Libretata sorconampa.

4327 b - 4330
Acuisis potreriyuman, Chainanisunki,
Tacota tirapuscaiki, Chaina catita,
Polleraiki yikikupti, Chairacu mormorasuncu.
Nocca cirapuskaiki.

4328 4331
Alalita mamitilla, Imapactac miniaranki,
Lachiguana mihuachia, Kampallac micapuscaiki,
Animal tan ponzoñóse, Sujta, sujta munaspag,
Uicita tapunkichia. Soncoita nanajehianki.

(4327) (4328-a)
Vamos al potrero, Ay, mamita de mi vida,
Algarrobas, te tiraré, El corazón me ha picado,
Si tu pollera se rompe, Animal tan ponsoñoso,
Yo te la coseré. La barriga se me ha inchado.
(4327 - a) (4329)
Vamos al potrero, La iguana dice:
Algarrobas te tiraré, —Yo soy comisario,
Si tu pollera se rompe, A la tortuga la hizo llamar,
Yo te la coseré. Para quitarle la libreta (de enrolamiento)
(4327-b) (4330)
Vamos al potrero, Si te dicen,
Algarroba te tiraré, ¿Por qué estás así?
Si tu pollera se rompe, —Por murmuradora.
Yo te la coseré.
(4328) (4331)
Ay, mamita de mi vida, ¿Para qué me dijiste,
Me picó la lachiguana, Tuya no más he de ser,
Animal tan ponsoñoso, Si queriendo a una y a otra,
Me ha hecho inchar la barriga. El corazón me haces doler?
Traducciones. Las traducciones de estas coplas quichuas, son las que me dieron
los paisanos recitadores.
702 JUAN A L F O N S O C A R R R j

433332 "4332 .

Ñocca Santiagago marerani, Atamiaki manta amorani


Añatuya cabalalluyo, Afiatuya caballupi
Sachalazo rientndasnio, Sacha lazo riendasnio
Taco cara jergasnaio. Taco cara jergasnio

(4332)
(4332 - a)
Yo me voy a Santiago, Yo me voy a Atamisqui,
En un caballo de zorrino, En un caballo de zorrino,
Las riendas de sachalazo, Las riendas de sachalazo,
Y de cascaras de algarrobo las jergas.
Y de cascaras de algarrobo las jergas.
VERSOS PARA CANTAR CHILENAS
Y GATOS
4333 4337
Tantas y cuantas veces, Si te manda tu madre,
Mi pensamiento, Cerrar la puerta,
Sale en busca de alivio, Hace sonar la llave,
Y halla un tormento. Dejala abierta.
Y halla un tormento, sí, Dejala abierta, sí,
Tú lo decías, Prenda querida;
Que sólo con la muerte, Que algún día he de ser tuyo,
Me olvidarías. Toda la vida.

4334 4338
Si me muero enterradme, Cinta negra en el pelo,
Junto a tu cama; Te has amarrado;
Que me sirvan de luces, Antes que yo me muera,
Tus ojos, mi alma. Te has enlutado.
Tus ojos, mi alma, sí, Te has enlutado, sí,
Corriendo dile, Prenda adorada;
A la vidita mía, Propiedad de mujeres,
Que no me olvide. Llorar por nada.

4335 4339
Como la mariposa, De terciopelo negro,
Negra es mi suerte; Traigo cortinas;
Aquello que más amo, Para enlutar mi cama,
Me da la muerte. Si tú me olvidas.
Me da la muerte, sí, Si tú me olvidas, sí,
Así te digo, Pónete al frente,
Que no te has de ir con otro, Que aunque no seas mi dueña,
Sino conmigo. Me gusta el verte.

4336 4340
Varias contradicciones, El pasar por tu casa,
Tiene mi suerte, Me gusta tanto;
Pues lo que tanto adoro, Cuando el altar me gusta,
Me da la muerte. ¿Qué será el santo?
Me da la muerte, sí, Qué será el santo, sí,
Así decía, Cielo querido,
Un enfermo de amores, Kamillete de flores,
Que se moría. Jardín florido.
Estas coplas han sido tomadas del cuaderno del Sr. Matorras. Las coplas pro-
piamente dichas sin el agregado de las cuartetas que las glosan, están consignadas,
con sus notas respectivas, en este cancionero y en los de Catamarca y Jujuy.
l
m J U A N A L O N S O C A R R I Z O

4341 4346
Dime, ¿qué significa, Dicen que las heladas,
Cuando te pones, Secan los yuyos,
En la puerta y me miras, Así me van secando,
Luego te escondes? Amores tuyos.
Luego te escondes, sí, Amores tuyos, sí,
Rico tesoro, Dime ¿hasta cuándo
Y tal vez tú no sepas, Has de tenerme, negra,
Cuanto te adoro. Calaveriando?

4342 4347
Ojos negros y pardos, El amor y los campos,
Son muy comunes; Son dos iguales;
Por eso yo me muero, También el amor tiene
Por los azules. Sus sequedades.
Por ios azules, sí, Sus sequedades, sí,
Perla y topacio, Esto es muy cierto,
Como lucero brillas, Como sacarse un ojo,
En el espacio. Quedarse tuerto.

4343 4348
¡Tienes unos ojitos! Como pasa el invierno,
¡Y unas pestañas! Pasa el verano;
Y una lengua embustera, Pasan mis ilusiones,
Con que me engañas. Año por año.
Con que me engañas, sí, Año por año, sí,
Agua y arena; Prenda tirana;
Donde no hay niorenitas, Me tienes engañando,
No hay cosa buena. Tarde y mañana.

4344 4349
Prestadme tus ojitos, No me digas amante,
Tendré dos pares; Decime dueño;
Que con los míos no puedo Tratadme como a tuyo,
Llorar mis males. No como ajeno.
Llorar mis males, sí, No como ajeno, sí,
¡Ay, que me fundo! Dueña de mi alma;
Como soy inocente, ¿Cuándo hallaré en tus brazos,
No sé que es mundo. La dulce calma?

4345 4350
De Buenos Aires vengo, ¡Vidita de mi vida!
Soy coracero, No he merecido,
Traigo espaldas de bronce, Que me hagas un cariño,
Pecho de acero. De tu motivo.
Pecho de acero, sí, De tu motivo, sí,
No hallo que hacerme, Muy desgraciado,
Si me boto a los montes, Pues sin causa ninguna,
Temo perderme. Me has olvidado.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 705

4351 4356
Dices que no me quieres, Ofrécele a esa niña,
Ya me has querido; Unos zarcillos,
Vayase lo ganado, Del orito más fino,
Por lo perdido. De Chañarcillos.
Por lo perdido, sí, De Chañarcillos, sí,
¡Miren qué chiste! No me desaires,
Que porque tú me olvides, Zapatito de raso,
Me ponga triste. Botín de baile.

4352 4357
Si me dieras un dentro, Si de cristales fueran,
Por tu ventana, Los corazones,
De rodillas me fuera, ¡Qué de claro se vieran!
Hasta tu cama. Las intenciones.
Hasta tu cama, sí, Las intenciones, sí,
Jazmín dorado, Es cosa rara,
¿Por qué me tienes, mi alma, Que siendo tú la nieve,
Tan olvidado? Yo me deshaga.

4353 4358
¡Vamonos, vida mía, Toma este puñalito,
Donde llorastes! Abrime el pecho,
A recoger las perlas, Y verás tu retrato,
Que derramastes. Si está bien hecho.
Que derramastes, sí, Si está bien hecho, sí,
Triste es mi suerte, Abrilo, abrilo,
Antes que tú me olvides, No te demores, mi alma,
Dadme la muerte. En descubrirlo.

4354 4359
¡Vamonos, vida mía, Antenoche y anoche,
Vamonos dónde! Y esta mañana;
Donde la luna nace, Me corrieron loe perros,
Y el sol se esconde. De mama Juana.
Y el sol se esconde, sí, De mama Juana, sí,
¡Vida de mi alma! Triste me alejo;
Allí estaremos juntos, Casi, por estos pagos,
En paz y en calma. Pierdo el pellejo.

4355 4360
Quisiera ser arito, Todos los que se mueren,
De tus orejas, Pierden la vida,
Para de cuando en cuando, Y yo por adorarte,
Darte mis quejas. Pierdo la mía.
Darte ms quejas, sí, Pierdo la mía, sí,
Te amo y te adoro, Ven a mis brazos,
Y has de ser tú la llave, Consuela a un corazón,
De mi tesoro. Hecho pedazos.
706 JUAN A L F O N S O C A R R I Z O

4361 4366
Anda, dile a tu madre, La mujer chiquitita,
Que te empapele, Corre peligro,
Que el galán que te quizo, Como quirquincho bola,
Ya no te quiere. Junto al camino.
Ya no te quiere, sí, Junto al camino, sí,
Bella sirena, Triste llorando,
Corazón en tormento, Yo te daré el consuelo,
Lleno de pena. De cuando en cuando.

4362 4367
De los arrepentidos, Arbolito, arbolito,
Yo soy el uno, De verdes hojas,
De todo me arrepiento, ¡Qué bonito te pones,
Menos del mundo. Cuando te enojas!
Menos del mundo, sí, Cuando te enojas, eí,
Esto es muy justo, Dale que dale,
Que te he de amar, mi vida, Cuando más chicharrones,
Con todo gusto. Más grasa sale.

4363 4368
Todos viven amando, No me tires al ala,
Yo sólo muero, Carabinero,
Al ver que todos aman, Que soy águila nueva,
Lo que yo quiero. Que recién vuelo.
Lo que yo quiero, sí, Que recién vuelo, sí,
Lloré muy triste, ¡Mundo engañoso!
Lamentando mi suerte, Más vale caer en gracia,
Porque te fuistes. Que ser gracioso.

4364 4369
¿Para qué me dijistes, Todas las ilusiones,
Que me querías, Que el amor fragua,
Que sólo con la muerte Son como las espumas,
Me olvidarías? Que lleva el agua.
Me olvidarías, sí, Que lleva el agua, sí,
Lloré, lloraba, Todos lo saben,
Con un dolor profundo, Si una puerta se cierra,
Porque te amaba. Doscientas se abren.

4365 4370
Todas las buenasmozas, Dadme lo que te pido,
Son perseguidas, Que no es la vida;
Como arbolito nuevo, De la cintura a b a . . .
De las hormigas. Del muslo a r r i . . .
De las hormigas, sí, Del muslo arriba, sí,
Tú me condenas; Es lo que quiero,
El que en de veras ama, No me lo niegues, mi alma,
Tiene sus penas. Porque me muero.
CANCIONERO POPULAR DE SALTA 707

4371 4372

Del ciento de suspiros, De tus hermosos ojos,


Que el amor tiene; No tengo quejas;
Yo tengo suspirados, Míos quieren mirarme,
Noventa y nueve. Tú no los dejas.
Noventa y nueve, sí, Tú no los dejas, sí,
No te lo niego, ¡Vidita mía!
Que por tu amor estoy, ¿Por qué me tratas, cielo,
Ya medio ciego. Con tiranía?
GLOSARIO DE VOCES LOCALES

Acuyico 3563 Cacuy 676


Aguanacatia 1638 Cacharpalla 1878
¡Ahíjuna, puchita! 1127 Cachipampeña 2196
Aicionera 2102 Cabresto 3792
Ajuereño 816 Cachiyuyo 1888
Ajustar las cuarenta 2892 Cada vez que la veo 1046
Al botón 3053 Cadenero 3157
Alcanto 2514 Caja 1848
Alegriya 2366 Calauchín 4131
Al ñudo 1668 Campo flor 1890
Aloja 1849 Canchalagua C-414
Al pe 1614 Carantoña '.. 1782
¡Amalhayas un caballo'. 1522 Cargar la tipa 1370
Amancay C-405 Carozo 2927
Amblayisto 3808 Carreta i palo (Haipa) 976
Amistad de amigo 2890 Cascara de novillo 2834
Anco 3129 Caschi 2040
Andarse guasquiando 1660 Castiar 3743
Andoy 3606 Cata C-42
Animanisto 2436 Catre i lona 3263
Añapera 2072 Cebadilla 3720
Añasco 3273 Cejas topadas 2894
Apacheta 2003 Cinchón 3119
Aparejero 2726 Civil 1249
Apersuma C-100 Cochucho 4162
Aquita (Adv. de lugar) 50 Colaleño 3808
Arca (árbol) 288 Colero - Coliador C-408
Ardiliar 2312 Colla o Coya 2721
Arriador 2834 Concharías 3138-a
Asina 980 Conque 2464
Ataco 4158 Conscrición 1000
Atamisqui 3679 Coquero C-54
Corota 3099
Bajera 3726 Corvo 4033
Bala (avispero) 2520 Cosnechina 4136
Barajar 2772 Costanera 3813
Barracan 2106 Cotos 2043
Batarás 3356 Crendo 1183
Bellaquiar 3145 Crespín 795
Bendisado 2184 Cuanta (Adv. de tiempo) 2276
Biscambra C-92 Cuantitas (Adv. de cantidad) 2004
Bobo (palo) C-405
Boca de puerta i corral 1331 Cuchupi 4137
Bolanchao 3819 CUÍCOS C-47
Bolas 3634 Cutipar 1893
Bolsazo C-55 Cuyano 700
Bollo 2007 Choco 1631
Borrar el hierro C-407 Chaguarazo 1943
Borbojo 720 Chalchal 761
Brea 4159 Chalchalero 967
Buenmozo 170 Chambao 2584
Buey tropero 1008 Champí 3204
Burro zapallero 1627 Chanca 2979
Chancua 3102
Chango 3575
Referencias: Las letras R o C que preceden a al- Charata 3242
gunas cifras, significa que ese número corresponde Charqui 1286
a Romance o a Canción. Cuando no Ueva tales le- Chicha muquiada 3840
tras, debe entenderse que el número es el de una Chucán C-409
copla. Chilicote 2187
Chilimbrosa 96 Jachaques del meyando 1190
Ohinita 1661 Jaquimón 3441
Chirlo 3240 Jarilla 2567
Chulla o Chuya 3704 Jasímaneño 1120
Chumuco 3231 Jazmín del cielo 4188
Chupa Jesús María Coca 2158
Chupador 2363 Joder 3116
Chura 2807 Jotes 3582
Churcalisto - a 1949 Juancho C-47
Churo 2103 Juan del Campo C-407
Chusco - a • • • 3515 Juan Moreira 1957
Chuspa C-445 Juan Valor 3794
Chuta 3717 Jullero 2714
Chuy 2331
Chirlera 3507 Lapa - lapa 3429
Charcoma 3308 Lapacho (sombrero) 2186
Choclero 2717 Letra 2603
Ligador 2746
De arriba 2570 Locro 3496
Despiado 2409 Lonja graniada 2828
Destinado 725 Lucho C-47
Dormirse en las pajas 703

"El Cielito" (baile) 1908 Ma 2212


"El Gato" (baile) 1850 Machar - se 1821
Empinar el codo 3490 Madre del viento • 2180
En chispa (estar) • • C-408 Maimanta 3282
Entregado 1218 Maíz: Chulpi, morocho, capia C-409 y 3411
Entre San Juan y Mendoza • • 2270 Malacara C-51
Escobillar 3286 Manancancho 2001
Espirito 3530 Maray 4240
Esquinazo C-55 Matambre 1709
Estribera 3317 Mata 1674
Matao 3616
Mayuato 2526
Faldas lomas 847 Melguiador 3161
Fallanquiadora 2165 Miruña 4221
Fatigón C-423 Mocoso - a 2267
Fiero 2601 Mojón 3768
Fija 2091 Molinisto 2411
Flor del aire 292 Molle 294
Fragüeño 3713 Monta 1247
Frisco 2654 Moro - moro 3623
Morón (El gallo de) 3251
Garva 249 Mos 428
Golpiar los cueros 3202 Mosquimuerto 3672
Gringo 1954 Mudaciar 3241
Guairirorando 884 Muía panadera 1762
Güiche 2140 Muña 4172
Guachipeña 2022
Gauico 3882 Nazarenas 3821
Gualacate 3459
Guampa 3609 No has de oler 1307
Guancoiro 3623 Ño 437
Guantón 3305
Guaranguay 4139
Guarapo • 1849 Ocote 3079
Guascazo 2930 Operia 2667
Guastana 4245
Guayabil C-434 Pachamama 4320
Guayaca 3590 Pago y" obligo 1889
Guías 1875 Paica 2323
Palancho 1936-a
Hacer la mañana C-436 Palo borracho 1659
Hacer sonar 2762 Palo garrote nota 2726
Hechor 3822 Palo i lanza 1270
Hornero (ave) 2324 Paloma de Castilla 3946
Hoyón de fragua 2672 Pampeño 1482
Pangaré • 3019
Icaco 2099-a Parar 2891
Ichuna 3091 Parina 1530
Igualar (la guitarra) C-463 Parrilla (marca) C-407
Incancho o icancho 2099 Pasacana 2551
Iquincho 3408 Patenta 4171
Payogasto C-431 San Gregorio
Pegadero 897 Sanjuanes 2372
Pelero 2648 Segundiar 719
Pelicanto 3667 Señal 3767
Peludo 3166 Sereno (árbol) 2136
Pencal 685 Ser familia 2699
Perro pila 2172 Simba 2442
Pescuecero 2935 Sirena (relato) 243
Petardo 2184-a Soborno 2317
Pial volcao 2867 Sobrepelo 1603
Picana 3774 Socondo 2938
Picote 2106 Soncoiyana C-445
Pichana 3116 Soroche 1128
Pilón C-407 Sucho 3561
Pirpinto 617 Suplifalta 2434
Pisadera 3678
Pisar el poncho 2756 Tahuancho 2576
Piscón - piscón 3486 Tara - tara 3560
Pispita 4185 Teatín 3728
Pitada • 3787 Tejido a pala 1990
Plancha (marca) C-407 Tembladera 2179
Plasta i vaca 1624 Tener la bandera 2436
Ponerse las botas 3144 Terneraje C-67
Pomeña 2411 Tiesto C-409
Poro 1679 Tilo - tilo 2914
Porongo 4234 Tincunaco 3641
Portarse como la gente 1204 Tiopampeña 4169
Potrerefto 2361 Torcejones de hocico 4211
Potroso 3195 Tordillo 3237
Punta i lanza (marca) C-407 Tortero 2529
Puyones 2919 Tortilla 2647
Punta 66 Tostado (El) C-409
Puisquillo . . . . 3623 Trastornar 230
Pupulo 1677 Trompetero 1191
Puntiar 2754 Troya 898
Puesto 75 Turco 3156
Pucho 1652 Tucu - tuco 2685
Puca - puca 3279 Tulpo 3215
Primero de Agosto 1110 Tunte 2397
Tusca 902
Quincha i cuero 1544 Ucucha 4238
Quina 2092
Quirusilla C-405 Uchito C-419
Quitifliti 3355 Ulunchita 3408
Upilarse 2441
Quitilipi 3319 Upiti 3096
Ramiar 2739 Ura 1625
Raspado 1218 Ututu 2074
Reata 2726-n Vallista 985
Redondilla (juego) C-92 Vasirusca 2430
Refucilo 2183 Vaso 3475
Relaciones 2711 Velay 531
Relanciando 2752 Verdonal 1443
Relancina 1917 Vieja (pescado) 3367
Remesero 3205 Viento blanco 3710
Reparar 2075 Vincha 2095
Reventar la yel 1013 Vocita 124
Retobado 2828 Volada 46
Ruano C-51 Vuá 6
Rumiarqueña 2196
Rupachico 2204 Yaguano 3356
Yica 1733
Saber 1775 Yista 2250
Sachamora 2242 Yucas 3074
Salamanca 2965 Yuchán 1659
Salidor 2782 Yuro 2320
Saltar a la parada R.13 Yuto
índice alfabético de autores citados

AMBROSETTI, JUAN B. — Supersticiones y Leyendas. (Ed. Cultura Argentina) .


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ZORREQUIETA, MARIANO. — Apuntes históricos de la Provincia de Salta en la
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ÍNDICE

Discurso Preliminar IX
Romances 1
Romancillos, rondas y rimas infantiles 15
Canciones históricas 27
Canciones religiosas 57
Declaraciones, finezas y juramentos 67
Penas, dolor, tristezas y amarguras 109
Celos, quejas y desavenencias 147
Desdén, desprecio y olvido 175
Despedidas 181
Ausencias, recuerdos y cartas 197
Sentenciosas y morales 215
Descriptivas y costumbres locales 241
Jocosas y festivas 251
Payadorescas 281
Adivinanzas 293
Matonescas 301
Cariño y penas filiales 311

COPLAS

Cariño y penas filiales 317


Piropos, declaraciones, juramentos y constancia 321
Penas, dolor, tristeza y amargura 367
Celos, quejas, desaveniencias y reconvenciones 407
Despedidas, ausencias, recuerdos y esperanzas 435
Desdén, desprecio, odio y olvido 445
Teoría y consejos amatorios 459
Fiestas, bailes, carnaval, nocherniegos y divertidos 469
De jugadores, guapos, camperos, soldados y presos 543
Payadorescas 563
Jocosas, satíricas y picarescas 577
Descriptivas y locales, de costumbres y de viajeros 625
Religiosas 647
Sentenciosas y morales 651
Históricas, patrióticas, políticas y tradicionales 665
Pareados 671
Vidalitas 683
Adivinanzas 685
Coplas quichuas de los Valles Calchaquíes 697
Coplas quichuas de las costas del Pasaje 701
Versos para cantar "chilenas" y "gatos" 703
Í N D I C E DE I L U S T R A C I O N E S

Lámina I. — Ruta de la introducción de los cantos populares a Salta: Cádiz, Panamá,


Callao, Lima y Salta; Cádiz, Buenos Aires y Salta. Pág. XLVIII.

Lámina II. — Camino de postas, entre Buenos Aires y Lima. Caminos de Salta a las
provincias circunvecinas. Pág. 48.

Lámina III. — Mapa antiguo (1774) que señala el camino de Buenos Aires a Potosí
y los fuertes levantados en los bosques orientales de Salta. Pág. 208.

Lámina IV. — Costas del río Pasaje en "La Frontera" con la ubicación de las ciudades
y fuertes levantados durante la época colonial. Pág. 368.

Lámina V-a. — Reproducción facsimilar de la página 10 del Cancionero Manuscrito


Anónimo. Pág. 528.

Lámina V -b. — Reproducción facsimilar de la página 11 del mismo manuscrito.

Lámina VI. — Reconstrucción gráfica de la ciudad de Talavera de Madrid (Esteco),


fundada en 1609. Pág. 688.

Lámina VII. — Mapa de la provincia de Salta, con el itinerario seguido para recoger
los cantos populares. Pág. 720.

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