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Sistema Nervioso

• La parte de la anatomía encargada de estudiar este sistema se llama neurología.

• El sistema nervioso está constituido por un conjunto de órganos cuyas funciones son:

- La vida de relación (percepción sensitiva y respuesta motriz)

- El control automático del funcionamiento orgánico.

• Los órganos del sistema nervioso se distribuyen en dos grupos: los centrales (encéfalo y
médula espinal) y los periféricos (nervios propiamente dichos)

A su vez podemos verlos desde el punto de vista fisiológico:

• Sistema nervioso de la vida de relación: encargado de las funciones de comunicaciones del


individuo con el medio externo.

• Sistema nervioso de la vida vegetativa: encargado del control involuntario o automático de los
órganos del cuerpo.

Anatomía
Unidad anatómico funcional

Tejido nervioso

Se encuentra formado por células llamadas neuronas que son muy diferenciadas, de forma estrellada y que
poseen prolongaciones de forma y tamaño variable. En el tejido nervioso se encuentran en forma permanente tres
elementos: las neuronas, las fibras nerviosas y las células de neuroglia.

Neuronas

Forman la sustancia gris del encéfalo, medula y ganglios raquídeos y simpáticos. Su tamaño es variable,
pudiendo ser de 7 a 70 µ o más, de forma mono, bi y multipolar. Las prolongaciones reciben dos nombres:

Dendritas: cortas flexuosas y muy divididas. Reciben impulso nervioso de un axón y lo transmiten por vía
centrípeta al cuerpo celular, de aquí el impulso lo transmite la neurona al cilindro eje por vía centrífuga.

Cilindro eje, axón o filamento de Deiters: es muy largo y presenta ramos colaterales.

Además de estas prolongaciones la neurona consta de un cuerpo celular al que rodea una fina membrana, en
cuyo interior se encuentra el protoplasma, que se diferencia en multitud de fibrillas nerviosas llamadas
neurofibrillas que se entrecruzan irregularmente en el cuerpo de la célula y penetran posteriormente en las
dendritas o el axón y relaciona a ambas.

Fibras nerviosas

Continuación del axón, al salir de este dichas prolongaciones reunidas forman la sustancia blanca de los centros
nerviosos y fuera de esta última forman los nervios o cordones fibrosos que son el conjunto de axones que se
encuentran separados por tejido conjuntivo y cubiertas por una vaina del mismo tejido llamada neurilema o
vaina de Schwann. Existen dos clases de fibras nerviosas:

Fibras blancas o meduladas: Constan a su vez de tres partes, a) el axón que es la prolongación de la célula, b)
vaina de mielina que se encuenta alrededor del axón, es una cubierta grasosa y da a la fibra nerviosa un color
blanco, del cual obtienen su nombre, c) neurilema se encuentra por fuera, es una membrana delgada. La función
de la mielina no es únicamente aisladora, sino que transmite los impulsos nerviosos a una frecuencia tal que
permite a los músculos hacer movimientos finos y delicados.
Fibras grises, no meduladas o amielínicas (fibras de Remak): No tienen vaina de mielina, la fibra está recubierta
por el neurilema, por lo que presentan un color grisáceo o amarillento. La mayor parte de las células de los
ganglios simpáticos dan lugar a estas fibras.

Las fibras nerviosas que conducen impulsos hacia el centro se llaman aferentes, las que conducen impulsos hacia
la periferia se llaman eferentes

Se localizan a lo largo de las fibras meduladas de los nervios; la vaina de mielina se interrumpe y el neurilema se
pone en contacto directo con el axón. Su función es la de dejar que el líquido tisular alcance la fibra con fines
nutritivos. En cada segmento intermodal se aprecia que el neurilema tiene un núcleo, que desempeña un papel
importante en la regeneración de las fibras nerviosas que se cortan o separan de los cuerpos celulares.

Sinapsis: En la transmisión de los impulsos regulares toman parte varias neuronas. Al contacto de las neuronas
entre sí se llama sinapsis.

Células de neuroglia

Se localizan entre las células y tubos nerviosos de los centros y se distinguen por su cuerpo estrellado provisto de
abundantes y finas prolongaciones flexuosas y granulosas. Sirven de sostén pero, en general son células
aisladoras de los conductos nerviosos. En la sustancia gris se encuentran las células de microglia cuya función
consiste en englobar y digerir diversas células nerviosas cuando se degenaran o mueren.

Sistema nervioso central


Médula espinal

Es un largo cordón blanquecino ligeramente aplanado de delante hacia atrás, no es cilíndrico, se extiende desde la
primera vértebra cervical hasta la segunda vértebra lumbar, continúa por un cordón fibroso llamado hilo
terminal y por el ligamento coxígeo que se inserta al nivel del coxis. Su diámetro no es igual en toda su
extensión, ya que presenta abultamientos, uno de ellos a nivel de las últimas vértebras cervicales, llamado
branquial, del cual nacen los nervios de las extremidades superiores; y otro a nivel de las últimas vértebras
dorsales, llamado crural, del cual nacen los nervios de las extremidades inferiores. Por su cara externa la médula
espinal presenta dos surcos, uno anterior que es ancho y uno posterior que es delgado. Estos surcos casi se juntan
en la parte media de la médula, únicamente los separa una pequeña lámina de sustancia gris, llamada comisura
gris, en donde se encuentra un pequeño conducto, llamado conducto del epéndimo que recorre a la médula en
toda su longitud y en cuyo interior se encuentra el líquido encéfalo-raquídeo. La médula presenta en su cara
externa sustancia blanca y en su parte media sustancia gris, sus células nerviosas se agrupan para formar una
figura en forma de “H”.

La parte anterior de esta H presenta dos abultamientos llamados astas anteriores y contienen los cuerpos
celulares de los que se originan las fibras eferentes de motoras de los nervios raquídeos; en la parte posterior son
más delgados, llamados astas posteriores que contienen los cuerpos celulares cuyas fibras aferentes ascendentes
van a centros más superiores de la médula espinal o del cerebro.

La sustancia blanca se encuentra alrededor y entre las astas de la sustancia gris y cada mitad de sustancia blanca
está constituida por tres cordones: el anterior, el lateral y el posterior. Cada cordón está dividido en segmentos
más pequeños llamados haces o fasículos, que se suman a la acción sensitiva de las astas posteriores de la
médula. Lo mismo sucede con los haces de sustancia blanca que se encuentran en la mitad anterior, se suman a la
acción motora de las astas anteriores de la propia médula espinal.

Nervios raquídeos

Meníngeo. Que se distribuirá por las meninges.

Posterior. Que inerva a la piel y los músculos de la región dorsal.

Anterior. Que inerva a la cara ventral o anterior.


Ramas viscerales. Se conectan ampliamente con los ganglios simpáticos. Estos nervios, llamados autónomos,
emergen a lo largo de toda la cadena simpática, forman plexos sumamente importantes, llamados plexo cardiaco,
plexo solar, plexo hipogástrico y plexo entérico.

Las ramas anteriores de los nervios raquídeos, al unirse también forman agrupaciones nerviosas o plexos que
reciben el nombre de la región a la cual darán sensibilidad y movimiento: plexo cervical formado por las ramas
anteriores de los cuatro primeros nervios cervicales, cuyas ramas terminales inervan la musculatura y la piel de la
cabeza y cuello; plexo branquial, formado por la unión de las cuatro últimas cervicales y el primer dorsal, cuyas
ramas terminales se dirigen a la piel y músculos del hombro y miembro superior; plexo lumbar, cuyas ramas se
dirigen a la piel y músculos de esta región, y lo forman el último par dorsal y los cuatro primeros lumbares. Y,
por último, el plexo sacro, formado por la unión del quinto lumbar y los tres primeros sacros cuya inervación se
distribuye por la piel y músculos de las extremidades inferiores. En la región dorsal no hay plexo, los nervios se
unen formando nervios intercostales.

La médula espinal, al igual que todo el eje encefalorraquídeo, se encuentra cubierta por tres membranas
concéntricas llamadas meninges, a saber: piamadre, formada por tejido muy vascularizado, adosada firmemente
a todo el tejido nervioso; aracnoides, membrana serosa que no se adhiere a la anterior porque entre las dos circula
el líquido cefalorraquídeo, y la duramadre, membrana fibrosa, la más dura y resistente de las tres, está en
contacto con la cara interna de los huesos del cráneo a través de una fina capa de tejido adiposo.

Por la parte superior de la médula, las meninges penetran al cráneo y recubren los elementos encefálicos; por su
parte inferior originan el hilo terminal o filum terminale y el filamento coxígeo.

Encéfalo

Al llegar al cráneo, la médula espinal penetra en éste por el agujero occipital y a partir de este momento se
ensancha y continúa con el encéfalo, en el cual se distinguen varias partes, de abajo hacia arriba reciben los
nombres de bulbo raqídeo, protuberancia anular, tallo cerebral, cerebro, cerebelo, tubérculos cuadrigéminos,
cuerpo estriado, entre otros.

Bulbo raquídeo o médula oblongada

Continúa a la médula espinal y es el primer ensanchamiento del encéfalo; tiene la forma de un cono truncado, de
base superior y la misma estructura que la médula con características que los cordones anteriores y laterales, de
aquélla, se entrecruzan al llegar al bulbo, pasándolos de izquierda a derecha y viceversa, y se reúnen en dos
masas separadas por un surco, recibiendo el nombre de pirámides anteriores. La configuración exterior del
bulbo, se parece a la de la médula espinal, pero la configuración interior es distinta. Todos los haces aferentes y
eferentes de la médula pasan al bulbo y algunos se entrecruzan, mientras que otros pasan directamente al bulbo.
En este sitio se encuentran las células nerviosas que se agrupan formando núcleos en los cuales se originan
algunos pares craneales. Las fibras motoras de los nervios glosofaríngeo y vago, así como la porción craneal de
los nervios raquídeos se originan en el núcleo ambiguo; el nervio hipogloso tiene origen en el núcleo del mismo
nombre.

Algunos de los núcleos son estaciones de relevo sensitivos que se dirigen al cerebro, algunos sirven como centros
para la regulación de funciones corporales, como los centros cardiaco, vasoconstrictor y respiratorio. Los
cordones posteriores de la médula, al llegar al bulbo, se separan circunscribiendo una cavidad en forma de V,
cuyo suelo está formado por las pirámides anteriores. Esta cavidad se llama cuarto ventrículo, que comunica
hacia abajo con el agujero del epéndimo de la médula y hacia adelante por el acueducto de Silvio el cual
comunica con el tercer ventrículo. La cara dorsal del cuatro ventrículo está cubierta por la piamadre.

De la parte medio del suelo del cuarto ventrículo salen unos nervios que parecen plumas de ave, por lo que
reciben el nombre de calamus scriptorius. Los cordones posteriores, al salir del bulbo penetran en el cerebelo y
entonces se les llama pendúnculos cerebelosos inferiores.

Protuberancia anular
Continúa al bulbo raquídeo, del cual se encuentra separada por el surco bulboprotuberacial. Las pirámides
anteriores del bulbo, en su ascendente, forman una buena parte de la protuberancia anular y, al salir de ella,
forman los pendúnculos cerebrales porque van a parar a la base del cerebro, estableciéndose la comunicación de
éste con el bulbo raquídeo y la médula, de ahí el nombre de puente de Varolio.

Está situada delante del cerebelo, entre el mesencéfalo y el bulbo raquídeo. Al entrecruzarse las fibras nerviosas
blancas, longitudinales y transversales procedentes del bulbo y del cerebro forman la protuberancia, entre cuyas
fibras se encuentran algunas pequeñas masas de sustancia gris que serán los núcleos de los pares craneales V, VI,
VII y VIII.

Las fibras transversales provienen de los pendúnculos medios del cerebelo y sirven para unir sus dos hemisferios,
y las fibras longitudinales unen al bulbo con el cerebro y la médula. La superficie posterior de la cara anterior de
la protuberancia constituye el resto del suelo del cuarto ventrículo y la parte primera de éste se encuentra en el
bulbo raquídeo.

Pendúnculos cerebrales y tubérculos cuadrigéminos

Cuando las pirámides anteriores del bulbo salen de la protuberancia anular se unen a los pendúnculos
cerebelosos superiores originando la parte posterior de los pendúnculos cerebrales que van unidos el derecho con
el izuquierdo, formando las partes anteriores de un corto y estrecho conducto llamado acueducto de Silvio, el
cual comunica, por detrás, con el cuarto ventrículo y, por delante con el tercero. El techo de este conducto lo
forman cuatro pequeñas masas nerviosas situadas por pares a derecha e izquierda de la línea media, las cuales
reciben el nombre de tubérculos cuadrigéminos, constituidos por sustancia gris en su interior y por sustancia
blanca en su periferia. Dos de los tubérculos cuadrigéminos son anteriores, están unidos con los cuerpos
geniculados externos y reciben impulsos ópticos, los dos restantes son posteriores y están en relación con los
cuerpos geniculados internos y reciben impulsos acústicos.

Pineal o epífisis

Es una estructura de color gris rojizo, de aproximadamente 8mm de longitud. Se localiza en el trecho del tercer
ventrículo, por delante de los tubérculos cuadrigéminos. Su función no está aún claramente detallada, algunos
autores suponen que al comienzo de la vida tiene características glandulares, alcanzando su máximo crecimiento
alrededor de los 7 años. Después de la pubertad disminuye su tamaño y su tejido se hace fibroso.

Hipófisis

La hipófisis o piuritaria es una masa tisular de cerca de 1cm de diámetro, pesa entre 0.5 y 0.7g y está situada en la
silla turca del hueso esfenoides. Un pequeño tallo llamado infundíbulo une a la hipófisis con la base del cerebro.
Está formada de dos lóbulos: el anterior, es el mayor, muestra una estructura glandular y el posterior, que se
encuentra formado de dos partes, la nerviosa o lóbulo neutral, compuesta por células y fibras nerviosas, y la
intermedia formada por células epiteliales.

Núcleos basales

Situados en la profundidad de cada uno de los hemisferios cerebrales y muy cerca del tallo cerebral. Formados
por sustancia gris, son los siguientes: tálamo que es una estructura ovalada y voluminosa situada en la base del
cerebro, hipotálamo se encuentra situado por debajo del tálamo, amígdala, claustro y cuerpo estriado.

Estos núcleos son de color rojizo, se hallan por delante de los tubérculos cuadrigéminos, situados a uno y otro
lado del plano medio antero posterior, dejando entre ambos una cavidad denominada tercer ventrículo. La parte
posterior de las paredes de este ventrículo está formada por la parte anterior de los pendúnculos cerebrales y el
techo por una lámina triangular abovedada, que recibe el nombre de trígono cerebral. Los tálamos se encuentran
constituidos por sustancia gris en el interior y recubierta por sustancia blanca que se une a las fibras de los
pendúnculos cerebrales y cerebelosos, poniéndose en conexión con las restantes partes del sistema nervioso
cefalorraquídeo.

Cuerpos estriados
Son dos núcleos de sustancia gris en forma de pera, situados en la parte anterior y lateral de los tálamos y en
relación con los pendúnculos cerebrales y cerebelosos superiores. No tienen coloración ni superficie igual en
toda su extensión.

Cerebro

Es la estructura más voluminosa del encéfalo, y tiene forma ovoide. Su superficie la constituye la corteza cerebral
que se localiza en la parte superior e inferior del cerebro y está compuesta de sustancia gris. La sustancia blanca
se localiza en el interior del cerebro, formada por fibras que lo conectan con la médula espinal y otras partes del
encéfalo, fibras que van de adelante hacia atrás y fibras que conectan ambos hemisferios del cerebro.

Cisuras y circunvoluciones

En la corteza cerebral existen hendiduras de profundidad distinta, unas son profundas y se denominan cisuras y
otras son superficiales, denominadas surcos. Las protuberancias que se forman entre dos surcos se llaman
circunvoluciones.

En la corteza cerebral se localizan cisuras muy importantes que lo dividen en lóbulos:

1. Cisura interhemisférica: se extiende de la parte anterior a la posterior del cerebro y lo divide


en dos hemisferios, que se encuentran unidos entre sí por una lámina de sustancia blanca
llamada cuerpo calloso.

2. Cisura transversa: situada entre el cerebro y el cerebelo.

3. Cisura de Rolando.

4. Cisura de Silvio.

5. Cisura perpendicular externa.

Las cisuras de Rolando, Silvio y la perpendicular externa dividen la corteza cerebral de cada hemisferio en cuatro
lóbulos, llamados frontal, parietal, temporal y occipital. Entre el frontal y el parietal se encuentra la cisura de
Rolando, entre el frontal, el parietal y el temporal se encuentra la cisura de Silvio. Por detrás de la cisura
perpendicular se encuentra el lóbulo occipital.

Entre las circunvoluciones frontales merece citarse la tercera del hemisferio izquierdo, llamada circunvolución de
Broca.

El lóbulo de la ínsula no se ve a simple vista cuando se examina la superficie externa del hemisferio cerebral, ya
que se encuentra situada en el fondo de la cisura de Silvio.

Ventrículos del cerebro

El cerebro contiene, en su espesor, cavidades que se llaman ventrículos, uno para cada hemisferio, llamados
ventrículos laterales situados por debajo del cuerpo calloso. Uniendo a los ventrículos laterales está el tercer
ventrículo, que se encuentra en medio de los laterales y comunica con ellos por medio de pequeñas aberturas
llamadas agujeros de Monro; el tercer ventrículo se comunica por detrás con el cuarto ventrículo que se localiza
por delante del cerebelo y por detrás de la protuberancia anular y el bulbo raquídeo. El tercer ventrículo se
comunica con el cuarto por un estrecho conducto llamado acueducto de Silvio y éste con el conducto del
epéndimo de la médula espinal.

En la bóveda de los cuatro ventrículos se encuentran tres aberturas, dos laterales llamados agujeros de Lushka, y
la central, la más grande llamada agujero de Magendie.

Los ventrículos están llenos de líquido cefalorraquídeo, constituido por agua, sales minerales, sustancias
orgánicas y algunas células sanguíneas.

Cerebelo
Está colocado en la parte posterior del cuarto ventrículo. Es una masa nerviosa voluminosa que pesa 140 g y se
encuentra en la parte posterior e inferior de la base del cráneo. Se localiza por debajo de la parte posterior del
cerebro, del que lo separa un repliegue de la duramadre llamado tienda del cerebelo, el cual se introduce en la
cisura transversa. El cerebelo tiene forma ovoide, ligeramente aplanado y con una escotadura central. En la línea
media presenta una eminencia longitudinal llamada vermis, y a cada lado del vermis se encuentran dos
eminencias voluminosas llamadas hemisferios cerebelosos, que están cubiertos por una fina capan de sustancia
gris, plegada en numerosas circunvoluciones finas.

Se comunica con el cerebro a través de unos cordones de fibras llamadas pendúnculos superiores, con la
protuberancia anular por los pendúnculos medios, y con el bulbo raquídeo por los pendúnculos inferiores.

La sustancia gris contiene células en las cuales se originan fibras que van a formar sinapsis con los que provienen
de otras partes del encéfalo y que penetran al cerebelo. Los impulsos de los centros motores del cerebelo, de los
conductos semicirculares del oído interno y de los músculos estriados llegan al cerebelo por los pendúnculos. Los
impulsos motores del cerebelo son transmitidos hacia los centros motores del cerebro y de la médula con destino
a los músculos.

Los 12 pares craneanos (anatomía y fisiología)


Nacen del encéfalo y emergen del cráneo para distribuirse. Se clasifican en motores, sensitivos y mixtos.

Tienen un origen real que se localiza en un núcleo de sustancia gris llamado núcleo de origen. Cuando se trata de
un núcleo sensitivo se llama núcleo de terminación. Tanto los núcleos motores como los de terminación de los
nervios sensitivos conectan con la corteza cerebral.

Por su orden de emergencia en la superficie del encéfalo, así como por su función, son los siguientes:

I. Olfatorio VII. Facial

II. Óptico VIII. Auditivo

III. Oculomotor IX. Glosofaríngeo

IV. Patético X. Neumogástrico

V. Trigémino XI. Espinal

VI. Motor ocular externo XII. Hipogloso

I. Olfatorio: Sensitivo

Tiene su origen en las células nerviosas de la parte alta de las células olfatorias de la mucosa nasal formando una
red, ahí se reúnen y atraviesan la lámina cribosa del etmoides y llegan al bulbo olfatorio por el que caminan hasta
llegar a los centros nerviosos del cerebro. Se estimula con los aromas.

Fisiología. Se explora por medio del olor, que pro vía aferente estimula al nervio localizado en sus orígenes en la
parte alta de la nariz y fosas nasales. Para ello se le indica al paciente que inhale profundamente alguna sustancia
olorosa, que puede ser perfume, café en polvo, tabaco, etc. Debe practicarse por separado en cada uno de los
orificios nasales.

II. Óptico: Sensitivo

Se origina en las células ganglionares de la retina y a corta distancia de su origen se entrecruzan ambos nervios
formando el quiasma de los nervios ópticos para dirigirse a los centros nerviosos superiores.

Fisiología. Se explora la visión indirecta por medio de la campimetría, haciendo que el paciente vea un punto fijo
y con un objeto situado al nivel de la oreja, dirigirlo hacia el frente para que el paciente lo distinga. Otro
procedimiento es estudiar la agudez visual, observando al si el paciente distingue bien un objeto a 20 cm o a 3 cm.
Debe estudiarse el fondo del ojo. El estímulo natural del nervio óptico es la luz.

III. Motor ocular común: Motor


Se origina en un núcleo situado en el piso del acueducto de Silvio. Proporciona fibras motoras a otros tantos
músculos extrínsecos del globo ocular: recto superior, recto inferior, recto interno y oblicuo menor, así como a
músculos intrínsecos del ojo (el ciliar, el esfínter y la pupila).

Fisiología: su función se estudia buscando el movimiento del globo ocular de acuerdo al sitio en sonde se insertan
sus músculos: recto superior (dirigir la mirada hacia arriba), recto inferior (dirigir la mirada hacia abajo), recto
interno (dirigir la mirada hacia dentro). Además se explora haciendo que el paciente dirija el párpado superior
hacia arriba. Se explora buscando los reflejos a la luz: miosis y midriasis (contraerse la pupila y dilatarse).

IV. Patético: Motor

Se origina en un núcleo situado en el piso del acueducto de Silvio y proporciona fibras motoras al músculo
oblicuo mayor del ojo.

Fisiología: se explora buscando el funcionamiento de este músculo, haciendo rotar al globo ocular hacia abajo y
hacia afuera (primero un ojo, después el otro).

V. Trigémino: Mixto

Se origina en una raíz motora que procede de dos núcleos, el principal y el accesorio. De cana núcleo sale una
raíz, la superior colocada en la parte externa del núcleo del acueducto de Silvio y la inferior, de la cara inferior de
la protuberancia, ambas se unen y forman la rama nerviosa motora del nervio trigémino. Las fibras de la raíz
sensitiva de estepar se originan en el ganglio de Gasser, situado en una depresión de la proporción petrosa del
hueso temporal. Las fibras de las dos grandes raíces se unen y forman un solo tronco que a su vez, se subdivide
en tres grandes ramas: Nervio oftálmico, nervio maxilar superior (ambos exclusivamente sensitivos) y el nervio
maxilar inferior (motor).

El nervio oftálmico distribuye sus ramas a la córnea, al cuerpo ciliar, al iris, a la glándula lagrimal, a la
conjuntiva, a una parte de la mucosa nasal y a la piel de los párpados, cejas, frente y nariz.

El nervio maxilar superior distribuye sus ramas por la duramadre, la frente, el párpado inferior, la comisura
externa de la órbita, labio superior, encías y los dientes del maxilar superior, la mucosa de la piel, mejillas y
nariz.

El maxilar inferior, el más grande de los 3, es mixto y sus ramas se distribuyen por la región temporal: pabellón
de la oreja, labio inferior, parte inferior de la cara, dientes y encías de la mandíbula y músculos de la masticación.
También inerva la parte anterior de la lengua.

Fisiología: se explora buscando la función de cada una de sus ramas y su distribución en la cara y cráneo: a) nervio
oftálmico: es sensitivo y se explora buscando sensibilidad en la piel de la región frontal (de cada lado), nariz y
párpado superior; con una gasa estéril tocar la córnea del ojo de cada lado suavemente y la mucosa nasal, b)
maxilar superior: es sensitivo, se explora buscando sensibilidad en las encías y dientes del maxilar superior de
cada lado; sensibilidad en el labio superior, la piel de toda la nariz y hasta un punto situado detrás de
terminación de cada lado de las cejas; c) maxilar inferior: mixto. Su función sensitiva se explora estimulando con
ligeros piquetes en la piel de la región temporal, orejas, labio inferior, diente y encías del maxilar inferior y
mucosa de la parte anterior de la lengua. Sus fibras motoras se exploran buscando el funcionamiento de los
músculos de la masticación, dirigiendo el maxilar inferior hacia abajo y hacia arriba.

VI. Motor ocular externo: Motor

Tiene su origen en un núcleo situado en el piso del cuarto ventrículo. da inervación motora al músculo externo
del ojo.

Fisiología: Se explora buscando que el paciente dirija la mirada hacia afuera, y pidiéndole que vea a la derecha y a
la izquierda en cada ojo.

VII. Facial: Mixto

Su raíz motora se origina en un núcleo situado en la protuberancia anular, y su raíz sensitiva se origina en el
ganglio geniculado situado en el trayecto del nervio. Las fibras motoras inervan a los músculos de la cara, parte
del cráneo, el pabellón de la oreja y los músculos del cuello. Sus fibras vasodilatadoras alcanzan las glándulas
submaxilares y sublinguales. Proporciona fibras sensoriales a los dos tercios anteriores de la lengua y a la región
del oído medio.

Fisiología: este nervio transmite al cerebro: a) impresiones sensoriales, está íntimamente relacionado con el sentido
del gusto; se explora al paciente pidiéndole que identifique el estímulo aplicado; b) función motora; se explora
buscando el funcionamiento de los músculos de la cara uno a uno en las dos mitades de ella; indicar al paciente
que mueva el músculo occípito-frontal y las orejas.

VIII. Auditivo: Sensitivo

Es un nervio sensitivo que se origina de dos ramas que son distintas en su origen, distribución y función. Una es
el nervio coclear o nervio de la audición, que tiene su origen en el ganglio espiral de la coclea; la otra es el nervio
vestibular o nervio del equilibrio, cuyas fibras se originan en el ganglio de Scarpa, situado en el fondo del meato
auditivo interno.

Fisiología: Se le explora buscando la función auditiva, preguntando al paciente si escucha el diapasón o el tic-tac
del reloj. Es fácil darse una idea averiguando si escucha cuando dos personas hablan en voz baja a 1 m de
distancia. Con esto podemos explorar la agudeza auditiva. Su función vestibular se explora practicándole
pruebas de equilibrio como, por ejemplo, pararse en un solo pie con los ojos cerrados.

IX.Glosofaríngeo: Mixto

Sus fibras motoras se originan en el núcleo ambiguo del bulbo raquídeo que envía fibras motoras al itsmo de las
fauces, amígdalas, faringe, laringe, tercio posterior de la lengua, a los músculos de la faringe y fibras secretoras a
la glándula de la parótida. Las fibras sensitivas se originan en el ganglio superior y el ganglio petroso situados en
el trayecto del nervio.

X. Neumogástrico o vago : Mixto

Sus fibras motoras se originan en el núcleo ambiguo que inervan a los músculos de la faringe, laringe, tráquea,
corazón, abertura de las grandes arterias y venas, arco aórtico, esófago, estómago, intestino delgado, páncreas,
hígado, bazo, colón ascendente, riñones y vasos sanguíneos viscerales.

El corazón recibe fibras inhibidoras y las glándulas gástricas y el páncreas reciben fibras secretoras.

Sus fibras sensitivas tienen origen en el ganglio yugular y plexiforme situados en el trayecto del nervio y se
distribuyen en las fibras de la laringe, tráquea, pulmones, esófago, estómago, intestinos, vesícula biliar y los
genitales (útero y vagina).

Fisiología: nervios mixtos que dan sensibilidad y movimientos al corazón, pulmones, estómago etc. De los
movimientos que rigen, prácticamente todos son reflejos, casi ninguno es voluntario y las sensaciones que envía
al cerebro son muy imprecisas, de ahí el nombre de nervio vago.

Al corazón le envían nervios sensitivos y moderadores de la pulsatilidad cardiaca, al aparato respiratorio le dan
sensibilidad y movimiento a la glotis, tráquea, bronquios y pulmones; al aparato digestivo sensibilidad y
movimiento a la faringe, estómago, esófago; a los genitales externos, impulsos vasodilatadores al pene, clítoris y
vulva e impulsos inhibidores a genitales externos.

Como se comprenderá, es difícil y muy cuidadoso el estudio que se hace a este par craneal. Su exploración debe
quedar bajo el cuidado de un médico especializado.

XI. Espinal: Motor

Tiene dos orígenes, la porción craneal, que se origina en el núcleo ambiguo del bulvo y sus fibras se distribuyen
por la rama faríngea t laríngea del nervio vago y la porción espinal, que tiene su origen en la médula espinal, a
nivel del quinto nervio cervical, da inervación a los músculos esternocleidomastoideo y trapecio.
Fisiología: se explora buscando los movimientos de los músculos que inervan. Se le indica al paciente que eleve los
hombros y haga movimientos de la cabeza hacia la derecha y hacia la izquierda, además de indicarle que dirija la
cabeza hacia un hombro primero y al otro después.

XII. Hipogloso: Motor

Se origina en el núcleo hipogloso del bulbo, inerva a los músculos de la lengua.

Fisiología: Se le explora indicándole al paciente que mueva la lengua hacia adelante, hacia atrás, hacia arriba, hacia
abajo y alrededor de su eje. Cuando el nervio se lesiona produce parálisis y atrofia la lengua.

Sistema Nervioso Autónomo

En contraste con los músculos esqueléticos, los cuales son inervados por los nervios motores regulares, todos los
músculos lisos (excepto el de la vejiga), el músculo cardiaco y las células glandulares del organismo, reciben su
inervación motora del sistema nervioso autónomo. Por consiguiente este sistema ejerce una influencia importante
sobre la actividad de muy diferentes estructuras, incluso músculos intrínsecos del ojo, glándulas cutáneas y
sistemas cardiovascular, respiratorio, digestivo, endócrino, urinario y reproductor. En el sistema autónomo
existen dos clases de fibras nerviosas, una que emerge del sistema nervioso central hasta el ganglio autónomo
hasta el músculo, glándula, etc., que va a ser estimulado. La primera de las fibras nerviosas se llama
preganglionar y la segunda se llama posganglionar.

Los nervios autónomos se clasifican en tres sistemas: parasimpático, simpático y entérico.

Sistema parasimpático

También llamado cráneo sacro, está constituido por fibras nerviosas que se originan en el mesencéfalo, el bulbo
raquídeo, y la región sacra.

El autónomo tectal mace por algunas raíces que emergen del mesencéfalo y que unidos al tercer par envía fibras
preganglionares que terminan en el ganglio ciliar, las fibras postganglionares llevan sus impulsos nerviosos al
músculo circular del iris y al músculo ciliar del globo ocular.

El autónomo bulbar se origina en las fibras nerviosas que emergen junto con los nervios VII, IX y X y dan fibras
nerviosas preganglionares y postganglionares en un espacio del cuerpo humano muy considerable ya que abarca
fibras vasodilatadoras a las glándulas y vasos sanguíneos de la nariz y boca, tejido muscular de la laringe,
esófago, estómago, intestino delgado, grueso, hígado y páncreas; envía, además, impulsos inhibidores al corazón.

El autónomo sacro está constituido por fibras preganglionares de la médula espinal y fibras nerviosas del
segundo, tercero y cuarto nervio sacro que se unen y forman el nervio pélvico, el cual termina en el plexo
hipogástrico de donde emergen fibras postganglionares para las vísceras pélvicas que darán origen a fibras
motoras para el músculo del colon descendente, recto, ano y vejiga. Fibras vasodilatadoras que terminan en los
genitales externos, y fibras inhibidoras que terminan en lo músculos lisos de los genitales externos.

Sistema simpático

También llamado tóraco-lumbar, consta de dos gruesos nervios situados en la cavidad general a cada lado de la
columna vertebral; estos nervios se extienden desde la primera vértebra cervical hasta la última sacra, enviando
desde su extremo superior dos ramas que penetran en el cráneo y poseen tres ganglios que se encuentran con las
ramas de los trigéminos.

A todo lo largo del cordón simpático se hallan otros veinticuatro ganglios que son: tres cervicales, doce dorsales,
cinco lumbares y cuatro sacros. Cada uno de estos ganglios envía fibras nerviosas que se dirigen a : ramos
comunicantes a nervios raquídeos y nervios del gran simpático o nervios viscerales que van a los distintos
órganos de la vida vegetativa.

En su trayecto, estos nervios que van a las distintas vísceras se entrecruzan y forman plexos con otros ganglios
generalmente más grandes que los de la columna vertebral. Los tres ganglios cervicales envían nervios que se
unen con otros en el neumogástrico, formando juntos el plexo cardiaco, cuyas ramas terminan en tres ganglios
situados en el corazón; los nervios que emergen de algunos ganglios dorsales, se reúnen en un gran nervio
llamado esplánico, que atraviesa el diafragma y termina en un ganglio voluminoso situado encima del estómago
y que tiene forma arqueada y se llama ganglio semilunar. Los últimos ganglios dorsales originan nervios que
forman el plexo solar y cuyas ramificaciones van a los órganos próximos, como la aorta, bazo, hígado, etc.; los de
la región lumbar dan origen al plexo mesentérico superior, que envía ramas al intestino grueso y, por fin, los
ganglios sacros, que dan origen al plexo mesentérico inferior o hipogástrico, el cual inerva a la vejiga.

Sistema entérico

Comprende el plexo mientérico y el submucoso del tubo digestivo. Es considerablemente grande en extensión y
va desde la parte alta del esfófago hasta la parte final del recto y ano. El mientérico se localiza entre las capas
musculares del tubo digestivo y submucoso, como su nombre lo indica, se encuentra en la submucosa. Ambos
plexos se entrecruzan y están ampliamente unidos entre sí.

Fisiología

Fisiología de la neurona

La fisiología de la neurona se puede dividir en dos partes: por vía aferente, las dendritas reciben impulsos
nerviosos y, por vía eferente, transmite estos impulsos a otra neurona. De esta manera, las neuronas desde el
punto de vista funcional, se clasifican de acuerdo al impulso que llevan a cabo: las neuronas que llevan impulsos
de la periferia al centro se les llama aferentes, receptoras o sensoriales; las que llevan el impulso del centro hacia
la periferia son llamadas eferentes, efectoras o motoras si producen movimientos o secretoras si su estimulación
es a una glándula. Hay neuronas que llevan impulsos de los aferentes a los eferentes y se llaman intercalares o de
conexión.

Sinapsis

Se llama sinapsis al contacto que se lleva a cabo entre las ramificaciones de un cilindro-eje con las ramificaciones
de una dendrita de otra neurona. Hacemos hincapié en que esta unión es únicamente por contacto, significando
que entre las dos neuronas existe una fina capa que separa a ambas; no existe anastomosis entre los elementos
neuronales sino que únicamente se articulas, no existe en síntesis continuidad protoplasmática.

Arco reflejo. La función del arco reflejo es el acto reflejo. Para que este acto se produzca , es decir, para que las
neuronas funcionen es necesario que el arco reflejo confié de una neurona sensitiva, una intercalar y una motora,
además de los órganos terminales, sensitivo y motor, el número de estas unidades es incalculable y se supone que
en la corteza cerebral existen más de ocho mil millones de neuronas; y cada una de ellas se conecta con otras
formando unidades funcionales, organizadas en forma tan extraordinaria, que unen todas las partes del cuerpo.

Reflejos. Clasificación

El funcionamiento de las neuronas es el acto conocido con el nombre de reflejo, que consiste en la propiedad que
tienen las neuronas de recibir el impulso o excitación por vía aferente y reflejarlo por vía eferente. El movimiento
reflejo está fuera de nuestra voluntad y sucede inmediatamente después del estímulo provocado que no llega al
cerebro para “avisarle” y que este a su vez dé la orden de la corriente que da origen al movimiento voluntario;
así, por ejemplo, tenemos el parpadeo inmediato cuando penetra al ojo un cuerpo extraño o al retirar la mano
cuando recibimos una quemadura en un dedo, etc. El acto reflejo es la función primordial del sistema nervioso.

Los reflejos son simples cuando participa una neurona sensitiva; una intercalar y una motora. La estimulación de
la neurona sensitiva produce respuesta en un músculo, como por ejemplo, el reflejo del parpadeo cuando un
objeto golpea o parece que va a golpear la córnea; el de deglución, debido a la presencia de alimento en la parte
posterior de la lengua.

Los reflejos son compuestos cuando participa el sistema nervioso central, desde la médula espinal hasta la corteza
cerebral. Los reflejos en los que participa la médula son, por ejemplo, la defensa al retirar un brazo al recibir un
estímulo nocivo; este reflejo se llama de flexión. Los reflejos en los que ya toman parte el tallo cerebral y el
cerebelo, como los procesos de coordinación muscular relacionados con el caminar, correr y saltar. Los reflejos en
los que participa el diencéfalo, como es el caso de que los receptores de la piel reciban el estímulo de la onda fría
del invierno, lo que transmite al hipotálamo por vía aferente y este envía la orden por vía eferente a los músculos
erectores de la piel (dermis) que al llegarles el estímulo, de inmediato se contraen provocando el pilo-espasmo o
“piel de gallina” que nos obliga a abrigarnos.

Cuando en los reflejos condicionados participa la corteza cerebral, los reflejos som ya muy especializados y se
aprenden con escuerzo y voluntad, como por ejemplo, una persona que maneja un automóvil, al llegar al sitio
donde se encuentra un semáforo, tiene que distinguir si marca alto o siga; interceptar en fracción de segundo esta
señal y proceder a frenar o seguir su ruta.

Fisiología de la médula espinal

La médula espinal es el segmento inferior del eje encéfalo medular. Pero antes de entrar en materia y para mejor
comprensión de todos estos segmentos del S.N.C. daremos algunas definiciones que serán de gran utilidad.

Ganglio

Al agrupamiento de células nerviosas por fuera del S.N.C., se le denomina ganglio. Los ganglios se encuentran en
el trayecto de los nervios craneales y raquídeos, y forman los ganglios del sistema autónomo.

Núcleo

Se llama núcleo al conjunto de células nerviosas en el interior del S.N.C., cuyas fibras para formar un nervio
anatómico o un haz en la propia sustancia cerebral o medular, por ejemplo, el núcleo facial o núcleo del nervio
facial, los núcleos basales, etc.

Centro

Se le llama centro al agrupamiento de células con sus respectivas sinapsis encargadas de regular determinada
función, por ejemplo, el ritmo respiratorio se regula por el centro de la respiración localizada en el bulbo
raquídeo.

Nervio

La fibra nerviosa se compone de un cilindro eje y sus envolturas; el conjunto de estas fibras cubierto por una
vaina tubular recibe el nombre de haz funicular; un nervio puede estar formado por un haz funicular o también
por varios, separados entre sí por tejido conjuntivo llamado endoneurio; estos haces funiculares reunidos se
encuentran cubiertos por tejido conjuntivo llamado perineurio. Los nervios se ramifican en su trayecto, como las
arterias, o pueden unirse entre sí, o con las ramas de otros nervios, sin embargo, cada una de estas fibras conserva
su individualidad.

La mayor parte de los nervios son mixtos, es decir, contienen fibras nerviosas motoras y sensitivas. Recordemos
que si se práctica un corte transversal a la médula encontramos dos surcos medios, uno anterior y el otro
posterior, que dividen a la médula en dos masas laterales, una derecha y otra izquierda; además, en el centro de
la médula se encuentra un orificio que la recorre en toda su extensión llamado conducto del epéndimo.
Alrededor de este se encuentra la sustancia gris, formada por células que se agrupan formando una figura en
forma de X; o de dos medias lunas unidas entre sí, a nivel de la parte media de su convexidad, por una porción
transversa llamada comisura gris, cuyos extremos se llaman astas anteriores y posteriores, siendo estás más
largas y delgadas que las anteriores.

Todo el resto de la médula la constituye la sustancia blanca, formada por fibras, a la que las astas de la gris la
dividen en seis porciones o cordones: dos anteriores, que limitan el surco anterior de la médula; dos laterales
entre las astas de cada lado, y dos posteriores que limitan al surco posterior de la médula. Para estudiar la
fisiología de la médula espinal vamos a trazar una línea imaginaria transversal y media que pase por el centro del
conducto del epéndimo; esta línea divide a la médula en dos mitades, una mitad anterior y una posterior. Esto es
muy importante, porque la función de la mitad anterior de los cordones anteriores y la mitad posterior de los
cordones laterales se suma a la acción de los cordones posteiores.

Fisiología de la sustancia gris de la médula espinal

La sustancia gris de la médula espinal constituye un centro nervioso de gran importancia porque toma parte en
todos los actos reflejos del tronco y las extremidades y, además, por ella transitan las principales vías de
conducción para los centros superiores de la médula espinal y del cerebro. Funcionalmente la médula espinal
puede considerarse formada por centros nerviosos más o menos dependientes y cada uno de estos centros está
conectado por fibras sensitivas y fibras motoras para cada región del cuerpo humano. La médula espinal es un
gran centro nervioso capaz de recibir la impresión sensitiva y transformarla en movimiento.

Fisiología de la sustancia blanca de la médula espinal

Se encuentra formada por dos mitades, y cada una consta de tres cordones: el anterior, el lateral y el posterior;
cada cordón, a su vez, está dividido en segmentos más pequeños llamados fascículos o haces. Algunos cordones
están formados por fásciculos de fibras ascendentes o sensitivas (cordón posterior y parte posterior de cordón
lateral). Sirven como vías que conducen al cerebro los impulsos que llegan a la médula, a lo largo de las fibras
aferentes de los nervios raquídeos. Otros haces están formados por fibras descendentes o motoras (cordón
anterior y parte anterior del cordón lateral) llamados haces descendentes. Estos pasan impulsos del cerebro a las
neuronas motoras de los nervios raquídeos.

Vías ascendentes. Recogen los impulsos sensitivos desde el cuello, tronco y extremidades y son transmitidas a los
centros nerviosos superiores, como el bulbo raquídeo, tálamo, cerebelo y porción sensitiva de la corteza cerebral.

Estas fibras o haces, conducen impulsos de la sensibilidad tendinosa, muscular, articular, equilibrio y sensibilidad
estática; reciben impulsos que informan de la temperatura, localización táctil fina, sensación de vibración,
sensación táctil diferencial de dos puntos, dolor, tacto y presión.

Los impulsos sensitivos que van al cerebelo son muy importantes, provienen de los músculos, articulaciones y
tendones, permitiendo a aquel ejercer su acción sinergista de todos los músculos voluntarios.

Vías descendentes. Algunos de estos haces transmiten el impulso nervioso a los músculos estriados, voluntarios
para ejecutar maniobras finas; otros llevan impulsos del cerebelo y oído interno a los músculos del tronco y
extremidades que ayudan al sostenimiento del equilibrio y la postura. Otros transmiten impulsos nerviosos del
tallo cerebral y médula para efectuar los reflejos posturales, otras fibras conducen impulsos que median la
actividad refleja de los músculos de la cabeza y del cuello en respuesta a estímulos ópticos y auditivos.

Anatomía y fisiología de los nervios raquídeos

Los nervios raquídeos son 31 y se les denomina de acuerdo a la parte de la columna vertebral de la que emergen,
procedentes de la médula espinal.

 Cervicales: 8 pares

 Dorsales: 12 pares

 Lumbares: 5 pares

 Sacros: 5 pares

 Coxígeos: 1 par

Son mixtos pues contienen fibras motoras y sensitivas, teniendo por lo tanto dos raíces; la raíz anterior, que
emerge de las astas anteriores de la médula espinal y llevan impulsos motores a la periferia. La raíz posterior se
origina en un ganglio espinal localizado en el trayecto de esta misma raíz , por dentro de los agujeros de
conjunción de las vértebras. Los ganglios están formados por células cuya prolongación se bifurca en T, una de
cuyas ramas se extiende al órgano sensitivo de la piel, tendón, músculo, etc.; la otra, se dirige al asta posterior de
la médula formando la raíz posterior del nervio raquídeo. La raíz posterior transmite los impulsos sensitivos a los
distintos sitios que le corresponden en el eje encefálico-medular. Estas dos raíces se unen a una rama común antes
de salir de los agujeros intervertebrales. Una vez que el nervio raquídeo ya está fuera de la médula, se divide en
cuatro ramas: a) rama anterior, destinada a llevar la inervación a la piel y los músculos de la región anterior y
lateral del tórax y abdomen; b) rama posterior, destinada a llevar inervación a la región posterior y lateral del
tórax y abdomen; c) rama visceral, que conecta con los ganglios simpáticos por fibras que van al ganglio
simpático formando los plexos cardiaco, celiaco o solar, hipogástrico y entérico.

Plexos

Las ramas anteriores de los pares raquídeos excepto los de la región dorsal se unen para formar plexos, que van
el nombre de la región a la que va dirigida su inervación: plexo cervical, branquial, lumbar y sacro.

Plexo cervical. Se forma por los ramos anteriores de los pares primero al cuarto cervicales y se unen con el
décimo y duodécimo pares craneales y el simpático para inervar la musculatura de la cabeza.

Plexo branquial. Se forma por la unión de los pares cervicales cinco al ocho y el primero dorsal formando tres
nervios que inervarán al miembro branquial: el mediano, el cubital y el radial.

Plexo lumbar. Se forma por la unión del último par dorsal y los cuatro primeros lumbares para inervar a los
músculos de la región lumbar.

Plexo sacro. Se forma por la unión del quinto ramo lumbar y tres primeros sacros, para inervar a la piel y
músculos de la región sacra y todo el miembro podálico, dándoles ramos musculares y a la piel.

En la región dorsal los nervios no forman plexos, sus ramos dan inervación a la piel y músculos de esta amplia
región, en la cara anterior, posterior y lateral del abdomen, músculos intercostales y ramos cutáneos para la piel
de la pared lateral, anterior y posterior del tórax.

Fisiología del bulbo raquídeo

En el bulbo raquídeo encontramos tres centros nerviosos: el inhibidor cardiaco, el vasoconstrictor y el


respiratorio.

Centro inhibidor cardiaco. Envía fibras que inhiben la pulsatilidad del corazón. Se piensa que este centro
descarga constantemente impulsos que tienden a mantener al corazón en una frecuencia menor que si esta
regulación no existiera.

Centro vasoconstrictor. Se estima que este centro puede excitarse o inhibirse. Cuando se excita, produce
vasoconstricción periférica y aumento de la presión arterial. Cuando se deprime produce vasodilatación
periférica y descenso en la presión arterial.

Centro respiratorio. Es automático, es decir, posee una actividad rítmica intrínseca, parecida a la del centro
cardiaco, sin embargo, es un centro muy sensible a la estimulación refleja.

Se piensa que el centro respiratorio se encuentra en conexión con los nervios craneales y raquídeos, pues la
estimulación de cualquiera de los nervios sensitivos del organismo, por ejemplo, al zambullirse en agua fría, ver
objetos raros, o por estados emocionales, suele afectar la frecuencia respiratoria. Los nervios sensitivos actúan
sobre el centro respiratorio aumentando o disminuyendo la velocidad o amplitud de los movimientos
respiratorios.

Además se piensa que el bulbo raquídeo participa en otras actividades reflejas, como son el estornudo, la tos, el
vómito, el parpadeo y los movimientos del aparato digestivo.

Fisiológicamente los cordones bulbares continúan a los de la médula espinal y tienen la misma función
conductora, de modo que los cordones laterales y posteriores son sensitivos y sirven para llevar al cerebro las
sensaciones, pasando antes por la cara dorsal de los pedúnculos cerebrales; los cordones anterolaterales sirven
para transmitir desde el cerebro a los músculos la corriente nerviosa pasando antes por la cara ventral de los
pedúnculos cerebrales.

El sitio en donde la médula se ensancha para formar el bulbo raquídeo sus cordones se entrecruzan, tanto en la
cara anterior como posterior, trayendo como consecuencia que la sensibilidad y el movimiento de un lado del
cuerpo están regidos por el hemisferio cerebral opuesto.

Las funciones del bulbo como centro inhibidor cardiaco, centro vasoconstrictor y centro respiratorio se localizan
en la sustancia gris.

Fisiología de la protuberancia anular

Es el centro de sensibilidad auditiva exito refleja simple, en la cual no intervienen los hemisferios cerebrales. Al
mismo tiempo, juega un papel importante en el control de las grandes emociones, como el grito espontáneo al
producirse un gran dolor; el control de la risa en un momento determinado y también el control del llanto que,
manifestándose normalmente cuando existe la protuberancia anular, dejan de hacerlo cuando ésta falta por la
presencia de algún tumor, traumatismo, etc., que la lesionan.

Fisiología del cerebelo

El cerebelo, a pesar de su relativo gran volumen, no interviene en funciones intelectuales ni sensitivas, estando su
funcionamiento reducido a la regularización de los movimientos. Su función es, además, muy importante porque
está estrechamente relacionada con el equilibrio, por sus conexiones con el ganglio espiral del oído interno. Su
función también está relacionada con la orientación en el espacio.

Fisiología de los pedúnculos cerebrales

Por su cara dorsal o superior pasan los impulsos sensitivos que terminan en el cerebro, y por su cara ventral o
inferior transmite al bulbo raquídeo las órdenes motoras que llegaran hasta la médula espinal, siendo ambas
funciones de sensibilidad o movimiento consientes. Una lesión de la cara inferior o ventral ocasionará trastornos
en los movimientos voluntarios del lado opuesto del cuerpo y una lesión en la porción superior o dorsal
acarreará trastornos sensitivos también en el lado opuesto. Cuando interesa a las dos partes del pedúnculo
cerebral, ocasiona impotencia funcional y anestecia (hemiplejia) en el lado opuesto del cuerpo.

Fisiología de los tubérculos cuadrigéminos

Son cuatro: Dos anteriores y dos posteriores. Los anteriores se relacionan ampliamente con los nervios ópticos y
con los cuerpos geniculados externos, su lesión ocasiona pérdida de la agudeza visual o ceguera absoluta.

Los dos tubérculos cuadrigéminos posteriores están en relación con los cuerpos geniculados internos y reciben
impulsos acústicos, de tal manera que su lesión traerá como consecuencia incoordinación en los movimientos y
equilibrio.

Fisiología de la glándula pineal

Su fisiología no está aún bien estudiada, pero, como su estructura está más desarrollada en niños, se supone que
a esta edad alcanza su máxima función que es la de intervenir como regulador del crecimiento y desarrollo en
general del cuerpo. Su destrucción acelera el desarrollo óseo y el sexual. Después de la pubertad, su tejido
glandular se transforma en tejido fibroso y probablemente ya no tenga función alguna.

Fisiología de la hipófisis o pituitaria

El hipotálamo, núcleo gris central del sistema nervioso central, regula algunas de las funciones de la hipófisis a
través de la circulación sanguínea y de la llamada circulación porta del hipotálamo que, penetrando por el
infundíbulo lleva a la hipófisis producto de la actividad hipotalámica, actuando sobre el funcionamiento de la
hipófisis anterior y ejerciendo una regulación hormonal sobre esta porción de la glándula.
Fisiología del tálamo

Recibe todos los impulsos aferentes sensitivos de casi todo el organismo. Al mismo tiempo, llegan a él fibras de la
corteza cerebral, del cerebelo y de la médula espinal. Forma una estación de relevo, capaz de seleccionar
impulsos sensitivos que le llegan de todos los niveles para enviarlos a la zona de la corteza cerebral que
correspondan.

Fisiología del hipotálamo

Núcleo gris de la base del cerebro que tiene múltiples funciones, sobre todo la muy importante relación que
guarda con la hipófisis anterior, a la cual regula en sus funciones. También se relaciona con el lóbulo posterior de
la hipófisis interviniendo en el metabolismo del agua. Toma parte, también, en el importante mecanismo que trae
como consecuencia la degradación de los carbohidratos y grasas. Por medio de los centros nerviosos que se
localizan en su parte anterior, al parecer regula las funciones relacionadas con los sitios calurosos regulando la
transpiración y la vasodilatación. En los sitios fríos regula la pérdida de calor provocando vasoconstricción y
calosfrío. Cuando por alguna circunstancia el hipotálamo no recibe impulsos corticales, hay aumento de la
exteriorización de las emociones. Existen también centros que regulan el sueño y los estados emocionales y
también se acepta que participa en la regulación de la actividad parasimpática.

Fisiología del cuerpo estriado

Regula la conducta instintiva, inhibe la actividad de la corteza cerebral, la motilidad y el tono muscular. Recibe
impulsos del tálamo, regula el carácter y la conducta sexual.

Fisiología del cerebro

En el cerebro se asientan tres funciones: las sensitivas, las motoras y las intelectuales. Estas funciones tienen por
punto de partida la percepción del estímulo recibido, recorrerán por vía aferente la vía sensitiva que les
corresponde para llegar a la corteza cerebral. La corteza cerebral registra todos los estímulos por mínimos que
estos sean y que en algunas ocasiones no ameritan respuesta por la vía aferente. Por el contrario, hay otros
estímulos muy importantes, sobre todo los llamados sensaciones especiales, como los recibidos por el sentido de
la vista, oído, etc., que producen en la persona alguna enseñanza concreta de los objetos exteriores. Otros
estímulos son las sensaciones generales, como el hambre o la sed, que al percibirse le advierten a la corteza
cerebral las impresiones que sufren los órganos internos.

Al cerebro se le considera como el órgano de almacén de recuerdos de experiencias previas, o sea, de la memoria
asociativa. Es el centro que gobierna todas nuestras actividades mentales, razón, inteligencia, voluntad y
memoria. Es el asiento de la conciencia, el intérprete de las sensaciones, el coordinador de nuestros asientos
voluntarios y regulador, tanto acelerando como inhibiendo, numerosos actos de reflejos de apariencia
involuntaria, como el llanto, la risa, micción, defecación y otros.

Las partes del cerebro que controlan el movimiento muscular se llaman áreas motoras; las que controlan las
sensaciones, áreas sensitivas y las relacionadas con las facultades más elevadas, como el razonamiento y la
voluntad, áreas de asociación.

Área motora. El área del cerebro que controla la función motora se localiza en el lóbulo frontal, por delante de la
cisura de Rolando y es la llamada circunvolución frontal ascendente, o sustancia gris prerronlándica. Las
grandes células que forman los haces cortico espinales se localizan en esta área y se disponen en forma tal que las
células localizadas para los dedos de los pies se encuentran en la parte superior y las células para el movimiento
de los músculos de la cara se encuentran en la parte inferior de la circunvolución frontal ascendente.

Área sensitiva. Se localiza en la parte posterior de la cisura de Rolando, en el lóbulo parietal. Se coordinan, tanto
la motora como la sensitiva, en tal forma que para cada región motora corresponde una sensitiva. Los centros
sensoriales comprenden el área visual situada en la parte posterior del lóbulo occipital, el área del sentido del
gusto se localiza en el lóbulo de la ínsula, el área del sentido del olfato en la cara interna del lóbulo temporal.

Centros del lenguaje. Estos centros son vitales en la vida de los seres inteligentes ya que sin ellos habría
comunicación entre sí pero de una manera rudimentaria. Existen centros cerebrales para el lenguaje, tanto de la
palabra como el de la escritura. En la corteza del lóbulo frontal existen dos áreas para el lenguaje; la primera de
ellas situada en la parte superior de la segunda circunvolución frontal izquierda, sitio en que se desarrolla el
centro de la escritura y cuya lesión produce agrafía, en la que el enfermo no puede escribir, pero si puede hablar
o leer. La segunda se localiza en la parte inferior de la tercera circunvolución frontal izquierda, llamada también
circunvolución de broca; en este lugar se encuentra el centro de la articulación de la palabra y cuya lesión
produce afasia o sea la abolición de la palabra articulada, sin que exista lesión de los músculos de la laringe ni de
la lengua; el enfermo puede leer, escribir o comprender lo que se le dice.

En el lóbulo izquierdo, en su parte posterior se localiza el centro de la memoria auditiva de las palabras, su lesión
determina la sordera verbal. El enfermo no comprende el sentido de la palabra hablada, aunque oiga el ruido que
produce al ser pronunciada por otra persona o por él mismo; porque dichas personas conservan la facultad de
poder hablar aunque su cerebro perdió el recuerdo de la imagen auditiva de la palabra. Las personas pueden
leer, escribir y comprender lo que leen y escriben, esta enfermedad recibe el nombre de parafasia.

En el lóbulo parietal izquierdo, entre la primera y la segunda circunvolución, se localiza el centro de la memoria
visual de las palabras, cuya lesión determina que el enfermo no pueda leer las palabras escritas por él mismo o
por otra persona. Es capaz de escribir lo que se le dicta, pero es incapaz de leer lo que ha escrito. Esta enfermedad
recibe el nombre de alesia.

Áreas de asociación. Las áreas motoras y sensoriales forman pequeñas zonas aisladas llamadas áreas de
asociación que establecen relación armónica entre las áreas motoras y sensitivas. Algunos fisiólogos describen
que existen en la corteza cerebral tres áreas, una anterior, otra media y otra posterior y las han descrito como los
órganos del pensamiento. Los centros del lenguaje están ampliamente coordinados en estos centros y su buen o
mal funcionamiento repercute en el buen o mal funcionamiento de los centros del lenguaje.

Líquido cefalorraquídeo

El eje cefálico medular ya se explicó; está envuelto por las meninges y se encuentra suspendido en el seno del
líquido cefalorraquídeo (L.C.R.). Este líquido se produce por el epitelio vascular que recubre a los plexos
coroideos de los ventrículos laterales del cerebro. Después pasa de estos, por el agujero de Monro, al tercer
ventrículo y de aquí siguiendo por el acueducto de Silvio llega al cuarto ventrículo para de allí llegar al epéndimo
que recorre a la médula espinal en toda su extensión. El L.C.R., al llegar también por el techo de este ventrículo, a
través del agujero de Magendie (orificio medio) y de dos agujeros laterales llamados de Luschka, que se localizan
en el techo del cuarto ventrículo para llegar al espacio subaracnoideo, que se encuentra en todo el eje encéfalo
medular entre la piamadre y la aracnoides; al que recorre y lubrica durante las 24 horas del día; el L.C.R. se
renueva constantemente produciéndose y reabsorbiéndose de 400 a 500 ml. Cada 24 horas. La reabsorción se
efectúa en las vellosidades aracnoideas de los ventrículos laterales, y de aquí pasa al seno longitudinal superior
situado en la convexidad interhemisférica. La cantidad que circula en los espacios interiores y exteriores del eje
encefálico medular es de aproximadamente de 100 a 200 ml de L.C.R.

Composición del L.C.R.

1. Aspecto: cristalino (agua de roca)

2. Color: incoloro

3. Coagulación: nula

4. Presión inicial: 150 a 200mm

5. Proteínas: 15 a 45 mg

6. Glucosa: 50 a 75 mg

7. Células: menos de 10 x mm³

8. Cloruros: 120 a 130 mEq/L

9. Densidad: 1004 a 1008


El L.C.R. sirve para mantener húmedos al encéfalo y a la médula, para lubricarlos y protegerlos de los cambios de
presión y para amortiguar los traumatismos craneanos.

Patologías
Cáncer de cerebro

Un tumor cerebral es un crecimiento de células anormales en el tejido del cerebro. Los tumores pueden ser
benignos (sin células de cáncer) o malignos (con células cancerígenas que crecen muy rápido). Algunos son
primarios, o sea, que comienzan en el cerebro. Otros son metastásicos, o sea, que comenzaron en alguna otra
parte del cuerpo y llegan al cerebro, principalmente en el  pulmón o en la mama, y que en algún momento se ha
extendido al cerebro.

Los tumores malignos crecen más rápido, son más agresivos e invasivos para la vida que los benignos. Las
principales zonas del cerebro donde tienden a aparecer son el parénquima encefálico, las meninges, los vasos
sanguíneos, los nervios craneales, las glándulas, huesos y restos embrionarios. El tumor puede causarle daño al
cerebro invadiendo tejidos vecinos o presionando otras áreas del cerebro debido a su propio crecimiento.

Causas

En la actualidad se desconocen las causas que originan los tumores cerebrales. No obstante, existen
determinados factores de riesgo que predisponen a sufrir la enfermedad:

Genética

Según la SEOM, la predisposición genética podría tener un papel en el desarrollo de los tumores cerebrales,
aunque no existen datos que confirmen que algunos tumores cerebrales pueden ser hereditarios. No obstante, sí
existen síndromes hereditarios en los que los tumores cerebrales desempeñan una parte importante de la
patología, por ejemplo, en algunas enfermedades raras, como la neurofibromatosis, entre otras.

Radiaciones

Las radiaciones ionizantes pueden ser peligrosas para las células humanas ya que alteran su estructura genética.
Estas radiaciones son las que se utilizan en el diagnóstico de muchas patologías (rayos X) o en el tratamiento
(radioterapia) de distintos tumores. En los últimos años se ha debatido sobre el impacto que causan las
radiaciones por el uso de aparatos tecnológicos a diario, concretamente en el efecto del uso del teléfono móvil.

Los diferentes estudios que se han realizado en Europa y Estados Unidos para analizar si el uso del teléfono
móvil es un factor de riesgo del cáncer han revelado resultados controvertidos, por lo que los expertos consideran
que es necesario tener más tiempo y realizar más estudios para conocer la relación.

Otros factores

Los tumores cerebrales son más frecuentes en los hombres, en las personas de raza blanca y en los niños.

Además, sustancias químicas, como los compuestos nitrosos que hay en el medio ambiente, pueden provocar la
aparición de los tumores.

Síntomas

Las manifestaciones de los tumores cerebrales suelen aparecer de forma brusca y rápida. Los síntomas varían en
función de la zona o las zonas a las que afecten.

Los tumores cerebrales pueden comenzar con crisis epilépticas o con signos comunes a otras patologías, como
lentitud de pensamiento, falta de concentración y cambios del carácter o del comportamiento. Además, hay
otras manifestaciones secundarias que pueden aparecer como consecuencia del aumento de la presión
intracraneal: dolor de cabeza  o vómitos, y algunos relacionados con la localización del tumor (alteraciones del
lenguaje o del movimiento).

Según la situación del tumor pueden presentar diferentes síntomas:


 Lóbulos frontales: Los pacientes con tumores en esta zona pueden tener parálisis en la cara o
en las extremidades, cambios de humor, falta de atención, trastornos del lenguaje
o incontinencia urinaria, entre otras.

 Lóbulos temporales: En estos casos las personas afectadas pueden desarrollar trastornos
visuales, auditivos, del equilibrio, olfato y gusto. Los trastornos del lenguaje y de la memoria,
así como las alteraciones de la conducta y de las emociones, también son características de este
tipo de tumores.

 Lóbulos parietales: Estos síntomas son más complejos debido a la ubicación. Los
predominantes son los trastornos visuales y la dificultad para reconocer objetos o partes del
cuerpo o del lenguaje.

 Lóbulos occipitales: Los más comunes son los trastornos visuales, como la ceguera.

Tipos

La primera clasificación que se puede hacer con los tumores cerebrales es en primarios o metastásicos. Los
tumores cerebrales primarios son aquellos que se originan en el cerebro. Suelen aparecer durante la infancia o a
partir de los 40 o 50 años.

El tipo de tumor y su localización vienen determinados por la edad; en la infancia y adolescencia predominan los
astrocitomas infratentoriales y los tumores de la línea media, como el meduloblastoma y el pinealoma; en la edad
adulta, los astrocitomas anaplásicos y glioblastomas.

Los tumores metastásicos son los que nacen fuera del cerebro, como en el pulmón en la mama, y han
evolucionado dando lugar a tumores cerebrales secundarios o metastásicos.

La última escala que clasifica a los tumores cerebrales lo hace en función de la célula que los origina y del grado
histológico que define la agresividad del tumor. El grado I corresponde a los tumores menos agresivos, mientras
que el grado IV abarca a los más agresivos.

Astrocitoma

El astrocitoma nace de las células llamadas astrocitos. Este tipo de glioma está formado por un grupo de tumores
con formas de conducta biológicas muy diferentes: pilocíticos, difusos y anaplásicos.

El astrocitoma pilocítico (grado I) representa el 5 por ciento de todos los gliomas y es más frecuente en jóvenes.
El tratamiento quirúrgico puede curar este tumor.

Los astrocitomas difusos son de grado II. En estos casos los especialistas recomiendan la radioterapia tras la
cirugía, especialmente si quedan restos tumorales.

Por último, el astrocitoma anaplásicos (grado III) es el más agresivo. Este tumor es más frecuente en los hombres
y, al igual que en el pilocítico, el tratamiento recomendado es la cirugía, aunque por su ubicación, en algunos
casos los pacientes no pueden ser operados. Dependiendo del caso, el oncólogo puede establecer un tratamiento
con quimioterapia o radioterapia tras la cirugía.

Diagnóstico y tratamiento

Los doctores diagnostican estos tumores por medio de un examen neurológico y otras pruebas como imágenes
por resonancia magnética, tomografía computarizada o una biopsia. El tratamiento incluye la espera cautelosa
(vigilancia sin administrar ningún tratamiento hasta que los síntomas se presenten o cambien), cirugía, radiación,
quimioterapia y terapia dirigida (tratamiento en el que se usan medicamentos u otras sustancias para identificar
y atacar células cancerosas específicas sin dañar las células normales). La mayoría de las personas, recibe una
combinación de estos

Cefalea
La cefalea o dolor de cabeza representa una de las formas más comunes de dolor en la raza humana.
Generalmente el dolor de cabeza se presenta de forma intermitente. Las formas más frecuentes corresponden a
la migraña o jaqueca y a la cefalea de tensión.

Tanto las cefaleas crónicas como las recidivantes pueden provocar dolor y angustia, pero es infrecuente que
reflejen un problema grave de salud. Sin embargo, cualquier cambio en el patrón o la naturaleza del dolor de
cabeza podría ser el síntoma de un problema grave (por ejemplo, un dolor que era esporádico cambie a frecuente,
o de leve a agudo), y por este motivo se debería solicitar la asistencia médica lo antes posible.

Causas

 Herencia: una gran mayoría de pacientes migrañosos tienen padres o hermanos con migraña.
Aunque la forma de herencia no está totalmente establecida, en algunas formas especiales de
migraña (migraña hemipléjica familiar) ya se ha identificado el gen que la transmite situado
en el cromosoma 9.
 

 Edad: existe migraña en la infancia; aunque es menos frecuente. A estas edades la migraña se
presenta por igual en niños y niñas. A partir de la pubertad y debido a los cambios
hormonales, se dispara la incidencia de migraña en las mujeres.
 

 Estrés: Es independiente del tipo de estrés y de los factores que lo desencadenan.


 

 Alimentos: chocolate, cacao, vainilla, plátano, frutos secos, cítricos, aditivos de comidas
basura, salchichas, quesos fermentados, picantes (alimentos que contengan sustancias con
tiramina, glutamato monosódico).
 

 Alcohol: independientemente del tipo, sin embargo, los vinos tintos que contienen taninos
suelen desencadenar migraña con mayor frecuencia.
 

 Cambios hormonales: la incidencia de la migraña se dispara en las mujeres tras la aparición


de menarquía. La migraña suele empeorar con la ovulación y la menstruación, así como con la
toma de anticonceptivos orales. El embarazo suele mejorar transitoriamente la migraña y
muchas mujeres mejoran extraordinariamente cuando desaparece la menstruación.

 Falta o exceso de sueño.


 

 Fármacos (vasodilatadores, nitritos, etcétera).

Además de estas causas generales, hay otras específicas relacionadas con el tipo de cefalea que se padezca. Así,
en el caso de la cefalea de tensión y según estudios recientes, las causas podrían encontrarse en la zona trigémino-
cervical de la cabeza y, más concretamente, en la hiperactividad de los músculos que se encuentran en esta
región. En el caso de la cefalea en racimos, el origen apunta posiblemente al hipotálamo como fuente del dolor. 

Factores cronificadores

Existen algunas circunstancias que hacen que una cefalea persista más tiempo del habitual. Se dividen en dos
grandes grupos.

Factores no modificables:

 Edad avanzada: las cefaleas son más frecuentes en adultos que en niños.

 Ser mujer: las cefaleas son más frecuentes en las mujeres y, especialmente, en las que ya han
tenido la menopausia.
 Etnia caucásica.

 Factores genéticos.

 Estatus socioeconómico bajo: Generalmente, un bajo nivel socioeconómico supone tener una
mayor fuente de problemas o situaciones estresantes que pueden producir cefalea.

 Bajo nivel educativo: El no haber ejercitado la mente durante la etapa escolar puede dificultar
la resolución de diferentes aspectos, lo que propicia un sobreesfuerzo que se puede manifestar
en forma de cefalea.

Factores modificables:

 Ansiedad, depresión o estrés: puede tratar de reducirse la ansiedad o el estrés mediante la


actividad física o las técnicas de relajación.
 

 Transtornos del ritmo del sueño como la apnea o la roncopatía: surgen a causa de un mal
hábito de sueño, por lo que se recomienda dormir las horas necesarias.
 

 Abuso de fármacos: según la Sociedad Internacional de Cefalea, se considera abusivo tomar


más de 10 dosis al mes a lo largo de tres meses en el caso de medicamentos contra el dolor, o
más de 15 dosis al mes a lo largo de tres meses en el caso de analgésicos simples.
 

 Abuso de cafeína: en ocasiones, el café puede ayudar a evitar una migraña o ayudar a la
absorción de los analgésicos. Por otro lado, el café puede ser perjudicial si se toma en exceso,
ya que puede crear una dependencia o interferir en las horas de sueño.
 

 Obesidad.
 

 Elevada frecuencia de crisis: Si las crisis de cefalea van en aumento y no se toman las medidas
adecuadas, estas continuarán ocurriendo incluso más a menudo. Por tanto, al tratar los
síntomas que las provocan, estas deberían dejar de darse, al menos, con tanta frecuencia.

Síntomas

El dolor puede localizarse en una parte de la cabeza o puede afectar a toda la cabeza de forma más general. La
intensidad del dolor suele ser moderada o severa, y con cierta frecuencia puede ser incapacitante para el
paciente, obligándole a acostarse y suspender toda su actividad. La frecuencia de los episodios es variable,
oscilando entre uno y cuatro o cinco al mes. La duración de una crisis de migraña generalmente no sobrepasa las
24 horas, aunque pueden ser muy breves (tres o cuatro horas) o muy largas (hasta tres días).

El tipo de dolor que podría indicar una cefalea se divide de la siguiente forma:

 Dolor eléctrico (calambre).

 Dolor opresivo (como un casco).

 Dolor pulsátil (como un latido).

 Dolor terebrante (como un taladro).

 Dolor explosivo.
 

De forma visible, se pueden detectar los siguientes síntomas:


 Edema palpebral: párpados más cerrados.

 Espasmos faciales.

 Párpados caídos.

 Anisocoria: diferencias entre la dilatación de las pupilas.

 Lagrimeo.

 Enrojecimiento de ojos.

 Vértigo.

 Náuseas y vómitos.

Existen ciertos síntomas que además requieren de una visita prácticamente inmediata al médico:

 Alteraciones en la visión: (manchas negras, luces brillantes, distorsión visual, visión doble,


etcétera).

 Sensación de hormigueo en brazos y piernas.

 Erupciones cutáneas.

 Mareo e inestabilidad al ponerse en pie.

 Caída de párpados o cambios en el tamaño de la pupila.

 Rigidez en la nuca.

 Fiebre.

Tipos

A grandes rasgos, se pueden dividir las cefaleas entre primarias y secundarias. Las cefaleas primarias, que
representan el 90 por ciento del total de casos, son aquellas en las que el dolor de cabeza es el único síntoma,
mientras que las cefaleas secundarias son aquellos dolores de cabeza que surgen a causa de una enfermedad
concreta.

Migrañas

La migraña o jaqueca es un trastorno constitucional con base hereditaria que se caracteriza por presentar
episodios recurrentes de dolor de cabeza. Se localiza en una parte de la cabeza (hemicraneal) o en toda la cabeza,
tiene carácter pulsátil con sensación de latido y se acompaña de náuseas y ocasionalmente vómitos, así como de
un malestar exagerado por las luces (fotofobia) y por los ruidos (fonofobia). Habitualmente el dolor se
desencadena en relación a diversos estímulos como estrés, menstruación, ciertos fármacos o alimentos, cambios
climáticos o esfuerzo físico. Es un dolor que generalmente empeora con la actividad física y mejora con el reposo.

Cefalea de tensión 

Es un tipo de cefalea primaria. Se presenta en forma de dolor que se localiza en la región occipital de la cabeza o
en la frente, alcanzando en ocasiones a la región cervical. El dolor es de moderada intensidad (menos que la
jaqueca) y no suele acompañarse de náuseas, fotofobia o fonofobia. Tampoco suele empeorar con el ejercicio
físico. Suele estar presente todo el día y generalmente no suele impedir a la persona desarrollar su actividad física
habitual. Algunos pacientes con cefaleas episódicas comienzan a desarrollar dolor de cabeza con mayor
frecuencia e intensidad, hasta el punto de presentarlas a diario o la mayor parte de los días. Esta situación
generalmente se asocia a un consumo elevado de analgésicos y ergóticos, lo que se ve favorecido por el amplio y
fácil acceso que presenta el consumo de estos fármacos, habitualmente tomados sin prescripción médica.
La cefalea de tensión es la más común de todas las cefaleas, agrupando el 78 por ciento de los casos según recoge
la Sociedad Española de Neurología (SEN). La cefalea de tensión puede durar desde 30 minutos hasta siete días,
aunque lo más frecuente es que dure de cuatro a 13 horas.

Las causas de una cefalea de tensión no están del todo claras: se suele usar el término de “tensión” ya que se
deduce que puede estar provocada por una tensión muscular o mental, pero no se descartan otro tipo de factores:

 Factores ambientales: El estrés, la ansiedad o la depresión suelen asociarse con la cefalea de


tensión. Estos factores emocionales pueden causar tensión en los músculos pericraneales.
 

 Factores genéticos: Si los padres o hermanos de una persona han tenido episodios frecuentes
de cefalea de tensión, aumentan las posibilidades de que la persona los sufra también.
 

 Mecanismos periféricos: El aumento de la sensibilidad muscular puede afectar a la tensión 


de los músculos pericraneales, debido a la sobreestimulación de los receptores nociceptivos
(terminaciones nerviosas que transmiten la sensación dolorosa).

 Mecanismos centrales: Cuando las neuronas del sistema nervioso central son más sensibles
de lo habitual a estímulos siempre se interpretan como dolorosos.

 Cefalea crónica diaria

 Es también un tipo de cefalea primaria. Representa un grupo de cefaleas caracterizadas por la


frecuencia casi diaria del dolor de cabeza. Presentan dolor de cabeza más de 15 días al mes
durante al menos 3 meses. En la mayoría de los casos se trata de pacientes que previamente
habían presentado migraña o cefalea de tensión. Con frecuencia, se presentan asociadas a un
elevado consumo de analgésicos y ergóticos, generalmente por automedicación.

 Cefalea en racimos

 Consiste en un dolor de cabeza que se presenta de forma agrupada durante varios días en
determinadas épocas del año. Es un tipo de cefalea muy poco común que sólo afecta a una de
cada 1.000 personas, y tres veces más frecuente en los hombres que en las mujeres.

 Son dolores que se dan de forma diaria a la misma hora, de una duración entre 15 y 180
minutos, y que pueden llegar a durar unas pocas semanas o meses. Suelen afectar a un solo
lado de la cabeza, en la región orbitaria cerca de los ojos o la sien. Como síntomas secundarios
también presentan enrojecimiento en los ojos, lagrimeo, caída de los párpados y sensación de
congestión nasal.

 Otras cefaleas primarias

 Existen otras cefaleas que no se deben a una lesión cerebral, pese a que son muy poco
frecuentes, con menos del uno por ciento de todos los dolores de cabeza.

 Cefaleas asociadas al esfuerzo físico: Aparecen por un exceso de actividad física. Algunas de
estas cefaleas son la tusígena primaria o benigna de la tos, por esfuerzo físico, asociada con la
actividad sexual o la cefalea en trueno (mucha intensidad de dolor en muy poco tiempo, por
esfuerzos o cambios de temperatura).
 

 Cefaleas por estímulos físicos directos: Pueden provenir de un estímulo frío en contacto
directo en la cabeza, que se ingiere o inhala; o por presión externa en las partes blandas
pericraneales (al tirar del pelo, por ejemplo).
 

 Cefaleas epicraneales: Se clasifican en cefalea punzante o “picahielos”, que registra dolor


similar al de varias punzadas breves; o la cefalea numular o en forma de moneda, que registra
dolor en una zona muy pequeña del cuero cabelludo, de unos 2 a 6 centímetros de diámetro.
 

 Cefalea hípnica o despertador: Es un dolor de cabeza que sólo se produce durante el sueño,
de forma que lo interrumpe.
 

 Cefalea diaria persistente de novo: Es un dolor de cabeza que aparece repentinamente por
causas desconocidas y persiste sin interrupción.

Prevención

 Tratar de llevar una vida ordenada.

 Realizar ejercicio físico de manera habitual.

 Tener unos hábitos de alimentación saludables, tomando más frutas y verduras y evitando las
grasas.

 Evitar el alcohol y el tabaco.

 Evitar abusos de medicación o cafeína.

 Solicitar ayuda ante síntomas depresivos, que pueden ser un desencadenante del dolor o de su
agravamiento.

 Acudir al neurólogo frente a cualquier tipo de dolor inesperado.

Tratamiento

En primer lugar, se debe saber qué tipo de cefalea es el que sufre el paciente. El tratamiento farmacológico
cuando se da la crisis del dolor consiste en betabloqueantes y antidepresivos y analgésicos antiinflamatorios en
la fase aguda de la dolencia. Estos medicamentos no deben tomarse durante más de dos días a la semana, pues de
hacerlo pueden provocar una cronificación del dolor. Tampoco deben combinarse unos fármacos con otros.

Para aquellas personas cuyas cefaleas duren más de dos días a la semana se puede recurrir a un tratamiento
preventivo basado en la toma de antidepresivos como la amitriptilina, con una duración de tres a seis meses, u
otros fármacos preventivos de distintos grupos farmacológicos.

Las técnicas de relajación son otra de las alternativas para rebajar los dolores, al igual que llevar una dieta
equilibrada. Otras opciones que no implican la toma de fármacos consisten en tratar de seguir unos hábitos de
vida saludables: mantener un horario de sueño regular, hacer ejercicio o evitar el tabaco y el alcohol.

Tratamiento de cefaleas en racimos

Los fármacos se emplearán para los casos en que las cefaleas se den de forma episódica. Para tratar los momentos
de crisis de dolor se receta algún medicamento de la familia de triptanes, mientras que para los preventivos se
recomiendan los corticoides.

El litio también es efectivo contra este tipo de cefalea, pero su uso debe ser muy cauteloso, ya que podría
provocar problemas en la función renal, en la tiroides, causar diarrea o confusión mental.

Si las cefaleas no cesan con este tipo de tratamiento se pude recurrir a una intervención como la
neuroestimulación.

Traumatismo craneocefálico

Se define al Traumatismo Craneoencefálico (TCE) como cualquier lesión física, o deterioro funcional del
contenido craneal, secundario a un intercambio brusco de energía mecánica. En el trauma craneal hay
repercusión neurológica con disminución de la conciencia, síntomas focales neurológicos y amnesia
postraumática.

Consciente de su impacto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció baremos para la clasificación de
los TCE de acuerdo con su gravedad (escala de Glasgow)

 Los valores entre 14-15 corresponden a los traumatismos leves.

 Entre 8 y 13 los moderados.

 Igual o menor de 8 los graves.

Causas

Las causas más frecuentes son:

 Accidentes de tráfico: alrededor del 75%.

 Caídas: alrededor del 20%.

 Lesiones deportivas: alrededor del 5%.

Cuando hay un impacto mecánico sobre las estructuras del encéfalo, se provoca una lesión del tejido nervioso
mediante dos mecanismos estrechamente relacionados:

Lesión primaria

Responsable de todas las lesiones nerviosas y vasculares que aparecen nada mas ocurrir la agresión mecánica.

El impacto puede ser de dos tipos:

 Estáticos: por ejemplo una pedrada. La importancia viene dada por la masa y la velocidad del
objeto que colisiona. Este tipo de impacto es responsable de fracturas de cráneo y hematomas
extra y subdurales

 Dinámico: por ejemplo, un accidente de tráfico. Es el modelo de impacto más frecuente y


grave. Este tipo de impacto es el que suele provocar degeneración de los axones (cilindroeje de
la célula nerviosa) responsable del coma postraumático, las contusiones, laceraciones y
hematomas intracraneales.

En el modelo dinámico tenemos:

 Energía absorbida por el cuero cabelludo y el cráneo: sufre deformación y/o fracturas.

 El impacto origina dos efectos mecánicos sobre el cerebro:

• Movimiento de traslación: se desplaza la masa encefálica y otras estructuras del cráneo


y hay cambios en la Presión Intracraneal (PIC).

• Movimiento de rotación: el cerebro se retarda con relación al cráneo.

Lesión secundaria

Son las lesiones cerebrales provocadas por las agresiones que aparecen en los minutos, horas e incluso en los
primeros días después del traumatismo.

Estas agresiones pueden ser de:

 Origen sistémico
 Bajada de la tensión arterial (hipotensión). Es la causa más frecuente y de mayor repercusión
en el pronóstico de TCE. Aunque sea por breve periodo de tiempo, afecta negativamente al
resultado, pasando la mortalidad del 27% al 50%.

 Oxigenación deficiente de la sangre (hipoxemia). Es una complicación frecuente que se asocia


a un aumento de la mortalidad, sobre todo cuando se asocia con bajada de la tensión arterial.

 Cantidad excesiva de anhídrido carbónico en sangre (hipercapnia).

 Anemia.

 Aumento de la temperatura corporal (hipertermia)

 Disminución del sodio en sangre.

 Aumento o disminución de la glucosa en la sangre.

Origen intracraneal

Aumento de la tensión dentro del cráneo (hipertensión intracraneal). la hipertensión endocraneal es la


complicación más frecuente y la que más afecta de forma adversa el pronóstico del TCE.

 Convulsiones.

 Edema cerebral (inflamación o acumulación excesiva de líquido)

 Acumulación de sangre (Hiperemia).

 Hematoma cerebral tardío.

 Disección de la arteria carótida.

El aumento de presión puede comprimir las arterias cerebrales produciendo una disminución del aporte
sanguíneo (isquemia cerebral). La isquemia, bien por aumento de la presión intracraneal como por descenso de la
presión arterial, se considera la lesión secundaria de origen intracraneal más grave.

Epidemiología

Aunque en principio no respeta grupo alguno de edad o sexo, sí tiene mayor incidencia en diferentes grupos:

 Varones: tres veces más frecuente que en mujeres.

 Edad: mayor frecuencia entre los 15 y los 29 años.

 Atropellos y caídas, más frecuentes en los niños y en los mayores de 65 años.

 Los accidentes de moto se centran fundamentalmente en los jóvenes menores de 25 años.

Síntomas

La escala de Glasgow (nivel de conciencia) nos marca el grado de gravedad o severidad del TCE:

Leve

El paciente no tiene síntomas en el momento de la evaluación por su médico o sólo dolor de cabeza, mareos u
otros síntomas menores.

Moderado

Hay alteración en el nivel de conciencia, confusión, presencia de algunos síntomas focales (déficit sensoriales y
motores muy variables).

Grave
No debe confiarse ante la normalidad de la exploración neurológica o la ausencia de síntomas en las primeras
horas tras el TCE, sobre todo en pacientes ancianos y alcohólicos, pues con cierta frecuencia presentan alguna
complicación un tiempo después.

Lesión cerebral

Hay un cambio repentino del estado de conciencia de gravedad y duración variables: desde confusión mínima
hasta un estado de coma profundo o coma vegetativo persistente en los casos más graves.

Hay alteración de las funciones cerebrales y puede haber secuelas importantes en el plano psiconeurológico.

Cada caso se tiene que considerar como un caso único con unas características propias.

Diagnóstico

Interrogatorio inicial

Se puede hacer al propio paciente o a sus acompañantes. Hay que conocer el tipo de traumatismo, los
acontecimientos desde el momento del trauma hasta la llegada a la consulta, sucesos como pérdida de conciencia,
convulsiones, confusión, etc. y los síntomas del paciente: vómitos, dolor de cabeza, visión doble, debilidad en
miembros, alteración de la marcha, etc.

Exploración inicial

Se valoran los problemas que precisen actuación inmediata y se toman las constantes básicas: pulso, tensión
arterial, frecuencia respiratoria, temperatura, glucosa en sangre, etc.

Además de las lesiones obvias como laceraciones del cuero cabelludo y hundimientos craneales pueden haber
signos que pongan en la pista al médico de complicaciones importantes como hematoma en ojos de mapache,
otorragia (sangre por el oído), etc.

Examen de la columna vertebral

Aproximadamente un 20% de los TCE severos asocian lesiones de la médula espinal.

 Exploración neurológica básica

 Escala de Glasgow

 Antecedentes del paciente

El médico debe tener información sobre el historial del paciente:

 Diabetes.

 Hipertensión.

 Alcoholismo.

 Epilepsia.

 Problemas neurológicos previos.

 Demencia.

 Problemas de coagulación.

Tratamiento

El paciente con daño cerebral requiere unos servicios sanitarios que comienzan en los servicios de urgencia,
posteriormente en el hospital general, rehabilitación y finalmente conseguir la reinserción social, familiar y
profesional
La nueva generación de fármacos basados en agonistas dopaminérginos, inhibidores de la colinesterasa o de
recaptación de serotonina, está contribuyendo de forma notable al restablecimiento del control emocional en los
pacientes afectados, así como a la recuperación de la memoria o la corrección de los movimientos lentos del
sistema motor. Para los déficit neurológicos resultantes del daño cerebral se plantean programas de rehabilitación
neuropsicológica.

TCE leve

Si la exploración neurológica es normal, se le da de alta, pero la familia tiene que recibir una serie de
recomendaciones:

Verificar cada 2 horas durante las 24 horas siguientes, incluidas las horas de sueño, que el paciente está orientado,
mueve las cuatro extremidades y habla.

En caso de dolor de cabeza persistente, vómitos, visión doble, dificultad para caminar, etc. consultar al médico
urgentemente.

TCE moderado- grave

Todos precisan ingreso en un hospital. Con mucha frecuencia presentan otras lesiones independientes de las
neurológicas (sobre todo los pacientes jóvenes ingresados por accidentes de tráfico). Hay que realizar el
reconocimiento de las complicaciones y su tratamiento de forma paralela.

Un 20% de los TCE severos asocian lesiones de la columna vertebral.

Medidas preventivas

Las medidas preventivas, lógicamente, dependen de las causas. Las campañas de alerta a la población sobre los
accidentes de tráfico están muy extendidas, la población es consciente del riesgo del alcohol en la conducción,
etc., pero no siempre se consigue el objetivo y el grado de siniestralidad es muy alto todavía.

Un problema importante es el desconocimiento que existe con lo que ocurre con los heridos que antes morían en
la carretera y ahora, gracia a los avances tecnológicos aplicados a la medicina, sobreviven. Se hace necesario
prevenir a la sociedad sobre las consecuencias de sobrevivir a una lesión cerebral. Se tiene la sensación que
después del coma el afectado regresa a su vida anterior al accidente con total normalidad. La realidad es que
aunque la persona afectada ponga todo de su parte, se hace necesaria la colaboración de especialistas expertos en
el tratamiento de la lesión cerebral.

Meningitis

Es una infección de las membranas que cubren el cerebro y la médula espinal. La cubierta se llama meningitis.

Causas

Expanda sección

Las causas más comunes de meningitis son las infecciones virales. Estas infecciones generalmente mejoran sin
tratamiento. Sin embargo, las infecciones meningíticas bacterianas son extremadamente graves. Pueden provocar
la muerte o daño cerebral incluso con tratamiento.

La meningitis también puede ser causada por:

 Irritación química

 Alergias a medicamentos

 Hongos

 Parásitos 

 Tumores
 Muchos otros tipos de virus pueden causar meningitis: 

 Enterovirus: Estos son virus que también pueden causar enfermedades intestinales.

 Virus del herpes: Son el mismo virus que puede causar el herpes labial y el herpes genital. Sin
embargo, las personas con herpes labial o genital no están en mayor riesgo de desarrollar
meningitis herpética.

 Los virus que pueden causar paperas y VIH pueden provocar meningitis aséptica.

 Virus del Nilo Occidental: Este virus se disemina por medio de las picaduras de mosquitos y
se ha convertido en una causa de meningitis viral en la mayor parte de los Estados Unidos.

Síntomas

La meningitis viral ocurre con más frecuencia que la meningitis bacteriana y es más leve. Por lo general, se
presenta a finales del verano y principios del otoño. Afecta con mayor frecuencia a los niños y a los adultos
menores de 30 años.

Las meningitis bacteriana es una emergencia y se necesitará tratamiento inmediato en un hospital. Los síntomas
por lo general aparecen rápidamente y pueden incluir:

 Fiebre y escalofríos, especialmente en recién nacidos y niños

 Cambios en el estado mental

 Náuseas y vómitos

 Sensibilidad a la luz (fotofobia)

 Dolor de cabeza intenso

 Cuello rígido (meningismo)

Otros síntomas que pueden ocurrir con esta enfermedad:

 Agitación

 Fontanelas abultadas en los bebés

 Disminución del estado de la conciencia

 Alimentación deficiente o irritabilidad en niños

 Respiración rápida

 Postura inusual con la cabeza y el cuello arqueados hacia atrás (opsitótonos)

Usted no puede determinar si tienen meningitis bacteriana o viral por la manera como se sienten. Su proveedor
de atención médica debe averiguar la causa. Vaya al departamento de emergencias del hospital de inmediato si
cree tener síntomas de meningitis.

Pruebas y exámenes

Su proveedor de atención médica lo examinará. Esto puede mostrar:

 Frecuencia cardíaca rápida

 Fiebre

 Cambios en el estado mental

 Rigidez en el cuello
 Si el proveedor de atención médica cree que usted tiene meningitis, se debe realizar una
punción lumbar (punción raquídea) para extraer una muestra del líquido cefalorraquídeo
(conocido como LCR) para su análisis.

Otros exámenes que se pueden hacer incluyen:

 Hemocultivo

 Radiografía de tórax

 Tomografía computarizada de la cabeza

Tratamiento

 Se usan antibióticos para tratar la meningitis bacteriana. Los antibióticos no tratan la


meningitis viral. Pero los medicamentos antivirales pueden recetarse a aquellos con
meningitis herpética.

 Otros tratamientos incluirán:

 Líquidos  intravenosos (IV)

 Medicamentos para tratar síntomas como el edema cerebral, el shock y las crisis epilépticas.

Prevención

Ciertas vacunas pueden ayudar a prevenir algunos tipos de meningitis:

 La vacuna contra el Haemophilus (vacuna HiB) aplicada a los niños ayuda.

 La vacuna antineumocócica conjugada se aplica a niños y adultos.

 La vacuna meningocócica se aplica a niños y adultos; algunas comunidades llevan a cabo


campañas de vacunación tras un brote de meningitis meningocócica.

 Los miembros del hogar y otros en estrecho contacto con personas que tengan meningitis
meningocócica deben recibir antibióticos para evitar infectarse.

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