ÉTICA DE NEGOCIOS En nosotros queda exigirnos el mejor comportamiento de la condición

humana.
Lecturas: ¿Qué somos? Somos seres humanos de la especie humana
o La esencia humana (resumen antropológico) ¿Quiénes somos? Nombres propios
o Paradoja de la ética empresarial – Llano (Parte I: Ética de
principios)
¿QUÉ? ¿QUIÉN?
Si no se tiene una idea de la antropología, no se acabará de comprender la
ética. Inteligencia Racional

¿Qué somos? Voluntad Libertad

ANTROPOLÓGICAMENTE ÉTICA Atractivida Capacidad afectiva.

d Llamados al amor
Somos seres humanos Operare sequitur esse:
pertenecientes a la especie conducta/comportamiento de Principio por excelencia: haz el bien y evita el mal
humana acuerdo a lo que somos Principio ético:
En los seres humanos casi no existen actos que no sean humanos, se
considera curioso el acto vegetativo (actos del cuerpo para mantenerse Principios
vivo).
Ejemplo: mi mano tiene un plumón de la empresa donde trabajo, no es
culpa de mi mano si no soy yo a través de mi mano; conducta no funcional. ETICA DE LA
EXCELENCIA
En lo humano hay un modo humano.
¿qué miras? ¿que sientes? ¿Qué haces?: lo que mires, sientas o hagas te
hacen bien cómo te pueden hacer mal. Bienes Virtudes
Lo que le hace daño a un chico de 16 años le hace daño a un señor de 60
años.
Ética del más= ética de la excelencia: conducta de acuerdo a la condición
humana.
Excelencia del griego areté y más de crécete.
Griegos:
● La excelencia es el acto que pone en cumbre la condición
humana.
● El héroe griego busca el comportamiento que lo ponga por La ética no se enseña, se aprende. Problema ético: ¿Cómo se transmite la
encima de la gente, busca en todo acto la excelencia y busca experiencia ética?
honor.
Caso Seven : Este siglo es el siglo de las tragedias griegas, se trata de explicar a través de
mitos, personajes e historias que tratar dar respuesta a las grandes preguntas
Dos personajes, uno joven (Dtve. David Mills) y uno cercano al retiro
de la humanidad.
(Dtve. William Somerset) + asesino en serie (John, periodista).
Edipo Rey trata de dar respuesta más o menos racional del 2+2=5 o 1+1=3.
▪ Gula- persona obesa Jason Medea Séneca
▪ Avaricia -Gould
▪ Pereza- Theodore Allen/Victor drug dealer Héroe griego
Hija del Rey de la isla
▪ Lujuria- prostituta importante, símbolo de
Cólquida.
▪ Soberbia/orgullo- mujer que se sentía fea la civilización.
▪ Ira – Mills al enterarse de muerte de esposa Navegante/marino Grande hechicera de la
▪ Envidia – asesino mata a Tracey famoso; para ampliar el época, se enamora de
Paraíso perdido: 7 pecados capitales mundo, llevar a nuevos Jason pues es flechada
sitios mi civilización por Cupido.
Nombre a través de contacto con FBI, data sobre patrones de lectura de (polis), hacer que lo no
personas. conocido se incorpore a
Se tolera cada pecado capital porque es común. El señor trabaja de formas mi mundo
misteriosas. Príncipe de una
pequeña isla de la
Civilización y barbarie: ética de la excelencia Edate,

Caso desarrollado a fines del siglo XX en una sociedad post cristiana,
cambiando modo de hacer y cultura.
1. Hacer breve análisis de la personalidad de los detectives
2. ¿Que pretendía el asesino matando cruelmente a cada una
de las víctimas?
3. ¿Podemos tomarnos la justicia por nuestras propias manos?
4. ¿Cómo resuelve la sociedad este tipo de conflictos?
Siglo VII a.C., los albores de la racionalidad occidental con los grandes
pensadores como Aristóteles y Sócrates. El planteamiento sobre ética de la
excelencia está pensado desde la cultura occidental.
Somos occidentales desde Atenas, Jerusalén (pueblo judío) y Roma (doble
cara, roma de clásicos latinos y roma cristiana); estos configuran nuestra
sociedad contemporánea, nuestras raíces están ahí. Seguimos pensando
como ellos.
2
Griegos inventaron la democracia, una incipiente. Solo gobiernan los
hombres libres (tienen resuelto las necesidades básicas, la casa y su gente),
poder del pueblo.
También inventaron los golpes de Estado, así como se llegaba rápido al
poder, también se quitaba. Envidia entre familiares.
Jason escucha la historia de que en una isla La Cólquida, más al oriente
existe una tribu que custodia un vellocino de oro donde lo más interesante
no es que esté hecha de oro si no las capacidades que están unidas a ese
tesoro. Se dice que aquel que tenga el vellocino tiene asegurado el poder,
seguridad de continuidad. Él ve varias posibilidades: navegante que tiene
que salir, navegante que necesita aventuras importantes. Alista su nave,
Argos, con una docena de tripulantes donde cada uno es un héroe y sale.
Dos y tres años después, llega a la pequeña isla donde lo recibe el Rey junto
a su hijo que es el general y la armada. Se presenta, pero este sabe quién es
y le pregunta qué es lo quiere. Le comenta que quiere negociar por el
vellocino. El rey le dice que se puede llevar todo lo que quiera del pueblo,
pero el vellocino no pues es un ídolo del pueblo. Se queda por invitación del
Rey.
A la media noche, después que todos están ebrios por la fiesta parece
Medea (hija del Rey que queda flechada. La más grande hechicera) y busca
a Jason para decirle el lugar donde se encuentra el vellocino de oro.
Jason junto a su gente llegan donde está el vellocino, pero comienza una
escaramuza donde aparece su hermano y Medea lo mata. Pide una espada y
empieza a cortar en partes a su hermano, lo empieza a lanzar parte por
parte.
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Diferencia entre caso de Medea y Cea, llamado a la ética. Siempre habrá
conflictos. No te coloques en extremos (utilitarista vs mediocridad).
Ética de la excelencia, no a los mínimos si no a los máximos. La excelencia
es crecer y alcanzar, condición de la naturaleza humana que se debe
alcanzar, no es una condición alcanzada, se debe alcanzar pues no es
inalcanzable.
Se conjuga en gerundio, trabajando pues siempre se está en camino.
Principios
ETICA DE LA Bienes
EXCELENCIA
Virtudes
PRINCIPIOS
Dinamismo cognitivo, lo intelectual, lo racional.
Nos lleva a la razón o racionalidad. ¿Qué quiero?
Racionalidad, para comprender la ética (administración de empresas,
derecho o cualquier oficio práctico) hay una forma/ uso de inteligencia.
3
1. Racionalidad teórica, realidades que versan sobre lo necesario.
No es propia de la ética, no puedes entenderlo de este modo
pues no son fórmulas matemáticas.
● Lo necesario, aquello que no puede no ser. Ej., es indicativo
cuando suelto el plumón al piso, no potencial pues ya sé que
caerá.
Son realidades necesarias: necesariamente amanece, atardece y
anochece.
● La verdad esta al inicio, ya se sabe lo que pasara y se puede
prever.
2. Racionalidad práctica (recta ratio), en un doble sentido: recta
como correcta (tomar la mejor decisión) y cómo corregida (tomo la
decisión y la realizó, la realidad devuelve feedback, esto ayuda a
corregir la decisión inicial). Esta es la racionalidad para entender
la ética.
Ej. El suicida de Gabriel García Márquez, son 10 líneas que tienen forma de
edificio.
… el drama del desencantado que se arrojó a la calle desde el décimo piso,
y a medida que caía iba viendo a través de las ventanas la intimidad de sus
vecinos, las pequeñas tragedias domésticas, los amores furtivos, los breves
instantes de felicidad, cuyas noticias no habían llegado nunca hasta la
escalera común, de modo que en el instante de reventarse contra el
pavimento de la calle había cambiado por completo su concepción del
mundo, y había llegado a la conclusión de que aquella vida que abandonaba
para siempre por la puerta falsa valía la pena de ser vivida.
Conclusión: A=B, B=C y A=C, no hay otra conclusión. Es lógica, silogismo
político
Ej. Joven y dos chicas de amarillo
Ej. Le preguntan a Aristóteles como saber las grandes decisiones, el
respondió para saber lo que debes hacer tienes que hacer lo deseas saber.
● El mundo de lo complejo versas sobre lo contingente (puede
ser como no puede ser) y lo futuro (funciona lo potencial y lo
subjuntivo, ser feliz o ser infeliz).
 ● La verdad es una adecuación, lo que digo es la realidad.
Versa sobre lo futuro.
VIRTUDES Y BIENES
El bien responde a la pregunta a: ¿qué quiero llegar a hacer con mi vida?
Las virtudes ayudan a sostener esa meta, con esfuerzo y disposición.
Dinamismo apetitivo, lo tendencial.
Nos lleva a la acción
La ética nos ayuda a ser mejores, desemboca en la acción. Ej., llegar a clase
es ético, si prestas atención es un doble esfuerzo.
ÉTICA DE PRINCIPIOS/ DE NORMAS
El primer trazo para poner rostro a la ética de la excelencia son los
principios (triángulo), lo cognitivo (racionalidad práctica).
El principio tiene varios sentidos:
1. Inicio, es origen pues ya no puedo ir para atrás. De ahí parto, sólo
me sirve para ver el camino (faro, no es camino ni meta). Voy a
intentar hacer el mejor acto.
2. Fundamento, hay que tener principios sólidos pues ni en el camino
ni en la meta se logran.
3. Normativos, principios que me dicen lo que debo hacer y tienen
vocación de cumplirse. Son performativos, intentan hacer de mi
vida la mejor posible y están llamados a ser realizados. Vivir la
vida, es una vida mejor, un logro.
Competencias éticas, en sentido formal de la expresión. Competencia como
comportamiento observable, valorizado y sostenible en el tiempo.
Dos variables: principales + resultados
- Pragmático, lo quiero y lo hago como sea. (+resultados -
principios)
- Soñador, buen corazón e intenciones, pero no consigue
resultados. (+principios – resultados). No debe quedarse con
él quiere, si no con lo hare.
- Inepto, (-principios -resultados) es malo e ineficaz.
4
- Tibio, mediocridad y conformista. Lo más corriente.
- Íntegro, propuesta de ética de principios. La eficacia no está
reñida con principios. (+principios +resultados). Sano afán de
logro. Dónde pensamiento coincide con su pensar y hacer. No
es solamente es y hace, es un hacer cargado de principios y
que intentan llegar a la eficacia). Se debe hacer lo noble, hay
decisiones que son correctas, los principios. Una persona que
cada vez que toma decisión toma en cuenta los principios y
resultados.
Lo noble (devuelve) y lo provechoso (quédatelo) no siempre coinciden, en
ética no hay simetrías.
Principios éticos formales (dan marco de referencia, formal en la lógica
clásica podría ser un principio material, como materializó ese principio para
mantenerme firme en la decisión que se tome sin importar las dificultades):
1. El bien debe seguirse (esa es la excelencia) y evitarse el mal
(no es sólo no permitir hacer el mal, sino es hacer el bien).
2. No deben emplearse medios moralmente malos, aunque los
fines sean buenos. (no debo hacer algo malo para conseguir
algo bueno).
3. No deben perseguirse fines vuelos que tengan efectos
resultantes desproporcionadamente malos. (No hagas
acciones para X que tenga resultados 10X)
4. Ha de considerarse valioso todo aquello que contribuya al
desarrollo de la persona. (“Desarrollo si, para todos y para
todo el hombre”- JP II. Cuidar la integridad del ser humano)
5. El bien común es preferible al bien privado si ambos son del
mismo orden, principio comunitario.
6. La persona no debe considerarse nunca sólo como medio
sino siempre también como fin, principio personalista.
7. El bien no es menor porque benefició a otro ni el mal es mayor
porque me perjudique a mí.
CASO: Película “Perfume de Mujer”-1992
La ética de la excelencia tiene como primer elemento los principios y tiene
otros dos momentos que son los bienes y las virtudes.
Leer Esencia humana, donde dimensión de principios responde
antropológicamente al dinamismo cognitivo, el uso intelectual con el que se
comprende el principio ético (haz el bien y evita el mal) desde la
racionalidad práctica. Bienes y virtudes con dimensión apetitiva, tendencias
humanas hacia determinados bienes. Los apetitos están vinculados hacia la
acción humana porque la dimensión ética no es algo para pensarla, hay que
realizarse.
Teoría de la Acción Humana
Charlie tiene el dilema ético: delatar o no delatar a sus compañeros/no son
amigos. El principio ético que está detrás es hacer el bien y evita el mal.
Este es un principio formal/genérico. Principio mediato, porque todavía se
tiene que dar lo inmediato (delato o no delato). El principio formal se hace
inmediato, cuando es lealtad. El coronel defiende la lealtad, no sabe si
Charlie debe delatarlos, pero el chico quiere ser leal con sus compañeros
pues puede ser lo que quiera, pero no es soplón. El director extorsiona a
Charlie, no es sólo soborno.
Ejemplos de Lealtad:
- Guerra de secesión en USA, norte (libertad de esclavos) y sur
(plantaciones de algodón con esclavos) se quieren separar.
Se escoge al general Lee en el norte pues está en contra de
la secesión, es sureño de Virginia y no acepta el cargo
porque no quiere matar a su familia y amigos así estos estén
equivocados. Se fue al sur y lo nombran general de tropas del
sur. Por defender a su familia, el norte vence al sur y muere.
La lealtad es tan fuerte.
Es importante los bienes que están en juego, la vida de otros son un bien
mayor y permite que ciertos bienes se puedan llevar.
- Autor inglés conocido por novelas policiacas, tiene 5 tomos de
las aventuras del Padre. Ocurre un asesinato y el detective
sabe que al ser tan complejo no sólo lo pudo hacer uno. El
asesino le dice que él es un criminal, pero no un soplón.
Acción
5
Generar un tipo de movimiento. Cuando uno toma una decisión es para
actuar. En la acción hay que distinguir dos dimensiones:
1. Facere (hacer, fabricar) cosas/servicios, poiesis (el saber
hacer- producir, el griego al hacer poesía sigue ciertas
formalidades) productos/objetos. Todo esto lo puedo medir,
es medible y funciona muy bien para todo lo que se pueda
medir y pueda medirlo. Movimiento transeúnte que empieza
en mi y termina fuera de mi en un objeto medible. Modos de
hacer, es decir qué se hacer. Competencias operativas de
saber hacer, capacidades observables y sostenibles en el
tiempo. Lo funcional.
2. Agere (obrar, to do) (griego: praxis, práctico). Es un
movimiento inmanente, viene del latín permanecer e in indica
interior por lo tanto es un movimiento que permanece en mí,
inicia en mí y se queda en mí. El crecimiento y decrecimiento
queda en mí, hay un aprendizaje tanto positivo como
negativo. Soy yo si ha sido una ganancia o pérdida, quien
mejora y quien empeora es toda la persona. Involucra a las
dimensiones propiamente personales del ser humano. El ser
de la persona, modos de ser. Habilidades blandas/
competencias valorativas, que valores tengo incorporado
dentro de mí. Actitudes y virtudes; son imposibles de medir.
Lo que hago, redunda en lo que soy. El ser mejor o peor viene de lo que
hago. Hay actividades que hago que me pueden hacer, como hay
actividades que hago que me pueden deteriorar.
CASO: “La niñera” corto de Je T'aime Paris.
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La modernidad: función y emoción
La acción en la modernidad, es función y emoción pero no necesariamente
la modernidad ha comprendido la acción.
P1: Semejanza entre Pigmalión y My fair Lady
Se crea a lo que quiere. Los crea de acuerdo a sus gustos y se termina
enamorando de esa creación.
Estaba basada en una obra de teatro de Bernard Shaw, dramaturgo inglés Inteligencia emocional:
:Pigmalión en 1912 donde personaje principal es Higgins. La más taquillera 1. Autoconocimiento del mapa afectivo, no todas las razones por las
de sus versiones es My Fair Lady de 1964 con principal en Elisa. que estoy alegre son valiosas.
Higgins dice que actúa y trata mal tanto a la aristocracia como a la sociedad, 2. Automotivación
Elisa le responde que trata a la florista como una duquesa pero él lo hace al 3. Autocontrol
revés <- Efecto Pigmalión, si tratas a una florista como una dama, dama 4. Empatía
será pero si tratas a una dama como florista, florista será. 5. Competencia interpersonales, saber relacionarse
Higgins, fortaleza en el hacer pues es un gran lingüista y se pone como meta P3: Higgins conoce su mapa afectivo, sabe lo que son las emociones.
6 meses convertir una florista en un dama. Si mis emociones son limitantes no se puede dar cuenta de lo que se hace y
Elisa no está contenta pues descubre que todo lo conseguido es mérito de se dice pueda afectar a otros porque no conoces.
Higgins , hubo una reacción entre yo y un ello (objeto de experimento). Alexitimia: no conocer mapa afectivo propio pues no se ha trabajado.
Quiere que la traten como persona pues es más que una florista o que una
dama, es más que la función. Reconocerle como fin y no como medio. Película, Lo que queda del día.
Comienza una relación, yo y tú (persona y su dignidad). -----------------------
El aprendizaje más difícil es tratar a las personas.
Principio, valor o virtud, no son lo mismo. Cada uno tiene su categorización
Esto se opone al principio ético: toda persona siempre es fin y no sólo conceptual propia.
medio. Si somos medios, pero no sólo medios.
Trata a tu gente como personas responsables y serán responsables, como Ética de la excelencia:
cumplidoras y serán cumplidoras, exigele y veras que crece. Dar confianza
para el crecimiento personal y laboral del trabajador. 1. Principios, antropológicamente mediante la racionalidad práctica en
dinamismo cognitivo. ¿Qué debo hacer?
Ex. Pide colaboración para el trabajo del siguiente año a un grupo de
personas donde se le ha subido el sueldo menos a una, esa persona debe 2. Bienes, tiene tres perspectivas: antropológicamente en el dinamismo
pedir el mismo trato de nivel para que las metas se cumplan. Si quieres que apetitivo, teoría de la acción. ¿Qué quiero hacer/ser?
rindan como A1, tratalos como A1 y no pidas A1 si los tratas como D.
Refleja muy bien lo que la modernidad (periodo de la historia, del siglo DINAMISMO COGNITIVO DINAMISMO APETITIVO
XVI-XVIII en la edad moderna y continúa hasta la actualidad con la edad (TENDENCIAS HUMANAS)
contemporánea) refleja en la acción.
TH: hacia donde apuntamos,
P2: cuál es la mayor incompetencia en los modos de ser de Higins hacia donde aspiramos ¿qué
Empatía, egoísmo. Inteligencia emocional como menos de 5. quieres?
Con gran coeficiente intelectual con racionalidad práctica instrumental Griegos llamaban Orexis,
técnica, ósea sólo la teórica instrumental pues es la ciencia como en medio apetito/tendencia.
para.
6
 menciones, quiere el bien honesto. El bien por sí mismo, no es el
An-orexis: ha perdido el apetito
bien para. Bien honesto, bien en sí mismo.

Hay tres grandes apetitos que deben estar en armonía: Los reduccionismos en Ética de bienes:

a) Sensorial corporal, tendencias/ apetitos: deseo (bien placentero- - Cuando absoluto el placer, da como resultado el hedonismo.
beber-comer-dormir-sensualidad, color rojo, es muy fuerte) e - Cuando lo que se privilegia es el impulso como bien útil, da como
impulso (tendencia hacía bien difícil, arduo o útil; color negro). resultado el utilitarismo.
- Cuando se privilegia de modo excluyente la voluntad, da como
No es agravante, es un atenuante si el criminal se defiende resultado el puritanismo.
justificando que la sociedad lo ha corrompido. CASO: FESTÍN DE BABETTE Hersant
Platón dijo, los seres humanos somos perse incontinentes en el nivel Secta puritanas. católicos papitas con labores sociales en Jutlandia.
de deseo. Esta incontinencia puede llevar al hybris, a lo excesivo en Martina y Philippa, hijas del pastor del pueblo.
lo vacanal o en la furia. La medida (in medio virtus) gozar pero no
llegar a los extremos. Se debe hacer la enkrateia (tener medida en Lorens, deudor y oficial . Se casa con dama de honor de reina Sofía.
uso de bienes placenteros, tener templanza), el arte de hacer un buen Achille Papin, tenor que se deprime y termina en la secta religiosa. Da
kybernetes (conductor, lo que yo tengo que aprender, primer clases a Phillipa y trata de enamorarla pero ella no lo permite.
aprendizaje, entrenarse para ser un buen conductor del primer
1871, septiembre: llega Babette escapando de París pues su esposo e hijo
aprendizaje placentero).
fueron asesinados. Trabajará gratis. Gana loteria 10 mil francos.
Impulso, tendencia que permite arremeter contra obstáculos. Poder Babette ofrece una cena por el aniversario de la muerte del Pastor, el
afrontar el bien arduo y el bien que es esquivo, lo he visto y lo tengo sargento es invitado y se sorprende con la comida pero también con el
que evitar. Me da consistencia, peso, densidad, sostenibilidad a mi hecho que los demás no disfruten la comida.
esfuerzo. La madurez en el impulso, el gobierno del impulso del
Babette se gasta lo ganado en la lotería en preparar la cena para 12.
emprendedor, el bien arduo es la potencia que se tiene y se ha
ordenado que evita que la propia fuerza vaya contra uno mismo. Si Babette Martina/ Phillipa
es una tendencia inmadura pues no tiene consistencia pero existe,
permite dar primer paso para emprender. Capacidad de resistir en el cuerpo/espíritu(antrop Aristóteles, unidad Platón, cuerpo es una
bien dificil al ser esquivo pues no llega a la primera es lo propio del ológicamente) sustancial donde cáscara que se tira y te
impulso. Se llama también útil, porque de ordinario el bien difícil cuerpo y espíritu están quedas con la pulpa. El
arduo es medio para, es un instrumento. unidos cuerpo es cárcel del
sustancialmente. alma. Dualismo:
b) Espiritual, la voluntad pues los sentidos son y el espíritu es el Puedo diferenciar pero cuerpo y espíritu por
querer. Lo espiritual tiene también un apetito que es la voluntad y su no separar. Cuerpo y separado. El ser
movimiento propio es el querer. Quiere el bien en todas sus alma son uno. humano es su alma, no
es su cuerpo.
7
 en lo que se hace. En el caso, cuando cenan y no disfrutan de lo
Católicos Luteranos, la reforma
servido.
en siglo XVII. La
condición humana 2. Trascendentales del ser, la visión ontológica
después del pecado Qué quiero ser de mi vida? Qué quiero hacer con mi vida? Qué estoy
original ha quedado haciendo (hoy) con mi vida?
dañada a tal punto que
ha quedado un gran Trascendentales, no combinar con gobierno de personas o la filosofía de
grieta. Khan. Son propiedades de todo ser (animado o inanimado) o de todo ente
(lo que es). Son propiedades profundas, de fondo por el sólo hecho de ser.
Bienes dan plenitud al Desconfianza hacia los Orden es jerárquico.
ser humano. bienes.
a. 1er trascendental, el SER (esse) o realidad. Una mica, és una mica y
se deja ver que es una mica. Tiene más peso
II. Ética de bienes b. 2do trascendental, la verdad (veritas). Propiedad de la misma cosa,
se deja conocer que es una mica. La verdad es cognoscitiva. Lo real
1. Categorías, clases de bienes (son jerárquicos, algunos son más es lo racional. Relacionada con la inteligencia, la razón teórica y la
nobles que otros pues no están en el mismo nivel) razón práctica, conectada con dinamismo cognitivo. Es del ente que
a. Bien placentero, en el nivel más básico. Tendencia al deseo. sea cognoscible. Hay muchas realidades que no son problemas, son
Tendencia al impulso. misterio pues tarde o temprano se sabrá el todo.
b. Bien arduo, bien útil; bien difícil de conseguir que supone c. 3ero trascendental, el bien (bonum). La mica es buena porque
esfuerzo. Es medio para. cumple con su finalidad. Si no cumple con su finalidad no cumple
c. Bien honesto, bien en sí mismo. Tendencia hacia la voluntad. con la bondad, es defectuosa. La bondad es plenitud, lo bueno es lo
El más noble de todos. apetecible y lo que tiene plenitud. Cumple con finalidades que lo
Cuando se acentúan algunos de estos bienes, aparecen los ismos. Empiezan hacen buena. Plenitud es cuando cumple la finalidad para lo que está
a tener protagonismo en nuestras vidas. hecho. Se vincula con el dinamismo apetitivo, tiende hacia. En el
bien hay dos realidades que nos convocan, la libertad y el amor
a. Bien placentero -> hedonismo (general Lorens joven que le gustaba d. 4to trascendental, la belleza (pulchrum). Belleza que es armonía en
la bebida, el juego y las mujeres). Es compatible con vida de trabajo sí mismo.
cuando hay exceso y concentración en bienes placenteros (medio
para conseguir dinero). Dos reduccionismos éticos que van contra Estos cuatro son conventurtur , es decir que se convierten entre ellos, están
hedonismo que no son mejores que esta, el estoicismo donde se conectados. Esto supone una visión antropológica que se está trabajando.
amarran/comprimen los deseos, y el budismo donde se apagan los CASO: Casa Blanca- Marruecos/Francia, 1942.
deseos
b. Bien útil -> utilitarismo , todo es medial. Choca con principio ético: Segunda Guerra Mundial. Los que querían escapar de la guerra iban por
la persona siempre es fin y no medio. Francia como nexo para Inglaterra.
c. Bien honesto -> puritanismo, cara defectuosa pues todo acto debe
ser puro en el sentido que no hay placer y no hay mancha de utilidad
8
Salvoconductos, no se pueden destruir o vigilar. Duarte se quiere hacer rico
y le da papeles a Rick. Correos muertos traen salvoconductos. “Soy un
oficial corrupto pero pobre”.
“Yo no juego el cuello por nadie”. Noruego quiere vender a Víctor un anillo
con cruz. Sam toca el piano y llegó desde París con Rick.
Chica de Bulgaria pide ayuda a Rick para visa a America por sus hijos,
tiene 8 meses casados. Quiere saber si el general cumplirá su palabra y este
ayuda a su esposo a ganar para ganar.
Isa, es esposa de Víctor y estuvo con Rick mientras este estaba en un campo
de concentración.
Esposo y ella necesitan salvoconductos pero Rick no quiere venderlos. Isa
lo amenaza con una pistola pero no dispara y le cuenta su historia.
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RESOLUCIÓN DEL EXAMEN
4. Ilse, teoría de los trascendentales es una forma de explicar la ética de
bienes. Se debe privilegiar el bien que resalta personaje.
Cuando deja Rick usa un modo los trascendentales:
SER (situación real) Ilse está casada con Victor
VERDAD (la verdad) Está casada con Victor y ama a Rick
BIEN (amor, libertad y afectividad) Ilse ama a Rick
BELLEZA (lo de hoy) París
Cuando deja a Víctor para irse con Rick en Casablanca:
9
BIEN/BELLEZA: ama a Víctor
SER: está casada
VERDAD: no le interesa estar casada
3. Acción de Rick después que Ilse lo deja
Antes de que Ilse volviera: cínico, yo no me juego la vida por nadie, no le
interesa nada, desencantado, sabe que en su bar se trafican pases.
-Facere, dueño del bar en Casablanca, capacidad de decisión,
-Agere, vive amargado (aprendizaje negativo)
Balance= (-) no es feliz, no hace una vida lograda si no vida malograda
Después de que Ilse vuelva: cambia por completo
-Facere: idealista
-Agere: reconciliación consigo mismo, luchador, correcto
Balance= (+) vida lograda
2. Lee desde perspectiva de racionalidad práctica
Apuesta por marido e hijos para que le traigan felicidad pues cree que ahí
conocerá plenitud, una vida lograda. Se equivocó pues se divorció y no
puede con los dos hijos a la vez. Cree que siempre hay un egoísmo
interesado en cada acción.
Desde la Racionalidad Práctica, la decisión de Lee, hace 20 años fue
correcta.
 Solo puedo analizar la racionada practica cuando la sucedió y vemos
los resultado
 Según la película habitación de Marvin no podemos asumir si 20
años después la RP de Lee fue correcta porque no hemos visto el
final, lo que sucedió.
Cuando acepta cuidar a papá, tía e hijos y se queda, se auspicia que será
mejor.
1.Bessie de quedarse con papá basado en ética de principios y de bienes.
Ética de principios, donde evitó el mal e hizo el bien. El bien es cuidar a
papá y el mal sería hacer su vida. Toma decisión de hacer el mejor bien
pues hacer su vida no es un mal.
Elige el bien arduo y honesto. Arduo pues sostiene el esfuerzo en el tiempo
para cuidar a su papá y honesto, la filiación es un bien en sí mismo.
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La ética se debe entender mediante la antropología implícita. Basado en esta
antropología la ética se desarrolla en OPERARE (obrar virtuoso, acción
ética), SEQUIETUR y ESSE (qué somos?).
VIRTUD
Propuesta: hay virtudes del empoderamiento humano que son las cuatro
virtudes clásicas y son jerárquicas al igual que los trascendentales. Estas
virtudes consiguen que el ser humano actualicen sus potenciales. El ser
humano empoderado cumple con cuatro virtudes clásicas y tiene el afán de
logro positivo, sano.
Este será insuficiente si el afán de logro no se le agrega el afán de servicio.
La plenitud del ser humano se consigue en la medida que salgo y no la
guardo.
Ética de Virtudes
 ETICA DE PRINCIPIOS-> momento cognitivo. Me dice que es lo
que debo hacer, es la que me ilumina el camino, me dice anda por
aquí...
 ETICA DE BIENES -> momento apetitivo/ tendencia. Es la que me
dice me gusta o no? Quiero o no?
10
 ETICA DE VIRTUDES -> momento apetitivo/tendencial me da la
capacidad para hacer lo que debo hacer.
 OBSTACULOS DEL ENTRONO -> a todos afecta
 OBTASCULOS DEL DINTORNO ->
Ética de Virtudes-> me ayudará alcanzar mi objetivo. Me ayuda a moderar
mis modos de ser, le da consistencia a mi vida (capacidad de mantener mi
palabra aunque el bien placentero me llame a algo mas), virtualidad.
Las virtudes están unidades a mi naturaleza
¿Qué es Virtud? Es un hábito poosito, bueno. Y habito se refiere al casi
siempre.
Lo contrario a la virtud es el vicio -> habito negativo , malo.
¿Qué es hábito? El habitualmente está cerca al siempre.
Habitualmente será siempre? No es siempre, está cerca.
La virtud está cerca al siempre o casi siempre? La virtud esta cerca al casi
siempre, la virtud no es siempre.
 BH -> bien honesto -> Justicia
 BA – BU -> arduo, bien útil -> Fortaleza
 BP -> bien placentero -> Templanza
“ La monedita del alma, se gana cuando se da” , by Machado.
VIRTUD
Estructura tonal, lo pierdes si lo guardas y el afán de logro se convierte en
afán y persuasión.
Virtudes de efusión (salir de) son cuatro: caridad, humildad, amistad y
magnanimidad.

PRUDENCIA Magnanimidad

Justicia Amistad

Fortaleza Humildad

Templanza CARIDAD
Virtud: hábito bueno, disposición permanente. Tiene que ser estable,
sostenible en el tiempo y permanente. Virtud no es acto, es disposición
permanente de actos. Crecen cuando se ejercitan y se puede decrecer
cuando se hacen actos contrarios a ellos (vicios)
Hábito:
No es siempre: habitualmente, frecuentemente,usualmente, constantemente.
No es nunca: raramente, ocasionalmente, escasamente, a veces.
Actos virtuosos hacen caminos al andar, se tiene que andar muchas veces
para que sea intenso. Los impactos son modestos, donde la ética es
aritmética y no es mejora ni geométrica.
Actos viciosos, hacen autopistas pues es el impacto negativo más grande
que el positivo. Cuando haces acto virtuoso, te conviertes en acto virtuoso.
La virtud es justo medio entre un defecto y un exceso.
DEFECTO EXCESO
Se puede caer en vicio tanto por defecto como por efecto. Las virtudes no
dicen no, siempre dicen que sí pero respetando su sitio.
Existe una medida entres entre los extremos y es personal. Ejm: alcohólico
vs abstemio.
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Unión entre apetitos y virtudes del empoderamiento.
Templanza y fortaleza con los apetitos placenteros.
Justicia con voluntad.
Prudencia con voluntad e inteligencia.
Fortaleza: afán de logro
Es bien arduo, difícil o útil en cuanto a dónde se dirige el impulso.

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Nace del dinamismo apetitivo
Actos de la virtud de Fortaleza:
1. Emprender, no hay emprendedor sin esta virtud.
No hay afán de logro si no hay fortaleza.
Saber lo que se quiere, voy a construir un cohete. Se debe de poner perfil,
cara para lo que se quiere. El hombre teórico piensa y planifica, el hombre
práctico lo realiza siendo esto una idea práctica (un proyecto con vocación a
hacer realizado). El emprendedor es práctico, pues lo hace y lo ejecuta. Se
deben de tener dos condiciones: objetividad e ilusión, si es sólo ilusión es
un soñador y si es sólo objetivo se quede con los hechos y no se haga nada
más.
Querer el bien, es decir voluntad fuerte. Deseo e impulso son tendencias
2. Sostener, acto más importante pues se debe sostener el esfuerzo.
pero el querer es el acto propio de la voluntad pues no es sólo el cuerpo si
Resistir en el bien arduo.
no es la persona completa que se compromete. Voluntad firme y decidida la
mina es tu vida, no la mía. No es por ofender, si no es saber que se quiere. Esfuerzo sostenible:
Quiere hacer cohetes y ha decidido que se dedicará a eso, lo tiene claro. - Descubrir potencialidades humanas, capacidad de ver a través de
Qué quiero? Tiene que haber claridad en el objeto del proyecto ¿En qué problemas. Motivar las fibras de la acción humana. Emprendedor
estoy? ¿Quienes son mis clientes?¿Cuales son sus necesidades? debe inspirar al equipo. Huir de la manipulación, no se debe engañar
Querer el bien arduo, sólo Hommer es el emprendedor pues sin él el equipo a las personas para conseguir lo que se propone. Con quien, quienes.
no se mueve. La esperanza es -puede llegarnos el triunfo- decirle al Están pero hay que tener ojos para ver donde los demás no ven.
otro que desea y espera que le vaya bien. Audacia es arrojo hacia lo - Descubrir potencialidades materiales, qué medios voy a utilizar. Es
desconocido, no es valor o miedo si no que estos son compatible actitud, ser conmutable. Capacidad de ver y no quedarse anclado en
pero se agregar el levantarse y el seguir. Confianza.p una idea, adaptarse.
- Transmisión de visión. Capacidad de transmitir la mística, el espíritu
Querer operativamente el bien arduo, darse cuenta que es arduo. Es pensar
del proyecto. Transmitir visión. No puedo transmitir energía positiva
con las manos, te vas a ensucias, te quemaras, te mojaras, sufriras.
si no lo tiene. Nadie da lo que no tiene. Las organizaciones tienen
Virtualidad eficaz es decir, fuerza eficaz no es sólamente hacer si no hacer
alma, nadie es perfecto y lo resultados no son todo pues me importa
bien. Disciplina y exigencia. Cultura de la excelencia, el éxito se fija sólo en
más las necesidades de mis clientes.
los logros. Esta cultura, ve logros y fracasos. Ve obstáculos que deben ser
- Capacidad de organización, hay un orden, hay un planeamiento.
vencidos para curtir mi carácter.
Gestionar la complejidad. Cada cosa en su sitio, moderar los ánimos.
Funciones encarnadas en personas. Emprendedor tiene prudencia.
- Creatividad , con tus mismos medios que cosas se puede conseguir.
Imaginación y pensamiento riguroso. Gente con alta motivación
intrínseca, evita ser rutinario.
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 - Perseverancia, insistir una vez y otra. Aprender de los errores.
Espíritu deportivo. Clave para todas las virtudes
- Insistir -> la virtud de la fortaleza hace que el resto de virtudes sean
permanentes
- Resistir el bien -> Principios ético por excelencia HAZ EL BIEN Y
EVITA EL MAL
- Que virtudes tendremos que vivir -> TODAS, ya que todas se
complementan. Esas virtudes se viven en la acción diaria
CASO: Cielo de Octubre
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CASO: El silencio del mar
El dilema ético entre el alemán y la francesa se plantea en dos etapas:
- Los dos tienen que hacer el bien y evitar el mal. Este es un bien
mediato. El inmediato es la lealtad pues los dos quieren ser leales a
su patria en distintos modos.
- Problema cuando este se mezcla con los apetitos-bienes (deseo y
placer, impulso y arduo, voluntad y honesto). ¿Qué debo hacer? Ser
leal a tu patria pero cuando entran los bienes y empiezan a sentir
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atracción se debilita el quiero pues ya no es un quiero afirmativo si
no un quiero dudoso, quiero porque sé y no quiero porque siento. El
quiero no es lineal.
El gran dilema es entre la acción correcta (fijada por la racionalidad
práctica) y el deseo.
Querer hacer lo que deben pero a la vez sienten, se ve debilitado pues no se
ha torcido ni se ha impedido la acción correcta.
Templanza para que la atracción sexual y los sentimientos no interfieran
con lo correcto.
La lealtad cuando aparece el deseo se torna en un bien honesto y difícil.
Fortaleza para sostener dos bienes; bien honesto que es la lealtad y resistir
al placer.
Jeame: invadidos por los alemanes, patriota francesa, huérfana de padre en
la I Guerra Mundial.
Werner: músico, patriota, en el ejército por costumbre familiar. Descubre
que los ideales de una alemania triunfante no es realidad.
-Expresionismo: yo y mis circunstancias. Emoción, mira hacia adelante y
rompe las anclas.
- Personalismo: acción mejor sobre un modelo, la acción mejor que me
corresponde como un ser humano pues hay esencias y no sólo
circunstancias. Yo en mis esencias, que estoy llamado a hacer y reconozco
que tengo anclajes. Existe emoción pero está ponderada.
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JUSTICIA
Firme voluntad de dar a cada uno lo suyo. Su derecho. Lo debido. Lo que le
corresponde.
Yo devuelvo un lapicero porque es tuyo. Antes que yo lo devuelva, de darte
lo tuyo, está el derecho. ¿Cuál es el derecho? Qué es tuyo, luego viene lo
que le corresponde a la persona.
Modular el apetito de la voluntad.
Aquí es yo quiero a dar a cada uno lo suyo d. Según título natural o positiva.
La virtud de la Justicia, primero RECONOCE EL DERECHO, LUEGO LO CASO: Eyes on the sky
ASIGNA
Han matado a Anwar.
Lo suyo= IUS. Objeto de la virtud de la justicia. Coronel Powell de Londres, operación en Kenia de captura.
Característica de lo suyo ------------------------------------------------
 Es una cosa: Los dos casos tratados se pueden observar desde el punto de la prudencia.
o Puede ser tangible: lapicero, pedido
o Puede ser intangible: la vida, respeto, salud, libertad, EOTS, tiene una situación muy compleja. Se trabajará el daño colateral,
privacidad e indignidad desde la perspectiva de la ética de principios el más cercano es tampoco es
 Debida a otro: lícito hacer algo bueno cuando las consecuencias sean desproporcionadas.
o A un tercero que tiene derecho Qué es un daño colateral? Hay una acción buscada (matar a los blancos) de
la que le sigue un resultado previsto/ no deseado y dañino/no dañino (niña
o Solo exige quien tiene derecho a
en perímetro de explosión).
 En razón de igualdad:
o Debo devolver la misma cosa en razón de IDENTIDAD, es Externalidades, daño colateral en economía.
decir: me prestan x cosa y devuelvo x cosa Voluntario indirecto, acto bueno.
o Debo devolver la misma cosa en razón de la
Antecedentes: memoria o analogía(este)
EQUIVALENCIA: si pido que me presten 5 soles, cuando
devuelvo no doy la misma moneda, pero si devuelvo el ------------------------------------------------------------------------
mismo monto. Círculo virtuoso de la amistad
o PROPORCIONALIDAD, mira a la diferencia
 Según titulo 1. Acciones. Compañerismo
o Positivo: compraste, regalado, encontraste…Lo adquieres Es 2. Afectos. Simpatía
una cosa debido a otra en razón de igualdad por … 3. Intereses. Complementariedad
o Natural: Derecho Natural, se basa en nuestra condición 4. Virtudes. Benevolencia
A) EMPRESAS CON ALMA
humana. Dado de nacimiento
Capítulo 4, ética en empresa: comunidades de práctica y
Es importante en mundo empresarial pues su ropaje es el ordenamiento
códigos de ética en la empresa.
jurídico. El orden jurídico está continuamente a nuestro alrededor.
B) PASIÓN POR LA EXCELENCIA (2017)
Justicia, dar a cada cual lo suyo = ius suum -> Derecho
Teoría dialógica de las relaciones interpersonales
El MI no necesariamente es propiedad.
- Orientación al otro. Motivaciones alocéntricas
a. una cosa mediata e inmediata
- Comprensión. Descubrimiento
b. es debida
- Ser vs Apariencia. Encuentro, aceptación y acogida
c. Igualdad
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 - Diálogo vs Imposición. Colaboración y apoyo
La fábula de las abejas, antecedentes. Ética de virtudes
Unidad de vida, integridad personal sostenible.
CASO: HÉROE POR ACCIDENTE
Bernie Laplante, pequeño estafador, sin trabajo, desconfiado, va a lo suyo.
Bien que se busca es el útil pues es una ética utilitarista donde buscan su
provecho.
Gale Gayley, periodista exitosa, busca impacto, eficacia.
John Buber, vago de buen corazón y voluntad débil para sí mismo y para
fuera. Soñador que aprovecha la oportunidad pero se arrepiente. Cede a su
voluntad débil, su problema no son los principios.
Final: Buber es el héroe, Laplante queda con dinero para gastos y Gayley se
hace de la vista gorda.
¿Qué se opina de este arreglo? Sacrificas la verdad, por el bien pero no se
creen la mentira.
Ética consecuencialista, el fin no justifica los medios ya que mido la ética
por las consecuencias que se siguen del acto, si las consecuencias son
buenas, el acto es bueno.
En teoría de Juegos: yo gano porque tú pierdes (competitivo), todos
perdemos (-), todos ganan (+). Funciona pero no es ética ya que tiene su
propia lógica pero no reemplaza la ética.
VERDAD ONTOLÓGICA
Verdad de los trascendentales, la realidad puede ser conocida.
La verdad lógica: palabra escrita, oral o gesto. Correspondencia de la
palabra con la realidad. Palabra y pensamiento sobre la realidad. O es
verdad o es mentira.
Triángulo de la Integridad, parte exterior. Afirmar (palabra) y decir
(conducta).
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PRUDENCIA Y TOMA DE DECISIONES
1. Disposiciones antecedentes
a. Experiencia (memoria y capacidad de analogía). Recipiente
donde se guarda la verdad de las cosas reales. Analogía
rompe rutina. Se opone el inexperto por ser teórico y el
pragmatista por ser irreflexivo.
b. Racionalidad teórica (lo necesario, “el listo prevé, el tonto
constata”) y práctica (versa sobre el mundo de la vida,
contingente y futuro, “para saber lo que tengo que hacer,
debo hacer lo que deseo saber”).
2. Diagnóstico
a. Objetividad (fidelidad al ser). Silencioso aprendizaje de
realidad, no basta la fe ni una mirada general, el sí o el no de
la voluntad puede falsear las cosas pues se meten intereses
subjetivos e injustos. Se opone el novelista.
b. Docilidad (saber, dejarse, decir algo). Consejo es tener
consideración de las demás opiniones, nadie se basta a sí
mismo. Se opone la indisciplina y manía de tener siempre la
razón: perezoso mental que no desea oír a los demás, el
sordo que es envalentonado y el soberbio que no necesita a
los demás.
c. Solercia o Sagacidad (objetividad frente a lo inesperado).
Capacidad de observar agudamente y flexibilidad que
permite dar nuevas respuestas a situaciones nuevas con
rapidez. Se opone el rígido, las normas sobre todo, y el
rutinario, lo que funcionó una vez volverá a funcionar otra
vez.
d. Juicio práctico. Resalta un asunto sobre otros, determina. Se
opone el inconsiderado que no decide.
3. Ejecución
a. Circunspección (destacar lo propio de cada situación y
analizar bien lo importante). Consideración de todas las
circunstancias pertinentes. Se opone el impaciente por la
frivolidad y ligereza, inconstancia, intemperancia.
 b. Cautela (saber ver el peligro). Evitar las dificultades
ocurrentes, cuidar los flancos. Se opone el ingenuo por la
candidez estratégica.
c. Previsión (buscar recursos y alternativas de acción).
Ordenación de los medios al fin, previsión del futuro, pensar
escenarios alternativos, tener visión de las consecuencias de
la acción. Se opone el corto por poca visión e imaginación.
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DE LA ÉTICA DE NORMAS A LA ÉTICA DE VIRTUDES
Los años 90 del no muy lejano siglo XX fue una apoteosis de una
cierta cultura del éxito. Se trataba de ser muy competitivo para llegar a ser
el número uno. El liberalismo reinante de aquel entonces, sin un competidor
tras la caída del Muro de Berlín en 1989, animaba a ese tipo de discurso
triunfalista: si no eras un ganador, la vida no merecía la pena vivirse. Por lo
menos, no podías pretender formar parte del club de los triunfadores.
Este esquema triunfalista de la vida volvía a revivir la teoría darwinista de
la selección natural, esta vez en el campo social. La misma dinámica social
introduciría una selección natural, de tal modo que los individuos más aptos
conseguirían levantar la cabeza en esta lucha por la supervivencia. Desde
esta perspectiva, no fueron pocos los planteamientos pedagógicos que se
sumaron a este proyecto iluminista: se trataba de preparar a profesionales
para el éxito en la vida y en el trabajo. Ser el número uno, ser un ganador se
convirtió en un objetivo existencial.
Afortunadamente, la vida no es tan simple y basta una angina de pecho,
algún que otro atardecer en estado depresivo, un despido intempestivo del
trabajo o la quiebra de la empresa para darse cuenta que la biografía
personal tiene también de heridas, fracasos y cicatrices; y que aquel grito de
guerra tú puedes, en ocasiones es, igualmente, un rotundo no puedo y no es
el fin del mundo. Así lo ha visto, con especial clarividencia, Charles Handy
cuando en La edad de la paradoja (1996) señala la necesidad de volver a
definir qué es la supervivencia y la competencia, pues, si hemos de ir más
allá de la supervivencia la pregunta es: ¿y ahora qué? “Si lo tomamos en
serio –dice Handy-, eso tiene visos de pesadilla, sin final y sin ganador.
Sólo una empresa puede ser el líder de un sector, sólo un país puede estar en
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la cima económica; siempre hay vecinos más ricos o de más éxito con
quienes compararnos. La competencia es saludable, tal vez incluso esencial,
pero ha de haber algo más en la vida que ganar, de lo contrario
prácticamente todos seríamos perdedores”.
Competir, ganar, tener éxito son momentos de la existencia humana, pero
no lo es todo: hay más. La sola cultura del éxito es unilateral y tiende a
formar caracteres intemperantes, personas ansiosas que han perdido la
capacidad de esperar, que arrancan prematuramente el éxito a la vida. Son
grandes emprendedores, pero vulnerables al fracaso. Velocistas de 100
metros planos, con los nervios de punta y músculos tensos. Buenos para el
corto plazo, pero incapaces para las corridas de fondo; incompetentes para
los proyectos de largo plazo y para los compromisos de toda la vida, en
donde se juega el alma y la felicidad. Entonces, ¿qué? ¿velocistas o
fondistas? ¿O qué? Las dos cosas y más, es decir, la cultura de la
excelencia para la vida buena.
Excelencia es el nombre con el que los griegos llamaban a las virtudes,
esto es, aquellas cualidades humanas que despliegan la riqueza del ser
humano. Una cultura de la excelencia, por tanto, lleva a un continuo afán
de superación, articulando en la biografía humana logros y fracasos,
alegrías y penas. Alejandro Llano en su Vida lograda (2002) lo dice así:
“La excelencia a la que aspiro no es la del completo acabamiento. Es seguir
buscando lo bueno de la mejor manera que esté a mi alcance. Potenciar lo
más posible mi ser práctico, para que mi capacidad operativa crezca
acumulativamente. Una concepción estática y terminal de mi excelencia la
convertiría en algo odioso para los demás e incluso para mí mismo. Para los
demás sería la mayor falta de modestia, ya que aspiraría a presentarme
como un modelo. Para mí supondría abocarme a la desesperanza, al
proponerme algo inalcanzable. Paradójicamente, la excelencia excluye el
perfeccionamiento total”.
El éxito, por cierto, no es ajeno a la cultura de la excelencia, es uno de sus
elementos, pero no el único, ni el más importante. El éxito, en este nuevo
contexto vital, es una manifestación de la virtud de la fortaleza. Es la
coronación del esfuerzo emprendedor que, con iniciativa, creatividad y
disciplina, consigue la meta planteada. De este modo, el afán de logro sigue
siendo un motor para grandes logros, pero articulado a otras finalidades de
la vida que, igualmente, se alcanzan trabajosamente. Cultivar la
inteligencia, fortalecer la voluntad, practicar las virtudes, abrirse al amor
son tareas para toda la vida y desbordan el esquema ganar/perder: eficacia,
por supuesto, pero en el seno de una vida lograda y fecunda. Este es el
horizonte multicolor al que se abre quien se empeña en el ideal de la
excelencia humana.
LA BUENA SOCIEDAD
Amitai Etzioni formula con precisión ese ideal: “Aspiramos a una
sociedad que no sea únicamente sociedad civil, sino que llegue a ser una
buena sociedad. Entendiendo que una buena sociedad es aquella en las que
las personas se tratan mutuamente como fines en sí mismas y no como
meros instrumentos; como totalidades personales y no como fragmentos;
como miembros de una comunidad, unidos por lazos de afecto y
compromisos mutuos, y no como empleados, comerciantes, consumidores
o, incluso, conciudadanos (…) Una buena sociedad alimenta relaciones Yo-
Tú, aunque reconoce inevitable y significativo papel de las relaciones Yo-
cosas”[1].
En una sociedad así, el principio personalista ocupa un lugar central y
lleva a tratar a cada uno como un fin en sí mismo y no como un medio o de
forma meramente instrumental y utilitaria. Detrás de la función y
sosteniéndola está la persona que no se agota en ser empleado, consumidor,
paciente, investigador, médico. La persona es mucho más que el rol que
desempeña. No sólo crea relaciones profesionales, sino que cultiva
relaciones interpersonales y comunitarias, aquellas en las que ya no se
representa papel alguno, simplemente se es: la familia, el trato con los
amigos, las relaciones de reciprocidad en el barrio. En estos ámbitos, ajenos
al mercado y al estado, cobran vida valores como el amor, el respeto, la
lealtad, la solidaridad, la generosidad, la hospitalidad. Aquí, no prima el
cálculo costo-beneficio, sino la sola confianza.
El ciudadano de esta buena sociedad no es el simple profesional, hábil en
competencias técnicas y operativas; es mucho más, es también una buena
persona consciente de sus responsabilidades sociales. Un ciudadano así, ha
cultivado su carácter, su modo de ser. ¿Y dónde se forma una persona así?
Desde luego en la familia, el colegio, la universidad y también hay que
17
decirlo, en las organizaciones. Y es en las organizaciones -en la que
pasamos tantas horas de nuestra existencia- en donde deberíamos seguir
aprendiendo a tratarnos cívicamente, a resolver los conflictos
pacíficamente, a controlar las propias pasiones y tratar a nuestros
semejantes como fines y no como meros instrumentos funcionales, a
aprender que tenemos responsabilidades para con los otros: familia y
comunidad[2].
Es verdad que no todas las organizaciones están en condiciones de
entenderse como ámbitos de formación humana, además de centros de
producción de bienes y servicios. Los modelos mecanicistas de empresa, es
decir aquellas organizaciones que persiguen sólo resultados económicos y
que se estructuran alrededor de sistemas formales que lo prevén todo,
apuntando al “cero errores”, generan una cultura que se mueve bajo el
paradigma de la certeza, muy propio de las empresas tayloristas de
principios del siglo XX. Sólo la organización –acorde, por cierto, a las
nuevas realidades del tercer milenio- estructurada bajo un modelo
antropológico, centrado en las personas más que en los sistemas, está
preparada para convertirse en una comunidad de prácticas virtuosas para sus
miembros. La cultura de estas organizaciones se orienta bajo el paradigma
de la confianza[3]. Una organización del cuidado del ser humano lo ha de ser
con mayor motivo.
LA FORMACIÓN ÉTICA
Lo que intentamos decir es que una organización no sólo debe aspirar a ser
eficaz, tiene también que procurar ser fecunda. Para ser eficaz necesita de
las competencias operativas de su gente que se manifiesta en buenos modos
de hacer. Aquí están todas las disciplinas técnicas que hacen del producto y
servicio que se ofrece un bien de calidad. Pero no basta. La organización
que quiere marcar la diferencia en su rubro requiere, también, de capital
moral, es decir competencias valorativas o éticas en su gente. Son los
buenos modos de ser de todos y cada uno de los que laboran en esa
institución. Una organización así consigue ser fecunda, que es mucho más
que ser eficaz. En suma, una institución que produce bien, pero no cuida la
calidad moral de las prácticas vitales de su gente en el día a día, es una
institución sin duda rentable, pero, como dice la letra de una conocida
canción una empresa así “me sigue pareciendo fría”, le falta alma.
 El gran reto y la tarea pendiente sigue siendo en nuestros días mejorar las
competencias éticas de quienes trabajamos en las organizaciones. Basta
mirar el actual panorama de trabajo nacional, para percatarnos que cada vez
son mayores los pedidos de las empresas en contar con un personal que
tenga buenas competencias operativas y técnicas, pero que también posea
cualidades personales que lo hagan fiable: profesionales honestos,
trabajadores, creativos, responsables, solidarios, etc. Es decir, en el mundo
del trabajo, hacen falta buenos modos de hacer (competencias operativas e
intelectuales), como mejores modos de ser (cualidades, virtudes y
actitudes), lo que los griegos llamaban “excelencias” y los latinos
“virtud”[4]. En cualquier caso, llámeseles cualidades, excelencias o virtudes,
nos estamos refiriendo a lo mismo, al núcleo más personal del ser humano
que diferencia al vividor dedicado a la “buena” vida del hombre virtuoso
que ha procurado una vida “buena” para sí y los de su entorno.
La experiencia propia y ajena nos dice que no son suficientes las solas
competencias operativas o meramente intelectuales para realizar un trabajo
pleno, son necesarias esas otras cualidades personales que no se enseñan en
los textos, sino que se aprenden en comunidades de práctica. Pues bien, si
hemos de formar el talante ético de nuestra gente ¿qué enseñar y cómo
hacerlo?
En realidad, la enseñanza de la ética no ha sido ajena a la tarea
universitaria, existe como asignatura y suele estar también en los planes de
estudio de las carreras bajo el rubro de la deontología profesional. Esto, a
todas luces, ha sido insuficiente, los fundamentalmente, por dos razones: la
enseñanza se ha ceñido sólo a una ética de normas y no se ha reparado que
se aprende en comunidades de práctica. Hemos insistido quizá, demasiado,
en el aspecto cognitivo de la dimensión ética, pero hemos desatendido el
aspecto apetitivo de su constitución.
ÉTICA DE NORMAS
La rectitud de la conducta siempre ha interesado y en los cursos de ética
aparece a través de las normas que prescriben cuál es comportamiento
esperado. Es indudable el valor orientativo de estas normas, indicando
caminos, señalando deberes. Se ha insistido en el conocimiento de las reglas
de moralidad, pensando implícitamente que el sólo conocimiento es
suficiente para informar la buena conducta de los seres humanos.
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El modelo más extendido en este sentido es el Kantiano, centrado en el
imperativo categórico de cumplir con el deber por el deber mismo, quitando
todo fin utilitarista a la acción. Es decir, para Kant el deber se cumple por la
sola fuerza del deber y punto. Cualquier otra razón o motivo que esté en el
origen del acto, le resta pureza y fuerza ética. Una ética así suele ser
rigorista. Una ética así, no puede evitar ser una ética triste, forjadora de
caracteres espartanos, pero con poca capacidad de vivir gozosamente el día
a día.
Entonces, ¿la ética de normas es innecesaria por ineficaz? Ni lo uno ni lo
otro. Sólo hay que colocarla en su sitio y decir que ella no es toda la ética.
Las normas son importantes, y más si se formulan como principios éticos.
El mayor de todos, hacer el bien y evitar el mal. No hay muchos más
tampoco, y podemos pensar en algunas formulaciones del tipo el fin no
justifica los medios, haz al otro lo que quieres que hagan contigo, y poco
más, pero no por eso, intrascendente. En tanto que principios éticos de la
acción, se ubican en el inicio del acto, lo orientan, señalan el gran cauce,
pero no más, queda el resto de la andadura ética dejada a otras instancias
también éticas que toman la posta allí a donde las normas ya no llegan.
Hasta aquí, la norma hace lo suyo. El problema ha sido, pretender que ella
sola haga todo o que ella sola es toda la ética. Esta pretensión impropia ha
dado como resultado una reacción práctica (y en parte, también, teórica) de
rechazo a la norma que se ve como opresora de la libertad y del propio
proyecto vital de la persona. La norma se ve como extraña y extranjera.
Sería una imposición que viene de fuera, sin previa consulta, desconociendo
la peculiar biografía individual. Esta postura crítica es entendible, pues la
sola ética de normas, desligada de los bienes humanos y de la propia
actividad interna de la persona resulta ser más una carga que una ayuda,
pero no se justifica en tanto que descalifica la capacidad de todo principio
ético a ser rector de la conducta humana.
LAS COMUNIDADES DE PRÁCTICA[5]
Veamos ahora la segunda razón por la cual la tradicional enseñanza de la
ética ha sido insuficiente: se olvidó que el aprendizaje de la ética no se hace
en las aulas, sino en comunidades de práctica. Con la conducta ética sucede
lo que pasa con los artesanos: el aprendiz de zapatero aprende de un
maestro zapatero. Este va introduciendo poco a poco en las prácticas de esa
profesión al aprendiz. Éste mira, recibe, repite las prácticas de su maestro.
Pasado el tiempo, el aprendiz llegará a ser un experto con sus propias
experiencias y estilo personal.
El aprendizaje ético sigue este camino. El ejemplo enseña. Quien desee
saber cómo ser prudente, o cómo ser sobrio en las bebidas, ha de mirar e
imitar al prudente y al templado, de ahí que resulte evidente que la familia
es la comunidad de práctica por excelencia para lograr y crecer en
cualidades éticas. Si no hay buenos maestros que enseñen con su vida las
excelencias éticas, no hay aprendizaje ético que resista. Sin prácticas éticas
es como pretender enseñar a nadar “en seco”, las clases teóricas de natación
no son suficientes, ni siquiera lo más importante, para nadar hay que entrar
en el agua. Igual con la ética, si la comunidad en la que se enseña, no
práctica esas excelencias, el aprendizaje es nulo.
Como se puede ver, dado que la ética es un aprendizaje en comunidades de
práctica, llámese familia, colegio o empresa. Esta última es una auténtica
comunidad de prácticas virtuosas (o de prácticas viciosas) para cuyo fin ha
de alinear personas (directivos y personal operativo) y procesos (las
paredes, los pisos, los sistemas hablan de la empresa) a esta gran finalidad
de aprendizaje: que los miembros de la institución encuentren en su
organización ejemplos de conductas íntegras, no porque los directivos sean
un dechado inmaculado de virtudes, sino porque muestran conductas
comprometidas con la excelencia, aun cuando haya defecciones y quiebres.
ÉTICA DE LAS VIRTUDES
Con lo anterior he querido decir que la preocupación ética no ha estado
olvidada en la universidad ni en la organización, pero –en no pocos casos-
el enfoque normativo de ella y su ubicación fuera de las prácticas vitales de
la comunidad real, ha dado como resultado unos profesionales formados
con más o menos éxito en las competencias técnicas, pero con poca
consistencia ética, en todo caso, cada cual con el talante ético que traía de
su casa. La práctica laboral no les supuso ocasión de crecimiento ético.
La ética de normas, pues, debe ser completada con una ética de
cualidades o, en términos clásicos, una ética de virtudes[6]. No basta con
saber que hay principios éticos irrenunciables o que hay valores que deben
realizarse, se trata de incorporarlos a la conducta diaria, encarnándose en
hábitos buenos, de tal manera que la persona no sólo sabe qué es la
19
honestidad, la laboriosidad, la responsabilidad, etc.; sino que
fundamentalmente es honesto, laborioso y responsable, en una constancia
viva que se repite día a día.
En este orden de ideas, formar en virtudes es tarea de toda la organización:
el empleado aprende de sus compañeros, de los directivos, del personal
administrativo, de las instalaciones, de los sistemas de funcionamiento.
Como se aprecia, formar en virtudes es un conjunto de acciones que
involucra a todos los miembros de la institución, no es una tarea sólo del
departamento de recursos humanos, es un asunto estratégico global que
compromete a las diversas unidades de la organización.
La tarea consiste en facilitar el crecimiento ético de los miembros de la
organización que es tanto como decir ayudar a mejorar los modos de ser
personales de los mismos. Es incidir en las actitudes y ya sabemos que esta
tarea no es fácil, ni se obtiene con procedimientos didácticos mecanicistas.
La creatividad y métodos participativos y vivenciales propician mejor este
tipo de aprendizaje. Con palabras de Amitai Etzioni se puede decir que “las
experiencias directas y los mensajes recibidos son más importantes para la
formación del carácter que las lecciones magistrales de ética y civismo”[7].
El aprendizaje de las virtudes, entonces, no es tarea que se deja a unos
talleres de ética corporativa o al código de ética institucional. Aunque esto
es bastante, no es suficiente. Hay que conseguir también que la empresa se
desenvuelva como una comunidad de prácticas éticas, en donde desde el
Presidente del Directorio hasta el empleado más sencillo, asumen la
condición de maestros y aprendices, aprendiendo y enseñando sus mejores
prácticas técnicas y éticas, sabiéndose modelos de excelencia que los demás
imitan. Nobleza obliga, decían nuestros abuelos y no les faltaba razón; ser
directivo o propietario son –desde esta perspectiva- más que cargos, cargas
que dan densidad al desempeño profesional, puesto al servicio de los demás.
Y podemos preguntarnos, si la organización está llamada a ser,
efectivamente, una comunidad de prácticas éticas, ¿qué valores y virtudes
se deberían practicar en tiempos como los nuestros? No se trata de inventar
la pólvora, pero qué duda cabe que allí sus miembros deberían aprender a
tratar a su semejante siempre como un fin. Deberían saber reconocer que
tratar al prójimo como un medio o instrumento es profundamente anti ético.
 A partir de este principio personalista de la buena sociedad, sigue el
aprendizaje de lo que los clásicos griegos y latinos han llamado las virtudes
cardinales, excelencias éticas que moderan y potencias hacia fines humanos
las tendencias de los individuos. Allí deben estar la templanza, la fortaleza,
la justicia y la prudencia. El esquema clásico de las virtudes [8] compagina
muy bien con un enfoque humanista orientado a la consecución de la
sociedad buena. Las virtudes cardinales modulan las apetencias del ser
humano. Todas ellas se miran y complementan entre sí y qué falta nos hace
su cultivo. Son necesarias personas templadas que no se queden enfangadas
en los placeres desmedidos, vividores de lo inmediato, sin futuro, sin metas
de largo plazo, expertas en oportunismo. La mujer y el hombre templados
son señores de sí mismos, capaces de discernir el buen oro de la bagatela.
Daniel Goleman[9] se ha referido a esta competencia ética llamándola
autocontrol y centra en ella la piedra angular de toda la inteligencia
emocional.
La fortaleza también es necesaria, tanto para resistir y perseverar ante el
bien arduo y difícil, como para emprender y acometer nuevas empresas. El
fuerte no es que no tenga miedo o sea impasible ante los obstáculos, no, el
fuerte sabe esperar en su puesto, da la cara y se comporta con entereza ante
las metas que sólo se consiguen en el largo plazo, coloca la primera piedra
con entusiasmo como todo buen emprendedor, pero también sabe colocar la
última, aun cuando el entusiasmo inicial ya no exista, pues sabe que en ese
su caminar, pese que en un trecho del sendero una colina oculta
momentáneamente la meta, esta sigue allí, esperando a que el caminante
arribe.
Nuestra sociedad requiere de ciudadanos justos, que tengan el ánimo y
voluntad dispuestas a darle a cada cual lo suyo, que no ignoren los logros de
otros ni se adornen con los méritos de sus subordinados. Basta mirar la
arbitrariedad que campea en tantos ambientes laborales, para darnos cuenta
de la importancia de las personas justas. Porque de eso se trata: son justas o
injustas las personas, no los procesos. El mejor sistema de control y de
atribuciones puede resultar ineficaz si quien lo opera no es justo. Cuando
falta la virtud personal de la justicia, ceder a la tentación del poder y del
dinero es muy fácil. Quizás por eso, hasta ahora no podamos emprender una
20
eficaz reforma política, puesto que centramos demasiado las esperanzas en
los sistemas y nos olvidamos que la batalla crucial se libra en los corazones
de los funcionarios públicos.
Quien pudiera, finalmente, saber vivir, acertar en las decisiones grandes y
pequeñas de la vida, es la virtud de la prudencia, aquella recta razón en el
obrar de la que hablaban los clásicos. Es la virtud de las virtudes y su acto
propio es la decisión que lleva a actuar correctamente, en ese intento de los
seres humanos de acertar y conseguir una vida lograda, con claroscuros,
pero llena de sentido. Es la virtud del hombre y de la mujer de gobierno, ya
en el hogar, en la empresa, en la universidad o en el Estado.
Estas cuatro virtudes cardinales componen el colchón ético para el
crecimiento de la vida buena de cualquier ser humano, pero si ser líder es
algo más que ser una buena persona, y pienso que es algo más –sin
desmerecer la anterior calificación-, entonces hemos de agregar tres
virtudes más: la magnanimidad, la amistad y la humildad. Las dos primeras
siguen siendo aporte del talante griego, la tercera es un aporte neto del
cristianismo.
Sin magnanimidad no hay líder que sea capaz de emprender algo y
terminarlo. Magnánimo es el que se excede en el servicio: el aporte es
mucho mayor a lo que se recibe. Con cálculo y cicatería no se va ni a la
esquina. Calculador es quien para hacer algo con otros, espera que los
socios cumplan con su parte, si los demás no dan lo suyo, el calculador no
da un paso más. El líder no se para ante esos cálculos, su generosidad es
desbordante: piensa en grande y se da en grande, sin medida ni tacañería.
¡Cuántos proyectos se quedan en nada, porque sobró el cálculo y faltó la
magnanimidad de unos pocos o, incluso sólo de uno!
Siendo, además, la organización una comunidad de vida
relacional, se ha de vivir la experiencia de la amistad, sabiendo que no toda
diferencia intelectual o de carácter es necesariamente enemistad o lucha
bélica. Hemos de aprender a dialogar, buscando lugares de encuentro,
afirmando coincidencias y haciendo valer pacíficamente las propias
discrepancias. Homo homini naturaliter amicus[10] decían los clásicos y no
les falta razón. A pesar de las debilidades de los seres humanos, pesa más la
amistad que la soledad y el interés. Cada persona es digna de ser amada,
reduciríamos su calidad personal si sólo viéramos en nuestro prójimo un
escalón para subir o un simple medio para conseguir fines subalternos. Ser
amigo es mucho más que trabajar en equipo, mucho más que saber
organizar el aporte de los que trabajan conmigo. La amistad, siendo como
es uno de los rostros más nobles del amor humano, abre cauces a las
manifestaciones más propiamente humanas. Cuando hay amistad la sola
autoridad tiene mucha más capacidad de convocatoria que el poder o el
miedo, por eso el líder ve en sus colaboradores amigos y no piezas de
ajedrez, y prefiere ir junto con los suyos -aunque más lentamente-, que
llegar solo a la meta.
Last but not least, la humildad. El líder no es un superhombre o una
supermujer. No es un Dios del Olimpo, ni profeta, ni hijo de profetas. Está
expuesto a las mismas tentaciones de cualquier ser humano, más aún, sabe
de su fragilidad. Diría más, en su sencillez y transparencia, está su fortaleza.
Sabe pedir perdón, es el primero en el servicio, no es altanero, ni oculta sus
debilidades. Lejos de él la actitud de suficiencia, sabe escuchar, sigue
aprendiendo. Después de un error no le sobreviene el derrumbamiento, sino
la conciencia humilde de que su fortaleza es prestada al tú humano y al TÚ
divino.
Desde luego, el elenco de las virtudes o cualidades personales es más
extenso y variopinto, he señalado solo en trazos gruesos las clásicas
virtudes cardinales, porque en ellas está el ideal de excelencia humana que
busca una buena sociedad y a la construcción de esa sociedad la
Universidad tiene su específico aporte, formando profesionales con
competencias éticas y técnico-operativas. Aquí está el reto que nos presenta
nuestro tiempo: ceder a la tentación tecnocrática y quedarnos contentos con
los resultados numéricos de la operación o embarcarnos en la complejidad
de la formación integral de nuestra gente. Lo primero no es sino un tributo a
la eficacia, lo segundo es muestra de fecundidad.
------------------------------------------------------------------------------------------ Disfunciones de la amistad:

LA COMUNICACIÓN INTERPERSONAL: PRINCIPIOS 1. Simpatía sin interés, vacía

2. Simpatía, sin decisión de la voluntad, inestable y egoísta
3. Interés sin empatía, pragmática y utilitaria
4. Interés sin elección de la voluntad de la persona, postergación de
esta
5. Decisión por la persona sin simpatía, áspera y poco fluida
21
 6. Decisión por la persona sin intereses, aburrida
Relación dialógica interpersonal:
1. Orientación al otro. Motivaciones egocéntricas
2. Comprensión. Descubrimiento
3. Ser vs Apariencia. Encuentro, aceptación y acogida
4. Diálogo vs Imposición. Colaboración y apoyo
Principios de la comunicación interpersonal
1. Principio de personalización. La persona es portadora de dignidad,
es un fin.
2. Principio de cercanía. Uno al lado del otro en actitud hospitalaria.
3. Principio de incidencia. La comunicación es mejor cuando más
profundamente incide en las personas. No sólo cerca, sino también
cada vez más hondo. Importa toda la persona, no sólo lo que puede
aportar económicamente.
------------------------------------------------------------------------------------------
LA COMUNICACIÓN INTERPERSONAL: ENCUENTRO Y
DIÁLOGO
La comunicación entre los seres humanos tiene una serie de
manifestaciones y modos. Está la comunicación pública periodística, por
ejemplo. En este supuesto, de ordinario recibo el periódico, lo leo, me
entero de las noticias, puedo estar de acuerdo o no y, en muchísimos casos,
allí termina todo el proceso: un emisor (la empresa informativa), un
receptor (el suscriptor), un medio (el diario), unos mensajes (noticias,
opiniones, avisos comerciales, etc.) y una retroalimentación difusa y
genérica.
Comunicación pública, comunicación de masas, audiencias amplias y
anónimas, éste ha sido y sigue siendo mayoritariamente el eje de la
comunicación. Eje que en las dos últimas décadas se ha debilitado en parte
por el fenómeno mundial de cambio de paradigma de las empresas: de estar
orientadas al producto han pasado a orientarse al consumidor. Sin dejar de
ser, en gran medida, un cambio meramente pragmático, es una orientación
que recupera la singularidad de la persona perdida en el anonimato del
simple consumidor. Cada empresa sabe que no ofrece productos o servicios
“en general” para el mercado, sino que los ofrece a unos clientes en
22
particular. Cada vez es mayor la preocupación de las empresas de ofrecer
servicios personalizados y no a granel.
Un fenómeno parecido se observa en los grandes medios de comunicación
de masas. La prensa, la radio o la televisión buscan posicionarse en
determinados nichos del mercado y sus contenidos apelan a las necesidades
creadas o reales de su audiencia. A esto se suma las posibilidades abiertas
por las nuevas tecnologías de la información, como el caso de Internet que
permite individualizar lo que cada cual desea leer o recibir, escoger grupos
para chatear o discutir, etc. De hecho, la televisión por cable abre el
abanico de posibilidades para elegir los programas de televisión que
deseamos. Podemos, también, suscribirnos a páginas web con contenidos
que suscitan nuestra atención y, aunque también están los inconvenientes
de la basura que se cuela, se asiste a una cierta autonomía del consumidor.
Y tal parece que no está tan lejos llegar a la personalización completa del
sistema de comunicaciones: programo lo que deseo ver en T.V., diseño mi
periódico on line, escucho sólo la música de mi preferencia.
Estos fenómenos de personalización en los mass media –quizás sea más
propio hablar sólo de simple individualización- con audiencias reducidas e
informaciones dirigidas a grupos objetivos determinados no son,
propiamente, comunicación face to face ni suponen la solución a los
problemas que enfrentan los medios de comunicación, pero son una
muestra de que la comunicación humana desborda los cauces de la
comunicación masiva. No se oculta tampoco que de por medio está,
también, una cierta crisis de identidad de los mass media y de los
comunicadores, crisis que, en opinión optimista de García-Noblejas,
“quizás se cierre cuando termine de llegar (es decir, cuando hagamos
llegar) un futuro en que los medios sean entendidos como emergentes
comunity media, instrumentos comunitarios con intereses, criterios y
valores plurales, disponibles para el diálogo acerca del incremento de
libertad implícito en los desarrollos racionales prácticos de una auténtica
[1]
cooperación social” . En cualquier caso, ya sea por el cambio de
paradigma de los medios, ya por la crisis de identidad de los mismos y otras
razones más, la comunicación humana desborda los cauces de la
comunicación de masas.
El mundo académico ha tomado nota ya de esta realidad polivalente del
fenómeno comunicativo. “Es evidente que las teorías de comunicación –
dice Miquel Rodrigo, refiriéndose a España- han pivotado en torno a la
denominada comunicación de masas. Pero creo que, aunque el eje sea la
comunicación de masas, se ha de intentar hacer una aproximación global e
integradora al fenómeno comunicativo en todas sus formas de
comunicación. Desde esta perspectiva se podría diferenciar el campo de
investigación a partir de los distintos tipos de comunicación: intrapersonal,
interpersonal, grupal, organizacional, de masas, institucional y cultural. No
planteo que las teorías de la comunicación deban crear, por ejemplo, una
corriente de comunicación intrapersonal. Lo que defiendo es que según cuál
sea el proyecto de investigación es muy posible que las teorías de la
comunicación también tengan que hablar de la comunicación intrapersonal
[2]
o interpersonal”
Va llegando la hora de comunicar a los investigadores de comunicación
interpersonal y de comunicación colectiva o de masas. Los años ochenta ha
sido especialmente un buen inicio de esta colaboración y acercamiento
entre unos y otros. Así lo sostiene Valbuena aun cuando “considera que el
proceso va tan lento que pueden pasar muchos años antes de que se
entienda la comunicación como la combinación de ambos tipos de
comunicación. Valbuena apuesta por una concepción combinatoria de la
comunicación y considera que estamos ante una falsa dicotomía. La falta de
integración de los distintos tipos de comunicación ha producido que haya
conjuntos de teorías sobre cada clase de comunicación, pero apenas enlaces
entre ellas; en la práctica real, muchas campañas fracasan porque no tienen
[3]
en cuenta los componentes interpersonales” .
La comunicación interpersonal ha cobrado relevancia en los últimos
[4]
años . Los enfoques son muy variados y se han hecho, especialmente,
desde las ciencias sociales. Están allí planteamientos basados en el
pragmatismo, el simbolismo interaccionista, el constructivismo, etc. Son
todas ellas aproximaciones teóricas que evidencian preocupación por el
tema y, a la vez la complejidad de su estudio. Al respecto Redmond dice
que “cada una de estas aproximaciones teóricas tiene algún mérito en
ayudarnos a entender y explicar la comunicación interpersonal. Algunos
planteamientos han demostrado ser más eficaces que otros, pero muchos
23
más podrán dar una mejor explicación y predicción de la comunicación
interpersonal”5.
Lo que intento a continuación es entender la comunicación interpersonal
desde una perspectiva existencial y dialógica, pues entiendo que la
antropología filosófica puede y debe aportar a este debate inconcluso del
encuentro de dos personas que ponen en común la superabundancia de su
ser. Por tanto, dejo de lado, para efectos de esta exposición, aquellos otros
enfoques meramente funcionales, que, manifestando cercanía, sin embargo,
no manifiestan el ser personal de los participantes. La comunicación
interpersonal a la que me quiero referir desborda el esquema funcional de la
comunicación: no se trata sólo de un simple emisor y receptor anónimos,
sino de dos personas que se comunican manifestando el misterio de su ser.
Estoy pensando, de otro lado, no únicamente en los momentos cumbres en
los que expresamos nuestra más honda intimidad, sino también en aquellos
encuentros sencillos y ordinarios como pueden ser compartir tareas con
colegas en el trabajo, un rato de esparcimiento en un parque o la
conversación agradable en la cafetería, en donde los amigos manifiestan la
prosa diaria de su vida, en pocos minutos de encuentro distendido.
Dice Marcel que “podemos, por ejemplo, tener la sensación de que alguien
que se encuentra en la misma habitación, muy cerca de nosotros, alguien a
quien vemos, oímos y podemos tocar, no está presente, sino que se
encuentra infinitamente más lejos de nosotros que un ser amado que está a
cientos de kilómetros, o incluso que ya no pertenece a este mundo (…)
Entre nosotros está asegurada una cierta comunicación material, pero sólo
material y perfectamente comparable a la que se establece entre dos
estaciones distintas, emisora y receptora. Pero falta lo esencial, podría
decirse que es una comunicación sin comunión, y que por tanto es una
[5]
comunicación irreal” .
Estar cerca unos de otros, compartir actividades en grupos pequeños,
conversar con otro, etc. son situaciones habituales, pero ninguna de ellas en
sí mismas garantiza la comunión. Los supuestos que encajan en esta
observación de Marcel son muy variados. Es el caso, por ejemplo, de
aquella reunión social – un cocktail, una cena, una ceremonia – a la que
hemos sido invitados. Puede pasar que, efectivamente, estemos muy cerca
físicamente de muchas personas, que hablemos con ellas, que consigamos
tener sus señas, pero poco más. El mismo ambiente multitudinario impide
un contacto personal y todo puede quedar en diálogos estereotipados que
dan información y transmiten mensajes. Lo mismo puede ocurrir en el
trabajo en el que nuestro contacto con los colegas, muchas veces, se reduce
a frases rutinarias y encuentros puramente funcionales Nos hemos movido
en la superficie de nuestros interlocutores: conversaciones graciosas, pero
vacías; funcionales, pero frías; roces superficiales que no dicen nada de lo
que se es. Podríamos decir, incluso, que lo que dices, me distrae de lo que
eres. Hay comunicación, pero sin comunión.
Según Marcel, y pienso que lo dice con justeza, en estas reuniones se está
uno junto al otro, pero no hay presencia. No obstante, las risas y los gritos
de entusiasmo, muchos de los allí presentes pueden estar muy lejos unos de
otros, pues ninguno de ellos comunica el misterio de su ser, que permanece
clausurado a la mirada ajena. Puede suceder, en cambio, que alguno esté
más cerca a la esposa que aguarda en casa el regreso, al amigo que está
pasando por momentos difíciles o al familiar fallecido cuya imagen no es
un simple recuerdo, sino una verdadera presencia que inspira la vida.
De ahí que los amigos sepan hacer del encuentro una fiesta. Basta una
mirada, unas cuantas palabras; otras veces serán silencios compartidos. Se
han dicho poco, pero han comunicado mucho. Lo han pasado bien
compartiendo alegrías pequeñas y grandes. Siguen siendo almas gemelas,
incluso cuando llevan las cargas y penas del otro, pues siguen siendo
transparentes entre ambos. Hemos pasado de la conversación anónima a la
conversación personalizante, en donde las palabras, los gestos, las miradas
manifiestan destellos del ser. El diálogo se hace encuentro, pues las almas
se tocan, aun en lo trivial y sin brillo.
[6]
AL PRINCIPIO ESTÁ LA RELACIÓN
La comunicación entre uno y otro llama a la relación. Y este tramo del
camino quisiera hacerlo desde la filosofía del diálogo de Buber. Lo
característico de su planteamiento es entender al ser humano en su
radicalidad relacional. La persona no es tal en soledad, sino que aparece en
la relación YO-TÚ. El ser humano es ininteligible desde sí mismo. Según
Buber la realidad total, profunda de la persona se da en lo interhumano. El
contacto con la realidad se da propiamente en la relación YO-TÚ, que es el
mundo de lo interhumano. Una dimensión en la que, a diferencia de lo
puramente social, la persona se sitúa unofrente-al otro y uno-hacia-el otro.
El despliegue de esta realidad es lo dialógico. De ahí que, es en la esfera de
24
lo interhumano -el mundo de la relación- donde acontece la comunicación
interpersonal.
Junto al mundo de la relación está también el mundo de los objetos que se
funda en la palabra básica YO-ELLO. Es el mundo de la experiencia, del
conocimiento, de lo público, de lo anónimo, en donde posesión y utilidad
son los rasgos que caracterizan a esta dimensión de lo real. Aquí los
contactos son mediales, y se miden desde la funcionalidad e
instrumentalización. Es una dimensión necesaria del acontecer humano,
pero no lo agota: “sin ELLO no puede vivir el ser humano. Pero quien vive
en el ELLO no es ser humano”8.
La relación Yo-Ello es objetual, no así la relación Yo-Tú. Para Buber, en la
relación YoTú hay encuentro presencial del ser. Frente a mí, se presenta el
Otro, en su totalidad. Es un fin en sí mismo, no hay posesión ni uso del
otro. Es un encuentro que se caracteriza con vocación de plenitud y abarca
la integridad de la persona. Comprendo al otro en su integridad: sus ojos, su
voz, su intimidad no son sólo algo del Otro, sino que me hablan del Tú en
su amplitud. No es relación de cosas que fueron, no son recuerdos, es
presencia.
COMUNICACIÓN INTERPERSONAL
Buber distingue lo colectivo o social (uno-junto-al-otro) de lo comunitario
o interhumano (uno-hacia-el-otro). Esta dualidad puede expresarse en
términos de comunicación y puede hablarse de comunicación pública,
propia del mundo social y del Ello; y comunicación interpersonal, aquella
que transcurre en lo interhumano o relación Yo-Tú. Desde la perspectiva
buberiana, entiendo que la comunicación interpersonal no mantiene con la
comunicación pública una diferencia de grado, sino que se trata de una
diferencia esencial, al punto que lo humanamente auténtico sería lo
interhumano y no lo público. No se niega la importancia de la
comunicación pública para la vida de los seres humanos, pero quedarse
sólo en ella es privar al ser humano de su carácter propiamente personal.
Es en el encuentro interpersonal y en su despliegue dialógico en donde la
persona adquiere profundidad y peso específico. En este sentido, puede
llenar más una mirada atenta, una actitud de escucha interesada o un
acompañarse a la distancia que dos horas frente a la televisión o la lectura
del periódico del día.
Buber le asigna a la comunicación interpersonal unas características
peculiares que acentúan los rasgos personales, en vez de los meramente
funcionales. Por ejemplo, no toda comunicación “face to face” es
necesariamente CI. De hecho, cuando prima el interés y la función, cuando
sólo la comunicación es un medio para poseer algo o utilizar a alguien,
cuando lo que interesa es la eficacia, nos situamos más bien en una relación
Yo-Ello, a pesar de ser sólo dos los hablantes. Piénsese, en este sentido, en
una entrevista para conseguir trabajo. El diálogo entre entrevistador y
entrevistado pretende ser exhaustivo: tests sicológicos, entrevistas con
varias personas. Se pretende saber todo lo relevante de la persona en miras
del puesto al que postula. Hay diálogo y es diálogo cara a cara, pero es –
diría Buber- un diálogo técnico, “que se impone exclusivamente por la
[7]
necesidad de entendimiento objetivo” , no es el diálogo auténtico, aquel
que se hace con todo el ser, “con la intención de que se funde una
reciprocidad vital”.
Tampoco hay comunicación interpersonal allí donde impera el monólogo
con forma externa de diálogo. La actitud monológica es un replegarse o
encorvarse en sí mismo. En esta situación, el hablante sólo busca
asentimiento a lo que es y a lo que dice: busca afirmarse ante la presencia
del otro, a quien utiliza como pared para que le devuelva su voz en forma
de eco. En su hablar y en sus gestos hay una continua autoveneración o
autolamentación complaciente, no hay actitud de escucha, hay sólo la
monotonía de un hablar que se agota en sí mismo: un yo que se ve absoluto
[8]
y legítimo y mira al otro cuestionable y relativizado .
Como se ve, no todos los caminos conducen a lo interpersonal. Para esta
dimensión de lo humano –dirá Buber- ni la observación ni la contemplación
son actitudes suficientes, no obstante que en campo propio son muy
eficaces. La observación proporciona conocimientos; es la actitud del
científico o del técnico. La contemplación, por su parte, transfigura la
realidad; es la actitud del artista. Pero sólo la comprensión nos permite
acceder a lo interhumano: es el ser que accede al ser del Otro, quien deja
así el anonimato de la especie, y se presenta en la singularidad personal de
su existencia. La comprensión saca de la indiferencia al Tú, que es más que
la suma de sus partes y anuncia la alegría de vivir en los pronombres tal
como lo dice bellamente Pedro Salinas: “Quítate ya los trajes,/ las señas,
25
los retratos;/ yo no te quiero así,/ disfrazada de otra,/ hija siempre de algo./
Te quiero pura, libre,/ irreductible: tú (…)/ Y cuando me preguntes/ quién
es el que te llama,/ el que te quiere suya,/ enterraré los nombres,/ los
rótulos, la historia./ Iré rompiendo todo/ (…) Y vuelto ya al anónimo/
eterno del desnudo,/ de la piedra, del mundo,/ te diré: Yo te quiero, soy
[9]
yo” .
DEL TROPEZÓN AL ENCUENTRO DIALÓGICO
El Otro, en tanto que Tú, me sale al encuentro, me interpela, me pregunta.
Cuando entro en relación con el Tú adviene el encuentro interhumano, y se
despliega el acontecer dialógico, cuyo movimiento principal es la
orientación: todo mi ser abierto a la comprensión del ser que se pone frente
a mí. Es una actitud que trasciende lo efímero del momento y convierte el
tropezón en un encuentro dialógico, produciéndose “una conversación que
no es determinada por la necesidad de comunicar algo, ni de experimentar
algo, ni de influir sobre alguien”12. Simplemente uno hacia el otro,
abrazando en la particularidad del presente, la integridad de la persona.
Alertas para no quedar fusionados en la anécdota, en la que también se
revela el mismo Tú en su persona. No es un diálogo emparejador,
mimético. El YO no es el TÚ. La comunicación interpersonal plenifica, no
manifiesta todo, pero en lo que comunica está presente el Otro en su
integridad.
Desde el movimiento fundamental de la orientación entro en relación con el
Tú que me sale al encuentro. La relación dialógica interpersonal así
iniciada acontece entre el Yo y el Tú, entablándose una comunicación
abierta que pone en común todo lo que debe ser dicho en la particularidad
de la relación. Sinceridad y autenticidad son las notas que componen este
aspecto abierto de lo interpersonal. El Yo y el Tú se presentan
recíprocamente transparentes. Aprenden ambos a dialogar desde el hondo
del ser, comunicándose aquello que es debido entre ambos. La relación
decae, cuando decae la comunicación y ésta decae en el momento en que la
apariencia sustituye al ser. Apariencia que se comunica en la palabra o en
el silencio. Apariencia que puede llegar a la mentira mutua evidente: nos
mentimos piadosamente, aunque no nos engañemos. Cuando la apariencia
ocupa el lugar de la verdad, lo interpersonal desaparece y caemos en el
mundo del Ello.
Friedman, refiriéndose a este aspecto de la relación dialógica, sostiene que
“el origen de la tendencia hacia la apariencia se funda en la necesidad
humana de confirmación. No es fácil ser confirmado por el otro en su
[10]
esencia; por ello, uno busca aparentar” . Es el temor al rechazo y la
misma precariedad de la relación lo que, a veces, lleva a uno de los
interlocutores a aparentar lo que no se es. La inseguridad y la misma
necesidad de confirmación y compañía llevan al otro a mostrarse no como
se es, sino como el interlocutor espera que sea. La autenticidad cede paso a
la apariencia: hace falta una fuerte dosis de coraje para resistir y
permanecer en la verdad. Una relación así, no puede dejar de ser una
relación angustiosa, llena de sobresaltos, con verdades a medias y silencios
que asfixian la intimidad en donde anida el ser.
Hemos dicho que la comunicación es sincera cuando manifiesta todo el ser
debido al otro en la peculiar relación dialógica que se esté. Es cierto que en
el amor es donde se despliega mejor la dimensión dialógica del encuentro
personal, y de alguna manera todas las otras relaciones participan del amor,
pero no hablamos sólo del amor conyugal. Lo interpersonal fluye de modo
natural en la relación de filiación, paternidad, fraternidad, amistad,
docencia, tutoría. Lo que no hay que olvidar es que cada relación específica
pide del otro toda la sinceridad debida en su plano. Así, por ejemplo, no es
lo mismo lo que se dicen dos enamorados o dos hermanos o los padres e
hijos. En todas estas relaciones, en su particularidad y verdad más honda, el
diálogo Yo-Tú está llamado a ser comunicación interpersonal.
Esta comunicación interpersonal, con ser la más hondamente personal, no
está asegurada ni entre amigos, ni entre esposos, por poner los casos más
paradigmáticos. Los amigos no sólo se cuentan cosas porque entre ellos hay
mucha confianza, sino porque ése es el modo de permanecer siempre
transparentes el uno con el otro. Son diálogos en los que decimos cosas y
aireamos el alma: simplemente nos mostramos. Cuando nos volvemos
opacos, o aparecen malentendidos o surgen nudos en el alma que no
sabemos desatar, las palabras ya no generan comunión; hay mensajes,
entendemos las palabras, pero ya no hay un tú delante, sólo un emisor y un
receptor vacíos y en camino de extrañeza.
Si entre los amigos –esposos, enamorados–, la comunión se obstruye, el
diálogo ya no hace crecer. En lugar de generar remansos de serenidad y
alegría, se forman charcos de agua estancada que envenenan el alma de los
26
amigos. A este propósito dice Marcel, que “el otro, sin duda, entiende mis
palabras, pero yo mismo no me entiendo, y puedo incluso tener la penosa
impresión de que dichas palabras, tal como me las devuelve, tal como las
refleja, se me hacen irreconocibles. Por un fenómeno singular, el otro se
interpone así entre yo y mi propia realidad, hace que de alguna forma me
[11]
vuelva extraño para mí mismo; no soy yo cuando estoy con él” .
Un diálogo así es un diálogo de sordos, queda el mal sabor de no haberse
entendido, se producen heridas que dañan la relación. Una vez más, nos
comunicamos, pero no hay comunión. El peligro es que si no se hace un
esfuerzo serio por desatar el nudo –y el amor propio, el orgullo y la
soberbia lo impedirán – la apariencia se enseñorea en la relación YO-TÚ y
queda reducida a una relación YO-ELLO. El diálogo se ha convertido en un
monólogo.
Encontrar al otro en su tinta o volver a descubrirlo – porque habiéndolo
hallado lo hemos perdido –, es una tarea ardua, pero necesaria cuando se
quiere llegar hasta la comunión en la comunicación. Hay que hilar fino,
para no quedarse enredado en las apariencias, buscando a fondo y, en
ocasiones, no sin cierta tozudez y dramatismo, como ha sabido expresarlo
Pedro Salinas: “Por detrás de ti te busco. /No en tu espejo, no en tu letra, /ni
en tu alma. /Detrás, más allá. /También detrás, más atrás /de mí te busco.
No eres /lo que yo siento de ti. / Por encontrarte, dejar /de vivir en ti, y en
mí, /y en los otros. /Vivir ya detrás de todo, /al otro lado de todo /-por
[12]
encontrarte-, /como si fuese morir” .
Por eso, descubrir al otro en su expresión mejor, tocar su yo más profundo
requiere de un espíritu agudo que sepa ver no sólo las manifestaciones de la
vida, sino el ser de donde brota esa vida, aun cuando para llegar allí, deba ir
detrás de ti, detrás de mi, al otro lado de todo. Así, cuando la comunicación
es manifestativa, estar uno con el otro no es un simple coincidir o pasar el
rato, es propiamente un encuentro. Y aquí no hay técnica que valga. Se
puede enseñar a hacer muecas, gestos, pero no se puede enseñar a
manifestar el ser. La comunicación interpersonal pertenece al mundo de lo
auténtico.
Recapitulemos. Hasta ahora llevamos dicho que la orientación hacia el
Otro es el movimiento fundamental dialógico. El Tú sale al encuentro y
espera una respuesta. No estoy obligado a dialogar, pero está en mi poder
hacerlo. La comprensión me lleva a ver el Tú en su integridad y puesto
frente al Tú entro en relación. Relación de intimidades cuyo diálogo
transcurre por los cauces de la comunicación interpersonal: afirmación del
Otro en su ser, manifestación sincera en reciprocidad. Nos queda,
finalmente, ver la dimensión de alumbramiento de la comunicación
interpersonal.
La comunicación interpersonal es manifestativa. Educe y alumbra del otro
sus propias riquezas. No es un debate en el que afirmo mis posturas e ideas,
es más bien una actitud de respeto ante el misterio del ser que se me revela;
secretos no, misterio. Me hago responsable del crecimiento en el ser de mi
interlocutor. Es una actitud de ayuda, respetuosa y delicada, al mismo
tiempo que exigente. No impone ideas, ni intenta doblegar la voluntad del
otro. En la relación interpersonal el uno revela al otro quién es, y viceversa.
A este fin, queda mejor evidenciado qué significa el alumbramiento
cuando Buber distingue entre la acción del propagandista y la del educador.
El propagandista desea imponerse. Desea conocer al otro, pero en la
medida en que ese conocimiento le sirve para manipular la biografía
personal de su interlocutor: frente a él sólo ve un ELLO. El educador por el
contrario es más bien un pastor de las almas encomendadas a su cuidado.
“Conoce a cada uno como dispuesto para convertirse en una persona única
y exclusiva y, a la vez, como portador de una especial misión-de-ser que
sólo puede plenificarse por medio de ella. Cada ser personal se le muestra
al educador como comprometido en tal proceso de actualización, (…) ha
aprendido a comprenderse como ayudante de esas fuerzas actualizantes
(…) El educador que alumbra cree en el poder original que se ha
diseminado y se disemina en todos los seres humanos para crecer en cada
uno hacia una forma propia; confía en que este crecimiento sólo en cada
caso necesita la ayuda dada en los encuentros, una ayuda que también él
[13]
está llamado a prestar” . desarrolla una profesión con nosotros”
[14]
LOS PRINCIPIOS DE LA COMUNICACIÓN INTERPERSONAL
Llegados a este punto, estamos en condiciones de concluir señalando que
son tres los principios que constituyen la comunicación interpersonal:
a) El principio de personalización
Lo podemos enunciar diciendo que el ser humano es siempre un fin, no un
medio. Cada persona es portadora de una dignidad que lo eleva por encima
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de las cosas. No importa si estoy frente a un cliente externo o interno,
frente a un proveedor de toda la vida o frente a un cliente ocasional. Es más
que el simple “me cae bien” o “me cae mal”. Está por encima de las
simpatías o de las antipatías, precisamente, porque en el prójimo veo al
rostro que me interpela y me pide que me responsabilice de él. Puedo cerrar
los ojos del alma y ver sólo en el prójimo la función que desempeña y
mantener con él una relación meramente funcional. Esto “funciona”, sí,
pero el costo es cultivar sólo relaciones utilitarias que quizás dejen dinero
como saldo, pero una insatisfacción vital que tarde o temprano pasan
factura a la empresa.
Este principio de personalización se apoya en una actitud de fondo: estar
orientado hacia el otro, tratando de comprenderlo y descubrir aquellas
necesidades reales que estoy en condiciones de satisfacer. Me convierto en
un verdadero servidor de mi prójimo. No es la técnica de la seducción
manipuladora, es el deseo profundo de servir que no está reñido con ganar
dinero o hacer juntos cosas útiles. Nada más lejos de esta propuesta que
pensar en relaciones etéreas y descarnadas, ajenas a toda utilidad o con
desprecio hacia los justos bienes útiles y placenteros. La utilidad y el placer
ocupan un sitio en la vida de la empresa y sus miembros, compatible con el
afán sincero por servir y aportar al crecimiento personal de todos los
miembros de la empresa (stakeholders).
b) El principio de cercanía
Es estar uno junto al otro. No es estar por encima de la relación, como
mirándola desde lo alto. Es estar al lado de mi colega, codo a codo con él.
No es, pues, una actividad de supervisión, es más bien una actitud de
compañía y ayuda. No huyo de la presencia del otro, busco su compañía,
aún cuando esto suponga dejar de hacer otras cosas, dado que
“yo no contrato la profesión de una persona, sino a una persona que
[15]
. Mi actitud es hospitalaria: se
acoger, incluso cuando el huésped llega a horas intempestivas, sin avisar o
[16]
tarda en irse . Aunque deseo mi propio espacio para desarrollar mi
trabajo, incluso la soledad, dejó las puertas abiertas para el huésped.
Puertas cerradas, ambientes cercados, controles abundantes, chequeos
interminables, protocolos innecesarios, trámites anónimos, colas para
hablar con el jefe en el escaso rato libre que tiene para esos fines, etc.,
podrán ordenar las actividades y optimizar los tiempos, pero poco ayudan a
crear “el ámbito para lo interhumano”. Esta arquitectura del cerco y el
control no acercan, hacen más bien distancia entre unos y otros y, por tanto,
dificultan el nacimiento de las relaciones interpersonales.
c) Principio de incidencia
No sólo cerca, sino también cada vez más a fondo, más hondo: esto es
incidir uno en el otro. No más arriba, sino más hacia dentro y según la
profundidad, el simple conocido pasa a ser colega, cliente o amigo.
Incidencia es manifestación sencilla de lo que se hace y de lo que se es.
Importa toda la persona, no sólo lo que puede aportar económicamente. Es
trato que revela la riqueza interior del ser humano. Como ya lo hemos
mencionado en otro momento, incidir no es escarbar maliciosamente en la
intimidad del colega, es más bien una actitud de respeto por toda su ------------------------------------------------------------------------------------------
persona. Aquí está el inicio de una labor de coaching fecundo. https://tertuliaabierta.wordpress.com/category/excelencia-empresarial/
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UNIDAD DE VIDA: INTEGRIDAD PERSONAL SOSTENIBLE
LA FÁBULA DE LAS ABEJAS
Verdad ontológica
Érase una vez una colmena muy rica y poblada, abundosa en toda clase de
bienes, y en la que, sin embargo, las abejas no hacían más que quejarse por la
falta de honradez que en ella imperaba. A primera vista, parecía que no les
faltaba razón para sus lamentos. Porque en todos los cargos y oficios abundaban
las corrupciones, y se puede decir que no había habitante de aquellos panales
que no cometiera trampas de diverso género. Desde los jueces hasta los
sacerdotes, todos perpetraron injusticias y atropellos; más quienes los sufrían
Verdad lógica
engañaban también, por su parte, a aquéllos con los que tenían negocios. Los
comerciantes medraban a fuerza de aumentar los precios y bajar la calidad de
sus productos. Pero eso creaba un intercambio comercial muy dinámico, que
atrae a abejas de otras colmenas para comprar y vender en una plaza en la que
todo estaba sometido a intercambio y en la que el dinero cambiaba rápidamente
de una mano a otra. Todo este tinglado estaba protegido por un fuerte ejército ,
cuyos soldados defendían a la colmena de ataques externos, pero también se
aprovechaban de su fuerza para cometer todas la exacciones que podían.

En aquella colmena, todas las abejas buscaban su propio interés con

arrogante orgullo y absoluto desprecio de las conveniencias o dere chos del
prójimo. Metida en su celdilla, por así decirlo, cada abeja sólo maldecía las
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trampas que le hacían las de fuera, sin reparar en que ella misma no se quedaba
atrás a la hora de engañar a propias y extrañas. Ahora bien, gracias a tan
extendida corrupción, la prosperidad se generaliza, y a ninguna le faltaban los
recursos necesarios para vivir con una comodidad que, en algunos casos, llegaba
hasta el lujo. Del atropello de los intereses privados manaba el interés general.
Gracias a un hábil y permisivo modo de gobernar , las múltiples injusticias
particulares se compensan entre sí y su equilibrio producía justicia pública. Se
podría decir que, en cuanto individuos, cada uno de aquellos insectos era malo;
pero, en cuanto habitantes de la colmena, resultaban excelen tes. En una palabra,
los vicios privados producían virtudes públicas.

Pero, al parecer, nadie se percataba de ese mecanismo y la indignación

moral de cada una de las abejas crecía y crecía. « ¡La corrupción derribará al
Estado!», se oía por doquier y por doquier se suspiraba: << ¡Si hubiera un poco
de honradez!» De suerte que el clamor llegó hasta los dioses y, aunque Mercurio,
interesado en el comercio y las comunicaciones, no quería que nada mudara,
Júpiter decidió por fin que había que cambiar radicalmente las cosas en aquella
colmena. Todas las abejas se alegraron, porque pensaban que la erradicación de
los vicios privados contribuiría a mejorar el orden público y, con ello, crecería
incluso la ya floreciente prosperidad. La justicia empezó a funcionar eficazmente,
de manera que las cárceles ya no daban de sí para guardar a los más notorios
estafadores y maleantes. Muchos otros, que sospecharon que el peso de la ley
caería pronto sobre ellos, optaron por abandonar la colmena. Además, cada una
de las abejas empezó a preocuparse por llevar un comportamiento sobrio y
honesto. Nadie cobraba más de aquello que las cosas o los trabajos realmente
valían. Los deudores pagaron a los acreedores hasta las deudas que éstos ya
habían olvidado. Pero nadie volvió a pedir nada prestado, sabiendo que tendría
que devolverlo en el plazo previsto. Total, que el comercio se vino abajo. La
pobreza comenzó a extenderse, de modo que miles de abejas tuvieron que partir
hacia otras colmenas para buscar su sustento. Al ver su debilidad, otros
enjambres decidieron atacar a las pocas abejas que quedaban, las cuales se
defendieron con bravura y con la cabeza bien alta, porque eran conscientes de su
elevada dignidad moral. En definitiva, las virtudes privadas acabaron por traer a
la colmena todo tipo de males públicos.

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