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MARCO TEÓRICO

Obesidad infantil:  
sus características antropométricas y bioquímicas

En base a la gran documentación existente, la obesidad ha sido reconocida por la


Organización Mundial de la Salud (OMS) como un problema de Salud Pública. Sus
implicancias y su asociación con las dislipidemias, hipertensión arterial, diabetes
mellitus tipo 2 y algunos tipos de cánceres así lo han determinado. Por otro lado,
el costo social y económico que significa para los países, amerita una
responsabilidad no sólo institucional sino también estatal.

Si bien lo mencionado es muy representativo en los países en desarrollo, esto no


implica que los países identificados dentro del subdesarrollo estén al margen de
este problema. Estudios realizados en el Perú, tanto nacionales y regionales,
reportan altas prevalencias de sobrepeso y obesidad, lo que indica una presencia
importante de esta patología.

No existe tanta información en los niños como en los adultos; sin embargo,
reportes de representación nacional y local muestran una mayor presencia en los
niveles socioeconómicos altos y en las áreas urbanas que en los niños de áreas
rurales.

El hecho de que una gran cantidad de estos niños seguirán siendo obesos cuando
adultos y, por otro lado, las condiciones que se da con el fenómeno de la
transición nutricional permiten pensar que el problema va a ser mucho mayor en el
futuro, por lo que corresponde elaborar estrategias preventivo- promocionales.

Se menciona que la obesidad generalmente está asociada a trastornos de los


lípidos, lo cual empeora el pronóstico, y no sólo eso, sino que ya a los niños se les
considera como riesgo cardiovascular. Lamentablemente, la percepción de la
población general, en relación con estas enfermedades en los niños, no posibilita
el conocimiento pleno de ellas. Por un lado, la obesidad la relacionan a la buena
salud y, por otro consideran, a las dislipidemias como enfermedad solamente de
adultos.

El objetivo del estudio es conocer las relaciones antropométricas y bioquímicas del


niño obeso, como también determinar la prevalencia de dislipidemias y su
respectiva asociación.

Objetivo: Determinar las características antropométricas, bioquímicas y sus


relaciones en niños con obesidad exógena. Material y Métodos: Se estudió 50
niños y adolescentes (25 varones y 25 mujeres) comprendidos entre los 6 a 18
años, que presentaban un índice de masa corporal (IMC) por encima del 95
percentil para la clasificación de Must y col. A todos se les tomó los pliegues
tricipital y subescapular y la cincunferencia de cintura; asimismo se dosó por
venopuntura colesterol total (CT) y triglicéridos (TG).. Los niveles diagnósticos
para determinar dislipidemia fueron 200 mg/dL para CT y 100 mg/dL en menores
de 10 años, y 130 mg/dL en mayores de 10 años para TG. Al conjunto de niños se
los dividió en dos grupos, de acuerdo al valor encontrado del 50 p para el IMC, PT
y CC. En cada grupo se determinó el promedio y su desviación estándar, así como
la correlación de Pearson, para los indicadores antropométricos,
bioquímicos. Resultados: El 32,6% y 55,6% de niños obesos presentaron
hipercolesterolemia e hipertrigliceridemia, respectivamente y 26,1% tuvo
dislipidemia mixta. La diferencia de promedio entre los dos grupos presentó
significación estadística (p< 0,05) para los indicadores antropométricos; lo
contrario sucedió para los bioquímicos.Conclusiones:

 El mayor problema que presenta el niño obeso es la hipertrigliceridemia. La


obesidad y las dislipidemias pudieran ser factores de riesgo independientes y no
necesariamente uno consecuencia del otro. 

Aspectos epidemiológicos de la obesidad infantil


Cada vez hay más investigaciones que muestran la importancia de una correcta
nutrición para el buen desarrollo y salud del niño y adolescente y el impacto para
el futuro tanto a nivel personal como comunitario. Los impactos de la nutrición en
la salud pueden llegar incluso a las siguientes generaciones como muestran las
investigaciones de epigenética de Pembrey y Michael Sjöström1,2.

Aunque en los países desarrollados la alteración más preocupante en estos


momentos es la prevalencia de las alteraciones por exceso, en sus grados de
sobrepeso y obesidad, es importante también detectar si existen zonas que
puedan tener alteraciones por defecto bien causadas por factores personales o del
entorno sociocultural.

Durante las últimas décadas, la prevalencia de sobrepeso y obesidad en los niños


ha aumentado en todo el mundo. El exceso de peso, que en la infancia se debe
principalmente a la grasa, es un factor de riesgo para la enfermedad adulta
posterior, pero se asocia también con deterioro de la salud durante la infancia en
sí, incluyendo un mayor riesgo de hipertensión, resistencia a la insulina,
enfermedad del hígado graso, disfunción ortopédica y la angustia psicosocial. Una
vez establecida, la obesidad en los niños (como en los adultos) es difícil de
revertir. Por lo tanto, la vigilancia de la prevalencia de la obesidad con el fin de
planificar los servicios, para la prestación de la atención y para evaluar el impacto
de las iniciativas, es esencial.

Este aumento a nivel mundial ha hecho que la OMS, en su 57.a Asamblea


celebrada en mayo de 2004, la declare epidemia del siglo XXI.

Aunque hay acuerdo sobre la importancia de usar las recomendaciones generales


para determinar el riesgo de obesidad en la población infantil, en general las
definiciones de sobrepeso y obesidad difieren en los estudios, lo que origina que
sean difíciles de comparar.

La clasificación del sobrepeso y obesidad se basa en tres selecciones previas3: 1)


Un indicador antropométrico adecuado; 2) Una población de referencia con la cual
comparar el índice de niños o de la comunidad; y 3) Unos puntos de corte que
identifiquen a los individuos y las poblaciones en riesgo de morbilidad
sobrepeso/obesidad.

Características biológicas, familiares y metabólicas de la obesidad infantil y


juvenil

La obesidad constituye en la actualidad la enfermedad nutricional más prevalente


en la población < 20 años1. En población escolar chilena, la tendencia secular
muestra que la obesidad se ha casi triplicado en varones y mujeres al comparar
estudios realizados en la década del 80 y del 902. En la actualidad, no es
necesario consumir "grandes" cantidades de alimentos para acumular un exceso
de peso corporal. La gran disponibilidad de alimentos hipercalóricos y los hábitos
de vida cada vez más sedentarios especialmente en poblaciones urbanas,
condicionan una retención neta de calorías que al mantenerse en el tiempo,
explican el aumento creciente en la prevalencia de sobrepeso y obesidad. Por otra
parte, los hábitos familiares muy arraigados son difíciles de reemplazar por otros
más saludables, si no se involucra a la familia en el tratamiento del sobrepeso.

La obesidad infantil y juvenil es una enfermedad crónica porque se perpetúa en el


tiempo y suele acompañarse de trastornos metabólicos como hipercolesterolemia
y resistencia insulínica que determinan a futuro un mayor riesgo de diabetes tipo 2,
de hipertensión arterial, de arteriosclerosis y de muerte prematura por
enfermedades cardiovasculares isquémicas3-7.
La mayor prevalencia de obesidad en la última década, se asocia a una mayor
incidencia de diabetes tipo 2 en la población < 20 años, especialmente en los
adolescentes8-11. En EEUU, la incidencia de diabetes tipo 2 aumentó de 4 a 16%
afectando en forma especial a los >10 años, donde el 33% de los diabéticos bajo
control, son del tipo 28. En Japón, la diabetes tipo 2 también ha aumentado
significativamente y actualmente en población juvenil, es 7 veces más prevalente
que la diabetes tipo 111. Si bien, durante la pubertad hay una disminución
fisiológica de la sensibilidad a la insulina, no todos los estudios han podido
precisar dentro de esta etapa, el momento de mayor resistencia insulínica12,13.

Aun cuando el componente étnico de la insulinorresistencia y de la diabetes tipo 2


se refleja en la mayor incidencia en asiáticos y en algunos pueblos nativos de
América, la asociación de ambas condiciones con la obesidad y con los hábitos de
ingesta y estilos de vida propios de la sociedad occidental, señalan que los
factores ambientales estarían regulando su expresión genética11,14,15.

La desnutrición temprana también se asocia a una insulino resistencia y a


obesidad en la vida futura. Las adaptaciones metabólicas necesarias para
proteger el crecimiento del cerebro, afectarían el crecimiento y función de otros
órganos como el hígado y el páncreas16. Estas adaptaciones metabólico-
endocrinas, programarían eventualmente las vías de utilización de los nutrientes
en la vida postnatal, con el consecuente mayor riesgo de enfermedades crónicas
como diabetes tipo 2, hipertensión arterial y cardiopatías isquémicas17. Esto cobra
especial importancia en poblaciones como la chilena, con una transición
epidemiológica de la desnutrición infantil a la obesidad en un período de tiempo
relativamente corto.

La multiplicidad de los factores involucrados en la génesis de la obesidad y la


presencia de trastornos metabólicos asociados, dificultan su prevención y
tratamiento. El objetivo de este estudio fue caracterizar algunos aspectos
familiares, biológicos y metabólicos de la obesidad infantil y juvenil que permitan
un enfoque más integral del tratamiento individual y colectivo.

La obesidad infantil en México 

Pablo Mercado y Gonzalo Vilchis

Universidad Iberoamericana; México, D.F.

Actualmente existen diversas causas del incremento de la obesidad infantil en


México; entre otros, los factores más relevantes son los medios de comunicación y
la falta de actividad física en la población. Los hábitos alimenticios no son los
correctos y en combinación con la facilidad con la que se puede consumir comida
chatarra. Como consecuencia de esta combinación, en los últimos años, en
nuestro país, ha aumentado significativamente la obesidad. En este estudio
participaron 400 sujetos de tercero a sexto grado de primaria de una escuela
pública; los resultados indican que los factores anteriores tienen un gran impacto
en la alimentación de la población infantil.

La obesidad y el sobrepeso son situaciones que son causados por diferentes


factores que están unidos entre sí. Los niños y niñas están enfrentando un sin
número de factores que los orillan a caer a la obesidad y el sobrepeso. En los
estudios se observa que el sexo no influye en padecer obesidad y sobrepeso.

Entre el sexo y el factor consumo de alimentos tampoco existe diferencia


significativa. El resultado es una tendencia al “sobre consumo” pasivo. En cuanto a
la educación física, niñas y niños no son afectos al ejercicio. De forma general, las
niñas son más sedentarias que los niños y estas diferencias se incrementan con la
edad.

Las mamás que trabajan son más conscientes de la problemática que cruza la
infancia y esto les motiva a explicarles a sus hijos sobre la obesidad y sobrepeso.
En cuanto a los aspectos de consumo de alimentos, medios de comunicación y
educación física no se encontraron diferencias significativas con relación a los
hijos de mamás que trabajan con los hijos de mamás que sí trabajan. Los niños
están rodeados de alimentos con mayor cantidad de grasas y azúcares. No se
encontró alguna diferencia significativa en los niños que trabajan con los niños que
no trabajan en las cuatro áreas: obesidad y sobrepeso, consumo de alimentos,
medios de comunicación y educación física. Ambos grupos de niños saben las
consecuencias que provocan la obesidad y el sobrepeso, pero no se abstienen de
consumir los alimentos grasosos.

Para el ejercicio no hay diferencias significativas con los diferentes grados de la


escuela. Los niños que tienen más hermanos tienen una alimentación más
descuidada y menos nutritiva. Cuando en una familia existen varios hijos entonces
hay más motivación para hacer ejercicio físico. Puede haber motivación si los
hermanos son del mismo sexo, ya sean dos hermanos o dos hermanas. Los niños
de sexto grado están emocionados por terminar la primaria y están ocupados en
otras actividades.

No existen diferencias significativas entre religión y obesidad y sobrepeso. Las


distintas religiones están conscientes de que la obesidad y sobrepeso son
enfermedades que se debe de combatir. En lo referente al consumo de alimentos,
las religiones permiten todo tipo de alimentos para la nutrición de los creyentes.
Son tecnología útil para informarse sobre temas de gran importancia como la
obesidad y sobrepeso. El ejercicio físico es importante para tener salud espiritual.

Obesidad infantil: un problema de salud

Revista médica del instituto mexicano del seguro social

Ante la preocupante prevalencia progresiva de sobrepeso y obesidad en los niños


mexicanos, corroborada por la revisión de la Encuesta Nacional de Salud y
Nutrición, y en respuesta a la iniciativa de los grupos de investigación clínica,
epidemiológica, básica y en servicios de salud del norte de la república, la
Coordinación de Investigación en Salud (CIS), con el propósito de generar
conocimiento mediante la investigación científica ante este problema prioritario de
salud, creó la Red de Investigación en Obesidad Infantil del Instituto Mexicano del
Seguro Social (IMSS). Esta red nació dentro del Programa de Redes de
Investigación Institucional de la CIS, que las define como grupos colaborativos de
investigadores de todas las disciplinas que trabajan en temas prioritarios de salud
y promueven la generación de conocimiento y su aplicación mediante el desarrollo
de protocolos que generen resultados exitosos con impacto benéfico, tanto en la
atención de los derechohabientes como en la economía de la institución. En el
marco del XVIII Foro Norte de Investigación en Salud, en la ciudad de Manzanillo,
Colima, se creó la red el 22 de mayo del 2012. Desde su inicio agrupó a
profesionales de la salud que atienden a los pacientes o realizan investigación
científica en diversas disciplinas: epidemiólogos, bioquímicos, nutriólogos,
pediatras, endocrinólogos, cardiólogos, psicólogos, internistas, cirujanos y
profesionales de otros campos del conocimiento, cuyo interés común era la
obesidad infantil, sus comorbilidades y sus múltiples repercusiones a corto,
mediano y largo plazo. A casi dos años de su formación, la red se ha consolidado
a través de proyectos colaborativos que responden a preguntas trascendentales
en el conocimiento, la prevención y el manejo de este problema de salud. Sin
embargo, reconoce su papel importante en la difusión del conocimiento obtenido
por el personal del Instituto sobre el tema y la experiencia previa acumulada en las
áreas de influencia de los investigadores. De ahí que los integrantes de la Red de
Investigación en Obesidad Infantil hayan planteado la necesidad de difundir el
conocimiento que se discute y genera en sus reuniones. Fue así como surgió el
deseo de elaborar el presente suplemento dedicado a la obesidad infantil y
encaminado al lector profesional de la salud de todos los niveles de atención. Con
este suplemento se comparten experiencias locales y nacionales, así como
resultados de la investigación original realizada en el IMSS. Para esto, se eligió a
la Revista Médica del Instituto Mexicano del Seguro Social, dado que es la revista
mexicana de mayor difusión entre los profesionales de la salud del IMSS.
OBESIDAD INFANTIL: DEFINICIÓN Y CONCEPTO

En este apartado intentaremos establecer cuáles son las diferentes concepciones


del problema a abordar. Para ello hemos recortado definiciones, estadísticas y
conceptos de organismos y autores que nos permitan realizar un análisis más
profundo sobre el tema.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) “la obesidad y el sobrepeso se


definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser
perjudicial para la salud”1

El sobrepeso se calcula a partir del índice de masa corporal (IMC) que es


simplemente el un indicador simple de la relación entre el peso y la talla que se
utiliza frecuentemente para identificar el sobrepeso y la obesidad en los adultos.
Se calcula dividiendo el peso de una persona en kilos por el cuadrado de su talla
en metros (kg/m2).

La definición de la OMS es la siguiente:

• Un IMC igual o superior a 25 determina sobrepeso.

• Un IMC igual o superior a 30 determina obesidad.

El IMC es actualmente la medida más útil para evaluar la condición de sobrepeso


u obesidad en la población general. Presenta como ventajas el ser aplicable en
ambos sexos y en todas las edades.

La causa fundamental del sobrepeso y la obesidad es un desequilibrio energético


entre calorías consumidas y gastadas, y al momento, ya se sabe con certeza que
en términos generales, se ha producido a nivel global: un aumento en la ingesta
de alimentos hipercalóricos que son ricos en grasa, sal y azúcares, pero pobres en
vitaminas, minerales y otros micronutrientes, y un descenso en la actividad física
como resultado de la naturaleza cada vez más sedentaria de muchas formas de
trabajo, de los nuevos modos de desplazamiento y de una creciente urbanización.

Así mismo, en de destacar, que las condiciones de la vida urbana, los cambios en
los hábitos sociales y probablemente la inseguridad, ha obligado a buena parte de
la población en la Argentina a re organizar sus condiciones de vida. Pensemos por
ejemplo en cómo se han visto re configuradas las prácticas lúdicas y deportivas en
las grandes y medianas ciudades de nuestro país, lo que ha llevado a un
empobrecimiento de la cantidad de actividad física (y por lo tanto reducción del
gasto calórico) de la mayor parte de los niños.

A menudo los cambios en los hábitos de alimentación y actividad física son


consecuencia de cambios ambientales y sociales asociados al desarrollo y de la
falta de políticas de apoyo en sectores como la salud; agricultura; transporte;
planeamiento urbano; medio ambiente; procesamiento, distribución y
comercialización de alimentos, y educación. Sin embrago, en el contexto de
nuestro trabajo, entendemos que no solamente estas cuestiones han venido a
contribuir notablemente al crecimiento del problema de la obesidad, sino también y
principalmente la falta de herramientas en el seno familiar para involucrarse con la
problemática con la seriedad que el asunto amerita.

Respecto de la obesidad en la infancia, la OMS afirma concluyentemente que “la


obesidad infantil es uno de los problemas de salud pública más graves del siglo
XXI.

El problema es mundial y está afectando progresivamente a muchos países de


bajos y medianos ingresos, sobre todo en el medio urbano. La prevalencia ha
aumentado a un ritmo alarmante. Se calcula que en el 2010 había 42 millones de
niños con sobrepeso en todo el mundo, de los que cerca de 35 millones viven en
países en desarrollo”, pero esta problemática se agrava cuando los datos de la
OMS confirman que los niños obesos y con sobrepeso tienden a seguir siendo
obesos en la edad adulta y tienen más probabilidades de padecer a edades más
tempranas enfermedades no transmisibles como la diabetes y las enfermedades
cardiovasculares. El sobrepeso, la obesidad y las enfermedades conexas son en
gran medida prevenibles. Esto hace suponer que el problema del control del sobre
peso en la niñez, es un problema urgente a resolver, sin embargo, claro está, que
la solución no puede venir de gestas individuales, sino de pensar de manera
coordinada al interior de cada una de las disciplinas que se encuentran
involucradas en la temática, como ser la Educación Física, pero también como
cuestión de Estado. En necesario que se piensen políticas públicas que den una
gran prioridad a la prevención de la obesidad infantil Entre los métodos
tradicionalmente disponibles para la medición de la grasa corporal, se encuentran
aquellos que son de uso habitual en la práctica pediátrica, llamados
antropométricos: Los métodos antropométricos, consisten en mediciones de:

• Peso para talla según sexo y edad

• Índice de masa corporal: peso dividido talla al cuadrado (mayor a 30).

• Pliegues cutáneos (los cuatro tradicionales: (bicipital, tricipital, subescapular y


suprailíaco, todo del lado izquierdo).

TIPOS DE OBESIDAD

Obesidad androide o central o abdominal (en forma de manzana): el exceso de


grasa se localiza preferentemente en la cara, el tórax y el abdomen. Se asocia a
un mayor riesgo de dislipemia, diabetes, enfermedad cardiovascular y de
mortalidad en general.

Obesidad ginoide o periférica (en forma de pera): la grasa se acumula


básicamente en la cadera y en los muslos. Este tipo de distribución se relaciona
principalmente con problemas de retorno venoso en las extremidades inferiores
(varices) y con artrosis de rodilla.

Obesidad de distribución homogénea: es aquella en la que el exceso de grasa no


predomina en ninguna zona del cuerpo. Para saber ante qué tipo de obesidad nos
encontramos tenemos que dividir el perímetro de la cintura por el perímetro de la
cadera. En la mujer, cuando es superior a 0,9 y en el varón cuando es superior a
1, se considera obesidad de tipo androide.

HÁBITOS ALIMENTICIOS

La alimentación es uno de los factores más directamente relacionados con el


desarrollo de un país y con el bienestar de sus habitantes, sin embargo, es
frecuente encontrar en los países más desarrollados desequilibrios nutricionales
ligados a la forma de vida actual. Si bien es cierto que una correcta nutrición es
deseable a cualquier edad, la población escolar despierta un especial interés en el
estudio nutricional debido a diversos factores, biológicos, psicológicos y sociales
que pueden afectar la calidad de vida de los niños. Las necesidades nutritivas van
disminuyendo en relación con el peso y tienen mayores necesidades energéticas
según el potencial genético, el ejercicio físico, el metabolismo basal y el sexo.

ACTIVIDAD FÍSICA

Es cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos y que


produce un gasto energético por encima de la tasa de metabolismo basal. No
incluye actividades de la rutina diaria, como las tareas del hogar, ir a la compra,
trabajar, por tal razón, se hace necesario la realización de actividad física, ya que
esta constituye un factor importante para el desarrollo de una vida saludable y
mantener un peso adecuado, por lo cual se hace necesario incentivar a los niños
desde tempranas edades a realizar actividad física, como una forma de mantener
un peso adecuado, para no llegar a sufrir de sobrepeso u obesidad en edades
futuras.

OBESIDAD

La obesidad se define como una enfermedad crónica, que se caracteriza por un


incremento anormal de peso, debido a una proporción excesiva de grasa,
resultado de la pérdida de balance entre el consumo y el gasto de energía. Uno de
los factores en la actualidad, es el cambio en el estilo de vida, como son las
comidas rápidas hipocalóricas, ricas en azúcares, grasas (principalmente
saturadas) bajas en fibra; asociado a la inactividad física, sobre un fondo genético
ETIOLOGÍA

La obesidad es un trastorno multifactorial en cuya etiopatogenia están implicados


factores genéticos, factores ambientales, el sistema de vida actual en el mundo
occidental, el incremento del tiempo dedicado a la televisión, el consumo
aumentado de alimentos ricos en calorías, y el sedentarismo, como factores
metabólicos y psicosociales; la rapidez con que se está produciendo el incremento
de su prevalencia parece estar más bien en relación con factores ambientales.
MARCO REFERENCIAL

NORMA Oficial Mexicana NOM-008-SSA3-2010, Para el tratamiento integral del


sobrepeso y la obesidad.

Al margen un sello con el Escudo Nacional, que dice: Estados Unidos Mexicanos.-
Secretaría de Salud.

Introducción

El sobrepeso y la obesidad se caracterizan por la acumulación anormal y excesiva


de grasa corporal. Ambas, se acompañan de alteraciones metabólicas que
incrementan el riesgo para desarrollar comorbilidades tales como: hipertensión
arterial, diabetes mellitus tipo 2, enfermedades cardiovasculares
y cerebrovasculares, así como algunas neoplasias en mama, endometrio, colon y
próstata, entre otras.

En la actualidad, la obesidad es considerada en México como un problema de


salud pública, debido a su magnitud y trascendencia; por esta razón, los criterios
para su manejo deben orientarse a la detección temprana, la prevención, el
tratamiento integral y el control del creciente número de pacientes que
presentan esta enfermedad.

Estudios recientes demuestran que la incidencia y prevalencia del sobrepeso y la


obesidad han aumentado de manera progresiva durante los últimos seis decenios
y de modo alarmante en los últimos 20 años, hasta alcanzar cifras de 10 a 20% en
la infancia, 30 a 40% en la adolescencia y 60 a 70% en los adultos.
Por ello, esta Norma Oficial Mexicana, de conformidad con la legislación sanitaria
aplicable y la libertad prescriptiva en la práctica médica, procura la atención del
usuario de acuerdo con las circunstancias en que cada caso se presente.

Es necesario señalar que, para la correcta interpretación de esta Norma Oficial


Mexicana, de conformidad con la aplicación de la legislación sanitaria, se tomarán
en cuenta, invariablemente, los principios científicos y éticos que orientan la
práctica médica, nutriológica y psicológica.

Además, podrán participar en el tratamiento integral de la obesidad otros


profesionales, técnicos y auxiliares de las disciplinas para la salud, quienes
deberán de prestar sus servicios en beneficio del paciente.

Objetivo

Esta Norma Oficial Mexicana establece los criterios sanitarios para regular el
tratamiento integral del sobrepeso y la obesidad.

Atención médica, al conjunto de servicios que se proporcionan al individuo, con


el fin de proteger, promover y restaurar su salud.

Comorbilidad, a las enfermedades y problemas de salud que tienen su origen o


son agravados por el sobrepeso y la obesidad.

Dieta, al conjunto de alimentos que se ingieren cada día.

Establecimiento para el tratamiento integral del sobrepeso y la obesidad, a


todo aquél de carácter público, social o privado, cualesquiera que sea su
denominación o régimen jurídico, que oferte entre sus servicios, tratamiento del
sobrepeso y la obesidad a pacientes ambulatorios o que requieran hospitalización.
Todos los establecimientos que no oferten tratamiento quirúrgico o endoscópico
serán considerados consultorios.

Estatura baja, a la clasificación que se hace como resultado de la medición de


estatura menor a 1.50 metros en la mujer adulta y menor de 1.60 metros para el
hombre adulto.
Indice de masa corporal, al criterio diagnóstico que se obtiene dividiendo el peso
en kilogramos, entre la talla en metros elevada al cuadrado (IMC).

Medicamento a granel, a todo aquel medicamento genérico o de patente que se


encuentra en su forma farmacéutica definitiva y fuera de su envase original.

Medicamento fraccionado, a todo aquel medicamento genérico o de patente que


se encuentra disgregado, separado en partes o que se ha modificado su forma
farmacéutica definitiva.

Medicamento secreto, a todo aquel producto fraccionado, a granel o en envase


cuya presentación: no tenga etiqueta, tenga una etiqueta que no incluya los datos
de nombre genérico, forma farmacéutica, cantidad y presentación; tenga una
etiqueta que contenga datos que no correspondan al producto envasado o no se
apegue a las disposiciones legales aplicables.

Obesidad, a la enfermedad caracterizada por el exceso de tejido adiposo en el


organismo, la cual se determina cuando en las personas adultas existe un IMC
igual o mayor a 30 kg/m² y en las personas adultas de estatura baja igual o mayor
a 25 kg/m².

En menores de 19 años, la obesidad se determina cuando el IMC se encuentra


desde la percentila 95 en adelante, de las tablas de IMC para edad y sexo de la
OMS.

Percentila, el valor que divide un conjunto ordenado de datos estadísticos, de


forma que un porcentaje de tales datos sea inferior a dicho valor. Así, un individuo
en el percentil 85, está por encima del 85% del grupo a que pertenece.

Sobrepeso, al estado caracterizado por la existencia de un IMC igual o mayor a


25 kg/m² y menor a 29.9 kg/m² y en las personas adultas de estatura baja, igual o
mayor a 23 kg/m² y menor a 25 kg/m².

En menores de 19 años, el sobrepeso se determina cuando el IMC se encuentra


desde la percentila 85 y por debajo de la 95, de las tablas de edad y sexo de la
OMS.
NORMA Oficial Mexicana NOM-174-SSA1-1998, Para el manejo integral de la
obesidad.

Introducción

La obesidad, incluyendo al sobrepeso como un estado premórbido, es una


enfermedad crónica caracterizada por el almacenamiento en exceso de tejido
adiposo en el organismo, acompañada de alteraciones metabólicas, que
predisponen a la presentación de trastornos que deterioran el estado de salud,
asociada en la mayoría de los casos a patología endócrina, cardiovascular y
ortopédica principalmente y relacionada a factores biológicos, socioculturales y
psicológicos.

Su etiología es multifactorial y su tratamiento debe ser apoyado en un grupo


multidisciplinario.

Dada su magnitud y trascendencia es considerada en México como un problema


de salud pública, el establecimiento de lineamientos para su atención integral,
podrá incidir de manera positiva en un adecuado manejo del importante número
de pacientes que cursan con esta enfermedad.

Por ello la presente Norma Oficial Mexicana, de conformidad con la legislación


sanitaria aplicable y la libertad profesional en la práctica médica, procura la
protección del usuario de acuerdo con las circunstancias en que cada caso se
presente.

Es necesario señalar que para la correcta interpretación de la presente Norma


Oficial Mexicana de conformidad con la aplicación de la legislación sanitaria, se
tomarán en cuenta, invariablemente, los principios científicos y éticos que orientan
la práctica médica, especialmente el de la libertad prescriptiva en favor del
personal médico a través de la cual, los profesionales, técnicos y auxiliares de las
disciplinas para la salud habrán de prestar sus servicios a su leal saber y
entender, en beneficio del usuario, atendiendo a las circunstancias de modo,
tiempo y lugar en que presten éstos.

Objetivo
La presente Norma Oficial Mexicana establece los lineamientos sanitarios para
regular el manejo integral de la obesidad

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