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El Mundo del Subtexto de Xena Princesa Guerrera/Fan Fiction/School love

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Disclaimer: Los Personajes de Xena, Gabrielle, pertenecen a Renaissanse Pictures, la historia y el resto
de los personajes fueron creados por nosotros. Prohibido el uso parcial o total de esta historia sin el
debido permiso de la autora. Si usted es menor de 18 años o si el subtexto no es de su agrado, por su
salud mental no continué.

Nota: Este Fanfic fue realizado con mucho esfuerzo por The Sorceress y Eugenia, así que todas las
críticas son bienvenidas a sakura198222@hotmail.com, o sutekidane_sesj@hotmail.com, esperamos
que escriban pues para nosotras es muy importante saber sus opiniones.

SCHOOL LOVE Autoras: Eugenia & The Sorceress

Primer día en el Instituto para señoritas Notre Dame St. Marie, las jóvenes y primerizas estudiantes
corrían de un lado a otra mientras que las acostumbradas al estilo St. Marie caminaban tranquilamente.
Por otro lado dentro del mismo St. Marie alguien caminaba hacia su lugar favorito, se trataba de Erika, la
joven presidenta del Consejo Estudiantil quien gracilmente vestía su uniforme, una pequeña falda
aperlada con leves detalles dorados, la chaqueta a juego y un listón en forma de moño atado alrededor
del cuello que la hacía lucir angelical y hermosa a la vez, no podía ser de otra forma siendo dueña de una
figura majestuosa, delgada y fina, sin contar su largo y brillante cabello oscuro así como sus ojos azules
que o bien te abrían la puerta al cielo o te lanzaban directo al infierno.

Los ojos verdes de Mai, contemplaban la que sería su nueva escuela, era estudiante de primer año, llegó
junto con muchas nuevas más, pero perdió el grupo de vista al quedarse hipnotizada admirando los
uniformes que llevaban las chicas de la escuela. Al darse cuenta de que llegaría tarde echó a correr,
aunque no sabía muy bien por donde, se metió en lo que ella creía que sería un pequeño atajo por un
bosque cuando sin darse cuenta tropezó y comenzó a rodar cuesta abajo.

M: ¡Auch! ---sentada en el suelo se quejada del golpe--- mi primer día y llego tarde... ---llevaba un
pequeño recogido en el pelo con un listón, el cual se deshizo---

Erika escuchó algo detrás de ella, volteó y a tan solo unos pasos estaba Mai, aun sentada en el pasto
quejándose, algo en ella llamó su atención así que sonriente se acercó hasta allí y...
E: Hola... ---extendió su mano para ayudarle a ponerse de pie---

M: Ho... ---no pudo decir nada más cuando vio aquella chica, se había quedado totalmente atontada
mirándola, es realmente hermosa... pensó la rubia para si, se dio cuenta de que llevaba demasiado
tiempo mirándola, rápidamente aceptó la ayuda de la morena agarró su mano, con la otra sostenía el
listón que se le había caído, se puso de pie, aunque aun no había soltado sus manos...--- Hola... ---dijo al
fin frente a ella.

E: Si no te apresuras llegarás tarde ---sonreía mientras hablaba, deliberadamente tomó el listón de la


mano de Mai y acercándose mas a ella le ató el cabello en una coleta baja, amarrando solo las puntas---

Mai no podía moverse, tener la presencia de aquella chica tan cerca la perturbaba, se la quedo mirando
fijamente, mientras sus mejillas se sonrojaban, se quedo perdida en esos ojos azules...

E: Pero que cosa más linda... ---sonrió ampliamente mientras le acariciaba la mejilla y se acercaba a sus
labios---

¿Pero que esta haciendo?, se preguntaba la rubia aun sin moverse, su corazón comenzó a latir muy
deprisa...

M: Yo... te... tengo que irme... ---ni si quiera parpadeaba, sus pies estaban clavados en el suelo---

E: ¿Si? ---casi burlándose y rozando apenas los labios de la ojiverde---

La voz por el megáfono llamó la atención de ambas.

V: Que todas las nuestras estudiantes de primer año vayan al aula A-3 por favor.

Sin decir nada la rubia se apartó de ella y comenzó a correr, su cara estaba bien roja, ¿Por que había
hecho eso?, ¿Eran así todas las chicas del colegio?, no entendía nada, solo corrió esperando poder llegar
aquella aula.
Erika vio partir a la rubia, sonriendo dio una última mirada al lago y caminó tranquilamente hacia las
aulas.

Tras mucho correr y preguntar a varias alumnas consiguió llegar al aula, allí hicieron una pequeña
presentación de los maestros, después les indicaron a cada una cual sería su habitación. Mai estaba muy
contenta de poder tener su propia habitación. Las nuevas alumnas fueron llamadas de nuevo pero esta
vez a la sala de estudio, allí les daría la bienvenida la Presidenta del Consejo Estudiantil, quien
prácticamente era más importante que los maestros y directores.

Erika como cada vez que se hacían estas reuniones estaba incómoda, durante los últimos días prefería
apartarse para hacer otras cosas pero en esta ocasión no se lo permitieron, caminaba justo en medio de
las otras chicas del Consejo, todas se dirigían a la presentación.

Mai no se lo podía creer, ¿Era ella la presidenta?, la Presidenta había estado a punto de besarla... ¿Por
qué?, sus ojos se posaron a la chica que la seguía, también era miembro del Consejo Estudiantil, era muy
guapa, igual de pelo rubio, pero con una melena corta.

Las estudiantes fueron llamadas una a una, todas tenían la oportunidad de estar frente a las Presidentas
del Consejo Estudiantil, todas recibían un pequeño obsequio, era el turno de Mai, sus piernas le
temblaban, paró justo enfrente de la morena, sus mejillas se enrojecieron.

E: Bienvenida ---sonrió y dejó algo entre sus manos---

M: Gra... gracias... ---cogio el obsequio---

E: De nada ¿Cuál es tu nombre? ---decía casi en un susurro acercándose una vez más a su boca y
tomándola de la cintura---

M: M... Mai... ---de nuevo esa sensación de no poder moverse, y su corazón latiendo muy deprisa, cada
vez estaba más cerca de sus labios...--- no... No puedes... ---quiso detenerla---

E: ¿No puedo qué? ---sonrió y cerró los ojos para probar sus labios---

I: Erika ---le llamó la atención la otra Presidenta--- hay más alumnas si les vas a hacer eso a todas,
déjame al menos ir por una silla ---sonreía cruzada de brazos---
E: Ivette, tan oportuna como siempre ---le sonrió también y liberó a la rubia--- hasta luego ---dijo a
Mai---

Mai más roja que nunca ante todas las miradas de las alumnas tuvo que parar ahora frente a Ivette, que
la miraba sonriente, se acercó casi a la misma distancia que estuvo la morena...

I: Vaya, vaya... ahora comprendo a Erika ---rió mientras la cogía del moflete y hacia ñoñerías. Mai no
sabía si llorar o reír. ¿Esta también?, pensó para si casi resignada--- Bienvenida ---dijo por fin Ivette
soltándola---

M: Gracias... ---puso su mano en su moflete enrojecido y comenzó a caminar---

E: Ivette... ---fue lo único que dijo mirando de manera fulminante a la otra chica---

I: ¿Crees que eres la única con derecho a divertirse? ---preguntó riendo mientras la guiñaba un ojo---

E: Así es, tu mejor que nadie aquí sabe mi posición.

I: No es de tu propiedad, ¿O si? ---sin dejar de sonreír---

E: No, no lo es pero no creo que le agrades ---sonrió, era alguna especie de reto---

I: Eso ya lo veremos... ---tras aceptar ese tipo de reto siguieron con la ceremonia de bienvenida---

Erika aunque seguía llevando a cabo la ceremonia de bienvenida no dejaba de mirar a la rubia, la seguía
con la vista a cada instante.

Una vez terminó la ceremonia cada estudiante se fue a sus respectivas habitaciones, tenían un poco de
tiempo libre. Mai aprovechó para ir a la iglesia, rezarle a la virgen era algo que la tranquilizaba y con el
día de hoy realmente lo necesitaba.

Erika también se dirigía a la iglesia, era la hora de la oración de la tarde así que ella caminaba
tranquilamente hacia allá, se sentó en una de las primeras bancas, acostumbraba tomar asiento ahí
porque así veía mejor las imágenes que tanto le gustaba apreciar, Mai acababa de entrar a la iglesia, a lo
lejos pudo ver la figura que la dejaba paralizada, así que decidió ponerse atrás de todo, esperando no
ser vista, cerró sus ojos y comenzó sus oraciones. La ojiazul había terminado sus oraciones y al dirigirse a
la salida vio a la joven Mai rezando a ojos cerrados, le causaba cierta ternura y nostalgia verla así, se
acercó a ella y tocó suavemente su hombro para decirle...
E: No te preocupes, dicen que nos escucha a todos...

Mai sobresaltada se puso de pie...

M: T... Tu... ---enseguida se sonrojó y dio unos pasos hacia atrás---

E: Si yo ---le sonrió a la vez que la miraba directo a los ojos y se acercaba pausadamente a sus labios---

M: T... tu no puedes... la virgen Ma... María nos esta mirando.... ---decía algo asustada---

E: Estoy segura de que no lo importará ---sonreía placidamente y estaba dispuesta a conseguir ese
beso---

Erika tomó suavemente el cuello de Mai y la atrajo hacía si, rozó cuidadosamente sus labios y estaba por
besarla cuando las campanas comenzaron a sonar, eran exactamente las 3 de la tarde, el ruido del
campanario la hizo soltarla y así la rubia salió corriendo.

Mai salió corriendo de ahí, fue directamente a su habitación, allí se tiró en la cama y comenzó a pensar
en lo que acababa de pasar, ¿Por que a ella?, era algo que no entendía, cuando tiene a Erika delante es
incapaz de moverse y el corazón le late muy deprisa, nunca antes había sentido algo así y comenzaba a
preocuparla. La ojiazul caminó a los establos, St. Marie era tan grande que tenían su propio establo con
su ruedo para las prácticas de equitación, Erika pertenecía al Club Hípico desde el inicio de sus estudios
en ese lugar y aunque no le gustaba practicar a esa hora del día necesitaba hacerlo pues llevaba varios
días sin acercarse a su caballo.

Tras estar un rato en su habitación Mai salió de ella, tenia algo de hambre, así que iría al comedor, pero
para su fortuna se encontró con Ivette, que nada más verla le pasó el brazo por los hombros
impidiéndole irse.

I: Vaya, mira a quien me he encontrado ---reía---

M: Tu... también.... ---decía temblando---


I: Tranquila no voy hacerte nada ---la abrazó pegando su cara a la de ella--- eres muy blandita, esto
podría llegar a gustarme ---se restregaba sin parar---

M: ¿En serio...? ---su voz temblaba y rezaba porque fuera una broma---

I: Claro que si Mai ---se separó de ella pero no la soltó--- ¿ibas al comedor?

M: s... si ---la miraba atentamente---

I: Yo también, vayamos juntas ---a Mai le había caído una gran cruz encima---

Erika montaba a su yegua, "Divine" era su nombre y aunque el ruedo estaba lleno de chicas de los
diferentes institutos, la ojiazul acostumbraba ignorarlas para seguir con sus prácticas.

Mai e Ivette conversaron durante un buen rato en el comedor, después de todo Ivette no le parecía tan
mala, era muy efusiva y hacía las cosas sin pensar en los sentimientos de los demás, pero parecía buena
gente, eso hizo que Mai se sintiera más tranquila.

Erika había terminado hacía unos momentos y justo ahora entraba al comedor, aun vestía el uniforme
del Club Hípico, apenas entró vio a Ivette conversando amenamente con Mai, así que sin más se acercó
a ellas y...

E: Ivette veo que no pierdes el tiempo.

I: Ves bien ---rió--- ¿Ya te cansaste de zurrar al caballo? ---Mai se quedó admirando la figura de la
morena con ese traje bien ajustado a su cuerpo, como ya se estaba haciendo costumbre sus mejillas
cogieron el color apropiado---

E: Me cansé de que no seas capaz de controlar a tus compañeras, como Presidenta no haces bien tu
trabajo. ¿Sabes el fastidio que es practicar con todas ellas ahí? ---estaba siendo grosera y ni siquiera
había notado el rubor de Mai---

I: Oye no es mi culpa que seas tan popular. ¿No te hace feliz tener tantas admiradoras? ---rió---

E: No, no me hace feliz ---extendió la mano y se sirvió un poco de té--- será mejor que lo arregles.

I: No tengo nada que arreglar, eres Presidenta igual que yo, díselo tu a las demás estudiantes, además,
estoy ocupada con la dulce de Mai ---apoyó sus brazos en la mesa y su cara sobre sus puños--- ¿Es una
ricura no crees? ---Mai cada vez estaba mas roja, no sabía que hacer---
E: Lo es ---sonrió--- pero no le gustas.

I: ¿No te gusto Mai? ---preguntó sonriendo sabiendo que la pondría en un aprieto--- ¿O tal vez te gusta
mas Erika?

Aterrorizada por el pánico....

M: Yo... esto... tengo que irme ---fue lo último que dijo antes de emprender la carrera y salir del
comedor, prácticamente derrapaba---

Erika sonreía ampliamente y se sentó en el lugar que antes ocupaba Mai...

E: ¿Ves? Te dije que no le gustabas...

I: O tal vez la que no le guste seas tu, se ha ido justo cuando has aparecido tu ---rió---

E: Buen punto, supongo que tendré que aceptar eso por ahora, solo quiero decirte algo...

I: Tú dirás ---escuchaba atentamente---

E: Si vamos a jugar que sea un juego limpio y sin trampas ¿Ok?

I: Siempre juego limpio ---la sonrisa parecía no desaparecer de su boca nunca---

E: Si, como no ---respondió irónica---

Ivette se levantó de la mesa dispuesta a irse...

I: No tengas miedo a perder Erika, solo afróntalo... ---rió y caminó a la salida---

E: No acostumbro perder, tu mejor que nadie debería saberlo, después de tanto tiempo de conocernos
---le sonrió---

Pasaron varios días, Mai ya estaba más integrada en el colegio, por suerte no se había vuelto a encontrar
con ninguna de las presidentas. Había llegado el momento en que todas las alumnas deberían escoger
una actividad, meterse en algún club, Mai no sabía muy bien en cual quería ingresar, visitó varios de
ellos hasta que llegó al de equitación, siempre había querido aprender a montar, estaba tan
entusiasmada que sin pensarlo entró a apuntarse.

En ese momento Erika dejaba a su caballo en el establo, no sabía que estaban abriéndose las actividades
para las nuevas alumnas y realmente no le importaba, en ese instante tropezó con alguien, entonces...

E: Disculpa... ---comentó distraídamente---

M: ¡Lo siento! ---apresuradamente sin mirar siquiera---

La morena reconoció la voz y miró mejor...

E: Está bien ---sonreía--- ¿Piensas inscribirte al Club Hípico?

Mai al darse cuenta comenzó a tartamudear y a maldecirse por no recordar que ella estaba en este club.

M: B... bue... no... Yo aun no lo... tengo muy... claro... ---trató de sonreír levemente---

E: Sería estupendo tenerte... ---sonrió descaradamente---

M: Siempre... he querido aprender a montar... ---dijo avergonzada--- pero me dan un poco de miedo los
caballos.

E: ¿Miedo? ¿Alguna razón en especial? Porque estaré aquí practicando si deseas puedo ayudarte.

Eso le pilló por sorpresa a Mai...

M: Yo... no quiero ser una molestia... tal vez sea mejor que busque otro club que se me de mejor...

E: Como quieras, pero de nada sirve huir de tus miedos ---continuó su camino y a paso ligero, como
siempre---
M: ¡Espera! ---corrió tras de ella--- lo he pensado mejor, quiero apuntarme ---dijo con una tímida
sonrisa---

E: Genial, hazlo verás que la pasarás bien ---sonrió---

La rubia así lo hizo, fue hacia la mesa y ahí se apuntó, podría empezar por la tarde, estaba entusiasmada
y deseaba poder montar a caballo, aunque también deseaba ver a alguien.

Erika desapareció mientras Mai se inscribía, se dirigió a su habitación para sus quehaceres y como de
costumbre el tiempo pasó velozmente. Entre múltiples tareas propias y del consejo estudiantil su
tiempo voló y ya era la hora de sus prácticas del atardecer, vistió de nuevo su traje de equitación y se
dirigió a los establos.

Mai ya estaba con el caballo, le dieron uno bastante tranquilo ya que era su primera vez, estaba tan
emocionada que ni siquiera sabia como subirse a el.

M: Caballito... se bueno.... ---decía mientras intentaba subir, pero tenía miedo---

En ese momento Erika salía de las caballerizas con "Divine" su yegua dorada y hermosa, caminaba hacia
el ruedo cuando vio a la rubia hablando con su caballo...

E: ¿Algún problema? ---se acercó a ella trayendo por las riendas a "Divine"---

Sorprendida...

M: Bueno... es que no se muy bien como hacerlo... ---sonrojada dándole la espalda a la morena---

E: ¿Qué es lo que quieres hacer montar a "Chocolate" o platicar con él? ---sonreía ampliamente y muy
despreocupada---

Más avergonzaba todavía...


M: Montarlo... pero si me da tema de conversación... ---sonreía---

E: Ok ---rió fuertemente--- escucha para montarlo solo debes poner tu pie derecho en el estribillo,
impulsarte para subir y cruzar la pierna izquierda para el otro lado.

M: Eso lo se, pero tengo algo de miedo de que salga corriendo.

E: Eso es otra cosa Mai ---estaba mas que divertida--- lo agarraré para que puedas subirte ¿De acuerdo?

M: Gracias ---dijo amablemente para después comenzar a subir, saber que ella lo sujetaba le hacía sentía
mejor, finalmente consiguió subir--- que alto... ---sorprendida---

E: No está tan alto... ---subió a "Chocolate" y se colocó detrás de la rubia, tomó las riendas y comenzó a
cabalgar lentamente---

Mai se puso más nerviosa al sentir el cuerpo de la morena tras de ella, sus brazos rodeándola, ésta no
era la imagen de montar a caballo que ella había tenido, aunque tal vez fuera mucho mejor así...

M: Gracias... por ser tan paciente conmigo.

E: De nada, se supone que mi papel es ayudar a quien lo necesite ---sonreía---

M: Tiene que ser muy duro... ayudar siempre a las demás... ---su voz era temblorosa---

E: No lo es cuando son personas tan lindas como tu...

M: Mu... muchas gracias.. .---¿Había sido una buena idea lo de montar?--- todas las chicas de aquí te
admiran mucho... ---quería desviar un poco el tema---

E: ¿Tú crees? Pienso que admiran el cargo que poseo.

M: Todas suspiran mientras dicen tu nombre... ---sonrió--- no creo que sea tu cargo lo que admiran.

E: Si no fuera la Presidenta del consejo nadie sabría quien soy, por lo tanto nadie suspiraría por mi.

M: Eres muy hermosa, es normal que se fijen en ti... ---se dio cuenta de lo que acababa de decir, ¿Dios
ahora que hacía?--- bueno... he oído... ---dijo muy nerviosa---

E: ¿Has oído? ---rió irónica--- dime algo ¿Tu también suspiras por mi?

M: Yo... yo... bueno.... ---todo su cuerpo comenzó a temblar--- creo que debería irme... ---veía la forma
de bajarse---
E: Aun no es hora... ---no la dejó bajar y apresuró el galope---

El movimiento del caballo hizo que la rubia perdiera el equilibrio y se fuera hacia atrás, quedando
totalmente pegada a la morena...

M: Lo siento.

E: Está bien ¿De veras quieres parar? ---preguntó mientras rodeaba con un solo brazo su cintura---

Mai colocó su mano sobre la de ella, siguió apoyada y solo le sonrió, cerró los ojos dejando que la suave
brisa acariciara su cara. Se sentía muy extraña, pero aquella sensación era agradable.

Erika detuvo la cabalgata se acercó todo lo que pudo a la rubia y tomándola por la barbilla le hizo girar el
rostro, se acercó a sus labios y...

E: Nunca me dijiste si suspiras por mi... ---comentó muy bajo mientras rozaba sus labios---

Ya era demasiado tarde, Mai cerró sus ojos, dispuesta a recibir aquel beso, el solo roce ya la estaba
enloqueciendo, deseaba el beso, pero los gritos de unas alumnas rompieron el mágico momento...

Al: ¡¡Mirad es Erika con la nueva!!

Al1: ¿Pero qué esta pasando aquí? ---decían todas escandalizadas---

En ese instante Mai se apartó de ella y bajó del caballo...

M: Mu... muchas gracias por tu ayuda... ---fue todo lo que dijo antes de salir corriendo de allí---

E: De nada ---respondió frustrada mirando con desdén a las escandalosas---


Mai paso el resto del día en sus clases, trató de no encontrarse con la Presidenta. La hora de la cena
había llegado, Mai estaba hambrienta, así que cogio una buena bandeja de comida y se sentó en una de
las mesas, era la primera en llegar así que estaba sola, las alumnas iban llegando. Detrás de todas las
estudiantes venía Erika con su séquito, se trataba de Brenda y Sharon las consejeras que caminaban una
a cada lado de la ojiazul como de costumbre, juntas ingresaron al comedor y tomaron una mesa del
centro, Brenda se puso de pie y sirvió la cena de Erika mientras ésta aguardaba como si se tratara de una
princesa.

Ivette entró en el comedor, vio a Erika y sonriente se acercó a ella...

I: ¿Sabes que ha llegado el momento de elegir una hermana pequeña? ---se sentó en una de las sillas--- y
estoy pensando que Mai sería una hermanita estupenda, estoy deseando tenerla ---rió---

E: Sigue deseándolo, porque solo eso será, un pobre deseo... ---respondió sin mirarle a la cara---

I: Vaya, vaya... ---se cruzó de brazos sin dejar de sonreír--- ¿Así que la quieres para ti eh?

E: No te importa.

I: Claro que me importa, yo también la quiero ---le guiñó un ojo a la morena---

E: ¿Ah si? Pues ya veremos si tienes suerte ---comentó irónica mirando a Brenda dándole indicaciones
de llevar a cabo el plan para quedarse con Mai---

I: Seguro que algo tramas... ---se levantó de la silla dispuesta a irse--- tendrás que ganártelo Erika, no
todo llegara a ti sin esfuerzo alguno ---caminó hacia la salida---

Erika sonrió, cuando Ivette había desaparecido...

E: Mas vale que la tenga yo.

B: Haremos todo lo posible

E: Eso no es suficiente...

Horas más tardes todas las alumnas nuevas estaban haciendo fila, les iban asignar una hermana mayor,
para que las guiaran en todo lo que pudiesen, Mai estaba algo nerviosa, la siguiente era ella.
Las alumnas de mayor grado estaban al otro lado esperando a que sus nuevas hermanas las nombrasen.
Llegó el turno de la rubia, se acercó a la urna donde tendría que coger un papel, las que dirigían aquello
eran Sharon y Brenda, las estudiantes que siempre acompañaban a Erika. Cuando iba a coger el papel le
pidieron que pasara a la urna de al lado, sin decir nada, así lo hizo, saco un papel y...

B: ¿Quién es tu nueva hermana? ---preguntó sonriente---

Mai se había quedado blanca, sus ojos no se apartaban del papel, su cuerpo comenzó a temblar, Brenda
al ver que no reaccionaba le quitó el papel y...

B: La hermana de Mai es... ¡Erika! ---todas las alumnas comenzaron a dar la enhorabuena a la rubia, ya
que todas deseaban a Erika como su hermana, Mai se giró para mirar a la morena...---

E: Bienvenida mi pequeña ---sonrió triunfante y dedicó una mirada burlona a Ivette---

Ivette sabía perfectamente que la morena lo había trucado todo, pero no le importó, igual estaba
contenta, ahora que Mai sería su hermana podría fastidiarla el doble.

Mai se acercó hasta Erika, tímidamente dijo lo que toda alumna debía decirle a su nueva hermana...

M: Es un honor tenerte como hermana y espero poder ayudarte en lo que necesites.

E: Me ayudaras más de lo que te imaginas ---se inclinó y le dio el típico beso de bienvenida en la
mejilla---

Mai sonrojada solo sonrió a su nueva hermana, ahora que lo eran se sentía un poco más aliviada, Erika
ya no trataría de besarla, las hermanas no hacían eso.

E: ¿Te parece si vamos a ver las estrellas? ---quería ser amable--- acostumbro hacerlo cada noche antes
de ir a mi habitación ---sonrió---
M: Claro ---se apresuró a decir sonriente y caminó junto a ella---

E: ¿Estás nerviosa? ---comentó distraídamente mientras caminaba---

M: ¿Tanto se me nota? ---preguntó sin mirarla---

E: Mucho ---rió divertida---

M: Un poco... supongo que ahora al ser hermanas pasaremos más tiempo juntas.

E: Así es, pero si te incomoda puedes tener otra hermana.

M: ¡No! ---levantó la vista para mirarla--- no quise decir eso... para mi es un honor tenerte como
hermana mayor ---y un alivio pensó---

E: Gracias... ---sonrió calidamente--- hemos llegado...

Habían llegado a un pequeño porche y la ojiazul tomó asiento para mirar las estrellas e invitó con un
ademán a la rubia.

M: Gracias... ---se sentó a su lado y miró de igual forma--- que bonito...

E: Si, me gusta estar aquí, es muy tranquilo...

M: Si que lo es... ---estaba totalmente fascinada por el lugar, pero volvió la vista y se quedo viendo el
perfil de la morena, la luz de la luna la hacía mas hermosa aun---

E: Es una especie de escape ¿No lo crees?

M: Si... ---no dejaba de mirarla, estaba como hechizada---

E: ¿Pasa algo? ---volteó a verle y se acercó a su rostro lentamente---

Al verse descubierta los nervios salieron de nuevo...

M: ¡Eh!, no, n... nada, no pasa nada ---totalmente sonrojada se quedó mirando sus ojos azules---

E: Te ves tan linda cuando te sonrojas ---sonrió y acarició su mejilla---

M: Gr... Gracias... ---sentir la cálida mano de la morena en su mejilla la hizo estremecer--- tu... eres
muy... muy... hermosa... ---bajó su mirada al suelo---
Erika rozó los labios de la rubia con los propios, estaba por besarla cuando Ivette apareció...

I: Vaya, vaya, ¿Ya estas haciendo uso de tu derecho de hermana? ---sonriente acercándose a ella, miró
atentamente la cara de Mai y vio confusión--- ¿No le has explicado lo que significa ser hermanas? ---le
preguntó a la morena---

E: No lo he hecho, pero supongo que tu lo harás ---respondió fastidiada---

I: Supones bien ---Ivette agarró de la mano a Mai y tiró de ella, las dos estaban mirando a la morena,
Ivette la rodeó los hombros por detrás y...--- Verás, aquí la palabra HERMANA es muy amplia, tendrás
que ayudarla en todo pero aparte de eso, se podría decir que son pareja ---terminó riéndose---

M: ¡¡¿Qué?!! ---exclamó casi en un grito---

I: Si, también reaccionaria así si la tuviera a ella como hermana ---guiñó un ojo a la morena---

E: Gracias por ilustrarnos Ivette, ahora ¿Podrías dejarnos a solas?

I: Es que me cuesta separarme de la pequeña Mai... ---restregaba su mejilla con la de ella--- es tan
blandita... ---Mai no sabía que hacer, estaba algo asustada por lo que pudiera pensar ahora su hermana
mayor---

E: Mai ¿Por qué no le dices que te deje? ---estaba más que molesta y miraba directo a los ojos de Mai---

M: Mm... Yo... bu... bueno... ---clavó su mirada en el suelo, no sabía que decirle--- ... lo siento...---

I: Mai no me dice nada porque es muy buena y sabe que no la haré nada ---sonriente mientras la
soltaba--- ten cuidado Mai, es muy celosa ---cuchicheando mientras reía y se iba...---

E: Si dices algo mas dejaré a mi caballo matarte ---comentó bastante seria y mirando a Ivette---

Ivette solo rió e hizo un gesto con la mano alejándose de ellas. Mai quedó frente a la morena, aun sin
mirarla, agarraba su vestido con fuerza, sabiendo que ahora le echaría la bronca, Erika miró a Mai y
fríamente le dijo...

E: Será mejor que nos vayamos, las estrellas no lucen bien ésta noche ---sin esperar a Mai empezó a
caminar hacia su habitación---
La ojiazul no estaba de humor para nada, la actitud de Ivette empezaba a sacarla de sus casillas, así que
sin decir una sola palabra llevó a Mai a su habitación y sin despedirse se dirigió a la suya.

Mai se quedó apoyada en la puerta, realmente estaba triste, su primer día como hermana y ya ni si
quiera la hablaba, fue hacia la cama y se tumbó en ella, tenía que ver la manera de arreglar esto.

Erika sabía que se había dejado llevar por sus celos posesivos pero no estaba dispuesta a disculparse,
mucho menos cuando todo había sido culpa de la entrometida de Ivette.

A la mañana siguiente Mai se levantó muy temprano y fue al Club de Cocina, allí pidió ayuda para poder
preparar unas galletas, no se le daban muy bien, quería dárselas a Erika como disculpa, necesitaba estar
bien con ella.

La ojiazul no había asistido a ninguna de sus clases, prefirió dirigirse a las caballerizas y montar a
"Divine", no tenía ánimo para otra cosa.

Durante toda la mañana la rubia buscó a Erika, pero no la encontró, por último decidió ir a las
caballerizas y por suerte allí estaba, con una bolsita entre sus manos se quedó viendo fascinada a Erika,
esperó que esta la viera y se acercara a ella, la morena no volteó hacia la valla, tras saltar uno de los
obstáculos se desvió hacia la cerca al ver a Mai...

E: ¿Qué te trae por aquí? ---preguntó sin desmontar---

M: Hola... ---sonrió--- quería verte y... darte esto... ---le ofreció la bolsita---

E: Gracias ¿Qué es y a qué se debe?

M: Son unas galletas, las he preparado esta mañana en el Club de Cocina, no soy muy buena así que...
---dijo sonrojada--- quería disculparme por lo de ayer yo.... ---sus ojos verdes no sabían donde mirar---

E: No tiene importancia, Ivette es así, le gusta fastidiarme, creo que es su hobby ---finalmente
desmontó, tomó lo que la rubia le ofrecía y...--- Gracias de nuevo.
Mai sonrió ampliamente, estaba feliz de poder estar bien con ella. Acababa de acordarse de que tenía
una clase, miró su reloj y vio que llegaba tarde...

M: ¡Oh no!, tengo que irme o llegaré tarde ---muy nerviosa mientras se giraba y comenzaba a correr,
pero paró en seco y se giró--- ¡Qué tengas un buena día! ---sonriente saludando con la mano para
después irse corriendo de allí---

E: Suerte ---le gritó Erika---

El día pasó volando para Mai, estaba algo cansada y necesitaba un respiro, así que se metió por el
bosque hasta llegar al lago, allí fue donde conoció a Erika, aquel lugar le traía buenos recuerdos, se
sentó en la fresca hierva y se apoyó en un árbol para contemplar el atardecer.

Mai se apoyaba al árbol cuando Erika apareció de repente, en silencio se acercó a ella y...

E: Hola... ---sonrió---

M: H... hola ---sorprendida mientras se ponía de pie--- que... curioso encontrarnos aquí... de nuevo...
---sonrió---

E: Siempre vengo por aquí...

M: No lo sabía... a mi me gusta este lugar, es muy tranquilo... ---la miró a los ojos---

E: Si, lo es... ---se sentó en el pasto y se apoyó al árbol--- las galletas estaban deliciosas.

Mai hizo lo mismo sentándose a su lado...

M: ¿En serio?, ¿Te gustaron? ---preguntó entusiasmada---

E: Si, en serio ¿No las probaste?

M: No... ---contestó sonrojada--- son las primeras galletas que hago...

E: Guardé algunas para mas tarde, si quieres puedo dártelas.

M: No, las hice para ti ---le sonrió amablemente---


E: Pero están muy ricas y deberías probarlas ---sonrió y las sacó de su mochila--- ten... ---puso en sus
manos la bolsita---

M: No, son para ti, por favor ---poniéndola en sus manos de nuevo---

E: Pruébalas ---se las devolvió---

M: No lo haré ---seria dándoselas de nuevo---

E: Que si, quiero que lo hagas ---se las devolvió y cayó sobre ella---

Mai estaba bajo la morena, totalmente aprisionada, su corazón comenzó a latir con más fuerza, no dijo
más, no podía...

E: Pruébalas... ---susurró a la vez que se acercaba a su rostro y besó suavemente su frente---

La rubia cerró sus ojos al sentir los cálidos labios de Erika, un suspiro se escapó de sus labios, con un hilo
de voz...

M: ... Las hice solo para ti... ---dijo aun con los ojos cerrados---

E: Y yo quiero que las pruebes ---besó su mejilla---

M: E... Erika... ---susurró suavemente, sus mejillas estaban más coloradas que nunca---

E: Anda... ---sin separarse de la rubia abrió la bolsita con una mano y sacó una galletita que puso en la
boca de Mai--- pruébalas.

Mai ya no pudo negarse, la galleta entró en su boca, la masticó varias veces y pudo comprobar que era
cierto, estaban deliciosas...

M: Vaya... ---fue todo lo que dijo---

E: Te dije... ---sonrió y a la vez que se apartaba de ella para ponerse de pie le dijo...--- éste será nuestro
lugar secreto ---le guiñó un ojo y comenzó a caminar---
Mai se puso de pie y vio marchar a su hermana mayor, muy sonriente acaricio su mejilla donde
momentos antes la morena la había besado...

M: Nuestro lugar secreto...

Los días pasaban volando en St. Marie, justamente hoy se cumplían 6 meses, Erika estaba esperando a
Mai en el que había nombrado "su lugar secreto", sentada en el pasto y aunque empezaba a
desesperarse porque Mai no aparecía había decidido esperarla.

Minutos más tarde llegó la rubia corriendo, tratando de recuperar el aliento se sentó junto a ella.

M: Lo... siento, lamento hacerte esperar... ---dijo apenada---

E: Está bien ---tocó su hombro para darle a entender que se calmara--- ¿Que pasó?

M: Es que me encontré con Ivette y me pidió que la ayudara con algo, por eso me retrase...

E: Ivette... ---pensó que algo se traía entre manos y...--- seguro que piensa en alguna forma de
molestarme.

M: No lo creo ---le sonrió--- solo quiso que la ayudara a llevar unas cajas a una de las salas.

E: Ok... ¿Y estás lista para las vacaciones?

M: Si... bueno... ---desvió la mirada, no sabía como decírselo---

E: ¿Qué te ocurre? ---preguntó mirándola directamente---

M: Estoy un poco triste... porque no podré verte... ---muy avergonzada---

E: Oh... ---no supo que mas decir y sonrió, entonces...--- podemos llamarnos por teléfono ---comentó
algo dudosa---

M: ¡Si, claro! ---exclamó entusiasmada---

E: Entonces no hay por qué estar tristes ---acarició su mejilla---

M: Si ---puso su mano sobre la de la morena--- te llamaré siempre que pueda.

E: Haré lo mismo ---sonreía ampliamente---


Tras una sonrisa la rubia se separó un poco de ella y comenzó a buscar en su mochila, sacó una bolsita
con un lazo azul.

M: Ten, son unas galletas, como estaremos tiempo sin vernos no podré hacértelas... ---se las ofreció
sonriente---

E: Gracias... no tengo nada que darte ---tomó la bolsita---

M: No es necesario, como hermana pequeña mi deber es ayudarte y... cuidarte... ---dijo tímida---

E: Soy quien debe cuidarte ---la abrazó---

Mai estaba muy sorprendida por el gesto de la morena, pero le gustó, le gustó poder abrazarla y
despedirse de ella, se sentía bien entre sus brazos, también la rodeó con los suyos y cerró sus ojos
disfrutando de aquel momento, con el calor del sol sobre ellas y en su lugar secreto.

E: Espero que te diviertas mucho... ---susurró mientras se separaba de ella suavemente---

M: Lo intentaré... espero que no tengas mucho trabajo aquí... ---dijo apenada---

E: Solo un poco...

M: Espero... no pillarte en mal momento cuando te llame...

E: No te preocupes por eso, me tomaré mis ratos para descansar y además iré a visitar a "Divine"
también ----sonrió---

Mai se tumbó en la fresca hierba extendiendo sus brazos y cerrando sus ojos...

M: Voy a echar de menos este lugar... ---sus labios dibujaban una sonrisa---

E: Tal vez deberíamos hacer algo para recordarlo...

Erika se colocó por encima de ella causando que sus rostros quedaran en sentidos opuestos, Mai abrió
los ojos y se encontró el rostro de Erika muy cerca de ella, los ojos verdes se posaron en los labios de
Erika que era lo que tenía enfrente. Finalmente, después de tanto tiempo Erika tenía la oportunidad de
besarla, sin pensarlo mas se acercó lentamente a sus labios y la besó cálidamente.

Mai tenía los ojos abiertos, sentía que el corazón le iba a explotar, poco a poco fue cerrando los ojos
para disfrutar de aquel beso, que sin duda no olvidaría.

Había pasado una semana desde aquello, Mai estaba en su casa, trataba de disfrutar de sus vacaciones
pero echaba de menos a Erika, la llamó varias veces pero no pudo dar con ella y la verdad es que
deseaba oír su voz.

Erika montaba a "Divine", practicaba sin descanso pues al volver a clases se llevarían a cabo las
competencias hípicas y no deseaba perder, mientras cabalgaba tuvo un fugaz recuerdo, era Mai
invadiendo sus pensamientos, no había recibido ninguna llamada de ella y la extrañaba en demasía.

Era de noche cuando la rubia decidió intentar llamarla de nuevo, no lo aguantaba más, tuvo suerte pues
Sharon contestó la llamada y rápidamente la pasó con Erika que terminaba de firmar unos
documentos...

E: ¿Hola?...

M: ¡Erika! ---entusiasmada--- por fin... te he llamado varios días pero no conseguía dar contigo.

E: Lo siento, he estado ocupada con las prácticas de equitación ¿Cómo estas? ---sonreía mientras
hablaba---

M: Bien, he estado en la playa ---sonreía igual--- ¿Y tu?

E: Bien, un poco aburrida pero sobreviviré.

M: ¿Quieres que te lleve algo?, ¿Necesitas alguna cosa?

E: No me caerían mal algunas de tus galletas ---sonrió como una tonta--- el té ya no me sabe tan bien.

Oír eso hizo muy feliz a la rubia...


M: ¡En cuanto llegue te haré muchas galletas! ---dijo entusiasmada---

E: Las esperaré con ansias.

Siguieron hablando durante largo rato.

Los días pasaron igual, unos mas lentos que otros para Mai quien no consiguió dejar de pensar en la
morena y en el beso, hablaban a diario, ya tenían una hora fija y eran muy puntuales. Tras pensarlo
durante horas la rubia no pudo más, decidió volver antes de tiempo a la escuela, necesitaba verla.

La ojiazul salía de su habitación caminaba hacia la sala en la que se reunían las chicas del consejo, al
entrar Brenda y Sharon le saludaron a la vez que le entregaban algunos documentos que debía firmar.

Mai llegó con cuidado a la escuela sin que nadie la viera, quería darle una sorpresa a su hermana, fue
hasta la habitación de Erika y dejo una nota en la puerta.

Mientras tanto Erika quien continuaba leyendo y firmando documentos recordó algo y...

E: Disculpen ---Sharon y Brenda voltearon a verla--- olvidé algo, iré a buscarlo y enseguida regreso...

La joven Presidenta se puso de pie y caminó hacia su habitación, era mentira no había olvidado nada
solo iba a cambiarse de ropa para ir a las caballerizas con "Divine", al llegar se encontró con una nota
pegada en su puerta...

E: Te espero en nuestro lugar secreto ---leyó en voz baja---

La morena rápidamente supo de quien se trataba y corrió hacia el bosque, bajó deprisa las escaleras y
continuó corriendo hasta llegar al lugar. Mai se encontraba en el lugar de siempre, sobre un mantel
extendido en la hierba y varias bolsitas de galletas, estaba distraída viendo el lago, no se dio cuenta de
cuando llego la morena...
E: ¡Qué gusto volver a verte! ---dijo desde atrás y sonriendo ampliamente---

Enseguida Mai se puso de pie quedando frente a ella, muy sonriente, tenía la intención de correr hacia
sus brazos pero miró fijamente a la morena como pidiendo permiso para ello, al ver su sonrisa no lo
dudó y corrió hasta ella colgándose de su cuello...

M: ¡Erika! ---el tono de su voz no era otro sino de felicidad---

E: Te eché de menos ---colocó sus brazos alrededor de la cintura de la ojiverde---

M: Y yo a ti, no pude esperar más... y volví antes ---se abrazó más fuerte a ella---

E: ¿Te has divertido? ---comentó viéndola directo a los ojos sin dejar de abrazarla---

M: Si, ha estado bien, los primeros días, pero después... me sentía muy sola... sin ti... ---estaba muy
sonrojada---

E: ¿De veras? ---se sentía feliz de haber escuchado aquello--- También he estado sola sin ti...

La rubia también se alegró de oír aquello, saber que había pensado en ella la hacía feliz.

M: Ahora estoy aquí y nos queda todo un curso por delante... ---sonrió feliz--- y muchas galletas por
comer ---rió---

E: Es cierto... ---suspiró, miró hacia un lado y vi todas esas galletas sobre el mantel--- ¿Es eso lo que
creo? ---señaló las pequeñas bolsas con galletas---

M: Si, lo es ---dijo sonriente--- tendrás que cometerlas o se pondrán duras.

E: No creo poder con todas, me ayudarás ¿No? ---se apartó del abrazo que había durado mas de lo
necesario---

M: Claro ---sonrió y fue hacia el mantel sentándose en el---

Erika la imitó y se sentó sobre el mantel, apoyó su espalda a un árbol y...


E: Definitivamente este lugar no es lo mismo sin ti.

Mai se la quedó viendo unos instantes, después se apoyó en ella dejando descansar la cabeza sobre su
hombro...

M: ¿Has venido por aquí últimamente?

E: Si... venía para descansar y de paso esconderme de las consejeras ---añadió con burla---

M: Pensé muchas veces en este lugar... y en ti estando aquí sola... ---cerró sus ojos---

E: ¿Si? Yo pensaba en ti divirtiéndote en la playa ---sonrió con la mirada puesta en el lago---

Mai rió por el comentario...

M: No me divertí tanto...

E: Bueno, entonces somos dos las que no nos hemos divertido en las vacaciones.

M: Si, eso parece... pero ahora estamos juntas... ---rodeó el brazo de la morena con el suyo---

E: Muy juntas... ---sonrió acariciando la mano de la rubia que estaba sobre su brazo---

Mai levantó la cabeza y se quedó mirando a su hermana mayor, realmente la adoraba, en sus ojos se
notaba la admiración por ella, el cariño y ¿El amor?, no sabía muy bien lo que sentía, pero le gustaba.

E: ¿Qué? ---volteó a verle sin dejar de sonreír---

M: Nada ---negó con la cabeza--- solo... me alegro de estar aquí... ---dijo sonriente---

E: A mi me alegra que estés aquí... ---miraba detenidamente los labios rosas de Mai---

Mai hizo lo mismo, sus ojos verdes se clavaron en los carnosos labios de ella, en todo ese tiempo no
había podido quitarse de la cabeza aquél beso, como deseaba sentir sus labios de nuevo. Erika se acercó
dudosa hasta rozar los labios de Mai, estaba por besarla cuando una voz detrás de ellas las
interrumpió...

I: ¡Pero si son mis chicas favoritas! ---sonriendo ampliamente, se acercó hasta ellas y pasó un brazo por
encima de cada una--- ¿Vuestro nidito de amor eh? ---rió---

Mai estaba toda colorada, no podía decir nada.

E: Mi querida y estúpida Ivette... ---le sonrió--- esperaba que murieras en las vacaciones... ---se apartó
del abrazo---

I: Ooohhh, siento no poder complacerte querida Erika ---rodeó por completo a Mai--- ¿Cómo podría
dejar sola a Mai contigo? ---Ivette frotaba su mejilla con la de Mai---

M: ¡Ivette! ---no podía zafarse de ella---

I: Te eché de menos pequeña rubia ---sonreía de oreja a oreja sin dejar de frotarse contra ella---

E: ¿Quieres dejarla en paz? ---siempre se ponía de malas cuando Ivette las interrumpía---

I: Vamos, vamos, no seas egoísta, comparte un poco a Mai, no seas tan celosa ---le guiñó un ojo
mientras reía--- tu hermana es una gruñona ---le dijo al oído a la rubia, que no pudo evitar reír---

M: Pues a mi me gusta... ---contestó sonrojada---

Erika sonrió ante el comentario de Mai, era una secreta victoria, miró a Ivette y...

E: Déjala ---jaló a la rubia hacia ella quitándosela a Ivette---

I: Vale, vale, no te pongas así ---se puso de pie y sonriente...--- dejo a la parejita en su nido de amor ---se
giró y comenzó a andar--- ¡Mai nos vemos luego! ---hizo un gesto con la mano---

Mai se la quedó mirando con media sonrisa, No tiene remedio, fue lo que pensó la rubia.

E: Es desesperante... ---expresó entre dientes viéndola partir---


M: Solo lo hace porque sabe que te fastidiará ---la miró sonriente--- si tratas de controlarte se acabara
cansando.

E: El autocontrol no es una de mis virtudes.

M: Me he dado cuenta... ---rió---

E: ¿Y eso te molesta? ---sonrió a la vez que se apartaba de ella para mirarle de frente---

M: No, al contrario, es algo que me gusta de ti, así puedo saber siempre lo que piensas y lo que sientes
---le sonrió feliz---

E: Una cosa es no tener autocontrol y otra ser sincera ---rió irónica---

M: Pero una cosa lleva a la otra ---afirmó muy segura de si misma. Cogió una galleta y se la puso en la
boca a la morena--- aun están calientes... ---dijo dulcemente---

E: Si... ---dejó a sus labios rozar los dedos de la rubia---

Mai comenzó a sentir esa sensación, ese cosquilleo en el estómago, su corazón latiendo muy deprisa y la
suavidad de los labios de Erika, comenzó a cerrar sus ojos y se dejó llevar de nuevo a aquel mundo al
que la morena la llevaba con sus besos.

Al separarse...

E: Me puedo acostumbrar a esto ---sonriente comentó a la vez que jugaba con los labios de la rubia---

Mai estaba muy acalorada, definitivamente le encantaba Erika, pero había algo que quería hablar con
ella...

M: Erika... ---se separó un poco--- hay algo que quiero preguntarte.

E: Dime...

M: Lo que dijo Ivette... sobre las hermanas... lo de ser pareja... ¿Es cierto? ---miró hacia sus manos--- me
gustaría que me lo explicaras.

E: Bueno... ---pensó muy bien sus próximas palabras y...--- algunas veces sucede eso, es decir en el
instituto no hay mas que chicas y a veces la admiración hace que todo ocurra ---sonrió--- ¿Quién mejor
que tu amiga para experimentar? pero hay chicas que deciden no cruzar la línea y bueno tu deber como
hermana es respetar la decisión de tu hermana menor...

M: Y... ¿Has tenido otras hermanas anteriormente? ---no sabía si hacía bien en preguntar---

E: Si... ---sonrió--- no siempre he sido la Presidenta del Consejo y alguna vez tuve una hermana mayor.

M: Oh... ya veo... ---en realidad no sabía que decir o que hacer... estaba muy confundida---

E: ¿Qué pasa? ¿Qué es lo que realmente quieres saber?

M: Quiero saber... cual será nuestra relación... ---levantó la vista y la miró a los ojos---

E: Esa es una decisión tuya, no puedo encapricharme contigo, si quisiera que tuviéramos esa clase de
relación no sería un gran problema y lo mas seguro para ti sería que tuvieras otra hermana mayor y si tu
quisieras y yo no... Pues podría vivir con eso ---sonrió---

M: Yo... quiero estar con mi hermana mayor ---sonrió--- pero quiero ir despacio, para mi esto es nuevo...
---desvió la vista...--- aunque tal vez prefieras otra hermana pequeña...

E: No quiero a nadie que no seas tu y podemos ir despacio... ---sonrió acariciándole la mejilla---

M: Gracias... ---sonrió cerrando sus ojos disfrutando de la caricia---

Ambas sonrieron y volvieron a besarse.

La última semana de vacaciones pasó rápidamente, hoy todas las chicas volvían al instituto y se
preparaban para enfrentarse contra L'Institute Deon su eterno rival en las competencias deportivas.

Al atardecer como de costumbre la ojiazul se hallaba en las caballerizas justo montando a "Divine" para
sus prácticas del atardecer.

Mai como cada tarde fue a ver a la morena, la encantaba verla montar. Desde aquella tarde no hubo
más besos y Mai se moría por sentirla de nuevo, pero sabía que quería ir despacio, con que Erika la
abrazara se sentía más que satisfecha.

La morena vio a Mai a lo lejos y le saludó con un ondeo de mano, luego de una última vuelta al ruedo se
acercó a ella y...
E: Hola... ---sonriente desmontó y se acercó a ella---

M: Hola... ---sonriéndole sacó un pañuelo de su bolsillo y le limpió el sudor de la cara a la morena---

E: Gracias, no tienes por que hacerlo ---no había dejado de sonreír y tomó la mano con la que la rubia le
limpiaba el rostro para acercarla a sus labios y besarla---

M: Me gusta hacerlo... ---sus ojos brillaban, sentir la ternura de Erika la hacía estremecer---

E: Y a mi me gusta que lo hagas ---le miraba tiernamente---

M: Ten... ---le ofreció un refresco--- llevas mucho tiempo entrenando, seguro tienes sed ---cuando
estaba con ella jamás dejaba de sonreír---

E: Si, tengo sed y preocupación... ---la miró directo al rostro y...--- las competencias están cerca y esas
chicas de Deon son de temer.

M: Eres la mejor, se que lo conseguirás ---acarició su rostro suavemente--- relájate.

E: Relajarme no es una de mis virtudes...

M: Ven conmigo... ---tiró de ella cogiéndola de la mano y la llevó hasta su lugar secreto, hizo que la
morena se sentara a su lado, Mai la empujó suavemente hasta tumbarla, ella se puso encima
abrazándola para susurrarle en el oído...--- solo cierra los ojos, siente este momento y no pienses en
nada más, quiero liberarte de tus preocupaciones...

E: Oh... ---fue lo único que dijo sintiendo a la rubia sobre ella---

M: Si así consiguiera relajarte... pararía el tiempo para siempre... ---entrelazó una de sus manos con la
de ella---

E: Conseguirías mas que relajarme... ---sonrió ampliamente y la besó---

Por fin volvía a sentir sus labios, después de tantos días, ese beso duró mucho más que los anteriores,
era lento, muy lento y delicado, la respiración comenzaba agitarse, despacio se separó y...

M: ¿Estás mejor? ---preguntó casi en un susurro---

E: Un poco... ---rió--- a lo mejor si te esfuerzas un poco más...


Sus mejillas totalmente sonrojadas la hacían parecer más niña, despacio se acercó y la besó de nuevo,
pero esta vez dejó que su lengua saliera poco a poco para dejar que la morena tomara el control.

Erika no se lo pensó tanto, le abrazó y dio un giro para poner a la ojiverde debajo, la besó delicada pero
apasionadamente dejando a sus lenguas tocarse en el interior de sus bocas.

Seguían besándose apasionadamente, Mai comenzó a sentir mucho calor, sabía que aquello estaba
yendo mas lejos, no era un simple beso y le encantaba, pero se sentía algo insegura de si misma, su
cuerpo comenzó a temblar.

La ojiazul se separó milimétricamente de ella y...

E: ¿Qué pasa? ---preguntó agitada---

M: Nada... solo que... lo siento... ---dijo avergonzada---

E: No pasa nada... ---sonrió y besó su mejilla--- podemos esperar un poco mas ---le dijo al oído---

M: No... Si quieres yo... ---sabía perfectamente de que la quería, pero tenía miedo--- quiero hacerte
feliz...

E: Y yo quiero que seas feliz... si aun no estás segura está bien... esperaré ---se apartó de ella sentándose
en el pasto---

M: ¿No te cansarás de mi? ---dijo con miedo---

E: No... ---sonrió---

Mai sonrió feliz, apoyó su cabeza en el hombro de la morena...

M: Gracias...

E: No hay por que darlas ---acarició la cabeza de la rubia---

Unos pasos detrás de ellas llamaron su atención, Ivette se encontraba allí...


I: Raro sería no encontraros aquí ---decía sonriendo ampliamente---

E: Mas raro sería que tu no vinieras a molestar ---se puso de pie y le miraba de frente---

I: Oye, oye, tranquilízate, he venido porque tenía que hablar de algo contigo.

E: ¿Conmigo? ---se extrañó--- ¿De que podrá ser? ---se acercó a ella---

I: Será mejor que lo hagamos a solas... ---se acercó hasta Mai y le pasó el brazo por encima del
hombro--- no te la quitaré mucho tiempo mi querida Mai... ---le susurró en el oído casi haciendo que sus
labios rozaran su oreja, eso provocó que la rubia se pusiera roja---

E: Ivette estoy esperando ---le dijo levemente molesta---

I: Impaciente, no me dejas disfrutas de la pequeña Mai... ---se separó de ella y comenzó andar
esperando que la morena la siguiera---

Erika caminó detrás de Ivette, cuando se habían alejado lo suficiente...

E: ¿Y bien? ---cruzó los brazos por sobre su pecho y aguardó---

I: No es asunto mío pero... solo quería avisarte que Sophie va a participar en el campeonato y por lo que
tengo entendido, viene a verte a ti en especial ---dijo sonriente cruzada de brazos---

E: ¿Sophie? No hablarás en serio... ---la miró a los ojos por un momento su seguridad se esfumó---

I: Totalmente, dicen que viene a cazar y sabe cual es su presa ---seguía sonriendo--- creo que tienes un
problema.

E: Bueno ella puede hacer lo que le venga en gana ---sonrió--- falta que la presa se deje cazar.

I: Puede pero... recuerda que es muy persistente y eso podría traerte problemas con Mai.

E: Lo sé... ¿Por qué no me ayudas? ---sonrió esperando a que Ivette quisiera ayudarle---

I: ¿Cómo podría ayudarte yo? ---rió---

E: Ocúpate de Sophie, se que puedes y se que no te es del todo indiferente.

I: Esa mujer es difícil de controlar ---gesticulaba con sus manos--- así que podemos hacer un trato.

E: ¿En serio? ¿Puedo confiarte esto? ---rió--- tienes que mantenerla lejos de mi.
I: Lo haré si me dejas a Mai una noche ---sonreía ampliamente---

E: Olvídalo, no la dejaría contigo ni cinco minutos.

I: Vamos no la voy a morder... ---comenzó a reír--- o al menos no de manera que se note ---en su interior
no podía dejar de reír, le encantaba hacerle renegar a la morena--- si no me la dejas tendrás a Sophie
pegada a ti y quien sabe si la presa no ceda... ambas sabemos lo persistente que es.

E: Espero que ardas en el infierno ---dijo molesta--- olvídalo me las arreglaré sola ---dio la vuelta y volvió
con Mai---

Mai vio llegar a la morena...

M: ¿Hay algún problema? ---estaba preocupada---

E: Ninguno, todo era una broma de Ivette ---sonrió fingiendo tranquilidad---

M: Nunca cambiará ---sonrió---

E: Si, eso es lo peor... ---estaba un poco incómoda por la noticia y...--- ¿Te molesta si vuelvo a las
prácticas?

M: No, se que tienes que practicar ---sonreía---

E: Estupendo, te veré luego ---caminó sin siquiera darle un beso de despedida---

Mientras se alejaba Erika pensaba en los viejos momentos vividos con Sophie, no habían sido
especialmente tiernos pero si muy candentes y difíciles de olvidar, ¿Que diría Sophie si la viera jugando a
las hermanitas ahora?.

Mai se quedó algo triste, esperaba que la morena se despidiera de ella, pero no lo hizo, la vio marchar,
decidió quedarse un rato más y recordar el momento vivido hacía unos minutos, rozó sus labios con la
yema de los dedos.

El día de las competencias había llegado, las chicas del club hípico de St. Marie estaban reunidas en las
caballerizas, las de Deon apenas llegaban al lugar, Erika cepillaba a "Divine" cuando alguien tocó su
hombro...
S: Hola extraña... ---sensualmente habló---

E: Hola Sophie ---le sonrió--- bienvenida a las competencias.

Mai salía corriendo de sus clases, tenía poco tiempo y antes quería ir a ver a Erika, fue hacia las
caballerizas y al entrar se encontró con ella, pero no estaba sola, una hermosa chica esta hablándole
muy animadamente, la rubia no se acercó, se quedó observando, Sophie se acercó al oído de Erika y
susurró...

S: ¿Qué te parece si apostamos?

E: No es lo correcto pero dime de que se trata ---sonrió tomándola por la cintura con una mano---

S: La que gane hará lo que quiera con la otra...

E: Sabes que no acostumbro perder.

S: Esta vez te la verás difícil, tenemos un gran equipo ---se apartó y sonrió---

E: Acepto ---le devolvió la sonrisa---

El paquete de galletas que Mai tenía en sus manos cayó al suelo al ver la escena, un dolor punzante en
su pecho comenzaba a no dejarla respirar, salió corriendo de allí.

Finalmente Erika se apartó de la capitana de Deon y...

E: Discúlpame, debo ir con el resto del equipo ---se apartó de ella y fue hacia donde charlaban sus
compañeras---

Mai iba corriendo a ninguna parte cuando se encontró con Ivette...

I: Pero si es la pequeña Mai ---sonreía como era típico en ella---


La rubia se paró a verla un instante y volvió a correr...

I: ¡Mai! ---la llamó pero no contestó, miró hacia delante y vio que venía de las caballerizas, fue hacia
allí---

Erika estaba distraída buscando entre el público a Mai pero no conseguía verla, Ivette se acercó hasta
ella y...

I: Si buscas a Mai no esta aquí ---por primera vez en sus labios no había una sonrisa---

E: ¿Dónde está entonces? ---vio el extraño gesto en el rostro de su compañera y...--- ¿Qué pasa?

I: No lo se, dímelo tu, la acabo de ver salir corriendo de aquí y... encontré esto en el suelo ---le enseñó la
bolsita de las galletas---

E: ¡¿Qué?! Pero si ni siquiera la he visto ---observó la bolsa de galletas y...--- Iré a buscarle ¿Hacia dónde
iba? ---comentó mientras emprendía la carrera---

I: Al bosque, deberías haber aceptado mi propuesta ---sonrió---

E: No jodas mas con eso ---gritó sonriéndole mientras seguía corriendo---

Mai estaba en su lugar favorito, miles de preguntas pasaban por su cabeza, ¿Quién era aquella chica? ¿Y
por qué Erika era tan cercana a ella?, estaba muy preocupada...

E: ¡Aquí estás! ---dijo feliz al llegar a su lugar secreto--- Te he estado buscado ---se inclinó fatigada---

Mai sorprendida...

M: Hola... ¿si? ---la expresión de su cara era triste---

E: Claro, pensé que... que irías a ver la competencia ---vio la tristeza reflejada en el rostro de la rubia y
acercándose a ella...--- ¿Qué tienes? ---se arrodilló quedando frente a ella---
M: Nada... no es nada, iba a ir ahora ---trató de sacar su mejor sonrisa, ella confiaba en Erika, tendría
que hacerlo---

E: Dime la verdad ---acarició su mejilla--- no es bueno mentirle a tu hermana mayor ---le sonrió
cálidamente---

La ojiazul tenía razón, no podía mentirle...

M: No es nada, solo que... te vi con alguien y... me sorprendió, pero no es nada de verdad ---sonrió---

E: Eso... seguramente me has visto con Sophie, ella es la capitana del club hípico de Deon y... ---bajó la
mirada--- es una vieja amiga.

M: Claro, lo entiendo ---seguía algo preocupada, pero estaba dispuesta a creer en ella--- vamos o
llegarás tarde.

E: Espera... ---la tomó por los hombros--- necesito un beso para la buena suerte ---la miró directo a los
ojos---

M: Te lo daré si ganas ---sonrió y colocó su dedo en los labios de la morena---

E: Creo que empiezas a juntarte demasiado con Ivette ---comentó sonriente a la vez que se ponía de pie
y ayudaba a la rubia a hacerlo---

M: ¿Por qué lo dices? ---sonrió y tomó la mano de la morena para levantarse---

E: Pones demasiadas condiciones para ayudar a una amiga ---sonreía--- y haces que me sienta muy
frustrada ---estaba divertida---

M: Lo siento, solo quiero que ganes ---sonreía, se acercó y le dio un tierno beso en la mejilla--- suerte.

E: ¿Y si pierdo no volverás a besarme? ---caminaba sin soltar la mano de la rubia y ya casi olvidando su
apuesta---

M: Claro que si ---rió--- ¿No estas segura de ganar?

E: Son un equipo fuerte, si solo compitiera yo no estaría preocupada, pero el resto del equipo se
muestra inseguro y eso no es bueno.

M: ¿Esa amiga tuya... es muy buena? ---preguntó curiosa---

E: Excelente ---respondió sin dudas--- ella y yo... alguna vez fuimos una especie de hermanas... ---para su
suerte habían llegado a las caballerizas y la competencia había dado inicio---
M: ¿Qué? ---estaba realmente sorprendida, eso lo explicaba todo--- hermanas... ---dijo en un susurro
con la mirada perdida---

E: Si, ya te lo contaré luego ---le besó la mejilla y fue por su montura---

Mai reaccionó y...

M: ¡¡Suerte!! ---ahora solo quería animarla, más tarde hablarían de aquello---

Erika volteó a verle y le sonrió a la vez que le guiñaba un ojo.

Las competencia se llevó a cabo en total calma, era el turno de la ojiazul y ésta ejecutó su rutina a la
perfección, en el último salto volteó a ver a la rubia que se hallaba entre el público al lado de Ivette y le
sonrió, tras dar una última vuelta al ruedo desmontó y aguardó por su puntuación.

Mai estaba muy impaciente por saber en que puesto había quedado la morena, lo había hecho
estupendamente y deseaba que ganara, por ella y por darle ese beso que prometió. La puntuación de
Erika fue perfecta al igual que la del resto de las chicas del equipo, en ese instante las jóvenes de St.
Marie festejaron derrotando por completo a las de Deon, Mai corrió hacia Erika muy feliz, se tiró sobre
ella colgándose de su cuello...

M: ¡Enhorabuena! ---dijo sin soltarla---

E: Gracias ---reía feliz dejando a las mas jóvenes del equipo correr con el trofeo--- tu me debes algo.

M: Es verdad... ---a pesar de estar rodeadas de todas las estudiantes no le importó, se acercó a ella
despacio y la besó dulcemente, pero con pasión---

Las jóvenes de St. Marie sonrieron a la vez que hacían un gran escándalo, por otro lado Sophie no
pareció muy alegre ¿Era esa una doble derrota?, Mai siguió con el contacto, quería darle un gran beso a
su hermana mayor, se lo merecía y lo deseaba, Sophie caminó hasta ellas, tomó por el hombro a la
ojiazul y...
S: Felicidades ---extendió la mano para estrechar la de Erika---

E: Gracias.

S: ¿Y ella es...?

E: Es mi hermana pequeña.

M: Encantada ---dijo sonriente abrazada a Erika---

S: Mucho gusto... ¿Así que eres la hermanita de Erika? Deben divertirse mucho, sobre todo conociendo a
Erika.

M: Así es ---no sabía por que pero no le gustaba aquella chica, abrazó con fuerza a Erika---

S: Es tan inquieta ---acarició el brazo de la ojiazul--- a veces no puedes despegarla de ti... ---reía y Erika
solo guardaba silencio a la vez que el rubor subía a su rostro---

Mai soltó a la morena y se colocó delante de ella haciendo que se rompiera el contacto de la caricia en
su brazo...

M: Se muy bien como es, no necesito que nadie me lo diga...y menos tu... ---¿De donde había salido esa
actitud?, ¿Eran celos?, nunca antes se había comportado así---

S: ¿En serio? ---rió--- ¿Ya lo han hecho? ---sobrepasó la línea---

E: Sophie por favor...

M: Es algo que a ti no te importa ---su voz sonaba dura--- será mejor que te metas en tus asuntos y dejes
a mi hermana en paz ---estaba muy celosa, pero si algo tenía claro es que no iba a permitir que le
quitaran a su hermana---

E: Mai, Sophie solo bromea... ---rió nerviosa---

La rubia estaba dolida al ver como Erika trataba de defenderla...

M: Mejor que no bromee tanto... ---se soltó de la morena y se alejó de ellas---

E: Mai... ---alcanzó a decir pero la rubia siguió su camino, entonces...--- disculpa Sophie, debo arreglar
algo ---caminó detrás de la rubia dejando a solas a la capitana de Deon---
Mai no sabía muy bien lo que acababa de hacer, ella no se comportaba así, y no podía tener esa actitud
con su hermana mayor, sabía que tenía que pedirle disculpas, pero ahora quería pensar, Erika empezó a
correr para alcanzar a Mai, cuando finalmente lo logró tocó su hombro y...

E: Ey, espera...

La rubia se giró, estaba realmente apenada por lo que había pasado...

M: Erika...

E: ¿Qué fue todo eso? ---preguntó con cierta mirada de ternura---

M: Lo siento mucho... ---bajo su mirada al suelo--- no se que me pasó... no volverá a pasar...

E: ¿No sabes qué pasó? ---sonrió cálidamente--- podría llamarle ¿Celos?

Sonrojada...

M: Po... podría...

E: Si, podríamos ---sonrió ampliamente--- escucha Sophie es una buena chica, solo que a veces es
insoportable y sobre los celos... no tienes que preocuparte, no soy tan fácil.

M: Supongo que... no puedo evitarlo... preferiría no estar cerca cuando estén juntas... ---seguía con la
cabeza gacha---

E: ¿Y me dejaras sola? ---se acercó a ella y tomó su rostro por la barbilla---

M: Será mejor... no quiero montarte más problemas... ---en sus ojos había tristeza...---

E: No me diste problemas, solo te pido que no te comportes así... tal vez si ella se disculpa contigo quede
todo bien ¿Qué dices? ---acariciaba su rostro en verdad no quería problemas con su hermana menor---

M: ... Está bien... ---no estaba muy segura pero tenía que intentarlo---

E: Bien, volvamos son Sophie ---la tomó de una mano y caminó de vuelta a las caballerizas---
Al volver se encontraron con Sophie que estaba por irse, ambas se acercaron a la capitana de Deon y...

E: Ehm... Sophie, tengo algo que pedirte ---la capitana estaba de brazos cruzados viendo cada
movimiento de las chicas--- ya que gané le apuesta tu tienes que hacer lo que te pida, así que te pido
que te disculpes con Mai ---la rubia se quedó esperando la disculpa de Sophie sin soltar la mano de su
hermana...---

S: Lo siento, todo era una broma ---no sonó muy convincente---

E: Gracias Sophie...

Mai no contestó, ya que no lo vio del todo sincero...

M: ¿Nos vamos? ---le preguntó sonriente a Erika---

E: Claro... ---sonrió a su hermana pequeña--- hasta luego Sophie, suerte para la próxima ---estrechó la
mano de la capitana de Deon y caminó al lado de Mai---

Erika y Mai pasaron el resto de la tarde juntas, como era costumbre ya, ambas estaban felices, una de
las razones era la victoria de la morena.

A la mañana siguiente caminaban por el pasillo para ir a sus clases cuando se encontraron a Sophie con
el uniforme de su colegio, Mai no se lo podía creer...

E: Sophie ¿Qué haces aquí y vestida así? ---sonrió al verla de nuevo---

S: Estoy aquí vestida así porque ahora estudio en St. Marie.

E: ¿En serio? ---Sophie asintió--- Bienvenida entonces.

El día para Mai había empezaba muy mal, solo pudo sonreír amargamente. Erika ni siquiera notó el
rostro de Mai, sonriente continuó la charla con Sophie...
E: ¿En qué clase estás?

S: En la C-3.

E: Estupendo esa es la mía, si quieres te acompaño, iba para allá ¿No te molesta verdad Mai?

M: ... No, de todos modos debo irme ---se giró para irse--- nos vemos luego ---comenzó a caminar---

E: Hasta luego Mai... ---la vio irse y...--- ¿Nos vamos? ---dijo sonriente a Sophie---

Por fin llegó la hora de la comida, Mai esperaba donde siempre a la morena con la comida lista, lo cierto
es que tenía muchas ganas de verla, por su parte Erika bromeaba con Sophie, le agradaba tenerla cerca,
Sophie invitó a la ojiazul para comer con ella y a Erika se le olvidó por completo la pequeña Mai.

Mai siguió esperando, pero casi terminaba la hora de la comida y no aparecía, así que fue a buscar a la
morena, iba por los pasillos cuando pasó por delante de la cafetería y vio a Erika con Sophie charlando
alegremente, ¿se había olvidado de ella?, sintió una pequeña punzada en el corazón, iba a irse cuando
se encontró con Ivette..

I: No me lo digas, te ha dejado plantada ---sonriendole---

M: Así es... ---estaba triste--- parece que se lo pasa mejor con ella.

I: ¡Vamos, vamos!, no te deprimas, anda ven conmigo, las chicas empezarían a chismorrear si te ven
andando como un alma en pena por los pasillos... ---sonriente le pasó el brazo por los hombros y tiró de
ella---

De pronto Erika recordó algo y...

E: Sophie... olvidé algo importante ¿Me disculpas?

S: Claro querida, te veré mas tarde.

E: Estupendo.
La ojiazul salió de la cafetería en busca de Mai, cuando la encontró vio que estaba saliendo de la iglesia
acompañada por Ivette, se acercó a ellas y...

E: Mai ¿Puedo hablar contigo, a solas?

Ivette se separó de la rubia y...

I: Mai no le consientas tanto, al final hará lo que quiera ---sonriendo de medio lado y comenzando a
alejarse---

Mai solo se la quedó mirando.

E: Ehm... Lo siento, olvidé que íbamos a comer juntas.

M: Ya me di cuenta... ---no expresaba ninguna emoción---

E: ¿No vas a decirme nada más?

M: ¿Qué mas quieres que te diga?, supongo que lo olvidaste porque tendrías algo mas importante que
hacer... ---en ese momento recordó al verlas en la cafetería---

E: Es que me distraje, discúlpame ¿Si?, hagamos algo, pídeme lo que quieras, lo haré con tal de que no
estés enfadada conmigo...

M: No tienes por qué hacerlo solo para sentirte bien contigo misma, ahora tengo que ir a clase, así que
no te preocupes, no estoy enfadada contigo ---trató de sacar su mejor sonrisa y comenzó a caminar---

E: De acuerdo ¿Te veré ésta tarde? ---preguntó caminando a su lado---

M: Lo siento, pero esta tarde no podré, tengo algo que hacer... ---seguía andando sin mirarla---

E: Ok, si te desocupas ya sabes que estaré en las caballerizas ---la respuesta de la rubia le dolió pero no
estaba dispuesta a rogar mas, ella no rogaba, le rogaban---

Erika desvió su camino y se dirigió a donde Sharon y Brenda le esperaban a esa hora, debía revisar
algunos documentos para los próximos eventos en St. Marie, como primera Presidenta ella debía
encargarse de esos asuntos.
Mai estuvo en sus clases, aunque no prestaba atención a nada de lo que decían, solo conseguía pensar
en la morena. Por la tarde estuvo con Ivette, necesitaba hablar con alguien y ella era perfecta, era como
si siempre le dijera lo correcto.

Erika terminaba con la revisión de documentos y estaba por ir a las caballerizas, miró su reloj y pensó en
Mai siempre se encontraban a esa hora camino a las caballerizas pero esta tarde no sería así, caminaba
despacio cuando se encontró con Sophie...

S: Hola ---sonrió---

E: Hola.

S: ¿Vas a las practicas de equitación?

E: Así es ¿Y tu?

S: A lo mismo, ahora tienes un nuevo miembro en el equipo.

E: Genial.

Casi al anochecer Mai fue a la caballerizas, quería ver a la morena, al llegar la vio, pero no estaba sola,
Sophie estaba con ella, ambas montaban sonrientes, otra vez ese dolor, una mano cálidad apretó su
hombro.

I: No te desanimes, será mejor que trates de pasar más tiempo con tu hermana mayor.

M: Pero ella...

I: Ella quiere estar contigo... eso seguro, desde que la conozco nunca antes la había visto así.

Mai sonrío por dentro, en verdad ella deseaba lo mismo, la morena volteó a ver de manera inconciente
y vio a Mai de nuevo con Ivette, se acercó a ellas y...

E: Hola ---sonrió mirando directamente a Mai y...--- es raro verte por aquí Ivette.
I: Solo acompañaba a la pequeña Mai ---sonrió---

M: Hola... ---le sonrió, a pesar de todo se moría por estar con ella---

E: Bien... ¿Y qué tal han pasado el día? ---no sabía que mas decir no se expresaba muy bien en presencia
de Ivette---

I: Bien, bien, Mai y yo hemos pasado una tarde muy entretenida ---como era costumbre le pasó el brazo
por encima de los hombros y pegó su cara con la de ella---

M: ¿Y tu? ---preguntó mirándola fijamente---

E: No tan bien como ustedes, de hecho la pasé revisando los documentos que amablemente dejó Ivette
---dijo irónica---

I: Ya sabes, para lo que necesites ---le guiñó un ojo a la morena--- Bueno debo irme, nos vemos Mai,
adiós chicas ---se giró y de espaldas saludó con la mano---

E: Hasta pronto... ---dijo a Ivette, pero...--- ¿Ya has cenado? ---preguntó a Mai que se quedó frente a
ella---

M: No, aun no he cenado.

E: ¿Quieres qué... lo hagamos juntas? ---la miraba directo a los ojos olvidándose por completo de
Sophie---

M: Si... ---hipnotizada en su mirada la rubia no dijo nada más---

E: Genial ---sonrió--- ¿Me esperas? dejo a "Divine" en su sitio y vuelvo.

M: Claro ---le sonrió feliz, esperó a la morena---

E: Bien...

Erika llevó a "Divine" a su apartado y volvió enseguida, olvidó despedirse de Sophie y se encontró con
Mai al otro lado de la cerca...

E: ¿Nos vamos?

M: Claro ---se agarró de su brazo y caminaron juntas---

E: ¿Te divertiste con Ivette? ---intentando fingir que no le molestaba el asunto---

M: Estuvo bien, la pasamos hablando... ---en realidad lloró bastante--- ¿Y tu con Sophie? ---no le gustaba
ni el nombre---
E: Pues si... estuvimos platicando de muchas cosas, sobre todo de las próximas actividades en St. Marie
---era honesta--- de verdad quiere integrarse.

M: Eso esta muy bien... ---se agarró con más fuerza del brazo de la morena, tenía miedo, mucho miedo
de perderla---

E: ¿Y qué te gustaría cenar? Espero que haya de donde escoger, ésta noche tengo hambre ---comentó
sonriente mientras seguían caminando hacia la residencia---

M: Cualquier cosa estaría bien...

E: ¿Cualquier cosa has dicho? ---rió y apartándose de ella dijo--- ¿Quién eres tu y que has hecho con mi
hermana pequeña?

Mai sonrió levemente...

M: No tengo mucho hambre hoy... ---tenía el estómago cerrado, estaba preocupada por todo lo que
estaba pasando---

E: ¿En serio? Que raro ¿No habrás comido galletas con Ivette o si? ---de algún modo le molestaba que
hubiera pasado tanto tiempo a solas con la otra chica---

M: No, no he comido nada hoy, solo no tengo hambre... ---sonrío tratando de quitarle importancia---

E: Vaya... ---no supo que mas decir, finalmente habían llegado a la cafetería y...--- uhm ¿Nos sentamos y
pensamos en lo que comeremos o vamos directo al punto?

M: Vamos al punto ---fue hacía allí, pero nada de lo que veía le apetecía, solo cogió un poco de agua---

E: ¿Estas segura que te sientes bien? ---preguntó mientras se servía algo de ensalada en un plato---

M: Si, no te preocupes ---fue hasta una mesa y se sentó---

Erika comía en silencio mirando a Mai, no sabía por qué pero le incomodaba estar así con la rubia, de
algún modo sabía que no estaba bien pero no podía decir nada...

E: ¿Quieres te? ---preguntó amablemente---

M: No gra... ---el olor del te llegó hasta su nariz, unas terribles arcadas invadieron su estómago, tuvo que
salir corriendo hacía el baño---
La ojiazul la vio salir corriendo y sorprendida bebió su taza de te, prefirió esperar a que la rubia volviera
y le explicara el asunto.

Mai vomitó lo poco que había comido al mediodía, no sabía muy bien lo que le pasaba, pero no se
encontraba bien, una vez se limpió volvió a la mesa donde le esperaba Erika.

E: ¿Y te sigues sintiendo bien? ---comentó irónica--- De verdad ¿Qué pasa?

M: Nada, solo que no he comido mucho y no me encuentro bien, solo eso...

E: Si prefieres ir a descansar por mi no te detengas ---con preocupada y tocando la mano de Mai---

M: Creo que... será lo mejor ---puso su mano sobre la de la morena--- siento no haber estado más
tiempo contigo ---dijo apenada---

E: No te preocupes ya tendremos tiempo ---sonrió--- descansa.

Mai solo sonrío antes de irse, necesitaba dormir, se encontraba muy cansada, quería dejar de pensar
por un momento en todo lo sucedido.

La morena se quedó a solas, o al menos eso pensó Mai, ya que en el preciso instante que salía de la
cafetería Sophie llegaba y ocupaba el lugar que ella antes ocupaba en la mesa de Erika.

A la mañana siguiente Mai fue a buscar a la morena para proponerle ir a comer juntas, la encontró justo
saliendo de su habitación...

M: Buenos días ---con una sonrisa---

E: Bueno días ---le sonrió, cerró su puerta y caminó al lado de Mai--- ¿Qué tal, ya te sientes mejor?

M: Si, ya estoy mejor, quería preguntarte... ¿Quieres que comamos juntas hoy? ---preguntó sonriente---

E: Me encantaría pero no puedo, debo presentarme en el teatro, porque... me han dado un personaje
en la obra escolar.
M: ¡¿En serio?! ---estaba muy sorprendida, ¿Por qué no le había dicho nada?--- ¡Felicidades!
---entusiasmada---

E: Si es en serio --rió--- pero por favor no me felicites, esto no es algo que vaya a disfrutar ---afirmó
sonriente--- es algo que como Presidenta tengo que hacer.

M: Estoy deseando verte actuar ---sonrío--- estarás estupenda.

E: Ni lo digas, apenas soporto ser observada, ahí estaré bajo escrutinio completo.

M: ¿Y qué obra harás? ---preguntó curiosa---

E: The Phantom of the Opera... ---respondió resignada---

M: ¡Eso es fabuloso! ---rió--- ¿Y con quién actuaras?

E: La verdad es que no lo se.

M: Seguro que lo harás estupendamente... ---se acercó a ella y la abrazó rodeándola por la cintura,
dejando descansar su cara en el pecho de la morena---

E: Espero que si ---palmeó cariñosamente su cabeza---

Mai no sintió los fuertes brazos de la morena a su alrededor, así que despacio se separó, tal vez no era
un buen momento para eso.

M: Bueno... que te vaya bien en la obra, espero verte luego... ---se giró y comenzó a alejarse---

E: Gracias y suerte en tus clases.

Mai se fue a sus clases con la fría sensación que le había dejado Erika, no sabía que estaba pasando en
su relación, pero eso tendría que averiguarlo luego, después de las clases.

Erika se dirigió al auditorio, ahí se encontró con Ivette quien llevaba a cabo la selección de actrices para
la obra de teatro. La ojiazul subió al escenario, platicó discretamente con Ivette y ambas acordaron la
selección.

Los papeles fueron entregados, el Vizconde de Shagny sería interpretado por Brenda, Christine Daaé por
Sophie y Erik, mejor conocido como El Fantasma de la Opera ni mas ni menos que por la presidenta
Erika. Finalmente las actrices se retiraron a sus clases, Sophie y Erika quedaron de verse tras el teatro
para empezar con los primeros ensayos, entonces:

E: Debes estar muy cansada ---se acercó a la otra chica a la vez que le acariciaba el rostro---

S: Oh, esta vez le he entregado mi alma y estoy muerta ---contestó con cierto cansancio en la voz pero
sin ser indiferente a la cercanía de la ojiazul---

E: Tu alma es extraordinariamente bella ---afirmó con voz grave y siguió--- no hubo emperador que
recibiera un regalo como éste, ésta noche han llorado los ángeles ---después de estas palabras Erika
besó a Sophie intensamente---

En ese momento apareció Mai, que quedó totalmente congelada al ver la escena, su comida cayó al
suelo desparramándose toda, no se lo podía creer, ¿Por esto su relación se estaba rompiendo?, las
lágrimas comenzaban a resbalar pos sus mejillas.

El beso de las actrices duró realmente mas de lo necesario, cuando se separaron ambas estaban
sonriendo y...

S: Esto me encantará ---sonrió ampliamente---

E: No te aproveches ---comentó igual de sonriente cuando volteó encontrándose con Mai--- Mai...

M: ... no... no... ---seguía llorando---¡¡¡NO!!! ---gritó finalmente a la vez que salía corriendo---

E: Mai, espera... ---intentó correr tras ella pero al ver su reacción se detuvo---

Mai fue corriendo hasta su habitación, no podía dejar de llorar, no se lo creía, ¿Qué iba a hacer?, ahora
lo único que quería hacer era irse y estar lejos, no lo pensó más, fue al despacho del director para pedir
unos días para volver a casa ya que no se encontraba bien y claro estaba que no se lo podían negar.

Erika se quedó con Sophie, ambas estaban sorprendidas aunque no ambas lo lamentaban, Sophie estaba
dispuesta a aprovechar la situación, así que...
S: Muy celosa tu hermanita ¿Eh? ---tocó el hombro de la ojiazul---

E: No bromees.

S: Lo siento... ¿Por qué no seguimos ensayando?

E: Claro... ---no estaba convencida pero sabía que si iba en busca de la rubia ésta la rechazaría---

Mai hizo una pequeña maleta y fue hacia la salida, donde la iban a recoger, allí se encontró con Ivette...

I: Oye, oye, ¿Te vas sin despedirte? ---preguntó con su acostumbrada sonrisa. Mai no contestó, cabizbaja
aguantaba sus lágrimas y Ivette lo notó, se acercó a ella agarrándola del hombro--- ¿Estás bien?

M: ... N... no...

I: Ya veo... ---este no era el mejor momento para preguntar--- ¿Volverás no?

M: Si, solo serán unos días, por favor no digas nada... ---el coche que esperaba ya había llegado---

I: Claro... ---vio como la pequeña rubia se montaba y se iba--- esta Erika... ---dijo con resignación---

Al anochecer Erika volvió al dormitorio, pasó primero por la habitación de Mai y llamó a la puerta, dio
unos golpes y aguardó. En ese momento apareció Ivette...

I: No está... ---apoyada en la pared miraba a la morena---

E: ¿A dónde ha ido? ¿Lo sabes?

I: Solo te diré que no esta en el colegio... ---comenzó andar pasando por su lado---

E: Gracias...

La ojiazul se retiró a su habitación y mientras pensaba en Mai irremediablemente se quedó dormida.

Había pasado una semana desde que la rubia se fue, estuvo en casa tratando de alejarse de todo, varias
veces pensó en no volver, pero sabía que pronto tendría que hacerlo.
Sophie y Erika se habían acercado un poco más, salían del auditorio para dirigirse a las caballerizas, los
últimos días los habían pasado muy unidas.

Mai recibió la visita de Ivette, lo cierto es que le vino muy bien, siempre que hablaba con ella se sentía
mejor. Finalmente regresó a la escuela, había tomado una decisión.

La ojiazul se encontraba desempeñando su papel como Presidenta, por ello estaba firmando algunos
documentos y estaba por tener una reunión con el Consejo Estudiantil.

Mai fue a sus clases, tenía que recuperar el tiempo que pasó fuera, después quedo con Ivette para ir a
comer, lo cierto es que se moría por ver a la morena pero sabía que cuando eso pasara tendría que
hablar con ella y no sabía si estaba preparada, Erika entraba a la cafetería acompañada como siempre
por Sharon y Brenda, vio a Ivette acompañada por una chica que en ese instante no reconoció y decidió
no importunarlas, prefirió tomar asiento a solas.

I: Acaba de entrar... ---le dijo a Mai---

M: Lo se... ---no quería mirarla---

I: No te ha reconocido, el corte de pelo te sienta realmente bien, pareces mas pequeña ---rió divertida---

M: ¡Oye!, no te metas conmigo ---rió también---

La morena no pudo evitar ver lo divertidas que estaban Ivette y su amiga, prefirió no darle más
importancia y desayunó tranquilamente.

Finalmente Mai se decidió, Ivette se tuvo que ir a unas clases, se acercó hasta la mesa donde estaba
Erika y...

M: Erika... ---en tono bajo---

E: ¿Si? ---sin voltear a ver y continuó leyendo algunos apuntes---

M: ¿Podemos hablar? ---estaba muy nerviosa---


E: Claro pero... ---al verla de frente la reconoció--- Mai... toma asiento ---no pudo evitar fijarse en el
nuevo corte de cabello de la rubia, pensó en decir algo pero no parecía correcto para el momento---

La rubia se sentó en la silla que Erika le ofrecía...

M: Yo... quería decirte que... ya no puedo seguir siendo tu hermana pequeña... ---no era capaz de
mirarla a los ojos---

E: Mai si eso es lo que deseas no puedo impedírtelo ---aunque le dolía trató de comportarse de acuerdo
a su posición de Presidenta--- te lo dije desde el principio, así que si esto es lo que deseas por mi no hay
ningún problema.

M: Al principio no me dijiste que te enrollarías con tus ex ---dijo dolida--- y no es lo que deseo, es lo que
me has obligado hacer... ---ni siquiera ponía alguna excusa para lo que vio, no sabía que le dolía más.---

E: Si te refieres al beso que le di a Sophie te digo que es parte del libreto para la obra.

M: Ya... claro... ---para ella aquel beso no había sido solo un asunto de obra--- ahora podrás hacer lo que
quieras y escoger una nueva hermana pequeña ---trataba de aguantar las lágrimas, se levantó de la
mesa dispuesta a irse---

E: Para tu información no lo haré, en primer lugar no tendría que haberlo hecho ---quiso ser dura y
desquitarse por el dolor que experimentaba--- intentaba pasar el tiempo pero resultaste demasiado
tímida ---se puso de pie y se retiró---

Mai se quedo clavada en el suelo, ¿Solo quería pasar el rato con ella?, ¿Cómo se había atrevido?, era
tanto el dolor que no le salían las lágrimas, nunca llegó a imaginar eso de ella... decidió alejarse de aquel
lugar con la esperanza de que todo lo ocurrido solo fuera un sueño.

La morena caminaba rápidamente hacia su habitación, ahora si que su relación con Mai no tenía
solución, todo se había ido al infierno.

Pasaron varios días desde aquel encuentro, no habían vuelto a hablar, Mai se encontraba a menudo con
la morena, esta siempre estaba acompañada de Sophie, por suerte Ivette le había ofrecido su compañía
a cada momento.
Estaban a un par de días de que la puesta en escena se llevara a cabo y Erika pasaba las tardes en el
teatro acompañada por Sophie, la pasaban ensayando con el resto del reparto y algunas estudiantes que
disfrutaban al ver a las chicas trabajando.

Por fin el día de la obra había llegado, el salón de actos estaba a rebosar, Mai no quería ir pero Ivette la
terminó convenciendo.

Erika esperaba tras bambalinas y Sophie no se presentaba aun, Brenda caminaba de lado a lado cuando
Sharon llegó y...

S: Hay un problema... ---dijo preocupada causando que las actrices voltearan a verle y...

E: ¿Qué pasa?

S: Sophie tiene mucha fiebre y no podrá actuar.

E: ¿Qué? Será mejor que lo solucionen porque la gente empieza a desesperarse, hablen con Ivette y que
ella les ayude a resolverlo.

Mai y Ivette estaban sentadas entre el público cuando llegó una alumna corriendo y le susurró algo en el
oído a Ivette...

I: Vaya, vaya... ---sonreía ampliamente--- esto va a ser más divertido de lo que pensaba.

M: ¿Sucede algo? ---preguntó curiosa---

I: Pasa que vas a sustituir a Sophie en la obra, está enferma y necesitan a alguien ya.

M:¡¡ ¿QUÉ?!! ---se puso en pie--- ni lo sueñes, no actuaré, te recuerdo que Erika hace el papel principal.

I: Créeme es una gran oportunidad ---se puso en pie y agarró de la mano a la pequeña rubia y tiró de ella
hacía el escenario, donde Erika ya estaba representando su primera escena--- date prisa, aun tienes que
cambiarte y leerte por encima el papel.

M: Pero... pero... Ivette... ¡Espera! ---fue arrastrada contra su voluntad---


La ojiazul no se percató de nada pues estaba muy metida en su actuación, inocentemente aguardaba a
la suplente.

Una vez arreglada y con el guión más o menos aprendido la rubia fue empujada al escenario, quedando
frente a Erika.

Erika se acercó a Mai, ocultaba muy bien sus nervios, nunca pensó que Ivette solucionaría así el asunto.
Titubeante la tomó por la cintura y...

E: Debes estar muy cansada ---se acercó a la otra chica a la vez que le acariciaba el rostro---

M: Oh, esta vez le he entregado mi alma y estoy muerta... ---estaba demasiado nerviosa entre los brazos
de Erika, tal vez demasiado, sus ojos amenazaban con derramar lagrimas, el público estaban totalmente
conmovido al ver tanto sentimiento---

E: Tu alma es extraordinariamente bella ---dijo intensamente y siguió--- no hubo emperador que


recibiera un regalo como éste, ésta noche han llorado los ángeles ---después de estas palabras Erika
besó a Mai profundamente---

El beso le pilló de sorpresa a la rubia, tal vez por las prisas no se fijo en aquel "pequeño" detalle, pero no
pudo negar que ansiaba ese beso más que otra cosa, tras separarse muy a su pesar siguió con la
actuación y salió corriendo del escenario.

Erika se quedó en silencio por unos segundos, tardó en reaccionar y continuó con su actuación mientras
el público se interesaba más en el desenlace.

La obra siguió su curso, una vez finalizada todas las actrices salieron a saludar, fue un autentico éxito.

Mai y Erika compartieron una vez más el escenario y recibieron los aplausos del auditorio.
Una vez se bajó el telón todas estaban felicitándose unas a otras por el éxito, Mai sonreía ampliamente
a la chicas que la abrazaban entusiasmadas, Erika se acercaba a Mai para felicitarle cuando Ivette se le
atravesó, entonces...

E: Felicidades... ---dijo a la rubia---

M: Felicidades a ti también... ---le dijo a Erika---

I: Eso, eso, felicidades, no esperaba menos de mi hermanita pequeña ---pasándole el brazo por los
hombros de Mai...---

M: Ivette... ---protestó la rubia que sonreía ampliamente---

La morena no aguantó el derroche de burla de Ivette y...

E: Suéltala ---se acercó a con todas las ganas de partirle la cara---

Mai se interpuso entre ellas agarrando a la morena...

M: Erika, por favor...

I: No deberías enfadarte, a ti Mai no te importa... ¿O me equivoco? ---preguntó sonriente---

E: Como sigas te parto la cara ---la agarró por el cuello de la camisa y levantaba la mano para darle en el
rostro---

Ivette no dejaba de sonreír, Mai asustada agarró a la morena...

M: Erika por favor, para, no es lo que crees ---rogó la rubia---

I: No tengas miedo Mai, ¿Por qué debería importarle?, ella no supo conservarte ---riendo---

Erika empujó a Ivette y ágilmente tomó la mano de Mai y salió corriendo hacia su lugar secreto.
Mai fue arrastrada por la morena que corría a gran velocidad, no pudo hacer otra cosa que correr igual.
Cuando llegaron al lugar, la morena liberó a Mai y...

E: No sabía que mas hacer ---dijo agitada---

Mai trataba de recuperar el aire...

M: ¿Para qué me trajiste aquí? ---no lo entendía---

E: Pensé que... no se creo que necesitamos hablar ---ni ella misma se entendía---

M: ¿Hablar?, creo que me lo dejaste muy claro... ---seguía dolida--- si quieres pasar el rato... busca otra.

E: Lo que dije fue solo para hacerte sentir mal...

M: Pues lo conseguiste ---la miró directo a los ojos---

E: Lo siento...

M: Ya no se si creerte... ---desvió la vista--- además tu estás muy bien con Sophie...

E: Sophie y yo nunca hemos estado juntas, solo practicábamos, aunque no se de que te quejas si tu la
pasabas muy bien con Ivette.

M: Ivette solo ha estado conmigo ayudándome, en los malos momentos ha estado a mi lado... mientras
tú te la pasabas besándote con Sophie...

E: No me estaba besando con Sophie por gusto, era parte de la obra por si no lo notaste.

M: ¿Y por qué no me dijiste nada?, dejaste que pensara otra cosa ---las lágrimas comenzaban a fluir---
no te importó perderme...

E: No me diste tiempo para decirte nada además Ivette te consoló muy bien.

M: Si que lo hizo... ya que tú me dejaste sola, es una buena amiga ---afirmó amargamente...---

E: No fui quien salió huyendo en mitad de las clases.

M: Ni yo la que anda besuqueando a su ex... ¿Qué querías que pensara?

E: Que era parte de la maldita obra de teatro.


M: Nunca me dijiste que ella era parte de la obra ---se acercó más a ella y la encaró---

E: ¿Sabes? Esto me cansa.

M: Pues fuiste tu la que me trajo aquí.

E: Puedes irte cuando quieras.

M: Me voy.... ---se giró y comenzó andar---

Erika la tomó por una muñeca haciéndola girar, la atrajo hacia si y la besó.

Mai trató de resistirse, pero fue inútil, la tenía bien sujeta y no pudo hacer más que rendirse ante aquel
beso, rodeó su cuello con sus brazos he intensificó el beso. La ojiazul se separó un poco de la rubia y
susurró cerca de sus labios...

E: Lo siento ---volvió a besarla---

M: Te he echado mucho de menos... ---cerró sus ojos al besarla de nuevo---

Erika bajó el rostro y besó su cuello mientras sus manos viajaban a lo largo de la espalda de la rubia, Mai
suspiraba antes las caricias de Erika, realmente la quería y deseaba estar con ella. La morena se apartó
un poco de Mai y desató el lazo que llevaba alrededor del cuello para después desabrochar los primeros
botones de su blusa para dejar mas espacio a sus labios.

La rubia enredó sus dedos en la negra cabellera, Erika la estaba haciendo enloquecer, todas aquellas
sensaciones eran nuevas para ella.

Erika finalmente quitó la blusa y la chaqueta de Mai al mismo tiempo dejándola solo en sostén, sonrió al
ver los ositos dibujados en el sostén y acarició el pecho de la rubia por sobre la tela, Mai sonrió al ver la
cara que puso Erika, pero ella también quería disfrutar así que le quitó la parte de arriba dejándola del
mismo modo, sus labios acariciaron el cuello y los hombros de Erika.
La morena dejaba a sus manos recorrer el abdomen de la rubia mientras la besaba profundamente.
Ambas se amaban tan apasionadamente que ninguna de ellas se dio cuenta de que no estaban solas...

I: Espero que sean hermanas de nuevo para estar haciendo esto ---sonreía de oreja a oreja---

E: Maldición ---se abrazó a Mai para cubrirla con su cuerpo--- ¿No podías ser mas inoportuna? ---dijo a
Ivette---

I: Creo que soy todo lo inoportuna que se puede ser... ---rió--- podría sacarles una foto y venderla a las
chicas del periódico, sacaría una pasta... ---pensativa cruzándose de brazos---

E: Si lo haces juro que dejaré que "Divine" camine encima de ti ---seguía dándole la espalda a Ivette y no
la dejaba ver a Mai---

I: Oye Erika, deberías levantarte, no esta bien ver a la Presidenta del Consejo Estudiantil tirada por los
suelos ---rió--- y menos sobre jovencitas, ¡Ey Mai!, ¿Estas bien ahí abajo?

M: ¡Si!, ¡De maravilla! ---gritó la rubia riendo, sabía que a Ivette le encantaba fastidiar a la morena---

E: Te odio ---sonriente dijo a Ivette a la vez que se ponía de pie y sin remedio alguno la dejaba ver a
Mai---

Ivette le guiñó un ojo a la rubia y dio media vuelta para irse...

I: Si tardan más de cinco minutos en volver las buscaré de nuevo ---se alejó riendo---

M: Esta chica... nunca cambiará.... ---rió mientras se vestía de nuevo---

E: No me lo recuerdes porque bien podría asesinarla ---mientras se colocaba la blusa y empezaba


abrochársela---

Mai sonreía ampliamente, volvía a ser feliz, se lanzó al cuello de la morena abrazándola...

E: Vendrá a buscarnos en cinco minutos ---riendo mientras le rodeaba la cintura con un brazo---

M: Estoy segura de ello... ---rió divertida---

E: Mai ¿Serías mi hermana de nuevo? ---preguntó acariciándole el rostro---


M: Si, me encantaría... ---sus ojos brillaban llenos de ilusión--- te quiero.

E: Yo te quiero también ---sonrió y le dio un pequeño beso--- será mejor que volvamos antes de que
aparezca Ivette.

M: Si vamos... ---cogidas de la mano emprendieron camino---

Finalmente Sophie encontró una nueva presa, una que le correspondía. Ivette seguía en su línea de
fastidiar a Erika, estaba claro, nunca cambiaría. Por otro lado Mai se presentó para ser Presidenta el
próximo año, quería estar más cerca de su querida hermana mayor. La relación entre ellas no podía ir
mejor, saber que ya nadie acechaba a Erika la daba mucha tranquilidad.

El anochecer llegó luego de un largo y tortuoso día de trabajo para la joven Presidenta, quien justo
ahora se escabullía de su habitación hacia la de su hermana pequeña Mai, al llegar entró a la habitación
sin llamar a la puerta y se encontró con Mai descansando sensualmente en la cama, Erika sonrió y
caminó directo hacia la rubia a la vez que se quitaba la bata dejando su cuerpo al desnudo.

Mai sonrió al verla venir, ella estaba desnuda también, cuando Erika se desnudaba era incapaz de mirar
hacia otro sitio...

M: Podría acostumbrarme a esto... ---dijo sonriente acogiendo a la morena entre sus brazos---

E: Que bueno que lo digas porque yo estoy muy acostumbrada ---sonriente la besó---

M: Teniendo noches así... me pregunto quien inventaría el día...

La besó apasionadamente entregándose a ella por completo, dispuestas a dárselo todo como hacían
cada noche y es que lo de ser hermanas... no estaba nada mal.

Fin

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