Está en la página 1de 6

La Sofocación:

Es el impedimento mecánico para la penetración del aire atmosférico en el árbol respiratorio por
la existencia de cuerpos extraños en las vías o en los orificios respiratorios o por la existencia de
una fuerza que anula los movimientos respiratorios de los músculos torácicos.

Luego de varias concepciones con el paso del tiempo, hoy en día sofocación en términos generales
se refiere a todos aquellos casos en que una causa mecánica distinta a la estrangulación, al
ahorcamiento y a la sumersión, se opone de una manera violenta a la entrada del aire en los
pulmones. Se suprime la ventilación pulmonar y vienen de “ipso facto” los fenómenos agudos de
una asfixia.

Clasificación:

Por el contenido de esta definición se comprende que pueden existir muchos medios de
sofocación:

Sofocación Directa: cuando los cuerpos extraños tapan los orificios o vías aéreas imposibilitando la
respiración. Dentro de esta sofocación encontramos:

1) Oclusión directa de los orificios respiratorios (boca y nariz).

Esta forma de sofocación se ejerce en forma violenta y directa con las manos o con un cuerpo
extraño sobre la boca y nariz, a fin de impedir la entrada de aire a las vías respiratorias.

La oclusión de los orificios respiratorios mediante el uso de las manos constituye una violencia de
etiología exclusivamente criminal, que se ha dado con frecuencia como maniobra infanticida. En
adultos suele ser rara, por esto del factor defensa que despliega la victima contra los ataques del
agresor, a menos que sea contra sujetos privados de conciencia, por eso es más habitual cuando
está acompañada de otras violencias como contusiones diversas.

Mientras que la oclusión de los orificios respiratorios mediante objetos blandos es más habitual a
la anterior y admite otras variantes etiológicas:

Homicidio: la oclusión homicida de los orificios respiratorios es más frecuente, sobre todo en
complicaciones de delitos de robo. Se trata de intentos de amordazamiento para evitar los gritos
de la víctima, utilizando como mordaza toallas, pañuelos, cojones, etc., que sujetan fuertemente
obturando boca y ventanas nasales. Otros casos descritos en los últimos años, consisten en
envolver la cabeza con un saco de plástico que se adhiere y ocluye los orificios respiratorios de la
víctima en los intentos de respirar el aire. Aunque es posible en adultos esta clase de homicidios,
es más habitual en niños o personas inconscientes.

Accidente: la oclusión accidental es mucho más frecuente, sobre todo en recién nacidos que
duermen en la misma cama que sus madres, o abandonados en sus cunas. Incluso se ha producido
en alguna ocasión actuando como agente de la oclusión el pecho de la madre. No quiere esto decir
que no pueda darse en el adulto inconsciente al caer de bruces sobre almohadas, cojín o algo
parecido, en estado de embriaguez, en un acceso epiléptico o similar.

Suicidio: la oclusión por suicidio es, por lo contario, rara. Son en casos los casos registrados, uno
de ellos fue el de una mujer que se introdujo entre las ropas de la cama y ordeno a su hijito que le
fuera colocando encima objetos y ropas diversos. Otro hecho, fue el cometido por una mujer,
quien se colocó dos cojines, uno sobre la cara y otro en la nuca, atándolos con una media; se
conocen casos de suicidios cubriéndose la boca y nariz con dos o más tiras anchas de adhesivo,
asimismo se han descrito casos de suicidio introduciendo la cabeza en un saco de plástico, aunque
algunos autores ven estos casos un accidente, ya que la finalidad perseguida no es el suicidio, sino
una maniobra autoerótica.

Signos externos: encontramos alrededor de los orificios respiratorios las huellas de la violencia
bajo la forma de estigmas ungueales, o marca de mordazas alrededor de la cara y cuello. Además
de sufusiones hemorrágicas, hematomas o equimosis en los labios como huella de la compresión
sufrida por estos contra los dientes.

Signos internos: en los exámenes internos de los cadáveres por esta causa aparecen signos como:
congestiones parciales y a veces núcleos congestivos en los pulmones, que suelen tener un
aspecto normal, la coloración negruzca de la sangre, las equimosis de Tardieu (manchas
constituidas por pequeños derrames de sangre de dimensiones situadas inmediatamente debajo
de la pleura o del pericardio), quien las establecía como únicas de la asfixia por sofocación cuando
en realidad están presentes en distintos tipos de asfixias, mas sin embargo en la sofocación es
donde estas se destacan con mayor nitidez. Otro singo interno que se encuentra en las muertes
por sofocación es la cianosis en la cara, que es la coloración azul de la piel y mucosas por causa de
la carencia de oxigenación de la sangre.

2) Oclusión directa de las vías aéreas (mediante introducción de cuerpos extraños).

Consiste en la introducción violenta de un cuerpo extraño de cualquier naturaleza en las vías


respiratorias que bloquea el paso del aire produciendo una asfixia por sofocación, además de
desencadenar en algunas ocasiones un reflejo inhibitorio bruscamente mortal.

En cuanto a su etiología lo más normal en este tipo de sofocación es que sea accidental, puede
darse tanto en niños como en adultos, donde los cuerpos extraños que originan la sofocación
pueden variar. En los niños se trata muy a menudo de chupetes, metras, alfileres, caramelos o
juguetes, y muchos objetos más que llaman su atención, introduciéndolos en la boca. También
puede tratarse de materias alimenticias mal masticadas, o cuando haya venido un vómito y las
partículas alimenticias hayan penetrado dentro de las vías aéreas, y hasta las lombrices pueden
perseguir esa vía. En los adultos estos casos accidentales se tratan algunas veces de cuerpos
extraños exógenos: monedas, dentaduras postizas y hasta cigarros, etc. Pero, lo más habitual es
que sean bolos alimenticios, poco o nada masticados, que se enclavan casi siempre en la epiglotis
o por encima de las cuerdas vocales. En alguna ocasión, el causante de la sofocación es una
materia patológica procedente de órganos vecinos, como el pus cuando se rompe una colección
purulenta, o la sangre cuando se rompe un aneurisma en la aorta, inundando el árbol respiratorio
al penetrar en este.

La variedad homicida consiste en introducir trapos u otros objetos en la boca de la víctima para
impedirle la respiración. Se combina con otras formas de violencia. Otras veces puede suceder que
la misma mano sea introducida violentamente dentro de la boca, tapando por completo esta
cavidad. La forma suicida es excepcional, sus pocos ejemplos conocidos se encuentran en las obras
clásicas de medicina legal. Hablan de alienados, sobre todo, que se introducen en la boca
pañuelos, corbatas etc., logrando a veces sus propósitos.

Signos: En los casos en que violentamente se hayan introducido en la boca cuerpos extraños, se
verán congestiones de mucosa de la boca, equimosis, pequeñas heridas en la lengua, zonas
congestivas en la faringe y el velo del paladar; y en casos de maniobras brutales, verdaderas
rupturas y desgarraduras de los tejidos bucales y faríngeos. También se encuentran los cuerpos
extraños causantes de las obstrucciones, más o menos profundamente introducidos.

Es claro que además se encontraran en los pulmones congestiones y las equimosis subpleurales y
subpericardicas, con la mayor frecuencia. Cuando se presenta la muerte instantáneamente, no ha
habido tiempo a que hubiera falta de aire, sino que tiene que admitirse el mecanismo de
inhibición.

Sofocación indirecta: se produce por comprensión directa del tórax y el abdomen o por carencia
del aire respirable. Pueden ser:

3) Comprensión externa toracoabdominal.

Denominada también sofocación externa indirecta, tiene lugar mediante comprensión mecánica
externa e inmovilización de las regiones torácicas y abdominales, que impiden los movimientos
respiratorios y la consiguiente ventilación pulmonar.

Su etiología; se presenta con mayor frecuencia accidentalmente, en los derrumbamientos en que


queda el cuerpo del individuo debajo de un muro, de escombros, etc. En los accidentes
automovilísticos en que el peso de una maquina aplana el abdomen y el pecho de una persona o
en los accidentes ferroviarios, en que queda aplanado el tórax y el abdomen entre vagones. Su
origen puede ser también criminal, uno de los casos es cuando la víctima luego de ser embriagada
es arrojada al suelo, comprimiéndole el tórax con todo el peso del asaltante, es decir, con su
pecho y al mismo tiempo colocaba una mano sobre la boca y la nariz, y con la otra mano ejercía
presión de la mandíbula inferior sobre la superior.

Signos: El aspecto de los cadáveres es especial:

La cara intensamente amoratada, los labios vultuosos, los ojos prominentes (Mascarilla
equimótica de Morestin), fenómeno explicable por la acumulación de la sangre venosa en la
extremidad cefálica, debida a la detención circulatoria en el tórax.
En cara, cuello y parte superior del pecho aparece un tinte violáceo uniforme, sobre suyo fondo
resultan multitud de equimosis puntiformes de color rojo oscuro casi negro. Las conjuntivas y
parpados están igualmente sembrados de tales equimosis. Este conjunto de signos ha recibido el
nombre, de mascarilla equimótica, por Morestin. En las mucosas cefálicas y en la variedad
orbitaria se comprueba la presencia de lesiones hemorrágicas profundas. En el resto del cadáver
encontramos el síndrome asfíctico general, los pulmones congestionados con placas de enfisema
pulmonar y equimosis de Tardieu, abundantes y esparcidas. Así como lesiones de aplastamiento
en tronco (fractura de costillas, laceraciones viscerales).

4) Sofocación por carencia de aire respirable:

4.1) Confinamiento: se produce cuando uno o varios sujetos quedan encerrados en un espacio no
ventilado hasta agotar la capacidad de oxígeno, produciéndose finalmente la asfixia.

Etiología: puede ser accidental respecto a los niños, que durante el juego quedan encerrados en
un baúl, armario, o espacio no ventilado; y también en adultos atrapados en sectores de túneles o
minas cundo sus bocas han sufrido derrumbamiento, o cuando se hunde un submarino y la
tripulación permanece en su interior sin ventilación.

Otras veces puede tratarse de confinamiento con fines homicidas frecuentes en el infanticidio, al
introducir en maletas o cajas al recién nacido; o de secuestros donde se coloca a la víctima en
piezas pequeñas y sin ventilación. En el mecanismo de estas asfixias intervienen varios factores,
aparte de la privación de aire respirable, especialmente la intervención de gases tóxicos, lo que en
realidad la sitúa en un lugar especial. Un caso de déficit parcial de oxigeno es el mal de montaña o
de parámetro, que padecen personas que han ascendido a grandes alturas (2.500 metros o más
sobre el nivel del mar).

Signos: además de los signos comunes de la asfixia (cogestión visceral, equimosis subpleurales,
etc.), el edema pulmonar agudo y dilatación de los ventrículos. En las asfixias por confinamiento, la
violencia debe buscarse fuera de los orificios respiratorios y precisamente en el ambiente externo
que por una razón mecánica particular, se vuelve pobre o totalmente privado de oxígeno.

Se encuentra en el cadáver: diaforesis intensa, signos de defensa, desgaste de uñas en intento de


abrir vías de aire, presencia de emuntorios por dilatación de esfínteres.

4.2) Sepultamiento: cuando se introduce el cuerpo vivo de una persona o solo sus orificios
respiratorios bajo tierra, ceniza, trigo, arena u otro medio pulverulento, se produce también una
asfixia, porque está impedida la introducción de aire en los pulmones, y en cambio obstruyen las
vías aéreas las partículas del medio pulverulento, donde se efectúan los movimientos fisiológicos
de la respiración. Este mecanismo puede asociarse a la comprensión torácica o también a la
oclusión de los orificios y de las vías aéreas por los materiales sepultantes, por eso puede ser una
sofocación directa o una indirecta.

Etiología: El Sepultamiento en el común de los casos es de carácter accidental, pero no por ello
debe excluirse la posibilidad criminal, especialmente en situaciones infanticidas. Las acciones
ocurren por deslizamiento de cerros o de paredes de zonas encavadas, caídas en silos o depósitos
de sustancias pulverulentas en general, con yeso, harina, trigo y otros cereales. Cuando ocurre el
Sepultamiento parcial (cara), casi siempre la victima esta privada del conocimiento (ebrios,
epilépticos, etc.).

Signos: en la muerte por sofocación producida por enterramiento se encuentran los signos
generales de la asfixia, además el medio extraño que obstruyo las vías respiratorias; uno de los
signos más importantes para demostrar que una persona ha sido enterrada viva es la presencia de
partículas pulverulentas en la laringe, tráquea, los bronquios en sus pequeñas ramificaciones, lo
mismo que en la faringe, el esófago y el estómago, ya que no pueden penetrar a profundidad.

La Sumersión:

Es la asfixia en la cual esta sustituida la inspiración de aire por penetración de líquido en las vías
respiratorias debido a la sumersión del cuerpo. No es necesario que la inmersión sea de todo el
cuerpo, basta que estén sumergidos sólo los orificios respiratorios (fosas nasales y boca). De ahí
que se hable de sumersión completa e incompleta.

Fisiopatología. Se distinguen varias fases:

1) Fase de sorpresa: al entrar en contacto el cuerpo con el líquido se produce una inspiración
profunda fuera del agua, con lo cual hay una entrada grande de aire.
2) Fase de Apnea: para evitar la penetración del agua, se produce al estar totalmente
sumergido el cuerpo, al principio es voluntaria, interrumpida por movimientos
espiratorios.
3) Fase de Disnea: hay expulsión de aire, e inspiración con penetración de líquido por
irritación de los centros respiratorios y estimulo laríngeo.
4) Fase de Muerte Aparente: hay suspensión de los movimientos respiratorios, hay midriasis,
irreflexia, se pierde la sensibilidad, y hay convulsiones.
5) Fase Terminal: fugaces y débiles movimientos respiratorios, luego respiración jadeante,
pausa respiratoria preterminal a la que sigue un movimiento inspiratorio profundo con
entrada de líquido abundante, y luego la muerte.

Etiología: es accidental se trata de una caída fortuita en el medio líquido, o también de


imprudencias natatorias. En el primer caso, puede tener lugar tanto en aguas profundas como en
charcos. Resulta raramente ser suicida u homicida, sin embargo en el primer caso se han conocido
casos de madres que se han arrojado al mar con sus hijos pequeños en brazos. En cuanto al
homicidio la sumersión criminal es muy rara y, desde luego, de muy difícil demostración, aunque
esto depende de la forma en que se haya llevado a cabo el hecho, ya que si previamente se aturde
a la víctima antes de ser empujada al mar por ejemplo, será posible la comprobación en el cadáver
de tales maniobras.

Lesiones Cadavéricas:
1) El cadáver presenta enfriamiento, encontrándose cianosis de la piel en los ahogados
azules, y palidez en los ahogados blancos (muerte por inhibición), extensas las livideces
por la fluidez de la sangre.
2) Hongos de Espuma: espuma alrededor de la boca y fosas nasales, parecida a la espuma de
jabón.
3) En la piel se aprecia la llamada “carne de gallina”, debido a la retractación de los bulbos
pilosos, traduciéndose esta retracción en el escroto, pene y pezones; también se aprecia la
maceración de la epidermis arrugada y blanquecina, sobre todo en las palmas de la mano
y planta de los pies.
4) Signos de arrastre en la región frontal, dorso de manos, rodillas y dorso de los pies.
5) Signos de mordeduras de peces, y presencia de algas y arena en la superficie del cuerpo.

Lesiones Internas; están representadas por: Tráquea, bronquios y pulmones con espuma rosácea
de burbujas finas, con presencia de líquido (agua) y cuerpos extraños, pulmones aumentados de
volumen, como insuflados, de tejido espeso y edematoso; el estómago contiene agua hasta un
litro, fluidez sanguínea e hígado cardiaco; presencia de Plankton en medula ósea y corazón.

También podría gustarte