Cuento

Rafael
el “paladín”

Jerónimo Castañeda Velásquez

 ¡Hola!, mi nombre es Jerónimo.
Les voy a contar una historia que
me conto mi abuelo sobre mi
tatara abuelo, ósea el papá de mi
papito, como bien sabemos
muchos cuentos suelen ser puros
cuentos, pero otros como el mío,
no lo van a creer, se parece
mucho a la verdad.
Y empieza diciendo así....

Todo comenzó en un 24 de
diciembre estábamos celebrando
la navidad en casa de mi abuelo
cuando nos reunió para
contarnos una gran historia.
Todos fuimos a la mesa y
escuchamos toda esa gran
historia.

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Mi tátara abuelo materno, se
llamaba Rafael Velásquez,
vivía en una humilde
vivienda en la ciudad de
Medellín. Empezó el cuento
diciendo que… Rafael se
alisto al ejército colombiano,
era muy bueno y era capaz de
hacer lo que sea, hasta
alcanzó uno de los rangos
más altos llamado dentro de
la milicia “sargento”, 3 años
después comenzó la segunda
guerra mundial.

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 Estados Unidos se quedaba sin apoyo por
lo cual pidieron un poco de ayuda a
Colombia y alistaron 300 hombres
colombianos para ir a esta cruel guerra;
como todas ellas. Pasó un mes para llegar
al campo de batalla el recorrido era
abrupto y difícil para acceder. Todos ellos
cuando llegaron, con mucho temor, le
pedían a Dios que los ayudara, habían
soldados de muchos países como los
italianos, franceses, estadounidenses y por
supuesto los colombianos; y precisamente
en donde se encontraba eran la gran
mayoría colombianos.

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Llegaron a unas pequeñas
tiendas o carpas donde
guardaban armas y
suministros para la guerra
también allí, se
encontraban médicos
tratando de salvar vidas,
esas imágenes eran muy
perturbadoras, en eso
llegó el ocial a cargo de
ese pelotón; de esta guerra
que la denominaron d-
Day (día d),

le dio órdenes explícitas al sargento Rafael, es

decir, mi tátara abuelo. ¡Ayyy que orgullo!
Las órdenes eran que cuando amaneciera
iban a tomar una zona llamada Forest
(bosque). Comenzaron a cavar unos huecos
para poder dormir y cuando apareció una
serpiente y Rafael salto del susto, cogió su
cuchillo y la ataco, matándola ¡claro está!.
Como augurando un mal presagio

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Ya eran las 7:30 de la mañana
cuando comenzaron a avanzar a
la zona propuesta, iban pasando
y pisando cadáveres olorosos y
nauseabundos; quitaban mucho
la tranquilidad y el sosiego,
comenzó el tiroteo, no pudo ver
prácticamente nada, era como
humo y a los instantes comenzó
a disparar sin saber de dónde
venía el fuego enemigo no se
supo cuántas bajas tuvieron,

los alemanes se rindieron y

tomaron esa zona, los que
quedaron vivos se los llevaron
como prisioneros de guerra.
Rafael llego sano y salvo al
campamento, también ayudo a
trasladar el campamento a ese
lugar de guerra el cual habían
tomado con las armas.

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 Como Rafael era sargento le
asignaron un pelotón, la cual
tenía que dirigir adecuadamente.
Al día siguiente Rafael se alisto
para ir nuevamente al campo de
batalla. El día era muy lindo
como para una guerra tan
sangrienta como se esperaba,
comenzó esta gran batalla, él era
muy destacado junto a su
pelotón, pero vio que a uno de
ellos le habían disparado,
rápidamente fue donde él, le
inyecto morna para que se le
quitara ese dolor de muerte.
Pasaron 2 horas y por n se
había acabado esta guerra del
día “d”, ya que el propósito de
esta zona era recuperar el
occidente de Alemania que era
anteriormente Francia.

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 Regresó con su pelotón hacia el barco y lo
que no sabían es que ayudaron a muchos
países de Europa, al llegar a una zona
llamada Pearl Harbor, al día siguiente
escucharon bombas estallar en los barcos, él
se alisto y fue a combatir, tomo un tanque y
empezó a disparar la torreta, derrumbo
muchos aviones y mató a muchos soldados,
pero recibió 4 disparos en su hombro, brazo
y pierna, desfalleciendo, nos cuenta mi
abuelo, que aún así, tomó su arma y
comenzó a disparar por todo alemán que
veía y cualesquier cosa que se moviera, solo
tenía 1 cartucho con 12 balas en aquel
momento y lo gasto todo,

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 pero no sin antes derribar un
avión que iba directo a la iglesia
donde se refugiaban muchas
personas, pero recibió otro
disparo más, y quedo totalmente
inconsciente, un soldado médico
designado por las Naciones
Unidas, lo vio desde la distancia
y le puso morna tratando de
salvarlo, el recupero su
conocimiento y fue directamente
al hospital… solo su conciencia y
aquel soldado que le salvó la
vida, fueron los únicos
espectadores de tan loable
hazaña.

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Ese día los Estados Unidos lograron defender
esta zona, a pesar de que los habían tomado
por sorpresa. Muchos soldados murieron,
hundieron 2 barcos, varios aviones al suelo y
destruyeron casi lo que pareciera una ciudad
completa. La mala noticia fue que perdió 4
soldados de su pelotón; Con esta mala noticia
Rafael se desanimó. Pero continúo con sus 5
soldados más. Siguió adelante porque lo
único que lo motivaba era su deber consigo
mismo y por supuesto a su patria. Después
de haber combatido en esta guerra, Rafael se
fue a su humilde hogar en las comunas de
Medellín.

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 Un 14 de enero los Estados
Unidos lo buscaron y lograron
encontrarlo; ¿y para qué? Pues,
para entregarle la medalla de
honor por hacer eso tan heroico
en guerra, por ayudar a lograr
los objetivos patrióticos y que
gracias a ello, pudo salvar a
millones de personas. Recibió la
medalla de honor
estadounidense y también la
medalla de honor colombiana.
Rafael nunca se imaginó, que
aquel soldado que le ayudo al
rescate cuando fue herido, era
nada más y nada menos que el
hijo mismo del Presidente de las
Naciones Unidas y fue el quien
se propuso a encontrarlo porque
nadie más hubiera sabido de tal
proeza y de tal sentido heroico.

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 Tal historia contada desde las
palabras de mi abuelo me hace
sentir diferente, me llena de
orgullo, me exalta, aun sin que
directamente me hubiese
sucedido, pero, que sentir que
dentro de mi sangre uye y corre
tal patriotismo, es sinónimo de
admiración y de total entrega
para mis actividades y proezas
de aquí en adelante.

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Lo único que puedo pensar y después de
toda esta historia que me conto mi abuelo
es que me deja una enseñanza muy
importante y un subrayado en mis
principios, y que trata de que no, nos
podemos rendir nunca, así sea algo muy
duro o complicado, porque podré
entender que en algún momento nuestras
buenas acciones serán recompensadas
por aquellas personas que todavía no
conozco; pero que de alguna manera les
tocará su alma y la historia se repetirá de
igual forma para muchos, una y otra vez.

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 Jerónimo Castañeda
Velásquez
Nació en Medellín, el día
cuatro de noviembre de
2008, además las letras es
un entusiasta deportista,
entre sus actividades
favoritas se encuentran: El
bicicross, la natación, el
ciclomontañismo y
guardametas.

Se destaca por su
participación activa, su
perseverancia y su gran
corazón con el prójimo.
Cabe destacar que la lectura
y la escritura han sido
importantes desde sus
primeros años de vida. Lo
importante es que sus
principios y valores lo han
acompañado durante estos
años y son motivo
suciente para convertirse
en un verdadero campeón.