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Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación

Carrera de Psicología Clínica

Tutoría: Entrega final

Tema:

Dilemas éticos: Maternidad subrogada

Autores:

Doménica María Cifuentes Ansaldo

Nohelia Samantha Cuzco Toro

Luis Alejandro González Rodríguez

Arianna Carolina Tello Carvache

Deyaneira Lizbeth Vera Peñafiel

Joan Sebastian Zea Naranjo

Moisés Humberto Zea Ruiz

Materia:

Ética aplicada a la profesión

Paralelo:

“B”

Nombre de la profesora:

Sonia Josefina Rodríguez Jaramillo

Fecha de entrega:

Jueves, 13 de agosto del 2020


Tema: Maternidad subrogada

Objetivos:

Generales:

 Contrastar las diferentes posturas respecto al dilema ético que entorna


la temática de la maternidad subrogada, de manera que se logre
analizar la gestión de los valores y creencias de los individuos a través
de la búsqueda bibliográfica argumentativa.
 Identificar los riesgos y consecuencias en la salud mental de la mujer
gestante participante en la maternidad subrogada, para visibilizar los
efectos de esta condición a largo plazo a través de la recolección de
información por medio de entrevistas a profesionales de la salud.
 Verificar la vigencia de la maternidad subrogada en el Ecuador,
mediante la recaudación de datos estadísticos, para demostrar la
garantía de los derechos de los diferentes individuos implicados.

Específicos:

 Identificar el correcto direccionamiento, por parte del psicólogo clínico,


hacia problemas de maternidad subrogada.
 Observar el dilema ético que se encuentra al momento de tratar con un
caso de esta problemática.
 Constatar la gran variedad de casos de maternidad subrogada que dejan
problemas psicológicos, además de cómo la discriminación por parte de
entidades superiores no brinda el correcto acompañamiento en ellos.

Justificación:

La importancia de este tema radica en querer abordar los dilemas presentes en


la maternidad subrogada y como profesionales de la salud y el psicólogo clínico
enfrentan este tema profesional- paciente.

Se define a la maternidad subrogada como el suceso que vincula a una mujer


para quedar embarazada y llevar a cabo la gestación a término alumbrando a
un recién nacido por medio de un contrato a título gratuito u oneroso con otra
persona que se convertirá en padre o madre de este nuevo ser. Ella tendrá que
ser apta para procrear y ceder los derechos de este nuevo ser humano
(Villamarín, 2014).

Esta técnica de reproducción asistida, gracias a las diferentes variables que se


encuentran en su práctica, ha originado grandes debates y controversias entre
diversos marcos, especialmente los sanitarios, éticos, jurídicos, empresariales
o religiosos; además, su selección por parte de los padres viene influenciada
por los argumentos a favor y en contra existentes. Para solucionar estos
dilemas, es primordial valorar cada argumento y aplicarlo a la sociedad actual,
ya que es un método no idealizado, es decir, puede afectar a toda la
humanidad.

De esta manera, la finalidad de esta investigación es proporcionar argumentos


de diferentes colectivos sobre este dilema ético y sus principios, para aclarar
bajo estas fuentes de información y entrevistas con 3 profesionales acerca de
lo que se piensa sobre este proceso.

Palabras clave: Deseo materno, maternidad, sexualidad femenina, infertilidad,


aborto, reproducción asistida, paternidad, discurso psicológico.

Preámbulo del dilema ético:

El Código Civil describe que las personas no pueden ser objeto de comercio o


transacción contractual. Sin embargo, cada vez son más las personas que
recurren a esta polémica actuación para ser padres o madres. Se dirigen a
organizaciones que operan en países donde la gestación subrogada está
permitida y, tras el pago de cuantiosas sumas de dinero, se hacen con un hijo
que ha sido gestado por una mujer que se compromete, mediante contrato, a
llevar a cabo la gestación y a renunciar al bebé.
A pesar de los impedimentos en los consulados donde se inscriben a los recién
nacidos, una instrucción notarial abrió la puerta de la inscripción en el 2010,
siempre que el registro se dé en aquellos países donde ese tipo de gestación
sea legal y con un beneplácito judicial.
Se pone sobre la mesa un asunto de una gran controversia moral. Varias
organizaciones han criticado con dureza una práctica que implica
inevitablemente un comercio y que contiene la renuncia a un derecho
fundamental a cambio de dinero y con un control y unas prestaciones que
rozan a menudo la indignidad.

¿Qué pasa si el hijo nace con deficiencias o si no responde a las expectativas


del contratante? ¿Puede la madre, en el curso de la gestación, ejercer su
derecho a abortar aun a sabiendas de infringir el contrato que la tiene atada?
¿Deja de ser dueña de su cuerpo? La maternidad subrogada es, en principio,
un atentado a la libertad de la mujer que se presta a ello no por criterios
solidarios sino por una cuestión económica.

En algún estado se ha podido evidenciar el alzamiento de ciudadanos como


para la legalización. Por encima de todo, evitar el daño a los más débiles,
evaluar el beneficio social y preservar la autonomía personal y los valores
morales.

Introducción:

La idea de maternidad ha sido parte de una construcción socio-histórica y


contextual, por lo tanto, sus significados y prácticas se han situado
inevitablemente de forma particular. En este sentido, sería imposible mirar la
práctica materna desde un lugar esencialista y estático, por el contrario, se ha
transformado constantemente.

Desde un enfoque psicoanalítico, la maternidad en el inconsciente femenino


puede mantenerse en una delgada línea entre el deber y el deseo. El límite
entre el “deber ser…” y “el querer a…”, así como el de la imagen y la palabra,
es frágil como el espejo más débil. Lo difícil es distinguir hacia dónde se dirige
el sujeto y cuál es este espejo que lo constituye.

En muchos debates actuales, respecto a permitir o legalizar la gestación


subrogada, se omiten aspectos relacionados con las posibles consecuencias
para la salud de madres y bebés; esto sorprende si tenemos en cuenta que se
ha hecho un esfuerzo considerable desde diferentes ámbitos para concientizar
la importancia del embarazo para la salud física y psíquica del bebé. También
ha aumentado el conocimiento de los cambios que este trae para la madre,
junto a las posibles consecuencias para su salud mental.

De esta manera, el conocimiento científico generado se traduce en una serie


de recomendaciones que organismos como la Organización Mundial de la
Salud (OMS), UNICEF o los ministerios de sanidad de cada país han creado
para indicar cómo se debe atender a las embarazadas y sus recién nacidos; sin
embargo, los defensores de la subrogación omiten deliberada y
sistemáticamente sus actos.

La mayoría de los autores, ya sea a favor o en contra de esta práctica,


comprenden que la subrogación comercial genera un mayor riesgo de
vulneración de la gestante y, por tanto, debe situarse fuera del terreno de las
consideraciones éticas. Por esta razón, el debate ético se centra en 3
problemáticas principales:

1) Autonomía de la gestante

2) Altruismo, igualdad y justicia global

3) Derecho a la maternidad/paternidad

Autonomía de la gestante: Los argumentos a favor consideran que, si la


gestante tiene una motivación altruista, puede evitar su explotación mediante
un consentimiento realmente libre. Las ideas contrarias, en cambio, posicionan
que estas escasean en países desarrollados y se requieren otras de los
subdesarrollados para asumir la demanda planteada. 

Altruismo, igualdad y justicia global: Esto ocurre por 2 razones: la


vulnerabilidad de la mujer pobre, es decir, aquella que puede ser presa de
explotación o la falta de certeza sobre la elección libre de la gestante. Las
posiciones a favor, considerando estos riesgos, asumen que la prohibición
absoluta de la práctica puede aumentar esto y otros peligros, incluyendo la
creación de un mercado negro.
Derecho a la maternidad/paternidad: El último punto considera que ser un
padre o madre no es un derecho, sino un deseo que, de no ser cumplido,
puede generar sufrimiento. Además, debe atenderse en la medida de las
posibilidades técnicas de cada pareja, bajo un principio de compasión que todo
profesional de la salud debe asumir en su práctica.

Dilema ético:

¿Cuál es la historia que se le contaría al hijo?

Consideramos, como grupo, que existen 3 dilemas éticos respecto a esta


problemática. El primero consiste en tratar el estrés y los síntomas de las
mujeres que están alquilando el vientre, aparte de como guiarlas correctamente
en el proceso, ya que pueden arrepentirse de lo que están haciendo y, por lo
tanto, no entregar al niño que están por parir por considerarlo parte de su
sangre. Allí, el psicólogo clínico debe dejarle claro (con la táctica profesional
más conveniente) que ese bebé no es suyo genéticamente ni legalmente. El
segundo dilema como psicólogos clínicos radica en el hecho de que una mujer
viene a consulta con la duda de alquilar el vientre o no, a partir de aquello,
nosotros nos preguntamos cómo podemos guiarla si esta práctica es polémica
a nivel mundial; algunos la consideran un acto de autonomía, pero otros
afirman que es explotación al ver la vulnerabilidad socioeconómica de las
mujeres.

El último de ellos es preguntarse cómo la persona que solicita este servicio


define esta maternidad junto a su propia feminidad, elemento característico del
embarazo, frente a la casualidad de los acontecimientos.

Preguntas planteadas:

 ¿Por qué elegimos el tema?


 ¿Qué es maternidad subrogada?
 ¿Qué elementos entran en juego durante su ejecución?
 ¿Qué efectos trae?
 ¿Qué causa en el niño?
 ¿Qué conflictos existen en torno al tema?
 ¿Existe algún caso particular que atrajo nuestra atención?

Marco teórico:

Se habla de una práctica que ha tenido acogida en la contemporaneidad,


dando posibilidad de formar una familia a aquellas personas que les puede
resultar complicada la tarea de la creación de esta. “La maternidad subrogada
es el procedimiento mediante el cual una persona o una pareja encargan a una
mujer la gestación de un niño, quien será entregado a la pareja o persona que
lo solicitó después de su nacimiento” (Brena, 2010). Esta maternidad posee
múltiples variantes: desde la propia entrega de óvulos ajenos al cuerpo de la
mujer gestante; la propia puesta en los óvulos de la mujer gestante; el
intercambio del niño en su nacimiento, donde es más común en la adopción.
Estas variantes pueden ser dadas por medio de una voluntad altruista o
intercambio económico satisfactorio para la mujer gestante.

Ligada a la salud sexual, se encuentra la maternidad. La salud sexual se


entiende como la experiencia que predomina el bienestar físico, psicológico y
sociocultural que está relacionado con la sexualidad del individuo. Estos tienen
derecho a la libre expresión y la responsabilidad del bienestar personal y social
de manera que se puedan garantizar a través del reconocimiento. Este
reconocimiento de la salud sexual nos liga a la libre elección y autonomía de
los ejerción de la sexualidad de los individuos; a su vez, la garantía del
bienestar psicológica de estos. Esta posición puede resultar contradictoria
respecto a la focalización de la maternidad subrogada.

La libertad reproductiva sostiene una libre ejecución de esta, donde el individuo


tiene el derecho de elegir de qué manera, cómo, con quién o no ejercer su
sexualidad. Esto trae sus pequeñas limitaciones, donde se recae en afectación
a terceros y debe cerrarse ante su posible consecuencia. Pues bien, la libertad
de procreación está ligada a la libertad sexual de manera en cómo se puede
concebir. De esto modo, se puede anclar las técnicas de reproducción asistida
como nuevo modo de procreación que suponen una nueva garantía de la
manifestación de los derechos a una familia. Estas técnicas de reproducción le
abren una puerta a aquellas personas que no pueden concebir por cuestiones
biológicas de manera que se mantiene sus derechos reproductivos.

La autonomía de la corporeidad permite sostener que las mujeres puedan


manejar sus cuerpos, por lo que tiene la elección de poder decidir ejercer un
contrato de rentar su útero o dar sus óvulos. “Esta postura se basa en la
presunción de la racionalidad y madurez de las partes para tomar decisiones y
es la que mejor traduce los intereses de los diversos sujetos en juego” (Brena,
2010). Muchas mujeres que tienen poca posibilidad económica, acceden a este
método para poder subsistir. Esto no vulnera su dignidad ni es reprochable,
estas mujeres poseen la capacidad de decidir llevar a cabo una prestación de
servicios a cambio de beneficios económicos. 

El colectivo feminista destaca un argumento en contra de esta forma de


concepción, donde refuerzan los ideales de géneros que se mantienen de que
la mujer es un “aparato de reproducción”. Los argumentos en contra de la
maternidad subrogada mantienen que se trata de una práctica “antinatural”
donde se renta la concepción de un embrión en un cuerpo ajeno. Esta renta
refuerza la mercantilización de los cuerpos femeninos con fines reproductivos,
donde se aprovecha la vulnerabilidad económica disfrazada de libertad. “La
madre portadora se disocia de sus sentimientos y de su propio cuerpo al que
reduce a un medio que deviene en una máquina. La mujer que ofrece su
cuerpo y está obligada a negociar una parte de sí misma queda disociada y
reducida a lo manipulable” (Candal, 2010, p.11). Es decir, la mujer se deshace
de algo que le perteneció en un principio a su cuerpo, pero por contrato no es
parte suya. Además, esta práctica conlleva un poder donde se aprovecha la
vulnerabilidad de las mujeres y se esfuerza a someterse a un estado temporal
de cambios psicológicos y físicos ante una necesidad económica. Es decir,
estas mujeres están obligadas a someter su cuerpo gracias a las
circunstancias para buscar salidas para poder sostenerse.

Marco conceptual:

Maternidad:
Si bien el concepto de maternidad no solo se enfoca en la capacidad biológica
de concebir, también se refiere a un constructo social de cuidado. Se trata de
un fenómeno de discurso imaginario, que confluye en el efecto de reforzador de
género; es decir, bajo ciertos parámetros se puede calificar con maternidad a
un género. Ligada al cuerpo de las mujeres, se trabaja el concepto de
maternidad desde la vivencia que tienen estas mujeres con el desarrollo del
hijo. Muchas veces no solo se enfatiza desde el nacimiento, también se logra
abordar desde las etapas del desarrollo del embarazo. 

La maternidad ha sido entendida como un elemento fundamental en la esencia


femenina, lo cual ha provocado que se relacione la palabra mujer con el hecho
de ser madre. Sin embargo, desde una posición feminista, esta postura ha sido
debatida, ya que se considera inexistente la relación mencionada
anteriormente, pues se entiende como una representación cultural (Marrades,
2002). 

Además, la maternidad es un término que se encuentra en permanente


evolución y en el cual incide tanto factores culturales como sociales, que lo han
relacionado con las definiciones de mujer, procreación y crianza (Molina, 2006).

Amor maternal:

Es el vínculo establecido entre madre e hijo, no necesariamente procedentes


del mismo hilo biológico. Para muchos autores, los seres humanos tenemos la
capacidad de simbolizar diversos fenómenos que acontecen; como tal, el ser
humano es un individuo histórico. Palomar (2005) afirma que el amor maternal
no es innato, sino que se va adquiriendo en el transcurso de los días pasados
junto a la criatura y a partir de los cuidados que se le brindan, bajo ciertos
contextos socio-culturales.

Feminidad:

Para Lagarde (1997), la feminidad está atravesada por una dimensión óntica de
ser para otros, donde adquiere sentido vital y reconocimiento de sí por su
contribución a la realización de los demás. Esta condición remite a la mujer a
una permanente incompletud y la ubica al servicio de una ética de cuidados:
dar, preservar, proteger y reproducir la vida. Los demás siempre tendrán
prioridad sobre ella vehiculizando su ser femenino en la postergación de sí
misma y construyendo su identidad en función de esta relación de servidumbre,
sometimiento y dominio. La prohibición de ser para sí se constituye a partir del
surgimiento del patriarcado en un tabú cultural, cuya transgresión es
socialmente peligrosa y se vive con vergüenza y culpa, lo cual ejerce una
función de control y coerción introyectados bajo la modalidad de “mala
conciencia”.

Tipos de gestación maternal:

La gestación se clasifica en tradicional y gestacional. La primera ocurre cuando


una mujer accede a quedar embarazada mediante inseminación artificial con
material genético del padre intencional, el nuevo ser tiene el material genético
de su madre gestante y el donador del semen, y los padres intencionales del
bebé son los considerados legales. La subrogación gestacional, en cambio, se
presenta cuando el material genético  tanto  del  hombre  como  la  mujer  es 
donado  e implantado mediante la fecundación in vitro en un laboratorio en la
mujer gestante; el nuevo ser tiene el ácido desoxirribonucleico (ADN) de ambos
padres intencionales (Rodríguez y Martínez, 2012).

Elementos de reflexión bioética:

Argumentos en contra de la práctica de la gestación por sustitución o de


madre subrogante: ¿Cuál es el deseo materno? ¿Qué pasa en los casos
donde hay pareja?

Ámbito médico, práctica no ética:

 Desarrollar nuevas modalidades a un proceso natural (la maternidad) no


es aceptable, ya que niegan la naturaleza humana y la dignidad
femenina.
 En estos modelos se pervierten los lazos madre-hijo, transformándose la
gestante en una fábrica y generando nuevas categorías conceptuales
del hecho natural de ser madre integral.
 Transforma a la mujer gestante y al hijo en un medio y no respeta su
consideración de fines en sí mismos, propia de los seres humanos.
 Es una nueva forma de control y explotación integral de la mujer.
 Es un atentado contra la dignidad de la mujer (adquiere precio una parte
del todo de su integridad).
 El proceso implica un atentado contra la dignidad del nuevo ser.

Argumentos a favor de la práctica de la subrogación en la gestación:

 El procedimiento logra el alivio de la carga que conlleva la infertilidad.


 No se puede hablar de explotación, es un contrato libre y aceptado.
 Es una demostración objetiva del ejercicio pleno de la libertad de la
mujer gestante y del dominio y propiedad de su cuerpo.
 No se ha cuantificado un posible daño en la gestante ni en el niño, e
investigaciones sobre el tema indican que no se produce.

Marco legal: Código Civil

En 1860, año en que se registró el Código Civil, era impensable que regule las
técnicas de reproducción asistida, entre ellas la maternidad subrogada. Se ve
tomar en cuenta el Artículo 60, que menciona:

El nacimiento es el hecho que fija la existencia legal de una persona.


Cuando el niño o niña se encuentra todavía en el vientre materno sin
negar que tiene derechos, su existencia legal se encuentra suspensa
hasta que la criatura sea separada completamente de su madre.

Posteriormente, en el Artículo 261, se estipula que la maternidad es un hecho,


este hecho deriva en el ser una mujer la verdadera madre.

Esta estipulación exige que se cumplan dos condiciones, la primera, el


nacimiento del hijo o hija y la segunda la identidad del mismo. No es suficiente
que una mujer dé a luz un hijo para que se le considere madre de éste, es
necesario establecer que he dicho hijo es el mismo que la mujer dio a luz; esto
es, que hay una identidad entre quien pasa por hijo de la tal mujer y el que está
dio a luz en realidad.
Seguidamente se prevé la posibilidad de impugnación de la maternidad, pero
únicamente por motivos falsedad del parto o su plantación del pretendido hijo al
verdadero.

A partir de estos artículos, es posible realizar un análisis sobre la importancia


por la cual nuestro ordenamiento jurídico ha establecido que madre será
aquella que da luz. Durante el periodo gestacional, el feto realice importantes
interacciones con el fluido amniótico, el útero, etc. y responde a los estímulos
de todos ellos, actividades vitales para un buen desarrollo.

Se podrán diferenciar teóricamente a una maternidad biológica que está dada


por quien lleva al niño en su vientre y le da luz, se fija por el hecho del
nacimiento por parto. La maternidad genética está dada por quien aporta el
material genético, en este sentido sería la madre genética aquella que aporta
su óvulo para la consecución de un embarazo. Y la maternidad legal es aquí en
la ley le atribuye esta calidad. De acuerdo a la interpretación del artículo 60 del
código civil en el Ecuador la maternidad legal siempre será atribuida aquella
mujer que dio a luz a una criatura.

Esta interpretación excluye como tal como madre legal a la mujer que
proporcionó el material genético o aquella quien realmente quiere obtener la
maternidad.

A manera de conclusión se puede decir que, en el ordenamiento jurídico


ecuatoriano, la maternidad biológica y la maternidad legal, recae siempre en la
misma persona ya que las dos se determinan por el hecho del nacimiento
parto. Es decir, tanto a la madre legal, como la biológica será que ya quedaba
luz al niño o niña independientemente de si existe donación de óvulos o
utilización del mismo por la madre gestacional.

En el caso de la maternidad subrogada, se le atribuye la maternidad legal


aquella mujer que ha gestado y dado a luz a un niño o niña “en cualquier caso
y sin cuestionar el alcance de las variantes que puedan existir, se atribuye a la
maternidad de gestación el mayor rango, por la estrecha relación pacífico física
con el futuro descendiente durante los nueve meses de embarazo”.
Marco estadístico: 

Según datos obtenidos en la revista Vistazo (23 de abril del 2015), en el


Ecuador el primer caso de nacimiento de un niño a través de técnicas de
reproducción asistida se dio el 10 de junio de 1992 y lo llevo a cabo el Dr. Iván
Madera, quien hasta la actualidad es pionero en realizar aplicar este tipo de
técnicas reproductivas.

Por otro lado, según reporte del diario Expreso, en el año 1998-1999, diputados
del entonces Congreso Nacional intentaron crear una Ley de Familia, en la cual
se trataba temas relacionados con las técnicas de reproducción asistida, sin
embargo solo quedó en un proyecto.

En Ecuador no se contempla la celebración de un contrato por maternidad


subrogada, por cuanto este tipo de figuras no se encuentran reguladas ni
mucho menos permitidas por la legislación, ya que desde un punto de vista se
podría determinar que se estaría lucrando con la vida de una persona. La
maternidad subrogada en el país se la podría considerar como un convenio
consensual, perfeccionado mediante el acuerdo y consentimiento de las partes.
En este punto es donde necesariamente es indispensable indicar que, en el
territorio nacional la maternidad subrogada se ha venido realizando de dos
maneras altruista y onerosa.

Según datos obtenidos del diario El Comercio (10 de julio del 2016) el proceso
de maternidad subrogada en Ecuador, cuesta aproximadamente 8.500, ya que
en la mayoría de los casos se lo realiza de manera onerosa. Se puede palpar
claramente como a través de las redes sociales mujeres ofertan su vientre para
ser alquilado.

El alto índice de casos de esterilidad de mujeres en el Ecuador ha sido el


preámbulo necesario para que las nuevas técnicas de reproducción asistida
tomen más auge, siendo estas consideradas como una alternativa eficaz al
problema de esterilidad e infertilidad.

Según un informe de la Red Latinoamericana de Reproducción Asistida del año


2008, en Ecuador, existen alrededor de 4 centros médicos en los que se lleva a
cabo procedimientos de reproducción asistida y aproximadamente 474 ciclos
de procedimientos de los mismos. El informe de la Red Latinoamericana de
Reproducción Asistida demuestra que dichos métodos, en los que se puede
incluir a la maternidad subrogada, únicamente van a continuar vigentes en
nuestro país.

Por otro lado, según datos provenientes de la misma fuente, en Ecuador han
nacido aproximadamente 1100 niños por técnicas de reproducción asistida
entre 1990 hasta 2013. Al parecer, el número de prácticas que se han llevado a
cabo no han cesado, connotando una vez más la necesidad de regulación
jurídica dentro de nuestro país. Indiscutiblemente, en Ecuador, esta práctica
únicamente se seguirá desarrollando y su necesidad de legislación es idónea
para regular y precautelar la salud de los menores y las madres subrogadas.

Entrevistas:

Entrevista #1: Psicólogo Clínico Álvaro Rendón.-

Breve introducción sobre la familia:

Eric Laurent, en el texto ‘‘El niño y su familia’’, menciona que hoy el mito
edípico de Freud no alcanza para poder analizar la familia y toma referencias
de Lacan respecto al niño objeto a liberado de la familia, es decir ese niño que
ocupa un lugar como un objeto en la función paterna y materna de los que lo
crían, teniendo en claro que son funciones psicológicos y no tiene nada que ver
si es un hombre biológico o mujer biológica. La acogida del deseo sería lo
materno y el límite del goce y regulación de la tríada sería lo paterno. De ahí es
que pueden existir configuraciones parentales homoparental y otras.

1. ¿Por qué usted considera que la maternidad subrogada es muy


utilizada actualmente?

Ucrania es la capital de la maternidad subrogada, está permitida esta práctica


si son una pareja heterosexual, aparte de que hay que dar pruebas de que
alguno o ambos tengan alguna cuestión genética que no le permitan tener
hijos. Tenemos a la mujer que subroga el vientre y a los padres de intención,
bajo estas leyes cuando nace este niño se los inscribe bajo sus apellidos y sus
nacionalidades. En nuestro país puede que sí haya esta práctica pero no hay
datos porque no está legalizado, pero de ley pasa.

2. ¿Cuáles son las razones por las cuales una mujer desea realizar esta
técnica?

Primero hay que desnaturalizar el tema de la maternidad, el instinto materno no


existe. Cuando hice mis prácticas finales de pregrado en la maternidad
Sotomayor pude ver que habían mujeres no tenían ningún tipo de vínculo con
‘’eso’’ que habían parido, pero también habían mujeres que sí.

3. ¿Cuáles son las posibles consecuencias que generarían en el niño?

Mi orientación como psicólogo y lacaniano no me permite colocar algo como


bueno o malo, son circunstancias que pasan y que los efectos hay que irlos
viendo.

4. ¿Existe algún caso particular que haya podido atender?

No, pero tengo un paciente adoptado que a los 11 años recién está elaborando
la novela familiar, pero él no es neurótico, así que existen otras
particularidades.

5. ¿Cree usted que en Ecuador debe legalizarse esta práctica para que la
base de la sociedad, que es la familia, no se vea afectada negativamente?

Yo escuché este tema hace un par de años, yo trabajo con temas que tengan
que ver la infancia, así que cuando estaba en un Congreso de Código de la
Niñez y la Adolescencia, un conferencista español mencionaba que en su país
este proceso no se permite pero sí se permite inscribir a estos niños que han
nacido fuera de España por medio de este proceso de maternidad subrogada.
En Ecuador sí hay casos pero no hay ninguna regulación, pero en un futuro a lo
mejor si se legalice. Es compleja la situación.

6. ¿Cree que esta técnica es idónea para familias uniparentales o con


miembros del mismo sexo?
Sí, estas familias pueden acceder estos servicios, ya que finalmente son
servicios, esto nos pone a pensar el valor de mercado que tiene ‘‘producir’’ un
niño.

7. ¿Considera usted que el hombre debería apoyar a su mujer, si esta


decide realizar el tratamiento?

Las condiciones amorosas de cada pareja son únicas, o sea esa pareja
sintomatizará de alguna forma esa situación.

8. ¿Afecta al nivel psicológico este embarazo subrogado?

Seguramente sí, y tienen que ver del discurso en el que se manejen. Pero en
mi práctica he visto que hay niños con problemas muy graves y perteneces de
familias convencionales, así que creo que las determinaciones para esos
efectos subjetivos van más allá de que si son dos mamás o dos papás o de
maternidad subrogada.

9. ¿Cómo los padres de individuos nacidos mediante este tratamiento


deberían relatarle a sus hijos sobre su nacimiento?

Se espera que todo niño debe tejer una novela familiar en donde ubica cual es
el rol de sus padres. En niños adoptados también hay cuestiones de la novela
familiar que crean, al fin de cuenta todos somos adoptados, porque la biología
no hace padre a nadie, sino a los que adoptan a ese ser como hijo.

10. ¿Considera usted que un psicólogo debería ser un partícipe


permanente en este proceso?

Sí, los psicólogos podríamos ayudar escuchando la particularidad de cada


familia, igual cada país establece estándares para ver si cada persona está
habilitada para este proceso. Es una temático importante porque se pone en
juego lo que se denomina bioética y detrás de eso en una lógica que estamos
actualmente en la que tiene que ver con el consumo. Compro y obtener un
producto, y en ese sentido un niño también se vuelve un producto del mercado.
Creo yo que como psicólogos no debemos posicionarnos desde el lugar de lo
religioso, porque estamos para atender el malestar de los seres humanos y eso
implica una ética.

Entrevista #2: Dr. Fabián Zumba Rengifo.-

1. ¿Por qué usted considera que la maternidad subrogada es muy


utilizada?

Generalmente las parejas que desean iniciar este proceso son personas
que han agotado todas las vías médicas para la consecución de una gestación,
puede tratarse de una pareja con problemas de fertilidad, una mujer sola, un
varón solo o una pareja del mismo sexo.

2. ¿Cuáles son las razones por las cuales una mujer desea realizar esta
técnica?

Viene marcada por la compensación económica que percibirá la madre


portadora o a su vez con una tipología altruista.

3. ¿Cuáles son las posibles consecuencias que generarían en el niño?

Con un buen lazo fraternal y ayuda psicológica durante su desarrollo se podría


evitar cualquier consecuencia negativa sobre la forma de concepción que tuvo.

4. ¿Qué supone, a nivel médico, el 'vientre de alquiler'?

Presta o alquilar su útero a personas desconocidas o familiares para que ellos,


mediante diferentes técnicas de fecundación, puedan llegar a tener un hijo.

5. ¿Qué pasa si la gestante se enferma durante el embarazo y tiene que


hacer tratamientos que puedan poner en peligro la vida del niño?

Todos los gastos corren por cuenta de los padres adoptivos, primero antes de
realizar cualquier tipo de maternidad subrogada se debe de tener una cita pre
concepcional para evitar un embarazo de alto riesgo y si en un caso fortuito
llegase a pasar algo inesperado durante ese embarazo se tendrá en cuenta
siempre riesgo beneficio en los tratamientos.

6. ¿Existe algún caso particular que haya podido atender?


No.

7. ¿Cree usted que en Ecuador debe legalizarse esta práctica para que la
base de la sociedad, que es la familia, no se vea afectada negativamente?

Pienso que debería de legalizarse este tipo de práctica ya que existen muchos
casos de personas que tienen condiciones de poder criar a un niño, pero no
tienen la facilidad de procrear o que simplemente no desean tener un
matrimonio y es allí donde aplicaría este tipo de maternidad.

8. ¿Cree que esta técnica es idónea para familias uniparentales o con


miembros del mismo sexo?

Si desean y tienen la condición psicológica y económica para hacerlo creo que


se les debería brindar la oportunidad de ser padres independientemente su
ideología o su condición sexual.

9. ¿Qué pasará si los clientes cambian de opinión a la hora de llevarse al


niño y la madre sustituta también lo rechaza?

Los padres tienen que por ley indemnizar a la madre vientre de alquiler, y si la
mujer no desea a su bebé debe ser puesto en adopción. Para evitar este tipo
de situaciones es necesario un adecuado seguimiento del caso porque no es
una decisión que se toma a la ligera.

10. ¿Afecta al nivel medico este embarazo subrogado?

No debería. Pero si se tomara la maternidad subrogada como netamente un


tema de negocio. Si, ya que la mujer por cada embarazo que tenga sufre un
sinnúmero de cambios fisiológicos que a futuro podría tener un impacto
negativo en su salud.

11. ¿Cómo los padres de individuos nacidos mediante este tratamiento


deberían relatarles a sus hijos sobre su nacimiento?

No debería ser un problema la crianza de un hijo que se haya dado con este
tipo de tratamiento, los valores los forjan día a día, y van a influir en su
desarrollo.
12. ¿Considera usted que un medico debería ser un partícipe permanente
en este proceso?

No debería ser solamente el medico este es un conjunto de profesionales que


deberían de seguir el proceso de la maternidad subrogada.

Entrevista #3: Psicóloga Clínica Patricia Castro.-

Ha ejercido esta labor 28 años, en el Ministerio de Educación.

1. ¿Qué concepto tiene Ud. sobre la maternidad subrogada?

En términos generales es cuando una mujer acuerda gestar un bebé debido a


un contrato previo en donde acepta ceder todos sus derechos sobre el recién
nacido, y esto lo hará a las personas con quienes lo han acordado y serán los
que asumirán la paternidad y maternidad del bebé.

2. ¿Por qué usted considera que la maternidad subrogada es una técnica


altamente utilizada hoy en día?

No tengo conocimiento si es una técnica altamente utilizada, pero mi hipótesis


es debido a los casos de infertilidad de algunas parejas, de parejas
homosexuales que no pueden concebir y porque la opción de la adopción no
les convence por no tener una relación biológica con el bebé.

3. ¿Conoce algunas de las razones por las cuales una mujer desea
realizar esta técnica?

Refiriéndome a la mujer que se somete a la maternidad subrogada, presumo


por una situación económica apremiante.

4. ¿Cuáles son las posibles consecuencias que generarían en el niño?

Consecuencias psicológicas en el niño quien fue concebido y utilizado como un


medio para fines económicos o de autosatisfacción. Estas secuelas afectarían
más a su desarrollo psicológico emocional, en la construcción de su identidad y
en el establecimiento de las relaciones sociales.
5. ¿Cree usted que en Ecuador debe legalizarse esta práctica para que la
base de la sociedad, que es la familia, no se vea afectada negativamente?

No opino con respecto a la intervención del ámbito legal y si esto ayudará a


que la familia no se vea afectada, no lo conozco. La familia se establece y tiene
su valor a partir de la influencia de varios factores.

6. ¿Cree que esta técnica es idónea para familias uniparentales o con


miembros del mismo sexo?

No lo creo, porque el nuevo ser debe llegar de una manera natural, por el
deseo de los padres y en una familia en la cual se puedan cumplir con todas
las funciones necesarias para el desarrollo integral del niño.

7. ¿Considera usted que el hombre debería apoyar a su mujer si esta


decide realizar el tratamiento?

Creo que la pareja debe dialogar y analizar todos los aspectos a favor y en
contra y sobretodo que el bebé no se lo cosifique, no se lo utilice para fines
egoístas.

8. ¿Cree usted que llevar un embarazo subrogado puede llegar afectar a


nivel psicológico? ¿Cuáles serían las peores consecuencias?

Culturalmente, nuestro país y sociedad no está preparada y el niño se sentiría


excluido, crearía confusión, conocer que fue comercializado, que su madre
gestante no lo quiso y lo vendió, esto crearía una gran afectación emocional y
baja autoestima, difícil de comprender de manera especial en la niñez y
adolescencia provocando una crisis de identidad, afectando su historia familiar
desde su percepción.

9. ¿Cómo los padres de individuos nacidos mediante este tratamiento


deberían relatarles a sus hijos sobre su nacimiento?

Lo que sí es necesario resaltar es que se lo deben comunicar lo más pronto


posible y haber establecido un vínculo de confianza, amor y seguridad muy
fuerte para que lo sostenga cuando lo conozca.
10. ¿Considera usted que un psicólogo debería ser un partícipe
permanente en este proceso?

Claro, es necesario, porque se está dando una situación donde están inmersas
personas que se van a afectar y de manera particular porque está de por medio
un niño que nace de manera vulnerable y que será el más afectado si no se
maneja de manera positiva esta situación, lo más importante es que se
prioricen las necesidades del niño, se interesen en él, en su desarrollo, en su
bienestar, en fortalecer los vínculos familiares.

11. ¿Cuál debe ser el rol ético del psicólogo ante esta problemática?

La maternidad subrogante es una decisión personal, la posición ética del


psicólogo es atender y velar por los derechos de los niños, niñas y
adolescentes por tener el interés superior del niño de acuerdo con el artículo 11
del Código de la Niñez y Adolescencia, que establece:

Art. 11.- El interés superior del niño: El interés superior del niño es un
principio que está orientado a satisfacer el ejercicio efectivo del conjunto de los
derechos de los niños, niñas y adolescentes; e impone a todas las autoridades
administrativas y judiciales y a las instituciones públicas y privadas, el deber de
ajustar sus decisiones y acciones para su cumplimiento.
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