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Comunicado para los alumnos de “El español en la Europa románica” sobre la organización

del examen de la asignatura en la convocatoria de junio (y septiembre) de 2020

Estimados alumnos:

Como probablemente ya saben, hoy, viernes 8 de mayo de 2020, el Rectorado de la UNED ha


publicado las fechas de los exámenes organizados después del 15 de junio mediante la nueva
herramienta AvEx. Por el contrario, aún no ha hecho públicas las fechas de examen previstas
para las asignaturas cuyos equipos docentes hemos elegido el sistema Quiz (Cuestionarios), a
través de la plataforma aLF, que se llevarán a cabo antes del mencionado día.

Para que los estudiantes de esta asignatura no estén en clara desventaja, y atendiendo a las
muchas peticiones de información recibidas por el equipo docente, he decidido, pese a mi
intención original de no adelantar datos hasta no conocerlos todos, informarles hoy de los
siguientes puntos:

1. El examen de la convocatoria de junio de la asignatura “El español en la Europa


románica” consistirá, como ya se ha adelantado, en una prueba objetiva calificable a
través de la herramienta Quiz.

2. El equipo docente propuso al Vicerrectorado de Calidad que la prueba de esta


asignatura se celebre en dos sesiones –una durante la mañana y otra durante la tarde–
de la última semana de junio prevista para este tipo de examen (es decir, la semana
del 8 al 15 de junio –o el 13, si no se cuentan sábado y domingo–). Como les he dicho,
en el momento en que escribo este mensaje el Rectorado todavía no nos ha
comunicado las fechas decididas.

3. En teoría, hay tres posibles modelos para llevar adelante la prueba en esta asignatura:
a. Dos preguntas de desarrollo, siguiendo los manuales de estudio, para el
contenido de los bloques I y II del programa, más un comentario de texto para
los contenidos del bloque III, todos con espacio de respuesta limitado.
b. Una batería de preguntas tipo test relativas a los contenidos de los tres
bloques.
c. Un sistema intermedio: una batería de preguntas tipo test para los contenidos
de los bloques I y II seguida de un comentario de texto, con el espacio de
respuesta limitado, para los contenidos del bloque III.

4. Pese a que en una asignatura como esta, en condiciones normales, el equipo docente
preferiría el examen del primer tipo (como el que se plantearía en una situación
distinta a la actual), es evidente que las condiciones especiales en que va a
desarrollarse la prueba, fuera de las aulas de examen, lo desaconsejan.
Lo ideal, siempre en las circunstancias actuales, hubiera sido dar a los estudiantes la
posibilidad de elegir en esta convocatoria de junio, de acuerdo con el turno (de
mañana o de tarde) preferido, uno de los dos modelos b) y c) antes descritos. Así se lo
planteé al Vicerrectorado, pero este me hizo saber que tal posibilidad no era
recomendable, pensando sobre todo en los alumnos cuya situación, laboral o de otro
tipo, les va a obligar a decantarse por una de las dos sesiones (mañana o tarde), sin
posibilidad de elegir.

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5. En consecuencia, la solución decidida es la siguiente:
- Para la convocatoria de junio 2020, el examen responderá al tipo b) de los
antes aludidos: una batería de 36 preguntas tipo test (12 por cada uno de los
bloques en que se divide la asignatura) para responder en el turno (de mañana
o de tarde) elegido por el alumno.
- Para la convocatoria de septiembre 2020, el examen –si no se ha podido
volver a la normalidad, caso en el que el examen respondería al tipo a)–, el
examen corresponderá al tipo c) de los antes descritos: 24 preguntas tipo test
para los contenidos de los bloques I y II más un comentario de texto con un
espacio de respuesta no superior a los 4000 caracteres (casi 50 líneas), para
responder en el turno elegido por el alumno.
De esta manera, los estudiantes –salvo situaciones muy particulares, a las que es
difícil, o imposible, atender– no pierden la posibilidad de elegir uno u otro modelo:
quienes decidan presentarse en la convocatoria de junio tendrán un examen del tipo
b), mientras que aquellos que prefieran el modelo c) podrán presentarse en la
convocatoria de septiembre (salvo en el poco probable caso de que la situación vuelva
a la normalidad total, lo que impondría el modelo a). Evidentemente, quienes se
presenten en junio y no consigan superar la prueba tipo b), tendrán la posibilidad de
volver a intentarlo en septiembre, ahora con la prueba tipo c).
Confío en que esta (salomónica) solución podrá satisfacer a (casi) todos los alumnos
de la asignatura. Yo, al menos, así lo deseo.

6. En el momento, confío en que muy cercano, en que el Rectorado nos comunique las
fechas para la prueba de junio en aLF les daré más detalles sobre su organización,
plazo de comunicación de las calificaciones, obtención de la nota final, modelos de
preguntas, etc. Al mismo tiempo, se colgará en la plataforma de la asignatura un
modelo para que puedan practicar antes del examen.

Atentamente:
Rafael Rodríguez Marín

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