Está en la página 1de 3

Falacia del apostador

La falacia del jugador o falacia de Montecarlo es una entonces por definición la probabilidad debe ser siempre
falacia lógica por la que se cree erróneamente que los su- 0,5 tanto para cara como para cruz. Aunque la probabili-
cesos pasados afectan a los futuros en lo relativo a activi- dad de lograr una serie de cinco caras consecutivas es de
dades aleatorias, como en muchos juegos de azar. Puede sólo 1 cada 32 (0,03125), lo es antes de que la moneda
comprender las siguientes ideas equivocadas: se tire por primera vez. Después de los primeros cuatro
lanzamientos los resultados ya no son desconocidos, y por
• Un suceso aleatorio tiene más probabilidad de ocu- tanto no cuentan. La probabilidad de lograr cinco caras
rrir porque no ha ocurrido durante cierto período consecutivas es la misma que la de cuatro caras seguidas
de una cruz. Las cruces no son más probables. Cada uno
• Un suceso aleatorio tiene menos probabilidad de de los dos posibles resultados tiene la misma probabilidad
ocurrir porque ha ocurrido durante cierto período independientemente del número de veces que la moneda
se haya lanzado antes y de los resultados obtenidos. Razo-
• Un suceso aleatorio tiene más probabilidad de ocu- nar que es más probable que el próximo lanzamiento será
rrir si no ocurrió recientemente cruz en vez de cara debido a los anteriores lanzamientos
es la falacia: la idea de que una racha de suerte pasada
• Un suceso aleatorio tiene menos probabilidad de
influye de alguna forma en las posibilidades futuras.
ocurrir si ocurrió recientemente
A veces los jugadores arguyen: «Acabo de perder cuatro
Las anteriores son ideas equivocadas que surgen cotidia- veces seguidas. Como la moneda está equilibrada y por
namente en razonamientos sobre probabilidades, muchos tanto a la larga los resultados lo estarán también, si me
de los cuales se han estudiado con gran profundidad. Mu- limito a seguir jugando terminaré por recuperar mi dine-
cha gente pierde dinero apostando debido a su creencia ro». Sin embargo, es irracional considerar las cosas «a la
errónea en esta falacia. larga» comenzando desde antes de empezar a jugar: debe
considerarse a la larga desde la posición actual, y no pue-
Sencillamente, las probabilidades de que algo suceda la de esperarse que el juego se equilibre desde la posición
próxima vez no están necesariamente relacionadas con lo inicial, pues ya se acumulan cuatro juegos perdidos.
que ya sucedió, especialmente en muchos juegos de azar.
Esto suele resumirse en la frase “Los dados (o moneda) Como ejemplo, la estrategia popular de doblar la apuesta
no tiene memoria”, pues su naturaleza es la misma, inde- (comenzar con 1, si se pierde apostar 2, luego 4, etcétera
pendiente del número de tiros y resultados previos. hasta que se gane) no funciona; véase martingala (ruleta).
Situaciones como estas se investigan en la teoría mate-
mática de los caminos aleatorios. Esta y otras estrategias
1 Un ejemplo: lanzar una moneda parecidas canjean muchas pequeñas ganancias por unas
pocas pérdidas enormes (como en este caso) o viceversa.
Con una cantidad infinita de capital disponible, podría
La falacia del jugador puede ilustrarse considerando el adoptarse esta estrategia; en otro caso es mejor apostar
lanzamiento repetido de una moneda. Si ésta está equi- una cantidad fija sólo porque es más fácil estimar cuánto
librada, las opciones de que salga cara son exactamente puede perderse en una hora o día de juego.
0,5 (una de cada dos). Las opciones de que salgan dos ca-
Adviértase que la falacia del jugador es bastante diferente
ras seguidas es 0,5×0,5=0,25 (una de cada cuatro), las de
del siguiente hilo de razonamiento (que lleva a la conclu-
obtener tres caras seguidas son 0,5×0,5×0,5=0,125 (una
sión opuesta): «la moneda da cara más veces que cruz,
de cada ocho), y así sucesivamente.
por lo que no está equilibrada, así que apostaré que en
Supongamos que se han sacado cuatro caras seguidas. el siguiente lanzamiento también saldrá cara». Esto no es
Un creyente en la falacia del jugador diría: «Si en el una falacia, si bien el primer paso (del argumento a par-
siguiente lanzamiento saliese cara, habrían salido cin- tir de un número finito de observaciones a la afirmación
co consecutivas. La probabilidad de que esto suceda es de sesgo de la moneda) es muy delicado y en sí mismo
0, 55 = 0, 03125 , así que por tanto en el siguiente lanza- proclive a falacias de su propio tipo peculiar.
miento la probabilidad de que salga cara es sólo 1 entre
Un chiste de matemáticos demuestra la naturaleza de la
32.»
falacia. Cuando vuela en avión, un hombre decide lle-
Éste es el paso falaz en el razonamiento. Si la moneda está var siempre una bomba consigo. «Las probabilidades de
equilibrada y se excluye la posibilidad de caer de canto,

1
2 5 REFERENCIAS

que en un avión haya una bomba son muy pequeñas — de un jugador debutante puede disminuir a medida
razona—, ¡así que las probabilidades de que haya dos son que los equipos contrarios descubren sus debilida-
casi nulas!» des y las explotan. El jugador debe entonces intentar
Algunos afirman que la falacia del jugador es un sesgo compensar y dar aleatoriedad a su estrategia, desem-
cognitivo provocado por una heurística psicológica lla- bocando en la teoría de juegos.
mada heurística de la representatividad. • Muchos acertijos engañan al lector haciéndolo creer
que son un ejemplo de la falacia del jugador, como
el problema de Monty Hall. De forma parecida, si
2 Otros ejemplos lanzó dos monedas, digo que al menos una dio ca-
ra y pregunto cuál es la probabilidad de que ambas
• La probabilidad de que una pareja con dos hijas ten- fueran cara, podría responderse que 50%. Esto es
ga otra es la misma que la de que tenga un hijo, o incorrecto: si digo que uno de los dos lanzamien-
que la de otra pareja con dos hijos (excluyendo in- tos fue cara entonces estoy eliminando sólo el re-
fluencias genéticas). sultado cruz-cruz, dejando los resultados cara-cara,
cruz-cara y cara-cruz. Estos tres resultados tienen
• La probabilidad de ganar en la lotería jugando siem- la misma probabilidad, por lo que cara-cara sucede
pre el mismo número es la misma que jugando un una de cada tres veces (33%). Si hubiese especifica-
número diferente cada vez: las probabilidades sólo do que el primer lanzamiento fue cara, entonces las
dependen de los números en juego. probabilidades de que el segundo (y por tanto am-
bos) fuese cara sería el 50%.

3 Falsos ejemplos
4 Véase también
Hay muchas situaciones en las que la falacia del jugador
podría parecer superficialmente aplicable, cuando de he- • Error de disponibilidad
cho no lo es:
• Falacia inversa del jugador
• Cuando la probabilidad de sucesos diferentes es no • Ilusión de agrupación
independiente, la probabilidad de sucesos futuros
puede cambiar según los resultados de los pasados. • Ilusión de control
Un ejemplo de esto es la extracción de cartas de la
• Ley de promedios
misma baraja (sin reponer las que se extraen). Si se
extrae una sota, es menos probable que la siguiente • Regularidad estadística
carta extraída sea una sota y es más probable que sea
cualquier otro número. Así, las probabilidades de • Ruina del jugador
extraer una sota, suponiendo que era la primera carta
• Lista de prejuicios cognitivos
extraída y que no hay comodines, se habrían decre-
mentado de 4/52 (7,69%) a 3/51 (5,88%), mientras
las de sacar cualquier otro número se habrían incre-
mentado de 4/52 (7,69%) a 4/51 (7,84%). 5 Referencias
• Cuando la probabilidad de cada resultado no es • John Allen Paulos, 1988. El hombre anumérico.
idéntica, como en el caso de un dado trucado, un Tusquets Editores, colección Metatemas, ISBN 84-
número que haya salido más veces en el pasado tien- 7223-646-3.
de a continuar así, si es el favorecido por el peso
añadido al dado. Esto puede ser a su vez una falacia
si de hecho el dado no está trucado y los jugadores
son honestos. Esto es un ejemplo del principio de
Hume: veinte cruces seguidas indican que es mucho
más probable que la moneda esté trucada en lugar de
que no lo esté y que el siguiente lanzamiento tenga
un 50% de posibilidades para cara o cruz.
• Cuando el resultado de sucesos futuros puede verse
afectado si se permite que factores externos cam-
bien la probabilidad de los sucesos (por ejemplo,
cambios en las reglas de un juego afectan al ren-
dimiento de un equipo deportivo). Además, el éxito
3

6 Origen del texto y las imágenes, colaboradores y licencias


6.1 Texto
• Falacia del apostador Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Falacia_del_apostador?oldid=95685562 Colaboradores: Dodo, Chewie, He-
liocrono, CEM-bot, 333, Rastrojo, Thijs!bot, Jgomezcarroza, Amontero, Joniale, VolkovBot, Technopat, Manuribadeo, Matdrodes, Tatvs,
Drinibot, Inri, HUB, El Megaloco, Farisori, PixelBot, Juan Mayordomo, Raulshc, SilvonenBot, MastiBot, Luckas-bot, Amirobot, Myst-
Bot, Nallimbot, DiegoFb, Nixón, Sophivorus, Diogeneselcinico42, Xqbot, Ricardogpn, Esceptic0, Igna, Marsal20, HUBOT, ZéroBot, El
Ayudante, Rafzurand, ChuispastonBot, Hiperfelix, KLBot2, Elvisor y Anónimos: 20

6.2 Imágenes

6.3 Licencia del contenido


• Creative Commons Attribution-Share Alike 3.0

También podría gustarte