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2 JUVENTUD
Estado del Arte, Bogotá 1990-2000
Subdirector de Programas
Edgar Bueno
Asesora de Publicaciones
Tamara Andrea Peña P.
Coordinación Editorial
Martadiva Villegas Trujillo
Carlos Alberto Villegas Uribe
tonos & medios
Corrección de Estilo
Germán Fernández C.
Fotografías de Carátula
Manuel Benavides
Mabel Castro
Juan Sebastián D’Silva
2 JUVENTUD
Estado del Arte, Bogotá 1990-2000
Coordinador
José Fernando Serrano Amaya
Equipo de Investigación
Diana Hoyos Gómez
Fernando Quintero Tobón
Alhena Caicedo Fernández
Leonardo Bejarano Rodríguez
Colección Estados del Arte, Bogotá. Serie Investigaciones.
Volumen 2. Juventud. Estado del Arte, Bogotá 1990-2002
Universidad Central
Rector
Jaime Arias Ramírez
Coordinador
Jose Fernando Serrano Amaya
Esta publicación es el resultado de la investi-
gación realizada por el Departamento de In- Investigadores
vestigaciones de la Universidad Central con- Diana Hoyos Gómez
tratada por el Departamento Administrativo Fernando Quintero Tobón
de Acción Comunal Distrital, entre enero de Alhena Caicedo Fernández
2002 y mayo de 2002 en Bogotá, Colombia. Leonardo Bejarano Rodríguez
"Soy joven y estoy aún, digamos,
en ese tiempo inverosímil que para mis mayores
ha huido tan de prisa.
En mí el deseo se encabrita a cada instante
de cada noche y de cada día, y bien podría ser recompensado
sin dar, por otra parte mucho.
Así, no tengo por qué pedir la fuerza
y el coraje: yo los tengo simplemente
y sigo –sin proponérmelo siquiera
echando cosas en el talego de mis sueños.
Pero hacia mí la muerte se apresura.
En verdad, hace años la tengo
pegada a mis talones,
soplándome su vaho en los carrillos.
Manos arriba contra la pared, apretados los muslos y los ojos,
ella me tiene; y aguardo, solo, a que por fin
me aseste su triste golpe."
Fernando Molano
Presentación
La creciente presencia de la población joven en la escena social de Colombia y
Bogotá durante las décadas de fin del siglo XX y comienzo del XXI, ha motivado
el interés académico y político por acercarse a sus problemáticas, estudiarlas y
actuar frente a ellas. Los jóvenes como categoría social existen lógicamente
desde tiempo atrás, sin embargo gracias a sus intervenciones y el rol social
reconocido por la sociedad en los últimos tiempos, ha hecho que adquieran
mayor visibilidad y protagonismo en la construcción de nuestra historia.
Han transcurrido doce años desde la Constitución y el tema sobre los jóvenes
se ha venido consolidando en la agenda pública del país y por supuesto de
Bogotá. Su evolución ha comprometido un debate amplio y sostenido sobre la
formulación de políticas públicas de juventud, asunto que ha cuestionado los
enfoques conceptuales de aproximación a los fenómenos juveniles; las practicas
institucionales gubernamentales y no gubernamentales; la capacidad de
articulación de los proyectos y acciones dirigidas a esta población; la disposición
efectiva de las instituciones y organizaciones para coordinar y trabajar de manera
sinérgica; la posibilidad concreta de visualizar a los jóvenes de manera integral
abandonando las aproximaciones fragmentadas que han caracterizado las
intervenciones del aparato estatal y las organizaciones civiles.
Juventud. Estado del Arte, Bogotá 1990-2000
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Clemencia Escallón 11
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Directora
Departamento Administrativo
de Acción Comunal Distrital.
Bogotá, mayo de 2003
Contenido
Introducción 17
Consideraciones metodológicas generales 18
Definición del universo y la muestra 20
Procedimiento para la recolección y análisis de
la información 22
Foto: DAAC
5 Inserción sociolaboral:
¿por qué no interesa? 69
¿ La marginación y la violencia son un
modo de inserción laboral? 70
Educación, moratoria social e ingreso Foto: DABS. Unidad de Coordina-
ción de Prevención Integral (UCPI)
a la vida laboral 74
Proyecto de vida, ocio y tiempo libre 75
10 Conclusiones 121
La construcción del sujeto joven 121
Lineamientos para la formulación de
la política pública 129
Anexo 1 153
Tabla de resumen ordenada
cronológicamente 154
Siglas y acrónimos de la colección 181
Bibliografía 187
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Introducción
Este texto da cuenta de los resultados finales del Estado de Arte sobre Juventud
encargado al Departamento de Investigaciones de la Universidad Central por
el Departamento Administrativo de Acción Comunal del Distrito mediante
concurso público en diciembre de 2001, como parte de una serie de insumos
requeridos para la formulación amplia y participativa de la política distrital de
juventud. El estudio, realizado entre el 24 de enero y el 24 de mayo de 2002,
tuvo tres objetivos:
“sensibilidades juveniles”.
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18 sin embargo se incluyen algunos textos del año 2001 que contribuyeran a
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llenar vacíos en ejes temáticos sobre los cuales hay muy poca información.
Textos referidos a lo producido sobre y en Bogotá, que puede ser publicado
aquí o no. Existe además un conocimiento producido en Bogotá pero no
necesariamente aludiendo a ella, bien de tipo teórico o de tipo ensayístico
○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Introducción ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○
Se definió como estado del arte un análisis del saber construido sobre un
tema particular; en este caso, se indagó tanto lo que se dice sobre los aspectos
considerados prioritarios por la entidad que demandó el estudio como el sujeto
que resulta de tal construcción de conocimiento. Se consideró que el
conocimiento más que dar cuenta de la “realidad juvenil” –como si fuera un
reflejo especular de ésta– la construye mediante los énfasis que hace, las lógicas
desde las cuales narra, las imágenes que usa y los vacíos que deja; en este sentido,
el volumen de producción de investigación sobre un tema no es criterio
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suficiente para suponer una mayor o mejor comprensión del mismo, como si
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Así, los ejes temáticos que orientan este Estado del Arte, de acuerdo con
los lineamientos del DAAC y las contingencias propias del proceso de acopio
y selección de la información, suponen ya un modo de entender lo juvenil y de
dar prioridad a aquello que se considera “propio” de la juventud. Analizar las
Juventud. Estado del Arte, Bogotá 1990-2000
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Al momento de hacer el estudio se encontraba cerrado el Centro de Documentación del
Instituto para la Integración Educativa y el Desarrollo Pedagógico (IDEP), entidad que du-
rante años ha realizado investigaciones en el tema de la educación.
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como piezas sueltas de diversos rompecabezas, cada uno con su propia lógica e
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recalcar que no se puede entender el resultado de este Estado del Arte como un
diagnóstico de la situación de los-as jóvenes como tales, sino más bien como
un retrato hecho con fragmentos muy diversos que expresan la forma cómo
desde la producción de conocimiento nos imaginamos a los y las jóvenes de Bogotá.
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1 Discursos y
representaciones
de lo juvenil
En este primer capítulo se señala parte del marco conceptual con el cual se
aborda el desarrollo del Estado del Arte sobre Juventud y se hace una
presentación general sobre el tema.
26 intentado justificar sus ordenamientos sociales, en especial los que tienen que
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ver con los grupos de edad, las relaciones generacionales, los ingresos y egresos
a la vida productiva, la administración de los tiempos sociales y los tiempos
subjetivos, entre otros factores.
Discursos y representaciones
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En América Latina la inquietud social por los jóvenes como prioridad política se
origina en la crisis económica de la década de los ochenta, que tuvo en la juventud
uno de los sectores más afectados. Dicha preocupación, hecha evidente por diversas
organizaciones internacionales, se expresó tanto en los primeros intentos de política
pública específica para esta población, como en los estudios que intentaron dar
cuenta de su situación, representados en Colombia por el libro Ausencia de futuro
de Rodrigo Parra (Parra, 1985).
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El pánico moral
y nuevos rituales de vida y muerte. Son sólo algunos de los fenómenos descritos
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Por otra parte, si se observan los trabajos de algunos de los pioneros de los ○ ○ ○ ○
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pregunta por lo juvenil toma autonomía y como práctica cultural juvenil y las for-
se convierte en un lugar de pesquisa con mas de comunicación entre los jóvenes,
abriendo así el paso a una de las tenden-
legitimidad propia, bien sea inter o cias más consolidadas en la investigación
transdisciplinariamente. local del tema.
Discursos y representaciones
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por él estudiada. Este análisis observa esa inquietud en diversos lugares: en los
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de los-as jóvenes en los sistemas de reproducción del capital, lo que se logra con
el desconocimiento del lugar que ellos-as ocupan en el conflicto social que vive
el país, es legitimar, mediante el conocimiento, las relaciones de poder que
controlan al joven. La paradoja (y si se quiere el peligro) del conocimiento
revisado consiste en volverse funcional para las políticas que regulan el orden
social actual y de las cuales todos, jóvenes y adultos, somos parte.
Colección Estados del Arte, Bogotá
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2 Proyectos de
vida: sí, ¿futuro?
Resulta llamativo que la pregunta por los planes y proyectos de vida de las y
los jóvenes haya sido una preocupación permanente en los estudios que sobre
prostitución se han realizado en la capital desde los inicios de la década y a
todo lo largo de ella, muy seguramente por la necesidad de brindarles otras
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Cámara de Comercio de Bogotá, 1995; Cabrera, 1993).
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cual, sin negar las exclusiones en que viven, reconoce ya una cierta capacidad
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al tocar asuntos como la percepción que ellos tienen de sí mismos y sus proyectos
vitales.
En un sentido similar, siguiendo el modo como la exclusión social genera
cercanía con la muerte y proyectos de vida signados por la inmediatez, se
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asumiendo los riesgos que ello implica, pero logrando crear un cierto mundo
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calle implica partir desde una nueva identidad –cambio de nombre por el
apodo– hasta otros modos de interacción, todo ello en una constante cercanía
con la muerte. Ruiz (1998a) señala los 6 peligros de la calle: el cementerio, la
cárcel, el hospital, el sapo, la policía y el denunciante, con miras a señalar que
Proyectos de vida
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deseo de vivir en otro país, principalmente Estados Unidos con el fin de estudiar,
mejorar la situación económica y conocer (Salazar, 1998). En un estudio
etnográfico con jóvenes de sectores populares convocados por la vida de parche,
García (1998) plantea que en ellos se da un deseo de salir adelante, de querer ser
Juventud. Estado del Arte, Bogotá 1990-2000
alguien, lograr una profesión, y construir una familia estable y con buenas
condiciones de vida, diferentes a aquellas que les ha tocado vivir. El estudio
contribuye a cuestionar la imagen de los medios y de ciertas instituciones sobre
los-as jóvenes de sectores populares, en donde sólo se les asocia con la anomia,
el caos o la improductividad y muestra –por el contrario– las formas como
desarrollan propuestas de vida particulares en torno a sus lenguajes, relaciones
con el espacio, usos del tiempo, modos de organización y desarrollo de éticas y
valores propios.
En su monografía de grado, López (1998) aborda las valoraciones y
representaciones que sobre la violencia y la tortura hace un grupo de 9 jóvenes
universitarios de clase media, provenientes de varias regiones del país. El
desarrollo de la investigación encontró que inicialmente las referencias al tema
de la violencia en estos jóvenes eran bastante vagas y generales, pero al ahondar
en sus propias percepciones, encontró que terminaban aceptando y legitimando
ciertas formas de violencia y llegaban incluso a legitimar la tortura como forma
de obtener información y como castigo a la trasgresión de ciertas normas. La
monografía señala que la aceptación de la violencia por parte de estos jóvenes,
se debe en parte a un desconocimiento de otros grupos sociales y de otros
sistemas de valores, que termina justificando los estereotipos y la negación. Se
concluye además que existen una serie de sentimientos de desanimo, fatalismo
y desesperanza, no sólo con respecto a una posible solución negociada del
conflicto, sino con respecto al futuro del país como tal y la posibilidad de un
cambio.
Por otra parte, Serrano (2000) encuentra también algunos de los elementos
vistos antes, en un estudio de tipo cualitativo sobre una muestra de jóvenes de
Colección Estados del Arte, Bogotá
todos los estratos y con experiencias de vida diferentes (parches, grupos religiosos,
barras bravas, entre otros), y señala otros más al rastrear los proyectos vitales mediante
un especial énfasis en su relación con los consumos culturales, la religiosidad y la
violencia. Al preguntarse por el modo como afecta a estos jóvenes el conflicto
armado (y la violencia en general) las especificidades del grupo se hacen evidentes:
la cercanía con la muerte por actos violentos se narró más en los jóvenes del “parche”,
mientras pareciera que los jóvenes de los sectores de más altos ingresos o bien
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importancia que la noción de cambio tiene en las narraciones que los y las
jóvenes hacen de sus vidas, mostrando que los planes y proyectos no son
cuestiones estáticas o definidas de un solo modo sino que se mantienen en
permanente modificación y adaptación a las cambiantes condiciones de vida
Juventud. Estado del Arte, Bogotá 1990-2000
de los jóvenes; los ritmos y posibilidades de tales cambios son un asunto que
merece posterior estudio (Serrano, 2000; Serrano et Al., 2001).
Los trabajos citados en este aparte, hechos mediante acercamientos generales
o particulares, en investigaciones tanto de tipo cualitativo como cuantitativo y
mediante largos trabajos de campo, contribuyen a crear una cierta comprensión
de la forma en que los conflictos vividos se van integrando a los planes de vida
de las y los jóvenes de un modo que no es sólo producto del fatalismo o la
negación sino que implica una determinada “toma de posición” ante ellos; la
relación con el país, las imágenes que se tienen del gobierno y su legitimidad,
el lugar que se dan los y las jóvenes en el cambio social, aparecen en estos
documentos como grandes interrogantes sobre los cuales aún queda mucho
por decir.
Vivir globalmente
(2000). Así, estos jóvenes aprenden a manejar dos códigos culturales: el que
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productividad y el que viven con sus pares, formado sobre todo en el consumo
cultural globalizado, consumo que garantiza una cierta seguridad ontológica y
propone una ética y una estética emparentadas con la cultura electrónica de la
cual hacen parte. Las investigaciones de Granados y Munive (2001) y Rubio
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3 Participación política
y social: otros modos
de la democracia
(Consejería para Asuntos Sociales, 1993). Algo similar encuentra Cañón (1995)
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ésta fuera la única forma en que los jóvenes se relacionaran con lo social. Así lo
expresa Salazar (1998:3): “Era necesario que al mencionar la palabra juventud
no repitiéramos como lo hemos hecho a lo largo de estos años lugares comunes:
pérdida de valores, violencia, delincuencia (...) Se trataba de relativizar al joven
Juventud. Estado del Arte, Bogotá 1990-2000
como problema para entenderlo como un actor social inmerso, desde luego,
en un país de alta movilidad, de extendida inestabilidad”. Así, investigaciones
de este tipo buscan entender la participación social y política juvenil más allá
de los escenarios institucionales y de la democracia representativa, tratando de
abordarla desde sus propias vivencias y sus relaciones cotidianas.
El debate que se bosqueja aquí tiene que ver, entonces, con el lugar que se
le da a la participación juvenil y particularmente a sus formas organizativas en
relación con lo político y lo institucional; mientras en un acercamiento se
intenta conocerlas para integrarlas a las necesidades institucionales –bien porque
son lo que hay que evitar o por que se les puede aprovechar para incentivar la
participación– en el otro se intenta ver en esas expresiones un cambio mismo
de lo que significa lo político. Qué entender por organización, para qué modelo
de democracia, con qué mecanismos de participación y bajo cuál noción de
política, son las grandes preguntas que subyacen a esta producción investigativa.
Desde otro punto de vista, en este debate puede percibirse un desplazamiento
del énfasis en la participación (como un mecanismo de la acción política y la
voluntad de cambio social) a la participación como expresión y producción
cultural, mediante el cuestionamiento de categorías fundamentales como la
división público/privado o la representación política. En todo caso, la necesidad
de lograr cambios en la situación de los jóvenes, contando con ellos como
actores y gestores de sus condiciones de vida, ha sido una finalidad presente en
estas investigaciones a lo largo de la década, como se puede observar en
propuestas pioneras como la de Jiménez (1992) y en la intención de muchos
de los trabajos revisados.
En ese sentido, es pertinente abordar la temática desde cuatro lugares que
resultan apropiados para estudiar tales procesos participativos y organizativos,
Colección Estados del Arte, Bogotá
52 otras.
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nacional, los jóvenes estudiantes han jugado un papel protagónico, desde las
movilizaciones que propiciaron la caída del régimen de Rojas Pinilla, pasando
por lo que fue el Movimiento Revolucionario Liberal (MRL) hasta el
movimiento de la séptima papeleta (Perea, 2000b).
Juventud. Estado del Arte, Bogotá 1990-2000
A pesar del protagonismo social que tuvieron los jóvenes al interior de los
partidos y movimientos políticos principalmente de izquierda hasta los años
setenta y ochenta, las investigaciones recientes muestran que este tipo de
participación es uno de los menos extendidos; los movimientos políticos no
gozan de un gran prestigio entre los jóvenes, y el aparato representativo se
intuye como la acción individualmente interesada de la política. Actualmente
el movimiento universitario ha perdido protagonismo y se ha visto reducido a
las reclamaciones internas de los centros educativos; por su parte, la participación
de los jóvenes en partidos políticos se ha convertido en una experiencia pasajera,
pues ésta se encuentra exclusivamente restringida a momentos de coyuntura
electoral, porque los partidos no tienen programas claros para atraer los intereses
y prácticas juveniles, con lo cual han contribuido a la separación tajante entre
el mundo juvenil y las mediaciones clásicas de la política (Perea, 1998). Situación
sin duda sustentada en que “los y las jóvenes han estructurado un pensamiento
sobre la política que está basado en la corrupción, el desprestigio y la desigualdad,
lo cual los lleva a concebir el proceso político como un espacio de intereses
entretejidos en donde su voz no tendría sentido porque ya hay una realidad
establecida” (Losada, 1996: 61).
A partir de la década de los ochenta se agudiza la crisis política y una serie de
circunstancias de contexto general, como la crisis económica que sacudía a
Latinoamérica, tuvo consecuencias particulares en Colombia. La irrupción del
joven ligado a la violencia generó su visibilización en relación directa con la muerte
y el peligro social; sin embargo, a finales de esa misma década, y como contraposición
a ese joven que representaba la muerte, surgió la imagen del joven vital enmarcado
en uno de los fenómenos participativos más importantes de la historia
contemporánea del país: el movimiento por la Séptima Papeleta, que se convirtió
Colección Estados del Arte, Bogotá
percibió una utilización de esa coyuntura por parte de la clase dirigente, que generó
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54 en los jóvenes una nueva frustración con la política colombiana. “En la sociedad
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Participación cívico-comunitaria
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Herrera (1997). Una mirada más precisa debería observar a qué jóvenes se está
refiriendo en cada caso y cuáles son las circunstancias que los llevan a ubicarse
en un lado u otro del ejercicio político, así como qué implica participar en este
tipo de organizaciones.
Juventud. Estado del Arte, Bogotá 1990-2000
56 experiencias anteriores como las de las Casas de la Juventud que surgieron ante
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obra artística de tres jóvenes creadores; para las autoras, el arte aparece como 57
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La participación y lo público
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4 Educación:
escuela es destino
una lógica centrada en la idea del joven como “alumno” –el que no tiene luz
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1994b) e incluso en los testimonios recogidos por los propios jóvenes sobre
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Guerrero, 1992).
Así, la escuela considera que tiene la exclusividad sobre el conocimiento
–sin duda por la noción de “alumno” vista antes– desconociendo no sólo las
posibilidades de los estudiantes de participar en él sino que también se
produce en otras instancias como la familia, el grupo de pares o los medios
de comunicación (Pontificia Universidad Javeriana, 1995). Por eso la idea
del conocimiento como algo que se posee, que se tiene o no, que es
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la vida escolar que, al no poder dialogar entre sí, llevan a formas activas de ○ ○ ○ ○
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enclaustramiento que implica la escuela, las violencias que ella misma impone y a
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las que reaccionan los jóvenes, así como las otras violencias que deben integrarse al 67
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5 Inserción
sociolaboral:
¿por qué no
interesa?
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Por una parte, la crisis económica de los ochenta y las políticas neoliberales
implantadas en la década de los noventa, lejos de integrar a la población juvenil
al sistema productivo, han operado primero como políticas de exclusión y
luego como políticas de inserción laboral temporal o parcial, haciendo de los-
as jóvenes mano de obra barata que puede ser contratada sin las garantías de
seguridad sociolaboral requeridas para otros grupos de población. Esto, por
supuesto, se refleja en la deriva laboral de la mayoría de jóvenes capitalinos-as.
Las cifras presentadas en los estudios diagnósticos, así vengan de formas
de muestreo o fuentes diversas, confirman claramente la situación de inequidad
y marginación en que se encuentra la población juvenil, y la forma como -ésta
se concentra en los sectores populares. Para citar sólo algunos datos: Gómez et
Al. (1999) encontraron, en una encuesta realizada a una muestra representativa
de jóvenes de todos los estratos, que en el más alto la proporción de trabajadores
era 3.64%, en estrato medio 23.1% y en el popular 42.5%, siendo mayoritario
el sector de la economía informal en los estratos alto y bajo. Martínez (1997)
señala que la participación de los-as jóvenes como población económicamente
activa a aumentado en las últimas décadas por efecto del aumento de la
población en condiciones de pobreza y la creciente demanda hacia ellas y ellos
a contribuir de diversos modos al sostenimiento de sus hogares, con salarios
por debajo del salario mínimo.
Por otra parte, la visibilización de la que fueron objeto los-as jóvenes a partir
muchos de estos jóvenes parceros se encuentran por fuera del sistema educativo, sin 71
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Mas allá del debate por dirimir si las actividades de la pandilla son “trabajo”
o no, se constata la existencia de demandas y exigencias específicas en los-as
jóvenes de sectores populares con respecto a su ubicación en el sistema
productivo; no sólo por lo que ello implica para sus relaciones con sus familias
de procedencia y las familias que forman, sino también por la importancia del
trabajo en la definición de la autonomía propia y los sentidos de la vida. Así, se
puede deducir del autodiagnóstico hecho por los-as jóvenes de la localidad de
San Cristóbal, en donde se señalan problemas como el efecto que tiene la
necesidad de trabajar en las posibilidades de estudiar y capacitarse, la explotación
laboral de que son objeto, y en general a la imposibilidad de obtener un empleo
justo y bien remunerado (Consejería para Asuntos Sociales, 1993). La lectura
que propone Arbeláez (2000) al proceso de desarme de un grupo de jóvenes
pandilleros ubica a la promoción de unidades productivas como parte de los
resultados de la recuperación de su “sentido de la existencia” y como uno de los
mecanismos usados en la permanente búsqueda de otros modos de relacionarse
con su entorno social; en este caso, la posibilidad de trabajar implica para estos
jóvenes, no tanto la cuestión de obtener una remuneración (que posiblemente
es menor a la obtenida en actividades ilegales), sino la forma mediante la cual
se propone un nuevo sentido de vida y
se transa un lugar en la comunidad.
Estas relaciones entre pobreza, La noción de “moratoria social” ha sido
violencia y trabajo son uno de los debates usada a lo largo de las reflexiones sobre
y dilemas más complejos en los estudios jóvenes para referirse inicialmente a la
de los tres temas en general y en las políticas juventud como un momento de prepa-
ración para asumir las responsabilidades
públicas que de allí se desprenden, pues y compromisos de la vida adulta, favore-
con frecuencia se cae en modelos cido sobre todo por la permanencia en el
Colección Estados del Arte, Bogotá
unicausales y lineales –los jóvenes son sistema escolar como el mecanismo que
prepara para ello; observado desde un
violentos porque son pobres, luego al darles punto de vista de clase, esta idea es apli-
trabajo se resuelve la violencia– que no sólo cable a cierto sector social –la burguesía
estereotipan y estigmatizan, sino que de los siglos XVIII y XIX, por ejemplo–
que tiene las condiciones materiales para
impiden ver los múltiples modos de ello y desde un punto de vista de género
afectación entre estas problemáticas da cuenta más de los hombres que de las
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educación. Si bien el concepto no puede
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juvenil e infantil realizados en el Distrito usarse como una categoría para definir
también se hace evidente la inquietud por lo juvenil como tal, permite llamar la
atención sobre los efectos que tiene la ubi-
categorizar adecuadamente las actividades cación en el sistema productivo en la de-
productivas en que se involucran las-os finición de la juventud.
Inserción sociolaboral
jóvenes, debido a los efectos que ello puede tener al momento de formular
políticas públicas al respecto. Desde el punto de vista conceptual, el debate se
concentra en cómo asumir la condición de los menores de edad prostituidos:
como un trabajo o como una forma de explotación. Para investigadores como
Velandia (1996), los-as menores de edad y los-as adolescentes que ejercen la
prostitución no pueden ser considerados-as como trabajadores-as sexuales así
manifiesten encontrarse a gusto con esta forma de obtener remuneración, ya
que la práctica de este oficio no proviene de una libre escogencia, como puede
darse en el caso de algunos adultos, hombres y mujeres. Aunque los-as menores
tienen derecho a manifestar sus gustos y preferencias, se considera que no
tienen aún la madurez y la independencia afectiva y psicológica para medir y
asumir las consecuencias de la práctica de esa actividad en el presente y en el
futuro, tanto en su salud física y emocional como en sus relaciones afectivas y
sociales. Es importante señalar que a nivel internacional se viene dando desde
la década de los ochenta –y en algunos países europeos desde mucho antes– un
intento por reconsiderar la cuestión de la prostitución en personas adultas
como un asunto laboral formal. La iniciativa apunta a mejorar sus condiciones
de vida y a disminuir el riesgo de explotación y abuso que se presenta por el
carácter subrepticio que aún reviste esta actividad; la discusión, en todo caso,
no está cerrada pues aún en personas adultas se pueden dar situaciones de
coerción y violencia que serían contrarias a una opción laboral como tal (como
las-os jóvenes y menores, el factor económico es una razón de peso para su ejercicio;
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por otra parte, el hecho de que la “vida útil” de un-a joven prostituido-a sea apenas de 73
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unos años y decaiga radicalmente después de los 20 (lo que no sucede con las mujeres),
agrega un ingrediente al debate, si se piensa en lo que ello implica para los posibles
proyectos de vida de quienes se encuentran en tal condición y la necesidad que tienen
de asumir otros modos de producción.
Juventud. Estado del Arte, Bogotá 1990-2000
grupos más pobres, problema que se agudiza al constatar que en el país no existen
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Si bien podría afirmarse que no es pertinente tocar aquí el tema del ocio y el
tiempo libre (comúnmente asociados a los consumos o culturas juveniles),
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las formas en que se transforman hoy, para ciertos sectores sociales, los modos
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6 Violencia:
las múltiples
dimensiones del
conflicto
Esta inquietud por la trasgresión que los jóvenes pueden hacer de ciertas
normas sociales incide sin duda en el interés por el tema de la violencia, que a
su vez ha sido uno de los factores para la visibilización de lo juvenil en el
contexto social, tanto a nivel nacional como local (Fierro, 1999; Perea, 1996;
2000a); por otro lado, gran parte de la investigación descriptiva se hace con
miras a obtener datos para la intervención inmediata, lo cual afecta los modos
de construir el conocimiento mismo (Fierro, 1999). Podría argumentarse que
la preocupación por temas como la violencia y la delincuencia juvenil se
sustentaría en la importancia social misma del fenómeno, la extensión que
puede tener en la población joven y el número de víctimas juveniles de las
diferentes formas de violencia. Esta situación, en el caso de la investigación
sobre jóvenes en Bogotá, pareciera no coincidir con la producción en el tema
mismo, con el desarrollo de los trabajos o el estado de la discusión. En este
caso, ni la preocupación social por la cuestión de la violencia ni el número
abundante de estudios equivale a la consolidación de un campo del
conocimiento como tal; dicho de otro modo, las razones que llevan a cierto
tipo de interés investigativo no sustentan la solidez de las preguntas ni la
consistencia de las respuestas.
Algunas de las investigaciones hacen un llamado por entender el fenómeno
de la violencia y la delincuencia juvenil desde una perspectiva multicausal, en
donde se tengan en cuenta factores como la marginalidad política y cultural, la
deslegitimidad institucional, el consumo y tráfico de sustancias ilegales, el
consumo cultural, la ausencia de nociones de lo público (y por consiguiente el
dominio de los intereses individuales sobre los colectivos), el debilitamiento
de las normas ciudadanas y la falta de pertenencia al entorno, entre otros. La
tendencia a encontrar en el determinismo socioeconómico la principal causa
Colección Estados del Arte, Bogotá
78
○
○ ○ ○ ○
con ellos. De esta manera, la pregunta por la “violencia y la delincuencia” es a
○
nuestro modo de ver una pregunta más amplia por lo que sucede con el conflicto
social que vive Colombia, los modos en que éste cambia, se transforma, incide
en la vida de unos y otros sujetos de modo diferencial pero siempre presente.
Desde esta perspectiva, se analizan un conjunto de trabajos e informaciones
Violencia
ocupan los jóvenes en los sucesos de la violencia como tal (en menor medida
○
79
○
ellas que ellos), tanto en la que se considera “propia” de lo juvenil como la que ○ ○ ○ ○
○
En zonas geográficas
Colección Estados del Arte, Bogotá
Estudios como los de Arbeláez (1998) sobre Usme, Alape (1995) en Ciudad
Bolívar, Consejería para Asuntos Sociales (1993) y González y Muñoz (1992)
para San Cristóbal, miran la violencia y la delincuencia en grupos de jóvenes
de estos sectores populares e intentan explicaciones del fenómeno, por lo común
asociadas a la pobreza. Sin duda, la elección del ángulo de mirada del narrador
afecta el punto de partida del investigador.
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○ ○ ○ ○
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En la vida urbana
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juvenil sino indagar por el efecto que el conflicto que vive el país tiene en las
concepciones de vida y muerte de grupos de jóvenes bogotanos; en este caso, a
diferencia de los anteriores, no se mira la violencia como adjetivo de lo juvenil,
ni se estudian sus formas particulares, sino que se la ubica en un contexto más
general –el conflicto armado colombiano– para determinar como incide éste
en los planes de vida de los-as jóvenes. En esta perspectiva se encuentra que,
ante la constante pérdida de legitimidad del Estado y la presencia permanente
○
82
○
Con una mirada similar, López (1998) estudia la ideología que grupos de
jóvenes universitarios-as de estratos medios y altos expresan en su vida cotidiana
con respecto a la violencia en general y la tortura en particular. Al inicio de la
investigación se encontró que los-as jóvenes manifestaban una percepción
Violencia
como las bandas, parches y parches delictivos, entre otras (Arbeláez y Bustos,
○
1995; Rivera de la Hoz, 1998; Perea, s.f.; 1999; Salazar, 1998; García, C.,
○
83
○
1998). Es este asunto –la comprensión del lugar del pandillismo en el escenario ○ ○ ○ ○
○
de las violencias múltiples– lo que marca los debates sobre el tema, bien que se
lo considere antecedente de la delincuencia organizada (Arbeláez y Bustos,
1995) o separado de ésta y con una dinámica diferente (Perea, s.f.); las reflexiones
encontradas giran en torno al modo de diferenciar en un fenómeno como el
Juventud. Estado del Arte, Bogotá 1990-2000
de las pandillas las muchas violencias que se cruzan y las implicaciones que ello
tiene para la vida de los jóvenes que hacen parte de ellas y sus modos de
agrupación. Son muy escasas las referencias a pandillismo y mujeres, excepto
cuando se las trata como novias o compañeras de los pandilleros así como
tampoco se mira la condición de género de los jóvenes y sus efectos en las
dinámicas de tales tipos de agrupamiento.
El texto de Arbeláez y Bustos (1995), surgido de una reflexión sobre la
experiencia vivida por un grupo de jóvenes, presenta una caracterización de los
diversos conflictos que confluyen en el pandillismo como expresión de la
violencia cotidiana de la delincuencia y una metodología alternativa para los
procesos de paz e integración social de jóvenes afectados por tal situación.
Partiendo de la experiencia de vida de un grupo de jóvenes que vivieron las
pandillas –“Los especiales”– se busca reconstruir los momentos vividos por
ellos hasta el acuerdo de paz y convivencia y el proceso mismo de recuperar la
propia historia. Para estos autores los conflictos familiares son una de las
principales causas de ingreso de los jóvenes a las pandillas, que empiezan
inicialmente con “travesuras” y actividades recreativas y con el tiempo se van
volviendo formas de ganar respeto y reconocimiento en sus barrios; las
actividades delincuenciales también siguen el mismo curso, teniendo finalmente
en la posesión de las armas la garantía de un mayor reconocimiento y valía.
Con el tiempo los grupos se especializan también, forman sus propias estrategias
de acción y lugares de trabajo. En cierto modo, este texto ofrece una “historia
natural” del joven pandillero, que se inicia en los conflictos familiares de la
infancia y culmina en la profesionalización delincuencial. Posteriormente,
Arbeláez (2000) publica otro texto en el cual se mira a la luz de las ciencias
sociales la experiencia descrita, con miras a contribuir a la reflexión de las
Colección Estados del Arte, Bogotá
○ ○ ○ ○
○
Mientras la pandilla se caracteriza por su carga afectiva y emotiva, así como por su
invisibilidad, según la interpretación del autor, la banda está organizada en función
del acto delictivo, es clandestina y profesional.
Salazar (1998) mira a la pandilla desde sus vínculos afectivos e indaga cómo
ésta se constituye en lugar de lo subterráneo, de lo vivencial y de lo emocional,
cruzado por afirmaciones estéticas e individuales en el ámbito urbano. Para él, el
parche delictivo no cuenta con una organización ideológica y se encuentra vinculado
más por el afecto y menos por el delito, siendo los delitos menores su actividad más
común; por lo general son grupos sin una nominación propia, porque son instancias
externas las que los caracterizan de modo particular. Por su parte, las pandillas
están más asociadas a la defensa del territorio, como forma de identidad y de marcar
una cierta diferencia que les caracteriza y les permite tener un control de su entorno.
Finalmente, este autor considera a la banda como agrupación organizada, no
exclusivamente juvenil, sin ideología pero con cierto entrenamiento que les permite
realizar sus actividades.
Así, pareciera haber cierto consenso en la bibliografía en cuanto a diferenciar
pandillas y bandas por el grado de organización y profesionalización que tienen,
siendo estas últimas las más estructuradas. Esta inquietud tiene efectos importantes
en el trato mismo de cada fenómeno desde el punto de vista de las políticas públicas,
pues mientras a las organizaciones delincuenciales profesionales les correspondería
un trato policivo, sería más adecuado un trato preventivo para las acciones delictivas
violencia se vuelve tanto causa como efecto de esta pérdida del sentido de
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entre estas dos culturas –como sucede en ciertas dinámicas urbanas estudiadas
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Sexualidad,
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cuerpo y género:
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políticas
de la intimidad
Como ya se señaló, los trabajos en esta área dan cuenta de una preocupación
social generalizada sobre las condiciones en que la población juvenil inicia y
desarrolla su vida sexual y reproductiva. Es importante resaltar cómo las
○
a una idea de Salud Pública en la cual los y las jóvenes son considerados-as
○
○ ○ ○ ○
○
vida sexual “responsable y sana”, basada sin duda en una realidad alarmante en
relación con los indicadores de riesgo, la temprana edad de inicio de la actividad
sexual, el poco uso de métodos anticonceptivos y en general la falta de
información sobre estos asuntos.
Sexualidad, cuerpo y género
○ ○ ○ ○
○
hace presencia, sea como medio para la construcción de la identidad, sea como
locus de las percepciones subjetivas o como medio de comunicación, reduciendo
la mirada a la dimensión reproductiva. Sólo en investigaciones recientes de
tipo antropológico como la de Sánchez (2000) se toca el tema del cuerpo más
allá del ámbito de la salud sexual y reproductiva, en este caso en las experiencias
religiosas de jóvenes cristianos o en los acercamientos culturales de Amaya
(1998) a las subculturas femeninas del cuidado.
Ruiz, 1998; Ordóñez, 1994; González y Muñoz, 1992), hay una clara tendencia
en las clases populares a mantener los esquemas sociales tradicionales y los
roles que desde allí se asignan a hombres y mujeres jóvenes. De acuerdo con
estos textos los niveles de educación, la necesidad de vincularse laboralmente,
la estructura de las familias, la proveniencia rural, entre otros factores, inciden
en la manera como los y las jóvenes asumen su propia corporeidad y su propia
sexualidad. El imaginario sobre la mujer buena sigue pesando en la noción de
○
lo que significa ser una niña de la casa que cumple con las obligaciones asignadas
○
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92
○
parches son vistas solo como objeto del goce, jóvenes de la calle, por una parte
asociadas al mundo de los hombres pero ad portas de todos los riesgos y casi
siempre subestimadas. Esto implica que, por ejemplo, no sean consideradas
compañeras idóneas para hacer la vida y en cambio se conviertan en el trofeo
Sexualidad, cuerpo y género
por el que luchan las pandillas, como si fueran propiedades de unos u otros
(Serrano et Al., 2001; Salazar, 1998; Arbeláez y Bustos, 1995). En la
reconstrucción de las historias de jóvenes ex-pandilleros se relatan casos en los
que, al presentarse una ruptura, el problema se resuelve entre los propios
hombres, como si la mujer no tuviera autonomía sobre sus decisiones (Arbeláez
y Bustos, 1995).
La importancia de estas nociones se hace relevante al momento de definir
cuestiones como el uso de métodos anticonceptivos, la decisión con respecto a
continuar o interrumpir un embarazo o la aceptación de una paternidad. Serrano
et Al.(2001) desarrollan un estudio de tipo cualitativo en el que analizan las
dinámicas sociales y subjetivas a partir de las cuales se construyen la identidad
de género, las relaciones de género y los proyectos de vida. Señalan que nociones
como respeto y responsabilidad adquieren un carácter determinante en los
procesos de subjetivación y en las transformaciones que van del plano sexual,
al reproductivo-parental y de allí a los planes vitales. Aquí aparece otra vez el
debate que cuestiona las miradas centradas en la salud sexual y reproductiva
como un asunto de ignorancia, carencias o falta de planeación e indaga por las
construcciones culturales que dan sentido y ubican dentro de un determinado
plan de vida la experiencia de la maternidad y la paternidad.
En los estudios sobre jóvenes de sectores populares, y en los Estados del
Arte sobre Mujeres (2003) y Familias (2003), que hacen parte de esta colección,
tiempo una fórmula fácil de manejar: la falta de respeto que puede experimentar
○
○ ○ ○ ○
○
señala también esa importancia del respeto entre jóvenes de las pandillas en la
medida en que reproduce las relaciones de dominación, pugna en la cual las
mujeres también participan.
Una vez más se hace evidente cómo las relaciones de poder que regulan el
género y la sexualidad dentro de un sistema más amplio del cual las y los
jóvenes hacen parte, mantienen y reproducen a lo largo del tiempo y se presentan
en las relaciones establecidas entre ellas y ellos, y cómo su persistencia esta
relacionada con los contextos de socialización como la familia y la escuela
mismas. La importancia de la maternidad como lugar de realización femenina
y la independencia laboral y productiva como lugar masculino da cuenta de
los procesos identitarios que allí subyacen y que marcan el significado de ser
mujer o ser hombre en estos contextos. Planteamiento no compartido por
Martínez (1997) quien en un texto para la formulación de política pública
distrital, retomando algunas investigaciones de Profamilia, señala que el ideal
de matrimonio y reproducción a temprana edad no aparece como propósito
central para los-as jóvenes de hoy, quienes consideran más importantes los
asuntos relacionados con erotismo e identidad.
En apoyo de esta última opinión, los trabajos realizados sobre jóvenes de
estratos medios y altos, muestran una situación diferente. Los y las jóvenes de
clase alta aparecen, en la mayoría de los casos, reflejados como disidentes de
los patrones sociales, esto es, como críticos de los roles establecidos y
promoviendo una forma alternativa de pensar los géneros. Así, en dos de las
investigaciones encontradas se plantea la idea de una nueva masculinidad en la
que los jóvenes se definen por fuera de una noción machista y en una relación
más acorde y equitativa con las mujeres de hoy, al tiempo que abren los espacios
de reconocimiento a la homosexualidad y a la bisexualidad (García y Giraldo,
Colección Estados del Arte, Bogotá
○ ○ ○ ○
○
o psicosocial, que ofrecen sin embargo una mirada rica en detalles cualitativos,
hecha en la mayoría de los casos por jóvenes de los propios contextos
socioculturales analizados. Sin embargo, sería prematuro, dado el estado del
conocimiento, concluir de plano una mayor equidad de género o un cambio
Sexualidad, cuerpo y género
miradas alarmistas y moralizantes sobre la actividad sexual juvenil que sólo ven
○
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Tanto la identidad de género como las relaciones entre los géneros son ○ ○ ○ ○
○
Educación Sexual
Los trabajos que tratan este aspecto tienen como objetivo el diagnóstico y la
evaluación de la enseñanza y de la información que llega a los y las jóvenes por
parte de las instituciones de salud y los programas de educación sexual de las
instituciones educativas y, en menor proporción la manera como los y las jóvenes
reciben información por otros canales como su grupo de pares, los padres y los
medios de comunicación. Como en los casos anteriores, se trata de
investigaciones producto de consultorías contratadas por entidades nacionales
o internacionales que evalúan sus intervenciones; alguna información al respecto
viene también de trabajos cualitativos sobre jóvenes en situaciones particulares.
Colección Estados del Arte, Bogotá
de una permanente tensión entre discursos, aseguran que “no les llega el
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precisamente las ideas que cuestionan (Mejía, 2000; Chávez, 1995; Corporación
Universitaria Minuto de Dios, 1995). Podría deducirse de esto que el bajo uso
de métodos anticonceptivos y de protección ante ITS, reportado en las encuestas
–para citar sólo un caso– obedecería no tanto a una falta general de información
Sexualidad, cuerpo y género
Marginalidad y exclusión
Las distintas investigaciones que tienen que ver con niños-as y jóvenes
vinculados a la prostitución (Ruiz, 1998; Álvarez y Suárez, 1998; García 1998;
Velandia 1996; Cabrera 1993) muestran con especial interés la situación de
97
○
abuso que viven estas niñas, niños y jóvenes demandan una mayor atención ○ ○ ○ ○
○
por parte de las entidades encargadas de la política pública, pues en ellas y ellos
se concentran de modo particular los problemas que vive la sociedad
colombiana, siendo hasta el momento insuficiente el esfuerzo institucional.
Álvarez y Suárez (1998) señalan que la prostitución se encuentra en un lugar
Juventud. Estado del Arte, Bogotá 1990-2000
ambiguo pues por una parte se la relaciona con focos de infección y desviaciones
pero por otra su uso da cuenta de un modo de liberar fantasías sexuales, en las
cuales los modos de acercamiento entre los jóvenes prostituidos y clientes no
son iguales.
Uno de los hallazgos más interesantes de las investigaciones es la
incongruencia entre prácticas sexuales e identidades de género y sexualidad en
el caso de los-as niños-as y jóvenes prostituidos-as (Velandia, 1996; Cámara de
Comercio, 1995). Dado que para ambos casos los principales clientes son
hombres, para los niños y jóvenes se presenta un dilema en cuanto a la condición
de género en que son ubicados (las complejas relaciones que giran en torno a
una identidad homosexual), dilema que las niñas y las jóvenes resuelven
mediante una variedad de prácticas y modos de relación. Por otra parte, las
condiciones de vulnerabilidad que se viven en ambos casos y la baja percepción
del propio riesgo personal los expone con frecuencia a prácticas sexuales
inseguras que sumadas al habitual consumo de sustancias psicoactivas terminan
afectando sus expectativas de vida. En un texto patrocinado por la Cámara de
Comercio de Bogotá (Cabrera, 1993) se identificó, además, que tres cuartas
partes de las jóvenes prostitutas eran madres, con las serias implicaciones que
su condición de vulnerabilidad representan para ellas y sus hijos-as. Los
problemas de ITS que viven estas jóvenes eran ya una preocupación importante
para lograr este tipo de acercamientos en los cuales era evidente la necesidad de
acciones contundentes desde la política pública para perseguir a quienes exponen
a las y los jóvenes a tal situación. En general se trata de investigaciones que
intentan mediante diagnósticos y observaciones detalladas brindar los elementos
necesarios para poder incidir en las mencionadas condiciones de exclusión que
viven estas poblaciones; algunas de estas desarrollan metodologías de trabajo
Colección Estados del Arte, Bogotá
conocimiento que permita observar las dinámicas sociales que se dan al interior
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8 Culturas juveniles y
consumos culturales:
no sólo búsqueda de
identidad
De manera general, se podría decir que las culturas juveniles son vistas
como un conjunto diverso de prácticas, en su mayoría de consumo cultural,
aunque se observa también en el conocimiento originado que gradualmente
aparecen como prácticas de producción cultural, fuertemente relacionadas
con ámbitos de lo público y con procesos por medio de los cuales los jóvenes
definen un entorno propio para su identidad. El tema de la diferencia y la
unidad, la identidad que surge por la similitud, termina siendo la clave
que marca esta inquietud por las culturas juveniles y lleva en algunos casos
a formar una cierta imagen de curiosidad y exotismo en el mundo juvenil,
expresada en el hecho de privilegiar en la observación a aquellas expresiones
culturales que sobresalen por su contraste con el mundo adulto y su riqueza
en simbologías y estéticas –culturas transformadas en espectáculo en los
medios y la investigación. La creciente generalización de la noción de “tribu”
para dar cuenta de estas expresiones culturales, alude precisamente a esta
idea de lo juvenil como algo separado, susceptible de ser delimitado casi a
manera de un grupo étnico, con lenguajes, territorios y creencias propios;
idea que debería ser revisada para el caso nacional y local en la medida en
que se toma de investigaciones realizadas en Europa o México, donde los
fenómenos de las culturas juveniles tienen dimensiones diferentes a los
nuestros. La influencia de la investigación mexicana en el estudio de las
culturas juveniles es un asunto que se hace evidente al revisar los textos
citados en las investigaciones aunque, hay que decirlo, ha sido un importante
punto de partida en este campo de estudio.
Por otra parte, el que muchos de los trabajos revisados tengan que ver
con intereses de índole participativa, que provengan de entidades públicas,
puede incidir en este énfasis en la comprensión de lo público y los grados de
Colección Estados del Arte, Bogotá
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fundamental entre los sujetos que producen el rock como objeto de consumo
y los consumidores mismos, precisamente en la medida en que las diferencias entre
unos y otros no son vistas como fundamentales y también en cuanto la noción de
consumo desarrollada en la investigación no es sólo una cuestión de ofertas, usos o
apropiaciones sino también de producción y creación cultural.
Tal vez por la importancia de la música en la comprensión de lo juvenil, existen
investigaciones sobre las radios juveniles, su relación con la formación de lo público
en los jóvenes y con ofertas de consumo particulares, propias de industrias culturales
que se especializan en comprender la juventud y la cultura desde ópticas diferentes
a los vistos en el párrafo anterior (Lalinde, 1994; Rudas, 1999; Lombana, 2001).
La pregunta por los medios masivos de comunicación motiva estudios que auscultan
los procesos de recepción en jóvenes (Plata, 1996, estudia las telenovelas, por
ejemplo), así como la influencia que éstos pueden tener en las poblaciones juveniles,
sobre todo por su papel de agentes socializadores (Ortiz, 1993), de formadores de
estilos de vida, estereotipos y lenguajes (Guerrero, 1992; González y Muñoz, 1992;
Sarmiento, 1998; D’croz, 1998) e incluso como referentes en las memorias
generacionales (Ortiz, 1998). Las investigaciones sobre jóvenes y medios masivos
comparten el reconocimiento de la enorme importancia mediática en la
conformación de los mundos de vida de los jóvenes que, por esto mismo, posibilitan
las propuestas para usarlos como estrategias preventivas (Sarmiento, 1998). En
general, en estos estudios se advierte la gran influencia de los medios en el
comportamiento juvenil, en un esquema que, en cierto modo, ubica a los jóvenes
en el lado de la fragilidad y la vulnerabilidad y a los medios en el lugar del control
y el poder; en un enfoque diferente, aunque de manera diversa, las investigaciones
sobre rock intentan mostrar el lugar protagónico de los jóvenes en sus culturas y la
Colección Estados del Arte, Bogotá
(1997) estudia el uso del tiempo libre en las vacaciones de jóvenes del barrio San
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○
Benito, mirando las actividades y sitios de encuentro, mientras que Gómez et Al.
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○ ○ ○ ○ (1999) revisan lo que los jóvenes mismos en diferentes estratos entienden por
○
para plantear que tales objetos se convierten en pistas, íconos, soportes de narraciones,
○
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○
Dentro de esta lógica de preguntarse por la cultura mediante los objetos, Marín
y Muñoz (1997) analizan una serie de carteleras producidas por jóvenes de 15
años para determinar algunas de las éticas y estéticas que caracterizan a las
culturas juveniles urbanas, como el exceso de sentido, el cuestionamiento
Juventud. Estado del Arte, Bogotá 1990-2000
Los territorios
Colección Estados del Arte, Bogotá
Los territorios, la calle y el barrio son vistos como espacios privilegiados para la
comprensión de las culturas juveniles. Lugar de aprendizaje y centro constructor
de las tramas de la vida (Perea, 2001), o espacio para la individualización
(Rodríguez, 1997) la calle aparece como un espacio abierto, móvil y fluido de
la vida urbana donde se expresan las vivencias de algunas de las formas
agrupación juvenil. La fuerte pertenencia al barrio y el espacio abierto que
expresan algunas formas de agrupación juvenil como los parches y las pandillas,
○
○
está asociada a su afán de ser diferentes y separarse del “resto” del entorno
○
(Perea, s.f.; 1999) y venía siendo estudiada desde la década de los ochenta ante
○
106
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Otra lectura del tema es propuesta por Ruiz (1998) en el caso de los
habitantes de la calle; para él, la calle podría ser considerada como otro modo
de vivir la ciudad, con sus dinámicas propias y diferenciadas de la vida sedentaria,
que se asume como ideal para todos. Esta vida de la calle sin embargo, viene
siendo alterada drásticamente por las recientes políticas de recuperación del
espacio urbano, que para el caso de los jóvenes representa una especie de
arrinconamiento en lugares en los cuales son aún más desfavorables sus
condiciones de vida.
En relación con el asunto de los objetos del consumo, particularmente la
pregunta por el ocio, se han hecho etnografías de zonas lúdicas de la ciudad
como la llamada Zona Rosa, para observar también como se construye identidad
allí mediante los usos y apropiaciones de los lugares (Castro, 1995).
En general, esta mirada a los modos de vivir la ciudad y crear territorios
intenta observar el papel que la apropiación de un entorno –no sólo en el
sentido estricto de calles y espacios físicos– tiene en la formación de la identidad,
identidad que hasta cierto punto hace las veces de ancla en el espacio simbolizado
y que permite otros ejercicios de diferenciación sumados a los señalados para
el caso de la producción, uso y consumo de los objetos.
107
○
El estar juntos en un espacio particular, y por ende diferenciarse del resto del
entorno, permite delimitar algo como “lo propio”, aunque los grados de unicidad
y los motivos de la convocatoria cambien (Rodríguez, 1997).
La cuestión de la norma, el carácter trasgresor de esas agrupaciones y la
multiplicidad de grados de inclusión o exclusión temporal o permanente en los
ordenamientos sociales impregnan el conocimiento producido y se convierten en
claves para realizar las clasificaciones y las gradaciones de tales vivencias hasta el
punto de hacer ordenamientos que las dividen entre aquellas asociadas a las “sombras”
y las que corresponden a las “luces” (Rivera de la Hoz, 1998), en una clara expresión
de las polaridades y tensiones con que se las mira. Adicionalmente, la pregunta por
lo público, lo político y sus efectos en las identidades juveniles, atraviesa también
tales producciones, en especial en los variados trabajos de Carlos Mario Perea, en
su esfuerzo por comprender de las expresiones culturales de jóvenes del suroriente
de la ciudad. Precisamente, en sus trabajos recientes (2000b; 2001) este autor analiza
las pandillas y las vivencias de los jóvenes raperos de ese sector comparados con
otras ciudades desde el punto de vista de los modos de apropiación de la calle, bien
como negación de la interacción social o bien como actitud crítica que posibilita
resemantizar la realidad; para este autor, la calle y los agregamientos que allí se dan,
aluden a una vivencia en constante movimiento que guarda el paso con el flujo de
la vida urbana.
En las diferentes clasificaciones hechas, se alude a aquellos jóvenes que no
caben en ninguna categoría, que se resisten a ellas o se mantienen en sus márgenes
como los sanos o los independientes, diferentes de los comunitarios que estarían
organizados desde su integración en pos de un cierto ideal de bienestar logrados
mediante su asociación. Dos temas se abren, al menos, por efecto de esta cuestión:
por un lado, la importancia que se le da a las formas de agrupación como elemento
Colección Estados del Arte, Bogotá
○ ○ ○ ○
○
Algunos trabajos más recientes, abordan el tema de las culturas juveniles más como
espacios de aprendizaje, experimentación y praxis social en lógicas, éticas y estéticas
diferentes a las del mundo adulto. En un estudio del Observatorio de Cultura
Culturas juveniles
Urbana (1997) sobre la percepción que los jóvenes tenían del conflicto entre
rockeros y raperos, hecho en un evento para fomentar la convivencia entre estas
dos culturas juveniles urbanas, se encontró que los enfrentamientos se debían
a que para los jóvenes el rock y el rap son mucho más que géneros musicales
pues implican estilos de vida relacionados con formas de ver el mundo que
afectan la vida cotidiana misma; como otras cosas más, el conflicto es parte de
ello.
Desde otro punto de vista, Amaya (1998) y Amaya y Marín (2000)
presentan a las culturas juveniles como lugares de transformación de los
conflictos, sobre todo de los que se dan en el ámbito escolar o que surgen
alrededor de él; dicha transformación se daría precisamente por la presencia de
éticas y estéticas particulares, algunas de ellas devaluadas por la hegemonía de
instituciones como la escuela y que provenientes de las culturas juveniles se
convierten en un modo no instrumental ni aséptico para la comprensión de
los conflictos. Esta mirada se encuentra en relación con lo dicho por Muñoz
(1996) al proponer un análisis de las culturas juveniles desde la noción de
“mutación” y plantear desde ella tres posibles zonas por las cuales dichas culturas
se movilizan: la zona de normalidad, la zona de marginalidad y la zona de
membrana.
En la investigación de Serrano (2000) se observa el consumo como
instaurador de estilos de vida que son referentes fundamentales de las
El que en este aparte no se recurra al uso de los términos “ellas y ellos”, “los y
las jóvenes” (el os-as al que se ha apelado a lo largo de los 5 volúmenes de las
colección) con mucha frecuencia no implica una negación o desconocimiento
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9 Políticas públicas:
ordenando los
estereotipos
112
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Esto no quiere decir que no existe ya desde antes una preocupación sobre
las políticas públicas de juventud. Desde hace más de una década se discute,
particularmente en el ámbito institucional, qué debería ser una política de
Juventud. Uno de los antecedentes más importantes es el año 1985, año
Internacional de la Juventud, en el que se auspició un Encuentro Nacional por
una Política de Juventud. A partir de entonces, las discusiones sobre esta temática
se hicieron más frecuentes, logrando posicionarse en la agenda institucional,
como lo demuestran, por ejemplo, los esfuerzos del Departamento Nacional
de Planeación que en 1988 preparó un documento sobre Lineamientos
Generales para formular una Política de Juventud y más recientemente la
creación del programa presidencial para el Sistema Nacional de Juventud,
Colombia Joven.
En este escenario de creciente interés por el tema de la juventud y en el
proceso de formulación de política pública asumido por la institucionalidad,
se han construido, apropiado y modelado distintas miradas a los-as jóvenes y
a la juventud, que de una u otra manera han ido cristalizándose en las propuestas
y formulaciones de política pública. Estas miradas, sin embargo, han sido objeto
de múltiples críticas no sólo académicas, sino incluso institucionales, en la
medida en que han considerado principalmente imágenes negativas del-a joven
a partir de su identificación con ciertos problemas sociales –drogadicción,
delincuencia, violencia– o han puesto el énfasis en su condición de
2
Este tipo de enfoques también quedaron reflejados en el Programa de Atención a la Adolescen- 113
○
○ ○ ○ ○
○
cia iniciado por el Ministerio de Salud en 1998 y desarrollado en seis grandes ciudades del
país, así como en el Plan Nacional de Prevención de la Drogadicción, a partir del cual se empieza
a conocer y estimular la participación y organización juveniles como base para prevenir en los
jóvenes, el consumo de estupefacientes. Véase Colombia Joven, Presidencia de la República
(2001) y Departamento Nacional de Planeación (DNP, 1998).
Juventud. Estado del Arte, Bogotá 1990-2000
○ ○ ○ ○
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115
○
○ ○ ○ ○
○
3
Uribe (1999) sostiene que existe un problema de conceptualización de lo juvenil. En el caso
de Ciudad Bolívar es marcada la tendencia a reconocer la autonomía e identidad del joven,
mientras se considera al mismo tiempo la vigilancia o tutoría como un elemento esencial para
el buen desarrollo del joven en el futuro.
Juventud. Estado del Arte, Bogotá 1990-2000
sobre distintos campos relacionados con las principales problemáticas del barrio
o localidades a las que pertenecen estos-as jóvenes, dejando interrogantes sobre
sí la percepción que ellos-as tienen de sí mismos-as se reduce a ello. Dichos
encuentros pueden ser entendidos como parte de la estrategia del distrito frente
a la política pública, en la medida en que se considera que una parte importante
del proceso que ésta involucra está relacionado con la implementación de planes
○
○ ○ ○ ○
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○ ○ ○ ○
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de la manera como la política pública ha actuado en estos campos, bien sea por
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10 Conclusiones
Normalización Trasgresión
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quiere mirar desde allí son los grados de integración juvenil al orden social
expresado en los asuntos de la democracia, lo público y la relación con lo
estatal como tal.
El tercer eje en torno al cual gira la investigación lo ubicamos en la relación
producción y consumo cultural, en la medida en que sobre esta pregunta se
concentra un número importante de investigaciones por las identidades, las
culturas, las estéticas, las sensibilidades y en general aquello que particulariza
al-a joven de otros sujetos sociales y que no se reduce a una variable demográfica
como la edad. Mientras en las dos nociones anteriores lo juvenil aparece como
una resultante de otros procesos, sobre todo los que resultan de la relación con
las instituciones, en este caso se intenta una mirada a las posibilidades de lo
juvenil a producirse a sí mismo mediante eso que lo diferencia. Así, podemos
encontrar en investigaciones que comprenden lo juvenil partiendo de la
observación de objetos y fenómenos culturales –trabajos sobre culturas juveniles
y consumos culturales citados en este texto– una intención por dar cuenta de
modos diferentes de relación, socialidad, expresión de los conflictos o producción
cultural –el rock, el rap y los parches– procesos de apropiación particular hechos
por las y los jóvenes, que por lo general dan cuenta de “otras sensibilidades”, “otras
identidades”, otros modos de razonar que al distanciarse de lo esperado por el
mundo adulto, se convierten en “lo otro”, en la diferencia generacional o de la clase
de edad.
cada una, junto con sus relaciones, crea imágenes diferentes de lo juvenil: así, por
○
123
○
sólo es cumplida por el discurso académico sino también por las políticas
○
○
124
○
• La vulnerabilidad y el riesgo.
• La búsqueda de identidad.
• El cambio social.
La vulnerabilidad y el riesgo
○ ○ ○ ○
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La búsqueda de identidad
Por otra parte, hemos venido señalando que el tema de la “identidad” es uno
de los factores fundamentales en la producción de conocimiento local sobre lo
juvenil, con base en la consideración de la juventud como etapa o momento
de constante búsqueda de “ser”. Sin embargo dicha noción de identidad tiene
múltiples usos y definiciones, lo cual la hace ambigua, contradictoria y a veces
Colección Estados del Arte, Bogotá
○ ○ ○ ○
○
bien como sujeto social. Se trata de una noción ampliamente arraigada en las
ciencias y en el conocimiento general que ve la juventud como una etapa de
desarrollo dentro de un modelo lineal de sujeto que tiene en la vida adulta su
etapa de llegada. Esta noción transitoria de la juventud, supone que se la
Conclusiones
El cambio social
127
○
que la noción del cambio social se encuentra presente; ese “joven legítimo”
que canaliza su “virtud”, su “fuerza vital” en el cambio y fortalecimiento del
modelo social, político y económico.
En los últimos años, sin embargo, aparecen investigaciones que intentan
mirar desde otros ángulos los ejes señalados –normalización, trasgresión,
producción y consumo cultural– e incluso proponen preguntas que indagan
○
por los espacios no cubiertos por tales ejes. Así, el tema de la subjetividad y las
○
○
128 de prácticas sociales que transforman el conflicto, entre otras cuestiones, vuelven
○
○ ○ ○ ○
○
Pensar la política pública de juventud implica poner en relación toda una serie
○
de esta reflexión, pero queremos dejarlo señalado como una condición 129
○
○ ○ ○ ○
○
comprensiva necesaria.
En cuanto a lo nacional –en la década de los noventa– se destaca la
preocupación social por el protagonismo de los-as jóvenes en la escalada de
violencia que experimenta el país, expresada en fenómenos como el sicariato y,
Juventud. Estado del Arte, Bogotá 1990-2000
preguntar por los elementos que deben ser relevantes en una política pública
de juventud. Entre tanto, hay por lo menos tres aspectos que cobran relevancia:
los escenarios y campos de acción en los que se define la intervención de una
política determinada, los actores que están detrás de esa política y aquellos
sobre quienes se busca incidir.
Ahora bien, la política pública de juventud, tal como ha sido concebida
○
130 Además, se trata de una política focalizada pues establece un carácter prioritario
○
○ ○ ○ ○
○
de salud, como parte de una política que presta atención al uso del tiempo
○
libre de los-as jóvenes y que pone especial énfasis en la necesidad de alejarlos- 131
○
○ ○ ○ ○
○
○ ○ ○ ○
jóvenes como sector poblacional, es desde lucha por el actor social joven.
4
Los elementos de cada uno de estos modelos son presentados por Abad (2002:123-128) a
partir de una síntesis de tres autores: Rama, Rodríguez y Bango.
Conclusiones
mucho antes –como muestran los modelos propuestos por Rodríguez– que se han
desarrollado una serie de políticas universalistas dirigidas a los-as jóvenes; las políticas
de educación y salud, para citar un ejemplo.
Ahora bien, volviendo a los modelos de política pública, Bendit (1997) sostiene
que en Europa y en diferentes países de América Latina, frente a la problemática
juvenil y desde el Estado, existe una tendencia a reaccionar a partir de los estereotipos
sociales dominantes. En este contexto, dos serían los modelos predominantes en el
diseño de las políticas públicas: en primer lugar estaría el democrático participativo,
en el que los-as jóvenes son vistos-as como un grupo al que es necesario educar y al
que hay que apoyar en su lucha por derechos y garantías sociales. En este enfoque
se pone un énfasis especial en el papel de los-as jóvenes como actores de la
democratización de la sociedad desde su condición de ciudadanos-as. En segunda
medida, estaría el modelo paternalista protector, en el que el-a joven es visto-a
como un ser débil, al que hay que proteger, controlar e integrar, bien sea desde la
acción de las instancias socializadoras, desde programas compensatorios dirigidos a
minimizar riesgos sociales o reducir efectos disfuncionales generados por grupos-
problema o incluso a través del uso de medidas represivas y resocializantes (Bendit,
1997). Para este autor, es común que ambos modelos coexistan en el campo de las
políticas públicas, aunque se le dé mayor preponderancia a uno de ellos.
A parte de estos modelos, que ponen en evidencia la preocupación que ha
estado presente en la agenda de la política pública latinoamericana desde hace
○ ○ ○ ○
○
Por otro lado, se sostiene que en el marco del programa se ha dado una
cierta tendencia dinamizadora en la construcción de políticas nacionales de
juventud y el desarrollo de un discurso relativamente homogéneo para abordar
la problemática5 . Es claro entonces, que la puesta en escena de la política pública
de juventud en Colombia, tiene conexiones muy importantes con la
preocupación y los esfuerzos que desde el escenario latinoamericano vienen
haciendo los gobiernos y las entidades internacionales interesadas en promover
la incorporación del tema de juventud en la agenda de política pública y una
mirada de ese tipo, sobre todo en sentido comparativo, podría aportar mucho
a la reflexión en torno al proceso de formulación de políticas de juventud.
134
○
5
Para una evaluación de lo que han sido las políticas de juventud en América Latina en el
marco del PRADJAL véase Bernales (1995).
Conclusiones
1993:33-34).
○
○
○ ○ ○ ○
○
una mejor situación de negociación y acción, sino que además puedan constituirse
en representantes de los jóvenes” (Presidencia de la República, 1993:35-37).
En síntesis: participación, organización, descentralización, focalización y
equidad de género, son los elementos que caracterizan este primer momento de la
política pública de juventud, en una estrategia que sin embargo se redujo a
“inventariar” lo que el Estado hacía en relación con los-as jóvenes (Daza, 1996),
sin mucha incidencia social ni capacidad de articulación.
En junio de 1995 se aprobó por parte del Concejo Nacional para la Política
Económica y Social (CONPES) un segundo documento de Política de Juventud
centrado en la consideración del joven como sujeto de derechos y deberes y con
miras a lograr mayores oportunidades de inclusión de los jóvenes como ciudadanos
plenos. El documento incluyó temas como el desarrollo personal y la formación
integral, la participación, el ejercicio de la ciudadanía, el ingreso a la vida laboral, el
○
joven como sujeto de derechos cambia la lógica que lo veía como sujeto en riesgo
○
136 y supone una redirección en la política pública, desde las acciones de tipo preventivo
○
○ ○ ○ ○
○
implica y en el fortalecimiento del lugar institucional para que tales políticas sean
○
○
efectivas que se han dado las posibilidades para que la política de juventud no sea
○
○ ○ ○ ○
○
Podría decirse que, al menos desde lo que compete al nivel central, la política
pública de juventud fue desbordada por los estereotipos mismos que sobre el-
a joven existen, y que si bien se pregona una buena intención, ésta apenas
incide en las condiciones de vida de las y los jóvenes. A la política pública de
Juventud. Estado del Arte, Bogotá 1990-2000
jóvenes capitalinos-as, el foco principal de mira está allí. Esta es una primera
recomendación necesaria antes de avanzar en el proceso: integrar los resultados de
este estudio con un reconocimiento de las condiciones actuales de vida de la
población juvenil, para así tener un conocimiento más acertado y complejo de lo
que sucede con ella.
Los lineamientos propuestos son de tres tipos: epistemológicos, hacia el proceso
de formulación de la política como tal y hacia la producción de conocimiento.
○
○
○
○
138
○
son tales sujetos y que están mediados por la distribución desigual de las
○
○
tiene el poder para incidir en las políticas sociales y quien se considera receptor 139
○
○ ○ ○ ○
○
atención desde cierta noción de riesgo y peligro, desde un estereotipo del tipo
de joven sobre el cual se buscaba actuar, llevó a relegar a otros jóvenes en
iguales o peores condiciones de exclusión y a que éstos se dieran cuenta que
para existir como sujetos de la atención pública debían adoptar el papel de
jóvenes violentos.
Hasta el momento, se puede afirmar que tanto la política pública de
juventud como la investigación social, se han focalizado en un tipo de joven: el
de sector popular que se encuentra en situaciones trasgresoras como la violencia,
la delincuencia, el consumo de drogas, etc; dicha focalización además ha tenido
como referente al hombre joven, en tanto que la mujer joven ha sido confinada
a temas como el embarazo adolescente y la atención maternoinfantil,
acercamiento que en todo caso las sigue valorando desde su efecto en otros
–como madres prematuras además– y no desde su singularidad. Como se ha
dicho, esta focalización es el resultado de dinámicas de creación de conocimiento
que al cruzarse con la sectorialización de las políticas públicas genera una serie
de desajustes y desfases con las dinámicas mismas de las-os jóvenes y sus
posibilidades de acceso como sujetos de derechos y deberes.
Se puede ver, entonces, cuán necesario es avanzar en una discusión sobre
la condición juvenil como sector social. El conjunto de trabajos revisados hasta
el momento, aún con las limitaciones señaladas, permite mostrar que sólo
mediante un ejercicio discursivo muy particular se puede considerar a la
juventud como un sector social específico. La condición etarea, es una variable
demográfica que no es sino apenas un dato en el complejo juego de relaciones
de poder que forman los sujetos sociales, dato que es importante para clasificar,
hacer gradaciones y medidas, pero no para reconocer aquello que hace particular
y específico al sujeto social. La condición de clase, el nivel educativo, los tipos
Colección Estados del Arte, Bogotá
hay límites y fronteras definidas. Entonces surgen otras preguntas que hacen
○
○
140 juventud con la política de niñez? ¿Es equivalente hablar de adolescentes? ¿De
○
○ ○ ○ ○
○
En este sentido, no bastaría afirmar que “los jóvenes son diferentes” como
si ese ser fuera parte de una condición intrínseca a los sujetos y que por
“condición natural” los hace ser tales, como si existiera una ontología que
separara a los jóvenes de otros sujetos y que de algún modo es inherente a su
“esencia”. Los trabajos citados a nivel local y la extensa bibliografía nacional e
internacional sobre el tema permiten observar la diversidad de modos de ser, la
multiplicidad de aspectos que marcan diferencias entre unos jóvenes y otros y
en general la imposibilidad de abarcar desde una sola variable lo juvenil.
Del mismo modo, hay que matizar la afirmación usada con frecuencia como
respuesta al argumento anterior y es que “los jóvenes son diversos”, como si en
efecto existiera una juventud que, homogénea o heterogénea, fuera susceptible
de ser diferenciada y diversificada, o que variara histórica y culturalmente, pero
que al fin de cuentas, fuera juventud. La noción de diversidad que impregna los
planteamientos multiculturales, en los análisis y las políticas sociales, lleva implícito
un lugar desde el cual se enuncia tal diferencia y se la inscribe; en el caso de la
juventud sigue primando un modelo de comprensión que ve en el-a joven aquello
que no tiene de adulto-a, aquello que le impide integrarse o le distancia del
orden normativo, pero que finalmente se refiere a él; o bien, se alude a una
noción de diversidad desde la espec-tacularidad de ciertas expresiones culturales,
desde su condición rebelde y contraria a cierto sistema social como si la cultura –
y la diversidad cultural– estuviera dada en modas, músicas y en aquello que
son todos los imaginarios sobre lo juvenil que fabrican las industrias culturales y
○
○
que son funcionales dentro de un sistema de mercado que asocia lo juvenil con
○
○ ○ ○ ○
○
para ingresar o ser reconocidos por el sistema social: la noción de joven que
crean los jóvenes organizados o que intentan cierto grado de representatividad
y reconocimiento –asociadas por lo general al potencial de cambio social,
apreciado en la época de la Constituyente y el movimiento de la Séptima
Papeleta– no son las mismas que las que circulan por los lados de las culturas
juveniles ni por las expresiones que se resisten a la integración a lo público
(ciertas expresiones anárquicas, por ejemplo).
Este tema permite introducir otra cuestión en cuanto a las políticas de
juventud en Colombia: éstas se inician en la época reciente asociadas al tema
de mujer y familia, pero luego se escinden entre sí en, al menos, dos
movimientos: los desarrollos propios de las acciones propias de cada “sector” y
que eran difíciles de contener en una misma instancia, y por los movimientos
que sustentaban y demandaban tales políticas. Se puede decir –y esto sin
embargo requiere de mayor estudio– que las formas de convocatoria y
organización para existir en lo público como sujetos de derechos no se han
dado del mismo modo para los movimientos de mujeres y los de jóvenes, así
como tampoco lo han sido para los movimientos indígenas ni de
afrocolombianos. Si bien, en el contexto actual y por efectos de la Constitución
de 1991 el tema de la diversidad y el reconocimiento especial para ciertos
sectores sociales se puso en boga, las estrategias, modos de representación y
organización, los argumentos que se usan para demandar tal protección no
son los mismos, ni se han usado de la misma forma en este tiempo. Habría que
preguntar por el papel que juegan los movimientos de jóvenes en esta definición
del sujeto de la política, en la medida en que quienes sean convocados, quienes
se integren al proceso de un modo u otro, le van a dar un rostro a tal definición,
y este rostro puede no coincidir con el que circula por otros lugares o el que
Colección Estados del Arte, Bogotá
142 agote el tema ni que se encuentren allí todas las respuestas cuando surge la
○
○ ○ ○ ○
○
pregunta por el cambio social, que sería uno de los sentidos de la formulación
de políticas públicas. Para aclarar esto se diferencia conceptualmente la
construcción de la juventud –como los actos discursivos que hacen del joven un
sujeto de conocimiento y que han sido el centro de atención de esta
Conclusiones
establece la sociedad y lleva a que unos sean más jóvenes que otros –la diferencia
○
○
entre jóvenes de estratos altos que pueden prolongar la moratoria social y los de
○
sectores populares que se integran desde niños-as al sistema productivo–, a que 143
○
○ ○ ○ ○
○
los sean en unas circunstancias y no en otras –los-as jóvenes que son padres y
madres adolescentes y a la vez son parte de ciertas culturas juveniles– o a que
circulen por diversos modos de entenderse joven: del grupo religioso al grupo de
rock, de lo que pide la escuela a lo que ofrecen los medios, por ejemplo.
Juventud. Estado del Arte, Bogotá 1990-2000
Es por esto que no se puede considerar a los jóvenes sólo como una categoría
demográfica, pues el compartir una misma edad no siempre equivale a tener una
misma posición en el sistema social, entre otras porque dichas posiciones no son
neutras sino que están claramente jerarquizadas y ordenadas. Por eso los-as
jóvenes son vistos-as como la promesa del futuro, los llamados al cambio social,
la alegría y la vitalidad o seres en proceso de maduración pues con tales nociones
se les pone en un lugar de espera y dependencia que legitima el lugar de poder
ocupado por el mundo adulto.
El resultado de dicha jerarquización, que tiene que ver con juegos de poder
muy precisos, es el capital: “El capital es una relación social que define la
apropiación diferencial por los sujetos del producto socialmente producido.”
(Martín, 1998:73). Siguiendo a dicho autor se afirma que en la determinación
de los jóvenes como sujetos sociales no sólo existen
De acuerdo con esto lo que haría “jóvenes” a los jóvenes no sería tanto el
resultado de condiciones intrínsecas a su desarrollo psicosocial o la existencia
de una “diferencia” leída como se lee la etnicidad de los grupos indígenas, sino
su lugar en la distribución de los capitales sociales; lugar por lo general
○
embargo se puede acceder en forma paulatina con la promesa de que algún día
○
144 serán adultos-as y gozarán del poder que por el momento se les niega.
○
○ ○ ○ ○
○
del sistema escolar tiene que ver con que permite la acumulación de un capital
que puede ser fundamental al momento de hacer tránsitos a otros momentos
vitales, por ejemplo para lograr sus propios recursos económicos e independencia
de la familia, aunque la situación actual del país ha puesto en duda esta
posibilidad, no sólo por las nuevas formas de familia a que lleva el desempleo
y las dificultades para independizarse sino porque el sistema escolar no permite
una integración al mercado laboral; la complejidad de tales conversiones del
capital se expresa en que, aún así, se mantiene una valoración simbólica de la
educación, como expresión de las posibilidades de salir adelante y progresar y
como factor en el cual las familias invierten significativos recursos.
La jerarquía de los capitales, a su vez, no funciona del mismo modo para
todos los sujetos: una experiencia como la de ser parte de la cultura rock implica
el poseer conocimientos muy especializados que si bien pueden ser descalificados
por la escuela y la familia pueden darle a algunos-as jóvenes un reconocimiento
social importante entre sus grupos de pares, obteniendo así nuevos capitales
simbólicos y sociales (Serrano, 1996; Amaya y Marín, 2000); lo mismo se
puede decir para el rap, como se observa en los diferentes trabajos de Perea.
Finalmente se puede citar otro caso en cuanto a la riqueza social que ofrecen
las formas de agrupación y asociación juvenil señaladas en el eje sobre
participación social y política, pues en ellas los-as jóvenes desarrollan formas
de socialidad y de resolución de conflictos que les permiten experiencias vitales,
○ ○ ○ ○
○
o por la pobreza, sino en los juegos de representaciones que les permiten o les
hacen existir y en las maneras en que se distribuyen los capitales sociales;
estereotipar a los-as jóvenes de sectores populares seguramente puede ser
económicamente productivo en un momento determinado. Por otra parte, el
valor que tienen ciertos objetos de consumo entre los-as jóvenes y todo lo que
puede llegar a hacerse por ellos da cuenta del peso que ocupan los capitales
simbólicos en la inclusión social y en las posibilidades de existencia como sujetos.
○
○
de capitales tiene que ver con el acceso al mundo del trabajo (si es que ocurre) y
○
146
○
Las clases de edad, entonces, son sobre todo un producto de los contextos
○
○ ○ ○ ○
○
capitales, las dependencias de unos sujetos con respecto a otros y los tipos de
tránsitos que se establecen entre los momentos vitales; el que estas relaciones
no siempre sean iguales ni permanentes es lo que permite que los sujetos se
ubiquen en diversas posiciones y se movilicen de un lugar a otro. En este sentido
no se es joven desde un lugar intrínseco y permanente sino desde un sistema
de relaciones que hace más o menos joven a un sujeto, circunstancial o
prolongadamente juvenil, estratégicamente juvenil o no. La juventud, entonces,
es más bien un proceso mediante el cual se “juvenilizan” los sujetos, e incluso
la cultura, como se plantea en algunas investigaciones.
No deja de llamar la atención el poco interés que el tema del trabajo, el
papel de la escolarización en la generación de posibilidades de inserción laboral
y la ubicación en las relaciones de producción en general tiene en la investigación
sobre jóvenes en el Distrito. La falta de conocimiento al respecto constituye
una limitante al momento de indagar por la movilidad del sistema de posiciones
sociales, sobre todo en la medida en que incide en las trayectorias sociales, los
tránsitos y modos de inserción, exclusión o marginación del mismo. Por ello,
se tiene desde el conocimiento producido piezas sueltas de un rompecabezas
no sólo difícil de armar sino desde el cual proyectar cualquier cambio se puede
convertir más en un ejercicio de adivinación e intuición y menos en un conjunto
de decisiones estratégicas efectivamente realizables.
148 universalista.
○
○ ○ ○ ○
○
entonces
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149
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○
de mayores ingresos.
Al mirar desde la producción y circulación de los capitales en las
dimensiones señaladas, es necesario preguntarse por los grados de autonomía,
las posibilidades de incidencia y de determinación de los cambios en cada una
de ellas. Sin duda, hay aspectos de la cultura que no pueden ser predeterminados
ni regulados, en la medida en que se atentaría contra la propia creatividad que
○
forja el cambio cultural. Intentar por ejemplo normatizar los parches, integrarlos
○
○
○ ○ ○ ○
○
Un último aspecto a considerar tiene que ver con las políticas de producción
de conocimiento. Si a lo largo de este texto se insiste en la importancia política
del conocimiento en cuanto a producción de discursos y representaciones, una
política pública no puede dejarlo de lado, sin pretender regularlo o encauzarlo
en su totalidad. Más allá del tema de la financiación y la destinación de recursos
para responder a las necesidades de conocimiento que respondan a las demandas
de saber experto para aplicar las políticas públicas, una primera cuestión tiene
que ver con las relaciones entre las instancias que formulan las políticas y las
que producen el conocimiento que en el caso del Distrito –a parte de lo que
fue el Observatorio de Cultura Urbana– no siempre están articuladas. Ya se
señaló que mientras se han dado procesos que van de las políticas públicas a la
creación de conocimiento, prácticamente no se encuentran acciones en el otro
sentido, al menos de manera explícita: acciones que desde la creación de
conocimiento incidan en las políticas públicas.
Esta articulación entre academia, Estado y otras instancias sociales –ONG
y empresa privada– implica para las partes una reconceptualización de lo que
es la producción de conocimiento, su valor y su responsabilidad social. Implica
además indagar por los procesos que permiten convertir el conocimiento
producido en la investigación académica –y que por ende tiene sus propias
151
○
etc– de manera que sea posible incorporar enfoques y discusiones que desde su
lugar de acción indaguen por problemáticas relacionadas con los procesos de
redistribución de los distintos capitales a los que ya se ha hecho alusión y no
sólo por aquellas que han logrado posicionarse en la agenda pública. Por otro
Juventud. Estado del Arte, Bogotá 1990-2000
152
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Anexo 1
154
○ ○ ○ ○ ○ ○
Colección Estados del Arte, Bogotá
1 Estereotipos 3 Participación sociopolítica 5 Inserción sociolaboral 7 Sexualidad, cuerpo y género 9 Consumos culturales
2 Proyectos de vida 4 Educación 6 Violencia 8 Cultura juvenil 10 Políticas públicas
Lugar de Financia-
○
Ejes temáticos aludidos en el texto
Título Autor Año Tipo de estudio Metodología
○
estudio ción 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
○
○
El joven: Entre el grito y PEREA RESTREPO 1992 Ensayo
○
el silencio Carlos Mario teórico
○
○
○
Identidad y cultura: un estudio GUERRERO 1992 Cualitativo Estudio Ciudad
○
de caso con jóvenes de Ciudad FONSECA Bertha exploratorio- Bolívar
○
Bolívar Isabel descriptivo
○
○
○
Juventud e identidad en un GONZÁLEZ 1992 Cualitativo Descriptivo- Barrio Villa
○
sector popular SANABRIA Adriana, exploratorio Javier
○
○
MUÑOZ
○
PALLARES Claudia
○
○
Exploratorio- Univer-
○
Participación política de la NIETO MENESES 1992 Cualitativa
Anexo 1
juventud universitaria en Etna Liliana descriptiva sidades
Nacional,
Colombia (1960-1990) Javeriana,
del Rosario
○
y de Los
○
Andes
○
○
○
Confabulando presentes ORTÍZ MEDINA 1993 Ensayo COLJU-
○
Ismael teórico VENTUD
○
○
○
La «prostitución infantil» en el CABRERA FADUL 1993 Cuantitativo, Santa Fe, Cámara de
○
centro de Bogotá. Un ensayo Olga (directora) cualitativo Mártires Comercio
○
de Bogotá
○
de investigación social urbana
○
○
○
9 Consumos culturales
○
1 Estereotipos 3 Participación sociopolítica 5 Inserción sociolaboral 7 Sexualidad, cuerpo y género
○
2 Proyectos de vida 4 Educación 6 Violencia 8 Cultura juvenil 10 Políticas públicas
○
○
○
○ ○ ○ ○ ○ ○
Departamento Administrativo de Acción Comunal Distrital
○
○
○
○
155
○
○
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○
156
○ ○ ○ ○ ○ ○
Colección Estados del Arte, Bogotá
1 Estereotipos 3 Participación sociopolítica 5 Inserción sociolaboral 7 Sexualidad, cuerpo y género 9 Consumos culturales
2 Proyectos de vida 4 Educación 6 Violencia 8 Cultura juvenil 10 Políticas públicas
Lugar de Financia- Ejes temáticos aludidos en el texto
○
Título Autor Año Tipo de estudio Metodología
estudio ción
○
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
○
DUZÁN Sylvia 1994 Crónica Usaquén
○
La decadencia de la gallada de
○
Unicentro periodística
○
○
Populus Ltda 1994 Cuantitativo San Cris- Consejería
○
La organización juvenil.
○
Formas, tipos y niveles tóbal, Presidencial
○
Tunjuelito, para la
○
Suba, juventud, la
○
○
Kennedy, mujer y la
○
Ciudad familia;
○
Bolívar Consejería
○
○
social de la
○
Alcaldía
○
Mayor de
○
Anexo 1
Bogotá
○
como texto social teórico
○
○
VIERA Jimmy 1994 Cuantitativo Consejería
○
Los jóvenes y la ciudad
○
Presidencial
○
para la
○
juventud, la
○
○
mujer y la
○
familia.
○
○
LALINDE POSADA 1994 Ensayo
○
Radios Juveniles o cómo cons-
○
truir una forma de ser joven Ana María teórico
○
○
1 Estereotipos 3 Participación sociopolítica 5 Inserción sociolaboral 7 Sexualidad, cuerpo y género 9 Consumos culturales
○
2 Proyectos de vida 4 Educación 6 Violencia 8 Cultura juvenil 10 Políticas públicas
○
○
○
○ ○ ○ ○ ○ ○
Departamento Administrativo de Acción Comunal Distrital
○
○
○
○
157
○
○
○
○
158
○ ○ ○ ○ ○ ○
Colección Estados del Arte, Bogotá
El joven de hoy: su perfil CASTRO Ana Milena 1995 Cualitativo Método Chapinero
dentro del espacio lúdico de la etnográfico Zona rosa
zona rosa
El joven: un actor social Pontificia Universidad 1995 Ensayo Etnográfico FES COL-
Javeriana teórico CIENCIAS
○
Título Autor Año Tipo de estudio Metodología
estudio ción 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
○
○
○
Los jóvenes como actores de AREVALO, Sindy 1995 Cualitativo IAP Tunjuelito
○
paz y desarrollo Marcia
○
○
○
Miradas urbanas. Jóvenes y CAÑON PINTO 1995 Cualitativo Universi-
○
democracia Diana Marcela dad
○
○
Javeriana
○
○
Pirobos. Trabajadores sexuales GARCIA Carlos Iván 1995 Cualitativo Santa Fe Cámara de
○
○
en el centro de Bogotá Comercio
○
de Bogotá
○
○
○
Proyectos juveniles de creación: BUENAVENTURA 1995 Cualitativo Análisis de
○
formas de comunicación Juan Guillermo discurso
Anexo 1
Todo lo que nos gusta se Corporación 1995 Cualitativo Investiga- Engativá FES,
evapora. Universitaria Minuto ción Colciencias
○
de Dios participativa
○
○
○
Toque y pogo. Jóvenes, música, OLARTE TAPIA 1995 Cualitativo Etnográfico
○
sensibilidad, historias Rocío Jazmín practicante
○
○
○
"Abismarse en el suelo del SERRANO AMAYA 1996 Cualitativo Etnográfico Colciencias-
○
propio cuarto". Observaciones José Fernando DIUC
○
○
sobre el consumo de rock en
○
jóvenes urbanos.
○
○
○
1 Estereotipos 3 Participación sociopolítica 5 Inserción sociolaboral 7 Sexualidad, cuerpo y género 9 Consumos culturales
○
2 Proyectos de vida 4 Educación 6 Violencia 8 Cultura juvenil 10 Políticas públicas
○
○
○
○
○ ○ ○ ○ ○ ○
Departamento Administrativo de Acción Comunal Distrital
○
○
○
○
159
○
○
○
○
160
○ ○ ○ ○ ○ ○
Colección Estados del Arte, Bogotá
1 Estereotipos 3 Participación sociopolítica 5 Inserción sociolaboral 7 Sexualidad, cuerpo y género 9 Consumos culturales
2 Proyectos de vida 4 Educación 6 Violencia 8 Cultura juvenil 10 Políticas públicas
Lugar de Financia- Ejes temáticos aludidos en el texto
○
Título Autor Año Tipo de estudio Metodología
estudio ción
○
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
○
○
De calles, parches, galladas y MEJÍA Marco Raúl, 1996 Cualitativo Consejería X
○
escuelas: transformaciones en PÉREZ GUZMÁN y ensayo Presidencial
○
los procesos de socialización de Diego teórico para la
○
○
los jóvenes de hoy. juventud, la
○
mujer y la
○
familia,
○
○
1996 UNICEF,
○
CINEP
○
○
Santa Fe
○
Desde el cuerpo. La construc- VELANDIA MORA Cualitativo Acción (*) X
○
ción de la identidad particular Manuel Antonio participa- (**)
○
y el redescubrimiento del cuer- 1996 ción
○
○
po como puntos de partida en etnográfico
Anexo 1
la prevención del consumo de
substancias psicoactivas, infec-
ción por HIV y las ETS, en
○
menores vinculados a la prosti- 1996
○
tución.
○
○
○
Jóvenes que producen imagen GURISATTI Cualitativo
○
de ciudad. Sensibilidades juve- BARRETO Claudia,
○
○
niles. Vida urbana: un pluggeo. HERREA CORTES
○
Sandra
○
○
○
(*) Programa de las Naciones Unidas para la fiscalización internacional de la droga.
○
(**) Programa japonés de prevención de la drogadicción. Embajada del Japón y Fundación Renacer.
○
○
1 Estereotipos 3 Participación sociopolítica 5 Inserción sociolaboral 7 Sexualidad, cuerpo y género 9 Consumos culturales
○
2 Proyectos de vida 4 Educación 6 Violencia 8 Cultura juvenil 10 Políticas públicas
○
○
○
○
○ ○ ○ ○ ○ ○
Departamento Administrativo de Acción Comunal Distrital
○
○
○
○
161
○
○
○
○
162
○ ○ ○ ○ ○ ○
Colección Estados del Arte, Bogotá
1 Estereotipos 3 Participación sociopolítica 5 Inserción sociolaboral 7 Sexualidad, cuerpo y género 9 Consumos culturales
2 Proyectos de vida 4 Educación 6 Violencia 8 Cultura juvenil 10 Políticas públicas
Lugar de Financia- Ejes temáticos aludidos en el texto
○
Título Autor Año Tipo de estudio Metodología
estudio ción 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
○
○
Democracia y Juventud en la MARTINEZ, 1997 Cualitativo -
○
○
Unidad Básica Marco Fidel Telesforo cuantitativo
○
Suárez
○
○
○
Derechos humanos en voces ROJAS MELO Luisa 1997 Ensayo
○
jóvenes Alejandra teórico
○
○
○
El liderazgo como poética DUQUE GOMEZ 1997 Cualitativo
○
social. Historias de vida de Fanny Stella,
○
liderazgo juvenil GUZMAN DE
○
○
FORERO Hylda, 1996
○
QUINCHE Clara
○
Esperanza,
○
Anexo 1
SERRANO
LEDESMA Faneth
○
Estudio exploratorio del racio- VASCO 1997 Sasaima
○
namiento moral en jóvenes con CÁRDENAS
○
antecedentes de Carlos Adolfo
○
○
farmacodependencia y delin-
○
cuencia
○
○
○
Hábitos de consumo cultural OBSERVATORIO 1997 Cualitativo Observa-
○
en jóvenes de DE CULTURA torio de
○
Santafé de Bogotá URBANA IDCT Cultura
○
○
Urbana
○
○
1 Estereotipos 3 Participación sociopolítica 5 Inserción sociolaboral 7 Sexualidad, cuerpo y género 9 Consumos culturales
○
2 Proyectos de vida 4 Educación 6 Violencia 8 Cultura juvenil 10 Políticas públicas
○
○
○
○
○ ○ ○ ○ ○ ○
Departamento Administrativo de Acción Comunal Distrital
○
○
○
○
163
○
○
○
○
164
○ ○ ○ ○ ○ ○
Colección Estados del Arte, Bogotá
1 Estereotipos 3 Participación sociopolítica 5 Inserción sociolaboral 7 Sexualidad, cuerpo y género 9 Consumos culturales
2 Proyectos de vida 4 Educación 6 Violencia 8 Cultura juvenil 10 Políticas públicas
Lugar de Financia- Ejes temáticos aludidos en el texto
○
Título Autor Año Tipo de estudio Metodología
○
estudio ción 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
○
○
Pagar por el paraíso MONTENEGRO 1997 Cualitativo - Etnográfica
○
Leonardo cuantitativo
○
○
○
Propuesta de Política para la MARTINEZ 1997 Política Alcaldía X
○
Juventud MENDEZ Zoraida pública Mayor
○
○
○
Relato BLANDON 1997 Cualitativo, Compensar
○
SHILLER, Alberto Ensayo
○
teórico
○
○
○
¿Qué pasa con la paticipación CASTRO 1998 Sistematiza- UCPI
○
juvenil? ZULUAGA Myriam ción de la
○
○
del Pilar experiencia
Anexo 1
¿Por qué van? ¿Por qué no van? QUINTERO 1998 Sistematiza- UCPI
GARCÍA Janeth ción de la
○
experiencia
○
○
○
Somos expresión, no subver- PEREA RESTREPO 1998 Ensayo San
○
sión. Juventud, identidades y Carlos Mario teórico Cristóbal
○
esfera pública en el suroriente
○
○
bogotano
○
○
Somos el extremo de las cosas SERRANO Jose Ensayo Colciencias-
○
○
Fernando teórico DIUC
○
○
○
1 Estereotipos 3 Participación sociopolítica 5 Inserción sociolaboral 7 Sexualidad, cuerpo y género 9 Consumos culturales
○
○
2 Proyectos de vida 4 Educación 6 Violencia 8 Cultura juvenil 10 Políticas públicas
○
○
○
○ ○ ○ ○ ○ ○
Departamento Administrativo de Acción Comunal Distrital
○
○
○
○
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○
○
○
○
166
○ ○ ○ ○ ○ ○
Colección Estados del Arte, Bogotá
1 Estereotipos 3 Participación sociopolítica 5 Inserción sociolaboral 7 Sexualidad, cuerpo y género 9 Consumos culturales
2 Proyectos de vida 4 Educación 6 Violencia 8 Cultura juvenil 10 Políticas públicas
Lugar de Financia- Ejes temáticos aludidos en el texto
○
Título Autor Año Tipo de estudio Metodología
○
estudio ción 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
○
○
En algún lugar parcharemos GARCÍA SUÁREZ 1998 Cualitativo Suba Observato-
○
Carlos Iván rio de
○
Cultura
○
○
Urnana
○
○
En busca de nuevos lugares de USECHE Oscar 1998 Ensayo
○
○
enunciación de lo juvenil teórico
○
○
Género y sexualidad en los RUIZ ARROYAVE 1998 Ensayo Corpora-
○
○
jóvenes de la calle Javier Omar teórico ción
○
Extramuros
○
○
○
Ideología de la violencia y la LOPEZ MESIAS, 1998 Cualitativo Universi-
Anexo 1
tortura: valoraciones y repre- Liliana Patricia dades
sentaciones en un grupo de bogotanas
jóvenes
○
○
○
Imaginarios, presencias y con- SALAZAR Alonso 1998 Cualitativo- Observato-
○
flictos entre los jóvenes de cuantitativo rio de
○
Bogotá Cultura
○
Urnana
○
○
○
Influencia publicitaria en la D’CROZ 1998 Cualitativo Etnográfico Colegio
○
identidad de los adolescentes BRUSATIN Paola Juan
○
○
Andrea Ramón
○
Jiménez
○
○
1 Estereotipos 3 Participación sociopolítica 5 Inserción sociolaboral 7 Sexualidad, cuerpo y género 9 Consumos culturales
○
○
2 Proyectos de vida 4 Educación 6 Violencia 8 Cultura juvenil 10 Políticas públicas
○
○
○
○ ○ ○ ○ ○ ○
Departamento Administrativo de Acción Comunal Distrital
○
○
○
○
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○
○
○
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○ ○ ○ ○ ○ ○
Colección Estados del Arte, Bogotá
1 Estereotipos 3 Participación sociopolítica 5 Inserción sociolaboral 7 Sexualidad, cuerpo y género 9 Consumos culturales
2 Proyectos de vida 4 Educación 6 Violencia 8 Cultura juvenil 10 Políticas públicas
Lugar de Financia- Ejes temáticos aludidos en el texto
○
Título Autor Año Tipo de estudio Metodología
○
estudio ción 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
○
○
En Juventud, Política social KLEVENS Joanne, 1998 Cualitativo- Programa
○
○
y violencia urbana en Santafé MARTINEZ cuantitativo Calles sin
○
de Bogotá. GAITAN Isabel, Violencia
○
SALAZAR Alonso,
○
○
SEGOVIA
○
Guillermo, VIERA
○
Jimmy
○
○
○
La calle: otro modo de vivir RUIZ ARROYABE 1998 Ensayo Etnográfico Corpora-
○
la ciudad Javier Omar teórico ción
○
○
Extramuros
○
○
Anexo 1
La comunicación en el proceso URIBE ORTEGON 1998 Ensayo
de consulta por una ley de Mónica María teórico
juventud
○
○
La imagen del otro en los habi- ZAMBRANO 1998 Cualitativo
○
tantes de Santafé de BARRERA Carlos
○
○
Bogotá Alberto
○
○
La juventud frente al conflicto MORENO 1998 Cualitativo- Kennedy
○
urbano SUAREZ Anthony cuantitativo
○
○
○
La Organización Juvenil: VERDUGO Jazmín 1998 Ensayo
○
¿El baile de los que sobran? teórico
○
○
○
1 Estereotipos 3 Participación sociopolítica 5 Inserción sociolaboral 7 Sexualidad, cuerpo y género 9 Consumos culturales
○
○
2 Proyectos de vida 4 Educación 6 Violencia 8 Cultura juvenil 10 Políticas públicas
○
○
○
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Departamento Administrativo de Acción Comunal Distrital
○
○
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○
○
○
170
○ ○ ○ ○ ○ ○
Colección Estados del Arte, Bogotá
1 Estereotipos 3 Participación sociopolítica 5 Inserción sociolaboral 7 Sexualidad, cuerpo y género 9 Consumos culturales
2 Proyectos de vida 4 Educación 6 Violencia 8 Cultura juvenil 10 Políticas públicas
Lugar de Financia- Ejes temáticos aludidos en el texto
○
Título Autor Año Tipo de estudio Metodología
○
estudio ción 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
○
○
○
Cultura de los derechos MUÑOZ 1999 Ensayo IDEP,
○
○
humanos en la escuela desde GONZALEZ teórico Fundación
○
una perspectiva juvenil Germán CEPECS
○
○
Curriculo silenciado o el saber AMAYA 1999 Ensayo IDEP,
○
○
hacer de las culturas juveniles URQUIJO Adira teórico Fundación
○
para la transformación de los CEPECS
○
conflictos de la escuela
○
○
○
El Rey Rock & Roll: símbolo ROMANY 1999 Sistematiza-
○
de resistencia de la generación PEREZ, Forero ción de la
○
○
del noventa experiencia
Anexo 1
Formas, Procesos y Actores que RUDAS LLERAS 1999 Estado Etnografñia ICDT
Intervienen en la Susana del Arte
○
construcción de Identidad en
○
○
los y las jóvenes de Bogotá
○
○
Imaginarios de poder en la VARGAS RUBIO 1999 Cualitativo,
○
○
relación jóvenes-Estado en Olga sistematiza-
○
Santa Fe de Bogotá D.C. ción de
○
(1991-1994) experiencia
○
○
○
○
○
○
1 Estereotipos 3 Participación sociopolítica 5 Inserción sociolaboral 7 Sexualidad, cuerpo y género 9 Consumos culturales
○
○
2 Proyectos de vida 4 Educación 6 Violencia 8 Cultura juvenil 10 Políticas públicas
○
○
○
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Departamento Administrativo de Acción Comunal Distrital
○
○
○
○
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○
○
○
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○ ○ ○ ○ ○ ○
Colección Estados del Arte, Bogotá
1 Estereotipos 3 Participación sociopolítica 5 Inserción sociolaboral 7 Sexualidad, cuerpo y género 9 Consumos culturales
2 Proyectos de vida 4 Educación 6 Violencia 8 Cultura juvenil 10 Políticas públicas
Lugar de Financia- Ejes temáticos aludidos en el texto
○
Título Autor Año Tipo de estudio Metodología
○
estudio ción 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
○
○
Predicando mi mensaje: PEREA RESTREPO 1999 Ensayo San Observatorio
○
Testimonio rapero Carlos Mario teórico Cristóbal de Cultura
○
Urbana
○
○
○
"Menos querer más de la vida". SERRANO 2000 Cualitativo Colciencias-
○
Concepciones de vida y muerte AMAYA, José DIUC
○
○
en jóvenes urbanos Fernando
○
○
Actitudes respecto a la IDROBO TAPIA, 2000 Cuantitativo Universi-
○
○
sexualidad y prácticas sexuales Haydeé dades
○
de hombres jóvenes universita-
○
rios de las ciudades de Santafé
○
○
de Bogotá y Quito
Anexo 1
Agrupaciones juveniles en GARCÍA SUÁREZ 2000 Ensayo
Bogotá Carlos Iván teórico
○
○
○
Al final del túnel: historias de CASTELBLANCO 2000 Cualitativo
○
vida sobre el suicidio LOPEZ Julián Andrés,
○
RODRIGUEZ
○
IBARRA María
○
○
Carolina
○
○
Casas de la Juventud. Espacios GONZÁLEZ, 2000 Sistematiza-
○
○
para soñar, aprender y construir Bernardo ción de la
○
experiencia
○
○
1 Estereotipos 3 Participación sociopolítica 5 Inserción sociolaboral 7 Sexualidad, cuerpo y género 9 Consumos culturales
○
○
2 Proyectos de vida 4 Educación 6 Violencia 8 Cultura juvenil 10 Políticas públicas
○
○
○
○ ○ ○ ○ ○ ○
Departamento Administrativo de Acción Comunal Distrital
○
○
○
○
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○
○
○
○
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○ ○ ○ ○ ○ ○
Colección Estados del Arte, Bogotá
○
Título Autor Año Tipo de estudio Metodología
○
estudio ción 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
○
Encuentro ciudadano Secretaría de 2000 Sistematiza- Tunjuelito Secretaría
○
○
local de jóvenes Gobierno ción de la de Gobier-
○
experiencia no Bogotá
○
○
○
Encuentro ciudadano Secretaría de 2000 Sistematiza- Kennedy Secretaría
○
local de jóvenes Gobierno ción de la de Gobier-
○
experiencia no Bogotá
○
○
○
Encuentro ciudadano Secretaría de 2000 Sistematiza- Fontibón Secretaría
○
local de jóvenes Gobierno ción de la de Gobier-
○
○
experiencia no Bogotá
○
○
Encuentro ciudadano Secretaría de 2000 Sistematiza- Engativá Secretaría
○
Anexo 1
local de jóvenes Gobierno ción de la de Gobier-
experiencia no Bogotá
○
Encuentro ciudadano Secretaría de 2000 Sistematiza- Suba Secretaría
○
local de jóvenes Gobierno ción de la de Gobier-
○
experiencia no Bogotá
○
○
○
Encuentro ciudadano Secretaría de 2000 Sistematiza- Barrios Secretaría
○
local de jóvenes Gobierno ción de la Unidos de Gobier-
○
○
experiencia no Bogotá
○
○
Encuentro ciudadano Secretaría de Sistematiza- Puente Secretaría
○
○
local de jóvenes Gobierno ción de la Aranda de Gobier-
○
experiencia no Bogotá
○
○
1 Estereotipos 3 Participación sociopolítica 5 Inserción sociolaboral 7 Sexualidad, cuerpo y género 9 Consumos culturales
○
2 Proyectos de vida 4 Educación 6 Violencia 8 Cultura juvenil 10 Políticas públicas
○
○
○
○ ○ ○ ○ ○ ○
Departamento Administrativo de Acción Comunal Distrital
○
○
○
○
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○
○
○
○
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○ ○ ○ ○ ○ ○
Colección Estados del Arte, Bogotá
1 Estereotipos 3 Participación sociopolítica 5 Inserción sociolaboral 7 Sexualidad, cuerpo y género 9 Consumos culturales
2 Proyectos de vida 4 Educación 6 Violencia 8 Cultura juvenil 10 Políticas públicas
Lugar de Financia- Ejes temáticos aludidos en el texto
○
Título Autor Año Tipo de estudio Metodología
estudio ción
○
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
○
○
La esencia del joven vista a BERNAL SUÁREZ 2000 Cualitativo Etnográfica Universi-
○
○
través de las drogas Clara, CORREA dad
○
BERNAL Hermelina, Nacional
○
MESA PEDREROS
○
○
Mónica
○
○
Los juegos de rol: una forma LUTZ GOMEZ 2000 Cualitativo Etnográfica
○
○
multiexpresiva de lúdica con- Diana, SANDINO
○
temporánea CEBALLOS
○
Jerónima
○
○
○
Nacidos para la batalla AMAYA URQUIJO, 2000 Cualitativo, Suroriente IDEP
○
Anexo 1
Adira, MARIN Ensayo
CAICEDO, Martha teórico
Reparando el tejido social: Por ARBELÁEZ Ana 2000 Sistematiza- Ciudad UCPI
○
○
qué se desarma un pandillero. María. ción de la Bolívar
○
experiencia
○
○
○
Sentimiento brutal: La cultura BURBANO 2000 Cualitativo Video Ciudad
○
de la resistencia. Jóvenes, ciu- BONILLA Liliana, transforma- Bolívar
○
dad y nuevas formas de partici- JARAMILLO cional
○
○
pación en la cultura ciudadana BOTERO Olga
○
Natalia
○
○
○
○
1 Estereotipos 3 Participación sociopolítica 5 Inserción sociolaboral 7 Sexualidad, cuerpo y género 9 Consumos culturales
○
2 Proyectos de vida 4 Educación 6 Violencia 8 Cultura juvenil 10 Políticas públicas
○
○
○
○
○ ○ ○ ○ ○ ○
Departamento Administrativo de Acción Comunal Distrital
○
○
○
○
177
○
○
○
○
178
○ ○ ○ ○ ○ ○
Colección Estados del Arte, Bogotá
○
Título Autor Año Tipo de estudio Metodología
estudio ción
○
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
○
○
La sola vida te enseña: Subjeti- PEREA RESTREPO 2001 Ensayo
○
○
vidad y autonomía dependien- Carlos Mario teórico
○
te
○
○
○
Narrativas sobre el Extasis de GRANADOS 2001 Cualitativo
○
un grupo de jóvenes asistentes DIAZ, Catherine,
○
a los "afterparty" MUNIVE, Carli
○
○
Andrea
○
○
○
○
○
○
Anexo 1
○
○
○
○
○
○
○
○
○
○
○
○
○
○
○
1 Estereotipos 3 Participación sociopolítica 5 Inserción sociolaboral 7 Sexualidad, cuerpo y género 9 Consumos culturales
○
2 Proyectos de vida 4 Educación 6 Violencia 8 Cultura juvenil 10 Políticas públicas
○
○
○
○
○ ○ ○ ○ ○ ○
Departamento Administrativo de Acción Comunal Distrital
○
○
○
○
179
Siglas y acrónimos
de la colección
ACORE: Asociación Colombiana de Oficiales en Retiro de las Fuerzas Militares
ACOVOL: Agencia Coordinadora del Voluntariado de Bogotá
ADPOSTAL: Administración Postal Nacional
AEROCIVIL: Aeronáutica Civil de Colombia
AIG: Asociación Colombiana de Geriatría y Gerontología
ANDATER: Asociación Nacional para la Defensa de los Programas y Derechos de la
Tercera Edad
ARS: Administradora del Régimen de Subsidio
BID: Banco Interamericano de Desarrollo
BLAA: Biblioteca Luis Ángel Arango
BMZ: Ministerio Alemán de Cooperación Económica y Desarrollo
CAFAM: Caja de Compensación Familiar
CAJANAL: Caja Nacional de Previsión Social
CASUR: Caja de Sueldos de Retiro de la Policía Nacional
CDN: Convención Internacional de Derechos del Niño
CEDAW: Convención de las Naciones Unidas sobre la eliminación de todas las for-
mas de discriminación contra la mujer
CEDE: Centro de estudios sobre Desarrollo Económico
CEPAL: Comisión Económica para América Latina y el Caribe
CEPECS: Centro de Promoción Ecuménica y Social
CEPSIGER: Centro de Psicología Gerontológica
CIDER: Centro Interdisciplinario de Estudios Regionales y Urbanos
CIDS:Centro de Investigaciones sobre Dinámica Social de la Universidad Externado
de Colombia
CIM: Comisión Interamericana de Mujeres
CIMUF: Centro Integral de Promoción de la Mujer y la Familia
CINEP: Centro de Investigación y Educación Popular
CIS: Centro de Investigaciones Sociológicas
CNID: Comisión Nacional de Investigación en Drogas
CODHES: Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento
COLCIENCIAS: Instituto Colombiano para el Desarrollo de la Ciencia y la Tec-
nología
Juventud. Estado del Arte, Bogotá 1990-2000
○ ○ ○ ○
○
○ ○ ○ ○
○
○ ○ ○ ○
○
185
○
○ ○ ○ ○
○
Bibliografía
○ ○ ○ ○
○
DAZA, Ricardo (1996) “La política nacional de juventud”, en: Nómadas N°4, mar-
zo, pp.114-123, Departamento de Investigaciones, Universidad Central, Bogotá.
D’CROZ BRUSATIN, Paola Andrea (1998) Influencia publicitaria en la identidad
de los adolescentes. Monografía, Facultad de Comunicación Social Universidad
Javeriana, Bogotá.
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torias de vida de liderazgo juvenil. Monografía, Departamento de Psicología,
Universidad Javeriana, Bogotá.
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Urbanos, Volumen 2, pp. 69-75. Bogotá: Tercer Mundo-ICAN.
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gía, Universidad de los Andes, Bogotá.
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Estado. Pereira: CORPES de occidente- Región de planificación del occidente co-
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Javeriana, Departamento de Comunicación, Bogotá.
LOMBANA BERMÚDEZ, Andrés Alberto (2001) El mañanero te va a despertar: la
juvenalización de los jóvenes, medios electrónicos de comunicación trimología cotidia-
na: análisis hermenéutico de un programa de radio. Monografía, Departamento de
○
190
○
○ ○ ○ ○
pación política de los jóvenes universitarios a la luz de la constitución del 91.
○
ral en jóvenes de Santafé de Bogotá”, en: El Observatorio de Cultura Urbana, Vol 1, 191
○
○ ○ ○ ○
○
PEREA RESTREPO, Carlos Mario (s.f.) “Un ruedo significa respeto y poder: Pandi-
192
○
○ ○ ○ ○
llas y violencia en Bogotá”, en: Violencias colectivas en los Andes. Lima.
○
PÉREZ GUZMÁN, Diego y Marco Raúl MEJÍA (1996) De calles, parches, galladas y
escuelas: transformaciones en los procesos de socialización de los jóvenes de hoy. Bogotá:
CINEP.
○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Bibliografía ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○
Experiencias y desafíos desde la gestión institucional”, en: Umbrales. Cambios cul- 193
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SANCHEZ, Betty (2000) “Jóvenes cristianos: ¿Entre la polaridad del bien y del mal?
El juego de la balanza”, en: Nómadas 13, pp. 136-151. Departamento de Investi-
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SANCHEZ TIRADO Jorge Helberth (2000) La categoría social ñero. Identidad social
○
194 Bogotá.
○
○ ○ ○ ○
○
VARGAS VELÁSQUEZ, Alejo (1999) “Las políticas públicas entre la racionalidad 195
○
196
○
○ ○ ○ ○
○