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Este jabón es económico y rendidor; al aprovechar los sobrantes de jabón de tocador sobrantes se ahorra
dinero y se evita desperdiciar.
El jabón se manufactura mediante un proceso de saponificación, esto es una transformación de las grasas en sales
alcalinas, de sodio o potasio, cuando el sebo o aceites han sido tratados con solución de soda cáustica. Cualquiera
puede fabricar jabón en su casa utilizando utensilios corrientes. La técnica que le proponemos a continuación es una
de las más simples ya que se parte de restos de jabón y por lo tanto buena parte del trabajo ya esta hecho, lo que
resulta una buena forma de iniciarse en esta interesante artesanía.
Ingredientes:
2 litros de agua
1 taza de sobrantes de jabón de tocador
1 cucharadas de glicerina pura (Se consigue en farmacias o droguerías.)
Rendimiento: 2 litros.
Tiempo de elaboración: 20 minutos aproximadamente.
Utensilios:
Preparación:
1. Vierta la mitad del agua a la olla y ponga a fuego medio, cuando esté caliente, agregue el jabón y la glicerina sin
dejar de mover. 2. Cuando esté disuelto, retire del fuego y deje enfriar.
Envasado y conservación:
Vacíe el jabón líquido en la botella, etiquete con el nombre del producto, fecha de elaboración y de caducidad.
Conserve el jabón en un lugar fresco.
Caducidad:
Este jabón líquido se conserva hasta por 6 meses a partir de la fecha de elaboración.
Recomendaciones:
Para su mejor aprovechamiento, puede usarse un recipiente con vertedero y tenerlo cerca del lava manos. Puede
agregar perfume de su preferencia o gotas de algún aceite esencial. Mantenga bien cerrado el envase para que no se
seque o pierda el aroma
Desde el punto de vista químico, el jabón es una sal obtenida a partir de la reacción entre una base alcalina
(hidróxido de l sodio) y un ácido (grasa o aceite). El proceso de la saponificación que es la reacción química que
transforma la grasa en jabón - requiere de la dilución de la soda cáustica en agua.
Los métodos clásicos para hacer el jabón en casa son dos: al frío o al calor.
El primero, el más sencillo y adaptado al principiante, permite aprovechar el calor emitido por la reacción
química del álcali. El jabón obtenido con el método al frío necesita de un tiempo de "maduración" de
aproximadamente cuatro semanas para completar el proceso de la transformación y absorber el líquido.
En el método al calor, en cambio el material recibe una fuente externa de calor (caldera, horno) para acelerar la
reacción química. El jabón obtenido con el método al calor queda listo en un tiempo más breve pero tiene una
consistencia mucho más rustica el irregular que la del jabón al frío.
Antes de comenzar a hacer el jabón en casa, lea cuidadosamente las siguientes recomendaciones de seguridad y
aplíquelas siempre escrupulosamente:
2 - la soda cáustica es hidróxido de sodio (NaOH ) formado por el lazo iónico entre el sodio, el oxígeno y el
hidrógeno. Es un material reactivo inestable y se combina velozmente con los líquidos, absorbiendo también la
humedad del aire. Es altamente corrosivo e irritante si entra en contacto con la piel y las mucosas.
3 - Utilice anteojos, los guantes de caucho y una mascarilla cuando maneje la soda cáustica, la mezcla del agua
y soda cáustica y o la mezcla con el material graso.
4 -Mantenga los guantes puestos cuando manipule un jabón recién hecho, y continúe usándolo si deba
manipular el jabón hecho con el método al frío de menos de dos semanas de maduración.
6 - ¡Vierta la soda cáustica en el agua y nunca a la inversa! El líquido vertido en la soda provoca una especie de
explosión muy peligrosa.
7 - La soda cáustica vertida correctamente dentro del líquido hace que este aumente su temperatura por encima
de los 80 grados. Use por lo tanto envases resistentes al calor y preste atención.
8- no use las herramientas del jabón para otros quehaceres. Cuando prepare el jabón no deje que los niños o los
animales curiosos tomen contacto con las mezclas cáusticas. Ponga a sus familiares en conocimiento de estas
reglas.
9 - dedique a la preparación de jabón un espacio tranquilo de su casa y de su tiempo. No haga jabón mientras
que está cocinando, mientras que mira televisión o si en casa hay las personas que no hacen caso de las reglas
de seguridad.
10- en caso de un contacto accidental del material cáustico con la piel, lávese con abundante agua fría.
Recuerde tener siempre a mano vinagre que es un neutralizante natural de los productos cáusticos. En caso de
contacto con los ojos debe lavarse con abundante agua corriente fría y consulta al médico.
Existen también dos métodos para obtener bases ya listas para preparar los jabones. Pueden derretirse jabones
naturales o industriales, o bien emplear glicerina del tipo que usa para hacer jabones artesanales decorativos
( técnica de derretir y verter).
Las variaciones son infinitas. Es bueno recordar que, si bien la glicerina y todos los productos complementarios
(los colores, aromas) que se compran para preparar este tipo de productos se obtiene en laboratorio, pueden no
respetar las normas que rigen para los cosméticos. Hay que observar las indicaciones de los ingredientes en la
etiqueta. Aunque los jabones de "derretir y vertir" se consideran "objetos decorativos", las probabilidades de
que terminen en contacto con la piel es alto....
El método en Frío
El método al frío es el sistema más simple e inmediato para preparar el jabón. ¡Basta seguir algunas reglas
simples, mezclar los ingredientes y la naturaleza hará todo lo demás! No comenzar sin haber aprendido antes
las reglas de seguridad.
Pesar con extrema atención los ingredientes porque la diferencia mínima puede arruinar todo; prestar atención a
la temperatura de la mezcla cáustica y del material graso cuando se mezcle; mantener aislado y tranquilo el
jabón durante las primeras horas de realizado.
Grasa de base:
El lugar ideal para hacer el jabón es la cocina porque usted encontrará a mano todo lo que necesita. Despeje la
mesada de trabajo para evitar "contaminaciones" con los alimentos; Puede cubrirlo con los periódicos viejos o
con un hule. Colóquese los guantes, la mascarilla y anteojos.
En un envase de plástico resistente al calor ) pese con la máxima atención la soda cáustica. En otro envase mida
el agua. Puede servir la garrafa de pirex para preparar café. Vierta el agua en un recipiente resistente al calor
(plástico o acero inoxidable)
Vierta poco a poco la soda cáustica en el agua, revolviendo para disolverla bien. Atención porque la temperatura
del agua llegará rápidamente a 70/80 grado. Colocar el envase cubierto en un lugar seguro para que se enfríe
un poco.
Pese el aceite de oliva y el aceite de coco, póngalos en una olla de acero inoxidable. Derrita la cera de abejas y
agréguela a al aceite. Caliente al fuego mínimo hasta que el compuesto no esté totalmente derretido. Mantenga
la temperatura siempre baja.
Mida las temperaturas de la mezcla cáustica y de la mezcla grasa, debe llegar cada una a 45 grados centígrados.
Vierta suavemente la solución cáustica en el material graso, revolviendo para que se incorpore bien. Ahora es el
momento de usar un aparato mezclador de mano. Debe pasarse a baja velocidad y unos pocos segundos por
vez, haciendo pausas para controlar el jabón y evitar que se recaliente el motor del aparato.
5 - EL PUNTO JUSTO
¡Este es un aspecto crucial para todo el procedimiento! Mientras que mezcle el jabón notará que cambia de color
y consistencia, poniéndose cada vez más blanquecino y cremoso. Quite por un momento el mezclador y tome
con una cuchara una pequeña porción y déjela caer dentro de la mezcla. Observe si permanece en la superficie
durante unos segundos antes de hundirse. Algunos llaman a este punto "poder escribir" en la superficie del
jabón. Este dato le dirá que ha llegado el momento de retirar el mezclador y pasar a la fase final del proceso.
Ahora, usando una cuchara de la madera o un espátula mezclar velozmente el aceite esencial (que es lo que le
dará aroma)o cualquier otro aditivo (color, flores secas, objetos)
6 - TIEMPO DE CURACIÓN
Vierta el jabón en un molde. Generalmente se usa una lata de forma cuadrada o rectangular con bordes que
superen la altura del futuro jabón; cúbralo bien. Después de 24/48 horas, usando los guantes, podrá sacarlo
fuera del molde y cortarlo. Esta operación de corte es un momento muy placentero para el jabonista, superior a
cuando se usan moldes individuales.
Ponga el jabón sobre un papel de embalaje, en un lugar aireado, fresco y seco. La causticidad del producto irá
disminuyendo progresivamente y el jabón estará listo después de 4 o 5 semanas. Recuerde, que el jabón es
como el vino: Cuanto más envejece mejor su calidad.
Hoy, estoy haciendo una producción más pequeña que la que hago
generalmente. Hago la mayor parte de mi jabón con aceite de oliva.
La única razón porque hago tanto jabón con aceite de oliva es
porque tengo una caja de 50 libras en el cuarto de almacenaje de
alimentos. Si tuviera una caja de otra cosa estaría utilizando eso.
Usando una espátula, vacío la aceite de oliva en mi olla
grande de acero inoxidable. Peso después el aceite del
coco. Aunque el aceite del coco resulta un poco áspero
a la piel, yo lo uso cada vez que hago jabón porque los
niños se enojarían y no lo utilizarían si no hace espuma.
Como el aceite de coco tiene esta cualidad yo agrego
cerca de 25-33% de aceite de coco a la producción.
Agrego el aceite del coco en la taza fuente la balanza
hasta que mida la lectura que deseo. Golpeando
ligeramente la tabla, leo 250 gramos y escribo en mi
papel, "aceite del coco 250 gramos," entonces agrego
esta grasa a mi olla grande de acero inoxidable. Le
sumo también 15 gramos de cera de abejas.
Paso 4: compute el agua y la soda cáustica necesaria.
Si en otra oportunidad quiere consultar la tabla de conversión que propone el autor, le damos
el link: (Tabla según el sistema métrico americano)
En diez minutos, su
producción de jabón
tendrá la consistencia de la
grasa. Esta foto muestra
mi olla grande de acero
inoxidable. El jabón se
puede separar de vez en
Una mezcladora eléctrica - En cuando como cuando se
caso de que usted se esté corta la leche. El 99% de
preguntando qué es esto. las veces, agregar un poca
agua a la mezcla
remediará esto
La barra inferior en la foto demuestra cómo usted puede redondea de los bordes agudos
de la barra con un pela papa. Hago a veces esto si doy el jabón como regalo. Las
peladuras del jabón van a un bolso plástico para reciclar más adelante.
Agua: Para obtener los mejores resultados, utilice agua de lluvia, destilada,
o agua desmineralizada.
Soda cáustica o lejía: Se trata de una sustancia química, una base muy
fuerte llamada hidróxido del sodio. Si se aspira, ingiere o toma contacto con la
piel o los ojos resulta muy peligrosa (ver a la derecha el enlace a cuidados)
Nunca debe estar al alcance de niños o animales. También afecta a las ollas
de aluminio, la fórmica y pisos de cemento.
Disuelva la lejía en agua fría. Cuanto más fría mejor. Nunca vierta el agua en
la lejía. Hacer esto podía hacer que la mezcla estalle.
Hay una multiplicidad de grasas y cada uno traen sus propias calidades únicas
al jabón. Si usted desea saber lo que hará una grasa particular, haga una
producción pequeña solamente de esa grasa y vea qué resultados consigue.
Armado con este conocimiento usted puede mezclar las grasas para dar a su
jabón las calidades que usted desea.
El jabón hecho con la manteca de cerdo 100% no hace espuma pero limpia
maravillosamente. Existe el preconcepto de que el jabón debe hacer espuma
para que limpie, esto no es cierto. Pero si de todos modos usted desea
burbujas, usted puede usar diversos aceites.
El aceite de oliva da burbujas muy finas, sedosas. Este aceite es muy bueno
para la piel. Utilice por lo menos un 25% de estos aceites como parte de su
grasa total para conseguir el efecto deseado.
7 - La soda cáustica vertida correctamente dentro del líquido hace que este
aumente su temperatura por encima de los 80 grados. Use por lo tanto envases
resistentes al calor y preste atención.
8- no use las herramientas del jabón para otros quehaceres. Cuando prepare el
jabón no deje que los niños o los animales curiosos tomen contacto con las
mezclas cáusticas. Ponga a sus familiares en conocimiento de estas reglas.
10- en caso de un contacto accidental del material cáustico con la piel, lávese
con abundante agua fría. Recuerde tener siempre a mano vinagre que es un
neutralizante natural de los productos cáusticos. En caso de contacto con los
ojos debe lavarse con abundante agua corriente fría y consulta al médico.
Es muy fácil reciclar el aceite usado de la cocina para fabricar un excelente jabón para uso
doméstico.
Carlos De Sanzo
El jabón ya era utilizado desde el año 2.800 a.C De esta época data un material jabonoso encontrado en unos
cilindros de arcilla durante una excavación arqueológica en la ciudad de Babilonia. En estos cilindros había unas
tallas que describían el proceso de hervir las grasas con ceniza, método ancestral de fabricación de jabón.
Durante la edad media el jabón era un artículo muy caro, por lo que su empleo era limitado. Recién en el siglo
XIX que se difundió el uso del jabón en Europa y luego en el resto del mundo.
Tanto los jabones de tocador como los detergentes parten de la misma base, la diferencia está en que los
jabones se fabrican a partir de sustancias nturales, como grasas animales y vegetales, mientras que los
detergentes se elaboran a partir de materias primas sintéticas. El jabón es básicamente una sal obtenida de las
grasas, que resulta soluble en el agua. La saponificación es la reacción de una solución alcalina con las grasas
animales y vegetales (sebo y aceites)
Porque el aceite que sobra en el hogar y se tira por el fregadero termina en nuestros ríos. Una vez allí forma una
película que no permite la oxigenación y destruye peces y plantas acuáticas. Un litro de aceite contamina 50.000
litros de agua.
· Aceite comestible usado de cualquier clase: soja, girasol, semillas, oliva. etc. Hay que pasarlo por un colador
muy fino para quitarle las impurezas.
2.- Llenar un tacho con dos litros y medio de agua. Para fabricar panes de jabón de colores se puede añadir al
agua colorante de tortas.
3.- En un ambiente ventilado y con la ayuda de un palo, diluir en el agua medio kilo de soda cáustica y un
puñado de sal. Se producirá una reacción química "exotérmica" (calor) que requiere algunas horas hasta que se
enfrié . La soda cáustica es un material que daña la piel si se pone en contacto directo con ella. Por eso es
recomendable utilizar guantes y lentes protectores.
4.- Se vierte lentamente el aceite sobre la mezcla líquida llamada también "lejía cáustica", revolviendo en forma
permanente (siempre para el mismo lado, porque de lo contrario se puede "cortar" el jabón).
Se calienta la mezcla con mechero hasta alcanzar la temperatura de ebullición y se mantiene durante dos horas
este tratamiento a los efectos de producir la "saponificación" de las grasas. Esta reacción química es la que
combina el sodio de la lejía con los ácidos grasos provenientes de los aceites para dar forma a una "sal orgánica
soluble" que la conocemos como jabón.
Si quiere hacer jabón con esencias añada hierbas aromáticas u otros tipos de aromas naturales después de que
la mezcla bajo la temperatura a 40ºC.
5.- Cuando la mezcla se espesa, se echa en los moldes y se deja endurecer durante varios días. Si tiene
ansiedad por ver como salen los jabones puede acelerar el proceso colocando algunos panes en el congelador.
6. Se sacan los jabones de los moldes. También se puede echar la mezcla en una bandeja grande. Se la deja
reposar y antes de que se quede totalmente dura se corta en pastillas con un cortante común. Para que resulte
más cómodo despegar los moldes se los puede enharinar o cubrir con aceite.
Jabones - Introducción
Introducción
Este artículo familiar principalmente usado para lavar y emulsionar se compone de las sales
de sodio (o de potasio) de ácidos grasos de 12 a 18 átomos de carbono. Las sales de sodio
fabricadas en grandes cantidades son los jabones duros, y los de potasio se denominan
jabones blandos. Se obtienen saponificando grasas o aceites, o neutralizando ácidos grasos,
con hidróxidos o carbonato de sodio o de potasio.
La mejor clasificación de los jabones se basa en el uso para que han sido fabricados. Los de
mejor calidad son los jabones de tocador, que contienen muy poco álcali y se utilizan grasas
y aceites de color mucho más claro. Los que le siguen en calidad son los jabones de servicio
ligero, que se prestan en forma de pastillas, polvos, gránulos y escamas. Se usan para lavar
la vajilla, tejidos de lana, etc. Aquí se usan grasas con un color un tanto más oscuras.
Las grasas más oscuras se emplean en la fabricación de jabones para el lavado de ropa en el
hogar doméstico. Existen también los jabones industriales que se fabrican para fines
específicos.
La mayor parte de los jabones se fabrican por uno de los dos métodos básicos siguientes:
El más utilizado es el primero porque el equipo requerido para obtener productos de buena
calidad es realtivamente sencillo y poco costoso. La producción y manipulación de ácidos
grasos requiere metales resistentes a los ácidos, caros y difíciles de conseguir. Por ello,
resulta más fácil fabricar jabones de alta calidad con grasas y aceites neutros que instalar
equipos especiales para hacer jabón con equipos especiales.
La acción de los jabones en la limpieza a sido tema de varias teorías. Según la teoría de
McBain, los jabones en solución acuosa existen en forma de electrolitos coloides; es decir,
que actúan a la vez como coloides y como electrolitos.
En las aguas duras los jabones ordinarios reaccionan y forman los jabones de calcio y
magnesio. Éstos forman los grumos que flotan en el agua jabonosa de las máquinas
lavadoras, en las tinas de baño, etc. Al agregar el jabón al agua dura, las sales de calcio y de
magnesio que forman la dureza son precipitadas y consumen jabón antes de que éste se
incorpore a la solución para producir la concentración requerida por el lavado.
Materias Primas
En la fabricación del jabón, los carácteres físicos y químicos del producto dependen
directamente de las materias primas empleadas. De las grasas y aceites se emplean el sebo,
la manteca, aceite de nueces, los residuos de la refinación y del endurecimiento de aceites
de semilla y algunos aceites marinos.
Álcalis.
En la mayor parte de los jabones se utiliza el NaOH como álcali saponificador o neutralizante.
En el procedimiento ordinario para hacer jabón se usa el cloruro de sodio en grandes
cantidades para precipitar el jabón de su solución en la lejía.
Los jabones potásicos, que se hacen empleando como álcali la potasa cáustica, son más
solubles en agua que los de sodio, y son los denominados jabones blandos. No pueden
precipitarse de la lejía por el cloruro de sodio, porque se formaría jabón de sodio.
Las combinaciones de las dos clases de jabones tienen las deseables características de los
jabones duros mas la rápida solubilidad y la facilidad de formar gran cantidad de espuma,
peculiar de los jabones blandos.
Grasas y Aceites.
Los ácidos grasos más convenientes en los jabones son el láurico, el mirístico, el palmítico y
el oleico, que contienen de 12 a 18 átomos de carbono. Es evidente que los carácteres de los
jabones están directamente relacionados con los ácidos grasos de las materias primas
utilizadas.
Los ácidos mencionados anteriormente son saturados, excepto el oleico, forman la mayor
parte de la materia del sebo y del aceite de coco. Este aceite y el sebo, en relaciones de 3:1
y 4:1, se utilizan en la mayoría de los jabones fabricados para lavanderías y para el tocador.
Las fórmulas dependen de la calidad deseada sobre el producto terminado.
Sebo.
El sebo se utiliza en la fabricación de jabones en mayor cantidad que cualquier otra grasa. Se
obtiene fundiendo grasas de ganado vacuno, lanar, caballar, etc., y se clasifica en dos grados
comerciales: comestible y no comestible. La mayor parte del sebo utilizado es no comestible.
Los sebos se clasifican por el American Institute of Meat Packers según su color, su título, su
porcentaje de ácidos grasos libres y su contenido de humedad, materia insoluble y materia
insaponificable.
El título del sebo crudo es un factor importante para determinar la calidad del sebo y la
dureza del jabón que éste producirá. El título se define como el punto de solidificación de los
ácidos grasos contenidos en el sebo, expresado en grados centígrados. Una grasa cuyo título
excede los 40ºC, se clasifica como sebo, y hasta 40ºC se considera como grasa o manteca.
El contenido de humedad, materia insoluble y materia insaponificable es material que no
produce jabón.
El sebo de alto título produce jabones duros y el de título bajo, jabones blandos.
Grasa.
La grasa o manteca ocupa el segundo lugar en importacia entre las materias grasas
utilizadas para producir jabón. La grasa pocas veces se utiliza sola en las calderas de
saponificación; generalmente se utiliza combinada con el sebo. Los jabones hechos con
manteca son algo mas blandos que los fabricados con sebo y no tienen el olor y la
estabilidad peculiares de los fabricados con sebo. La manteca contiene mayor porcentaje de
ácidos grasos sin saturar que el sebo.
Aceites.
Estos aceites, a saber: de coco, de palma, marinos, de oliva, de cacahuate, de maíz, o de
sésamo, se utilizan combinados con las grasas ordinarias utilizadas en la fabricación de
jabón. Se utilizan para jabones especiales con propiedades distintas a las de los jabones
comunes. Estos jabones no tienen mucha salida debido a que son muy caros por las materias
primas utilizadas.
Materiales no grasos.
Las principales no grasas son: la colofina, el aceite de pino y ácidos nafténicos. Estos
materiales no grasos no son triglicéridos, y por consiguiente no se forma glicerina cuendo se
transforman en jabón. Estos jabones se mezclan en pequeñas cantidades con los jabones
ordinarios para el uso en lavanderías y jabones industriales.
El tratamiento de las materias primas después de la sedimentación depende del jabón que se
intenta producir, y del tiempo que están almacenadas antes de la saponificación. Pueden ser
refinadas y blanqueadas antes de bombearlas a la caldera del jabón.
Es muy importante, al almacenar las grasas y aceites para la fabricación del jabón,
conservarlos tan secos como sea posible, para evitar su alteración por la hidrólisis. Como
resultado de la formación de ácidos grasos libres durante la hidrólisis, se oscurece el aceite.
Además, se forma glicerina; ésta se pierde en crudo, al derretirse más tarde la materia
prima, pues se disuelve en el agua del fondo del tanque.
Una vez almacenado el sebo blanco se refina de nuevo y se blanquea antes de ser
saponificado. El sebo de color se somete a cualquiera de los diversos tratamientos
descolorantes. El aceite de coco se refina y blanquea si ha de ser usado para obtener
productos de alta calidad.
Refinación
La mayor parte de la materia prima se refina por medio de un álcali cáustico para mejorar la
calidad. Las heces, es decir, los residuos de la refinación cáustica que se asientan en el fondo
del tanque de refinación, contienen algo de aceite neutro. Si la masa de residuos ha de ser
convertida en ácidos grasos, se saponifica el aceite neutro y luego se hidroliza la masa para
liberar los ácidos grasos.
Blanqueo
Terminada la refinación, la materia grasa se blanquea con una tierra absorbente para
producir un jabón de caldera o de color blanco. El blanqueo puede hacerse en vasija abierta
bajo la presión atmosférica, o en tanque cerrado y con vacío. Es mejor el método al vacío
porque quita el olor a la materia grasa a la vez que la blanquea. La materia grasa
blanqueada se filtra en prensas-filtros de placas y se almacenan para el posterior suministro.
Hidrogenación
Las grasas blandas y los aceites marinos, compuestos de glicéridos, con elevado contenido
de ácidos grasos sin saturar, pueden ser mejorados por hidrogenación. La hidrogenación
elimina olores inconvenientes y endurece la materia grasa.
Fabricación de jabones
La mayor parte de las fábricas de jabón operan por el método de Calderas de plena cocción
con materias grasas neutras. Con este procedimiento se producen jabones de alta calidad y
productos industriales de calidad inferior y se aprovecha la glicerina.
Las principales objeciones que se oponen a los métodos continuos de fabricación de jabones
son:
Por Neutralización de los ácidos grasos se produce importante tonelaje de jabón, ya sea por
proceso continuo o por tareas. Normalmente se utiliza la sosa cáustica paras la
neutralización, pero también se usa el carbonato de sodio. En este método se produce
glicerina y nada se pierde en el producto, al contrario de lo que ocurre en el proceso de
cocción total.
El proceso de cocción total puede ser aplicado por lavados directos o por el sistema de lejía a
contracorriente. En el procedimiento de lavados directos, es necesario un número menor de
calderas y de tanques de lejía, porque cada cambio requiere el empleo de lejía fresca
durante el proceso de la cocción. En el sistema de contracorriente, la lejía procedente de un
cambio en una caldera se emplea en un cambio distinto en otra caldera. Sólo los grandes
fabricantes de jabón utilizan el método de la contracorriente por razón de los muchos
tanques que son precisos para su aplicación.
Las calderas utilizadas en el proceso de cocción total varían en tamaño considerable, según
las exigencias de la producción. Las calderas pueden ser de sección transversal, circular o
cuadrada, pero generalmente se emplean tanques cilíndricos con fondo cónico. A veces, las
calderas tienen tapa metálica que permite la ebullición con vapor de agua, al que se da
salida por la techumbre del departamento de calderas. Esta ventilación evita la condensación
del vapor y la formación de bruma en tiempo frío. El calor necesario para la cocción es
suministrado por serpentinas de vapor instalados en la parte cónica del fondo, los cuales son
abiertos o cerrados. Cada caldera tiene un tubo oscilante que permite extraer el jabón
acabado situado encima de la capa de jabón sucio. Este y la lejía se descargan por la llave
del fondo.
La saponificación de la materia grasa debe hacerse con alguna rapidez, aunque regulada. La
reacción es exotérmica y se verifica entre la grasa y la solución de sosa cáustica en la
interfase o superficie de separación entre el aceite y el agua. Al mezclarse el aceite con el
álcali cáustico, se produce el primer jabón, el cual emulsiona el aceite sin saponificar y
expone así grandes superficies de este a la acción de la sosa cáustica. La saponificación
avanza rápidamente cuando se ha formado cantidad de jabón suficiente para emulsionar
todo el aceite.
Los ácidos grasos libres contenidos en el aceite, inician la reacción antes que los glicéridos,
porque obran por simple neutralización. El jabón así formado es el agente emulsionante
necesario para principiar la saponificación del aceite neutro.
En este proceso suele agregarse, la materia grasa al, jabón sucio, procedente de un proceso
anterior. El contenido de jabón de este jabón sucio basta para promover la rápida emulsión y
saponificación de la nueva carga .Si los aceites o grasas muy refinados que contienen poca
cantidad de ácidos grasos libres o carecen de ellos, se echan en una caldera limpia, es a
veces difícil iniciar la saponificación . A veces se agrega una pequeña cantidad de jabón para
facilitar la saponificación.
Durante la saponificación se añade sal a la caldera para producir grumos o gránulos. Como la
sal es electrolito, reduce la solubilidad del jabón en la fase acuosa o lejía, por lo que el jabón
se separa de la solución. Esta precipitación del jabón se llama saladura o graneado del jabón.
Manteniendo un grano blando en el jabón durante la saponificación se evita el espesamiento
de la masa, con formación de nódulos duros que ocluyen grasas sin saponificar y que
dificultan la producción de un jabón de buena calidad.
Jabón granulado: es un jabón grumoso precipitado de la lejía acuosa por saladura o por la
adición de soda cáustica. Los jabones con fórmulas de producción básicamente distintas
requieren soluciones de electrolitos de distinta fuerza para originar el mismo tipo de grano.
Jabón gomoso: es una solución viscosa de jabón que se forma si el contenido de electrolito
de la fase acuosa o lejía cae por bajo de cierto nivel. Este jabón es difícil de manejar por su
alta viscosidad.
Jabón sucio: (o jabón negro): es una solución de color oscuro que contiene algo de jabón y
que cae goteando de la masa de jabón después del acabado. Su color varía entre el gris y el
negro según las impurezas que se sedimentan de la masa de jabón mientras ésta permanece
en el estado de grano blando propio del acabado. Generalmente el jabón sucio se une a la
carga de una cocción subsiguiente para obtener un jabón de calidad igual o inferior.
En la cocción de los jabones la relación de lejía es muy importante, porque está íntimamente
unida a la recuperación de la glicerina. La relación de lejía se define como "las libras de lejía
consumidas por libra de jabón limpio de 63% de total de ácidos grasos". A veces se llama
relación de lejía, a la relación entre la lejía gastada y la grasa saponificada. Generalmente se
mantiene baja la relación para evitar el costo de evaporar gran cantidad de agua de las lejías
glicéricas y el manejo de cantidades grandes de sal recuperada.
En los últimos años, se han instalado en todo el mundo fábricas de jabón basadas en el
proceso continuo. Las fases básicas de fabricación son análogas a las operaciones que se
realizan en el método de caldera, a saber:
1) Saponificación
3) Acabado
Método de Sharples. En este método se usan centrífugas de gran velocidad para separar la
lejía del jabón. El método comprende:
1) Saponificación
2) Lavados
3) Acabado y lavado
Una mezcla caliente de grasa y aceite junto con lejía caliente de sosa cáustica es bombeada
continuamente y entre en una cámara cerrada de saponificación, la cual se mantiene llena de
una mezcla caliente de lejía y grumos de jabón, en rápida circulación por medio de una
bomba y tuberías externas. Los materiales frescos que entran en la cámara, reaccionan
prontamente en condiciones ideales de saponificación y desalojan iguales cantidades de la
mezcla de lejía y de jabón. Esta se enfría y se centrifuga separando del sistema la lejía
gastada.
La lejía procedente de la tercera etapa se pone en contacto con el jabón de la primera para
completar la saponificación, y la mezcla de lejía y jabón se centrifuga. Jabón totalmente
saponificado y lejía son productos de la segunda etapa. La lejía procedente de esta etapa se
refuerza con soda cáustica y se emplea para la saponificación de la mezcla fresca de grasa y
aceite en la primera etapa.
El jabón de la tercera etapa se pone en contacto con solución fresca de soda cáustica y sal, y
la mezcla se resuelve en jabón limpio y lejía en las centrífugas de la cuarta etapa; la lejía se
usa en la tercera etapa para extraer glicerina por lavado. El proceso da un jabón limpio de
buena calidad sin separación de jabón sucio. Sin embargo, es posible en la cuarta etapa
reajustar el contenido de electrolito de la solución fresca de sosa y sal para que se separe
jabón sucio en lugar de lejía.
Método Mon Savon. Este método se aplica a la manufactura continua de jabón pulido con
materias grasas neutras y comprende:
1. Saponificación
2. Lavado para la extracción de glicerina de los grumos de jabón
3. Acabado
El lavado del sistema Mon Savon se hace en una torre cilíndrica dividida en cuatro
compartimientos. Cada uno de éstos tiene una zona de mezcla y una zona de sedimentación.
En la primera etapa se mezclan los grumos de jabón con la salmuera, y en la segunda se
separa y sedimenta la salmuera. Se opera en contracorriente; el jabón crudo, procedente de
la etapa de saponificación entra en la torre por el fondo y la salmuera entra por la parte
superior para la extracción de la glicerina. Al ascender el jabón se mezcla con la salmuera, la
cual lo lava y se lleva la glicerina. Por medio de bombas se mantiene la corriente apropiada
de salmuera. De la parte superior de la torre se descargan continuamente grumos de jabón
lavados, y por el fondo se extrae la salmuera para la recuperación de la glicerina.
Los ácidos grasos se obtienen por hidrólisis de las grasas y aceites naturales. Los productos
de la hidrólisis son ácidos grasos y agua dulce que contiene la glicerina. Pueden utilizarse
ácidos grasos destilados para la fabricación de jabones especiales. Los ácidos grasos sin
destilar se emplean en jabones para la industria y lavandería.
La neutralización de los ácidos grasos para transformarlos en jabón se hace por método
intermitente o continuo. Los ácidos se neutralizan con carbonato de sodio o sosa cáustica.
Método Intermitente.
Método Continuo.
Por la facilidad con que los ácidos grasos se combinan con la sosa cáustica para formar
jabones, se usa comúnmente el método continuo de saponificación. Cantidades de ácidos
grasos calientes y de solución caliente de soda cáustica, exactamente proporcionadas, se
juntan en un aparato mezclador de gran velocidad. La concentración de la solución de soda
cáustica, es tal, que el jabón tendrá el deseado contenido de humedad. La reacción se
verifica rápidamente y el jabón producido se descarga en un tanque que es mantenido en
agitación. Se hecha en el tanque sal o salmuera para producir jabón limpio con el deseado
contenido de electrolito. Se hacen ensayos analíticos con el jabón de este tanque y se
realizan los ajustes necesarios antes de bombear el jabón limpio a los tanques de
elaboración.
Procedimientos modificados
Procedimiento sin caldera. En este proceso, el calor generado por la reacción exotérmica
producida entre las grasas y el álcali se utiliza para llegar a su término la saponificación. La
materia grasa se clienta hasta la temperatura conveniente y se mezcla con el álcali cáustico.
Si se deja la mezcla en un recipiente aislado en el que la reacción de saponificación se
produce lentamente. Este método no produce jabones de alta calidad, porque en las masas
de jabón queda algo de materia grasa no saponificada.
El jabón limpio producido por tares de cochura o de modo continuo con materias
grasas neutras, o con ácidos grasos es sometido a elaboración antes de ser transformado en
barras, escamas, o polvo.
El jabón limpio contiene 30%, aproximadamente, de humedad y se seca por aire caliente o
en tubos calentados por vapor.
El jabón limpio procedente de una caldera o de un tanque de almacenaje se hecha en la
parte superior de un cilindro helado por enfriamiento interior. Una tenue película de jabón
solidificada en el rodillo grande se separa en forma de cintas mediante una cuchilla dentada.
Las cintas caen sobre un delantal transportador, son llevadas a la abertura superior de la
cámara secadora y caen en un transportador de tela metálica sin fin que recorre en un plano
horizontal toda la longitud del secadero. Sobre el transportador pasa una corriente de aire
caliente, y las cintas de jabón parcialmente secas, al llegar al extremo del secadero, caen
sobre otra tela metálica sin finque se mueve en dirección opuesta en un nivel más bajo.
Después de haber pasado dos veces más por la cámara de desecación, se enfrían las cintas
con aire y se descargan sobre un transportador de husillo que las quiebra en forma de
virutas y las lleva a los depósitos de almacenaje en que se guardan para ulterior tratamiento.
En este punto la humedad es del 12% aproximadamente.
En estos últimos años algunos fabricantes han instalado "refinadoras", para sustituir a los
molinos, los cuales consisten en cámaras de compresión con alimentador de husillo y placas
con finos orificios por los cuales pasa el jabón a presión.
Escamas de jabón. Para la producción de escamas, el jabón molido pasa por molinos de
acabado. Mediante la regulación de la temperatura y el cuidadoso ajuste del espacio entre
los cilindros, se produce una película lustrosa. La película de jabón del último cilindro es
marcada por cortadores giratorios que determinan la forma de la escama final. La película se
separa del cilindro con una cuchilla y se deja caer en un transportador, en el que es enfriada
y transportada a la tolva de la máquina envasadora.
Productos secados por aspersión. Hay jabones en polvo ligeramente perfumados y hay
polvos para lavanderías que contienen un elevado porcentaje de coadyuvantes.
Para hacer los compuestos de lavandería, se hecha el jabón limpio de los tanques de
almacenamiento en la máquina mezcladora provista de camisa de vapor, donde se mezcla
con relleno. Al funcionar la máquina el husillo eleva el material desde el fondo de la sección
hemisférica y lo lleva hasta lo alto de la mezcladora. Dicho material es mezclado en el
espacio anular por la barredera y gradualmente retorna hacia el fondo. Así se obtiene
mezclas excelentes. Los rellenos coadyuvantes pueden ser de carbonato de sodio, silicato de
sodio y pirofosfato tetrasódico. El jabón así elaborado es bombeado a tanques pequeños de
almacenamiento, donde se mantiene agitado para llevarlo con bombas de lta presión a las
toberas situadas cerca de la cima de una torre de aspersión. Esta torre es cilíndrica y puede
estar diseñada para corriente en el mismo sentido del jabón y gases calientes, o para que
estos obren en contracorriente del jabón. El polvo seco que sale por el fondo de la torre es
enfriado por aire, cernido y transportado al equipo automático de pesada y envasado.
El molde para jabón consta de una fuerte plataforma de madera colocada sobre ruedas.
Cuando se ha enfriado la masa de jabón, se quitan los costados y los testeros de la caja y
queda en la plataforma de madera un sólido bloque rectangular de jabón. Ese bloque es
empujado hacia un aparato que corta horizontalmente por medio de una serie de alambres
paralelos fuertemente atesados entre dos postes. Las planchas de jabón se secan a mano y
se colocan en una mesa horizontal, en la que se cortan en barras por medio de alambres
paralelos perpendiculares al plano de la mesa. Las barras se estampan en una prensa para
jabón, se envuelven y se empaquetan para su embarque.
Análisis
Total de Ácidos Grasos. La muestra se hidroliza con ácido, se extraen con éter los ácidos
grasos, se evapora el éter y se pesa el residuo.
Color. El color del jabón está relacionado con el color de los ácidos grasos obtenidos de la
muestra por hidrólisis y lavados. El color de los ácidos grasos se compara con colores típicos.
Los ácidos grasos de colores claros se comparan en columna de 5,25" (13,3 cm) con los
colores tipo en el tintómetro de Lovibond. Los ácidos de color oscuro se comparan con los
tubos de color FAC, que cumplen las especificaciones del Fat Analysis Commitee de la
American Oil Chemists' Society.
Álcali libre. Se disuelve una muestra en alcohol y se valora con solución volumétrica de ácido
empleando fenolftaleína como indicador. El resultado se expresa en Na2O.
Sal. Se determina la sal por análisis volumétrico con nitrato de plata empleando el cromato
de potasio como indicador.
Glicerol. El jabón se descompone con ácido mineral y se determina el glicerol en fase acuosa
por oxidación con K2Cr2O7 o con peryodato de sodio.
Donde se maneja jabón en polvo y en escamas, la inhalación del polvo irrita las mucosas de
la nariz y la garganta. Esta irritación es molesta, pero no se considera especialmente dañina.
El polvo de jabón afecta principalmente a los nuevos operarios, que invariablemente
estornudan (At chú), al estar en un principio expuestos a él. Las molestias surgen de la
irritación y sequedad de las mucosas, a veces con descargas excesivas de exudado mucoso.
Los trabajadores que actúan en las zonas de polvo usan máscaras para evitar la irritación. Se
puede quitar a los preparados de jabón el polvo muy fino haciéndolos caer por una torre
contra una corriente de aire ascendente, el cual se lleva el polvo flotante.
Aplicaciones
Aunque el jabón es generalmente conocido como agente de limpieza y la mayor parte del
jabón que actualmente se produce, se utiliza para éste fin, tiene también otros usos
importantes como emulsivo.
Textiles. En la industria textil se emplean los jabones en las operaciones de lavado, remojo,
enfurtido, impermeabilización, abrillantado y apresto.
Pinturas. El jabón es importante ingrediente de las pinturas, del popular tipo de emulsión
acuosa, que son resinas sintéticas emulsionadas en agua. Los jabones se emplean también
con cierta extensión en la elaboración de pigmentos para las pinturas.
Técnica.
En un vaso de precipitados se funde la grasa. De este sebo de vaca se obtuvieron los ácidos
grasos, necesarios para la saponificación, los cuales son de 16 a 18 átomos de carbono.
La saponificación fue realizada con una solución de NaOH al 40%. La saponificación se realiza
de la siguiente manera:
Se le agrega a los ácidos grasos la solución de NaOH y se calienta constantemente hasta que
se produce la saponificación, esto se comprueba cuando al extraer la varilla del vaso (donde
se esta realizando la producción del jabón) ésta sale completamente limpia. Finalizada esta
etapa se realiza un filtrado para separar el jabón realizado, de la glicerina (formada como
subproducto) y excesos de NaOH.
A continuación se toma el pH del jabón y como debe ser muy elevado, se realizan sucesivos
lavados con soluciones sobresaturadas de NH4Cl y NaCl para poder disminuir el pH del jabón.
Estos son los siete pasos básicos, muy fáciles, para hacer auténticas obras de arte
con el jabón moldeable de glicerina, tanto transparente como opaco. Después de
mucho probar y fallar, esta es la manera en que mejor funciona para mí. De
cualquier manera, no olvides que lo más importante de todo esto es disfrutar. Si
descubres una técnica nueva envíamela y la pondremos en la página. De cualquier
forma, te aconsejo encarecidamente el libro "Cómo hacer jabón", de C. Kaila
Westerman (en español lo tiene la editorial Paidotribo) donde podrás encontrar
técnicas y recetas espectaculares. ¡Que disfrutes!
3. Añade el color: Puedes añadir casi cualquier cosa (!) para colorear tu
jabón. Los colorantes alimentarios funcionan pero tienden a perder color con
el tiempo. Hay muchos tipos de colorantes. Nosotros vendemos los geles de
TKB Trading (estables a la luz, no pierden color), visita la página de nuestros
productos. Añade el color poco a poco, ya que siempre puedes añadir más.
Un exceso de colorante, aparte de un desperdicio, es una papeleta segura
para ganar espuma coloreada que manchará la manga de tu albornoz o tus
toallas.....
4. Otros aditivos: Puedes añadir otros aditivos, como diferentes aceites, para
una pastilla más hidratante. Algunos aceites y mantecas que van muy bien
son: aceite de almendras dulces, aceite de germen de trigo (vitamina E),
manteca de mango. Nunca añades más de una cucharada sopera por 500
grs de base de jabón. Demasiada cantidad de aditivo hará que tu jabón
salga blando y húmedo en exceso, por lo que no cuajará bien.
Los jabones artesanales en el baño se han convertido en una muestra más, del
retorno a lo natural y constituyen, sin duda, un excelente negocio para
emprendedores sensibles, a las tendencias del mercado de cosméticos.
Si se hace con aceite de oliva, es jabón de Castilla; se le puede agregar alcohol, para
hacerlo transparente; se le pueden añadir perfumes, colorantes, etc.; sin embargo,
químicamente, es siempre lo mismo y cumple su función en todos los casos.
A veces ocurre que por mucho que removamos, la mezcla está siempre líquida, el jabón
se ha “cortado”. No lo tires, pasa la mezcla a una cacerola y calienta en el fuego de la
cocina. Removiendo de nuevo aparecerá al fin el jabón.
Echa la pasta obtenida en una caja de madera para que vaya escurriendo el líquido
sobrante. Al cabo de uno o dos días puedes cortarlo en trozos con un cuchillo. Y ya está
listo para usar:
Observa que el jabón que hemos conseguido es muy suave al tacto, debido a que lleva
glicerina que se obtiene como subproducto de la reacción.
Si quieres más cantidad puedes utilizar, por ejemplo, las siguientes proporciones: 3
Litros de aceite, 3 litros de agua, ½ kg de sosa cáustica.
Fabricación de jabones
La fabricación de jabones puede hacerse por método de tareas (intermitente)
o por método contínuo.
Fabricación de jabones
La mayor parte de las fábricas de jabón operan por el método de Calderas de
plena cocción con materias grasas neutras. Con este procedimiento se
producen jabones de alta calidad y productos industriales de calidad inferior y
se aprovecha la glicerina.
Este método es ventajoso cuando se desea acrecentar la capacidad productiva de una fábrica,
sin aumentar las dimensiones de sus edificios, especialmente si la fábrica puede funcionar
largo tiempo sin parar.
Las lejías de glicerina se tratan con sales solubles de hierro o de aluminio y se filtran para
eliminar las impurezas precipitadas y luego se evaporan para formar una glicerina cruda, que
contiene 82% de glicerol. La venta de glicerina es importante fuente de ingresos.
Por Neutralización de los ácidos grasos se produce importante tonelaje de jabón, ya sea por
proceso continuo o por tareas. Normalmente se utiliza la sosa cáustica paras la neutralización,
pero también se usa el carbonato de sodio. En este método se produce glicerina y nada se
pierde en el producto, al contrario de lo que ocurre en el proceso de cocción total.
El proceso de cocción total puede ser aplicado por lavados directos o por el sistema de lejía a
contracorriente. En el procedimiento de lavados directos, es necesario un número menor de
calderas y de tanques de lejía, porque cada cambio requiere el empleo de lejía fresca durante
el proceso de la cocción. En el sistema de contracorriente, la lejía procedente de un cambio en
una caldera se emplea en un cambio distinto en otra caldera. Sólo los grandes fabricantes de
jabón utilizan el método de la contracorriente por razón de los muchos tanques que son
precisos para su aplicación.
Las calderas utilizadas en el proceso de cocción total varían en tamaño considerable, según
las exigencias de la producción. Las calderas pueden ser de sección transversal, circular o
cuadrada, pero generalmente se emplean tanques cilíndricos con fondo cónico. A veces, las
calderas tienen tapa metálica que permite la ebullición con vapor de agua, al que se da salida
por la techumbre del departamento de calderas. Esta ventilación evita la condensación del
vapor y la formación de bruma en tiempo frío. El calor necesario para la cocción es
suministrado por serpentinas de vapor instalados en la parte cónica del fondo, los cuales son
abiertos o cerrados. Cada caldera tiene un tubo oscilante que permite extraer el jabón acabado
situado encima de la capa de jabón sucio. Este y la lejía se descargan por la llave del fondo.
La saponificación de la materia grasa debe hacerse con alguna rapidez, aunque regulada. La
reacción es exotérmica y se verifica entre la grasa y la solución de sosa cáustica en la interfase
o superficie de separación entre el aceite y el agua. Al mezclarse el aceite con el álcali
cáustico, se produce el primer jabón, el cual emulsiona el aceite sin saponificar y expone así
grandes superficies de este a la acción de la sosa cáustica. La saponificación avanza
rápidamente cuando se ha formado cantidad de jabón suficiente para emulsionar todo el
aceite.
Los ácidos grasos libres contenidos en el aceite, inician la reacción antes que los glicéridos,
porque obran por simple neutralización. El jabón así formado es el agente emulsionante
necesario para principiar la saponificación del aceite neutro.
En este proceso suele agregarse, la materia grasa al, jabón sucio, procedente de un proceso
anterior. El contenido de jabón de este jabón sucio basta para promover la rápida emulsión y
saponificación de la nueva carga .Si los aceites o grasas muy refinados que contienen poca
cantidad de ácidos grasos libres o carecen de ellos, se echan en una caldera limpia, es a
veces difícil iniciar la saponificación . A veces se agrega una pequeña cantidad de jabón para
facilitar la saponificación.
Durante la saponificación se añade sal a la caldera para producir grumos o gránulos. Como la
sal es electrolito, reduce la solubilidad del jabón en la fase acuosa o lejía, por lo que el jabón se
separa de la solución. Esta precipitación del jabón se llama saladura o graneado del jabón.
Manteniendo un grano blando en el jabón durante la saponificación se evita el espesamiento
de la masa, con formación de nódulos duros que ocluyen grasas sin saponificar y que dificultan
la producción de un jabón de buena calidad.
Jabón limpio: es el producto acabado de la caldera de jabón. Contiene 63% de total de ácidos
grasos y cantidades pequeñas de Na2O libre, NaCl y glicerina. El total de ácidos grasos es
también influido por el tipo de acabado y la duración de la sedimentación después del acabado.
Jabón gomoso: es una solución viscosa de jabón que se forma si el contenido de electrolito
de la fase acuosa o lejía cae por bajo de cierto nivel. Este jabón es difícil de manejar por su
alta viscosidad.
Jabón sucio: (o jabón negro): es una solución de color oscuro que contiene algo de jabón y
que cae goteando de la masa de jabón después del acabado. Su color varía entre el gris y el
negro según las impurezas que se sedimentan de la masa de jabón mientras ésta permanece
en el estado de grano blando propio del acabado. Generalmente el jabón sucio se une a la
carga de una cocción subsiguiente para obtener un jabón de calidad igual o inferior.
En la cocción de los jabones la relación de lejía es muy importante, porque está íntimamente
unida a la recuperación de la glicerina. La relación de lejía se define como "las libras de lejía
consumidas por libra de jabón limpio de 63% de total de ácidos grasos". A veces se llama
relación de lejía, a la relación entre la lejía gastada y la grasa saponificada. Generalmente se
mantiene baja la relación para evitar el costo de evaporar gran cantidad de agua de las lejías
glicéricas y el manejo de cantidades grandes de sal recuperada.
En los últimos años, se han instalado en todo el mundo fábricas de jabón basadas en el
proceso continuo. Las fases básicas de fabricación son análogas a las operaciones que se
realizan en el método de caldera, a saber:
1) Saponificación
3) Acabado
Método de Sharples. En este método se usan centrífugas de gran velocidad para separar la
lejía del jabón. El método comprende:
1) Saponificación
2) Lavados
3) Acabado y lavado
Una mezcla caliente de grasa y aceite junto con lejía caliente de sosa cáustica es bombeada
continuamente y entre en una cámara cerrada de saponificación, la cual se mantiene llena de
una mezcla caliente de lejía y grumos de jabón, en rápida circulación por medio de una bomba
y tuberías externas. Los materiales frescos que entran en la cámara, reaccionan prontamente
en condiciones ideales de saponificación y desalojan iguales cantidades de la mezcla de lejía y
de jabón. Esta se enfría y se centrifuga separando del sistema la lejía gastada.
La lejía procedente de la tercera etapa se pone en contacto con el jabón de la primera para
completar la saponificación, y la mezcla de lejía y jabón se centrifuga. Jabón totalmente
saponificado y lejía son productos de la segunda etapa. La lejía procedente de esta etapa se
refuerza con soda cáustica y se emplea para la saponificación de la mezcla fresca de grasa y
aceite en la primera etapa.
La lejía de la cuarta etapa, se pone en contacto con el jabón de la segunda y mezcla de jabón
y lejía de esta tercera etapa se centrifuga; los productos son los grumos de jabón lavado y
lejía. Esta lejía se emplea en la segunda etapa en la forma dicha.
El jabón de la tercera etapa se pone en contacto con solución fresca de soda cáustica y sal, y
la mezcla se resuelve en jabón limpio y lejía en las centrífugas de la cuarta etapa; la lejía se
usa en la tercera etapa para extraer glicerina por lavado. El proceso da un jabón limpio de
buena calidad sin separación de jabón sucio. Sin embargo, es posible en la cuarta etapa
reajustar el contenido de electrolito de la solución fresca de sosa y sal para que se separe
jabón sucio en lugar de lejía.
Método Mon Savon. Este método se aplica a la manufactura continua de jabón pulido con
materias grasas neutras y comprende:
1. Saponificación
2. Lavado para la extracción de glicerina de los grumos de jabón
3. Acabado
El lavado del sistema Mon Savon se hace en una torre cilíndrica dividida en cuatro
compartimientos. Cada uno de éstos tiene una zona de mezcla y una zona de sedimentación.
En la primera etapa se mezclan los grumos de jabón con la salmuera, y en la segunda se
separa y sedimenta la salmuera. Se opera en contracorriente; el jabón crudo, procedente de la
etapa de saponificación entra en la torre por el fondo y la salmuera entra por la parte superior
para la extracción de la glicerina. Al ascender el jabón se mezcla con la salmuera, la cual lo
lava y se lleva la glicerina. Por medio de bombas se mantiene la corriente apropiada de
salmuera. De la parte superior de la torre se descargan continuamente grumos de jabón
lavados, y por el fondo se extrae la salmuera para la recuperación de la glicerina.
Los ácidos grasos se obtienen por hidrólisis de las grasas y aceites naturales.
Los productos de la hidrólisis son ácidos grasos y agua dulce que contiene la
glicerina. Pueden utilizarse ácidos grasos destilados para la fabricación de
jabones especiales. Los ácidos grasos sin destilar se emplean en jabones para
la industria y lavandería.
La neutralización de los ácidos grasos para transformarlos en jabón se hace por método
intermitente o continuo. Los ácidos se neutralizan con carbonato de sodio o sosa cáustica.
Método Intermitente.
Método Continuo.
Por la facilidad con que los ácidos grasos se combinan con la sosa cáustica para formar
jabones, se usa comúnmente el método continuo de saponificación. Cantidades de ácidos
grasos calientes y de solución caliente de soda cáustica, exactamente proporcionadas, se
juntan en un aparato mezclador de gran velocidad. La concentración de la solución de soda
cáustica, es tal, que el jabón tendrá el deseado contenido de humedad. La reacción se verifica
rápidamente y el jabón producido se descarga en un tanque que es mantenido en agitación. Se
hecha en el tanque sal o salmuera para producir jabón limpio con el deseado contenido de
electrolito. Se hacen ensayos analíticos con el jabón de este tanque y se realizan los ajustes
necesarios antes de bombear el jabón limpio a los tanques de elaboración.
Procedimientos modificados
Procedimiento sin caldera. En este proceso, el calor generado por la reacción exotérmica
producida entre las grasas y el álcali se utiliza para llegar a su término la saponificación. La
materia grasa se clienta hasta la temperatura conveniente y se mezcla con el álcali cáustico. Si
se deja la mezcla en un recipiente aislado en el que la reacción de saponificación se produce
lentamente. Este método no produce jabones de alta calidad, porque en las masas de jabón
queda algo de materia grasa no saponificada.
El jabón limpio producido por tares de cochura o de modo continuo con materias grasas
neutras, o con ácidos grasos es sometido a elaboración antes de ser transformado en barras,
escamas, o polvo.
El jabón limpio contiene 30%, aproximadamente, de humedad y se seca por aire caliente o en
tubos calentados por vapor.
Jabones de Tocador. Las virutas de jabón molido se convierten en barras de jabón de tocador
por medio de una máquina de extrusión. Las virutas se echan en una tolva en cuyo fondo hay
un gran husillo que las lleva continuamente a una cámara de compresión. En ésta se verifica la
desaereación y el jabón se aprieta y consolida formando una masa plástica compacta. En el
extremo opuesto de la cámara existe un caño troncocónico con una matriz, por la cual sale a
gran presión una barra continua de jabón plástico caliente que tiene la forma final de la
deseada barra de tocador. Sobre la mesa de corte adjunta a la máquina se corta la barra de
jabón en trozos, que se enfrían, estampan, envuelven y empaquetan para su despacho como
pastillas de jabón.
En estos últimos años algunos fabricantes han instalado "refinadoras", para sustituir a los
molinos, los cuales consisten en cámaras de compresión con alimentador de husillo y placas
con finos orificios por los cuales pasa el jabón a presión.
Escamas de jabón. Para la producción de escamas, el jabón molido pasa por molinos de
acabado. Mediante la regulación de la temperatura y el cuidadoso ajuste del espacio entre los
cilindros, se produce una película lustrosa. La película de jabón del último cilindro es marcada
por cortadores giratorios que determinan la forma de la escama final. La película se separa del
cilindro con una cuchilla y se deja caer en un transportador, en el que es enfriada y
transportada a la tolva de la máquina envasadora.
Productos secados por aspersión. Hay jabones en polvo ligeramente perfumados y hay
polvos para lavanderías que contienen un elevado porcentaje de coadyuvantes.
Para hacer los compuestos de lavandería, se hecha el jabón limpio de los tanques de
almacenamiento en la máquina mezcladora provista de camisa de vapor, donde se mezcla con
relleno. Al funcionar la máquina el husillo eleva el material desde el fondo de la sección
hemisférica y lo lleva hasta lo alto de la mezcladora. Dicho material es mezclado en el espacio
anular por la barredera y gradualmente retorna hacia el fondo. Así se obtiene mezclas
excelentes. Los rellenos coadyuvantes pueden ser de carbonato de sodio, silicato de sodio y
pirofosfato tetrasódico. El jabón así elaborado es bombeado a tanques pequeños de
almacenamiento, donde se mantiene agitado para llevarlo con bombas de lta presión a las
toberas situadas cerca de la cima de una torre de aspersión. Esta torre es cilíndrica y puede
estar diseñada para corriente en el mismo sentido del jabón y gases calientes, o para que
estos obren en contracorriente del jabón. El polvo seco que sale por el fondo de la torre es
enfriado por aire, cernido y transportado al equipo automático de pesada y envasado.
Jabones moldeados. En todo el mundo se fabrica jabón en barras para el lavado doméstico.
Estas barras se cortan de los jabones moldeados. Se moldean los jabones del procedimiento
sin caldeo, de semicocción y el jabón limpio. El jabón limpio de caldera se hecha en una
máquina mezcladora, donde se mezcla con el relleno. La mezcla se vierte en los moldes y se
deja en reposo varios días hasta que se enfríe.
El molde para jabón consta de una fuerte plataforma de madera colocada sobre ruedas.
Cuando se ha enfriado la masa de jabón, se quitan los costados y los testeros de la caja y
queda en la plataforma de madera un sólido bloque rectangular de jabón. Ese bloque es
empujado hacia un aparato que corta horizontalmente por medio de una serie de alambres
paralelos fuertemente atesados entre dos postes. Las planchas de jabón se secan a mano y se
colocan en una mesa horizontal, en la que se cortan en barras por medio de alambres
paralelos perpendiculares al plano de la mesa. Las barras se estampan en una prensa para
jabón, se envuelven y se empaquetan para su embarque.
Tintes Fluorescentes. En estos últimos tiempos se han agregado colorantes a los producto9s
para lavandería y para servicio ligero. Estos tintes, en muy pequeñas cantidades, reflejan las
radiaciones del espectro visible e imparten considerablemente blancura y brillantez a los tejidos
lavados. Otro ingrediente, el CMC (Carboxil Metil Celulosa), se añade al jabón de lavandería
para evitar que se vuelva a depositar en las telas la suciedad que flota en el agua del lavado.
Método de Mazzoni. Es un método continuo de dar el acabado al jabón limpio. Éste se lanza
por bombeo mediante unas toberas pulverizadoras contra la pared interior de una cámara
desecadora al vacío. La película de jabón se raspa continuamente de la pared con cuchillos, se
extrae por el fondo de la cámara y se comprime con una prensa de husillo. En la cámara
mezcladora se le agregan perfumes y rellenos, y por medio de una máquina de extrusión se le
da forma de barras.
Análisis
Total de Ácidos Grasos. La muestra se hidroliza con ácido, se extraen con éter los ácidos
grasos, se evapora el éter y se pesa el residuo.
Color. El color del jabón está relacionado con el color de los ácidos grasos obtenidos de la
muestra por hidrólisis y lavados. El color de los ácidos grasos se compara con colores típicos.
Los ácidos grasos de colores claros se comparan en columna de 5,25" (13,3 cm) con los
colores tipo en el tintómetro de Lovibond. Los ácidos de color oscuro se comparan con los
tubos de color FAC, que cumplen las especificaciones del Fat Analysis Commitee de la
American Oil Chemists' Society.
Álcali libre. Se disuelve una muestra en alcohol y se valora con solución volumétrica de ácido
empleando fenolftaleína como indicador. El resultado se expresa en Na 2O.
Sal. Se determina la sal por análisis volumétrico con nitrato de plata empleando el cromato de
potasio como indicador.
Glicerol. El jabón se descompone con ácido mineral y se determina el glicerol en fase acuosa
por oxidación con K2Cr2O7 o con peryodato de sodio.
Técnica.
En un vaso de precipitados se funde la grasa. De este sebo de vaca se obtuvieron los ácidos
grasos, necesarios para la saponificación, los cuales son de 16 a 18 átomos de carbono.
La saponificación fue realizada con una solución de NaOH al 40%. La saponificación se realiza
de la siguiente manera:
Se le agrega a los ácidos grasos la solución de NaOH y se calienta constantemente hasta que
se produce la saponificación, esto se comprueba cuando al extraer la varilla del vaso (donde se
esta realizando la producción del jabón) ésta sale completamente limpia. Finalizada esta etapa
se realiza un filtrado para separar el jabón realizado, de la glicerina (formada como
subproducto) y excesos de NaOH.
A continuación se toma el pH del jabón y como debe ser muy elevado, se realizan sucesivos
lavados con soluciones sobresaturadas de NH4Cl y NaCl para poder disminuir el pH del jabón.
El glicerol tiene tres grupos OH. Por lo tanto, se puede combinar hasta con
tres ácidos grasos iguales o diferentes para constituir una gran variedad de
grasas. Las grasas se nombran según las reglas de nomenclatura de un
éster cualquiera. Es una reacción reversible, es decir, un proceso que se
cumple en las dos direcciones. Por un lado, se forma la grasa; pero algunas
moléculas de esta pueden reaccionar con el agua produciendo la reacción
inversa en la que se regeneran el glicerol y el ácido graso. En las grasas
naturales predominan los ésteres, en los que intervienen tres ácidos grasos
iguales o diferentes. Se los denomina triglicéridos.
La grasa es un glicérido. El estado sólido se debe a que predominan los
ácidos grasos saturados (sólidos). Además de los glicéridos existen ácidos
grasos libres y un residuo formado por compuestos de estructura compleja,
llamados esteroles, y también vitamina E, denominada tocoferol. Esta
última sustancia, además de su actividad como vitamina, es un
antioxidante natural que protege la grasa de la acción del aire.
4. ¿Cuáles son las propiedades más importantes de una grasa?
Las sustancias grasas sufren, por la acción del aire, el agua y las bacterias,
fenómenos complejos de descomposición llamados de rancidez o
enranciamiento.
Ocurren reacciones de hidrólisis lentas, catalizadas por enzimas, que dan
lugar a la formación de aldehídos y cetones. El oxígeno del aire ataca a los
dobles enlaces y, en un proceso progresivo, termina por romper la cadena
de carbonos produciendo compuestos de mal olor. En la manteca, esta
alteración provoca la aparición del ácido butírico o butanoico, causante del
sabor y del olor que toma esta sustancia cuando se altera.
7. ¿Cómo se clasifican las sustancias grasas? Explicar cada una de
ellas.
Las materias primas fundamentales son las grasas y sebos animales, los aceites
vegetales y de pescados, y también los residuos de la fabricación de aceites
comestibles.
La fabricación de jabones consta de las siguientes etapas.
Saponificación o empaste: las materias primas (grasas o aceites) se
funden en calderas de forma cilíndrica y fondo cónico. Se agrega una solución
concentrada de un hidróxido fuerte (lejía). La masa se mezcla y agita
mediante vapor de agua inyectado en el seno del líquido. Después de unas
cuatro horas, se ha formado el jabón.
Salado: consiste en el agregado de una solución concentrada de sal
común (cloruro de sodio, NaCl) para separar el jabón de la glicerina formada
y del exceso de hidróxido de sodio. Como el jabón es insoluble en el agua
salada, se acumula en forma de grumos y sube a la superficie por su menor
densidad. Después de varias horas, se extrae por la parte inferior la mezcla de
glicerol y agua salada.
Cocción: al jabón formado en la caldera se le agregan nuevas cantidades
de Na(OH) para lograr una saponificación completa, y se calienta. Al
enfriarse, se separan nuevamente dos capas: la superior, de jabón, y la
inferior, de lejía. Al jabón se le agrega agua y se cuece nuevamente; de esta
manera se eliminan los restos de sal, glicerina y lejía.
Amasado: tiene por objeto lograr una textura homogénea, sin gránulos.
Durante esta etapa se le incorporan a la pasta sustancias tales como
perfumes, colorantes y resinas, para favorecer la formación de espuma
persistente.
Moldeado: el jabón fundido se vuelca en moldes de madera donde, por
enfriamiento lento, toma la forma de panes o pastillas; mediante equipos
desecadores, se disminuye el contenido de humedad hasta el 20%.
Sabemos que hay aguas que tienen disueltas una elevada proporción de
sales de calcio y de magnesio; se las llama aguas duras. En esta clase de
agua, el jabón precipita, o sea, se insolubiliza. La causa de este
comportamiento es que la sal de sodio o potasio que forma el jabón se
combina con los iones calcio o magnesio del agua y forma sales de estos
metales, que son insolubles.
2. ¿Cuáles son las variedades comerciales de los jabones?
Los jabones para lavar son jabones de sodio, elaborados a partir de materias
primas de poco costo, como los sebos y las grasas animales. Si su elaboración no
es cuidadosa, pueden contener restos de hidróxido de sodio.
Hay diferentes calidades, que en el comercio se clasifican en:
a. extra puros;
b. puros;
c. de 1ª calidad;
d. de 2ª;
e. de 3ª.
Baño descongestivo
Ingredientes: sales de baño perfumadas, una taza de salvado de trigo o avena, un litro de té de
manzanilla o tilo.
Paso a paso: agregar en la bañera varias cucharadas de sales perfumadas junto a un litro de té de
manzanilla o tilo y una taza de salvado de trigo muy fino o avena. Mezclar y sumergirse.
Jabones artesanales
Ingredientes: un recipiente limpio, sobrantes de jabones artesanales, agua caliente o una infusión
concentrada de malva, flores de lavanda u hojas de romero, aceite esencial de lavanda, colorante para
tortas, frascos de vidrio o moldes, 10 cm3 de aceite esencial de tomillo o té verde.
Paso a paso: colocar en un recipiente limpio sobrantes de jabones artesanales y agregarles cantidad
suficiente de agua caliente o una infusión concentrada de malva (que tiene la ventaja de ser un ingrediente
natural de amplios poderes suavizantes y descongestivos). Unir toda la preparación hasta formar una pasta
blanda. Luego, agregar flores de lavanda u hojas de romero junto a unas cuantas gotas de aceite esencial de
lavanda y, si se desea unificar el color, incorporar unas gotas de colorante para tortas. Envasar en frascos
de vidrio o moldes de distintas formas. Dejarlos endurecer en la heladera algunos minutos.
Si se quiere obtener un jabón antiséptico para pieles sensibles o con acné puede adicionarse a la
preparación 10 cm3 de aceite esencial de tomillo o té verde.
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La LAVANDA es excelente para combatir insomnios, mareos,
nerviosismo e hipersensibilidad (excelente para niños y ancianos).
Serena mucho. Trae paz y calma. Armoniza y equilibra, combate el mal humor y limpia los
ambientes.
Este jabón es ideal para las personas desarmonizadas ya que disuelve el stress por sus
efectos sedantes.
Después de todo, es tan fácil de conseguir, tan accesible para todos los bolsillos, que hay mucho para ganar
probando.
Materiales:
jabón de glicerina
jabón de coco
flores secas de lavanda (por cada medio kg, de jabón el máximo recomendado es de 2 cucharadas soperas).
esencia de lavanda (opcional)
Procedimiento:
cortar de la barra del jabón de glicerina la cantidad de jabón a utilizar (la mitad de jabón necesaria para
cubrir el molde. se puede tener una idea aproximada de la cantidad que voy a necesitar pesando el molde
con agua en su interior), cortar en cubos ese trozo de jabón y colocar a baño María para que se disuelva. En
el momento en el que no queden trozos sin disolver retirar del fuego y del baño María. Incorporar la
cantidad de fragancia (si es que se desea, ya que la flor de lavanda por si misma es aromática). Verter en el
molde al que previamente se le han agregado algunas semillas de lavanda. Pulverizar con alcohol para
emprolijar (esto mejorara la apariencia final porque desaparecen las burbujas y la espuma) y a su vez,
“pega” una capa con otra.
Hacemos esto primero con la capa de glicerina. Dejamos descansar el molde hasta que el jabón no “baile”.
Luego lo mismo con el jabón de coco.
Dejar solidificar, enfriar y desmoldar.
Dejar airear y al día siguiente envolver con film autoadherente de cocina.
Nota: a este jabón lo hago de esta forma porque me parece atractivo presentarlo con dos capas, pero bien
puede hacerse con glicerina o coco solamente. En lo personal no le hecho colorante pero puede utilizarse si
se desea. El jabón absorve el color de las flores y queda con efecto "moteado"
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Receta de jabón
Para todos los que quieran hacerse su propio jabón sin crueldad hacia los animales.
Esta es una receta de jabón de hierbas muy básica, ideal para los principiantes, ya que gracias a la sencillez
de sus ingredientes, está al alcance de todos conseguirlos sin dificultad.
Además, el alto contenido de aceite de coco que contiene esta receta, hace que la traza del jabón aparezca
mucho antes.
- 80 gr aceite de oliva
- 80 gr aceite de coco
- 23 gr sosa (hidróxido sódico)
- 70 gr agua
- Colorante verde (opcional)
- 1 cucharadita de hierbas frescas (por ejemplo, romero, o melisa, etc)...
- 1 cucharadita de la esencia herbal correspondiente a las hierbas frescas usadas.
TRUCO: Para potenciar aún más el aroma herbal y el aspecto artesanal de este jabón, se puede sustituir la
cantidad indicada de agua, por una infusión de té, si bien hay que tener en cuenta que ello oscurecerá un
poco la coloración final del jabón resultante (tanto más, cuanto mayor sea la concentración de la infusión).
JABÓN DE ALEPO
LA FABRICACIÓN
EN EL MERCADO
USOS
Modo de uso:
Usar como un jabón normal.
Os voy a explicar cómo hacer jabón según una receta del saber popular y que hace
pocos años se hacía muy a menudo en todas las casas. Esta receta también nos puede
ayudar para reciclar el aceite usado que se genera en nuestras cocinas:
Ingredientes:
3 litros de agua
Elaboración:
Se deja reposar en la caja un par de días, el primer día es mejor cortarlo a tacos con un
cuchillo para evitar que nos cueste más al endurecerse del todo.
A esta mezcla se le puede echar aceites esenciales para que tenga un buen olor. Por
ejemplo de lavanda, limón, etc…. (si es aceite esencial echar unas 15-20 gotas por litro).
Normalmente este tipo de jabón se utiliza para lavar la ropa o para lavarse las manos,
incluso para la piel. En este caso se pueden añadir ingredientes como el agua que se
echa a la mezcla que sea agua hervida previamente con granos de avena, o incluso
tritutarlos. O también añadir hojas de aloe vera natural, directamente de la planta una
vez pelada la hoja y triturada ( la planta de Aloe al menos tiene que tener 2-3 años).
Otra alternativa es utilizar aceite de oliva en lugar de usado. Este lo recomiendo para un
uso contínuo sobre la piel, en especial para pieles secas.
Cantidades más pequeñas de los ingredientes pueden ser: 0,5l de aceite , 0,5 l de agua y
80-90 gr de sosa.
1. Hola, hace ya un par de años que me aventure a hacer jabon, y las primeras
veces se me cortaba. Al final cogi el truquillo y ahora no se me corta nunca.
Yo normalmente uso, 3 litros de acite, un pelin menos de 3 litros de agua, y 550
gramos de sosa, porque con menos a veces se corta. La receta me la dio una
persona mayor, y me dijo que el echar menos agua, no tiene explicacion, pero
que ella aprendio de su madre, esta de su abuela y asi sucesivamente, y que
nunca les ha fallado. De modo que probe asi, y ¡bingo!, nunca se me ha vuelto a
cortar.
Yo lohago en frio, es decir con el agua del grifo, añado la sosa, lo muevo, echo
el aceite, y en lugar de perder el tiempo y dejarme los brazor removiendo con un
palo, uso la batidora electrica, y unos 10-15 minutos, estas listo. Tan listo que al
cabo de una hora, dependiendo del calor y humedad del dia, se ha cuajado
completamente.
Lo que no consigo es el tema de las aromas, he probado de todo, pero nada, a
mi siempre me huele fuerte.
Por otro lado, aunque lava muy bien, si se usa secadora para la ropa, no os lo
recomiendo, no se por que, pero la ropa huele rarita, y aunque uses mil litro de
suavizante, sigue oliendo rara. Sobre todo si es ropa que se guarda y no se usa
mucho, al final huele a rancia, en serio.
Para blanquear, pues me recomendaron, tener la ropa en remojo, y sin acalrar ni
nada, tender la prenda chorreando al sol, y una vez secada, volver a lavar con el
resto de colada y listo.
Como digo, mi mujer y yo para la lavadora ya no lo usamos por el tema del olor,
pero para tener ropa en remojo, zapatillas con olorcillo a pies, lavar las balletas
de la cocina, y cosas asi, es un jabon estupendo.
Mi mujer no, pero yo se que me lavo con el, y es el unico jabon que no me da
alergia, eso si, tengo que usar un poquito de crema hidratante porque reseca algo
la piel, pero por lo demas, sin problemas
Los que habeis conseguido usarlo en la lavadora, y no os huele raro ¿Como lo
haceis?
Saludos, y Animo a los que os vais a iniciar en la produccion de jabon.