Estos rasgos buscan la máxima eficacia en la trans-
misión del mensaje y su correcta interpretación por parte del receptor.
Sintaxis variada, caracterizada por oraciones largas.
Los párrafos son muy amplios. Esto se debe a la complejidad del pensamiento. Oraciones simples y copulativas, enumeraciones y oraciones explicativas que clarifiquen el significado. La subordinación es frecuente: comparativas, condicionales, concesivas, etc. Uso del modo indicativo (el modo de la realidad) en la oración principal, y el subjuntivo en la subordinada. El tiempo más utilizado es el presente, intemporal o universal. En exposiciones de carácter histórico pueden aparecer también tiempos pasados. Predominan los adjetivos: especificativos (concretan el significado). Oraciones enunciativas, que confieren al texto objetividad. Empleo de signos de puntuación para dar orden al contenido. En el caso de exposiciones orales, la locución es pausada con objeto de que quien expone se haga entender. Uso de tecnicismos. Campo semántico propio del tema: literatura, ciencias, etc. Uso de recursos poéticos que refuerzan la técnica argumentativa: metáforas, comparaciones, ironías, etc. Predomina la función referencial. Suelen ir acompañados de descripciones objetivas. Marcadores discursivos que ordenan el texto: en primer lugar, en segundo lugar, finalmente, etc. La disposición del texto emplea marcas visuales como guiones para abundar en la claridad expositiva. Frecuentes ejemplos y comparaciones que aclaren conceptos abstractos. Estructura Lo más frecuente es que el orden en el que se exponga la información sea:
Orden cronológico: la explicación se ordena en un eje
temporal. De causa–efecto: relacionada con la demostración de las consecuencias de determinados hechos ciertos. Su estructura suele ser muy particular:
Introducción: parte en la que el autor o autora suele
enunciar y delimitar el tema y presentar la información previa necesaria (definiciones, el estado de la cuestión, explicación de lo que vendrá a continuación, etc.). Esta parte no es imprescindible. Desarrollo: parte donde se exponen ordenadamente los datos, referencias, ideas, etc., que constituyen el tema mismo de la exposición. Conclusión: que suele ser una breve síntesis de lo tratado anteriormente. Esta parte no es imprescindible.