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Arnold Krumm-Heller

CONFERENCIAS ESOTÉRICAS
(Edición castellana 1950)

BIBLIOTECA UPASIKA
www.upasika.com

Colección “Rosae Crucis” Nº 61


Arnold Krumm-Heller – Conferencias esotéricas

La Evolución del Planeta y de las razas humanas, curación de las


enfermedades y la Prolongación de la Vida por medio de ejercicios
Respiratorios

PROLOGO
Querido lector:
"Cuando los hombres célebres han escrito grandes obras, alguien se encarga de
escribirles su biografía, pero generalmente como homenaje a su memoria. Yo, que no
soy célebre, no espero correr la misma suerte, pues sé que antes o después de morir
poco o ningún caso se me ha de hacer.
"Pero quisiera ver escrita mi biografía de ocultista y, como dada mi poca importancia
nadie la querrá escribir, he resuelto hacerlo yo mismo; eso tiene por lo menos la ventaja
de que saldrá exacta, pues la conozco mejor que nadie.
"Pero no me tachéis de pretencioso: mi autobiografía como ocultista tiene por objeto
marcar el camino que he seguido desde mis primeros estudios hasta la fecha, para
desengañar a aquellos que creen que para iniciarse es menester emprender un viaje a la
India, sujetarse al celibato y comer yerbas y raíces. Yo soy casado, nunca vi la India y
como de todo; a pesar de esto creo poder alcanzar la meta que se propone todo ocultista:
Dominar las leyes de la Naturaleza para ser útil a sus semejantes.
"Educado bajo los cuidados de una madre ejemplar que sacrificó todo por mi educación,
llegué a ser hombre no habiéndome tomado jamás el trabajo de pensar yo mismo; en
filosofía y en religión era como el 99% de mis prójimos, viviendo al día, dejando a los
curas y a los mayores el cuidado de estas preocupaciones.
"Siguiendo la rutina, creía que ser bueno significaba cumplir con los mandamientos de
la Iglesia, rezaba todas las noches y como premio de mis virtudes (?) Esperaba la
recompensa en el cielo.
"Mi idea respecto a Dios era la que se forman la mayor parte de los católicos, en que
Dios no-pasa de ser un gran comerciante, que en vez de dar mercancías por dinero, da
cielos en cambio de misas, rezos, confesiones, etc., quita purgatorios, protege en el
comercio, da maridos, etc.
"La idea de ser bueno y evitar el mal, no por miedo al infierno o codicia al cielo, sino
por el amor al bien me era hasta entonces desconocida.
"La anciana madrecita quedó, después de darme el último beso, en Alemania, y yo me
dirigí a esa tierra que hoy llamo mi segunda patria: México.
"Mi familia había emigrado en el año 1823 a México siendo mi bisabuelo minero. Es
muy interesante leer "Briefe aus Mexico" donde existe la relación de esos colonos
Alemanes.

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Arnold Krumm-Heller – Conferencias esotéricas

"Siempre nos habíamos considerado mexicanos y así al llegar aquí de niño me


encontraba con mi casa pero tenía deseos de conocer toda la América latina.
"Mi primera residencia fue la República de Chile, uno de los países más adelantados y
hermosos de Sud América.
"De estudiante había leído novelas de algunos autores de importancia. Sabía el Fausto,
en gran parte de memoria, y, para cambiar alguna vez, había tomado una obra de Carlos
du Prel, pero sin que sus ideas hubiesen dejado huellas en mi ánimo; las leía para
distraerme o para cambiar de lectura.
"Un año después de haber abandonado Alemania recibí la súbita noticia de la muerte de
mi santa madre. Aquel golpe me anonadó; ¿cómo, después de haberla visto hacer tantos
sacrificios por mí y en los momentos en que podía recompensar en algo sus afanes se
me arrebataba a aquel ser?
"Entonces se despertó en mi alma una idea completamente nueva, que me vino a poner
en conocimiento que los hijos jamás sabemos apreciar los sacrificios de los padres para
labrarnos un porvenir que solamente a nosotros nos interesa; y que ni durante una vida
pagamos debidamente sus afanes, no cumplimos en lo absoluto ni con los deberes de
familia ni con los de humanidad siquiera, porque una noche de desvelo y zozobra
infinita, cuando nos velaba al lado de la cuna; una noche de insomnio y de congojas que
pasa durante los peligros de la niñez, esa personificación del verdadero y único amor
abnegado, no se paga con toda una existencia de cuidados, de amor y de respeto hacia
los que nos dieron el ser.
"Yo renegaba, maldecía mi suerte...me costó una enfermedad física la idea de que al
regresar a mi patria encontraría únicamente un pedacito de tierra, que cubría aquel
cuerpo santo.
2-El Espiritismo
"Al pasar por una librería vi una obra de Allan Kardec. Entré a comprarla y me encerré
para leerla; era la tabla de salvación que encontré en el océano de mis sufrimientos para
aferrarme a ella. Aquella filosofía no me era nueva; la había leído de estudiante, hasta
entonces llegaba a sentirla. Me convertí en un espiritista sincero; más aún, fanático en
cuanto a la belleza de sus doctrinas.
"Me consolaba, me levantó el ánimo aquella filosofía, pero desde el primer momento
me chocó la práctica; jamás llegué a evocar a aquel ser a quien tanto había amado, pues
la intuición, la razón, me decían que aquella santa debía estar localizada en regiones
superiores, más puras, y que no hacía bien en atraerla a esta mísera tierra y comunicarla,
obligándola a hacer manifestaciones inferiores como mover las patas de una mesa en los
círculos espiritistas.
"La lógica de la doctrina espirita me convirtió en un espiritista convencido y, como la
muerte de mi madre me había insinuado en estas ideas, a ella la había inmortalizado en
mí: cuando evocaba sus recuerdos, sus consejos, la sentía vibrar en mí mismo; esa es la
verdadera comunicación espiritual.

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Arnold Krumm-Heller – Conferencias esotéricas

3-La Teosofía
"Animado a propagar la filosofía que me había consolado, fundé con varios amigos y
redacté una revista que llamamos "El Reflejo Astral". Al estar expuesto en las librerías
uno de sus números, se me presentó un día un señor de Barcelona, el cual me felicitó
por propagar esas ideas en un país donde el fanatismo religioso ejercía aún su
influencia.
"Ofreció obsequiarme varias obras, ofrecimiento que cumplió, pues a los dos meses
recibí por correo "Después de la Muerte" de León Denis y "La Doctrina Secreta" de
Blavatsky. La amabilidad del Doctor León, con el cual nos hemos encontrado aquí en
México, otra vez, después de tantos años, pues viaja actualmente por uno de los Estados
del Norte, me hizo admirar nuevos horizontes.
"Ya no sólo se interesaban en estos asuntos mis sentimientos, mi corazón: los
argumentos científicos tan sólidos que empleaba Blavatsky hicieron que tomara parte
mi cabeza. El espiritismo había sido en mí, como en casi todos sus adeptos, cuestión de
impresionalismo. Vi que tiene una filosofía hermosa, argumentos sólidos, aspectos
científicos cuyo estudio, he visto más tarde, es más fácil bajo la luz del ocultismo.
"La práctica de la mediumnidad además de ser ridícula es profundamente inmoral.
"Aquí en México, funge como espíritu familiar, en la mayoría de los centros, el
Benemérito de la Patria Lic. D. Benito Juárez, y da pena ver que esa gran lumbrera, que
dirigió tan sabiamente los destinos de este país, se vea encargado de buscar objetos
perdidos.
"Por fortuna que el espíritu de Juárez sólo existe en la imaginación de los espíritus
ignorantes, que faltos de conocimientos de las leyes que rigen los fenómenos psíquicos,
pueden en la mayor parte de las ocasiones poner en relieve su irreflexión, pero no
evocar como se debe.
"Yo, y conmigo millares de iniciados en el ocultismo, no negamos la realidad y
posibilidad de todos los fenómenos que pregona el espiritismo, y en mi primera
conferencia veréis mis opiniones a este respecto; la diferencia que existe entre los
espiritas y los ocultistas, es que los primeros se valen de medios o instrumentos para
ponerse en contacto con el plano astral (de los espíritus) y nosotros somos todos
médium pero no pasivos, inconscientes ni manejados por guías, sino activos,
conscientes, que en vez de tratar de atraer los seres (salvo casos especiales) nos
trasladamos conscientemente donde están ellos.
"La obra de Blavatsky me indujo a suspender la publicación de la Revista.
"En aquellos tiempos habían dejado preocupada la atención pública los fenómenos del
Conde de Sarak y formábanse tres partidos. Los primeros atribuían las demostraciones
de Sarak a pura superchería; los segundos veían en el señor Conde un gran iniciado y
los últimos, si bien aceptaban que algunos fenómenos del Sr. Sarak estaban al abrigo de
todo fraude, en otros se había comportado como un prestidigitador de circo.
"Me decía yo, al contemplar aquella divergencia de opiniones, que para juzgar estos
hechos es menester estudiar para conocer a fondo el asunto.

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Arnold Krumm-Heller – Conferencias esotéricas

4-El Ocultismo
"Con varios amigos encargamos obras sobre Ocultismo. Aquello fue una verdadera
indigestión de Encausse (Papus), Eliphas Levi, Estanislao de Guaita, Kiesewetter,
Claudio de San Martín y otros. Estos autores eran y son hasta hoy, los mejores en la
materia, y el lector que en sus obras sorprende la clave de los secretos que encierran,
será un Rosa Cruz como Nostradamus, Paracelso, etc.; pero creo que no habrá uno solo
que los arranque y les sucederá como a mí: mientras más se lee, mayor es la confusión
en que se enreda uno.
5-El Martinismo
"Las vidas de San Martín y de Martínez de Pasqualis me habían dejado preocupado;
más aún, cuando supe que el célebre abate católico Levi, el autor del Dogma y ritual de
Alta Magia, había sido Martinista.
"Resueltamente escribí al doctor Encausse para saber algo sobre esta orden secreta, el
cual en urspuesta me recomendó a un doctor Girgois, de Buenos Aires, quien después
de llenar las formalidades me inició y me indicó si por alguna duda necesitara un
consejo, me dirigiera a un señor Don A...C..., como quien dice, el vecino de la esquina.
"Don Arturo, que así se llama de nombre el señor C..., era de nacionalidad inglesa,
había sido jefe de comercio de alta importancia. Era conocido por su rectitud y extrema
honradez, y como poseedor de una regular fortuna, ocupaba en compañías mineras,
bancarias etc. puestos de presidente, vicepresidente o director; en total un conocido
comerciante pero de ocultista me parecía tener tanto como yo de Mandarín chino.
"Me dirigí a su domicilio con casi la certidumbre que aquel señor me daría la dirección
de un anónimo suyo, habitante de un barrio apartado, refugiado en una choza humilde
de ermitaño, envuelto en una túnica larga, acariciando una barba blanca y venerable.
"Al responder a mi interrogatorio que él era la persona que yo buscaba, sentí deseos de
retirarme decepcionado, pues no reunía el Sr. C... el tipo de mis ilusiones; pero no pude
realizar mi intento, pues el buen señor dejando a un lado sus libros de comercio me hizo
pasar al salón. Pero, ¿qué digo a este hombre? me decía yo, y por primera providencia
me le quedé mirando con la boca abierta.
"Conociendo mi turbación y como si leyese mis pensamientos, me sacó del mutismo:
"Ud. busca a un hombre que pertenece a la Orden de los Martinistas y sus deseos son
de aprender la filosofía y los secretos del Ignoto"- "Sí señor, precisamente señor".
"Ese sí señor, precisamente señor, se lo repetí maquinalmente varias veces, pues en mi
interior aún no quería abandonar la idea del iniciado, del maestro con túnica larga y
barba blanca; pues un hombre con los bigotes a lo Kaiser no me cuadraba como un
iniciado del Martinismo (Rama de los Rosa-Cruz poseedores del secreto de la piedra
filosofal, que transmutan el plomo en oro), ocupado en cotizar acciones de bolsa; me era
lo mismo que ver a un arzobispo repartir programas de la corrida de toros.
"Poco a poco volví en mí, gracias a que el modo de expresarse del Sr. C... me hizo
tomar confianza, y sin sentir entablamos una conversación sobre ciencias
transcendentales. Mi asombro iba creciendo por momentos al descubrir en el Sr. C... un
maestro de profundísimos conocimientos.

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Arnold Krumm-Heller – Conferencias esotéricas

"En menos de media hora me había explicado mucho de lo que antes no me había dado
cuenta. Sentí deseos de besarle la mano al despedirme, y en la calle repetía: "El hábito
no hace al monje".
"Como galantemente me había ofrecido su casa, a las pocas noches fuí a verle. En su
salón encontré reunidos a varios conocidos que nunca me habían hablado de él.
"La conversación versaba sobre los Mahatmas, unos grandes maestros que vivían en la
cima de los Himalayas, pero que desprendiéndose de su cuerpo material se aparecían en
forma vaporosa al llamado del adepto iniciado.
"Después que unos habían negado el hecho, otros lo habían ridiculizado y el reto dado
por probable o posible la existencia de estos seres, el maestro pues así llamaremos al Sr.
C...desde ahora, coge una espada, traza en el centro de la pieza el Pentaclo de Salmón
(de que hace uso Goethe en el Fausto), pronuncia una fórmula, para nosotros
incomprensible, y nos ruega formar una cadena tomándonos de las manos.
"Apenas lo habíamos hecho cuando sentimos una detonación en la pieza vecina, como
una especie de explosión de aire; la puerta gira sola sobre sus goznes como empujada
por manos invisibles...en el centro de la sala vemos de frente a un fantasma; un ser
vaporoso, pero compacto, avanza hasta tocarnos. Los pelos se me erizaban de punta y si
no es por el temor de aparecer como miedoso me desmayo.
"A pesar del miedo inusitado, me sentía feliz al palpar por primera vez una
materialización perfecta de un maestro de lo invisible. En mi corazón se levantaba un
grito de júbilo. Había pertenecido a los débiles que creen sin saber; ya era fuerte: creía
sabiendo.
"No tengo la autorización del maestro para escribir todo lo que vimos esa noche y las
innumerables noches de muchos años siguientes. Por ese medio traía objetos desde gran
distancia, que caían en la pieza sin saber de donde. Las apariciones que pudiesen ser
objeto de nuestra ilusión o efecto de hipnotismo o sugestión colectiva, fueron
innumerable número de veces fotografiadas sugestionándose la placa fotográfica, lector
incrédulo.
"Una de tantas noches, se trataba entre los asistentes a la reunión si acaso todos los
hombres tienen cuerpo doble o astral o si aquello era sólo predominio de unos cuantos
Himalayenses.
"El maestro coge la espada, y sin más ceremonias de las que estábamos acostumbrados,
evoca y nos trae a la pieza a un señor que la mayoría conocíamos. Le dio algunas
órdenes, que cumplió al día siguiente como autómata, y estos seguro que si le hubiese
ordenado un asesinato lo habría hecho, estando a muchas leguas de distancia de
nosotros.
"Muchos años tuve la dicha de contemplar las maravillas de ese maestro.
"Siguiendo la idea predominante en los espiritas que la difunden sin saber lo que hacen,
tenía yo una idea preconcebida en cuanto a las sociedades secretas; yo quería la luz para
todo el mundo, nada de monopolio, nada de privilegios.
"Pero al ver que esas sociedades poseían el secreto de evocar el doble etéreo de
cualquiera, preguntarle sus secretos más íntimos, sin que al regresar a su cuerpo físico

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recordara lo acontecido; comprobándose que al lastimar ese cuerpo el daño repercutía


sobre el material; al convencerme que de ese modo se podía matar a una persona a
distancia y que la víctima amanecía muerta en su lecho, pudiéndose reír el asesino del
medico legal, del juez y del Código penal; al cerciorarse, en suma, que las fuerzas de la
naturaleza que uno aprende a manejar allí, son al mismo tiempo poderes benéficos para
el hombre moral con armas horribles en manos del malvado, comprendí la importancia
y la necesidad imperiosa de esas sociedades iniciáticas y que los que se burlan de ellos
son necios ignorantes.
6-Iluminación Espiritual
"Mucho interés habían despertado en mí los estudios del hermetismo en relación de las
religiones comparadas y de los cultos antiguos.
"Blavatsky y otros habían escrito con mucho entusiasmo de los restos arqueológicos de
los Incas del Perú y de los Aztecas en México. En mis coloquios veía al imperio de
Manco Capac y al de Moctezuma.
"Teniendo al Perú más cerca me dirigí allá y durante algún tiempo pude excavar y
estudiar de cerca las ruinas del Cuzco. Me había internado al interior de Paucartambo, y
al estar sentado en una de las ruinas más célebres contemplando a mi alrededor ese
panorama sublime, que sólo posee el país de los virreyes, me sobrevino una especie de
vértigo, un éxtasis, en el cual los misterios de la Naturaleza se desviaban ante mi vista;
las vibraciones del Gran Todo se confundían en mí encontrándome así simple
microcosmo, en relación con el macrocosmo.
"Yo, celdilla hombre, encontrábame en relaciones con todo el Universo.
Estado en el cual se comprende y se entrevé la grandeza de la creación: se transporta
uno desde las regiones de los efectos al mundo de las causas, bañándose en aquellas
vibraciones de la esencia divina, de una tranquilidad y felicidad indescriptibles.
"Se sienten sanar, no sólo alumbrar, los rayos solares, y si se pudieran transcribir al
papel todas las sensaciones, lo tomarían a uno como alucinado.
"No me importa: si el estudio de la Naturaleza en su esencia es estar loco, querido
lector, entonces soy feliz en mi locura y quiero estarlo cada día más.
"Comprendí entonces que los libros humanos son nada en comparación con el libro
supremo de la Naturaleza y que para el hermético basta y sobra con ese.
"Nuestro filósofo alemán, Jacobo Boheme, ¿acaso tuvo otro? y ¿quién de los otros
especuladores filosóficos puede compararse con él?
"Mi guía, desde entonces, fue la Naturaleza y, dejando todos los maestros, a ella me
acojo en sus brazos cariñosos.
"Más tarde , enfrente de Assmanshausen, a la orilla de nuestro padre Rhin, en el canal
Smith, (tierra del Fuego), en el Tirol, en la cordillera Cantábrica de España, enfrente de
las Cataratas del Niágara, en los Alpes de Suiza y aquí en México, en un pedacito de
tierra que ha bautizado el ilustre General Treviño con el nombre de Rincón de María,
me sobrevino el mismo fenómeno pero sin que lo provocara: sólo por la meditación.

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Tenía pues para mis exigencias de ocultista, un defecto: no lo manejaba, no lo podía


producir a voluntad; me faltaba la llave de ese paraíso tan sublime.
7-Ocultismo, Hermetismo, Martinismo
"A buscarla, me dije.
"Del Perú me dirigí a Europa en una tourné de dos años visitando a los principales
ocultistas. Asistí como miembro al Congreso Teosófico de Nuremberg, donde leí un
trabajo referente a mis estudios sobre el culto del Sol, de los antiguos Incas.
"En aquel congreso estreché relaciones, entre otras, con el célebre Doctor Franz
Hartmann, autor de notables obras sobre Teosofía. La clave, sin embargo, no la
conseguí. Me dirigí a conocer otro país de mis aspiraciones, la patria de Cuauhtémoc.
"El destino quiso que al poco tiempo regresara a París. Si bien obligaciones perentorias
me reclamaban durante el día, la noche me quedaba libre e ingresé como alumno a la
Escuela Hermética, en la cual más tarde, me entregó su director el diploma que acredita
mi doctorado en Kábala.
"El Doctor Encausse (Papus), una de las lumbreras médicas laureado en los hospitales
de París, ex médico agregado a la corte del Czar de Rusia, discípulo de Eliphas Levi y
de Phillip, autor de más de treinta obras universalmente conocidas y a quien conocen en
París por el Mago Papus, me dio lo que anhelaba induciéndome en la verdadera senda
de la iniciación; me dio las claves que ponen al hombre conscientemente en los dinteles
del mundo invisible, el anfiteatro de la mansión de los llamados muertos.
"Lo poco que he experimentado, por insignificante que pueda ser mi saber, no lo quise
guardar egoístamente pues si bien no tiene nada de nuevo para algunos, sé que es útil
para muchos.
"Desde mis primeros estudios hasta hace algunas semanas que principié mis
conferencias, que hoy se publican, he llenado muchos cuadernos de apuntes y a medida
que voy avanzando tomaré material de ellos.
"Mis conferencias encierran la clave de todo, pero no la entregara al lector, porque no
puedo ni debo darla masticada para que sólo le quede el trabajo de deglutir, sino velada.
"El hombre que no la encuentre es que aún no le sirve ni la merece.
"Entre mis apuntes he consignado aquí y allá algún párrafo de un autor de mi agrado,
omitiendo a veces el anotarlo; si se me han pasado en mis conferencias queda avisado.
"En la segunda, hay algo de las conferencias esotéricas de Papus.
"Después de establecer la Orden Martinista aquí, en México, nos hemos unido un grupo
de ocultistas para seguir los estudios. El objeto principal es indagar hasta dónde pueden
unirse las observaciones y experiencias de cada uno a los preceptos de las ciencias
exactas y aceptadas.
"Es peligroso para aquellos seres desprovistos de una instrucción sólida, perderse en el
misticismo; pero no lo es para el que está acostumbrado a la lectura y estudio de las
ciencias positivas.

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Arnold Krumm-Heller – Conferencias esotéricas

"Si hemos tenido ocasión de ver algo en el mundo síquico, tenemos el valor suficiente
para confesarlo, no para hacer bombo con lo maravilloso, sino para invitar a los
hombres de ciencia al estudio de esas fuerzas tan poco conocidas, pero todos los días
más aceptadas. Los hechos que yo relato no son aislados, muchos otros, entre ellos el
sabio químico Crookes, nos dan cuenta de algunos análogos.
"No sigamos la rutina sin más estudio que la simple lectura de algunos materialistas que
niegan todo; no por el hábito de negar, neguemos con ellos.
"No tildemos de loco a un hombre que con sinceridad expone los hechos ofreciéndolos
como tema de indagación. Cada uno aporta su grano de arena para fomentar la luz; si
mis trabajos cumplen con ese cometido, lo juzgarás tú, lector querido.
Mixcoac, México, 27 de marzo de 1909
HUIRACOCHA
(Arnold Krumm Heller)

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Arnold Krumm-Heller – Conferencias esotéricas

PRIMERA CONFERENCIA

Las fuerzas Psíquicas de los espiritistas.— Sus fenómenos.—Instrumentos para


medirlas.— Su relación con los milagros de Lourdes y la Virgen de Guadalupe,
ante las observaciones recientes de las ciencias exactas sobre el Radium, los Rayos
X, N, y el Telégrafo sin hilos.
Señoras, Señores:
Os encontráis ante un ocultista, que no abriga otra pretensión sino la de haceros
partícipes de -los humildes , conocimientos que ha podido adquirir en esta materia, el
tema obligado de actualidad entre los sabios más famosos del mundo.
Vuestra atención será el mayor éxito a que puedo aspirar durante esta conferencia, v por
ello os anticipo mis más sinceros agradecimientos.
El ocultismo, señores, ha llegado a considerarse como sinónimo de charlatanismo,
porque al abrigo de ese término se esconden los ignorantes pretenciosos, las adivinas,
las palmistas, las herbolarias y una falange interminable de vividores que, faltándoles el
valor de emprender un trabajo honrado, se dedican a explotar a las masas. Encontraréis
entre ellos algunos que, impulsados por el hambre, son capaces de inventaros hasta una
nueva genealogía, y hablan de Alquimia sin siquiera conocer el Termino. Otros se dan
por astrólogos, y no pueden señalar en la bóveda celeste ni el lugar que ocupa la Luna.
El oro dice poseer el secreto de los Brahmanes; el otro tiene comunicación directa con
Nuestro Señor Jesucristo. Hay entre ellos algunos tipos característicos, de melena sucia
y levita verde, que denuncian al homeópata de aldea, sin titulo, con pretensiones de
espiritista erudito.
Dejando las individualidades, encontramos organizaciones formadas, que bajo el
nombre de Círculos espiritas se satisfacen con la paja de algunos términos técnicos de
ciencia y se presentan ante el mundo como potencias colectivas engendradoras de
revoluciones científicas.
Con respecto a los fenómenos, si estudiáis detenidamente, tendréis que aceptar la
siguiente clasificación:
1° Los que están fuera de toda duda, al abrigo de toda suplantación; hechos como los
que han sido confirmados por sabios de la talla de Crookes, Encausse, Flammarion,
Lombroso; y en los cuales os convenceréis hasta la evidencia de que el médium tiene
que estar comunicado con un ser inteligente superior. Con sinceridad os animo a
estudiar tales fenómenos.
2° Los producidos por los cascarones de que hablan los teosofistas, y que según ellos
vagan por el espacio.
Los fenómenos clasificados en primer lugar son rarísimos, y raros los segundos.
3° Los producidos por la fuerza psíquica de los individuos congregados en el círculo.
Allí la fuerza fluídica de sus nervios origina el movimiento de que se ve animada la
mesa; y el cerebro del médium es la fuente de las frases que ese movimiento expresa.
Esta categoría es más frecuente.
4° Los que resultan de alucinaciones de personas que pretenden ver lo que no existe, en
fuerza de una preocupación fanática respecto de estas cosas; y
5° y último, comprende el 95 por ciento de los casos de pura superchería,
prestidigitación, y engaños de gente de mala fe, que dan golpes, mueven las mesas, etc.

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Arnold Krumm-Heller – Conferencias esotéricas

Por fortuna en México la causa espirita cuenta con un Centro enteramente serio: una
Junta Permanente del 2° Congreso Espirita, compuesta de hombres estudiosos, que
experimentan, observan con espíritu independiente y se ocupan de obras útiles y
benéficas; sostienen escuelas gratuitas, biblioteca pública y centro de curaciones.
Después de los espiritistas, en escala ascendente, nos encontramos con los teósofos, que
si los examinamos con atención y escrupulosidad, no saldrán mejor librados, pues se
pierden en un maremagnum de términos técnicos oriental - sánscrito - hebreos, sin
saber, en muchas ocasiones, el español. Dicen que no tienen dogmas, y han hecho de
Karma y Reencarnación puntos más dogmáticos que la infalibilidad del Papa (1).
Lo dicho se refiere a personas que de estas cosas se ocupan; pero fuera de ellas, existe
otro elemento mucho más perjudicial, en el cual entran millares de hombres notables: la
mayor parte de los médicos y pseudo sabios, que niegan todo sin haber estudiado nada.
Otros al ver cualquier fenómeno, con un desplante de "lo sé todo", dicen arrogantemente
"Sugestión".
(1) Lo mismo que el espiritismo, la Teosofía se encuentra en México en buenas manos,
la Rama "Aura", presidida por dos personalidades mexicanas, se ocupa de estudios
serios, y al hacer la anterior referencia están exentos en lo absoluto de ese reproche.
Mas, señores, decir "sugestión", es pronunciar una palabra, pero no dar una explicación.
El estudio serio de la parte oculta de la Naturaleza, es para el hombre una invitación de
instinto, a la vez que una imperiosa obligación.
Hay una literatura enorme sobre estos temas y, creedme, señores, que durante años me
he quitado el pan de la boca, he prescindido de necesidades imperiosas por comprar
obras que me parecían buenas y que venían anunciadas de una manera fantástica. Entre
mil, no hay tres buenas. La mayor parte de los autores que han sabido algo de los
grandes secretos que existen, se han guardado muy bien de escribirlos: es necesario
aprender a leer entre líneas para sacar algo provechoso.
Lo que acabo de señalar sería suficiente para arrancarnos todo espíritu y deseo de
investigación; pero ante todo, -no debemos confundir las ideas con los 'hombres; mas
debemos convenir que si en todas las épocas o en todos los países ha habido y hay
lumbreras científicas que se han ocupado de esas cosas, algo de verdad tiene que haber
en ellas: esto lo estoy viendo desde hace poco, después de quince años de quemarme las
pestañas.
Sí, algo de verdad hay en todo eso: será si ustedes quieren un brillante escondido en un
pantano de extravagancias; mas ese es el que tenemos que descubrir, y para ello no hay
más que un medio: ajustamos a las ciencias exactas y aceptadas; lo que no se ajuste a
esta medida debemos arrojarlo como paja, y así lo haré, como veréis.
Por otro lado, no debemos exagerar este principio, despreciar ninguna fuente de
información ni establecer dogmas académicos para no aceptar sino lo que admita el
decano: eso sería ridículo. Debemos emplear la razón, el criterio, el espíritu sereno de
observación, la intuición; tomar las cosas como son y no como se quiere que sean. No
hemos de concretarnos a un país, a una religión, a una nacionalidad, sino abarcar de sur
a norte y de poniente a oriente.
El Oriente, señores, que ha sido el emporio de las ciencias en toda su extensión y
divisibilidad, nos proporciona en pleno siglo XX un tema de estudio muy antiguo; nos
trae las mismas enseñanzas que han caracterizado a los hombres más sabios de la
antigüedad y que preocupan a los científicos más modernos; teorías que han hecho
revolución en todas las edades.
Los rayos luminosos del Oriente, de la cuna de esa ciencia multiforme, vienen a
alumbrar el espíritu del sincero y constante investigador de las ciencias exactas y
ocultas, no sólo para darle la pretensión de abarcar esos conocimientos que son y deben

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Arnold Krumm-Heller – Conferencias esotéricas

ser patrimonio de iodos los individuos, sino que, al perfeccionar la inteligencia, ilustrar
nuestra razón, dirigen nuestros afectos sociales y morales por el único cauce que deben
seguir, para que sean de indudable utilidad; nos dan aptitudes fuera de todo egoísmo,
fuera de los oropeles que sorprenden y admiran al incauto, pero que repugnan al hombre
de ciencia, para que podamos ser de algún provecho para nosotros y para la humanidad
en general. Sólo desde ese punto de vista debemos aplicar todas nuestras energías,
facultades y buenas intenciones llegando así a transformarnos en una celdilla del gran
cuerpo humanidad.
El tenia que provoca de nuevo grandes y luminosas discusiones en Europa y también en
la unión Científica Universal, que tiene representación aquí, en México, es el Septenario
del Hombre, el cual voy a definir desde luego, para ocuparnos en seguida del 2°
principio, que •es la fuerza psíquica, siendo el primero el cuerpo físico.
1° Este cuerpo físico, que todos vemos, parte material formada por huesos, sangre,
carne, pelo, etc., .compuesto de innumerables celdillas, de las cuales forma cada una un
sistema separado; esta parte esencialmente material es negativa, en relación con el
séptimo positivo.
2° El segundo principio: según los hindúes, cuerpo etéreo, astral compuesto de éter
emanado del sol y de los astros, es la parte más grosera de esas sustancias emanadas que
bajo la forma de rayos luminosos ven los videntes, y que con el nombre de Rayos
Odíeos describe el profesor Von Reichenbach, de la universidad de Goetingen. Los
espiritistas lo conocen con el nombre de doble o periespiritu; los filósofos lo llaman
mediador-plástico; los kabalistas enseñan que ese cuerpo es susceptible de separarse del
material. Abarcando toda esa variedad de nombres y apreciaciones bajo la deno-
minación de fuerza, psíquica, empleada por Crookes, haré de ésta el tema de mí
conferencia.
3° El Fluido Magnético (ánima vegetativa), la que mueve al cuerpo físico, dirige los
procesos químicos y fisiológicos: "Prana".
4° Alma animal: ánima sensitiva, soma psíquico, (alma irracional) de Platón: es el
principio que anima el cuerpo etéreo, es el principio que abarca desde el instinto animal
hasta la inteligencia humana más elevada.
5° Cuerpo espiritual: parte material del alma espiritual, compuesto de éter supra-
sensual; abarca la parte ideal, los sentimientos, etc. Llamase por los hindúes Manas,
influenciado por Buddí.
6° Alma espiritual, ánima racional (soma pnaumático) de Platón, que es la esencia que
anima el cuerpo espiritual: en ella se localizan las aspiraciones y sentimientos elevados,
y es llamada por los hindúes Buddi.
7° La potencia elevada, la chispa divina en nosotros;
la parte que lleva el control, es el sol central del Microcosmo, llamado Atma, y es la
parte positiva, en relación con el cuerpo negativo.
Al morir, se separan los principios 2, 4, 5, 6 y 7 y quédanse sólo la parte material y
el tercer principio, que anima de nuevo la transformación o descomposición del
cadáver.
Los demás principios que sigilen se separan también después de la muerte y son
evocados por los espiritistas y producen los fenómenos que están llamando la atención

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Arnold Krumm-Heller – Conferencias esotéricas

del mundo entero (1).

(1) En México, los espiritistas de la junta se quejan de que no han tenido resultado y que los fenómenos son casi
nulos; esto se debe según mi opinión a las causas a que se refiere mi amigo el Sr. Salvadores Botas en un informe que
pasó a la Junta y en el cual se expresa más o menos así:
"Es innegable que el estéril campo de las negaciones y el inseguro de las dudas, jamás podrán conducir al humano ser
a la observación imparcial y experimentación de los fenómenos de la naturaleza, en condiciones apropiadas a su
realización: débese a que el que niega carece de estímulo y por lo mismo de actividad para el estudio y propia
observación, así como el que duda se multiplica en sí, y gasta inútilmente las energías, para acercarse a la verdad que
toca, pero que nunca logra asimilar a sus conocimientos.
Hecho de experiencia, es que en la negación se carece de espíritu de indagación, y en la duda todo método para
observar y experimentar se cree defectuoso, de lo que se deduce que en ninguno de los dos casos está la inteligencia
en condiciones adecuadas a la asimilación de la verdad: la naturaleza de esos seres no ha sido conducida al camino de
las despreocupaciones, y su espíritu permanece aherrojado al duro yugo de la sugestión, provocada por la mez-
quindad de las egoístas ideas que campean aún en el ser inteligente.
La mejor prueba que en favor de dicha aseveración se puede alegar, hallase patente en el hecho a diario producido de
que, cuando el hombre se decide a buscar la verdad de un principio, es porque en él ya presintió la existencia, del
mismo modo que el químico deduce la posibilidad de una nueva sustancia, después de repetidas observaciones sobre
productos que cambian de propiedades en determinadas circunstancias: el químico somete a escrupuloso examen los
productos que emplea en sus observaciones y se señala un método de experimentación, que no es hijo del azar, sino el
resultado de pacientes estudios y observaciones, que le indujeron a concebir la posibilidad de existencia de lo que busca.
En las experiencias medianímicas, la Psiquis del sujeto y de los observadores es producto de determinado valor; valor
que cual el de los productos químicos debe ser aquilatado antes de toda metodización, porque la indicada Psiquis es el
término único conocido de la ecuación a resolver, cuya incógnita se supone una entidad espiritual:
luego si en toda experimentación medianímica, prematuramente analizamos los datos que nos proporciona el co-
nocimiento de la Psiquis, y los aquilatamos en su real valor, a la vez que estudiamos las relaciones que entre sí los
ligan, fácil nos será plantear el problema en forma adecuada para hallar el positivo valor de todo fenómeno, siempre
la razón hábilmente conducida por el conciso silogismo que nos lleva de la mano a determinar la verdad y su
comprobación e identidad, cual se comprueban las operaciones algebraicas, y ante el sabio surgen del fondo de las
retortas los elementos a que da lugar la reacción de las sustancias combinadas o entre sí separadas.
Tanto es cierto lo aseverado, cuanto más. general resulta señalar la afinidad fluídica como indispensable a las
experiencias medianímicas, cosa que sin ser de valor absoluto, no resulta indispensable a la producción de los fe-
nómenos: fundamos este aserto en que a las experiencias del género de la que ocupa nuestra atención, concurren
valores morales de muy diferentes matices y energía definida, si es que admitimos el pensamiento como fuerza ac-
tuante del sujeto y experimentadores: sustancias químicas de valor determinado para el análisis, planteo y resolución
del problema que nos preocupa.
Bajo dicha aseveración fijemos como valor positivo del pensamiento activo y persistente en la realización de un
fenómeno, en cuyo caso el valor negativo corresponderá al pensamiento activo, tenaz y firme, contrarío a la produc-
ción del mismo, y el neutro al que, ni en uno ni en otro sentido trabaje: es decir, al del observador que anula en sí la
generación de toda idea, para convertirse en ojos, oídos, olfato y sensaciones que sucesivamente podrá registrar por
mediación de su cuerpo orgánico, campo de observación de los propios conocimientos y experiencias. Si
examinamos ahora las combinaciones a que dan lugar los tres estados de la mente que se acaban de describir, sus
diferencias capitales nos conducirán irremisiblemente a resultados diversos: resultados que nos darán la clave de la
energía empleada en cada caso de observación, y su homogeneidad o heterogeneidad. Dicha energía constituye el
medio ambiente de las experiencias medianímicas, el cual resulta tan difícil de unificar dentro de nuestros actuales
conocimientos, cuanto menos educada se halla la mentalidad a la abstracción de toda idea, o a la reconcentración en
una determinada, por un lapsus de tiempo, más o menos prolongado. ¡Quien pretenda observar, no ha de juzgar a
priori, sino a posterior! ni tampoco agregará valores mentales a los que concurran a la experiencia; porque los datos
de todo problema que sufren alteración, dan margen a valores diferentes de la incógnita que se busca.
Las anteriores razones nos hacen apreciar, que cuando los observadores y sujetos están en estado positivo, no existe
posibilidad para asegurar que el medio ambiente sea homogéneo, porque las ideas de los reunidos convergerán o no
en un fin único; en idéntico caso nos hallamos cuando sujeto y observadores resultan potencialidades mentales
negativas, ya que la negación de cada uno, cabe en lo posible, sea sobre divergente idea. A mi ver, sólo cuando sujeto
y observadores se colocan en estado neutro, es cuando si puede apreciar con nitidez los fenómenos medianímicos,
debido a que cualquier resultado obtenido es ajeno a la voluntad de los reunidos y se caracterizará por sí sola, ya sea
anímica o espirita: la resultante en este caso será la expresión clara y definida de los movimientos e irradiaciones de
la Psiquis, hállese encarnada o en el plano invisible.
Si a lo ya expuesto agregamos que los pensamientos son siempre la fuerza o energía que da lugar a las formas,
deduciremos que, según la índole moral de los mismos, así tienen que resultar aquellos. En efecto, la energía mental
pone en movimiento cuanta materia etherizada o fluídica sea afín a la idea generadora, dentro del círculo de su irra-
diación, y con ella, y no con la que le es repulsiva, da lugar a las formas y fenómenos todos: esa materia fluídica es la
que determina la aureola individual, en matemática correspondencia con las ideas predominantes en cada instante:
ideas que motivan la atracción de los invisibles que por idénticos fines y deseos, consciente e inconscientemente
coadyuvan a la realización de los mismos: luego la deducción que se desprende de ese principio genérico, inherente a
la vitalidad universal, es: que las ideas de verdad y justicia por su sola índole moral, son las únicas que pueden
proporcionar elementos adecuados a fenómenos veraces y justos: ni dudas, ni afirmaciones, ni negaciones; dejemos a

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Arnold Krumm-Heller – Conferencias esotéricas

He empezado citando las doctrinas orientales, más no pienso detenerme en ellas,


pues la evolución que han sufrido adaptándose a los diferentes medios sociales en donde
se han agitado, es bastante notable y por otra parte su adaptación entre nosotros forma
lo que se llama esoterismo occidental o Kabala, que no es otra cosa sino un sistema
filosófico cuyo origen se confunde con el del pueblo hebreo y encierra la doctrina
secreta que forma el fondo de todos los dogmas religiosos del mundo.
Hemos dicho al definir el segundo principio, que las fuerzas psíquicas se nos
presentan bajo la forma de rayos luminosos, que ve el vidente, que son los rayos odíeos
descubiertos por Reichembach, el sabio profesor de la Universidad de Goetíngen.
Conque rayos luminosos que salen del cuerpo huma no y que sólo ven los videntes. De
estos videntes, personas privilegiadas, desconfiemos por de pronto y nos ocuparemos de
ellos más tarde: principiemos por los rayos luminosos.
La teoría de que el cuerpo humano emite rayos luminosos es de inconcusa
verosimilitud, desde el momento que poseyendo calor, debe estar en íntima relación con
la luz, principio universalmente conocido. No es, pues, nuestra intención tratar de este
tema, tan de sobra sabido; sino que, después de señalarlo, os suplico me acompañéis en
el estudio metódico y ascendente de la Radiografía.
Mientras Laplace, Biot y nuestro poeta y naturalista el incomparable creador del Fausto,
Goethe, creían en una sustancia luminosa que se nos participaba desde el sol, los
estudios de Maxweil y Hertz demuestran que no se trata de sustancia luminosa, sino de
las ondulaciones del éter, de manera que la teoría de emanación fue reemplazada por la
de ondulación; y la ciencia incansable, que no se arreda ni detiene, con estudios aún más
recientes ha venido a comprobar que las dos teorías se completan una a otra,
estableciéndose algo como una emanación ondulada, que es precisamente la idea de
Goethe.
Si tomamos los rayos solares y los hacemos pasar por un prisma o más bien, nos
servimos del aparato espectral inventado por Kirchhoff y Bunsen, podemos dividirlos
en los conocidos colores del arco iris, principiando por la izquierda con rojo,
concluyendo por la derecha con violeta, sin entrar en los detalles de las líneas verticales
señaladas por Franenhofer.
Estos son los rayos conocidos que puede observar todo el mundo; pero los sabios
nos dicen que existen otros invisibles y realmente los hay todavía ultravioletas e
(*) nota 1 continuación. la vida invisible manifestarse francamente y sin trabas por nuestra parte y la conoceremos,
esto no obstante de que, a mi juicio, siempre se manifiesta; porque la negación es la. resultante de la verdad de la
ignorancia que ofrece la metodización de las experiencias inadecuadas al fin perseguido.
Aun hay otro factor de estudio digno de aquilatar para formarnos mejor juicio de los resultados fenomenológicos:
el de la educación medianímica del sujeto de experiencias: la escuela de cada uno de estos seres es siempre sui-
géneris; bajo el método impuesto por los magnetizadores que los ayudaron al desenvolvimiento de las aptitudes que
revelan, las facultades están limitadas a determinada índole de fenómenos, y en divergentes medios ambientes
pretende se obtener idénticos resultados, sin fijar la atención en que se contraviene la ley física y moral, que en su
infinito número de modalidades, ofrece por resultante, indeterminadas manifestaciones; esta educación medianímíca
resulta absurda e inmoral: es absurda, porque a las experiencias no se debe ir a estudiar los sujetos; estos son los
aparatos y deben perfeccionarse moralmente para que sirvan a la manifestación sin limites de cuanto pueda influirles
en cualquier medio ambiente. El estudio de los experimentadores debe remontarse al de las causas por el
conocimiento de los fenómenos, a fin de apreciar dentro de las condiciones en que éstos se producen la ley que los
rige; y como las causa», según nuestras creencias, son los espíritus, ya sean encarnados o desencarnados, el estudio
por sí débese concretar a dos órdenes de manifestaciones: las anímicas y las espiritas; sus diferencias de apreciación
patentizarán la causa de origen. Es inmoral la educación medianímica dada a loa sujetos en la forma acostumbrada,
porque supeditada la voluntad de éstos a un solo orden de aptitudes, la generalidad de las veces contrarias a su modo
de ser, las que por naturaleza debieran ser normales, desaparecen para dar lugar a las que el magnetizador
desenvuelve en él, como superiores; la medianidad no quiere imposiciones, pero sí reclama amplio espíritu de
expansión para sus irradiaciones; derecho del que carece en los actuales tiempos por su aquiescencia a la voluntad de
encarnados y espíritus sin previo conocimiento de causa, y falta de desarrollo psíquico para contrarrestar actos y
tendencias de los demás, que estime inconvenientes.
Cuanto llevo expuesto me conduce a la siguiente conclusión: QUE LA OBSERVACIÓN Y

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Arnold Krumm-Heller – Conferencias esotéricas

EXPERIMENTACIÓN PSÍQUICAS NO DARÁN RESULTADOS ÍNTERIN LOS GRUPOS NO ESTUDIEN


E IMPLANTEN UN MÉTODO DE TRABAJO FUNDADO:
I1—En el conocimiento del medio ambiente en que trabajan.
2"—En el de educación apropiada de los sujetos de experiencia con relación a la índole de los fenómenos que
desean estudiar y desarrollo psíquico del sujeto.
3"—En el de exclusión de todo método que no se avenga a fines científicos y morales.
El conocimiento del medio ambiente puede lograrse mediante el consentimiento previo de sujeto y
observadores, para la anulación de la mentalidad durante los trabajos.
El de educación de los sujetos se obtendrá por medio, de la aquiescencia de la voluntad de estos para sujetarse al
método de observación que, arreglo al medio ambiente, resulte mas apropiado a la índole de los fenómenos que se
quieren observar y obtener, y:
El de exclusión de métodos que no se avengan a fines científicos y morales, mediante el estudio de las actitudes
del sujeto y amoldamiento de la voluntad del mismo a la mejor manifestación fenoménica.
Para despertar las sensaciones orgánicas y convertir la propia materia en campo de útil observación, hay que sus-
pender la actividad anímica, es decir, enervar el cuerpo material dejándolo abandonado a las impresiones externas.
El YO en este estado permanece casi independizado de la materia; pero consciente de cuanto a esta le pasa, y como
por otra parte ningún esfuerzo realiza aquél para rechazar dichas impresiones, y sí se halla apto para recogerlas, claro
se concibe en que la observación realizada pueda remontarse del mundo de los efectos al de las causas de producción.
Su labor queda reducida a grabar en la mente las sensaciones y circunstancias en que se produjeron, para más
adelante conocer las idénticas que pueda provocar. y dice el Sr. Salvadores, que como lo expuesto no es lo conocido
ni usado durante los trabajos mediánicos, hace una súplica: si a alguien le pareciese raro el método propuesto, no por
ello lo niegue, sin antes practicarlo, y si puede ensayar prematuramente el medio de lograr la abstracción de la
mentalidad, hágalo; porque si doloroso resulta ser engañado, criminal es engañar a los demás, y en la
experimentación todos los observados engañan y son engañados inconscientemente fuera del método indicado.
El afamado y muy conocido Hipólito Baraduc, acaba de publicar un pequeño libro, el que contiene 6 fotograbados,
bajo el título: La fuerza curativa en .Lourdes y la psicología del milagro, del cual tomamos las líneas que siguen a
título informativo, y por ser autor un médico espiritualista y a quien no puede acusarse de católico-romano. de
fanático ni supersticioso.
Habla el doctor Baraduc: "Se trata de una dama C. G., quien ha llegado a curarse de una enfermedad inveterada al
estómago, por la cual había consultado en vano a veinticinco médicos extendiéndose después de su comida y orando
con energía y con una intención bien determinada,, de acuerdo con las indicaciones de su guía. Esta persona no es
una histérica, no tiene la fe ciega, pero es de una inteligencia superior y de una sinceridad absoluta en lo que hacía.
Muy sorprendido por la mejoría producida por esas prácticas extrañas, su marido me rogó asistiera a la sesión de
fluidos espiritual es ( según su expresión) que ella tornaba después de su comida de medio día (horas de las gracias.
lluvia de las fuerzas superiores).
"Obtuve la autorización de cubrir la cabeza de la señora C. G., su frente, su pecho, su estómago y sus manos, de
PLACAS FOTOGRÁFICAS PUESTAS EN PAPEL NEGRO DE RADIAGRAFIA IMPERMEABLE A TODA
LUZ.
"Procediendo así, he obtenido, viniendo "de lo invisible' hacia la persona, como lo atestiguan los clichés, una
cantidad de impresiones globales que ella sentía que la tocaban, que la penetraban y la vivificaban. Ella se ha curado
con esas proyecciones de substancia espiritual, las que pedía con una entera convicción.
Después de lo que antecede, se comprende cómo el Dr. Baraáuc, ha llegado lógicamente a preguntarse si las
curas de Lourdes no se explicarían por un fenómeno análogo.
Con tal fin, él siguió la gran peregrinación francesa de 1906, la que se componía de 50 a 60,000 peregrinos y
cerca de 1,500 enfermos conocidos. Al efecto, llevó consigo un cierto número de placas envueltas como se ha
explicado antes y las cuales él expuso por todas partes donde él suponía que la fuerza podía actuar. Todas las placas
empleadas fueron impresionadas y revelaron tres tipos de impresiones muy distintas.
Una persona se había sumergido en la piscina con dos placas: una, que tenía sobre su cabeza, muestra con bas-
tante claridad un rostro de hombre de expresión grave y cuidadosa, de frente muy elevada, cortada por una línea
según la cual quedó indicado el nivel del agua; la otra, completamente sumergida, está cubierta por una intensa
neblina de fuerza blanca, en la que se ven una multitud de pequeñas fisonomías humanas. Los espiritualistas saben
lo que esto significa y comprenderán entonces el por qué las aguas de Lourdes no presentan ningún peligro de contagio.
Otra placa, impresionada al lado de una moribunda, en el momento en que fue bruscamente curada al pasar el
Santo Sacramento, es más sorprendente todavía,- pues dicha placa ha registrado la impresión de una verdadera co-
rriente, de una cinta de luz, del diámetro exacto de la hostia por la cual parece haber sido emitida.
Todas las otras placas (las de la gruta, de la procesión, etc etc.. .) están consteladas por pequeñas gotas fluídicas,
de glóbulos de claros contornos y aureolados por una tirada luminosa, proyectada sin duda por la caída del glóbulo.
Esos glóbulos idénticos a los obtenidos sobre la señora C. G., pero mucho más abundantes, son de substancia si-
deral y pertenecen según el doctor Baraduc, "a un plano del Cosmos que tiene una potencia de reparación" —plano
providencial—. "Por la instigación de la oración unánime y ferviente de 60,000 personas, por la acción de ese plano
superior evocada bajo el vocablo de la Virgen María, se produce la caída de un rocío, el que cae en gran cantidad
como una borrasca bienhechora, sobre el conjunto del llamado humano reclamando la fuerza de lo Alto".
Puesto que hay impresión luminosa, es necesario que esta luz venga de alguna parte, y el examen de los clichés
y deja manera como están impresionados, su comparación con los otros mil que su autor posee, no permiten pensar
que esa pueda ser una curación de la multitud.
Además, su movimiento y su acción parecen estar sometidos a leyes cósmicas precisas, muy independientes del
ser humano.

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Arnold Krumm-Heller – Conferencias esotéricas

infrarrojos; y la existencia de ellos se prueba porque tienen, efectos químicos sobre las
sales de plata, reduciéndolas lo que demuestra que existen ondulaciones o más bien,
vibraciones del éter invisibles para nosotros. Otra prueba de la existencia de esos rayos
es la predilección que tienen por ellos algunos insectos: hay una especie de coleópteros
que los buscan, colocándose debajo de ellos, en el sitio respectivo del espectro químico.
Hay ciertos cuerpos que tienen la propiedad de Emitir estos rayos y Rutherford,
estudiando la radioactividad, ha demostrado que los cuerpos que poseen tal propiedad
emiten tres especies de rayos invisibles, que denomina Alpha, Beta y Gama; cree que
son formados por corrientes de iones y catheones, animados de diferentes velocidades,
siendo en orden creciente de alpha a gama: esto lo ha demostrado por medio de un
poderoso electro-imán que los desvía. De sus experiencias, cuyos detalles serían largos,
se deduce que la rapidez de los rayos alpha y beta es igual a 9/10 de la velocidad de la
luz. Los rayos gama tienen mayor velocidad y su onda es tan pequeña que puede
penetrar a los cuerpos opacos, siendo, por tanto, iguales, si no son los mismos rayos X.
Otra prueba que puedo citar es la siguiente, la cual me sorprendió hace poco en
París, pues no creía que el platino-cianuro de bario se modificara en sus propiedades
físicas: creí y lo creerán la mayor parte de los que se dedican a estas experiencias, que
ese producto químico reaccionaba solamente con los rayos X.
Si pintamos un cartón con platino-cianuro de bario y lo ponemos en el espacio que
corresponde a detrás del campo violeta o delante del rojo, en un punto negro del
espectro, lo veremos verde claro, lo que nos prueba que ha sido impresionado por rayos
invisibles. Estas y otras experiencias que cansarían al auditorio, prueban que a nuestra
retina se escapan algunos rayos; que hay un fluido que la ciencia debe investigar por
otros medios, siendo probable que los que nosotros percibimos sean los menos.
Pasemos a la Electricidad.
A fines, o más bien a mediados del siglo pasado, Hittorf empezó a hacer pasar
corrientes eléctricas por tubos con aire enrarecido. Ya no chispeaban los rayos
eléctricos, como lo había observado con la máquina de Windhurst, sino que formaban
un hilo ininterrumpido.
Es por esto que aplaudimos el proyecto del doctor Baraduc, quien desea que se
instituya en Lourdes un laboratorio que tome a su cargo y prosiga sus primeras
experiencias, y el cual haría "con el santuario de la fe y la clínica humanitaria, una
admirable trilogía, lo que daría a la Ciencia la clave de las relaciones dinámicas, de los
cambios de fuerzas susceptibles de establecerse entre el ciclo y la tierra".
Al aumentar aún más el vacío del aire en los tubos, vio que el color rosa-violeta que
había observado en el polo negativo (cátodo), se pasaba al positivo (ánodo), esparciendo
por el resto del tubo una fluorescencia verdosa Simultáneamente hacía Crookes los
mismos experimentos, descubriendo los rayos kathódicos.
Masía ahí los estudios de Crookes y Hitíorf, y he aquí el célebre tubo del primero.
(El conferencista hace funcionar el aparato).
(*) nota 1 continuación. Es así como de Noviembre a Abril, en invierno y durante la elaboración de la savia, cuando
el biómetro acusa los movimientos contractivos condensadores del éter terrestre, la fuerza no se registra y los
milagros no tienen lugar;
mientras que de Mayo a Octubre, en la madurez de la savia y cuando desciende, durante la expansión etérica, la
fuerza se constata y los milagros se producen. Esta fuerza penetra o no, a los enfermos, actúa diferentemente sobre
ellos, según sus condiciones personales de receptibilidad, condiciones que varían según su estado físico, psicológico,
moral y mental. (Los pobres son particularmente favorecidos). Además de esto, su virtud curativa se especializa más
según las épocas que diferencian su orientación.
No es este el solo resultado feliz que se podría sacar de esas experiencias, las cuales, a la vez que son un magnífico
homenaje rendido a la oración, consagran en adelante el beneficio social del gran santuario de los humildes, y las que
sometidas a un método riguroso serían singularmente propias a ensanchar el dominio de la Ciencia.

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Arnold Krumm-Heller – Conferencias esotéricas

En el ano de 1896 un físico alemán, desconocido hasta entonces, adquirió


celebridad universal: aprovechándose de las experiencias de Hittorf, dio con los rayos
X, que todos conocen.
No quiero detallar la importancia del descubrimiento de Roentgen, sino seguir el
camino empezado. Así como Hittorf se aprovechó de los estudios de Maxweil y Roent-
gen a su vez de los de Hittorf, los estudios del descubridor de los rayos X animaron a
Becquerel, quien indagando acerca del Uranio vio que ese elemento producía rayos
cuyos efectos se parecían a los de los rayos X; y antes que Becquerct saliera de la
estupefacción que le produjo su descubrimiento, sus paisanos, los simpáticos esposos
Curie dotaban al mundo con una nueva maravilla: el Radio. Este se descubrió de la
siguiente manera.
El Uranio, ya descubierto en 1789 por Klaproth, se encuentra unido al oxigeno en
forma de sub-óxido y en varias otras combinaciones; pero es esa forma la que por de
pronto nos interesa.
Separando el mineral primordial, el arsénico, el antimonio, el cobre y el plomo, Curie
dio con el Polonio, nombre que el hoy día célebre químico, que ya murió, víctima de un
accidente, le dio tomándolo de la patria de su esposa, pues Mme. Curie era polaca.
Esta sabia polaca, gran aficionada a la alquimia y miembro de una sociedad hermética
que por mí conducto ha fundado en México la orden Martínista, cuyo jefe es el
talentoso Dr. Alfonso Montenegro, no se conformó con el honor que le dispensaba su
marido: siguió investigando Junto con su esposo y obtuvieron por resultado el
verdadero Radio.
El Radio, como elemento pertenece al grupo de Baryum; su peso atómico es 225 veces
mayor que el del hidrógeno y la intensidad de sus rayos es dos millones de veces mayor
que el del Uranio o Torio.
El Radio tiene ya a la fecha una inmensa variedad de empleos; pero a diario se han
propuesto sorprendernos con alguna otra de sus maravillosas particularidades. Así por
ejemplo, recientemente se publicó en algunas revistas científicas y ya se comunicó a las
Academia, que el Radio es capaz de transmutar los minerales. Un químico olvidó por
casualidad un anillo con una esmeralda cerca de un tubito que contenía Radio; y
después de algunas semanas vio que la esmeralda había cambiado en absoluto: era otra
piedra desconocida para el. DEJO exprofeso algunas otras piedras, como rubíes, zafiros.
etc., en contacto con el Radio; grande fue su sorpresa a1 ver que después de algún
tiempo, habían cambiado de color en absoluto: las azules se habían tornado rojas y las
rojas verdes.
Señores: esto que sólo menciono, pues no considero que esté aun científicamente
establecido, ¿sabéis lo que significa? Que Shakespeare tuvo razón al decir: "Que existen
muchas cosas entre ciclo y tierra que nuestra ciencia escolástica no sospecha" y que la
Alquimia renace, comprobándose la transmutación de los metales.
Para terminar con el Radio y sus maravillas permítaseme agregar un dato: cuesta
hoy en el mercado 160,000 marcos el gramo; pero hay que esperar que se abarate, pues
según conferencias que escuché, dadas por el Dr. Encausse en París, la materia prima
que da el Radio no sólo se encuentra en Bohemia, sino en el mundo entero y sobre todo,
escuchadlo bien, en México; más Encausse y otros sabios afirman que toda la naturaleza
está saturada por una especie de Radio, y principalmente se ven esas radiaciones en el
cuerpo humano.
Esa afirmación hace de nuevo surgir las teorías del Barón de Reichenbach sobre las
fuerzas ódícas y magnetismo animal y particularmente las experiencias de Blondlor, que
descubrió los rayos N. Es cierto que estos rayos N son muy combatido por una parte del
mundo científico: hay grandes sabios que niegan su existencia; pero también los hay no

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