Introducción

Los estilos de aprendizaje han sido estudiado y debatidos durante muchos años, así mismo,
estos empezaron a tomar más auge y validez alrededor de los años 90 en donde, gracias a la
experimentación enfocada los procesos de enseñanza o aprendizaje, se les dio una base que
justificó y resolvió dudas generadas en el pasado (Gallego Rodríguez y Martínez Caro,
2003 citando a Filbeck y Smith, 1996. P.g 5).
El hombre es conocido por sus habilidades cognitivas y cómo, haciendo usos de estas, se
desenvuelve frente a diferentes contextos. Así mismo, cada persona cuenta con diferentes
estilos de aprendizaje que le permiten recibir y asimilar de forma óptima diferentes
estímulos. Keefe y Thompson (1987) exponen que “los estilos de aprendizaje son aquellos
rasgos cognitivos, afectivos y fisiológicos que sirven como indicadores de la forma como
los individuos perciben, interactúan y responden a sus ambientes de aprendizaje” (Pantoja
Ospina, Martín Alonso; Duque Salazar, Laura Inés; Correa Meneses, Juan Sebastián. 2013.
Pg. 81). Teniendo en cuenta lo anterior mencionado, la forma de aprender que tenga cada
persona influirá en cómo se desempeñe y desarrolle sus habilidades frente a diversos
contextos, especialmente el académico.
Así mismo dependiendo del estilo de aprendizaje y de cómo la persona se desempeña en su
entorno académico, estos se verán reflejados en las calificaciones obtenidas por los
estudiantes. Es importante mencionar que el principal motivo de las calificaciones es
incentivar el aprendizaje por parte de los profesores con el fin de rescatar las capacidades y
actitudes con las que cuenta cada estudiante. (Pisa in focus, 2013).
Cuando se habla de estilos de aprendizaje es importante tener en cuenta las estrategias que
usa cada sujeto a la hora de aprender puesto que esto le ayudará a realizar ciertos esquemas
que le permitirá tener una toma de decisiones acertada con respecto a la forma de
aprendizaje con la que cuente. Los estilos de aprendizaje se pueden ver influidos por las
técnicas de enseñanza aplicadas por el maestro, puesto que, a partir de este, el estudiante
contará con una mejor recepción de información dependiendo de las habilidades cognitivas
que predominen.
Teniendo en cuenta lo anterior narrado, es importante mencionar que, a pesar de que una
persona tenga más desarrollado y se le facilite cierto estilo de aprendizaje, esto no quiere
decir que no tenga ciertas destrezas en otras áreas cognitivas y que sus capacidades para
recibir información se centren únicamente en el estilo que tenga más desarrollado. Con
respecto a esto, González Clavero (2011) expone que “...aunque los individuos posean uno
estilo o más de un estilo de aprendizaje, se reconoce la flexibilidad y las posibilidades de
poder cambiar o reajustar el estilo para el logro de un aprendizaje más eficiente” (González
Clavero. 2001. Pg, 4).
Por medio de este trabajo se busca encontrar la relación que se presenta entre los estilos de
aprendizaje con las calificaciones obtenidas en las materias de neurofisiología y
neuropsicología de los estudiantes de quinto semestre e la institución universitaria de
Colombia. A partir de esto

Referencias
1. https://revistas.um.es/red/article/view/25411/24671
2. file:///C:/Users/zebas/Downloads/413634076004.pdf
3. https://www.oecd.org/pisa/pisaproducts/pisainfocus/PISA-in-Focus-26-esp.pdf
4. http://learningstyles.uvu.edu/index.php/jls/article/view/58/33