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La etimología de la palabra ética muestra que esta viene de del griego Ethos, que
significa morada o lugar interior que todo hombre lleva, basándonos en lo anterior,
podemos decir que la ética es la rama de la filosofía que estudia los actos humanos
realizados con conocimiento y voluntad libre.
Ahora bien, de acuerdo a la ley 1122 de 2007 la salud pública es la ciencia y el arte
de impedir la enfermedad, prolongar la vida y fomentar la salud y eficiencia
mediante el esfuerzo organizado de la comunidad para que el individuo en particular
y la comunidad en general se encuentren en condiciones de gozar de su derecho
natural a la salud y longevidad.
Podríamos decir que la ética y la salud publica van de la mano, la ética es el canal
por el cual se aplica de manera correcta la salud pública. En ese orden de ideas, la
dentro de la ética en la salud, se han plateado
4 PRINCIPIOS:
beneficencia,
no maleficencia,
autonomía
justicia.
La beneficencia, dicta que todo acto médico tiene como fin hacer el bien cuidar los
intereses del paciente,
la no maleficencia, debe evitar o reducir al mínimo los daños o los riesgos a los que
se expone el paciente en la realización de cualquier intervención,
la autonomía dicta que todos los participantes en el acto biomédico consientan
informada y voluntariamente al proyecto terapéutico o de investigación a realizarse y
por último,
la justicia, para esta, todos los recursos, derechos y obligaciones deben ser
equitativos distribuidos y respetados para cada uno.
Existen otros principios además de los clásicos, que se aplican a salud pública, por
ejemplo, el principio de solidaridad, el cual aparece en el siglo XVIII en el
pensamiento sociopolítico de Francia, este principio, asume que la dispersión o
separación de los miembros de un pueblo hace más vulnerable a cada uno de sus
miembros, por lo cual es recomendable entender este colectivo como un todo, el
cual suma los esfuerzos de todos para hacerle frete a todas las adversidades,
defenderse de agresiones, constituir un sistema de protección y elaborar en
conjunto para la obtención de bienes comunes. Ahora bien, Implícita en la
solidaridad está la igualdad, tanto de esfuerzo realizado como de protección
obtenida, es en este punto donde el gobierno debe velar para el cumplimiento de
estos principios a través de la salud pública.
Por otro lado, surge un concepto denominado protección, el cual puede ser muy
aplicado a la salud pública, este principio está en el fundamento del Estado mínimo
que reconoce su obligación de velar por la integridad física y patrimonial de sus
ciudadanos a partir del siglo XVIII, siendo por ende también el fundamento moral del
Estado do bienestar contemporáneo. Como es sabido, la salud pública nace en el
siglo XVIII con el propósito de dar protección sanitaria a la fuerza laboral. Siendo
así, el principio de protección subyace, desde hace por lo menos tres siglos, a las
acciones públicas, tanto políticas como sanitarias, por lo que es sorprendente que la
bioética no haya explícitamente incorporado este principio en su agenda. Ahora
bien, se puede entender el principio de protección como la actitud de dar resguardo
o cobertura de necesidades esenciales, es decir, aquellas que deben ser
satisfechas para que la persona o el afectado pueda atender a otras necesidades u
otros intereses.
Para poder distinguir este principio de los otros, hay que definir también sus
características, y son las siguientes:
Conclusión
En otras palabras, del mismo modo que las concepciones sobre la salud, la Salud
Pública y las propias Ciencias Médicas, así como la práctica de estas últimas, se
han ido socializando, (desmedicalizando) también las concepciones y prácticas
éticas en salud se han abierto al examen de la sociedad, han dejado de ser
cuestiones estrictamente profesionales, para convertirse, además, en cuestiones
sociales. No es casual por ello, la convergencia de las proyecciones de la bioética
médica, con las de otras tendencias, relativamente independientes de esta, que se
manifiestan en el desarrollo de la salud pública contemporánea: por ejemplo, la
promoción de salud, orientada hacia el empoderamiento de individuos y
comunidades, la abogacía y la lucha por la equidad en salud.
Bibliografia