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La detención: Quiénes y
cuándo pueden detener. Plazos,
Procedimiento de "Habeas Corpus'~
Entrada y registro en lugar cerrado
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forma previstos en la Ley.
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2. La detención preventiva no podrá durar más del tiempo estrictamente necesario para Ja
realización de las averiguaciones tendentes al esclarecimiento de los hechos, y, en todo
caso, en el plazo máximo de setenta y dos horas, el detenido deberá ser puesto en libertad
o a disposición de la Autoridad Judicial.
3. Toda persona detenida debe ser informada de forma inmediata, y de modo que Je sea com-
prensible, de sus derechos y de las razones de su detención, no pudiendo ser obligada a
declarar. Se garantiza la asistencia de abogado al detenido en las diligencias policiales y
judiciales en los términos que la Ley establezca.
b) Al que estuviere procesado por delito que tenga señalada en el Código pena superior a la
de prisión correccional (es decir, en la actualidad, prisión).
c) Al procesado por delito al que esté señalada pena inferior si sus antecedentes o las cir-
cunstancias del hecho hicieren presumir que no comparecerá cuando fuere llamado por la
Autoridad Judicial.
d) Al que estuviere en el caso del número anterior, aunque todavía no se hallase procesado,
con tal de que concurran las dos circunstancias siguientes:
2. Que los tenga también bastantes para creer que la persona a quien intente detener
tuvo participación en él.
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A estos efectos, debe recordarse el principio básico de actuación de las Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad recogido en el art. 5,3.0 de la Ley Orgánica 2/1986, de 13 de marzo, de Fuerzas y Cuerpos
de Seguridad (LOFCS, en lo sucesivo), a cuyo tenor:
b) Velarán por la vida e integridad física de las personas a quienes detuvieren o que se encuen-
tren bajo su custodia y respetarán el honor y la dignidad de las personas.
c) Darán cumplimiento y observarán con la debida diligencia los trámites, plazos y requisitos
exigidos por el ordenamiento jurídico, cuando se proceda a la detención de una persona .
En concreto, de la conjunción de los arts. 17 CE y 520 LECr, pueden extraerse las siguientes
actuaciones a seguir al proceder a la detención:
a) La detención preventiva no podrá durar más del tiempo estrictamente necesario para la
realización de las averiguaciones tendentes al esclarecimiento de los hechos y, en todo
caso, en el plazo máximo de setenta y dos horas (lo que no significa que deba agotarse
este plazo, sino, antes al contrario, procurar no llegar a su total cumplimiento), el detenido
deberá ser puesto en libertad o a disposición de la Autoridad Judicial.
b) Toda persona detenida será informada, de modo que le sea comprensible (es decir, utilizan-
do un vocabulario y forma de expresión ajustados a la capacidad intelectiva del detenido,
huyendo de tecnicismos que impidan esta comprensión), y de forma inmediata, de los he-
chos que se le imputan y las razones motivadoras de su privación de libertad, así como de
los derechos que le asisten y especialmente de los siguientes:
3. Derecho a designar Abogado y a solicitar su presencia para que asista a las diligencias
policiales y judiciales de declaración e intervenga en todo reconocimiento de identidad
de que sea objeto. Si el detenido no designara Abogado, se procederá a la designación
de oficio.
4. Derecho a que se ponga en conocimiento del familiar o persona que desee, el hecho de
la detención y el lugar de custodia en que se halle en cada momento. Los extranjeros
tendrán derecho a que las circunstancias anteriores se comuniquen a la Oficina Consu-
lar de su país.
6. Derecho a ser reconocido por el Médico Forense o su sustituto legal y, en su defecto, por
el de la Institución en que se encuentre, o por cualquier otro dependiente del Estado o
de otras Administraciones Públicas.
En el mismo sentido, el art. 295 LECr establece que "en ningún caso, salvo el de fuerza mayor,
los funcionarios de Policía Judicial podrán dejar transcurrir más de veinticuatro horas sin dar cono-
cimiento a la Autoridad Judicial o al Ministerio Fiscal de las diligencias que hubieren practicado:'
Por lo demás, no deben olvidarse las previsiones de los arts. 284 a 286 LECr, aplicables a cual-
quier actuación que, en funciones de Policía Judicial, realicen los Policías Locales, según los cuales:
b) Si concurriere algún funcionario de Policía Judicial de categoría superior a la del que estu-
viese actuando, deberá este darle conocimiento de cuanto hubiese practicado, poniéndose
desde luego a su disposición.
A estos efectos, debe entenderse que, si concurre un miembro de las Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad del Estado, debe efectuarse la comunicación a que se refiere el art. 53,2. 0 LOFCS,
haciéndose cargo de las actuaciones el mismo, sin que la puesta a disposición antes seña-
lada suponga una dependencia jerárquica o funcional respecto del mismo, sólo predicable,
la segunda, de la Autoridad Judicial y el Ministerio Fiscal.
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Finalmente, debe tenerse en cuenta que, con arreglo al art. 495 LECr, no se podrá detener por
simples faltas, a no ser que el presunto reo no tuviese domicilio conocido ni diese fianza bastante,
a juicio de la Autoridad o Agente que intente detenerle.
Y que, en cualquier detención que se efectúe, se recurra o no a la fuerza, no han de olvidarse los
principios básicos de actuación que presiden la intervención de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad,
examinados en otro Tema del programa, en especial los recogidos en el art. 5,3.0 LOFCS, a que antes se
hizo referencia, partiendo de la declaración fundamental del art. 1OCE, según el cual "la dignidad de la
persona, los derechos inviolables que le son inherentes, el libre desarrollo de la personalidad, el respeto
a la Ley y a los derechos de los demás son el fundamento del orden político y de la paz social'; quedando
absolutamente prohibidas las torturas y las penas o tratos inhumanos o degradantes (art. 15 CE).
A estos efectos, el art. 525 LECr prescribe que no se adoptará contra el detenido ninguna medi-
da extraordinaria de seguridad, sino en caso de desobediencia, de violencia o de rebelión, o cuan-
do haya intentado o hecho preparativos para fugarse. Esta medida deberá ser temporal, y sólo
subsistirá el tiempo estrictamente necesario.
Detenida una persona por los motivos expresados en el párrafo anterior, podrá solicitarse del Juez
que decrete su incomunicación, el cual deberá pronunciarse sobre la misma, en resolución motivada,
en el plazo de veinticuatro horas. Solicitada la incomunicación, el detenido quedará en todo caso
incomunicado sin perjuicio del derecho de defensa que le asiste y de lo establecido en los arts. 520 y
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527 (que limita las condiciones establecidas en el art. 520, en el sentido de que se le nombrará Abo-
gado de oficio, no se pondrá en conocimiento del familiar o persona que desee o de la Oficina Con-
sular, en su caso, el hecho de la detención y el lugar de custodia en que se halle, y no tendrá derecho
a entrevista reservada con su Abogado) hasta que el Juez hubiera dictado la resolución pertinente.
Finalmente, durante la detención, el Juez podrá en todo momento requerir información y co-
nocer, personalmente o mediante delegación en el Juez de Instrucción del partido o demarcación
donde se encuentre el detenido, la situación de este.
En el mismo sentido se manifiesta el art. 520,2.0 ,c) LECr, disponiendo los números 4, 5 y 6 de
este artículo que:
a) La Autoridad Judicial y los funcionarios bajo cuya custodia se encuentre el detenido o preso
se abstendrán de hacerle recomendaciones sobre la elección de Abogado y comunicarán
en forma que permita su constancia al Colegio de Abogados el nombre del Abogado elegi-
do por aquel para su asistencia o petición de que se le designe de oficio.
1. Solicitar, en su caso, que se informe al detenido de los derechos que le asisten, ya exa-
minados, y que se proceda al reconocimiento médico que, como tal, le corresponde.
2. Solicitar de la Autoridad Judicial o funcionario que hubiesen practicado la diligencia en
que el Abogado haya intervenido, una vez terminada esta, la declaración o ampliación
de los extremos que considere convenientes, así como la consignación en el acta de
cualquier incidencia que haya tenido lugar durante su práctica.
3. Entrevistarse reservadamente con el detenido al término de la práctica de la diligencia
en que hubiere intervenido. Sobre este aspecto, la Fiscalía General del Estado emitió la
Consulta 4/1985, de 20 de mayo, sobre nacimiento del derecho a la entrevista reservada
en caso de no incomunicación.
Por lo demás, este derecho se ve, en parte, limitado en los supuestos de incomunicación del detenido,
sobre la que, al margen de la regulación específica para los presuntos terroristas, dispone el art. 506 LECr
que sólo podrá durar el tiempo absolutamente preciso para evacuar las citas hechas en las indagatorias
relativas al delito que haya dado lugar al procedimiento, sin que por regla general deba durar más de cinco
días, pudiendo asistir el incomunicado, con las precauciones debidas, a las diligencias periciales en que le
dé intervención esta LECr cuando su presencia no pueda desvirtuar el objeto de la incomunicación.
En estos supuestos, a tenor del art. 527 LECr, como se indicó antes, al detenido le será nombra-
do un Abogado de oficio, no se pondrá en conocimiento del familiar o persona que desee o de la
Oficina Consular, en su caso, el hecho de la detención y el lugar de custodia en que se halle y no
tendrá derecho a la entrevista reservada antes aludida.
Finalmente, en esta materia debe tenerse en cuenta la Ley 1/1996, de 1Ode enero, de asistencia
jurídica gratuita.
El particular que, fuera de los casos permitidos por las leyes, aprehendiere a una persona
para presentarla inmediatamente a la autoridad, será castigado con la pena de multa de
tres a seis meses.
B) El art. 164 se refiere al secuestro, estableciendo que el secuestro de una persona exigiendo
alguna condición para ponerla en libertad, será castigado con la pena de prisión de seis a
diez años. Si en el secuestro se hubiera dado la circunstancia del art. 163.3 (más de quince
días de duración), se impondrá la pena superior en grado, y la inferior en grado si se dieren
las condiciones del art. 163.2 (puesta en libertad del secuestrado dentro de los tres prime-
ros días, sin haber logrado el objetivo propuesto).
C) El art. 165, por su parte, prescribe que las penas de los artículos anteriores se impondrán en
su mitad superior, en los respectivos casos, si la detención ilegal o secuestro se ha ejecutado
con simulación de autoridad o función pública, o la víctima fuere menos de edad o incapaz
o funcionario público en el ejercicio de sus funciones.
D) Por último, el art. 166, señala que el reo de detención ilegal o secuestro que no dé razón del
paradero de la persona detenida será castigado, según los casos, con las penas superiores
en grado a las señaladas en los artículos anteriores, salvo que la haya dejado en libertad.
Para concluir, el art. 168 establece que la provocación, la conspiración y la proposición para co-
meter los delitos previstos en este Capítulo se castigarán con la pena inferior en uno o dos grados
a la señalada al delito de que se trate.
1.8.1. Introducción
Antes de concluir este epígrafe sobre la detención, y al margen de las consideraciones estricta-
mente procesales recogidas en la LECr, hemos de aludir a la orden europea de detención y entre-
ga, regulada por la Ley 23/2014, de 20 de noviembre, de reconocimiento mutuo de resoluciones
penales en la Unión Europea (L 23/2014, en las restantes citas), que ha derogado expresamente la
anterior Ley reguladora de esta materia: la Ley 3/2003, de 14 de marzo, sobre la orden europea de
detención y entrega.
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a) Con el fin de proceder al ejercicio de acciones penales, por aquellos hechos para los que la
ley penal española señale una pena o una medida de seguridad privativa de libertad cuya
duración máxima sea, al menos, de doce meses, o de una medida de internamiento en
régimen cerrado de un menor por el mismo plazo.
b) Con el fin de proceder al cumplimiento de una condena a una pena o una medida de segu-
ridad no inferior a cuatro meses de privación de libertad, o de una medida de internamien-
to en régimen cerrado de un menor por el mismo plazo.
El art. 38 trata de la posibilidad de llevar a efecto una toma de declaración previa a la emisión
de una orden europea de detención y entrega, a cuyos efectos señala que, con carácter previo a
la emisión de una orden europea de detención y entrega, el Juez competente podrá solicitar auto-
rización al Estado en el que se encuentre la persona reclamada con el fin de tomarle declaración a
través de una solicitud de auxilio judicial al amparo del Convenio de Asistencia Judicial en materia
penal entre los Estados miembros de la Unión Europea, de 29 de mayo de 2000.
Sobre los requisitos para la emisión en España de una orden europea de detención y en-
trega, prescribe el art 39 que:
1. La autoridad judicial española podrá dictar una orden europea de detención y entrega para
el ejercicio de acciones penales cuando, concurriendo los requisitos para ello previstos en
esta Ley, concurran además los previstos en la Ley de Enjuiciamiento Criminal para acordar
el ingreso en prisión preventiva del reclamado o los de la Ley Orgánica 5/2000, de 12 de
enero, reguladora de la responsabilidad penal de los menores, para acordar el internamien-
to cautelar de un menor.
2. Asimismo, la autoridad judicial española sólo podrá dictar una orden europea de detención
y entrega para el cumplimiento de pena por el reclamado cuando, concurriendo los requi-
sitos para ello previstos en esta Ley, no sea posible la sustitución ni la suspensión de la pena
privativa de libertad a que haya sido condenado.
3. Con carácter previo a la emisión, el Juez acordará mediante providencia el traslado al Minis-
terio Fiscal y, en su caso, a la acusación particular para informe, que deberá evacuarse en el
plazo de dos días, salvo que razones de urgencia exijan hacerlo en un plazo más breve. Sólo
si el Ministerio Fiscal o, en su caso, la acusación particular interesara la emisión de la orden
europea de detención y entrega para el ejercicio de acciones penales, podrá acordarlo el
Juez, por auto motivado.
Respecto a la transmisión de una orden europea de detención y entrega, dispone el art. 40 que:
1. Cuando se conozca el paradero de la persona reclamada, la autoridad judicial española
podrá comunicar directamente a la autoridad judicial competente de ejecución la orden
europea de detención y entrega.
2. En caso de no ser conocido dicho paradero, la autoridad judicial de emisión española podrá deci-
dir introducir una descripción de la persona reclamada en el Sistema de Información Schengen.
6. La autoridad judicial española remitirá una copia de las órdenes europeas de detención y
entrega enviadas al Ministerio de Justicia.
7. El Ministerio del Interior comunicará al Ministerio de Justicia las detenciones y las entregas
practicadas en ejecución de las órdenes europeas de detención y entrega .
El art. 41 prevé la posibilidad de remisión de información complementaria, al indicar que,
con posterioridad a la transmisión de la orden europea de detención y entrega, la autoridad judicial
española de emisión podrá remitir a la autoridad judicial de ejecución cuanta información comple-
mentaria sea de utilidad para proceder a su ejecución, ya sea de oficio, a instancia del Ministerio
Fiscal o, en su caso, de la acusación particular, así como a instancia de la propia autoridad de ejecu-
ción que así lo interese.
Por su parte, el art. 42 contempla la solicitud de entrega de objeto, prescribiendo que, cuan-
do la autoridad judicial española emita una orden europea de detención y entrega podrá solicitar,
cuando sea necesario, a las autoridades de ejecución que, de conformidad con su derecho interno,
entreguen los objetos que constituyan medios de prueba o efectos del delito y que se adopten las
medidas de aseguramiento pertinentes. La descripción de los objetos solicitados se hará constar en
el Sistema de Información Schengen.
Sobre la solicitud de entregas temporales y de toma de declaración en el Estado de ejecu-
ción, dispone el art. 43 que:
1. La entrega temporal del reclamado sólo podrá solicitarse para el ejercicio de acciones pe-
nales contra él, sin que sea posible para que el reclamado cumpla en España una pena ya
impuesta.
2. Se podrá solicitar la entrega temporal, incluso antes de que la autoridad de ejecución se
haya pronunciado sobre la entrega definitiva, para llevar a cabo la práctica de diligencias
penales o la celebración de la vista oral.
3. Con la misma finalidad, podrá solicitarse la entrega temporal si la autoridad de ejecución,
tras haber acordado la entrega de la persona reclamada, decidiera suspender la misma por
estar pendiente en el Estado de ejecución la celebración de juicio o el cumplimiento de una
pena impuesta por un hecho distinto del que motivare la orden europea de detención y
entrega.
El art. 44 trata de la respuesta en los casos de entrega condicionada, prescribiendo que, si
la autoridad de ejecución condicionara la entrega de su nacional o residente a que el mismo sea
devuelto al Estado de ejecución para el cumplimiento de la pena o medida de seguridad privativa
de libertad o de la medida de internamiento de un menor que pudieran pronunciarse contra él en
España, cuando la autoridad judicial española de emisión fuese requerida para comprometerse
en tal sentido, el Juez o Tribunal oirá a las partes personadas por tres días y tras ello dictará auto
aceptando o no la condición.
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El auto que comprometiese a transmitir al otro Estado la ejecución de la pena o medida pri-
vativa de libertad será vinculante para todas las autoridades judiciales que, en su caso, resulten
competentes en las fases ulteriores del procedimiento penal español.
Sobre el procedimiento cuando el reclamado es puesto a disposición de la autoridad judi-
cial española de emisión, establece el art. 45 que:
1. Cuando la orden europea de detención y entrega hubiera sido emitida por un delito que
pertenezca a una de las categorías de delitos enumeradas en el apartado 1 del artículo
20 (que contiene una relación de delitos, como los de terrorismo, trata de seres humanos,
pertenencia a organización delictiva, explotación sexual, corrupción, informáticos, racismo
y xenofobia, etc., sobre los que se dispone que cuando una orden o resolución dictada en
otro Estado miembro sea transmitida a España para su reconocimiento y ejecución, estos
instrumentos no estarán sujetos al control de la doble tipificación por el Juez o Tribunal
español, en la medida en que se refiera a alguno de estos delitos enumerados y se cumplan
las condiciones exigidas por la Ley para cada tipo de instrumento de reconocimiento mu-
tuo), y dicho delito estuviera castigado en el Estado de emisión con una pena o una medida
de seguridad privativa de libertad o con una medida de internamiento en régimen cerrado
de un menor cuya duración máxima sea, al menos, de tres años, se acordará la entrega de la
persona reclamada sin control de la doble tipificación de los hechos.
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a) Cuando la persona reclamada haya sido indultada en España de la pena impuesta por
los mismos hechos en que se funda la orden europea de detención y entrega y este
fuera perseguible por la jurisdicción española.
b) Cuando se haya acordado el sobreseimiento libre en España por los mismos hechos.
c) Cuando sobre la persona que fuere objeto de la orden europea de detención y entrega
haya recaído en otro Estado miembro de la Unión Europea una resolución definitiva
por los mismos hechos que impida definitivamente el posterior ejercicio de diligencias
penales.
d) Cuando la persona objeto de la orden europea de detención y entrega haya sido juzga-
da definitivamente por los mismos hechos en un tercer Estado no miembro de la Unión
Europea, siempre que, en caso de condena, la sanción haya sido ejecutada o esté en
esos momentos en curso de ejecución o ya no pueda ejecutarse en virtud del Derecho
del Estado de condena.
e) Cuando la persona que sea objeto de la orden europea de detención y entrega aún no
pueda ser, por razón de su edad, considerada responsable penalmente de los hechos en
que se base dicha orden, con arreglo al Derecho español.
2. La autoridad judicial de ejecución española podrá denegar la ejecución de la orden euro-
pea de detención y entrega en los casos siguientes:
a) Cuando la persona que fuere objeto de la orden europea de detención y entrega esté
sometida a un procedimiento penal en España por el mismo hecho que haya motivado
la orden europea de detención y entrega.
c) Cuando la orden europea de detención y entrega se refiera a hechos que se hayan co-
metido fuera del Estado emisor y el Derecho español no permita la persecución de di-
chas infracciones cuando se hayan cometido fuera de su territorio.
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1. Además de los casos previstos en el artículo 33, la autoridad judicial española podrá dene-
gar también la ejecución de la orden europea de detención y entrega cuando el imputado
no haya comparecido en el juicio del que derive la resolución, a menos que en la orden
europea de detención y entrega conste, de acuerdo con los demás requisitos previstos en
la legislación procesal del Estado de emisión, que no se notificó personalmente al imputa-
do la resolución pero se le notificará sin demora tras la entrega, momento en el que será
informado de su derecho a un nuevo juicio o a interponer un recurso, con indicación de los
plazos previstos para ello, con la posibilidad de que de ese nuevo proceso en el que tendría
derecho a comparecer, derivase una resolución contraria a la inicial.
2. En caso de que una orden europea de detención y entrega se emita con el fin de ejecu-
tar una pena privativa de libertad o una orden de detención con arreglo a las condiciones
del apartado anterior y el interesado no haya recibido con anterioridad información oficial
sobre la existencia de una acción penal contra él, dicha persona, al ser informada del con-
tenido de la orden europea de detención y entrega, podrá solicitar a efectos meramente
informativos recibir una copia de la sentencia con carácter previo a su entrega.
3. En caso de que una persona sea entregada en las condiciones previstas en el apartado 1
de este artículo y haya solicitado un nuevo proceso o interpuesto un recurso, se revisará su
detención, ya sea periódicamente o a solicitud del interesado, de acuerdo con la legislación
del Estado de emisión, a los efectos de determinar su posible suspensión o interrupción,
hasta que las actuaciones hayan finalizado.
1. La detención de una persona afectada por una orden europea de detención y entrega se
practicará en la forma y con los requisitos y garantías previstos por la Ley de Enjuiciamiento
Criminal.
2. En el plazo máximo de setenta y dos horas tras su detención, la persona detenida será pues-
ta a disposición del Juez Central de Instrucción de la Audiencia Nacional. Esta circunstancia
será comunicada a la autoridad judicial de emisión.
Acto seguido, el art. 51 trata de la audiencia del detenido y decisión sobre la entrega, pres-
cribiendo que:
Si la persona detenida fuera español o residente en España, se le oirá también sobre si soli-
cita ser devuelta a España para cumplir la pena o medida de seguridad privativa de libertad
que pudiera pronunciar en su contra el Estado de emisión.
4. Si la persona afectada hubiera consentido ser entregada al Estado de emisión y el Juez Central
de Instrucción no advirtiera causas de denegación o condicionamiento de la entrega, acorda-
rá mediante auto su entrega al Estado de emisión. Contra este auto no cabrá recurso alguno.
S. Si no hubiere consentido, el Juez Central de Instrucción convocará a las partes para la ce-
lebración de vista, que deberá celebrarse en un plazo máximo de tres días y a la que asis-
tirá el Ministerio Fiscal, la persona reclamada asistida de abogado y, si fuera necesario, de
intérprete. En dicha vista podrán practicarse los medios de prueba admitidos relativos a la
concurrencia de causas de denegación o condicionamiento de la entrega. El Juez Central de
Instrucción oirá a las partes sobre tales extremos y admitirá o denegará la prueba propuesta
para acreditar las causas alegadas.
6. Si la prueba no pudiera practicarse en el curso de la audiencia, el Juez fijará plazo para su prác-
tica, teniendo en cuenta la necesidad de respetar los plazos máximos previstos en esta Ley.
8. El Juez Central de Instrucción resolverá mediante auto que deberá dictarse en el plazo
máximo de diez días tras la vista. Contra este auto podrá interponerse recurso de apelación
directo ante la Sala de lo penal de la Audiencia Nacional, en los términos previstos en la Ley
de Enjuiciamiento Criminal, el cual tendrá carácter preferente.
1. Cuando la orden europea de detención y entrega emitida tenga por finalidad el ejercicio de
acciones penales, si la autoridad judicial de emisión lo solicita, el Juez Central de Instrucción
acordará, oído el Ministerio Fiscal por plazo de tres días, que se tome declaración a la perso-
na reclamada o que se la traslade temporalmente al Estado de emisión.
dades judiciales, que podrán incluir el respeto a los requisitos y formalidades exigidos por
la legislación del Estado de emisión siempre y cuando no sean contrarios a los principios
fundamentales de nuestro ordenamiento jurídico. En todo caso, se respetará el derecho a la
asistencia letrada del detenido, su derecho a no declarar contra sí mismo y a no confesarse
culpable, así como a ser asistido de un intérprete.
En esta diligencia se contará también con presencia del Secretario judicial, que dejará cons-
tancia del cumplimiento de las condiciones previstas en este artículo y las pactadas entre
las autoridades judiciales que conocen del procedimiento.
1. En el curso de la audiencia o de la vista a que se refiere el artículo 51, el Juez Central de Ins-
trucción, oído en todo caso el Ministerio Fiscal, decretará la prisión provisional o la libertad
provisional, adoptando medidas cautelares que resulten necesarias y proporcionadas para
asegurar la plena disponibilidad del reclamado, de conformidad con las previsiones de la
Ley de Enjuiciamiento Criminal.
2. El Juez resolverá atendiendo a las circunstancias del caso y la finalidad de asegurar la ejecu-
ción de la orden europea de detención y entrega.
4. Contra las resoluciones judiciales a que se refiere este artículo cabrá recurso de apelación
ante la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, en las mismas condiciones establecidas en
el apartado 8 del artículo 51 . Procederá la celebración de vista cuando lo solicite alguna de
las partes.
Sobre los plazos para la ejecución de una orden europea de detención y entrega, prescribe
el art. 54 que:
3. Si no media consentimiento, el plazo máximo para adoptar una resolución firme será de
sesenta días desde que se produjera la detención.
4. Cuando por razones justificadas no se pueda adoptar la decisión en los plazos señalados,
estos podrán prorrogarse por otros treinta días. Se comunicará a la autoridad judicial de
emisión tal circunstancia y sus motivos y se mantendrán entretanto las condiciones necesa-
rias para la entrega.
1. Cuando la infracción en que se basa la orden europea de detención y entrega esté cas-
tigada con una pena o una medida de seguridad privativa de libertad a perpetuidad, la
ejecución de la orden europea de detención y entrega por la autoridad judicial española
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2. Asimismo, cuando la persona que fuere objeto de la orden europea de detención y entrega a
efectos de entablar una acción penal fuera de nacionalidad española o residente en España, su
entrega se podrá supeditar, después de ser oída al respecto, a la condición de que sea devuelta a
España para cumplir la pena o medida de seguridad privativas de libertad que pudiere pronun-
ciar en su contra el Estado de emisión. El cumplimiento de esta condición se articulará a través de
lo dispuesto para la resolución de cumplimiento de penas o medidas privativas de libertad.
1. En el caso de que dos o más Estados miembros hubieran emitido una orden europea de
detención y entrega en relación con la misma persona, la decisión sobre la prioridad de
ejecución será adoptada por el Juez Central de Instrucción, previa audiencia del Ministerio
Fiscal, teniendo en cuenta todas las circunstancias y, en particular, el lugar y la gravedad re-
lativa de los delitos, las respectivas fechas de las órdenes, así como el hecho de que la orden
se haya dictado a efectos de la persecución penal o a efectos de ejecución de una pena o
una medida de seguridad privativas de libertad.
2. En caso de concurrencia entre una orden europea de detención y entrega y una solicitud
de extradición presentada por un tercer Estado, la autoridad judicial española suspenderá
el procedimiento y remitirá toda la documentación al Ministerio de Justicia. La propuesta
de decisión sobre si debe darse preferencia a la orden europea de detención y entrega o a
la solicitud de extradición se elevará por el Ministro de Justicia al Consejo de Ministros, una
vez consideradas todas las circunstancias y, en particular, las contempladas en el apartado 1
y las mencionadas en el convenio o acuerdo aplicable. Este trámite se regirá por lo dispues-
to en la Ley 4/1985, de 21 de marzo, de Extradición Pasiva .
4. Lo dispuesto en este artículo se entiende sin perjuicio de las obligaciones derivadas del
Estatuto de la Corte Penal Internacional.
Respecto a la entrega de la persona reclamada, según el art. 58:
2. Si por causas ajenas al control de alguno de los Estados de emisión o de ejecución no pu-
diera verificarse en este plazo, las autoridades judiciales implicadas se pondrán en contacto
inmediatamente para fijar una nueva fecha, dentro de un nuevo plazo de diez días desde la
fecha inicialmente fijada.
3. En el caso de que los bienes estén sujetos a embargo o decomiso en España, la autoridad
judicial española podrá denegar su entrega o efectuarla con carácter meramente temporal,
si ello es preciso para el proceso penal pendiente.
c) Cuando, habiendo tenido la oportunidad de salir del territorio del Estado miembro al
que haya sido entregada, la persona no lo haya hecho en un plazo de cuarenta y cinco
días desde su puesta en libertad definitiva, o haya vuelto a dicho territorio después de
haber salido del mismo.
d) Cuando la infracción no sea sancionable con una pena o medida de seguridad privati-
vas de libertad.
Los principios que inspiran este procedimiento son los siguientes, que recoge la Exposición de
Motivos LHC:
d) Las privadas de libertad a quienes no les sean respetados los derechos que la Constitución
y las Leyes Procesales garantizan a toda persona detenida.
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Asimismo, lo podrá iniciar, de oficio, el Juez competente para conocer de esta solicitud, es decir,
el de Instrucción del lugar en que se encuentre la persona privada de libertad; si no constare, el del
lugar en que se produzca la detención, y, en defecto de los anteriores, el del lugar donde se hayan
tenido las últimas noticias sobre el paradero del detenido. Si la detención obedece a la aplicación
de la Ley Orgánica que desarrolla lo supuestos previstos en el art. 55,2.° CE (en relación con las
investigaciones correspondientes a la actuación de bandas armadas o elementos terroristas), el
procedimiento deberá seguirse ante el Juez Central de Instrucción correspondiente. Y, en el ámbito
de la Jurisdicción Militar, será competente para conocer de esta solicitud el Juez Togado Militar de
Instrucción constituido en la cabecera de la circunscripción jurisdiccional en la que se efectuó la
detención.
El procedimiento se iniciará, salvo cuando se incoe de oficio, por medio de escrito o compare-
cencia, no siendo preceptiva la intervención de Abogado ni de Procurador, haciéndose constar en
dicho escrito o comparecencia:
b) El lugar en que se halle el privado de libertad, Autoridad o persona bajo cuya custodia se
encuentre, si fueren conocidos, y todas aquellas circunstancias que pudieran resultar rele-
vantes.
2.3. Procedimiento
En el Auto de incoación, el Juez ordenará a la Autoridad a cuya disposición se halle la persona
privada de libertad o a aquel en cuyo poder se encuentre, que la ponga de manifiesto ante él, sin
pretexto ni demora alguna, o se constituirá en el lugar donde aquella se encuentre.
Antes de dictar resolución, oirá el Juez a la persona privada de libertad o, en su caso, a su repre-
sentante legal y Abogado, si lo hubiera designado, así como al Ministerio Fiscal. Acto seguido, oirá
en justificación de su proceder a la Autoridad, Agentes, funcionario público o representante de la
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l!ili GUARDIA CIVIL (CIENCIAS JURIDICAS) AUD
El Juez admitirá, si las estima pertinentes, las pruebas que aporten las personas antes señaladas
y las que propongan que puedan practicarse en el acto.
Y en el plazo de veinticuatro horas, contadas desde que sea dictado el Auto de incoación, prac-
ticará todas las actuaciones explicitadas en este subapartado, dictando la resolución que proceda .
2.4. Resolución
Practicadas las actuaciones antes expuestas, el Juez, mediante Auto motivado, adoptará segui-
damente alguna de estas resoluciones (art. 8 LHC):
a) Si estima que no se da ninguna de las circunstancias a que se refiere el art. 1 LHC, acordará
el archivo de las actuaciones, declarando ser conforme a Derecho la privación de libertad y
las circunstancias en que se está realizando.
b) Si estima que concurre alguna de las circunstancias de dicho art. l, se acordará en el acto
alguna de las siguientes medidas:
1. La puesta en libertad del privado de esta, si lo fuese ilegalmente.
2. Que continúe la situación de privación de libertad de acuerdo con las disposiciones
legales aplicables al caso, pero, si lo considerase necesario, en establecimiento distinto,
o bajo la custodia de personas distintas de las que hasta entonces la detentaban.
3. Que la persona privada de libertad sea puesta inmediatamente a disposición judicial, si
ya hubiera transcurrido el plazo legalmente establecido para su detención.
Por su parte, el art. 21 de la Ley Orgánica 1/1992, de 21 de febrero, sobre Protección de la Segu-
ridad Ciudadana, cuyo número 2 fue declarado inconstitucional (quedando, por lo tanto, derogado,
en virtud de lo dispuesto en la Disposición Derogatoria de la propia Constitución) por la sentencia
341 /1993, de 18 de noviembre, del Pleno del Tribunal Constitucional, dispone que:
1. Los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad sólo podrán proceder a la entrada y registro
en domicilio en los casos permitidos por la Constitución y en los términos que fijen las Leyes.
2. (Este número, como se ha expuesto, se declaró inconstitucional, por lo que ha quedado de-
rogado, disponiendo en su primitiva redacción que "a los efectos de lo dispuesto en el pá-
rrafo anterior, será causa legítima para la entrada y registro en domicilio por delito flagrante
el conocimiento fundado por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que les lleve a
la constancia de que se está cometiendo o se acaba de cometer alguno de los delitos que,
en materia de drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas, castiga el Código
Penal, siempre que la urgente intervención de los agentes sea necesaria para impedir la
consumación del delito, la huida del delincuente o la desaparición de los efectos o instru-
mentos del delito").
3. Será causa legítima suficiente para la entrada en domicilio la necesidad de evitar daños in-
minentes y graves a las personas y a las cosas, en supuestos de catástrofe, calamidad, ruina
inminente u otros semejantes de extrema y urgente necesidad.
En tales supuestos, y para la entrada en edificios ocupados por organismos oficiales o en-
tidades públicas, no será preciso el consentimiento de la autoridad o funcionario que los
tuviere a su cargo.
4. Cuando por las causas previstas en el presente artículo las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad
entrasen en un domicilio, remitirán sin dilación el acta o atestado que redactaren a la auto-
ridad judicial competente.
En este contexto, el art. 17 de la Ley 4/1981, de 1 de junio, reguladora de los estados de alarma,
excepción y sitio, al tratar del estado de excepción, prescribe que:
1. Cuando la autorización del Congreso comprenda la suspensión del artículo dieciocho, dos,
de la Constitución (es decir, que quede suspendido, durante dicho estado de excepción,
el derecho a la inviolabilidad del domicilio), la Autoridad gubernativa podrá disponer ins-
pecciones y registros domiciliarios si lo considera necesario para el esclarecimiento de los
hechos presuntamente delictivos o para el mantenimiento del orden público.
2. La inspección o el registro se llevarán a cabo por la propia Autoridad o por sus agentes, a los
que proveerá de orden formal y escrita.
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1!!11 GUARDIA CIVIL (CIENCIAS JURÍDICAS) MAD
3. El reconocimiento de la casa, papeles y efectos, podrá ser presenciado por el titular o encar-
gado de la misma o por uno o más individuos de su familia mayores de edad y, en todo caso,
por dos vecinos de la casa o de las inmediaciones, si en ellas los hubiere, o, en su defecto,
por dos vecinos del mismo pueblo o del pueblo o pueblos limítrofes.
4. No hallándose en ella al titular o encargado de la casa ni a ningún individuo de la familia, se
hará el reconocimiento en presencia únicamente de los dos vecinos indicados.
S. La asistencia de los vecinos requeridos para presenciar el registro será obligatoria y coerci-
tivamente exigible.
6. Se levantará acta de la inspección o registro, en la que se harán constar los nombres de las perso-
nas que asistieren y las circunstancias que concurriesen, así como las incidencias a que diere lugar.
El acta será firmada por la autoridad o el agente que efectuare el reconocimiento y por el dueño o
familiares y vecinos. Si no supieran o no quisiesen firmar se anotará también esta incidencia.
7. La autoridad gubernativa comunicará inmediatamente al Juez competente las inspeccio-
nes y registros efectuados, las causas que los motivaron y los resultados de los mismos,
remitiéndole copia del acta levantada.
En estas disposiciones se contienen, como puede observarse, las normas constitucionales y
fundamentales sobre la entrada y registro en domicilio, debiendo estarse, como desarrollo de las
mismas, a lo dispuesto en los arts. 545 a 588 LECr, que tratan "de la entrada y registro en lugar cerra-
do, del de libros y papeles y de la detención y apertura de la correspondencia escrita y telegráfica';
especialmente los arts. 545 a 572.
En base a estos artículos, señalamos, a continuación las características esenciales de la entrada
y registro en lugar cerrado, circunscribiéndonos a las realizadas respecto de los particulares (sin
hacer mención a la regulación contenida en estos artículos respecto de los Palacios Reales, Emba-
jadas, Consulados, buques, etc.).
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.AUD LA DETENCIÓN: QUIENES YCUANDO PUEDEN DETENER 11111
En los supuestos previstos en los números 1 y 3, el Juez remitirá un oficio a la Autoridad o Jefe
de que aquellos dependan en la misma población y, si este no contestare en el término que se le
fije en el oficio, se notificará el auto en que se disponga la entrada y registro al encargado de la
conservación o custodia del edificio o lugar en que se hubiere de entrar y reg istrar. Si se tratare de
buques del Estado, las comunicaciones se dirigirán a los Comandantes respectivos (art. 564 LECr.).
Y en el supuesto del número 2, la notificación se hará a la persona que se halle al frente del esta-
blecimiento de reunión o recreo, o a quien haga sus veces si aquel estuviere ausente (art. 565 LECr).
Por su parte, el art. 568 siguiente señala que "practicadas las diligencias que se establecen en
los artículos anteriores (que hemos venido estudiando), se procederá a la entrada y registro, em-
pleando para ello, si fuere necesario, el auxilio de la fuerza :'
El art. 569 LECr recoge las siguientes previsiones:
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