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Ventilación Mecánica
Ventilación Mecánica
FI 02: la mínima posible para mantener la Sat 0 2 dentro de los límites deseados.
Flujo: 4 L/min en <1000 g y 6 L/min en >1000 g y pueden ser necesarios mayores flujos
para alcanzar mayores picos de presión (9-11 L/min).
IMV: (Ventilacion obligada) entre 60-80. Frecuencias mayores de 70-80 son poco eficaces
para disminuir la PaC02 (PEEP inadvertida e incremento de ventilación del espacio
muerto). Si existe aumento de la resistencia respiratoria, son preferibles frecuencias <60
cpm, que permiten un tiempo espiratorio más prolongado y evitan el riesgo de
sobredistensión y rotura alveolar.
PIP: se debe emplear el pico de presión inspiratoria más bajo que permita mantener
valores de Pa02 y PaC02 aceptables. Utilizar picos < 20 cm H2O si es posible < 15 cm H20 en
los RN de muy bajo peso. Puede ser necesario emplear inicialmente y de modo transitorio
presiones más elevadas para reclutar zonas alveolares colapsadas o con hipoventilación.
En la hipoplasia pulmonar pueden ser necesarios PIP > 30 cm H 20. Valorar la necesidad de
PIP observando la excursión torácica con los ciclos.
PEEP (presión positiva al final de la espiración): entre 2 y 5 cm H20. Con PEEP altas es
necesario vigilar la PEEP inadvertida. El aumento de PEEP aumenta la PMA y por tanto la
Pa02 (si no existe hiperinsuflación). El aumento de PEEP sin modificación de PIP, disminuye
el Vt y por tanto aumenta la PaC 02. La disminución de PEEP sin modificar el pico
disminuye los valores de PaC02 y no aumenta el barotrauma.
PMA (presión media en vía aérea): se modifica por cambios de cualquiera de los
diferentes parámetros del respirador, salvo Fi 02. Aplicar la más baja que mantenga una
gasometría adecuada y una capacidad residual adecuada y que permita una ventilación
alveolar suficiente.
Gasometría Arterial
La gasometría arterial es una técnica de monitorización respiratoria invasiva que
permite, en una muestra de sangre arterial, determinar el pH, las presiones arteriales
de oxígeno y dióxido de carbono y la concentración de bicarbonato.
La gasometría sirve para evaluar el estado del equilibrio ácido-base (se utiliza
preferentemente la sangre venosa periférica) y para conocer la situación de la función
respiratoria (sangre arterial).
La principal función del aparato respiratorio es la de permitir una adecuada
oxigenación de la angre y eliminar el anhídrico carbónico producido. Esto se logra
gracias a cuatro procesos: ventilación, perfusión, difusión y distribución. El resultado
es el intercambio gaseoso (paso de oxígeno desde el espacio alveolar a la sangre
capilar, y la liberación de CO2 desde la sangre al espacio alveolar. Para valorar
aspectos del intercambio gaseoso, podemos usar la gasometría, la pulsioximetría y la
capacidad de difusión del CO (DLCO). La eficacia de este intercambio se valora
mediante la diferencia o gradiente alveoloarterial de O2 (P(A-a) O2).
Se considera como normal un gradiente menor de 15 mmHg en jóvenes, pero en
ancianos puede alcanzar 30 mmHg o más.
Mediante la gasometría podemos diferenciar diversas situaciones patológicas:
Hipoxemia. PaO2 < 80 mmHg.
Hipercapnia. PaCO2 > 45 mmHg.
Insuficiencia respiratoria parcial. PaO2 < 60 mmHg y PaCO2 > 45 mmHg.
Normalmente, la gasometría también proporciona el pH, el bicarbonato, el exceso de
gases, y es necesaria para calcular el gradiente alveolo-arterial de oxígeno.
Los valores normales de PaO2
80 mmHg ( recuerda que <80 mmHg es hipoxemia y <60 mmHg es insuficiencia
respiratria)
los valores normales de de PaCO2
35-45 mmHg (>45 mmHg es hipercapnia) y los de pH 7,35 – 7,45. Además el
bicarbonato debe tener unos valores entre 22-28 meq/l ( EIR 14, 97).
Es muy importante asegurarnos de que la muestra de sangre es arterial y no venosa.
Ante un paciente clínicamente asintomático que presenta una PO2 ≤ 40 mmHg y/o
una PCO2 ≥ 46 mmHg debemos sospechar que la extracción no se ha realizado
correctamente y que se corresponde con datos de sangre venosa.
El mejor parámetro que evalúa el estado de oxigenación es la PaO2. El contenido de
oxígeno depende del oxígeno disuelto y el oxífeno unido a hemoglobina (99%).
Por tanto, la PaO2 mide el grado de oxigenación y se considera que es el mejor
parámetro para valorar el transporte de oxígeno.
La pulsioximetría valora el porcentaje de SaO2 de la hemoglobina y es la mejor
técnica para valorar el transporte de oxígeno en pacientes críticos/inestables o en
presencia de intoxicación por CO o metahemoglobinemias.
Recordad que la PaCO2 es la mejor medida del estado de ventilación de un paciente, y
puede ser fundamental para decidir la necesidad de ventilación mecánica.
En este resumen recordaremos como interpretar una gasometría arterial con un
trastorno simple en tan solo 2 pasos.
1 – ¿Acidosis o Alcalosis?
Primero –> Mira el pH.
RECUERDA: Rango entre 7,35 y 7,45
Si está por encima de 7,45 será ALCALOSIS
Si está por debajo de 7,35 será ACIDOSIS
2 – ¿Y ahora? ¿Metabólica o Respiratoria?
Segundo –> Mira el Bicarbonato y la pCO2.
RECUERDA:
HCO3: Rango entre 22 y 26 mEq/l
pCO2: Rango entre 35 y 45 mmHg
BICARBONATO:
Si sube provoca ALCALOSIS
Si baja provoca ACIDOSIS
pCO2:
Si sube provoca ACIDOSIS
Si baja provoca ALCALOSIS
Podéis apreciar que son mecanismos opuestos, por ello los dos sistemas se intentan
compensar alterando el contrario.
Meningitis Bacteriana
La meningitis bacteriana aguda está causada por una bacteria, es una inflamación de
aparición rápida de las capas de tejido que cubren el encéfalo y la médula espinal
(meninges) y del espacio que contiene el líquido localizado entre las meninges (espacio
subaracnoideo).
Los niños mayores y los adultos desarrollan una rigidez de nuca que hace difícil o
imposible bajar la barbilla hasta el pecho, por lo general acompañada de fiebre y
dolor de cabeza.
Los bebés menores de 2 meses de edad pueden no presentar rigidez de nuca, aunque
suelen tener aspecto de enfermos, con una temperatura alta o baja, rechazo de las
tomas, o estar irritables o adormilados.
La meningitis bacteriana es una urgencia médica y se debe tratar lo más pronto
posible, antes de confirmar el diagnóstico.
Para diagnosticar la meningitis, el médico realiza una punción lumbar lo antes
posible.
Los antibióticos suelen ser eficaces si se administran precozmente, y a menudo se
utiliza dexametasona (un corticoesteroide) para reducir la inflamación del encéfalo.
Las vacunas pueden prevenir algunas formas de meningitis.
El encéfalo y la médula espinal están recubiertos por tres capas de tejido denominadas
meninges. El espacio subaracnoideo se localiza entre la capa media y la capa interna de las
meninges, que recubren el encéfalo y la médula espinal. Este espacio contiene el líquido
cefalorraquídeo, que fluye a través de las meninges, llena los espacios internos del encéfalo
y actúa como amortiguador del mismo y de la médula espinal.
Tejidos que recubren el encéfalo
En el interior del cráneo, el encéfalo está recubierto por tres capas de tejido denominadas meninges:
La duramadre (capa externa)
La aracnoides (la capa media)
La piamadre (la capa interna)
Entre la aracnoides y la piamadre se encuentra el espacio subaracnoideo. Este espacio contiene el
líquido cefalorraquídeo, que fluye a través de las meninges, llena los espacios internos del encéfalo
y actúa como amortiguador del mismo y de la médula espinal.