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Abdominoplastia y Lipoabdominoplastia

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Procedimiento quirúrgico que tiene como finalidad corregir abdomenes distendidos, con
acusada flaccidez de la musculatura abdominal, de la piel abdominal o de ambos. Tipico
en abdomenes después de embarazos o grandes perdidas de peso.

Esta intervención requiere estudio preoperatorio, anestesia epidural o general y una noche
de ingreso hospitalario como mínimo. Habitualmente la combinamos con con Liposucción
para mejorar el resultado. Existen varios tipos de Lipoabdominoplastia dependiendo del
problema que tenga el paciente. La cicatriz resultante dependerá de la técnica empleada.

En condiciones normales podrá volver al trabajo en 10 ó 15 días. Los resultados son muy
duraderos siempre que no existan grandes cambios de peso o nuevos embarazos.

¿Qué es una Abdominoplastia?


Una abdominoplastia, también conocida como Dermolipectomía abdominal, es un
procedimiento quirúrgico que
elimina el exceso de piel y grasa de la región abdominal media e inferior y tensa la
musculatura abdominal.
De esta forma se puede eliminar el aspecto de abdomen fláccido y abombado que ocurre
con frecuencia tras los embarazos o la pérdida masiva de peso. Una abdominoplastia
puede realizarse al mismo tiempo que otros tipos de cirugía de contorno corporal como
liposucción, lifting de glúteos o muslos, reducción mamaria o mastopexia (elevación de
pecho).
Si Ud. piensa que su silueta puede mejorar con una Abdominoplastia, este folleto le ofrece
los conceptos básicos a cerca de cómo se realiza, cuando está indicada y qué resultados
puede obtener con esta operación.

Cuándo está indicada una Abdominoplastia


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Una Abdominoplastia podrá mejorar su apariencia y su autoestima, pero no
necesariamente conseguirá un aspecto “ideal” o cambiará la apreciación que los demás
tengan de Ud. Los mejores candidatos para una Abdominoplastia son aquellas personas
que estando cercanas a su peso ideal, presentan acúmulos de grasa bajo al piel del
abdomen y la cintura junto a flaccidez cutánea y muscular que no responden a una dieta o
a ejercicio. Está indicada tanto en hombres como en mujeres aunque es particularmente
útil en las mujeres que, a causa de embarazos, tienen un estiramiento o dilatación
irreversible de la piel y de la musculatura del abdomen. También es útil en circunstancias
como grandes perdidas de peso corporal que no han ido acompañadas de la adecuada
adaptación de la piel, y esta, por tanto, se ha descolgado. Algunos pacientes que
presentan dilataciones musculares con o sin hernias en la pared abdominal, pueden
beneficiarse de una abdominoplastia aunque no existan excesos de piel y/o grasa
simultáneos.
Aquellas mujeres con intención de tener más embarazos, deberían posponer este tipo de
cirugía puesto que un nuevo embarazo volvería a dilatar la piel y la musculatura.

Cuándo está contraindicada una Abdominoplastia


Una Abdominoplastia nunca debe ser realizada en pacientes que presentan alguna
infección activa en su cuerpo, en pacientes con alteraciones de la coagulación de la
sangre o en la cicatrización de los tejidos, en pacientes con debilidad en el sistema inmune
o en pacientes que están o pudieran estar embarazadas. Los pacientes fumadores
deberían haber dejado de fumar al menos cuatro o seis semanas antes de la operación de
abdominoplastia. Cualquier paciente con una enfermedad mental en tratamiento debería
esperar a la estabilización o resolución de su estado. Pacientes con expectativas poco
realistas o perfeccionistas o aquellos que no desean cicatrices en la región abdominal no
deberían someterse a una Abdominoplastia. Algunas de estas circunstancias suponen una
contraindicación temporal, otras suponen una contraindicación absoluta. Si piensa en tener
embarazos debería posponer una abdominoplastia para más adelante. Igualmente no es
aconsejable realizar una abdominoplastia antes de los seis u ocho meses tras un
embarazo/lactancia.

Riesgos e incertidumbres
La Abdominoplastia está considerada como una intervención quirúrgica segura y con un
índice muy bajo de complicaciones, siempre y cuando esté realizada con los medios
adecuados y por personas cualificadas. No obstante debe saber que no está exento de los
riesgos inherentes a cualquier intervención quirúrgica y de complicaciones propias de este
procedimiento. La infección de las heridas o el sangrado excesivo son complicaciones
raras que ocurren en menos del 1% de los pacientes. El sangrado excesivo o la presencia
de grandes hematomas que necesiten reoperación, ocurren generalmente en casos en los
que el paciente toma o ha tomado determinados tipos de medicamentos antes de la
operación (como Aspirina o Anticonceptivos). Más infrecuente aún es la aparición de
embolismos grasos o tromboembolismos, (es decir, la presencia de fragmentos de grasa o
coágulos de sangre dentro del torrente sanguíneo), alteraciones del color de la piel o la
alteración permanente de la sensibilidad en el abdomen. También es infrecuente la
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presencia de seromas (acúmulos de suero bajo la piel), que habitualmente se tratan con
facilidad mediante punción sin dejar secuelas. Si Ud. es fumador, es imprescindible que
deje de fumar. El tabaco contribuye a una mala cicatrización y a un mal riego sanguíneo y
aumenta la posibilidad de complicaciones (como la perdida de piel en los bordes de la
herida); es por tanto muy importante que Ud deje de fumar, al menos un mes antes de la
operación. La presencia de cicatrices anómalas (hipertroficas o queloideas) es poco
frecuente frecuente pero, caso de aparecer, deben tratarse lo antes posible. El resto de
complicaciones, incluyendo las derivadas de la administración de anestésicos, son las
comunes a la practica de otras intervenciones quirúrgicas.

Los diferentes problemas del abdomen


Es difícil resumir la gran cantidad de problemas abdominales que pueden existir y sus
múltiples combinaciones. De forma muy esquemática se pueden establecer tres grandes
grupos de problemas con sus correspondientes tratamientos.
1.-Si el paciente presenta una pared abdominal con un tono muscular y una calidad de piel
correctos pero tiene acúmulos de grasa suele ser candidato a la realización de una
liposucción.
2.- Si el paciente no tiene acúmulos de grasa significativos pero si una flaccidez acentuada
de los músculos abdominales (independientemente de la calidad de la piel), en principio es
candidato a una abdominoplastia para reparar la musculatura y adecuar la piel a la nueva
situación.
3.- Si el paciente presenta flaccidez en la musculatura, exceso o flaccidez acentuada de
piel y acúmulos de grasa, una lipoabdominoplastia permitirá eliminar los acúmulos de
grasa mediante liposucción, reparar la musculatura y eliminar los excesos de piel. El
esquema que puede ver en esta página resume de forma gráfica estos conceptos. En la
siguiente sección podrá aprender cuales son los conceptos básicos que se emplean al
realizar una abdominoplastia y una lipoabdominoplastia. Si desea aprender más sobre
como se realizan las liposucciones deberá consultar el capítulo correspondiente a este
tratamiento.

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Cómo se realiza una Abdominoplastia
Las consultas preoperatorias son muy importantes ya que en ellas se evalúan la cantidad
de grasa y piel sobrantes, la elasticidad de la piel y por tanto la longitud y forma de las
incisiones. Deberá contarnos cualquier condición médica por la que esté pasando o haya
pasado recientemente. Es muy importante la valoración de cicatrices abdominales de
cirugías previas como apendicitis, vesícula, etc., ya que pueden ser determinantes en el
resultado final o en la generación de complicaciones. En determinados casos en los que la
flaccidez únicamente está por debajo del ombligo o cuando sólo se pretende reparar la
musculatura abdominal distendida, la incisión puede ser tan corta como la que se realiza
en las cesáreas. En otras ocasiones, cuando la flaccidez cutánea abarca una área más
amplia del abdomen, esta incisión irá de cadera a cadera pasando por encima del pubis
(ver esquemas). En casos donde la flaccidez es muy severa y afecta también a la cintura y
glúteos (como en los casos de perdida masiva de peso), la incisión debe prolongarse más
allá de la cadera, contorneando la cintura. En cualquier caso la longitud de la cicatriz final
dependerá de la cantidad de tejidos sobrantes.
La operación clásica dura aproximadamente de dos a tres horas, se realiza bajo anestesia
general o epidural y necesita, al menos, una noche de ingreso en Hospital. Aunque las
incisiones más habituales se sitúan​ de cadera a cadera y al rededor del ombligo (ver
párrafo anterior), la longitud final dependerá del exceso de tejidos y la situación particular
de cada paciente. Por ejemplo cuando el exceso de piel afecta al abdomen y los flancos y
se acompaña de glúteos caídos, la resección de piel debe ser circunferencial y por tanto la
cicatriz también.
Una vez realizada la incisión y separado el ombligo de la piel que lo rodea, se debe
despegar la piel de la pared muscular. El exceso de piel y grasa entre el orificio del ombligo
y el pubis se elimina. A continuación se tensa la musculatura abdominal realizando una
especie de “corsé; esta corrección permite definir la cintura y reparar la separación
muscular que puede existir por causa de los embarazos. Por último, la piel del abdomen se
tensa de nuevo para cerrar la herida inferior . El ombligo se saca de nuevo a la superficie
de la piel abdominal mediante una pequeña incisión. Terminada la operación se dejan
unos tubos de drenaje y se coloca una faja de compresión. Debe tener en cuenta que las
estrías que existan alrededor o por encima del ombligo no podrán eliminarse.
Existen procedimientos algo más limitados, conocidos como miniabdominoplastia o
midiabdominoplastia, en los que la operación se simplifica algo. La incisión es más corta
(en ocasiones como la de una cesárea) y el ombligo no cambia de lugar o lo hace sin
necesidad de heridas accesorias. Durante este tipo de abdominoplastias se suele tratar
sólo el problema muscular, realizándose resecciones de piel muy limitadas o nulas, lo que
facilita acortar considerablemente la cicatriz final. Aunque el paciente habitual que precisa
este tipo de intervención suele ser delgado, como complemento a las
midiabdominoplastias es posible realizar liposucciones limitadas en la cintura.

Por qué una lipoabdominoplastia


La limitación que ofrece en ocasiones la abdominoplastia tradicional es que no se puede
asociar con frecuencia a liposucciones ambiciosas en pacientes en los que existen
acúmulos grasos significativos en el abdomen, flancos y espalda. Nosotros practicamos

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con mucha frecuencia un tipo de abdominoplastia denominada Lipoabdominoplastia.
Mediante esta técnica se realiza inicialmente una liposucción amplia de todas las regiones
del tronco donde es necesario eliminar los acúmulos de grasa no deseados. La liposucción
se realiza sin limitaciones en cuanto al grado de flaccidez de la piel ya que esta será
adaptada de forma quirúrgica. Una vez terminada, se procede a la eliminación de piel y
grasa sobrantes como se ha descrito anteriormente, aunque la liposucción anteriormente
realizada permitirá realizar una valoración más precisa de los excesos de piel. La
diferencia entre lipoabdominoplastia y abdominoplastia tradicional estriba, por tanto, en
que gracias a la liposucción realizada en la lipoabdominoplastia no es necesario un
despegamiento de la piel abdominal o este se limita a una estrecha franja que permita la
corrección de los músculos. También mediante una Lipoabdominoplastia es posible
mejorar mucho más la silueta, afinar la cintura y reducir considerablemente las
complicaciones derivadas de los problemas de irrigación sanguínea ya que los
despegamientos son mucho más limitados. En pacientes fumadores, en los que la
microcirculación puede estar deteriorada , esta técnica se muestra más segura.

El postoperatorio
En condiciones normales permanecerá ingresado entre 24 y 48 horas tras las que será
dado de alta del Hospital. Los drenajes se retirarán entre uno y cuatro días posteriores a la
operación dependiendo de cada caso. Durante unos cuantos días tendrá una sensación
de tirantez en el abdomen y deberá caminar encogido. Estas molestias pueden o no ser
dolorosas pero habitualmente ceden con la medicación y no deben impedir que Ud. se
mueva y camine libremente aunque con ayuda. Un ejercicio suave después de la
operación mejora la desinflamación y acorta el periodo de recuperación. Deberá llevar una
faja de compresión 23 horas diarias hasta que la inflamación haya remitido de forma
satisfactoria (habitualmente unas tres semanas). Lo más corriente es que pueda realizar
una vida normal incluyendo ir a trabajar en unos diez a catorce días. Posteriormente la piel
abdominal continuará desinflamandose y mejorando de aspecto lentamente hasta
transcurridos dos a cuatro meses. No es necesario retirar suturas salvo en el ombligo y la
cicatriz no estará del todo normal hasta que no hayan pasado un mínimo de seis meses.
Es normal notar el abdomen acorchado durante varios meses, particularmente por debajo
del ombligo. La faja postoperatoria se suele retirar entre la segunda y tercera semanas, si
no hay condiciones o procedimientos asociados que lo desaconsejen. A partir del mes o
mes y medio podrá comenzar, con cuidado, un régimen de ejercicio físico similar al que
realizaba antes de la operación.
Tenga en cuenta que con una abdominoplastia se consiguen resultados muy duraderos
siempre y cuando mantenga una alimentación y una actividad controladas. Si piensa
quedarse embarazada debería posponer la cirugía ya que la dilatación de todas las
estructuras musculares y cutáneas alterará considerablemente el resultado obtenido.

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