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UNIVERSIDAD ARTURO MICHELENA

FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y SOCIALES

ESCUELA DE PSICOLOGÍA MENCIÓN CLÍNICA

PSICOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN

ANÁLISIS: “La Universidad Sin


Fronteras” de Cristovam Buarque.

AUTORES:

 María Gabriela González. CI: 29.547.064


 Diviana Pérez. CI: 28.211.040

TUTOR ACADÉMICO:

Jesús Olmos

Sección: 2M

San Diego, Abril del 2020.


“La Universidad Sin Fronteras” es un ensayo redactado por el ex ministro
de educación brasilero Cristovam Buarque (Recife, 20 de febrero de 1944) publicado
en el año 2005; el autor de este ensayo posee una extensa carrera profesional, al ser
ingeniero mecánico, economista, educador, profesor universitario y además, político
brasileño y ministro de educación durante el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.

Cristovam alrededor de su trayectoria profesional, ha publicado


libros sobre economía, historia, sociología, y sobre todo educación; de hecho, este
ensayo narrativo, expone su visión vanguardista de la educación universitaria
Buarque. El ensayo contiene 5 páginas, y empieza con un hecho afirmativo e
innovador “La educación superior nació para superar fronteras”.

De esta manera, el autor nos expone que para ajustarse a los cambios de
tiempos futuros, las universidades necesitan romper con al menos, siete de estas
fronteras que se mencionarán a continuación; en cada una de ellas convergen
propuestas realizadas en base al mejoramiento de la educación de nivel superior de
este autor envolviendo varios aspectos de distintas índoles: sociales, científicos,
cognitivos. Nos encontramos con:

1. La frontera Social
2. La frontera geográfica.
3. La frontera del Campus.
4. La frontera de las disciplinas.
5. La frontera del Diploma.
6. La frontera Epistemológica.
7. La frontera del Método.

La visión de Buarque, nos enseña que la educación universitaria, necesita


adoptar varias medidas para considerarse “adecuada” al futuro que le espera. Sus
propuestas mantienen un vigor refrescante; en tiempos donde condiciones sociales
(cómo una pandemia) pueden afectar el proceso universitario común, adoptar
medidas dentro de este ensayo volverían el proceso de la modalidad a distancia más
eficaz, tanto para docentes, como alumnos.

Analizando este ensayo, nos encontramos con las siete fronteras que describe
este autor; es interesante, pues cada una presenta rasgos que nos parece considerables
resaltar. En primera estancia, nos encontramos con la frontera Social; es un hecho
definitivo, en este mundo divido, la universidad se ubica de un solo lado: el lado de
los individuos incluidos en la modernidad. La globalización ha traído consigo una
“cortina de oro” que separa a los seres humanos en dos grupos totalmente opuestos.

Al parecer, los prestigios de las universidades se converge dentro de distintos


factores: el trabajo académico como criterio estadístico de la posición actual e
investigaciones en las áreas sociales, económicas y biológicas que solo servirán para
ampliar la profundidad de ese foso de desigualdad social. Esto significa, que los
conocimientos científicos que deriven de universidades superiores solo serán
accesibles para la clase rica; los que tienen acceso a nuevas técnicas médicas,
científicas y biológicas.

¿Qué pasará con la otra clase social que no cumple con estas herramientas?
Quedan excluidos en una frontera Social; las universidades deben tomar medidas
para construir una civilización con profesionales éticos, alejados de esa “cortina de
oro”. No solo basta con brillantes científicos, matemáticos, físicos o doctores; en
condiciones de catástrofes sociales necesitamos a profesionales encargados de la
intervención social, como la educación y la salud.

Posteriormente, la frontera Geográfica nos indica a través de la historia en


distintas ciudades que la universidad fue una de las primeras instituciones de carácter
global. El intercambio del bien común no se ha disminuido; sin embargo, nuestra
realidad del siglo XXI requiere que las universidades interactúen entre sí. Ahora, las
herramientas de la teleinformática (computadora, internet, telecomunicaciones) nos
permiten comunicarnos de manera directa, global, y sin costos excesivos.
Estas herramientas nos pueden permitir ensamblar universidades alrededor del
mundo; las universidades necesitan romper las fronteras geográficas para formar un
único cuerpo internacional del saber. La idea se ve reflejada, en garantizar tanto a
estudiantes como profesores una sola convivencia diaria, con bibliografías comunes
que se encuentran en constante actualización por el dialogo constante; además de
amplitud de habilidades de distinta índole en conjunto con cursos mutuamente
conocidos.

Aunque existen campus universitarios que tienen bibliotecas con toda clase de
libros, laboratorios con instrumentos de última generación, residencias con buena
infraestructura, facultades por carreras profesionales o áreas libres como cafeterías
actualizadas, Buarque afirma que la educación universitaria debe romper con la
frontera del Campus; las universidades deberán romper con sus propios límites. La
universidad debe ser abierta; sus cursos e intercambios pueden volverse
internacionales por medio diversos si no ensimisma en sus propios límites. La
presencia física no es un factor de mayor relevancia; la educación a distancia es el
verdadero futuro del aprendizaje, tanto para docentes como alumnos.

Por otro lado, es un hecho; la dinámica del conocimiento en los tiempos


actuales no puede continuar clasificándose en disciplinas rígidas y tradicionales. Cada
día se descubre un nuevo conocimiento, nuevos campos de conocimiento se apertura
hacia los estudiantes y las disciplinas tradiciones acaban desenvolviéndose en un
modelo obsoleto. La universidad debe romper con la frontera de las disciplinas; los
espacios multidisciplinarios donde converjan distintas disciplinas a la vez representan
otro aspecto relevante dentro del futuro de la educación universitaria. Los hechos de
la vida cotidiana nos exigen estos espacios, necesitamos crearnos indiferente a
nuestro rol, visiones multidisciplinarias.

Siempre escuchamos el dicho, específicamente dentro del contexto cultural de


nuestra identidad venezolana: “Sin diploma universitario, no eres nadie”. ¿Realmente
es cierto? ¿La universidad es solo una fábrica de diplomas colgados de en la pared en
su rol de formación de los profesionales? Es interesante, pues este autor encuentra
diversos estigmas relacionados a la Universidad; su principal tarea, es la formación de
profesionales, cursos limitados de tiempo durante el cual los alumnos adquieren un
título, y con conocimientos rígidos y permanentes del conocimiento de su carrera
como profesional.

La dinámica de los tiempos actuales ya no funciona de esta manera; por esto,


las universidades deben atravesar la frontera del Diploma. Los conocimientos que
recibimos como alumnos se vuelven obsoletos a medida que avanzamos en nuestra
carrera profesional, se actualiza en periodos cortos de tiempo y nos deteriora nuestra
capacidad como profesionales. No existe una formación permanente de los
conocimientos y el proceso de aprendizaje-enseñanza, Buarque nos indica algo
importane “Todos deben ser alumnos por toda la vida”.

Ahora bien, en los orígenes de la universidad nos damos cuenta que era
metafísica, otorgándole importancia al estudio de la naturaleza y sus componentes,
así, como la realidad. Ahora, todo se basa en el cientificismo. Las universidades
alrededor del mundo deben romper la frontera Epistemológica; no todos los
conocimientos deben girar en torno a la lógica científica, necesitamos sentimientos
éticos.

El drama de vivir, transformar y conocer merece ser estudiado; se necesitan


romper las paredes que separan la lógica y el sentimiento, es decir, alcanzar un estado
de neutralidad. No bastan conocimientos fríos y científicos; se necesita conocer el
propósito utópico de ese conocimiento. No necesitamos profesionales fríos;
necesitamos seres humanos con la capacidad de disfrutar su carrera y su vida en torno
a ella. La universidad puede formar a médicos de distintas especializaciones, pero
deben saber valorar la estética de la vida, encontrar detalles que le brinden
satisfacción en la música, la literatura, y todas las artes de manera general.

Tampoco necesitamos respuestas específicamente elaboradas por los


profesores, aun cuando son profesionales que tienen mayor experiencia en las áreas
del conocimiento que se especifiquen; debemos tomar el rol de convertirnos en
fuentes de preguntas. Por este motivo, Buarque señala que la última frontera a
romper, es la frontera del Método; es el momento indicado para romper con los
paradigmas epistemológicos los conocimientos y sus propósitos. Ni el método de la
Andragogía ni la Pedagogía  podrán seguir justiciando las respuestas dicotómicas,
conocimientos rígidos de los docentes vasados en disciplinas obsoletas, y miles de
preguntas desconocidas que aún como, alumnos, nos falta formular.

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