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El psicoanálisis de Freud

Sigmund Freud (1856-1939) nació en Freiberg. En 1860 su familia se trasladó a Viena. De joven trabajó en París
con el neurólogo francés Jean Charcot, que utilizaba la hipnosis, con él aprendió que algunas alteraciones
somáticas son producidas por influencias psíquicas. Más tarde, Freud abandonó la hipnosis y desarrollo el
psicoanálisis. En 1902 creó la primera Sociedad Psicoanalítica. Entre algunas de sus innumerables obras
podemos destacar “La interpretación de los sueños”. En 1933, después de la llegada de Hitler al poder en
Alemania, sus obras fueron quemadas. Debido a su origen judío, tuvo que huir en 1938 a Londres, donde
falleció a los 83 años.

Los postulados básicos del psicoanálisis sobre la personalidad son: · La personalidad es como un iceberg, la
parte que sobre sale es el consciente y la sumergida el inconsciente. · La personalidad es fruto de la
interacción de fuerzas y mecanismos intrapsíquicos y en su organización y desarrollo juega un papel revelante
el impulso sexual. Los elementos estructurales son el Ello, el Yo y el Superyó. · La infancia es un período muy
significativo en el desarrollo de la personalidad. · La terapia se basa en dejar que el paciente exprese lo
primero que acuda a su mente.

Descubrimiento del inconsciente. Freud advirtió que muchos pacientes ignoran las causas de sus traumas y
permanecen ocultos. A partir de estas averiguaciones, Freud estableció distintos niveles de consciencia: ·

 El nivel consciente: formado por percepciones y recuerdos de los que somos conscientes en todo
momento. ·
 El preconsciente: constituido por pensamientos y aprendizajes no conscientes, a los que podemos
acceder con facilidad. ·
 El inconsciente: compuesto de experiencias desagradables y peligrosas que han sido reprimidas, cuando
acceden a la conciencia lo hacen de forma simbólica.
 En el inconsciente pueden permanecer acontecimientos de distintas etapas de la vida.

Freud situó entre el preconsciente y el inconsciente la censura, que reprime los deseos e impulsos agresivos y
sexuales. Sólo se relajará durante el sueño y los deseos reprimidos se expresan de forma simbólica. El
psicoanálisis concede gran importancia a la interpretación de los sueños.

Estructura de la personalidad. ·

El Ello: es la parte más primitiva de la mente humana trata de satisfacer los impulsos inconscientes de
supervivencia, reproducción.... Este mecanismo mental inconsciente se rige por el principio de placer. ·

El Yo: instancia racional y realista formada por elementos conscientes. ·

El Superyó: surge a partir del yo en un proceso de interiorización de las normas sociales y culturales. Estas
normas interiorizadas y asimiladas conforman la conciencia moral. Su objetivo es presionar al Yo y señalar
cómo debería comportarse. Pulsiones y principios.

Freud estableció que nuestros pensamientos están determinados por impulsos inconscientes. Al principio,
Freud creía que había dos pulsaciones fundamentales: la autoconservación del Yo y la sexualidad. La pulsión de
autoconservación está relacionada con las necesidades fisiológicas básicas. Las pulsiones sexuales están
dispersas en distintos órganos corporales y durante la adolescencia se unificarán en la genitalidad. En 1920,
Freud modificó su teoría: · Eros o pulsiones de vida: comportamientos que atienden a unir lo que está
disperso y armonizar aquello que es diferente. Son impulsos de amor (buscar compañía, la comprensión delos
demás, etc). · Thanatos o pulsiones de muerte: tienden a separar y disgregar lo que está unido (agresividad,
destrucción, etc). Estas pulsiones se rigen por dos principios. · El principio del placer: tendencia humana a
conseguir placer y evitar el dolor. · El principio de realidad: el Yo regula los deseos en función de la cultura y
renuncia al placer inmediato en favor de un placer futuro.

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