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POBLACIÓN DE BONDA

CERCA A SANTA MARTA.

Piedra Donama.Bonda.

ASÍ EMPEZÓ LA HISTORIA DE BONDA: Las primeras encomiendas en la Provincia de Santa Marta fueron
otorgadas por el Gobernador Diego García de Lerma a sus capitanes principales en la década de 1530;
fue Bonda colonial, despensa alimenticia para la ciudad de Santa Marta. Los indígenas de Bonda, se
hicieron temibles a los vecinos de Santa Marta, era tal su coraje que cuando se les acababan las flechas
se servían de los arcos como armas contundentes. Para combatir mejor trasponían sus haberes y
familias, y desde otros riscos más elevados desafiaban a los españoles, por lo cual irritados estos,
incendiaron este pueblo y siete más. Igual comportamiento tenían los indígenas del poblado de
Bondigua, cuyo número era corto, pero temibles con sus flechas. El gobierno provincial del Gobernador
de Don Pedro De Lugo, se caracterizó por fuertes conflictos con los indígenas de Bonda.

Ante impedimento grande, los españoles construyeron un Fuerte o Fortaleza, a orillas del Río Bonda,
para enfrentar a los indígenas y, con la ayuda de la India Catalina, que pertenecía a los Gaira, sometieron
la población indígena en el año 1534, quedando registrado como año oficial de la fundación del pueblo.
Los bonderos conservan las tradiciones heredadas de sus antepasados, quienes desde el año 1527,
dieron la mayor resistencia a los españoles.

Por el año 1594, Bonda con 30 pueblos más, proyectaron una asonada contra Santa Marta, la cual fue
debelada y derrotada; de modo que Bonda figuró como la población más fuerte económica y
militarmente, combatiendo contra los invasores españoles. Por otro lado los indios de Bonda, bajo la
conducción de los caciques Yebro y Coendo, demostraron ser conocedores de tácticas guerreras como el
rearme, el entrenamiento militar y el manejo de armas de fuegos.

Para el año de 1754, Bonda y Masinga son atacadas por el ejército de José Fernando de Mier y Guerra,
Maestro de Campo de la Provincia de Santa Marta.

Primer incendio de Bonda: Al llegar los conquistadores a Santa Marta en el año 1525, procuraron
abastecerse de alimentos y oro, fue así como emprendieron expedición tierra adentro dirigiéndose por
los lugares de Bonda cuyos habitantes se habían hecho temibles a los vecinos de Santa Marta. Fue Don
Pedro de Lugo con cerca de mil hombres, quien penetró al caserío indígena pero los españoles no
lograron apoderarse del lugar. Era tal el coraje de los indígenas, que cuando se les acababan las flechas
se servían de los arcos como de armas. Nada pudieron hallar los españoles porque los bonderos
traspusieron sus haberes y familias, y desde otros cerros más elevados desafiaban a los invasores, por lo
cual irritados estos, incendiaron este pueblo y siete más.

Medición del pueblo de Bonda: El agrimensor Juan Joseph Varela, pasó el 14 de noviembre del año 1757
por el pueblo de Santa Ana de Bonda, de manera que sitió los indios de este pueblo como circunvecinos
a las tierras que se iban a medir. Así, desde los límites de las tierras del pueblo de indios de Bonda se
procedió a la medición, pasando por la Guardia de Concha. La medición arrojó la cifra de una caballería y
una fanega y dos quintos de almudes, los cuales se avaluaron en 60 pesos de 8 reales de plata, bajo
precio, según los peritos; por ser las montañas secas, muy agrias y de pocos pastos y combatidas de
brisas y de ningún servicio.

Cerro De La Cruz: Entre las poblaciones de Masinga y Bonda, se encontraba el Cerro De La Cruz, que le
servía de mirador a los indígenas para divisar la llegada de los españoles al puerto de Santa Marta.

Comprensión entre los indígenas de Bonda y los españoles: Hay una carta que le envía el Gobernador de
la Provincia de Santa Marta, García De Lerma, al emperador de España y de Alemania, en ese entonces,
Carlos V, donde le manifiesta que el cacique de Bonda Coendo, no quiso recibirlo, pero que insistió y,
cuando estuvieron frente a frente, el mencionado le expresó sentimientos de paz, haciéndole obsequios
de oro, que después este líder indígena y otros fueron a Santa Marta. Más adelante el 5 marzo del año
1813, los indios de Mamatoco y Bonda, encabezados por el cacique Antonio Núñez, expulsaron de Santa
Marta a las tropas del ejército bolivariano encabezadas por Pedro Labatut, volviendo la ciudad a manos
de los realistas españoles.

Bonda siglo XXI: Entre los años 1843 y 1851, la Provincia de Santa Marta, estaba conformada por varios
cantones, distritos parroquiales y aldeas, entre ellos el Cantón de Santa Marta, integrado por las
siguientes poblaciones: Santa Marta, Bonda, Masinga, Gaira, Guáimaro, Mamatoco, Remolino, Salamina,
Sitionuevo y Taganga.

El corregimiento de Bonda en pleno siglo XXI está ubicado al Nororiente del Distrito de Santa Marta,
pertenece a la Localidad 1, denominada Cultural Tayrona-San Pedro Alejandrino, es una población
agrícola y ecoturística de la ciudad distrital. Sus habitantes están conglomerado en un área de 3
kilómetros, compuesto por los barrios Santa Ana, Cartagena, Laureles, Ojeda, Cubiletes y Centro. Es
quizás el único pueblo en Colombia y el mundo, que para inaugurar el cementerio tuvieron que traer un
muerto de otra zona, porque la gente no moría ni de vejez. Un lugar especial es el corregimiento de
Bonda, una pequeña aldea de origen indígena situada en inmediaciones del Río Manzanares, cuyas
aguas sirven de recreo a los visitantes.

CACIQUES DE BONDA.

Antigua iglesia de Bonda.


SUBLEVACIÓN DE LOS CACIQUES: El gobernador español Juan De Guiral Velón acusó de traición a 71
caciques y capitanes condenándolos a la horca. Esta guerra de los conquistadores españoles contra los
indígenas se prolongó por cerca de un siglo, es así que en el año 1600, el Gobernador de la Provincia de
Santa Marta, Juan De Guiral Velón, organizó una fuerza de 200 soldados bien armados, que enfrentaron
a los aguerridos indígenas oriundos de los diversos pueblos indígenas. De tal manera que los indígenas
fueron derrotados a finales del año 1600, cuando 71 caciques fueron condenados a muerte. El
Gobernador ordenó quemar las casas de los 71 caciques ahorcados y distribuir entre los soldados
españoles los bienes de toda la población. Los indígenas que sobrevivieron fueron obligados a
establecerse en poblaciones ubicadas en la llanura y a pagar los mil quinientos pesos que costó la
campaña de pacificación.

En lo corrido del año 1572, los caciques Coendo, Macaroma y Xebo obtuvieron resonantes victorias
frente a los invasores, especialmente en la toma del fortín de Bonda, donde los nativos se apoderaron de
abundante pertrecho militar. El manejo de las armas de fuego ya no era un secreto para los Taironas. De
modo que a finales del siglo XVI, las siguientes poblaciones circunvecinas de la Sierra Nevada de Santa
Marta, se sublevaron y se prepararon para la guerra:

Bonda.

Masinga.

Masinguilla.

Zaca.

Mamazaca.

Retama.

Mendiguaca.

Tairama.

Buritaca.

Tairona.

Taironaca.

Maroma.

Guachaca.

Chonea.

Nehuanje.

Cinto.
Gairaca.

Mamatoco.

Ciénaga.

Dúrsino.

Durama.

Origua.

Dibocaca.

Daona.

Masaca.

Chengue.

Sacasa.

Daodama.

Guarinea.

Cominea.

Choquenca.

Masanga.

Mauracatama.

Cacique Cuchacique: Bajo las órdenes del cacique de la población de Jeriboca, llamado Cuchacique, se
iniciaron los preparativos de los pueblos indígenas para el asalto final de Santa Marta, sede de las
autoridades españolas. De tal modo que se cerraron los pasos y caminos que conducían a ·esa ciudad, se
sembraron considerables extensiones de maíz, en previsión de un asedio prolongado. Se alistaron las
mazas, hachas y proyectiles de piedra, los dardos envenenados y las flechas incendiarias, los escudos de
algodón y las armas de fuego disponibles. El 23 de junio del año 1599, en vísperas de la fiesta de San
Juan, todo estaba listo para el asalto final, cuando un indígena de Jeriboca traicionó a sus propios
hermanos, revelando a un cura doctrinero los planes de Cuchacique. Al día siguiente los rebeldes
entraban al pueblo de Chengue, matando al cura doctrinero, al capitán y a dos españoles. En la Ramada
asesinaron al cura doctrinero. En otros pueblos pusieron fuera de combate a más de treinta españoles,
oficiales y religiosos. En Santa Marta, los jefes militares españoles solicitaron y obtuvieron ayuda
inmediatamente. Refuerzos de Cartagena, Valledupar, Sevilla, Córdoba, Riohacha. Y ocurrió que mientras
las fuerzas invasoras se organizaban sólidamente, el cacique Cuchacique cometió un grave error al
nombrar a su hijo Dioena jefe de la guerra, sembrando el descontento entre los indígenas de Bonda que
reclamaban ese honor. El cacique de Jeriboca, población cercana de Bonda, fue descuartizado amarrado
a dos potros cerreros, sus miembros exhibidos en estacas y su cabeza en una jaula.

Macarona naoma de Bonda: Sobre la autoridad de los caciques se encontraban los sacerdotes, llamados
naoma. Ejercían su ministerio en grandes centros ceremoniales, que construían para tal efecto y allí se
reunía la comunidad que estuviera sujeta a determinado naoma. Realizaban cada mes en tiempo de luna
nueva los ofrecimientos y ritos a sus deidades, llevando a cabo grandes fiestas. En la actualidad los
llaman Mamos.

Cacique Xebo: Xebo era el Capitán de Macarona, naoma o sacerdote de Bonda. Este gran guerrero fue
torturado y ahorcado, ofreció un repertorio amplio de insultos hacía los españoles y antes de ser
ejecutado Xebo, declaró que había dado muerte a más de sesenta soldados españoles.

Cacique Gamita: Cacique valiente y muy versado en la guerra.

Cacique Coendo: Según el cronista español Juan De Castellanos, Coendo era un cacique horrendo de
Bonda. Hay una carta que le envía el gobernador García de Lerma al emperador de España y de
Alemania, en ese entonces, Carlos V, donde le manifiesta que el cacique de Bonda Coendo, no quiso
recibirlo, pero que, insistió y cuando estuvieron frente a frente, el cacique Coendo le expresó
sentimientos de paz, y le hizo obsequios de oro, y después este líder indígena y otros vinieron a Santa
Marta.

India Catalina: Con la ayuda de la India Catalina, que pertenecía a los Gaira, los españoles sometieron la
población indígena de Bonda en el año 1534, quedando registrado como año oficial de la fundación del
pueblo.

Cacique Yebro: Demostró ser conocedor de tácticas guerreras como el rearme, el entrenamiento militar
y el manejo de armas de fuegos.

PUEBLO DE MASINGA Y MASINGUILLA.


MASINGA: Masinga, era el nombre de un cacique de los Teyuna (Taironas), también llamada la población
como “Masinga la grande”, para distinguirla del caserío de Masinguilla. Comprende Masinga un área de
69 hectáreas, localizadas en medio de un sendero empedrado, como de petroglifos (grabados en
piedras) y rutas indígenas, donde se pueden observar vestigios de lugares ceremoniales indígenas.

El parque Masinga se encuentra ubicado a 15 kilómetros de Santa Marta, a orillas del Río Bonda (Río
Manzanares), cuyas aguas bajan de un manantial que se desprende de las quebradas de Onaca y
Jirocasaca. Su altura sobre el nivel del mar es de 240 metros y su temperatura promedio es de 25 grados
centígrados. En Masinga se encuentra una amplia variedad de fauna y flora tropical, recorrer sus
senderos es entrar en contacto con un lugar ideal para realizar un verdadero turismo ecológico. A
Masinga se accede por un camino de piedra enmarcado de un impresionante y parejo bosque, a veces
húmedo, otras cálido. Además del sendero empedrado, también se encuentran unos bohíos de vivienda
que fueron construidos por los nativos.

Iglesia de Masinga: Asevera el historiador samario Arturo Bermúdez, que hacia el año 1662, las imágenes
de la Catedral de Santa Marta, las llevaron a guardar a la iglesia de Masinga, para evitar fueran robadas
durante el saqueo de los piratas. De esta argumentación se desprende los años de historia que tiene esta
iglesia enclavada en ese antaño caserío.

Curas doctrineros en Masinga: El 10 de septiembre del año 1699, en el informe que redactó el Provincial
de la Orden, Fray Antonio Chávez, al Presidente de la Real Audiencia, sobre la Provincia de Santa Marta,
cuando se refiere al convento y la doctrina que atiende, manifestó que su jurisdicción cobija a la doctrina
de Masinga y la de Mamatoco, poblaciones cerca de Santa Marta.

Importante el trabajo de Franciscanos en las doctrinas de los indios de Masinga y Mamatoco, en donde
los Frailes emprendieron la defensa de los naturales frente a los abusos de encomenderos; y la atención
que dispensaron a los negros cimarrones en la doctrina de San Antonio de Guachaca, a comienzos del
XVIII.

Palenque de Santa Cruz de Masinga: El palenque de Masinga fue poblado en el año 1703, tenía como
doctrinero al Fraile Franciscano Andrés del Pico y Redín, sacerdote que incentivó la creación de varios
palenques en la Sierra Nevada de Santa Marta. Ocurrió que el Franciscano Andrés de Pico y Redín, redujo
a 52 negros cimarrones de un palenque de la Provincia Río de la Hacha, organizándolos en Masinga, con
la aprobación del Gobernador y del Obispo, quien lo nombró cura del nuevo pueblo. Dos años estuvieron
reducidos en el nuevo pueblo los cimarrones, a quienes el Rey había concedido la libertad, pero luego
volvieron al monte. Después de cuatro años habían muerto casi todos y, los sobrevivientes, dos
matrimonios y cinco personas más, acabaron integrándose a su antiguo terruño.

Es importante resaltar el papel jugado por el Franciscano Fray Andrés Pico y Redín por su trabajo con los
negros cimarrones tanto en Santa Cruz de Masinga como en San Antonio de Guachaca. Hay un
documento donde el misionero de Mamatoco Fray Lorenzo del Hoyo, afirma que de los ocho pueblos de
indios: Masinga la grande, Masinguilla, (o Masinguilla la chica), Choquencá, Mamatoco, Daunama,
Corinca, Tamacá, y otros, han sido doctrinados desde un principio por la Orden religiosa de los
Franciscanos, sin intervenir ninguna otra religión.

Encomiendas en Masinga: La Encomienda era una institución que consistía en la entrega de tierras e
indios que vivían en ellas, a los conquistadores, en merito a sus servicios a la Corona Española. De 28
pueblos encomendados, existentes a finales del siglo XVII, solo sobrevivieron en la segunda mitad del
siglo XVIII, Bonda, Masinga, Mamatoco, Gaira, Taganga y San Juan de la Ciénaga. Hubo resistencia
indígena por la Encomienda, de tal manera que la Fortaleza de Bonda, fue tomada por los indios con
armas compradas a los piratas y con disfraces de los ingleses. En la toma hubo grandes pérdidas en
hombres y materiales de los españoles.

Encomiendas de Masinguilla: En el año 1611, Masinguilla, otro pueblo cercano a Masinga, constituía una
encomienda, por eso los historiadores hablan de “Masinga la vieja o Masinga la chica, atravesando el
Cerro de la Campana”. En esta población oficiaba como encomendero en el año 1627, Juan De Mendoza,
con 48 indios a su disposición.

Encomenderos de Masinga y Bonda: Antonio de Subiza, encomendero de Masinga, con residencia en


Cartagena, compró la propiedad de la Quinta San Pedro Alejandrino, en remate público, la cual autorizó
vender después, hecho que se cumplió el 11 de febrero del año 1654, cuando fue comprada por el
Capitán Álvaro González Vega, en 2.000 pesos. Otro encomendero de Masinga fue Doña Magdalena De
Adaro, con 80 indios, a su disposición y, en la población de Bonda 70 indios estaban bajo la Encomienda
de Don Juan Rivadeneira, año 1627.

Rebelión de los indios de Masinga y Masinguilla: Una de las rebeliones indígenas ocurrió a finales del
siglo XVI, cuando los Frailes y los conquistadores, trataron de prohibir las costumbres sexuales de los
Taironas, por esta medida más de 20 mil indios tomaron las armas. Fue así como se levantaron las
poblaciones de Masinga, Masinguilla, Zaca, Mamazaca, Mendiguaca, Buritaca, Tairama, Taironaca,
Guachaca, Chonea, Cinto, Nehuanje, Ciénaga, Sursino y Gairaca. La mayoría fueron masacrados por los
españoles.

FORTALEZA DE BONDA.

Casa antigua.

Cementerio de Bonda.

CASA-FUERTE DE BONDA: En el siglo XVI, España decidió reforzar la defensa de sus posesiones de
ultramar contra los ataques de ingleses, indígenas y esclavos africanos sublevados, por esta razón entre
los años 1534 y 1572, construye el Fuerte Casa Torre de Bonda, uno de los primeros en el Caribe
colombiano, el cual se encuentra casi destruido y es considerado en la región símbolo de la resistencia
indígena de los Bonda y Bondiguas. El dibujo de esta fortaleza es el plano de arquitectura militar más
antiguo que se conserva en el Archivo de Indias. Como dato testimonial de la culminación de esta
fortaleza, hay una carta que data del año 1572, donde el Gobernador de la Provincia de Santa Marta,
Luis de Rojas, le informó al Rey Felipe II de España, que finalmente había concluido la construcción de la
“Fortaleza de los llanos de Bonda” para asegurar la supervivencia de la ciudad.

Es fortaleza española de madera, mandada a construir por el Gobernador de la Provincia Fernández de


Lugo, en el año 1534, contaba con una torre para defenderse desde arriba, con armas de pequeños
cañones para disparar a corta distancia, con estrechas aperturas en la fachada, que permitían disparar
arcabuces y ballestas desde el interior; a la vez que minimizaban la posibilidad de que ingresaran lanzas,
hachas, mazos, macanas, arcos y las flechas envenenadas de los indígenas. Fue este un puesto de control
en territorio indígena, sitio donde se encontraba buena parte de los cultivos que abastecían a Santa
Marta.

Luego en el año 1557, el Gobernador Luis de Manjarréz, construyó una nueva fortaleza en el mismo
sector, para que sirviera de lugar de descanso y refugio de los soldados españoles. En el año 1572, hubo
la construcción de otra fortaleza en el mismo sitio, pero esta vez mandada a construir en piedra por el
Gobernador Luis de Rojas. En el año 1574, los indios de Bonda aprovecharon que quedaba poca
guarnición en la fortaleza española, ya que la mayor parte de los soldados habían sido llamados a Santa
Marta, la cual se encontraba amenazada de los piratas franceses. De modo que los indios bonderos se
hicieron dueños de la fortaleza casi sin resistencia de los tres ó cuatro hombres que la custodiaban,
quemaron el cuartel, allanaron el fuerte, y se retiraron engalanados con los vestidos y joyas de los
españoles. Ante esta ofensiva de los piratas franceses y de los indígenas, los españoles pidieron auxilio a
Cartagena, de donde les vino por tierra al mando del capitán José Guerra y, poco después la escuadra de
los galeones. A pesar de este refuerzo, los Bondas rechazaron con pérdida la primera vez á los españoles
que los atacaron, y aun vinieron sobre la ciudad, pero, sabiendo que la armada que había llegado al
puerto y ahuyentado los piratas, tenía más de 500 hombres de desembarco, se retiraron á los pueblos de
lo interior. Algunos, como los de Masinga, se sujetaron, pero los demás, acaudillados por Xebo, Coendo y
Gamita, caciques valientes y muy versados en la guerra con los Castellanos, se mantuvieron firmes.
Aprovechó el Gobernador Rojas de la presencia de la escuadra en el puerto, para reedificar el fortín de
Bonda, con poco fruto, porque los indios lo mantenían en asedio permanente, y era preciso llevar desde
la ciudad para la guarnición cuanto era necesario. En el año 1577, el Gobernador Lope De Orozco, viendo
la importancia de traer la paz a los indios de Bonda, ordenó la demolición definitiva de lo poco que
quedaba de la fortaleza.

Episodio de la Fortaleza de Bonda: Siendo Gobernador de la Provincia de Santa Marta Luis De Rojas,
ocurrió el episodio del fortín de Bonda, en el año 1575. Luis De Rojas tenía cierto interés en acusar a sus
oficiales de haber estado secretamente aliado con los indios de Bonda y de ser los verdaderos
iniciadores de la rebelión; para probar este hecho hizo traer varios indios de Taganga, población que no
había tomado parte en la revuelta y trató de persuadirlos para que declarasen que los oficiales habían
sido autores intelectuales de la insurrección. Los indios sin embargo se negaron a declarar, causando la
furia del gobernador, quien maltrató a un principal de ellos a palo y lo amenazó violentamente.
IGLESIA DE BONDA.

Iglesia de Bonda.

Con la llegada del Gobernador de la Provincia de Santa Marta, García de Lerma, en el año 1529, se inicia
en firme la evangelización de los territorios cercanos a Santa Marta; de tal manera que se construye un
templo rudimentario, pero con pretensiones serias de iglesia, al parecer en el poblado de Bondigua,
siendo Obispo de la Diócesis de Santa Marta, Tomás de Ortiz.

La iglesia de Santa Ana de Bonda, fue erigida por indígenas, ya que fueron miembros de la comunidad
Bondigua, quienes a cambio de eximirlos de los tributos de la Corona Española, iniciaron la construcción
de un lugar de adoración en honor a Santa Ana, a punta de ladrillo cocido, piedras, barro seco, cedro y
caña. Según el Archivo General de la Nación el templo hace parte de las capillas doctrineras de Bonda y
Masinga, utilizadas para las misiones de evangelización indígenas durante la Colonia y que datan desde
el siglo XVII.

La iglesia también conocida antaño como San Pablo de Bonda, comenzó a construirse en el año 1534 y
ha tenido varias remodelaciones en su historia: Hay un relato de remodelación en el año 1742, pero
debido a su mal diseño, cayó destruida en el año 1790, para luego ser de nuevo levantada en el año
1803, gracias a los buenos oficios del sacerdote Francisco José Vásquez y la pareja de esposos Matías
Laguna y Valentina Del Valle. Más adelante es remodelada en el año 1934, luego en los años 1982 y
2013. Se corroboran estos datos porque hay una placa de ladrillo en el interior de la capilla, donde
aparece la inscripción: 1534-1934, fechas de fundación y de reparación.

Según la tradición oral es una de las capillas más antigua de Latinoamérica, uno de sus primeros
sacerdotes, fue el padre Hermenegildo Barranco y fue declarada Monumento Nacional en el año 1991.
Santa Ana y San Joaquín son los padres de la Santísima Virgen María y los abuelos de Jesús. Santa Ana es
patrona de muchas ciudades en diversos países, así como patrona de las mujeres trabajadoras y de los
mineros, también es patrona de las mujeres embarazadas a la hora del parto. Su fiesta es el 26 de julio.
OTRAS HISTORIAS DE BONDA.

Piedra Donama.

LA PIEDRA DONAMA EN BONDA: En el corregimiento de Bonda, se encuentran varios iconos de la cultura


Tayrona, como los caminos empedrados, La Piedra Donama, las piedras labradas del Pozo de Bondigua,
el Río Bonda, etc. La Piedra Donama, un muy sobresaliente trabajo de grabado, está ubicada en una finca
de Bonda, del mismo nombre, es un monolito de 2.5 metros de altura, en cuya superficie se conservan
varios jeroglíficos bajo relieve. Se supone que los que hicieron esta talla fueron los Tayrona, entre los
años 500 y 1525, desconociéndose el significado de estos jeroglíficos. Estas superficies inscritas con
jeroglíficos, representan códigos de la naturaleza.

Según el investigador italiano Yuri Leveratto la Piedra Donama podría ser la representación simbólica de
un cerebro. De hecho la mente fue muy importante en la cosmogonía Tayrona y, lo es en la actual
filosofía de los Koguis y Ika. Joaquín De Mier en el año 1836, compró las tierras de Donama, de 18
caballerías de extensión, situadas arriba de la parroquia de Bonda, en las estribaciones de la Sierra
Nevada de Santa Marta. En la segunda mitad del siglo XX su propietario Pablo García, la explotaba como
finca cafetera.
Río Bonda.

CASCADA DE BONDA: El Río Manzanares, nace en la vertiente Noroccidental de la Sierra Nevada de Santa
Marta, en la cuchilla San Lorenzo, a una altura aproximada de 3.000 metros sobre el nivel de mar y se
origina a partir de la unión de las quebradas de Onaca y Girocasaca. Luego desciende por la población de
Bonda, atraviesa la capital del Magdalena y desemboca en la playa Los Cocos de Santa Marta, con un
recorrido de 18 kilómetros en su cauce. Su cauce en la población de Bonda lo llaman con el mismo
nombre del corregimiento, sitio donde existe la Cascada de Bonda, donde sus frías aguas brinda frescura
y bienestar a lo bonderos y samarios. El templo, la Cascada de Bonda y la Piedra de Donama, se juntan
con la fresca brisa que baja de la Sierra Nevada que corre por las angostas calles que la hacen un
corregimiento ecoturístico muy exótico. Además es el único corregimiento del Distrito de Santa Marta
que tiene sitios de veraneo en el Río Manzanares o Río Bonda.

Puente metálico Bondigua.Construido año 1911.

PUEBLO DE BONDIGUA: El Fray Gregorio Beteta de la Orden de los Dominicos fue comisionado en a
principios de siglo XVI, por el Gobernador don Diego García De Lerma para que fundara un convento de
su orden en el pueblo de Bondigua, para que le sirviera de vivienda y sustento cerca de la ciudad. Hacía
el año 1529 el Gobernador Diego García De Lerma le asignó al Fray Tomás Ortiz, la encomienda de indios
en Bondigua, la cual años después mediante Cédula Real le fue negada. En esta población se encuentran
las piedras labradas del Pozo de Bondigua, sector ecológico adornado por un remanso de aguas
cristalinas.

Cadavid con su camión.

ANTIGUO TRANSPORTE DE BONDA: El camión conducido por el señor Gabrielito Cadavid, lo apodaban
“Fargo”, era un vehículo de color azul cielo, con unas sonoras y potentes cornetas eléctricas que
anunciaban su pronta llegada en la distancia, en su recorrido Plaza del Mercado de Santa Marta-
corregimiento de Bonda y, viceversa. El señor Cadavid de Bonda llevaba su camión cargado de leña del
árbol brasil, que era la mejor leña de la época; para venderla en su residencia ubicada en el barrio La
Esperanza de Santa Marta, donde tenía buena clientela.
OMAR PACHECO GUARDIOLA: El docente, músico y compositor vallenato, Omar Pacheco Guardiola,
oriundo de la población de Bonda, cerca de Santa Marta, ha participado en cuanto festival se realiza en
la Costa Caribe, donde ha sobresalido por sus hermosas canciones.

"Chente" Pacheco.

“BONITO AMANECER, ALEGRE DESPERTAR”, DE “CHENTE” PACHECO: José Vicente “Chente” Pacheco
Reyes (1945-2009), todas las madrugadas en su programa “Bonito Amanecer, Alegre Despertar”, de
Radio Galeón; despertaba a Santa Marta con música, resumen de noticias, anuncios de loterías,
mamadera de gallo y servicios sociales. “Chente” Pacheco, era oriundo del corregimiento de Bonda,
cerca de Santa Marta; hombre alegre, ejemplo de vida, locutor, compositor, cantante, verseador,
bailador y animador. Algunas de sus frases favoritas en la radio:

- Santa Ana por ser bendita, hay un Dios tan poderoso, líbranos de todo mal o divina protectora, porque
ha llegado la hora de empezar un nuevo día feliz en su dulce compañía.

- A mí no me echan cuento, yo conozco el pato por la cagá.

- Quien ganó el que no perdió, quien perdió el que no ganó.


Rodrigo Visbal.

TRIO DE RODRIGO VISBAL: Este trío alegró las fiestas y las serenatas en Santa Marta desde el año 1940
hasta el año 1980. Estaba integrado por Rodrigo Visbal Linero, su fundador, nacido en Bonda y, por los
cienagueros Hispano Góngora y Agustín Polo. Rodrigo Visbal, tocaba guacharaca y maraca; Agustín Polo,
tocaba la primera guitarra; Hispano Góngora, tocaba la segunda guitarra. Rodrigo Visbal Linero es padre
de Ricardo Visbal Cicciliano, pianista, arreglista, compositor y cantante

BIBLIOGRAFIA.

- Trinidad Miranda Vásquez: La Gobernación de Santa Marta (1570-1670).

- José C. Alarcón: Compendio de Historia del Departamento del Magdalena. De 1525 hasta 1895,
publicado en el año 1963.

- José Nicolás De La Rosa: La Floresta de la Santa Iglesia Catedral de la Ciudad y Provincia de Santa Marta,
publicado en el año 1725.

- Fray Pedro de Aguado: Recopilación Historial de la Biblioteca Virtual del banco de la República, de 1503
a 1590.

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