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La primera tentación de Cristo

Es una obra, con tema 100% actual, muy bien escrita, para cine y teatro.

Hace uso de un inmenso Humor. Todo es cuestionado, sin excepción.

La primera Tentación ocurre con Luzbel, durante los 40 días en el desierto.

La justificación de todo es CELEBRAR los 30 años de JESÚS, que es GAY.

Luzbel se presenta y tienta a Jesús que, al ser GAY, sucumbe y cede.

La Obra reescribe la Historia y los Evangelios de varias otras maneras.

Se trae la Historia de lo ficticio a lo realista, cotidiano, sin mística, sin milagros.

Es otro EVANGELIO, contado y vivido de otra manera, nueva y muy libre.

Se incorpora al Padre, como tío Vitorio y a Luzbel, como Orlando.

Se emplea mucho dinamismo. Todo es rápido, directo, natural, vivo.

Se aprovecha a los 3 RM para dar más vida, sentido y movimiento a todo.

Hay una gran riqueza y variedad de caracteres en los personajes.

Las actuaciones son excelente, impecables. Todos están en su papel.

Mezclando realidad y fantasía, lo antiguo con lo nuevo, le da luz y vida al relato.

Dios tenía un HIJO JESÚS tonto y dócil… y otro HIJO LUZBEL inteligente y rebelde.

JESÚS les hace a todos la gran broma del DIARIO, que realmente no existía.

La CANCIÓN de ORLANDO en 20.40 es de gran riqueza, alegría y “verdades”.

ORLANDO le prepara un té a Jesús, que lo droga y le crea visiones del Cielo.

Muy novedoso, hacer participar al verdadero Padre de Jesús como tío Vitorio.

Es genial incorporan a Luzbel, que es ORLANDO humanizado, como Hijo de Dios.

Jesús es GAY por elegir solo seguidores hombres. Y Luzbel lo tienta y lo delata.

Mezcla los 3 TIEMPOS, pasado, crucifixión; futuro, tabaco, órgano, etc.

La Primera Tentación fue estando solo en el desierto con ORLANDO como novio.

El tío VITORIO era el cuentito para que el Padre libidinoso visitara a MARÍA.
El Padre, vive enamorado, siempre tratando de seducir a la virgen MARÍA.

MARÍA se mantiene fiel a su virginidad, rechazando a Dios y siendo fiel a JOSÉ.

Se prescinde de: las tropas de soldados romanos, los sacerdotes judíos, etc.

Jesús es muy poco lo que sabe y solo se interesa en lo vulgar, ama ser mochilero.

Jesús, al saber su plan, se queja que nadie lo consultó, ni le pidió su parecer.

Acuerdan con Jesús ocuparle solo 3 años, de los 30 a los 33. Luego es LIBRE.

Aparece lo JUDÍO al decir “levanten el papiro picado del suelo para reusarlo”.

Se ridiculiza todo lo de los milagros. Resucítalo y Ponle el brazo de nuevo.

Un detalle muy importante. La mamá JUDÍA de Melchor cría y faena CERDOS.

Melchor hace comer CERDO a María, diciéndole que es rollito de SOYA.

Gaspar, conciliador y consciente, ayuda a salvar las situaciones de Melchor.

Son 3 RM terribles. Se ríen de todo, no respetan nada, le dan vida al relato, etc.

Según los 3 RM, criticones, José es el peor carpintero del mundo.

Según los 3 RM, José sigue viviendo en un pesebre desde hace 30 años.

Según los 3 RM, a las fiestas organizadas por José, solo van animales invitados.

Según los 3 RM, nadie se va fijar en TELMA, la prostituta romana.

Según los 3 RM, no hay que seguir ninguna ESTRELLA para llegar a destino.

Según los 3 RM, se puede comer cerdo, siendo JUDÍO… y no pasa nada.

Según los 3 RM, Telma está también invitada y pasará desapercibida.

El film patea todos los DOGMAS de la Iglesia pues no son verdad.

Personajes Principales.
Jesús. Un muchacho bonachón, muy común y corriente, influenciable, cuyas
ambiciones al cumplir 30 años, son ser mochilero, malabarista, y quiere tener
vida propia, que nadie le diga qué hacer. Se deja corromper por Lucifer en el
desierto. Quiere ser LIBRE. No sabía que su papá era Vitorio, pues lo crió José.
María. Madre de Jesús, suave, dulce, firme, decidida, recatada, divertida, único
vicio: FUMA y luego miente, dice INCIENSO. Ama a Jesús. Quiere seguir estando
virgen. Rechaza a Vitorio y Orlando.

José. Esposo de María, pero padrastro de Jesús. Ama a Jesús. Confiado,


inocentón, permisivo, enojón, amenaza a Dios Padre.

Vitorio. Dios Padre, oculto, inmutable, muy seguro, es el tío Vitorio, vive
deseando a María y la acosa.

Orlando. Es Lucifer, que permanece oculto a los ojos de todos. Canchero,


carismático, hombre de mundo, solapado, ambicioso, tiene un plan: derrotar a
Jesús, ser el dueño del planeta, etc.

Melchor. El más alto y locuaz de los 3 RM. Hombre de mundo. Los dirige y no
tiene moral. Es criticón y directo. No asume su papel de REY.

Gaspar. El más considerado y moralista de los 3. Tiene escrúpulos, concilia, es


bueno pero miente para proteger y arreglar. El mejor de los 3.

Baltazar. Quejoso, criticón, realista, exigente, muy decidido.

Telma. Prostituta romana, bella, invitada al cumpleaños por Melchor. Entra,


pide vino, lleva poca ropa muy sexy, desinhibida, provoca a todos, es directa,
coquetea, cobra, roba cosas, etc.

Tía Lupita. Anciana, despistada, colaboradora, inocente y cantante, mete la


pata.

Lázaro. Un muchachón, con mucho pelo mota, que comedido, cuando golpean,
abre la puerta y, al asustar a la gente, recibe fuertes GOLPES y va a dar al suelo 3
veces.
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*0.00 Voces de los 3 RM (Los 3 van por un camino rural. Es de noche, esta oscuro): Es por ahí.
Sólo se complicó un poco.

(Otro de los 3 RM) Estoy confundido, creía que era por aquí.

(el 3er RM dice) No entiendo. ¿Seguro que es por aquí?

-Yo te digo que sí – Debes seguir a la estrella.

¡Basta con esa estrella!

La otra vez seguimos un cometa cualquiera.

-¡Terminamos en Grecia! –
-¿Te estás quejando?

¿No valió la pena? ¡Las playas, Mykonos! Gente hermosa e interesante…

Es por aquí, lo presiento. Vamos.

-Lo presiente… eso es lo que me asusta.

*1.00 ¿Siguen viviendo en ese pesebre?

Sí.

No quiero decir nada, pero José podría haber comprado algo mejor.

-¿Con qué dinero?

-¿No es carpintero?

Sí, el peor carpintero del mundo.

Una vez, me hizo una mesa. Estaba tan desnivelada que la usé para nivelar mi mesa vieja.

Gaspar: ¿Van 30 años y aún no saben llegar?

Es muy lejos, Gaspar. Es imposible recordarlo.

Por eso solo los animales van a sus fiestas.

Melchor: ¡Es Telma! ¡Telma! ¿No es ella?

Gaspar: ¿Quién Melchor?

Melchor: No, no es ella.

Gaspar: ¿Quién es Telma?

Melchor: Una chica romana que conocí en la crucifixión. Quedamos en ir juntos a lo de Jesús.

Gaspar: ¿La llevarás a la casa de Jesús?

Melchor: ¿Qué hay? ¿No estoy en la lista? Ella es mi acompañante.

Gaspar: No puedes llevar a cualquiera a una fiesta familiar, Melchor.

Melchor: Gaspar, nadie se fijará en Telma entre tanto alboroto.

Gaspar: ¿Qué alboroto? ¡Es un festejo íntimo! Es un pequeño ágape.

Baltazar: - Eso me molesta.

Melchor: ¿Qué cosa?

Baltazar: Solo nos invitan a bautismo, baby showers y todo eso, como a unas solteronas.

*2.00 Melchor: Ya estás diciendo locuras, vamos.

Baltazar: Me cuesta
Melchor: ¿Qué cosa?

Baltazar: No puedo caminar tanto, comprar los regalos, es…

Gaspar: ¿Comprar? Recogiste las flores ahí atrás.

Melchor: Las sacaste de ahí.

Baltazar: Lo que vale es la intención.

Gaspar: Es el hijo de Dios.

Baltazar: ¿No le gustan las flores?

Melchor: Para que sepas, yo llevo bocaditos para la fiesta. – Ya, vamos-.

Gaspar: ¡Melchor! Eres un rey, no cocinero.

Melchor: Mis rollitos de jamón y queso los harán chuparse los dedos.

Gaspar: ¿Eres tonto? ¿Son judíos y les llevas cerdo?

Melchor: ¿Quién dijo cerdo? ¡Dije jamón!

Baltazar: Si no quieren, que no lo coman. También estarán los adoradores de Shiva, ellos los
comerán, vamos.

Gaspar: Dejen de discutir. ¡Bueno!

Melchor: Oigan, está todo muy silencioso. ¡Qué vergüenza invitar a Telma a una fiesta tan mala.

*2.50 Gaspar: A juzgar por el silencio, malísima.

Baltazar: Aburridísima.

Melchor: ¡Vayámonos! Antes de que nos vean

Baltazar: No, no, entramos y saludamos y decimos que tenemos otro compromiso.

*3.00 Melchor: ¡Genial! Otro compromiso.

Baltazar: ¿Entendiste, Gaspar?

Gaspar: Sí, está bien.

Baltazar: Bien, vamos. (Abre la puerta)

Gaspar: ¿Nunca golpeas?

Baltazar: Estaba abierto. – No es aquí.

Gaspar: Sí, es aquí.

Todos: ¡Sorpresa!
(LÁZARO lo asusta a Baltazar y éste le da un golpe en la cara. PRIMER GOLPE que lo tira al suelo)

José: ¡Mierda! Eso debió doler.

María: ¿Estás loco?

Baltazar: Me asustó.

(LÁZARO golpeado está tendido en el suelo) Me diste en la mandíbula.

Tía: Que el Señor te bendiga.

Baltazar: ¿Qué es esto?

María: ¡No es Jesús, Tía!

Persona: Qué fuerte eres, maldita sea.

María: ¡Cielos! ¿Está loca Tía?

Tía: ¡Feliz Cumpleaños a ti….

María: No es él, Tía.

José: Ya basta Tía. Basta, levanten el papiro picado, ¿sí? Por favor

Señora: Costó hacerlo.

María: Pasen, la fiesta es sorpresa no pueden retrasarse.

Baltazar: Me atrasé porque fui a comprarle estas hermosas flores.

María: ¿Todos trajeron flores?

Baltazar: Las mías son de todos los colores.

Melchor: Todas son coloridas, (señalando las flores).

Baltazar: No.

José: ¿Qué tal, Reyes Magos?

Melchor: Hola José.

José: ¿Quieren algo de tomar?

Gaspar: Claro que sí.

Baltazar: ¿Qué cosas tienes?

*4.00 José: Tenemos agua

Melchor: ¿Agua?

José: Es de la cascada de al lado. Es agua purificada al caer por las rocas. Es muy rica.

Baltazar: Pero es agua.


José: No hay vino, porque Jesús aun no hace milagros.

Melchor: ¿Cómo tomará Jesús el ser hijo de Dios, los milagros y todo eso?

María: Estará bien.

José: Me asustaste.

María: Es un dulce.

Melchor: Sí, lo es.

José: Yo hablaré con él. Preparé un discurso que escribí con todo mi amor.

Melchor: ¿Lo escribiste tú?

María: Es hermoso, sí.

José: Y le hice algunos dibujos, creo que lo entenderá.

Gaspar: Ya tiene 30 años, ¿no?

José: 30 años.

Gaspar: El tiempo vuela.

María: ¿Eso es mirra? Mirra otra vez.

José: Amor.

Baltazar: Espera, ¿qué tiene de malo?

María: Alguien debía decirlo.

Baltazar: Primero las flores, ahora la mirra… la próxima no traeré nada.

José: Cálmate.

Baltazar: ¿Les parece bien?

José: Te lo dije.

Baltazar: ¿Qué dijiste?

José: Balta…

Baltazar: ‘Balta’, no. Respétame María.

María: Cambiaste.

José: ¡María!, ¡Es un Rey!

María: Se le subió a la cabeza.

José: ¡Ya basta!

María: Te lo dije.
*5.00 Melchor: Traje comida, como pediste.

María: ¿Ves? Él me quiere. Déjame ver, no es cerdo, ¿no?

Melchor: Están deliciosos.

María: Huele bien.

Melchor: ¿Sí?

Gaspar: Mierda.

Melchor: Una delicia; no puedes parar de comer.

María: Sí, deliciosos. ¿De qué son?

Melchor: Son de …

Gaspar: ¡Soya! De soya. Melchor los hizo.

María: ¿De soya?

Gaspar: Soya.

María: ¿Y cómo se hacen?

Melchor: Bueno, son rollitos. El nombre lo dice todo. Enrollas la masa con la soya y listo, luego
los horneas.

María: Pero ¿cómo preparas la soya?

Melchor: Parezco un cocinero milenario.

María: De hecho invité a una. Pero, ¿vas a contarme?

Melchor: Cada una tiene su forma.

María: No seas tonto, dime nunca había probado.

Melchor: A mí me gusta que la soya sea de campo, ¿sí? Que crezca en el campo y que haga
ejercicio, que coma pasto, beba agua de arroyo. Hasta que alcanza la edad y el peso adecuados.
Luego la carneas, le cortas el cuello con un hacha. Así matas a la soya y listo. ¿No?

Gaspar: Sí, eso es.

*6.03 María: ¿Cortarle el cuello? No entiendo.

Gaspar: ¡Es un secreto de la familia de Melchor! ¿No?

Melchor: Son cosas de mamá, ya la conoces.

María: ¿Tu mamá, no criaba cerdos?

Melchor: Era soya.

María: Silencio, llegó Jesús.


Agáchense, apaguen la luz. (Soplan todas las velas)

(Una persona lo asusta a quien entra)

Leonor: ¡Sorpresa!

Todos: ¡Sorpresa!

(La persona que entra golpea a la que lo asusta)

José: ¡Carajo Leonor!

Persona que entra: ¿Intentan matarme?

Leonor: No sobre viviré a esta fiesta.

Tía: ¡Que el Señor…

María: ¿Eres tonta, tía?

Melchor: ¿Y Jesús?

María: Pasó 40 días en el desierto, pero ya está viniendo.

José: 40 días es demasiado, cariño.

María: ¿Por qué? ¿Qué pasa? Se está descubriendo, déjalo.

José: Lo dejo, pero me preocupa. Soy su padre, María.

María: Ya lo sabemos.

José: Soy padre, lo siento.

María: Deja de reafirmar…

Vitorio: Hola.

María: Dios mío.

Una persona: (le tira papiro picado a José)

Vitorio: (Le hace bromas a algunas personas) Tienes algo aquí. (Risas)

*7.00 José: Querida, ¿de verdad lo invitaste?

María: ¿Pretendías que no invitara a su padre?

José: ¿Su padre? ¿Estás bromeando, María?

María: Dijo que no vendría, José.

José: Espera, ¿qué? ¿Cuándo hablaste con él?

María: Bueno,
José: ¿‘Bueno’, qué María?

María: No sé, ayer.

José: ¿Ayer? ¿Cuándo? Estuve todo el día contigo. Dime la verdad.

María: Eres muy molesto.

José: ¿Yo?

María: Anoche, ¿qué importa? Por la noche.

José: ¿Qué? ¿De noche?

María: Sí.

José: ¿Mientras dormía?

Vitorio: (Se para entre María y José) Buenas noches.

José: Mierda.

María: Hola ¿qué tal?

Vitorio: ¿Cómo están? Les traje un pequeño obsequio.

María: Gracias, no era necesario.

José: Sí, no hacía falta.

María: Es para los dos.

José: ¡Vaya! Genial, gracias.

María: Hermoso envoltorio, me gusta la tela. ¡Mira José! ¿No te dije que necesitábamos un
cuadro para alegrar la casa? ¡Nuestra familia!

Vitorio: Sí, recuerdo que lo dijiste.

José: ¿Qué? ¿Lo recuerdas?

María: Es una forma de decir.

José: ¿Oye nuestras conversaciones?

María: No hagas un escándalo.

*8.00 José: Es invasión a la privacidad. Es abuso de poder.

María: Nos encantó.

Vitorio: Me alegro.

María: Es hermoso.

José: ¿Lo viste? ¡Solo me pintaron la mitad!


María: Así es el arte.

José: ¿El arte?

Vitorio: El artista no tuvo tiempo de terminar de pintar a todos.

José: No tuvo tiempo. Gran artista. ¿Cómo se llama?

Vitorio: Soy yo.

José: ¿No eres Dios, el todopoderoso? ¿No es el dios de la perfección? Y apenas puede terminar
de pintar un cuadro. (José se ríe)

Vitorio: Tenía muchas cosas que hacer, José.

José: Me está tomando el pelo María.

Vitorio: También traje un pa ‘ve’, es pa ‘comé’. (Todos ríen)

María: Espera. Es pa ‘comé’.

José: María, por favor.

María: ¿No tienes sentido de humor?

José: ¡Noé, inventó eso hace siglos!

Vitorio: Se lo diré a Jesús para que lo cuente.

María: Siéntete como en casa.

Vitorio: Prácticamente lo es.

José: ¿Es en serio?

María: ¿Quieres arruinar la fiesta?

José: Bien, ¡Oye! ¿Se acabó la comedia? ¿Terminaste?

(Se abre la puerta y se asoma Jesús. Orlando golpea a LÁZARO. SEGUNDO GOLPE. Lázaro queda
tendido en el suelo.)

José: Aquí tienes tus aplausos, (José aplaude) ahora vete.

*9.00 Jesús: ¿Qué sucede, gente?

María: ¡Hijo!

Todos: ¡Sorpresa!

Jesús: Cielos

María: ¡Dame un abrazo, cariño!

Orlando: ¡Vaya! ¡Cuánta gente!

Jesús: No hay nadie, ya vete. No es nadie, gente.


Orlando: Jota dijo que estarían durmiendo.

Tía: ¿Canto otra vez?

María: No, tía.

Orlando: Es muy linda, qué bella ropa. ¿Quién cumple años?

Jesús: Nadie, yo.

Orlando: Porquería, ¡no me dijiste! No te compré un regalo. Estás todo despeinado.

Jesús: Él es especial.

María: ¿Quién es? ¿No lo presentas?

Jesús: ¿A quién?

Orlando: Soy yo, soy Orlando.

María: ¿Cómo estás? ¿Cómo te va? (Orlando se presenta, saludando a todos)

Jesús: No hace falta presentarlo, ya se va.

José: ¿De dónde salió?

Jesús: Del desierto, no lo conoces.

María: ¿Qué quiere decir?

Orlando: Del desierto, yo…

Jesús: ¡Tía Lupita! (con desesperación)

Tía: ¡Un mariposón blanquito! El otro tenía piel oscura.

Jesús: No le hagas caso…

Orlando: Déjala.

José: (Le pone comida a la Tía para que no hable)

*10.00 María: (Le dice a José) Llévatela ahora.

Orlando: Mi tía dice lo mismo de los leprosos y los zurdos.

Jesús: Después vuelve, más tarde.

Jesús: (Le dice a María) Mamá, debes avisarme estas cosas.

María: ¿Cómo iba a saber que pasarías 40 días en el desierto? 40 días y sin tener noticias tuyas,
imagínate.

Jesús: Tienes razón, lo siento. Me encanta la fiesta que me hiciste. Lo siento, mamá. ¿Cómo
sabías que regresaría hoy?

María: Tu tío…
Vitorio: Hola.

Jesús: ¡Tío Vitorio!

Vitorio: Hola, campeón. ¿Cómo estás?

Jesús: Muy bien.

Vitorio: ¿Y esa barba?

Jesús: Me encanta. Me relajé un poco en el desierto.

Vitorio: La dejaste crecer. Pero, ¿por qué te afeitas el pecho?

Jesús: Bueno, para nadar mejor.

Vitorio: ¿Nadar?

José: ¡Jesús! Mi querido hijo, mi muchachote. El hijo que amo y cuido desde hace 30 años.
Tengo un regalo para ti, hijo. Papá te hizo algo hermoso.

Jesús: ¡Vaya! ¿Para mí?

José: Sí, para ti.

Jesús: ¿Cómo es que funciona esto?

José: Escucha qué lindo suena, para ti. (Es una zampoña) (No sabe tocar, todos miran hacia el
techo)

*11.10 Vitorio: Bueno, ya se hizo una idea.

José: Es una flauta pintoresca.

Jesús: Muchas gracias.

Vitorio: Yo también traje algo. Aquí está. Mira. (Hace aparecer un órgano musical)

Jesús: ¿Y eso?

Vitorio: Y puedes tocar con una sola mano. (le muestra cómo se hace)

Jesús: ¡Guau! ¡UUUUUUU! ¡Vaya!

José: ¡Silencio!

María: ¿Tu flauta hace eso, José?

José: Es diferente, otra propuesta.

Vitorio: Sí, claro. Otro día tocaremos algo de los Beatles.

Jesús: ¿Qué es eso?

Orlando: J. Amo a tu familia. Le estaba contando a la tía Lupita cómo nos conocimos. Creo que
no entendió.
Jesús: No hace falta.

*12.00 Orlando: ¡Es una gran historia!

Jesús: No es nada interesante.

Orlando: ¡Claro que sí!

Jesús: ¿Nos vamos a comer?

*12.06 Orlando: Le contaré cómo lo hacemos.

Jesús: ¡NO! ¡Eso no!, ¿Estás loco?

Orlando: ¿Por qué? Iba a contar…

Jesús: A nadie le interesa.

José: Déjalo, queremos saber.

Jesús: No sabe contarlo.

Orlando: ¿Qué no sé? Estaba bañándome en un oasis desnudo.

Jesús: Y entonces le pedí indicaciones, pregunté y me las dio.

Orlando: Sí, se las di y cómo se las di.

Jesús: ¡Tía Lupita! ‘Que el Señor te bendiga… (Jesús canta)

Tía Lupita: (tira la bebida)

Jesús: No tires la bebida.

María: Eso no. ¡Basta!

Orlando: Dame eso. Es ingenua, no entiende.

Melchor: Jesús, debo decirte algo. Se acerca una charla muy delicada. Relájate llena tu corazón
de amor y estate preparado.

Baltazar: Mantén la mente abierta.

Gaspar: Abre tu mente.

Melchor: Abre tu mente.

Jesús: Es muy molesto.

María: Hijo…

Jesús: Sí.

María: Tu padre, y el tío Vitorio y yo queremos hablar contigo.

Jesús: ¿Qué sucede?


María: Es importante.

Jesús: ¿Qué pasa? Hablen.

*13.00 María: Es delicado. Encontré…

Jesús: ¿Encontraste mi diario íntimo? ¡Revisaste mis cosas! ¿Acaso yo reviso tus cosas? ¡No hay
nada en mi diario! Qué fastidio, ¡no tengo privacidad! ¡Por eso Melchor voy! ¿Soy el único que
no puede tener relaciones?

José: Jesús…

Jesús: ¿Es delito que un chico tenga sueños? ¿No puedo soñar con un primo? ¡Tengo sangre en
las venas! (Da golpecitos en el brazo)

María: ¿Qué diario?

Jesús: ¿No lo encontraste?

María: No era eso.

Jesús: No hay ningún diario (con risita nerviosa) ¿Qué?

María: Solo pensé que podríamos hablar.

Jesús: ¿Eso es todo? Hablemos aquí.

José: Aquí, no hijo. Vamos a la habitación, por favor.

Jesús: ¿Por qué?

María: Es lo mejor.

Jesús: Vamos. Orlando, ponte cómodo.

Orlando: Me llevo bien con todos, tú lo sabes. Lupita y yo ya somos amigos. Además me
encantan las joyas de este rey.

Baltazar: Son de oro.

Orlando: ¡No digas! No me lo creo. ¿Y esa piedra?

(Mientras dos personas investigan en el órgano tocando teclas)

(En la habitación, Jesús está sentado en una cama, con las piernas cruzadas)

*14.00 María: Hijo, sabes que te amamos, ¿no?

José: Cariño, (le dice a María) deja que yo hable.

José: Te diré, yo…bien me estuve preparando 30 años para esto, así que déjame a mí. Jesús,
queremos decirte que…

Vitorio: Yo soy tu padre.

José: ¡Hijo de puta!


María: ¿Qué fue eso?

José: (Muy enojado) ¡Maldito hijo de puta!

Jesús: ¿Qué?

José: Sabía que yo quería decírselo, María.

Vitorio: Iba a enterarse igual.

José: Pero quedamos que yo se lo diría, carajo.

Jesús: ¿Qué? ¿El tío Vitorio es mi padre?

Vitorio: No hay tío Vitorio; soy Dios.

José: No sabe cómo decirlo.

*14.53 Vitorio: Yo inventé el habla, querido.

José: Eres un engreído, no tienes tacto.

José: Mira hijo…

*15.00 Vitorio: Hijastro. Es mi hijo; tu hijastro.

José: ¡Eres un padre ausente!

Vitorio: ¿Ausente? Soy omnipresente, siempre estoy aquí. Hasta cuando se masturba.

Jesús: ¿Qué? Eso no está bien.

José: Es tan ordinario.

Vitorio: Es suficiente

María: ¿Terminaron? ¿Acaso ya no nos respetamos?

Jesús: Mamá, para que quede claro, ¿el tío Vitorio es Dios?

María: ¡El tío Vitorio no existe! Perdona. Inventamos esto para no confundirte.

Vitorio: Soy Dios y tu padre, eso es todo.

Jesús: ¿Y José? ¿Qué relación tenemos?

Vitorio: José es… ¿Cómo decirlo? Es un padre sustituto.

José: ¡Me pone furioso que diga esas pendejadas!

Vitorio: Es como niñera.

José: Le arrojaré un armario.

Vitorio: Intenta hacer una escalera curva, una cocina abierta.


José: ¡Te partiré un cedro por la cabeza!

Vitorio: Maté a los dinosaurios con un pedo.

José: Púdrete.

Jesús: Así que tú y mamá… (le hace a Vitorio un gesto con las manos de unión sexual)

María: No.

Jesús: ¿No?

María: No pasó nada entre nosotros.

José: Nada.

María: Nada. Por favor, ¿qué dices? No.

Vitorio: Digo.

José: ¿Qué?

María: ¿Qué dices?

Vitorio: Bueno.

José: ¿‘Bueno’, qué?

Vitorio: ¿Olvidaste que...?

*16.00 José: ¿De qué habla, María?

María: ¿Qué?

José: ¿Y eso María?

Vitorio: Me metí dentro de ella.

José: ¿Qué dijiste, imbécil? ¡Repite eso!

María: ¡Basta!

José: ¡Aun no me conoces!

María: ¡José!

José: ¿Estás loco?

Vitorio: Cálmate, amigo.

José: Muestra más respeto.

Vitorio: Podría meterme dentro de ti.

José: Soy amigo de un romano.

Vitorio: María, calma a Josecito.


José: ¡Josecito un carajo! ¡Hago mangos de hachas!

Jesús: ¡Oigan! No te metas conmigo! ¡Basta!

José: Ya está desesperado. ¿Satisfecho?

Jesús: No entiendo nada.

María: Hijo, hace 30 años, el Ángel Gabriel me dijo que daría a luz al hijo de Dios, y acepté.
Entonces tu padre… digo, tu padre del corazón, José, el mejor hombre que conozco, también
aceptó.

Jesús: ¿Soy el hijo de Dios?

Vitorio: Exacto. Ahora necesito que prediques la palabra.

Jesús: ¿Qué palabra?

Vitorio: La mía. Tú hablas con uno, esa persona habla con dos, esos dos con otros tres y así
sucesivamente.

*17.00 Jesús: ¿Un esquema piramidal?

María: Calma, hijo la vida tiene otros planes para ti.

Jesús: ¿Y mis planes? ¿Y mis sueños? ¿Mi vocación?

María: ¿Cuál es cariño?

Jesús: Gracias por preguntar, mamá. Fui al desierto a eso, a tratar de conocerme mejor. Lo que
descubrí con la ayuda de Orlando es que quiero estudiar malabarismo.

(Se miran Vitorio, María y José, no entienden)

Vitorio: ¿Qué? (Riéndose)

Jesús: Malabarismo.

Vitorio: Olvidémonos de los malabares, ahora tienes súper poderes.

Jesús: ¿Qué dices?

Vitorio: Permíteme… (Dirigiéndose a José)

José: ¿Qué? ¿Qué pasa?

Vitorio: Nada, solo… ¿Ves esto? (Le muestras las manos a José) (Con el dedo índice le toca el
brazo a José)

José: ¡Está loco! ¿Qué… (Se le cae el brazo a José)

María: ¡Tu brazo, José!

José: ¿Qué hiciste?

María: José, cálmate. ¿Qué hiciste?


Jesús: ¿Qué le hiciste a mi papá? (Jesús levanta el brazo de José desde el suelo)

María: Resiste un poco, mírame. Mírame a mí.

José: ¿Ese es mi brazo?

Jesús: ¡Miren esto!

*18.00 María:(canta para tranquilizar a José) ¡El pueblo de Dios!

Vitorio: Pónselo, haz un milagro.

Jesús: Nunca hice esto. Permiso, papá. ¡Cálmate, viejo! Tranquilo, no. (Y con movimiento
brusco, se lo pone nuevamente al brazo, a José. José grita) Creó que encajó, ya está.

José: ¡Maldito imbécil!

Jesús: Fue fácil. ¿Yo hice eso?

José: Duele. ¡Nunca más lo hagas! Si vuelves a hacerlo… (Vitorio hace un movimiento con la
mano, y otra vez le saca el brazo completo a José)

José: ¡Lo hizo otra vez!

María: ¿Por qué haces esto? José, mírame. (José está a punto de desmayarse)

Jesús: Mira su brazo.

María: ¿José? ¡No! José.

José: ¡Ponlo de nuevo, duele!

Jesús: ¡Espera! Creo que debo girarlo no es cuestión de fuerza. ¿Ves? Creo que esto me gusta.

Vitorio: Te lo dije. Debes comprender que ahora eres Dios también.

Jesús: Bueno, pero…

Vitorio: Ahora puedes hacerlo todo.

Jesús: ¿Puedo irme de mochilero con Orlando?

Vitorio: Casi todo.

María: Cariño, ahora tienes otros desafíos.

Jesús: No sé, me gustaba la vida que llevaba antes. No sé si quiero desafíos nuevos, mamá.
(Jesús, abre la puerta y mira hacia afuera, nostálgico)

*19.00 María: Ser hijo de Dios es una bendición.

Jesús: Prefiero ser el hijo de José.

José: ¡haaaaaaaa! ¡Chúpala!


Jesús: José no tiene dinero. No tiene poderes, no tiene talento, ni siquiera respeto de la
comunidad. No se avergüenza de ser limitado y me permite ser quien soy.

José: Gracias, campeón. Yo también te quiero.

Jesús: ¿Alguna vez en la vida pude elegir? ¿O ya estaba decidido por personas que ni siquiera
me consultaron?

María: Sé que es mucho que asimilar, Jesús, pero tu vida tiene un propósito mayor.

Jesús: Necesito pensar.

José: Dejémoslo pensar.

María: Bien, vamos.

José: Vamos, Jesús quiere pensar en todo esto.

Vitorio: Claro, vayan.

*20.00 María: Quiere estar solo.

Vitorio: Sí, pero en mi caso, es lo mismo. Bueno, ‘me voy’.

José: Hablaré con él. Lo siento, hijo.

Jesús: Estaba distraído.

José: Perdona. ¿Podrías chasquear los dedos así? levanta la mano. Ven, dame una mano. (Y
Jesús, hace chasquear los dedos)

(Se oye una voz que) dice: ¡El agua se convirtió en vino!

José: Gracias, hijo.

Maria: José, ¿oyes eso?

José: Sí, ¿Qué es eso?

(Orlando en el comedor está tocando FELIZ NAVIDAD en el órgano musical)

(Todos cantan y se mueven al compás de la música)

‘Dios es muy bueno’

‘Creó el mundo en siete días’

‘Y un tiempo después’

‘Ahogó a sus propias crías’

‘Creó a Adán y Eva’

‘Y tuvieron sexo entre sí’


‘Si hubo una sola familia’

‘¿Cómo es que estamos aquí?’

‘Hey’

‘No pensemos en los detalles’

‘Hay que tener fe’

*21.00 ‘Dios es todopoderoso’

‘No todo tiene sentido’

‘Jesucristo, su primogénito’

‘Es sensacional’

‘En el desierto, pude ver’

‘El tamaño de su… poder’

María: ¡Qué hermoso!

José: ¡Bravo!

Orlando: ¡Gracias! Sigo trabajando en las rimas, ya mejorarán. Cantaré otra más tarde. Escribí
una canción muy religiosa sobre una lluvia de hombres. Les encantará.

José: Claro.

María: ¡Vamos a comer!

Todos: Comamos.

María: ¡Vamos a comer!

Baltazar: No estaba servido.

Una mujer: ¿Sabes tocar esto? (Le pasa la zampoña que José le regaló a Jesús)

Orlando: Podría servir como clase, el teclado se mueve un poco.

La mujer: José, ¡esto sirve!

(Telma golpea la puerta)

Melchor: Chicos, ella es Telma.

Telma: ¡Hola! Fue difícil encontrar el lugar, pero lo encontré y aquí estoy.

(José mira a Telma, María le da un golpecito en la mejilla para que reaccione)

(Telma levanta la pierna desnuda y la pone sobre la mesa)

María: ¿Quién es Telma?


Melchor: Una amiga, una amiga mía.

Melchor: (A Telma le dice) ¿Quieres probar algo?

Telma: Antes, el dinero.

Melchor: Te pedí que usaras ropa decente.

Telma: Y eso hice, esto es decente.

Melchor: Debes tener frío.

Telma: No, tengo calor. (Lleva ropa provocativa y se quiere quitar parte de su ropa)

Melchor: No, (Melchor le sujeta las manos para que no lo haga) está bien, estás bien así.

*22.00 Telma: No sentías frío en el dormitorio

María: (Se presenta a sí misma) María, encantada.

Telma: ¿Otra chica de Poncio?

Melchor: ¡No! María es la madre del cumpleañero, es su madre, esta es su casa.

Telma: ¿Madre? Vaya, felicitaciones. Podrías ganar mucho dinero.

María: ¿De qué hablas?

Melchor: Solo nos alaba por ser tan religiosos.

Melchor: (Le dice a Telma) María es virgen, por favor…

Telma: ¿Virgen?

María: ¿Quiere empezar?

José: Encárgate. Yo me ocupo.

Gaspar: Ven, quiero hablarte. (Le dice a Melchor)

Telma: Quiero el 30% de comisión. ¿Hay vino espumante?

José: Sí, tenemos vino. Leonor aquí.

Telma: ¡Genial!

José: Hago muebles a medida. Si necesitas algo, avísame.

Melchor: ¡Claro que no es una prostituta! (Le dice a Gaspar, hablando en voz baja)

(Telma, está comiendo una banana y los mira, haciéndoles gestos provocativos)

Melchor: Solo tiene hambre. (Le dice a Gaspar)

Gaspar: O es prostituta o es un avestruz. ¿Cómo es?


Melchor: Es alguien que no quiere ser oprimida por el sistema machista de la sociedad en la
que tú vives.

*23.00 Gaspar: Sí. Entonces, dile… ¡Ay, Dios! Que hoy acate las reglas de esta sociedad
patriarcal. (Telma se agacha, con la cola hacia ellos)

(Todos la miran, mientras Telma, va poniendo en su bolsa, comida, jarras etc.)

Gaspar: ¡Mira, Melchor!

Melchor: ¡Eres muy abusivo!

Gaspar: ¿Yo?

Melchor: Sí, tú. ¡Criticas a todas mis amigas! (Mientras lo toma por la ropa y lo sacude)

Gaspar: Podría golpearte en la cara.

Melchor: Telmita, ven aquí…

Telma: Vino espumante.

(Varios hombres le ofrecen su vaso con vino) ¡Aquí! ¡Toma el mío! ¡Prueba el mío es dulce!

Baltazar: ¿Quién le puso pasas al arroz?

José: ¡Fui yo! Yo preparé todo esto. Le puse clavo de olor al pavo.

Baltazar: ¿Por qué, José?

José: Y manzanas de nuestro jardín a la ensalada de papas, delicioso. Y este año no hay pastel
de chocolate. La sorpresa es un pastel de nueces, con tres capas de jugosas ciruelas pasas y
ron…

Baltazar: José, te diré algo. No cambies nada.

José: Vamos, Balta, prueba las frutas confitadas.

Orlando: ¡Me encantó!

José: ¿Sí?

Orlando: Sí, solo le faltó cilantro en estos platos.

José: Me olvidé, hay un poco.

Orlando: Tráelo.

José: Le preguntaré a María. ¿Dónde está?

Orlando: ¿No está con Jota?

José: Puede ser. ¿Y eso? (señalando un vaso descartable de café que tiene Orlando en la mano)

Orlando: Se le olvidó a la producción.


José: Le pondré cilantro. (Le quita un plato servido que tenía Baltazar)

Baltazar: ¡No hace falta!

*24.00 Una mujer: Repartamos los regalos.

Gaspar: Buena idea. ¡El amigo invisible!

Tía Lupita: El mío es Baltazar.

Gaspar: No puedes decirlo tía.

Tía Lupita: ¿Es con mímica? (Se frota el brazo, como para limpiarlo)

Baltazar: Cielos, la tía Lupita sigue viva de milagro.

Telma: No traje regalo, pero ofrezco un pase por una hora gratis. Mi amigo invisible podría ser
tú. (Señalando a un hombre pelado)

(María está afuera fumando, llega Vitorio)

Vitorio: Qué buena fiesta, ¿no?

María: Es incienso, (Por el humo del cigarrillo)

Vitorio: Soy yo, María. Buenos invitados.

María: ¿Viste a José por ahí? ¿Lo viste?

Vitorio: (aparece cortándole el paso a María) ¿Seguirás escapando de mí?

María: Sé más respetuoso.

Vitorio: ¿Hasta cuándo?

María: Respétame.

Vitorio: No fumas en secreto, te conozco, estuve en tu cabeza.

María: Es mi casa, Vitorio.

Vitorio: Me encanta que me llames así para provocarme.

María: Basta, Vitorio.

Vitorio: Me encanta ese olor a pesebre y estiércol de cabra.

María: Basta.

Vitorio: Creé una piedra dura.

(Se acercan donde están ellos, Telma y su amigo invisible)

Vitorio: ¿La sientes? (Le dice a María)

María: Sí.
(Se asusta María cuando ve llegar a Telma)

Telma: Y así fue como Noé lleno el arca. Qué buena historia, Dios.

*25.00 Telma: Estamos buscando, estamos buscando a los demás.

María: ¿No viniste con Melchor?

Telma: Sí, Melchor. Me preguntó si…no estará entre los arbustos.

María: Nadie salió de la casa.

Telma: Creo que iré a echar un vistazo.

María: ¿Para qué?

Telma: Vaya, huelo a tabaco.

María: Está allá.

Telma: Sí.

María: Lo vi entre las sombras.

María: Esto es una locura. (Le dice a Vitorio)

Vitorio: Lo sé, ¿no? Vayámonos lejos.

María: ¿Qué haces?

Vitorio: Escapemos juntos.

María: Basta.

Vitorio: La humanidad ya está comprometida, dejemos que colapse. ¿Sí?

María: No.

Vitorio: Construiré un hotel junto a la playa, tendrás tu propio negocio.

Maria: No puedo.

Vitorio: Puedes hacer lo que sea, llevo 30 años esperando esto.

María: ¿Y si Jesús no acepta?

Vitorio: Buscaré a algún otro idiota, cualquier puede hacerlo.

María: Deja que hable con él.

Vitorio: ¿Quieres ir a otro Planeta?

María: Basta, Vitorio.

Vitorio: Vamos a Marte.

Maria: Basta.
Vitorio: Vamos a Júpiter.

María: Por favor…

Vitorio: O a Urano.

María: ¿Tienes que susurrar así?

Vitorio: Urano está lejos y es frío.

María: No hables así.

*26.00 Vitorio: Pero te abrigaré con mi barba.

María: Esa voz…

Vitorio: Sabes lo que puedo hacer.

María: No tienes que usar esa voz. ¡Basta!

Vitorio: ¿Qué pasa?

María: Basta, Vitorio, ¿estás loco?

Vitorio: María, juegas con mi vida

María: ¡Estás loco!

Vitorio: Juegas con mi mente.

María: ¿Qué sucede?

Vitorio: Me enloqueces, María, ven aquí.

María: Basta.

Vitorio: Creé otra piedra, siéntela.

José: ¡María! (Llamándola)

María: Es José, ahí viene. Vete, nos verá.

José: ¿María? ¿Dónde está esa mujer?

Vitorio: ¿Quieres que lo deje ciego?

María: Basta con eso.

Vitorio: Será rápido.

María: Basta.

Vitorio: Puedo dejarlo rengo, está de moda. Hay por todos lados.

María: Bueno, quizá…

Vitorio: Hagámoslo.
María: ¡Basta! Estoy enloqueciendo.

Vitorio: ¿Prometes pensarlo?

María: Primero hablaré con Jesús.

Vitorio: Mereces un hombre que te valore.

María: Bien, suéltame.

Vitorio: Ve. Por el amor mío.

Orlando: (Intercepta en el camino a María) ¿Puedo ayudarte?

María: Permiso.

Orlando: ¿A dónde vas?

María: Vivo aquí.

Orlando: Jesús está descansando.

María: ¿Qué?

*27.00 Orlando: Estaba exhausto, pero le diré que viniste. ¿Sí? Nos vemos.

María: Soy su madre.

Orlando: Lo sé. ¿Quieres dejarle un recado?

María: No me provoques, ¿sí? Sé de dónde vienes, conozco a los de tu clase. Y conozco gente
que ha mandado matar.

Orlando: María, ¿no?

María: Doña María, para ti.

Orlando: Te llamaré Maricota. Maricota, Jota está agotado. Esos 40 días en el desierto fueron
fascinantes. Hizo muchas cosas que ni sabía que podía hacer. ¿Lo dejamos descansar, chiquita?

María: Primero, ‘chiquita’ un carajo. ¿Sí? Bueno, esta es la María verdadera. Esta es María, la
orgullosa, la que pisa la cabeza de la serpiente. Ningún mendigo manipulará a mi hijo.

Orlando: Mendigo no, voluntario.

María: Te diré algo, entraré en ese cuarto o tu próximo trabajo voluntario será para una ONG,
cuando vayas a rescatar tus bolas del fondo del mar Muerto.

Orlando: ¡Avemaría!

María: Permiso, gracias.

Orlando: Qué agresividad.

(María, llama a la puerta donde está Jesús)


María: ¡Jesús! ¿Tú cerraste?

Orlando: Habrá sido él.

María: Nunca traba la puerta.

*28.00 Orlando: Déjalo volar, chiquita.

María: ¡Jesús!

Orlando: Estará durmiendo, debe ser el té.

María: ¿Qué té?

Orlando: Estaba confundido. Dijo que necesitaba pensar para calmar su mente, así que le
preparé un té.

María: ¿Qué tipo de té?

Orlando: Lo encontré escondido en la cocina.

María: ¿Usaste el té para el glaucoma de José?

Orlando: ¿Es fuerte?

María: ¿Cuánto usaste?

Orlando: Jesús tenía sed, pobrecito. Se bebió hasta la última gota.

María: (Golpea la puerta) ¡Hijo!

Jesús: (Está tendido en la cama) ‘El té no funcionó’

María: Es mamá, cariño. ¡Cariño!

Jesús: ¿Orlando?

Jesús: (Drogado, ve una luz en el techo de la habitación y aparece en un jardín)

*29.00 Escucha una voz, que le dice: ‘La vida tiene otros planes para ti, FELICIDADES JESÚS
ADULTO, tu vida tiene un propósito mayor. Mantén la mente abierta. ¡Un mariposón blanquito!
- ¿Cómo tomará Jesús lo de ser el hijo de Dios? – Debes comprender que ahora eres Dios
también. – Ahora puedes hacerlo todo. –

Jesús: ¿Dónde estoy?

Buda: Estás dentro de tu cabeza.

Jesús: ¿Quiénes son ustedes?

Buda: Todos pasamos por ese dilema. Yo soy Buda, y él es Shiva.

Jesús: ¿Y tú?
ALIEN: Tom Cruise te lo explicará algún día. Y él es Jah (Jahvé o Jehová), pero cuesta llegar hasta
él. Me comería unos frijoles, si tienes.

Shiva: También está Alá.

Buda: Alá ya volverá, ¿verdad?

Shiva: Sí, es muy tímido.

Jesús: ¿No deberías tener 4 brazos?

Shiva: ¡Carajo! ¡Agnaldo!

*30.00 Agnaldo: Espera, ya voy. ¡Lo siento! Ya voy. Un minuto, lo siento. Estaba en mi hora de
almuerzo. Hola a todos.

Shiva: Ocupa tu lugar.

Agnaldo: Cálmate. (Agnaldo se ubica detrás de Shiva y pone sus brazos debajo de los brazos de
Shiva, para que este se vea con 4 brazos)

Shiva: Jesús, ser un dios es muy divertido.

Jesús: Tenía otros planes.

Shiva: Igual que todos. ¿Crees que yo quería estar aquí pintado de azul y tener a Agnaldo atrás?

Agnaldo: No es divertido.

Jesús: Pero, ¿por qué yo?

Buda: Acumular la ira es como sostener un carbón caliente para tirarle a alguien te quema.

ALIEN: ¡Basta ya, Buda!

Buda: ¿Qué?

ALIEN: Cada vez que no sabes la respuesta a algo, inventas una frase para fingir que lo sabes
todo.

Shiva: Y no sabes nada.

Buda: Sé más que tú.

Shiva: ¿Cuál es el sentido de la vida?

Buda: Bueno, el sentido de la vida. Es una hoja flotando en un río, sin agua, sin fronteras, solo.

Shiva: Esos ridículos clichés solo funcionan con tus seguidores. No sirven aquí, querido.

ALIEN: (En tono enojado) ¡Admite que no sabes!

Jah (Jahvé o Jehová): Me tomaría un helado.

Jesús: Concentrados, chicos.


Shiva: ¿A qué le temes, Jesús?

Jesús: Tengo miedo de fallar, de ser malinterpretado.

Shiva: Deja todo por escrito, nadie entenderá mal.

Jesús: Pero, ¿soy la persona indicada?

*31.00 ALIEN: Relájate, hombre! La gente es muy crédula, creen en cualquier cosa. ¡Mírame!,
¡Mira a Shiva!, ¡Míralo a él! (Señala a Jah)

Jah (Jahvé o Jehová): ¿Una pitada?

Jesús: ¿Creen que debería aceptar?

Shiva: Creo que esta oportunidad no se volverá a repetir, amigo.

Jesús: Bueno, gracias. Me aclararon la mente.

Buda: Eso es, Jesús. Sigue aprendiendo y… (Recibe un golpe de Agnaldo) ¿Qué diablos?

Agnaldo: ¡Es insoportable!

Jesús: ¡Basta! ¿Qué pasa?

Agnaldo: ¡No lo soporto!

Buda: Solo decía…

ALIEN: ¡Es insoportable!

Jesús: Cálmense todos, esto no es necesario. Ya me voy.

Shiva: Choca los cinco.

Jesús: ¿Dónde están las otras? (Pregunta por los otros brazos de Shiva)

Jah (Jahvé o Jehová): Oye, hermano ¿te diste cuenta de que serás padre e hijo al mismo
tiempo? Es genial, hermano.

Buda: No le hagas caso está ido.

Jah (Jahvé o Jehová): Estoy muy drogado.

(Cambia la escena. Aparece el cuerpo de Jesús, acostado sobre la rama de un árbol, con los
brazos colgando)

*32.00 Jesús: ¿Dónde estoy? ¡Mierda! ¡Maldición! (Se baja del árbol y va caminando)

(En otra escena está Vitorio, Orlando como desmayado en sus brazos, Vitorio con una jarrita le
está por tirar agua para bautizarlo) (María pinta un cuadro de la escena)

María: Llamaré a esta pintura, ‘El bautismo del nuevo hijo de Dios’. ¡Maldición!

(María a propósito desecha ese cuadro también)


Vitorio: ¿No? ¿Otra vez?

María: Es increíble. Esta vez saldrá bien.

Melchor: ¿Estás segura? Ya van muchas veces… El borgoña se ve un poco.

Vitorio: ¿Sabes qué? Ya está, ya está terminado. Estás bautizado, hago esto y terminamos.

Orlando: Gracias, Dios.

(De improviso Jesús aparece)

Jesús: ¿Qué sucede aquí?

Melchor: ¡Jesús! ¡Gracias Señor!

Varios: ¡Regresó!

María: Sabía que volverías, ¡qué alegría!

Jesús: ¿Volver de dónde?

María: Te fuiste por una semana.

Jesús: Pareció 5 minutos.

María: El té de José es fuerte, les dije.

Vitorio: Creíamos que habías renunciado a tu misión.

Jesús: No, lo estuve pensando.

*33.00 Orlando: Relájate Jota. Ya les dije quién eres realmente. Les dije que eres salvaje, que
eres un Capricornio travieso. A veces, demasiado travieso.

Jesús: Mira, Orlando…

Orlando: Los tres Reyes Magos me ayudaron.

Gaspar: Y tienes toda la razón nadie puede elegir tu camino.

María: Orlando fue una bendición.

Orlando: ¡Ya basta!

María: Es la verdad.

Vitorio: Haz de mí cuando le digo a Abraham que mate a su hijo.

Orlando: ¡Lo haré! De camino hacia acá, me crucé con Abraham, que venía con un hacha. Le
dije: ‘¡Abraham’…

Jesús: Eso es viejo, no es de él. ¡Te robaste el chiste de otro!

Orlando: ¡Jesús!

Jesús: Estoy aquí para decir…


Orlando: Cálmate, Jota.

Jesús: ¿Qué pasa?

Orlando: Es tarde, yo soy el hijo de Dios. Tú puedes volver con José.

Jesús: Orlando.

Orlando: Es hora que me llames Lucifer. (Se transforma Orlando en Lucifer)

(Vitorio sorprendido deja caer la jarra que tenía en la mano)

Jesús: Carajo.

Orlando: Llámame Lucifer. Fue tan fácil tentarte en el desierto, Jesús.

María: ¿Qué dices?

Lucifer: Fue rapidísimo.

*34.00 Jesús: No puedo creer que siempre hayas sido otra persona. ¿Me estabas usando? Creí
en ti, amigo. Pensé que era algo real, creí que yo era especial. (Lucifer hace pucherito como
para simular llanto). Pero no, solo me estabas usando. Eres tóxico, ¿sabes? ¡Prostituto! (Lucifer
ríe)

Vitorio: Lucifer, te ordeno….

Lucifer: ¡Fuera! (Lucifer levanta la mano y Vitorio sale volando lejos, y cae al suelo)

Vitorio: ¡Dios mío!

Lucifer: ¡Vaya! ¡Me gusta este poder! ¡Estás acabado, abuelo! La era de Dios se acabó. Su hijo
tomará el mando.

Jesús: Dije que lo haré…

Lucifer: Yo tomé su poder, yo soy su hijo. ¿Quién será mi primera dama? (Hace un gesto con la
mano para atraer a María, y la besa)

Melchor: ¡Qué asco!

José: No puedo encontrarlo. ¡Oye! Deja a mi esposa ahora mismo…(Lucifer, hace el movimiento
de detener a José, que venía caminando y lo deja paralizado en el lugar)

Gaspar: ¡Cielos!

*35.00 Lucifer: ¡Haré que el mundo sea grande otra vez! Es hora de mi venganza. (María está
quieta, como hipnotizada)

(Los tres Reyes Magos, hacen posturas de Artes Marciales) (Lucifer mueve las manos y los
convierte en ratones)

Lucifer: Ahora pueden representar ‘Ratatouille’

Jesús: ¡Mis padrinos!


Vitorio: Hijo, no sé qué me pasa. Solo tú puedes salvarnos. (Lucifer ríe)

Jesús: (Levanta las manos y le salen luces) Orlando, será por las buenas o por las malas.

Lucifer: ¡Mírala a ella! (Se refiere a María, y se ríe)

Jesús: (Hace una bola de luz y se la arroja a Lucifer) (Lucifer la recibe y es un pescado)

Lucifer: ¿En serio? ¿Pescado?

Jesús: Lo siento, aún estoy aprendiendo.

Lucifer: María, ve a buscar pan. Te mostraré poder verdadero.

Jesús: ¡Dios mío! (Lucifer, mueve las manos y lanza un rayo que se arroja lejos a Jesús) (Jesús, se
mueve sin control)

*36.00 Lucifer: Es inútil, Jesús. No tienes la fuerza para enfrentarme. Ven conmigo,
gobernemos el mundo, juntos. Nadie podrá detenernos jamás.

Jesús: (Escupe en el suelo) Te mostraré mi poder.

Lucifer: Es inútil que lo intentes, puedo hacer lo que quiera contigo. (Lucifer mueve las manos y
Jesús, como pelele, hace lo que le indica) Eso es gira, gira, gira. ¡Para! ¡Haz la Macarena ahora!
Mano a la cabeza, eso es. ¿Puedes menear? Debes llegar hasta abajo. ¡Eso es, reina! Bien,
muéstrame, eso es. Haz el baile del limbo, vamos. Eso es déjame ver. Así es, con una pierna
ahora. ¡Huye del dragón! ¿Dónde está? Ahí está. ¡Corre!

*37.00 Lucifer. Eres un hobbit, busca el diamante. Mételo en la cueva y huye del dragón. Te
escupió fuego. ¡Abajo! ¡Levántate! Toma el diamante. ¡Métete en la cueva! ¡Y corten! Ya me
cansé. (Jesús se desploma en el suelo)

Jesús: (Estando en el suelo, abre los ojos y se levanta. Mientras María y Lucifer están bailando)

Lucifer: Vamos, María. Baila. ¡Baila! (Lucifer ríe a carcajadas)

Jesús: (Se acerca lentamente)

Tía Lupita: ¡Ratones! ¡Aquí hay ratones!

Jesús: (Escucha una voz que le dice): Hijo, él está entre nosotros. (Jesús sonríe)

Jesús: Orlando, tienes razón.

Lucifer: Lo sé.

*38.00 Jesús: La era de Dios se acabó.

Lucifer: Así es.

Jesús: Y solo puede haber un solo hijo de Dios.

Lucifer: Me gustan las personas inteligentes.

Jesús: Y ese hijo puede estar en cualquier parte.


Lucifer: ¿Cómo dices?

Jesús: Él está entre nosotros.

Lucifer: No sé si te entiendo.

Jesús: Dios está en todas partes.

Lucifer: (Señalando a Vitorio). Lo veo ahí con la cadera rota.

Jesús: Pero también está dentro de cada uno de nosotros, incluso dentro de ti.

Lucifer: ¿Cómo es eso? No sé…

Jesús: ¿No? (Jesús levanta las manos y le salen luces)

Lucifer: ¿Qué es eso?

Jesús: (Le ocurre algo, y de pronto se eleva y desaparece)

María: ¿Qué?

*39.00 Lucifer: ¿Y Jesús? Olvídalo, se fue. Es un cobarde. Sabe que no puede… sabe que… Me
siento… sabe qué. Comí algo que no me cayó bien. (Hace movimientos con la cabeza, no puede
hablar bien) Es sólo acidez estomacal (empieza a temblar y todo su cuerpo estalla)

Jesús: ¡Vete a la mierda! (Todos están salpicados con sangre de Lucifer) (José puede moverse,
María vuelve en sí, los tres Reyes Magos vuelven a ser hombres)

María: ¡José!

José: ¡María!

María: ¿Estás bien?

José: Sí.

María: ¡Mírame!

Melchor: ¿Qué es esto? Dios mío, Baltazar.

Tía Lupita: (levanta algo del suelo) ¿Es mermelada? (Y se lo lleva a la boca) Vi a unos ratones
pasar por aquí. ¿Dónde están?

Vitorio: ¿Ya entiendes por qué te necesito, hijo?

Jesús: Sí, papá.

*40.00 Vitorio: El mal siempre regresa. Ese impresionante.

María: ¿Estás bien, Jesús?

Jesús: Ahora sí, mamá.

Una persona les dice a los invitados: ¡Fuera! ¡Váyanse!


José: Me alegra que hayas aceptado tu misión, hijo.

Jesús: Aún no acepté, papá.

Vitorio: ¿Cómo que no? Dijiste que entendías.

Jesús: Sí, pero aún no acepté. No sé si estoy listo para dejar todo. Además no creo que sea para
mí, ¿sabes? No estoy muy de acuerdo con tu forma de obrar. Hacer que un padre mate a su hijo
solo por diversión, convertir a toda una ciudad en piedras y después matarlos a todos, encerrar
a Jonás todo un mes dentro de una puta ballena. Eso está mal. A mí me gusta el malabarismo,
las cuentas, la música y la poesía…

Vitorio: Sé que nos manejamos distinto. A veces, mis bromas van demasiado lejos. Pero
escúchame, acabas de cumplir 30 años, ¿no? ¿Qué tal si hacemos una prueba de tres años?

Jesús: ¿Eso es posible?

*41.00 Vitorio: Claro. Si al cumplir 33 años no quieres hacerlo, buscaré a otro y tú volverás a tu
poesía, a tu música y todo eso.

Jesús: Espera, ¿es en serio? Si cambio de opinión en tres años, ¿Todo volverá a ser como antes?

Vitorio: Totalmente. A los 33, serás libre.

Jesús: ¿Lo prometes?

Vitorio: Soy Dios, yo no miento.

Jesús: Bien, pero con una condición.

Vitorio: ¿Cuál?

Jesús: Quiero elegir a los doce hombres que me seguirán.

Vitorio: Ya veo. Sabes que no tienen que ser doce hombres, ¿no? Podrían ser mujeres.

Jesús: Lo sé, pero ya tengo doce hombres en mente.

Vitorio: Seguro.

María: Oigan, ¿Qué pasó?

Vitorio: (Se asusta, y le pega a esa persona gorda y con cabellos largo, y cae al suelo TERCERA
CAÍDA)

María: Está muerto.

Vitorio: Me dio un susto del carajo. Salió de la nada

Jesús: Era totalmente innecesario. A estas cosas me refería.

Vitorio: Revívelo de una vez. Hay fuego allá.


José: ¿Dónde?

Vitorio: María, ven conmigo.

María: No, no puedo.

Vitorito: Rápido.

*42.00 Vitorio: El fuego se extendería rápido aquí.

Vitorio: Quiero crear una niña contigo.

José: ¿Dónde está el fuego?

María: No hay nada, ¡basta!

José: ¿Qué?

María: Nada.

Jesús: Qué innecesario.

Vitorio: Eso es. Despídete de tu mamá.

María: Adiós, hijo.

Jesús: Adiós, mamá. Gracias por todo.

María: Te amamos.

Jesús: Adió, tía.

Tía Lupita: Ve con Dios.

Jesús: Perdona el desorden.

Vitorio: (Abre la puerta para salir con Jesús)

Jesús: (Ve mucha luz que entra desde afuera) ¡Vaya! ¿Vamos al cielo?

Vitorio: ¿Esto? No, iremos a Galilea. Me gustan las salidas dramáticas con efecto de luces. Los
pobres aman estas cosas.

José: ¡Dios!

Vitorio: ¿Qué pasa, José?

José: Quiero hablar con él. Escúchame, Dios. Yo fui muy inmaduro en esta pelea innecesaria por
el amor de María y de Jesús. Quiero disculparme. Me preguntaba si podríamos… ser amigos.

Vitorio: Claro.

José: ¿Amigos?

Vitorio: Amigos.

Jose: (Grita de dolor)


Jesús: ¿Qué fue eso?

*43.00 Vitorio: Un apretón de manos.

José: ¡Mi brazo! Me duele, carajo

The End

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Gregorio Duvivier: Jesús Cristo.

Fabio Porchat: Orlando.

Antonio Tabet: Dios.

Evelyn Castro: María.

Rafael Portugal: José.

Robson Nunes: Baltazar.

Joao Vicente De Castro: Melchor.

Estevam Nabote: Gaspar.

Thati Lopes: Telma.

Karina Ramil: Do Carmo.

Sura Berditchevsky: Tía Lupita.

Fabio de Luca: Lázaro.

Gabriel Totoro: Buda.

Pedroca Monteiro: Shiva.

Joel Vieira: Agnaldo.

Pedro Benevides: Jah.

Noemia Oliveira: Alien.

Dirigido: Rodrigo Van Der Put.

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