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JAVIER ZEGARRA TJ.

EL ANILLO DE FLUVIEL
Capitulo I

El anillo de fluviel

Sam
La muerte desde muchos años, me pareció una ficción, una creación de la imaginación de mama para
asustarme, para dormir inmediatamente y para así olvidar que la cena solo seria un motivo más para dormir ya
que en nuestro hogar y en nuestra mesa solo seria real en sueños y en esas noches seria un buen motivo para
dormir instantáneamente. Creí que la única forma de conseguir el sueño seria enfrentando al miedo, es por
eso que le pedía a mama que me contara aquellas historias que casi siempre nunca terminaba de escuchar. La
muerte era una ilusión sin cuerpo físico, sin rostro. No tenia forma para mí, pero escarapelaba mi piel
entumeciendo todo mi cuerpo, y me sentía abrazado por la oscuridad de aquella vieja y rechinante habitación,
nunca comprendí que muchas veces los sueños que tuve de niño, imaginándola tenían cierta certeza y la
ficción en la que creí por más de 30 años no era ficticia y ahora solo sé que yo estaba equivocado.

Al cumplir 17 años tuve la oportunidad de postular a la universidad criss owen para estudiar leyes, era para
mi una de las universidades mas prestigiosas y destacadas de la entonces llamada era señorial, y que mejor
lugar para estudiar mi tan añorada pasión por entender el sistema de funcionamiento de las leyes en esos
tiempos, en la que según yo formarían en mi a un abogado correcto, a el abogado que desde niño siempre
añore ser, amante de las novelas mas pintorescas de Thomas Harris la espeluznante saga de hannibal lecter
que creo en mi una creencia ciega en la existencia de la ficción renegada que solo los libros podían
proporcionarme, cuando era niño conocí la necesidad, muchos años de mi vida viví el hambre, la
desesperanza, sentí en carne propia la falta de un padre que me diera seguridad y la protección para que
pudiera dormir tranquilo, sentí en carne propia la necesidad de trabajar para poder alimentar a 3 bocas que
dependerían de mi, dayan, Brian y mama, para que ya no trabajara tanto y pudiera al fin descansar al menos
un día en casa, pasaron muchos años ella era la jefa de la casa, su palabra era ley y nadie arremetía sobre ella,
el 26 de noviembre de 1774, llego a casa un extraño visitante, se llamaba jhon mama decía que era hermano
de papa pero ella siempre evitaba hablar de él, el tío jhon era un aventurero, temerario a veces distraído pero
muy divertido, siempre llevaba consigo una pequeña pistola, decía que era solo para asustar a los mediocres,
sin embargo ni el mismo creía eso, cuando llego a casa por primera vez, trajo consigo una maleta muy singular,
era como si trajera consigo un tesoro, un misterio, un pasado que no quería que nadie supiera, mama nos dijo
que no era buena idea correr por la casa, cuando estaba el, pero mis pequeños hermanos no eran unos santos,
siempre desobedeciendo las reglas aparentemente drásticas de mama y ella era muy pacienciosa consintiendo
las desobediencias que después se convertían en gritos y carcajadas.

El tío jhon era alguien que inspiraba confianza, le agradaba mis confusas conversaciones, una noche me
llevo a escuchar el silencio de la noche era increíble, fue interminable aquella sinfonía, podía escuchar las
carcajadas de los vecinos, las conversaciones de la familia de al frente de la calle, pero lo mas hermoso era ver
las estrellas prendiéndose y apagándose. Esa noche le pregunte:

- ¿Como es papa?
- Como no lo conoces
- Creo que no, mama siempre evita hablar de él.
JAVIER ZEGARRA TJ. EL ANILLO DE FLUVIEL
- ¿Como se llama?
- Su nombre fue Sam.
- ¿Fue?
- Así fue, el no abandono a tu madre, él la amaba mucho y ella a él, Sam siempre fue un hombre
solitario, como yo, él siempre quiso darles lo mejor, y por eso ya no esta con ustedes.
- ¿Y donde esta? ¿Volverá con nosotros?
- No pequeño, el ya no podrá volver, es hora de que tu seas el hombre de la casa, sé que el esta
orgulloso de ti, ayudas a tu madre muy bien, sé que siempre te cuidara.
- A veces sueño con el, llega a casa y mama va a su encuentro, pero yo no puedo verlo siempre esta
de espaldas y se me es difícil poder verle.
- A veces los sueños nos hacen saber que las personas que se fueron existieron y siempre están con
nosotros, eres igual a el cuando era niño, el cuidaba mucho de mi al igual que tu cuidas de tus
hermanos menores, nunca se dio por vencido.
- Tal ves yo no puedo ser tan valiente como el.
- Porque lo dices, eres valiente con el apoyo que le das es mas que suficiente.
- Si pero no puedo ayudarla a trabajar para que ella pueda descansar al menos un poco.
- No te preocupes por eso.
- Cuando conoció a tu madre estaba tan enamorado de ella que, me pidió que interceptara por el,
para que pudiera invitarla a salir, era un cobarde con las chicas.
- Mama llora por las noches muy muy despacito conversa con alguien, para que no podamos
escuchar desde nuestra habitación que llora, a veces la escucho, creo que ella no es feliz, y creo
que extraña a papa, quisiera poder ayudarla.
- Él siempre te protegerá al igual que a ella, y no te preocupes que yo siempre estaré aquí para
ayudarlos en lo que quieran.
- Gracias tío jhon.
- No me digas tío jhon, solo dime jhon, que me siento viejo.

Reímos esa noche, me conto de papa y pude comprender que papa no nos abandonó, él nos quería
mucho, y sé que tal ves algún día pueda ser igual a él.

Pasaron los meses en la navidad de ese año fue inolvidable el tío jhon se disfrazo de santa, fueron
unas de las pocas veces que se realizo un verdadera cena de navidad, tal ves el tío jhon fue un ángel
caído del cielo, o tal ves algo parecido, esa noche tuvimos regalos, nuestro propio pavo y como
cada año en ese día era el cumpleaños numero 10 de dayan cantamos viejos canticos y el happy
briday a dayan, pasada la media noche ya no había pavo, mas canticos para cantar, ni véngala que
encender, mama apago las luces y solo quedo esperar un nuevo día en nuestra casa con un nuevo
integrante de la familia.
JAVIER ZEGARRA TJ. EL ANILLO DE FLUVIEL

Capitulo II

Esteban
Era 27 septiembre de 1992 Esteban Bustamante abogado de profesión, estudiaba un caso aun tanto
complejo, casi lo de siempre esposos que degollaban esposas por un desenfrenado ataque de celos, o
homicidios de hermanos por un ardo patrimonio familiar, eso era cosa de los días, nunca estuve tan
asustado, aquella noche no pude dormir sentía una escalofriante brisa en las mejillas, podía sentir mi
aliento salir y congelarse en aquel frio ambiente, aquella noche podía escuchar el sonido del viento en la
ventana, la madrugada ya era próxima, el reloj daba las 2:30 de la madrugada debía aun desglosar aquel
expediente la señora isabella diamante estaba casada con kurt rousell un escritor conocido y admirable por
sus susodichos libros, publicados ese mismo año, muchos lo describían como un solitario, empedernido,
algo atormentado, la mayoría de sus libros relataban historias de suspenso del que el único participe era un
hombre llamado fluviel, un hombre sin rostro, una creación algo escalofriante, un hombre que había
surgido únicamente de un sueño según el, que poseía consigo el anillo de la muerte, anillo que según su
libro fue completamente extirpado ferozmente y que al darse cuenta no solo poseía el anillo sino que en él
estaba incluido también su dedo, era un anillo inigualable, un anillo de pocos plateado con un gravado
singular que solo se mostraba a la vista cuando era portado por su legitimo dueño, la muerte, como es
sabido la curiosidad humana llevara ala destrucción del hombre , y para que el portador reclamara como su
propiedad el anillo tenia que hacer su trabajo el de mandar a 500 almas al inframundo, pero él no lo dudo
y siguió con el trabajo encomendado, sin embargo para esto recibió la visita de un hombre extraño quien le
daría las reglas del juego, así fue como lo llamo a este trabajo que poco hombres harían y pocos hombres
estarían dispuestos hacer. Pero para fluviel no seria una carga por que estaría dispuesto a vender su alma al
mismísimo diablo, era un hombre rencoroso, malicioso, avaro, pretencioso y sobre todo era malvado
conocía el significado del anillo y que podía hacer con el, seguía ciegamente en el sufrimiento de los demás
personas con las que tal ves nunca cruzaron miradas con el, personas a quien sentir un resentimiento
imperdonable, un sentimiento de aborrecimiento indescriptible un odio inentendible, bastaba tan solo que
la persona besara el anillo, y entraba a una consumación de familias enteras que envejecían, los jardines se
secaban, las casas iban poco a poco desplomándose, las habitaciones se convirtieron silenciosas, ya no
existían jardines de abundantes flores y rosas ni tampoco niños corriendo en los pasillos de las casas, todo
iba deplorándose, los rumores decían que la muerte había visitado a ciertas familias por ser mezquinos, por
ser ambiciosas, el sufrimiento abundaba, familias enteras envejecidas iban muriendo uno a uno, al igual
que una plaga, se desconocía el motivo, los niños iban desapareciendo ya no existía los ecos de sonrisas en
los hogares, era como si un huracán hubiese acabado con todo jardín, toda casa y toda familia, todo se
degradaba al pasar los días no solo eran familias del buen tener sino que también familias de escasos
recursos económicos, arraso con todo medio de vida, las familias fueron muriendo, los parques ya no eran
habitados por niños, ya no habían sonrisas por ningún lado, ya no habían jardines verdes con variedades de
flores, no habían mas animales la poca fauna en los bosques había desaparecido, el corazón endurecido de
fluviel arraso con toda forma de vida, cual seria su siguiente objetivo seria arrasar con todo el mundo o el
también envejecería hasta terminar igual que todos los que habían tenido el mismo destino que les dio
aquel anillo.
JAVIER ZEGARRA TJ. EL ANILLO DE FLUVIEL

CAPITULO III

La cabaña

La soledad de esteban , socorrió al silencio ya habían pasado 3 años desde la muerte de su padre, a pesar
de las diferencias entre el y el que en vida fue el señor Ricardo, adolecía de la ausencia que dejo su padre en la
vieja cabaña que compro en las afueras de la ciudad de Villalobos, fueron tantas las noches y tantos días
silenciosos que compartieron su padre y el desde la partida de su madre, recordar cuan triste fue la despedida,
tantas preguntas sin respuestas que para don Ricardo Bustamante nunca fueron temas de conversación,
esteban paso días enteros contemplando la habitación en la que su madre al caer la noche siempre visitaba
para contarle la vieja historia que cada noche media dormida y cansada siempre le contaba entre sueños,
aquella historia que escuchaba tan atento, tembloroso cuando su madre agudizaba la voz emitiendo un muy
silencioso susurro que muchas veces lo asustaba. Extrañaba la presencia de su madre, en aquella cabaña al
caminar por esos largos pasillos que unían las habitaciones, sala y la cocina, se detuvo de inmediato en la
puerta, visualizo que la mesa ya se había degradado, con el tiempo, sabia que el tiempo no había pasado en
vano, era áspera su madera y tenia agujeros con si en ella hubiesen pasado mil bichos, el tapiz polvoroso chin
chirriante al caminar por él, la vajilla que estaba ubicada en una esquina muy solitaria como si solo fuese
adorno facial de la casa, como una puerta o una ventana mas, ya habían pasado muchos años y esteban aun
conservaba en su mente la presencia y compañía silenciosa de su padre, sentado en aquel viejo sillón junto a la
chimenea, nunca se pregunto que pensaba en ese rincón silencioso sin decir palabra recordó que muchas
veces cuando él ya era joven su padre estallaba en unas rabietas incontrolables que comenzaban con
preguntar quien era el, que hacia allí, y terminaban con un llanto igual al de un infante, esteban amaba a su
padre aun que el no tuviera la menor idea de quien era el jovencito que yacía frente a el llamándolo papa,
recordar cada experiencia vivida en esa cabaña lo lastimaba, tal ves él nunca fue su padre o tal ves la ausencia
de su madre lo había vuelto loco, loco al extremo de olvidar que él era su hijo esteban y el viejo en el que se
había convertido, antes fue Ricardo Bustamante su padre o tal vez lo solía ser.
JAVIER ZEGARRA TJ. EL ANILLO DE FLUVIEL

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