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¿Cómo

hacer una lectura


espiritual con la Biblia?
Curso Bíblico para catequistas
Parroquia de San Juan Bautista de Acatic
27 de Marzo de 2019
Invocar

Vivir Leer

Orar Meditar
Paso 1:
INVOCAR AL ESPIRITU SANTO
Hay que orar invocando la presencia del Espíritu
Santo en nosotros: Pedirle al Espíritu Santo que nos
ilumine, que llene nuestro entendimiento y nuestro
corazón. Pedirle que derrame sus carismas y frutos
que El suscita con la lectura de la Biblia.
La Iglesia, nos enseña, que ésta ha de ser leída con
el mismo Espíritu con que fue escrita. (Dei Verbum
12). El Espíritu, que viene en auxilio de nuestra
debilidad y nos enseña a orar como conviene (Rom
8, 26), conduce a que la Biblia sea Palabra de vida
para la Iglesia y para el creyente.

•  El Espíritu Santo es quien nos conduce a
la presencia de Dios. Solo Él puede
hacernos entender verdaderamente lo
que leemos. El Espíritu Santo es el guía, el
conductor, el maestro interior que
enseña a leerla, a comprenderla e
interpretarla y es Él quien conduce la
oración y la hace entregada y profunda.
•  Todo intento por acercarnos a Dios es por
impulso del Espíritu Santo. Sólo el Espíritu
Santo es capaz de levantar nuestro
espíritu a la altura de la Palabra de Dios.
Sin el Espíritu, la Escritura se convierte en
literatura o historia; en un mero objeto
de estudio y ciencia. Sin el Espíritu su
lectura puede hinchar y hacernos
soberbios u orgullosos; con el Espíritu,
edifica S.S. Juan Pablo II, Encíclica
“Dominum et Vivificantem”
Paso 2: Leer
a) Hay que leer la Palabra de Dios despacio:
Para que realmente se aproveche la lectura de
la Biblia, hay que tomarse su tiempo en cada
pasaje y leer poco a poco, despacio y
tranquilamente.
Recuerda que la lectura de la Palabra de Dios
alimenta nuestro espíritu, pero en esta comida
como en cualquier otra lo que verdaderamente
nos hace bien no es comer mucho; sino ir
digiriendo lo que vamos comiendo.
b) Hay que leer la Palabra de Dios
humildemente: No hay que leer para ser más
sabio o más docto como los fariseos.
Hay que imitar la lectura de los santos que se
santificaron en ella. Leamos para amar mas a
Dios y al prójimo, leamos para hacer la voluntad
de Dios y abstenerse de ofenderlo y pecar.
Leamos reconociendo que no sabemos, pero
queremos aprender y cambiar.
c) Hay que leer la Palabra de Dios para ver “Que
dice”. ¿De que trata el texto?, ¿quienes son sus
personajes?, ¿Qué están haciendo?, ¿En que
tiempo están y donde?: Hay que leer la Biblia para
explotar sus riquezas, extraer sus grandes tesoros
de sabiduría, verdad, fe y amor, e imitar el
testimonio valeroso de sus grandes héroes con sus
historias que se reflejan en nuestra vida.
L o s s a n t o s d u r a n t e t o d a s u v i d a l e í a n
continuamente la Sagrada Escritura y ella dominaba
su manera de actuar, de pensar y de vivir.
PASO 3. MEDITAR
Hay que meditar a que se refiere la Palabra de
Dios en relación conmigo, ya que la Palabra de
Dios tiene la cualidad de interpretar mi propia
vida a través de un personaje, una palabra, un
ejemplo.
Hay que meditar ¿Qué me dice la Palabra de
Dios?, ¿Que quiere que cambie o que haga en
mi vida?.

Después de leer, conviene
hacer la reflexión acerca de lo
que dice el texto. Sobre los
valores eternos del texto.
Mientras que en la lectura
asumo de lo que trata el
texto, y que paso en ese
tiempo; ahora me planteo la
pregunta:
•  ¿Qué me dice a mí?
•  ¿Qué mensaje referido al
aquí y ahora, propone este
pasaje con la autoridad
que le da el ser Palabra del
Dios vivo?

Desde una lectura de la Escritura se puede
conocer la voz de Dios para nuestro
tiempo. Los problemas actuales, al ser
contrastados con la enseñanza de la
Palabra de Dios, reciben nueva luz. La
Biblia sirve para iluminar la acción de los
cristianos. La Biblia debe ser la inspiración
frecuente de nuestra meditación para
mejorar nuestra vida y el texto principal
para nuestra propia evangelización.

PASO 4. ORAR
Hay que entrar en oración con Dios para que Él
nos hable y revele lo que no hemos captado
para nuestra vida; nos perdone y nos ame, nos
sane y renueve, nos anime y fortalezca, y entre
en nuestro corazón.

Una buena meditación lleva a la oración, es la
continuación de una reflexión que me lleva a
pensar: ¿Que valores me faltan?, ¿En que estoy
fallando?, ¿A que me invita el texto?. Esto logra
como consecuencia, introducirnos en un
ambiente de oración, para pedirle a nuestro
Señor y creador que arregle esta débil creación y
nos transforme.
En la oración debemos pedir al Señor que por su
gran amor nos perdone nuestros pecados, nos
fortalezca para no volver a caer, renueve
nuestro corazón y por su infinita misericordia
nos levante para seguir.
Ábrele tu corazón al Señor totalmente al estar
en oración, humíllate delante de Él. Tu oración
sea como la del publicano que se reconoció
pecador y necesitado, y pidió a Dios que lo
ayudara; y no como la del fariseo que se creía
bueno y perfecto.
Si la Oración se hace sinceramente, entregada,
con fe y confianza en Dios y en su voluntad, y
humildemente se tendrá en este momento una
verdadera experiencia de Dios, un encuentro
vivo con Cristo que es la Palabra de Dios que nos
habla. Lc 18, 10-14.

PASO 5. VIVIR
La lectura en oración y la comprensión de la Palabra de
Dios conducen necesariamente al amor, a la conversión,
llaman al cambio de vida e invitan a dar testimonio en el
mundo. Este proceso nos lleva a escuchar la voz de Dios
para nuestro tiempo. Y es una voz de liberación de toda
esclavitud desde su raíz, el pecado. No hay amor si no se
traduce en actos y realizaciones de la vida diaria, en
actitudes y compromisos concretos.
El hombre creyente al contrastar la enseñanza del
Evangelio con los problemas que surgen de la vida de la
sociedad, tiende a asumir compromisos para extender el
reinado de Dios y hacer que llegue a todos los hombres la
salvación y la civilización del amor.
No se trata, como muchas veces pensamos, de
orar más para obrar mejor, sino de orar más
para comprender lo que debo hacer y para
poder hacerlo a partir de una opción interior. El
interés por la Escritura y el reconocimiento de
su valor es un signo de que el Espíritu Santo
anima nuestra vida. A través de este signo de los
tiempos, hemos de descubrir a dónde quiere
conducirnos el Señor. Leer la Palabra de Dios
espiritualmente podrá darnos la fuerza para
hacer viva esa Palabra mediante nuestro
testimonio.

La consecuencia del encuentro vivo con la
Palabra es el anuncio de Jesucristo. La mujer
samaritana, después de su encuentro con Jesús,
corre al encuentro de los suyos llamándolos
para que vengan a ver aquel le ha dicho la
verdad (Jn 4, 29). Ellos, al encontrarse con Jesús,
dirán que creen en él porque al oírlo han
descubierto que es el salvador (Jn 4, 42). Quién
se ha encontrado con el Salvador ya no puede
estar quieto y hace suyas la palabra de Pablo:
“¡Ay de mí si no predicara el Evangelio!” (1 Cor
9,16).

LA SAGRADA ESCRITURA ES…
REVELACIÓN PALABRA DE POR INSPIRACIÓN DEL CONFIADA A
DIVINA DIOS ESPÍRITU SANTO LA IGLESIA
ESCRITA PARA LA
SALVACIÓN
1. INVOCAR 2. LEER 3. MEDITAR 4. ORAR 5. VIVIR
Al Espíritu ¿Qué dice el ¿Qué nos dice ¿Qué le ¿A qué
Santo para que texto bíblico? Dios por su decimos a conversión y
nos ilumine. Palabra? Dios motivados acciones nos
por su invita Dios?
Palabra?
P r e p a r a r s e Comprender la Actualizar la O r a r l a P r a c t i c a r l a
para recibir la Palabra… Palabra… Palabra… Palabra…
Palabra…
Para descubrir P a r a P a r a h a b l a r Para conducir
Para que sea l o q u e D i o s r e f l e x i o n a r c o n D i o s y nuestra vida
Dios en verdad nos enseña, su sobre nuestra c e l e b r a r (actuar) según
q u i e n n o s m e n s a j e a vida, mejorarla, n u e s t r a f e los criterios de
hable y nos t r a v é s d e l c o n o c e r s u personalmente D i o s
enseñe con su a u t o r s e n t i d o , y , en familia o (conversión).
Palabra viva. inspirado. f o r t a l e c e r l a comunidad.
esperanza.

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