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Estudio Bíblico Daniel 4

https://www.youtube.com/watch?v=MxQsLNQQiy4

El honor y la alabanza sean siempre a nuestro Creador. Y así como en la antigüedad las iglesias
primitivas esperaban al Apóstol Pablo, esperaban sus cartas, nosotros cada semana esperamos
los Estudios Bíblicos, ya no tanto ese método escrito, ya más un método audiovisual. Pero hoy
hermanos, Dios nos permite esta gran bendición de ser parte de un Estudio Bíblico en vivo, por
eso vamos a disfrutar de él, y los dejo en compañía del Ministerio de la Iglesia, nuestra hermana
María Luisa.
Entonces nosotros, hoy dispuestos para nuestro Dios, para honrar al Señor, estamos estudiando
el libro de Daniel, estamos estudiando el libro de Daniel porque ya terminamos el libro de
Ezequiel. El libro Ezequiel fue un libro muy importante, de tal manera que van a volver a repetir
otra vez los Estudios Bíblicos que se dieron de Ezequiel, desde el capítulo 1 hasta finalizar
Ezequiel se van a repetir nuevamente, porque hubo muchas enseñanzas importantes y se van a
volver a repetir para todas las personas que no han podido ver a Ezequiel.
Y aquí nosotros, pues, vamos de nuestra secuencia en Daniel capítulo 4. Daniel es un libro de
historia también, aunque tiene mucho testimonio, aunque hay muchos ejemplos muy bonitos
en Daniel, donde nosotros también nos enriquecemos en nuestra vida espiritual con ese
ejemplo maravilloso de Daniel, con la forma como él oraba y buscaba a Dios y la forma como
Dios le hablaba a Daniel.
Uno siente como envidia de Daniel, diciendo: Señor yo quiero también que me hables como le
hablabas a Daniel. Entonces el Señor dirá: pues dispón tu corazón como lo dispuso Daniel y
verás y verás que se puede, se puede.
Así que vamos aquí en el capítulo 4 de Daniel cuando dice que, vamos a estar leyendo todos, es
un poco largo el capítulo pero es importante leerlo dice:
Daniel 4:1
Daniel 4:2
Daniel 4:3
Aquí vemos que Nabucodonosor estaba engrandeciendo a Dios, porque él vivió una experiencia
con Dios, porque él era un pagano, él era el rey de Babilonia, pero Dios le dio experiencias y le
mostró muchas cosas para el futuro y él en agradecimiento dice que convenía engrandecer a
ese Dios de Daniel o a ese Dios del pueblo de Israel en aquel entonces, sigan.
Daniel 4:4
Daniel 4:5
Dice que él vio visiones.

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Daniel 4:6
Daniel 4:7
Daniel 4:8
Entonces dice Nabucodonosor que su dios de él se llamaba Beltsasar, y que ese nombre de
Beltsasar se lo puso a Daniel, que era un príncipe que habían llevado cautivo desde Israel.
Entonces dice que nadie, ningún adivino pudo revelarle a Nabucodonosor el sueño que tuvo.
Entonces en el verso 9 dice:
Daniel 4:9
Daniel 4:10
Daniel 4:11
Daniel 4:12
Daniel 4:13
Daniel 4:14
Daniel 4:15
Daniel 4:16
Daniel 4:17
Daniel 4:18
Daniel 4:19
Entonces él le pregunta a Daniel y Daniel le da la interpretación.
Daniel 4:20
Daniel 4:21
Entonces pasamos al verso 24 porque él está nuevamente contándole todo el sueño que él
tuvo. Para que Nabucodonosor creyera en la interpretación, Daniel le contó a él toda la visión y
todo el sueño que él tuvo, entonces le está dando la interpretación, y aquí en el verso 24 le
dice:
Daniel 4:24
Daniel 4:25
Esa es la interpretación. Sigan con el 26.
Daniel 4:26

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Daniel 4:27
Entonces ya Daniel entra decirle: acepte mi consejo rey, si no quiere usted sufrir esto que viene,
acepte mi consejo.
Daniel 4:28
Entonces en el verso 28 dice que toda esta fue la experiencia que vivió Nabucodonosor.
Daniel 4:29
Daniel 4:30
Daniel 4:31
Daniel 4:32
Daniel 4:33
Y luego dice que él estaba hablando cuando él comenzó a transfigurarse y se volvió ese
monstruo o ese animal que Daniel había interpretado en él, y que sucedió igual, duró el
comiendo pasto como los bueyes, durmiendo fuera y mojándose con el rocío del cielo. Dice
que él se volvió como ese animal.
Pero dice que él en medio de ese trance que él experimento, se acordó del consejo de Daniel de
arrepentirse, de pedir perdón a Dios y reconocer que el Dios que hizo los cielos y la tierra, que
el Dios de Israel era el Dios verdadero y no ese dios o esos dioses en los que él creía. Cuando él
reconoció estas cosas y se arrepiente, es lo que cuenta aquí, entonces es cuando Dios tiene
misericordia de él.
Y entonces aquí en el verso 34, lean en el verso 34.
Daniel 4:34
Entonces él acepto el consejo de Daniel pero después que le sucedió esa experiencia. Y esa
experiencia no fue de semanas ni de meses, eso fue mucho tiempo que él duró así convertido
en una bestia. Y en el 35 dice:
Daniel 4:35
Él está engrandeciendo a Dios. Sigan.
Daniel 4:36
Entonces ahí Dios lo perdonó y Dios le devolvió la razón y él volvió otra vez a ser el que era
antes, pero ya con la diferencia que él reconoció que el único y verdadero Dios era el Dios de
Israel. Entonces en el 37 dice:
Daniel 4:37

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Esa fue la declaración que tuvo Nabucodonosor refiriéndose al Dios del cielo, al Creador de los
cielos, a nuestro Dios.
Esta es la historia de Daniel. ¿Qué aprendemos nosotros?, ¿Qué vemos aquí? Tantas cosas,
aprendemos y retomamos: Dios vive, Dios existe, Dios es poderoso, Dios está con los que se
humillan, con los humildes, con los mansos, con ellos está Dios y Él merece la honra, la
alabanza, que se le engrandezca.
Y aún este Nabucodonosor, siendo un pagano, siendo un rey que no pertenecía al pueblo de
Israel y engrandeció a Dios y Dios le dio experiencias, entonces Dios lo escuchó y Dios lo bendijo
porque otra vez lo restableció, le entregó el reino.
Y esta historia seguramente quedó allá escrito para muchas generaciones y nosotros hoy que
leemos y vemos el poder de Dios, vemos que nosotros hoy sentimos también ese poder de Dios
en nuestra vida, esa presencia del Señor en nosotros, porque cuántas veces nosotros hemos
clamado a nuestro Dios y Él nos ha escuchado, Él de una u otra manera nos bendice, nos ayuda
y está a nuestro socorro, a nuestra ayuda, Él viene a auxiliarnos en el momento de las
dificultades.
Entonces Dios es poder, por eso Él merece la alabanza, Él merece la honra, Él merece el respeto
y el valor, así que la gloria y la honra sea para nuestro Dios.
Esta noche entonces vamos a empezar con el Estudio Bíblico, con las preguntas que ustedes
tengan, vamos ahora sí a aprovechar el tiempo para ello.
Preguntas
Hebreos 12:15
Esta raíz de amargura aquí es como la conciencia. La amargura es una tristeza profunda,
constante, una constante. Una persona puede tener una tristeza profunda todos los días, todos
los días, por algo que haya pasado en su vida, entonces tiene eso, entonces se le llama
amargura. Porque a veces alguien está triste pero momentáneamente está triste, y eso le pasó
unas horas o estuvo un día triste y ya, pero la amargura es una constante, entonces por eso es
una tristeza constante, le llama aquí la Biblia, en el vocabulario de español antiguo “amargura”.
Y aquí en Hebreos cuando habla y dice que alguno que tenga esa “raíz de amargura”, es porque
hubo personas que tuvieron esa tristeza constante por causa de su conciencia, de pecados que
hizo y que por esos pecados su conciencia lo está acusando constantemente. Entonces la
persona no se libera de eso sino como que vive con eso, como que de pronto lo sigue y por eso
le dice: no tenga esa raíz más, [no tenga] eso en su conciencia, [deseche] el querer estar
haciendo eso que le produce infelicidad en su vida.
Hay pecados también, que a la persona le producen una infelicidad y eso es lo que estaba aquí
hablando, de un pecado ahí, como una raíz, como que le quedaba todavía algo ahí, y que no
fuera a revivir otra vez, a recaer otra vez, a volver después de que se convierta y cambia y Dios
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le perdona y comienza a vivir una vida nueva en el Señor, como que él tiene todavía otra vez la
tendencia a volver a caer en el mal. Entonces por eso él [Pablo] le estaba diciendo a eso “raíz
de amargura”.
Pero la terminología de la amargura es esa, es una tristeza constante, seguramente alguien de
pronto vive triste por algo en su vida y la tristeza es una constante y entonces cuando llegue a
la Iglesia le dice Dios: has estado triste por cosas que sucedieron en la infancia, por ejemplo.
Hay cosas que llenan a la persona de traumas, de complejos, eso son tristezas que están ahí,
una constante en la vida del ser. Entonces Dios es cuando entra a actuar y a quitar todo eso, a
quitar los complejos y los traumas y todo eso, porque eso es lo que produce una tristeza
constante en su conciencia y no le permite a la persona ser feliz, ni ser libre, es eso. Eso es lo
que significa la amargura.
Pero aquí sobre la raíz de la amargura, también tenía que ver con un pecado que la persona
cometió y otra vez quería seguir en eso, y el pecado también produce tristeza, porque la
conciencia le está diciendo ¿tú por qué estafaste o robaste a aquella persona?, entonces dice:
estoy arrepentido, ¿yo cómo hago para quitar eso? Le hice mal, no debí haberlo hecho,
entonces produce eso en su corazón, esa constante de tristeza o de lamento y por eso a eso se
le llama amargura.
Hoy quizás no se diga amargura, hoy se dice: un complejo, un trauma, quizás se llame de esa
forma.
Daniel 12:1-3
Aquí en este capítulo 12, Dios le da una revelación a Daniel y le está hablando es del
florecimiento del Evangelio de Cristo cuando el Señor Jesús comienza a predicar su Evangelio.
Por eso dice: En aquel tiempo se va a levantar Miguel, el gran príncipe. Pero nosotros vemos
que quien se levantó fue el Señor Jesucristo a predicar su Evangelio.
Daniel 12:2
Y dice el verso 2: Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos
para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua.
Entonces aquí estamos hablando de la obra evangelizadora que el Señor Jesucristo iría a hacer
en la tierra, porque el Señor Jesús enseñó que la predicación y que los que estuvieran muertos,
dice: el que crea en mí aunque este muerto vivirá. Entonces dice que los que se convertían al
Señor estaban muertos para Dios y que ya revivían para Él.
Habla de otra resurrección cuando dice que: Él cuando venga en las nubes entonces que
despertarán los que murieron en Cristo para recibir al Señor. Entonces aquí está hablando ya
es de ese tiempo futuro, que esto no se ha cumplido, esto es un tiempo que vendrá.

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Daniel 12:3
Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la
justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad. Todo esto es predicación del
Evangelio, todo lo que acontecería en la predicación del Evangelio de nuestro Señor Jesucristo,
y que en la predicación del Evangelio de Cristo Jesús, también en Apocalipsis se menciona que
Dios usa a sus ángeles, qué son los servidores, los ministros de él y los usa también para ayudar
a su Iglesia, a su pueblo, a sus escogidos, al rescate y a la lucha contra el diablo.
Entonces todo eso se menciona. Nosotros nunca podemos ver estas cosas porque esto es
espiritual, pero nosotros si cada vez que oramos y le pedimos a Dios por algo, nosotros no nos
damos cuenta que el Señor envía sus ángeles en nuestro exilio y que cuando el diablo viene
contra nosotros a hacernos males, no nos damos cuenta que es una batalla que se forma: Dios
con sus ángeles ayudándonos a nosotros y el diablo con sus ángeles en contra de nosotros.
Entonces solamente lo aprendemos es aquí cuando estos personajes veían visiones, porque
Daniel vio fue una visión donde dice que veía este príncipe que es uno de los principales
ángeles, ministro de Dios al servicio de la Iglesia de Cristo Jesús, y el Señor Jesús haciendo su
obra, también ayudado por los ángeles.
Acuérdense que el Señor Jesús dice que iba al desierto, ayunaba y que allá los ángeles le
servían, dice en los Evangelios, en los Salmos también. Entonces estos son ministros que Dios
tiene para que trabajen durante toda la predicación del Evangelio de Cristo Jesús aquí en la
tierra, y no solamente aquí en la tierra sino después de que el Señor venga en las nubes por su
Iglesia. Allá también con Dios en el cielo o en la eternidad trabajarán esos ángeles y sus
ministros también, ellos tienen también sus labores, siguen con sus labores.
Seguimos, seguimos con otra pregunta.
Levítico 24:10-16
Lo que pasa es que hoy [el castigo] no lo vemos así como en ese tiempo, en el pueblo de Israel
era algo inmediato, el castigo era inmediato, era físico, era una obligación, era una ley y toda la
gente se veía obligada a cumplir las leyes y el que no las cumpliera pues pena de muerte.
El blasfemo estaba blasfemando de Dios. Seguramente diciendo que Moisés era una mentira,
que Moisés era un intruso, que a Moisés Dios no lo colocó, bueno, no sabemos cuál fue la
blasfemia que esta persona cometió. Pero en el Nuevo Testamento, en la época del Señor
Jesucristo, los fariseos fueron blasfemos porque los fariseos decían del Señor Jesús que él tenía
demonio y que lo que Él predicaba era mentira y que Él era mentiroso. Entonces estaban
blasfemando contra la Palabra de Dios que había dicho que Jesucristo era el Hijo de Dios y que
en Él había que confiar. Eso se llama blasfemia: echar abajo la Palabra de Dios y decir que esa
persona es un mentiroso o es un demonio, entonces eso es blasfemia.
En la época la Ley de Moisés había el castigo físico inmediato. Hoy también está el castigo, el
castigo también puede ser físico pero es Dios el que lo hace. En la época de Moisés eran los
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hombres los que castigaban a los otros hombres, por eso era inmediato el castigo y se veía. Hoy
el castigo es de parte de Dios y no se ve. La gente sigue viviendo común y corriente, le parece
que sigue lo mismo y que Dios como que no hizo nada, pero no, Dios castiga. Y Dios castiga
físicamente y si la persona no se arrepiente pues seguramente va a perder la vida eterna
también. Entonces el castigo también sería de perder la vida eterna. Pero Dios sí castiga, sino
que nadie nos damos cuenta en qué momento vino el castigo del Señor. Cuando vengan las
pruebas y las tribulaciones, las dificultades, las enfermedades, los accidentes, la pérdida de los
seres queridos y bueno, catástrofes, ahí si digamos: ¿Será que el Señor me está castigando?,
¿Qué sería lo que yo hice? Seguramente el Señor me está castigando, me está cobrando algo.
Ahí es donde debemos pensar que seguramente Dios nos está castigando por alguna infracción.
Pero Dios sí castiga, Él es el que hace ese castigo, ya no son los hombres como en la época de
Moisés.
Por eso nosotros tenemos que tener no miedo al castigo, sino amor a Dios, amarle no tanto por
decir que yo tengo que seguir y amar a Dios porque o si no me castiga, no, yo tengo que seguir
a Dios y alabarle y glorificarle porque lo amo, porque amo al Señor, no porque me dé miedo del
castigo qué tal vez me venga, no, por miedo no, Dios no quiere que le sigamos de miedo, de
temor, sino que lo amemos con todo nuestro corazón, eso es lo que el Señor quiere. Bien,
seguimos adelante.
Romanos 7:14-17
Este pecado que el Apóstol Pablo está narrando aquí que dice que mora en él, se estaba
refiriendo a antes de convertirse a Dios. Antes de convertirse a Cristo Jesús la gente estaba
viviendo en un pecado constante y eran destituidos de la gracia de Dios, de la presencia de
Dios, y el pecado era constante en ellos, era una constancia.
En el momento que las personas se convierten al Señor y Dios o el Espíritu Santo comienza a
hacer el milagro en los corazones, a quitar ese pecado, a quitar esa tendencia del cuerpo, del
pecado, entonces ya la persona no puede decir que vive con un pecado ahí, ya no puede decir
eso.
Aquí Pablo está diciendo, hablando de la ley, que todos aquellos que vivieron bajo la ley de
Moisés, todos vivieron en pecado porque ninguno pudo ser libertado sino que el pecado se
convirtió en ellos ahí como en una esclavitud y una constante, y él dice que ya los que se
conviertan a Cristo Jesús tienen que dejar ya la ley de Moisés a un lado y comenzar a seguir el
Evangelio de Cristo para que sean libres, para que sean libertados de esa esclavitud, del pecado
en que habían vivido en la ley, porque el Espíritu Santo es el que liberta, es el que entra al
corazón de la persona y le quita ese vicio o esa tendencia.
La ley de Moisés nunca pudo hacer estas cosas, entonces por eso es que Pablo estaba diciendo:
es que cuando yo hacía la ley de Moisés, dice que: yo hacía lo que no quería. Dice:
Romanos 7:14-17

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Romanos 7:15
Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que no quiero, eso es lo
que hago. Lo que yo aborrezco eso es lo que hago. Eso era cuando yo vivía en la Ley de Moisés.
Pero ahora que vive en Cristo, en el Evangelio, dice que ya es libertado de eso y que ahora si él
puede hacer lo que quiere que es agradar a Dios y rechazar y aborrecer lo malo que era el
pecado. Entonces el pecado que moraba era antes de conocer a Dios, antes.
Después de que nosotros nos entregamos y confiamos en el Señor no podemos decir que hay
un pecado habitando con nosotros, una constante. Habrá algún momento en la vida en que
usted cometió un fallo, en que usted se enojó y de pronto, bueno, maldijo a alguien o le dijo
una mentira a alguien, pecó en ese momento, pero no significa que es que esa mentira está
viviendo con usted día y noche, que esa mentira es una constante en usted, no. Sino que fue
un momento que el diablo le puso una trampa y usted cayó en esa trampa pero luego usted se
corrige, eso es diferente.
Mientras que antes de convertirnos al Señor, sí vivíamos en un constante pecado, eso sí, eso es
lo que habla ahí el Apóstol. Bien, seguimos.
Salmos 34:9
Temer a Dios no es tener miedo a Dios. Temer a Dios es honrarle, alabarle, es adorar a Dios. Por
eso dice: témanle todos los habitantes de la Tierra, es adórenle, glorifíquenlo, ensalcen a Dios,
alaben al Señor, adoren al Señor. Eso se llama temer, temer.
Tenerle miedo a Dios en cierta manera es temor, temor y temblor. Ahí si ya dice que hay que
tener un temor o un miedo por el pecado. Si yo peco pues tengo que tener ese miedo o ese
temor de que Dios me va a castigar. Pero el temer a Dios está refiriéndose es a alabar y a
glorificar a Dios, a honrarle, a valorar a Dios, a reconocer a nuestro Dios y adorar y estar con Él.
No es tener miedo, temer no es tener miedo, es alabar y glorificar a Dios.
Salmos 36:7-10
Aquí en el Salmo 36 está reconociendo a Dios, por ejemplo en el verso 7 que dice:
Salmos 36:7
¡¡Cuán preciosa, oh Dios, es tu misericordia!
Entonces esta engrandeciendo y reconociendo a Dios todopoderoso. Y dice en el verso 8, dice:
Salmos 36:8
Serán completamente saciados de la grosura o de la abundancia de tu casa, o del Evangelio de
Cristo Jesús, la Iglesia del Señor, que es la casa de Dios.

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Dice que serán saciados, ¿quiénes? los que tienen temor o aman a Dios, los que buscan a Dios.
Y dice: Y tú los abrevarás o los apacentarás o los sostendrás del torrente de tus delicias.
Salmos 36:9
Porque contigo está el manantial de la vida; está hablando de Cristo Jesús que es el manantial
de vida, Jesucristo es ese manantial de agua que nos da a beber y dice: beban de mí porque yo
soy el agua que salta para la vida eterna.
Entonces dice: “contigo está el manantial de vida”, es Cristo.
En tu luz, es decir, en la luz de Dios, veremos la luz de Cristo Jesús. En tu luz veremos la luz. En
la luz de Dios, Él nos envió a Jesucristo que es luz y por eso nosotros al ver al Señor Jesús, pues
estamos viendo esa luz que es Él, eso es lo que habla el verso.
Salmos 36:10
Extiende tu misericordia a los que te conocen, Y extiende tu justicia a los rectos de corazón.
Los creyentes en Cristo. Todo hombre o mujer que lee la Palabra de Dios, que ha sido
Evangelizado y que ha vivido experiencias con el Espíritu Santo, que Dios está en su corazón,
son estas personas que entran a disfrutar de Dios, de su presencia, de este manantial de vida,
de la bendición de Dios, son todos ellos quienes entran a disfrutar.
Por lo tanto cuando el hombre y la mujer conocen el camino de Dios y entran a disfrutar de ese
manantial de vida, a ver esa luz que es Dios, la luz del Evangelio, la doctrina, la palabra del
Señor que es esa luz, entonces cada hombre y mujer vivirá en paz, tendrá paz, será paz y será lo
que extenderá a los demás. ¿Qué le va a dar a alguien?, pues la paz que hay en su corazón, eso
es lo que usted le puede ofrecer a una persona, eso es lo que alguien percibirá de usted, si
usted tiene paz de Dios, eso alguien se lo percibirá y eso usted dará.
Entonces en este en este mundo nosotros estamos rodeados de mucha gente, sí, personajes en
el mundo y líderes y gobernantes, y cada uno hace lo que bien le parece, y la gente ha
menospreciado a Dios y se han olvidado de Dios, Dios está en segundo plano y por eso no habrá
paz, no hay libertad, no hay felicidad en el ser.
Nosotros los que conocemos de Dios, estamos luchando, luchando y deseando y ansiando que
la gente conozca, que la gente conozca a Dios, que la gente entienda que existe un Dios,
porque es el único que da paz. Entonces en el mundo no habrá paz por las capacidades o el
poder de los seres humanos, hablarán muchas cosas, harán alianzas y se comprometerán pero
nunca habrá paz porque la paz la da es Dios, Dios.
Entonces si los líderes no tienen paz de Dios, no tienen la luz de Dios, la Palabra de Dios, pues
¿qué paz van a tener? ni ellos mismos tienen paz, ¿qué paz le van a dar al mundo? Nuestras
oraciones, nuestras oraciones y nuestra búsqueda de Dios hará que alguna gente conozca lo de
Dios para que ellos a su vez también participen, comiencen a tener paz, para comenzar a

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enseñarle a los otros: mira, la paz viene es por este lado, la paz viene es por buscar a Dios y
reconocer que existe Dios como le pasó a este Nabucodonosor: vivió esas experiencias y
público que el Dios del cielo era el único y verdadero, el único que da la felicidad. Sí, otra
pregunta, sí hermana.
Efesios 2:8-9
Está el Apóstol enseñando: porque por gracia sois salvos, dice, no por la fe. Pero la fe es el
Evangelio de Cristo. Esa fe que menciona ahí es el Evangelio de Cristo. Entonces dice: Por la fe
sois salvos, por la fe, no por obras, que es la Ley de Moisés, las obras son la ley de Moisés, eso
esa parte.
Pero nosotros hoy, seguramente para las personas que le preguntan a usted, o el día de hoy, la
fe de nosotros está acompañada de obras, ¿por qué?, porque cuando nosotros tenemos fe en
el Señor, creemos en Él, comenzamos a actuar, creemos en el Señor y yo comienzo a actuar
inmediatamente, y entonces ¿qué hago?, dejo de pecar, dejo los vicios, dejo de ser mentirosa,
malgeniada, iracunda, entonces eso son obras que comienzo a ofrecer, y luego después de eso
comienzo a orar y a buscar el Espíritu Santo y a recibir los dones y a tener dones, eso son obras.
¿Entonces si ve que la fe está acompañada con las obras? Pero eso que usted está ahí leyendo
se está refiriendo es al Evangelio y a la Ley de Moisés, porque al Evangelio el Apóstol le llama
“fe” y a la ley de Moisés le llama “obras”, porque la Ley de Moisés era una obligación, estaba
escrito y era obligación, usted tiene que hacer esta ley y sino pena de muerte o castigo o la
cárcel, entonces era una obligación, entonces usted lo hacía por miedo: es que yo tengo que
cumplir eso porque o si no voy a la cárcel o si no me quitan la vida, entonces yo lo hago por
miedo, pero no había nada en el corazón de amor a Dios, de fe en el Señor, de buscar al Señor,
si no que era el miedo al castigo, eso es lo que llamaba la Ley de Moisés, las obras.
Entonces por eso el Apóstol dice: es que ahora recibimos los beneficios y recibimos la gracia de
Dios es mediante la fe en Cristo y no en las obras de la Ley, porque la fe en Cristo Jesús hace
que yo crea, confío en Él y comienzo a dar frutos, comienzo a cambiar de vida y esas son las
obras, entonces todo el mundo va a ver mis obras que hice por la conversión en el Señor, es
eso.
Efesios 2:10
Las obras es el cambio de vida, dejar de pecar y luego comenzar a tener dones espirituales y
ganar muchas almas para el Señor, tener virtudes y cualidades morales, todas esas son las obras
que le ofrecemos al Señor una vez que creímos en el Señor.
Pregunta ¿Dios permite que participemos en política?
Es que no vamos tan lejos, Dios cuando le dio las leyes a Moisés, ahí le dio la Constitución. Lo
que llamamos hoy en día Constitución y Leyes en todos los países lo sacaron de aquí, de la
Biblia. Todo es sacado de aquí, de la Ley que Dios le dio a Moisés, porque la Constitución y las

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Leyes dicen: no hay que matar, no hay que violar, y de dónde lo sacaron: aquí de la Biblia. El
Señor dijo: no matar, no violar, no secuestrar. Entonces la Constitución y las Leyes vienen es de
Dios y Dios al primero que le dio eso fue a Moisés y a su pueblo.
Y de ahí todas las naciones en adelante se copiaron de esas leyes y hasta el día de hoy todas las
naciones en todo el mundo llaman la Constitución, pero esa moral y esas leyes fueron sacadas
de la Biblia, de lo que Dios enseñó. Y los gobernantes y los reyes, Dios los puso, Dios ponía a los
reyes también y los nombraba. En algunos países ellos mismos se nombraban y así sucede, pero
también dice que Dios está ahí mirando a quien permite que gobierne y a quien no permite que
gobierne, también Dios está ahí en estas cosas.
Dios quiere que la gente sea un buen gobernante, que de ejemplo de honestidad, de equidad,
de organización, de honradez, eso es lo que Dios quiere de los hombres, que sepan gobernar y
Él es el que da la enseñanza.
Entonces Él da el ejemplo, así que no sé por qué a veces las personas critican tanto, porque yo
si les cuento que hay mucha gente por allá en otros lugares criticando, criticando que qué es
eso de la política y que la religión, cuando eso es una ignorancia, lean la Biblia y verán que todo
lo sacaron de la Biblia, todo es sacado de la Biblia y nadie puede decir que se hizo una Ley sin
que haya sido una copia de lo que está ahí, de lo que Dios hizo. Entonces por eso es que a
veces la gente habla y no entiende lo que habla, bueno pues Dios también quiere que nosotros
seamos ejemplo.
Es que no solamente es lo de MIRA, las Fundaciones, que son organizaciones también para
ayudar a la gente, también a través de la Fundación se le puede ayudar a la gente, ¿saben por
qué hermanos? porque miren que para la Iglesia, los gobiernos han sacado leyes para gobernar
y fiscalizar a las iglesias, la religión. Entonces la Iglesia no puede ayudar a la gente, la Iglesia es
solamente un lugar de ayuda en lo espiritual, solamente ayuda espiritual, pero nada de ayudas
económicas, prohibido.
Entonces para poder ayudarte económicamente hay que hacer las fundaciones o las ONG que
llaman, porque ellos son los únicos que sí pueden dar las ayudas. Por eso es que nos toca
trabajar y hacer tantas cosas para poder ayudar a la gente, porque la Iglesia no puede, porque
eso es prohibido por el gobierno. Imagínense hermanos que a veces el Gobierno prohíbe que la
Iglesia no le puede ayudar a una persona sino una vez al año y máximo hasta US$2000, y una
vez al año, y al otro año si la misma persona va a pedir ayuda no se puede. Para que sepan. Esas
son las Leyes. Eso es lo que le imponen a la Iglesia.
Entonces en cambio la Fundación sí puede, la Fundación sí puede. Así que por eso es que
estamos aprovechando ahora de trabajar en la Fundación porque ahí sí tenemos la libertad de
recibir y dar, recibimos todo lo que sea y damos y regalamos las veces que sea a la misma
persona, puede ser.

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Entonces hermanos, suceden todas esas cosas que son reglamentos y leyes que nosotros
hemos recibido, tenemos que también nosotros los seres humanos adaptamos a los gobiernos,
a la gente, porque de todas maneras pues hay que ayudar a la gente de una forma u otra.
En la iglesia primitiva, nosotros leemos aquí que los Apóstoles, cuándo comenzó la Iglesia del
Señor, toda la gente rica donaban, donaban casas, terrenos, donaban comida, donaban muchas
cosas. Los Apóstoles y todos ellos repartían a la gente pobre. Hoy no se puede hacer eso, hoy
no se puede recibir, la Iglesia no puede recibir eso e irle a repartir a la gente, eso es prohibido
por la Ley.
Entonces quienes pueden hacer son las fundaciones. Ellos sí pueden hacer eso, la Iglesia No.
¿De dónde viene, de dónde lo sacó, usted de dónde sacó eso, por qué lo regaló, pero para qué
se lo va a dar, a quién? Es eso.
Entonces nosotros tenemos que adaptarnos. Todas esas cosas suceden. Por eso es que Dios nos
ha permitido, nos ha enseñado tantas cosas y el Señor también nos ordenó hacer lo de la
Fundación, el Señor nos ordenó y nos permitió hacer lo de MIRA, porque por medio de eso se
van a hacer trabajos y proyectos para el bien de la gente, y también las donaciones que la gente
de las podemos repartir libremente porque la Iglesia tiene restricciones.
Entonces eso es lo que ocurre y Dios, pues Dios también Él mismo hizo que la gente, los
gobiernos, inventen sus leyes, inventen también sus reglamentos y que hay que respetarlos y
tenemos que someternos, pero Dios también nos da muchas salidas y estrategias para trabajar
y llegar a la gente y ayudarles.
Entonces yo por lo menos me siento tan feliz de todas las ayudas, de los donantes que han
dado tantas cosas y hemos hecho escuelas para niños por allá en las montañas, en la selva y allá
se han hecho escuelas, pero ¿quién ha trabajado?, la Fundación, porque la Iglesia no puede,
porque el Gobierno le prohíbe, la Iglesia solo lo espiritual.
Pregunta ¿los hermanos de la Iglesia debemos ir al ejército y a la guerra?
Si en el país donde nosotros estemos habitando exigen o inventaron una ley donde exigen que
es obligación que todos tengan que tener armas e ir al ejército, hay que hacerlo, porque el
Señor dijo: sométanse a los gobiernos, sométanse a las leyes de los gobiernos, entonces si el
país lo exige pues nos toca hacerlo y si no estamos violando la ley y si no, nos toca salirnos del
país e irnos para otra parte.
Hay otros países que no es obligación, donde no sea obligación pues usted no va a ir allí al
ejército, no va a ir allá a cargar armas ni nada de esas cosas. Pero si le obligan hay que hacerlo
porque es una obligación, es eso.
Sea justa o injusta la causa de la guerra, si el país lo exige, si es una obligación, tenemos que
hacerlo. Pero si el país no lo exige pues yo no hago eso, yo me voy para otra parte, oraría a
Dios, oraría al Señor para que el Señor no vaya a permitir eso, pero procuraría no ir. Es eso.

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Pero si el país lo exige pues hay que hacerlo. Entonces ahí es donde uno entra a recibir la
enseñanza de Dios, cuando Dios dice: sométanse a los gobernantes, ahí Dios no nos va a culpar
a nosotros, ni nos va a juzgar, por que dice: ese gobernante malo se inventó tantas leyes y mire
cómo tiene a esta gente esclavizada. Pero bueno, les toca obedecer. Pero si Dios dice: ese
gobernante malo yo lo voy a quitar porque mis hijos tiene que tener libertad, pues Dios
también lo hará, es eso lo que sucede.
Bueno, hay tantas cosas para aprender, hay tanto que aprender y no juzgar ni criticar ni hablar
a la ligera, sino meditar primero, meditar porque hay mucha gente que critican y hablan y
critican y no saben lo que están diciendo y ofenden a Dios, pecan delante de Dios por abrir la
boca sin pensar lo que están diciendo.
Nosotros las cosas que hacemos las hacemos dirigidos por el Señor y muchos no entienden y
nos critican pero primero vamos a obedecer a Dios porque Él nos premiará, Él nos respaldará y
Él nos bendecirá y todo lo que hacemos lo hacemos de corazón para el bien de la gente.
Mucha gente ha conocido lo del Señor, hay mucha gente que está en la Iglesia por causa de la
Fundación, hay mucha gente que se ha ido detrás de los voluntarios y dicen: ¿estos a dónde
van?, esta gente es como rara, como especial, yo los veo especiales, y se van detrás a ver a
dónde es que llegan y llegan a la Iglesia. Se van detrás, mucha gente llega a conocer a Dios a
través de la Fundación y mucha gente ha conocido a Dios a través de MIRA.
Entonces también estamos haciendo un doble trabajo, evangelizando indirectamente, apenas
con nuestros hechos, con las obras, evangelizando también. Y eso es lo que el Señor quiere y
eso es lo que hacemos con todo nuestro corazón porque amamos a nuestro Dios, así el diablo
diga lo contrario Dios sabe que le amamos con todo el corazón. Así que vamos a darle la honra
al Señor.
¿Habrá una última pregunta?, una última, la última pregunta.
Pregunta ¿Sansón se suicidó? Jueces 16:29-30
No hay que decir que fue un suicidio lo que hizo Sansón, porque hay que leer la historia desde
el principio. Cuando se lea la historia desde el principio usted se va a dar cuenta que no es
suicidio. Plan de Dios, voluntad de Dios y Dios así lo quiso, y Dios ideó eso, porque Dios dijo que
Él iba a trastornar a los filisteos.
Los filisteos eran una nación enemiga del pueblo de Dios y Dios quería castigarlos y
trastornarlos. Entonces Dios usó a Sansón pero Dios premio a Sansón. Él sabía que iba a morir
porque al fin y al cabo la vida o el cuerpo, la parte física no vale nada, lo que vale es el alma, el
espíritu.
Entonces Dios usó a Sansón y él no cometió ningún suicidio, él simplemente fue un instrumento
en manos de Dios porque Dios quiso exterminar a esa gente y así lo hizo a través de él, pero

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antes de eso Dios se glorificó dándole poder y fuerza y usando a Sansón para hacer muchas
cosas y confundir y trastornar a los filisteos y no fue suicidio.
En la época de Sansón todavía no estaba el Evangelio de Cristo Jesús, estaba era la Ley de
Moisés, donde todo era físico material y Dios castigaba en vida al que cometía el pecado, la
infracción, lo castigaba era en vida para Él darle la oportunidad después de la muerte. Eso hizo
Dios con esos personajes. Entonces no fue ningún suicidio sino que eso fue lo que Dios quiso en
Él.
Ya en el Evangelio del Señor Jesucristo si una persona se quita la vida, sí peca, porque eso sí es
quitarse la vida y dice que la vida le pertenece es a Dios. Entonces también ya cambió esa
modalidad de la Ley de Moisés, cambio con el Evangelio de Cristo Jesús.
En esa época el Señor pues él no tenía tanto cuidado en la parte física sino más bien del
corazón de la persona. Vemos en la Biblia muchos personajes, profetas y hombres de Dios que
murieron sacrificados y Dios lo quiso así porque no era tan importante el cuerpo sino que el
alma era lo importante y que ese personaje hubiera agradado a Dios en su vida, y al final pues
entonces le quitaron la vida o al final murió sacrificado y eso pues Dios de esta manera lo
permitía.
Bien seguimos, había una última pregunta.
Pregunta ¿Cuándo tendremos enseñanzas en inglés? En Wooster, Ohio.
Yo desearía ya, ya. Yo lo invito para que usted le diga a Dios, se disponga y le diga al Señor que
está listo para que usted haga, usted debería de enfrentarse a hablarle a su gente y predicarles
la Palabra del Señor, decirle al Señor que lo respalde que le dé todas las armas, todo lo
necesario, dígale al Señor: heme aquí, heme aquí Señor, yo quiero hacerlo. Haga eso y
pidámosle al Señor también que Él permite a otros hermanos y hermanas ¿por qué no?, que se
preparen con el idioma y con la doctrina. Con la doctrina hermanas.
Mañana precisamente va a predicar una hermana allá en Fort Lauderdale, la hermana Susan es
la que va a dar el mensaje mañana. Ella va a predicar mañana en inglés. Y como hay escasez de
hombres, entonces invito a las mujeres a que se preparen para predicar en inglés también, para
predicar porque la gente necesita que se le hable de Dios, necesitan que se les testifique estas
maravillas que Dios nos está dando a nosotros. Entonces las hermanas prepárense en la
doctrina también, a tener mucha doctrina para así mismo predicar y enseñarle a la gente a que
conozcan a Dios, porque Dios los trajo a ustedes a este país es para trabajarle a Dios y ganarnos
y evangelizar a este país maravilloso, que en sus principios era un país que leía la Biblia y que
eran temerosos de Dios y buscaban a Dios, pero ahora hay que darles la herramienta y darles
todo aquello que Dios nos ha dado que son los dones espirituales que ellos no tiene y que hay
que ofrecerles, porque Dios tiene más cosas para todos.
Entonces hay que prepararse en doctrina hermanas, hermanos y hermanas prepararse en
doctrina para servirle a Dios, y a usted lo invito que se prepare para que le sirva el Señor.
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Pregunta ¿cómo debe ser la esposa del predicador?
Si hermana, es difícil. La mujer por naturaleza es vanidosa y la mujer es más astuta, más sagaz
que el hombre en cierta manera por naturaleza. Y la mujer entonces por eso es que dice que
Eva fue la que el diablo engaña y ella seduce después, entonces por naturaleza existen esas
características y esa tendencia de la competitividad, de la crítica, del chisme, la envidia, esa
tendencia en nosotras las mujeres tenemos que dominarla y quitar eso de nosotras.
Yo he luchado en mi vida, yo llevo 40 años, quizás algo más en el Señor, dónde he estado cada
día preparándome y analizándome, cambiando y quitando tantas cosas, y de todos los defectos
que yo veo, veo el defecto y digo: yo no quiero ser así porque entonces eso no le sirve al Señor
y no me va a usar, no me va a usar porque entonces lo que yo hago con una mano con la otra lo
voy a destruir.
Y yo he venido hermanos luchando todo este tiempo, leyendo mucho la Biblia, Proverbios ha
sido para mí un gran maestro, en el libro Proverbios de aprendido tanta moral y tantas bases y
tantas cosas bonitas. Y de los defectos de la gente aprendo y de las cualidades de la gente
aprendo y de la educación de las personas aprendo y de las groserías de una persona aprendo.
Entonces yo me he puesto es a aprender en la vida práctica y quito esto y cambio, y esto sí y
esto no, porque yo quiero es agradar a Dios, esto sí, esto no, porque yo quiero agradar a Dios. Y
Dios me ayudó porque mi intención era agradarle y servirle y Dios me ha ayudado tanto y Dios
me ha ayudado tanto hermanos, que en la vida nadie en los 40 años nunca nadie en la iglesia
levantó la mano para decir: es que la hermana María Luisa es una chismosa, es que la hermana
María Luisa es una habladora, una mentirosa. Nunca nadie.
Nunca, porque yo siempre traté de estar en mi sitio para agradar a Dios. Aunque en ese tiempo
yo no sabía que Dios me iba a usar, yo no sabía, yo pensé que era solamente creyente, imponer
manos y profetizar, nada más, yo no sabía que Dios me iba a poner aquí en esta posición, no
sabía. Pero yo siempre dije: yo tengo que agradar a Dios. Y yo veía el defecto de alguien y decía:
esta hermana mire lo que hace, lo que dice, lo que piensa, yo no quiero ser así, yo no, eso está
muy mal, entonces yo cambiaba, yo cambié. Y mi escuela ha sido toda la congregación, mi
escuela la Biblia y la congregación, lo bueno y lo malo, y el deseo en mi corazón de agradar a
Dios, porque es que es eso, agradar a Dios. Entonces yo decía: ¿quién me ve a mí?, nadie. Dios
es el que me ve, Dios es el que va a ver lo que yo estoy haciendo para Él. Quizás la gente no va
a ver eso pero Dios sí, porque yo no espero que la gente me aplaudan, si no que sea Dios el que
diga: esta está viviendo rectamente.

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Entonces eso es lo que yo he procurado enseñarle a la gente que está cerca de mí, yo les
enseño para que le sirvan al Señor, porque hay muchos hermanos en la iglesia que se han
levantado, han ayudado a predicar, duran predicando un tiempo, enseñando un tiempo y
después cometen muchos errores, comienzan a darse al chisme o a regañar o a gritar o a decir
cosas incoherentes o a enseñar cosas que no son, y hay que decirle al hermano: siéntese, no
siga haciendo ese trabajo porque usted no puede todavía.
Entonces algunas hermanas decían que cómo es posible que yo soy egoísta, que no pongo a las
mujeres, pero no es eso, es Dios el que las pone y las pocas hermanas que han estado
trabajando son muy poquitas las que siguen, siempre les toca sentarse porque sus capacidades
no, no han aprendido, no han madurado. Entonces hermanas, es eso. La mujer es un gran
tesoro porque la mujer se entrega a Dios, busca más a Dios que el varón, pero entonces tiene
esa debilidad y ese defecto que hay que quitarlo y es tan difícil quitar pero se puede, se puede
quitar, se logra, se logra quitar.
Entonces yo mantengo enseñando siempre y no le aplaudo a nadie cuando comienza a mi lado
a hablar o a decir cosas que no son, yo no aplaudo eso, rechazo eso, eso no es correcto, ¿para
qué mira eso?, ¿para qué se fija en eso?, solamente miremos que es un alma que está
buscando a Dios, es un alma que está aquí porque está buscando a Dios y si está buscando a
Dios yo tengo que amarla así como está, feo, bonito, alto o bajito, lo que sea, como sea, con
todos los defectos, yo amo a esa persona, porque la veo que está aquí buscando a Dios,
esforzándose para buscar a Dios, cómo no voy a quererla.
Entonces, es eso, también que Dios ha puesto en mí eso de querer, de amar con todo el
corazón, de ser sincera, de amar a la gente, de querer a la gente, yo me encuentro con alguien
en la calle y me dice: yo voy a la iglesia, cuando me hice: yo voy a la iglesia, en ese momento
empiezo a sentir cariño por la persona y a saber que ya es parte mía porque es un ser que está
buscando a Dios.
Son todas estas cosas, estas características que se necesitan para servirle a Dios. Pero el
egoísmo y la vanidad, el orgullo y la competencia, no, eso no vale, eso hay que quitarlo, hay que
quitarlo y ser como niños, como niños en ese comportamiento, en esa malicia pero muy
maduros en la manera de pensar y de actuar con mucha madurez.
Así que prepárense hermanas, miren que se necesitan muchos predicadores y predicadoras en
inglés aquí en este país, porque hay mucha gente que ama a Dios, respeta a Dios, pero no
podemos llegarles allí con el mensaje por causa el idioma y eso me da mucha tristeza, me da
mucha tristeza eso, bueno.
1 Corintios 14:21-22
La profecía Dios la dio en la iglesia para los creyentes, no nos dio Dios el don de la profecía para
ir allá a la gente del mundo y profetizarles por allá en los centros comerciales o en otros
lugares, no. La profecía es para que nosotros disfrutemos de la Palabra de Dios acá.

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Entonces es la señal. Dice: la profecía es dada para la iglesia, mientras que las lenguas fue una
señal para que el mundo sepa. Entonces por eso cuando los Apóstoles el día de Pentecostés
hablaban lenguas, dice que la gente los escuchó hablando en lenguas y entonces dijeron: ¿qué
es esto?, entonces dice la Biblia: es una señal para que el mundo sepa y crean que ustedes
tienen algo diferente, que ustedes hacen algo que ellos no pueden hacer. Entonces esa era la
señal, esas lenguas era la señal para el mundo, un comprobante de que nosotros estamos
andando por el camino, por el camino recto.
Pero cuando el Señor da la profecía, dice: para que ustedes los creyentes sepan que están
andando en el verdadero camino de Dios. Entonces Dios dice: si les doy solamente las lenguas
pues ya todos hablan en lenguas y nada más, pues no hay ninguna edificación espiritual.
Entonces a ustedes les voy a dar la profecía, entonces ustedes van a decir: Dios está aquí con
nosotros, Dios nos bendice, nos va a bendecir, mire que nos habla, nos hace promesas, nos dice
cosas hermosas, nos hace llorar de felicidad.
Entonces esa es la gran diferencia, el premio que Dios nos dio a nosotros la congregación es el
don de la profecía, mientras que el comprobante de que el mundo crea que nosotros somos
una iglesia que está andando por el camino de Dios o que es una iglesia que sí tiene a Dios, es
por las lenguas, por ese idioma que ellos no lo pueden hacer. Para que ellos lo hagan tiene que
venir y estarse aquí también, es eso. Entonces eso es lo que llama lo de la señal.
2 Pedro 3:8
Esto es referente a la venida del Señor. Porque el Apóstol comienza a hablar que había muchos
que criticaban diciendo: no, eso el Señor habla pero la promesa tarda, quién sabe dentro de
cuánto tiempo será. Entonces el Apóstol les estaba diciendo que no se pusieran ellos a pensar
que como el Señor tarda en venir, entonces pequen y hagan todo lo que quieran y no busquen
a Dios por estar diciendo: eso como se demora tanto puedo disfrutar la vida, vivir el mundo y
no se preocupan por buscar al Señor. Entonces él les decía: no, eso no es así, porque el tiempo
de nosotros no es el tiempo de Dios y por eso él da la explicación diciendo: es que para Dios un
día es como mil años o mil años es como un día para Dios, así que todos tenemos que estar
preparados, todos los días de nuestra vida preparados en cualquier edad, en cualquier edad y
buscar a Dios y preocuparnos por trabajarle a Dios, por aprender.
Ahora hay tanto que hacer, aprender idiomas, hay que aprender idiomas también porque hay
que salir a otros países a predicar a enseñar y aprender doctrina, idiomas, esos son los dos
compromisos de nosotros de ahora en adelante: aprender los idiomas y aprender la doctrina, y
después decir: Señor aquí estoy, ya estoy listo y preparado Señor, a dónde me vas a mandar
porque ya estoy listo, entonces eso es lo que hay que hacer.
Pregunta ¿Cuándo vino el Señor Jesús, practicó los holocaustos y sacrificios de corderos?
El pueblo lo practicaba, no bien en su apogeo como Dios le había dicho a Moisés pero lo hacían.
El Señor Jesús estaba participando y cumpliendo, porque Él vino a cumplir la Ley de Moisés

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toda, perfectamente, dijo que ni una tilde ni una coma pasarían de la Ley que no se cumpliera y
Él la cumplió toda, toda, para poderle decir al Padre: cumplí toda la Ley, ahora sí derogar, hay
que derogar esta Ley.
Por eso es que el Señor Jesucristo en los Evangelios, Él enseñó muchas cosas pero era para los
judíos, Él enseñó muchas cosas a los judíos, les enseñó, les dijo: ustedes no están cumpliendo
bien la ley de Moisés. Moisés dijo esto, lo otro y ustedes hacen estas cosas, yo les digo que las
cosas se deben hacer de esta manera. Él cumplió la Ley y les enseñó la Ley y les enseñó a orar
pero a la costumbre judía, porque el Señor Jesús dijo: es que después de mi partida es cuando
ya viene el Espíritu Santo a iniciar la Iglesia que ya es todo diferente.
Mientras tanto Él no podía entrar de lleno a predicar el Evangelio del Señor, Él predicaba la Ley
y la cumplía y enseñaba un poquito del Reino de los Cielos, pero Él les dejó esa tarea a los
Apóstoles y al Espíritu Santo cuando descendió, que comenzarían ya la predicación del Reino de
los Cielos, del Evangelio completo.
Entonces el Señor Jesús lo que enseñó, lo enseñó fue para los judíos y para cumplir la ley de
Moisés y luego Él la derogó, la anuló en la cruz del Calvario. Es que eso fue lo que aconteció,
empieza el Evangelio de Cristo, sin embargo los judíos como no creyeron, siguieron con la Ley
de Moisés y ellos siguieron hasta el día de hoy, siguen. Entonces el Señor pues ya empezó a
hacer su obra por otro lado con el Espíritu Santo. Bien, seguimos.
Génesis 4:23-24
Esa historia es una síntesis, no fue muy completo que nos haya narrado, pero da entender que
este Lamec sabía que Dios había dicho que el que le quitará la vida a Caín, sería vengado siete
veces, entonces él [Lamec] dice que él había también dado muerte a alguien, entonces él
[Lamec] decía que si Caín sería vengado siete veces, dice que él [Lamec] sería vengado setenta
veces siete, el que le quitará la vida a Lamec sería vengado setenta veces siete, más que la
venganza del que le quitara la vida a Caín.
Son pues como revelaciones, como cosas que Dios les ponía a esos patriarcas en aquella época,
porque Dios en esa época desde Adán hasta Noé, Dios le dio leyes también a la humanidad
pero en el corazón, en la conciencia les enseñaba leyes, en la conciencia. Y había patriarcas,
había personas que se llamaban los hijos de Dios y Dios a ellos les daba revelaciones, les daba
visiones y sueños y les revelaba también doctrina y la enseñanza.
Entonces ellos aprendieron de Dios a través de la misma enseñanza que Dios les dio
directamente a estos patriarcas, y ellos a su vez le enseñaban a sus hijos y a toda su tribu que le
correspondía, les iba enseñando el temor a Dios, conocer a Dios, amar y respetar a Dios, cosa
que ellos no hicieron y por eso fue que Dios castigó a la humanidad con el diluvio.
Pero si hubo hombres santos en ese tiempo que Dios les revelaba muchas cosas, solo que la
historia no nos cuenta sino una síntesis, así que todo queda como para la imaginación de todos

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nosotros porque pues esos escritos no aparecen y ya. Lo importante es que vemos que hoy Dios
se manifiesta con nosotros y Él es poder y es poder y él puede hacer tantas cosas.
Oración
Bien vamos a orar al Señor, vamos a ponernos de pie y a orar a nuestro Dios, a darle gracias al
Señor. Gracias a ti mi Padre Celestial, gracias mi Señor, gracias en esta noche porque hemos
meditado en tu palabra Señor, te hemos honrado, te hemos glorificado, te hemos ensalzado
con la enseñanza, con la meditación de tu palabra, hablando de ti como siempre, hablando
maravillas de ti, hablando Señor de tu majestuosidad mi Señor, de tu existencia maravillosa, de
que tú eres real, tú eres un Dios poderoso, un Dios real que se manifiesta, que vive en nuestros
corazones, vive en nuestro ser, bendito seas para siempre, te alabamos, te adoramos, te
bendecimos, gloria a ti mi Señor, gloria a tu nombre, alabanzas a ti, santo eres mi Señor,
glorificado tu nombre para siempre, gracias te damos eterno Dios, gracias.
Padre mío, en este momento mi Padre, por tu misericordia, por tu amor, por tus promesas, por
tu Palabra Santa, te pido mi Señor que extiendas tu mano poderosa, tu mano milagrosa, tu
mano llena de misericordia sobre cada uno, sobre cada persona, hombre o mujer o niño o
anciano, quien quiera que sea mi Padre, extiende tu mano poderosa y dales tu bendición, una
bendición espiritual y una bendición material, una bendición de salud, de felicidad, de paz, de
tranquilidad, de alegría mi Señor, que abunde tu gracia en el corazón de cada uno, que tú
libertes y cortes las cadenas, las ataduras y las ligaduras del enemigo, quita las brujerías, las
hechicerías, las maldiciones del diablo, destruye la obra del maligno, Señor haz milagros y
señales mi Padre, haz milagros y señales Señor porque estamos delante de ti esperando y
confiando en tu bondad, en tu palabra, en tu misericordia, gracias Padre Santo, bendito y
alabado tu nombre para siempre, gracias mi Señor, gracias eterno Dios.
Prosperidad Señor queremos que tú mi Señor des a cada uno, pero antes de lo material que sea
todo espiritual, que sean los dones, que sea el conocimiento de tu doctrina, la enseñanza, que
tu enseñes tu palabra, enseña tu doctrina mi Señor para que todos salgan a predicar, para que
todos salgan a preparar corazones y almas para ti, gracias Padre Santo, alabado tu nombre,
glorificado tu nombre, bendito por los siglos y para siempre.
Gracias Señor, en el nombre glorioso de Jesucristo te pido mi Señor, que extiendas tu mano
bendiciendo también a todos aquellos que nos ven en el canal Zion y también en el vídeo, que
tú bendigas a todos y escuches sus oraciones y que tú mi Señor inclines tu oído a su oración, a
su clamor, que tú les bendigas, les santifiques, les prosperes, seas tú sanando y libertando a
cada uno, prosperando y concediendo los anhelos de su corazón, todo anhelo y toda petición,
gracias mi padre te lo pedimos en el nombre glorioso de Jesucristo tu Hijo amado, amén, gloria
a nuestro Dios, gloria al Señor.
Muchas gracias hermanos y hermanas, Dios les bendiga, muchas gracias a todos los que nos
están viendo, bendición de Dios para ustedes, que Dios los prospere y esté con ustedes para
siempre. Dios les bendiga.
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