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CIEN AÑOS

DE MISTERIOS
CUANTICOS
Max Tegmark y John Archibald Wheeler

Electrodinámica cuántica
Ecuación de Schrödinger; y renormalización
interpretación de Copenhague (1926) (1948)

Teoría de los
espectros Principio de indeterminación
atómicos Principio de exclusión de Heisenberg (1927)
de Bohr (1913) de Pauli
(1925)
Ecuación del electrón
de Dirac (1928)
Predicción
de la condensación
Planck explica la radiación de Bose-Einstein Descubrimiento
del cuerpo negro (1900) (1924) del antielectrón Bomba atómica
(1932) (1945)

1900 1910 1920 1930 1940

Descubrimiento de la superconductividad (1911) Transistor (1947)


Einstein explica Artículo del gato
el efecto de Schrödinger;
fotoeléctrico artículo de Einstein,
(1905) Podolsky y Rosen
sobre el realismo
local (1935)

Descubrimiento
de la superfluidez (1938)

LAS BASES de la mecánica


cuántica se sentaron entre
1900 y 1926, gracias en buena
medida a los siete físicos de
la derecha. A lo largo del úl-
timo siglo, la mecánica cuán-
tica no sólo nos ha permitido
ahondar en nuestra com-
prensión de la naturaleza, sino
que nos ha proporcionado
también numerosas aplica-
ciones técnicas. Pero quedan
por resolver algunos enigmas
fundamentales.

MAX PLANCK ALBERT EINSTEIN NIELS BOHR


(1858–1947) (1879–1955) (1885–1962)

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“E
n unos pocos años habremos determinado con una buena apro-
ximación las grandes constantes de la física, y... la única ocu-
pación de los hombres de ciencia será extender las medidas a
un nuevo decimal.” Recién llegados al siglo XXI, en plena cele-
bración de los logros anteriores, estas palabras resultan familiares. Pero la
frase fue pronunciada por James Clerk Maxwell en 1871, en la clase magis-
tral que impartió con motivo de su incorporación a la Universidad de Cam-
bridge; expresaba el sentir común por aquel entonces (aunque él no lo com-
partiera). Treinta años después, el 14 de diciembre de 1900, Max Planck
anunció su fórmula para el espectro del cuerpo negro y dio así el disparo de
salida de la revolución cuántica.
Abordamos aquí los primeros cien años de la mecánica cuántica, prestando
especial atención al lado misterioso de la teoría, para culminar en el debate
La mecánica cuántica abierto sobre cuestiones que van de la computación cuántica a la naturaleza
misma de la realidad física, pasando por la conciencia y los universos para-
cumple cien años lelos. Nos sorprenderíamos de la cantidad asombrosa de aplicaciones cientí-
ficas y prácticas de la mecánica cuántica. Alrededor del 30 % del producto
combinando éxitos interior bruto de los Estados Unidos depende de inventos basados en la me-
espectaculares cánica cuántica; por citar algunos: semiconductores de los chips de los orde-
nadores, láser de los lectores de discos compactos o aparatos de formación
con enigmas persistentes de imágenes por resonancia magnética de los hospitales.

Interpretación de la
onda piloto de Bohm Descubrimiento
(1952) del quark cima
(1995)

Interpretación de estado
relativo o de muchos
universos (1957) Descubrimiento
de la partícula Z ¿Indicios de
Teorema de Bell (1983) la partícula
sobre variables de Higgs?
Escáner de resonancia Efecto Hall cuántico Teoría del teletransporte
ocultas locales (2000)
magnética fraccionario (1982) cuántico (1993)
(1964)
(1973)

1950 1960 1970 1980 1990

Invención del láser (1960)


Descubrimiento
Descubrimiento Superconductores de condensados
del leptón tau de altas temperaturas Bose-Einstein (1995)
(1975) (1987)
Teoría de la Unificación
superconductividad electrodébil
(1957) (1973) Refutación experimental
de las variables ocultas
locales (1982)
Teoría de aforo (gauge) Teoría de la decoherencia
de Yang-Mills (1954) (1970)

LOUIS DE BROGLIE ERWIN SCHRÖDINGER MAX BORN WERNER HEISENBERG


(1892–1987) (1887–1961) (1882–1970) (1901–1976)

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NAIPES CUANTICOS
LA CAIDA DEL NAIPE DA PIE A UN MISTERIO CUANTICO
egún la física cuántica, un naipe ideal en equilibrio factible con un naipe real, se han puesto de manifiesto
S perfecto sobre uno de sus bordes caerá en am-
bos sentidos a la vez; es lo que se conoce como su-
situaciones análogas en ocasiones innumerables con
electrones, átomos y objetos mayores. Uno de los re-
perposición. La función de onda cuántica del naipe tos más persistentes y fundamentales de la mecánica
(azul) varía continuamente, sin saltos, desde el estado cuántica consiste en comprender el significado de ta-
de equilibrio (izquierda) hasta el misterioso estado fi- les superposiciones y saber por qué no las vemos
nal (derecha), en el cual parece que el naipe esté en nunca en el mundo que nos rodea. A lo largo de va-
dos lugares a la vez. Aunque el experimento no es rias décadas, los investigadores han desarrollado di-
versas ideas para resolver este enigma, entre las que
se cuentan las interpretaciones rivales de Copenhague
y de los muchos universos, sobre la función de onda, y
la teoría de la decoherencia.

En 1871, los científicos tenían bue- sensores de imagen de las cámaras trales del hidrógeno, es decir, las fre-
nas razones para sentirse optimistas. digitales. cuencias específicas de la luz emi-
La mecánica clásica y la electrodi- La física volvió a pasar apuros en tida por los átomos excitados. La teo-
námica habían impulsado la revolu- 1911. Ernest Rutherford argumentó ría funcionaba con el átomo de helio,
ción industrial, y sus ecuaciones fun- de manera convincente que los áto- pero sólo si se ignoraba uno de sus
damentales parecían bastar para mos consistían en electrones que or- dos electrones. De vuelta a Copen-
describir todas las propiedades de los bitaban en torno a un núcleo dotado hague, Bohr recibió una carta de Ru-
sistemas físicos. Algunos detalles in- de carga positiva, a la manera de un therford que le instaba a publicar sus
significantes empañaban la imagen. sistema solar en miniatura. Según la resultados, pero el danés respondió
Así, el espectro calculado para la luz teoría electromagnética, sin embargo, que nadie le creería a menos que ex-
emitida por un objeto incandescente los electrones en órbita emitirían ra- plicara el espectro de todos los ele-
no coincidía con las observaciones. diación continuamente y se precipi- mentos. Rutherford insistió que, si
La predicción clásica se conocía como tarían sobre el núcleo en una billo- explicaba el hidrógeno y el helio, el
la catástrofe ultravioleta, porque se- nésima de segundo. Pero los átomos resto no plantearía problemas.
gún ella una intensa radiación ultra- de hidrógeno eran muy estables. Tal Pese a los éxitos de la idea de los
violeta, acompañada de rayos X, de- discrepancia representa el error cuan- cuantos, los físicos todavía no sabían
bería cegarnos al contemplar el titativo más grave de toda la histo- qué pensar de estas reglas extrañas
elemento incandescente de una estufa. ria de la física, ya que estima a la y aparentemente arbitrarias. En 1923,
baja la vida media del hidrógeno en Louis de Broglie propuso una res-
El desastre del hidrógeno unos 40 órdenes de magnitud. puesta en su tesis doctoral: los elec-
En 1913 Niels Bohr, que había ido trones y otras partículas actúan como

E n su artículo de 1900 Planck con-


siguió deducir el espectro co-
rrecto. Mas, para ello, hubo de in-
a la Universidad de Manchester para
trabajar con Rutherford, dio con una
explicación que nuevamente impli-
ondas estacionarias, ondas que, cual
vibraciones de una cuerda de guita-
rra, adoptan ciertas frecuencias dis-
troducir una hipótesis tan extraña, caba a los cuantos. Postuló que el cretas (cuantizadas). La idea se sa-
que estuvo años sin creer realmente momento angular de los electrones lía tanto de lo normal, que el tribunal
en ella: toda la energía se emitía sólo podía tomar ciertos valores de- de tesis tuvo que recabar la ayuda
en cantidades discretas, o cuantos. finidos, que confinarían a los elec- de Einstein, que emitió un informe
Esta enigmática hipótesis resultó ser trones en un conjunto discreto de ór- favorable.
acertada. bitas. Los electrones sólo podrían En noviembre de 1925 Erwin Schrö-
En 1905 Albert Einstein avanzó un emitir energía saltando a una órbita dinger dio un seminario en Zurich
paso más, al proponer que la radia- inferior y emitiendo un fotón. Al al- sobre el trabajo de De Broglie. Al
ción sólo podía transportar energía canzar la órbita más cercana al nú- terminar, Peter Debye le preguntó
en pequeños paquetes, o “fotones”, cleo, el electrón no tenía donde sal- que, tratándose de ondas, dónde es-
y explicar de esta manera el efecto tar y se formaba un átomo estable. taba la ecuación de ondas. Schrö-
fotoeléctrico, gracias al cual funcio- La teoría de Bohr daba cuenta tam- dinger dedujo entonces la ecuación
nan hoy las baterías solares y los bién de muchas de las líneas espec- que lleva su nombre, donde se en-

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un átomo radiactivo se desintegra. naipe en equilibrio, su función de
MAX TEGMARK y JOHN ARCHI- Puesto que el átomo radiactivo se onda evoluciona de acuerdo con la
BALD WHEELER mantuvieron nu- halla en una superposición de de- ecuación de Schrödinger; se trata de
merosas conversaciones sobre mecá-
nica cuántica durante los tres años
sintegrado y no desintegrado, pro- una evolución continua y gradual que
y medio que el primero pasó como duce un gato que está a la vez vivo recibe el nombre matemático de “uni-
investigador postdoctoral en el Ins- y muerto, en superposición. taria” y que tiene diversas propieda-
tituto de Estudios Avanzados de Prin- El recuadro “Naipes cuánticos” des interesantes. La evolución unita-
ceton. Tegmark enseña física en la Uni- muestra una variante sencilla de este ria produce la superposición en la
versidad de Pennsylvania. Wheeler, experimento mental. Consiste en to- cual el naipe ha caído tanto a la iz-
discípulo de Niels Bohr, es profesor mar un naipe con un borde impeca- quierda como a la derecha, pero el
emérito de física en Princeton, don-
de tuvo entre sus alumnos a Richard
ble y colocarlo en equilibrio sobre acto de observarlo provoca un cam-
Feynman y Hugh Everett III. una mesa. Según la física clásica, el bio brusco en la función de onda, lo
naipe permanecerá en equilibrio in- que se conoce como un “colapso”:
definidamente. Según la ecuación de el observador ve el naipe en un es-
Schrödinger, caerá a los pocos se- tado clásico determinado (cara arriba
cierra la llave de buena parte de la gundos aunque esté perfectamente o cara abajo) y a partir de ese mo-
física moderna, al tiempo que Max equilibrado, y lo hará en ambos sen- mento sólo subsiste la parte corres-
Born, Pascual Jordan y Werner Hei- tidos, a derecha y a izquierda, en su- pondiente de la función de onda. Es
senberg proponían una formulación perposición. como si la naturaleza seleccionara un
matricial equivalente. Gracias a esta Si acometiéramos ese experimento estado al azar, de acuerdo con las
sólida fundamentación matemática, la ideal con un naipe de verdad, con- probabilidades que determina la fun-
teoría cuántica realizó progresos es- cluiríamos sin duda que la física clá- ción de onda.
pectaculares. En pocos años, los fí- sica está equivocada y que el naipe La interpretación de Copenhague
sicos explicaron multitud de resulta- cae; siempre lo veríamos caer al azar permitió calcular en detalle, con sor-
dos experimentales, desde los espectros a la derecha o a la izquierda, nunca prendente eficacia, el resultado de los
de átomos más complicados hasta las en ambos sentidos a la vez, como experimentos, pero no eliminó la sos-
propiedades de las reacciones quími- pretende la ecuación de Schrödinger. pecha de que alguna ecuación debía
cas. Pero seguía sin saberse qué era Semejante contradicción aparente está describir cuándo y cómo se produ-
esa “función de ondas” que verifi- relacionada con uno de los misterios ciría el colapso de la función de onda.
caba la ecuación de Schrödinger. Es originales y más persistentes de la Para muchos físicos, el no disponer
el interrogante central de la mecá- mecánica cuántica. de esta ecuación significaba que la
nica cuántica, que permanece abierto. La interpretación de Copenhague mecánica cuántica era intrínsecamen-
A Born se le ocurrió que la fun- de la mecánica cuántica, que se fra- te defectuosa, y que pronto la susti-
ción de onda podía interpretarse en guó en los intercambios que mantu- tuiría una teoría más fundamental que
clave probabilista. Cuando los físi- vieron Bohr y Heisenberg a finales incluiría dicha ecuación. Por ello, en
cos experimentales miden la posición de los años veinte del siglo XX, aborda lugar de debatir las implicaciones on-
de un electrón, la probabilidad de este misterio a partir del carácter es- tológicas de las ecuaciones, la ma-
hallarlo en una región determinada pecial de las observaciones o las me- yoría de los físicos se dedicó a de-
depende de la magnitud de la fun- diciones. Mientras no observamos el sarrollar las numerosas aplicaciones
ción de onda en esa región. Esta in-
terpretación concedía al azar un pa-
pel fundamental en las leyes de la
naturaleza, una conclusión que in- LA INTERPRETACION DE COPENHAGUE
quietaba profundamente a Einstein, IDEA: Los observadores ven un resultado aleatorio; la probabilidad viene dada por
quien expresó su preferencia por un la función de onda.
universo determinista con la célebre VENTAJAS: Sólo se da un resultado, que coincide con lo que observamos.
frase “No puedo creer que Dios jue- INCONVENIENTES: Precisa el “colapso” de la función de onda, pero ninguna
gue a los dados”. ecuación especifica cuándo se producirá.

Gatos curiosos uando se mide o se observa una superposición cuántica, vemos al


y naipes cuánticos C azar una u otra de las dos alternativas, con probabilidades que vie-
nen dadas por la función de onda. Si una persona ha apostado que el
naipe caerá cara arriba, la primera vez que lo mira tiene un 50 % de
T ampoco Schrödinger se sentía sa-
tisfecho. Las funciones de onda
podían describir combinaciones de
posibilidades de alegrarse por haber ganado la apuesta. Esta interpre-
tación ha sido aceptada en la práctica por los físicos durante mucho
distintos estados, las llamadas su- tiempo, pese a que exige un cambio brusco o colapso de la función de
onda que contradice la ecuación de Schrödinger.
perposiciones. Un electrón, por ejem-
plo, podía estar en una superposición
de distintas posiciones. Para Schrö-
dinger, si los átomos y otros cuer-
pos microscópicos podían estar en
extrañas superposiciones, por qué no
iban a estarlo los objetos macroscó-
picos, hechos de átomos. E ideó un
ejemplo rebuscado: el famoso expe-
rimento mental en el que un dispo-
sitivo perverso acaba con un gato si

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INTERPRETACION DE LOS MUCHOS UNIVERSOS
IDEA: Las superposiciones aparecerán como universos alternativos paralelos Un universo
a sus habitantes. paralelo alternativo
VENTAJAS: La ecuación de Schrödinger se cumple siempre; la función de onda
no se colapsa jamás.
INCONVENIENTES: Idea arriesgada que todavía plantea problemas de ca-
rácter técnico.
i las funciones de onda nunca se colapsan, la
S ecuación de Schrödinger predice que la persona
que contempla la superposición del naipe entrará en
una superposición de dos posibles resultados: ganar
o perder la apuesta. Estas dos partes de la función
4/4 3/4 2/4 1/4 0/4
de onda total (de la persona y del naipe) evolucio-
nan independientemente, como dos mundos parale- PROBABILIDADES DE GANAR SI SE DEJAN CAER CUATRO NAIPES
los. Si se repite el experimento muchas veces, la
gente que habita la mayoría de los universos para-
lelos verá que el naipe cae hacia arriba aproxima-
damente la mitad de las veces. Los
naipes apilados de la derecha mues-
tran los 16 universos que genera el
dejar caer un naipe cuatro veces.

de la teoría y a ocuparse de los pro- la Universidad de Princeton, Hugh tico, determinista pero esquizofrénico,
blemas acuciantes que planteaba la Everett III, decidió dedicar su tesis percibirían la realidad con la que es-
física nuclear. doctoral a revisar el postulado del co- tamos familiarizados y, lo que es más
Este enfoque pragmático cosechó lapso. Everett llevó las ideas cuánti- importante, percibirían que el azar
grandes éxitos. La mecánica cuántica cas al límite al plantearse qué pasa- aparente obedece las reglas de pro-
permitió predecir la antimateria, com- ría si la evolución temporal del universo babilidad correctas (véase el recua-
prender la radiactividad (y los fun- entero fuera siempre unitaria. Des- dro “Interpretación de los muchos
damentos de la energía nuclear), dar pués de todo, si la mecánica cuán- universos”).
cuenta del comportamiento de los se- tica bastara para describir el universo, Al punto de vista de Everett se le
miconductores y explicar la super- el estado actual del universo estaría conoce en la academia por formula-
conductividad, amén de describir las representado por una función de onda ción de estado relativo. Más famosa
interacciones entre la luz y la mate- (una función extraordinariamente com- es su denominación popular de “in-
ria (que llevó a la invención del lá- plicada). Según el planteamiento de terpretación de los muchos univer-
ser) o entre las ondas de radio y el Everett, tal función de onda evolu- sos” de la mecánica cuántica; en
núcleo (que condujo a la formación cionaría siempre de forma determi- efecto, en su seno cada componente
de imágenes por resonancia magné- nista, excluyendo todo desplome mis- de la superposición del observador
tica nuclear). Muchos de los éxitos terioso no unitario o la posibilidad percibe su propio universo. La for-
de la mecánica cuántica implican a de que Dios juegue a los dados. mulación de Everett simplifica la teo-
su extensión, la teoría cuántica de En lugar de desplomarse por las ría subyacente porque elimina el pos-
campos, que se halla en la base de mediciones, las superposiciones mi- tulado del colapso, pero a un precio
la física de las partículas elementa- croscópicas se amplificarían vertigi- elevado: el que le lleva a la con-
les desde sus orígenes hasta los ac- nosamente en complicadas superpo- clusión de que todas estas percep-
tuales experimentos con las oscila- siciones macroscópicas. Nuestro naipe ciones paralelas de la realidad son
ciones de neutrinos y la búsqueda de estaría realmente en dos lugares a la igualmente reales.
la partícula Higgs y la supersimetría. vez. Además, una persona que lo con- El trabajo de Everett pasó sin pena
templara entraría en una superposi- ni gloria durante cerca de veinte años.
Muchos universos ción de dos estados mentales distin- Muchos físicos seguían confiando en
tos, cada uno de los cuales percibiría el advenimiento de una teoría funda-

A mediados del siglo pasado era


evidente que los sucesivos éxi-
tos de la mecánica cuántica no po-
uno de los dos resultados. Si hubié-
ramos apostado que el naipe caería
cara arriba, acabaríamos en una su-
mental que mostraría que el mundo
es, después de todo, clásico, y que
en él no caben absurdos como el de
dían ser fruto de una teoría provi- perposición de alegría y desengaño. la bilocación de un objeto grande.
sional e improvisada. En el ecuador Everett intuyó genialmente que los Pero una nueva serie de experimen-
de los años cincuenta, un alumno de observadores de este universo cuán- tos dio al traste con estas esperanzas.

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DECOHERENCIA: EL CUANTO SE HACE CLASICO
IDEA: La menor interacción con el ambiente hace que se disipe rápidamente el peculiar carácter cuántico
de las superposiciones.
VENTAJAS: Contrastable experimentalmente. Explica por qué el mundo entorno parece “clásico” y no cuántico.
ADVERTENCIA: La decoherencia no elimina por completo la necesidad de adoptar una interpretación, ya sea
la de Copenhague o la de los muchos universos.

a indeterminación de una superposición cuántica de cada resultado, cara arriba o cara abajo. Los otros
L ( izquierda ) es distinta de la incertidumbre de la
probabilidad clásica, como la que se da al lanzar
dos indican que estos dos resultados pueden, en
principio, obstruirse entre sí. El estado cuántico to-
una moneda ( derecha ). Un objeto matemático deno- davía es “coherente”. La matriz de densidad de un
minado matriz de densidad ilustra la distinción. La lanzamiento de moneda sólo tiene dos máximos, lo
función de onda del naipe cuántico se corresponde que significa, por convención, que la moneda está
con una matriz de densidad con cuatro máximos. Dos realmente cara arriba o cara abajo, aunque no la ha-
de estos máximos representan la probabilidad (50 %) yamos mirado aún.

INDETERMINACION CUANTICA INCERTIDUMBRE CLASICA

SUPERPOSICION COHERENTE

Interferencia LANZAMIENTO DE MONEDA

Cara
arriba Cara Cara Cruz
abajo

MATRIZ DE MATRIZ DE
DENSIDAD DENSIDAD

La teoría de la decoherencia muestra que la menor densidad que, a todos los efectos, representa las pro-
interacción con el entorno, como la colisión de un fo- babilidades clásicas como las de un lanzamiento de
tón o una molécula de gas, transforma rápidamente moneda. La ecuación de Schrödinger controla el pro-
una matriz de densidad coherente en una matriz de ceso entero.

DECOHERENCIA
Cara arriba Cara abajo

Interacción en el entorno

CUANTICO CLASICO

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El veredicto experimental es inape-
lable: nos guste o no, la rareza del
DIVIDIR LA REALIDAD universo cuántico es real.
esulta instructivo dividir el universo en tres partes: el objeto consi-
R derado, el entorno y el estado cuántico del observador, o sujeto.
La ecuación de Schrödinger que rige el universo en su totalidad puede
La censura cuántica:
la decoherencia
dividirse en términos que describen la dinámica interna de cada uno
de los tres subsistemas y términos que exponen las interacciones en-
tre ellos. Estos términos ejercen efectos muy distintos desde el punto
de vista cualitativo.
L os progresos experimentales de
las últimas décadas se acompa-
ñaron de notables avances en la com-
El término que describe la dinámica del objeto suele ser el más im- prensión teórica. El trabajo de Everett
portante; por ello, para saber qué hará el objeto, los teóricos pueden había dejado sin responder dos cues-
empezar ignorando el resto de los términos. En el caso de nuestro tiones cruciales. A tenor de la pri-
naipe cuántico, su dinámica predice que caerá a derecha e izquierda mera, si el mundo contiene realmente
en superposición. Cuando nuestro observador mira al naipe, la inte- extrañas superposiciones macroscópi-
racción entre sujeto y objeto extiende la superposición a su estado cas, ¿por qué no las percibimos?
mental, produciendo una superposición de alegría y tristeza por haber La respuesta la aportó en 1970
ganado y perdido la apuesta. Pero el observador nunca percibe esta
superposición, porque la interacción entre el objeto y el entorno (que
H. Dieter Zeh, de la Universidad de
incluye el choque de las moléculas de aire o los fotones contra el Heidelberg, en un artículo seminal.
naipe) conduce rápidamente a una decoherencia que hace que la su- Mostraba que la propia ecuación de
perposición no pueda observarse. Schrödinger comportaba decoheren-
Aun en el caso de que nuestro observador consiguiera aislar com- cia, cierta forma de censura. Así vino
pletamente al naipe de su entorno (por ejemplo, haciendo el experi- en designarse tal fenómeno porque
mento en una cámara oscura en el cero absoluto de temperatura) las de la superposición ideal prístina se
cosas no serían muy distintas. Por lo menos una neurona del nervio predica la coherencia. El concepto de
óptico entraría en una superposición de activarse o no activarse cuando decoherencia sería depurado por Woj-
el observador mirara el naipe; los cálculos recientes cifran en 10–20 se- ciech H. Zureck, Zeh y otros en las
gundos el tiempo en que décadas siguientes. Hallaron que las
la decoherencia haría me-
superposiciones coherentes sólo per-
lla en esta superposición.
A poco que los complejos
sisten mientras permanecen ocultas al
procesos de excitación de resto del mundo. Nuestro naipe cuán-
las neuronas de nuestro tico recibe constantemente el impacto
cerebro tengan que ver con de moléculas de aire y fotones que
la conciencia y con la for-
SUJETO comprueban si ha caído hacia la de-
mación de nuestro pensa- recha o hacia la izquierda, destru-
miento y percepciones, la yendo (“decohesionando”) la super-
decoherencia de las neu- posición y hurtándola a la observación
ronas garantizará que nunca (véase el recuadro “Decoherencia: el
percibiremos una superpo- cuanto se hace clásico”).
sición cuántica de estados Es como si el entorno sustituyera
mentales. En esencia, nues-
al observador, provocando el hundi-
tros cerebros relacionan
inextricablemente sujeto y
miento de la función de onda. Su-
entorno, imponiéndonos la pongamos que una persona mirara al
OBJETO ENTORNO
decoherencia. naipe sin decirnos de qué lado ha ca-
ído. Según la interpretación de Co-
penhague, su medida fuerza la su-
perposición en un resultado determinado,
¿No podría sustituirse la aparente lidad que desafía la descripción clá- y nuestra mejor descripción del naipe
aleatoriedad cuántica por algún tipo sica: no sólo puede un fotón estar pasa de una superposición cuántica a
de variable desconocida propia de las en dos lugares a la vez, sino que los una representación clásica de nuestra
partículas (las variables ocultas)? John experimentadores pueden escoger tras ignorancia de lo que aquella persona
S. Bell, físico teórico del CERN, el experimento si el fotón estaba en vio. Los cálculos de la decoherencia
mostró que en tal caso las magnitu- los dos sitios o sólo en uno. muestran, pues, que no es precisa la
des que se podían medir en ciertos El sencillo experimento de inter- intervención de un observador humano
experimentos de difícil realización, ferencia de la doble rendija, en el (o el colapso explícito de la función
mostrarían una discrepancia inevita- que luz o electrones pasan a través de onda) para obtener prácticamente
ble con las predicciones estándar de de dos rendijas y producen un pa- el mismo efecto; bastaría con una mo-
la mecánica cuántica. Muchos años trón de interferencia, y que Richard lécula de aire que rebotara en el naipe
después, la técnica permitió ejecutar Feynman ensalzó como la madre de caído. A efectos prácticos, una inte-
los experimentos y eliminar, así, la todos los efectos cuánticos, fue re- racción ínfima torna la superposición
posibilidad de la existencia de va- petido con éxito con objetos cada en una situación clásica, en un abrir
riables ocultas. vez mayores: átomos, pequeñas mo- y cerrar de ojos.
Uno de nosotros (Wheeler) pro- léculas y, recientemente, buckybolas La decoherencia explica por qué
puso en 1978 un experimento de “se- de 60 átomos. Tras este logro, el no solemos ver las superposiciones
lección diferida” (delayed choice). grupo de Anton Zeilinger en Viena cuánticas en el mundo que nos ro-
Realizado con éxito en 1984, mos- comenzó a plantear la posibilidad de dea. No se debe a que la mecánica
tró otro aspecto cuántico de la rea- realizar el experimento con un virus. cuántica se ciña, por principio, a ob-

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jetos mayores que cierta talla má- se use el postulado del colapso de serio. La noción de colapso seguirá
gica, sino a la cuasiimposibilidad de la función de onda como una receta siendo útil como receta de cálculo,
mantener aislados los objetos ma- práctica que recomienda “callar y cal- pero una advertencia adicional de
croscópicos como los gatos o los nai- cular”: se deben calcular las proba- que probablemente no se trata de un
pes en el grado necesario para evitar bilidades como si la función de onda proceso fundamental que viola la
la decoherencia. Los objetos micros- se desplomara cuando observamos el ecuación de Schrödinger ahorraría
cópicos, en cambio, pueden ser ais- objeto. Pese a que, según Everett, la muchas horas de confusión a los es-
lados de su entorno para que reten- función de onda no llega nunca a tudiantes más avispados.
gan su comportamiento cuántico. hundirse, los investigadores están de
La segunda pregunta sin respuesta acuerdo en que la decoherencia pro- Mirando al futuro
planteada por Everett, más sutil aun- duce un efecto que tiene el mismo
que de igual importancia, inquiría por
el mecanismo que selecciona los es-
tados clásicos (cara arriba y cara
aspecto que un “colapso”.
El descubrimiento de la decohe-
rencia, junto con los experimentos
T ras 100 años de ideas cuánticas,
¿qué nos depara el futuro? ¿Qué
misterios quedan por resolver? ¿Qué
abajo, en el caso del naipe). Si los cada vez más refinados que ponen de hemos de pensar o hacer con los
consideramos estados cuánticos abs- manifiesto las perplejidades cuánti- cuantos? Aunque las cuestiones re-
tractos, no tienen nada de particular, cas, no han dejado indiferentes a los lacionadas con la ontología y la na-
comparados con las innumerables su- físicos. La principal motivación para turaleza última de la realidad apare-
perposiciones posibles de arriba y la introducción de la noción de co- cen recurrentemente en los debates
abajo en distintas proporciones. ¿Por lapso de la función de onda era ex- sobre la interpretación de la mecá-
qué respetan los muchos universos la plicar por qué los experimentos pro- nica cuántica, puede que la teoría no
separación estricta entre arriba y abajo ducían resultados determinados y no sea sino una de las piezas del rom-
con la que estamos familiarizados, y extrañas superposiciones de resulta- pecabezas. Podemos agrupar las teo-
nunca otras alternativas? La decohe- dos. Esta motivación ha dejado de rías en árboles genealógicos de forma
rencia responde también a esta cues- existir. Además, llama la atención que que, al menos en principio, cada una
tión, ya que los cálculos muestran nadie haya sugerido una ecuación de- de ellas esté basada en las teorías
que los estados clásicos como arriba terminista contrastable que especifi- más fundamentales que la preceden.
y abajo son precisamente los más re- que con exactitud el momento en que Muy en lo alto del árbol hallamos
sistentes a la decoherencia. Con otras se supone debe producirse el colapso. la teoría de la relatividad general y
palabras, las interacciones con el en- De una encuesta informal realizada la teoría cuántica de campos. En el
torno no afectarían a los naipes cara en julio de 1999 durante un congreso siguiente nivel aparecen la relativi-
arriba o cara abajo, pero harían que sobre computación cuántica en el Ins- dad especial y la mecánica cuántica,
toda superposición de arriba y abajo tituto Isaac Newton de Cambridge se que a su vez comprenden el elec-
desembocara en una de las dos al- desprende que la percepción de los tromagnetismo, la mecánica clásica,
ternativas clásicas. físicos está cambiando. De los 90 fí- la física atómica, etc. Disciplinas
sicos encuestados, sólo ocho decla- como la informática, la psicología o
La decoherencia y el cerebro raron que su punto de vista impli- la medicina aparecen en las ramas
caba el colapso explícito de la función inferiores.

D e lejos les viene a los físicos su


tendencia a analizar el universo
dividiéndolo en dos partes. En ter-
de onda. Treinta prefirieron “muchos
universos o historias consistentes (sin
colapso)”. (A grandes rasgos, el en-
Todas estas teorías tienen dos com-
ponentes: las ecuaciones matemáticas
y la prosa que explican la relación
modinámica, los teóricos separan un foque de historias consistentes ana- entre ecuaciones y observación ex-
cuerpo material de todo cuanto le ro- liza secuencias de medidas y reúne perimental. La mecánica cuántica en-
dea (el “ambiente”), que proporciona grupos de resultados alternativos que señada en los manuales presenta am-
las condiciones prevalentes de tempe- formarían una historia “consistente” bos componentes: algunas ecuaciones
ratura y presión. Tradicionalmente la para un observador.) y tres postulados fundamentales enun-
física cuántica separa del aparato de Pero la imagen resultante no es ciados con palabras del lenguaje or-
medición clásico el sistema cuántico. clara: 50 de los investigadores res- dinario. En cada nivel de la jerar-
Si se toman en serio la unitariedad y pondieron “ninguna de las anteriores quía de teorías se introducen nuevos
la decoherencia, resulta instructivo di- o indeciso”. Puede que la confusión conceptos (por ejemplo, protones, áto-
vidir el universo en tres partes des- lingüística reinante haya contribuido mos, células, organismos, culturas)
critas por sendos estados cuánticos: el a un número tan alto. No es raro en- porque son convenientes y porque
objeto considerado, el ambiente y el contrar dos físicos que afirman subs- captan la esencia de los fenómenos,
observador, o sujeto (véase el recua- cribir la interpretación de Copenha- sin tener que recurrir a las teorías
dro “Dividir la realidad”). gue y discrepan, sin embargo, en qué de niveles superiores. La proporción
La decoherencia causada por la in- entender por tal. entre ecuaciones y prosa decrece a
teracción entre el ambiente y el ob- Dicho esto, la encuesta plantea sin medida que descendemos por el ár-
jeto o el sujeto es la responsable de ambages la necesidad de poner al día bol de teorías, y aquéllas terminan
que nunca percibamos una superpo- los manuales de mecánica cuántica. por desaparecer llegados a la medi-
sición cuántica de estados mentales. Aunque estos libros incluyan, sin ex- cina o la sociología. Las teorías de
Además, nuestros cerebros están inex- cepción, en uno de los primeros ca- la copa del árbol, en cambio, están
tricablemente ligados con el ambiente, pítulos el colapso no unitario como fuertemente matematizadas, y los fí-
de forma que la decoherencia de las un postulado fundamental, la encuesta sicos siguen esforzándose por com-
neuronas excitadas es inevitable y sugiere que muchos físicos (espe- prender los conceptos codificados en
esencialmente instantánea. Como ha cialmente los cada vez más numero- las fórmulas que utilizan.
hecho notar Zeh, estas conclusiones sos que se dedican a la computación El objetivo último de la física es
justifican el que en los libros de texto cuántica) no toman este postulado en dar con lo que popularmente se co-

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noce como una teoría del todo, a par-
tir de la cual se deduzca el resto.
De existir una teoría así, ocuparía el
lugar más alto del árbol genealógico,
lo que querría decir que tanto la teo-
ría de la relatividad general como la
teoría cuántica de campos se dedu-
cirían de ella. Los físicos echamos
de menos algo en lo alto del árbol,
porque carecemos de una teoría con-
sistente que incluya la gravedad y la
mecánica cuántica, mientras que el
universo contiene ambos fenómenos.
Una teoría del todo puede que no
debiera contener ningún concepto, ya
que de otro modo nos veríamos obli-
gados a buscar una explicación para
esos conceptos en términos de una
teoría más fundamental, y así suce-
sivamente en un proceso sin fin. En
otras palabras, la teoría debería ser
pura matemática y no incluir expli-
caciones ni postulados. Un matemá-
tico infinitamente inteligente podría
deducir todo el árbol genealógico de
teorías a partir de las ecuaciones, e
inferir así las propiedades del uni-
verso que estas ecuaciones describen,
junto con las propiedades de sus ha-
bitantes y sus percepciones del mundo.
El primer siglo de mecánica cuán-
tica nos ha regalado técnicas muy
poderosas y ha contestado a muchas
preguntas. Pero la física ha plantea-
do nuevas cuestiones tan importan-
tes como las que preocupaban a Max-
well cuando impartió su lección
inaugural, cuestiones relacionadas
con la gravedad cuántica y con la
naturaleza última de la realidad. Si
la historia nos enseña algo, la cen-
turia que iniciamos nos deparará más
de una sorpresa.

BIBLIOGRAFIA COMPLEMENTARIA
ONE HUNDRED YEARS OF QUANTUM
PHYSICS. Daniel Kleppner y Ro-
man Jackiw, en Science, vol. 289,
págs. 893-898; 11 de agosto de
2000.
BEAM LINE. Número especial dedi-
cado al siglo cuántico. Volumen
30, número 2 (verano/otoño 2000).
Disponible en la red en www.slac.
stanford.edu/pubs/beamline/pdf/
00ii.pdf.
MAX PLANCK: THE RELUCTANT RE-
VOLUTIONARY . Helge Kragh, en
Physics World, vol. 13, n.o 12,
págs. 31-35; diciembre de 2000.
THE QUANTUM CENTENNIAL. A. Zei-
linger, en Nature, vol. 408, págs.
639-641; 7 de diciembre de 2000.

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