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SOBRE EL ESTATUTO EPISTEMOLOGICO DE LA PEDAGOGIA

DR. NELSON CAMPOS VILLALOBOS


A.-ESTATUTO EPISTEMOLOGICO Estatuto viene del latín stare, con el
significado de estar en pie o estar firme, de tal manera que las palabras en
estudio significarían que el conocimiento que posee o proporciona alguna
ciencia tiene validez científica y se asienta en la verdad. Por lo general, se
advierte un mal uso del término, debido a que se emplea al parecer porque
suena como un término científico, de manera que algunos se creen con la
autoridad para tratar del estatuto epistemológico. Por ejemplo, de las
medicinas aborígenes. Tienen este estatuto las ciencias que se basan en el
método científico, que poseen un área del conocimiento propio y que
cuentan con el consenso de la comunidad científica. Las ciencias sociales no
han resuelto a plenitud su estatuto epistemológico, pero tampoco podemos
esperar que se estructuren a semejanza de las ciencias duras, que tienen
otros objetos de estudio y no están enfrentadas a la complejidad humana.
Sin embargo, también hay que esperar que en las ciencias sociales exista una
rigurosidad cientfica en el tratamiento de los problemas, que sus
conclusiones puedan ser validadas y que los experimentos que realizada
puedan ser repetidos por otros investigadores, obteniendo similares
resultados. Todo esto, además de un cuerpo de conocimientos propios y de
un lenguaje preciso, son las bases del estatuto buscado. Sobre la precisión
lógica y semántica del lenguaje, hay un aporte de Gadamer, quien señala que
los métodos científicos son también modalidades del lenguaje que deben ser
remitidos a las condiciones históricas de la enunciación. Por ello, el ideal de
una racionalidad objetivante como criterio último de verdad, o sea de una
racionalidad que prescinde de la historicidad, debe ser relativizado, lo que
quiere decir que debe ser reconducido a las condiciones históricas del
lenguaje. El psicoanálisis posee un lenguaje propio que incluso ha prestado
conceptos a otras disciplinas científicas, como la psicología y la psiquiatría,
pero no tiene los antecedentes de replicabilidad de sus hallazgos y sus
métodos no han sido validados, por lo cual podemos decir que su estatuto
epistemológico es ambiguo y que por lo mismo no se ha aplicado a la
investigación educacional ni tampoco a la psicopedagógica, salvo en aspectos
teóricos de escasa o nula aplicabilidad en el aula.
B.- ESTATUTO EPISTEMOLOGICO DE LAS CIENCIAS DE LA EDUCACION 
En el siglo XIX se hizo algún intento por hacer coincidir los términos
pedagogía con ciencia de la educación, lo cual no tiene ninguna objeción
filosófica, ya que la primera tenía un estatuto epistemológico aceptado. El
problema surge y aún continúa, cuando el término abarca a varias ciencias,
con lo cual un estatuto epistemológico común resulta ambiguo, por la
diversidad de saberes, metodologías, lenguajes y contenidos que poseen
entre todas. 
La discusión se centra en este apartado en determinar si las llamadas ciencias
de la educación poseen un estatuto epistemológico que les permita
reemplazar a la pedagogía. Como señala con agudeza el profesor Octavi
Fullat en España, se trata de ver si esas ciencias tienen el estatuto, o sea,
están de pié o simplemente desplomándose. Examinemos que debe reunir
un estatuto epistemológico verdadero: 
Un campo de estudio que sea propio (la ciencia de la educación no tiene un
estatuto epistemológico porque es muy variado, no quiere decir que no
pueda tenerlo).
Un cuerpo de contenidos validados
Un lenguaje propio
Autonomía metodológica
Formulación de principios, teorías e hipótesis propias

Las llamadas ciencias de la educación comprenden 6 grupos o saberes


tipificados, que siguiendo en parte al Dr. Octaví Fullat, son: 
Ciencias formales: Matemáticas (Estadística educacional)
Ciencias empíricas o aplicadas (Biología de la educación, Higiene escolar,
Educación Sanitaria
Ciencias sociales: Sociología de la educación; Historia de la educación;
Economía de la educación; Psicología de la educación; Antropología
educacional
Disciplinas metafísicas: Moral de la educación; Filosofía de la educación
Saberes técnicos: Organización escolar; Didáctica; computación educacional
Disciplina integradora: Filosofía de la educación (que la ciencia de la
educación se ocupe de esos grupos hace
Si examinamos críticamente a estos saberes, veremos que ninguno de ellos
posee un campo exclusivo de conocimientos, sino que más bien son parte de
otras ciencias con estatuto epistemológico cierto, que se aplican a la
educación; tampoco hay una interacción entre ellas que conduzaca a la
unificación del conocimiento; por el contrario cada una, al abarcar
separadamente una parte del conocimiento educacional, tiende a fragmentar
el saber que aprende sin llegar a la esperada unificación conceptual de varias
disciplinas tratando de estudiar el mismo fenómeno: la educación. 
A diferencia de lo anterior, la pedagogía tiene un estatuto epistemológico
propio y una tendencia integradora del fenómeno educacional. Al parecer, la
fragmentación de los saberes que propician las ciencias de la educación no
ha significado un avance, sino más bien un estancamiento que se observa
claramente en la superficialidad de las investigaciones, en la escasez de
productos nuevos y en la carencia de originalidad en general que se aprecia
en los congresos científicos de nuestra área. Recordamos en este punto que
Durkheim opinaba que eran diferentes la pedagogía y la ciencia de la
educación. El argumentaba que la pedagogía busca elaborar teorías de la
práctica, en cambio la segunda pretende describir, es decir, conocer y
explicar la naturaleza pasada y presente de la ciencia de la educación.
Examinemos otros argumentos. Si analizamos el fin de la ciencia,
encontramos que es la búsqueda de la verdad per se, sin un afán técnico, o
sea de aplicación del saber. Por lo mismo se dice que la ciencia carece de
moral puesto que esa problemática solamente surge cuando para bien o para
mal se emplean los conocimientos científicos. Por lo mismo, si las ciencias se
escinden para tratar de abarcar el fenómeno del a quién, del cómo y del por
qué educar, estamos en presencia de la aplicación del saber, con lo cual la
búsqueda de la verdad queda en segundo plano y la técnica está en primer
plano formal. Por lo mismo, las llamadas Facultades de Ciencias de la
Educación no pretender ni piensan en hacer ciencia pura, sono que están tras
las aplicaciones inmediatas. El objeto de esas Facultades no está en la
investigación como primera obligación, sino en la formación de maestros
para la escuela básica y media. Por lo mismo también no pretenden formar
científicos sino maestros y así lo demustran los planes de estudio. Esas
escuelas universitarias no ptretenden ni han pretendido hacer avanzar el
conocimiento en cada ciencia, pues de otra manera estarían formadas por
doctores y científicos de primera línea y la investigación sería su tarea
principal. Pongamos los pies en la tierra: si no se tiene clara la función de las
escuelas formadoras de maestros, entonces el nombre de ciencias de la
educación será solamente una forma artificial de hacer subir el prestigio de la
entidad. Necesitamos más episteme y menos doxa para clarificar el papel que
deben cumplir las llamadas ciencias de la educación en su búsqueda de
capacidad epistemológica para integrar el saber que separadamente están
produciendo. Tarea que siempre estuvo claramente determinada por la
filosofía de la educación y por la vieja y sabia pedagogía.
Publicado por Dr. Nelson Campos Villalobosen 17:45

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ESTATUTO: VALIDEZ CIENTIFICA
La razón por la cual él dice que no cumple las condiciones el estatuto, es
porque para la ciencia no aplica la moral. Ejemplo: a un físico le importa
saber por qué la estrella, conocer el fenómeno, les interesa ser objetivos, les
interesa el objeto no el sujeto. La ciencia carece moral.

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