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COLEGIO MADRE MARIA SARA ALVARADO


PGA-02-R04
GESTIÓN ACADÉMICA
PROCESO: FORMACION Y EVALUACION EN ESPACIOS Versión 01
DE APRENDIZAJE
MODULO DE TRABAJO Tercer Periodo 2020 7° GRADO

¿Has pensado alguna vez que tu familia debería reflejar las cualidades que le hacen falta o
que no posee en absoluto? El siguiente cuento puede darte algunas pistas sobre esas
cualidades:

En un pueblo lejano, el rey convocó a todos los varones jóvenes a una audiencia privada con
él, durante la cual daría un importante mensaje. Muchos jóvenes asistieron y el rey les dijo:
“Le voy a dar una semilla diferente a cada uno de ustedes. Al cabo de seis meses deberán
traerme en una maceta la planta que haya crecido, y quien traiga la planta más bella ganará
la mano de mi hija, y, por ende, el reino”. Uno de los jóvenes plantó su semilla y vio que
ésta no germinaba; mientras los demás jóvenes del reino no paraban de hablar y mostrar las
hermosas plantas y flores que crecían en sus macetas.

Llegaron los seis meses y todos los jóvenes desfilaban hacia el castillo con hermosísimas
plantas. El joven a quien no le germinó la planta estaba triste. Todos los demás, orgullosos
de sus plantas, al ver a nuestro amigo soltaron la risa y le hicieron burla. El alboroto fue
interrumpido por el ingreso del rey. Todos le hicieron su respectiva reverencia mientras éste
se paseaba mirando una por una las macetas y admiraba las plantas.

Al finalizar la inspección, el rey hizo llamar a su hija y al joven que había llevado su maceta
vacía. El rey declaró: “Este es el nuevo heredero del trono; se casará con mi hija,
pues a todos ustedes se les dio una semilla infértil y trataron de engañarme
plantando otras semillas. Pero este joven tuvo el valor de presentarse y mostrar su
maceta vacía, siendo sincero, leal y valiente. Esas son cualidades que mi hija
merece de su esposo”. Actividad
Después de la lectura reflexiona en los siguientes interrogantes: 1
¿Cuáles consideras que son las ¿De dónde provienen esas Escribe las cualidades que
cualidades de la familia auténtica?
cualidades?____________ descubres en tu familia:
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¿Qué cualidades sería necesario implementar en tu familia?:
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L os valores son principios que debemos estar dispuestos a seguir y que toda comunidad,
incluyendo la familia, aprueba para que las relaciones entre sus miembros sean respetuosas y
constructivas. Los valores así entendidos nacen en el seno de la familia. Es allí donde las
personas aprendemos a practicar el respeto, el amor por la vida y la solidaridad con los demás.
Una familia que tiene bien definidos sus valores es unida, fuerte y sólida, lo que permite que haya
la confianza entre sus miembros.
El entorno familia es el más propicio para formar los valores, que
nos permiten mantener un modo de vida más humano, y los principales responsables de
esta formación son los padres. Un valor nace y se fortalece cuando cada uno de los
miembros de la familia lo cultiva y practica con responsabilidad, con el propósito de
favorecer el bienestar y la felicidad de todos los demás. Los valores que se adquieren en
casa, luego se transmitirán a la sociedad.

Desde el momento en que nacemos, empezamos un proceso de aprendizaje, en el que


nuestros padres nos transmiten sus valores y nos muestran, a su manera, cómo debemos
usar nuestra libertad.
Posteriormente, en la escuela nuestros maestros procuran enseñarnos que las buenas
relaciones personales y la estabilidad familiar son base de la libertad, la seguridad y la
armonía, y luego, cuando somos adultos, la experiencia nos lleva a entender que la familia
es el inicio de la vida social.

En la familia es donde aprendemos a experimenta las distintas emociones: compartimos nuestras


primeras alegrías y enfrentamos las tristezas en momentos importantes de nuestras vidas. Es
allí, en el seno familiar donde encontramos a quienes nos aconsejan sobre la manera de
sobrellevar los conflictos y los problemas.

Los primeros valores los aprendemos en la casa y son el sustento moral de nuestra historia
individual y en comunidad a lo largo de nuestra vida. Además, es
la familia la que nos brinda la oportunidad de
formarnos en valores, así como identificar aquello
que nos afecta. En efecto, nuestros padres nos
enseñan a reconocer los peligros, pero también
las oportunidades, y somos nosotros quienes
posteriormente debemos elegir lo que nos es más
conveniente en base a esa guía.

Tales decisiones se van haciendo más importantes


en la medida en que nos volvemos mayores y la
forma como las tomamos indica si la formación familiar
fue efectiva o si realmente adquirimos conciencia de
nuestra herencia ética y moral en nuestra adultez.

Cada familia mantiene sus relaciones de manera diferente; sin embargo, existe una serie de
valores que deben hacer parte de todo grupo familiar, por ejemplo:

Éste valor consiste en saber acatar los derechos de las personas, no sólo
en cuento a sus opiniones y sentimientos, sino también en cuento a su manera de ser y de actuar,
siempre que no afecte los derechos de los demás. Es, tal vez, el valor más importante porque se
aplica a la privacidad como a la vida pública, a las decisiones y como a los gustos individuales y
colectivos.

Es un valor que significa actuar desinteresadamente en favor


de otras personas, y a hacerlo con alegría. Podemos mostrar generosidad de diferentes maneras,
por ejemplo, con acciones como obsequiar detalles, prestar cosas, escuchar a las personas,
saludar o perdonar.

Con este valor establecemos nuestro respeto por aquello que le pertenece
a cada persona, es decir, muestra nuestro esfuerzo por dar a cada uno lo que le corresponde,
incluyéndonos a nosotros mismos. Cuando una persona respeta los derechos de los demás y
trata a cada uno como se merece, está practicando la justicia.

Es el valor que invita a asumir las consecuencias de los


propios actos ante los demás. La responsabilidad se logra cuando se cumplen los deberes y se
atienden las obligaciones que tenemos con nosotros mismos y con los demás. La
responsabilidad debe hacer parte del proceso de formación de los individuos desde su niñez, ya
que esto garantiza que pueden participar de las decisiones familiares y, luego, de las decisiones
que tome la sociedad del modo correcto.

Es un valor que permite a cada persona tener una visión positiva


de sí misma. Tiene una importante influencia sobre las decisiones que cada uno toma, por cuanto
puede afectar de manera positiva o negativa la vida de las personas.

Desarrollas el esquema podrás conocerte a ti mismo (a) y descubrir valores que has aprehendido
en tu ambiente familiar.

Actividad
2

Analizo un texto de las enseñanzas del magisterio de la Iglesia.

Actividad
3

Aun en medio de las dificultades, hoy a menudo agravadas, de la acción educativa, los padres
deben formar a los hijos con confianza y valentía en los valores esenciales de la vida humana. Los
hijos deben crecer en una justa libertad ante los bienes materiales, adoptando un estilo de vida
sencillo y austero, convencidos de que «el hombre vale más por lo que es que por lo que tiene».
En una sociedad sacudida y disgregada por tensiones y conflictos a causa del choque entre los
diversos individualismos y egoísmos, los hijos deben enriquecerse no sólo con el sentido de la
verdadera justicia, que lleva al respeto de la dignidad personal de cada uno, sino también y más
aún del sentido del verdadero amor, como solicitud sincera y servicio desinteresado hacia los
demás, especialmente a los más pobres y necesitados.

La familia es la primera y fundamental escuela de socialidad; como comunidad de amor, encuentra


en el don de sí misma la ley que la rige y hace crecer. El don de sí, que inspira el amor mutuo de
los esposos, se pone como modelo y norma del don de sí que debe haber en las relaciones entre
hermanos y hermanas, y entre las diversas generaciones que conviven en la familia. La comunión
y la participación vivida cotidianamente en la casa, en los momentos de alegría y de dificultad,
representa la pedagogía más concreta y eficaz para la inserción activa, responsable y fecunda de
los hijos en el horizonte más amplio de la sociedad.

La educación para el amor como don de sí mismo constituye también la premisa indispensable
para los padres, llamados a ofrecer a los hijos una educación sexual clara y delicada. Ante una
cultura que «banaliza» en gran parte la sexualidad humana, porque la interpreta y la vive de
manera reductiva y empobrecida, relacionándola únicamente con el cuerpo y el placer egoísta, el
servicio educativo de los padres debe basarse sobre una cultura sexual que sea verdadera y
plenamente personal. En efecto, la sexualidad es una riqueza de toda la persona —cuerpo,
sentimiento y espíritu— y manifiesta su significado íntimo al llevar la persona hacia el don de sí
misma en el amor.

Exhortación apostólica Familiaris Consortio de Su Santidad Juan pablo II. No. 37

1. Explica en tu cuaderno, según el texto anterior.


¿A qué se refiere el texto cuando afirma que los hijos deben aprender a vivir
convencidos de que “el hombre vale más por lo que es que por lo que tiene"?
¿Cuál es la verdadera forma de entender el amor y la sexualidad humana que debe
enseñar la familia?
¿Cuál es la idea principal que pretende desarrollar Juan pablo II en éste fragmento?
2. Escribe un acróstico que tenga relación con la importancia que debemos dar a la práctica de
los valores familiares.

V_____________________________________
A________________________
L ________________________
O ________________________
R ________________________
E ________________________
S ________________________
3. Lee el siguiente texto y responde las preguntas:
Gabriela es una de las niñas de mi salón, ayer mientras presentábamos la evaluación de
lenguaje, la profesora Sandra decidió anular su prueba pues se dio cuenta que ella estaba
copiando de un papel que tenía en su mano izquierda. De lo que no se dio cuenta la profesora
fue que el papel se lo había entregado Fernanda, la compañera del costado derecho. Yo
guardé silencio mientras Gabriela intentaba justificar su conducta. Luego, tuve toda la
intención de informar a la profesora que Fernanda igualmente había participado, por lo que
también debía ser amonestada, pero, la verdad, me dio miedo y callé.
a. ¿Consideras que la decisión tomada por Gabriela fue la correcta? Explica tu respuesta.
b. ¿Cómo crees que debería ser sancionada la conducta de Gabriela? ¿Por qué?
c. ¿Qué relación encuentras entre los valores que aprendemos en casa y las situaciones
que se presentan en el texto?

4. Organiza un grupo con tu familia para la campaña “Los valores familiares y la sociedad”,
para ello diseña un personaje de caricatura para participar en la elección del protagonista de
la campaña. Luego, selecciona con parte de la familia el personaje ganador, por medio del
cual se dará a conocer la información sobre los valores familiares.
La Encarnación del Hijo de Dios abre un nuevo inicio en la historia universal del hombre y de la
mujer. Y este nuevo inicio tiene lugar en el seno de una familia, en Nazareth.

Dios eligió nacer en una familia humana, que formó Él mismo. La formó en un perdido pueblo de
la periferia del Imperio Romano. No en Roma, no en una gran ciudad, sino en una periferia casi
invisible, al contrario, más bien de mala fama. Lo recuerdan también los Evangelios, casi como
un modo de decir: “¿De Nazaret puede venir algo bueno?” (Jn 1,46). Quizás, en muchas partes
del mundo, nosotros mismos hablamos aun así, cuando escuchamos el nombre de algún lugar
periférico de una ciudad grande. Pues bien, precisamente desde allí, desde esa periferia del gran
Imperio, comenzó la historia más santa y más buena, la de Jesús entre los hombres.

Jesús se quedó en esa periferia durante treinta años. El evangelista Lucas resume este periodo
así: Jesús “les estaba sometido [es decir a María y José]. Y la madre custodiaba en su corazón
todas estas cosas, y Jesús crecía en sabiduría, en edad y en gracia ante Dios y ante los hombres”
(2,51-52). No se habla de milagros o curaciones, de predicaciones, de muchedumbres que corren;
en Nazareth todo parece suceder “normalmente”, según las costumbres de una pía y trabajadora
familia israelita.

El arte, la literatura, la música han recorrido esta vía de la imaginación. Ciertamente, ¡no es difícil
imaginar cuánto podrían aprender las mamás de los desvelos de María por ese Hijo! Y cuánto
podrían aprender los papás del ejemplo de José, hombre justo, que dedicó su vida a apoyar y a
defender al niño y a la esposa –su familia – en los momentos difíciles. Por no decir cuánto podrían
ser alentados los chicos por Jesús adolescente a comprender la necesidad y la belleza de cultivar
su vocación más profunda, de soñar en grande.

Cada familia cristiana – como hicieron María y José – puede ante todo acoger a Jesús,
escucharlo, hablar con Él, custodiarlo, protegerlo, crecer con Él; y así mejorar el mundo. Hagamos
espacio en nuestro corazón y en nuestras jornadas al Señor. Así hicieron también María y José,
y no fue fácil: ¡cuántas dificultades debieron superar! No era una familia fingida, irreal.
familia de Nazaret nos compromete a redescubrir la vocación y la misión de la familia, de toda
familia. Y, como sucedió en esos treinta años en Nazaret, así puede suceder también para
nosotros: hacer volverse normal el amor y no el odio, hacer volverse común la ayuda mutua, no
la indiferencia o la enemistad. No es casualidad, entonces, que “Nazaret signifique “La que
custodia”, como María, que – dice el Evangelio – “custodiaba en su corazón todas estas cosas”
(cfr Lc 2,19.51). Desde entonces, cada vez que hay una familia que custodia este misterio,
aunque sea en la periferia del mundo, el misterio del Hijo de Dios está actuando. Y viene para
salvar al mundo.

PRIMERA PARTE:
SEGUNDA PARTE: SEGÚN EL DISCURSO DEL PAPA PABLO VI
Iglesia de la Anunciación de Nazaret domingo 5 de enero de 1964

1. Nazareth es la escuela de iniciación para comprender la vida de Jesús y Quién es


Jesucristo.
La escuela del Evangelio. Aquí se aprende observar, a escuchar, a meditar, a penetrar en el
sentido, tan profundo y misterioso, de aquella simplísima, humildísima, bellísima manifestación
del Hijo de Dios.

2. Lección de silencio. Renazca en nosotros la valorización del silencio, de esta estupenda e


indispensable condición del espíritu; en nosotros, aturdidos por tantos ruidos, tantos estrépitos,
tantas voces de nuestra ruidosa e hipersensibilizada vida moderna. Silencio de Nazaret,
enséñanos el recogimiento, la interioridad, la aptitud de prestar oídos a las buenas inspiraciones
y palabras de los verdaderos maestros; enséñanos la necesidad y el valor de la preparación, del
estudio, de la meditación, de la vida personal e interior, de la oración que Dios sólo ve
secretamente.
Silencio interior para tener paz y escuchar a Dios;
Silencio interior para escucharse mutuamente y recibir ánimos, felicitaciones, consejos y
correcciones;
Silencio exterior para convivir, dialogar, orar, descansar.
3. Lección de vida doméstica. Enseñe Nazareth lo que es la familia, su comunión de amor, su
sencilla y austera belleza, su carácter sagrado e inviolable; enseñe lo dulce e insustituible que es
su pedagogía; enseñe lo fundamental e insuperable de su sociología.
Según estas palabras la vida doméstica incluye:
– Comunión de amor: unión motivada por el amor que lleva a comprenderse, aceptarse,
apoyarse, ayudarse;
– Carácter sagrado: una vida doméstica inspirada por la fe, fortalecida por la celebración de la
fe, encarnada en actitudes cristianas;
– Pedagogía: donde se aprendan los principios, los valores y las formas concretas de encarnar
la fe en la vida;
– Sociología: donde se enseñe teórica y prácticamente a relacionarse con la sociedad, a ser
responsable de la sociedad, a servir a la sociedad.

4. Lección de trabajo. ¡Oh Nazaret, oh casa del "Hijo del Carpintero", cómo querríamos
comprender y celebrar aquí la ley severa, y redentora de la fatiga humana; recomponer aquí la
conciencia de la dignidad del trabajo; recordar aquí cómo el trabajo no puede ser fin en sí mismo
y cómo, cuanto más libre y alto sea, tanto lo serán, además del valor económico, los valores que
tiene como fin; saludar aquí a los trabajadores de todo el mundo y señalarles su gran colega, su
hermano divino, el Profeta de toda justicia para ellos, Jesucristo Nuestro Señor!

– La responsabilidad por el trabajo,


– La bondad y gracia del trabajo,
– La función social del trabajo
Establece, en compañía de tus padres, un paralelo de los valores y virtudes de la sagrada Familia de
Nazareth con los que se viven o se debieran vivir en tu familia:
Actividad
4

VALORES DE LA SAGRADA VALORES QUE SE VIVEN EN VALORES QUE QUEREMOS


FAMILIA DE NAZARETH MI FAMILIA IMPLEMENTAR

San Juan se encarga bien de subrayar que este milagro de las bodas de Caná es el primer milagro
que hizo Jesús. Estaba Jesús acompañado por su Madre y por el primer grupo de apóstoles,
recién llamados. San Juan además prefiere llamar “signo” a esta actuación de Jesús, más que
milagro; y esto, no porque no sea un milagro, una actuación por
encima de lo natural y que es sólo propia de Dios, sino porque
lo que importa que consideremos es su significado, y no
tanto su aspecto de prodigio.

Y el significado de este hecho milagroso de Jesús es muy


grande y muy profundo. San Juan, al narrar el milagro del
agua convertida en vino (y en un banquete de bodas), ya
está adelantando una relación matrimonial de Jesús con la
humanidad salvada, en la que la boda se celebra con un
vino nuevo, la propia sangre de Cristo. Este milagro-signo
sería casi como una representación adelantada de la
redención. Una redención en que habrá un vino que nadie
había probado antes, y que es una verdadera fiesta de
bodas, porque todo lo que reina ahí es el amor. Y a este nuevo
banquete de bodas están invitados especialmente sus seguidores y de forma particular la Virgen
María. Cuando narre Juan la crucifixión de Jesús también subrayará que de su costado brotó
sangre y agua; esto ocurre en la última escena de la Redención. Y hay ahí una alusión del agua
convertida en vino, que es la primera escena de la obra de la Redención. San Juan subraya por
eso, que el milagro de las bodas de Caná es el primer signo que hizo Jesús.

Pero además hay muchas más consideraciones que podemos sacar de esta escena cargada de
simbolismo. Jesús transforma el agua en vino. Esto está adelantando todos los milagros
“invisibles” que se realizan en cada sacramento, y en cada uno de ellos hay una transformación,
como la del agua en vino. En el sacramento del bautismo, es el agua corriente que adquiere una
fuerza salvadora y purificadora, que antes no tenía: es un agua transformada por la presencia de
Jesús. Y lo mismo pasa en cada sacramento, y especialmente en la Eucaristía, donde hay
además la transformación de la misma sustancia del pan y del vino. Pero en todos los
sacramentos hay algún tipo de transformación del material empleado, y en todos se produce por
la presencia y la intervención de Cristo. Podríamos decir así que cada sacramento es una especie
de “bodas de Caná”.

Es muy importante también destacar los aspectos humanos de Jesús que aparecen en su
actuación en el milagro. Primero su cercanía con los hombres y con su vida: Jesús presente en
una fiesta de bodas. Estará tan presente en cada actividad que desarrollen los hombres, siempre.
En toda actividad podemos tener presente a Jesús. Además el detalle de hacer un milagro
generoso: aproximadamente seiscientos litros de vino y del mejor vino. Y podríamos añadir que
Jesús hace un milagro casi innecesario ¿qué cosa importante estaba de por medio? Simplemente
se trata de una manifestación de su bondad y de su interés por todas las circunstancias de los
hombres.

Junto con esto hay también que pensar que el milagro no se habría producido sin la colaboración
de los sirvientes y su obediencia a lo Jesús dice. “haced lo que El os diga” (que les dijo la Virgen).
Jesús transforma todo, todo lo llena de un sentido nuevo, pero a nosotros nos toca poner nuestra
colaboración, sin la cual Jesús no quiere actuar, aunque pudiera, poniendo a su disposición
nuestra docilidad a su palabra.

Otra cosa que es notable es la presencia de la Virgen. Porque entre otras cosas, es el único
milagro del Evangelio en que consta que ella estuvo presente. Como meditábamos más arriba es
la primera escena (por así decirlo) de la Redención. Y María está presente en ella, de la misma
forma que estará en la última escena, cuando ella esté presente al pie de la Cruz, donde se estará
realizando esa “boda tan especial” de su propio Hijo. María tiene el papel de intercesora: ella no
hace el milagro, pero es la “promotora” del milagro. Ella, al pie de la Cruz acompaña a Jesús en
nuestra salvación y se compromete con cada uno, al aceptarnos como hijos: “Mujer, ahí tienes a
tu hijo”.

Y finalmente la presencia de los apóstoles. Ya serán sus compañeros siempre, pero debe
instruirles en la fe. Su fe la irá construyendo Jesús en ellos poco a poco, con su palabra, con su
vida y con las manifestaciones de su poder. Así podrán ser ellos de alguna manera la presencia
continuada de Jesús en la vida de la Iglesia.

"El contexto de un banquete de bodas, que Jesús eligió para su primer milagro, remite al
simbolismo matrimonial, frecuente en el Antiguo Testamento para indicar la alianza entre Dios y
su pueblo (cfr. Os 2, 21 Jr 2, 1-8, Sal 44, etc.), y en el Nuevo Testamento para significar la unión
de Cristo con la Iglesia (cfr. Jn 3, 28-30; Ef 5, 25-32; Ap 21, 1-2; etc.). "La presencia de Jesús en
Caná manifiesta, además, el proyecto salvífico de Dios con respecto al matrimonio. En esa
perspectiva la carencia de vino se puede interpretar como una alusión a la falta de amor, que
lamentablemente es una amenaza que se cierne a menudo sobre la unión conyugal. María pide
a Jesús que intervenga en favor de todos los esposos, a quienes sólo un amor fundado en Dios
puede librar de los peligros de la infidelidad, de la incomprensión y de las divisiones. La gracia
del sacramento ofrece a los esposos esta fuerza superior de amor, que puede robustecer su
compromiso de fidelidad incluso en las circunstancias difíciles. Actividad
5

1. Con ayuda de tu familia realizar un dramatizado del texto bíblico y presentarlo en un video. (Jn 2:1-12)
2. Teniendo en cuenta la intervención de la Santísima Virgen en las Bodas de Caná y en relación con el
matrimonio, establece acciones a realizar para que por su intercesión el Señor bendiga tu Hogar y se
mantenga unido, esquematízalo en un octavo de cartulina para presentarlo en clase y luego ubicarlo en
un lugar visible en casa para realizarlo siempre, le toma una foto y lo envía.
JESUS LA FAMILIA EL MATRIMONIO – EL CELIBATO EXHORTACIÓN
APOSTÓLICA POSTSINODAL AMORIS LAETITIA.

Frente a quienes prohibían el matrimonio, el Nuevo Testamento enseña que «todo lo que Dios ha
creado es bueno; no hay que desechar nada» (1 Tt 4,4). El matrimonio es un «don» del Señor
(cf. 1 Co 7,7). Al mismo tiempo, por esa valoración positiva, se pone un fuerte énfasis en cuidar
este don divino: «Respeten el matrimonio, el lecho nupcial» ( Hb 13,4). Ese regalo de Dios incluye
la sexualidad: «No os privéis uno del otro» ( 1 Co 7,5).

Los Padres sinodales recordaron que Jesús «refiriéndose al designio primigenio sobre el hombre
y la mujer, reafirma la unión indisoluble entre ellos, si bien diciendo que “por la dureza de vuestro
corazón os permitió Moisés repudiar a vuestras mujeres; pero, al principio, no era así” ( Mt 19,8).
La indisolubilidad del matrimonio —“lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre” ( Mt19,6)—
no hay que entenderla ante todo como un “yugo” impuesto a los hombres sino como un “don”
hecho a las personas unidas en matrimonio [...] La condescendencia divina acompaña siempre el
camino humano, sana y transforma el corazón endurecido con su gracia, orientándolo hacia su
principio, a través del camino de la cruz. De los Evangelios emerge claramente el ejemplo de
Jesús, que [...] anunció el mensaje concerniente al significado del matrimonio como plenitud de
la revelación que recupera el proyecto originario de Dios (cf. Mt 19,3)»[55].

63. «Jesús, que reconcilió cada cosa en sí misma, volvió a llevar el matrimonio y la familia a su
forma original (cf. Mc 10,1-12). La familia y el matrimonio fueron redimidos por Cristo (cf. Ef 5,21-
32), restaurados a imagen de la Santísima Trinidad, misterio del que brota todo amor verdadero.
La alianza esponsal, inaugurada en la creación y revelada en la historia de la salvación, recibe la
plena revelación de su significado en Cristo y en su Iglesia. De Cristo, mediante la Iglesia, el
matrimonio y la familia reciben la gracia necesaria para testimoniar el amor de Dios y vivir la vida
de comunión. El Evangelio de la familia atraviesa la historia del mundo, desde la creación del
hombre a imagen y semejanza de Dios (cf. Gn 1,26-27) hasta el cumplimiento del misterio de la
Alianza en Cristo al final de los siglos con las bodas del Cordero (cf. Ap 19,9)»[56].

64. «El ejemplo de Jesús es un paradigma para la Iglesia [...] Él inició su vida pública con el
milagro en la fiesta nupcial en Caná (cf. Jn 2,1-11) [...] Compartió momentos cotidianos de
amistad con la familia de Lázaro y sus hermanas (cf. Lc 10,38) y con la familia de Pedro
(cf. Mt 8,14). Escuchó el llanto de los padres por sus hijos, devolviéndoles la vida
(cf. Mc 5,41; Lc 7,14-15), y mostrando así el verdadero sentido de la misericordia, la cual implica
el restablecimiento de la Alianza (cf. Juan Pablo II, Dives in misericordia, 4). Esto aparece
claramente en los encuentros con la mujer samaritana (cf. Jn 4,1-30) y con la adúltera (cf. Jn 8,1-
11), en los que la percepción del pecado se despierta de frente al amor gratuito de Jesús»[57].

65. La encarnación del Verbo en una familia humana, en Nazaret, conmueve con su novedad la
historia del mundo. Necesitamos sumergirnos en el misterio del nacimiento de Jesús, en el sí de
María al anuncio del ángel, cuando germinó la Palabra en su seno; también en el sí de José, que
dio el nombre a Jesús y se hizo cargo de María; en la fiesta de los pastores junto al pesebre, en
la adoración de los Magos; en fuga a Egipto, en la que Jesús participa en el dolor de su pueblo
exiliado, perseguido y humillado; en la religiosa espera de Zacarías y en la alegría que acompaña
el nacimiento de Juan el Bautista, en la promesa cumplida para Simeón y Ana en el templo, en la
admiración de los doctores de la ley escuchando la sabiduría de Jesús adolescente. Y luego,
penetrar en los treinta largos años donde Jesús se ganaba el pan trabajando con sus manos,
susurrando la oración y la tradición creyente de su pueblo y educándose en la fe de sus padres,
hasta hacerla fructificar en el misterio del Reino. Este es el misterio de la Navidad y el secreto de
Nazaret, lleno de perfume a la familia. Es el misterio que tanto fascinó a Francisco de Asís, a
Teresa del Niño Jesús y a Carlos de Foucauld, del cual beben también las familias cristianas para
renovar su esperanza y su alegría.
«La alianza de amor y fidelidad, de la cual vive la Sagrada Familia de Nazaret, ilumina el principio
que da forma a cada familia, y la hace capaz de afrontar mejor las vicisitudes de la vida y de la
historia. Sobre esta base, cada familia, a pesar de su debilidad, puede llegar a ser una luz en la
oscuridad del mundo. “Lección de vida doméstica. Enseñe Nazaret lo que es la familia, su
comunión de amor, su sencilla y austera belleza, su carácter sagrado e inviolable; enseñe lo dulce
e insustituible que es su pedagogía; enseñe lo fundamental e insuperable
de su sociología” (Pablo VI, Discurso en Nazaret, 5 enero 1964)»[58].

Actividad
Elabora un mapa de ideas del texto tomado de la Exhortación
6
Postsinodal Amoris Laetitia.

Las relaciones hombre y mujer: matrimonio y divorcio.

Jesús es consciente que las relaciones entre el hombre y la mujer en su época, no son en
términos de igualdad. Dios creó a ambos en condiciones igualitarias (Gen.1:27-29). Su defensa
por la mujer es una opción liberadora, pone fin al machismo de su tiempo, destruye el poder
demoledor del sexo y del eros, del egoísmo y el apetito de posesión, del sentido de propiedad de
la mujer. Es al final y al cabo una revalorización de la mujer, creación de Dios.

Por eso el matrimonio es una situación indisoluble desde la creación, es la integración de la


totalidad somático-espiritual de la persona. Dios creó al hombre y a la mujer para ser una unidad
indisoluble (Mc.10:6-9). De ahí que el divorcio no tenga lugar, ya que éste es un instrumento
jurídico favorable al hombre y atenta contra la mujer. La prohibición del divorcio proporciona a la
mujer una protección, que carecía de derechos. En este sentido Jesús es radical en la defensa
del matrimonio y la familia, y dentro del mismo la liberación de la mujer.

Esta misma línea es seguida por Pablo y los cristianos primitivos, aunque a veces pareciera
contradecirse en su apreciación al rol de la mujer, sin embargo, el postulado fundamental de
Pablo es que en Cristo ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer;
porque todos somos de Cristo Jesús (Gal.3:28). Este aspecto debe tenerse en cuenta en la
exégesis de los escritos neo testamentarios.

JESUS REVELA LA FAMILIA DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD

El amor es la experiencia más profunda del ser humano. Dios mismo nos ha revelado la clave de
esta maravillosa realidad: Él es, ante todo, amor. Que Dios es amor no significa únicamente que
el Señor nos ama con un amor infinito y entrañable. Significa también que Él es amor en sí mismo,
en la intimidad de su ser. Este misterio que sobrepasa nuestra capacidad de comprensión, pero
que constituye la verdad central de la fe y de la vida cristiana: Dios es Padre, Dios es Hijo, Dios
es Espíritu Santo; un único Dios que subsiste en tres personas distintas.

Este es el misterio de la Santísima Trinidad: Dios es tres Personas divinas que se aman entre sí
con inmenso amor. Por eso, el centro de la fe cristiana sólo puede consistir en el amor a Dios y a
los demás. Los cristianos no creemos en un ser supremo, un hacedor o un arquitecto alejado del
hombre al que este debe someterse, sino en un Dios personal que nos llama por nuestro nombre
para participar de su vida íntima y formar la gran familia de los hijos de Dios.

. CREO EN UN SOLO DIOS “Creo en un solo Dios”. Con estas palabras comienza el Credo,

1 que es la profesión de nuestra fe. Creemos en un solo Dios porque Él mismo se ha revelado
al pueblo de Israel como el Único: “Escucha, Israel: el Señor, nuestro Dios, es el único
Señor. Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas”
(Dt 6,4-5).

Y Jesús lo confirmó: “Dios es el único Señor” (Mc 12,19). Por esto creer en Dios y amarlo con
todo el ser es nuestra principal obligación. Creer en un solo Dios comporta: •conocer su grandeza
y majestad, •fiarse siempre de Él, incluso en la adversidad, porque Él sabe y puede más que
nosotros, •reconocer la verdadera dignidad de todos los hombres creados “a imagen y semejanza
de Dios”.
2.
LA REVELACIÓN DE LA TRINIDAD
Ya en el Antiguo Testamento Dios se había revelado como Padre:
• Él es el Creador y por tanto el Padre de todas las criaturas y de todos los hombres. Con
su Providencia cuida amorosamente de todo lo que ha creado.
• Además, Dios se manifiesta como Padre de Israel, su pueblo elegido. Se revela como un Dios
que perdona, que es Amor y Misericordia.

“¿Puede una madre olvidarse de su criatura, no conmoverse por el hijo de sus entrañas? Pues
aunque ella se olvide, yo no te olvidaré”. (Is 49,15-16).

Sin embargo, Jesús nos revela que Dios es Padre en un sentido mucho más profundo: Dios
es Padre porque engendra eternamente en su seno a su Hijo Único.
En el Evangelio vemos que Jesús se dirige a Dios de una forma distinta a como lo hacían los
judíos. Por ejemplo, utiliza el término “Abba” que significa “papaíto”: a un judío nunca se le habría
ocurrido utilizar esta palabra para dirigirse a Dios. Además, Jesús declara que Él es Hijo de una
forma mucho más profunda cuando dice:
“Nadie conoce al Hijo sino el Padre, ni al Padre le
conoce nadie sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo
quiera revelar”. (Mt 11,27).

3
. JESÚS SE MANIFIESTA COMO EL HIJO DE DIOS
Jesús nos enseñó que todos somos hijos de Dios. Cuando los Apóstoles le pidieron
que les enseñara a orar, Jesús les dijo que empezaran así: “Padre nuestro…”

Nos enseñó además que nuestro Padre cuida con cariño de sus criaturas y que por eso debemos
vivir confiados en sus manos: “Mirad los pájaros: ni siembran ni siegan, ni almacenan la cosecha
en graneros; y sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta. ¿No valéis vosotros más que
ellos? (…) Fijaos cómo crecen los lirios del campo: ni trabajan ni hilan; pero Yo os digo: ni
Salomón con todo su esplendor se vistió como uno de ellos. Pues si Dios viste así a la hierba del
campo, ¿no hará más por vosotros?” (Mt 6,26-30)

Sin embargo Jesús, al hablar de Sí mismo, nos manifiesta que Él es Hijo de Dios en un
sentido diferente, peculiar: “Yo y el Padre somos una sola cosa”. (Jn 10,30) “El Padre está en
Mi y Yo en el Padre”. (Jn 10,38)

Cuando prendieron a Jesús, le llevaron ante el Sanedrín y le preguntaron: “Luego, ¿Tú eres el
Hijo de Dios? Les respondió: Vosotros lo decís: Yo soy” (Lc 22,67-70). Jesús estaba diciendo
claramente que Él era Dios, que Él era el Hijo Único de Dios, igual al Padre. Por eso los judíos le
condenaron por blasfemo.

4
. JESÚS NOS HABLA DEL ESPÍRITU SANTO
El Evangelio nos dice que Jesús predicaba y curaba a los enfermos con la fuerza del
Espíritu Santo. (Mt 12,22 y Lc 4,16-19).

Además, Jesús en la Última Cena prometió enviar el Espíritu Santo para que diera fuerzas a
los Apóstoles para dar testimonio y predicar el Evangelio: “El Defensor, el Espíritu Santo, el que
el Padre enviará en mi nombre, Él os lo enseñará todo y os recordará todo lo que os he dicho”.
(Jn 14,25).

5
. EL MISTERIO DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD
Jesús, por tanto, nos reveló el Misterio de su familia trinitaria, que es el Misterio central de
toda la fe cristiana. La Santísima Trinidad es el mismo Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo,
tres Personas distintas y un solo Dios verdadero. Pero las tres Personas de la Trinidad no
son tres dioses, sino un solo Dios, porque tienen una sola naturaleza divina.

Dios es amor. Y el amor trinitario se ha desbordado en la obra de la creación y de la salvación.


El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo han creado el mundo y los hombres para hacerlos partícipes
de la vida trinitaria. Frente al pecado del hombre, el Hijo es enviado al mundo, en el misterio de
la Encarnación, para redimirnos muriendo en la cruz. Al subir Jesús al cielo, el Padre envía al
Espíritu Santo para asistir a la Iglesia y santificar a los hombres.

6
. FORMULACIÓN DE LA DOCTRINA TRINITARIA Desde el principio los cristianos
invocaban a las tres Personas de la Trinidad, por ejemplo al bautizar, utilizando la expresión
“en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”. Pero en los primeros siglos de la
Iglesia surgieron algunas herejías o errores sobre este Misterio. Por eso se fueron reuniendo
diversos Concilios que explicaron y precisaron cuál era la doctrina verdadera. Veamos qué dijo
la Iglesia frente a cada herejía:
Actividad
7

FAMILIA DE MADRE SARITA Y DOMINGO DE GUZMÁN


En la ciudad de Bogotá, Colombia, la familia cristiana formada por Ocupa el décimo tercer puesto entre sus hermanos. Todas las
Dámaso Alvarado y Felisa pontón, quienes unieron sus vidas en el miradas y afectos se centran en ella, se ve rodeada de
Sacramento del Matrimonio, es agraciada con el nacimiento de una especiales atenciones y cariñ o se centran en ella.
niña el 12 de Septiembre, acontecimiento que colma de inmenso gozo
este hogar. Su nombre María Sara Alvarado Pontón.

La familia Alvarado Pontón, de raíces cristianas profundas, le ofrece un ambiente sano que favorece su formación cristiana muy sólida, la
orienta hacia una particular devoción a la Santísima Virgen María. Desde su infancia es consagrada como su esclava de amor y como signo
de esta consagración, recibe de manos un sacerdote Capuchino, la imagen de Nuestra Señora en la advocación de la medalla milagrosa.
Fue el ámbito natural para crecer y madurar como una mujer integral, fue el lugar de encuentro donde alcanzó la plenitud de s u ser; pues
la familia es la más genuina generadora de la personalidad y gracias a la formación y la trasmisión de los valores que desde su infancia sus
padres y demás familiares inculcaron en ella, la niña Sarita iba adquiriendo todas las aptitudes y actitudes para poder llevar a cabo la misión
que Dios le encomendaría un día. Toda persona desde su nacimiento se encuentra inmersa en una red de relaciones humanas. En todo
tipo de familia se dan unas relaciones que son fundamentales para la vida humana y que son definitivas para el desarrollo de la personalidad.
El amor paterno y el amor Materno es el mayor fundamento de la autoestima en cada persona. Es por eso que los Padres de la niña Sarita
la llenaron con todo su afecto y protección.

La vida familiar fue la gran maestra de la convivencia. En el ámbito familiar, realizó el primer aprendizaje práctico de la justicia, pero también
el de la solidaridad, de la paciencia, de la tolerancia, de la responsabilidad de la gratuidad y del perdón. Las diferencias individuales de sus
miembros fueron la mayor riqueza y el mejor aprendizaje en la práctica de la ayuda mutua y el aprecio de los dones de los demás.
Cooperación, admiración por las capacidades de los otros y solidaridad son fruto de este intercambio.

Desarrolla el siguiente crucigrama teniendo en cuenta el contenido anterior.


HORIZONTALES VERTICALES

En el ámbito familiar, realizó el primer aprendizaje práctico de la: 1. La diversidad en la familia es una gran.
2. Gran Maestra de la convivencia.
1. ________________________ 3. La Familia es el ámbito natural para crecer y madurar como.
2. ________________________ 4. La familia Alvarado Pontón tiene unas Profundas.
Actividad 3. ________________________ 5. Regalo que recibe sarita el día de su consagración Mariana.
4. ________________________
8 5. ________________________ Fundamento de la autoestima en cada persona.

4 2

1 6

4 3

5
La familia religiosa de Santo Domingo de Guzmán
Santo Domingo de Guzmán nació en Caleruega, pequeña localidad de la actual provincia de
Burgos (España), perteneciente por entonces a la diócesis de Osma. Miembro de una familia de
santos, su padre, don Félix de Guzmán, es reconocido en la Iglesia como Venerable. Su madre,
Juana de Aza, es venerada como Beata. Su hermano Antonio es Venerable y su hermano Manés,
que se unió a Domingo cuando éste fundó de la Orden de Predicadores, también fue beatificado.

El nacimiento de Domingo está envuelto en leyendas que explican la obra que realizó y que han
sido plasmadas por los artistas en sus representaciones. Nos referimos al sueño que tuvo su
madre antes de darle a luz: soñó que llevaba en su seno un cachorro que portaba en la boca
una antorcha encendida y saliendo de su vientre parecía prender fuego a toda la tierra. De esta
forma se representaba anticipadamente el nacimiento de un gran predicador que, con los ladridos
de su doctrina sagrada, despertaría a las almas dormidas en el pecado, y con la antorcha de su
encendida palabra, inflamaría vehementemente la caridad -a punto de languidecer- o el fuego
que Jesús vino a traer a la tierra. Una vez nacido, también su madrina tuvo una visión en la que
le pareció que el niño tenía una estrella muy resplandeciente en la frente,
e iluminaba con su luz toda la tierra.

Plasma en los siguientes cuadros tres cosas que más te hayan


Actividad llamado la atención del anterior texto:
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RECURSOS:
- Biblia
- Catecismo de la Iglesia
católica
- Documentos de la
Iglesia
- Mapas conceptuales
- Trabajo en grupo
- Investigaciones
- Internet

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