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QUE HARIA YO SI ESTUVIERA EN ESA POSICIÓN

Yo siendo la mujer de 35 años lo primero que hago es buscar más opiniones e


información de personas que ya hayan usado cannabis para tratar la  fibromialgia.

Entonces miraría los beneficios que obtendría de usarla y encontraría que el


cannabis es muy eficaz para los síntomas de la fibromialgia. Sin embargo,
cortaría su uso 1 mes antes de dar a luz por las trazas que puede haber en el
organismo en la orina como se explica a continuación:
El paso de cannabis a leche materna no ha sido estudiado a fondo. Tras un solo
porro, en una sola toma, el lactante ingiere cerca del 0,8% de la dosis de THC
ajustada por peso de la madre. En fumadores diarios se informa un cociente
leche/plasma mayor de 8. La alta solubilidad lipídica y el pKa alcalino hace que se
transfiera y acumule en leche materna (Perez-Reyes y Wall, 1982). Durante los
primeros días tras el nacimiento el paso es más fácil por la existencia de poros
entre los lactocitos, a pesar de su alto peso molecular. Los lactantes expuestos
excretan THC en orina durante 2 a 3 semanas y presentan sedación, peor
crecimiento, tono muscular reducido y mala succión. Lactantes expuestos a
cannabis durante el primer mes postparto mostraron un desarrollo motor
enlentecido frente al grupo control (Astley y Little, 1990).

En cuanto a los riesgos la evidencia sobre los efectos del consumo de marihuana
prenatal aún es limitada y algunas veces contradictoria. Algunos de los resultados
más extensos provienen de dos series de investigaciones, en Pittsburgh y en
Ottawa, donde por mucho tiempo se han hecho estudios sobre niños expuestos a
THC en el útero.

En Pittsburgh, niños de seis años de edad con madres que habían fumado un
cigarrillo o más cada día durante el primer trimestre mostraron una menor
habilidad para entender conceptos leídos o escuchados. A la edad de 10 años, los
niños expuestos a THC en el útero eran más impulsivos que otros y menos
capaces de centrar su atención.

“La exposición prenatal puede afectar a los adolescentes significativamente”, dijo


Lauren M. Jansson, directora de pediatría en el Centro para la Atención de la
Adicción y el Embarazo de la Facultad de Medicina del Hospital Johns Hopkins.

Gran cantidad de estudios ha encontrado cambios en el cerebro de los fetos, de


18 a 22 semanas de gestación, ligados al consumo materno de marihuana. En
fetos masculinos que estuvieron expuestos, los investigadores han notado un
funcionamiento anormal de la amígdala, la parte del cerebro que regula las
emociones.
“Incluso al inicio del desarrollo, la marihuana provoca cambios en circuitos
importantes y en receptores de neurotransmisión”, dijo Yasmin Hurd,
neurocientífica y directora del Centro de Adicciones en la Facultad de Medicina
Icahn en Monte Sinaí en Manhattan. “Estos son importantes para la regulación de
las emociones y la recompensa, e incluso para funciones motrices y cognitivas”.

Existe evidencia de que el abuso de cannabis se correlaciona con alteraciones en


el desarrollo fetal, incluyendo la neurogénesis (Gray, 2010). En este contexto la
prevención y el tratamiento de los problemas de abuso de sustancias durante el
embarazo debe considerarse una prioridad. Las madres que padecen trastornos
psicóticos pueden sufrir los mismos síntomas posparto que cualquier madre,
incluyendo estrés y síntomas depresivos menores, pero la mayor preocupación en
estos casos es siempre la aparición de clínica psicótica posparto.

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