4.

El Rebelde

La gente tiene miedo, tiene mucho miedo de aquellos que se conocen a s� mismos.
Ellos tienen un cierto poder, una cierta aura y un cierto magnetismo, un carisma
que puede sacar fuera de sus prisiones tradicionales a la gente joven y vital...

El hombre iluminado no puede ser esclavizado: esta es la dificultad. Y no puede ser

encarcelado... Cada genio que ha conocido algo de lo interior, va a ser, con
seguridad, dif�cil que sea dominado. Ser� una fuerza preocupante. Las masas no
quieren ser perturbadas a�n cuando puedan estar en la miseria. Est�n en la miseria
pero est�n acostumbradas a ella y cualquiera que no sea miserable parece un
extra�o.

El hombre iluminado es el extra�o m�s grande el mundo. Parece como si no

perteneciese a nadie. Ninguna organizaci�n lo puede confinar ninguna comunidad,
ninguna sociedad, ninguna naci�n.

Comentario:

La poderosa figura autoritaria de esta carta, es claramente el maestro de su propio

destino. Sobre su hombro esta el emblema del sol y la antorcha que sostiene en su
mano derecha simboliza la luz de su verdad ganada duramente.

Independientemente de que sea rico o pobre, el rebelde es realmente un emperador

porque ha roto las cadenas de los condicionamientos represivos y opiniones de la
sociedad. El se ha hecho a s� mismo abrazando todos los colores del arco iris,
surgiendo de las ra�ces oscuras y sin forma de su pasado inconsciente y
desarrollando alas para volar en el cielo. Su propia forma de ser es rebelde, no
porque este luchando contra alguien o contra algo, sino porque ha descubierto su
propia naturaleza verdadera y est� determinado a vivir de acuerdo con ella. El
�guila es su animal espiritual, un mensajero entre la tierra y el cielo. El rebelde
nos desaf�a a ser lo suficientemente valerosos para asumir la responsabilidad de lo
que somos y vivir nuestra verdad.