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ESTRATEGIAS NARRATIVAS EN EL GÉNERO DE TERROR Y EL

WESTERN

Parcial Domiciliario

Jean Paul Vizuete

N1

La representación familiar en El Nene y La Masacre de Texas

Si hay una palabra que pudiera usar para englobar la presencia del nene, la misma
tendría que ser ‘inquietante’. Hay un tipo de sensación pavorosa que queda detrás una
vez se concluye la última página.

La imagen de este ‘nene’ nos queda impregnada en el fondo del psiquis. Es un tipo de
presencia envuelta en preguntas. Me parece que la forma en que este personaje perturba
al lector en el relato es el punto esencial para establecer su conexión con La Masacre de
Texas y por consecuente, con Leatherface.

Ambos personajes son hijos de una familia disfuncional, y en cada uno de sus
contextos esta dinámica dentro de la relación familiar es lo que establece la base
fundamental del resto del desarrollo narrativo. Son hijos que reflejan la crianza brindada
por sus familias, de la misma manera en que esas familias se forman tras la condición y
crecimiento de sus hijos.

En mi parecer, a partir de este punto podríamos partir a los siguientes elementos que
le van dando forma a esta representación.

Por un lado, podríamos tomar en cuenta dentro del texto de Sontag la correlación
directa entre el dispositivo de encuadre que se usa para poder establecer la estructura
del relato (la oficina del psicólogo) y a partir de eso, la evolución que ocurre en la
dinámica familiar.
En las sesiones vamos descubriendo poco a poco la perspectiva de ambos padres
respecto a su hijo. La técnica que Sontag usa para en este caso es el control de la
subjetividad por parte de ambos. La imagen que se construye en la cabeza del lector se
construye únicamente a partir de los testimonios de estos dos personajes y los indicios
de respuesta que a veces da el terapeuta. Sontag recurre a esta forma de construcción
narrativa ya que esta limitante respecto al resto de la realidad familiar nos introduce de
manera más profunda en la psicología familiar.

El temor que crece dentro de estos padres se va volviendo inminente a medida que la
presencia del nene dentro de su hogar transforma al mismo en una especie de casa
embrujada. La disfuncionalidad de la familia es construida con el objetivo de empatizar
con la posición de víctima y dudar respecto a las posibles intenciones que pueda tener
el nene.

Se aproxima a una representación familiar que se encarga de establecer los peligros


de una mala crianza, pero sin poder dejar a un lado la simpatía inevitable por el lazo
sanguíneo que esta familia comparte, lo cual vemos reflejado en el final por los lamentos
de los padres ante la muerte del hijo.

Este punto de vista pone al espectador en una posición en la cual la pregunta deja de
ser ‘¿Será una exageración?’ (la cual surge del lado del terapeuta) y se vuelve ‘¿Estamos
en peligro?’.

Hooper se encarga de contraponer esta representación por una puesta en escena que
se encarga de evidenciar un lado más grotesco y oscuro de la naturaleza humana. Su
texto plantea un extremo de la tortura y la enfermedad mental.

Hooper opone dos representaciones de la familia, ambas disfuncionales en su propia


manera. Por un lado, los hermanos Hardesty que, a pesar de ser una familia normal,
tienen una relación distante por la discapacidad de Franklin. El relato los encontrara con
Leatherface y eventualmente con el resto de la familia Sawyer, quienes están
conformados por un grupo de asesinos y caníbales.

Por parte del relato, el espectador puede hacerse la idea de que Franklin servirá como
el punto de conexión entre ambas familias, pero se opta por romper con esta expectativa.
Las diferencias en sus tradiciones los pondrá en conflicto, y Franklin será asesinado
como otra presa más.

Cuando Leatherface se nos introduce por su cuenta dentro de su casa, es únicamente


un asesino por su cuenta, pero el verdadero horror escala y es evidenciado cuando en
esta versión de su casa embrujada va adentrándose en un tono más oscuro y macabro
una vez el resto de la familia se le une. Leatherface no es solo un asesino; es uno más
dentro de esta dinastía que se funda en esto lado tan oscuro de la condición humana.

Fragmentación y Temporalidad en Pedro Páramo y Winchester ’73

Una vez terminé de leer Pedro Páramo, mi reacción inmediata fue regresar para tratar
de hilar la cronología de los eventos transcurridos a través de la novela. Cabe destacar
lo interesante que es la manera en que los sucesos que engloban gran parte del texto se
van construyendo alrededor de los dos relatos principales (el de Juan Preciado y el de
Pedro Páramo). El recurso más interesante para la integración de esto es la ruptura
temporal en su exposición.

El relato de Rulfo se encarga de progresivamente ir desvaneciendo lo línea que separa


a la realidad de la ilusión, donde la vida y la muerte parecen tener un significado
cuestionable. El recurso evoca un escenario envuelto dentro del realismo mágico, y bajo
esta propia lógica es que los eventos se evocan al lector de su forma tan particular.

La lógica del tiempo lineal es dejada a un lado, para darnos vistazos fragmentados de
la historia de Comala y sus habitantes. Los recuerdos y los sueños se conectan en este
juego narrativo.

La novela transmite una mezcla extraña de emociones, donde la esperanza parece


ser el impulso para todos sus personajes. Cada una de sus historias cuenta algún sueño
a realizar, pero otro elemento recurrente es también la incapacidad de cumplir estos
sueños. Es una dicotomía entre esperanza y desesperación. Quizás solo en una diegesis
como esta estos opuestos pueden convivir, hilando la narración dentro de esta
separación difusa.
Estas pequeñas historias del resto del pueblo de Comala son necesarias para el relato
de Paramo, ya que entender a Paramo, es también entender la historia y las temáticas
abordadas por el resto del pueblo de Comala.

En Winchester ’73 puede encontrarse un propósito similar con el uso de la


fragmentación narrativa espacial.

El texto de Anthony Mann se aparta de la convención narrativa del género, y en este


caso, gran parte del punto de vista del relato es llevado adelante por el arma misma, que
se mantiene como el elemento central de toda la historia. La travesía de Lin McAdams,
nuestro héroe, no es el centro de lo que llevara adelante el relato, sino la travesía del
arma de un dueño a otro.

En este caso, el texto contará con una estructura fragmentada en dos relatos. Este
recurso narrativo funciona para resaltar la importancia del arma y, además, como punto
de tensión alrededor del destino de la misma. El rifle se posiciona como un elemento
fundamental para el relato de Lin McAdams y su hermano, Dutch Henry Brown, ya que
la historia por recuperar el arma y el trayecto que la misma pasa sirve como el elemento
que los llevara a reencontrarse.

Ambos relatos se complementan el uno del otro. El arma transcurre toda una travesía,
la cual se da inicio gracias al conflicto inicial entre ambos hermanos. Directamente, esta
travesía tiene consecuencias para terceros, que terminaran reflejándose en el trayecto
de los hermanos y su eventual enfrentamiento final. Ambas líneas narrativas van
generando eventos y consecuencias que se afectan mutuamente.

La fragmentación de estos relatos paralelos sirve como un crescendo, culminando en


el punto dramático máximo. Ambas líneas narrativas colisionaran para concluir el
conflicto.

Winchester ’73 es un relato que logra abarcar mucho terreno al mantenerse dentro de
las temáticas del genero del western, pero en su punto más esencial, todos esos
elementos solo están colocados para contar una historia bastante sencilla: dos hermanos
incapaces de comprenderse.

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