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Asiria es una antigua región del norte de Mesopotamia, que toma su nombre de la
ciudad de Aššur —del mismo nombre que Assur, su deidad tutelar—, que data de
Asiria
2600 a. C. Fundada a orillas del río Tigris, originalmente era una serie de ciudades
de habla acadia en la región. En los siglos XXV y XXIV a. C., los reyes asirios fueron Región histórica
líderes pastorales. Desde finales del siglo XXIV a. C., los asirios se convirtieron en
súbditos de Sargón de Acad, que unió a todos los pueblos acadios y sumerios de
Mesopotamia bajo el Imperio acadio, que duró desde ca. 2334 hasta 2154 a. C.1 A
partir de esa región se formó, en el II milenio a. C., un poderoso reino que luego se
convirtió en un imperio, que por antonomasia se asocia con Asiria. También fue
conocido como Subartu y, tras su declive, como Athura, Syria (en griego
antiguo), Assyria (en latín) y Asuristán. En el momento de máxima expansión, en
los siglos VIII y VII a. C., Asiria controlaba un territorio que hoy son, en todo o en
parte, los países de Siria, Líbano, Turquía, Irak e Irán. Corazón del imperio asirio, con las principales
ciudades asirias.
La asiriología —disciplina que estudia la Asiria antigua y más ampliamente la
Extensión máxima del imperio bajo el reinado de
Mesopotamia antigua—, distingue tres fases en la historia asiria, sabiendo que antes
Assurbanipal (668-627 aC).
de alrededor del 700 a. C. las fechas son aproximadas: el período paleoasirio, desde
el siglo XX a principios del siglo XIV a. C.; el período medioasirio, hasta 911 a. C.; y Localización geográfica
el período neoasirio, hasta 612-609 a. C., fecha del final del reino asirio. Continente (o Asia Occidental
Esquemáticamente, durante el primer período, Asiria se resume a la ciudad-estado sub)
de Aššur, conocida principalmente por el dinamismo de sus mercaderes. El segundo Región Medio Oriente
período vio el nacimiento del reino asirio como tal, un poderoso estado territorial,
que, sin embargo, se debilitó significativamente en el cambio del II al I milenio a. C.. País(es) Siria
El tercer período vio a Asiria convertirse gradualmente en un imperio, gracias en Líbano
particular a su formidable ejército. Fue este período por el que Asiria es más Turquía
conocida, gracias a los descubrimientos del siglo XIX en las capitales sucesivas, Irak
Aššur, Kalkhu (Nimrud), Dur-Sharrukin (Jorsabad) y Nínive (destruida en 612 a. C.; Irán
sobre gran parte de sus ruinas se asienta Mosul). Fue también el poderío de este Características geográficas
Imperio y de sus soberanos lo que permitió que la memoria de Asiría continuara a Tipo Región histórica
través de la tradición de la Biblia hebrea y de los autores griegos clásicos.
El ejército asirio
El control de los territorios sometidos
La organización de las provincias y de los reinos vasallos
La relación entre el centro y la periferia: la depredación y emulación
La industria
Las ciudades asirias
Evolución de la urbanización en la Alta Mesopotamia asiria
El espacio urbano de las ciudades asirias
Las actividades y la sociedad urbanas
Los intercambios
Las modalidades de circulación de los productos
Los circuitos de intercambios
La cultura asiria
Lenguas y escrituras
La escritura cuneiforme en Asiria
La lengua asiria
La «arameización» de los asirios en el I milenio
Religión
El medio alfabetizado
Especialistas y bibliotecas
El contenido de las obras «literarias»
Arte y urbanismo
Los relieves de los palacios asirios
Otras formas de escultura
Pintura
Glíptica
Galería
Marfiles
Vestimentas y adornos
Véase también
Bibliografía
Generalidades sobre la civilización mesopotámica
Estudios sobre Asiria
Periodo neoasirio
Sociedad y economía
Arte y arqueología
Referencias
Enlaces externos
Redescubrimiento de Asiria
Geografía
El territorio donde se asentaron los asirios era una extensa llanura aparentemente lisa pero interrumpida en algunas zonas por terrenos
ondulados y por el afloramiento de algunas rocas grises. Tenían tierra fértil en las riberas de los ríos pero además consiguieron mantener
huertos y sembrados gracias a un sistema de riego por canales que derivaba el agua de los cursos de agua.22 Ocupaba el norte de la antigua
Mesopotamia, en el valle del río Tigris, mientras Babilonia ocupaba la parte sur. Sus límites fueron: al norte, una extensión de terreno en
terrazas hasta llegar a la región armenia; al sur, Caldea; al este, la región de Media y los montes Zagros; y al oeste, Siria y la llanura de
Mesopotamia.23
El clima de la parte baja de esta región era (y es) seco y agobiante. En la comarca se producía cereal (sobre todo trigo); no había árboles. En los
valles de los afluentes del Tigris crecían los bosques de nogales, plátanos, encinas y sicomoros. Durante tres meses había lluvia abundante y a
veces incluso nieve en las montañas. En el zona se encontraban magníficas canteras de arenisca blanda, de alabastro fácil de trabajar y de
extraer en lajas, y de mármol. En las montañas del noreste se encontraban minas de hierro, cobre, plomo y plata. Contaban con una abundante
fauna de animales salvajes en las llanuras del desierto: leones, leopardos, avestruces, gacelas; y en las montañas se podían encontrase osos,
gamos y rebecos.22
Historia
Antecedentes históricos
Entre las cuencas fluviales de los ríos Éufrates y Tigris fueron apareciendo los primeros asentamientos de nómadas semíticos que conquistaron
la región y desarrollaron una gran cultura. Por los años 3000 a. C. surgieron muchas poblaciones pequeñas que fueron evolucionando a
ciudades estado, establecidas en una tierra fértil que con el tiempo se conocería como Mesopotamia. La historia de estas ciudades estado se
desarrolló formando dos nuevos imperios: Babilonia en el sur y Asiria en el norte junto al río Tigris y en su centro la ciudad de Aššur. Durante
el III milenio a. C., la región de Asia Occidental estuvo bajo la influencia de la civilización sumeria establecida en la llanura sur de
Mesopotamia. Con los sumerios se inició la escritura sobre tablillas de barro que se cocían y se conservaban como un registro que comprendía
diversos temas. Al crear la escritura los sumerios crearon el concepto de Historia.24
Gracias al gran invento de la escritura y a sus consecuencias Sumeria adquirió un gran poder y las regiones del norte de Mesopotamia
quedaron más atrasadas en cuanto a cultura y civilización y tuvieron que someterse a los sumerios.25 Es posible que algunos colonos sumerios
se desplazaran hacia el norte del río Tigris tras un hipotético desastre climatológico y que allí fundaran la ciudad de Aššur, que con el tiempo
dará sunombre a toda la región. Fue entonces el nacimiento de Asiria.26
Con la llegada del pueblo nómada de los acadios por el sur de
Mesopotamia y con el gobierno de su rey llamado Sargón
ambos pueblos (sumerios y acadios) se fusionaron. Los
acadios adoptaron la cultura sumeria dando lugar a una
cultura sumero-acadia. Después el prestigio de la lengua
acadia empezó a tomar importancia mientras se iniciaba la
decadencia de la lengua sumeria.27
Muchos de estos pueblos nómadas del norte de Mesopotamia, conquistadores, se fueron uniendo hacia el 1500 a. C. hasta constituir un reino
llamado Mitani (o Mitanni) que llegó a ser una gran potencia.30 Incluso Asiria se vio obligada a rendirle tributo a pesar de que su vieja
monarquía se seguía sosteniéndo. Tal situación se prolongó hasta que accedió al trono el asirio Ashur-uballit I (1365 a. C.-1330 a. C.) que
invadió y saqueó la capital del reino mitani en un momento de su historia en que ya se encontraba debilitado. Con este rey se inició la fuerza y
el poderío de Asiria.31 Entre 1318 y 1050 a. C. los asirios organizaron su propio imperio, el llamado en la historiografía «Imperio Asirio
Medio».32
La Lista real asiria,35 un texto escrito a partir del siglo XVIII a. C., completada hasta el final del reino asirio y que supuestamente lista los
reyes de ese estado desde sus orígenes,36 comienza con la enumeración de «reyes que viven bajo la carpa», sugiriendo que los orígenes del
estado asirio se encontrarian en el mundo nómada. De los hechos, esta ascendencia parece ser una pura construcción historiográfica,
incluyendo antepasados nómadas amorreos del rey Shamshiadad I de Ekallatum (que integró Assur en su reino en el siglo XVIII) junto a los
reyes que realmente dirigieron Assur. Los orígenes de la realeza asiria son, por lo tanto, poco conocidos. Con toda probabilidad se desarrollaría
en un entorno urbano, el de la ciudad de Aššur.
Una ciudad-estado
La ciudad de Aššur era un antiguo centro urbano, habitado al menos desde el comienzo del III milenio a. C..37 Aparece en las fuentes del
Imperio acadio y de la Tercera Dinastía de Ur, que la dominaron temporalmente. Pero su posición excéntrica en relación con los principales
centros políticos le permitió preservar su independencia, y su rey Puzur-Assur recuperó su autonomía durante el colapso del reino de Ur
alrededor de 2010 a. C., fundando luego una nueva dinastía . En la época amorrita (siglos XIX-XVII a. C.) aparece como un potencia política
bastante débil, pero era ya una ciudad comercial muy importante, con un papel que se podría comparar con el de las repúblicas mercantiles de
la Italia del Renacimiento.
El Estado del período paleoasirio tenía una organización particular. El título de rey (šarrum) estaba reservado para el único dios Assur.38 El
gobernante que dirigía la ciudad era llamado «vicario del dios Ashu» (išši'ak aššur), ya que era considerado como su representante en la tierra,
no debiendo su poder más que a la voluntad de Dios. Todavía a veces se le llamaba «jefe» (waklum) o «gran» (rubā'um),39 títulos que indican
su papel de primus inter pares entre los notables de la ciudad. Debía compartir el poder con la oligarquía local representada por una
institución importante, la «Ciudad» (ālum): el centro político de Asiria era de hecho el «Edificio de la Ciudad» o «Ayuntamiento» (bēt alim), y
no el palacio real. Estas dos partes compartían el poder político y judicial, y las órdenes oficiales se proclamaban en nombre de ambas. La
Ciudad se reunía en asamblea (puhrum), aparentemente frente al templo del dios Assur.40 No se sabe si se trataba más específicamente de un
grupo de notables, de ancianos (este término a menudo aparece en los textos), o incluso de todas las personas de la ciudad, y tampoco si había
una o dos cámaras. La asamblea tenía, con el soberano, un papel de tribunal supremo de justicia, pero también de organismo que daba órdenes
e instrucciones a los ciudadanos de Assur.41 En asuntos económicos, el Ayuntamiento era el responsable de la recaudación de tasas y regalías,
y de cobrar las deudas sobre las tasas no pagadas. Estas tareas fueron llevadas a cabo por una figura prominente, el līmum, designado por
sorteo para un periodo de un año, que dirigía su propia oficina administrativa, la «Casa del līmum» (bīt līmim), asistido por inspectores
(bērū).42 Es él quien daba el nombre al año en el que desempeña esa función, por lo que a menudo se habla de él como «epónimo (del
año)»43
El comercio de los mercaderes asirios se desarrolló según un circuito comercial de larga distancia
que involucraba a varias regiones del Medio Oriente y giraba en torno a las ciudades de Aššur y de
Kanesh, el principal establecimiento comercial asirio en Anatolia.46 Vendían en Anatolia el estaño
procedente de la meseta iraní, del que se desconoce cómo se obtenía, y que se utilizaba para hacer
bronce una vez aleado con el cobre de extracción local. Los comerciantes importaban también en
Anatolia piezas de tela hechas por sus familias que se quedaban en Aššur (sobre todo mujeres47 ) o Diagrama que muestra los circuitos
que eran importadas del sur de Mesopotamia.48 Para este propósito, organizaban caravanas varias comerciales entre Aššur y Kanesh.
veces al año, siguiendo rutas específicas, y obtenían ganancias significativas al vender los productos
importados a cambio de plata o de oro. Para financiar el comercio, podían recurrir a préstamos
comerciales para la gran aventura, o a asociaciones que involucraban a varios comerciantes por un corto o largo plazo.49
Los establecimientos de los comerciantes paleoasirios establecidos en los países extranjeros eran administrados por una autoridad especial,
también llamada karūm (literalmente «barrio», el nombre del barrio comercial de las ciudades de ese período). El de Kanesh fue el más
grande de Anatolia y dirigía a las otras factorias.50 Disponía de un escriba en jefe y de archivos, así como de una asamblea que desempeñaba
el mismo papel que la de la ciudad madre. Sus atribuciones eran esencialmente jurídicas, pero es seguro orientadas principalmente al
comercio, para resolver disputas entre asirios expatriados.51 Esto también aparece en su actividad diplomática, ya que el karūm aprobaba
acuerdos comerciales (en forma de tratados internacionales, māmītum) con reinos extranjeros.52 Permanecía siempre sujeto al poder central
de Aššur, representado por el rey y por la Ciudad, que actúaban como instituciones jurídicas supremas, y se mantenían en contacto con los
asentamientos asirios del exterior.
Una ciudad poco pujante, varias veces dominada por reinos extranjeros
La ciudad de Aššur siguió siendo independiente hasta 1800 a. C., cuando el rey Shamshiadad I de
Ekallatum (1815-1775 a. C.) se apoderó de ella y la incorporó en su reino (el reino de la Alta
Mesopotamia con su capital Shubat-Enlil en el valle del Jabur).53 Después de su muerte, su hijo
Ishme-Dagan continuó reinando sobre Assur durante una cuarentena de años. La situación después
de su muerte no es bien conocida: Assur puede haber sido nuevamente dirigida por soberanos de
origen local, a menos que la dinastía de Shamshiadad I no continuase gobernando la ciudad. En
cualquier caso, parece que la experiencia de la integración en el reino de la Alta Mesopotamia siguió
siendo importante para la historia de Asiria, y Shamshiadad I es siempre considerado un rey asirio
por la tradición historiográfica de ese país, bajo el nombre asirio de Shamshi-Adad I, y esto debido
a su gran prestigio. Sus antepasados se cuentan entre los primeros reyes de la ciudad en la Lista Extensión aproximada del reino de
la Alta Mesopotamía a la muerte de
real asiria, en la que pueden haber sido introducidos por iniciativa de ese rey.54 La vida política de
Shamshiadad I hacia 1775 a. C..
Assur al final de la época amorrita no se conoce. El prólogo del Código de Hammurabi menciona la
ciudad entre las posesiones de ese rey de Babilonia alrededor de 1750 a. C.,55 pero la dominación
babilónica de la Alta Mesopotamia no sobrevivió al hijo de este rey, Samsu-iluna.
Los siglos XVII y XVI están mal documentados y su cronología es debatida. La historia de Assur en esa época debe ser reconstruida a partir de
unas pocas inscripciones reales fragmentarias, de las fuentes de otros reinos y de textos no contemporáneos, como la Lista real asiria y la
crónica histórica del siglo VII llamada Histoire synchronique, que relata las relaciones entre Babilonia y Asiria en un sentido proasirio.56 La
lista real asiria menciona una sucesión de reyes, varios de ellos del tipo «hijo de persona», entre ellos usurpadores, antes de una primera
estabilización dinástica después de la usurpación de un tal Adasi.57 El nombre de uno de los siguientes gobernantes, Kidin-Ninua, hace
referencia a la ciudad de Nínive (Ninua), lo que puede significar que entonces formaría parte del mismo conjunto político que Assur. Sea como
fuere, son los siguientes soberanos, a partir de Ishma-Dagan II, quienes son conocidos por inscripciones y por la Histoire synchronique.
Puzur-Assur III renovó las murallas de Aššur, y suscribió un acuerdo político con Burna-Buriash I, rey de la dinastía casita de Babilonia,
fijando la frontera entre ambos reinos en el curso medio del Tigris, lo que indicaría que el poder asirio habría crecido.
Pero Assur debió hacer frente entonces a la expansión de un reino cuyo centro se encuentra más al
oeste, en el valle del Jabur, Mitani dominado por los hurritas, un pueblo no semítico que estaba
muy presente en la Alta Mesopotamia hasta las proximidades de Assur. Según el prólogo histórico
del tratado suscrito entre un rey hitita y un rey de Mitanni en el siglo XIV a. C., Assur estaría entre
los vasallos de Mitani alrededor de 1440-1430, pero se habría beneficiado de la debilidad de este
último para no pagar ningún tributo, lo que habría llevado al rey mitanio, Shaushtatar a
saquearla.58 Pero la historia y la organización de Mitani siguen siendo poco conocidas, y no se sabe
muy bien el lugar que desempeñó Assur en relación con este conjunto político.59 Suponerlo un
Extensión aproximada del reino de
vasallo de ese reino durante todo el período es difícil, incluso si las fuentes exteriores a la Alta
Mitanni en su apogeo en la primera
Mesopotamia muestran que Mitani era la potencia dominante de la región, y que Shaushtatar
mitad del siglo XV a. C..
extendía su autoridad hasta Nuzi, bien al este de Assur.60 En los textos contemporáneos que
conmemoran las campañas del rey egipcio Thutmosis III en Siria contra Mitani, los asirios
aparecen como donantes de presentes a este,61 quizás un medio de buscar apoyo contra el reino hurrita. Más tarde, alrededor de 1400 a. C., el
rey asirio Assur-bel-nisheshu, también conocido por haber tenido contactos con Egipto, concluyó un nuevo acuerdo fronterizo con un rey de
Babilonia, Karaindash.62 Tal actividad sería normalmente imposible si Assur todavía fuese un vasallo de Mitani, y este acto testimoniaría el
debilitamiento o detención del sometimiento a Mitani en Asiria. También podría ser que este último no reemplazase una dominación
babilónica. Las raras actividades diplomáticas de los reyes asirios que se conocen parecen en cualquier caso reflejar un lento aumento del
poder de este reino, pero que probablemente se enfrentaba a vecinos demasiado poderosos para tener relaciones de igualdad con ellos
Los amorreos fueron unos nuevos invasores que llegaron del oeste y del sur. ← (1270 a. C.)
Hablaban una lengua semítica tan parecida a la acadia que no les costó nada ← (1595 a. C.) 1813 a. C.-609 a. C.
asimilar esta cuando se asentaron en Mesopotamia; esta cuestión lingüística fue
uno de los motivos para que los amorreos fueran aceptados en lugar de
considerarlos extranjeros.63
El amorreo Shamshiadad I (1813-1781 a. C.) se hizo con el poder y creó una dinastía
que se mantuvo hasta c. 1726 a. C. Su mandato dio lugar a la formación de una
Asiria muy fuerte y temida y su dominio se extendió por toda la Mesopotamia
septentrional.64 65 Pero a la muerte de este rey subió al trono su hijo Ishme-Dagan
(1780-1741 a. C.) que fue derrotado por el rey Hammurabi de Babilonia en 1760 a.
C. y tuvo que someterse y pagar tributo.64 66 Aun así conservó el trono y la dinastía En rojo, la región original de Asiria. En naranja, en tiempos de A
de Shamshiadad se salvaguardó hasta Asinum (c.1726 a. C.).
Capital Assur, Nínive
A comienzos de este siglo X, en 911 a. C. y bajo el mandato de Adad-nirari II, (911 a. C.-891 a. C.) Asiria anexionó para sí el estado arameo con
todos sus principados creados en la Media Luna Fértil.74 Durante este periodo los asirios contaron con más suministros de hierro lo que
favoreció en gran medida la fabricación de armas y por tanto el fortalecimiento del ejército. El empleo del hierro fue acrecentando y cuando
subió al trono el hijo de Adad-nirari llamado Tukultininurta II (891-883 a. C.) con la ayuda del ejército que estaba muy bien equipado con esas
armas de hierro consiguió una gran fama guerrera. Asiria fue desde entonces y durante dos siglos el terror de sus enemigos.73 64
Tan importante como el uso el hierro fue para los asirios el cambio de táctica de guerra y asedio de
ciudades. Hasta el momento era muy difícil tomar una ciudad por asalto y por eso el sistema
preferido era aislar e impedir la admisión de alimentos lo cual suponía una larguísima espera y el
consiguiente debilitamiento por ambas partes. El nuevo sistema de ataque consistió en la invención
de nuevas máquinas pesadas y con ruedas, blindadas y protegidas y equipadas con arietes. Los
soldados aprendieron su manejo y eran capaces de abrir grandes fisuras en las murallas dando paso
a la entrada del resto del ejército. Los sitiados caían así en una trampa de la que no podían salir
victoriosos, añadiendo además la imposibilidad de huir. A continuación se desataba el pillaje, el
abuso, el saqueo y todo tipo de crueldades. Con Asurnasirpal II (883-859 a. C.), hijo del anterior se Fragmentos de las puertas de
emplearon estos métodos de guerra con gran éxito.75 Este rey reconstruyó la ciudad de Kalhu y la Balawat del Walters Art Museum.
nombró su capital, en sustitución de la antigua Aššur. La arqueología llevada a cabo en este lugar
ha dado un verdadero tesoro en inscripciones halladas en los monumentos, sobre el devenir de este
rey. Se sabe de él entre otras cosas que sus campañas bélicas fueron numerosas, devastadoras y brutales.76 64
Su sucesor fue su hijo Salmanasar III (858-824 a. C.) cuyo reinado duró treinta y cinco años a lo largo de los cuales llegó a realizar treinta y dos
batallas. Venció a Siria e Israel que se habían aliado contra su enemiga Asiria y les obligó a pagar tributo. Existe como testimonio un obelisco
negro encontrado en las ruinas de Calach; en él se representa a Jehú de Israel besando los pies de Salmanasar; también se encontraron unas
placas de bronce batido que se conocen como Puertas de Balawat77 78
Emisario del rey Jehu u Oseas del antiguo y norteño Reino de Israel, o acaso uno de ellos, rinde
tributo ante Salmanasar III. Reconstrucción del segundo registro del Obelisco Negro.
Siglo VIII a. C. y fin del imperio
Hasta mediados del siglo VIII Asiria se vio envuelta en una guerra civil que junto con la peste
estaban devastando el país, y muchas de las colonias más septentrionales de Asiria en Asia Menor
habían sido arrebatadas por Urartu. Asiria se debilitaba pero en 746 a. C. el general asirio que se
hizo llamar Tiglatpileser III (744-727 a. C.) se hizo con el poder y la situación cambió de tal manera
que el país llegó a alcanzar la categoría de imperio mundial. El nuevo rey no pertenecía a la realeza
pero supo ejercer muy bien como tal empezando por adoptar el nombre de Tiglatpileser en
recuerdo de aquel que había sido un antiguo conquistador.79 80
Comenzó su gobierno con mucho ímpetu llevando a cabo importantes reformas en la Expansión del Imperio asirio entre
administración y en la política. Uno de los cambios más importantes y que tuvo mayor repercusión 824 a. C. y 671 a. C.
fue la renovación del ejército que se nutrió con soldados profesionales mercenarios tanto asirios
como extranjeros y que vino a sustituir las levas del campesinado. Consiguió así que el ejército se
mantuviera siempre en forma y a la espera de ser requerido. Esto supuso un encarecimiento para la economía pero lo solventó haciendo que
recayera sobre los tributos de los territorios sometidos.79 En sus campañas consiguió dominar a Israel, haciéndolo país tributario, expulsó a
los urarteos que nunca más recuperaron su poder; puso fin y anexionó los estados de Arpad y Damasco y él mismo llegó ser el gobernante de
Babilonia.80
Una característica del gobierno de este rey fue su política de deportaciones que consistió en exiliar a
los líderes de las naciones sometidas y reemplazar a estos con repobladores llegados de otros
lugares.81 Este sistema hizo que quedara anulado el sentimiento de identidad y nacionalidad
además del debilitamiento del individuo debido a la colonización forzada de pueblos conquistados
en el imperio.82 Las deportaciones trajeron consigo el fenómeno de las lenguas: los arameos
exiliados llevaron consigo su propia lengua aramea que poco a poco sustituyó a la lengua acadia de
la misma manera que un siglo atrás el acadio había sustituido al sumerio.79
A Tiglatpileser III le sucedió su hijo Salmanasar V que reinó cinco años débilmente pero en estos
Deportación de israelitas por el
momentos de crisis apareció un personaje de origen desconocido que usurpó el poder y se hizo imperio asirio.
llamar Sargón II. Con él se fundó la dinastía de los Sargónidas. Trasladó su séquito a una nueva
ciudad llamada Dur Sharrukin (Fuerte de Sargón, al norte de Nínive). Las ciudades se
embellecieron con magníficos monumentos a costa de los cuantiosos tributos cobrados a los pueblos sometidos.83 Sargón aplicó la política de
deportaciones comenzada por Tiglatpileser III en la que fueron incluidos los líderes israelitas que representaban las Diez Tribus. Las campañas
de este rey fueron fructuosas consiguiendo que Asiria se extendiera desde la frontera de Egipto a los montes Zagros y desde los montes Tauro
al golfo Pérsico. Todo el territorio de la Media Luna Fértil fue incorporado a Asiria. Los pueblos de Asia Menor, la isla de Chipre y el pequeño
reino de Judá pagaban tributo.84 Al norte del mar Negro vivían unas tribus nómadas llamadas cimerios. En uno de sus recorridos llegaron a
invadir Asia Menor. Sargón organizó entonces una campaña en su contra y murió en combate (705 a. C.).83
A Sargón II le sucedió Senaquerib (705-681 a. C.), (célebre por el relato bíblico). Hizo de Nínive la
última capital oficial del imperio y allí trasladó todo el aparato administrativo; se construyó un
nuevo palacio. En el 689 a. C. consiguió la caída de Babilonia. Le sucedió Asarhaddón (681-
669 a. C.), quien reinó en los primeros años del siglo VII a. C., y llegó hasta Egipto y tomó la capital,
Menfis. Su hijo Asurbanipal (668-627 a. C., cuarto rey de la dinastía sargónida) llegó más lejos,
hasta Tebas, ciudad que saqueó, e hizo campañas militares en Susa (Shush, en Irán) que por
entonces era la capital de los elamitas; trasladó la corte a Harrán en Siria. Asurbanipal fue un gran
rey y un general incansable. Además fue un hombre de gran cultura que amaba la lectura y la
escritura.85 Sargón II había comenzado la instalación de una biblioteca con una buena colección de
tablillas de arcilla en las que se escribió parte de la Historia de Asiria. Asurbanipal fue el
Organización territorial Asiria a la
continuador de esta gran obra y llegó a reunir hasta 22 000 tablillas que se encontraron en las muerte de Asurbanipal, en verde
excavaciones del palacio de Nínive. Son tratados de religión y temas científicos y literarios; entre oscuro se muestran los
esas obras estaba el poema épico de Gilgamés.86 pahitu/pahutu (provincias), en
amarillo los matu (reinos sujetos),
A la muerte de este rey hubo una revolución interna. Después de estos acontecimientos hay pocas en color crema el reino de
noticias históricas.87 Babilonia, los puntos amarillos
muestran otros reinos sujetos, los
puntos negros las provincias de
Asiria después del imperio Babilonia, y las letras café
provincias que existieron
anteriormente.
Asiria meda, Osroene, Asuristán, Athura y Hatra
Asiria fue gobernada inicialmente por el efímero Imperio medo (609-549 a. C.) después de su
caída. En un giro del destino, Nabonido el último rey de Babilonia (junto con su hijo y corregente Belsasar) era él mismo un asirio de Harran.
Había derrocado a la dinastía caldea de breve duración en Babilonia, después de lo cual los caldeos desaparecieron de la historia, siendo
totalmente absorbidos por la población nativa de Babilonia. Sin embargo, aparte de los planes para dedicar los templos religiosos en la ciudad
de Harran, Nabonido mostró poco interés en la reconstrucción de Asiria. Nínive y Kalhu permanecieron en ruinas y solo un pequeño número
de asirios vivían en ellas; por contra, una cantidad de ciudades como Arrapkha, Guzana, Nohadra y Harran permanecieron intactas; Assur y
Arbela (hoy Erbil) no fueron completamente destruidas, como certifica su posterior reactivación. Sin embargo, Asiria pasó gran parte de ese
corto período en un grado de devastación después de su caída
Asiria parece haberse recuperado mucho y haber florecido durante este período. Se convirtió en un El Imperio aqueménida ca.
importante centro agrícola y administrativo del Imperio aqueménida, y sus soldados fueron un 500 a. C., donde aparece Asiria en
pilar del ejército persa.88 De hecho, Asiria llegó a ser lo suficientemente poderosa como para una posición central
lanzar otra revuelta a gran escala contra el imperio persa en 520- 519 a. C.. Los persas habían
pasado siglos bajo la dominación asiria (su primer gobernante Aquémenes y sus sucesores, habían
sido vasallos de Asiria), y la influencia asiria se puede ver en el arte aqueménida, en las infraestructuras y en la administración. Los primeros
gobernantes persas se vieron a sí mismos como sucesores de Ashurbanipal, y el arameo mesopotámico se conservó como la lingua franca del
imperio durante más de doscientos años; los escritores griegos como Tucídides todavía se referían a él como el idioma asirio.89 Sin embargo,
Nínive nunca fue reconstruida, y 200 años después de su saqueo, Jenofonte informó de que solo había un pequeño número de asirios viviendo
entre sus ruinas. Por el contrario, la antigua ciudad de Aššur se convirtió una vez más en una entidad rica y próspera.90
Fue en el siglo V a. C. cuando evolucionaron en Asiria el idioma siríaco y la escritura siríaca. Cinco siglos más tarde, ambos tuvieron una
influencia global como el lenguaje litúrgico y los textos escritos para el cristianismo siríaco y la literatura siríaca acompañante, que también
surgió en Asiria, antes de extenderse por Oriente Próximo, Asia menor, el Cáucaso, Asia Central, el subcontinente indio y China.
Durante la dominación seléucida, los asirios dejaron de ostentar los altos cargos militares, económicos y civiles de los que habían disfrutado
bajo los aqueménidas, siendo en gran parte reemplazados por los griegos. El idioma griego también reemplazó al arameo oriental de
Mesopotamia como lingua franca del imperio, aunque esto no afectó a la población asiria misma, que no fue helenizada durante la era
seléucida. Durante el período seléucida en el sur de Mesopotamia la ciudad de Babilonia fue abandonada gradualmente en favor de una nueva
capital llamada Seleucia del Tigris, lo que efectivamente puso fin a Babilonia como entidad geopolítica.
Estas libertades fueron acompañadas por un gran avivamiento cultural asirio, y se dedicaron una vez más templos a los dioses nacionales
asirios Assur, Sin, Hadad, Ishtar, Ninurta, Tammuz y Shamash a través de Asiria y de la Alta Mesopotamia durante este período.93 Además, el
cristianismo llegó a Asiria poco después de la muerte de Cristo y los asirios comenzaron a convertirse gradualmente al cristianismo desde la
antigua religión de Mesopotamia durante el período comprendido entre los siglos I y III. Asiria se convirtió en un importante centro del
cristianismo siríaco y de la literatura siríaca, con la Iglesia Oriental evolucionando en Asiria, y la Iglesia Ortodoxa Siriaca en parte también,
convirtiéndose Osroene en el primer estado cristiano independiente de la historia.94
Asiria romana (116–118)
Sin embargo, en 116, bajo Trajano, Asiria y sus estados independientes
fueron tomados brevemente por Roma que organizó la región como la
provincia de Asiria. El reino asirio de Adiabene fue destruido como estado
independiente en ese momento. El dominio romano duró solo unos pocos
años, y los partos recuperaron una vez más el control con la ayuda de los
asirios, quienes fueron incitados a derrocar a las guarniciones romanas
por el rey parto. Sin embargo, varios asirios fueron reclutados en el
ejército romano, sirviendo muchos en la región del muro de Adriano en la
Britania romana, y se han descubierto inscripciones en arameo hechas
por soldados en el norte de Inglaterra que datan del siglo II.95
El poder real
Para estar a la altura de su función, el rey debía desarrollar cualidades del guerrero, lo que explica
porque se destaca en las historias e imágenes de las campañas, sino también en las cacerías
reales.101 Él era el jefe de los ejércitos, aunque no siempre lideraba a sus tropas en campaña.102 Las cualidades físicas del rey:
También debía ser moralmente irreprochable,101 seguir las decisiones de los dioses por Assurbanipal ejecutando a un león
durante una cacería real, según un
adivinación, dirigirles sus plegarías, restaurar sus templos. El rey finalmente era el juez supremo
bajorrelieve de Nínive.
del reino, a quien se supone que todos los súbditos podían apelar como último recurso. La «palabra
del rey» (abat šarri) primaba sobre cualquier otra decisión.98 Debía proteger a sus súbditos,
garantizar que reinase la armonía entre ellos y contribuir a su bienestar material.
Un personaje en la charnela de los mundos divino y humano
Situado en la unión entre el mundo de los humanos y el de los dioses, el rey llevaba una vida muy ritualizada marcada por la naturaleza
particular que le daba su posición.103 A partir del período medioasirio, la vida de la corte real estaba muy codificada, el acceso al rey era
limitado. Las audiencias y los banquetes seguían un desarrollo preciso. Pero lo más importante era el conjunto de rituales que marcaban la
vida del rey, como vicario y sumo sacerdote del dios Assur. Dado que el rey no podía estar presente en todas las ceremonias que normalmente
él debía dirigir, podía estar representado por su manto (kuzippu) o por un sacerdote delegado. Entre las ceremonias más importantes
relacionadas con la realeza asiria, a menudo conocidas por textos fragmentarios, se conocen el bīt rimkī, un baño ritual de purificación, el
tâkultu, comida ofrecida a los dioses, o la celebración de akītu del Año Nuevo.104
Además, en su toma de decisiones, el rey debía buscar constantemente el consejo y el acuerdo de los dioses, y también estar informado de los
presagios con respecto a la situación de su reino o de su propia vida.105 Con el fin de conocer la voluntad divina, estaba rodeado de adivinos,
que se involucraban en rituales de adivinación, o bien observaban los presagios, en especial astrológicos, y se mantenían al tanto de las
profecías de los profetas de ciertas deidades como Ishtar de Arbeles. Cuando se anunciaba un infortunio, se debían hacer rituales para
burlarlos, que era el papel de los exorcistas y de los plañideros. Siguiendo el mismo principio, las figuras de los genios protectores que
adornaban los palacios reales debían alejar al mal de la residencia real.
El ritual más característico de los relacionados con la protección del rey era el del «sustituto real», que tenía su origen en un presagio funesto
que anunciaba la muerte del soberano, a menudo un eclipse de sol o la luna, o la ocultación de un planeta asociado a una deidad específica.106
Los exorcistas que llevaban a cabo el ritual a continuación utilizaban un método alternativo común en la magia de Mesopotamia: transferir el
mal a una persona que era entronizada ficticiamente, mientras que el rey se convertía un «labrador», es decir, en un simple mortal. La
transferencia se podía hacer en un individuo considerado irrelevante (prisionero, condenado, tonto) o bien en un rebelde o en una población
insumisa que se trataba entonces de castigar o incluso en algunos casos en un dignatario que se consagraba al rey. Una vez que el sustituto
desaparecía, el rey retomaba su lugar a salvo.
Durante el período neoasirio, el rey puede ser considerado como un monarca absoluto, muy alejado de los gobernantes paleoasirios que habían
tenido que lidiar con la oligarquía de Assur.108 Todos sus súbditos le debían obediencia, dependían de su voluntad y de sus favores, que eran
la principal fuente de enriquecimiento en el reino. Los juramentos colectivos (adê) se podían organizar en varias ocasiones durante las cuales
los súbditos del imperio reafirmaban su lealtad al soberano. En caso de traición, conspiración, rebelión, la sentencia era la muerte. En
particular, se llevaron a cabo dos veces juramentos colectivos para proclamar la legitimidad de Assurbanipal como heredero del trono, porque
era en las disputas de sucesión cuando la debilidad del poder real asirio era más visible.
Si es posible que la primogenitura fuera la regla de la sucesión teórica,111 de hecho el nombramiento del sucesor dependió cada vez más de la
voluntad del soberano en el período neoasirio. El príncipe heredero tenía un rango particular, especialmente bajo los Sargónidas.112 Disponía
de varias dominios, incluyendo los palacios llamados «casa de sucesión» (bīt redūt), de los que se conocen ejemplos en Tarbisu, cerca de
Nínive, y en este último (el «palacio del norte»), donde dirigía una administración encargada de la recolección de información procedente de
las regiones fronterizas del imperio. Era una forma de iniciarlo en sus futuros deberes como rey. Cuando su padre moría, él ascendía al trono.
Un texto del período medioasirio, del que no se sabe sí todavía estaba de actualidad en el primer milenio, describe lo que parece ser una
ceremonia de coronación (a menos que sea un ritual de la fiesta de Año Nuevo), de un desarrollo simple, y que tuvo lugar en Assur.113 Está
marcado por el simbolismo de la preeminencia del dios Assur, recordado por la repetición de la fórmula «¡Assur es rey!» por un sacerdote
siguiendo al soberano. Culminaba con la coronación en sí, que se llevaba a cabo en el templo del gran dios frente a la estatua del que el futuro
rey se inclinaba ante la promesa de extender las fronteras de su reino. A pesar de la designación sistemática de un sucesor, los problemas
dinásticos fueron comunes.114 Salmanasar III eligió a Shamshi-Adad V para sucederlo en 824 a. C., contra el anciano Assur-da''in-aplu, quien
luego se rebeló. Tiglatpileser III y Sargón II ascendieron al trono después de eliminar al rey designado como heredero legítimo. Los problemas
se acentuaron bajo los sargónidas, ya que los tres últimos herederos designados se convirtieron en reyes hicieron frente todos a guerras
fratricidas, y que fueron los problemas sucesorios entre dos hijos de Assurbanipal los que condujeron en parte a la caída de Asiria.
Desde el punto de vista administrativo, el período medioasirio vio el fortalecimiento del poder real,
que ya no era contrarrestado por las autoridades municipales, siendo Asiria entonces un verdadero
estado territorial y no una mera ciudad-estado. El más alto dignatario era el «visir» (šukkallu), una
especie de primer ministro, que tenía atribuciones militares, civiles y judiciales.115 Al organizar las
conquistas, la parte occidental del territorio se confió a un «gran visir» (šukkallu rabiu). La
intendencia del palacio era administrada por el «alcalde del palacio» (rab ekalli). Otras funciones
palaciegas se confiaban a los eunucos (ša rēši). El antiguo título de limmu subsiste, pero solo era
Assurnasirpal II y un dignatario,
honorario, y su titular, elegido entre los personajes más importantes del reino, daba siempre su
bajorrelieve del palacio
nombre al año en el que ocupaba ese cargo según una tradición típicamente asiria.43 Esto fue muy noroccidental de Kalkhu.
importante en la vida del reino ya que los actos administrativos se dataron de acuerdo con la
fórmula «limmu + nombre del epónimo del año», y no por un recuento de los años de reinado del
soberano como ocurría en Babilonia. Las listas de epónimos, a menudo incompletas, han permitido reconstruir su secuencia cronológica de
una manera más o menos satisfactoria.116
Bajo los reyes neoasirios, se conocen varios grandes dignatarios.117 El jefe de cocina (rab nuhhatimi) estaba a cargo de recibir los mensajes
reales. También existía el visir (šukkallu), el gran copero (rab šaqē), el gran intendente (mašennu), el heraldo del palacio ((nāgiru ekalli), el
jefe de los eunucos (rab rēšē) y el mayordomo del palacio (ša pān ekalli), que gestionaba la administración del palacio real. El gran general
(turtanu) a menudo tenía un papel considerable. Este cargo también se desdoblaba para evitar que compitiera con el rey. En la época de los
Sargónidas, el delfín, instalado en la Casa de sucesión (bīt redūti), ejercía cargos importantes, especialmente en la vigilancia de las fronteras.
Desde el comienzo del reino asirio, fue por lo tanto esta nobleza asiria, cuya base de fortuna era esencialmente territorial y después financiera,
la que proporcionaba los cuadros administrativos estatales, funciones de las que derivaban su poder.118 Un caso ejemplar es el de Urad-
Sherua, que vivió a finales del siglo XIII, miembro de una familia de altos dignatarios que, a su vez, heredó esos altos cargos, ligado por
matrimonio con otras grandes familias y que fortaleció su riqueza al hacer préstamos y recibir donaciones de personas a quienes ayudó en sus
asuntos jurídicos.119 La separación entre asuntos públicos y privados, por lo tanto, no siempre estaba clara. Durante las fases de expansión
(medioasirio y el inicio del periodo neoasirio), algunos personajes adquirieron un poder considerable en el reino, obteniendo cargos muy
importantes y un dominio de tierras que iba con ellos. Representaron luego una amenaza potencial para la autoridad real. Los casos más
representativos son los de la dinastía de los «reyes del Hanigalbat» en el período medioasirio, uno de cuyos descendientes, Ninurta-apil-Ekur,
finalmente acabó tomando el poder en Asiria, y el de Shamshi-ilu, gran general de Asiria en la primera mitad del siglo VIII a. C., que constituyó
casi su propio reino alrededor de Til Barsip.120
Por otra parte, otro aspecto del entorno de la corte era el de ser cosmopolita, ya que incorporaba desde el medioasirio a antiguos dignatarios
mitanios o casitas. Esta «internacionalización» fue aún más marcada en el periodo neoasirio, especialmente con la integración de elementos
semíticos occidentales, principalmente arameos. A pesar de estos variados orígenes, el entorno de las élites gobernantes del Imperio asirio era
relativamente homogéneo, identificándose por una cultura común fuertemente marcada por el servicio al Estado.121
Las fuentes de las capitales neoasirias también destacan las complejas relaciones entre los altos dignatarios y los reyes Sargónidas. Los
primeros debían regularmente prestar a los segundos juramentos de fidelidad (adê). Su lugar tendía a depender completamente de la voluntad
real.122 Los soberanos se preocupaban tanto (si no más) por la lealtad de sus siervos como por sus habilidades, mientras que los segundos
buscaban asegurarse la cercanía del rey para fortalecer o al menos mantener su posición y, en una lógica patrimonial, aumentar su riqueza y
transmitir una buena situación a sus herederos, si era posible con un puesto equivalente al suyo en la corte. Esto fortalecía la competencia y la
rivalidad dentro de la corte asiria.123 Finalmente, el aspecto religioso del poder real implicaba que el soberano también tenía consejeros
religiosos además de asesores políticos: adivinos, exorcistas y plañideros.124 Los más importante de estos sacerdotes constituían un colegio
que residía en la corte, encargado de organizar los principales rituales.106 Su presencia en la corte aumentó bajo los últimos Sargónidas, lo que
no significa que se les deba considerar como un grupo que ejercía una gran influencia sobre el rey, ya que había varias facciones, y que las
desgracias fueron habituales.125
El harén real ocupaba una gran parte del sector privado de los palacios reales. Se regía por un
conjunto de principios, que estaban codificadas en los edictos bajo Tiglatpileser I, llamado «edictos
del harén», que en realidad concernían a muchos aspectos de la vida palaciega.126 Por ellos se sabe
que las esposas estaban clasificadas jerárquicamente. A la vanguardia estaban la reina madre, y las
«esposas reales» (aššat šarri) entre las cuales el rey tenía una favorita, que a menudo era la madre
del presunto heredero. Después se encontraban las esposas o concubinas que ocupaban una
posición secundaria, en el primer lugar las llamadas «damas de palacio» (sinnišāti ša ekalli), y
luego un conjunto de servidores. Los niños pequeños también estaban en el harén. Las reglas de los Placa de bronce con una
edictos del harén debían ser aplicadas por el alcalde o el mayordomo del palacio. representación de la reina madre
Naqi'a/Zakutu, detrás su hijo
Las reglas del harén eran muy estrictas, y su objetivo era limitar el contacto de las mujeres del rey Asarhaddón.
con el exterior, así que las querellas intestinas perturbaban el harén, excelente lugar para las
intrigas.127 A menudo, las reinas podían ver su posición amenazada por otras que buscaban
obtener favores del rey. Las mujeres mayores a veces podían salir del harén e incluso viajaban lejos del palacio, mientras que las esposas
secundarias estaban allí visiblemente recluidas en el período neoasirio, siendo las reglas de los edictos medioasirios menos restrictivas.128 En
cualquier caso, se trataba de evitar que tuvieran contacto físico con los otros miembros de la corte real. Las grandes esposas reales tenían a
menudo sus propias tierras, a veces importantes, que administraban con su propio servicio administrativo, compuesto principalmente por
eunucos. El harén también dependía en el período neoasirio de la autoridad del jefe de los eunucos. La riqueza de la que disponían las esposas
reales también es perceptible en las tumbas de tres de ellas descubiertas bajo un palacio de Kalkhu129 y que han entregado un material muy
opulento, más notable ya que solo se trataba de esposas secundarias.
Algunas reinas habrían desempeñado un papel muy importante en la corte asiria, especialmente como reinas-madre. Los dos casos más
conocidos son los de Sammuramat, madre de Adad-Nirari III, conocida en la posteridad con el nombre de Semíramis, y el de Zakutu, esposa
de origen arameo de Senaquerib, que consiguió hacer de su hijo Esarhadón el heredero de su esposo real, antes de permitir que su nieto
Assurbanipal asciendese al trono.130
presenta siguiendo la misma planta que una residencia normal, solo que su PLACER SOBERANO, UN PALACIO DE CEDRO, UN PALACIO DE
CIPRESES, UN PALACIO DE ENEBRO, UN PALACIO DE BOJ, UN
tamaño confirma su función de residencia real. En el período medioasirio, PALACIO DE MESKANNU [ESENCIA DESCONOCIDA], UN PALACIO
Tukultininurta I hizo construir en Assur el «Nuevo Palacio», que se encuentra DE TEREBINTE Y DE TAMARINDO. HICE (RÉPLICAS) EN CALIZA
en la esquina noroeste de la ciudadela. No se pudo excavar, porque solo queda BLANCA Y ALABASTRO DE CRIATURAS DE LAS MONTAÑAS Y
DEL MAR, Y LAS PUSÉ EN SUS PUERTAS. LO DECORÉ
la terraza que servía para sus cimientos.132
SUNTUOSAMENTE. LO RODEÉ DE CLAVOS DE BRONCE DE
LARGA CABEZA. FIJÉ EN SUS PUERTAS BATIENTES EN MADERA
En el período neoasirio, los reyes trasladaron repetidamente su palacio real, a DE CEDRO, DE CIPRÉS, DE ENEBRO Y DE MESKANNU. REUNÍ
veces manteniendo la misma capital, a veces cambiándola.133 Los palacios Y DEPOSITÉ EN EL INTERIOR GRANDES CANTIDADES DE PLATA,
reales se convirtieron en los principales monumentos erigidos por los asirios, DE ORO, DE ESTAÑO, DE BRONCE Y DE HIERRO, BOTÍN
PROVENIENTE DE LOS PAÍSES SOBRE LOS QUE HABÍA
conservándose relatos detallados de la construcción de varios de ellos.134 EXTENDIDO MI DOMINIO.
Fueron las excavaciones de estos edificios, que se hicieron desde el siglo XIX, —Inscripción que conmemora la construcción del
las que permitieron redescubrir y conocer la historia y el funcionamiento del palacio de Kalkhu por Assurnasirpal II131 .
Imperio asirio.
El primer gran palacio real del período neoasirio fue construido en Kalkhu por Assurnasirpal II.135 Después de él, otros soberanos
construyeron o restauraron sus palacios en la ciudadela de esta ciudad: Adad-Nerari III, Tiglatpileser III, Sargón II y Assarhaddon. Sargón II
construyó un gran palacio en su capital, Dur-Sharrukin. Esta construcción fue rápidamente reemplazada por el gran «Palacio del Nordeste»
construido por Senaquerib en la nueva capital asiria, Nínive. Es, sin duda, el mayor palacio real neoasirio. Assurbanipal, a su vez, restauró un
palacio en la esquina opuesta de la ciudadela de Nínive. En la región de Khabur, en Til Barsip, se encontró un ejemplo de palacio provincial.
Los palacios reales neoasirios siguen todas el mismo esquema de planta.136 Se entra por una puerta
monumental que conduce a un primer patio alrededor del cual se organiza el espacio público palaciego
(babānu): tiendas, talleres, oficinas de la administración palacial. La sala del trono separaba esta zona del
área privada (bītānu), incluidos los apartamentos reales y el harén, también organizados alrededor de un
gran espacio central. La decoración de los palacios reales consistía en largos bajorrelieves tallados sobre
ortostatos. En Til Barsip, en el palacio provincial, habían sido reemplazados por frescos pintados. De una
manera general, los temas tenían un objetivo idéntico: glorificar a la persona del rey. El complejo palaciego
también podía incluir edificios religiosos, bibliotecas y jardines.137 .
Categorías sociales
Las Leyes asirias, el corpus de las leyes compiladas en el siglo XII, pero que reflejaban un derecho más antiguo, proporcionan información
sobre las categorías que componían la sociedad medioasiria tales como se percibían en un marco jurídico.138 Se pueden cruzar con los
documentos de la práctica del mismo período. Las personas podían ser clasificadas de diferentes maneras, dependiendo del grado de libertad
que tenían, de su función económica e incluso de su origen geográfico.139 Para retomar el criterio más simple, la sociedad asiria se dividía
tradicionalmente entre los hombres libres (a'īlu), esclavos (ardu, que en realidad significa «servidor» en el sentido amplio y que en otros casos
puede designar a personas libres) y una categoría intermedia de la gente llamada «asirios» (aššurāiu), cuya situación exacta está mal definida,
pero que dispondrían de un estatus inferior al de la primera categoría y, probablemente, un menor grado de libertad.140
El término «asirio» todavía se usa en el período neoasirio, pero en cierto sentido significando la pertenencia al grupo de sujetos de Asiria.
También se les llama mār aššur, literalmente «hijo de Assur».141 Esto refleja una característica de este período, a saber, el hecho de que se
designan a las personas del reino con palabras sin connotación legal específica: se habla de «pueblo» (nišê), de «individuos» (napšāti), o
incluso de «tropas» (ṣābê). Estos términos vagos pueden significar tanto personas libres como no libres. La única cosa que parece importar es
su vocación de servir a la administración.142 Para este período, como para el anterior, es la posición en, y con respecto a, la administración
real la que mejor determina el lugar en la sociedad. Además, esta terminología también era reflejo de la voluntad de acoger en el imperio a
personas que no eran asirias en sentido étnico del término, pero que estaban ocupando un lugar creciente también, tanto en los centros
urbanos y en los rurales del reino tras las numerosas deportaciones organizadas por los reyes neoasirios, que tendían a aumentar la diversidad
etnolingüística de esta región, y a entrañar la «arameización» progresiva de la población de la Alta Mesopotamia.143
Entre las personas que no eran asirias en un sentido étnico, una parte constituía un grupo que se distinguía por su estilo de vida: los nómadas
o seminómadas, reagrupados en tribus y que evolucionaron especialmente en la zona de las estepas de la Jazira donde pastaban sus rebaños,
mientras que otra parte del grupo podía establecerse en las aldeas para practicar la agricultura. Esta forma de vida es poco conocida por las
fuentes de la época, que la documentan siempre de forma indirecta y probablemente sesgada, y que se reconstruye mediante los modelos
actuales basados en las evidencias recientes sobre el seminomadismo en la Alta Mesopotamia, dejando así algo de incertidumbre.144 Estas
comunidades pudieron vivir en simbiosis con los grupos de sedentarios agrícolas a quienes les llevarían los productos ganaderos en los que
estaban especializados, y algunas veces suministrarían una fuerza de trabajo suplementaria y también tropas auxiliares apreciadas por el
ejército en razón de su movilidad y buen conocimiento de las regiones semidesérticas. Los nómadas, sin embargo, a menudo aparecen en las
fuentes como alborotadores, saqueadores potenciales difíciles de entender. En el período medioasirio, los textos mencionan principalmente a
los suteanos, los ya'ureanos del Éufrates medio,145 y luego cada vez más al grupo de los ahlamu, que más tarde se asociaron con el de los
arameos.146 147 El ejército neoasirio incluía cuerpos de grupos nómadas, como los Itueenos, que servían para misiones de patrullaje. Después
de la caída del imperio, fueron las tribus árabes las que se establecieron cada vez más en la región del Éufrates Medio, que a veces se denomina
«Arabia» en los textos de los autores griegos.146 148
una mujer robaba un bien, el dueño de la casa lesionado podía cortarle la nariz
§ A7: SI UNA MUJER HA LEVANTADO LA MANO A UN HOMBRE
Y SI SE LE HA PROBADO, ELLA LE DARÁ 30 MINAS DE ESTAÑO
a menos que su propio esposo le cortase la oreja. Se nota en este pasaje la Y LA GOLPEARÁN 20 VECES CON UN PALO.
severidad característica de este corpus de leyes. La mujer estaba §37: SI ALGUIEN REPUDIA A SU ESPOSA, SI ESO LE PLACE,
LE DARÁ ALGO; SI ESO NO LE AGRADA, NO LE DARÁ NADA;
sistemáticamente en una posición de inferioridad: si una mujer golpeaba a un
ELLA SE IRÁ (LAS MANOS) VACÍAS.
hombre, la pena era una multa y veinte golpes,153 mientras que el jefe de la § A53: SI UNA MUJER ABORTA SU FETO POR SU PROPIO
familia podía golpear a su esposa o hija, sin exceder el límite de las penas ACTO Y SE PRUEBAN LOS CARGOS CONTRA ELLA Y SE
prescritas por las leyes (por lo tanto, no podía decidir ejecutarla o ESTABLECE SU CULPABILIDAD, SERÁ EMPALADA, NO SE LA
ENTERRARÁ. SI ELLA MUERE POR LAS CONSECUENCIAS DEL
mutilarla).154 ABORTO DE SU FETO, SERÁ EMPALADA, NO SERÁ ENTERRADA.
—Condición de la mujer en las Leyes asirias149 .
Las Leyes asirias revelan mucho sobre la ley del matrimonio;155 era negociado
por los jefes de familia y daba lugar a intercambios de dotes y contradotes. Los
asirios practicaban el levirato, es decir, una viuda podía verse obligada a casarse con el hermano de su difunto esposo. El marido podía disolver
el matrimonio por su cuenta sin compensar necesariamente a la esposa repudiada. En la época neoasiria, a veces se preveía en los contratos
matrimoniales que la esposa pudiese romper la unión por su propia cuenta.156 Las propiedades personales de la esposa, incluyendo su dote,
no eran de su libre disposición en teoría, ya que el marido las debía gestionar, aunque parece que en la práctica algunas esposas tenían un
grado de autonomía en la gestión de sus bienes. Un hombre podía tomar dos o más esposas, incluso si debía establecer una jerarquía entre la
primera y la segunda. Pero la poligamia está poco certificada fuera del círculo de las élites. En el Censo de Harran, del período neoasirio (ver
abajo), las familias de dependientes rurales que se cuentan son de estructura nuclear, monógama y patriarcal.157
En tal sistema, era el lugar en estas grandes organizaciones el que determinaba el lugar en la sociedad. Cada vez más, y especialmente en la
época neoasiria y sobre todo en la de los Sargónidas, era el hecho de estar al servicio del rey lo que permitía hacerse rico lo más rápido y
construirse un patrimonio importante. El rey asignaba así muchas tierras a personas que le habían prestado servicios o bien a los templos, y
también concedía exenciones de las taxas y servidumbres.162 Al considerar a más y más personas como meros sujetos al servicio del reino sin
ninguna distinción legal precisa, el poder real hacía que la fortuna y el poder dependiesen cada vez más de las funciones y favores que les
concedía. Cuanto más cerca se estaba del poder, mayor sería el rango en la sociedad. Como resultado, la élite de la sociedad asiria podría
describirse como de «nobleza de cargo».163
El impacto del poder real en la sociedad era más amplio: a través de su política de deportaciones, la construcción de nuevas ciudades y el
desarrollo de nuevos terruños rurales, contribuyó a cambiar la vida de sus súbditos de manera significativa. El peso de las movilizaciones para
el ejército, de los impuestos y de las servidumbres también pudieron haber desempeñado un papel en la evolución de las sociedades, haciendo
que los súbditos asirios que estuviesen sujetos a ellas fuesen más vulnerables. Los estratos sociales más bajos de la sociedad asiria parecen en
cualquier caso experimentar un marcado debilitamiento demográfico al final del período imperial.164 El estado económico y demográfico de la
población asiria al final del imperio, sin embargo, debe determinarse con más certeza, y la responsabilidad de la política real en estos
desarrollos es difícil de establecer porque las fuentes son demasiado limitadas.
El ejército asirio
Los asirios supieron organizar un gran ejército compuesto por infantería y caballería. Estaba
nutrido por militares que se habían educado para la guerra y que se habían especializado en
diversos grupos de buenos profesionales: soldados de infantería, arqueros, soldados con espadas
(todos estos protegidos por un escudo, casco cónico, coraza de metal), caballeros con lanza y espada
corta, zapadores, artilleros con sus máquinas de guerra (carros y arietes). El jefe máximo del
ejército era el propio rey que mandaba al frente del Estado Mayor.165
Fue el primer ejército conocido que utilizó armas de hierro que tenían siempre preparadas para sus
campañas y que eran muy numerosas. En las excavaciones se llegaron a encontrar en una sola
habitación de un edificio de Sargón veinte toneladas de estas armas de hierro.166 Un gran ariete asirio de ruedas con
una torrecilla de observación ataca
La infantería estaba integrada por arqueros y piqueros que vestían protegiendo el cuerpo con una las paredes derrumbadas de una
coraza hecha con trozos de cuero; la cabeza estaba defendida por un casco o yelmo de metal ciudad sitiada, mientras que los
coronado por una cimera (se llama así a la cima del yelmo, generalmente adornada de plumas u arqueros de ambos lados
intercambian flechas.
otros ornamentos). El escudo era redondo. Empleaban como armas un arco curvado, flechas cortas,
lanza y espada también corta.167 168 La caballería contaba con unos caballos de poca alzada y cola
ancha. No usaban estribo, ni silla, aunque a veces ponían una manta especial sobre el animal.169
Fue Assurnasirpal II (883-859 a. C.) el primero en introducir en el ejército la caballería que poco a
poco fue sustituyendo a los carros, no solo por ser un caballo más fácil de manejar sino por cuestión
económica.170 Introdujo además las dos máquinas de guerra las torres de asedio y los arietes
móviles.171 Los guerreros más ricos peleaban sobre un carro de guerra de dos ruedas, tirado por
dos o tres caballos que iban espléndidamente enjaezados. El carro era muy ligero y estaba cerrado
por delante.169 Empleaban también algunas máquinas de guerra como el ariete, que consistía en
una viga gruesa que terminaba en una figura de cabeza de ser fantástico y monstruoso. Se daba a la
viga un movimiento de vaivén para que la cabeza diese contra el pie de la muralla con el fin de abrir
una perforación. Otra máquina era la torre cuadrada, hecha de madera y muy alta para poder
dominar la cerca enemiga; los guerreros se trasladaban dentro de este artefacto, que se deslizaba
sobre una plataforma con ruedas. Abrían galerías subterráneas que llegaban hasta los muros Grabado del ejército asirio durante
el reinado de Tiglatpileser II.
defensivos y trincheras que situaban frente a la fortaleza.172 Cuando estaba bien definido el
campamento militar lo rodeaban y protegían con un muro construido con tierra. En este recinto se
organizaban las tiendas de tela sostenidas por un palo. Se saben todos estos detalles y más gracias a los bajorrelieves encontrados en las
excavaciones, en que se pueden ver escenas cotidianas: los soldados dentro de sus tiendas, un soldado preparándose la cama y otro que coloca
objetos sobre una mesa.169
Cada año por primavera el rey al frente de su ejército emprendía una campaña guerrera que consistía en la invasión de un pequeño reino el
entorno. Como primera medida procedían a talar los campos. Si los asirios salían triunfadores demostraban su fiereza y crueldad con una serie
de actos que se convirtieron en costumbre por lo que los reyezuelos de estos pequeños reinos optaron por no pelear y en su lugar pagar un
tributo. Por lo pronto decapitaban a los enemigos muertos y encadenaban a los prisioneros; algunos llevaban colgadas de su cuello las cabezas
decapitadas de sus jefes. La mayoría de estos prisioneros se convertían en esclavos o sencillamente eran ejecutados. Una vez terminada la
batalla campal los hombres asirios vencedores entraban en la capital y se dedicaban al pillaje en templos, palacios y casas. Reunían a los
ciudadanos junto con los animales y los llevaban al paso de los prisioneros. Recogían el botín de enseres, incendiaban lo que quedaba de la
ciudad y emprendían el regreso a casa. A su alrededor solo quedaban campos yermos y desolación. En Asiria repartían el pillaje entre el rey y
los guerreros.86
Este gran ejército contribuyó a que entre los años 1318 a. C. y 1050 a. C., el Imperio asirio se convirtiera en el primer gran imperio militar de
Mesopotamia. Con su gran profesionalidad consiguieron llegar hasta el lago Van en Armenia y por el oeste hasta el mar Mediterráneo.
El sistema de división provincial se estableció durante el período medioasirio, siguiendo principios que persistieron a partir de entonces.176 Se
crearonn las provincias (pāhutu), administradas por los gobernadores (bēl pāhāti, más tarde también llamado šaknu). Su papel es bien
conocido en el período neoasirio a través de la correspondencia entre muchos de estos personajes y los soberanos, descubierta en Nínive: se
encargaban de la recaudación de impuestos y tributos, de los que conservaban una parte para sus propias necesidades y las de las tropas a su
disposición, y enviaban el resto al poder central; y debían garantizar la seguridad de la provincia, informar al rey sobre lo que estaba
sucediendo y también garantizar que las poblaciones deportadas estaban bien establecidas y, más ampliamente, que sus provincias estaban
bien desarrolladas. Algunas veces, un cargo de la administración central entrañaba la administración de una provincia precisa. Las provincias
se dividieron a su vez en distritos (halṣu), que también tenían sus administradores (hassihlu). Todo este sistema fue, sin duda, objeto de una
vigilancia por parte del poder central, llevada a cabo por un dignatario llamado qēpu. A nivel local, había otros agentes reales: los «alcaldes»
(hāzānu) y los «inspectores» (rab ālāni) responsables de recaudar impuestos. Algunas ciudades tenían situaciones privilegiadas: el rey les
había otorgado franquicias(zakūtu).177 Este fue el caso de las grandes ciudades de Asiria, como Assur, de algunas en Babilonia como Nippur o
Babilonia. El rey otorgaba este privilegio en agradecimiento por el apoyo que le habían dado esas ciudades durante las revueltas, o para evitar
que se rebelasen.
Además de las provincias administradas directamente por los gobernadores asirios, había una serie
de reinos vasallos. Sus reyes habían jurado lealtad al rey asirio (māmītu en el período medioasirio,
adê en el período neoasirio), a cambio de su «protección».178 Debían pagar un tributo. Muchos
textos de tales tratados que datan del período neoasirio han sido descubiertos en las capitales
asirias.179
Las relaciones entre el centro y la periferia son particularmente evidentes a partir de la política de deportación practicada por los asirios. Aquí
nuevamente, los objetivos combinaban la política y la planificación del territorio imperial: el objetivo era debilitar a los países vencidos,
sofocar las veleidades de revuelta, pero también reorganizar el imperio, reabasteciendo a ciertas regiones que carecían de población,
especialmente para poner en valor sus tierras o para obtener una mano de obra especializada en ciertas especialidades artesanales. En algunos
casos, se llevaron a cabo deportaciones «cruzadas», con poblaciones de un país desplazadas a otros cuyas poblaciones volvían a ocupar su país
de origen. El costo humano de estas prácticas podría ser considerable, ya que muchas personas no sobrevivieron al desplazamiento que estaba
teniendo lugar en condiciones difíciles. Estas prácticas habrían conducido a una considerable mezcla de poblaciones: se ha estimado que 4.5
millones de personas fueron deportadas durante el período neoasirio al extrapolar los datos de las inscripciones reales que parecen fiables (y
documentan al menos a 1 320 000 deportados), de los cuales casi 400 000 lo fueron bajo Tiglatpileser III y casi 470 000 bajo Senaquerib.184
El imperio asirio pudo así ser definido como una «vasta empresa de explotación de los recursos de los vencidos».185 Por lo tanto, bajo un
aspecto depredador puede aparecer la dominación asiria.186 Esta impresión se ve reforzada por la imagen muy negativa que la Biblia hebrea
ha dejado de los asirios.
Sin embargo, la visión negra de la dominación neoasiria puede ser matizada.173 Los asirios habrían buscado reiteradamente reorganizar las
regiones que dominaban, en lo que parecen ser proyectos coloniales; así, desarrollaron algunas áreas periféricas, como el sudeste de Anatolia
alrededor de la actual ciudad de Diyarbakır donde establecieron guarniciones y colonos agrícolas deportados.187 Por otro lado, el desarrollo de
una demanda de productos por parte de los asirios, ya fuesen tributos o comercio, puede haber tenido el efecto de estimular la economía de las
regiones vasallas, como la de Fenicia, cuyos artesanos fabricaban muchos productos de lujo muy populares entre las élites asirias.
Además, el sistema de tributo no era totalmente arbitrario porque tenía en cuenta las especialidades y capacidades de los países que habían
sometido, y probablemente no tenía el efecto de desangrar la economía de estos últimos.188 En el país de los medos, el dominio asirio y la
demanda de tributos en caballos necesarios para el ejército, probablemente, se hicieron sin afectar significativamente a las élites locales, que
probablemente se beneficiaron jugando un papel en el desarrollo de las entidades políticas en la región que irónicamente tuvo una
consecuencia funesta para los asirios.189 Por lo tanto, se puede considerar que en muchos casos las élites locales, o algunas de ellas, se
adhirieron a la dominación asiria si les servía. El arte de las regiones periféricas a veces se inspiró en el de los asirios.190 Asiria misma se abrió
a las influencias externas, visibles en el arte o en la arquitectura. Además se observa que incorporó en la administración central un número
creciente de elementos no asirios, principalmente arameos: las transferencias culturales se hicieron por lo tanto en varios sentidos. Así pues, el
Imperio Asirio sentó las bases de las construcciones imperiales posteriores, multiétnicas, multiculturales, con relaciones centro-periferia no
fueron ya de sentido único.
La industria
Los pueblos de Oriente comenzaron a utilizar el bronce hacia el año 2000 a. C. Fabricaron sus armas con esta aleación, haciéndolas mucho
más eficaces. Los hititas propagaron el hierro hacia el siglo X a. C., así es que los asirios en su época de apogeo del siglo VIII a. C. estaban ya bien
abastecidos con las nuevas y destructoras armas hechas con este metal que eran más duraderas y proporcionaban mejores resultados.166
El algodón o árbol de la lana, se conocía en la India desde tiempos remotos. Fue introducido en Asiria por el rey Senaquerib (hijo de Sargón II),
que reinó desde el 705 a. C. al 681 a. C.166
La crisis en la que se sumergió el reino asirio al final del II milenio a. C. cambió las estructuras del hábitat de la Alta Mesopotamia, y muchas
ciudades antiguas experimentaron un fuerte declive o incluso el abandono. Los arameos fundaron principados a partir de algunos sitios de la
Djézireh como Guzana (Tell Halaf). La fase de reconquista asiria que comenzó en el año 911 a. C. llevó a la creación de nuevos centros
administrativos, en muchos casos en sitios más antiguos, como Zamahe (el nuevo nombre de Tell Rimah) o Hard-Katlimmu. Los asirios
erigieron ahí varios palacios y probablemente también contribuyeron al desarrollo de otros sitios, como se ve en Til Barsip (Tell Ahmar) o
Hadatu (Arslan Tash), y como era de esperar, en el centro religioso y comercial de Harran que tomó una importancia creciente durante la
última fase del reino.192
Dur Sharrukin no tuvo tiempo de establecerse ya que el siguiente gobernante Senaquerib trasladó la capital a la antigua ciudad de Nínive, que
fue renovada por completo, y cuyo tamaño paso de 150 a 750 hectáreas. Por tanto, se esta en presencia de un fenómeno sin precedentes en la
historia de Mesopotamia, a saber, las creaciones sucesivas de varias capitales, entre ellas alguna de la nada, pero que implicaban cada vez la
planificación de un importante espacio urbano, el traslado de una población muy grande (se estima que la población de Nínive era de al menos
75 000, en comparación con los 15 000 de antes de la construcción), a menudo desplazada allí por la fuerza. Estos programas de construcción
y la aparición de ciudades de un tamaño sin precedentes en una región previamente no urbanizada, habrían alterado su equilibrio: era
necesario alimentar a los residentes de estas ciudades que no producían sus propios alimentos,194 lo que creaba una demanda creciente de los
campos vecinos cuya productividad se buscaba aumentar.195 Es posible que esas ciudades hayan estado hipertrofiadas en comparación con la
región donde se encontraban, y hayan creado un desequilibrio que contribuyó a debilitar los campos vecinos debido al crecimiento de las
extracciones necesarias para alimentar a su población creciente.196 La caída del imperio asirio puso fin a esta red urbana, fin que pudo ser
debido a las matanzas y deportaciones posteriores al período de las guerras que llevaron a dicho fin, y/o bien a las consecuencias de la propia
caída del imperio que ya no permitía el mantenimiento de tales aglomeraciones. Los centros urbanos conocidos durante los siglos posteriores
al final del imperio son muy pocos, incluso en la escala de toda la Alta Mesopotamia: en Asiria misma, no se encuentran en los textos más que
menciones ciertas (pero raras) de Aššur y especialmente de Arbèles que se convirtió en el principal centro administrativo, pero excéntrico en
comparación con el viejo corazón del reino asirio.197
La urbanización no se reanudó con certeza hasta el siglo I a. C., bajo el dominio de los partos, antes del desarrollo de nuevos centros como
Hatra. En Jazira, los principales centros conocidos para el período posasirio están en la región del valle del Jabur, Harran y Nísibis, a las que
que se podría añadir Tapsaco en el Medio Éufrates sirio.
Tradicionalmente, el hábitat urbano de la Alta Mesopotamia, incluida Asiria, se organizaba alrededor de una ciudad alta situada en un tell
(montículo, colina) que dominaba una extensión más reciente, la ciudad baja.198 Cada una de estas dos partes generalmente estaba rodeada
por una muralla. La ciudad de Aššur responde a este modelo: el centro político y religioso fue construido sobre un promontorio rocoso que
domina el río Tigris, y que era llamado libbi āli, literalmente 'el corazón de la ciudad', mientras que el área predominantemente residencial se
situaba debajo, al sur del viejo centro, aunque las dos no estaban separadas por una muralla, pero sí había una separación intraurbana que
aislaba la «ciudad nueva» más reciente.199 Nínive y Kalkhu también siguieron esta organización. Probablemente a partir del ejemplo de
Aššur, la nueva ciudad de Kar-Tukulti-Ninurta, seguía el patrón de una división entre un centro político-religioso, lejos del resto de la ciudad,
pero esta vez el el límite entre los dos se materializaba en una muralla. No hay una distinción topográfica entre los dos ya que la ciudad está
construida sobre un terreno llano.200 Las nuevas capitales neoasirias Kalkhu, Dur Sharrukin y Nínive, confirman y amplían el triunfo de esta
concepción del espacio urbano: el centro político y religioso se convierte en una verdadera ciudadela rodeada de murallas, que dominanal resto
de la ciudad.201 Hay uno o más palacios reales, residencias de las élites del reino y templos a menudo asociados con un ziggurat.202 A
diferencia de las ciudades tradicionales de Mesopotamia, el edificio principal es el palacio, el que recibe la mayor atención, y no los edificios
religiosos. En estas ciudades incluso hay otra ciudadela bien distinta del centro, que constituye un arsenal (ekal mašarti), cuyo caso más
conocido es el «fuerte Salmanazar» de Kalkhu. Con el desarrollo de esta última aparece otro elemento característico de las nuevas capitales
asirias, precedido por experiencias en el período medioasirio: los jardines reales, a veces utilizados como verderos zoológicos reales, a los que
el rey Senaquerib prestó gran atención en Nínive.203
Las excavaciones de Aššur descubrieron alrededor de 80 casas del período neoasirio, mientras que solo alrededor de diez residencias han sido
excavadas en el conjunto de los otros sitios asirios.204 Se distinguen dos tipos de casas dependiendo de la organización de las piezas. El
primero consiste en residencias con organización lineal, más pequeñas (78 m2 de suelo de media), constituidas por una sucesión de piezas
alineadas, en número de 4 a 6 de media. El segundo tipo consiste en casas con patio, más grandes (192 m2 de suelo de medio), que
generalmente comprenden al menos una decena de piezas, dispuestas alrededor de un patio central que organiza la circulación interna. Los
contratos de venta dan el nombre y la función de algunos de los espacios o salas de ciertas residencias, que no siempre son obvios de
comprender: hay tiendas, áreas de recepción, talleres, salas de agua y habitaciones donde se duerme que probablemente estuvieron en una
planta superior.205 Las prospecciones en la ciudad baja de Nínive, al norte del tell de Kuyunjik, revelaron la presencia de un barrio residencial
de las élites, con casas construidas alrededor de patios centrales,206 así como amplias calles de las que se encuentra eco en los textos de
Senaquerib conmemorando la construcción de su capital, donde atraviesa grandes avenidas que incluyen un «vía real» de 31 m de anchura.207
El desarrollo de las instituciones palaciegas en las ciudades condujo a la instalación en estas de una población conformada por
administradores, sirvientes palaciegos, comerciantes y numerosos artesanos.194 Se estima que el personal de los palacios de Nínive en el
reinado de Assurbanipal ascendía a 13 000 personas divididas entre sirvientes, cortesanos, escribas de la administración, sacerdotes o
guardias.210
Los artesanos generalmente estaban empleados por el palacio. En el periodo neoasirio, trabajaban de acuerdo con el sistema llamado iškâru: el
palacio suministraba la materia prima al artesano, que luego le devolvía el producto terminado. Los palacios concentraban los principales
talleres de las ciudades, que a menudo eran de un tamaño reducido.211 Se pudo identificar un barrio artesanal de ceramistas y herreros
después de la prospección al noreste de Nínive, en particular gracias a los numerosos restos hallados de fragmentos de cerámica y hornos de
cerámica,212 pero todavía no se ha excavado ningún taller en una ciudad asiria. Se sabe por los textos que los arsenales militares en las
capitales incluían talleres donde se fabricaban y reparaban las armas y el equipamiento militar. Los templos también empleaban artesanos,
como el de Assur, en la ciudad del mismo nombre, que tenía un taller especializado en el trabajo de objetos para el culto, llamado bīt
mummê.213 Un estudio concerniente a un grupo de orfebres de este santuario sugirió la hipótesis de que podrían haber estado organizados en
«gremios», un tipo de institución cuya existencia en la antigua Mesopotamia aun se debate.214
Los intercambios
Los intercambios libres, comerciales, están mal documentados en estos períodos, en comparación con las miles de tablillas paleoasirias de la
correspondencia comercial de Kültepe. Los palacios y santuarios montaban expediciones comerciales.216 El poder real podía detentar
monopolios en el comercio de bienes estratégicos, como el del hierro o de los caballos. Las instituciones usaban a los mercaderes (tamkāru) en
las expediciones que organizaban.217 Estos comerciantes, cuyo estatuto exacto es debatido, también podían realizar actividades privadas, pero
están poco documentadas, y no se puede saber cuál era la participación respectiva en el comercio de las grandes organizaciones y del comercio
privado. Dependiendo del producto en cuestión, los actores y las modalidades de intercambio podían variar: para los cedros, solo el Estado
parece haber estado capacitado para organizar la tala y el transporte del producto como parte del tributo; el palacio también parece ser el único
en demandar el marfil; pero la mayoría de los productos podían transitar por los circuitos comerciales. Además, los movimientos de productos
de larga distancia estaban reservados para una élite pequeña, independientemente de los medios por los que transitasen, y era a menudo el
palacio o su entorno el que los captaba, con la posibilidad de redistribuirlos. Por lo tanto, la institución jugaba un papel importante en los
intercambios locales, especialmente en la ciudad, porque el campo probablemente evolucionara hacia una situación de autarquía, salvo para
obtener las herramientas necesarias que tenía que proporcionar el entorno del palacio.218
La cultura asiria
Asiria es parte de la antigua civilización mesopotámica, de la que ocupa la parte norte, y que domina en su totalidad durante los últimos días
del período neoasirio. Se encuentran así en ella dos las características de esa civilización: la escritura cuneiforme, escrita en un dialecto del
acadio, y una religión politeísta, pero dominada por la deidad tutelar del reino, el dios Assur: la práctica religiosa tenía lugar sobre todo en los
lugares de culto urbanos bajo el patrocinio de los soberanos, y en la que los sacerdotes eran los principales eruditos, que disponían de
bibliotecas que catalogaban gran parte del conocimiento de la antigua Mesopotamia. La cultura asiria presenta sin embargo algunas
especificidades, en particular debidas a la herencia de las tradiciones de la Alta Mesopotamia —que eran distintas de las de la Baja
Mesopotamia a pesar de la abrumadora influencia de esta última en todos los períodos—, y también a los préstamos crecientes de los pueblos
sometidos por el reino asirio. Nada refleja mejor esta particularidad que el arte neoasirio, ilustración del poderío del reino, de las influencias
exteriores que asimila, pero también de su capacidad de innovación.
Lenguas y escrituras
La escritura cuneiforme es un sistema que combina fonogramas —signos que representan sonidos,
generalmente una sílaba: [i], [tu], [šar], etc.— y logogramas —signos que significan algo—, que generalmente se califican de ideogramas —
signos que significan una idea, incluso si son más que eso porque también se encuentran pictogramas que representan cosas concretas—. Los
logogramas son un legado de la era remota (en el III milenio a. C.) donde el sistema cuneiforme se usaba para señalar sobre todo el sumerio,
un idioma que nunca se habló en Asiria pero cuyos fundamentos debían ser dominados por la mayoría de los escribas que querían usar la
escritura cuneiforme. Cada región que practicaba este sistema de escritura desarrolló sus propios hábitos en el valor otorgado a los signos,
habiendo definido un corpus de signos comunes más o menos extendido, y una forma especial de representarlos, incluso si eso modificaba el
sistema. También hay cambios en función del tiempo: el corpus del período paleoasirio es limitado en número (150 a 200), sobre todo porque
tiene muy pocos ideogramas, favoreciendo la escritura fonética, y con signos sobrecargado de cuñas,222 mientras que el período neoasirio
muestra un número de signos creciente (unos 300 223 ) con una grafía ya regularizada considerablemente.224
La lengua asiria
La gran mayoría de los textos cuneiformes exhumados en Asiria transcriben la lengua «asiria», que es un dialecto del acadio, término con el
que se designa la lengua del grupo occidental de las lenguas semíticas habladas en Mesopotamia en la Antigüedad.225 La lengua asiria en
general se opone al dialecto que se encuentra en los tablillas de la mitad meridional de Mesopotamia en la misma época, llamado «Babilonio»,
siendo ambos conocidos por los textos de los milenios II y I a.C. Se distinguen tres fases de la lengua asiria, que corresponden a las tres
principales fases de su historia: la paleoasiria o antiguo asirio (siglos XX-XVIII), la medioasiria (siglos XIV-XII) y la neoasiria (siglos X-VII). Si
retoma las estructuras generales del acadio, la lengua asiria se diferencia de la babilonia en varios puntos: el subjuntivo está marcado por el
sufijo -ni en lugar de -u, el wa- inicial se vuelve más y más como en u-, como en wardu/urdu ('sirviente'), algunos aspectos gramaticales no se
conjugan de la misma manera, etc.226 El dialecto neoasirio estuvo cada vez más marcado por la influencia del arameo, lo que anticipa el hecho
de que los asirios se estaban convirtiendo gradualmente en hablantes del arameo. En la mayoría de los textos literarios, los asirios utilizan sin
embargo el «babilonio estándar», forma literaria del acadio desarrollado en Babilonia224 .
Los dioses eran muy numerosos en todo el territorio de Asiria. Eran muy parecidos a los hombres
en muchos aspectos, pero tenían una autoridad ilimitada. Era común a todos los pueblos de esta
región el temor a los dioses. Asiria estaba llena de grandes templos donde los sacerdotes ofrecían
sacrificios. Había siempre una construcción mayor, un templo que sobrepasaba en altura a los
demás, con forma de torre escalonada; es lo que se conoce como zigurat.La religión en general en
toda Asiria no era como la de Egipto, optimista y con esperanza en el más allá. Por el contrario se
vivía con un temor permanente y miedo a los espíritus malignos y la muerte era muy temida pues el
espíritu del hombre se marchaba a una penumbra eterna donde de ningún modo era feliz.229
En Asiria el dios principal era Assur que dio nombre a la región, a la tribu y a una ciudad. El
símbolo de Assur era el árbol de la vida, pues él era el dios de la vida vegetal. Más tarde cuando
Asiria fue ya un imperio militar, Assur se convirtió en un dios guerrero y se le identificó con el Sol.
Su símbolo fue entonces un disco con alas, el mismo que tenían los hititas y que a su vez habían
Tableta jurídica en alfabeto arameo
recibido de Egipto. La diosa principal era Ishtar, diosa del amor, de la guerra y la fecundidad. Se le procedente del Djézireh de Siria,
daban las advocaciones de «Primera entre los dioses», «Señora de los pueblos», y «Reina del cielo y período neoasirio (635 a. C.).
la tierra» entre otras.230 86 Museo del Louvre.
Existían además unas criaturas al servicio de los dioses: los genios y los demonios que podían ser
tanto benefactores como maléficos. Su misión era proteger o castigar a los hombres. Estos
demonios cuando castigaban lo hacían de manera cruel y atormentadora. Podían golpear a los
hombres convirtiéndose en fantasmas, hombres de la noche, devoradores de niños, etc.
Toro alado androcéfalo del palacio
Las principales deidades adoradas en Asiria fueron: de Dur Sharrukin en Asiria.
El medio alfabetizado
Entre las decenas de miles de tablillas descubiertas a mediados del siglo XIX en los sitios de las capitales asirias, los textos literarios y
científicos rápidamente atrajeron mucho atención, y es a través de ellos que un segmento importante de la cultura de la élite de la antigua
Mesopotamia ha llegado a nuestros días. Estos documentos concentraban en verdad los conocimientos adquiridos durante los milenios
anteriores a lo largo del «país de los dos ríos», especialmente en su parte sur cuyos grandes centros intelectuales tuvieron que ser excavados
más tarde (Nippur, Ur, Babilonia, Sippar, etc.). La definición de obras llamadas «literarias» plantea un problema porque tal noción realmente
no existía en la antigua Mesopotamia.232 Debido al predominio numérico de textos técnicos y científicos, serán estudiados junto con los
himnos, la mitología y las epopeyas.
Especialistas y bibliotecas
Las obras exhumadas en los sitios asirios fueron producidas principalmente por un grupo de
personas que se puede llamar «letrados» (o alfabetizados, eruditos osabios). Se trata de personas
que habrían recibido una formación básica de escriba (ṭupšarru) para dominar el cuneiforme y sus
diferentes lenguas, completada a continuación con la realización de estudios adicionales que
podrían incluir una especialización particular. En concreto, esos especialistas llegaban todos del
mundo de los sacerdotes de los templos, donde probablemente recibieron una buena parte de su
educación superior, que también podría ser proporcionada en las dependencias del palacio. Los
«letrados» asirios se convirtieron así en especialistas en hepatoscopia (barû), en astrólogos (ṭupšar
enūma anu enlil), en lamentantes (kalû), en exorcistas (āšipu) o incluso en especialistas en
medicina (asû).233 Los que se conocen mejor se desempeñaron en el entorno real, en el que se
encargaban de la interpretación para los soberanos de las fuerzas sobrenaturales y de las
voluntades divinas que presidían el destino del reino, y a los que protegían por procesos mágicos.
Los letrados disponían de fondos de textos que se podrían considerar como «bibliotecas». Se
pueden distinguir varios tipos de estos corpus de textos: Primera tablilla del Poema del
diluvio universal (Epopeya de
las bibliotecas de palacio representadas en Asiria por la «Biblioteca de Asurbanipal» de Atrahasis) (British Museum)
Nínive,234 en realidad compuesta de tres fondos distintos, de los cuales dos estaban
realmente situados en un palacio, y que había empezado a ser constituida antes del reinado al
que se atribuye normalmente, aunque Asurbanipal jugó un papel decisivo en engrandecerla
organizando la confiscación o la copia de numerosas tablillas contenidas en otras bibliotecas de Mesopotamia;
las bibliotecas de los templos, constituidas en los templos del dios de la sabiduría, Nabu, donde se encontraron numerosas tablillas que
formarían un depósito votivo al dios mismo, incluso si no tenían un papel real de biblioteca, y de las cuales se conoce un caso en
Kalkhu235 y otro en Nínive (incluida en la Biblioteca de Assurbanipal);236
las bibliotecas «privadas» encontradas en las residencias de los sacerdotes, que tal vez se puedan considerar más como colecciones de
manuscritos,237 y de las que se sabe de algunos ejemplos en Aššur con las tablillas del exorcista Kisir-Assur, y en Sultantepe (en la
región del Khabur cerca de Harran) en la residencia del sacerdote Qurdi-Nergal.238
Arte y urbanismo
Los asirios cultivaron la belleza de sus ciudades y dentro de ellas consiguieron que sus palacios estuvieran decorados y labrados con delicados y
elegantes relieves. La azulejería de vidrio policromado tuvo una primordial calidad, así como las grandes esculturas. Pusieron así mismo
mucho cuidado en la construcción de muebles que a menudo decoraban con marfiles.81
El arte asirio (escultura, arquitectura, pintura y cerámica) se conoce a través de las excavaciones y posteriores estudios hechos en Nínive
(Mossul) y otras ciudades del norte de Mesopotamia, que formaron parte de la civilización del pueblo asirio. Los arqueólogos que trabajaron en
Mesopotamia estudiaron antes las antigüedades asirias que las babilónicas por razones de simple facilidad. Les era más sencillo acceder y
seguir el rastro de las excavaciones de la ciudad de Nínive, donde se conservaban los cimientos en piedra casi intactos que en Babilonia, donde
abundaba el adobe muy destruido por el paso de los siglos. Después de los estudios exhaustivos de los palacios, templos y trazados de las
ciudades asirias fue más fácil para ellos seguir un plan practicado de antemano en ciudades mesopotámicas demolidas y casi totalmente
destruidas.241
Sargón II construyó al nordeste de Nínive su residencia llamada Dur-Sarrukín donde vivían 80 000 personas. La ciudad estuvo protegida por
una muralla de cinco km de extensión a lo largo del río Tigris. Los palacios eran grandes edificios con triple entrada guardada por toros con
cabeza humana, de alabastro. El frente estaba decorado con azulejos esmaltados en colores y los zócalos mostraban las hazañas guerreras o de
caza. En cuanto a la representación de figuras de animales salvajes, los asirios demostraron ser unos verdaderos artistas.86
Los verdaderos creadores del arte mesopotámico fueron los antiguos sumerios (pueblo del que tan solo se sabe que su origen no es ni semita
(ni siquiera pertenecen a la macrofamilia afroasiática) ni tampoco indoeuropeo ni tampoco elamo-drávida (grupo, este último, al que
pertenecían los elamitas, por ejemplo)), quienes poblaron estas tierras hacia el año 4000 a. C. El estilo de estas gentes fue asimilado después
(desde el año 3000 al 1500 a. C.) por el pueblo semita de los acadios que también llegó a habitar esta región y se fundió con los habitantes
anteriores y fue asimilado igualmente por los babilonios. Entre los siglos XI y VII a. C. el estilo sumerio adquiere pleno desarrollo con la
civilización asiria y la neobabilónica.242
En la encrucijada de influencias del sur y del norte de Mesopotamia, pero también de las
procedentes de Siria o de Anatolia, el arte asirio ha conocido un periodo muy floreciente bajo el
efecto del crecimiento del poder real durante el período neoasirio, que comenzó a patrocinar
realizaciones cada vez más grandiosas en sus capitales, sobre todo para el palacio real y para los
cortesanos que vivían allí. Debido a que estos fueron los lugares de poder que más se han excavado,
nuestra visión del arte asirio es parcial e ignora el arte profano. Además, se conocen muy pocos
logros artísticos de los períodos paleo y medioasirios porque solo el sitio de Aššur presenta una
importante documentación arqueológica para este período,243 mientras que en Kültepe la cultura Cinturón ceremonial en bronce,
material de las residencias de los mercaderes asirios es del tipo anatolio, y solo sus sellos cilíndricos decorado con grabado y repujado,
pueden caracterizarse como asirios.244 El arte asirio del que se puede hablar es, por lo tanto, el de periodo neoasirio. Detroit Institute of
un arte imperial, esencialmente al servicio del poder, marcado por las influencias cosmopolitas que Arts.
se nutrieron de las tradiciones de las diferentes regiones del imperio de donde provendrían
probablemente algunos de los artesanos con obras conocidas, cuando no serían sino simples
importaciones de las elites asirias que desarrollaron el gusto por algunos productos exóticos como los marfiles sirio-fenicios.
Los relieves de los palacios asirios
.
Los mayores logros arquitectónicos de los monarcas asirios fueron, con mucho, sus palacios reales,
que servían como símbolo de su dominación, de pretensión universal. Los bajorrelieves que
decoraban muchas salas, pasillos y patios de estos edificios derivan de la misma lógica.245 Se trata
de decoraciones realizadas sobre placas cálcareas yesíferas o de mármol local (conocido como «de
Mosul»), llamados «ortostatos» y fijados a la base de los muros construidos con ladrillos de arcilla.
Probablemente tuvieron su origen en los bajorrelieves de los palacios sirios del II milenio a. C. o
incluso en los realizadas en los reinos del sureste de Anatolia en el comienzo del II milenio a. C.,
ejemplo de la capacidad de Asiria de captar las tradiciones de los países a los que sometía, sin dejar Escena de la toma de una ciudad
fortificada por el ejército asirio,
por ello de tener motivos iconográficos de origen mesopotámico.246 Los bajorrelieves asirios más
bajorrelieve de Nínive, Museo
antiguos conocidos son los del palacio noroccidental de Assurnasirpal II en Kalkhu (Nimrud), de
Británico.
mediados del siglo IX a. C.. Su apogeo se encuentra entre el final de los siglos VIII y VII en el
palacio Sargón II en Dur-Sharrukin (Jorsabad) y los de Senaquerib y de Assurbanipal en Nínive.
Los temas de estos bajorrelieves son ante todo los destacados logros militares del rey que los
encargó, al igual que hacen por escrito los Anales reales, un género literario que se desarrolla en
paralelo.247 Esto servía tanto para conmemorar la gloria del rey y para preservar su memoria,
como también para despertar el temor de los embajadores extranjeros que llegaban a visitar el
palacio.
Assurnasirpal II hizo así realizar bajorrelieves conmemorativos de sus victorias en Siria en su sala
Asurbanipal a caballo clavando una
del trono,248 mientras que desde Sargón II cada sala del palacio conmemoraba una campaña
lanza en la cabeza de un león.
completa, una práctica que se refleja en el palacio de Nínive, con ejemplos espectaculares del sitio
Bajorrelieve de alabastro del
de Laquis por Senaquerib (sala n.º XXXVI del «palacio suroeste») y de la campaña de Elam de Palacio del Norte en Nínive, Museo
Asurbanipal (sala n.º XXXIII del mismo edificio). Las leyendas escritas completan estas Británico.
representaciones. Los temas evolucionaron también, lo que refleja una cierta inventiva por parte de
los artistas, ya que retomaban los temas de textos e imágenes de glorificación real existentes desde
hacía milenios en Mesopotamia. Así, en los palacios de Nínive, Senaquerib hizo representar la escultura y el encaminamiento de los toros
androcéfalos alados desde su palacio, en conmemoración de su trabajo como constructor. Los bajorrelieves de su reinado prestan especial
atención a los paisajes. Por su parte, Assurbanipal hizo representar un ciclo de esculturas sobre las cacerías durante las cuales él vencía en
especial a leones, simbolizando su papel como rey que dominaba las fuerzas de la naturaleza salvaje portadoras del caos.249 Aunque los
bajorrelieves aún representan siempre a los personajes de perfil, los artistas podían usar recursos como las líneas oblicuas que dinamizaban el
ataque contra Lakish o los muchos vacíos que muestran la libertad espacial de los animales durante las cacerías de Assurbanipal.
Escena de caza de leones del rey Assurnasirpal II, Barco que transporta cedros del Transporte de toros androcefalos
palacio noroeste de Kalkhu, Museo Británico. Líbano, detalle de un alados hacia el palacio de Nínive,
bajorrelieve del palacio de copia de un bajorrelieve del palacio
Sargón II en Dur-Sharrukin, suroccidental de la misma ciudad,
Museo del Louvre. reinado de Senaquerib.
Otra parte de los bajorrelieves de los palacios asirios tenía una función sagrada y religiosa además de la arquitectónica; así, las
representaciones de los genios protectores, en primer lugar los toros y los leones androcéfalos alados colocados en las puertas de varias salas
de los palacios, y que también tenían la función arquitectónica de sostener la bóveda que sobresalía por encima de la puerta. Llamados
lamassu o šêdu, son las esculturas colosales más impresionantes de los palacios asirios. Su cabeza está hecha en busto redondo, mientras que
el resto de su cuerpo estaba en alto relieve. Los otros personajes protectores esculpidos de los palacios asirios eran los genios alados en
bajorrelieves, los apkallu, generalmente con cabeza humana pero a veces con cabeza de ave y portando objetos sagrados.250
Muchas estelas representan a los reyes asirios y a menudo conmemoran sus victorias. También son conocidos algunos bajorrelieves rupestres,
como los de Bavian en el Kurdistán que conmemoraban las obras hidráulicas realizadas por Senaquerib para la construcción de Nínive, los de
Máltai que representan una procesión divina o incluso los de Nahr el-Kelb, en el Líbano, que se remontan al reinado de Assarhaddon. Estelas
esculpidas también se llevaron a Asiria como el «obelisco negro» de Salmanasar III, de cuatro caras, en el que hay bajorrelieves
conmemorativos de victorias militares, con temas idénticos a los bajorrelieves palaciegos.252
Hay casos de esculturas asirias en bulto redondo, como las estatuas de Assurnasirpal II y Salmanasar III, que son casi de tamaño real.253 254
Los reyes están representados de una manera fija, inexpresiva, que simboliza más el cargo que el ser humano. Están vestidos con un atuendo
de mangas cortas alrededor del cual está envuelto un chal con flecos, característico de los reyes asirios. El primero está en una posición de
oración, el segundo tiene una apariencia más marcial, incluso aunque los atributos que lleva, incluidas las armas, se refieran a su papel como
sumo sacerdote, como la masa de armas que simbolizan su función como vicario del dios Assur.
Se conoce a través de varios relatos de construcción neoasirios que los palacios reales y templos estaban decorados con estatuas monumentales
en metal (cobre, bronce especialmente) como grandes columnas o incluso de toros y leones que pesaban cientos de toneladas.256 Pero
ninguno se ha conservado. Por contra, son conocidas algunas esculturas de metal de pequeña talla destinadas a un contexto más personal,
objetos de uso como protección, como la estatuilla del demonio protector Pazuzu,257 o la placa de conjuro contra los males del demonio
Lamashtu,258 que datan del periodo neoasirio, o diversos amuletos con una función similar.
Placa de Estatuilla
bronce de protectora
protección en bronce
contra el del
demonio demonio
Lamashtu, Pazuzu,
Museo del Museo del
Louvre. Louvre.
Pintura
Los bajorrelieves de los palacios asirios estuvieron pintados, pero han perdido todos sus colores a lo largo de los siglos. Sin embargo, se han
encontrado algunos ejemplos de muros pintados en sitios medioasirios (Kar-Tukulti-Ninurta) pero especialmente neoasirios, como en Aššur o
Kalkhu. Pero la serie más impresionante de pinturas asirias se encontró en el palacio provincial de Til Barsip en la década de 1930.259
Fechadas en los siglos VIII-VII, una gran parte se ha degradado y ha desaparecido, y solo se conocen a partir de las copias realizadas en el
momento de su excavación. El estilo y el tema eran los mismos que los de los bajorrelieves de los grandes palacios reales: el friso más largo (de
22 metros de largo), en los aposentos reales, representa una escena de audiencia presidida por el rey Tiglatpileser III frente al cual aparecen
guerreros y dignatarios. También había frisos más pequeños que representaban motivos geométricos o rosetas, palmetas, flores, a veces
decoradas con animales, o genios. El uso de la pintura debería haber sido preferido porque esta técnica era menos costosa que la escultura
sobre ortostatos.
Glíptica
Al igual que en otros períodos de la historia de la antigua Mesopotamia, los asirios usaron mayoritariamente el sello cilíndrico para sellar y
autenticar las tablillas y otras piezas de arcilla colocadas en objetos o puertas. Muchos particulares lo tenían, incluso para el dios Assur mismo,
cuyo sello estaba adherido a las tablillas del tratado de paz, recordando así su condición de verdadero rey de Asiria. Estos cilindros estaban
tallados en diferentes tipos de piedra, y la decoración y las inscripciones grabadas en ellos podían
transferirse una y otra vez a la arcilla. El repertorio iconográfico de estos sellos es variado. El
surgimiento de un arte de la glíptica propiamente asirio se hizo en el periodo medioasirio bajo
influencias llegadas de varios lugares. El estilo neoasirio es muy similar al de Babilonia del mismo
período hasta el punto de ser difíciles de discernir.260 Pero los temas no necesariamente recuerdan
los grabados en bajorrelieves de los palacios o de los objetos de marfil. Muchos sellos cilíndricos
representan escenas de caza, dirigidas por un arquero triunfante sobre presas salvajes. Desde el
período medioasirio, la glíptica de este país gustaba de representar animales salvajes o imaginarios
luchando o en círculo, en un estilo muy animado, y, a veces con muchos detalles. Otros temas
habituales eran de inspiración religiosa: hay escenas de culto rendido a una deidad, a veces sentada
en un trono en la más pura tradición de Mesopotamia, pero también se encuentran escenas
mitológicas que representan una lucha de la deidad, o incluso escenas de veneración de un árbol
sagrado por genios similares a los de los bajorrelieves palaciegos.
Galería
Sellos cilíndricos de temas religiosos del periodo neoasirio con sus impresiones.
Fragmento de ladrillo à glaçure
pintado representando al rey
Assurnasirpal II y sus guerreros.
Kalkhu, British Museum.
Marfiles
Muchos objetos de marfil tallado se han encontrado en las grandes capitales asirias, del período
medioasirio en las tumbas de Aššur,261 y especialmente en Nimrud del siglo VII a. C.,262 así como
en la «construcción de los marfiles» del palacio provincial de Arslan Tash, la antigua Hadatu.263 El
marfil procedía de los dientes de hipopótamo o de los colmillos de elefante. Los objetos presentan
en su mayoría características artísticas propias de Siria y de Fenicia, ya sea por su estilo o por los
temas representados. Así que se trataría de realizaciones de artistas de esos países, que pueden
haber trabajado en los talleres reales de Asiria, o haber sido importados o saqueados, lo que parece
probable por los objetos de Nimrud encontrados especialmente en las salas de almacén del arsenal.
Los objetos de marfil son de varios tipos: elementos de mobiliario sobre todo, pero también cajas
de maquillaje y placas decorativas. Se atestigua un arte de marfil de estilo estrictamente asirio, cuyo
repertorio iconográfico es similar al de los bajorrelieves palaciegos o glípticos, pero en menor
cantidad en el corpus de Nimrud. Elemento de mobiliario en marfil de
estilo fenicio que representa a un
hombre asido por la garganta por
Vestimentas y adornos una leona, Nimrud, Museo Británico.
La mayor parte de nuestro conocimiento sobre las joyas y las vestimentas usadas por los antiguos
asirios proviene de las representaciones de estos en los bajorrelieves de palacios o en estelas y
estatuas, ya que los objetos de metales preciosos en general han sido reciclados desde la Antigüedad, mientras que aquellos de materias
perecederas, especialmente los tejidos, han desaparecido; se pueden completar mediante las fuentes textuales, sabiendo que los términos que
hacen referencia a las diferentes tipos de prendas de vestir son difíciles de relacionar con los de las representaciones figurativas.264 Las
vestimentas y adornos más preciosos estaban destinados al rey, a su familia, y a los cortesanos, así como a las estatuas de los dioses
entronizados en los templos. Las grandes ceremonias y festivales religiosos fueron una oportunidad para vestirse de la manera más lujosa
posible.265 El tipo de material textil más utilizado por los antiguos asirios fue, con mucho, la lana de oveja, el más fácilmente accesible, luego
vino el pelo de cabra, el lino, el algodón que se introdujo bajo los sargónidas y también el biso hecho a partir de las fibras secretadas por
moluscos.266 De acuerdo con el método de tejido, se obtenía un material de calidad variable, que luego podía ser blanqueado o teñido con
diferentes productos, incluyendo el alumbre y la púrpura extraída del murex pescado en Fenicia, que tuvo un gran éxito en la Corte asiria.267
El atuendo (generalmente masculino) que se muestra en los bajorrelieves de los palacios neoasirios consta típicamente de una prenda interior
que es una especie de túnica de manga corta, cubierta por una especie de abrigo o chal con bandas designado por el término genérico de kusîtu.
Los bajorrelieves muestran que las franjas de la ropa fueron objeto de gran atención: están decoradas con bandas, rosetas que son quizás
símbolos de la diosa Ishtar, así como escenas con figuras.268
El lujo de la ropa se realzaba con joyas y otros adornos igualmente suntuosos, en oro, plata, piedras
y tejidos preciosos coloreados o incluso en vidrio. Los personajes representados en los bajorrelieves
a menudo usan brazaletes, que pueden adornarse con una roseta, pendientes o collares que a veces
llevan símbolos divinos, así como tiaras, coronas y turbantes decorados. Algunas armas y otros
objetos ceremoniales podrían unirse a estos adornos. Esta documentación ha sido felizmente
completada por varios descubrimientos en las tumbas. Primero, algunas tumbas paleo y
Collar en oro y lapislázuli
medioasirias de Aššur con ricas joyas de oro y piedras preciosas o peinetas incisas y alfileres
encontrado en una tumba de Assur,
decorados.269 Pero el hallazgo más notable fue realizado por arqueólogos iraquíes en el sitio de siglos XIV-XIII, Vorderasiatisches
Kalkhu (Nimrud) en 1988-1989: se trata del descubrimiento de un grupo de sepulturas de varias Museum de Berlin.
reinas secundarias de la segunda mitad del siglo VIII a. C. que habrían escapado al pillaje.270 Se
han encontrado una notable cantidad de objetos de oro (más de 50 kg en total) y en piedras
preciosas (lapislázuli, cornalina, ágata, amatista), incluidos collares, pendientes y una corona de oro. Se pueden agregar jarrones en piedra y en
bronce. Lo que es más notable, más allá de esta opulencia, tanto más sorprendente ya que se trataría de reinas de segunda rango, es la calidad
de la ejecución y la belleza de los objetos que combinan materiales de diferentes colores para obtener una apariencia visual armoniosa.
Finalmente, una descripción de la apariencia de los cortesanos asirios sería incompleta si no se mencionara el uso que hacían de diferentes
perfumes de esencias de varias plantas (cedro, ciprés, mirra) y de productos cosméticos, siendo el más a menudo citado en los textos el gulhu,
el khôl, que servía para perfilar y destacar el contorno de los ojos.271
Véase también
Cronología de reyes de Asiria
Arquitectura asiria
Asiria (provincia romana)
Asiria aqueménida
Asiriología
Biblioteca de Asurbanipal
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culpabilité, elle sera empalée, on ne l'enterrera pas. Si elle meurt
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seas in white limestone and parūtu-alabaster (and) stationed 163. Garelli et al., 2001, p. 144-145
(them) at its doors. I decorated it in a splendid fashion; I
surrounded it with knobbed nails of bronze. I hung doors of cedar, 164. Ver las reflexiones de Joannès, 2000, p. 45-46, Fales, 2001,
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d'étain, dans la maison de quelqu'un d'autre, le propriétaire des
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biens volés devra prononcer un serment, disant «Je ne l'ai pas
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incitée, en lui disant : Commets un vol dans ma maison ! » Si le
mari est d'accord, il (le mari) restituera les biens volés et il la 183. (en inglés) M. Novák, «From Ashur to Nineveh: The Assyrian
retiendra ; il lui coupera les oreilles. Si le mari ne souhaite pas la Town-Planning Programme», en Iraq 66, Nineveh, Papers of the
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Enlaces externos
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Los asirios en la actualidad (http://www.aina.org/)
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