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Introducción:

En 1905 Einstein parece haber sostenido simultáneamente dos teorías de la


luz incompatibles entre sí. En el artículo en el que introdujo la noción de cuanto de
luz (Einstein, 1905a), propuso una teoría semicorpuscular con cierto carácter
cuántico, novedosa y muy diferente de las teorías clásicas de la emisión de corte
newtoniano. En el artículo posterior en el que formuló la relatividad especial
(Einstein, 1905b), adhirió sin reservas a la teoría ondulatoria clásica de Maxwell,
señalando, además, que se la podía sostener sin presuponer la existencia del éter
luminífero. El objetivo de este trabajo era elaborar una nueva mecánica que
preservara la validez de las ecuaciones de Maxwell. En cambio, el objetivo del
trabajo sobre el cuanto de luz era muy diferente: Einstein se propuso explicar
ciertos fenómenos relativos a la interacción entre la materia y la luz, fenómenos
que eran conocidos experimentalmente pero que no tenían una explicación
satisfactoria en el contexto de la electrodinámica clásica.

El punto de partida de Einstein en su artículo sobre el cuanto de luz


implicaba un reconocimiento explícito de que la teoría ondulatoria de la luz, a
pesar de su éxito indiscutible, tenía limitaciones explicativas para tratar los
procesos de absorción y emisión de la luz y resultaba, por tanto, al menos
incompleta. En el artículo donde se formula la relatividad especial, en cambio, no
hay referencia alguna a este hecho. Einstein menciona tres fenómenos luminosos
que no se pueden explicar mediante la teoría de Maxwell: la fotoluminiscencia, el
efecto fotoeléctrico y la ionización de gases por la luz ultravioleta. La explicación
de Einstein del efecto fotoeléctrico llegó a ser tan famosa que su trabajo se llamó a
veces "el artículo del efecto fotoeléctrico". Esta denominación fue, ciertamente,
inapropiada ya que, en realidad, el objetivo de Einstein era mucho más amplio:
intentaba proporcionar un punto de vista acerca de la radiación que diera cuenta
de todos los fenómenos de interacción entre la materia y la luz que la teoría de
Maxwell dejaba sin explicar.
Los dos artículos tratan problemas diferentes, pero, no obstante, tienen en
común el hecho de que, en cada uno de ellos, la estructura y las propiedades de la
luz desempeñan un papel fundamental. A pesar de ello, Einstein no hizo referencia
alguna, en su artículo sobre la relatividad especial (1905b), a su teoría del cuanto
de luz, formulada apenas tres meses antes (1905a). Aparentemente, en cada uno
de estos trabajos Einstein mantiene una concepción diferente de la naturaleza de
la luz. ¿Sostuvo simultáneamente dos concepciones de la luz en principio
incompatibles? Sin duda, Einstein estaba preocupado fundamentalmente en
enfatizar los aspectos más novedosos y revolucionarios de cada una de sus dos
teorías de 1905. No obstante, el silencio de Einstein (1905b) sobre su teoría del
cuanto de luz no deja de ser significativo.

Retrospectivamente, sabemos que la relatividad espacial y la teoría


cuántica de la luz sólo pudieron conciliarse en el contexto de una teoría cuántica
de campos, la electrodinámica cuántica, que comenzó a formularse en la segunda
mitad de la década de 1920, pero sólo alcanzó una formulación consistente hacia
1950. En 1905, no existía aún ninguna mecánica cuántica, por lo que Einstein
formuló su teoría del cuanto de luz en el marco de la mecánica clásica del punto
material, por lo menos respecto de las leyes de movimiento. La teoría del cuanto
de luz, como quiera que se la interpretara, contradecía evidentemente a la
electrodinámica de Maxwell, pero no a la cinemática y la dinámica de Newton. En
la relatividad especial, sin embargo, Einstein presenta una mecánica alternativa a
la newtoniana, por lo que, en un contexto relativista, la noción misma de cuanto de
luz debía ser re conceptualizada.
Definición de Efecto Fotoeléctrico:
El efecto fotoeléctrico consiste en la emisión de electrones por un material
cuando se lo ilumina con radiación electromagnética (luz visible o ultravioleta, en
general).

A veces se incluye en el término efecto fotoeléctrico otros dos tipos de


interacción entre la luz y la materia:

 Fotoconductividad: Es el aumento de la conductividad eléctrica de


la materia o en diodos provocada por la luz. Descubierta por Willoughby Smith en
el selenio hacia la mitad del siglo 19.
 Efecto fotovoltaico: Transformación parcial de la energía luminosa
en energía eléctrica. La primera célula solar fue fabricada por Charles Fritts en
1884. Estaba formada por selenio recubierto de una fina capa de oro.

El efecto fotoeléctrico es el fenómeno en el que las partículas de luz


llamadas fotón, impactan con los electrones de un metal arrancando sus átomos.
El electrón se mueve durante el proceso, dado origen a una corriente eléctrica.
Este fenómeno es aprovechado en las plantas que utilizan paneles solares, los
cuales reciben la energía lumínica del sol transformándola en electricidad.

Interpretación cuántica del efecto fotoeléctrico


Los fotones de luz tienen una energía característica determinada por la
longitud de onda de la luz. Si un electrón absorbe energía de un fotón y tiene
mayor energía que la necesaria para salir del material y que su velocidad está bien
dirigida hacia la superficie, entonces el electrón puede ser extraído del material. Si
la energía del fotón es demasiado pequeña, el electrón es incapaz de escapar de
la superficie del material. Los cambios en la intensidad de la luz no cambian la
energía de sus fotones, tan sólo su número y por lo tanto la energía de los
electrones emitidos no depende de la intensidad de la luz incidente. Si el fotón es
absorbido parte de la energía se utiliza para liberarlo del átomo y el resto
contribuye a dotar de energía cinética a la partícula libre.
En principio, todos los electrones son susceptibles de ser emitidos por
efecto fotoeléctrico. En realidad, los que más salen son los que necesitan lo
menos de energía para salir y, de ellos, los más numerosos.

En un aislante (dieléctrico), los electrones más energéticos se encuentran


en la banda de valencia. En un metal, los electrones más energéticos están en la
banda de conducción. En un semiconductor de tipo N, son los electrones de la
banda de conducción que son los más energéticos. En un semiconductor de tipo P
también, pero hay muy pocos en la banda de conducción. Así que en ese tipo de
semiconductor hay que ir a buscar los electrones de la banda de valencia.

Pero eso no es todo. A la temperatura ambiente, los electrones más


energéticos se encuentran cerca del nivel de Fermi (salvo en los semiconductores
intrínsecos en los cuales no hay electrones cerca del nivel de Fermi). La energía
que hay que dar a un electrón para llevarlo desde el nivel de Fermi hasta el
exterior del material se llama función de trabajo. El valor de esa energía es muy
variable y depende del material, estado cristalino y, sobre todo de las últimas
capas atómicas que recubren la superficie del material. Los metales alcalinos
(sodio, calcio, cesio, etc.) presentan las más bajas funciones de trabajo. Aun es
necesario que las superficies estén limpias al nivel atómico. Una de las más
grandes dificultades de las experiencias de Millikan era había que fabricar las
superficies de metal en el vacío.

Hipótesis de Einstein

La explicación del efecto fotoeléctrico fue el trabajo principal citado cuando


se le concedió el premio Nobel de Física en 1921 a Albert Einstein. La explicación
de Einstein, propuesta en 1905, desempeñó un papel importante en el desarrollo
de la física atómica. Basó su teoría en una hipótesis muy atrevida, ya que pocos
de los detalles experimentales se conocían en 1905. Además, el punto clave de la
explicación de Einstein contradecía las ideas clásicas de la época.
Einstein asumió que la energía de la luz no estaba distribuida
uniformemente en todo el frente de onda en expansión (como suponía la teoría
clásica). En cambio, la energía de la luz se concentraría en «paquetes»
separados. Además, la cantidad de energía en cada una de estas regiones no
sería una cantidad cualquiera, sino una cantidad definida de energía que es
proporcional a la frecuencia f de la onda luminosa. El factor de proporcionalidad
sería una constante (símbolo h); se llama constante de Planck por razones que
veremos más adelante.

Por lo tanto, en el modelo que propone Einstein, la energía luminosa en un


haz de frecuencia viene en paquetes, cada uno con una energía E = hf, donde h =
6,626·10-34 J · s. La cantidad de energía radiante de cada paquete se llama cuanto
de luz o cuanto de energía luminosa. Como cuanto de energía luminosa es muy
largo, más tarde se le daría un nombre, fotón.

No hay una explicación más clara o más directa que la del propio Einstein
en al artículo original de 1905 [1]. Presentamos a continuación una cita del mismo,
en traducción libre y con la notación adaptada a la que venimos utilizando:

De acuerdo con la idea de que la luz incidente se compone de cuantos con


energía hf, la expulsión de los rayos catódicos [fotoelectrones] por luz se puede
entender de la siguiente manera. Los cuantos de energía penetran en la capa
superficial del cuerpo y su energía se convierte, al menos en parte, en energía
cinética de electrones. La imagen más simple es que un cuanto de luz cede toda
su energía a un solo electrón; Asumiremos que esto sucede. Un electrón provisto
de energía cinética dentro del cuerpo puede haber perdido parte de su energía
cinética en el momento en que llega a la superficie. Además, se debe suponer que
cada electrón, al abandonar el cuerpo, tiene que realizar una cantidad de
trabajo W (que es característica del cuerpo). Los electrones expulsados
directamente desde la superficie y en ángulos rectos tendrán las mayores
velocidades perpendiculares a la superficie. La energía cinética máxima de uno de
estos electrones es: Ecmax = hf – W
Si la placa “C” se carga a un potencial positivo, Vp , lo suficientemente
grande para evitar que el cuerpo pierda carga eléctrica, debemos tener que

Ecmax = hf – W = eVp 

donde “e” es la magnitud de la carga electrónica.

Si la fórmula derivada es correcta, entonces Vp , cuando se representa


gráficamente en función de la frecuencia de la luz incidente, debe producir una
línea recta cuya pendiente debe ser independiente de la naturaleza de la sustancia
iluminada.
A la primera ecuación en la cita anterior se la suele conocer como ecuación
fotoeléctrica de Einstein. Veamos si esta ecuación y el modelo fotónico de Einstein
pueden explicar los resultados experimentales que la física clásica no puede:

1. De acuerdo con la ecuación fotoeléctrica, la energía cinética de los


fotoelectrones es mayor que cero solo cuando la energía del fotón hf es mayor que
el trabajo W, que es el trabajo que debe realizar el electrón contra las fuerzas de
atracción del material del cátodo en el que se encuentra para escapar de él. La
energía requerida para escapar del metal se conoce como la función de trabajo.
Por lo tanto, solo se puede emitir un electrón cuando la frecuencia de la luz
incidente es mayor que un cierto valor mínimo que corresponde al trabajo
requerido para escapar del metal. Usando símbolos, la frecuencia mínima o
umbral f0 viene definida para cada material por la igualdad h f0 = W.

2. Según el modelo fotónico de la luz de Einstein, es un fotón individual de


frecuencia f el que expulsa a un electrón si f > f0 . Como la intensidad de la luz es
proporcional al número de fotones en el haz de luz y el número de fotoelectrones
expulsados es proporcional al número de fotones incidentes en la superficie, la
cantidad de electrones expulsados (y con ella la corriente fotoeléctrica) es
proporcional a la intensidad de la luz incidente.
3. En el modelo de Einstein, la energía luminosa se concentra en una serie
de cuantos de luz (fotones). Por tanto, no se necesita tiempo para que el electrón
acumule energía luminosa. En efecto, los cuantos transfieren su energía
inmediatamente a los fotoelectrones, que escapan de la superficie casi
inmediatamente.

4. Finalmente, la ecuación fotoeléctrica predice que cuanto mayor sea la


frecuencia de la luz incidente mayor será la energía cinética máxima de los
electrones expulsados. Esto es así porque la energía del fotón es directamente
proporcional a la frecuencia de la luz. La energía mínima necesaria para expulsar
un electrón es la energía requerida para que el electrón escape de la superficie del
metal. Esto explica por qué la luz de una frecuencia menor que la frecuencia f0 no
puede expulsar ningún electrón. La energía cinética del electrón que se escapa es
la diferencia entre la energía del fotón absorbido y la energía perdida por el
electrón al escapar de la superficie: si la primera no compensa a la segunda el
electrón se queda dónde está

Fotones y cuantificación de la energía de un fotón

Según la hipótesis de Planck, toda la radiación electromagnética está


cuantificada, y se produce en finitos "paquetes" de energía que llamamos fotones.
El cuanto de energía de un fotón no es la constante de Planck h en sí, sino el
producto de h por la frecuencia.

La cuantificación implica que un fotón de luz azul de una longitud de onda o


frecuencia dada, siempre tendrá el mismo tamaño cuántico de energía. Por
ejemplo, un fotón de luz azul de longitud de onda de 450 nm, siempre tendrá 2,76
eV de energía. Se presentan en trozos cuantificados de 2,76 eV, y no se puede
tener la mitad de un fotón de luz azul siempre se producen en bloques de energía
del mismo tamaño preciso.
La ecuación de la energía de un fotón

La energía de un fotón de radiación electromagnética, se calcula a partir del


valor de su frecuencia E=h×f donde E es la energía, h es la constante de plan que
es igual a 6,626×10(-34) js, y f la frecuencia.

La explicación del efecto fotoeléctrico fue el trabajo principal citado cuando


se le concedió el premio Nobel de Física en 1921 a Albert Einstein. Por lo tanto, en
el modelo que propone Einstein, la energía luminosa en un haz de frecuencia
viene en paquetes, cada uno con una energía E = hf, donde h = 6,626·10 -34 J · s.

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