Scripta Ethnologica

ISSN: 1669-0990
caea@sinectis.com.ar
Consejo Nacional de Investigaciones
Científicas y Técnicas
Argentina

Colatarci, María Azucena

REFLEXIONES SOBRE LA INICIACION DE LOS CURANDEROS EN EL NOA
Scripta Ethnologica, vol. XXI, 1999, pp. 141-154
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
Buenos Aires, Argentina

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=14818345009

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 SCRIPA ETHNOLOGICA, Vol. XXI, Bs. As., pp. 141-154

REFLEXIONES SOBRE LA INICIACION DE LOS CURANDEROS EN EL NOA

María Azucena Colatarci*

Summary: Based on original material the author analyses the initiation of curanderos in North
Western Argentina. She describes the process as a dangerous ordeal, and points out the ideas of
symbolic death and rebirth. The author stresses that the initiation episodes take place in the present
social and cosmic context, which was changed by the contact situation with westerns, and shows the
daily life of these people.

Introducción susto, mal aire, aikadura, tisiadura, etc. Estas

En trabajos de campo realizados durante
el mes de febrero de 1999 en la provincia de
Jujuy,1 se documentó un importante corpus
de información relativo a la problemática del
sistema etnomédico,2 tanto en la ciudad de
San Salvador (capital de la provincia ubicada
en el valle) cuanto en La Quiaca y sus
alrededores (dentro de la denominada Puna
jujeña).
Del análisis de dicho corpus surge de
modo relevante la figura de ciertas personas
a quienes la gente del lugar les reconoce el
poseer capacidades especiales para resolver
problemáticas vinculadas a las nociones de
salud-enfermedad.
Estos especialistas tradicionales, pre-
sentados en la bibliografía referida a la
medicina tradicional en la República Argen-
tina bajo diversas denominaciones como las
de curandero/a, curadores locales, médico/a,3
entre otros, y en la que rara vez se registran
las voces yatiri y kallawa –modos en que se
designan a los curadores en aymara y
quechua respectivamente- diagnostican y
tratan malestares. Entre ellos los deno-
minados con expresiones tradicionales como
nociones guardan consistencia lógica con el
sistema de representaciones, tanto en lo que
hace a las ideas sobre la terapia como en lo
relativo al mundo natural, los vínculos entre
el hombre y la deidad.
En líneas generales es posible plantear
que, de acuerdo a sus capacidades, dichos
profesionales tradicionales se pueden alinear
en dos grandes grupos, los que resuelven todo
tipo de situaciones y los que tratan sólo una
dolencia. Asimismo son los primeros
quienes, en general, también poseen una par-
ticular capacidad para “ver”, 4 es decir,
adivinar, predecir, curar y/o resolver.5
En este trabajo se plantean, a partir del
análisis de dos textos (que se transcriben en
el ítem Materiales) correspondientes a sendas
entrevistas, algunas reflexiones relativas al
modo en que los especialistas manifiestan
haber adquirido sus capacidades, es decir, a
su iniciación.
En cuanto a la visión que la gente de la
zona tiene respecto de ellos y al modo en
que los mismos han adquirido sus capa-
cidades, muchos manifiestan que algunas
personas tienen un don, término que no
definen con exactitud pero que refiere a una
142
cierta capacidad innata para poder, a partir
de determinado momento, curar. En tanto que
otros individuos pueden aprender a curar
ciertos malestares pero carecen de ese don;
es como si este último fuera una suerte de
predestinación.
Los materiales
A continuación se transcriben los textos
de dos entrevistas realizadas en el mes de
enero de 1999, una en La Quiaca y la otra en
El Portillo (departamento de Yavi) en plena
Puna jujeña. Los entrevistados son dos
especialistas tradicionales, una mujer –
requerida para curar susto6 - y un hombre
sindicado como “curandero” por la gente del
lugar.
Ella, María,7 nació en La Quiaca en 1941
y es hija de padre argentino (oriundo de
Queta, Dpto. de Cochinoca) y de madre
boliviana; en relación con estos datos
manifiesta tener “sangre criolla-argentina
por mi padre y boliviana por mi madre.” Es
madre de varios hijos y su marido es de Yavi
Chico, como toda la familia del mismo.
El, Pedro, de 81 años y viudo reciente –
en el momento de la entrevista-, contó que
su esposa había fallecido en el hospital de
La Quiaca donde (de acuerdo a su opinión)
no la pudieron curar, a pesar de haber estado
internada allí. Pedro es considerado
“curandero”, su casa está un poco alejada
de la de los demás y vive solo, aunque en el
momento de la entrevista estaba acompañado
por una de sus hijas y sus nietos (hijos de
ésta) que habitualmente residen en Buenos
Aires, él tiene otra hija que vive cerca de su
casa.
MARIA AZUCENA COLATARCI
Entrevista 1:
María manifiesta que “sólo trata susto...
y a los chicos, hasta los 12 o 13 años.8
Aunque los grandes también pueden padecer
de “susto” ella no los cura, dice que es para
evitar “habladurías”.
Cuando se le preguntó desde cuándo
curaba el “susto” ella relató:
“La primera vez que curé de susto fue a
uno de mis hijos. Estábamos en el Ingenio
La Mendieta, en Jujuy. Ahí íbamos a pelar
caña, nos llevaban los contratistas9 que aquí
venían a contratar a los hombres y ellos iban
con su familia porque esta no debe estar
separada.”
“Bueno, estábamos allí, en el Ingenio, y
hubo una huelga muy grande, como todos
estaban de huelga fue la policía a reprimir
con gases, yo estaba en mi casa con uno de
mis hijos que tendría 12 años, ahora tiene
unos 37 o 38 años y, después de esto él quedó
mal, lloraba y lloraba, se había asustado.
El no podía dormir y lloraba todo el tiempo
entonces yo empecé a rezar, a pedirle a Dios
por él, y empecé a tocarle aquí” (de acuerdo
al lugar que señaló, en la parte superior de la
cabeza, se refiere a la coronilla) “llamando
a su ánima,10 y así fue que dejó de llorar y se
curó. Esa fue la primera vez que curé de susto
y de ahí ya supe hacerlo.”
Surge claramente del relato que es el
carácter crítico de la situación por la que
atravesaba la actora el desencadenante que
la lleva a curar el susto, de acuerdo al modelo
tradicional, el que sin duda ya formaba parte
de su patrimonio de conocimientos.
Asimismo, es claro que no se trata de una
curandera en el pleno sentido de la palabra
tal como la usan los nativos, sino de una
especialista en curar una única dolencia.
REFLEXIONES SOBRE LA INICIACION DE LOS CURANDEROS EN EL NOA
Entrevista 2:
Del mismo modo que otros especialistas
de la zona, Pedro, además de ser curandero,
tiene capacidad para “ver”11 en los naipes
(cartas españolas) así como otros “ven” en
las hojas de coca12 . Todos cobran una suma
de dinero para realizar esta operación que,
en enero de 1999 y de acuerdo a la docu-
mentación con que se cuenta, parecía tener
un precio fijo de $ 2.-
Es interesante tener en cuenta que Pedro,
para realizar esta operación de “ver”, hace
pasar a quien busca sus servicios a una
pequeña habitación a la que denomina “ora-
torio”13 y que está dedicado a la Virgen de
los Remedios; según manifiesta “es el lugar
para ver”.
Ya en el “oratorio” prepara una pequeña
mesa, cobra los $2.- y luego de santiguarse
toma el mazo de naipes, mezcla las cartas y
hace que el cliente lo corte, luego extiende
sobre la misma los naipes y comienza a
interpretar el sentido de los mismos.
Finalmente indica las operaciones necesarias
para resolver el problema que ha llevado al
cliente a verlo.
Ante la pregunta acerca del momento en
que él comenzó a “ver” en los naipes y a
poder curar manifestó:
-“Desde que volví de la muerte”.14
-¿Cómo fue eso?
- “En 1955 estaba trabajando en Salta y
no sé cómo, pero aparecí en un lugar, en la
comisaría, y parecía que estaba muerto, otros
hombres me miraban y me pusieron la mano
en la cara” (indicó con un ademán sobre la
mía, como si me tapara la nariz con la palma
de su mano) “para ver si estaba muerto, ahí
se dieron cuenta de que vivía.”
“Cuando me desperté estaba atado de pies
y manos, con candado, así que empecé a
143
gritar y llamar para que me suelten. Apareció
un policía y me dijo que dejara de gritar, me
dijo coya sucio y yo le contesté coya no,
buen yaveño y argentino, le volví a decir que
me suelten, así que abrió el candado de los
pies pero no el de las manos, y se fue.”
“Entonces cuando me quedé solo, le pedí
a la Virgen de Luján que siempre llevaba en
el bolsillo, que me libere.”
- ¿Una Virgen de Luján? ¿Cómo la tenía?
- “Es una Virgen chiquita pero muy
brava15 que hallé en Pirquitas,16 trabajando
en el barro, siempre la llevaba en el bolsillo
y le pedí que me libre, así que hice fuerza y
puede romper la cadena que me ataba las
manos.”
“Entonces salí del lugar, corrí para afuera
y me encontré con una pared, la traspasé y
empecé a correr; pero los policías se dieron
cuenta y me empezaron a perseguir. Tuve que
pelear contra siete que tenían machetes, me
pegaron y me lastimaron en mi muñeca” (en
este punto del relato mostró su muñeca para
que se pueda observar la marca en la misma)
“y en la cabeza, pero pude agarrar un ma-
chete y defenderme. Pero apareció el
comisario y me saltó encima, se me montó
sobre los hombros, me tiró sobre unas
tuscas17 y entonces agarró un lazo y me ató
como a toro y así me llevaron otra vez,
sangrando, a la comisaría.”
“Los policías llamaron a Salta y llegó un
ómnibus con un comisario, un sargento y
otros, me fueron a ver y me preguntaron un
montón de cosas, que qué había hecho, que
porqué estaba ahí, yo les dije que ellos eran
unos gorra prestada18 . Yo les dije que no
había hecho nada, que llamaran a mi patrón,
pero no me hicieron caso y dijeron que me
llevarían a Salta para curarme, así que me
subieron al ómnibus y me llevaron.”
144
“En el ómnibus me ataron los brazos con
cadenas y como me empezaron a apretar le
di un cabezazo a cada uno que tenía a los
costados, entonces el que manejaba paró
para ver qué pasaba, yo le expliqué, le dije
que no tenían por qué apretarme con cadenas
y así siguieron viaje.”
“Al llegar a Salta me metieron al calabozo
número 13 y me tiraron dos baldes de agua.
No me hicieron curar.”
“Estuve varios años preso hasta que me
soltaron.” (No especificó ni las circuns-
tancias ni la época de su liberación).
Análisis de los materiales
En este punto se consideran los aspectos,
surgidos de los mismos relatos transcriptos,
que los actores consideran –o señalan- como
el origen de sus capacidades.
Entrevista 1:
De acuerdo a lo manifestado por la
entrevistada, en el origen de su capacidad
para curar se advierte:
a) Que la misma es adquirida.
b) Que la adquisición está vinculada al
padecimiento de uno de sus hijos de
los síntomas que, en la zona, se le
adjudican al “susto” y que ella logró
reconocer y resolver en una precisa
circunstancia.
c) Que dicha circunstancia se puede
ubicar temporalmente en la década del
’70 y, espacialmente, fuera de su lugar
de origen y residencia esto es, en el
Ingenio La Mendieta.
Al interior de ese tiempo y lugar se pro-
duce un suceso – huelga/represión - que
se puede presentar por medio de la
siguiente secuencia:
· huelga –
MARIA AZUCENA COLATARCI
· represión –
· llanto e imposibilidad de dormir
del hijo (síntoma) –
· detección del problema
(diagnóstico) –
· rezos, ruegos, operación manual
en la cabeza y llamado del
“ánima” (terapia) llevados a cabo
por ella –
d) Resultado: a partir de ese momento
capacidad para curar “susto”.
Por lo expuesto se advierte que la
capacidad de la entrevistada para curar
“susto” es adquirida a partir de una
circunstancia crítica, tanto al interior de su
grupo doméstico (padecer del mismo uno de
sus hijos), cuanto en relación con el contexto
en el que dicho grupo estaba inserto que, por
otra parte, se encontraba en forma temporaria
fuera de su lugar habitual de residencia.
Además interesa destacar que el conoci-
miento objetivo de los síntomas, así como
de las operaciones a realizar para diagnosticar
y curar esta dolencia, no implican la posesión
de la capacidad para curarlo la que, como en
este caso, se puede adquirir.
Entrevista 2:
En cuanto al momento en que el
entrevistado considera que ha comenzado a
tener capacidad para “ver” y curar se puede
precisar:
a) que dicha capacidad es adquirida.
b) Que la adquirió a partir de una
circunstancia crítica que puntualiza,
según sus palabras, del siguiente
modo: “volví de la muerte” , sin em-
bargo no queda claro si con esta
expresión se refiere a lo acontecido
antes de despertarse en el lugar que
reconoce como una comisaría
REFLEXIONES SOBRE LA INICIACION DE LOS CURANDEROS EN EL NOA 145

(manifiesta que son los otros hombres montañas, los abismos y los seres míticos
quienes verificaron si estaba vivo o terribles –tan comunes en las iniciaciones
muerto), o a los acontecimientos shamánicas (Eliade, 1960)– dan paso a la
posteriores. comisaría y a la policía como los seres y
c) Que desde una perspectiva temporal ámbitos de peligro, vale decir, refieren la
el hecho se sitúa a mediados de la nueva realidad social que ha instalado la
década del ’50 y, en cuanto a lo sociedad nacional en el contexto campesino,
espacial, ocurre fuera de su lugar de mestizo e indígena.
residencia, en Salta, donde se
encontraba por razones de trabajo.
Es entonces al interior de ese tiempo y Comparación de ambos relatos.
espacio que se suceden los aconte-
cimientos por él narrados y sintetizados Con el objeto de realizar un análisis que
a continuación: permita contrastar ambas narraciones se
· Aparece en un lugar que luego elaboraron dos cuadros comparativos, que se
advierte que era una comisaría. presentan a continuación en los que se
· Parecía estar muerto a la vista de señalan diferencias y semejanzas:
los demás y son hombres extraños
Entre vista 1 Entre vista 2
a él los que comprueban que no
era así. Protagonista Mujer Hombre
· Cuando despierta se encuentra Edad Mediana Octogenario
maniatado. Residencia Urbana Campaña
· Recurre a su Virgen para que lo
Especialidad Cura "susto" "Ve" y es
ayude (imagen hallada, potente y "curandero"
personal).
Destinatarios Niños Todas las edad
· Adquiere fuerza y se libera, luego
huye. Capacidad Adquirida Adquirida
· La policía lo persigue. Crítica Crítica
· Lucha en inferioridad de con-
diciones, es herido, se defiende y, Circunstancia Hijo "asustado" Él "vuelve de l
finalmente, es reducido. muerte"
· Es trasladado, nueva lucha y
reducción. Lugar del suceso Extraño (lejos de Extraño (lejos
· En Salta es alojado en un calabozo su sitio de su sitio de
residencia) residencia)
en el que permanece varios años.
· Finalmente es liberado. Tiempo o época Década del ´70 Década del '50
del suceso

Se advierte que las experiencias narradas Relato Corto y simple Extenso y

complejo
por Pedro poseen en algunos casos un claro
tinte onírico, y que el tema central de la
iniciación es la superación de pruebas. En Secuencia crítica Una sola Conjunto
este caso pareciera que las peligrosas
 146 MARIA AZUCENA COLATARCI

Entre vista 1 Entre vista 2 respecto de los protagonistas.

Proce so de Puesta en Experiencias en En cuanto a las diferencias se pueden

apre ndiz aje e práctica de estado alterado apuntar:
Iniciación técnicas ya de conciencia · El sexo de los protagonistas.
conocidas posiblemente · La distancia generacional.
onírica · Su residencia habitual, una urbana y
Conte nidos No se registran Muerte y la otra rural.
simbólico resurrección · La calidad de su especialidad ya que
rituale s ella sólo trata “susto” en tanto que él
Ayudante s o No se registran Virgen de Luján es un “curandero” en toda la
e spíritus connotación del término que, además,
auxiliare s tiene la capacidad de “ver”.
· Los destinatarios de su capacidad, en
Ubicación de l Precisión Flexibilidad
el primer caso niños y en el segundo
e pisodio e s pa c i a l y e s pa c i a l y
sin distinción etaria.
temporal temporal
· La década en que se produjeron am-
bos acontecimientos –en un caso en
Las coincidencias que se desprenden de los la del ’70 y en el otro la del ’50- sin
cuadros presentados son: embargo hay cierta coincidencia en
· Que ambos protagonistas tienen cuanto a que fueron momentos de
capacidad para curar, pese a que el profundas crisis sociales en el país que
alcance y calidad de la misma es, en involucraron a todos los sectores de
cada uno, diferente. la población.
· Que en los dos casos la capacidad es · En cuanto al relato se advierte:
adquirida. 1. Que el primero es breve y se puede
· Que la adquisición está íntimamente decir que su estructura es simple
vinculada a una situación, en la vida ya que presenta una sola secuencia
de los entrevistados, que se puede crítica, vinculada al tema de la
considerar crítica como en el caso de capacidad para curar “susto”.
la señora –en su condición de madre- 2. En tanto que el segundo no sólo
al advertir que su hijo estaba enfermo es más extenso sino que su mayor
y, en el caso del hombre es él quien complejidad refiere un conjunto de
se encontró en una situación de riesgo acontecimientos que dan cuenta
grave, a tal punto que considera que del hecho en cuestión y de otras
“ha vuelto de la muerte.” circunstancias relativas al
· Que los lugares donde se produjeron protagonista -como el poseer una
los sucesos narrados – Ingenio La imagen “hallada” en Pirquitas-
Mendieta en un caso y Salta en el que permiten vislumbrar frag-
otro- por no ser los de su origen y mentos de su historia personal.
residencia denotan la otredad 3. En éste también se advierten
REFLEXIONES SOBRE LA INICIACION DE LOS CURANDEROS EN EL NOA
situaciones vinculadas al status del
protagonista en virtud del cual es
pasible de sufrir sobre su persona
acciones injustas, como estar
detenido sin causa ni explicación.
4. Por otra parte, y en cuanto a la
trama del relato se observa que si
bien la misma haría suponer al
auditorio el triunfo inmediato del
relator luego de la lucha, esto no
sucede sino hasta más adelante, en
un momento impreciso.
5. Asimismo en este texto se
presentan momentos con
situaciones llevadas a cabo en
estado alterado de conciencia,
como cuando el protagonista
“traspasa” el muro para huir o
cuando recibe ayuda de la Virgen
de Luján.
· En cuanto a la posibilidad de hablar de
una verdadera iniciación:
1. Mientras que los episodios vividos
por Pedro involucran experiencias
en estado alterado de conciencia,
el episodio protagonizado por
María es siempre una experiencia
conciente.
2. Mientras que la iniciación de
Pedro hace alusión a contenidos
simbólico-rituales como la muerte
y resurrección, los que dan cuenta
de su renacimiento como un ser-
otro y poseedor de diversas
capacidades, María sólo pone en
práctica conocimientos tradicio-
nales que ya había aprendido,
como cualquier persona, a través
de su decurso vital.
147
3. Mientras Pedro adquiere poder por
sí mismo y cuenta con un auxiliar
–la Virgen de Luján-, María se vale
del poder de las palabras y los
procedimientos rituales.
4. Mientras Pedro es profundamente
transformado en un ser otro, en un
ser con capacidades especiales que
lo distinguen del común de la
gente, María sigue siendo una
mujer común que, como la
mayoría de los adultos, conoce
alguna fórmula y procedimientos
cura-tivos, en su caso particular
aquellos que le permiten tratar al
“susto”.
5. María en su práctica terapéutica
prefiere restringirse a los niños por
temor a la censura social. Pedro
no parece experimentar temor a
críticas por sus actividades, sino
que más bien está seguro de la
importancia de su status y del
auxilio que brinda a sus con-
géneres, como lo denota la
ubicación de su casa en el límite
del caserío. Cabe recordar que es
común que las chozas de
shamanes y curanderos se colo-
quen en los bordes de las aldeas
para brindar protección a sus
habitantes.
Sintetizando, se puede afirmar que Pedro
se convierte en curandero tras sortear una
verdadera iniciación, que le exige la
realización de una ordalía, para la que solicita
ayuda y poder, los que le son conferidos por
la Virgen de Luján, la que de este modo se
convierte en su espíritu auxiliar o guardián.
En el caso de la mujer, a diferencia, ésta
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desarrolla una habilidad por su propia
decisión frente a una situación de crisis pero
no padece un cambio radical en tanto no
maneja estados alterados de conciencia, no
interactúa con seres míticos, y por ende no
desarrolla las capacidades propias del
curandero como ejercer la terapia, la
adivinación, etc. Es claro que el poder que
ella manipula más que habitar en ella está en
las técnicas rituales utilizadas, las que sí
aluden habitualmente al poder del Dios,
Vírgenes y Santos del cristianismo, en
quienes se funda la eficacia de la cura de
palabra o por oración (Idoyaga Molina,
1999). La cura de palabra, acompañada o no
de infusiones vegetales o de otros
tratamientos, forma parte de la medicina
casera y es practicada por todos los miembros
adultos de la comunidad.
Algunas reflexiones
Varias cuestiones merecen ser tenidas en
cuenta a partir del análisis tanto individual,
cuanto comparativo, de ambos relatos. De
estas cuestiones hay una que es en realidad
el eje del presente trabajo, se trata de la
circunstancia a partir de la cual los mismos
protagonistas consideran que han adquirido
sus capacidades.
Al respecto, y si se tiene en cuenta la
perspectiva de sus protagonistas, no se trata
de un momento de adquisición de cono-
cimientos específicos, como tampoco, en el
caso de María, del acceso a una esfera
diferenciada, sin embargo hay un reco-
nocimiento explícito por parte de los mismos
frente a la pregunta acerca de la situación de
referencia.
Es evidente, y ya se ha mencionado, que
MARIA AZUCENA COLATARCI
dichas capacidades son, en ambos casos,
adquiridas. Al respecto interesa considerar
que otros autores han señalado también que
la cuestión relativa al poder para curar que
detentan los especialistas tradicionales
admite por lo menos dos vías de origen, la
innata y la adquirida, así lo señala por
ejemplo Pérez de Nucci (1989: 56) cuando
dice: “El ‘curador’ puede asumir su profesión
por predestinación. En estos casos, la fuerza
mágica le es proporcionada al individuo an-
tes de su nacimiento..)”.
“Otras veces, el toque de poder le es dado
al ‘curador’ en ocasión de un acontecimiento
crucial de su vida,... (op. cit: 57).19
Asimismo y al respecto Palma afirma: “El
curandero adquiere su capacidad “médica”
de dos formas: a) mediante aprendizaje; o
sea por la enseñanza que le imparte otro
curandero...;(pág. 192) [o] “ b) por medio de
una singular circunstancia,... “(pág. 192)20 .
La singular circunstancia a la que se refiere
Palma es descripta por el autor de la siguiente
manera: “... existe la creencia que cuando una
persona es alcanzada por un rayo durante una
tormenta con descargas eléctricas, por otra
parte muy comunes en la región durante los
meses de verano, sufre las alternativas de dos
momentos: 1) se desintegra; 2) se vuelve a
integrar; un tercer momento tiene lugar si el
episodio no es observado por testigo alguno;
en este caso el afectado resucita, aunque
puede quedar mal herido. Este desenlace lo
sindica como señalado por Dios para ser
curandero.” (pág.192)21 , en esta explicación
coincide con diversos autores consultados
como Vivante (1959) y Vellard (1981) entre
otros, así como también la asociación entre
el rayo, San Santiago y los curanderos en Platt
(1999).
Al respecto también es ilustrativo el texto
REFLEXIONES SOBRE LA INICIACION DE LOS CURANDEROS EN EL NOA
de Maricel Pelegrin (1998) cuando al hablar
de su informante dice: “..El suceso que refiere
como desencadenante de sus poderes
terapéuticos, ‘pillado por un rayo’ testimo-
nia un contenido mítico y sobrenatural que
lo une a toda una concepción que el hombre
andino posee del mundo que lo circunda.”
(pág. 44). Asimismo lo expuesto por Polo de
Ondegardo (1916 [1571]), por ejemplo, al
hablar de los “oficiales del sacrificio” (pág.
33) dice: “También auía algunos llamados
hijos del trueno, nacidos de mugeres que
afirmauan que auían concebido del trueno, y
parido.” (pág. 34).
Esta vinculación entre ser tocado por el
rayo y transformarse en curandero está
extendida en toda el área andina, incluso más
allá de esta se ha registrado en México y otros
países de América Latina, en lo que se podría
llamar la América mestiza22 . Es por ello que
se plantea el disenso con quien considera de
origen Aymara a la iniciación por el Rayo.
En definitiva, la iniciación por el rayo es
coherente con el sistema de representaciones
en términos generales, con las variantes
regionales esperables que no son objeto de
estudio en esta ocasión, pero más allá de esto
lo que importa es que la situación descripta
refiere en realidad al pasaje del individuo por
una circunstancia crítica, de grave riesgo, de
la que emerge ileso y con nuevas capa-
cidades.
Dada la situación de contacto el toque del
rayo coexiste con otras posibilidades, como
las de recibir poder de seres extraterrestres,
ser tocado por la energía de naves espaciales,
u otros hechos de carácter crítico y extraño.
Ahora bien, aunque en los relatos
presentados está ausente la temática de ser
tocado por el rayo, en ambos es clara la
situación de riesgo que afrontan los
149
protagonistas; al respecto se considera que
dichas circunstancias críticas narradas son las
que contextualizan en cada caso al relato y
sitúan a sus actores en tiempo y espacio, así
como en una sociedad específica de la que
forman parte, de modo que por lo expuesto
es posible decir que los textos presentados
son una muestra de resemantización relativas
a la adquisición del poder curativo.
La iniciación de Pedro recuerda una y otra
a las iniciaciones shamánicas.23 En efecto,
en primer lugar el propio informante describe
su experiencia como una secuencia de muerte
y resurrección, muerte y resurrección
simbólicas que indican que la persona ha
padecido un cambio radical. Esta
transformación incluye habitualmente la
capacidad de ejercer la terapia, de predecir
el futuro, de manejar los fenómenos natu-
rales y otras habilidades que varían según las
sociedades. En el NOA los especialistas
tradicionales curan, ven, predicen, propician
distintas actividades y pueden además hacer
daño (Pérez de Nucci, 1989 e Idoyaga
Molina, 1999). En segundo término se
advierte que el episodio vivido por Pedro
refiere experiencias en estado alterado de
conciencia -hecho típico de las iniciaciones
shamánicas- tales como enfrentar a seres
míticos terribles, atravesar montañas,
abismos y lagos, hundirse en la profun-
didades, debatirse con malignos personajes,
etc., experiencias que tienen a su vez un
carácter ordálico. Es justamente la superación
de las pruebas el hecho que funda la
adquisición de poder. Los obstáculos que
Pedro debe superar denotan, por otra parte,
los cambios habidos por la situación de
contacto (Turner, 1988), así ya no enfrenta a
entidades míticas ancestrales, ni el paisaje
descripto alude a la cosmología tradicional,
150
sino que la policía ocupa el lugar de los seres
terríficos y la geografía urbana dibuja el
mundo extraño. No obstante, pruebas a
vencer, seres negativos, muerte y resurrección
simbólicas dan cuenta de la aparición de
dones o poderes, que convierten a la persona
en un individuo diferente al común de la
gente. Es de tener en cuenta asimismo, el
papel que desempeña la Virgen de Lujan,
homologable al de una deidad iniciadora o
al de un auxiliar shamánico, y es por ende
fuente de poder y protección para el iniciando
que escapa de sus captores y sortea las
terribles circunstancias al invocarla.
Finalmente, cabe destacar que en muchas
sociedades la condición de shamán se
adquiere definitivamente cuando el individuo
supera una crisis, ya se trate de una grave
enfermedad o de otro episodio terrible.24
En relación con el curanderismo –por usar
alguna palabra- las deidades cristianas se
manifiestan como dadoras de poder. Dios,
Vírgenes y Santos –junto a Pachamama- se
suelen invocar en la terapia, en los rituales
propiciatorios, en las ceremonias destinadas
a “limpiar” los ambientes, entre otros
eventos. Incluso es el mismo Dios quien
otorga el poder de curar a los que nacen con
ese don, el que puede evidenciarse en el plano
de lo físico, por ejemplo, cuando el futuro
curandero nace cubierto por la placenta
denominada en muchos casos “manto de la
Virgen”.
Sobre la base de lo expuesto, la con-
frontación de estas dos experiencias, que
develan mecanismos a través de lo cuales el
hombre adquiere la capacidad de curar,
muestra por un lado la complejidad de la
iniciación como curandero en el sentido
estricto del término, tal como se advierte en
el relato-historia vivida por Pedro, y la
MARIA AZUCENA COLATARCI
incidencia de una situación crítica como fac-
tor detonante para atreverse a curar en el caso
de María quien no se define, ni es socialmente
definida, como una curandera sino como una
mujer con una capacidad específica para
tratar una única enfermedad. Todo lo
planteado pone en claro la necesidad de
profundizar el tema de las prácticas
terapéuticas en relación con la figura del
curandero y las praxis de los legos.
Notas
1. Campaña realizada con fondos de la
SECyT en el marco del proyecto “El
funcionamiento del sistema etnomédico
en el NOA”, dirigido por la Dra.
Anatilde Idoyaga Molina.
2. Definimos al sistema etnomédico como
la atención de la salud a través del
traslapo de la biomedicina, las
medicinas tradicionales y el auto-
tratamiento, las terapias religiosas y de
alternativa (Good, 1987; Idoyaga
Molina,1997).
3. Vivante, Armando; Pérez de Nucci,
Armando; Palma, Néstor H.; Hurell,
J.A. entre otros.
4. Término empleado por la gente del
lugar para la actividad citada en el texto.
5. En relación con el noreste argentino
Sturzenegger (1994) detectó una
diferencia similar. En esta región los
primeros son denominados habitual-
mente curanderos mientras que a los
segundos se los llama especialistas.
REFLEXIONES SOBRE LA INICIACION DE LOS CURANDEROS EN EL NOA
6. El susto se explica como la pérdida del
alma o espíritu que queda atrapado en
el lugar en que se produjo el espanto,
su sintomatología es polimorfa. Sobre
enfermedades tradicionales en el NOA
puede verse Palma, 1978; Pérez de
Nucci, 1989; Bianchetti, 1996 e
Idoyaga Molina, 1999.
7. Los nombres de las personas entre-
vistadas son ficticios ya que de este
modo se resguarda su individua-
lización.
8. Los párrafos y/o términos entre
comillas y en cursiva corresponden a
citas textuales de los informantes.
9. Se refiere a personas (hombres)
enviadas por los Ingenios a contratar
gente para llevar a los mismos con el
fin de trabajar en las cosechas. En
algunas ocasiones el contratista es
designado con el término “negrero”.
10. Anima: alma y/o espíritu.
11. Refiere – desde la perspectiva de la
gente de la zona- a un modo de adivinar,
de averiguar las causas de alguna
situación.
12. Coca: (Erythroxylon coca). Es
necesario aclarar que en el área andina
el modo tradicional empleado por los
especialistas para “ver” es a través de
las hojas de coca.
13. Algunas casas de la puna cuentan con
una construcción denominada “orato-
rio”, la misma tiene por objeto albergar
151
la imagen -ya sea de Cristo, la Virgen o
santo/a- propiedad del dueño del lugar
quien la considera portentosa.
(Colatarci, María A., 1994 y 1999).
14. Otros informantes dicen que muchos
curanderos manifestan que tienen su
poder porque han vuelto de la muerte.
15. En el ideario de la gente de la zona este
término, aplicado a una imagen
(también se usa en referencia a ríos,
avalanchas de lodo –denominadas
volcanes- entre otros accidentes y
fenómenos de la naturaleza) está
vinculado con las capacidades
portentosas y ambivalentes que a la
misma se le adjudican.
16. Pueblo ubicado por encima de los 3000
m.s.m en la puna occidental, vinculado
a la actividad minera.
17. Vegetación del lugar.
18. La gente de la zona manifesta que es
común referise a los policías como
“gorra prestada” pese a que no
explicitan la causa.
19. Pérez de Nucci, Armando, 1993.
20. Palma, Néstor H, 1978.
21. Palma, Néstor H, 1978.
22. Nos referimos con esta expresión a
poblaciones cuya cultura muestra la
síntesis entre tradiciones indígenas y
europeas, cuyo contacto, muy antiguo,
tiene alrededor de quinientos años.
152
23. Sobre iniciación shamánica puede verse
la obra clásica de Eliade (1960).
24. Diversos ejemplos de este tipo de
iniciación pueden verse en Eliade,
1960, y en lo que hace a grupos
indígenas de la Argentina Idoyaga
Molina, 1993.
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154 MARIA AZUCENA COLATARCI

Resumen
Sobre la base de materiales originales la au-
tora analiza, a partir del estudio de dos casos
concretos, la iniciación de los curanderos en
el NOA. En relación con el tema destaca el
carácter ordálico y crítico del trance, las con-
notaciones de muerte simbólica y resurrec-
ción. Nota además que los episodios ligados
a la iniciación se desenvuelven en un con-
texto social y cósmico que da cuenta de los
cambios habidos en virtud de la situación de
contacto, y del mundo cotidiano de los pro-
tagonistas.