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E IMAGINARIOS

IDENTIDADES
EDITORIAL
La comunicación
con los muertos
Julio Caycedo210

“-¡Qué extraño!”-dijo la muchacha, avanzando cautelosamente-. ¡Qué puerta más pesada! -La tocó, al hablar, y se cerró
de pronto de un golpe. -¡Dios mío!- dijo el hombre-. Me parece que no tiene picaporte por dentro. ¡Cómo, nos ha encerrado
a los dos! -A los dos no. A uno solo –dijo la muchacha. Pasó a través de la puerta y desapareció.”

I. A. IRELAND. “Visitations” (1919).

“A
mi tía –dice Ligia Perdomo, una tierro que le habían hecho y le hizo la contra

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opita de 48 años que trabaja como a tiempo”.
empleada doméstica en la casa de “No hable de esas cosas aquí Ligia –or-
Magda García, una fervorosa católica 10 años dena ofuscada doña Magda– mejor vaya y
mayor– le hicieron brujería y casi la matan. traiga el agua para ver si terminamos rápi-
Se lo cuento porque me consta. Primero, el do y nos vamos. Y usted mijo, quédese aquí
marido se le fue con otra más joven; luego se conmigo”. Ligia se agacha, levanta del suelo
quedó sin trabajo y le mataron al hijo, y para una botella desechable de Colombiana de
rematar, al final se enfermó de una cosa que dos litros, y baja cuidadosamente por las
ni los médicos sabían qué era. La salvó un angostas escaleras. Desde el segundo piso
brujo amigo de la familia que encontró el en- podemos seguirla con la mirada. “Si no estu-
viera usted, tendríamos que ir las dos; abajo
1 Profesional en Estudios Literarios, y especialista en pe- lo ven a uno los celadores de las bicicletas y
riodismo. Locutor comercial y asiduo colaborador de Re- no pasa nada, pero aquí arriba… le pueden
vistas nacionales como Don Juan y Arcadia. Actualmente
se desempeña como Web Master de la Red Nacional de hacer a uno Dios sabe qué cosas”.
Talleres de Escritura Creativa RENATA, un proyecto del área Las dos mujeres están lavando con es-
de artes del Ministerio de Cultura. Correo electrónico: finde- 113
lacerca@gmail.com ponjilla y jabón, como religiosamente hacen
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cada dos meses, la lápida de un pariente que agua–, es cambiar la lápida por una que no
falleció en un accidente en agosto de 1967, diga que ahí está el alma de un accidentado,
cuyo nombre prometí no revelar. “Hoy –dice mire que eso hace que la gente le pida más
doña Magda– está siendo fácil porque solo cosas y no lo dejen descansar”.
tenía pintadas un par de cruces, pero hemos La señora Ligia tiene razón. Las creencias
visto de todo. Una vez la habían pintado con populares dicen que el alma de los que par-
barniz negro y nos tocó limpiarla con gasoli- ten de este mundo dolorosamente, tienen
na. Claro, cómo desde abajo no se ve para que hacerles favores a los vivos para olvidar
arriba, se presta para que la gente haga co- el dolor que los mató.
sas horribles. A mí lo que me da miedo es que Son las 5:30 de la tarde, hace frío y el
me atraquen, me dan miedo los vivos y no los cielo comienza a nublarse. El aire que se
muertos que ya están descansando. En todos respira en el segundo piso se siente den-
los años que llevo viniendo me han atracado so, pegajoso, mortecino. A pesar de que
dos veces, y en cambio, nunca he visto a un el sol ha evaporado casi por completo los
ningún fantasma ni a ninguna bruja.” charcos que dejó la lluvia de la mañana en
Las tumbas contiguas, algunas evidente- la desafortunada arquitectura, aún queda
mente profanadas, están atiborradas de toda agua estancada. Veo las cucarachas que
clase de signos y peticiones escritas con entran y salen por la abertura de una de las
marcador negro y rojo: “Acuérdate allá de los tumbas profanadas.
que piden por tu alma desde acá”; “Consér- Doña Magda guarda silencio. A ella, que
valo a mi lado, núblale la voluntad, entréga- tiene educación universitaria, las historias y
me su corazón”; “Enfermedad y muerte para creencias de su empleada sobre brujería le
Lady y su hija bastarda”; “Siete rosarios, uno parecen cuentos de gente de pueblo. Ligia,
para ascender cada peldaño, todos a cam- evidentemente fastidiada con su labor de
bio de un favor”. limpiadora de maleficios, dice que cuando
Doña Magda posiblemente no sabe que llegue a casa va a tener que bañarse con las
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la tumba de su pariente accidentado está siete yerbas de purificación. Doña Magda,


en uno de los lugares en los que más bru- aún en silencio, le da la última bocanada a
jería se práctica en Bogotá: la Escalera de su cigarrillo y le sopla el humo a las flores
Caracol del Cementerio Central de la capital, que le va a dejar a su pariente. Luego se per-
una suerte de edificio funerario con sótano y signa. Ella está protegida contra cualquier
segundo piso, que representa con su forma mal gracias a la acción de los rosarios que
elíptica la ascensión de las almas hacia el pa- reza todas las mañanas, a los escapularios
raíso… o hacia otros rumbos, podría pensar- que cuelga de la cabecera de su cama, a las
se, ya que la magia en este lugar tiene que misas ofrecidas en su casa por un sacerdote
ver con los esfuerzos de las ánimas para salir amigo de la familia, y por la adecuada ubi-
del purgatorio. Actualmente el sótano de la cación de varios elementos protectores de
construcción se encuentra cerrado con can- Feng Chui.
dado, y solo la administración y los familiares ¿Son menos mágicas las creencias de
de los restos allí depositados tienen llave. Magda con respecto a las de Ligia? ¿Es me-
“Lo que hay que hacer doña Magda – nos mago, o brujo, el amigo de la familia de
114 dice la señora Ligia que ya viene trayendo el la primera, que el amigo de la familia de la
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segunda? ¿Existe Dios pero no existe el Dia-
blo? Es posible que existan ambos y que no
exista ninguno. Recuerdo la frase de Nova-
lis, el escritor alemán que murió a finales del
siglo XVIII, que dice que la imaginación hu-
mana no ha creado nada que sea real. Los
seres humanos podemos creer, al mismo
tiempo, en dos cosas que se complementen
y que se contradigan entre ellas.

Exspectamus resurrectionen
mortuorum aquí se lee, significa algo, simboliza y ma-
terializa referencias espirituales, fervorosas,
La entrada del Cementerio Central ostenta ultraterrenas.
en su portón el latinajo imprecatorio de la fe
cristiana: “esperamos la resurrección de los Para la muestra:
muertos”, lo que tiene que ver también con el un par de encantamientos
origen mismo de la noción del camposanto.
La palabra cementerio viene del griego koi- Doña Estela Chitiva, una mujer introverti-
metérion, que significa dormitorio, porque da de 47 años, trabaja frente al cementerio
según las creencias antiguas, al cementerio vendiendo estampitas y novenas de santos
se iba a dormir hasta el momento de la resu- locales. En su pequeño puesto móvil –un ca-
rrección. jón de madera que pone boca abajo– exhibe
Sobre la frase latina, un ángel blanco y atados de velas blancas y amarillas, estam-
anciano sostiene paciente una guadaña ne- pitas de José Gregorio Hernández, de las
gra y observa a los visitantes que cruzan bajo benditas ánimas del purgatorio y de San Leo

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sus ojos. El Cementerio Central fue el primer Sigfrido Koop, el antiguo fundador de Bava-
camposanto que se construyó en la Bogotá ria cuya estatua funeraria permanece atenta,
del siglo XVIII, luego de que fueran prohibi- broncínea, escuchando desde el más allá los
das, por motivos de salubridad pública, las deseos de sus penitentes.
inhumaciones en los atrios de las iglesias. Doña Estela no hace contacto físico con
Originalmente estaba localizado en el área nadie. Les indica a sus compradores con el
perimetral del entonces casco urbano y se dedo índice el precio de los objetos que exhi-
llamaba Cementerio Universal, sin embargo, be, y cuando alguien compra algo, le pide que
el crecimiento de la ciudad a lo largo del tiem- deje el dinero sobre el pequeño mostrador de
po lo encerró en la zona céntrica, y entonces donde ella lo toma y luego, ahí mismo, si es
fue necesario cambiarle el nombre por el que necesario, deja las “devueltas” para el cliente.
tiene actualmente. La construcción, declara- Se excusa –sin mirar nunca a los ojos– dicien-
da Monumento Nacional en 1984, que aloja do que no tiene las manos limpias y que no
los cuerpos de los próceres de la República, toca a su clientela para no ensuciarlos, pero
favorece con su abarrotada arquitectura los después de que le compro un par de estam-
más escabrosas prácticas mágicas. Todo pitas de santos milagrosos y le pago algunos
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miles de pesos, me confiesa que no toca a ferente de estas tumbas sin nombre habla a
nadie porque al cementerio “van gentes” con los visitantes del cementerio sugieren otras
muy malas intenciones y uno no puede saber formas simbólicas de la democracia y la his-
“quién es quién”. Los penitentes en los ce- toria patria. Aquí los héroes son otros. Los
menterios piden cosas buenas y malas, piden agentes del evento mágico, aún anónimos,
salud y enfermedad. Y es que la magia, o la son quienes extienden su poder sobre la ciu-
brujería para que las ánimas den salud y para dadanía.
que la quiten, tiene extensiones peligrosas: “si “Muchas son las penas que sufren las
uno está de malas y toca al que no es, se le benditas almas del Purgatorio pero la mayor
mete a uno un frío en los huesos que le va de ellas consiste en pensar que por los pe-
quitando la vida desde adentro”. cados que cometieron en vida han sido ellas
Le explico a mi desconfiada proveedo- mismas la causa de sus propios sufrimien-
ra sobre objetos milagrosos, que necesito tos”, dice la novena que me vendió la into-
al más milagroso de los huéspedes del ce- cable doña Estela. Este principio es el que
menterio para pedirle un favorcito, y enton- activa las prácticas mágicas, pues para bien
ces ella me señala con el índice la Novena en o para mal –tal es la moral del más allá, las
Sufragio de las Benditas Almas del Purgato- ánimas necesitan hacer favores a los vivos
rio. “Vaya con los N. N. (ningún nombre) que para salir del Purgatorio (entidad que ahora,
son las más poderosas, las que más oyen y como sabemos, la Iglesia dejó en el Limbo) y
las que más milagros hacen ¿Por qué? Pues conseguir el anhelado descanso eterno en el
por la fe, todos les tenemos fe y ellas nos que brilla la luz perpetua.
tienen fe a nosotros… Hay una relación de La magia, dicen los expertos, funciona por
interés de lado y lado, del lado de acá y del extensión y por imagen. Para efectuarla por
de más allá.” extensión, es necesario que quien pide el fa-
Me voy en busca de los N.N. esperanza- vor proporcione alguna extensión del cuerpo
do en encontrar a alguien encendiendo velas de la persona a la que se quiere afectar (flui-
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negras o chorreando las lápida con sangre dos como sangre, orina, lágrimas o residuos
de animal, pero no veo a nadie. La brujería, como pelo y materia fecal); para usar la ima-
como se puede suponer, se practica sin tes- gen se acude a fotografías, o en su defecto,
tigos. Entre los pabellones silenciosos y or- a dibujos. Siguiendo el principio bíblico aquel
denados, y los mausoleos elocuentes de los que dice que “primero fue el verbo”, se utiliza
próceres y las eminencias nacionales (entre también la palabra y se escriben invocatorias
ellos, para sorpresa de muchos un suicida, con toda suerte de plegarias y usos flexibles
el poeta José Asunción Silva), el cementerio de la ortografía, en papelitos que prometen
confirma lo que dice doña Estela. Sin flores desgracias si no se copian “a puño y letra”
están las tumbas de Santander, de Rafael varias veces y se distribuyen por el cemen-
Pombo, de Miguel Antonio Caro, y no, para terio (tal como en las cadenas de internet en
envidia suya, las de los muchos “Ningún las que se distribuyen mensajes por la web).
Nombre”, que ostentan cruces e inscripcio- Igualmente se usan los “muñecos”, otra for-
nes muy variadas, testimonio de las múltiples ma de representación a la que acuden los
visitas que sus devotos les hacen. La emer- interesados en este intercambio de favores
116 gencia popular y la fortaleza con que el re- con las ánimas. Y son poderosos.
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Creer y no creer, esa es la cuestión sufrió sin precedentes ni explicaciones la te-
rrible parálisis que ocasiona el Síndrome de
Luis Alfredo Pérez encontró uno de aque- Guillain-Barré. Hoy, aunque aún es un escép-
llos “muñecos” en su época de estudiante tico, cree que su enfermedad pudo haberse
universitario. Merodeaba el cementerio, me originado aquel día.
cuenta, tratando de entender cómo funciona-
ba la brujería. Entre una de las tumbas tuvo Comunicaciones virtuales
la suerte, o la mala fortuna, de encontrar un de ultratumba
“muñeco”. Estaba envuelto y amarrado con
tres retazos de tela arrancados a la ropa de En la tumba de Aquileo Parra aparece la for-
un muerto desenterrado. Cada retazo (uno ma más singular de comunicación con las
arrancado de la camisa, otro del pantalón y almas. Los interesados encontrarán un pe-
otro de alguna prenda interior) le daba siete queño papel pegado a la lápida de su tumba
vueltas al muñeco y finalizaban con un nudo con el siguiente mensaje:
doble que unía las dos puntas. “Soy don Aquileo, deseo comunicarme
La factura del muñeco era tan limpia y con ustedes. 750 60 31”.
cuidadosa que parecía haber sido compra- Cuando le pregunté a Luis Alfredo si se
do en un almacén de artículos de decoración animaría a llamar a nuestro ilustre ex Presi-
para bebés. Estaba hecho con dos capas de dente – pues, reconozcámoslo, es tentadora
fieltro negro cosidas una a la otra, una tenía la idea de aclarar la historia nacional con una
ojitos y una sonrisa bordada, el interior esta- llamada al más allá –, me contestó que no
ba relleno de hueso de humano molido. Un con el eterno refrán, “yo no creo en brujas mi
alfiler, con el que presuntamente se pretendía hermano, pero que las hay, las hay”.
dominar la voluntad del hechizado, lo atra- Llamé muy tarde por la noche, y colgué
vesaba. Luis Alfredo lo removió en un acto con vergüenza al oír la voz de un pobre cris-
de escepticismo puro. El trabajo fue un éxi- tiano que yo acababa de despertar, quién

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to dice, sin embargo, siete meses después, sabe si del sueño eterno.

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