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La palabra “iglú” viene de la palabra que los inuit usan para referirse a “casa”.
En lo que respecta a los inuit, la palabra “iglú” puede referirse a cualquier
tipo de hogar o casa, pero el término “iglú” ha derivado a significar “casa de
hielo” en el resto del mundo. Así que cuando construyas tu propio iglú
puedes recordar esta larga y maravillosa herencia que nos han dejado.
PROCESO CONSTRUCTIVO DEL IGLÚ
Esta es una práctica muy antigua que no resulta tan sencilla, ya que consiste
en armar un albergue utilizando solamente nieve, herramientas básicas y las
propias manos.
Los iglúes pueden ser espacios cálidos y cómodos, sobre todo si se comparan
con las inclemencias del tiempo en el exterior. Así que más vale aprenderse
estos sencillos pasos para hacer un iglú, en caso de que le fuera necesario en
su próxima visita a tierras heladas.
Usted utilizará una sierra –o varias si pretende que le ayuden sus
acompañantes–, un machete o pequeña hacha y unos guantes muy gruesos e
impermeables, de preferencia hechos de animales recién cazados.
En un lugar donde la nieve esté bien compacta, corte bloques de 30 x
30 x 40 centímetros, los cuales deberán ser adaptados según se vayan
colocando, para que embonen a la perfección.
Después, en un espacio plano, dibuje un círculo en el piso. Cave
aproximadamente un metro, ya que esta será la base del iglú.
Una vez trazado, coloque los bloques por todo el perímetro en forma
de espiral, para que al llegar a la altura máxima se unan en el centro en
una especie de cúpula. El iglú se construye desde adentro.
Una vez que su iglú está en pie, corte los sobrantes de los bloques que
sobresalgan del interior del muro, para lograr una pared lisa. Si es
necesario, rellene los agujeros con nieve.
Una vez cerrado hasta la cúpula, es hora de abrir una puerta por la que
apenas quepan los usuarios, para evitar así la entrada de viento
helado. Ahora está listo para toda una experiencia polar.
VITRUVIO
Fue arquitecto de Julio César durante su juventud, y al retirarse del servicio
entró en la arquitectura civil, siendo de este periodo su única obra conocida,
la basílica de Fanum (en Italia). Es el autor del tratado más antiguo sobre
architectura que se conserva y el único de la Antigüedad clásica, De
Arquitectura, en 10 libros (probablemente escrito entre los años 27 a. C. y 23
a. C.). Inspirada en teóricos helenísticos –se refiere expresamente a inventos
del gran Ctesibio, la obra trata sobre órdenes, materiales, técnicas
decorativas, construcción, tipos de edificios, hidráulica, colores, mecánica y
gnomónica (Libro IX).
Vitruvio es el autor de De architectura, conocido hoy como Los Diez Libros de
Arquitectura,6 un tratado escrito en latín y griego antiguo acerca de
arquitectura, dedicado al emperador Augusto. En el prefacio del libro I,
Vitruvio dedica sus escritos para dar conocimiento personal de la calidad de
los edificios al emperador. Probablemente Vitruvio se refiere a la campaña de
reparaciones y mejoras públicas de Marco Agripa. Este trabajo es un gran
libro y único superviviente de la arquitectura de la antigüedad clásica. Según
Petri Liukkonen, este texto "influyó profundamente a los artistas desde el
primer Renacimiento en adelante, como a pensadores y arquitectos, entre
ellos Leon Battista Alberti (1404-1472), Leonardo da Vinci (1452-1519) y
Miguel Ángel (1475-1564)."
Capítulo 1. La arquitectura y los arquitectos
Este conocimiento surge de la práctica y del razonamiento. La práctica
consiste en una consideración perseverante y frecuente de la obra que se
lleva a término mediante las manos, a partir de una materia, de cualquier
clase, hasta el ajuste final de su diseño
Pero, los que aprendieron a fondo ambas, silo han logrado, adquiriendo
enorme consideración, pues se han equipado con todas las defensas, como
así fue su objetivo. Ciertamente, a todas las actividades y artes, pero
especialmente a la arquitectura, pertenecen «lo significado» y lo
«significante». Lo «significado» es el tema que uno se propone, del que se
habla; «significante» es una demostración desarrollada con argumentos
teóricos y científicos. Por tanto, quien confiese ser arquitecto debe ser perito
en ambas cuestiones.
Es preciso también que tenga conocimientos de la medicina, debido a los
diversos climas —en griego, climata— tanto de la atmósfera como de las
localidades o zonas concretas, ya que pueden ser saludables o nocivas
precisamente por la calidad de sus aguas. Sin tener en cuenta estos aspectos,
no es posible construir una vivienda saludable.
Capitulo 2. De que elementos consta la arquitectura
Los distintos elementos de la arquitectura se agrupan en dos grandes
bloques: los elementos sustentantes y los sustentados. Los primeros son los
que soportan el peso de la cubierta del edificio y la transmiten al suelo o
superficie en el que se asienta. Los segundos forman parte de la cubierta o
sirven de transmisores de su peso a los elementos sustentantes.
Entre los elementos sustentantes se ecuentran los muros de carga, las
columnas, los pilares y otros elementos intermedios como zapatas, ménsulas,
modillones y cimacios.
Entre los sustentados destacan bóvedas, arcos, arquitrabes, dinteles, vigas y
artesonados.
En los templos sagrados se toma la simetría principalmente a partir del
diámetro de las columnas, o bien de los triglifos o bien de un módulo inicial;
en las ballestas, a partir del agujero que en griego llaman peritreton; en las
naves, a partir del espacio que media entre remo y remo, llamado
dipechyaia. Igualmente descubrimos la estructura de la simetría a partir de
detalles en otras muchas obras.