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EJEMPLO 1

Digamos que tienes un restaurante pero solo tienes un chef. Contratas más chefs, lo
que resulta en más comidas preparadas inicialmente. Finalmente, llega a un punto en
el que disminuye el aumento en el total de comidas preparadas por nuevo chef, a
pesar de que todos los chefs son igualmente hábiles.
¿Me sigues?
 1 chef → 50 comidas al día
 2 chefs → 100 comidas al día (total). Este es un aumento marginal de 50
comidas (100-50) después de contratar a un segundo chef.
 3 chefs → 150 comidas al día (total). Este es un aumento marginal de 50
comidas (150-100) después de contratar a un tercer chef.
 4 chefs → 180 comidas al día (total). Este es un aumento marginal de 30
comidas (180-150) después de contratar a un 4to chef. Al ser menor que su
aumento marginal anterior, ¡has alcanzado rendimientos decrecientes!

Ejemplo 2

 Supongamos que un restaurante, ante una afluencia de clientes cada vez mayor, opta
por aumentar su plantilla con un nuevo camarero. La incorporación de este trabajador
adicional implica, por poner un ejemplo, un beneficio extra de 5.000 euros.
 Supongamos, asimismo, que toda la nueva afluencia de clientes sigue sin ser satisfecha
por completo, motivo por el cual el restaurante decide contratar un segundo
trabajador adicional, con el que se consiguen otros 4.000 euros de beneficios extra
más.
 Es a este descenso del incremento de los rendimientos de 5.000 euros a 4.000 euros al
que denominamos «Ley de Rendimientos Decrecientes», y es al progresivo incremento
positivo que se produce a la inversa al que denominamos “Ley de Rendimientos
Crecientes”. Finalmente, la situación por la que los incrementos son siempre de
cuantía idéntica se denomina “Ley de Rendimientos Constantes”.

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