Está en la página 1de 5

LA HISTORIA DE ANA FRANK

Ana Frank nació el 12 de junio de 1929 en Fráncfort del Meno


(Alemania). Es la segunda de las hijas de Otto y Edith Frank. Su
hermana Margot le lleva tres años. Los Frank son judíos.

En Alemania las cosas no van bien. Todo el mundo sufre una crisis
económica. No solo en los Estados Unidos, sino también en
Alemania la gente vive en una situación muy difícil.

En Alemania, hay un partido político que odia alosjudíos. Ese


partido, el «NSDAP» (Partido Nacional Socialista alemán delos
Trabajado- res), es dirigido por Adolf Hitler. Hitler y los «nazis» – así
se llama a sus seguidores – son antisemitas, odian a los judíos y les
echan la culpa de todos los problemas del país. Los nazis piensan
que si todos los judíos fueran expulsados de Alemania – según los
nazis – no habría más crisis.

En 1933, Hitler y los nazis llegan al poder. Los judíos son


discriminados. En un número creciente de lugares aparecen
carteles con el texto: «Los judíos no son bienvenidos». Los padres
de Ana deciden marcharse de Fráncfort. Esta foto de Ana, Margot y
su madre, tomada en el centro de Fráncfort, es una de las últimas
fotos de la familia en Alemania.

La familia Frank se siente libre y segura en Ámsterdam. Las nuevas


amigas de Margot y Ana son alemanas y holandesas. Las hermanas
Frank aprenden holandés muy rápido.

Hitler y el NSDAP quieren que Alemania sea grande y poderosa.


Para ello necesitan contar con un gran ejército. Quieren Alemania
recupere los territorios perdidos a causa de la Primera Guerra
Mundial. En 1936, el ejército alemán ocupa el primero de esos
territorios: Sudetes.

El 1 de septiembre de 1939, el ejército alemán invade Polonia. Este


hecho da comienzo a la Segunda Guerra Mundial. Un año y medio
después son ocupados los Países Bajos. Después de que, el 14 de
mayo de 1940, el centro de Róterdam fuera bombardeado, los
mandos del ejército neerlandés abandonan la lucha. El ejército
alemán invade los Países Bajos, a partir de ese momento, los nazis
dominan el país.

Después de mayo de 1940, pareciera que todo sigue igual en los


Países Bajos. Ana y Margot continúan yendo a la escuela. Hacia
finales de 1940, Ana cursa el sexto curso (actualmente, grupo 8) de
la enseñanza primaria en la Escuela Montessori de Ámsterdam

Los nazis les hacen la vida cada vez más difícil a los judíos
residentes en los Países Bajos. Después de las vacaciones de
verano de 1941, los niños judíos deben ir a escuelas separadas.
Ana tiene que despedirse de sus amigas no judías y de la señora
Kuperus, su maestra, y también directora de la Escuela Montessori
de Ámsterdam. Ana y la señora Kuperus lloran durante su
despedida. A partir de mayo de 1942, todos los judíos mayores de
6 años de edad tienen que llevar una estrella amarilla en la ropa.

Corren rumores de que todos los judíos de- ben ir a la Alemania


para trabajar allí para los nazis. Otto y Edith Frank deciden no
esperar a que les llegue el turno a su familia: preparan un
escondite secreto. A sus hijas no les cuentan nada sobre sus
planes. Ana concurre al primer año de la enseñanza secundaria,
Margot, al tercero.

El 12 de junio de 1942, Ana cumple trece años. Uno de los


regalos es un diario personal, que ella misma ha elegido unos
días antes en una tienda de artículos de escritorio del barrio.

El 5 de julio de 1942, el correo trae una citación para Margot.


Debe presentarse para trabajar en Alemania para los nazis. Sus
padres no la dejan ir. El día siguiente, toda la familia se esconde.
Ana no puede llevar consigo a Morito, su gato.

El escondite se encuentra en el edificio donde Otto Frank tiene


su empresa, en el canal Prinsengracht, en Ámsterdam. Una parte
del edificio, la llamada «casa de atrás», está vacía; en ella,
instalan una vivienda con muebles. Una biblioteca giratoria
oculta la entrada.

El escondite no es solo para la familia Frank.

Otros cuatro refugiados judíos se suman al grupo: Hermann,


Auguste van Pels y el hijo de estos, Peter, y el señor Fritz
Pfeffer.
Algunos empleados del padre de Ana se han comprometido a ayudar a
los escondidos: Miep Gies, Johannes Kleiman, Víctor Kugler y Bep
Voskuijl. Estos les llevan alimentos, libros de la biblioteca, revistas,
diarios y ropa, y les transmiten las últimas noticias de la ciudad.
Durante el día, los escondidos no deben hacer ningún ruido, ya que los
empleados del almacén de la fábrica, que no saben que se encuentra
gente escondida en el edificio, no deben notar ningún movimiento. Los
refugiados, generalmente, leen durante las horas del día. Ana, Margot y
Peter tienen que hacer tareas. Los padres de Ana han llevado libros
escolares al escondite, de manera que esta no se atrase demasiado en
los estudios y, después de la guerra, pueda volver a ir a la escuela.

En su pequeña habitación, Ana escribe frecuentemente en su diario.


Echa de menos a sus amigas y hace de cuenta de que tiene una muy
buena amiga llamada Kitty. A ella le escribe Ana, le cuenta sobre sus
pensamientos, sus sentimientos y sus experiencias en la Casa de atrás.
Ana sueña convertirse, después de la guerra, en una famosa escritora o
periodista. Cuando se han acabado las hojas de su diario, Ana sigue
escribiendo en cuadernillos y en hojas de papel sueltas.

Los escondidos siguen frecuentemente las noticias por radio. A veces, hay
buenas
noticias, por ejemplo: una derrota sufrida por el ejército alemán, como la
de Stalingrado, en Rusia. Otras veces, sin embargo, los ayudantes traen a
los escondidos tristes noticias; por ejemplo, que en Ámsterdam han
capturado a hombres, mujeres y niños judíos. Primero los envían en
trenes al campo transitorio de Westerbork, en los Países Bajos; después,
los trasladan al este de Europa. Ana cree que la mayoría de ellos son
asesinados por los nazis.

El 6 de junio de 1944 los escondidos oyen buenas noticias. Un gran


ejército ha desembarcado en Francia para liberar a las naciones
ocupadas de Europa. Los escondidos vuelven a tener esperanzas. Ana
cree que en octubre próximo podrá volver a la escuela.

Pero, el 4 de agosto de 1944, un coche se detiene de improviso


frente al edificio de la empresa de Otto Frank. Bajo el mando de
un nazi, tres agentes de policía holandeses entran en el edificio.
Se dirigen al escondite. ¡Los refugiados han sido delatados!
Toda- vía hoy no se sabe con certeza quién fue el delator.

Los escondidos son arrestados y, en un camión, trasladados a la


prisión. El diario de Ana, los cuadernillos y las hojas sueltas en
las
que escribía quedan en el escondite. Miep y Bep
encuentran estas cosas cuando van a echar un
vistazo al escondite; Miep las guarda en un cajón
de su escritorio.

En primera instancia, los nazis envían a los


capturados al campo de Westerbork, un gran
campo de tránsito en la provincia de Drenthe
[Países Bajos]; desde allí, junto con más de mil
judíos neerlandeses, son trasladados al campo de
concentración de Auschwitz. En el andén de la
estación de Auschwitz los hombres son
separados de las mujeres. Ana y Margot ven a allí
a su padre por última vez; después serán
trasladadas a Bergen-Belsen, otro campo de
concentración, donde ambas mueren, en marzo
de 1945, poco antes de la liberación. El 5 de
mayo de 1945, los Países Bajos son nuevamente
una nación libre.

Otto Frank es el único de los ocho escondidos que


sobrevive a la persecución de los judíos. En junio
de 1945, Otto regresa a los liberados Países Bajos.
Cuando regresa, Miep Gies, quien formaba el
grupo de los ayudantes, le entrega el diario, los
cuadernillos y las hojas sueltas de papel donde
había escrito Ana. En ellos, Otto Frank lee que Ana
quería editar un libro después de la guerra; por
ello, Otto arma un libro tomando como base los
escritos de Ana: El diario de Ana Frank. La primera
edición del libro es en holandés; más tarde le
seguirán ediciones en más de setenta idiomas.

Otto Frank recibe miles de cartas de lectores del


diario de todo el mundo. El resto de su vida lo
dedica a la promoción del diario de Ana. Un año
antes de su muerte, Otto Frank dice: «Ya tengo
casi noventa años y mis fuerzas disminuyen
lentamente, pero el mandato que Ana me ha
legado me llena de nuevas energías para luchar
por la paz y por la defensa de los derechos
humanos en todo el mundo

También podría gustarte