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UDLA CONCEPCIÓN

EL ARBITRAJE
Y
EL ACCESO A LA JUSTICIA ARBITRAL

Profesor: Jorge Cáceres Méndez


Asignatura: Solución Alternativa de Conflictos
EL ACCESO A LA JUSTICIA ARBITRAL

Nuestro sistema arbitral es de larga data. Sin entrar en detalles, su


normativa, en lo medular, no ha sufrido grandes modificaciones desde el inicio de
la República y, en el caso del arbitraje doméstico, mantiene su doble regulación en
el Código Orgánico de Tribunales (COT), en los artículos 222 y siguientes y,
también en el Código de Procedimiento Civil (CPC), en los artículos 628 y
siguientes. Esta legislación ha determinado que ciertas controversias sean
obligatoriamente sometidas a arbitraje, generando con ello eventuales problemas
de acceso a la justicia, derecho garantizado por la Constitución Política y los
tratados internacionales.
Se ha sostenido por diversos autores nacionales, que las materias que el
legislador ha determinado como de arbitraje forzoso, se refieren a asuntos que por
su complejidad, requieren una discusión especial, excluyéndolas del conocimiento
de la justicia ordinaria. La necesidad de que el procedimiento sea lo más corto
posible obligaría a las partes, por expresa orden de la ley, a excluir a los tribunales
ordinarios.
La existencia del arbitraje forzoso no es en sí misma una traba para el
acceso a la justicia. Revisando las virtudes que representa el arbitraje frente a la
justicia estatal pareciera que el arbitraje es puro beneficio. Sin embargo, hay un
gran obstáculo para alcanzar la perfección del sistema: sus costos. Si bien es
discutible, si al final del camino, un proceso arbitral es o no más barato que uno
judicial, lo cierto es que para acceder a una sentencia de árbitro es necesario
contar con dinero, y es aquí donde colisionan garantías fundamentales, como el
Acceso a la Justicia, con la obligación del Estado de cumplir con ellas.
El Pacto de San José de Costa Rica, del cual Chile es signatario, establece
que en el artículo 8.1:
"Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y
dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal competente,
independiente e imparcial, establecido con anterioridad por la ley,para la
determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o
de cualquier otro carácter"
De la lectura de este tratado internacional podemos preguntarnos:
¿Está nuestro país cumpliendo con sus obligaciones internacionales?

Respuesta: No, cuando se trata de los arbitrajes forzosos, ya que impiden


a los sectores más pobres recurrir a tribunales, imponiéndoles cargas, aún más
gravosas que al resto de los ciudadanos.
El arbitraje no sólo sirve para resolver controversias de grandes
corporaciones, sino que son arbitrables variados tipos de conflictos, siendo lo que
no se puede arbitar, la excepción. De hecho, la lista de asuntos de arbitraje
forzoso (art. 227 del COT) incluye casos como la partición de comunidades o la
liquidación de la sociedad conyugal.
Es acá donde encontramos la mayor falencia de una imposición del proceso
arbitral. Lo cotidiano y recurrente de estos casos choca con la necesidad de los
justiciables de obtener solución a sus demandas, y si no hay recursos, el conflicto
topa en un callejón sin salida.
Un avance, tímido por cierto, es el que permite a las partes de común
acuerdo, pedir al tribunal de familia realizar en las demandas de separación
judicial, divorcio y nulidad matrimonial que sea el mismo juez que practique la
partición y liquidación de la comunidad que queda, luego de la declaración
respectiva. No obstante ello, no conocemos casos en que los magistrados hayan
realizado esta gestión y es común que derechamente se nieguen a hacerlo,
aduciendo una falta de antecedentes.
Otra realidad es la de las comunidades hereditarias, donde por falta de
recursos, y de acuerdos, la indivisión se mantiene por generaciones, haciendo aún
más difícil solucionar el conflicto, ya que los intereses se multiplican.
Esto genera soluciones "a la chilena", como el D.L. 2695, para regularizar la
pequeña propiedad raíz. Aunque por una parte termina con la indivisión,
adjudicándole la propiedad al poseedor que cumple los requisitos legales, priva de
sus legítimos derechos a los demás herederos.
Esto no soluciona para nada el problema de fondo. Si alguno de los
herederos finalmente opta por pedir la partición, volveremos al problema inicial:
¿Quién cubre los Costos?
Es probable que el árbitro que se designe postergue el cobro de sus
honorarios para el final del proceso, en atención a la falta de recursos de los
partícipes, más no por eso los exime de la obligación de pagar. Ello
indefectiblemente llevará a la venta en subasta de los bienes comunes, ya que es
la única manera del árbitro para cubrir los costos de la partición.
Es urgente modificar nuestra legislación en materia de arbitraje doméstico,
de manera de eliminar las categorías de arbitraje forzoso. Por otro lado, de
mantenerse, el Estado debe responder, financiando los costos del proceso propio
del juicio arbitral o, derechamente, abrir los servicios de la Corporación de
Asistencia Judicial y que los abogados jefes puedan oficiar como árbitros en
procesos en que los justiciables no tienen recursos.
Dentro de este panorama, más bien complejo, para las personas de
escasos recursos, hay iniciativas, muy acotadas, ya que no tienen gran cobertura
y que puedan llegar a un gran número de personas, como la de la Fundación Pro
Bono, que ha formado una red de árbitros voluntarios, que periódicamente se
capacita para cumplir su labor de la manera más profesional y ejecutiva posible,
permiten atenuar las distorsiones de una legislación antigua y que respondía a
necesidades y realidades de otros tiempos.
Urge entonces, una reforma al respecto.

EL ARBITRAJE

El art. 222 del COT, nos da un concepto de árbitro:


“Art. 222. Se llaman árbitros, los jueces nombrados por las partes, o
por la autoridad judicial en subsidio, para la resolución de un asunto
litigioso.”
Sabemos que hay Arbitraje Forzoso, Arbitraje Voluntario y Arbitraje
Prohibido, ya estudiados, a propósito de la designación de juez árbitro, como acto
judicial no contencioso, por ende remitirse a los Apuntes respectivos de Actos
Judiciales No Contenciosos, ya estudiados.
¿Qué es el arbitraje?
Concepto
“El arbitraje es un procedimiento por el cual se somete una
controversia, por acuerdo de las partes, o de la ley, a un árbitro o a un
tribunal de varios árbitros que dicta una decisión sobre la controversia que
es obligatoria para las partes.”
Al escoger el arbitraje, las partes optan por un procedimiento privado de
solución de controversias en lugar de acudir ante los tribunales.
El árbitro puede ser nombrado, o con la calidad de Árbitro de Derecho, o
con la de Árbitro Arbitrador o Amigable Componedor.
El Árbitro de Derecho: fallará con arreglo a la ley y se someterá, tanto en
la tramitación como en el pronunciamiento de la sentencia definitiva, a las reglas
establecidas para los jueces ordinarios, según la naturaleza de la acción deducida.
El Arbitrador: fallará obedeciendo a lo que su prudencia y la equidad le
dictaren, y no estará obligado a guardar en sus procedimientos y en su fallo otras
reglas que las que las partes hayan expresado en el acto constitutivo del
compromiso, y si éstas nada hubieren expresado, a las que se establecen para
este caso en el Código de Procedimiento Civil.
Sin embargo, en los casos en que la ley lo permita, podrán concederse al
árbitro de derecho facultades de arbitrador, en cuanto al procedimiento, y limitarse
al pronunciamiento de la sentencia definitiva la aplicación estricta de la ley.

Procedimiento Seguido Ante Árbitros de Derecho


Se encuentra regulado en los artículos 223 y siguientes del COT y 628 y
siguientes del CPC.
Árbitro de Derecho
Concepto
“Es aquel, que tanto en la tramitación, como en el pronunciamiento de
la sentencia definitiva se somete a las reglas establecidas para los jueces
ordinarios, según la naturaleza de la acción deducida y falla con arreglo a la
ley.”

Elementos

1.- Tramitan igual que los tribunales ordinarios de justicia, de acuerdo a la


naturaleza de la acción deducida.

2.- Debe cumplir, en su sentencia definitiva, con los requisitos del artículo 170 del
CPC y el Autoacordado de la Corte Suprema sobre la materia.

3.- El fallo, en cuanto al fondo del asunto, debe estar con estricta sujeción a la ley.

Tramitación

Los Árbitros de Derecho se someterán, tanto en la tramitación como en el


pronunciamiento de la sentencia definitiva, a las reglas que la ley establece para
los jueces ordinarios, según la naturaleza de la acción deducida.

Sin embargo, en los casos en que la ley lo permita, podrán concederse al


árbitro de derecho las facultades de arbitrador, en cuanto al procedimiento, y
limitarse al pronunciamiento de la sentencia definitiva la aplicación estricta de la
ley.

La tramitación se ajustará en tal caso a las reglas de los artículos 636 y


siguientes del CPC.

Por motivos de manifiesta conveniencia podrán los tribunales autorizar la


concesión al árbitro de derecho de las facultades de arbitrador, aun cuando uno o
más de los interesados en el juicio sean incapaces.

Notificaciones

En los juicios arbitrales se harán las notificaciones personalmente o por


cédula, salvo que las partes unánimemente acuerden otra forma de notificación.
Art. 629 CPC.
Se excluye el estado diario y se puede pactar otro tipo de notificación, por
ejemplo, por correo electrónico.

Actuario

Toda la substanciación de un juicio arbitral se hará ante un ministro de fe


designado por el árbitro, sin perjuicio de las implicancias o recusaciones que
puedan las partes reclamar; y si está inhabilitado o no hay ministro de fe en el
lugar del juicio, ante una persona que, en calidad de actuario, designe el árbitro.

Cuando el árbitro deba practicar diligencia fuera del lugar en que se siga el
compromiso, podrá intervenir otro ministro de fe o un actuario designado en la
forma que expresa el inciso anterior y que resida en el lugar donde dichas
diligencias han de practicarse.

Son Ministros de Fe las personas legalmente habilitadas para servir de


actuarios:

1.- Los Secretarios de los Juzgados de Letras,

2.- Los Receptores y,

3.- Los Notarios.

Si se trata de juicio de partición de bienes, que los estudiaremos más


adelante, sólo pueden ser ministros de fe, los siguientes:

1.- Los Secretarios de los Tribunales Superiores de Justicia,

2.- Los Secretarios de los Juzgados de Letras de mayor cuantía, y

3.- Los Notarios.

Art. 648 del CPC. Inciso segundo:

“Los actos de los partidores serán en todo caso autorizados por un


secretario de los Tribunales Superiores de Justicia, o por un notario o
secretario de un juzgado de letras.”

Excepcionalmente se puede nombrar a otra persona, cuando en el lugar del


juicio no exista ministro de fe o de existir está inhabilitado.

Testimonial

No puede el árbitro compeler a ningún testigo a que concurra a declarar


ante él. Sólo podrá tomar las declaraciones de los que voluntariamente se presten
a darlas en esta forma.
Cuando alguno se niegue a declarar, se pedirá por conducto del árbitro al
tribunal ordinario correspondiente que practique la diligencia, acompañándole los
antecedentes necesarios para este objeto.

Los tribunales de derecho podrán encomendar esta diligencia al árbitro


mismo asistido por un ministro de fe.

Pluralidad de Árbitros

Si los árbitros son dos o más, todos ellos deberán concurrir al


pronunciamiento de la sentencia y a cualquier acto de substanciación del juicio, a
menos que las partes acuerden otra cosa.

No poniéndose de acuerdo los árbitros, se reunirá con ellos el tercero, si lo


hay, y la mayoría pronunciará resolución. Art. 630 CPC.

“Art. 631.- En caso de no resultar mayoría en el pronunciamiento de la


sentencia definitiva o de otra clase de resoluciones, siempre que ellas no
sean apelables, quedará sin efecto el compromiso, si éste es voluntario. Si
es forzoso, se procederá a nombrar nuevos árbitros.

Cuando pueda deducirse el recurso, cada opinión se estimará como


resolución distinta, y se elevarán los antecedentes al tribunal de alzada, para
que resuelva como sea de derecho sobre el punto que haya motivado el
desacuerdo de los árbitros.”

Análisis del art. 631 del CPC.

Si la resolución no es apelable, debe distinguirse si el arbitraje es


voluntario o forzoso.

Si es voluntario, queda sin efecto el compromiso.

Si es forzoso se procederá a nombrar nuevo árbitro.

Si la resolución es apelable, se elevarán los antecedentes al tribunal de


alzada.

RECURSOS

Contra una sentencia arbitral se pueden interponer los recursos de


apelación y casación para ante el tribunal que habría conocido de ellos si se
hubieran interpuesto en juicio ordinario; a menos que las partes, siendo mayores
de edad y libres administradoras de sus bienes, hayan renunciado dichos
recursos, o lo hayan sometido también a arbitraje en el instrumento del
compromiso o en un acto posterior.

Sin embargo, el recurso de casación en el fondo no procederá en caso


alguno contra las sentencias de los arbitradores; y el de apelación sólo
procederá contra dichas sentencias cuando las partes, en el instrumento en que
constituyen el compromiso, expresaren que se reservan dicho recurso para ante
otros árbitros del mismo carácter y designaren las personas que han de
desempeñar este cargo. Art. 239 del COT.

Parte de la doctrina mayoritaria, señala que también se puede interponer el


recurso de queja, dado que los árbitros de derecho están sometidos a la
superintendencia correccional del a Corte Suprema, en caso de falta o abuso
cometidos en el ejercicio de sus funciones como árbitros de derecho.

Ejecución del Fallo Arbitral

Hay que distinguir:

1.- Puede ejecutarse ante el tribunal que la dictó, para la ejecución de la


sentencia definitiva se podrá ocurrir al árbitro que la dictó, si no está vencido el
plazo por el que fue nombrado, o,

2.- Al Tribunal ordinario correspondiente, a elección del que pida su


cumplimiento.

Tratándose de otra clase de resoluciones, corresponde al árbitro ordenar su


ejecución.

Sin embargo, cuando el cumplimiento de la resolución arbitral exija


procedimientos de apremio o el empleo de otras medidas compulsivas, o cuando
haya de afectar a terceros que no sean parte en el compromiso, deberá ocurrirse a
la justicia ordinaria para la ejecución de lo resuelto.
PROCEDIMIENTO PARA DAR CUMPLIMIENTO A ESTAS
RESOLUCIONES

Árbitros Arbitradores

El árbitro puede ser nombrado, o con la calidad de árbitro de derecho, o con


la de árbitro arbitrador o amigable componedor.

El árbitro de derecho fallará con arreglo a la ley y se someterá, tanto en la


tramitación como en el pronunciamiento de la sentencia definitiva, a las reglas
establecidas para los jueces ordinarios, según la naturaleza de la acción deducida.

El arbitrador fallará obedeciendo a lo que su prudencia y la equidad le


dictaren, y no estará obligado a guardar en sus procedimientos y en su fallo otras
reglas que las que las partes hayan expresado en el acto constitutivo del
compromiso, y si éstas nada hubieren expresado, a las que se establecen para
este caso en el Código de Procedimiento Civil.

Sin embargo, en los casos en que la ley lo permita, podrán concederse al


árbitro de derecho facultades de arbitrador, en cuanto al procedimiento, y limitarse
al pronunciamiento de la sentencia definitiva la aplicación estricta de la ley. Art.
223 COT.

El arbitrador no está obligado a guardar en sus procedimientos y en su


fallo otras reglas que las que las partes hayan expresado en el acto constitutivo
del compromiso. Art. 636 CPC.

Si las partes nada han dicho a este respecto, se observarán las reglas
establecidas en los artículos 637 y siguientes del CPC.

Características de los Árbitros Arbitradores en cuanto al


Procedimiento

Tres son los elementos que caracterizan a los arbitradores:

1.- En cuanto a la Tramitación: se ajusta a las reglas que las partes hayan
convenido en el acto del compromiso y a falta de estas, se regirán por las normas
del CPC.
2.- En cuanto Pronunciamiento del Fallo, en la Forma: se rigen por las
reglas que las partes hayan señalado y si nada dijeron, se rigen por las normas del
CPC.

3.- En cuanto Pronunciamiento del Fallo, en el Fondo: estos jueces


fallan de acuerdo a lo que la prudencia y equidad les dictare.

TRAMITACIÓN ANTE LOS ÁRBITROS ARBITRADORES.

Se regirán por lo que digan las partes al respecto, de lo contrario se aplican


las normas del CPC, artículos 637 y siguientes.

El arbitrador:

1.- Oirá a los interesados;

2.- Recibirá y agregará al proceso los instrumentos que le presenten;

3.- Practicará las diligencias que estime necesarias para el conocimiento de los
hechos, y

4.- Dará su fallo en el sentido que la prudencia y la equidad le dicten.

5.- Podrá oír a los interesados por separado, si no le es posible reunirlos.

Si el arbitrador cree necesario recibir la causa a prueba, decretará este


trámite. Es aplicable a este caso lo dispuesto en los artículos 633 y 634 del CPC.

El arbitrador practicará solo o con asistencia de un ministro de fe, según lo


estime conveniente, los actos de substanciación que decrete en el juicio, y
consignará por escrito los hechos que pasen ante él y cuyo testimonio le exijan los
interesados, si son necesarios para el fallo.

Las diligencias probatorias concernientes al juicio de compromiso que se


practiquen ante los tribunales ordinarios se someterán a las reglas establecidas
para éstos.

Requisitos de la Sentencia del Arbitrador:

Debe contener:
1°. La designación de las partes litigantes;
2°. La enunciación breve de las peticiones deducidas por el demandante;
3°. La misma enunciación de la defensa alegada por el demandado;
4°. Las razones de prudencia o de equidad que sirven de fundamento a la
sentencia; y
5°. La decisión del asunto controvertido. La sentencia expresará, además, la fecha
y el lugar en que se expide; llevará al pie la firma del arbitrador, y será autorizada
por un ministro de fe o por dos testigos en su defecto.

Si son dos o más los arbitradores, deberán todos ellos concurrir al


pronunciamiento de la sentencia y a cualquier otro acto de substanciación, salvo
que las partes acuerden otra cosa.
Cuando no haya acuerdo entre los arbitradores, se llamará al tercero, si lo
hay; y la mayoría formará resolución.
No pudiendo obtenerse mayoría en el pronunciamiento de la sentencia
definitiva o de otra clase de resoluciones, quedará sin efecto el compromiso si no
puede deducirse apelación.

Respecto a los Recursos

Esta materia se encuentra regulada en los artículos 239 del COT y 642 del
CPC.
Contra una sentencia arbitral se pueden interponer los recursos de
apelación y casación para ante el tribunal que habría conocido de ellos si se
hubieran interpuesto en juicio ordinario; a menos que las partes, siendo mayores
de edad y libres administradoras de sus bienes, hayan renunciado dichos
recursos, y lo sometieron también a arbitraje en el instrumento del compromiso o
en un acto posterior.

Habiendo lugar a la apelación, se elevarán los antecedentes a los


arbitradores de segunda instancia, para que resuelvan como estimen conveniente
sobre la cuestión que motiva el desacuerdo, si las partes así lo determinaron.

Sin embargo, el recurso de casación en el fondo no procederá en caso


alguno contra las sentencias de los arbitradores; y el de apelación sólo
procederá contra dichas sentencias cuando las partes, en el instrumento en que
constituyen el compromiso, expresaren que se reservan dicho recurso para ante
otros árbitros del mismo carácter y designaren las personas que han de
desempeñar este cargo.

Con respecto a la Casación en la Forma, procede dicho recurso en contra


de la sentencia de un árbitro arbitrador, y conoce el tribunal ordinario que
corresponda, la Corte de Apelaciones respectiva a menos que las partes hayan
designado otro tribunal arbitral de segunda instancia.

En los juicios de mayor cuantía seguidos ante arbitradores son trámites


esenciales los que las partes expresen en el acto constitutivo del compromiso, y,
si nada han expresado acerca de esto, sólo los comprendidos en los números 1° y
5° del artículo 795 del CPC, es decir:

1°. El emplazamiento de las partes en la forma prescrita por la ley;


5°. La agregación de los instrumentos presentados oportunamente por las
partes, con citación o bajo el apercibimiento legal que corresponda respecto
de aquélla contra la cual se presentan;

Procede también el recurso de queja, en caso de falta o abuso grave, para


controlar que se dicten conforme a la equidad y prudencia.

PROCEDIMIENTO SOBRE LA PARTICIÓN DE BIENES

Está regulado en los artículos 646 a 666 del CPC, en el Título IX, Libro
Tercero.

El Juez Partidor, es un Juez Árbitro de Derecho, por ende se le aplican las


normas propias del árbitro de derecho, en lo que no aparezcan modificadas por las
reglas especiales del título noveno.

Este procedimiento se aplica, no sólo a la liquidación de una


comunidad hereditaria, sino que también a la liquidación de la sociedad
conyugal, de las sociedad civiles y comerciales disueltas, con excepción de
la anónimas.

Siempre que las partes, no solucionen su conflicto, de común acuerdo.

El procedimiento en el juicio de partición es de arbitraje forzoso.

Características

1.- Son de arbitraje forzoso.

2.- Prima la voluntad de las partes, antes que la decisión del juez.

3.- Son juicios dobles, en el sentido que cada interesado desempeña el rol de
demandante y demandado a la vez.

4.- Son juicios universales, ya que abarcan la totalidad de un patrimonio.

5.- Son juicios complejos, porque pueden promoverse y resolverse, en ellos tantas
cuestiones simples, que sean necesarias para llegar a la partición y distribución de
los bienes comunes.

6.- Son de cuantía indeterminada.

7.- No tiene una tramitación predeterminada por la ley, pues se desarrollan a


través de comparendos. Sin un número determinado, es decir los comparendos
que sean necesarios para cumplir con el objeto del pleito.
8.- El objetivo es dividir entre los interesados, los bienes comunes.

TRIBUNAL QUE CONOCE

Se compone de un Juez y un Actuario, el juez es un árbitro de derecho


nombrado por las partes o por el juez, también puede ser nombrado por el
causante o el testador.

El Actuario es designado por el juez partidor, sin perjuicio de las


implicancias y recusaciones que pueden hacer valer los interesados.

Este nombramiento lo hace el juez partidor, al dictar su primera resolución.

Requisitos para ser Juez Partidor:

Los encontramos en el art. 1323 del Código Civil.

“Art. 1323. Sólo pueden ser partidores los abogados habilitados para
ejercer la profesión y que tengan la libre disposición de sus bienes.

Son aplicables a los partidores las causales de implicancia y recusación que


el Código Orgánico de Tribunales establece para los jueces.”

No pueden ser jueces partidores los jueces letrados, los ministros de los
tribunales superiores de justicia y los funcionarios auxiliares de la administración
de justicia.

En cuanto al Actuario rige el art. 648 del CPC inciso segundo.

Art. 648. Se extenderán a los partidores las reglas establecidas


respecto de los árbitros en el Título precedente, en cuanto no aparezcan
modificadas por las del presente Título y sean aplicables a las cuestiones
que aquéllos deben resolver. Sin embargo, las partes mayores de edad y
libres administradores de sus bienes, podrán darles el carácter de
arbitradores.

Los actos de los partidores serán en todo caso autorizados por un


secretario de los Tribunales Superiores de Justicia, o por un notario o
secretario de un juzgado de letras.”

Se excluye a los receptores.


En el caso de ser designado, el juez partidor, por la justicia ordinaria, le son
aplicables todas las normas de implicancias y recusaciones establecidas en la ley.

Si es designado por el testador, valdrá la designación aunque le afecte


alguna causal de implicancia o recusación, siempre que cumpla con los demás
requisitos legales y que ninguna de los interesados pida al juez ordinario, hacer
valer una implicancia o recusación.

Si es designado por las partes, igual puede ejercer con causales de


implicancia o recusación, no obstante ello, igual cualquier interesado puede hacer
valer la implicancia o recusación ante los tribunales ordinarios e inhabilitar al
partidor.

No olvidar que una vez nombrado el juez partidor, deben cumplirse dos
formalidades, la aceptación y juramento, quedando obligado a desempeñar el
cargo. Artículos 236 y 240 del COT.

“Art. 236. El árbitro que acepta el encargo deberá declararlo así, y


jurará desempeñarlo con la debida fidelidad y en el menor tiempo posible.”

“Art. 240. Los árbitros, una vez aceptado su encargo, quedan


obligados a desempeñarlo. Esta obligación cesa:

1°) Si las partes ocurren de común acuerdo a la justicia ordinaria o a


otros árbitros solicitando la resolución del negocio;

2°) Si fueren maltratados o injuriados por alguna de las partes;

3°) Si contrajeren enfermedad que les impida seguir ejerciendo sus


funciones; y

4°) Si por cualquiera causa tuvieren que ausentarse del lugar donde se
sigue el juicio.”

El plazo para el desempeño del cargo del juez partidor es de dos años,
contados desde la aceptación del cargo.

CARACTERÍSTICAS DEL JUEZ PARTIDOR

1.- Es un juez árbitro.

2.- Es de arbitraje forzoso.


3.- Por regla general es un árbitro de derecho y excepcionalmente, puede ser
arbitrador, siempre que las partes le atribuyan esa calidad, siendo los interesados
mayores de edad y teniendo la libra administración de sus bienes; también puede
ser árbitro mixto por motivo de manifiesta conveniencia y aún cuando entre los
interesados existan menores de edad.

4.- No es administrador de los bienes comunes, esa labor les corresponde a los
mismos interesados.

En cuanto a la Competencia del Juez Partidor

Se debe distinguir en cuestiones que son de:

a) Exclusiva competencia del juez partidor,


b) Cuestiones que jamás puede conocer el partidor, y ,
c) Cuestiones que puede conocer ya sea el juez partidor o el juez ordinario,
según las circunstancias.

a) Exclusiva competencia del Juez Partidor, el art. 651 del CPC,


establece:

“Art. 651. Entenderá el partidor en todas las cuestiones relativas a la


formación e impugnación de inventarios y tasaciones, a las cuentas de los
albaceas, comuneros y administradores de los bienes comunes, y en todas
las demás que la ley especialmente le encomiende, o que, debiendo servir de
base para la repartición, no someta la ley de un modo expreso al
conocimiento de la justicia ordinaria.

Lo cual se entiende sin perjuicio de la intervención de la justicia


ordinaria en la formación de los inventarios, y del derecho de los albaceas,
comuneros, administradores y tasadores para ocurrir también a ella en
cuestiones relativas a sus cuentas y honorarios, siempre que no hayan
aceptado el compromiso, o que éste haya caducado o no esté constituido
aún.”

b) Cuestiones que jamás puede conocer el Partidor:


Los artículos 1330 y 1331 del Código Civil, regulan la materia.

“Art. 1330. Antes de proceder a la partición, se decidirán por la justicia


ordinaria las controversias sobre derechos a la sucesión por testamento o
abintestato, desheredamiento, incapacidad o indignidad de los
asignatarios.”
“Art. 1331. Las cuestiones sobre la propiedad de objetos en que
alguien alegue un derecho exclusivo y que en consecuencia no deban entrar
en la masa partible, serán decididas por la justicia ordinaria; y no se
retardará la partición por ellas. Decididas a favor de la masa partible, se
procederá como en el caso del artículo 1349.

Sin embargo, cuando recayeren sobre una parte considerable de la


masa partible, podrá la partición suspenderse hasta que se decidan; si el
juez, a petición de los asignatarios a quienes corresponda más de la mitad
de la masa partible, lo ordenare así.”

PROCEDIMIENTO

Se extenderán a los partidores las reglas establecidas respecto de los


árbitros en el juicio arbitral, artículos 628 y siguientes del CPC, en cuanto no
aparezcan modificadas por las del Título IX libro tercero del CPC y sean
aplicables a las cuestiones que aquéllos deben resolver.

Sin embargo, las partes mayores de edad y libres administradores de sus


bienes, podrán darles el carácter de arbitradores. Los actos de los partidores
serán en todo caso autorizados por un secretario de los Tribunales Superiores de
Justicia, o por un notario o secretario de un juzgado de letras.

Al ser árbitro de derecho, se aplican las reglas que los regulan, en cuanto
no estén modificadas por el CPC.

Estos juicios, no tienen una tramitación ordenada por la ley, por lo que, las
materias sometidas al conocimiento del partidor se ventilarán en audiencias
verbales, consignándose en las respectivas actas sus resultados; o por medio de
solicitudes escritas, cuando la naturaleza e importancia de las cuestiones
debatidas así lo exijan. Las resoluciones que se dicten con tal objeto serán
inapelables.

Se realizarán tantas audiencias, como sean necesarias.

La Primera Resolución que dicta el partidor, contiene los siguientes


elementos:

1.- Declara constituido el compromiso.

2.- La Citación de las partes a la primera audiencia o comparendo, señalando al


efecto día, hora y lugar en que se realizará.
3.- La designación de Actuario a quien se ordena, también, que autorice esta
primera resolución.

4.- Como toda primera resolución deberá notificarse personalmente a las partes.

Las Audiencias Verbales

Cuando se designen días determinados para las audiencias ordinarias, se


entenderá que en ellas pueden celebrarse válidamente acuerdos sobre cualquiera
de los asuntos comprendidos en el juicio, aun cuando no estén presentes todos
los interesados, a menos que se trate de revocar acuerdos ya celebrados, o que
sea necesario el consentimiento unánime en conformidad a la ley o a los acuerdos
anteriores de las partes.

Modificada la designación de día para las audiencias ordinarias, no


producirá efecto mientras no se notifique a todos los que tengan derecho de
concurrir. Art. 650 CPC.

Clasificación de las Audiencias

Se clasifican en Audiencias Ordinarias y Extraordinarias.

a) Audiencias Ordinarias: las que se celebran en días y horas prefijadas por


las partes y sin nueva notificación.

Generalmente, las audiencias ordinarias, se señalan en el primer comparendo.

En las audiencias ordinarias, pueden celebrarse válidamente, acuerdos sobre


cualquier asunto comprendido en el juicio, aún cuando no estén presentes todos
los interesados. Salvo que se trate de revocar acuerdos ya celebrados, que sea
necesario el consentimiento unánime, de conformidad a la ley, o acuerdos
anteriores de las partes

En las audiencias ordinarias, verá el partidor, todas las cuestiones relativas a


la formación e impugnación de inventarios y tasaciones, a las cuentas de los
albaceas, comuneros y administradores de los bienes comunes, y en todas las
demás que la ley especialmente le encomiende, o que, debiendo servir de base
para la repartición, no someta la ley de un modo expreso al conocimiento de la
justicia ordinaria.

b)Audiencias Extraordinarias: se realizan fuera de los días prefijados y se


realizan previa notificación.
En las audiencias extraordinarias sólo se tratan las materias que motivaron
la citación, de los interesados.

De toda audiencia se levantará acta consignándose en ella los


resultados alcanzados, los que se materializan en acuerdos.

Podrá el partidor fijar plazo a las partes para que formulen sus peticiones
sobre las cuestiones que deban servir de base a la partición.

TRAMITACIÓN, ACUMULACIÓN Y FALLO DE LAS CUESTIONES

Cada cuestión que se promueva será tramitada separadamente, con


audiencia de todos los que en ella tengan intereses, sin entorpecer el curso de las
demás y sin que se paralice en unas la jurisdicción del partidor por los recursos
que en otras se deduzcan.

Podrán, sin embargo, acumularse dos o más de dichas cuestiones cuando


sea procedente la acumulación en conformidad a las reglas generales.

Las cuestiones parciales podrán fallarse durante el juicio divisorio o


reservarse para la sentencia final. Art. 652.

La Regla es: que cada materia se resuelve por separado, no


necesariamente, todo en una sentencia, pero el partidor puede resolver la
acumulación para la sentencia definitiva, que en estos juicios, se llama
Laudo y Ordenata, por ello es que decimos que es un juicio complejo.

REGLAS DE FONDO APLICABLES AL FALLO

El partidor, falla de acuerdo a la ley.

El principio general, es que al decidir las distintas cuestiones que le


plantean los interesados, se tendrá que aplicar en primer término, la disposición de
fondo que corresponda y regule la materia y en especial a las normas contenidas
en el art. 1337 del Código Civil.

Algunas Reglas que debe seguir el Juez Partidor.

1.- Prevalecerá, sobre toda norma, la voluntad unánime de los interesados.

2.- Debe procederse a la división material misma de las cosas comunes entre los
interesados de modo que toquen en el reparto porciones iguales.
3.- No siendo posible una distribución por partes iguales, deberán formarse lotes
análogos y enseguida repartírselos de común acuerdo y falta de este, por sorteo.

4.- Habrá que dividir los bienes raíces cuando amerite división, y cuando no lo
haga, disminuir su valor, sino es posible la división, no hay más solución que
adjudicarlo entre los interesados o venderlos.

5.- La venta podrá ser privada o pública con o sin admisión de postores extraños,
las partes son dueñas de determinar la mejor forma de realización y si no hay
acuerdo resuelve en definitiva el partidor.

Es importante considerar e0 1337 del Código Civil:

“Art. 1337.- El partidor liquidará lo que a cada uno de los


coasignatarios se deba, y procederá a la distribución de los efectos
hereditarios, teniendo presentes las reglas que siguen:

1ª. Entre los coasignatarios de una especie que no admita división, o


cuya división la haga desmerecer, tendrá mejor derecho a la especie el que
más ofrezca por ella; cualquiera de los coasignatarios tendrá derecho a pedir
la admisión de licitadores extraños; y el precio se dividirá entre todos los
coasignatarios a prorrata.

2ª. No habiendo quien ofrezca más que el valor de tasación o el


convencional mencionado en el artículo 1335, y compitiendo dos o más
asignatarios sobre la adjudicación de una especie, el legitimario será
preferido al que no lo sea.

3ª. Las porciones de uno o más fundos que se adjudiquen a un solo


individuo, serán, si posible fuere, continuas, a menos que el adjudicatario
consienta en recibir porciones separadas, o que de la continuidad resulte
mayor perjuicio a los demás interesados que de la separación al
adjudicatario.

4ª. Se procurará la misma continuidad entre el fundo que se adjudique


a un asignatario y otro fundo de que el mismo asignatario sea dueño.

5ª. En la división de fundos se establecerán las servidumbres


necesarias para su cómoda administración y goce.

6ª. Si dos o más personas fueren coasignatarios de un predio, podrá el


partidor con el legítimo consentimiento de los interesados separar de la
propiedad el usufructo, habitación o uso para darlos por cuenta de la
asignación.
7ª. En la partición de una herencia o de lo que de ella restare, después
de las adjudicaciones de especies mencionadas en los números anteriores,
se ha de guardar la posible igualdad, adjudicando a cada uno de los
coasignatarios cosas de la misma naturaleza y calidad que a los otros, o
haciendo hijuelas o lotes de la masa partible.

8ª. En la formación de los lotes se procurará no sólo la equivalencia


sino la semejanza de todos ellos; pero se tendrá cuidado de no dividir o
separar los objetos que no admitan cómoda división o de cuya separación
resulte perjuicio; salvo que convengan en ello unánime y legítimamente los
interesados.

9ª. Cada uno de los interesados podrá reclamar contra el modo de


composición de los lotes, antes de efectuarse el sorteo.

10ª. Con todo, el cónyuge sobreviviente tendrá derecho a que su cuota


hereditaria se entere con preferencia mediante la adjudicación en favor suyo
de la propiedad del inmueble en que resida y que sea o haya sido la vivienda
principal de la familia, así como del mobiliario que lo guarnece, siempre que
ellos formen parte del patrimonio del difunto.

Si el valor total de dichos bienes excede la cuota hereditaria del


cónyuge, éste podrá pedir que sobre las cosas que no le sean adjudicadas
en propiedad, se constituya en su favor derechos de habitación y de uso,
según la naturaleza de las cosas, con carácter de gratuitos y vitalicios.

El derecho de habitación no será oponible a terceros de buena fe


mientras no se inscriba la resolución que lo constituye en el Registro del
Conservador de Bienes Raíces. En todo lo no previsto, el uso y la habitación
se regirán por lo dispuesto en el Título X del Libro II, del Código Civil.

El derecho a la adjudicación preferente de que habla esta regla no


puede transferirse ni transmitirse.

11ª. Cumpliéndose con lo prevenido en los artículos 1322 y 1326, no


será necesaria la aprobación judicial para llevar a efecto lo dispuesto en
cualquiera de los números precedentes, aun cuando algunos o todos los
coasignatarios sean menores u otras personas que no tengan la libre
administración de sus bienes.”
LAUDO Y ORDENATA EN EL JUICIO PARTICIONAL

(Fallo o Sentencia Definitiva) artículos 663 y siguientes del CPC.

Los resultados de la partición se consignarán en un laudo o sentencia


final, que resuelva o establezca todos los puntos de hecho y de derecho que
deben servir de base para la distribución de los bienes comunes, y en una
ordenata o liquidación, en que se hagan los cálculos numéricos necesarios para
dicha distribución.

Notificación

Se entenderá practicada la notificación del laudo y ordenata desde que


se notifique a las partes el hecho de su pronunciamiento, salvo el caso previsto en
el artículo 666 del CPC.

“Art. 666.- Cuando la partición deba ser aprobada por la justicia


ordinaria, el término para apelar será también de quince días, y se contará
desde que se notifique la resolución del juez que apruebe o modifique el
fallo del partidor.”

Honorarios del Juez Partidor

En el laudo podrá hacer el partidor la fijación de su honorario, y cualquiera


que sea su cuantía, habrá derecho para reclamar de ella.

La reclamación se interpondrá en la misma forma y en el mismo plazo que


la apelación, y será resuelta por el tribunal de alzada en única instancia. Art. 665
del CPC.

Plazo Para Deducir Recursos

Los interesados podrán imponerse de sus resoluciones en la oficina del


actuario y deducir los recursos a que haya lugar dentro del plazo de quince
días. Art. 664 del CPC.

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