Está en la página 1de 10

Uso de fármacos en dermatología de pequeños animales

Juan Rejas López


Dpto. Medicina Veterinaria. Universidad de León. Campus de Vegazana s/n. 24007 León.
La información contenida en este documento puede ser impresa para uso personal, pero no reproducida ni distribuida sin el
consentimiento por escrito de los autores.
Derechos reservados ©, 2002. Publicado en CONSULTA de Difusión Veterinaria, 2002, 10 (92): 87-97.

1. PRURITO DE NATURALEZA ALÉRGICA


Las dermatitis alérgicas deben controlarse evitando que el paciente contacte con el o los alérgenos a los que
es sensible, base del tratamiento de la dermatitis alérgica a la picadura de pulgas (ver sección 6) y de la
alergia a los alimentos. Cuando esto no es posible y la desensibilización no se puede realizar o no funciona,
se administran fármacos antipruriginosos.
Los glucocorticoides generalmente ofrecen un buen control del prurito en estos pacientes. Sin embargo, su
administración durante largos períodos puede provocar importantes efectos secundarios por todos conocidos.
Los antipruriginosos no esteroideos no son tan eficaces como los glucocorticoides, pero ensayando las
distintas posibilidades existentes esta terapia puede ser capaz de controlar el prurito de un 50 y 75% de los
perros y gatos atópicos, respectivamente, reduciendo la intensidad del mismo en parte del resto de los
animales y, por lo tanto, la dosis esteroidea.
1.1. Glucocorticoides
Para reducir o retardar la aparición de sus efectos adversos es fundamental ajustarse a unas normas. Si es
posible se deben usar:
1. Solo cuando son imprescindibles.
2. Con la menor dosis que controle el proceso.
3. A días alternos, usando glucocorticoides de vida corta: prednisona, prednisolona, metilprednisolona.
4. Salvo en gatos, siempre vía oral, nunca parenteralmente, ya que la administración IM/SC de una
forma retardada puede alterar la función adrenal más de dos meses.
5. Preferiblemente en el pico de liberación endógena de glucocorticoides: matinal en perros y en gatos
diurnos, y vespertina en gatos nocturnos.
Posología en perros
Se inicia el tratamiento con una dosis diaria de prednisona1 o prednisolona2 de 0,5-1,0 mg/kg VO dividida en
una o dos tomas. Se puede usar igualmente la metilprednisolona3 a una dosis de similar potencia (0,4-0,8
mg/kg VO al día), con la ventaja de que este fármaco no tiene ningún efecto mineralocorticoide.
Una vez controlado el prurito, en 5-7 días, se pasa a una dosificación a días alternos; algunos pacientes se
pueden controlar con una dosis cada tres días y, excepcionalmente, cada 4 días. Posteriormente se baja la
dosis todo lo posible (fase de mantenimiento), buscando como objetivo que el paciente se rasque un poco sin
llegar a lesionarse. Como norma se disminuye la dosis a la mitad cada semana.
Posología en gatos
Los gatos son menos sensibles a estos fármacos que los perros, debido a que poseen un menor número de
receptores para glucocorticoides, por lo que la dosis de inducción utilizada es dos veces la canina. Esta
mayor resistencia a los glucocorticoides permite el uso a largo plazo de formas retardadas parenterales, lo

1
En la farmacopea humana existen numerosas especialidades que permiten ajustar la dosis a cualquier paciente: DACORTIN 2,5, 5 y
30 mg; PREDNISONA ALONGA 5, 10 y 50 mg.
2
Para animales muy pequeños se dispone en la farmacopea humana de ESTILSONA GOTAS con una concentración de 13,3 mg/ml de
prednisolona.
3
MODERIN COMPRIMIDOS 2 y 4 mg; en animales de mediano o gran tamaño se puede recurrir a la farmacopea humana: URBASON
COMPRIMIDOS 16 y 40 mg.
Rejas López J. Uso de fármacos en dermatología de pequeños animales. –2–

cual frecuentemente agradece el dueño debido a la resistencia que presentan ciertos felinos a la
administración vía oral de medicamentos.
Por otro lado no es infrecuente que un gato responda mal a un glucocorticoide y bien a otro. Incluso se ha
descrito que en alrededor de un 20% de los gatos puede existir transformación hepática de la prednisolona,
debiendo usarse en dicho caso la dexametasona.
Por ello es importante comenzar la medicación por vía oral y, una vez comprobado qué glucocorticoide
funciona en el paciente, pasar a un tratamiento parenteral si el dueño del animal lo requiere.
Se puede comenzar con prednisona, prednisolona o metilprednisolona a una dosis diaria de 1-2 mg/kg VO
repartida en una o dos tomas. Si a la semana no existe un buen control del prurito, se ensaya la eficacia de la
triamcinolona4, a una dosis diaria de 0,8 mg/kg VO en toma única. La mayor parte de los pacientes se
controlan con uno de estos glucocorticoides. En los escasos casos que no responden, se prueba con
dexametasona5 a una dosis diaria de 0,4 mg/kg VO repartida en una o dos tomas.
Al igual que en perros, una vez controlado el proceso se pasa a una dosificación cada 48-72 horas en el caso
de la prednisona, prednisolona y metilprednisolona, y cada 72-96 horas si se administra triamcinolona o
dexametasona, ya que la vida media de estos glucocorticoides es mayor, y posteriormente se reduce a la
menor dosis que controle el prurito.
Si el propietario del animal requiere el uso de formas retardadas parenterales, éstas se administran vía
subcutánea o intramuscular cada vez que reaparece la sintomatología; hay que tener presente que vía
subcutánea pueden provocar una atrofia irreversible de la piel en el punto de inyección. Se debe intentar
controlar el proceso con una dosis cada 3-4 meses, aunque este período puede disminuirse teniendo en cuenta
que no suele inducirse un síndrome de Cushing si la frecuencia no supera una dosis cada 2 meses. Se usarán
siempre las formas de liberación retardada correspondientes al fármaco que haya controlado el proceso vía
oral:
• Metilprednisolona, acetato6: 4-5 mg/kg SC/IM
• Triamcinolona, acetónido7: 5 mg/gato SC/IM
1.2. Antipruriginosos no esteroideos
Se recomienda la combinación de baños, y la administración de antihistamínicos H1 y complejos con ácidos
grasos poliinsaturados, ya que existe sinergismo entre ellos. En cualquier caso es recomendable ensayar el
efecto de los distintos fármacos, ya que el resultado terapéutico varía de unos pacientes a otros.
1.2.1. Antihistamínicos H1
En perros los que mejor resultados ofrecen son:
• Clemastina8: 0,5-1,5 mg/perro VO, dos veces al día
• Oxatomida9: 1,5 mg/kg VO, dos veces al día
• Amitriptilina10: 1-2 mg/kg VO, dos veces al día
La amitriptilina es un antidepresivo tricíclico con actividad anti H1 por lo que, aunque puede ser eficaz en
algunos animales atópicos, es preferible reservarla para trastornos del comportamiento.
En gatos los mejores resultados se han obtenido con clorfeniramina11, a la dosis de 2 mg/gato VO, dos o tres
veces al día, pudiéndose usar también la clemastina8, 0,5 mg/gato VO, dos veces al día, y la oxatomida9, 15-
30 mg/gato VO, dos veces al día.

4
En la farmacopea humana se dispone de LEDERCORT 8 mg.
5
DEYANIL COMPRIMIDOS0,25 mg. En la farmacopea humana se dispone de DEXAMETASONA BELMAC 0,5 mg y FORTECORTIN ORAL 1
mg.
6
DEPOMODERIN 40 mg/ml.
7
RETARDOESTEROIDE 2 mg/ml. En la farmacopea humana se dispone de TRIGON DEPOT 40 mg/ml.
8
En la farmacopea humana se dispone de TAVEGIL COMPRIMIDOS 1 mg, y SOLUCIÓN 0,1 mg/ml.
9
En la farmacopea humana se dispone de varias especialidades, como OXATOKEY COMPRIMIDOS 30 mg, y GOTAS 25 mg/ml.
10
En la farmacopea humana se dispone de TRYPTIZOL 10, 25, 50 y 75 mg.
Rejas López J. Uso de fármacos en dermatología de pequeños animales. –3 –

1.2.2. Ácidos grasos poliinsaturados


La administración de ácidos grasos de las series omega-6 y omega-3 disminuye el prurito de origen alérgico
en perros y gatos, si bien hoy en día no está claro qué combinación de ácidos grasos ni qué dosis es la que
consigue mejores resultados, aunque un estudio afirma que el mayor efecto antiinflamatorio se obtiene con
una proporción de ácidos grasos omega-6:omega-3 entre 5-10:1. Hay que tener en cuenta que el efecto final
obtenido será el resultado de la suma de los ácidos grasos presentes en la dieta y en el complemento
nutricional.
Hoy en día se dispone de un gran número de complementos nutricionales de muy variada composición, así
como de dietas comerciales con una concentración en ácidos grasos omega-6 y omega-3 apropiada para
pacientes con prurito de origen alérgico.
1.2.3. Champús / Lociones
La administración de baños en ciertos procesos alérgicos como la atopia es básicamente una terapia
coadyuvante, que tiene como finalidad la eliminación, de la superficie corporal, de sustancias irritantes y
pruriginosas, y de metabolitos bacterianos y alérgenos, además de hidratar el estrato córneo. Esto se puede
conseguir usando champús hidratantes (ver sección 7.1) con periodicidad semanal. Existen algunos champús
hidratantes que además llevan en su composición agentes antipruriginosos, como la avena coloidal12.
En las farmacopeas veterinarias de otros países existen champús y lociones a base de glucocorticoides13 para
su uso en procesos pruriginosos, habiendo estudios que prueban su inocuidad.
1.2.4. Nuevos fármacos no esteroideos
En el último lustro se ha ensayado la eficacia de nuevos fármacos en el manejo de la dermatitis atópica
canina como alternativa al uso de glucocorticoides. Las moléculas más prometedoras, aquéllas que han
mostrado alguna evidencia de eficacia en estudios rigurosos son:
• Misoprostol14: 3-6 µg/kg VO, tres veces al día
• Ciclosporina15: 5 mg/kg VO, una vez al día
• Pentoxifilina16: 10 mg/kg VO, dos o tres veces al día
2. DERMOPATÍAS AUTOINMUNES
En las enfermedades autoinmunes de la piel, salvo en procesos leves o muy localizados, la terapia inicial es
con glucocorticoides, si bien aproximadamente la mitad de los casos requerirán la adición de algún otro
inmunosupresor.
Cuando no se puede controlar el proceso con menos de 1 mg/kg VO de prednisona, prednisolona o
metilprednisolona en días alternos, se debe adicionar al tratamiento algún otro inmunosupresor. En la fase de
inducción del tratamiento se administran el glucocorticoide, a la dosis recomendada en la sección 2.1, y el
antimitótico todos los días. Cuando desaparecen las lesiones, se pasa lentamente el glucocorticoide a una
dosificación a días alternos. Posteriormente se administra el glucocorticoide un día y el antimitótico al día
siguiente. Finalmente se disminuye lentamente el glucocorticoide a la menor dosis posible, aquélla que
controla la enfermedad, pero permite que surja alguna lesión leve que cura por sí misma.
2.1. Glucocorticoides sistémicos
Los glucocorticoides utilizados son la prednisona, prednisolona o metilprednisolona (ver sección 1.1). La
dosis diaria de inducción en perros es de 2-4 mg/kg VO dividida en una o dos tomas, y en gatos de 4-6

11
La única especialidad disponible, PRURITEX, está compuesta por 1 mg clorfeniramina y 2 mg prednisolona.
12
ALLERCALM +, DERMAL SOOTHE.
13
En la farmacopea humana se dispone de lociones, generalmente para uso capilar, de similar composición a las disponibles en la
farmacopea veterinaria de otros países: LACTISONA 1% LOCION, SYNALAR 0,01% SOLU CAPILAR.
14
En la farmacopea humana se dispone de CYTOTEC 200 µg.
15
En la farmacopea humana se dispone de SANDIMMUN NEORAL SOLUCION 100 mg/ml, CAPSULAS 25, 50 y 100 mg.
16
En la farmacopea humana se dispone de numerosas presentaciones con 400 mg: ELORGAN, HEMOVAS, PENTOXIFILINA
BELMAC, PENTOXIFILINA DAVUR.
Rejas López J. Uso de fármacos en dermatología de pequeños animales. –4 –

mg/kg. En gatos también se puede usar la triamcinolona (ver sección 1.1) a dosis diaria de 1-2 mg/kg VO
repartida en una o dos tomas.
Esta dosificación se mantiene hasta que los signos remiten, momento en el cual se debe pasar lentamente a
una administración a días alternos. Usualmente se tarda unas tres semanas en este paso; así, un animal
medicado con 20 mg en la fase de inducción, una vez que desaparecen las lesiones está 8 días con 20 mg un
día y 15 mg el día siguiente; otros 8 días con 20 mg un día y 10 mg el día siguiente; y otros 8 días con 20 mg
un día y 5 mg el día siguiente; si la dermatitis sigue controlada, se pasa a 20 mg días alternos. Posteriormente
se va disminuyendo lentamente hasta la menor dosis posible.
2.2. Antimitóticos
En perros que no han respondido bien a la terapia esteroidea se suele añadir al tratamiento azatioprina17, un
antimitótico tiopurina; la dosis de inducción es de 2 mg/kg VO una vez al día.
En gatos la azatioprina suele causar mielosupresión, por lo que se usa clorambucilo18, un antimitótico
alquilante; la dosis de inducción es de 0,1-0,2 mg/kg VO una vez al día.
2.3. Crisoterapia
Las sales de oro se utilizan en algunos procesos autoinmunes cutáneos, en particular en el pénfigo foliáceo
felino. El fármaco más usado es el aurotiomalato sódico19. Al objeto de comprobar si se producen reacciones
extrañas en el paciente, se inicia el tratamiento con dosis bajas: en animales de menos de 10 kg se inyecta 1
mg IM, y tras una semana se administran 2 mg IM; en perros de más de 10 kg se usan 5 y 10 mg
respectivamente.
Si no se ha observado la aparición de reacciones, se comienza el tratamiento con una dosis semanal de 1
mg/kg IM. Cuando aparece la mejoría clínica, se pasa a una dosis quincenal durante 1-2 meses,
manteniéndose posteriormente con una dosis mensual.
También se ha citado el uso de auranofina20 a la dosis diaria de 0,1-0,2 mg/kg VO repartida en una o dos
tomas.
2.4. Otros fármacos sistémicos
En algunos procesos autoinmunes leves de la piel, principalmente el lupus eritematoso discoide, se puede
administrar conjuntamente tetraciclina21 y nicotinamida22 a dosis de 500 mg de ambos VO tres veces al día
en perros de más de 10 kg, y de 250 mg en animales menores de 10 kg.
Existe un informe anecdótico, nunca confirmado, sobre el valor terapéutico de la administración oral de
vitamina E23 en casos de lupus eritematoso discoide, a la dosis de 100-400 mg/perro dos veces al día.
2.5. Glucocorticoides tópicos
Ciertos procesos autoinmunes localizados, como algunos casos de pénfigo eritematoso y lupus eritematoso
discoide, se pueden controlar mediante la sola aplicación en las zonas lesionadas de glucocorticoides tópicos.
Inicialmente se usan moléculas con elevada actividad24, una o dos veces al día, hasta controlar las lesiones.
Posteriormente se evitará su aparición mediante la aplicación cada dos o tres días de una molécula de menor
actividad25.

17
En la farmacopea humana se dispone de IMUREL 50 mg.
18
En la farmacopea humana se dispone de LEUKERAN 2 y 5 mg.
19
En la farmacopea humana se dispone de MIOCRIN 10, 25 y 50 mg.
20
En la farmacopea humana se dispone de RIDAURA 3 mg.
21
INESTRES COMPRIMIDOS 100 mg. En la farmacopea humana se dispone de TETRA HUBBER 250 mg.
22
Se puede adquirir de compañías como SIGMA-ALDRICH QUÍMICA.
23
En la farmacopea humana se dispone de AUXINA E CAPSULAS 50, 200 y 400 mg.
24
En la farmacopea humana existen numerosos glucocorticoides tópicos de elevada potencia, con o sin antibióticos: SYNALAR
0,025%, DIPRODERM 0,05%.
25
En la farmacopea humana existen glucocorticoides tópicos de baja potencia, con o sin antibióticos: DERMOSA HIDROCORTISONA 1%,
HIDROCORTISONA ISDIN 0,5%.
Rejas López J. Uso de fármacos en dermatología de pequeños animales. –5 –

3. PIODERMAS
Las piodermas son una de las complicaciones más frecuentes de las dermatitis caninas. En general, se
considera que las pseudopiodermas (dermatitis aguda húmeda y dermatitis de los pliegues) y las piodermas
superficiales (impétigo y foliculitis superficial estafilocócica) se controlan con terapia tópica, generalmente a
base de antisépticos, y eliminación de la causa subyacente.
Por el contrario, todas las piodermas profundas, y algunos casos de foliculitis superficial estafilocócica
extensa, requieren además un tratamiento antibiótico vía sistémica.
3.1. Antibióticos sistémicos
Existen numerosos antibióticos que son adecuados para su uso en piodermas caninas. Una clasificación
práctica de los mismos sería la que divide aquéllos en:
• Adecuados para un tratamiento empírico de una pioderma no complicada, que incluyen a los
macrólidos, lincosaminas y sulfamidas potenciadas:
o Clindamicina26: 11 mg/kg VO diarios, divididos en una o dos tomas
o Lincomicina27: 22 mg/kg VO dos veces al día
• Adecuados en piodermas recurrentes o que no han respondido a la elección anterior, que incluyen a
las penicilinas resistentes a penicilinasas, cefalosporinas de primera generación y fluoroquinolonas:
o Amoxicilina-ácido clavulánico28: 12,5-25 mg/kg VO dos o tres veces al día
o Cefadroxilo29: 10-22 mg/kg VO dos veces al día
o Cefalexina30: 15-30 mg/kg VO dos veces al día
o Enrofloxacino31: 5 mg/kg VO/SC una vez al día
o Marbofloxacino32: 2 mg/kg VO una vez al día
La elección final de un antibiótico depende de muchos factores. Teniendo en cuenta que suelen ser
tratamientos largos, una o dos semanas tras la curación de la pioderma, el precio y la frecuencia de
administración son frecuentemente los factores más influyentes.
3.2. Antisépticos tópicos
Los baños con antisépticos es la base del tratamiento de las piodermas más superficiales, y es un componente
fundamental en el manejo de las piodermas profundas. La frecuencia de los baños depende de cada caso,
aunque se puede empezar con 2-3 baños semanales en procesos superficiales, e incluso un baño diario en
procesos profundos, disminuyendo la frecuencia según mejora el paciente.
Según algunos estudios, el antiséptico de elección es el peróxido de benzoílo al 2,5%33, principalmente si
existe infección de los folículos pilosos; su principal inconveniente es que es muy secante por lo que si los
baños son frecuentes es preferible usar un champú que combine peróxido de benzoílo con un hidratante34;
además, un 5% de los perros pueden sufrir reacciones cutáneas con su uso, no debiéndose usar en ningún
caso a concentraciones superiores a las descritas.
Alternativamente se recomienda usar clorhexidina al 0,5%35. En el caso de las pseudopiodermas también se
puede usar lactato de etilo36.

26
ROBECLIN 25, 75 y 150 mg.
27
LINCOCIN AQUADROPS (50 mg/ml) y COMPRIMIDOS 200 mg.
28
SYNULOX GOTAS (50 mg/ml) y TABLETAS 50, 250 y 500 mg.
29
CEFA-CURE 50, 200 y 1000 mg.
30
RILEXINE 75 y 300 mg.
31
Existen numerosas presentaciones para administración oral y parenteral.
32
MARBOCYL 5, 20 y 80 mg.
33
BENZOYL-PLUS, DERMOCANIS PIODERMAS, PAXCUTOL.
34
BENZOYL-PLUS
35
ADO EQMINA 1%, SPECICARE CLORHEX CHAMPU 3%.
36
ETIDERM +.
Rejas López J. Uso de fármacos en dermatología de pequeños animales. –6 –

3.3. Otros fármacos tópicos


Los antibióticos tópicos son de efecto muy limitado, usándose solo en infecciones muy localizadas. Las
presentaciones a base de mupirocina37 son las más apropiadas, indicándose dos veces al día en el caso del
acné, si bien existen otras alternativas para esta furunculosis, como el peróxido de benzoílo38 al 2,5%, e
incluso al 5% en perros, y la tretinoína (ver sección 7.2), con igual frecuencia de aplicación.
En la dermatitis aguda húmeda pueden estar indicados los astringentes39 tópicos, aplicados dos o tres veces al
día.
4. MICOSIS
El protocolo terapéutico clásico de las dermatofitosis incluye la combinación de un tratamiento tópico y
sistémico en el paciente, y el control ambiental del material infectivo, aunque la decisión final de qué terapia
realizar depende de la extensión del proceso, especie animal y número de individuos afectados, etc. Así, en
lesiones únicas y en queriones frecuentemente se aplica solo un antifúngico tópico.
Las infecciones por Malassezia pachidermatis también se deben tratar combinando fármacos tópicos y
sistémicos, salvo en casos muy localizados, donde el tratamiento tópico suele ser curativo. Vía tópica se
recomienda la aplicación de champús desengrasantes (ver sección 7.1) conjuntamente con productos
antifúngicos.
4.1. Antifúngicos sistémicos
En las dermatofitosis el fármaco de elección es la griseofulvina micronizada40; en perros se recomienda una
dosis diaria, repartida en una o dos tomas, de 50-100 mg/kg VO, y de 25-50 mg/kg en gatos. Solo en las
dermatofitosis causadas por Trichophyton mentagrophytes y que sean resistentes a la griseofulvina, el
fármaco a usar será el ketoconazol41, a la dosis de 10 mg/kg VO una vez al día, pudiendo duplicar la cantidad
en perros.
En los pocos casos en los que los fármacos anteriores no sean efectivos se puede administrar itraconazol42 a
una dosis de 5-10 mg/kg VO una vez al día, aunque su precio en muy elevado.
Recientemente se ha comunicado la eficacia del lufenurón43 en el tratamiento de la dermatofitosis, a una
dosis única de 80 mg/kg VO; este tratamiento tiene la ventaja de ser una dosis única frente al mes
aproximado de tratamiento con los fármacos anteriores, y la ausencia de efectos secundarios.
Para el tratamiento de la dermatitis por Malassezia pachidermatis se usa el ketoconazol41, a la dosis de 10
mg/kg VO una vez al día.
4.2. Antifúngicos tópicos
En dermatofitosis el producto más eficaz para baños es el enilconazol44 al 0,2%, siendo una peor elección la
clorhexidina45 al 0,05%, dos veces a la semana. El enilconazol, aunque no viene indicado su uso en gatos,
suele ser bien tolerado por estos animales.
En la infección por Malassezia pachidermatis se recomienda usar clorhexidina46 al 2-4% o enilconazol44 al
0,2%, con igual frecuencia que en la dermatofitosis.
En lesiones localizadas de ambas micosis se puede aplicar un imidazol tópico dos veces al día, o nistatina en
el caso de Malassezia pachidermatis, disponiendo de numerosas presentaciones en forma de crema o pomada
en la farmacopea humana.

37
En la farmacopea humana se dispone de BACTROBAN y PLASIMINE.
38
En la farmacopea humana se dispone de BENOXYGEL 2,5% y 5%.
39
ALUSPRAY, DERMACOOL +.
40
FULVISTATIN-UF 250 mg.
41
PANFUNGOL-VET 50 mg.
42
En la farmacopea humana se dispone de SPORANOX SOLUCION (1 mg/ml) y CAPSULAS 100 mg.
43
PROGRAM.
44
IMAVEROL 10%.
45
ADO EQMINA 1%.
46
SPECICARE CLORHEX CHAMPU 3%.
Rejas López J. Uso de fármacos en dermatología de pequeños animales. –7 –

5. SARNAS
El único tratamiento autorizado en España contra la sarna demodécica es el uso de baños de amitraz, si bien
en los casos de demodecias generalizadas que afectan a individuos adultos y que son resistentes al
tratamiento con amitraz se indica la administración de avermectinas y milbemicinas usualmente formuladas
para su uso en animales de renta. La administración de estos últimos fármacos requiere que el animal sea
negativo a filarias ya que, en su defecto, existe el riesgo de reacciones adversas por la rápida destrucción de
microfilarias.
Otras sarnas, como la sarcóptica, la otodéctica, la notoédrica o la dermatitis por Cheyletiella, pueden tratarse
mediante la aplicación de baños, por ejemplo con amitraz. Para evitar la incomodidad de los baños, durante
años se han usado vía oral o subcutánea avermectinas y milbemicinas formuladas para animales de renta, con
periodicidad semanal o quincenal. Actualmente se dispone de una nueva molécula autorizada para este uso
en pequeños animales, la selamectina.
En cachorros muy jóvenes con sarna sarcóptica se ha descrito el uso, sin efectos secundarios, de fipronil47,
vía tópica a la dosis de 3 mg/kg cada 21 días; otros autores lo aplican con esponja a la dosis de 6 ml/kg,
repitiendo el tratamiento a los 7 días. Este fármaco también ha mostrado su utilidad en la dermatitis por
Cheyletiella, y en la sarna otodéctica si se instila en los oídos.
5.1. Fármacos tópicos
En la sarna demodécica se recomiendan baños semanales con amitraz48 al 0,05%. En procesos resistentes se
puede aplicar una terapia diaria más agresiva consistente en bañar un día la mitad del cuerpo del animal, y al
día siguiente la otra mitad, con una solución al 0,125%.
5.2. Avermectinas y milbemicinas
Las dosis recomendadas en la sarna demodécica generalizada de los perros adultos son:
• Ivermectina49: 0,6 mg/kg VO, una vez al día
• Milbemicina50: 1 mg/kg VO, una vez al día
• Moxidectina51: 0,4-0,6 mg/kg VO, una vez al día
El uso de ivermectina a estas dosis está contraindicado en ciertas razas caninas, collie, shetland y bobtail, y
sus cruces.
En otras sarnas se puede usar selamectina52.
6. PULICOSIS
Un control efectivo de las pulgas requiere su eliminación del propio animal, del ambiente donde vive, y
controlar posteriormente el ciclo vital del parásito. La elección de las medidas y de los productos a utilizar
varía mucho en dependencia del grado de infestación, número de animales que conviven, tipo de ambiente,
especie animal a tratar, etc.; de igual manera, si el paciente padece de dermatitis alérgica a la picadura de
pulgas el control del parásito deberá ser más estricto. La decisión final de qué producto elegir se complica
aún más teniendo en cuenta que algunas formulaciones también son útiles en el control de otros ectoparásitos
e, incluso, parásitos internos.
Como norma, en pacientes con dermatitis alérgica a la picadura de pulgas deberá combinarse el uso
periódico de un adulticida sobre el animal, con la aplicación en el ambiente donde vive de un regulador del
crecimiento de los insectos y un adulticida.

47
FRONTLINE SPRAY.
48
ECTODEX SOLUCION 5%.
49
IVOMEC INYECTABLE 1%, EQVALAN.
50
INTERCEPTOR 5,75, 11,5 y 23 mg.
51
CYDECTIN 1% INYECTABLE, CYDECTIN SOLUCION ORAL AL 0,1%, EQUEST GEL ORAL.
52
STRONGHOLD.
Rejas López J. Uso de fármacos en dermatología de pequeños animales. –8 –

6.1. Adulticidas
Existen al menos tres características que se deben tener en cuenta al escoger un adulticida:
1. Su toxicidad.
2. Su velocidad de actuación: por ejemplo, las piretrinas suelen matar muy rápidamente a las pulgas por
contacto, en cuestión de minutos.
3. Su actividad residual: un incremento de la misma es deseable si se desea aumentar el tiempo que es
activo el insecticida una vez aplicado; por ejemplo, cuando las piretrinas se microencapsulan
aumenta su actividad residual, aunque disminuye su velocidad de actuación.
En ocasiones es interesante usar un adulticida con rápida velocidad de actuación, por ejemplo cuando llega
un animal con signos clínicos intensos. Sin embargo, cuando ya está controlada la sintomatología y lo que se
pretende es evitar reinfestaciones y controlar el ciclo del parásito, generalmente interesa usar productos con
un mayor plazo entre aplicaciones, de al menos 4 semanas53.
Los adulticidas sistémicos, como el fentión y el citioato, requieren que la pulga pique al animal para actuar,
por lo que no son útiles en la dermatitis alérgica a la picadura de pulgas.
6.2. Reguladores del crecimiento de los insectos / Inhibidores del desarrollo de los insectos
Los reguladores del crecimiento de los insectos y los inhibidores del desarrollo de los insectos interfieren en
el desarrollo de algunas fases preadultas (huevo y/o larvas) siendo muy útiles en el control de las pulgas a
largo plazo. En el caso de los reguladores del crecimiento de los insectos éstos suelen venir en combinación
con adulticidas, generalmente piretrinas o piretroides.
Muchos de los nuevos adulticidas de elevado poder residual afirman tener además un efecto nocivo sobre las
formas preadultas.
6.2.1. Para aplicación en el ambiente
Actualmente existen en el mercado productos con metopreno54 para el control de las pulgas en el ambiente
donde vive el animal; una limitación de estos productos es que el metopreno es degradado por los rayos
ultravioleta por lo que solo es útil en ambientes cerrados.
Antiguamente se encontraban productos con fenoxycarb, molécula que no es degradada por la radiación
ultravioleta.
6.2.2. Para aplicación o administración al animal
Disponemos en el mercado de dos formulaciones con reguladores del crecimiento de los insectos, uno con
metopreno55 y otro con piriproxifeno56. Este último tiene la ventaja de no ser degradado por los rayos
ultravioletas, aunque solo viene indicado para perros.
Alternativamente, se puede hacer un control de las fases preadultas de la pulga mediante la administración
periódica de un inhibidor del desarrollo de los insectos, el lufenurón57.
7. TRASTORNOS DE LA QUERATINIZACIÓN
El tratamiento sintomático de los trastornos de la queratinización primarios del perro se basa en baños con
champús y/o lociones que combinan agentes queratoplásticos, queratolíticos e hidratantes. Desde hace unos
pocos años, en algunas de estas enfermedades se ha empezado a utilizar con éxito retinoides.
Además, en muchas otras dermopatías (parasitarias, endocrinas, alérgicas, etc.) con frecuencia el perro sufre
un cierto grado de seborrea secundaria, la cual se beneficia de la aplicación de baños antiseborreicos.

53
ADVANTAGE, DEFENDOG, DUOWIN, EXSPOT, FRONTLINE, STRONGHOLD.
54
ECTOKILL AMBIENTE.
55
ECTOKILL PERROS Y GATOS.
56
DUOWIN.
57
PROGRAM.
Rejas López J. Uso de fármacos en dermatología de pequeños animales. –9 –

7.1. Champús / Lociones


Es útil intentar agrupar los trastornos seborreicos en dependencia de la intensidad de la escamosis y la
cantidad de grasa que presenta la capa, a fin de escoger inicialmente el tratamiento más adecuado.
La frecuencia inicial recomendada de los baños es de 2 ó 3 semanales. Una vez controlado el proceso se
amplía el período entre baños. En general, en casos leves es suficiente con un baño mensual, pero en
procesos muy grasos puede necesitarse hasta uno cada 7-10 días.
• En procesos con ligera escamosis, sin componente graso, van bien los champús humectantes58 y las
lociones emolientes59; también se pueden usar los champús que contienen ciertos ácidos grasos60,
linoleico y gammalinolénico, ya que favorecen la restauración de la barrera cutánea a la
permeabilidad del agua.
• En los casos en que la escamosis sea más intensa, sin un importante componente graso, se debe
aplicar un champú que ayude a eliminar las escamas y regular la queratinización, como un champú
que combine azufre y ácido salicílico. A ser posible el champú también debe llevar humectantes61;
en su defecto62, tras el aclarado sería conveniente aplicar alguna loción emoliente59.
• En pacientes que presenten una escamosis más o menos intensa acompañada de un componente
graso importante, están indicados champús que, además de llevar azufre, ácido salicílico y
humectantes, sumen también brea, ya que la misma es moderadamente desengrasante63.
• Finalmente, en los animales con una capa muy grasa se utilizan champús a base de peróxido de
benzoílo64, ya que este compuesto posee un elevado poder desengrasante. La combinación en el
champú de humectantes previene que la piel se reseque en exceso65. También se pueden usar cuando
existe exceso de grasa champús a base de sulfuro de selenio66. Es importante, una vez controlado el
exceso de grasa, plantearse la posibilidad de utilizar para mantenimiento champús menos
desengrasantes.
7.2. Retinoides
Los retinoides son derivados sintéticos de la vitamina A, usándose en algunas alteraciones de la
queratinización. En procesos extensos se prescriben retinoides orales; en la seborrea idiopática se usa la
acitretina67, mientras que en el síndrome de comedones del schnauzer va bien la isotretinoína68; en la ictiosis
funcionan ambos, mientras que en los casos de adenitis sebácea se debe ensayar cuál controla la enfermedad.
La dosis diaria, repartida en una o dos tomas, de acitretina es de 0,5-1 mg/kg VO, y de isotretinoína de 1-2
mg/kg VO, pudiendo incrementarse la dosis al doble en algunos casos más severos. Cuando remiten los
signos clínicos se administran a días alternos.
Vía tópica se usa tretinoína69 en lesiones localizadas: hiperqueratosis nasal idiopática, acné e hiperplasia de
la glándula caudal. Se utiliza al 0,05% en perros y al 0,01-0,025% en gatos, aplicándose inicialmente cada 12
horas, y una vez controlado el proceso según se requiera.
Bibliografía
• Ben-Ziony Y, Arzi B. (2000) Use of lufenuron for treating fungal infections of dogs and cats: 297 cases (1997-
1999). JAVMA, 217, 1510-1513.
• Curtis C. (1999) Use and abuse of topical dermatological therapy in dogs and cats. Part 2. In Practice, 21, 448-
454

58
HYDRA-PEARLS, SEBOCALM +.
59
HUMILAC.
60
ALLERMYL CHAMPU Y LOCION, DERMOCANIS ALERGIAS, GLAVADERM CHAMPU.
61
SEBA-MOIST.
62
DERMOCANIS SEBORREAS.
63
SEBOLYTIC +.
64
BENZOYL-PLUS, DERMOCANIS PIODERMAS, PAXCUTOL.
65
BENZOYL-PLUS.
66
SELEEN CHAMPU.
67
En la farmacopea humana se dispone de NEOTIGASON 10 y 25 mg.
68
En la farmacopea humana se dispone de ROACUTAN ROCHE 10 y 20 mg.
69
En la farmacopea humana se dispone de VITANOL CREMA 0,01%, 0,025% y 0,05%, y ACNISDIN RETINOICO SOLUCION 0,05%.
Rejas López J. Uso de fármacos en dermatología de pequeños animales. – 10 –

• DeBoer DJ. (1997) What’s new in dermatophytosis? Proceedings of the 14th Annual Congress of the European
Society of Veterinary Dermatology, 15-18.
• DeBoer DJ. (1997) What's new in dermatological therapy?. Proceedings of the 14th Annual Congress of the
European Society of Veterinary Dermatology, 87-90.
• Guaguere E. (1996) Topical treatment of canine and feline pyoderma. Vet Dermatol, 7, 145-151.
• Harvey RG. (1998) Rational selection of systemic antibacterial agents in the management of canine pyoderma.
Proceedings of the 12th North American Veterinary Conference, 175-176.
• Heripret D. (1997) Therapeutic strategies in the pruritic cat. Proceedings of the 14th Annual Congress of the
European Society of Veterinary Dermatology, 21-23.
• Hnilica KA, Medleau L. (2002) Evaluation of topically applied enilconazole for the treatment of
dermatophytosis in a Persian cattery. Vet Dermatol, 13, 23-28.
• Ihrke PJ, Papich MG, Demanuelle TC. (1999) The use of fluoroquinolones in veterinary dermatology. Vet
Dermatol, 10, 193-204.
• MacDonald JM. (1997) Update of antibiotic therapy in dermatology. Proceedings of the 11th North American
Veterinary Conference, 165-166.
• Marsella R, Olivry T. (2001) The ACVD task force on canine atopic dermatitis (XXII): nonsteroideal anti-
inflammatory pharmacotherapy. Vet Immunol Immunopathol, 81, 331-345.
• Mason IS, Kietzmann M. (1999) Cephalosporins - pharmacological basis of clinical use in veterinary
dermatology. Vet Dermatol, 10, 187-192.
• Muse R. (2001) Dermatitis por Malassezia. En: Bonagura JD, ed. Terapéutica veterinaria de pequeños
animales de Kirk. Vol 1. 13ª ed. Madrid: McGraw-Hill Interamericana de España, 612-615.
• Noli C, Boothe D. (1999) Macrolides and lincosamines. Vet Dermatol, 10, 217-223.
• Noxon JO. (2002) Flea control: the complete guide to fleas [en línea]. En: Companion animal dermatology.
Ames: Iowa State University. <http://www.vetmed.iastate.edu/services/vth/clinical/derm/flea/main.html>.
• Papich MG. (1998) Selección de drogas antibacterianas en pequeños animales. Resúmenes del 23 Congreso de
la Asociación Mundial de Medicina Veterinaria de Pequeños Animales, 693-696.
• Pedersen NC. (1999) A review of immunologic diseases of the dog. Vet Immunol Immunopathol, 69, 251-342.
• Power HT, Ihrke PJ. (1997) Uso de retinoides sintéticos en medicina veterinaria. En: Bonagura DJ, ed.
Terapéutica veterinaria de pequeños animales de Kirk. 12ª ed. México: McGraw-Hill Interamericana, 632-637.
• Rejas López J. (1997) Manual de dermatología de animales de compañía. León: Universidad de León.
• Rejas López J. (1998) Tratamiento de la sarna demodécica generalizada: novedades. Consulta de Difusión
Veterinaria, 6 (45), 51-52.
• Rejas López J. (1998) Dermatofitosis: ¿qué hay de nuevo?. Consulta de Difusión Veterinaria, 6 (46), 79-80.
• Rejas López J. (1998) Tratamiento de las sarnas -excepto la demodécica- en pequeños animales. Consulta de
Difusión Veterinaria, 6 (48), 44-47.
• Rejas López J. (1998) Novedades en terapéutica dermatológica. Consulta de Difusión Veterinaria, 6 (49), 20-
24.
• Rejas López J, González Montaña JR, Alonso Alonso P. (1998) Pioderma canina: ¿qué antibiótico usar?.
Pequeños Animales, nº 13, 22-31.
• Rejas López J, Torío Álvarez R. (1997). Terapia corticoidea y alternativas en dermatología de pequeños
animales. Consulta de Difusión Veterinaria, nº 42, 38-44.
• Rejas López J, Torío Álvarez R. (1998) Terapia tópica con champús y lociones medicados. Consulta de
Difusión Veterinaria, 6 (47), 33-39.
• Scott DW. (1997) Uso racional de glucocorticoides en dermatología. En: Bonagura JD, ed. Terapéutica
veterinaria de pequeños animales de Kirk. 12ª ed. México: McGraw-Hill Interamericana, 619-628.
• Scott DW, Beningo KE, Miller WH Jr, Rothstein E. (1998) Efficacy of clindamycin hydrochloride capsules for
the treatment of deep pyodermas due to Staphylococcus intermedius infection in dogs. Can Vet J, 39, 753-756.
• Scott DW, Miller WH Jr, Griffin CE. (2001) Muller & Kirk's small animal dermatology. 6ª ed. Philadelphia:
WB Saunders.
• Scott DW, Miller WH Jr, Reinhart GA, Mohammed HO, Bagladi MS. (1997) Effect of an omega-3/omega-6
fatty acid-containing commercial lamb and rice diet on pruritus in atopic dogs: results of a single-blinded
study. Can J Vet Res, 61, 145-153.
• White SD. (1996) Systemic treatment of bacterial skin infections of dogs and cats. Vet Dermatol, 7, 133-143.
• White SD. (1998) Newly introduced drugs in veterinary dermatology. Proceedings of the 12th North American
Veterinary Conference, 199- 201.
• White SD. (2001) Terapéutica inmunosupresora no esteroide. En: Bonagura JD, ed. Terapéutica veterinaria de
pequeños animales de Kirk. Vol 1. 13ª ed. Madrid: McGraw-Hill Interamericana de España, 572-574.

También podría gustarte