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MUTUO DISENSO TACITO

El incumplimiento, aisladamente considerado, no es por sí solo indicativo de la voluntad de


las partes de resolver el contrato; junto con aquél d~be haber hechos que demuestren ine­
quívocamente que, además de la voluntad de incumplimiento, hubo la de resolver.
La adecuada interpretación del artículo 1609 del Código Civil permite llegar a una situa­
ción, cuyas consecuencias son equivalentes a las del mutuo disenso, pero cuyos fundamen­
tos son diferentes.
Interpretación tradicional de la norma y sus consecuencias.
Etiología de la jurisprudencia glosada.
Excepción de contrato no cumplido.
Diferencia entre nuestro sistema jurídico y el ftancés frente al fenómeno del mutuo incum­
plimiento. Verdadera interpretación del artículo 1609 del Código Civil; en los contratos bi­
laterales cuando ambos han incumplido ninguno está en mora, pudiendo cualquiera de ellos,
a su arbitrio, demandar la obligación principal, sin cláusula penal y sin indemnización de
perjuicios; o la resolución, también sin indemnización de perjuicios. Inaplicabilidad en estos
casoS' del artículo 1546, el cual regula el fenómeno del incumplimiento de uno y del cumpli­
miento del otro. Consecuencias de la resolución de la permuta. Tratándose de la devolución
de dinero es preciso tener en cuenta la permanente desvalorización de la moneda para dis­
poner el reajuste monetario con el fin de no dar lugar al enriquecimiento injusto de quien
debe devolver una misma cantidad, pero con menor valor adquisitivo y al empobrecimien­
to correlativo del obligado a recibir.
(Salvamento de voto de los Magistrados, doctores Alberto Ospina Botero y Humberto Mur­
cia Ballén).

Corte Suprema de Justicia Antecedentes


Sala de Casación Civil
Entre demandante, como prometiente vende­
Magistrado ponente: doctor Jorge Salcedo dor, y demandado, como prometiente comprador,
Segura. se suscribió en Bogotá el 6 de octubre de 1977
un contrato de promesa de permutar un predio
triangular con cabida de dos hectáreas, ubicado
Bogotá, D. E ., diciembre 7 de 1982. en el Municipio de Chía, que hace parte de la
hacienda "La Chabela " , por parte en dinero y
Se decide el recurso de casación interpuesto unos ganados. Como el inmueble negociado tiene
por la parte demandada contra la sentencia de menos de tres hectáreas se estipuló que se des­
quince de julio de mil novecientos ochenta y tinaría exclusivamente a vivienda del prome­
uno, dictada por el Tribunal Superior de Bo­ tiente comprador. El precio fue de $ 500.000.00,
gotá en el proceso ordinario de Luis Guillermo pagaderos así : $ 200.000.00 que se entregaron
Aconcha contra Antonio Escobar. en el momento de firmar la pl'omesa y el saldo
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se pagaría al día siguiente en ganado (19 vacas dado Escobar fue puntual en el pago del segundo
y 8 novillas). Las partes convinieron en hacer contado del precio, pues las pruebas demuestran
un levantamiento topográfico para precisar lin­ que fue cancelado mediante la entrega de los
deros cuyo valor se pagaría por ambas, estipu­ semovientes vacunos estipulados en los términos
lando que la contratación del topógrafo agrimen­ de la cláusula 4l¡t del contrato. En cuanto a las
sor se haría por el prometiente vendedor. El demás obligaciones (al pareeer la de pagar pro­
impuesto predial lo pagaría proporcionalmente porcionalmente el impuesto predial y el valor
el prometiente comprador a partir de la fecha de la mensura), consideró el juzgado que" tales
de la promesa. La escritura que solemnice el con­ obligaciones eran de imposible cumplimiento en
trato prometido se debía otorgar el día 7 de fe­ la forma en que estaban concebidas". Concluyó
brero de 1978, a las 3 p. m. , en la Notaría Novena el fallador de primer grado: "Por tales razones,
de Bogotá. Llegado ese día las partes convinie­ el juzgado aprecia total cumplimiento de las
ron por escrito en posponer el otorgamiento de obligaciones a cargo del prometiente comprador,
la escritura hasta el día 7 de mayo de 1978, sin y en especial aquella que se refiere al pago del
dejar en el documento constancia de la razón precio convenido". Es de observar que nada dijo
del aplazamiento. el juzgado respecto al cumplimiento por parte
El 7 de mayo de 1978 ninguna de las partes del demandado de la obligación de suseribir la
contratantes compareció a la Notaría acordada escritura el 7 de mayo de 1978.
a cumplir el contrato de promesa. Ese día no se Posteriormente entró el juzgado al examen de
había pagado por ninguna de las partes el im­ las obligaciones del prometiente vendedor y lue­
puesto predial correspondiente al año 1978, pues go de ratificar con citas de la jurisprudencia que
según recibo del folio 5 vino a pagarse el 12 de solamente el contratante cumplidor de sus obli­
junio de ese año. Tampoco ninguna de las partes gaciones tiene derecho a pedir la resolución, con­
contratantes estaba a paz y salvo por concepto cluyó: "Nació para el demandante Luis G. Acon­
de impuesto sobre la renta (folio 38). cha K. exclusivamente la obligación de hacer,
El inmueble objeto del contrato fue entregado consistente en el otorgamie,nto del título escri­
materialmente desde la fecha de la celebración turario que perfecciona la venta prometida, para
del contrato de promesa. lo cual inicialmente se fijó las tres de la tarde
del 7 de febrero de 1978, ante la Notaría Novena
Con fundamento en los hechos que se dejan del Circuito y luego se convino en prorrogarla
sllscintamente relatados, Aconcha demandó a Es­ para el 7 de mayo del mismo calendario, ante la
cobar recabando en su libelo demandatorio la misma oficina. Palmariamente se demuestra que
resolución del contrato de promesa de permuta tal obligación no fue satisfecha por el prome­
por incumplimiento de éste y la condena conse­ tiente vendedor, ni se allanó a ella ... En estas
cuencial a restituir el inmueble prometido, a los condiciones, es ostensible que el demandante nO
frutos naturales y .civiles y a la pérdida de los goce del derecho a incoar la pretensión que uos
doscientos mil pesos entregados al celebrar el ocupa, pues no ameritó que cumplió la obliga­
contrato, suma que las partes elevaron a la ca­ ción básica ... " (cuaderno número 1, folio 73 ) .
lidad oe arras, sin que hubies~ en la demanda De cómo la obligación de otorgar el título escri­
petición alguna de condena en perjuicios. Sub­ turario nació exclusivamente para una parte que,
sidiariamente se solicitó la declaratoria de nu­ por ende, fue la única que incumplió, es algo
lidad absoluta del contrato y sus consecuencia­ que no se explica en el fallo ni inferirse pueo e
les. de su texto . La verdad es qu e la obligación de
El demandado al contestar el libelo aceptó hacer nació por virtud del contrato para ambas
algunos hechos, entre otros el de no haberse otor­ partes y ninguna acreditó haber cumplido o tra­
gado la escritura, y negó enfáticamente que hu­ tado de hacerlo. En las condiciones narradas el
biese incumplido su obligación de pagar el pre­ juzgado denegó la resolución incoada y denegó
cio. En gran parte su activioad probatoria se también la nulidad absoluta por considerar que
encaminó a demostrar cómo el día convenido no había lugar a ella por haberse destinado el
hubo la entrega del ganado prometido en per­ inmueble para vivienda. La parte demandante
muta. apeló de la sentencia.
El Juzgado a quo, que lo fue el Sexto Civil del
La sentencia acusada
Circuito de Bogotá, falló el asunto en primera
instancia en providencia de 22 de enero de 1981, Dijo el ad quem: " . .. está probado que el de­
en la cual llegó a la conclusión de que el deman ­ mandante no compareció a otorgar la escritura
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de venta el 7 de mayo de 1978 en la Notaría Hacienda sobre imposibilidad de otorgamiento


Noyena del Circuito de Bogotá, por lo que se de paz y salvo a los dos contratantes.
deduce que el demandante no cumplió su obliga­
ción principal" (folio 17, al final, cuaderno nú­ El recurrente parte de la base de qu~ real­
mero 2). Y luego agregó: "Está probado que el mente el demandado no concurrió a la Notaría
demandado pagó el precio ... Tampoco com­ el 7 de mayo, pero insiste en varios apartes de
pareció el demandado a suscribir la escritura de su censura en que" no tenía ningún objeto com­
venta el 7 de mayo de 1978 en la Notaría Noye­ parecer a la notaría a recibir la escritura públi­
na de Bogotá ... Lo anterior está indicando que ca", mientras no se hubiese hecho el levanta­
las dos partes incumplieron sus obligaciones" miento topográfico y no se hubiese pasado cuenta
(folio 18 del cuaderno número 2). Del anterior del impuesto predial a Escobar.
cxamen de los hechos que encontró probados cl Concluye así su argumentación: "Entonces
Tribunal, éste concluyó: "Así las cosas, habiendo la errónea interpretación del contrato, de los re­
incumplido las dos partes, se debe declarar la cibos de impuesto predial y del plano que se
terminación del contrato por mutuo disenso tá­ relacionaron en los numerales a), b) y c), así
cito al tenor del artículo 1602 del Código Civil" como la falta de apreciación del interrogatorio
(último renglón del folio 18 y comienzo del 19) . del demandante en el aparte relativo a no haber
Transcribiendo apartes de la sentencia de la pasado nunca cuenta del impuesto predial a Es­
Corte de 23 de septiembre de 1974 cn el ordina­ cobar, a más de la errónea apreciación del cer­
rio de Inversiones Industriales Limitada contra tificado de la Administración de Hacienda que
Industri-a de Herrajes Limitada, el Tribunal ha­ hace alusión a febrero de 1978 y no a mayo, que
ce suya la siguiente afirmación que le sirve como era el mes en que debía llevarse a cabo la sus­
susten to doctrinario: "De consiguiente, expues­ cripción de la escritura llevaron al Tribunal,
tos los hechos del litigio, en armonía con el ante­ en Sala mayoritaria, a considerar erróneamente
rior criterio, el contrato de que se viene hablando que por haber incumplido Escobar en cuanto al
debe ser declarado disuelto por mutuo disenso pago de impuesto predial, levantamiento topo­
tácito de las partes que se deduce inequívoca­ gráfico y no comparecencia a la Notaría, debía
mente del incumplimiento recíproco de ambos resolverse, por mutuo disenso, el contrato.
contratantes" (el subrayado es de la Corte. Fo­
lio 20 del cuaderno del Tribunal). , 'Por otro lado la errónea apreciación proba­
toria que se deja demostrada, llevó al Tribunal
Con fundamento en el análisis fáctico y el a aplicar indebidamente los artículos 1546 y
planteamiento jurídico el fallador de segundo 1602, ya que no se presentan los presupuestos
grado revocó el fallo del inferior y en su lugar para que operen ni el uno ni el otro.
declaró resuelto el contrato aludido por mutuo
t , No existiendo incumplimiento del deman­
disenso tácito, condenando al demandado a de­
volver el inmueble y al demandante la cantidad dado Escobar por las razones que se dejan de­
de $ 500.000.00 más intereses legales. mostradas, se aplicó indebidamente el artículo
1546 y no apareciendo de ninguna de las pruebas
Contra el fallo que se deja sintetizado inter­ reseñadas ni de ningún elemento de convicción
puso la parte demandada el recurso de casación la voluntad de Escobar de poner fin al contrato
que ahora se entra a examinar. no puede hablarse de mutuo disenso y no es
aplicable, por ende el artículo 1602 del Código
La demanda de casación Civil" (folios 16, in fine y 17 del cuaderno de
la Corte).
Primer cargo. Se enfila por la causal primera
del artículo 368 del Código de Procedimiento Consideraciones de la Corte sobre el primer cargo
Civil, por vía indirecta, por ser la sentencia
violatoria, por falta de aplicación de los artículos Dos temas, ambos trascendentes, plantea el ca­
1603, 1604, 1608, 1609, 1620, 1621 y 1622 del sacionista, a saber: a) Que el demandado no in­
Código Civil y por indebida aplicación de los cumplió, y b) que en el supuesto de que hubiese
artículos ] 546 y 1602 ibidem, como consecuen­ incumplido no había lugar a declarar disuelto el
cia de errores de hecho en la errónea aprecia­ contrato por mutuo disenso tácito, por cuanto no
ción del contrato de promesa, del plano topográ­ aparece en ningún elemento probatorio la volun­
fico, de los recibos de pago del impuesto predial, tad tácita, ni mucho menos expresa, de poner fin
de la diligencia de interrogatorio de parte del al contrato. Como este último tema fue el que le
demandante y del certifícado del Ministerio de sirvió al Tribunal para dictar el fallo, habrá
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entonces lugar a examinar primero ese aspecto la aludida interpretación del artículo 1609, la
para ver de establecer con precisión si, como lo tesis del mutuo disenso tácito como modo de di­
expresó el ad quem, el simple incumplimiento tie­ solver el contrato fue indudablemente una forma
ne la connotación de ánimo tácito de resolver un justiciera de evitar el estancamiento de los con­
contrato. tratos, evento que daba lugar a serias injusticias.
Empero, la aplicación de esa doctrina pugna ge­
El mutuo disenso tácito como consecuencia del neralmente con la realidad. Si ambas partes es­
incttmplimiento de ambos contratantes tuvieran ciertamente de acuerdo en deshacer el
contrato, lo resuelven por mutuo aC1terdo, con
El Código Civil consagró como el modo por fundamento en el inciso 1 9 del ya citado artículo
a',donomasia de extinción de toda obligación el 1625 del Código Civil, y obviamente sobra la in­
negocio jurídico o "convención en que las partes tervellción de la rama jurisdiccional del poder
interesadas, siendo capaces de disponer libre­ público, Es posible, nadie podría negarlo, que
mente de lo suyo, consientan en darla por nula" las partcs hubieran llegado a un acuerdo en tal
(artículo 1625, inciso 1 9 ). Ese negocio jurídico sentido, pero luego una de ellas (juisiera desco­
o convención ha sido denominado por la doctrina nocerlo. En tal evento sí habría que deprecar del
y la jurisprudencia con la expresión" mutuo di­ juzgador que dé por probada esa circunstancia
senso". Lo novedoso del aspecto puede ser, en­ fáctica y como consecuencia la disolución del
tonces, la forma como se denomina, pero no la contrato. Pero como en todo proceso, la prospe­
instit'ución misma, que es tan antigua como el ridad de la pretensión recabada depende de la
régimen de la creación de obligaciones a través prueba. Lo que no es aceptable es que al simple
de declaraciones de voluntad. Simplemente si el incumplimiento, sin ningún acuerdo expreso o
negocio jurídico plurivoluntario tiene la, conno­ tácito, el juzgador le dé connotación de negocio
tación jurídica de servir como fuentc de obliga­ jurídico específicamente encaminado a disolver
ciones (el contrato), otro negocio j11rídico de los el contrato incu.mplido. Una cosa es el incumpli­
mismos contratantes puede extinguir las obliga­ miento y otra muy distinta el acuerdo de los
ciones que surgieron de aquel. Las cosas en de­ contratantes para disolver un contrato. El incl~m­
recho se deshacen como se hacen . plimiento, aisladamente considerado, no tiene
connotación en relación con la posible voluntad
Ahora bien, el mutuo disenso puede ser ex­ de resolver el contrato. Para que tal connotación
preso o tácito, siguiendo los mismos principios surja es menester que junto con el incumpli­
que sobre el particular rigen en punto a la for­ miento haya hechos que inequívocamente de­
mación del contrato, vale decir, respetando las muestren que además de la voluntad de incum­
tormas o solemnidades consagradas por el legis­ plir hubo la de resolver. Eso, precisamente, es lo
lador como requisito para la validez del negocio que se echa de menos en el caso de autos en qu e
jurídico. llna de las partes incumplidas recabó la resolu­
Ha venido aplicando la jurisprudencia colom­ ción y otra se opuso con vehemencia, sin que
biana la instit ución del mutuo disenso tácito co­ haya, como hecho adicional, ni siquiera el más
mo un remedio, por demás jllsto, a la situación lcve indicio que demuestre la intención de disol­
de hecho que se presentaba cuando un contrato ver cl contrato por m1{tuo disenso. Es más, una
bilateral era incumplido simultáneamente por de las pruebas allega,das al proceso, la certifica­
ambos contratantes, para evitar el estancamiento ción de la Administración de Hacienda Nacional
del contrato a que daba lugar la aplicación del (folio 38 del cuaderno principal), da cuenta de
artículo 1609 del Código Civil con la interpre­ que ningllno de los contratantes estaba en situa­
tación que desde el siglo pasado vino dando la ción tributa,ría de obtener paz y salvo para el
Cm·te a esa norma, según la cual, el, contratante día en que ha debido cumplirse el contrato pro­
que ha incumplido no tiene derecho para depre­ metido. De suerte que la verdadera interpreta­
car la resolución ni la ejecución. ción de la voluntad contractual es q1te ninguno
de los contratantes pudo cumplir; pero de allí
Sea lo primero advertir cómo tal interpreta­ inferir q1te ambos quisieron resolver el contrato
ción conduce necesariamente a un cstancamiento hay un abismo, que el Tribunal llenó suponiendo
en las relaciones contractuales, pues si ambos la prueba del hecho del aC1terdo tácito en tal sen­
contratantes incumplieron, ninguno '[Y!tede in.­ tido. Lo anterior indica que cuando el Tribnnal
coar la resolución ni el cumplimiento, es decir el dedujo el mutuo disenso tácito "inequívocamcn­
contrato queda estancado, pese a .~u recíproco in­ te del incumplimiento recíproco de ambos con­
cumplimicnto. En, la medida en que se mantenía tratantes", erró de hecho suponiendo la pruebn
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de un hecho que nadie invocó en las instancias es preciso entrar a explicar la razón por la cual
y qu e se halla huérfano hasta d el más lev e in­ el error demostrado es intrascendente, toda v ez
dicio. que se llega a la misma conclusión con la ade­
cuada int erpretación del artículo 160,9 d el Có­
¿En qué se fundó el Tribunal para decretal' digo Civil, a lo cual se procederá a continuación,
la resolución por' mutuo disenso tácito? Dijo el a título de rectificación doctrinaria.
ad quem: "D e ahí también el lógico resultado de
la disolución o desist en cia por mutuo disenso
tácito, en que exactam ent e d ebe traducirse la r e­ El mutuo incumplimiento de los contratantes y
cíproca y simultánea in ejecución o incumpli­ la excepción del contrato no cumplido
miento de las partes en el pacto . Contra elres1¿l­
tado inaceptable d e entenderlas somdidas a la En sentencia d e 7 de diciembre de 1897, pu­
indefinida exp ectativa de que en algún tiempo blicada en la Gaceta Judicial, Tomo XIII, núme­
pu eda ejecutars e o r esolverse el contrato no cum­ ro 649, páginas 198 a 200, la Corte por primera
plido por obra ex clusiva de aquella d e las dos v ez interpretó y aplicó el artículo 1609. Luego
que considere derivar mayores v entajas del in­ de transcribir la norma citada ex presó: "De mo­
cumplimiento comúnj o de que la acción impla­ do, pues, que la resolución de los contratos bila­
cable del tiempo le dé vigencia definitiva a tra­ terales, por falta d e cumplimiento de las obliga­
v és de la prescripción" (folio 20). Cuando si.n ciones de una de las partes, sólo puede pedirla
exist1:r prueba distinta del incumplimiento el el contratante que pruebe esa falta de cumpli­
Tribunal tradujo ese h echo por ánimo d e desis­ miento, y que él ha cumplido o se ha allanado a
tencia, vale d ecir, le dio al incumplimiento una cumplir sus obligMiones " . Interpretacióm que
connotación d e qu e carece en absoluto, supuso la con el transcurso del tiempo vino afianzándose
prueba de un hecho que brilla por su ausencia. y se concretó en el apot egma: "El que no ha
11'0 hay lógica en que el incumplimiento equival­ cumplido no tiene derecho a pedir la resolución
ga al ánimo de disolver un contrato por mutuo ni el cumplimiento". Tal interpretación d e la
acuerdo tácito . Para que lo tácito, vale decir lo Corte del artículo 1609 fue repetida en much e­
implícito, lo no expresado, tenga valor jurídico, dumbre de sent encias.
deb e reflejar sin lugar a dudas lo verdadera­
mente d eseado . De qu e una parte incumpla no consecuencias jurídicas de la interpretación
puede inferirse n ecesariamente que no quiera tradicional. Sea lo primero establecer las conse­
perseverar en el contrato, tanto más cuando am­ cuencias qu e se despr enden d e la int erpretación
bas partes en el caso de autos han cumplido en jurisprudencial:
gran parte SIlS obligacion es pecuniarias.
a) Si el acre edor que a su turno ha incumplido
El errOr' de h echo se encuentra probado. En no tiene derecho a pedir la r esolución ni la e.ie ­
principio habría que casar. la sent encia acusada cución, quiere ello decir que su derecho sub je­
si se llegar e a la conclusión d e que el error tien e tivo carec e de acción. Crédito sin acción no es
alguna trascend encia en la parte r esolutiva. Em­ crédito. Es ínsito de la calidad de acreedor poder
pero, ese erro?' es intrascendente por cuanto de­ p erseguir al deudor a trav és de las acciones.
jada de aplicar la tesis del mutuo disenso tácito
como consecuencia exclusiva del mut1.W incum­ b) Como se supone, según la interpretación
plimiento en los contratos bilat erales, se llega a cuestionada, que el acreedor que s'Í ha cumplido
trav és de una adecuada int erpretación del ar­ tiene todas las acciones a su alcance, en particu­
tículo 1609 del Código Civil a una situación que lar las alt ernativas del artículo 1546 d el Código
en sus consecuencias es exactamente equival ent e Civil., fuer za es concluir que el incumplimiento
a las del mutuo disenso, pero qu e tiene funda­ fu e elevado a la categoría de modo de extinción
mentaciones diametralm ent e diferentes, como de las obligaciones, o modo de extinción de las
luego se verá. acciones, o causal de conversión de la obligación
inicialmente civil en obligación natural, que por
Como ya quedó ex plicado, esa instittlción ju­ definición es aquella que carece de acción. Y eS
rídica corno modo d e extinguir las obligacion es lo cierto que el artíc1~lo 1625 no consagra el mu­
cstá consagrada en el artículo 1625, inciso 1 9 y, t1l0 incumplimiento como modo de extinción de
en consec1lCncia, dentro d e la órbita d e la causal las obligaciones, ni norma alguna le da a es e
primera se1'Ía aconsejable que se acusara su vio­ f enómeno la calidad de extintor de acciones, ni
lación por indebida aplicación, COsa que no ocu­ mucho menos de causa para convertir una ohli­
'')'ió en el caso de autos. No empece a lo anterior, gación civil en natural.
346 GACET A JUDICI~U Número :MOS

Etiología de la jurisprudencia glosada. ¡, De incumplimiento en los contratos bilaterales. Es


dónde sacó la Corte la interpretación aludida, nuestro famoso artículo 1609. Bien o mal regu­
según la cual en los contratos bilaterales, si am­ lado (luego se verá su bondad y sabiduría), es
bos han incumplido, ninguno tiene derecho a pe­ lo cierto que la diferencia fundamental entre
dir la resolución ni el cumplimiento'l El origen nuestro sistema jurídico y el francés es que éste
de la doctrina es bien conocido. Fueron los ca­ carece de norma que regule el fenómeno del mu ­
nonistas, en la alta Edad Media, los que la tuo incumplimiento, al paso que en Colombia
crearon, con fundamento en que los contratantes existe norma expresa.
cuando adquieren una obligación, comprometen
Lo que le ocurrió a la Corte en el siglo pasado
el cumplimiento de su palabra bajo la gravedad
fue que encontrándose frente al fenómeno de la
del juramento. El que incumple, pues, es un per­
e.Tcepción de contrato no cumplido, trasplantó
juro y como a tal, el orden jurídico lo sanciona
a Colombia, sin modificación ninguna, toda la
condenándolo a las pretensiones exigidas por el
doctrina francesa sobre el particular. Y desde
acreedor. El contratante incumplido, el perj7trO,
luego en respaldo de su tesis puede invocar toda
el que ha faltado a la fe en su palabra, el reo,
la extensa literatura jurídica de ese país. Pero
no tiene derecho a pedir el amparo de la justicia.
si se lee la muy breve motivación del fallo de
Esta solución, que emerge como consecuencia de
1897 que quedó transcrita, fácilmente se llega a
la institución del contrato juramento, recibe
la conclusión de que la Corte le hizo decir fJl
d esde esa época el nombre de teoría de los corre­
artículo 1609, lo que en parte alguna dice.
lativos.
La verdadera interpretaeión del artículo 160!).
Los post glosadores, en la baja edad media, La Corte entra ahora a interpretar el artículo
acogen la teoría de los correlativos, pero trocan­ citado, que dice: "En los contratos bilaterales
do el aspecto ético del perjurio por uno de ca­ ning1mo de los contratantes está en mora dejando
rácter jurídico: la teoría de la causa. Si en los de cumplir lo pactado, mientras el otro no lo
contratos bilaterales la causa de la obligación de cumpla por su parte, o no se allana a cumplirlo
uno es la obligación del otro, fácil era llegar a la en la forma y tiempo debidos".
conclusión de que si ambos contratantes habían
La norma es de una claridad extraordinan:a,
incumplido, sus correlativas obligaciones queda­
como producto de la pluma maestra de don An­
ban sin causa. Tal fue la razón jurídica, que le
dieron a la teoría los juristas de esta escuela, que, dr-és Bello. Con su s'Ímple lectuTa se encuentra
S1I verdadero sentido. Que si ambos contratantes
además, bautizaron la institución con el nombre
han incumplido, ninguno de los dos está en mora.
de exceptio non adimpleti contractus o excepción
En parte alguna el artículo dice que en los con­
de contrato no cumplido . Los anteriores princi­
tratos bilaterales los contratantes pierden la ac­
pios fueron reforzados por los .juristas franceses
ción resolutoria o ejecutiva dejando de c1tmplir .
anteriores a la Revolución, Domat y Pothier, par­
ticularmente el primero con S7tS aportes a la teo­ Si ambos han incumplido ninguno de los dos
ría de la causa clásica: contratantes está en mora. ¡, Qué es la mora? Es
u.n incumplimiento calificado que produce cier­
La época moderna de los grandes códigos civi­ tas consecuencias jurídicas. No todo incumpli­
les se inicia con el de Napoleón de 1804. Este es­ miento produce mora; pero sí toda mora supone
tatuto consagró por primera vez en la historia un incumplimiento. Los efectos del incnmpli­
la condición resolutoria tácita para el evento del miento son unos, los de la mora son otros. En
incumplimiento de uno solo de los contratantes consecuencia, lo que el artículo 1609 dice es que
en el contrato bilateral. Pero no dijo nada res­ en los contratos bilaterales si ambos han incum­
pecto al incumplimiento de ambos contratantes. plido, de ninguno se podrán predicar los efectos
H echo fundamental que permite entender la ra­ que surgen de la mora, únicamente se les pueden
zón de ser de la doctrina francesa. Ante la lagu­ aplicar los efectos propios del incumplimient(J.
na de la ley sobre el particular, los juristas fran­ i Cuáles son los efectos de la mora'l tres, a saber:
ceses siguieron dando la solución que en el Siglo
XIX ya era milenaria, la de los correlativos, 1. Permite cobrar perjuicios (artículos 1610 y
la exceptio non adimpleti contractus, según la 1615 del Código Civil).
cual el contratante incumplido no tiene derecho 2. Hace exigible la cláusula penal (artículos
a pedir la resolución ni el cumplimiento. 1594 y 1595 del Código Civil), y
El Código de don Andrés Bello fue el prime1'o 3. Invierte el fenómeno de la carga del riesgo
en el mundo que r.eguló el fenómeno del mutuo sobreviniente respecto de la cosa debida (artícu­
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los 1731 Y 1733). Es decir, en los contratos bila­ Las acciones alternativas del artkulo 1546 con
terales, si ambos contratantes han incumplido, o sin indemnización de perjuicios. Es impottan­
ninguno de los dos puede pedir perjuicios, nin­ te también hacer una interpretaci6n del artículo
guno de los dos pnede exigir la cláusula penal y citado, por cuanto a primera vista esa norma pa­
de ninguno de los dos se predican las consecuen­ rece consagrar las acciones alternativas de reso­
cias específicas sobre el riesgo sobreviniente. Eso, luci6n o ejecuci6n exclusivamente para el--con­
y nada más, pero tampoco nada menos, es lo que tratante que ha cumplido. Ciertamente la norma
dice el artículo 1609. Entonces, surge el gran in­ en comento está regulando el fen6meno del in­
terrogante . ¿Se puede exigir judicialmente el cumplimiento de uno y del cumplimiento del
cumplimiento de una obligaci6n si el deudor no otro. Pero lo que hay que observar es que el ar­
cstá en mora? Obvio que sí. La exigibilidad surge tículo 1546 consagra la resolución o la ejecución
del incumplimiento, no de la mora. Ello es claro. del contrato "con indemnizaci6n de perjuicios".
Pero si alguna duda quedare sobre el particular, Cuando se t'Tata del incumplimiento de ambos
la despeja el artículo 1594 del C6digo Civil, que contratantes, la norma que debe aplicarse es el
dice: "Antes de constituirse el deudor en mora, artículo 1609, según el cual ninguno está en mo­
no puede el acreedor demandar a su arbitrio l{J ra, lo cnal implica que de ninguno se puede
obligaci6n principal o la pena, sino s610 la obli­ predicar que deba perjuicios, toda vez que el ar­
gaci6n principal ... ". ¿ Puede quedar alguna tículo 1615 establece que" se debe la indemniza­
duda? Antes de constituirse el deudor en mora ción de perjuicios desde que el deudor se ha
el acreedor puede demandar la obligaci6n prin­ constituido en mora . . . ". Como ninguno está en
cipal, pero no puede demandar la pena. mora, ninguno debe perjuicios. Igual debe pre­
dicarse según el artículo 1594 de la cláusula pe­
En los contratos bilaterales, cuando ambos han nal.
incumplido, ninguno está en mora. Pero ambos
Corolario de lo anterior es que hay lugar a dos
pueden, a su arbitrio, demandar la obligación
principal, sin cláusula penal y sin indemnizaci6n formas de resoluci6n o ejecuci6n de los contratos
de perjuicios. Y obviamente pueden pedir la re­ bilaterales, a saber: a,) Cuando uno solo incum­
solución, también sin indemnización de perjui­ ple y el otro sí cumple. En tal evento hay lugar
cios. Ese es el verdadero y único sentido del a la resoluci6n o ejecuci.6n con indemnización
artículo 1609. Se evita, con la interpretación de de perjuicios, y b) cuando ambos contratantes
esa norma, el estancamiento de los contratos que incumplen, caso en el cual también hay lugar a
cond1tce a tremendas injusticias y que, para evi­ la resoluci6n o ejecuci6n, pero sin indemnizaci6n
tarlas, llevó a la Corte, con ese sano propósito, de pm'ju'icios y sin que haya lugar a condena en
a crear la figura de la resolución por mutuo di­ perjuicios o cláusula penal.
senso tácito, que como quedó anteriormente ex­ Debe además, punttwlizarse que la acción c e
puesto, es inaplicable frente a un litigante que resolución por incumplimiento tiene su funda­
se opone abiertamente a la re'solución deprecada, mento legal en el artíC1J,lo 1546 (yen el 1930 pa­
como ha ocurrido con el demandado en este pro­ ra el caso específico de la compraventa), y que
ceso. con la interpretación que se viene propiciando
del artículo 1609, tal situación no se cambia. Lo
Resolución por mutuo disenso tácito o resolu­ que ocurre es que frente a ese artículo 1546, la
ci6n por incumplimiento mutuo de ambos contra­ interpretaci6n tradicional de la excepci6n de con­
tantes, es, en la práctica una misma cosa, pues trato no cumplido enervaba la totalidad de la
ni en una ni en otra instituci6n hay lugar a pretensión, es decir, impedía la resolución o la
condena en perjuicios ni a cláusula penal. En el ejecución, al paso que ahora, con la presente in­
fondo, pues, la Corte no está cambiando su úl­ terpretación, esa excepci6n enerva apenas la
tima doctrina que permitía en los supuestos pretensión indemnizatoria consecuencial dejando
indicados resolver el contrato para evitar el cs­ inc61ume ora la resoluci6n, ora el cumplimiento
tancamiento del mismo; simplemente a la misma deprecados. En otras palabras, la interpretaci6n
soluci6n se llega, pero con fundamento en normas tradicional de la Corte conducía a convertir la de
y principios diferentes, evitando el yerro fáctico contrato no cumplido en una excepci6n total, que
evidente que se advierte cuando contra la enér­ impedía la prosperidad de cualquier pretensi6n;
gica conducta de un litigante en un sentido, opo­ la nueva interpretación precisa que la exceptio
nerse a la resoluci6n, el fallador le dice que lo non adimpleti contractus es apenas parcial, pu.es
'1ue él realmente quiere es lo contrario, como dejando viva la acción alternativa de resolución
ocurri6 en la sentencia acusada. o ettmplimiento, impide apenas que se exijan los
348 GACET A JUDICIAL Número 2406

perjmcws y la cláusula penal, que son las con­ como cumplidor de su obligación frente al de­
secuencias naturales y obvias de la mora j . inter­ mandante ese sí incumplido. El cargo, desde este
pretación que, se hace hincapié, tiene como fun­ segundo aspecto, no puede prosperar.
damento que el legislador expresó en el artículo
160.9 glosado que ninguno de los dos contratantes
Segundo y tercer cargos. Ante la improsper'i­
está en mora, luego de ningnno se puede deducir dad del primer cargo, hay lugar a estudiar los
aquello que surge de la mora. otros, que no combaten ya la resolución misma,
sino la forma como fue decretada. A ello se pro­
El cumplimiento del demandado, según el ca­ cede.
sacionista. Debe ahora examinarse la tesis ex­ Se acusa la sentencia con fundamento en la
presada en el cargo que se viene despachando, causal primera del artículo 368, en ambos p07'
según la cual el demandado no incttmplió, es de­ falta de aplicación de los artículos 1544, 1850,
cir, cnmplió. N o es aceptable el planteamiento 1955, 1956, 1957, 1958, 1932 Y 1746 del Código
d el casacionista en el sentido de que la no com­ Civil y 8 9 de la Ley 153 de 1887, en uno por la
parecencia del demandado a la Notaría no es in­ vía directa y en el segnndo como consecuencia
cnmplimiRnto, toda vez qne S1t obligación era de error de hecho en la apreciación del contrato
cumplir lo acordado y por consiguiente podía y de p1'omesa, consistente en no haber advertido
deb·ía concttrrir ante el notario acreditando estar que el precio .no fue solamente dinero, sino parte
en aptitttd legal de cumplir, siendo el eventttal en dinero y parte en ganado; siendo ello así, la
cu.mplimiento del prometiente vendedor en el pa­ parte resolutiva de la sentencia no ha debido
go del impuesto predial y en la mensura del 1'n­ ordenar la devolución de una sttma de dinero, si­
mueble, razón de más para haber consolidado .m no parte en dinero y parte en semovientes.
posición en la escritura de comparecencia que ha
debido suscribir. Porque es lo c'ierto que el 1:n­ El error de hecho imputado es evidente. Si el
c1tmplimiento de un contratante no facu.lta al contrato hub1:ese sido de compraventa, la conse­
otro para incumplir impunemente. Si primero cuencia de la resolución sería para el vendedor
incumplió uno, el otro debe deprecar las acc1:ones devolver el precio o su parte recibida; empero,
a que esa situación le da derecho; al abstenerse como fue permtda, al decretarse la resolución,
de ocurrir a la justicia y en cambio asttmir una así como se ordenó la devolución de la cosa t'en­
posición semejante, o sea también incumplir, co­ dida, ha debido decretarse la devolución del di­
loca n1wvamente a las partes en igualdad de con­ nero y de los semovientes dados en pago, o su
diciones, es decir, ello equivale a incumplimiento valor, si ya no existen. El cargo, pues, debe pros­
simultáneo. Lo anterior, salvo que el cumpli­ perar.
miento del uno sea primero en el tiempo y ade­ Sentencia de instancia. Como consecuencia de
más requisito previo indispensable para que el la prosperidad de los cargos necesario es qu.e la
otro pueda cumplir, como cuando un escultor no Corte proceda a dictar la sentencia que deba
realiza una estatua porque el otro contratante no reemplazar la anulada. El sentido del nuevo fa­
le entregó el mármol a qtte estaba obligado; in­ llo de instancia es obvio y natural. Se mantendrá
cumplió, sí, porque no hizo la obra a que estaba la resolución del contrato sin indemnización de
obligado, pero su incumplimiento en tales con­ perjtticios, pero no por mtduo disenso sino por
diciones no tiene connotación jurídica. N o se pue­ incumplimiento recíproco y simultáneo de los
de pl'edicar lo propio en el caso de autos, pues los ron tratantes de su obligación de concurrir en el
eventu.ales incumplimientos previos del deman­ lugar y fecha convenidos a otorgar la escritura
dante no le imposibilitaban en manera alguna que perfeccionara el contrato prometiM. Y como
su asistencia a la notaría para recibir la escritu­ consecuencia de la resolución se mantendrá la
ra de venta o para suscribir la de comparecencia., orden de devolución d el inmueble objeto del con­
con tanto mayor razón cuando ya tenía recibida trato, por una parte, y de los semovientes, o su
la finca prometida en venta y había pagado la valor act1tal, y el dinero, por la otra. N o sin ad­
totalidad del precio. Lo que ocurrió en realidad, vertir que en cuanto al dinero, y debido al pro­
según el certificado del folio 38 del cuaderno ceso de pública not07'iedad de la permanente des­
principal, fue que ni el demandante ni el deman­ valorización de la moneda, con el fin de evitar
dado tuvieron su paz y salvo sobre la renta. el tm enriquecimiento injusto a una parte, la que
día en que ha debido firmarse la escritura. En recibiría el mismo dinero, pero con un poder ad­
tales condiciones no es posible afirmar, como lo q1tisitivo mucho menor de cuando entregó esa
pretende el casacionista, que el Tribunal erró suma, y un enriquecimiento incausado a la otra,
de hecho al no haber considerado al demandado la que tendría que devolver una misma cantidad
NOmero 2400 GACETA JUDICIAL 349

pero con menor poder adquisitivo, mientras el cia Ballén, con salvamento de voto; Alberto Os­
valor de las cosas distintas del dinero permane­ pina Botero, salva voto; Jorge Salcedo Segura.
cen estables en su valor relativo, la Corte ha de
disponer un reajuste monetario, con fundamento Rafael Reyes N egrelli
en la doctrina de la investigación del derecho de Secretario.
que trata el artículo 48 de la Ley 153 de 1887,
que da pie para la aplicación de doctrinas, tales
como las del enriquecimiento injusto. Ese reajus­ Salvamento de voto de los Magistrados Alberto
te monetario se hará ante el funcionario a quo Ospina Botero y Humberto Murcia Ballén.
mediante incidente.
Nos vemos compelidos a salvar el voto respecto
Con fundamento en todo lo que queda ex­
de la decisión acogida por la mayoría, por los
puesto, la Corte Suprema de Justicia -Sala de siguientes motivos:
Casación Civil-, administrando justicia en nom­
bre de la República de Colombia y por autoridad 1Q En procura de fijar el alcance del artículo
de la ley, CASA la sentencia objeto del recurso y 1609 del Código Civil, se di.ce por la Corte en el
en su lugar, obrando en sede de instancia, fallo que" en los contratos bilaterales, si ambos
contratantes han incumplido, ninguno de los dos
Resuelve: puede pedir perjuicios". A pesar de sentar este
Primero. REVÓCASE la sentencia de primera postulado, en la parte resolutiva, concretamente
instancia dictada por el Juzgado Sexto Civil del en el ordinal" cuarto", se condena al deman·
Circuito de Bogotá. dante a pagarle al demandado perjuicios, equi­
valentes al reajuste monetario. Esto equivale a
Segundo. DECLÁRASE mutuamente incumplido decir que no se aviene la parte resolutiva con la
por ambas partes el contrato de promesa dt.l com­ motiva.
praventa de que se ha hecho mérito y como con­
secuencia se de.creta su resolución sin indcmni­ 29 La doctrina foránea, cuando ha tenido que
zación de perjuicios. examinar los fenómenos de la pérdida de poder
adquisitivo de la moneda, ha considerado que el
Tercero. CONDÉNASE a Antonio Escobar Ochoa, reajuste o actualización del ' pago de una obliga­
demandado, a restituir a Luis Guillermo Acon­ ción dineraria configura la reparación del per­
cha Konn dentro de los diez días siguientes a la jui.cio que sufriría el acreedor si recibiese el pago
ejecutoria de la presente sentencia el inmueble con signo monetario envilecido.
objeto de la promesa de compraventa que se de­
claró resuelta. Siguiendo el anterior criterio, la Cürte en sen­
tencia de 9 de julio de 1979, al abordar el t ema
Cuarto. CONDÉNASE a Luis Guillermo Aconcha de la depreciación monetaria, consideró que el
Konn a restituir a Antonio Escobar Ochoa la su­ monto por reajuste mon etario correspondía a una
ma equivalente en poder adquisitivo a doscientos justa reparación del perjuicio sufrido pür el
mil pesos ($ 200.000.00) de la fecha del contrato, acreedor del crédito dinerario.
más los semovientes entregados como parte del
precio, 19 vacas y 8 novillas, u otros de similar 3Q De acuerdo con lo antes expresado y par­
calidad y cantidad, o su valor actual en dinero; tiendo del aserto de haber incumplido el deman­
para el reajuste monetario y la conversión de los dante y el demandado con las obligaciones de su
semovientes en dinero, si a ello hubiere lugar, cargo, no se debió disponer la revalorización del
hágase la liquidación por el procedimiento inci­ crédito del demandado, por tratarse de repara­
dental del artículo 308 del Código de Procedi­ ción de perjuicios. Y, algo más, cierto premio a
miento Civil. su incumplimiento.
Qninto. SIN COSTAS en el recurso de casación 4Q Inspirado el legislador en el antiguo dere­
ni en el de apelación. Costas de primera instan, cho romano, y en un vasto antecedente histórico,
cia a cargo de la parte demandada. se estableció en el artículo 1609 del Código Civil
Cópiese, publíquese en la Gaceta Judicial y no­ que en los contratos bilaterales ninguno de los
tifíquese. contratantes está en mora dejando de cumplir
lo pactado, mientras el otro no lo cumpla por su
José María Esguerra Samper, Germán Giraldo parte o no se allana a cumplirlo en la forma y
Zuluaga, Héctor Gómez Uribe, Humberto Mur­ tiempo debidos.
350 GACET A JUDICIAL Número 2405

Se ha sostenido por la doctrina que el precepto los mismos, se tiene que el contratante deman­
anterior es contentivo de la excepción denomi­ dado no estaría en mora cuando el contratante
nada non adimpleti contractus, cuyo fundamen­ demandante no ha cumplido con sus obligacio­
to más aceptable puede estar en la "equidad" o nes. De suerte que sería improcedente la acción
en la "interpretación de la voluntad de las par­ de resolución cuando ambos contratantes han
tes". El primero, quienes lo afirman y defien­ faltado al cumplimiento de sus respectivas obli­
den, lo explican sobre el aserto de que no es gaciones. Otros son los correctivos jurídicos que
lógico y equitativo que se obligue a cumplir el existen para aniquilar una convención cuando
contrato a una parte cuando la otra no ha cum­ las partes se alejan o se desentienden de cumplir
plido con las obligaciones de su cargo. El segundo con sus obligaciones recíprocas, como lo dijo am­
lo hacen consistir en que la ley, interpretando pliamente la Corporación en fallo de 5 de no­
la voluntad de las partes, presume que un con­ viembre de 1979.
tratante quiere cumplir con su obligación cuan­
do el otro cumpla con la de su cargo. "El prin­ Los breves motivos expuestos nos llevan, igual­
cipio primario -sostiene Claro Solar- sobre el mente, a no compartir la interpretación que se
cual reposa la exceptio non adimpleti contractus le ha dado al artículo 1609 del Código Civil, pues
es, sin duda la equidad. Pugnaría evidentemente para determinar su exacto sentido y alcance, hay
con ella que uno de los contratantes pudiera exi. que relacionarlo con el artículo 1546 del Código
gir las ventajas que el contrato está llamado a Civil.
otorgarle repudiando, sin embargo las cargas que
como compensación para la otra parte le im­ Alberto Ospina Botero, Humberto Murcia Ba­
pone". llén.
De la armonía de los artículos 1546 y 1609 del
Código Civil, por sus antecedentes y claridad de Fecha ut supra.

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