El transporte marítimo moderno es una actividad empresarial
compleja y exigente, su mayor dificultad es la comunicación, el sector naval depende del flujo de la información, aunque mucho más limitada que en el tráfico aéreo. No obstante, la actualización de la información sobre el tráfico, los puertos, la carga, la meteorología y la seguridad que a largo plazo podría implicar un margen de errores mucho mayores. La principal característica a resaltar en la importancia del control del tráfico marítimo es la vigilancia constante y monitoreo a través de las plataformas que permiten en tiempo real hacer seguimiento para conocer la ubicación de las embarcaciones, a través de sus equipos monitorean las embarcaciones coordinando las acciones y así realizar una estructura de búsqueda y rescate, su principal función es salvar vidas en el mar y la protección del medio ambiente. Es importante resaltar que el capital humano articula esta gestión, debe tener noción de los procedimientos y las posibilidades de daños y siniestros incrementando la seguridad en la navegación orientando el sistema de servicio.